la prosa latina postclasica

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GÉNEROS EN PROSA EN ÉPOCA POSTCLÁSICA TEMA 5 LITERATURA CLÁSICA Grado en ESTUDIOS INGLESES Cód.64022068 ELENA GALLARDO PAÚLS UNED. Alzira-Valencia

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Page 1: La prosa latina postclasica

GÉNEROS EN PROSA EN ÉPOCA POSTCLÁSICA

TEMA 5LITERATURA CLÁSICA

Grado en ESTUDIOS INGLESESCód.64022068

ELENA GALLARDO PAÚLS

UNED. Alzira-Valencia

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MATERIALES PARA LA PREPARACIÓN DEL TEMA

1) La Época Postclásica” (Epígrafes 4.5 a 4.7) de la Antología de la literatura latina, pp. 50-57. Epígrafes 4.9, 4.10, 4.12, 4,13, 4.15 y 4.16.

2) Estudio de las introducciones a autores en prosa3) Fragmentos de autores de la Antología...

LECTURAS DE ESTE TEMA a. PROSA DE ÉPOCA DE LA DINASTÍA JULIO-CLAUDIA

-Séneca el Filósofo-Petronio

b. PROSA DE ÉPOCA FLAVIA-Plinio el Viejo

-Quintiliano c. PROSA DE LA ÉPOCA DE LOS PRIMEROS ANTONINOS

-Tácito-Plinio el Joven

-Suetoniod. PROSA DE LA ÉPOCA DE LOS ANTONINOS

-Aulo Gelio-Apuleyo

GUÍA DEL EQUIPO DOCENTE

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• Para ubicar históricamente el período, pincha este enlace

http://elenegp.wordpress.com/2007/12/02/periodos-de-la-literatura-latina/

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1. INTRODUCCIÓN2. PROSA DE ÉPOCA DE LA DINASTÍA JULIO-CLAUDIA

-Séneca-Petronio

3. PROSA DE ÉPOCA FLAVIA-Plinio en Viejo

-Quintiliano 4. PROSA DE LA ÉPOCA DE LOS PRIMEROS ANTONINOS

-Tácito-Plinio el joven

-Suetonio5. PROSA DE LA ÉPOCA DE LOS ANTONINOS

-Aulo Gelio-Apuleyo

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Igual que la poesía del mismo período la prosa reacciona respecto a los modelos clásicos:

-en el estilo quiebra del equilibrio clásico de la construcción que representaba la prosa de Cicerón-,

-en los gustos estéticos más orientados a la persuasión del lector o público a través del efectismo o el exotismo, y la tendencia al afán recopilador.

La oratoria pierde el enorme peso en la vida pública que ejercían en la época clásica se desarrolla, en cambio, la RETÓRICA.

-como arte de hablar bien -como recurso escolar que conduce al virtuosismo formal.

INTRODUCCIÓN

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• Roma sigue siendo protagonista (Petronio).

• Se desarrollan géneros menores: controversias, breviarios, antologías, fábulas, biografías… la literatura se hace más humanista

PrimerosAntoninos

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a. PROSA DE ÉPOCA DE LA DINASTÍA JULIO-CLAUDIA (s.I d.C.)

-Séneca-Petronio

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• Séneca es el tercer gran autor de filosofía en Roma, tras Lucrecio y Cicerón. • Intelectual y político.• A través de sus diálogos, tratados y epístolas a Lucilio refleja la evolución del

estoicismo de Panecio y Posidonio (s. II – I a.C) hacia un estoicismo más propiamente romano caracterizado como una corriente filosófica centrada en la reflexión sobre la ética y la conducta del individuo pero que ha abandonado casi completamente la especulación sobre cuestiones de física o de lógica.

• Entre los grandes ideales que sostiene Séneca se encuentra el de la búsqueda de la felicidad del hombre –en un contexto de desconcierto ante la progresiva quiebra de los valores tradicionales romanos gestado desde fines de la República- que para Séneca parte de la aceptación de la naturaleza humana y de la impasibilidad para evitar el desasosiego de las pasiones.

SÉNECA EL FILÓSOFO (c.4 a.C- 65 d.C.)

Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.

«Ars longa, vita brevis».

