cub eua estudio hsitórico anexión

270
\ ESTUDIO HISTÓRICO SOBRE EL ORIGEN, '. DESENVOLVIMIENTO Y MANIFESTACIONES PRÁCTICAS DE LA IDEA DE LA ANEXIÓN DE LA ISLA DE CUBA Á LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA POR JOSÉ IGNACIO RODRIGUEZ, I " Roe<: igitur formam crescendo mutat, et ojl{m Immeosi caput orllis erit. OVID. MetamorjJh. xv. 434. 435. HABANA. IMPRENTA LA PROPAGANDA LITERARIA 190°.

Upload: jans2002

Post on 11-Jan-2016

156 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

EUA Estudio hsitórico anexión.pdf

TRANSCRIPT

  • \

    ESTUDIO HISTRICO SOBRE EL ORIGEN,

    '.

    DESENVOLVIMIENTO Y MANIFESTACIONES

    PRCTICAS DE LA IDEA

    DE LA

    ANEXIN DE LA ISLA DE CUBA LOS

    ESTADOS UNIDOS DE AMRICA

    POR

    JOS IGNACIO RODRIGUEZ, I "

    Roe

  • I'-'~I"~: .....,~\~C

    /" 1783''''" P.&>3

    zC>C f' V"''3 -~ LA MEMORIA

    1 DE LOS MRTIRES DEL PENSAMIENTO DE LA ANEXIN DE CUBA

    L05 ESTADOS UNIDOS DE AMRICA.

    {'1 Sean, como cant6 Thomas Moore sobre la tumba

    de Emmet, tristes y calladas las lgrimas que derramemos sobre las fosas en que descansan

    sin haber sido honradas sus cenizas.

    Puedan esas lgrimas preservar siempre verde en nuestras almas el recuerdo de sus nombres

    y de sus virtudes.

    .

    ~ ~ ~.

    ~

    ~ ~

    "'~

    !

    1{."

    '"

  • '-1

    .. -~:

    '}

    PROLOGO

    Este libro no' se ha escrito para def~nder el -Pensamiento de la anexin de Cuba los Estados Unidos de Amrica, ni tampoco para combatirla. El objeto de su autor no ha sido

    otro que el de presentar los hechos, tales como estn comprobados, encadenndolos convenientemente, :fin de que el lector, si quiere hacerlo, pueda sacar por s mismo y sin grande esfuerzo, las consecuencias que estime lgicas. No es un alegato este Estudio. Es ms bien un expediente, tal vez un Memorial Ajustado, donde el que guste de estudiar la historia, encuentre mano el material necesarIo.

    "Solo la verdad podr ponernos la toga viril ", deca siempre y enseaba constantemente

  • Vln

    sus discpulos el inmortal don Jos de la Luz. Solo con ella, sobre ella, y dentro de ella, puede nunca co~struirse cosa alguna que sea duradera, ni en la ciencia, ni en la poltica, ni en la vida prctica cuotidiana. Sirva la que va envuelta en este libro, desde su primera hasta su ltima pgina, para ayudar al beneficio de Cuba, y la felicidad de los cubanos.

    J. 1. R.

    Washington, D. C., Octubre de 1900.

    NDICE.

    PGS. INTRODUCCIN __ __ o _ " _... 1 {;APTULO 1. La prediccin de William Patterson...... .... .. 15 CAPTULO 11. La opinin del Marqus de Vergennes.. _. "" 19 CAPTULO III. El parecer del Conde de Aranda . """ ... _... 21 CAPTULO IV. Las aprensiones y maniobras del Gobierno de Es-

    paa. _...... ~ . ... _., . _. "_'" ....... ,. 28 CAPTULO V. Las dos primeras manifestaciones americanas en

    favor de la anexin de Cuba. (1809 y 1812) ._.... . . 50 CAPTU.LO vi. Manifestacin oficial de 1823 ...... __ . . . . 55 CAPTULO VII. El perodo de 1823 1826 "'" "" "" . _. "" 63 CAPTULO VIII. El Congreso de Panam.. (1826) ..... ,.. ... 74 CAPTULO IX. De 1827 A 1837 ... _ _.~ ......... _.. _.. 85 CAPTULO X. Espaa lanza Cuba de la familia espaola. (1837) 92 CAPTULO XI. La situacin en la isla de Cuba desde 1837 hasta

    la llamada Conspiracin de Trinidad y Cienfuegos en el ao de 1848 ...... __ . '" _.... _... _'" . ....... _.. _. 99

    CAPTULO XII. La situacin en los Estados Unidos de Amrica en el perodo de 1837 1848 ..... " _. _...... ,. . .. . . .... 111

    vCAPTULO XIII. La proposicin de compra de la isla de Cuba. (1848) ..... , _ _ _.. _. _ 120

    CAPTULO XIV. Del fracaso de la conspiracin de Trinidad y Cienfuegos basta la invasin de Ordenas. (1848 1850). _" 131

    CAPTULO XV. Campaa antirevolucionaria y antianexionista de don Jos Antonio Saco. (1848-1853) , .. , _.. 148

    CAPTULO XVI. De la invasin de CArdenas la ejecucin en la Habana del General Lpez y algunos desus compaeros. (1851) 153

    CAPTULO XVII. Los tumultos de New Orlea.ns, Cayo Hueso y Mobila en 1851 . "" ... _. _... _. __ .. 162

    CAPTULO XVIII. ~l proyeoto de la llamada "Convenoin tripartita". (1852) _ _.......... "'" "" _..... 166

  • x

    PGS. CAPfTULO XIX. El movimiento en Oubaoo 1851 1\ 1855 __ 177 CAPfTULQ XX. Los movimientos del Gobierno de Washington

    de 1851 " 185-5. ~ _ : .. __ _ __ 184 CAPiTULO XXI. Perfod()'de IBM " 1869-. .. ~ __ _.. 195 CAPiTULO XXII. De 1860 1\ 1868 _... _ _ _. 211 CAPfTULO XXIlI. La RUena de los diez aOs. (1868-1878). _.... 220 CAPfTULO XXIV. Tentativas amerioanas posteriores al fracaso

    en 1869 de la misin oonfiada al General Bioldes,'y" la proolama del Presidente Grant de ootubre 12 de 1810 _.,... 236

    CAPiTULO XXV. De 1878 1\ 1888 . _ , _ _ _ _. _... 243 CAPiTULO XXVI. Efeoto produoido por' la eleccin del Presi

    dente Harneon. (1889-1890). _._ _. 249 CAPiTULO XXYII.Elllamado movimiento econmioo en la isla

    de Ouba. (1891) '_"" ., ' _ __ . _ ~... 264 CAPfTULO XXVIII. El movimiento eoonmioo por el lado ame

    rio~o. (1891-1894) . _... _ _.. _. _ "" . . _... 273 CAPiTULO XXIX. Oreaoin dentro del territorio de los E8tados

    Unid08 de Amrioa del "Partido Revoluoionario Cubano" (1892) . _. . _. _. _. _. __ _. _. " 278

    CAPiTULO XXX. La revolucin de 1800. ~ .. _, . __ .. __. 287 CAPITt:LO XXXI. El tratamiento de la oue8tion de Cuba por el

    Presidente Clevela.nd. (1895-1891) _. " ._. __ ... _ , _. 298 CAPiTULO XXXlI. El conflioto de autoridad entre el Poder Eje

    outivo y el Legislativo de la Unin, relativamente 1\ la isla de Cuba. (1899) . _. _. _ ~. __ .... 320

    CAPITUI.O XXXIII. El tratamiento de la' ouestin de Cuba por el Presidente lrfoKinley . _. _'. _. ~ . 330

    CApiTULO XXXIV. La propuesta de intervenoin. en Oaba _ 352 CAPiTULO XXXV. La discusin de los Informes de las Comisio

    ne8' y su reBUltado __ . __ __ .. _... _ " _. 364 CAPfTULO XXXVI. La sitacin en Ouba bajo el rgimen auto

    nmioo . _ _.. _.. .. _._ .. _. __ . __ 381 (;APITULO XXXVII. La gnerra oon Espaa ..... _ ,. 387 CAPiTULO XXXVIII. Ce8ucin de la soberana de Espaa en la

    i81a do Cuba, y ocupacin militar do sta por 108 Estad08 Uni' dos de Amrica. (1899) . _. -_ . __ ...__ ... 413

    CONCLUSiN .. _. __ ... __ ............. _....... , _... _ 420

    APNDICES. " "

    "

    PGS. AptNDICE PRIMERo.n~ 1 Infonne,de l~ Ortes de 1831 __ . 431

    n~ 2. R. O. Abril 25 de 1837 .. 4~

    nC? 3. R. O. Kayo 28 de 1825 . .. .. 441 n' 4:. Protesta.. '. __ . "" ..". ... 44$

    AptNDICE SEGUNDO. Oonstituoin de,Lpez __ .. ._ 441 AptNDICE TERCERO. Lista de Ol fIlsilados en Ataris ._ _. _. 45Z AptNDICE CUARTO. Conl1tituoin de Gu6iDiaro _. _"_.. 4M

    . AptNDlCE QUINTO. Program del Partido liberal oubano llama. do despues autonomista : _~ . ~ 4:57o

    AptNDICE SEXTO. Pro~ma del Partido e8P6olllamado RefOl" IDista - -... - " _. ~. _ _ _ _. _... 400

    AptNDlCE SEPTIM:O. Bases del Partido-Revolnoionario Cubano. 66t AptNDICE OCTAVO. Constitnoin de Jimagnay6. __ ... _._. 46T APiNDICE NOVENO. Constitucin de la Yaya ......'. 4'iZ AptNDICE DtCIM:O. OonstitlOcin autonmica. _...... __ . _ 482 AptNDICE UNDCIMO. Lista de las publicaolones de oarlieter po

    ltico relativas 1\ la isla de Cuba, heohas por rden del Gobierno de los Elltados Unid08 de Amrica, 'arreglada oronolgicamente - - -.- , __ ".' _ _..... _ . 50S:

  • ~-------~~-~....~_ _~..... .. .. _----_._"

    ./

    - :~ t' r ..... \!"fM,tr. .... .,..J.r....... f. "-f~l~) rv. 'f. 1$,6

    ~ l:J]I. D.re- 1"""" t.w ~ ole...

    _...:.._--~ '/~ r.t' 1M "'. e"" t..: 1.. t-t...... ~,.....,... 1\.Al1i("""':")

    ..... !l.,.......... ~ . IWb. IHo(l""-';" )....,. ......,t bot " .... A~

    d(~": ...,a-" r1lo -.:10 . GI; ~ ~ (,dJ'" -~~ r~)

    ~ ~ ~ c.C'vc:J:.. t' I~ "-l ~~)! ~~---~ ~

    "rj I ~ ... II

  • , I

    I I

    32

    . Entre los hombres que lo han sostenido,que en 'Cuba hatY"sido'muehos y' muy dignos, en todos c~nceptos, no s?lo ~el respeto de sus p8.~sanos, SIno de laadUlIracln dl mundo~ mArtlre~ n111chos d~ ellos, que' sacrificaron sus vidas, . sus fort.unas Y un porvenir de regalo, en aras' d lo que creyeron 1& fe1icidad de supatria, _y que en los Estados.Uni40s de' Amrica. han sido igualmente numerosos y' de nombre. altamente preclaro en muchos casos,-no es posible suponer sin inSJ].1to,y hasta pudiera decirse sin sacrilegio, que dominarn pasiones bajas, obedecindose por parte de los unos. sentimientos de vergonzosa abyeccin, YpOl" parte de los otros . reprensiole espritu de 'conquista, tendencias ambiciosas Yusurpadoras. . Pero' an en caso .de que semeja.ntes cargos,

    frecuentemente escuchados entre propios y extraos, pudieran encontrar justificaci6n-alguna, lo que en realidad no puede concederse ni an siquiera en hiptesis, por mal que pese los que sin saber la verdad de las cosas se atreven escribir para el pblico, dando por hec:po lo que no existe sino en su imaginacin, enfermiza en la mayor parte de los casos, y toreindlo y falsendolo todo, para hacerlo cuadrar con sns sentiulientos Y aspiraciones,-siempre sucedera que el movimiento no hubiera podido progresar, ni an siquiera sostenerse vivo, pesar de tantos aos, de tantas peripecias, de tantas lgrimas y sangre, si entre las fuerzas que 4ebe su impulso no se hallase una caus~ natural y l~g1tima, debida .leyes socialoS, .polticas, histricas Y eon6micas que le

    -.nada menos que por inspiraci~n diVina:" y se "v prctica.mentedem.stradoien.' 'la "Historia~

    .-~6sf:~:li=:rle:~~ei~~ ~=~~~~~,~~~

    Amrica, lo'quepor sU natu~~i~propia'sin.justificadQ -ilegftimo, tiene' que 'deM~arecr

    necesariamente por la acci6n del tie~po. -Los ,en-ores'y las abert'aCiones contierien~ Siempre dentro de su propio :senb elge~en_ ~tal: que -en la madurez de -los'sucesos ponarB fiD. a su ,existencia. Y si la idea de la lie:ti6n de Cuba - los Estados TInids de AmIicai~t.tiUla~

    .claramente desde 1809, y mantenIda hoy miS'IDO, en't!e muchos, allende y ~tt~nde _el Golfo de MXICO, como el 8't(mmm desitUrandum pa-ra los dos paises, no descansase -en' Drin~s b--ses del carcter descrito, su pr~servaci6Iihist-rica sera el mayor de' los misterios.' .

