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Drogadicción? Drogadicción? oo ¿Yoga11

uando hablamos de droga hacemos referencia a cualquier estimulante; sea hierba, fórmula Cquímica o líquido fermentado que influye en el sistema nervioso después de ser ingerido, inyectado o inhalado, y que causa efectos dañinos muy serios en la conciencia de quienes lo consumen, tales como la adicción o la pérdida de una de las cualidades principales del ser humano que es su capacidad de discriminar entre el bien y el mal. Así mismo, el consumidor de drogas pierde todo sentido de conducta responsable propia de un hombre civilizado; pues ¿cuántos padres de familia toman alcohol sin pensar en alimentar a sus propios hijos? o, ¿cuántos jóvenes, incluso de buenas familias, se han vuelto delincuentes para financiar su vicio? De esta manera, las drogas en sus múltiples formas, no sólo causan daño físico a las personas que las consumen o las afectan en su vida material, sino que sobre todo, les impiden cumplir con el verdadero

propósito de la vida humana que es la Autorrealización. Esto es que las imposibilitan a encontrarse consigo mismas, a encontrar la alegría permanente y natural, y a adquirir el conocimiento que va más allá de las observaciones sensuales relativas y que les permite disfrutar de su existencia eterna.El consumo de tóxicos y estimulantes no es nada nuevo en el mundo; más bien, su excesivo uso siempre ha sido un síntoma de decadencia de los pueblos opulentos y exitosos materialmente, como el de los romanos por ejemplo. Aunque en algunas culturas antiguas, las drogas como el yahe, los hongos, la coca o la mezcalina, también han formado parte de sus rituales y cultos, atribuyéndoles fuerzas superiores a sus efectos, siendo esto una justificación muy usada actualmente por los adictos. Pero tradicionalmente la intoxicación siempre ha sido denunciada por las religiones genuinas como un obstáculo en el camino espiritual hacia Dios y una forma muy deplorable de destruir este cuerpo que Dios nos ha dado. Lamentablemente nuestra sociedad

moderna, materialista y atea, trata de deshacerse de su sentido de culpabilidad ante la voluntad divina con su filosofía de que cuando el cuerpo muere todo se acaba y por eso la moral religiosa es considerada como un obstáculo que les impide disfrutar de la vida. Con todas estas desviaciones, uno fácilmente puede preguntarse: “¿Para qué vivo entonces, si no es para disfrutar?” Y la droga responde: “Disfruta ya, pues mañana puedes estar muerto; haz como todos los demás, haz de la vida una fiesta”. De este modo, la droga es un escape, un refugio en la ignorancia más oscura. Las motivaciones para su consumo pueden ser muchas, pero pueden resumirse en una simple fórmula común: “La incapacidad de encontrar felicidad en la vida en estado normal.” En realidad, no se trata de aliviar el exceso de una cosa aparentemente agradable y buena, ¡No! Más bien se trata de liberarnos de un concepto erróneo que nos hace perder la preciosa oportunidad de tener este cuerpo humano y que nos vuelve desagradecidos, irresponsables,

animalísticos y bárbaros desafortunados. Por ello, debemos buscar los valores libres de la tendencia de explotar a los demás. El materialismo nos dice que: “La fuerza es la que da el derecho, y no el derecho el que da la fuerza”, pero ésta no puede ser la base de una vida humana civilizada; más bien es la ley de la selva donde las garras y los colmillos substituyen a la bondad y la justicia. Para comprender este tema científicamente, tenemos que acudir a la información dada por nuestro Maestro Espiritual Srila Prabhupada. Él vino a Occidente para abrirnos los ojos con la antorcha del conocimiento y nos inspiró para tratar de seguir una vida pura en el servicio a Sri Krishna (Dios), y en el servicio a todos los hijos de Krishna, sin discriminación de raza, sexo, religión, etc. En El Bhagavad-gita, uno de los libros más antiguos del mundo se explica que nuestro cuerpo está dividido en dos partes que funcionan sólo con la presencia del alma (espíritu), que lo provee de