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• Petronio o Petronio Arbiter: en las fuentes, la obra aparece adjudicada a un tal Petronio Árbitro (Petronius Arbiter), con el que el autor suele ser identificado con un Gayo Petronio de la época de Nerón, en cuya corte era tenido por arbiterelegantiarum, algo así como “crítico de moda”, y que, como tantos autores de esta época, se vio obligado en el 66 a darse la muerte.

• Su influencia sobre Nerón le acarreó problemas, cuando otro de los favoritos del emperador lanzó contra él acusaciones falsas.

• Participó en una conjura encabezada por Pisón. Nerón, avisado, le ordenó permanecer en Cumas. El escritor decidió quitarse la vida.

• Es el primer autor de una obra narrativa de ficción que encaja dentro de lo que podemos entender como novela propiamente dicha, mediante su obra Satiricón, conservada de forma incompleta.

• Parece desligarse de todos los corsés genéricos anteriores y crear algo totalmente nuevo, que mezcla, sobre la base de elementos procedentes de la sátira, múltiples influencias de géneros en verso y prosa.

PETRONIO ( s.I d. C.)

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• El Satiricón (por el original Satyricon) novela más famosa de la antigüedad: una de las muy pocas conservadas .

• Nos han llegado fragmentos de los libros decimoquinto y decimosexto. El resto, al menos 16 libros, se nos ha perdido.

• ARGUMENTO: Escalpio, un mariquita preocupado porque no le levanten a su amante y, perseguido por la ira del dios Príapo, se ve obligado a errar sin oficio por la helenizada Italia Meridional. Los héroes de la novela son una pareja de homosexuales que, persiguiendo a un amigo más joven, viajan en compañía de un poetastro por los bajos fondos de distintas ciudades.

• Características: estrambóticas aventuras, aventuras de personajes extravagantes, retrato de gente de todo tipo, desde los nuevos riquísimos hasta maleantes, holgazanes y otras canallas de mal vivir, historias fantasiosas que se entrelazan o mezclan, aunque helenizado, donde cabe tanto la tradición de las “Sátiras Menipeas”, como la de los “Cuentos milesios” (eróticos).

• La parodia es otra de las importantes características de esta rocambolesca novela.• La diversidad social de los personajes se manifiesta en la diversidad lingüística.• Tendencias al efectismo y al patetismo propios de la época y con atención muy

destacada a la descripción de escenarios y personajes de los bajos fondos de Roma.

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• «Tan difícil es que descuelle quien se nutre de sandeces semejantes como que huela a ámbar quien trajina en las cocinas. A los retóricos se debe la decadencia de la oratoria, pues reduciendo el discurso a armonía pueril, a trivial palabrería, la han convertido en un cuerpo inanimado. No se dedicaba la juventud a tales declamaciones cuando llevaron nuevo lenguaje al teatro Sófocles y Eurípides. Ningún pedante ahogaba los gérmenes del talento entre el polvo de las cátedras cuando Píndaro y sus nueve rivales entonaban cantos dignos de Homero. Y sin traer a colación a los poetas, no creo que Platón ni Demóstenes se dedicaran a ejercicios de este género. La verdadera elocuencia, semejante a una doncella pudorosa, aborrece los afeites y se contenta, tan modesta como sencilla, con su propia y natural belleza. Moderno es el desbordamiento de hinchada expresión que pasó de Asia a Atenas.» (Satiricón, II)

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—¿Sabéis, buena mujer, las señas de mi posada?

Mi candidez la hizo sonreír, y me contestó afablemente:

—Puede que sí.

Levantóse y echó a andar delante de mí, que la seguía, tomándola por adivina. Llegamos juntos a una calleja oscura, levantó la cortina de una puerta y me dijo:

—Ésta debe ser tu casa.

Aseguraba yo lo contrario, y durante la discusión vi entre dos hileras de rótulos a varias mujeres desnudas y a misteriosos paseantes. Conocí harto tarde que había caído en un lazo y que me encontraba en una casa de lenocinio. Enfurecido contra la maldita vieja, me tapé la cabeza y me puse a correr por aquella morada infame buscando la otra salida. Llegaba ya al umbral cuando tropecé con Ascilto, tan exhausto y aburrido como yo. Parecía como si aquella bruja se hubiese propuesto meternos allí a los dos. Acerquéme a él y le dije, riéndome:

—Buenos días, hombre. ¿Qué es lo que estás haciendo en lugar tan decente?