    Por lo que hace los Estados Unidos de Ainrica, hay que notar deSde luego, que en ellos, como en todos los organismos conocidos, sea.n fsicos 6 sociales, impera, y tiene que im~

    perar con incontrastable energa la ley del cre-cimiento, y que la cohibici6n de este jams se -puede efectuar sin peligro. "-La ley de nuestra existencia nacional,

    dijo la Comisin de Relaciones exteriores der Senado de los Estados Unidos de Amrica, en . 1859 ** es el crecimiento. Aunque quisiramos,

    * SI B8T EX HOMBIBU8 001fBILIUM HOO, A.UT OPUS, DI880LVRTUa. SI ViR EX DRO B8T, NON POTBRtTI8 DI880LVBRB ILLUD. (Si e8te oonse

    ) jo, 6e8t& obra, viene'de 1011 hombrea, eo de8vaneced; m68 si vine de Df08,'nola podris deshacer).- UBOROS DB LOS ,ApsTOLU. V, 38y 39.

    imprimen indestructible vitalidad. - ' .. ' Informe No. 351, SeBf6n 2~ dol Oongreso 35~, rospeoto la "I\dqnieioin do Cuba." ..Como se dijo, hace ya diez y nueve siglos,

  • ~~~c~ - n' ==.~.=--------------------- -.._-,-_.

    [)4

    no podra1nos desob~deQerla. Nada d.ebemos ha-cer, niharmos, para fomentar . estimular su. cumplimiento,por medios artificiales; pero ha,brmos de tener el mayor cuidado, en que porsujetarnos un rgimen demasiado estricto, no se impida su legtimo, sano y natural,desa

    rrollo~"~ucho antes de que existieran los Estados, Unidos de Amrica, y antes' de que se descubriera el Nuevo Mundo, Espaa misma haba, mostrado. tal vez ms que nadie en la Histo-ria moderna, que la necesidad de obedecer esa ley natural fu tan imperiosa para ella, como lo es para las dems naciones. Por conquista, por la accin de la diplomacia, los diferentes reinos que se repartan el terreno ibrico, se fueron poco poco anexando los ,unos los otros, hasta que al fin, andando el tiempo, se constituy la nacin poderosa, que bajo Carlos V y su hijo Felipe 11, lleg al extremo de aspirar "la monarqua universal." y antes y despus,que Espaa, lo mismo en

    los tieInpos lns antiguos como en los ms recientes, los pueblos todos han cedido como por instinto, irresistiblelnente, esa ingnita necesidad de extender sus dominios. "La expan&in nacional,"-ha dicho un ilustre cubano"es el prlner inters de las naciones" "* "Cuan- ' do ellas cesan de cr'3cer,"-esplic el Informe antes citado de la Comisin de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos de

    .. Don Rafael Montoro en BU magnifioa oonferencia liLa Expansin y 10B Estados Modernos, " pronunciada el 9 de abril de 1895 en el Nuevo Liceo de la Habana. (Discursos etc, por Rafael Montoro, Filadelfia 1894, pago 417 y si~ierites.)

    Amrica,-pronto em~ieza aquel periodo de de-cadencia, que lospueblo, lo mislno que los .individuos, estn condenados."

    Aparte de este impulso interno, irresistible, natural y legtimo de los Estados Unidos de Amrica, hay que considerar el hecho, que con.tribuye en alto grado hacerlo aceptable y simptico en el terreno de las ideas, ~e que los dichos Estados han sido, siempre considerados, hasta por los mismos espaoles, como llamados por la Providenci Divina para poner 'en prctica en el mundo, los principios y, doctrinas del gobierno" popular y republicano. El General espaol Don Jos de la Concha, que no era por cierto gran alnante de los Estados Unidos de Amrica, ni simpatizaba en modo alguno con la idea de que Cuba se les agregase,idea que trat de ahogar en sangre cubana y americana,-comes sin embargo que aquellos les corresponda '''curnplir con el deber de contribuir la extensin del rea de la liber-' tad," por cuya razn "les importa altamente la adquisicin de Cuba. por su propio inters, ya como medio de agregar un Estado poderoso la Unin federal, ya porque una 'vez apoderados de la Reina de las Antillas tendran firme mente asegurada la ms importante base de un absoluto predol1linio en aquellos mares y sobre la Amrica del Sur." "*

    Si esto es cierto, como parece que lo es, pesar de las extraas cosa:s, que se han visto y se estn viendo, ejecutadas la sombra de la

    "Memoria sobre el estado. poltico, gobiorno y administraoin de la !lila de Cuba" por el Teniente General D. Jos~ de la Conoha. Madrid 1853. (pag. 27)

  • 6 7

    bandera de los Estados Unidos de Amrica, en. Puerto Rico, y 'en las ~ipinas, y en 1& misma . isla de Cuba, bajo la administracin del',>residente, McKinley~--co8&8' que han hecho 'que,

    desp~ de todo, quien hasta ahora ha salido g~nanciosa, as en honra como en provecho, entre todas las partes interesadas en la contienda, sea la vencida, Espaa *' -la tentativa de detener el movnientor de hacerle cambiar de curso, tendr que ser tan ine.fi.oaz y ociosae6mo lo es todo esfuerzo en oposicin: una leyfsiea, al cumplimiento en al:>solu.to de lavolUlltadde Dios. " :. ,.

    Por lo que hace la' isla de Cuba; preciso es l"OOOnocer que el movimiento anexionista, se encontr siempre' ligado con aspiraciones levantadas de patriotismo cubano. Nadie entre los

    tt DI e~ qo~n, 6. la fecha en que esto 88 esoribe, Espaa, 101 Bstados.Unidos de Am~oa, las Filipin..... Pnerto Rico y Cuba, 88 oiertamente ouriossimo y digno de estudio,

    Espaa ha gatlado en el respeto y la admiracin del mundo civilizado, exoluyendo tall'811la Gran Bretaa, pero ihobyendo ciertamente lo. miamos EatadOIl Unidos de Ammca, dOJ:lde, gauad" .oomo e.t6. la partida, no hay lngar pa~ otro seo.timiento que el de aquella profnnda reverenoia que inspira siempre 6. 1& gente honrada la grandeza oalda. Libre, oomo lo est6., de las oarltU YreSpnsabilidadea de sus ooioniaB; las l\ue hablan llegado , no darle nada, quitindole m11Oho, y salvado 10 honor en ]0 militar y en lo diplom6.tioo, el porvenir ea suyo. Hoy (julio de 1900) todos BUS valortss hn. subido de precio y veinte y oinco veoes se ha oubierto, sin salir de su territorio, un emprstito, para la oonsolidacin de variaB deudas naoionales, de dosoientoa cuarenta millones de pe8Ol'0

    Los Eatado8 Unidos de Am6rioa s&Oad08 de repente de quioio, maravillados de 8U propia pujan.a, no sabiendo realmente que hacer oon ella, oasi avergoDJIados de su fioil viotoria, sujetos 6. enormes impues-

    , tills, y divididos en su interior en lo qua 6S hoy fundamental p,rinoipio, imperialismo anti-imperlalismo, navegan, puede deoirile al garete. sin rumb08 fijos, perdidos sus acostumbrados derrotero&J, fiad08 solo en 01

    'hijos. de Cuba quiso nunea.' que .su pa,'tn,Oa, se agrega;e:,llos E8~, o~ Uni:C1O";~rd,e D;\~,ri~ca," ~,J>,cO,,!solo el.gus\o :da.~bIar de~o, para 9.~~ ~tr

    .re ~obe~ .mUitarm~nte~ 'COn;LO c~lP~~~9 ~p~n habItada por gente ae raza y cl~in

    inferior, la que hay que e~ar el :art~ ,de- . gobrnarse, i,ndigna de ser dej~~ .su~ pJ"Qpios destinos hasta. que no llegue .Q,' lo que el

    Preside~te :Mc.~y,.hl!' llatnado" y 4 p~n~

    P'iede:tmdllcirse;~ cas~o, ~~el.pivel ~~b~~

    oonocl~o !6~t4:>. 'DroplO" y

  • -,---. ro'" .......... =. ~c~.~,.. _

    8

    I

    .Amrica podra jalns resultar, lo ~e le est resultando Puerto Rico, cuyos naturales se ha negado el carcter de ciudadanos de los Estados Unidos de Amrica, sin ms derechos que los que el Congreso federal, ha tenido te~ga bien concederles. Los partidarios de la anexin creyeron siempre, y continan creyendo, pe

    Y

    sar de todo, que por medio de aquella podra alcanzarse para.su patria amada la mayor suma posible de dignidad, de libertad, y de grandezamaterialy mor~l; y aquel' mismo hombre ilustre, que despus combati tan sin tregua, el pensamiento de incorporar Cuba en la Unin americana, el inmortal cubano Don Jos Antonio Saco, manifest sin embozo, desde 1837, que en caso de no ser posible para la isla mantener por si misma la condicin de independencia, que l aspiraba, independencia que la dejase '~ta~ aislada en lo poltico como lo est en la naturaleza" y de que "arrastrada por las circunstancias tuviera que arrojarse en brazos extraflos," entonces "en ningunos podra caer con ms .honor ni con ms gloria que en los deJa Gran Confederacin Norte-Americana." Y la razn era, que ~'en ellos encontrara paz y consuelo, fuerza y proteccin, justicia y libertad,"

    IIo

  • JI10

    Y como si de intento se hubiera todo prepa- convirti, por causas de distinto gnero, en el

    . rado para'Iavorooer estas tendencias, tanto en mercado natural de la isla de Cuba, donde sta.

    los Estados Unidos de:Amrica, como ~n la is tena, como tiene, qU venir vender, casi .la.

    la de Cuba, poniendo $U servicio el mvilms. totalidad de sus productos, so pena, enC&SO:.de

    poderoso que hasta a.hora se ha. encontrado en no ;hacerlo, de no venderlos en ninguna parte,.

    tre los hombres, que es el del inters, pronto el pensamiento de la reunin poltica de10s des.

    se vi6, que por buenas ; por malas, voluntaria. paises recibi6apoyo incontrastable. y como en

    todo tiempo la cuesti6n econmica se sobrepon&6 invollltariamente, Cuba se haba convertido, por ~ausas econmicas, ihcontrast&bles, en. la poltica, no hay que extraa!

    ' que en (Juba,. dopde estaba' por otra parte tan extendido el

    .una dependencia de los Estados Unidos de

    natural deseo de vivjr bajo' un rgimen de liAmrica. Ni hay otro mercado para los azca:

    res cubanos, que el que ellos le ofrecen,ni Ou bertad, Yderotnper toda conexin poltica 'con

    un pas que la trat menudo'con tanta rudeba puede abastecerse en ninguna otra parte,. con la misma ventaja, de lo que necesita p&r'&. za, el sentimiento en favor de la anexi

    n cre

    su industria y mantenimiento. Cuand Cuba.. ciese tantq, aln entre aquellas C'lases de susiha

    bitantes, que por la naturaleza de las .cosaspatema riqueza, el peligro de ,la ruina era inmirecian estar llamadas combatirlo 'con mayornente si se cerraban ~ara sUs productos los nerempeo. En mis de un caso'se exhibi en CUcados americanos. Cuando la adquiera de nue-

    vo, si llega adquirirla, la legislacin 'aduane ba el aspectculo de que los hombreS ms con

    ra de los Estados Unidos de Amrica. Be levan servadores llegaran, porel hecho de serlo, .

    tar como una barrera contra RUS productos y preferir que 'la isla se agregase los Estados

    .

    operar con igual desastre. De aqu es que Unidos de Amrica, que continuase bajo el

    exista y haya existido siempre la creencia de dominio de Espaa. Otro tanto pasa hoy entre

    que sin la incorporacin de Cuba en los Est los que aleccionados por la experiencia, y en

    dos Unidos de Amrica, bajo la base constitu vista de lo que ocurre en el resto de la Amri

    ciona del libre cambio entre los dos paises, el ca que fu espaola, temen para su patria el

    ..

    caudillaje y la anarqua.~ataclismo en que habrn de hundirse las fortunas y la civilizacin de la isla s~respantos(} Nadie nunca reconoci con m

    s fuerza esta. "prosa" de los intereses mateliales, en anta~o- irremediable, mnos que, por vh~tud de un

    milagro, se suspenda la accin de las leyes eco Dismo victorioso contra los "ideales" de los teo-.

    nmicas, y se haga posible la resurreccin de ristas,. idelogos, que aquel mismo Don A.n-.

