la junta general
TRANSCRIPT
- 1 -
x
Facultad de Derecho
Memoria del Trabajo Fin de Grado
La Junta General
Félix Rodríguez Cumplido
Grado de Relaciones Laborales
Año académico 2018-19
DNI del alumno: 43229580-E
Trabajo tutelado por Rocío Garnacho GarnachoDepartamento de Derecho Mercantil.
Se autoriza a la Universidad a incluir este trabajo en el RepositorioInstitucional para su consulta en acceso abierto y su difusión en línea, confinalidades exclusivamente académicas y de investigación.
Autor Tutor
Sí No Sí No
x
- 2 -
ÍNDICE
1. RESUMEN - 3 -
2. INTRODUCCIÓN - 4 -
2.1. CONCEPTO Y SIGNIFICADO - 4 -2.2. COMPETENCIAS - 5 -
3. CONVOCATORIA Y TIPOLOGÍA - 8 -
3.1. CONVOCATORIA - 8 -3.2. CLASES - 16 -
4. ASISTENCIA Y VOTO - 19 -
4.1. DERECHO DE ASISTENCIA - 23 -4.2. LISTA DE ASISTENTES - 24 -4.3. QUÓRUM DE CONSTITUCIÓN EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA - 26 -4.4. VOTOS - 30 -
5. CONCLUSIÓN - 39 -
7. BIBLIOGRAFÍA - 40 -
- 3 -
1. Resumen
El objetivo de este estudio es profundizar y poner en consideración
la importancia del órgano social más importante para el correcto
funcionamiento, desarrollo y crecimiento de una Sociedad de
Capital, la Junta General, tanto en las sociedades de
responsabilidad limitada como en las sociedades anónimas. La
metodología que se va a llevar a cabo para la realización del trabajo
final de carrera consiste en la lectura de diferentes manuales que
versen sobre el tema de estudio, las diferentes legislaciones
actuales y anteriores que regulen el tema en cuestión, la búsqueda
de jurisprudencia y la consulta de artículos doctrinales. De otra
parte, aprovechando que poseo una cantidad de títulos desde el
año 2017 de la empresa cotizada en el Ibex 35, MELIA HOTELS
INTERNATIONAL S.A., títulos que me otorgan una serie de
derechos, derechos económicos y derechos políticos, entre ellos el
derecho a la asistencia de sus Juntas anuales y a voto de los
acuerdos sociales a tomar, se aportará información y documentos
ejemplificativos sobre mi experiencia en la asistencia cada año a
estas Juntas.
- 4 -
2. Introducción
2.1. Concepto y significado
Antes de profundizar sobre la materia, debemos poner en
conocimiento el concepto de Junta General1. El Real Decreto
Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de Sociedades de Capital, en su título quinto, es
la encargada de regularizar todo lo que concierne al ámbito de la
Junta General, y es en su artículo 159 donde nos introduce
brevemente una visión del concepto de Junta General. En dicho
artículo, define la Junta General como una reunión donde los socios
de una Sociedad de Capital deciden sobre los temas que versen
sobre ella, es decir, la Junta es el órgano donde los propietarios de
la sociedad se encargan de ponerse de acuerdo en tomar las
decisiones más relevantes en las materias en que la Junta General
tenga competencia, decisiones que únicamente pueden ser
adoptadas en Junta General y no por el órgano de administración
de la sociedad. Si el órgano de administración es el encargado de
gestionar y representar la sociedad, la Junta General es el órgano
de la sociedad encargado de tomar decisiones relevantes.
1 “Artículo 159. Junta general.
1. Los socios, reunidos en junta general, decidirán por la mayoría legal o estatutariamenteestablecida, en los asuntos propios de la competencia de la junta.
2. Todos los socios, incluso los disidentes y los que no hayan participado en la reunión, quedansometidos a los acuerdos de la junta general.”
- 5 -
2.2. Competencias
Como ha sido comentado anteriormente, la Junta General es el
órgano encargado de tomar las decisiones más trascendentales de
la Sociedad, no obstante, existe una serie de competencias en las
que el órgano en cuestión tiene un poder decisorio y donde no
pueden sobrepasar el límite de estas competencias. La propia Ley
de Sociedades de Capital, en su artículo 160, se encarga de
recoger las materias en las que los miembros que pertenecen a la
Junta tienen la autoridad de decidir sobre ellas. Los asuntos en los
que la Junta General posee la competencia para acordar y deliberar
sobre ellos, que el propio artículo 160 LSC se encarga de enumerar
son:
“a) La aprobación de las cuentas anuales, la aplicación del
resultado y la aprobación de la gestión social.
b) El nombramiento y separación de los administradores, de los
liquidadores y, en su caso, de los auditores de cuentas, así como el
ejercicio de la acción social de responsabilidad contra cualquiera de
ellos.
c) La modificación de los estatutos sociales.
d) El aumento y la reducción del capital social.
e) La supresión o limitación del derecho de suscripción
preferente y de asunción preferente.
f) La adquisición, la enajenación o la aportación a otra sociedad
de activos esenciales. Se presume el carácter esencial del activo
- 6 -
cuando el importe de la operación supere el veinticinco por ciento
del valor de los activos que figuren en el último balance aprobado.
g) La transformación, la fusión, la escisión o la cesión global de
activo y pasivo y el traslado de domicilio al extranjero.
h) La disolución de la sociedad.
i) La aprobación del balance final de liquidación.
j) Cualesquiera otros asuntos que determinen la ley o los
estatutos.”
La competencia de la Junta posee un carácter exclusivo, ni
siquiera los estatutos de la propia sociedad podrían establecer que
la Junta no pueda adoptar este tipo de acuerdos. Los estatutos de
una Sociedad de Capital podrán excluir el derecho de preferencia
en ciertos supuestos de aumento de capital, pero no pueden excluir
por sí la posibilidad de aumentar el capital, por estar indicado esa
materia en el artículo 160 de La Ley de Sociedades de Capital como
competencia de la Junta General.
Hay que tener en consideración que la Junta General no solo
puede tener competencia sobre los aspectos enumerados en el
artículo 160, sino que la Junta también tiene competencia sobre los
demás asuntos que determinen la Ley, y es que, en efecto, en la
Ley existen otras muchas decisiones que son conferidas a la Junta
General, como puede ser la autorización para transmitir las
participaciones sociales por acto Inter Vivos. De esta manera,
queda mostrado que la lista de materias que recoge el artículo 160
- 7 -
de la Ley de Sociedades de Capital es meramente ejemplificativa y
no cierra los supuestos legales.