(Satiricón, VII)

Fresco pompeyano.

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b. PROSA DE ÉPOCA FLAVIA

-Plinio el Viejo-Quintiliano

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• Gayo Plinio Secundo hombre polifacético: científico, naturalista y militar romano.• La carta VI de su sobrino, Plinio el Joven, lo retrata como un hombre singular.• Su Naturalis Historia, en 37 libros, se abre con una dedicatoria a Tito escrita en el año

77. Su sobrino añadió un primer libro (I) en el que recopilaba las referencias a los libros utilizados como fuente. Trata de

– cosmología (II), – geografía y etnografía (III-VI), – antropología (VII), – zoología (VIII-XI), – botánica (XII-XIX), botánica y zoología medicinales (XX-XXXII), – mineralogía y arte (XXXIII-XXXVII).

PLINIO EL VIEJO (Como, 23 d.C.-Estabia, 79 d.C..)

• Falta sistematización y una mayor elaboración quizá debido a la magnitud de la obra.

• Plinio pretende hacer una obra de consulta, casi de carácter enciclopédico, por lo que tiene gran importancia documental.

• Literariamente, no carece del todo de valor, y a veces denota cierta preocupación estilística.

• Mezcla un número enorme de relatos y hechos útiles con conceptos fantásticos y cuentos de viajeros.

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Sin duda, al crecer mi trabajo, aumenta mi admiración por la antigüedad. A cuantas más copias de plantas me quedan de hablar, más me siento inclinado a practicar el culto en los antiguo en buscarlas y el afán de hacernos descubrimientos, tan onerosos. Su generosidad en este sentido parece haber superado la magnificencia de la misma naturaleza en sí misma, siendo el conocimiento de las plantas una actividad humana, pero ahora está claro que es el trabajo de los dioses o, al menos, divinamente inspirado, aun cuando el hombre se la haya encontrado, es la madre común de todas las cosas quien las ha enseñado y engendró.

Si queremos llegar a un acuerdo sobre la verdad, ¿no es en la civilización algo más maravilloso de ver, la hierba escita que viene de las lagunas Meotidas Paludíferas, y euforbia del Monte Atlas más allá de las Columnas de Hércules? Pero mirando en otra dirección, donde la naturaleza parece que respira, está la hierba británica Rumex aquaticus, en las islas de los océanos más allá de los límites de la tierra

¿Y la hierba Etiópide , de las tierras quemadas por las estrellas? para finalmente ver este perpetuo intercambio entre las diferentes partes del mundo, de las plantas útiles para la salud humana. Se lo debemos a la majestuosa inmensidad de la paz romana, la paz que es conocida por las playas y de las naciones más distantes unos de otros, no sólo hombres sino también las montañas y sus picos arrogantes perdidos en las nubes, producen sus plantas. De este don pido la eterna bendición de los dioses, que así parece haber dado los romanos al mundo como una segunda luz para brillar en las cosas humanas.

(LIBRO XXVII, I, 1-3, Tratado de los remedios de otras especies de hierbas).

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• Su tratado de retórica Institutio oratoria en diez libros vuelve al modelo clásico ciceroniano (se enfrenta a Séneca) y se preocupa de la formación del orador.

• De causis corruptae eloquentiae (Sobre las causas de la corrupción de la oratoria)explica que la decadencia de la oratoria es una simple consecuencia de la corrupción de costumbres: su entusiasmo de profesor de retórica le impidió ver que la decadencia de la oratoria obedecía a causas sociales y políticas, contra las que era inútil luchar.

• Como Cicerón, exige al orador una vasta cultura.• Quintiliano aconseja a los preceptores una atención delicada en el estudio de la

psicología del niño y el más exquisito tacto en la dirección de su inteligencia. Es partidario del esfuerzo continuado, regular y progresivo, sin altibajos, acomodado a la capacidad y al temperamento de cada discípulo. Y, ante todo, muestra su preocupación constante por la salud moral.

• A pesar de su admiración por Cicerón, no copia servilmente su estilo, sino que escribe en la lengua complicada de su época, llena de metáforas, de rasgos ingeniosos y de imágenes brillantes, en un intento de hacer más expresivo su pensamiento.