    Cuba, bajo alguna forma, no conocida todava, tonio Cnovas del Castillo, que con su inflexi

    en que resulten cambiadas la naturaleza de sus bilidad intransigencia, hizo tanto dao Cu

    ba y Espaa. Hablando en el Congreso derecursos, y su manera de producir riqueza. Desde el da, ya bastante lejano, en que E'l Diputados de Espaa, dijo lo que sigue:

    "En

    mercado de los Estados Unidos de Amrica se el fondo de todo el sentimentalismo, tantas ve

  • 12 13

    ~es loable '* en el fondo de todos los alardes de nuestra historia, ms gloriosa por grandes he~hos militares aislados, que por el buen rgimen de nuestra Hacienda, y por la constancja de nuestros esfuerzos; en el fondo de todo eso, -que tan fcilmente inspira el entusiasmo de los -ciudadanos espaoles, hay esta triste y prosaica cup:stin; alcanzamos alguna vez (que hasta 'ahora nunca lo hemos alcanzado) tener un presupuesto, es intil que nos halaguemos con frases retricas. La Espaa no ocupar en el mundo el puesto que por tantos motivos le . corresponde." En sentirrlientos de este gnero ha de inspi

    rarse el buen sentido par&. la determinacin definitiva del problema de Cuba. Y el que se admire de encontrar, entre los. apstoles ms decididos de la anexin de la isla los Estados Unidos de Amrica, llluchos de aquellos mismos espafloles que hace cuarenta aos consideraban como traicin y sacrilegio el simple hecho de pensar en ella, se admirar tan solo porque ignora la vehemencia con que la ley econ- . mica se Illpone soberana sobre el espritu de los mortales. Muy bueno y sobre todo de rrlucho efecto re

    Mrico ser pl'eeouizar, conlO lo. hizo en su da en el Congreso espaol un frvido diputado, COlno lo hacen ahora los ms ardientes defensores

  • 14

    sistema poltico de la Unin "producirla ~fectos no mrios benficos 'bajo el punto .de vista ~cn6inico y comercial de los dos pueblos, que bajo ,el &Spooto poltico y moral * yIa Historia, se ha encargado de demost~r, en los cuarenta y un aos trascurridos 'desde que esto se dijo, que lo que entonces no era visible sino pam

    , ojos claros y experiDientados en asuntos pbli- ' cos, es 'hoy materia tan evidente y palmaria, ,que se impone' irresistiblemente an en los espritus ms refIil.ctairios.

    A las circunstancias asi po1fticas, como econmicas, qne se han explicado, y no deformidad, aberracin, de ningn gnero en el 'sentido moral, bien sea de los americanos, de los cubanos, como algunos, maliciosos, ilusos, han querido suponer, se debe que el pensamiento anexionista, I co&tneo en los Estados nidos de Amrica, casi se puede decir, con su nacimiento, y visto claro en Espaa desde mucho antes qne los Estados Unidos de Amrica lo formularan, haya tenido desde el principio, y contine. teniendo en el dio" una vitalidad interior tan enrgica y persistente que parece ponerlo prueba de los vaivenes y peripecias de la fortuna, y le consigue partidarios entre la gente honrada y virtuosa de los dos pases.

    .. Informe antes citado de la Oomisi6n de Relaciones Exteriores del Senado, No. 351, Sesin 2~ del Con~eso 35C?

    CAPITULO I

    LA PREDICCIN DE WILLIAM PA'rl'EMON.

    Cerca' de ochenta aos antes de que las colo-nas inglesas de la Amrica Septentrional se revelasen contra la madre patria," declarndose 'independientes el,4 de julio de 1776, el seocs WilliamPatterson, famoso en la Historia por la parte activa que tom6 en la fundacin del Banco de InglateITa, por sus esfuerzos en favO,r d~l engrandeimi~nto de la colonia establcida por ~ en Amrica, unas cincuenta millas al norte del glfo de Darien, y por su proyecto deap~rtura por aquel punto de un canal para barcos entre el Oceano Atlntico y el PacHico, aconsej con empeo su soberano qUG se apoderase de la isla de Cuba, por lo mnos del puert9 de l Habana y su territorio ,adyacente, alegando entre otras razones, la de que de no hcerlo as, las mencionadas coloni~s

    (luego, los Estados Unidos de Amrica) se apresuraran ejecutarlo, tomando posesin' de la .grande Antilla, en detrimento de los intereses 'britnicos.

    Aquel hombre extraordinario, nacido en 1665

  • lG 17

    Y Inuerto en 1719, que enamorado de su colonia, soaba en hacer de ella uno de los baluartes ms firmes de la dominacin britnica, no solo en ~~mrica sino en el mundo entero, que para estimular su acrecentamiento haba establecido como regla esencial de su' gobierno la absoluta libertad del comercio y de la conciencia, y que no se decidi abandonarla definitivamente, rindindose de mal grado los esfuerzos del Rey de Espaa y de las Compaas inglesa y holandesa de la India Oriental, sino cuando ja casi no quedaba en ella ningn habitante, agot su elocuencia procurando'persuadir Guillermo ~II, que el Gobierno britnico deba adquirir estable posesin del istmo americano, construir el canal interocenico, y asegurar preponderancia indisputable en uno y otro lado de sus orillas en beneficio del comercio y de la civilizacin. -"Si la gran Bretaa por si sola, en com

    binacin con otras potencias martimas de Eul'opa,"-deca William Patterson, "no trabaja en favor del Darin, el da no est muy distante, en que Amrica, cansada d~ las lentitudes del trfico, se apoderar en prilner lugar de aquel itsmo y despus de las islas Sandwich. y de aqu resultar que los anglo alnericanos, colocados en una situacin interlnedia, entre el este y el oeste del Nuevo Mundo, podrn constituir el imperio Ins poderoso y extendido que hasta ahora se haya visto en el nlundo, pues que dOlninar no solo en una parte de la tierra del globo, sino en todo el Oceano. Recorrern, entnces, sin dificultad alguna, los mares de la India y del Sud, y reunirn por medio del comercio, por donde quieran que pasen,

    las ms grandes riquezas. Y cuando los Estados de Europa se encuentren empeados en alguna guelTa, el trfico de todas se har por ellos. Si Dios les favorece con el'conocimiento de las letras y las artes, esparcirn por todo el Universo las bendiciones de la civilizacin. Entonces, InglateITa pesar de su gloria y sus libertades, ser slo conocida en el mundo, por el recuerdo de su historia, .como lo es hoy el Egipto". A estas instructivas y profticas palabras,

    hay que aadir estas otras pronunciadas por el mismo autor: "La agregacin del puerto de la Habana

    los puertos y pasos del istmo completar debidamente el proyecto. "La Habana puede defenderse fcilmente'

    con cinco seis mil hombres aclimatados; y su situacin en una isla, t.al como Cuba, que es de las mejores y ms extensas, no solo de nlrica, sino tal vez del mundo y que encontrndo. se casi igual distancia de los dos grandes continentes de nlrica, el septentrional y el meridional, es como la llave natural del Golfo de Mxico, y el centinela guardin no poco respetable de la navegacin de aquellas aguas, la convierten en un punto de singular hnpor.. . tancia para el caso".

    Dos siglos han pasado desde que todo esto se dijo, y el Inundo v hoy que la bandera a11l8ricana trp.mola en Cuba y que las islas Saudwich pertenecen en propiedad los Estados Unidos de Amrica. El solo obstculo que podr existir para que la profeca de William Patterson se realice por completo, es decir que las orillas del canal interocenico, por entre

    2

  • 18

    Nicaragua y Costa-Rica, sean----como deca Mr. Blaine-una prolongacin de las costas de los Estados Unidos de Norte Amrica, que era el tratado ClaytonBulwer de 1850, est tambin en camino de removerse, y desaparecer por la nueva convencin, denominada Hay-Pauncefote, que se ha ajustado lt.imamente, por un acto legislativo americano que lo d por roto y cancelado.

    El pas se siente tan fuerte, que no duda encontrarse en 8:ptitud de imponer co~ xito su voluntad, hamendo el canal, con SIn el consentimiento de cualquiera otra nacin, grande pequea, y rigindolo, mantenindolo y administrndolo, con autoridad tan absoluta, como si fuese' una via Huvial ordinaria construida 'en toda su extensin dentro de su propio te

    . rritorio.

    CAPITULO n

    ,

    LA OPININ DEL MARQuFB DE VEBGENNES

    Otro hombre de larga vista, que perfecta:mente descubri entre las obscuridades del futuro,que los Estados Unidos de Amrica (to,dava no existentes) -haban de acabar -con el .poder de Espaa en el Nuevo Mundo y acre~

    ,centar su propio territorio expensas de aquel1anaci6n~ 6 de las otras de .Amrica que debieron Espaa su existencia, fu el Marqus de Vergennes, Ministro' de Estado del Rey de Francia, Luj.s XVI, quien los Estados Unidos .de Amrica tienen que agradecer el haber asegurado su independencia.

    Aquel ilustre diplomtico, escribiendo en 1775 Lord Stonnont, Embajador ingls en Francia, se refiri los disturbios. de las colonias de Inglaterra en Amrica, y dijo "que bien lejos de regocijarse con aquellos acontecimientos el Gobierno de Francia los vea con bastante pena, puesto que lo que est pasando en Amrica no puede convenide nadie. Yo veo las consecuencias de esta -independencia que aspiran vuestras colonias. Ellas querrn tener

  • 2J

    una marina, y como nada les falta en punto recursos, se vern, cuando la tengan, en estado de hacer frente todas las marinas de Europa, 'y podrn conquistar nuestras islas. Yo estoy bien convencido de que no se detendrn en este punto, y que avanzarn hacia el Sud, de donde expulsarn sus habitantes, harn que se les sOlnetan, sin dejar las Potencias de Europa ocupar en :Amrica ni una pulgada de terreno. Por supuesto que no es maana cuando se manifestarn estas consecuencias. Ni vos. Milord, ni yo probablemente las veremos. Pero no porque estn distantes dejan de ser ciertsimas. Una poltica miope podr regocijarse de los males que afligen de momento una nacin rival, sin pensar en otra cosa que la hora presente; pero cualquiera que vea lejos y sepa pesar el porvenir, tiene por fuerza que sentir que lo que pasa en Amrica es altamente deplorable para todas las naciones que tienen colonias en el Nuevo 1Ylundo. Este es el punto de vista, Milord,-puedo as asegurarlo-desde el que siempre he considerado esta cuestin."

    Ciento veinte y tres aos despus los caones de Dewey en Manila y los de Sampson en Santiago de Cuba, hundiendo en el oceano las escuadras de Montojo y Cervera, y arrancando del poder de Espaa sus posesiones todas deAmrica y Asia, hicieron buenas las lnemora-bIes frases que acaban de citarse.

    CAPITULO 111

    EL PARECER DEL CONDE DE ARANDA

    Siete aos y dos meses despus de la declaracin de independencia de los Estados Unidos de Amrica, se firmaron respectivamente en Pars y en Versalles (septiembre 3 de 1783) los tratados entre la Gran Bretaa y los Estados Unidos de Amrica, en cuya virtud se recono~

    ci los ltimos como "Estados libres, soberanos independientes" * y entre Espaa y la Gran Bretaa, por el que qued pactada "una paz cristiana, universal y perpetua, as por mar como por tierra," entre las dos naciones.

    El da anterior se haba firmado igualmente en Versalles otro tratado definitivo al misnw efecto entre Francia y la Gran Bretaa.