Por otra parte, existen otros supuestos legales en que una
decisión o acuerdo se encomienda, en principio a la Junta, pero
permitiendo la posibilidad de que los estatutos de la sociedad
atribuyan dicha competencia a los administradores. Además, la Ley
permite que la sociedad pueda adoptar ciertas decisiones o
acuerdos, sin establecer cuál será el órgano competente para ello,
lo cual conduce al intérprete a tener que decidirlo, siendo
normalmente entendido que será el órgano administrativo el que
tenga la competencia para ello.
Por último, a lo que respecta a las competencias de la Junta
General, el mismo artículo 160 de la Ley de Sociedades de Capital
ofrece una posibilidad a que los estatutos de la sociedad confieran
determinadas decisiones a la Junta General, por lo tanto, los socios
pueden fijar qué cuestiones que en principio correspondería decidir
a los administradores se encarga de decidir la Junta.
- 8 -
3. Convocatoria y tipología
3.1. Convocatoria
El propósito, o la intención, de la convocatoria de la Junta General
se trata de citar o llamar a las personas interesadas en el asunto,
señalándoles el día, hora y lugar2 para que concurran al acto.
Mediante la convocatoria se pretende garantizar el derecho de
asistencia de todos los accionistas o socios de la sociedad. Sobre la
regulación de la convocatoria de la Junta general versa vital
importancia, pues es gracias a ella la posibilidad de que los socios
puedan conocer la fecha y hora de la Junta con suficiente
información para poder informarse sobre los asuntos a tratar en la
reunión y acudir a ella correctamente preparados.
2 En cuanto al lugar de celebración de la Junta, el artículo 175 de la Ley de Sociedades de Capital genera cierto
debate al respecto. Consultando el artículo doctrinal sobre el lugar de celebración de la Junta General, la abogada
Carla Muñoz Palma comenta, “El artículo 175 de la Ley de Sociedades de Capital, relativo al lugar en que ha de
celebrarse la junta general de socios, nunca había suscitado tantas dudas interpretativas como las que despiertan las
últimas resoluciones de la Dirección General de los Registros y del Notariado (la «DGRN» y las «Resoluciones de la
DGRN», respectivamente).”. Pues es que, como comenta Carla Muñoz Palma en su artículo doctrinal, las
resoluciones aportadas por la DGRN solo aportan dudas de interpretación otorgando inseguridad jurídica respecto al
tema. Pues, si bien es cierto, que existen varias cláusulas estatutarias, para las sociedades anónimas y para las
sociedades de responsabilidad limitada, que dan la posibilidad a los administradores de las sociedades a que fijen el
lugar de celebración de la Junta General en la correspondiente convocatoria y que se encuentren inscritas en los
correspondientes Registros Mercantiles. Si estas cláusulas fueron redactadas en los estatutos de constitución de la
sociedad e inscritas en el correspondiente Registro Mercantil, resulta totalmente contrario a la seguridad jurídica que
los Registros Mercantiles cambien repentinamente su criterio y denieguen su inscripción de las cláusulas estatutarias
de este tipo. Carmen Muñoz propone en su artículo doctrinal una opción a zanjar el debate establecido sobre el tema,
y no es nada más que en una futura reforma legislativa se modifique dicho artículo 175 LSC, de tal forma que se
determinen los límites del inciso «salvo disposición contraria de los estatutos», el cual genera bastante controversia.
- 9 -
El artículo 166 de la Ley de Sociedades de Capital establece que
el que tiene la potestad de realizar la convocatoria son los
administradores, o, en su caso, serán los liquidadores de la
sociedad quienes se encarguen de realizar la convocatoria. Los
encargados de realizar la convocatoria deberán de convocar la
Junta General siempre que lo consideren necesario o crean que es
conveniente para los intereses sociales, en las fechas y períodos
que establezcan los estatutos y la Ley, siendo nulas todas aquellas
Juntas celebradas convocadas por todo aquel sujeto que no tuviere
la potestad de realizar la convocatoria de este acto. No obstante, la
convocatoria de la Junta General se podrá realizar cuando lo
soliciten uno o varios socios a través de un requerimiento notarial,
siempre y cuando representen al menos el cinco por ciento del
capital social, expresando en la solicitud los asuntos a tratar.
Cuando los administradores hayan sido requeridos notarialmente
por parte del socio o los socios que posean la pretensión de realizar
la Junta General, estos deberán de convocar la Junta para su
celebración dentro de los dos meses siguientes, incluyendo
obligatoriamente en el orden del día los asuntos que hubiesen sido
objeto de solicitud.
Ante la no convocatoria de la Junta General ordinaria en el plazo
reglamentado en la Ley o en los estatutos de la sociedad, el artículo
168 LSC permite que cualquier socio tenga la posibilidad de solicitar
la convocatoria ante el juez de lo mercantil del domicilio social.
Cuando la convocatoria de la Junta General se haya realizado a
través del juez, éste resolverá en el plazo de un mes desde que le
hubiere sido formulada la solicitud, asignando libremente al
- 10 -
presidente y al secretario de la Junta General a realizar, no siendo
posible ningún recurso contra esta decisión.
Como mínimo, la convocatoria a la Junta general de socios debe
proporcionar al interesado:
el nombre o denominación de la sociedad que celebrará una
Junta;
la fecha y hora de la reunión convocada;
el cargo de la persona o personas que realizan la convocatoria;
y el orden del día, en el que deben figurar los asuntos a tratar.
Este modelo tiene en consideración los siguientes asuntos: la
aprobación de las cuentas sociales; la aplicación del resultado;
y la aprobación de la gestión social del ejercicio anterior; el
nombramiento, cese o reelección de los administradores; la
aprobación del importe máximo de la remuneración anual de los
administradores; el nombramiento de los auditores de cuentas;
la aprobación de la transmisión voluntaria de las participaciones
sociales a una persona ajena a la sociedad; y la modificación de
los estatutos de la sociedad. Además, el documento permite
personalizar el orden del día de la convocatoria, incluyendo
otros asuntos a tratar.
Es muy importante que los asuntos que se pretende tratar en la
Junta general estén recogidos en el Orden del Día de la
convocatoria, ya que, de lo contrario, estos no podrán ser debatidos
ni podrán adoptarse válidamente acuerdos sobre ellos en la Junta.
Dando un apunte en cuanto a la debida importancia del adecuado
cumplimiento del deber de información para la correcta convocatoria
- 11 -
de las Juntas Generales, considero que el artículo doctrinal de
Pablo Sánchez Castro, abogado y profesor de Derecho Mercantil de
la Universidad de Málaga, hace un correcto pronunciamiento al
respecto comentando: “La obligación respecto de las formalidades para
convocar la junta general, sea ésta ordinaria o extraordinaria, impuesta por el
legislador de sociedades de capital, en su artículo 173 (antiguo artículo 97 de la LSA
(RCL 1989, 2737) y 46 de la LSRL (RCL 1995, 953) ) debe ser considerada como un
elemento inherente, una manifestación más del derecho de información del socio, al
que se refiere el artículo 93 apartado d) TRLSC, toda vez que la misma puede
considerarse como el único medio para que el socio pueda asistir.