• Quintiliano ha influido en la Retórica posterior hasta nuestros días y ha pasado a la Historia de la Literatura como un crítico literario, pues juzga la literatura romana como parte de la educación del futuro orador.

MARCO FABIO QUINTILIANO(Calahorra c. 35 d.C- Roma 96 d.C)

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• Establece, siguiendo a Cicerón, cinco partes de la oratoria: – la búsqueda de argumentos (inuentio), – la organización (dispositio), – el estilo (elocutio), – la memoria (memoria) y – la representación (pronuntiatio) o puesta en

escena (actio)

Escribió también una colección de discursos que no nos han llegado y un libro sobre la decadencia de la oratoria.

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El primer lugar, en la preparación del niño que ha alcanzado la capacidad de escribir y leer, le corresponde a los gramáti-cos. Me refiero indistintamente al griego o al latino, aunque es preferible que el griego sea el primero: el camino es el mis-mo en ambos casos. Esta enseñanza, en efecto, a pesar de que se divide, en suma, en dos partes -el arte de hablar correcta-mente y el comentario de los poetas-, comprende en el fon-do más que lo que se revela en apariencia. En efecto, la habili-dad de escribir va aparejada a la de hablar, la lectura correcta antecede al comentario, y en todas estas actividades se en-cuentra presente el juicio crítico, […] Pero no es suficiente con haber leído a los poetas: hay que explorar toda clase de escritores, no sólo por el contenido, sino por las palabras que a menudo cobran autoridad gra-cias a los autores. Tampoco puede ser perfecta la enseñanza de la gramática sin la música, puesto que debe tratar de los metros y los pies; y si no entendiera la ordenación de las es-trellas, no podría comprender a los poetas, los cuales, por no hablar de otros ejemplos, recurren constantemente a la apa-rición y al ocaso de las constelaciones para poner de mani-fiesto las estaciones y no debe ignorar la filosofía, […] Se requiere, además, de una elocuencia no pequeña con vistas a hablar con propiedad y fluidez sobre cualquiera de los temas que hemos expuesto. Por ello no se puede admitir a los que se tornan esta disciplina como algo ligero y pobre. Si ésta no sirve para asentar firmemente los fundamentos del futuro orador, todo lo que se edifique encima se derrum-bará: necesaria para los niños, agradable para los mayores, dulce compañera de los momentos íntimos, ésta es la única que en toda clase de estudios tiene más de esfuerzo que de ostentación.

QUINT. La Instrucción del Orador, 1, 4, 1-5. [Traducción de Antonio Moreno Hernández]

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c. PROSA DE LA ÉPOCA DE LOS PRIMEROS ANTONINOS

-Tácito-Plinio el Joven

-Suetonio

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• Conocemos pocos datos de su vida.• Fue un excelente orador, hábil abogado y desempeñó importantes cargos

públicos, incluso el consulado.• Su producción histórica consiste en dos obras mayores, que nos han llegado

incompletas, y dos menores:

P. CORNELIO TÁCITO (c.56 – c.120 d. C.)

• Agrícola: biografía apologética de su suegro, ilustre general, gobernador de Britania-reflexiones filosóficas e históricas-ataque contra la tiranía de Domiciano y un elogio de la libertad recuperada con Nerva y Trajano.

2. Germania o De origine et situ Germanorum, monografía etnográfica en la que se describen la geografía, vida y costumbres de los pueblos germanos.

• Historiae, en 14 libros, entre la muerte de Nerón (69 d.C.) y la de Domiciano (96 d.C.) Sólo se conservan los cuatro primeros libros y el principio del quinto.

• Annales, o Annales ab excessu divi Augusti; escrita después que las Historias, abarcaba el período comprendido entre la muerte de Augusto (14 d.C.) y la de Nerón.

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• En su interpretación de los hechos revela un afán de sinceridad y objetividad, pero hay factores que entorpecen esa objetividad y le llevan a falsear los hechos: su visión de la historia es muy pesimista: se inclina siempre por admitir los cálculos y motivos más mezquinos;

• Concepción moralista de la historia• Retoricismo• Lengua y estilo que puede calificarse de

conceptista pero al mismo tiempo conciso (brevitas)

• Su prosa tiene un tono trágico: a la vez que sobria y austera está llena de pasión y resulta vivaz, nerviosa y colorista, aunque generalmente con tintes sombríos.

