27 palabricas

32

Upload: apila-ediciones

Post on 11-Mar-2016

286 views

Category:

Documents


9 download

DESCRIPTION

Abecedario compuesto por 27 palabras o expresiones de uso común en Aragón. Cada imagen está realizada por un ilustrador aragonés diferente, dotando al conjunto de un carácter ecléctico y heterogéneo muy enriquecedor. Albúm dirgido a niños y también a mayores amantes de la ilustración. Las ilustraciones son un mundo abiero al significado del término elegido: Aragón, Chandrío, Festejar..., hasta 27 palabras aparecen iluminadas por el talento de cada ilustrador. Idóneo para niños prelectores para hacer especial su primer contacto con las letras del abecedario.Contiene un pequeño relato de Antón Castro en el que utiliza todos los términos que posteriormente aparecen encabezando las ilustraciones.

TRANSCRIPT

Page 1: 27 palabricas
Page 2: 27 palabricas

Edita:

[email protected]/ Mosén Félix Lacambra 36 B Alagón, 50630 Zaragoza

Diseño editorial: Edu Flores© del texto: Antón Castro, 2010© de las imágenes: los autores, 2010

Impreso en Gráficas JalónPrimera edición: marzo 2010ISBN: 978-84-937102-7-9DL: Z-1237-2010Reservados todos los derechos

Esta obra ha sido publicada con Ayuda del departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón.

Dedicado a todos los que han participado en este proyecto y que, con su talento, ilusión y profesionalidad, han conseguido que sea una realidad.

Page 3: 27 palabricas
Page 4: 27 palabricas

UNA MALETA DE PALABRASAntón CASTRO

Page 5: 27 palabricas

Cuando llegué a Aragón, en el tiempo en que los animales hablaban y bramaba la volada de cierzo, un amigo me dio las tres primeras palabras para mi maleta de viajero: Zaragoza, Huesca y Teruel, que existe como la equis. Unos días después, tomé un autobús con dirección al Moncayo: me habían dicho que era la montaña del poeta Gustavo Adolfo Bécquer y que en el invierno la nieve adquiría la forma de una corza blanca. Desde la cúspide se contempla el monasterio de Veruela, como un paraíso de piedra y silencio allá abajo, y se oye el canto de la oliva. Siempre he sido un poco gamberro y, ya que estaba tan cerca del cielo, decidí correr una pequeña aventura: me tiré por las laderas del monte que eran como esbarizaculos: no calculé bien y casi me caigo al vacío. ¡Zas! ¡Zas! Me salvaron los arbustos y algunas rocas. Tras el vuelo inesperado: tozolón, cuquera y manchurrón de sangre. Sobre el peñasco, vi corretear una sargantana. Zigzagueaba y alzaba su cabeza menuda como si quisiera divisar el mundo entero. O como si pensase que yo le podía servir de magra merienda.

Al volver a casa, oí dos expresiones insólitas: “¿En qué chandrío te has metido?”, me dijo la señora de la pensión, que manejaba el badil y la escoba como si fuera una artista de circo. “¿Cuándo dejarás de dar mal, maño?”, preguntó con indiferencia Nicasio Buñuel, el jubilado calandino que solía decir que solo hay tres cosas verdaderamente importantes: las nabatas del Cinca, el guiñote a cualquier

hora y la rompida de su pueblo, a las doce en punto del sol de mediodía. Cuando se ponía sentimental añadía una cuarta: la jota cantada al atardecer. La jota de ronda. “Así empecé a festejar con mi única novia –añadía-. Tan pesado me puse, tanto bailé con ella, que desde una ventana nos arrojaron un cubo de agua. Nos capuzaron. A ella no le supo bueno, no. Y ya no se quiso casar conmigo”. La dueña de la pensión me dice que a don Nicasio se le va la cabeza muchas veces, pero no el apetito. En el desayuno es el rey del unto: untaba la mantequilla, la margarina, la mermelada, el queso, el paté de olivas. “Si existiera ese cargo: él sería el rey de los lamineros. Sería capaz de tragarse hasta un kilo de borrajas. ¡Qué malos son los amores estorbados!”.

En cuanto me recuperé, volví a mis viajes. Ya era hora de ir a los Pirineos. ¡Qué grandiosidad! Nunca había visto una cosa igual. Ni siquiera el mar es así. Estuve en un montón de pueblos, de cordilleras, de picos y colinas. Algunos nombres son muy bonitos: Ordesa, Añisclo, las Tres Sorores, Monte Perdido, Peña Oroel, Puyarruego. Y al fin encontré lo que quería: uno de esos ibones que reflejan el cielo. Paseo, busco frambuesas, me zambullo en el agua. Cuando me canso, abro mi maleta de palabras (Aragón, badil, …, volada de cierzo, …, Zaragoza) y empiezo a contarme cuentos como este hasta que me duermo y comienzo a soñar de nuevo con un sinfín de imágenes. A veces preferiría no despertar.

Page 6: 27 palabricas
Page 7: 27 palabricas
Page 8: 27 palabricas
Page 9: 27 palabricas
Page 10: 27 palabricas
Page 11: 27 palabricas
Page 12: 27 palabricas
Page 13: 27 palabricas
Page 14: 27 palabricas
Page 15: 27 palabricas
Page 16: 27 palabricas
Page 17: 27 palabricas
Page 18: 27 palabricas
Page 19: 27 palabricas
Page 20: 27 palabricas
Page 21: 27 palabricas
Page 22: 27 palabricas
Page 23: 27 palabricas
Page 24: 27 palabricas
Page 25: 27 palabricas
Page 26: 27 palabricas
Page 27: 27 palabricas
Page 28: 27 palabricas
Page 29: 27 palabricas
Page 30: 27 palabricas

ARAGÓNBADILCAPUZARCHANDRÍODAR MALESBARIZACULOSFESTEJARGUIÑOTEHUESCAIBÓNJOTAKILO DE BORRAJASLAMINEROMAGRANABATAMAÑOOLIVAPIRINEOSCUQUERAROMPIDASARGANTANATOZOLÓNUNTOVOLADA DE CIERZOTERUEL EXISTEMONCAYOZARAGOZA

JAVIRROYORUBÉN BELLIDODAVID MAYNAR

M.A ARTEAGADAVID GUIRAO

A. G.LARTITEGUIBLANCA BK

CARLOS VELÁZQUEZSILVIA BAUTISTA

ÁLVARO ORTIZEDU FLORES

MARIO AYGUAVIVESMARÍA FELICES

JESÚS CISNEROSLUIS GRAÑENA

FERNANDO G.GRÚASALBERTO ARAGÓN

CALPURNIOERNESTO NAVARROÓSCAR SAN MARTÍN

IGNACIO MAYAYOANA LÓBEZDAVID VELA

CLARA MARTACHEMA LERA

JOSÉ LUIS CANOALBERTO GAMÓN

Page 31: 27 palabricas
Page 32: 27 palabricas

ISBN 978-84-937102-7-9