Este derecho de información debe ser entendido, por tanto, como previo a la
celebración de la junta donde se adoptarán las decisiones que correspondan, en
relación al orden del día establecido en la convocatoria, pues, como indicamos es el
único cauce para que el socio pueda ejercitar otros derechos contemplados en el citado
artículo del Texto refundido, como es el de «asistir y votar en las juntas generales» , e
incluso podemos decir que a partir del conocimiento de la citada convocatoria podrá
«impugnar los acuerdos sociales» si la misma no se ha realizado correctamente
(Benavides Velasco, P., «El derecho de información de los socios en la sociedades de
capital», Revista de Derecho Mercantil , núm. 302, 2015).
Ese derecho de información se materializa, en consecuencia, no solo en la obligación
de determinar-notificar el orden del día, en aras de permitir la reflexión sobre el voto a
emitir en la propia junta, sino que también tiene su reflejo en la necesaria observancia
del requisito de preaviso mínimo, con el objetivo de garantizar la posible asistencia del
socio y el ejercicio de sus derechos, en el sentidoexpuesto. No podemos olvidar,
además, la constancia de determinada información sobre derechos que al socio le
asisten como puede ser el relativo a recabar información con carácter previo a
celebración de la junta (informes, documentación contable, etc...).”
“La lesión del derecho de información del socio, en el sentido que mantenemos, va a
determinar la nulidad radical de la junta, facilitando el derecho de impugnación al
socio que haya podido ver conculcados sus derechos en cuanto a asistencia o toma de
- 12 -
decisiones ( artículo 93 c) LSC (RCL 2010, 1792) ) por mor del defecto en dicho
proceso previo a la celebración de la junta, lo que determinará la «impugnabilidad»
del acuerdo conforme establece el artículo 204.1 LSC, superada ya la distinción
anterior entre acuerdos «nulos» y «anulables» , aunque en el supuesto que nos ocupa
sin plazo específico de caducidad al afectarse, como ya hemos señalado, al orden
público ( artículo 205 LSC).”
“Por tanto, y como seguidamente veremos, no solo desde un punto de vista normativo,
sino también desde un punto de vista estatutario, pueden establecerse, y normalmente
así se hace, distintas formas posibles para realizar una convocatoria sin que, a priori
podamos establecer una forma preferible o mejor que otra. La manera de convocar una
Junta dependerá de distintas circunstancias y la elección, lógicamente, corresponderá
al órgano convocante una vez atendidas las mismas, pero lo que lleva a concluir que la
elección de uno u otro sistema para dicha convocatoria es nulo es, precisamente, que el
sistema elegido cumpla la función esencial buscada por la norma, y es que la misma
tenga la capacidad de llegar a todos los socios para que todos ellos tengan la
información precisa y suficiente.
Este derecho de información al que nos referimos, no solo ha de tenerse en cuenta
desde un punto de vista pasivo, en cuanto existe la necesidad de adoptar las
precauciones necesarias para garantizar que el socio recepciona la información y, por
tanto, conoce la celebración de una junta en forma y plazo; sino que también debiera
ser contemplado desde la perspectiva activa, exigiendo una mínima diligencia al socio
en relación al interés en los asuntos de la sociedad, que llevaría a presumirse la
constancia de su derecho de información a través de la convocatoria cuando ésta se
haya efectuado conforme a los cauces previstos legal o estatutariamente. Nos referimos
a obligaciones tales como:
Recoger las notificaciones cuando se establecen sistemas de convocatoria por
requerimiento personal (carta certificada, burofax, telegrama, etc…),
Estar en cierto modo pendiente de BORME o Periódicos de tirada nacional o de
provincia donde habitualmente se publican anuncios relativos a convocatorias de
juntas.”
- 13 -
Es importante tener el conocimiento de que entre la convocatoria y
la celebración de la Junta debe transcurrir un mes para las
sociedades anónimas y quince días para las sociedades de
responsabilidad limitada. Es por esta razón, que la legislación
vigente impone unas exigencias de publicidad de la convocatoria en
cuestión, que se concretan en la forma de anunciar la misma. Los
medios que se dispone para el anuncio de la convocatoria son el
enuncio a través de la página web de la sociedad, y, en caso de que
la sociedad no disponga de página web, el anuncio se publicará
necesariamente en el Boletín Oficial del Registro Mercantil y en uno
de los diarios con mayor circulación en la provincia en que esté
situado el domicilio social de la sociedad. La Ley de Sociedades de
Capital ha introducido una nueva regulación de la página web
corporativa, que es idéntica para las sociedades cotizadas y para el
resto de las sociedades de capital, pero siendo las sociedades de
capital cotizadas las únicas obligadas a crear este instrumento de
publicidad. Las comunicaciones y publicaciones realizadas a través
de la página web corporativa de la sociedad tendrán efectos
jurídicos si su creación cumple los requisitos que establece la
legislación.
- 14 -
Documento 1: Podemos ver en este documento que se trata de una convocatoria a
Junta General ordinaria correctamente formalizada según el artículo 174 de la Ley de
Sociedades de Capital, pues en ella viene incluida el nombre de la sociedad (MELIÁ
HOTELS INTERNATIONAL, S.A.), la fecha y la hora de la reunión (06/06/2018 a las
13:00 para la primera convocatoria y 07/06/2018 a las 13:00 para la segunda
convocatoria), el orden del día y el cargo de la persona o las personas que realizan la
convocatoria (Consejo de Administración de MELIÁ HOTELS INTERNATIONAL,
S.A.). También cumple con el precepto establecido en el artículo 175 LSC en cuanto al
lugar de celebración de la Junta General, puesto que en la convocatoria se establece
que el lugar donde se procederá la celebración de la Junta General será en el centro de
convenciones del hotel “GRAN MELIÁ VICTORIA”, situado en Avenida de Joan Miró
nº 21, término municipal donde la sociedad tiene su domicilio. Al establecerse un lugar
de celebración, no se entiende que la Junta General se llevará a cabo en el domicilio
social de MELIÁ HOTELS INTERNATIONAL, S.A. (Calle Gremi de Boters, nº 24). En
cuanto al artículo 176 LSC, respecto al plazo previo de la convocatoria, fue convocada
a través del Boletín Oficial del Registro Mercantil3 a fecha de 27 de Abril de 2018,
3 Anuncio 2342 del BROME núm. 82 de 2018.
- 15 -
cumpliendo así con el plazo previo establecido de un mes para las Sociedades
Anónimas. Podemos ver también que se convoca una segunda convocatoria mediando
un plazo de 24 horas entre la primera convocatoria y la segunda, según lo establecido
en el artículo 177 LSC.