• Pesimismo y visión crítica sobre la cultura y la política de su tiempo

• Estilo penetrante, dinámico y de gran densidad narrativa.

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• Dominio del estilo y del análisis de personajes, de su complejidad psicológica y de las sutiles implicaciones del poder que constituyen otro culmen de la prosa clásica.

• En el Diálogo sobre los oradores (fechado hacia el año 100) reflexión sobre la oratoria y defensa del estilo ‘moderno’, de su época, caracterizado por brevedad y brillantez, frente al clásico.

• Retratos psicológicos cuidados.• En su Dialogus de oratoribus (se acepta generalmente como obra de Tácito) se

plantea las causas de la decadencia de la oratoria y concluye que la principal es la falta de libertad pues sin ésta el arte de la elocuencia no puede sobrevivir.

• A pesar del pronunciamiento en contra de algunos estudiosos, se acepta que es ciceroniano en su concepción y estilo, que se adapta aquí al género y es muy diferente del que el autor emplea en las obras históricas.

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Britania, la mayor de las islas conocidas por los romanos, por lo que atañe a su extensión y posición está orientada a Germania por el este y a Hispania por el oeste, su parte sur es hasta visible desde la Galia. Su parte norte, sin ninguna tierra enfrente, se halla batida por un mar enorme y abierto. Los escritores más expresivos, Livio entre los antiguos, Fabio Rústico entre los modernos, atribuyeron al conjunto de Britania la forma de una escudilla oblonga o de un hacha de dos filos. Tal es su aspecto más acá de Caledonia , por lo que se cree que el resto es igual. Pero si traspasamos aquella zona puede apreciarse un inmenso espacio de tierra que, al llegar al punto más saliente de la costa, va disminuyendo en forma de cuña.

Rodeado por primera vez entonces por una flota romana la orilla de este mar remoto, pudo demostrar que Britania era una isla y, de paso, descubrió y conquistó unas islas desconocidas en aquel tiempo, a las que llaman Órcadas. Incluso Tule fue avistada, a lo lejos, pues las órdenes no permitían pasar de allí y el invierno apremiaba.(TÁCITO. Vida de Agrícola, 10, 4, 7 [José María Requejo])

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RELATO DEL INCENDIO DE ROMA

El incendio, que primero se exten-dió violentamente por los lugares llanos y luego subió a los altos para de nuevo devastar los más bajos, se anticipaba a todos los remedios por la velocidad con que avanzaba y por hallarse tan expuesta la ciudad por culpa de la estrechez de sus calles, que doblaban de acá para allá, y por la irregulari-dad de sus manzanas, tal como correspondía a la Roma antigua. A ello se añadían los lamentos de las mujeres despa-voridas, la impotencia de los ancianos y la inexperiencia de los niños; tanto los que miraban por sí mismos como los que lo hacían por los demás, como unos transportaban a los inválidos y otros se quedaban a esperarlos, los unos con su lentitud y los otros con su precipitación lo estorbaban todo. Y muchas veces, mientras miraban a sus espaldas, queda-ban cercados por los lados y por el frente; incluso, si conse-guían escapar a los barrios más próximos, como también éstos estaban ya dominados por el fuego, encontraban en la misma situación unos lugares que habían creído alejados del peligro. Por último, sin saber de dónde huir ni adónde dirigirse, fueron llenando las calles y esparciéndose por los descampados. Algunos perecieron, a pesar de tener ocasión de escapar, por haber perdido todos sus bienes y hasta lo necesario para comer un día, otros por amor a los suyos y por no haberles podido rescatar. Nadie se atrevía a comba-tir el fuego porque muchos les impedían apagarlo con fre-cuentes amenazas, y también porque había otros que iban lanzando teas abiertamente y gritando que tenía un instiga-dor, ya para dedicarse a los robos con mayor libertad, ya porque tuvieran esa orden. (Tác. Anales, 15-38)