    * Esto reconocimiento se habla ya he-cho eu'los "Artculos Provisionales" convenitlos el 30 de noviembre de 1782, en los siguiente,l trminos:" su Majestad Britnica reconoce . ]os dichos Estados Unidos, . saber: New Hampshire, Massachusetts llay, Rhodo Island and Providenoe Plantations, Conneotiout, New York, New Jersey, Pennsylvania, Dolawaro, Meryland, Virginia, North Orolh~a, South Carolina y Georgfa, como E8tadoslibre8, 80beran08 independientes." ;L08 pleni.potenciarios qne firmaron este convenio fueron de parte de 108 Estados

  • 22

    Qued, pues, instalada en el mundo la nueva soberana, teniendo Espaa por vecina, en el Oeste y en el Sur: en el Oeste por todo el vasto ~rritorio que se extiende desde la orilla de-techa del Mississipp hasta. la costa del Pacifico, que constituia lo' que entonces se llamaba Provincia de Louisiana, cedida por Francia Es-

    . paa. en 1762; y en el Sud por las Floridas Oriental y Oooidental, que por-el artculo 5 del. _mismo tratado de paz fueron cedidas Espaa, por la Gran Bretaa. El lmite en un caso era. el Mississippi, ,yen otro una linea quearran.cando de este rioy dirijindose al- Este lo largo del paralelo 31 de latitud norte hasta enoontrarse con el ro Apalichola Catouche, continuaba por el medio de esta corriente, hacia abajo, hasta el punto de su eonfluencia con 'el ro Flint, y de. alli en linea recta, siempre al Este hasta encont:rar la parte alta del ro Flint,. cuya corriente ~gnia por el centro hasta TIe-gar al Ocano Atlntico. Los negociadores del tratado de paz' entre

    Espaa y la Gran Bretaa fueron por parte de . la primera el Conde de Aranda, y por parte de la segunda el Duque de Manchester. No estaba aun seca la tinta con que se firm

    Unidos, John Adams, Benjamfn Franklin, Jobn Hay y Henry Laurenll, y por parte de la Gran Breta'a, Richard Oawald. El reconocimiento en el tratado definitivo, Be hi.o en idntioa forma.

    Loa negooiadol'88 fueron, por parte de los Blltados Unidos, J ohn Adamll. Benjamiu Frauklin, y John Hay, y por parte de la Gran Bretaa, David Hartley. Ambos inatrumentos agregan que "Su Kajeetad BriUnloa, por af y

    BU8 herederos'18u08sorea. renunoia para aiempre todapreteDsin al' Gobierno, propiedad '1 derooho8 territoriales de los miamos (los Estados. Unidos) y de cualquiera parte de ellos,"

    28

    este instrumento, cuando el diplomtico espaol escribi6 su soberano, entre otras cosas lo que si,gue: .

    ~"Seor:

    "El amor que profeso la persona augusta de V. M., la gratitud que le' debo por tantas bondades con -que ha tenido bien colmarme, y el afooto con que miro mi pas, me mueven ; dar cuenta V.M. de una idea que doy la ~ayor"importancia en las circunstanci~ actuales. ' . "Acabo d~ ajustar y., :fir:nar e~ virtud de r

    denes y poderes que se ha- servido darme V. M. un tratado de paz con Inglterra. Esta negociacin que segn l?s testimonios lisonjeros de llalabra y por escnto de V. M. debo creet he logrado desempear conforme sus Reales instrucciones, ha dejado en mi alma, debo confesarlo, un sentimiento penoso. "La independencia de las colonias inglesas

    queda reconocida, y este es para m un 1!notivo de dolor y de temor. . "No es este lugar de ~xaminar la opinin de

    algunos hombres de Estado, tanto nacionales como extranjeros, en la cual estoy conforme, acerca de las dificultades de conservar nuesto dominio en Amrica. Jams han podido conservarse por mucho tiempo posesiones tan vastas, colocadas tan gran distancia de la metrpoli. A esta causa, general todas las colonias, hay que agregar otras especiales las posesiones espaolas, saber: la dificultad de enviar socorros necesarios, las vejaciones de algunos gobelnadores para con sus desgraciados habitantes, la distancia que los separa de

  • 24 25

    la autoridad suprema que pueden recurrir pidiendo el desagravio de sus ofensas, lo cual es causa de que veces transcurran aos sin que se atienda sus reclamaciones, las venganzas que permanecen expuestos mientras tanto por parte de las autoridades locales, la dificultad de conocer bien la verdad tan gran distancia, y finalmente los medios que los Virreyes y Gobernadores, como espaoles, no pueden dejar de tener para obtener manifestaciones favorables en Espaa, circunstancias que, reunidas todas, no pueden menos de descontentar los habitantes de Amrica, movindolos hacer esfuerzos fin de conseguir la indepen~e~cia tan luego como la ocasin les sea propICIa. "As pues, sin entrar en ninguna de estas

    consideraciones, me ceir en la actualidad la que me ocupa relativamente al temor de vernos expuestos serios peligros por parte de la nueva Potencia que acabamos de reconocer, en un pas en que no existe ninguna otra en estado de cortar ~u vuelo. Esta Repblica federal naci pigmea, por decirlo as, y ha necesitado del apoyo y fuerzas de dos Estados tan poderosos como Espaa y Francia para conseguir la independencia. Llegar un da en que crezca y se torne gigante y aun coloso teITible en aquellas regiones. Entonces olvidar los heneficios que ha recibido de las dos potencias y solo pensar en su engrandecimiento. La libertad de conciencia, la facilidad de establecer una pohlacin llueva en terrenos llnensos, as como las ventaja.s de un gobierllo naciente, les atraer agricultores y artesanos de todas las naciones, y dentr(:> de po\~os aos Verel110S

    con verdadero dolor la existencia titnica de ese coloso de que voy hablando. "El.primer paso de esa potencia cuando ha

    ya logrado engrandecimiento ser el apoderarse de las Floridas fin de dominar el Golfo de Mxico. Despus de molestarnos as, y en nuestras relaciones con la Nueva Espaa, aspirar la conquista de este vasto imperio, que no podl'emosdefender contra una potencia for

    mi~able establecida en el misnlo continente y veCIna suya. "Estos temores, Seor, son muy bien funda

    dos y deben realizarse dentro de breves aos, si no presenciamos antes otras conmociones ms funestas en nuestra Amrica. Justifica este modo de pensar lo que ha acontecido en todos los siglos y en todas las naciones que han empezado engrandecerse. Do quiera el hombre es el mismo. La diferencia de los climas no cambia la naturaleza de nuestros sentimientos y el que encuentra ocasin de adquirir poder. y elevarse no la desperdicia jamas - - - "Una poltica cuerda nos aconseja que tOIne

    mos precauciones contra los Inles que pueden sobrevenir". *

    Todo el que lea estas palabras, tan comedi.. das como sabias, tendr precismnente que acl

    .,. Esta carta S8 ha publioado ntegra en la "Historia ele Espaa bajo la Casa do BClrbn", esorita en inj!;lil por William Coxe, y traducida al oastoBano por don Jaointo de Salas y Qniroga. A[adrid, 1847. y tambien en el importante libro titulado "Mxioo y ~n8 Revoluciones", por don Jos Mara Luis Mora, y en el no menOR not_ble ..Resmen de lis Historia dal EQuador",de don Pedro Fermfn CavaBos, impreso en sois tomotl, en Guayaqnil, de 1880 1!:l89.

  • 26 27

    mirar el profundo conocimiento del coraznhumano l de la ~tori8. qu~ en ~llas se revela, ., el ~ar~() y lu@bl~ j)~triot~~o .qu~~,

    mspJ.r~. u~ profe!' no hubIera ~~~o mS, DJ.. lo ,hubIera dicho ll).~Jor, 6 ms cWo~:6 con ms, sentimiento. Apenas haban pa$3do diez' y ocho ~os cuando ya habfan empezado justifi.~~se con ~echo~ prCticos aque~ Fedi~~

    Clones tan bIen funda~s. El tratado de 30 de, abril de 1803 .. entre los Estados Unidos de Aroricay la R~pblica'Frances~anex6 los prii:r).eros el vastisimo teneno d~ lit L~isiana,.

    ocupado en el.da por catorce Estados :flOr_o cientes, una gran porcin de otro y dos Territorios de gran riqueza. * . Seis as despus de esa adquisicin; como

    se ver con mayor pormenor en su correspondiente lugar en e~te Estudio, se consi4er muy seriamente la 'adqUisicin de Cuba. Ms tarde an, pero en pooa tan temprana como 1819, perdi tambien E.sp~a, eh beneficio de los Estados Unidos de Amrica, por el tratado. de 22 de febrero de ese ao, las Floridas oriental y occidental. Despus' en 1845, por ley del Congreso de 29 de diciembre de ese ao, se verifi- c la anexin de Texas. Por la guerra con .yxico y el tratado de Guadalupe Hidalgo que la termin, los Estados Unidos de Amricaadquirieron lo que es hoy el Estado de California, el c;1e Navada, y el de Utah, el Territorio de

    .. Los Estados son: Louisian.. Arkan8&B, :Mil80Uri, Iowa, Min8B80la, North Duata, 80uth Datot.. Nebruka, Kansu. Wyoming, Kontana, Washington, Oregon, Idabo. El fragmento de Estado, que es muy grande, corresponde' Colorado. Los territorios son Oklaboma y el Territorio Indio.

    Nuevo .Mjico, el de Arizona y una parte del Estado de Colorado. Cinco aos ms tarde,. por el tratado de la Mesilla, .(30 de diciembre. de 1853) entre los Estados Unidos de Amrica y la Repblica de Mxico, ~e modific otra vez la frontera entre los dos paises, corrindola hacia el Sur, en detrimento de Mxico, y dejando dentro de la Unin americana una buena partedel territorio mexicano....' ," De modo .que cuando todavfa no se haba

    completado la primera mitad del siglo XIX, ya el '~pigmeo" de las.trece embl"ionarias. 8Ob~nas, de que hab16 el Conde de Aranda; se.haba convertido, como l predijo, en el gigante, lleno de poderlo y riqueza, que abraza cuarenta y cin.co Repblicas, las ms prsperas 1. felices -delmundo, y que no. reconoce lPS'

  • CAP1TULO IV

    LAS APRENSIONES Y MANIOBRAS DEL GOBIERNO

    DE ESPAA.

    Aunque sea cierto, como es, que nadie pue-de disputarle al Conde de Al'anda, ni antes ni despus de su antedicha Memoria, despacho, -el mrito de haber ledo con tan pasmosa claridad en las obscuras pginas del porvenir, cual era la suerte que esperaba al imperio colonial de su nacin por virtud del advenimiento al mundo de la nueva Repblica, tambin hay que considerar como probado y fuera de duda, que entre la gente de Gobierno en Espaa, ni entonces, ni antes, ni despus, ni nunca, se tuvo por los Estados Unidos de Anlrica ms sentimiento que el de la mayor desconfianza, adversin y recelo.

    El largo y fino olfato que siempre fu caracterstico de la diplolnacia espaflola haha hecho descubrir, al Elnbajador de Espaa en Londres, desde una poca tan temprana COlllO -el alo de 1612, que el ejemplo entonces dado por la especie de Asamblea Legislativa existen

    zu

    te entonces en Virginia, envolva peligros para, su nacin. La defensa que aquellos levantiscos colonos. hacan entonces, con tan grande entereza, de los derechos del pueblo contra las prerogativas de la Corona, indujeron aquel avisado diplomtico manifestar en un despapacho al gobierno britnico, que aquella Asamblea-( Virginia Q~tarterly Oourts)-era un foco de revoluciny malas ideas "seminario preparatorio de un Parlamento sedicioso." * Presinti, sin duda ell'epresentante de Espaa, que la luz de aquella llama de patriotismo, traspasando los lmites de la localidad donde estaba encendida, habra

  • ao 31

    .Y del Sur, ~e admi~, J?ingn gnero de tr~tos

    con extranJeros, aun q~e ~ pr va de reSca-. te, 6,~ualqui~r otro conv~Bi9, pena de la vida y .perdimento de todos sus ~ene-s los que contra

    l.'inier~n." Con mayor 6 menor at~nuaci6ncontinu .esta ~ma po~tica ,hasta que la Gran Bretaa, con trop~s ~p. grp pa~ s~nistradas por sus colonias de Amrica, s~ apoder de

    180 Habana y virtualmente de la isla de Cuba en 1762. * ~ si esta excomunin y alejamiento de todo ele~ento ext~nirQ habia constitUido, como se ha visto, uno q.e 10iJ dogmaS fundamen~

    tales d~ l poltiea colop.Jtl c;le Espaa en el , NuexoMUIldo, fcil ser ',eonGebir la consternacin y alarma, con que Se acogi en el nimo de ,los. eSJ>aoles .J?r~parad(j:; p~ra ju~gar de ~tas cosas, ~ apan