Documento 2: Podemos ver que el documento nº 2 se trata del orden del día que viene
acompañado de la convocatoria, con los asuntos a tratar en la Junta General, los
cuales según lo establecido en el artículo 160 LSC son competencia de la Junta
General.
- 16 -
3.2. Clases
El Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital, es
muy breve a la hora de definir las clases de Junta General que
existen. No se extiende más allá de tres artículos y diez líneas para
enumerar las clases y detallarlas. Si antes nos hemos centrado en
el artículo 160 para estudiar las competencias que posee la Junta
General, para adentrarnos en las clases vamos a poner especial
enfoque a los artículos 163, 164 y 165 de la Ley de Sociedades de
Capital.
“Artículo 163. Clases de juntas
Las juntas generales de las sociedades de capital podrán ser ordinarias o
extraordinarias.
El primer artículo que hace referencia a las clases de Junta, el 163, se trata de un
artículo muy breve en el cual solo nos pone en conocimiento de la existencia de las
Juntas Ordinarias y las Juntas Extraordinarias.”
“Artículo 164. Junta ordinaria
1. La junta general ordinaria, previamente convocada al efecto, se reunirá
necesariamente dentro de los seis primeros meses de cada ejercicio, para, en su
caso, aprobar la gestión social, las cuentas del ejercicio anterior y resolver
sobre la aplicación del resultado.
2. La junta general ordinaria será válida aunque haya sido convocada o se celebre
fuera de plazo.”
- 17 -
“Artículo 165. Junta extraordinaria
Toda junta que no sea previsto en el artículo anterior tendrá la consideración de junta
general extraordinaria.”
La diferencia entre la Junta General ordinaria y la Junta General
extraordinaria anteriormente solo venía reflejada en la Ley de
Sociedades Anónimas y no en la Ley se Sociedades de
Responsabilidad Limitada. Gracias a la entrada en vigor en el año
2010 de la Ley de Sociedades de Capital, en esta distinción puede
incluirse también en las sociedades limitadas, distinción que ya se
aplicaba antes a este tipo de sociedades pero que por su
reglamento no había una claridad distintiva entre ellas.
La Junta General ordinaria es aquella que debe realizarse
obligatoriamente dentro de los seis primeros meses de cada
ejercicio. Esta obligatoriedad se debe a que es necesario decidir
sobre uno de los asuntos cuya competencia es indelegable, como
es aprobar la gestión social, las cuentas anuales del ejercicio
anterior y decidir sobre la aplicación del resultado obtenido el
ejercicio anterior. No obstante, a pesar de que se convoque fuera
del plazo de los seis meses establecidos en el artículo 164 de la Ley
de Sociedades de Capital, tendrá validez como Junta General
ordinaria.
En cuanto a la Junta General extraordinaria, la Ley de Sociedades
de Capital, únicamente se limita a decir “Toda junta que no sea la
prevista en el artículo anterior tendrá la consideración de junta
general extraordinaria.”. Entonces, la problemática viene cuando se
- 18 -
trate de dilucidar entre qué Junta es ordinaria y qué Junta es
extraordinaria. Pues bien, atendiendo a la Ley de Sociedades de
Capital, no se obtiene una clara distinción entre ordinaria y
extraordinaria. Basándonos en la práctica, se puede determinar que
la Junta General de Accionistas extraordinaria es aquella Junta,
que, ya habiéndose celebrado la primera Junta obligatoria
considerada ordinaria, se celebre si se estima conveniente por
segunda vez, tercera, etcétera. Los administradores de la sociedad
pueden convocar Junta General Extraordinaria siempre que lo
estimen conveniente para los intereses sociales, y deberán hacerlo
cuando mediante requerimiento notarial lo soliciten uno o varios
socios que representen, al menos, el cinco por ciento del capital
social, expresando en la solicitud los asuntos a tratar.
Lo que viene siendo más habitual es que la Junta General ordinaria
verse sobre asuntos ordinarios y comunes de la sociedad, como
suele ser la elección sobre el órgano de administración, la
distribución de los dividendos, la remuneración de los directivos,
etcétera. Mientras que en la Junta General extraordinaria versan
temas sobre puntos de gran importancia que van surgiendo a lo
largo del año, como puede ser la disolución de la sociedad, la fusión
con otra empresa, la transformación y división de la sociedad o la
reforma de los estatutos sociales.
- 19 -
4. Asistencia y voto
La simple tenencia de acciones, en el caso de las Sociedades
Anónimas, o de participaciones, en el caso de las Sociedades de
Responsabilidad Limitada, otorga a su poseedor una serie de
derechos, derechos explicados a continuación.
- 20 -
- 21 -
- 22 -
Documentos 3, 4 y 5: Los documentos adjuntados certifican mi derecho de asistencia a
las Juntas Generales de MELIÁ HOTELS INTERNATIONAL, S.A., mi derecho a voto y
mi derecho al reparto de dividendos.
- 23 -
4.1. Derecho de asistencia
“Artículo 179. Derecho de asistencia.
1. En la sociedad de responsabilidad limitada todos los socios tienen derecho a
asistir a la junta general. Los estatutos no podrán exigir para la asistencia a la junta
general la titularidad de un número mínimo de participaciones.
2. En las sociedades anónimas los estatutos podrán exigir, respecto de todas las
acciones, cualquiera que sea su clase o serie, la posesión de un número mínimo para
asistir a la junta general sin que, en ningún caso, el número exigido pueda ser superior
al uno por mil del capital social.
3. En la sociedad anónima los estatutos podrán condicionar el derecho de
asistencia a la junta general a la legitimación anticipada del accionista, pero en ningún
caso podrán impedir el ejercicio de tal derecho a los titulares de acciones nominativas
y de acciones representadas por medio de anotaciones en cuenta que las tengan
inscritas en sus respectivos registros con cinco días de antelación a aquel en que haya
de celebrarse la junta, ni a los tenedores de acciones al portador que con la misma
antelación hayan efectuado el depósito de sus acciones o, en su caso, del certificado
acreditativo de su depósito en una entidad autorizada, en la forma prevista por los
estatutos. Si los estatutos no contienen una previsión a este último respecto, el depósito
podrá hacerse en el domicilio social.
