la leyenda del mono pepa

33
Eder Noriega

Upload: noriega

Post on 22-Jul-2016

275 views

Category:

Documents


7 download

DESCRIPTION

La razón fundamental por la que escribí este legado histórico de mi tío Mono Pepa, fue porque entendí en él, que la musa inspiradora tiene unos límites y un universo jamás explorado por hombre alguno, y me siento con el derecho a contarlo porque lo sentí en el sólido mundo de mis dedos imaginarios y quiero que todo el mundo, aún los científicos del cerebro, lo sepan y descubran la tecla armónica que mueve los sueños, metas e ideales que impulsa las emociones y sentimientos de todo ser humano desde la óptica de la locura inteligente, precisamente de aquel que caminó las calles de La Paz con mucha pepa. Estoy completamente seguro que si lo descubres y lo aplicas en tu propia vida, no solo tendrás la mejor herramienta para inspirarte como poeta, compositor, escritor, cantante, escultor o cualquiera sea tu oficio, también entenderás que hay que ser loco con juicio en esta tierra para sobrevivir.

TRANSCRIPT

Page 1: La leyenda del mono pepa

Eder Noriega

Page 2: La leyenda del mono pepa
Page 3: La leyenda del mono pepa
Page 4: La leyenda del mono pepa
Page 5: La leyenda del mono pepa

La razón fundamental por la que escribí

este legado histórico de mi t ío Mono Pepa,

fue porque entendí en él, que la musa

inspiradora t iene unos límites y un universo

jamás explorado por hombre alguno, y me

siento con el derecho a contarlo porque lo

sentí en el sólido mundo de mis dedos

imaginarios y quiero que todo el mundo, aún

los científ icos del cerebro, lo sepan y

descubran la tecla armónica que mueve los

sueños, metas e ideales que impulsa las

emociones y sentimientos de todo ser

humano desde la óptica de la locura

inteligente, precisamente de aquel que

caminó las calles de La Paz con mucha pepa .

Estoy completamente seguro que si lo

descubres y lo aplicas en tu propia vida, no

solo tendrás la mejor herramienta para

inspirarte como poeta, compositor, escritor,

cantante, escultor o cualquiera sea tu oficio,

también entenderás que hay que ser loco con

juicio en esta tierra para sobrevivir .

Page 6: La leyenda del mono pepa
Page 7: La leyenda del mono pepa

i

Page 8: La leyenda del mono pepa
Page 9: La leyenda del mono pepa

1

CAPÍTULO 1

El nacimiento

Los mismos dioses de aquellas tierras

que cobraron vida en su mente y que

inspiraron el folclor imaginario desde la

cumbre costera más alta del mundo,

quedaron tan impresionados por su toque

musical que lo premiaron como el único

rey de la «Dinastía de los Olivas». Así se

cumplió el destino predicho siglos atrás

declarado por un grupo de indígenas y

campesinos que habitaron la Serranía del

Perijá. La profecía declaraba: «Un rey

pobre ayudó a la mujer y la mujer dio a

luz al rey de los Olivas».

¿Qué fue lo que tocó para merecer tan

loable galardón? Un extraordinario

acordeón «Veinte Letras» sin lengüetas

Page 10: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

2

metálicas, sin correas y con un botón

automático de aire que se hunde

exclusivamente para silenciar la cordura

egoísta que fermenta los buenos ideales y

a la vez, expandir el sueño de un mundo

tan real y fantástico que hace la vida más

agradable y l levadera. Un acordeón que se

transforma en algo más simple que una

roca cuando sus pitos se desafinan o

sobresale al rojo vivo como la cresta de un

gallo cuando traspasa las fronteras

insospechadas de lo que comúnmente

conocemos como música vallenata.