  • 3332

    riedad que cortesa, la mediacin que le 'haba ofrecido. '* Esta situacin de los nimos, que ha sido en todo tiempo la nota dominante en las rehl.ciones entre los dos pases, no cambi cierthmente con el triunfo de la revolucin americana. Cuando se hizo preciso, visto el estado de las cosas, poner fin la guerra con la Gran Bretaa y sancionar la existencia de la nueva Repblica, el Conde de Floridablanca, Ministro de Estado de S. M. C., envi instrucciones al Conde de Aranda, Embajador de Espaa en Francia, mayo de 1782, que le sirviesen de gua para sus negociaciones con aquel objeto. Estas Instrucciones estn publicadas en parte, en una nota los "Artculos preliminares de paz entre Espaa Inglaterra de 20 de enero de 1783", en la excelente Coleccin de tratados de Espaa, del Sr. Cantillo.,** Despus de recordarse en ellas que "un tratado en stos tiempos es como una transaccin de un pleito pendiente, para la cual no solo se deben tenel' en consideracin los derechos de las partes, sino el estado del mismo plei~o, la proporcin que algunas de ellas tengan de ganarlo perderlo, en todo, en parte, y los gastos Y costas he~hos y los 'que quedan por hacer" y que ante todo haba que pensar "en Espaa y sus iute

    .. Todo esto se cuouf:ntra bien explioado cn el oapitulo V dc la Introduccion, que el Uro Franoia Wharton puso . la Coleooin da Dooumentos publioada por orden dcl Congreso de los Estados Unidos de Amrioa, en 1889, con el titulo de "Th~ Revolutionary Diplomatio Coro respondenoe of the united StAtes." ** "Tratados, Convenios, eto. que han heoho con las Potenoias ex

    tranjeras los monarcas espaoles de la casa de Borbn" I por don Alejandro del Cantillo. Madrid, 1843

    reses, que son los que directamente nos tocan", se dice que "en el seno mexicano el objeto ha de ser arrojar de l toda dominacin extranjera", y que era bueno dejar las colonias arreglar ellas mismas sus lmites con la Gran Bretaa, por el lado de las Floridas, porque el dejar ,.esta barrera intermedia y este motivo de disgusto entre ingleses y 'colonos se ha credo fundado en principios de buena poltica ___ Con esto tendrn unos y otros en q'upensar entre. si mismos".* Este fu el preludio, si puede a,s decirse, de

    ese famoso duelo muerte que empez entre las dos naciones, desde que don Diego Gardoqui, primer representante de Espaa en los Estados Unidos de Amrica, present al Congreso en 21 de mayo de 1785, sus credenciales de, Encargado de Negocios, y termin en el verano de 1898, cuando con, las escuadras de Montojo y Cervera se hundi en las aguas de la bala de Manila y en las de Santiago de Cuba" el imperio colonial de Espaa. Enclavada la nueva Repblica en la parte

    oriental del continente septentrional de An1, rica, teniendo Espaa por ,el Oeste y por el Sud, sin posibilidad de navegar el Mississippi 'porque Espaa se lo impeda, y no teniendo salida por ell'esto del mundo sino por el 'lado del Atlntico, la lucha que se entabl en el ac

    * La Florida desoubierta y conquistada por. los espaolesfu de Espaa hasta 1763. en que la. cedi la Gran Bretaa. Durante la guerra de 1779 entre las dos naciones, los espaoles la reconquistaron, apoderndose de Panzacola, Mobila y todo el territorio do la Florida Ooeidental. Por el tratado de Paz de 3 de septiembre de 1783 la. Gran Bretaa oedi Espaa fonnalmente la Florida Orient.al y la Occidental. En 22 do febrero do 1819, Espaa oedi la una y la otra Ii los EHtados Unidos de Amrica. .

    3

  • 34

    ro ep,tre el movimiento expansivo de la nUeva Powncia, y el esferzo "e r~~isteneia y oposi~n .por parte de la vieja, constituye u11 de,los ~$pectc~os ms intereSQ.nte~ ,q~e regiStra la Historia. '.

    !rlientras que ~ LouiBiana f1;l espaola fu sjempre considerada, por Esp~iia como'una es

    ~~e ~e, bp,rrera~ 6 ant~mrall que habia de fortalecer lo .m~ posi'~l~, _pa~ at~jar el movi-. miento hcia el Oeste 'y~cia ,el Sud, y.el SlidQeSte, de los Estados UIlldos -de AmnC8~ 'A conseguir que esa b~l;"ase hiciera, si ~ po

    ,da ser, impasaQle, ded,icarou SUS esfuerzos las autoridades todas de la Provincia, empezando

    pordo~ B~rn~fdo de Galvez, y si~iE~ndo con don Esteban Mir6, don Francisco Luis Hect.o~..Barn de Carondelet, ~~Brigadier.Gay:ozo, el.oo.arqus de Ca8;a .Calvo y 'don Juan Manuel de Salcedo, que ~,el l~Up.o Gobernador espaol. Adems de 'los esfUerzos legtimos, que D.4die podra nunca haber opuesto objecci6n, y que levantan envidiable altura aquellos personajes. di~os todos de su elevado puesto, hubo tambIn intrigas, conspiraciones y m&1lejos vergonzosos y reprobados. Pero todo.fu en vano. 'Lo que tena que suceder su

    . cedi, y el que siga con atencin y cuidado lo que pas en el curso de aq'lJel combate, se convencer plenalnente, si es que de antemano ya no lo esta1>a, de. que no es el azar el que gobierna el mundo, Ules de la voluntad de los homQTes de quien depende el destino de los pueblos, sino que hay una inteligencia suprenla inerrable, que todo lo domina, y ant.e cuya indomable energa tienen que ceder el paso las combinaciones humanas mejor dispuestas.

    35

    En, un desOOCho oficial de don Mattn. Na-Va:tTo, Intendente de la Louisiana, q:n:e l;tabfa :sido Gobernador- ,interino durante 'la' auSencia -d~ G~fez en:,ss expediciones coptra, 'P~._

    -eola, Mobila, 'etc, y hombre en tdo tie!n:po d~

    .gran iuiportancia, ~ dice'con'fecha 12' de 'fe~

    orero de 1787, }o ~guiente: "Los eneIligos P07" ' -derosos quienes aebemos tentar en esta pro_

    vincia no son los ingleses, sino los ~mericaos; .~Y.' stos debemos oponernos con medidas su~cientes y ~th~'as::. - " Nq, ,~ay que ,pe~er

    .tiempo. Mnco .est de 'la otra orilla dei ~

    sissippi" en las funilediaciopes de eBtog' hay formidables establecimientos amerieaDo9. Bl modo de contrarrestarlos es una poblacin pr.oporcionada, y sta no. se ~OrJIla con restriciones sino con abruna _prudente libertad" en 'el

    -comercio. Hablo Vuestra Excelencia n~no

    ,del espritu patritico de que' estoy revestido; .mis intenciones son los intereses de mi 'soberano. Miro la Provincia de la Louisiana Mino

    -una porci6n de su prop~edad, y quisiera per.sua~r con toda mi l'az6n que se fomente, -pues en cada pueblo 'de los innumerables que

    '. ns dominan por su ntural situacin, se prepara contra esta provincia un nublado que des

    -cargar algn da, y sera mucho ms el perjuicio, si por desgracia inundase las tierras deNueva Espaa}'

    En otra carta igualmente oficial de don Esteban Mir que gobern la Louisiana desde 1784 hasta 1791, se llama aquella proVincia, "la llave del Reino de Nueva Esp~a." y en la que en 15 de septiembre de 1.792, escribi el Baril deCarondelet, que sucedi6 Mir en el mando, se repite la misma ide~, diciendo que

  • 36

    en el territorio 'confiado su cuidado, se halla-o ba "la seguridad del imperio mexicano de que.es el antemural y natural baITera."

    En la lucha por el lado del Sud, donde losEstados Unidos de Amrica encontraban cor- tado su paso por las dos Floridas. la poltica de Espa~ est descrita en un despacho del Intendente NavalTO, rlonde se ve que aquella consista esencialmente en tener bajo su paga los. indios de aquellas regiones, asegurndoles una.

    . porcin de las utilidades del comercio por aquel punto, y en fomentar su mala voluntad hacia. los americanos. Para ello se cont, entre otras. cosas, con la cooperacin de Alejandro McGilivray, uno de los Jefes ms influyentes entre los indios Talapoches. Hablando de sto dice; el Intendente Navarro: ~'En el da se mantie- nen los indios convencidos de la ambicin de. los americanos. La memoria de las pasadas injurias que les han hecho subsiste, y con ella el recelo de que algn da se apoderarn de sus tierras y los despojarn de una propiedad que creen pertenecBrles por un derecho de la natur~leza, en cuyo pensamiento es conveniente, y deber ser el punto principal de nuestro Gobierno, ltacerles persell'erar."

    Igual poltica de suscitar enemigos los Estados Unidos de Amrica entre las tribus indias, prevaleci con respecto al territorio fronterizo al Mississippi. Los espaoles trataron sieInpre de tenerlos su lado, indisponerlos contra sus vecinos.

    Pero el gran golpe que se prepar contra la. Uriin, en 'que tomaron parte acthTa el Enviado espaol don Diego Gardoqui y el Gobernador Mir, por parte de Espaa, y el Gener!.

    37

    :americano James Wilkinson, por parte de los Estados Unidos de Amrica, golpe que fu frustrado ~n tiempo por virtud de aquella ley proviq.encial que se ha. he~ho no ha mucho respetuosa referencia, fu lo que puede lIamar

    ~e "la conspiracin de 1787," en la que se trat de'inducir al Estado de Kentucky, .priIn.ero, :someterse la dominacin de Espaa, y, despus, cuando eso result impracticable, que .se separas~' de la Unin federal constituyndo,se en Repblica aparte.

    En uno de sus despachos deca el Gobemador 'Mir: "Hacer que Kentucky se entregue, ,y pon.erlo eutnces en manos de S. M., que es el principal objeto que Wilk.inson ha prom,etido dedicarse absolutamente, asegurara para siempre que esta provincia fuese una mu

    :ralla p~ra la proteccin de la Nueva Espaa." Ms tarde,-febrero 12 de 1789-el General

    'Wilk.inson, escribiendo al Gobernador Mir, ]e deca lo que sigue: "La idea de que Kentucky

    se sujete Espaa tiene que ser abandonada por. el momento. El nico plan practicable, que por ahora' puede adoptarse, ~s el de obtener que se separe de los Estados Unidos, y ha;ga una ,alianza con Espaa, bajo condiciones que todava no pueden definirse con precisin.."

    En esta misma carta del Gen~ral vVilkinson, se lee este prrafo: "Es intil decir una persona tan bien versada~ como V. S., en la histo

    :ria poltica, que' el gran resorte y la palanca principal con que han de moverse estas cosas es el dinero; y que aunq~e V. S. no me ha auto-rizado para ello, he encontrado necesario. ofre-cerlo." Y en otra explica:' "el gnero huni~no

    -n cualquier parte se gobierna por su propio

  • 88

    inters, an que variamente modificado. Unos. 8~~ s~rdido~,. algunQS' sQn vanos,ot~QS ambiclpllQ$; e$co~r, to~ yo. sa~ar ventaJas de la. pasin predominante es lo D;ls profundo de la ciencia poltica.", ' Se ve bien que los espaoles no haban en

    contrado mal aliado en el expositor de tales. pensamientos. * Casi puede decirse que DOhaber sido por las' impaciencias y ambicionesde don Diego GordoqUi, que poderosamente oolltribuyeron al fracaso del plan; el dao c&usad9 por.:Espaa los Estados Uni40s de Am- \ rica'liubiera sidom-q)T grande. . ~nto,e~ el d~n con que los espaole~.

    de aquellos ~,se permitian tratar los americanos, cualsi quisj,eran ,proVOParls un rompimiento, se puede v~r sin dificultad en la. correspondencia diplomtica que se cruz entre ellos. En pocos do~umentos puede revelarse mejor aquel sentimnto que en la cart~ que don Jos de J audene&, Encargado de Negocios. de Espaa,** en tiempo del Presidente W88~on, escribi al Secreb:\.rio de Estado Mr. EdIilund Randolph, en 16 de agosto de 1794.

    '. Los porm~ todo8 de esta notable con8piracin 8e eDouentran en el n.table libro titulado,"Ulstory of Lousiana, Tke 8pan"h Do".ifttIeion". por Obarle8 Gay&r, Redfiel. 1854;-yen el artloulo "Wllkin80n {Jame8j." de la "Oyolopmdia of Amerioan Biograpbr." de Appleton, Ne. York, 1889.

    El primer representante de 'E8iaa en loa E8tado8 Unidos de' Am'rloa. fu OODlO 88 ha diobo e el texto, don Diego Gordoqui, que pre88nt 8US oredenoiale8f'al "Oongreso el 21 de mayo de 178ti y 86 retir6 el Sde octubre de 1789. Jll iepndo tu, don J Ol Ignaolo Vlar. 8eoretario de la Legao16n y' IInoargado de ella ad "den... El tercero {u este mi8mo don JolI6 de Jandene8 que aotu oon el mismo oar'otero de interino de8de mayo de 1794 ha8ta febrero 4 de 1806. .