El documento que acredite el cumplimiento de estos requisitos será nominativo y
surtirá eficacia legitimadora frente a la sociedad.4”
Para poder formar parte y asistir a la Junta General de una
Sociedad es necesario ser tenedor de ese derecho. Este derecho
se posee con el hecho de ser socio de la Sociedad, con la
adquisición de acciones o participaciones, en el caso de las
Sociedades de Responsabilidad Limitada. Hay que destacar el
4 Documentos 3, 4 y 5 adjuntados.
- 24 -
concepto de que se trata de un derecho, no una obligación, por lo
que no pude establecerse cláusulas estatutarias que impongan
como una obligación de asistir a las Juntas.5 No obstante, respecto
al artículo 180 LSC, los administradores de la sociedad si que
tienen la obligación de asistir a las Juntas.
4.2. Lista de asistentes
La lista de asistentes se trata de un documento que posee vital
importancia para la adecuada celebración de la Junta, pues en él se
determina quienes son los asistentes, resuelve los posibles
problemas de representación y legitimación, fija el capital asistente,
etcétera.
“Artículo 192. Lista de asistentes
1. Antes de entrar en el orden del día se formará la lista de los asistentes,
expresando el carácter o representación de cada uno y el número de participaciones o
de acciones propias o ajenas con que concurran.
2. Al final de la lista se determinará el número de socios presentes o representados,
así como el importe del capital del que sean titulares, especificando el que corresponde
a los socios con derecho de voto.
3. En las sociedades de responsabilidad limitada la lista de asistentes se incluirá
necesariamente en el acta.”
5 Resolución de la Dirección General de los Registros y del Notariado del 30 de Marzo de 1999.
- 25 -
En dicho artículo se exige que la lista de asistentes se elabore antes
de entrar en el orden del día, expresando en el contenido de ella los
asistentes, determinando el carácter o representación de cada uno
y el número de participaciones o acciones propias o ajenas con que
concurran. Es de vital necesidad dejar constancia de si están
presentes o representados y el número de participaciones o
acciones de cada uno, tanto las propias, como aquellas por las que
acude como representante.
Consultando jurisprudencia al respecto, existe sentencia del
Tribunal Supremo6, en la que se considera nulo el acuerdo formado
en la Junta porque no se expresó en la lista de forma completa el
número de acciones propias o ajenas con que concurría cada socio.
Se formuló demanda ante el Juzgado de 1ª instancia número 1 de
Madrid con arreglo a la Ley de Sociedades Anónimas, contra la
empresa Antracitas de FABERO S.A., sobre impugnación de
acuerdos sociales. En la sentencia, se procede a declarar la nulidad
de la Junta General Extraordinaria de accionistas de la sociedad
antes citada, celebrada en segunda convocatoria el día 4 de junio
de 1980, así como de todos y cada uno de los acuerdos adaptados
en la misma y del acta que aparecieran reflejados, los asientos que
hubieran podido causar en el Registro Mercantil de Madrid. Esta
nulidad se debe a que no se consigue averiguar el número de
acciones y por tanto determinar el número exacto de las presentes
en la Junta, ni comprobar quiénes, por no asistir a la Junta, pueden
impugnar los acuerdos tomados o ejercer el derecho de separación
que la Ley regula. Los requisitos de constancia recogidos en el
6 Sentencia del Tribunal Supremo nº 1984/2548 de 25 de mayo de 1984.
- 26 -
precepto no pueden entenderse suplidos con la mera genérica
referencia a un determinado quórum de capital social, toda vez que
para poder apreciarlo eficientemente se requiere conocer, al mismo
tiempo de constitución de la Junta y antes de entrar en el examen
del orden del día, para la que ha sido convocada, a quiénes
atribuyan las acciones a que corresponda el indicado quórum de
capital genéricamente fijado.
En lo que respecta a las sociedades de responsabilidad limitada, la
lista de asistentes se deberá incluir necesariamente en el acta. Esta
norma se muestra más flexible para este tipo de sociedades,
considerando que basta que haya existido lista, aunque no se
incorpore el acta. La jurisprudencia dictamina que no es necesario
que conste en el Acta, basta que se demuestre que ha existido,
además de que puede incluirse en documento diferente, según una
posición sobre la relativa relevancia de la lista de asistentes que se
viene manteniendo inalterada en la jurisprudencia.
4.3. Quórum de constitución en la Sociedad Anónima
En los artículos 193 y siguientes de la Ley de Sociedades de Capital
se establece un mínimo de representatividad de los socios para la
asistencia de los socios de la sociedad en las Juntas Generales. Si
no se cumple dicho mínimo del capital social, se entiende que no
existe representatividad suficiente, por lo que conllevará a la no
celebración de la Junta. El quórum se trata, en definitiva, de una
exigencia legal inicial para la válida constitución y celebración de
una Junta General. No obstante, haciendo un proceso de
- 27 -
investigación jurisprudencial, existe Sentencia7 del Tribunal
Supremo, en el que el Procurador D. Tomás Soro Sánchez, en
nombre y representación de D. Jose Francisco, interpuso demanda
de juicio declarativo ordinario de menor cuantía, contra Carbónica
Murciana, SA y alegando los hechos y fundamentos de derecho que
consideró de aplicación, terminó suplicando al Juzgado dictase
sentencia por la que se declare que es nulo el acuerdo de
reelección de Consejeros adoptado en la Junta de dicha sociedad,
celebrada el 12 de junio de 1996, con imposición de costas a la
demandada. Pues dicha sentencia consideró que la mayoría se
contaría sobre el capital del quórum inicial, no sobre el real que vota
ese acuerdo.
En cuanto a una Sociedad de Responsabilidad Limitada, según la
Resolución de la Dirección General de los Registros y del Notariado
del 4 de Febrero de 1991, considera que la cláusula que preveía
una segunda convocatoria de Junta para el caso de ser legalmente
necesaria la adopción de acuerdos por esta vía y no haber existido
en la primera quórum suficiente según los acuerdos a tomar, es
inscribible, pues el hecho de no imponer un quórum de asistencia
no tiene sentido si se exige una mayoría sobre el capital total. 8
7 Sentencia del Tribunal Supremo nº 641/2005 de 19 de Julio de 2005.8 Valpuesta Gastaminza, Eduardo, Comentarios a la Ley de Sociedades de Capital, 1ª ed., Barcelona,Bosch, 2013, ISBN 978-84-9790-728-6.
- 28 -
“Artículo 193. Constitución de la junta de la sociedad anónima.
1. En las sociedades anónimas la junta general de accionistas quedará válidamente
constituida en primera convocatoria cuando los accionistas presentes o representados
posean, al menos, el veinticinco por ciento del capital suscrito con derecho de voto. Los
estatutos podrán fijar un quórum superior.
2. En segunda convocatoria, será válida la constitución de la junta cualquiera que
sea el capital concurrente a la misma, salvo que los estatutos fijen un quórum
determinado, el cual, necesariamente, habrá de ser inferior al que aquellos hayan
establecido o exija la ley para la primera convocatoria.”