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Paso a explicar el gusto que trae consigo la elocuente oratoria, cuyo deleite no se goza por un solo instante, sino casi todos los días y casi a cada hora. ¿Qué cosa más dulce para un ánimo noble y bien educado, criado, digámoslo así, para los más puros deleites, que ver llena y concurrida siempre su casa de los hombres más distinguidos, y saber que esto le viene, no por causa de riqueza u orfandad, ni por la administración civil de algún empleo, sino por sí mismo? Antes bien, concurren los hijos huérfanos y poderosos a ver a un joven y pobre para que tome a su cargo los riesgos de sus amigos o los suyos. ¿Hay, acaso, algún deleite tan grande de las más copiosas riquezas y el más encumbrado poder que mirar a todos, ya ancianos y de mayor edad, ya confiados en la gracia de toda la ciudad, confesando que, en medio de la abundancia de todas las cosas, no tienen en sí un bien, que es el mejor y más principal? Además, ¡qué acompañamientos y despedidas de togados! ¡Qué aspecto en público! ¡Qué acatamiento en los Tribunales! ¡Qué gusto al levantarse a orar, y estar en pie, viéndose rodeado de silencio, y que en él solo fijan todos su vista; apiñarse el pueblo, rodear el circo, y mover al oyente a cualquier afecto de que el orador se revistiere! Mas lo que hasta aquí refiero son los placeres más conocidos y que están a la vista aun de los de pocos alcances; mayores son otros más ocultos y que solamente los conocen los mismos oradores; porque, ora traiga una oración bien limada y pensada, siempre recibe un como contrapeso y balanza constante, así del deleite como del mismo decir; ora traiga nuevo y reciente trabajo, no sin algún sobresalto del ánimo, este mismo afán recomienda el suceso y lisonjea el gusto. Pero cuando se arresta a hablar de repente, esta misma temeridad produce mayor placer; porque sucede en las obras de ingenio lo mismo que en el campo, y es que, aunque se siembren otras muchas veces, y se cultiven por mucho tiempo, son más gratas las que da de sí el suelo.(Tác. Dial.Orat. VI)

Page 27: La prosa latina postclasica

• Recibió su nombre al ser adoptado por su tío, Plinio el Viejo.• Discípulo de un profesor de retórica como Quintiliano y de un filósofo estoico• Fue, además de abogado, un intelectual rico, con carrera política destacada. • De su obra destaca la colección de diez libros de cartas, así como su panegírico a

Trajano.• Las cartas muestran las preocupaciones de un hombre acomodado en la época del

Imperio.– Los nueve primeros libros distintos destinatarios, entre el 97 y el 110 d.C.– El décimo: correspondencia oficial de su época como gobernador de Bitinia

aporta muchísimos datos sobre el funcionamiento de las provincias.

PLINIO EL JOVEN (c.61- c.113 d.C.)

Page 28: La prosa latina postclasica

• Gayo Suetonio Tranquilo fue coetáneo de Plinio el Joven.• Cultivó el género de las biografía de grandes hombres, convirtiéndose, junto a

Plutarco, en el biógrafo más relevante de este período, muy próximo a Trajano. • Su obra Vida de los doce Césares, recoge doce biografías desde Julio César a

Domiciano.• Ofrece una técnica de elaboración de las biografías sobre una misma estructura

que ha tenido gran influencia posterior: desde la familia y el nacimiento hasta la muerte y el testamento.

• Estilo claro y sencillo, con acumulación de datos.• De otra obra, Sobre los hombres famosos, se conservan las vidas de los gramáticos

y retores.

SUETONIO ( c.70 – c.150 d. C.)

Page 29: La prosa latina postclasica

IX. El sobrenombre de Calígula era mote militar y le fue aplicado a causa de un calzado de soldado que había usado en su infancia en los campamentos (84). Los soldados, que le habían visto crecer y educarse entre ellos, le profesaban increíble cariño, y fue prueba elocuente de él, el que, a la muerte de Augusto, bastó su presencia para calmar el furor de las tropas sublevadas. Y en efecto, no se apaciguaron hasta que se convencieron de que querían alejarle del peligroso teatro de la sedición y llevarle al territorio de otro pueblo. Arrepentidos de su intento, se precipitaron delante de su carruaje, lo detuvieron, y suplicaron entonces encarecidamente que no les impusiese aquella afrenta.