Algunos prefieren acordeones ADG, a

otros les gusta el FBE y cambian el ADG

por un EAD; cada quien elige los registros

que más le convengan, pero el que le tocó

al rey de la Dinastía de los Olivas supera

en gran manera a todos estos y a todas las

marcas creadas sobre la faz de la tierra. Lo

increíble del caso es que nadie lo vio,

nadie supo su color ni su textura, ni la

forma de su fuelle. Por lo tanto, si les

dijera que él colgó ese ingenioso aparato

Page 11: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

3

del suelo y que siempre lo escuché con

mis propios oídos pero nunca lo vi, no

estaría mintiendo. De lo que sí estoy

seguro es que sus teclas fueron redondas

porque él un día me lo contó; además tuve

la fortuna de ver cómo Carlos Noriega,

hermano de mi padre, le arregló en varias

ocasiones los pitos desafinados; incluso,

aún llevo como constancia una pequeña

cicatriz en mi cabeza que no es muy

grande pero siempre se nota cuando me

cortan el cabello. La historia de una marca

como esta no la tiene cualquier persona

pero tampoco se debe subestimar la forma

de obtenerla. En mi caso fue por simple

atrevimiento, así de sencillo. Un día

cometí la estupidez de meterme en su

casa infectada, hedionda a ratón y

cucaracha; quería averiguar qué era lo que

escondía con tanto recelo en un rincón y

me sorprendió con un garrotazo en la

cabeza que por poco me quita la locura de

mi juicio.

En resumen, ese instrumento musical

Page 12: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

4

fue enemigo con lo común, primero

porque cada botón en sí mismo

conformaba un acorde completo de tres

notas diferentes y segundo porque no era

de cuatro o cinco letras como los que se

venden comercialmente sino de veinte. El

solo hecho de que cada botón

constituyera una trinidad armónica

perfecta, quizá por eso mi tío lo llamó

Veinte Letras. Nos reímos y burlamos por

la forma como lo ejecutó en las calles de

mi pueblo, sobre todo por su porte

principesco de pecho de gallo con

estómago de mico, sumado a su

pintoresca indumentaria y su estrafalaria

herradura de caballo. Nos admiramos por

su talento, su juicio, su pistola Miti Hueso,

su flecha de rombo dentado, pero mucho

más con sus conversaciones

trascendentales, en especial cuando se

colocaba el dedo índice en su frente y lo

repetía vez tras vez:

«Pa´se loco hay que tené mucho juicio» .

Page 13: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

5

Era la cálida llanura de dos reyes: Juan

Maya y Manuel María Araujo Oñate.

Gracias a la Bula Papal que confería

privilegios a la Corona española para

repartir t ierras, estas dos personas se

convirtieron en grandes terratenientes,

amos y únicos dueños de los títulos reales

de largas y anchas extensiones de tierra

que ha recibido tres nombres: «Espíritu

Santo, Robles y La Paz». El gobernador del

Espíritu Santo o más bien el Pacificador de

Chimilas y Tupes fue Salvador Félix Arias

Pereira, Capitán de Milicias Disciplinadas

del Valle de Upar. El origen del nombre

«Robles» fue en honor al paladín de la

democracia Luis Antonio Robles Suárez,

conocido como el «Negro Robles» y La Paz

es el legendario nombre que surgió de un

acuerdo de paz entre indígenas orejones

«Tupes» y colonos españoles.

El trono principal de estos reyes no era

un espléndido palacio con pisos

relucientes de mármol estatutario y de

Page 14: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

6

hermosas doncellas, corceles de paso fino

y largas mesas colmadas con manteles de

seda, copas de oro y manjares exquisitos;

era una pequeña montaña que en algunas

épocas del año florecía de amaril lo por sus

árboles de cañaguate y puy; situado frente

a la Serranía del Perijá y su nombre «El

Cerrito». Por su lado pasa el misterioso río

de los mil pozos, «el Mocho» de donde

surgía una serpiente extraña con cresta de

gallo que cantaba como los gallos y le

decían «La Doroy».

El suelo era fértil en gran manera, la

vegetación espesa, f luía la leche como el

agua y la base principal de la economía

fue la ganadería, la pesca, la cría de aves

de corral y la explotación artesanal de

piedras calizas. Un día, los dos reyes

llamaron con voz fuerte a los habitantes

que existían en aquel tiempo y negociaron

con ellos sus terrenos; a muchos les

vendieron, a otros les donaron y a sus

familiares se las escrituraron para que lo

poblaran de generación en generación. El

Page 15: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

7

prehistórico y cavernoso valle se convirtió

en un fragante aroma de pan que brotó

desde sus mismas entrañas. Pequeños

volcanes expulsaron barro mojado y el

barro se transformó en cúpulas que

echaban candela por la boca. Cuando la

materia orgánica se enfrió, los habitantes

se acercaron con curiosidad a fin de

amistarse con esos supuestos monstruos y

los usaron para fabricar almojábanas en

forma circular .