    89

    LO$ Estados Unidos de Amrica se hailaban en~~ces:en el quinto afi.o de la exis~~nc!&'d~

    finitiva q~e les habia dado la Constitumn, y des~b~mu~ho un' ~glo con ESJati&~' te8. Kfis~ .Hmites Y: comer~io; y la nave~i6~ del

    ,SlSSlppf. EspMia nu~ haba' credo lfrndente que se .ne~iase < ~gUn tratado' con. la nueva Repblica, desde qu se convenoi6 q,~e

    el reconocimiento de esta era in'dispeI1sable~ ,* A fin de ,conseguir tan laudable objef9 los Estados Unidos de AmriM' acreditaron en Madrid, desde mediados de 1790, M:r. Wil:.. liam Carmichael, de Maryland, bien conocido en Espaa, y con. quien el Conde deF19~da

    Blanca 'habia temdo muchos tratos, confirindole primero el carcter de Encargado de Negocios y ~despus el 'de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario. :Dos Mios ms-tarde (marzo 18 de 1792) le agregaron con el mismo carcter Mr. William Shrt, de . Virginia. 'Pero los esfuerzoS' de uno y otro fueron vanos, y de aqui se origin el despacho antedicho, que por su importancia y curiom-. dad parece conveniente insertar ntegro. Dice asi: . .

    "Muy Seor mio: "Con no poco sentimiento me veo en la pre

    En las in8trucciones euviadas &1 Oonde de Aranda por el de Florida Blanoa, en mayo de 1782. 'las que 88 ha heoho referenoia en el texto, se enoueutra este pasaje: ceAquf 88 hablar' oon Mr. Oarmiohael, adJunto de lIr. Jay. y 8everUadispoBioi6IideoonoluiralglltraMc19." Eato el prueba de que , lo menos enIa poca en que e8to 88 eacrlbia, no habla en la Corte reparo algnno para tratar oon l.

    Oarmiohael muri en Madrid en 9 de febrero de 1795.

  • 40

    cif?in de anunciar V. S. el ningn progreso que se ha pecho en la negociacin 'en planta entre el Rey mi Amo y los Estados Unidos, causa de lo que tantas veces predije al antecesor de V. S., de escrito y de palabra, relativo que S. :M. no entrara en trato alguno siempre que los poderes conferidos los Ministros de los Estados Unidos no fuesen mplios, se hallasen coartados con instrucciones secretas, que tuviesen por objeto concluir un tratado parcial y no general, y menos que los ministros que los Estados nombrasen para el intento fuesen por todas sus circunstancias considerados por S . .JI, como personas de aquel carcter, esplendor y conducta que corresponden para resid'ir cerca de su Real Persona, y que requieren la gravedad de los asuntos que deben tratarse.

    "En esta atencin me manda el Rey hacer presente al Presidente de los Estados Unidos, que Espaa est pronta tratar con los Estados sobre los puntos de lmites, indios, comercio, y dems que conduzcan la mejor amistad entre los dos pases; pero que ,no siendo amplios los poderes conferids los seores Cal'luichael y Short, y notorio lo desconceptuado que se hallaba el prime'J'o y que la conducta del segundo tampoco ha sido muy circunspecta, no es posible concluir asuntos tan importantes: y que en consideracin estos motivos, espera S. M. que los Estados Unidos enviarn otra persona, pel'sonas, con plenos poderes para ajustar el tratado, y adornada de aquel carcter' ;ti prendas que puedan hacerla bien. adn~la por el Rey.

    "En vista de lo expuesto, pido V. S. se sirva infol'lnar al Presidente de los Estados Unidos,

    41 .

    quien, me lisonjeo, se prestar gustoso efectuarlo, segn lo desea S. M.. con la brevedad que lo.exije el inters de ambos pases. Y suplico ~ V. S. me comunique las resultas para hacerlas saber al Rey.

    "Me reitero, etc., etc., etc. Josef de Jaudenes.

    "Nueva York 16 de agosto de'1794." La lectura ,,'de esta carta determin M.r

    Randolph solicitar de su autor una entrevista, que consta se celebr el 26 del mismo mes. En ella se vi for.z;ado confesar el diplomti-co espaol, que las observaciones de su escrito respecto los poderes de los Enviados americanos carecan de fundamento. Mr. Randolph se los ense, y el Sr. Jaudenes, segn aparece de los papeles del caso, tuvo que declarar, despus de haberlos ledo, "que le parecan suficientemente comprensivos." ~1r. Randolph dijo entonces que el Gobierno espaol debi haber s~do del mismo parecer desde mucho antes, por cuanto, como es costumbre, los negociadores americanos empezaron por mostrarlos al Ministro de Estado en Madrid. El debi haberlos ledo, y encontrdolos bastantes, como el Sr. de Jaudenes los encontraba ahora. .A esto replic el diplomtico espaol que "as le pareca probable."

    Preguntado tambin el Sr. de J audenes si se haba nunca inquirido de los Comisionados americanos si sus instrucciones estaban restringidas por otras plivadas, de cualquier otra manera. y si ellos haban contestado afirmativamente, su respuesta fu que "nada po

  • 4~ 48

    dfa decir -sobre el ~cular; porque nada tampoco se le habia dicho este respec'W." . y cuando en fin, lfr. 'Ralldolph le 8~PJ.i:9

    que dijese oomo deba entender el Gobierno de: los Estados Uldos' de Amrica el 'requisito de carcter, conducta y esplendor que se ~bfa.

    referido en su c.rta, la respuesta fu, despus de muchas observaciones preliminares que "por' carcter entenda l un grado diploD;ItjQA, cuaJqujera qu' fuese, aoompaiado con pl~JiOB podei"eS para- todo; por conducta,'1& proPla y debida. atencin Ala Crte y -un comportamiento dig-. no en el manejo de la negociacin: y por -esplen

    dor~ dignidad personal y resPQW de si mismo~.

    La conferencia tern:rln On la pregunta de, Mr~ Randolph si era posible esperr que enviando Espaa "otro camcter" se repetirla1;llas demoras y difiooltades; y la. contestacin del Sr. Jaudenes, qne "en su opinin el asunto podra quedar entnces inmediatamente con-o cluido." * No pas mucho tiempo, en efecto, sin que se

    llevase cabo el tan deseado convenio. Poco' despus de la conferencia de que a~ba de darse cuenta, se envi Madrid-noviembre 2~ d& 1794 como Enviado Extraordinario y Minis.tro Plenipotenciario de los Estados Unidos deAmrica, Mr. Thomas Pinckuey, de la Carolina del Sur; y l le cupo la satisfaccin defirmar el 27 de octubre de 1795, en San T..toreny~ el Real, en unin con el Principe de la Paz,

    Todo esto se enonentra admirablemente d880rito, oon vilta de losdocumentoe arohivados en el DepartaJhento de Retado, en Wuhiogtonp en el intere8&ote libro, uTbe Diplom...tio Hietor, oC lbe adminiatr&tin oC Wa8hington and Adama", por William Henr TrellOOt, Boston 1857.

    comO' ne~ociador espa.ol, el "Tratdo de amistad, liDlltes y navgaci6nentre los Estados. Unidos y ~l Rey .de Espaa", que estuvo~ ,Vigente bata el mes d abril de 1898.. '. La promUlgaein .de este importante instru

    mento, que fu eficz sin duda Para poner trmino muchas dificultades de ~ bulto, entrelosoos pueblos, ni las destruy' todas, ni. apag por ,coD;lpleto ~l esp1ritu .de descoJifianza y'animosidad existente entre ellos. 'Mucho menos pudo. hacer que la-ley providencial que,efu, pu:j1>a los Estados Unidos de Anirie&hici&,; el lado 'de la Louisiana dejara de cumplirse. Dice -el- histori.ador Gayarr que los Estados. Unidos de Amrica, por medio de su representante en Madrid, Mr. Carmichael, en su :es~

    fue:zos para ?b~e~er:~e ESI?a:a la libre Davegaeln del MiSSlSSlppl, matiestaron que .ellos"no s~lo no ~fan el menor ~rpsito de cruzar aquel tio, sroo. que consideraban estar en_ su verdadero inter,s que Espaa continuase en posesin de los inmensos territorios -que pre~ tenda tener. derecho en el lado occidental del. mismo." Comentando estas expresiones yotras al mismo tenor del despacho del Enviado ame.. ricano, observa Gayarr lo que sigue: "Es. probable que la vieja Espaa-sacudiese su ex.-perta cabeza al'escuchar tan atrevida declaracin y ver con sus propios ojos que se la creyese eapz de tan extremada credulidad. Ella ss.bia perfectamente que si el jven gigante de, aquellos desiertos lograba plantar su pi en la. mArgen izquierda de la poderosa corriente, no tardana en saltar por encima de ella, como si se tratase de un simple arroyuelo ~ . .. corriendo luego al travs de TeXas hasta los ricos te

  • 44

    rrltorios de Mxico y el palacio de los Emperadores Aztecas. Ella lea bien claro en el libro de los destinos; pero ella saba tambin qu~ no -estaba en su inters apresurar en nada la realizacin de los sucesos _que estaban inscritos en -el Registro imperecedero de los decretos de la .Providencia." .:..

    El primero' de octubre de 't800 (9, Vendimi8~'rio, del ao 9) se celebr un tratado entre la Repblica Francesa y el Rey de Espaa, en -virtud del cual S. M. C. devolvi Francia la provincia de Louisiana, con todo el territorio -que abrazaba cuando Francia la posey primitivamente, obligndose Francia, en cambio de esta retrocesin, trabajar en que el Ducado de Parma, acrecentado en extensin territorial y recursos, se erigiese en un Reino.

    Adems de esta consideracin, que por. ms de un concepto podra calificarse de frvola, entr tal vez en la mente de Espaa hacer ms 'fuerte la muralla que separaba de Mxico los Estados Unidos de Amrica, colocando Fran-cia de por medio.

    Nadie sabe, sin embargo, para quien trabaja, -como dice el ada.gio espaol; y la verdad de -ello se demuestra con el hecho de que habin-O.ose trasladado las negociaciaciones sobre el ro Mississipp y el puerto de Nueva Orleans, -de Madrid Pars, se encontraron sorprendidos los negociador~s americanos, que no tenan instrucciones para tanto, *)1; con el conocimien

    .. Gayarr. History of Louisiana: the Spanish domination. Captlllo V. pags. 307 y 308.

    .... En una conferencia tenida el 11 do abril de 1803, Talleyrand pre.gunt6 abruptamente )fr. Liviogllton, Comisionado americano, si los

    45

    to de que Napolen quera ceder los Estados Unidos de Amrica el territorio entero de la Louisiana. Un tratado se firm ese efectoen Pars, el 30 de abril de 1803 (10 Floreal del ao 11) por Robert J~ Livingston y James. Monroe, J;>lenipotenciarios de los Estados Unidos de Amrica y por Fran

  • 46 47 -contra la supradicha cesin, desde el momento trado con Espaa el comp~c;>miso

    sole~Ile

    d~mismo en que tuvo conocimiento de ella.- El -no enageilarla,n~.

    *. Y por esta no~"

    y la~'~us

    de Casa. Irujo, que estaba acreditado .que le.siguieton. de 27 :del mismo m~$,

    Y 12deBdeel25 de-agosto de 1796, c,Gmo EnViado de ootllbre siguiente, prQwat

  • 48 49

    jor dicho, no describir con fijeza, los lmites del territorio cedido los Estados Unidos de Amrica, sobre todo por la parte del Este, sea las Floridas, abrieron la puerta nuevas dificultp.des. * Pero estas tambin cayeron por el suelo, cuando despus de importantes esfuerzos para impedirlo, las Floridas se agregaron por el tratado de 22 de febrero de 1819, no ratificado por Espaa hasta el 24 de octubre de 1820, al territorio nacional de los Estados Unidos de Amrica.

    Entonces se escribi de Real Orden al Capitn General de la isla de Cuba:

    "Debe V. E. tener presente que verificada. la cesin de las Floridas, la importancia de esa isla c-rece un grado muy elevado por la cercana de una potencia martima que aproxima . ella la base de sus operaciones ulteriores." **

    Tan tarde en la evolucin de los aconteci- mientos como el 20 de febrero de 1891, el Go- bernador General de Cuba, Marqus de Polavieja, escribi al General don Marcelo Azcrraga, Ministro de la Guerra en Espaa: "Los Esta- dos Unidos no recatan ya su eterna aspiracin de apropiarse esta Isla. - - - En poco tiempohan estado aqu dos Generales del Ejrcito de la Unin-. _- Segn comuniqu V. E. por telgrafo, ahora se halla aqu MI'. Foster, Mi

    .. Las haba previsto el negociador francs, Mr. Marbois aunque el ru el que formul el artculo. Contlta que al expresar sus dudas al Primer Cnsul, le orden ste que no reparara en ellas. "Si no hubieRe esa obscuridad. de que hablais, sera quizs buena poltica introducirla Ill de intento."