conciencia y que pertenece a la energía antimaterial. Las dos divisiones del cuerpo material se conocen como cuerpo burdo y cuerpo astral o sutil. El cuerpo burdo está constituido por cinco elementos (agua, aire, éter, fuego y tierra), los cuales, combinados, forman todas las células del organismo. Y el cuerpo astral está formado por el ego falso, la mente y la inteligencia. En general, el cuerpo sutil o astral está atrapado bajo las demandas del cuerpo burdo; y por ello casi no se percibe la existencia del mundo astral, en el que se encuentran incluso muchos espíritus que perdieron sus cuerpos burdos a causa de una vida pecaminosa y que están en el campo astral esperando una oportunidad de recibir nuevamente un cuerpo material burdo. Ciertas drogas utilizadas por los aborígenes americanos establecen comunicación con estos seres del mundo astral, y les atribuyen un carácter divino a estas conexiones debido a su ignorancia sobre la posición del alma eterna y la posibilidad de liberarse de las redes de esta existencia

material. Los Vedas enfatizan que no somos este cuerpo. Tanto el cuerpo sutil como el burdo son distintos del alma eterna. Así como un pez fuera del agua no puede ser feliz con una buena cuenta bancaria; del mismo modo, el alma en el cuerpo no puede ser feliz mediante arreglos materiales, ni en esta vida ni en la próxima. Por eso cuando el alma descubre su naturaleza eterna y establece con bondad y pureza su posición naturalmente feliz como sirviente de Krishna (Dios), puede liberarse del ciclo de repetidos nacimientos y muertes, y volver a su dulce hogar: “el mundo espiritual”. Pero el cuerpo astral, especialmente nuestra mente, nos causa muchos problemas a la hora de decidirnos por una Vida Espiritual. Sin embargo, si la inteligencia entra en contacto con la educación y la guía apropiada de un Maestro Espiritual fidedigno, se capacita para controlar la mente y los sentidos usándolos en forma “La gente se intoxica porque no aguanta su consciencia”

Por: Sw

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maravillosa para ayudar a los demás en la espiritualización de sus vidas. De esta manera, un drogadicto puede salir de su desesperación y tener un gran entusiasmo por emprender su Camino Espiritual.A la pregunta: “¿Para qué vivimos?”, se responde que “para Él”. Nuestra vida debe estar dirigida hacia Dios y una de las formas de conectarnos con Él es mediante el canto del Maha Mantra Hare Krishna, el cual nos da mucha fuerza para vencer cualquier vicio mediante la formación de una firme voluntad, pues a una persona sin voluntad, no se le puede ayudar a dejar la droga.La droga es un enemigo aunque parezca atractiva, pues trae consigo muchos y diversos problemas. La propia salud física y mental se destruyen rápidamente, y se descuidan las responsabilidades como miembros de la sociedad. Las drogas, en la mayoría de los casos, traen desastrosos resultados a los hijos procreados bajo sus efectos. Y todo esto no son más que reacciones inmediatas manifestadas ante nuestros ojos.Pero hay otros efectos más serios todavía, que son revelados por las Sagradas Escrituras de la India. De acuerdo a Los Vedas, nuestra vida es como una escuela en la cual tenemos que aprender muchas lecciones. Lecciones de amor, bondad, compasión, pureza, sacrificio, honestidad y, sobre todo lecciones de cómo alcanzar la comprensión de nuestra posición eterna y lograr la Autorrealización; esto es, comprender nuestra posición eterna en el mundo espiritual y establecer nuestra correcta relación con Dios como Sus amorosos sirvientes eternos, lo cual nos hace graduarnos en la escuela de la vida y beneficiarnos para terminar con los repetidos nacimientos y muertes, y volver al hogar espiritual. Esta es la perfección de la vida, si no lo logramos ahora, tendremos que recibir en nuestro próximo cuerpo las reacciones tanto buenas como malas de todo lo que venimos haciendo durante esta vida en base al principio: “ojo por ojo, diente por diente” o “por cada acción hay una reacción”. El propósito entonces es muy simple; si creemos que otros deben sufrir sólo por conseguir nuestro propio disfrute, deberemos padecer en nuestro propio cuerpo la misma situación o alguna más grave aún. Esta enseñanza es con el fin de que podamos abandonar algún