En el supuesto de las Sociedades Anónimas, para la válida
constitución de la Junta General se requiere la presencia de
accionistas que representen un determinado porcentaje de capital.
Tal y como se establece en el artículo 193 de la Ley de Sociedades
de Capital, la Junta de la sociedad anónima quedará válidamente
constituida en primera convocatoria, cuando los accionistas
presentes o representados posean, al menos, el 25 por 100 del
capital suscrito con derecho a voto, pudiendo fijarse en los estatutos
de la sociedad un quórum superior al 25 por 100, pero en ningún
caso podrá fijarse uno inferior.
En segunda convocatoria, será válida la constitución de la Junta
cualquiera que sea el capital concurrente a la Junta General, salvo
que en los estatutos de la sociedad fijen un quórum determinado, el
cual, necesariamente, habrá de ser inferior al que aquellos hayan
establecido o exigido la ley para la primera convocatoria.
- 29 -
“Artículo 194. Quórum de constitución reforzado en casos especiales.
1. En las sociedades anónimas, para que la junta general ordinaria o extraordinaria
pueda acordar válidamente el aumento o la reducción del capital y cualquier otra
modificación de los estatutos sociales, la emisión de obligaciones, la supresión o la
limitación del derecho de adquisición preferente de nuevas acciones, así como la
transformación, la fusión, la escisión o la cesión global de activo y pasivo y el traslado
de domicilio al extranjero, será necesaria, en primera convocatoria, la concurrencia de
accionistas presentes o representados que posean, al menos, el cincuenta por ciento del
capital suscrito con derecho de voto.
2. En segunda convocatoria será suficiente la concurrencia del veinticinco por
ciento de dicho capital.
3. Los estatutos sociales podrán elevar los quórums previstos en los apartados
anteriores.”
No obstante, para que la Junta General pueda acordar una
modificación estatutaria, una modificación estructural, emisión de
obligaciones, supresión o limitación del derecho de adquisición
preferente de nuevas acciones, será necesario que, en primera
convocatoria, la concurrencia de accionistas presentes o
representados que posean. al menos, el 50 por 100 del capital
suscrito con derecho a voto. En segunda convocatoria, la
concurrencia de accionistas presentes o representados que posean.
al menos, el 25 por 100 del capital suscrito con derecho a voto,
siendo posible aumentar dicha concurrencia en los estatutos de la
sociedad en ambas convocatorias.
- 30 -
4.4. Votos
La posesión de determinadas acciones o participaciones de una
sociedad, como hemos comentado antes, otorga a su poseedor una
serie de derechos, en los que se encuentran derechos económicos9
y derechos políticos10. Uno de los derechos políticos de más
relevancia se trata del derecho a voto, establecido en el artículo 188
de la Ley de Sociedades de Capital.
“Artículo 188. Derecho de voto.
1. En la sociedad de responsabilidad limitada, salvo disposición contraria de los
estatutos sociales, cada participación social concede a su titular el derecho a emitir un
voto.
2. En la sociedad anónima no será valida la creación de acciones que de forma
directa o indirecta alteren la proporcionalidad entre el valor nominal de la acción y el
derecho de voto.
3. En la sociedad anónima, los estatutos podrán fijar con carácter general el número
máximo de votos que pueden emitir un mismo accionista, las sociedades pertenecientes
9 Página web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores:
Derecho a la recepción de dividendo: Es la parte del beneficio que la Junta General de Accionistas decide repartir, a propuestadel Consejo de Administración. En las compañías cotizadas la política de dividendos es pública y se encuentra a disposición delos inversores.
Derecho preferente de suscripción (DSP): Cuando una sociedad lleva a cabo una ampliación de capital, o emite obligacionesconvertibles en acciones, los accionistas gozan de preferencia en la suscripción de nuevas acciones. Este derecho se negocia enbolsa.
Derecho a la cuota de liquidación: Si la sociedad llegara a liquidarse, los accionistas tendrían derecho a recibir parteproporcional a su participación, después de que la compañía hubiera satisfecho sus obligaciones frente a los acreedores.
10 Página web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores:
Derecho de información
Derecho de asistencia y voto en las Juntas de Accionistas
Derecho de transmisión
Derecho de impugnación de acuerdos sociales
Derecho de separación
Derecho de representación proporcional en el Consejo
- 31 -
a un mismo grupo o quienes actúen de forma concertada con los anteriores, sin
perjuicio de la aplicación a las sociedades cotizadas de lo establecido en el artículo
527.”
Sometiendo a análisis el artículo citado, en las sociedades de
responsabilidad limitada, cada participación concede a su poseedor
el derecho a emitir un voto por participación, salvo que en los
estatutos se establezca una disposición que pueda alterar la
proporcionalidad entre el valor de la participación y el derecho a
voto, cosa que resulta prohibida para las sociedades anónimas. De
otra manera, en las sociedades anónimas está permitido que los
estatutos establezcan cláusulas que limiten el voto, posibilitando
que un determinado accionista tenga un número máximo de votos
que pueda emitir. Hay que tener en consideración que, en las
sociedades cotizadas, estas cláusulas dejan de tener efecto tras
una oferta pública de adquisición, el oferente haya alcanzado un
porcentaje igual o superior al 70 por 100 de los derechos de voto,
salvo que dicho oferente no estuviera sujeto a medidas de
neutralización equivalentes o no las hubiera adoptado.
“Artículo 197 bis. Votación separada por asuntos.
1. En la junta general, deberán votarse separadamente aquellos asuntos que sean
sustancialmente independientes.
2. En todo caso, aunque figuren en el mismo punto del orden del día, deberán
votarse de forma separada:
a) el nombramiento, la ratificación, la reelección o la separación de cada
administrador.
- 32 -
b) en la modificación de estatutos sociales, la de cada artículo o grupo de artículos
que tengan autonomía propia.
c) aquellos asuntos en los que así se disponga en los estatutos de la sociedad.”
Cabe añadir que según el artículo 197 bis de la Ley de Sociedades
de Capital, los asuntos sustancialmente independientes deberán
votarse de forma separada en los asuntos en los que tengan que
ver el nombramiento, la ratificación, la reelección o la separación de
cada administrador; la modificación de los estatutos sociales de la
sociedad, la de cada artículo o grupo de artículos que tengan
autonomía propia; y aquellos asuntos en los que así se acuerde en
los estatutos de la sociedad.
“Artículo 190. Conflicto de intereses.