    .... Memorias etc. del General don J ob de la Concha, 1853, antes citadas.

    nistro que fu de los Estados Unidos en esa Crte, y de quien no puedo creer, por ms que l lo asegura, que haya venido exclusivamente por descansar unos das y conocer la Isla. Me informar de cuanto haga, porque desconfo de este personaje." En esa y en otras cartas posteriores, en que describe con alarma los preparativos"'de los Estados Unidos de Amrica para proveerse de una formidable armada, reitera el consejo que haba dado desde el 4 de junio de 1879, y formul como sigue: "En vez de querer impedir todo trance y en todo tiempo la independencia de Cuba, que empeo vano sera, debemos prepararnos para ella., permanecer en la Isla solo el tiempo que racio.nalmente podemos estar y tomar las medidas convenientes para no ser a.rrojados violentamente, con perjuicio de nuestros intereses y mengua de nuestra honra, antes de la poca en que amigablenlente debemos bandonarla." *

    .. "Mi poltica en Cuba:. relacin documentada," por el Teniente General Marqus de PoJavieja. Madrid 1896. Pginas 34 y 154.

    .)

  • CAPTULO V

    LAS DOS p],UMERAs MANIFESTACIONES MERICANAS EN FAVOR DE LA ANEXIN DE CUBA.

    (1809 y 1812.)

    En el ao de 1809, cuando. el Rey Josocupaba el trono de Espaa, empezaron los E~ta.dos Unidos volver resueltamente sus ojos en direccin la isla de Cuba * .No haba entonces relaciones directas entr~ el Gobierno ~ericano y: el de Espaa; ** pero se contab~ eon el favor del nuevo monarca que habia sido venta

    .. JOH Bonaparte, hermano mayor del Emperador N"apole6n, n~ido en Corta, Crcega, el 7 de enero de 1768. Ilubio con repugnancia al trono de Espaa en 15 de jnnio de 1808. y permaneci en (,1 hasta 1813. El Rey don Carloll IV habia abdicado la oorona en favor de sn hijo don Fernando VII. en 19 de marzo de 1808; pt'ro el 6 de mayo Ilijruhmto don Jl'ornando la devolvi HU padre, por una Rc~ullda ahtlicacilll. o~

    das despns, por un tercer acto do ste gnero, la traspuRfl don CarloR al Emperador Napolen y sns sucesores. Napolen ensoguida la confiri' su hermaoo.

    .... Las relaciones entre los Estados UnidOR dll Amlrica y Espaa estuvieron interrumpida!! desde 1808 hMta 1814.

    51

    ~jo$PdD.ente cQllo~ido por sus a11abl~s cuaJidad~, y t3u gran habi)idad y tooto,desde que, ~l

    caIia&clqe ,'eD,ipotenciariQ de Francia h,4\1)f, tomdQ p~ e,'n_'~ n,eg~it).e8, del,'. ~.',.'~4p_ de~y~ent~'ros dO$~ 'ae''sOi~e

    ',sePtreDlbre de 1S09. lEstaba ~em4s de, "'wms~

    ~ ell ~cia,~. John pmstro~g, ~e New "';.: Yorl:t, diplQm~coentendido,. qmen'el Empe:f ;.. rado~ ~abfa d,aq~ 'n:ruclias pruebas de. dis~9i6n.f No era mala por ,~nto la oportul;l1dad d~ eml'

    .prender una ~ego,Qiaei6n que .cllJridn~, a,'ha

    nera de la terrnitu~d en 1803 'por' 'la eesi6il d

    :1& Louisiana, ~~ la:. adquisici6n de lais1 ~~-,qu''.t bao La di1i.culiad estrib~ba tan ~~l~ enqtie po

    ,dra creerse que.19s Estados Unidos cl-,Amri

    -ca, 4esplls de r~rbi.r la isla, no reQonoQenah -Ji,mites p~ra proseguir en sU eamiYJ.o hacm h:u~'

    vas 'adquisiciones. Pero ,esto se tratara 'de 're

    ,~' mediar, contestando al argUmento lo mejo,r po

    sible. Que de esto se.o'cup6 seriani~nte' el Gobier-"

    no de Washington lo demuestra sin dific'Ultad una carta fechada en .Monticello, VSt., en 27 de abril d~ 1809, que. escribi ~homa;s ~e1fersol

    al ~esIdente Madiso~ Y,ha sIdo]~ublica~~

    DIce en ella Mr. J ~jfersoil, refirindose a Napolen y su politica, que juicio suyo entraba en las miras del Emperador "co.nciliarse la. bu~na voluntad de los Estados UnIdos de Amnca," y que "no poda dudarse que les dara las Floridas." Despus de discutir un tanto sobre sto, agreg el ilustre virginiano:

    "Aunque con alguna dificultad, consentir tambin en que se agregue Cuba nuestra Unin, fin de que no ayudemos .Mxico y las dems provincias. Eso seria un buen pre

    ~:"~.

  • 52 53

    cio. Entonces yo hara levantar en la partems remota al Sud de la isla una columna que~

    llevase la inscripcin NE PLUS ULTRA, como para indicar que alli estaba el limite, de donde no poda pasarse, denuestras adquisiciones en ese rumbo. Lo nico que en e~e caso nos faltara. para completar para la Libertad el imperio ms. vasto que jams se vi en el mundo, desde la. creacin, sera incluir en nuestra confedera-o cin el pas que tenemos al Norte." - __ "Yo estoy persuadido de que nunca ha habido una Constitucin tan bien calculada como la nues.tra para poner en harmona un extenso imperio con el principio del gobierno propio (EXTENSIVE, EMPIRE AND SELF-GOVERNMENT)." *' En esta misma opinin persever Mr. Jef

    ferson por muchos aos despus. Hay una car-ta suya de junio 23 de 1823, dirigida al Presi-dente Monroe, en que dice: "La verdad es que la agregacin de Cuba nuestra Unin es exactamente lo que se necesita para hacer que nuestro poder, como nacin, alcance el mayor gra- do de inters." En otr del 24 de octubre del mismo ao,.

    tambin dirigida al mismo Presidente, dice: "Confieso francamente que siempre mir Cuba como la adicin ms interesante que pueda. nunca hacerse nuestro sistema de Estados. La dominacin que esta isla, en unin de la. Punta de Florida, podra darnos sobre el Golfo de nixico y los pases y el itslno baados. por sus aguas, llenara la lnedida de nuestro hielle~tal' poltico."

    .. Jeffert1on's Works. Tomo V, pago 443.

    Basta los propsitos de este captulo de-:mostrar, sin por ello anticipar los sucesos, que ya en abril de 1809, cuando la Unin americana, -tal como se la haba constituido definitivamen-te, se. hallaba solo en el vigsimo ao de su existencia, el pensamiento de anexarse Cuba

    ~staba .discusin. entre los primeros persona.Jesamerlcanos.

    A esta primera manifestacin de 1809 hay que .agregar otra notable, que tuvo efecto cuatro .aos despus, bajo el mismo Presidente Mr. Madison, siendo Mr. Monroe, Secretario de Estado. Hay un despacho del Ministro de Espaa en Washington, don Luis de Onis al Virrey de Mxico, don Francisco Xavier de Venegas, fechado el 1"0 de abril de 1812, en que .se explica esto de un modo tan claro, que parece lo mejor insertar ntegro el pasaje que ello se refiere. Dice as: HCada da se desarrollan ms y ms las ideas

    ambiciosas de esta Repblica, confirmando sus miras hostiles ontra Espaa. V. E. se halla ya enterado por mi correspondencia de que es-te gobierno se ha propuesto 'nada menos que fijar sus lmites en la embocadura del Ro Norte, Bravo, siguiendo su curso hasta el grado 30, y de all, tirando una lnea recta hasta el Pacfico *', tomando por consiguiente las provincias de Texas, Nuevo Santander, Cohahuilla,

    ~uevo Mxico y parte de las provincias de ~ ueva Vizcaya y de la Sonora. Parecer este proyecto un delirio toda persona sensata: pe

    .. Esta es con ligersimas variacioneB la frontera que hoy divide " ]os dos paises.

  • 54

    ro no es menos seguro que,~1 proyecto existet-. que se ha levantado expresamente un plano de,

    .' 1dio~ provincias-por orden del Gobierno, INCLUYE1O>O T..urBmN N DIOHOSLOOTEs LA ISLA. DE CUBA. oolIo 'UNA PBTE NATURAL DE LA. RPBLJ:OL" * .. .

    OAPITULOVI PolavieJa. "lO ~lf~oa en Coba", PAg. 131.

    "

    IlANIFESTAOIN OFICIAL DE 1823

    Onoe aos despus de los proyectos - que s( alude en la correspondencia lt.meri(}ana y espa ola de que se ha tratado en el an~Cdenteca.

    pitulo, siendo Presidente de los Estadbs 'Uni dos de Amrica el famoso James Monree, 'Y'Sl Secretario de Estado el no,menos clebr MI' J ohn Quincy Ad8Jll8, elevado tambin-ms-tar de la primera Magistratura del pas, 'el pro blema cubano que entre Cuba y Espala' apeo nas haba tenido importanoia, y que en: cu"ht~

    los Estados Unidos de Amrica no haba ta vez pasado del. terreno puramente espemrlativ< de los deseos, se convirti de repente en.Ut problema nacional americano, digno de seToon siderado en primer trmino en los CODsejos de' Gobierno.Determin6se este fen6meno por la inva~il1

    de Espaa en 1823 por un ejrcito francs, qU( bajo el mando del Duque de Angulema,' y 11 inspiraci6n de la Santa Alianza, trat de de rrocar, como deIToc6, el rgimen constitucio nal, restableciendo en su poder absoluto al Re) don Fernando VII.

  • 56

    Entonces fu cuando por nota, fechada el 28 de &.bril de dicho ao, dirijida por MI'. J ohn Quincy Adams, Secretario de Estado, MI'. .Hugh Nelson, de Virginia, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de los Estados Unidos de Amrica, cerca de S. M. C., se pronunci por primera vez, con relacin la Isla de Cuba, oficialmente y con expresiva de eosa que tena necesidad de acontecer, la palabra "ANEXIN." Y desde aquel momento qued sta constituida en trmino poltico, y smbolo bandera, .de un partido, cuya vitalidad y energa, aquende y allende del Golfo de Mxico' no ha dislninuido cosa alguna con el transcurso del tiempo.

    Tan explcito y tan insistente se mostr en ese despacho MI'. John Quincy Adams, que hasta l mismo crey indispensable justificar su vehemencia, con la explicacin de que ello le compeJian las circunstancias, pues que no ser por ellas, no tena inconveniente en confesar que sus palabras podran tal vez merecer la (3alificacin de pre1J'taturas. .. y la verdad es que entonces, tal vez ms que en Linguna otra ocasin anterior, posterior, se levantaba ante el Gobierno de los Estados Unidos de Amrica, como aterrador fantasma, lo que parece haberle preocupado ms que cualquiera otra cosa, en su poltica exterior en 1Nuevo Mundo. Nada era tan probable, en quellos nlomentos, como que Espaa, compe

    Ilida por la necesidad, obedeciendo otros otivos, transfiriera la isla de Cuba la Gran retaa, y so anulase de esta manera el ideal oltico, que haba acariciado desde el princiio el Gobierno de la Unin,. y que en aquel

    57

    mismo ao se formul de ~anera tan positiva imperecedera por el distinguido americano que ocupaba entonces la silla presidencial.