día nuestra tendencia a la explotación y al abuso.Esta es la ley del karma (acción y reacción: la justicia infalible) y la ley de la reencarnación, que han sido aceptadas desde hace miles de años por culturas enteras y por importantes pensadores de la cultura occidental como Platón, Sócrates, Orígenes (el famoso padre de la Iglesia) y otros. El uso de la droga en la vida humana se puede comparar con su uso en la escuela: se pierde el curso por no poder aprender nada y se echa a perder una gran oportunidad. El principal perjudicado es quien la consume. Así, alguien que utiliza esta vida humana para gratificar los sentidos con drogas u otros, ni siquiera va a recibir otro cuerpo humano en su próxima existencia, sino que tendrá que encarnar en especies inferiores. “Uno no sabe valorar lo que tiene hasta que lo pierde”, es el dicho. Si uno no aprecia este maravilloso regalo que es el cuerpo humano y no busca la Autorrealización, tendrá que experimentar mucho sufrimiento. Y ni qué decir de las personas que mueren en un estado intoxicado; Los Vedas afirman que por mucho tiempo ellos quedan privados de la oportunidad de tener un cuerpo burdo, que es necesario tanto para disfrutar como para avanzar. En la forma de fantasmas, ellos persiguen desesperadamente las propensiones de sus cuerpos muertos y lo mismo sucede con los que se suicidan. Sin embargo, estos tipos de peligros con las drogas no son tomados en cuenta por la sociedad moderna. Las drogas simbolizan el escape, el escape de una vida ordinaria y aburrida, una vida sin ánimo y sin filosofía. Y en lugar de comprender la naturaleza nefasta de las drogas para la vida humana, los materialistas sólo tratan de discriminar entre una droga y otra, considerando sus efectos. Luego, las drogas legales traen impuestos para el gobierno y las ilegales dan dinero a los traficantes, pero ambas finalmente traen sólo miserias al consumidor.De cualquier modo, el daño más grande es hacia uno mismo y por esta razón se les hace daño a los demás, porque si usted se daña a sí mismo, ya no podrá ser un buen padre, hermano(a), esposo o esposa. ¡Qué lástima

mi querido amigo(a)!Muchos de los que consumen drogas también se vuelven depresivos y tienen que tomar pastillas para no enloquecer. De este modo, causan mucho dolor a todos los que les rodean y hasta los amigos tienen que abandonarlos. La droga también conduce a la gente a hacer cosas indeseables, como robarles a sus seres más queridos o violar los sentimientos de los demás y sus derechos. Así, van cosechando reacciones que parecieran impagables aún en el mismo infierno. Aunque en realidad, lo que ellos van creando a su alrededor ya es peor que el propio infierno.La droga y sus adictos son el símbolo de la desviación del camino hacia Dios. El afán de disfrute los lleva a destruir todo en la vida, hasta el Amor que es el más precioso sentimiento que nos permite moldear nuestro propio ser para agradar a Dios y a los demás. Así, este precioso Amor se vuelve totalmente inaccesible para el drogadicto; ya que él se droga y se rie en su intoxicación destruyendo el resto de vida que le queda; mientras tanto su hijo está sin comida y su mujer en llanto…¿Droga o Krishna (Dios)? No es una pregunta, no es comparación. Krishna es El único que puede salvarnos. Tenga en cuenta que en este mundo casi TODOS toman algún tipo de drogas, ya sea en forma de píldoras, inyectables, trago, yahe o ayahuasca, marihuana, coca, etc. (inclusive la televisión es otro tipo de droga, una droga para vivir sin pensar y sin tomar responsabilidad). Y pocos viven si se escapan de esto y hacen frente a su propia ignorancia, a su egoísmo que los tiene atados a esta existencia material.Así es que amigo mío ¡decídase ya! Nadie sabrá nada de Dios mientras usted siga tomando drogas, pues usted se hundirá, se perderá, y se volverá peor de lo peor. Pero aún está a tiempo para cambiar su futuro. No se pierda. Deje esta horrible ilusión. No se auto-engañe pensando que no está tan mal o que una hierba natural es sólo para relajarse. Hay estudios que dicen que algunas drogas ayudan en alguna enfermedad; que quita el dolor

de cabeza, etc. Pero quienes se intoxican de esta manera se están alejando del camino correcto. Aunque se corrijan y recuperen su sano juicio tardarán varios años en curarse; y generalmente volverán caer si no aceptan esta gran Verdad. Son locos, sin inteligencia, que no pueden o no quieren abrir los ojos, y pretenden ser pseudo espiritualistas, utilizando su especulación para ignorar lo que los grandes Maestros de la Verdad como Srila Prabhupada nos han revelado. Sin embargo, quien tiene un buen guía en la vida, tiene salida del peligroso océano de las drogas. Pues una vida sin sentido es como un barco sin timón. Por ello, todos necesitamos la protección y la guía de personas que conozcan la esencia del Ser y el verdadero objetivo de la vida para recuperarnos del extravío; pues incluso, un poco tiempo de consumir drogas ya es suficiente para

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“Nada hay más peligroso que la libertad sin responsabilidad. Reconocer y buscar la responsabilidad es madurar.”