La noche en que hicieron este tipo de

pan, tembló la tierra. Los hornos se

rajaron pero se llenaron de esperanza

porque los cubrió la luz de una luna

radiante que inspiraba el fascinante vuelo

de insectos luminosos; en aquel instante

nació un bebé pelando las nalgas. Gitana,

la partera que atendió el caso no salía de

su asombro y pensó que era un fenómeno

de dos cabezas. Se veía vigoroso, blanco,

con cabellos rubios que parecían hilos de

oro. Sin embargo hubo algo que cautivó

poderosamente la atención de Gitana y de

Page 16: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

8

sus padres; el bebé comenzó a agitar

fuertemente sus brazos de un lado para

otro, luego emergió de las profundidades

del río Mocho la serpiente Doroy

emitiendo un extraño sonido que resonó

por los confines de la provincia. Dionisio

siempre había escuchado estos rumores

pero esta vez lo tomó por sorpresa y le

preguntó a Juana. «¿Escuchaste ese

sonido? ¿Pero…un gallo cantando a esta

hora?». «No es un gallo», respondió ella.

«La Doroy…La Doroy ha cantado».

Gitana lo tomó en sus brazos, lo

levantó y predijo:

«Rey serás y tu corona vendrá desde la

copa de un árbol. El juicio de la locura

será tu collar. La luna bril lará en todo su

esplendor y al final tu nombre se

perpetuará de generación en generación».

—Gitana, ¿por qué dices todo esto? Estás

más loca que todo ese trapero que traes

encima. Y tus arrugas no creo que te lo

indiquen.

Page 17: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

9

—No Dionisio. Sólo míralo. Es hermoso.

—¿Con qué te pagaremos? No tengo como

recompensarte. No quiero imaginarme lo

que me hubiera pasado pariendo este hijo

sin tu ayuda.

—Yo lo sé Juana, pero no te preocupes.

¿Qué ves en mis canas? Ya estoy vieja,

creo en Dios y me gusta servirle a la

gente.

—Lo sé. Si fueras una bruja no te hubiera

llamado.

—Juana deja de expresarte así.

—Dionisio ella me conoce muy bien. Ella

sabe cómo soy yo.

—Si Dionisio. Ya me la conozco.

—Yo por ahí tengo unas tinajas nueva. Te

puedo pagar con una de ellas.

—Muchas gracias. Me sirve porque la

tengo se me partió y le puse más barro

pero nada. Se me filtra.

Page 18: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

10

—Dionisio, ¿cómo le vamos a llamar a

nuestro hijo?

—No se Juana. ¿Juanito?

—No te burles.

—En serio Juana. Podemos llamarlo

Juanito. ¿Tú qué crees?

—Pónganle Mono como su pelo.

—Ya se. Se llamará Joaquín.

—Excelente decisión Dionisio y tu Juana

no te debes oponer como siempre.

Joaquín significa edificación.

—Dejemos así. Dionisio, ven a mi lado.

Quiero el mismo beso que me diste la

primera vez que me conquistaste.

El comportamiento de Juana no es que

fuera tan amoroso. Qué lo demostraba en

su momento de parto o cuando necesitaba

satisfacerse sexualmente con Dionisio, eso

era diferente, porque del resto, era muy

prepotente con cierto nerviosismo que

Page 19: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

11

terminaba asfixiándolo, fumando tabaco

con la candela dentro de la boca. También

sobresalía en ella el optimismo pueblerino

y la inquietud por las novedades que cada

día llegaban al caserío. Su belleza

española de tez blanca desencantaba

cuando sonreía. El vicio a l tabaco le puso

la dentadura amaril la con siluetas pardas

que parecían mapas cartográficos. Ella

nunca hizo caso al consejo de su marido

de dejar ese estúpido hábito que con el

tiempo le ocasionó problemas

respiratorios que pusieron fin a su

existencia. Dionisio era más calmado y

adicto a su oficio de ladrillero en los

hornos artesanales de Pedro Modesto.

Vivía con la ropa sucia de barro y el pelo

mono por el polvo. En sus ratos libres o de

ausencia de las cantaletas de su mujer, se

desahogaba moldeando tinajas y figuras

artesanales de barro cocido. Con este

trabajo también obtenía algo de ganancia

que le servía para completar el sustento

diario que no alcanzaba a ganar en la

Page 20: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

12

fábrica de ladrillos.