X. Acompañó a su padre en la expedición de Siria. A su vuelta, permaneció primeramente en la casa de su madre, y cuando desterraron a ésta, en la de su bisabuela Livia Augusta, cuyo elogio fúnebre fue pronunciado por él en la tribuna de las arengas, llevando todavía la toga pretexta; pasó luego a vivir con su abuela Antonia. A los veintiún años lo llamó Tiberio a Capri y en un solo día le hizo vestir la toga y cortar la barba, sin otorgarle, sin embargo, ninguna de las distinciones con que señaló la entrada de sus hermanos en la vida pública. Objeto de mil asechanzas y de pérfidas instigaciones por parte de aquellos que querían arrancarle quejas, no dio pretexto alguno a la malignidad, pareciendo como si ignorase la desgraciada suerte de todos los suyos. Con increíble disimulo devoraba sus propias afrentas y mostraba a Tiberio y a cuantos le rodeaban tanta cortesía, que con razón pudo decirse de él que nunca existió mejor esclavo ni peor amo. […]

XXII. Hasta aquí he hablado de un príncipe; ahora hablaré de un monstruo.

(Suet. Vida de Calígula)

Page 30: La prosa latina postclasica

d. PROSA DE LA ÉPOCA DE LOS ANTONINOS

-Aulo Gelio-Apuleyo

Page 31: La prosa latina postclasica

• Se formó en Roma y en Atenas.• Autor de una compilación de piezas breves conocida como Noches áticas, en

veinte libros, casi todos conservados.• Constituyen una miscelánea de temas y reflexiones muy variados a modo de

pequeños ensayos, con una gran erudición y gran aparato de citas, sobre todos los campos del saber.

• Estilo arcaísta y gran diversidad formal.

AULO GELIO ( c.130 – c.180 d. C.)

Page 32: La prosa latina postclasica

Lo que los geómetras llaman plano, lo que llaman volumen, cubo, línea, y con qué vocablos latinos se denominan.

Hay dos clases de figuras que los geómetras llaman esquemas, planas y sólidas. Ellos mismos las llaman estoepípedo y estéreo. Las planas son las que sólo tienen líneas en dos dimensiones, el ancho y el largo. Son tales el triángulo y el cuadrado que se forman en un área sin altura. Son sólidas en el caso de que formen no sólo no sólo longitudes y anchuras planas, sino que también logran alturas, son así las pirámides, que así las llaman los griegos o cual son los cuadrados por ambos lados que llaman kybos aquellos y nosotros los decimos cubos. El cubo es en efecto la figura que es un cuadrado por todos los ládos. Dijo Varrón "son como los dados con los que se juega en una mesa". En los números también se llaman cubos (cúbicos) cuando se forman todos los lados de un mismo número por igual y el propio número se multiplica tres veces, como sucede cuando se multiplica tres veces tres.

Pitágoras dijo que el cubo de este número (sc. del 3) contiene la fuerza del círculo lunar, puesto que la luna recorre su órbita en veintisiete días y también ese número con el tres, que se llama en griego tríada, se logra solamente elevándolo al cubo.Nosotros llamamos línea, a lo que los griegos gramé. Así la define Varrón: "la línea es" dice "una cierta longitud sin anchura ni altura". Euclides en cambio con menos palabras omitendo "ni altura": "La línea es" dice "longitud sin anchura" cosa que no se puede expresar en latín con una sola palabra, a no ser que digas inlatabile.

(AULO GELIO. Las Noches Áticas, 1, 20. Fundamentos de geometría-)

Page 33: La prosa latina postclasica

• Lucio Apuleyo (Lucius Apuleius), c.124 – c.180, procedía de Madaura, en África.• Fue abogado y conferenciante, viajando mucho y ganándose la vida tan

oportunísticamente como pudo.• Apuleyo superó los límites de la segunda sofística, merced a un sano escepticismo

que le permitió hacer virtud de sus defectos• la Florida es una colección de eruditas y vistosas charlas y conferencias • Apuleyo fue un charlatán, un vendedor de elixires imaginarios, pero siempre tan

consciente de ello cuanto de la versatilidad de su talento literario. • Sus aventuras le llevaron a casarse hacia el año 157 con una riquísima viuda,

también africana, llamada Pudentila. Los allegados de ésta acusaron a Apuleyo de sólo buscar la fortuna de la mujer (contingencia bastante probable) y de haberla engatusado con filtros amorosos y pociones

• Apuleyo hizo un soberbio alegato en su Defensa (Apologia o De magia), incrustándonos allí muchos detalles de su vida y su pensamiento.