1. El socio no podrá ejercitar el derecho de voto correspondiente a sus acciones o
participaciones cuando se trate de adoptar un acuerdo que tenga por objeto:
a) autorizarle a transmitir acciones o participaciones sujetas a una restricción legal
o estatutaria,
b) excluirle de la sociedad,
c) liberarle de una obligación o concederle un derecho,
d) facilitarle cualquier tipo de asistencia financiera, incluida la prestación de
garantías a su favor o
e) dispensarle de las obligaciones derivadas del deber de lealtad conforme a lo
previsto en el artículo 230.
En las sociedades anónimas, la prohibición de ejercitar el derecho de voto en los
supuestos contemplados en las letras a) y b) anteriores solo será de aplicación cuando
- 33 -
dicha prohibición esté expresamente prevista en las correspondientes cláusulas
estatutarias reguladoras de la restricción a la libre transmisión o la exclusión.
2. Las acciones o participaciones del socio que se encuentre en algunas de las
situaciones de conflicto de interés contempladas en el apartado anterior se deducirán
del capital social para el cómputo de la mayoría de los votos que en cada caso sea
necesaria.
3. En los casos de conflicto de interés distintos de los previstos en el apartado 1, los
socios no estarán privados de su derecho de voto. No obstante, cuando el voto del socio
o socios incursos en conflicto haya sido decisivo para la adopción del acuerdo,
corresponderá, en caso de impugnación, a la sociedad y, en su caso, al socio o socios
afectados por el conflicto, la carga de la prueba de la conformidad del acuerdo al
interés social. Al socio o socios que impugnen les corresponderá la acreditación del
conflicto de interés. De esta regla se exceptúan los acuerdos relativos al nombramiento,
el cese, la revocación y la exigencia de responsabilidad de los administradores y
cualesquiera otros de análogo significado en los que el conflicto de interés se refiera
exclusivamente a la posición que ostenta el socio en la sociedad. En estos casos,
corresponderá a los que impugnen la acreditación del perjuicio al interés social.”
Hay que destacar que existe otra limitación al ejercicio del
derecho de voto en el caso de los conflictos sobre los intereses
sociales, tanto en las sociedades de responsabilidad limitado como
en las sociedades anónimas, en las que se prohíbe el ejercicio del
voto en determinadas situaciones de conflicto. El artículo 190 antes
citado, prohíbe al socio ejercitar el derecho de voto correspondiente
a sus acciones o participaciones cuando se trate de adoptar un
acuerdo que tenga por objeto la autorización o transmisión de
acciones o participaciones sujetas a una restricción legal o
estatutaria, en el caso de sociedades anónimas debe estar previsto
la prohibición de voto en este supuesto. También en acuerdos que
- 34 -
tengan como objeto la exclusión de la sociedad, en el caso de las
sociedades anónimas ha de estar previsto la prohibición de voto en
este supuesto.
“Artículo 198. Mayoría ordinaria.
En la sociedad de responsabilidad limitada los acuerdos sociales se adoptarán por
mayoría de los votos válidamente emitidos, siempre que representen al menos un tercio
de los votos correspondientes a las participaciones sociales en que se divida el capital
social. No se computarán los votos en blanco.”
En el caso de las sociedades de responsabilidad limitada, se
considera mayoría ordinaria constituya la mayoría de votos siempre
que representen al menos un tercio de los votos totales, sin
computarse los votos en blanco ni las abstenciones. No es,
exactamente, un tercio del capital, pues en el caso de existencia de
participaciones de voto plural11 habrá más votos que
participaciones. Lo verdaderamente relevante es contar el número
de votos totales que se pueden emitir, contabilizar los emitidos a
favor, y comprobar si supone, al menos, un tercio del total. Se exige
una mayoría de votos válidos emitidos, y para ello es necesario que
haya más votos a favor que en contra. Además de dichos votos
válidamente emitidos, debe suponer al menos un tercio de los votos
correspondientes a todas las participaciones sociales de la
sociedad. Lo crucial es hacer un recuento de los votos totales que
11 Artículo 188.1 de la Ley de Sociedades de Capital: “1. Los estatutos podrán autorizar u ordenar laasistencia de directores, gerentes, técnicos y demás personas que tengan interés en la buena marcha delos asuntos sociales.”
- 35 -
se pueden emitir, contabilizar los votos emitidos a favor y
comprobar si supone, al menos, un tercio del total.
“Artículo 199. Mayoría legal reforzada.
Por excepción a lo dispuesto en artículo anterior:
a) El aumento o la reducción del capital y cualquier otra modificación de los
estatutos sociales requerirán el voto favorable de más de la mitad de los votos
correspondientes a las participaciones en que se divida el capital social.
b) La autorización a los administradores para que se dediquen, por cuenta propia o
ajena, al mismo, análogo o complementario género de actividad que constituya el
objeto social; la supresión o la limitación del derecho de preferencia en los aumentos
del capital; la transformación, la fusión, la escisión, la cesión global de activo y pasivo
y el traslado del domicilio al extranjero, y la exclusión de socios requerirán el voto
favorable de, al menos, dos tercios de los votos correspondientes a las participaciones
en que se divida el capital social.”
En el caso de las modificaciones estatutarias, en el caso de las
sociedades de responsabilidad limitada se exige mayoría reforzada.
Esta mayoría reforzada consiste en el voto favorable de más de la
mitad de los votos correspondientes a las participaciones den que
se divida el capital social. En el caso de autorización de
competencia del administrador, suspensión y limitación del derecho
de preferencia, modificaciones estructurales y exclusión de socios,
se requiere el voto favorable de, al menos, dos tercios de los votos
correspondientes a las participaciones en que se divida el capital
social. El artículo 199 LSC establece dicha mayoría legal reforzada
destinada a adoptar acuerdos que posean más relevancia e
- 36 -
importancia dentro de la sociedad, exigiendo una mayoría superior
a la ordinaria debido el legislador entiende que la importancia
estructural del acuerdo adquiere una mayor representatividad de la
aceptación de los socios. Por lo que respecta a algunos casos en
concreto de modificación de estatutos, además será preciso el
previo consentimiento de los socios afectados por el acuerdo. Otros
acuerdos que la legislación actual considera aún más relevante
exigen una mayoría, de al menos, dos tercios de los votos totales,
en los casos de conceder la autorización a los administradores para
que se dediquen, por cuenta propia o ajena, al mismo, análogo o
complementario género de actividad que constituya el objeto social
(art. 230.1 LSC); la suspensión o la limitación del derecho de
adquisición preferente en los aumentos de capital (art. 308 LSC); la
transformación, la fusión, la escisión, la cesión global de activo y
pasivo y el traslado del domicilio al extranjero y la exclusión de
socios (art. 352.1 LSC).
“Artículo 200. Mayoría estatutaria reforzada.