Era el año 1928 cuando nació ese

increíble niño de linaje español, hermano

de Dionisio Enrique. A los tres años de

edad le sobrevino una meningitis por

muchos días dejando su vida afectada por

una demencia extraña e insólita. De ahí en

adelante el niño creció un poco celoso,

muy observador, con ideas raras sobre

personas blancas. A diferencia de su

hermano que a veces se le daba por atacar

a la gente a piedra, era malo y muy

hiperactivo, él prefería ayudar a su padre

Dionisio en la fábrica de ladril los . El

primer regalo que recibió fue algo muy

bonito y sencillo. Dionisio lloró en silencio

cuando lo fabricó porque él deseaba algo

mejor para su hijo, pero era muy pobre, no

tenía dinero suficiente para comprarle

algo lujoso como un carro de madera o un

palo con cabeza de caballo en cuero fino,

de esos que usaban los hijos de los pocos

ganaderos ricos que habían en esa época.

«Tal vez le guste» dijo Dionisio

Page 21: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

13

contemplando aquella flauta de barro con

figura de palomita. Era como especie de

una tortolita pintada en hermosos colores

pero lo que hacía especial ese instrumento

era el bello sonido que producía cuando

se soplaba con o sin agua. Esto despertó

la envidia de su hermano quien sin piedad

le dijo «¡La música no es para ti! ¡Estás

loco!, si vas a ser músico, vas a tener que

sacar la tórtola del río». Luego se la

estrelló contra una piedra, recogió los

escombros y los lanzó al r ío Mocho. Sin

embargo aquellos pequeños escombros

fulguraron como estrell itas de un cielo

azul enamorado y traspasaron el umbral

de sus raras fantasías, transportándolo a

una aventura congelada fuera de serie.

Entonces, aquellos años infantiles

fueron como una era de hielo que congeló

su inocente cordura y dio vida a una

locura, sueños e imaginaciones de

personas en forma de cristal

sobre una montaña blanca.

Page 22: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

14

Esto me lo contó mi abuela una vez y

jamás se me olvidó. Yo le pregunté qué

significaba eso y ella me respondió «¿Ves

lo que se ve de aquí? Es la Sierra Nevada.

A eso me refiero». «¿Qué hay allá?» le

pregunté. Ella me sentó en sus piernas y

respondió «hijo, allá en la nevada hay un

castil lo de cristal donde viven unos

músicos. Allá nace la música». «¿En serio

abuela?». «Si hijo, cuando seas grande lo

descubrirás». «¿Pero quién te dijo lo de

los músicos?» le pregunté mirándola a los

ojos. Ella exhibió una sonrisa y contestó:

«Él».

Lo que me inculcó mi abuela no sé si

era verdad o era puro cuento; de lo que sí

estoy seguro es que la rara fantasía de

esos músicos de la cumbre de la Sierra

Nevada de Santa Marta surgieron en la

mente de aquel niño que por cierto

también fue mi tío. Según él, eran cinco

dioses poseedores y guardianes de la voz,

la caja, la guacharaca, la guitarra y el

acordeón.

Page 23: La leyenda del mono pepa

15

CAPÍTULO 2

La serpiente Doroy

El mítico encanto de la serpiente que

cantaba como los gallos hacía su aparición

en un legendario pozo del río Mocho

llamado «El Laurel» ubicado en un área

geográfica muy oscura cuando caía la

noche. Durante esas horas , que por lo

regular cobraba vida la música de los

insectos con sus propias leyes armónicas,

la poca gente que existía solo podía

reconocerse con la voz, con señales

hechas por golpes de la mano o si tenían

encendido mechones con petróleo,

entonces se alumbraban las caras entre sí .

Esta área, donde las casas eran de barro

con techos de palma, fue llamada «La

Page 24: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

16

Humará» porque la gente cocinaba mucho

con leña y espantaban los zancudos con

boñiga de vaca y asno. Significa esto que

si Dionisio y Juana escucharon su canto es

porque no vivían tan lejos de la rivera de

aquel lugar.