• Fue declarado inocente por el tribunal, pese a quedar claro su carácter dilapidador y pese a que, para demostrar que no había practicado la magia, tuvo que hacer una sospechosa exhibición de conocimientos sobre la materia, circunstancia que le procuraría fama de hechicero y taumaturgo en épocas sucesivas.

APULEYO ( s.II d. C.)

Page 34: La prosa latina postclasica

• En los libros XI de las Metamorphosis o “El asno de oro” (Asinus aureus) libertad temática.

• única novela romano conservada completa: el argumento estaba tomado de la perdida obra de Lucio de Patrás, de la que se conserva una resumida derivación helénica El Lucio o El Asno, atribuida por algunos a Luciano y que desarrolla la misma trama argumental que la obra de Apuleyo.

• ARGUMENTO: el joven griego Lucio, curioso y siempre insaciable de nuevas experiencias, es transformado en un asno para protagonizar bizarras y a veces sólo oníricas aventuras. Todo ello como, al parecer, era normal en las novelas, en persona primera.

• Aportación de Apuleyo el aparato mistérico-simbólico con el que se arropa toda la historia, sobre todo el último libro, ya que sólo la divina intervención de la oriental diosa Isis logra que Lucio recupere su antigua figura humana, signo de los nuevos tiempos: lo mítico es substituido por lo místico.

• Como era habitual, la historia contiene otras muchas historietas; es de destacar el romance mitológico de Amor o Eros y Alma o Psique y que alcanza nada menos que tres libros.

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Capítulo V . En el cual la vieja madre de los ladrones, conmovida de piedad de las lágrimas de la doncella que estaba en la cueva presa, le contó una fábula por ocuparla que no llorase.

-Érase en una ciudad un rey y una reina, y tenían tres hijas muy hermosas: de las cuales, dos de las mayores, como quiera que eran hermosas y bien dispuestas, podían ser alabadas por loores de hombres; pero la más pequeña, era tanta su hermosura, que no bastan palabras humanas para poder exprimir ni suficientemente alabar su belleza. Muchos de otros reinos y ciudades, a los cuales la fama de su hermosura ayuntaba, espantados con admiración de su tan grande hermosura, donde otra doncella no podía llegar, poniendo sus manos a la boca y los dedos extendidos, así como a la diosa Venus, con sus religiosas adoraciones la honraban y adoraban. Y ya la fama corría por todas las ciudades y regiones cercanas, que ésta era la diosa Venus, la cual nació en el profundo piélago de la mar y el rocío de sus ondas la crió. Y decían asimismo que otra diosa Venus, por influición de las estrellas del cielo, había nacido otra vez, no en la mar, pero en la tierra, conversando con todas las gentes, adornada de flor de virginidad. De esta manera su opinión procedía de cada día, que ya la fama de ésta era derramada por todas las islas de alrededor en muchas provincias de la tierra: muchos de los mortales venían de luengos caminos, así por la mar como por tierra, a ver este glorioso espectáculo que había nacido en el mundo; ya nadie quería navegar a ver la diosa Venus, que estaba en la ciudad de Paphos, ni tampoco a la isla de Gnido, ni al monte Citerón, donde le solían sacrificar; sus templos eran ya destruidos, sus sacrificios olvidados, sus ceremonias menospreciadas, sus estatuas estaban sin honra ninguna, sus aras y sus altares sucios y cubiertos de ceniza fría.

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• Apuleyo es también el autor de varios tratadillos: “Sobre el dios de Sócrates” (Dedeo Socratis), “Sobre Platón y sus teorías” (De Platone et eius dogmate) y el genérico “Sobre el mundo” (De mundo) ya se hace presente lo que va a ser la hegemónica atmósfera filosófica de la nueva era: el neoplatonismo, una suerte de lectura ético-mística de Platón, una espiritualización de las doctrinas del socrático ateniense.

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Elena Gallardo PaúlsValencia, 2012.