1. Para todos o algunos asuntos determinados, los estatutos podrán exigir un
porcentaje de votos favorables superior al establecido por la ley, sin llegar a la
unanimidad.
2. Los estatutos podrán exigir, además de la proporción de votos legal o
estatutariamente establecida, el voto favorable de un determinado número de socios.”
- 37 -
Este artículo nos dice que, los socios, a través de adopciones de
acuerdos estatutarios, podrán exigir un porcentaje de votos
favorables superior a lo establecido por la Ley. Tal porcentaje
deberá estar regulado por los estatutos de la Sociedad, no siendo
válido que la Junta establezca un porcentaje para cada caso en
concreto.12 El único límite que pone la Ley es que no cabe exigir la
unanimidad. Cabe plantear si el establecimiento de mayorías que
supongan una exigencia de unanimidad supondría un fraude de ley,
declarándose esa cláusula estatutaria como nula.
A lo dispuesto en el apartado segundo de este artículo, admite que
los estatutos puedan exigir el voto favorable de un número
determinado de socios.
“Artículo 201. Mayorías.
1. En las sociedades anónimas, los acuerdos sociales se adoptarán por mayoríasimple de los votos de los accionistas presentes o representados en la junta,entendiéndose adoptado un acuerdo cuando obtenga más votos a favor que en contradel capital presente o representado.
2. Para la adopción de los acuerdos a que se refiere el artículo 194, si el capitalpresente o representado supera el cincuenta por ciento bastará con que el acuerdo seadopte por mayoría absoluta. Sin embargo, se requerirá el voto favorable de los dostercios del capital presente o representado en la junta cuando en segunda convocatoriaconcurran accionistas que representen el veinticinco por ciento o más del capitalsuscrito con derecho de voto sin alcanzar el cincuenta por ciento.
3. Los estatutos sociales podrán elevar las mayorías previstas en los apartadosanteriores.”
12 Sentencia del Tribunal Supremo nº 590/2007 de 28 de mayo de 2007.
- 38 -
Como hemos podido observar en este artículo 201 LSC respecto a
los artículos anteriores, el sistema de mayorías en la sociedad
anónima es distinto al sistema de las de responsabilidad limitada.
Mientras que en las sociedades de responsabilidad limitada se
exige una mayoría doble, de votos totales y de votos asistentes, en
las sociedades anónimas se requiere que concurra un porcentaje
mínimo del capital para constituir la Junta (como se explica en el
punto 4.3), y posteriormente una mayoría del capital presente. La
mayoría en las Sociedades Anónimas puden tratarse de mayoría
relativa de los votos emitidos, la lista de asistentes determinará el
número total de votos presentes y de ésta habrá de calcularse la
mitad. También puede tratarse de mayorías simples, más votos a
favor que en contra. No obstante, en los supustos que recoge el
artículo 194 LSC, como puede ser las modificaciones estatutarias,
la emisión de obligaciones y modificaciones estructurakles, se exige
una mayoría especial.
El apartado tercero del artículo 201 LSC determina que los
estatutos sociales podrán elevar las mayorías previstas en los
apartados anteriores. Los artículos doctrinales versados sobre este
tema entienden que se admitiría tsnto elevasr la mayoría sobre el
capital presente como establecer una sobre el capital total,
pudiendo establecerse también una combinación de ambas.
Doctrina y jurisprudencia afirman que, al igual que como
expresamente se señala para sociedades de responsabilidad
limitada, no cabría exigir formalmente la unanimidad.
- 39 -
5. Conclusión
Ya como punto final a este estudio versado sobre el que diría yo
que es uno de los aspectos más importantes de cualquier empresa,
y a modo de conclusión, la importancia y la relevancia que posee la
Junta General es vital, ya que se toman las decisiones claves para
el funcionamiento de la Sociedad, y estas decisiones deberán de
ser cumplidas por el órgano de administración y dirección social de
ésta.
Considero que es importante tener un amplio conocimiento respecto
a toda la normativa que concierne a la Junta General, puesto que, si
la Junta no se enmarca dentro de las normas legales establecidas
para tal asunto, las decisiones que se quieran tomar, como pudiera
ser la política de remuneración de los administradores, podrán ser
impugnadas por aquel que se opusiera y considerarse nulas.
Son varias las inquietudes que surgen tras analizar la normativa
correspondiente a las Juntas Generales. La evolución normativa
que se ha venido dando a lo largo de estos años se dirige en todos
los casos hacia una junta con mayores funciones y con una mayor
participación. No hay mucho más que añadir respecto al refuerzo de
las competencias y el funcionamiento de la junta en las sociedades
con un elevado nivel de dispersión de su capital, en las que lo que
debe perseguirse es convertir a la junta en un elemento de
fiscalización eficiente, que ejerza un control ante que mitigue los
riesgos asociados a los problemas de agencia. En esos casos, no
se trata de un camino solamente conveniente, sino absolutamente
vital para el desarrollo de los mercados de capitales. Bien al
- 40 -
contrario, las sociedades suelen tener accionistas de control, que
controlan la mayoría del capital o de los derechos de voto con
acciones privilegiadas y otros instrumentos semejantes recogidos
en los Estatutos de la Sociedad.
7. Bibliografía
- El Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que
se aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades de
Capital.
- Sentencia del Tribunal Supremo nº 1984/2548 de 25 de mayo
de 1984.
- Sentencia del Tribunal Supremo nº 641/2005 de 19 de Julio
de 2005.
- Sentencia del Tribunal Supremo nº 590/2007 de 28 de mayo
de 2007.
- Anuncio 2342 del BROME núm. 82 de 2018.
- Valpuesta Gastaminza, Eduardo, Comentarios a la Ley de
Sociedades de Capital, 1ª ed., Barcelona, Bosch, 2013, ISBN
978-84-9790-728-6.
- 41 -
- Martínez Cañellas, Anselmo, Conde Tejón, Antonio, Mateo
Hernández, José Luis, Thomàs Puig, Petra Mª, Franch Fluxà,
Juan, Introducción al Derecho de Sociedades, 3ª ed., Madrid,
Dilex, 2015, ISBN 978-84-92754-38-0.
- Comisión Nacional del Mercado de Valores, Clases de
acciones y sus derechos,
https://www.cnmv.es/Portal/inversor/Acciones.aspx (última
visita: 09-04-2019).
- Enciclopedia jurídica online, http://www.enciclopedia-
juridica.biz14.com/.
- Repsol, https://www.repsol.com/es/accionistas-
inversores/faqs/junta-general-de-accionistas/index.cshtml
- Web corporativa oficial de Meliá,https://www.meliahotelsinternational.com/es
- Boletín Oficial del Estado.
- Constitución española de 1978.
- 42 -