La señora María Hipólita Castil la «La

Pola», vecina de ellos , también la escuchó,

momentos después en que comenzó a

criar a su nieto de siete meses José Elías

Márquez, conocido como «Chalía». Era casi

de noche cuando eso sucedió. Ella recién

llegó cansada del campo y cuando abrió el

portón de su casa, el misterioso canto le

llamó la atención y dejó caer el bulto de

leña que traía en la cabeza; el ruido

estrepitoso espantó a los pájaros que

anidaban en los árboles cercanos. De

inmediato se vio con Juana y se

sorprendió aún más cuando ella le explicó

que aquel sonido era de una serpiente

grande con cresta roja igual a la de los

gallos. «¿Cómo es que sabes eso y nunca

me habías dicho algo?» le preguntó. «Yo

Page 25: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

17

lo sé porque hace mucho tiempo atrás mis

padres me contaron que una mujer con

siete meses de embarazo la escuchó y el

niño le salió cantante». La Pola quedó

retraída por un momento y luego le

preguntó:

—¿Entonces será cierto lo que me dijiste

acerca de la partera?

—No lo sé, Pola. Ese asunto siempre me

ha mantenido confundida. Ella dijo que mi

hijo sería un rey y su corona vendría de la

copa de un árbol.

—¡Eso es! Tu hijo Joaquín será un cantante

famoso.

—Pola, no me hagas reír con tus

comentarios. Él no será más que un pobre

ladril lero como su padre. Y cantante de

dónde, si ni siquiera sabe chiflar .

En los siguientes días La Pola, Juana y

el resto de las mujeres al enterarse que la

serpiente había vuelto a cantar, se

armaron de valor y dijeron: «Ahora si

Page 26: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

18

vamos a saber en verdad cómo es que es

el cuento de la Doroy. La señora Pola ya

dijo que la escuchó cerca de su patio,

entonces debe estar escondida en la cueva

que se encuentra debajo de la ceiba».

—¿Quién quiere tener un hijo cantor? –

preguntó La Pola.

—¡Yooo! —respondieron todas levantando

sus manos.

La romería de la Doroy se convirtió

prácticamente en un precepto legítimo

entre las mujeres de La Humará, dándose

por hecho que la serpiente habitaba en las

profundidades de una cueva, contiguo al

patio de la casa de La Pola. De ahora en

adelante visitarían el sit io con mayor

frecuencia y aquella que escuchara el

canto debía declararlo de inmediato. Por

tanto, lo primero que hicieron fue coger

aquel lugar como un balneario público sin

caer en cuenta que los hombres

husmearían secretamente sus encantos,

hasta el día en que una de ellas escuchó

Page 27: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

19

un cuchicheo secreto entre unos

matorrales y dijo a las autoridades que los

hombres las veían cuando se bañaban. El

primer mandatario inmediatamente emitió

un decreto que fue anunciado con

redoblantes por un emisario en cada

esquina del pequeño caserío. La norma era

clara y de estricto cumplimiento. Afirmaba

que los hombres debían bañarse en horas

de la madrugada del Pozo de la Pola hacia

abajo y las mujeres del Pozo de la Pola

hacia arriba. Unos metros más al norte, las

mujeres lo convirtieron en un lavadero, lo

llenaron de tablas sobre las piedras y de

bateas alargadas donde restregaban la

ropa, la fregaban con tusa de mazorca y la

golpeaban con piedras, sin embargo, todo

fue inútil porque la Doroy nunca apareció.

*****

Page 28: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

20

La señora Pola aprendió a ganarse la

vida fabricando tinajas de barro y vasijas

para cocinar observando con mucho

esmero a Dionisio, pero sus mayores

fuentes de ingresos provenían de una

herramienta novedosa capaz de dejar la

ropa bien arreglada. Se trataba de una

plancha de hierro que se calentaba con

brasas bien ardientes y que de hecho le

sirvió a Juana en varias ocasiones hasta el

día en que Dionisio le compró una, pero

de nada la sirvió porque ese mismo día en

horas de la noche la plancha desapareció

del fogón del patio. De inmediato fue a

poner las quejas en casa del alcalde y le

dijo que alguien se había metido al patio a

robarle la plancha. El asunto le pareció tan

serio que durmió preocupado. Era la

primera vez que alguien denunciaba un

robo de tan gigantes proporciones y lo

primero que hizo en la nueva mañana fue

publicar otro decreto. Como de

costumbre, salió el emisario con su

redoblante anunciando la siguiente orden:

Page 29: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

21

Sin excepción, de ahora en adelante,

los dinteles de las puertas de cada casa

de La Humará debe iluminarse hasta media

noche con lámparas o mechones con

petróleo a fin de evitar robos

en horas nocturnas.