    Ante.un& espectativa tan pavorosa, el Go,.. bierno de Washington no vacil un momento en declarar positivamente su pensamiento. Ni MI'. Monroe, ni su Secretario de. Estado, MI'. J ohn Quincy Adams carecieron nunca del valor y de la decisin necesarias para decir las cosas eomo son, 6. de la habilidad indispensable para decirlas bien.. De aqu vino el importante despacho de 28 de abril de 1823 que se refiere este captulo, cuyos prrafos esenciales dicen como sigue:

    "De la guerra que ahora empieza entre Franocia y Espaa resultarn probablemente comprometidos ciertos intereses que exclusiva y peculiarmente nos pertenecen. Cualquiera que sea el resultado de esa contienda para las dos naciones de Europa que en ella se encuentran empeadas, puede darse por cierto que Espaa perder irrevocablemente su dominacin en la parte continental de Amrica. Pero le quedarn todava las islas de Cuba y Puerto Rico, de que se encuentra en posesin efectiva, y le .sera fcil transferirlas algup.a otra Potencia. ESAS ISLAS POR SU POSICIN LOCAL SON APNDICES NATURALES DEL CONTINENTE NORTE AMERICANO, Y UNA DE ELLAS, LA ISLA DE CUBA, CASI LA VISTA DE NUESTRAS COSTAS, HA VENIDO SER, POR UNA MULTITUD DE RAZONES, DE TRASCENDENTAL IMPORTANCIA PARA LOS INTERESES POLTICOS Y COMERCIALES DE NUESTRA UNIN. La dominante posicin que ocupa en el Golfo de Mxieo y en el mar de las Antillas, el carcter de su poblacin, el lugar que ocupa en la mitad del

  • li8 59

    camino entre nuestra costa meridional y 1& ~ de Santo DOming9.~.8U vasto y ~brigad()

    t:OU::a Ide ~:~=:~ q~~~prl~~ ~:~.

    misma ventaja; la natur8Jela de 811S pr04ucc~ones, y la de .sus necesid~de~ propl&S, qU& 81rven de base . un comerQlO uunensanlente PrQvecqoso paraambl:\s partes, :todo se eombina para ~rle tal imR0rtancia ~n la suma ~~.

    'nq~tros mt,ere.ses naclQuales, QUE NO HAY NIN.:. 0VS' o~ TEamITOBIQ EXT1WJJE1W QUE PUJ:DA.

    CMP~ y que nuestras relaciones con elI& sean c~ id~nticas las que ligan unoS con otrs.1os diferentes Estados de nuestra Unin. Tan fuertes soP'. en verdap, los ~nculos~fl~e" unen esta ltima con la menCIonada iSla,. vncUlos geogrficQs, comerciales y po~ticos,. fof.i:p.ados por la naturaleza, fomentados y for- talecidos gradualmente c9n~1 transcurso del. tieJPPo;, y cerca a,}lora Alo que parece, de llegaral pUnto de madur~z, que cuando se echa una '1.;._lmirada hacia el curso ql;[e tomarn probable " meJlte los acontecimientos en lbs prximos cincuenta aos, Casi. es imposible resiatir la. conviccin t;l~ que LA ~XIN DE CUBA . NUES

    TRA. REP\l3LICA FEDERAL SER. INDISPENSABLE PARA. LA CONTINUAOIN DE w. UNIN'y EL MAN

    TENIMIENTO DE SU INTEGRIDAD.

    Es bvio, sin embargo, que para ese aconte- cimiento no estamos todava pl,-eparados, y que primera ~sta se presentan numerosa~ y formidables objeciones contra la extensin de

    n~estros dominios territoriales dejando el marpor medio, .... PERO HAY LEYES DE GRAVITACI6N POLTICA COMO LAS HAY DE GRAVITAOIN FsIOA: y As COMO UNA MANZANA SEPARADA DE SU RBOL

    POR LA FUERZA DEL VIENTO, NO PUFJ>E, AUNQUE QUIJmA., DEJAR DE OAER EN EL SUELO, AS Cu'B,\t uNA VE SEPARADA DE ESPAA y. ROTA LA ~DXIN AltTIl'IOaL (unnatural contwion)' Ql1E 1j,A.. LIGA CON ELLA., mcAPZ DE 8OSTElOmSE" PoB'st BOLA, TlE1fE QUE GR&'VITAB NECESABI411EN~ ~OlA LA UNIN NORTE.. AMEBICABA, Y HACIA. ~J,Tt4_

    EXOLUSIVAItBNTE, lOENTRA8 QUE LA UNIN MIB~ EN.'vmTU DE LA. PROPIA LEY, LESD.

    IMPd8IB~ l?EJA..R ~ 'AD~E!r8tJ SENO." ..... -.. - -, .. -.~; --- -.. --

    "La GranBretaa se ha separado de toda,.: :$ participacin en l8. alianza europea en lo 'que,' " respecta Espaa. Ella misma desap~eba la.

    guerra,-ha declarado su intencin de pertna-necer neu.tml-y lo probable es que pronto .seencontrar empeada en la lucha. del lado deEspaa. No es de presumir que al prestarle-su.. ayuda, obedezca -simplemente motivos desin

    :','

    ~

    tereSados y gratuitos: y como el precio que podria recibir por su alianza, saber: las dos islas. de Cuba y Puerto Rico, es de mucha importancia para ella, sera. impo.sible suponerla in-o clinada no aceptarlo.

    "Los motivos de la Gran Bretaa para. de- sear la posesin de Cuba son tan bvios,'~

    especialmente despus de la indePendencia de. Mexico, y de la anexin de las Floridas nuestra Unin,- .. y tan obvia tambien 1& necesidad. de Espaa de obtener por medio de algn equivalente adecuado el apoyo y la proteccin d& la Gran Bretaa, que durante los ltimos aoslos rumores de .que Espaa haba transferidosu soberana sobre Cuba la ltima potenm se fortalecieron notablemente." '.' . . . . -. . . . . . . . -. . . . . . . . -. ". . . . -. . . -. . . . . -. -~

  • ~------------~""--"--""-"-"----""""

    6160

    "Una alianza entre la Gran Bretaa y Espaa puede ser uno de los frutos de la presente gueITa. La garanta de "que Cuba permanecer i3n poder de Espaa puede tambien ser una de "las condiciones que se estipulen para contraer -dicha alianza. Y en el caso de un ataque Cuba por parte de Francia, de una -tentativa -de revolucin de los habitantes del pais para -conseguir su independenci.a, nada sera tan po:sible como el pensar en ocuparla temporal y transitoriamente por fuerzas britnicas, proce,. dindose en todo de perfecto acuerdo entre Espaa y la Gran Bretaa. No es necesario indicar que hay multitud de cosas que pueden -ocurrir cualquier momento, capaces de con"vertir en posesin y domini

  • 62

    Gobierno de 1 Repblica estara en manos de lo~ eub8.llos, dependena de ellos. En favor de la anexin "108 Estados Unidos niita la idea deque' es~s..vi~en la:$.~s cua~J!ar-"

    tes a~ las e~$clotieS 'de 'CUba, que SU Gbie~ esestable,y que' ellos son la Potencia 'ms': (.aap~ ~~ socorrer Pron1amnte l~ isla ~

    -caso neceSno. . Con los Estados Unidos hay la certeza '''de que se ll~gar grande alttira~ t :habr paz y segq:ridad, lo que se agrega que la isJ. entrarla, C9~ uno 4e 'tantos miemqros, . cn.$tituir la soberania naciohaI, lo cual no POdr.la ~ce~er con Ing~~r.ra, de ~ien nunea sena l1li8 que una coloI1la subordinada sus inte:reses. \~l' se~or lrIi-alla di~e q~e !.lo hay un hombr~ en Cuba qlle n~ eSt dispuesto resistir cuanto sea pomble'la. dominaci6ningIesao Confieso que de esto no tena yo la menor idea cuandQ escribf V. mi ltima carta ~ - _La agregacin de CulJa . nuestra COl)fedemci6n es exadtamellte lo que se necesita para redondear nuestro poder nacional,' .y llevarlo al ms alto grado de interes". . Exfla.segunda carta, dijo Mr. Jefferson: ",Deseamos adquirir para nuestra Comede

    'racin alguna algunas de las provincias espaolas' '.Cnfi.~so francmente que siempre he mirado la isla de Cuba como la agregacin ms interesante que pudiera hacerse nuestro sistema de Estados. ~a dominacin, que, juntamente con la Punta de Florida, nos dana esa isla sobre el Golfo de Mxico, y sobre los pases, y el istmo que sus aguas baan, no menos que 'sobre las otras aguas que en l desembocan, que con l ~e reunen, colmara seguramente la medida de nuestro bienestar poltico".

    t4 o'

    CAPtTuLo VlI.

    EL PERoDO DE 1823 1,826,.. '

    : "

    1 En los tres aiLos transcurridos,desde la fooha ~

    de las manifestaciones ofioilJ,les y ex~raoCi~es

    .,',

    ;: americanaS de que se ha dado c'Qenta en el c~

    ptulo. antecdente, hasta la de la reunin qel" famoso Congreso. de Pana.IQ,., la actltud! de los Estados Unidos de Amrica con relacin la isla de' Cub.a :no cambi ni un instante. .. Yr.Jokn Quincy Adams, 8eGretario .de Es

    tado de Mr. :M~nroe, baba sucedido ste en la , Presidencia ,de la Unin (marzo 4 de 18~5), Y la politica con respecto E~paa, en la Cll.Etsti6n de Cuba, como en todas, no haba 'encontrado variacin. El fantasma de que la isla por cualquiera combinacin de circunf;l~ncias

    cayese en manos de la Gran Bretaa, de otra fuerte Potencia maritima, llenaba de aprensiones al Gobierno de Washington, y continuaba obligndolo contraer compromisos y hacer declaraciones, que de otro modo habria tenido el mayor empeo en evitar. . A las manifestaciones que Mr. Nelson, Mi

    nistro amerieano en Madrid, haba hecho al

  • 64 65

    Gobierno de Espaa, en obediencia al despachO' de Mr. John Quincy Adams de 28 de abril de 1823, haba contestado el seor don Francisco de la Zea Bermudez, Ministro de Estado de S. M. C., en trminos que demostraban no solo impaciencia, sino t.ambin falta de confianza. en la sinceridad del Gobierno de Washington. "Su Majestad" dijo el seor Zea y Bermu-

    dez, no ha pensado nunea en ceder ninguna Potencia las islas de Cuba y Puerto Rico; y' muy lejos de ello, est firmemente resuelta mantenerla bajo la sujecin y autoridad de una legtima soberania." "Esta formal declaracin," agreg, "ser bas

    tante para satisfacer los deseos que tiene el Gobierno de V., segn se ha servido V. comuni-

    .

    carme, de enterarse de las intenciones deEspaa con respecto este particular. Lo es para Espaa la no menos explcita que V. me ha hecho de que los Estados Unidos no permitirn, ni mucho lnenos auxiliarn, plan alguno que tienda, por medio de expediciones, armamentos cualquiera (,tra cosa, fomentar discordias intestinas en las mencionadas islas,. perturbar su tranquilidad, intentar su separacin del Imperio espaol. El Rey, mi amo,. ha experimentado un gran placer, al escuchar estas seguridades." y despus de hacer constar que en vista de

    esto crea el Gobierno espaol que el de Washington "tomara medidas eficaces para impedir que los sbditos rebeldes de S. M. en Amrica, valindose de nledios secretos y tortuosos, acopiasen en las costas de los Estados Unidos arlnamentos destinados hostilizar el comercio espaol en los mares del Nuevo Mundo,

    atacar las dichas islas, introducir en ellas una revolucion,' promover su separacin de la madre patria;" concluyo el seor Zea J;3ermudez asegurando que S. M. estaba persuadido de que el Gobierno de Washington, "dispondria inmediamente lo necesario para cortar de raz estos males, puesto que es imposible suponerle ignorante de que ha habido y hay an muchos casos, en que, con infraccin de las Leyes del pais, se han construido, armado y equipado en puertos de los Estados Unidos de Amrica, para los llamados Gobiernos de Mxico, Colombia y Buenos Aires, buques de guerra y corsarios, que convertidos frecuentemente en piratas han sido empleados en insultar y hostilizar no solo las mencionadas islas y s",:! comercio, sino tambin el comercio y navegacin de otras naciones." Este despacho revela que en su fecha, toda

    va no haba consentido Espaa en admitir en Cuba y Puerto Ric Cnsules americanos. El seor Zea promete en l que cuando el Gobier.no de Washington hubiese dado al de .Madrid las seguridades deseadas, S. M. se apresurara considerar si debia no accederse recibir dichos funcionarios. * Hay un despacho de 27 de abril de 1825, de

    }Ir. Clay, Seretario de Estado, MI'. Everett, sucesol~ de MI'. Nelson como Ministro americano en Madrid, donde se manda este ltimo decir Espaa, "que los Estados Unidos estn sat.isfechos con que, como al presente, conti

    " El primer Cnsul de los Estados Unidos de Amrica en la Habana ru Mr. William Sbalar. en 1830. Antes de l solo bnbo Agentes comercillles.

    :')

  • G 1;7

    nenlas

  • 68 69

    Cuba haba quedado, como si se dijera olvida

    da y entregada S.l misma, disfrutando de una especie de gobierno auton6mico altamente