Dionisio y Juana cumplieron con el

decreto y esperaron en casa de La Pola

por varias horas escuchando sus aventuras

de leñadora por los lados de «El Chorro” ,

otro lugar al norte del río Mocho donde

cae una hermosa cascada de aguas

salutíferas ricas en sales minerales.

Cuando todo el mundo se acostó y la

última luz se apagó, tembló la tierra y un

rayo del cielo cayó en el río y del río se

elevó un torbellino enfurecido que se

transformó en un acordeón intermitente,

entre blanco y transparente y así como

apareció también se esfumó

desintegrándose en partículas de ladril lo

que se unían formando figuras de

instrumentos de tortura. De repente…de

Page 30: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

22

repente Juana se despertó de aquel sueño

golpeando el aire y muda, tomó una

manta gruesa española que conservaba de

su padrino Manuel María y salió al patio, a

pies descalzo en plena oscuridad , con el

convencimiento de que algo malo le iba a

suceder a su hijo Joaquín. Encendió el

fogón de tres piedras que se encontraba

en la cocina de barro y se puso a fumar

tabaco. Su cabeza parecía un reciente

cadáver envuelto en hojas de plátano,

preocupada por el peso de aquel sueño

que le hacía sacar una sonrisa amarga y

pobre de espíritu. Nadie creería que

detrás de aquel rostro de linaje español

estuviese escondida la que pariera a un

rey musical.

El desvelo fue largo y la noche lenta,

con el tiempo suficiente para reflexionar

del futuro que le deparaba a su nuevo

hijo. Juana se fue de ahí preocupada, con

una antorcha y una tinaja hacia el pozo de

Laurel a recoger agua. Era casi ya de

madrugada y las otras mujeres pronto

Page 31: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

23

llegarían a llenar sus vasijas y lavar la ropa

de sus familias, así que esta vez no quería

ser vista por nadie ni hablar el asunto del

sueño ni siquiera con Dionisio.

El paisaje era espeso en vegetación con

el suelo húmedo, tenía rastros de cal

porque del otro lado fabricaban enormes

ladril los y explotaban la piedra caliza de

forma artesanal. Cruzó una leve llovizna

con algo de viento frío que la obligó a

meterse debajo de un laurel. El

firmamento tronó dejando un sabor

amargo pero ese sabor se tornó en dulce

cuando unos rayos luminosos atravesaron

las nubes negras y aquel lugar quedó

entre claro y oscuro.

—Ki ki r i ki.

—¿Qué? No lo puedo creer. La serpiente

Doroy —dijo Juana con la respiración

entrecortada y se tiró al suelo detrás de

un matorral. Asomó la cabeza varias veces,

con ojos desorbitantes pero siempre con

la intención de mirarla. Esperó en silencio

Page 32: La leyenda del mono pepa

EDER NORIEGA

24

quince minutos con un tabaco en la boca ,

después la escuchó otra vez y la vio surgir

del fondo del río. Era ella, la tan famosa

serpiente con cresta de gallo que tenía

intrigada a la población. A los pocos

segundos la Doroy se hundió sin dejar el

menor rastro. En el transcurso de los

siguientes ocho años algunas mujeres

siguieron escuchando el canto de la Doroy

pero con menos frecuencia, sin embargo

seguían pariendo hijos con talentos

excepcionales, entre ellos acordeoneros,

guacharaqueros, cajeros, cantantes finos

como los canarios, elocuentes

compositores y poetas, todos ellos, unidos

con los grandes músicos de toda la

provincia de la costa norte de Colombia,

en conjunto, no lograron superar la

sublime imaginación de aquel que nació

pelando las nalgas.

En definitiva, aquellas tierras se

trasformaron en un fragante semil lero de

paz, creció y se modernizó con la venida

de ciertos aparatos ultra modernos que

Page 33: La leyenda del mono pepa

LA LEYENDA DEL MONO PEPA

25

acaparó la atención de todo el mundo.

Algunos murieron achicharrados por su

mal manejo. La actividad comercial

prosperó, se construyeron nuevas casas de

de concreto alrededor de un cementerio

que comenzó a mejorarse con el Teniente

Mindiola y varios años después con el

Maestro Gómez. La Humará cambió de

nombre y el caserío se convirtió en un

pequeño pueblo.

—Ya está hecho —dijo el rey Manuel

María.