la escuadra chilena del lmirante gomez carreÑo

1
del domingo oaaaoDDoixinaoaQDDroE^^ ^ ¡^^ aaacDGaoaaacDaccoccncaoig^ T RANSCURRIDOS va- rios meses de la esca- la de los transportes «Maipo» y «Rancagua», y de los escampavías «Leucotón», «Elicura», «Colocólo» y «Orompello», Tenerife se ve nuevamente honrado con la visita de los distinguidos marinos chi- lenos que tan grato recuerdo han dejado siempre entre nosotros. La escuadra que ayer tarde fondeó en nuestro puerto, y que viene al mando de uno de los más prestigiosos marinos de Su- damérica, el ilustre almirante don Luis Gómez Carreño, se compone del magnífico dead- nought «Almirante Latorre», de 32.000 toneladas de desplaza- miento, y de los modernos des- tructores «Uribe», «Riveros» y «Williams», de nueva construc- ción. Todos proceden de Plymouth. El «Almirante Latorre» es el buque de guerra más perfeccio- nado y de mayor tonelaje que ha venido a Tenerife». Así daba, el 4 de diciembre de 1920, el periódico «La Prensa» —del inolvidable e inolvidado don Leoncio Rodríguez— la no- ticia de la llegada a Santa Cruz de Tenerife de una muy impor- tante agrupación naval chilena que, según larga tradición, una vez más volvía a lucir los colo- res de la nación hermana a la sombra de Anaga. Y, añadía «La Prensa»: «Ano- che tuvimos ocasión de hablar breves momentos con el ilustre marino chileno que manda la es- cuadra, almirante Gómez, el cual bajó a tierra en las primeras ho- ras de la noche. Con su trato afa- ble y caballeroso, el distinguido marino nos relató su primera vi- sita a esta isla. El señor Gómez Carreño estu- vo en esta capital el año de 1886, con el empleo de guardiamarina, a bordo del acorazado chileno «Blanco Encalada». Este acora- zado vino a Tenerife expresa- mente enviado por el Gobierno de su nación, para recoger y con- ducir a Chile los restos del vi- cealmirante don Patricio Lynch, embajador de Chile en España, que falleció en viaje a su país re- cibiendo sepultura en el cemen- terio de esta capital. El Gobierno español concedió al ilustre finado los honores de capitán general, trasladándose los restos con gran solemnidad al mencionado acorazado. Así nos lo recordaba anoche el ilustre marino, expresándonos su satisfacción al volver a visitar nuestra tierra después de tantos años de su paso por ella». A las cuatro de la tarde de aquel 3 de diciembre de 1920, tras el recio murallón de Anaga hizo su aparición la agrupación naval chilena que, navegando en línea de fila, luego cayó a estri- bor y puso proa al puerto. En- cabezaba la formación el acora- zado «Almirante Latorre» A la derecha, el acorazado «Almirante Latorre» —insignia del almirante Gómez Carreño— y, por su popa, los destructores que con él arribaron el 3 de diciembre de 1920 La Escuadra chilena del almirante —que navegaba majestuosamen- te— y en su estela lo hacían los destructores «Uribe», «Riveros» y «Williams» con sus cuatro chi- meneas, en todos de más guinda la proel, empenachadas de humo. Cerca ya de la bocana, el «Al- mirante Latorre» disparó las salvas de ordenanza que, mo- mentos después, desde tierra fue- ron contestadas por el fuerte de Almeida. Una vez mordieron fondo las anclas délos cuatro bu- ques chilenos y éstos se aproa- ron al tiempo reinante, se tras- ladaron al acorazado —con el fin de cumplimentar al almirante Gómez Carreño— el teniente ayudante de la Comandancia Mi- litar de Marina, señor Arriaga, y, en representación de la Capi- tanía General de Canarias, el ca- pitán ayudante de la Plaza, señor Walls. Más tarde se trasladaron al «Almirante Latorre» el coman- dante de Marina, señor Calbo, y el cónsul de Chile en esta capi- tal, señor Lecuona Díaz, acom- pañado por el canciller, señor González de Ara. Por la noche, el cónsul chileno obsequió al al- mirante Gómez Carreño y al ca- pitán de navio Bahamonde —co- mandante del acorazado— con una cena en el hotel Pino de Oro. Los destructores —destroyers en la terminología naval de entonces— venían al mando de los capitanes de fragata don Ale- Gómez Carreño jandró García, don Luis Escobar y don José Costa Pellé. En las primeras horas del día 4, las unidades de la agrupación naval chilena comenzaron a to- mar a su bordo 4.000 toneladas de carbón, cantidad suficiente para continuar a Cabo Verde, puerto donde también harían re- lleno de carboneras antes de cru- zar el Atlántico hasta Panamá. Desde allí, y tras cruzar el canal para alcanzar las aguas del Pa- cífico, los buques arrumbarían a Valparaíso y Talcahuano, bases navales donde luego quedarían destacados. Al mediodía vino a tierra el al- mirante Gómez Carreño que, en unión del cónsul y el canciller de su nación en esta capital, visitó oficialmente al capitán general de Canarias, al gobernador militar de la Plaza y al gobernador civil de la provincia. Posteriormente se trasladaron a la Comandancia Militar de Marina para cumpli- mentar al comandante y, segui- damente, por la marquesina em- barcó en una falúa para regresar a su buque insignia. Por la tarde, el vicario gene- ral de la Armada chilena —Padre Rafael Edwards, que en el aco- razado regresaba a su patria tras visitar al Papa Benedicto XV— hizo viaje a La Laguna. En la vieja ciudad de Agüere cumpli- mentó al obispo de la Diócesis, doctor Llompart, y, después de una detenida visita a la catedral IMPORTANTE EMPRESA DEL SECTOR INMOBILIARIO UBICADA EN SANTA CRUZ DE TENERIFE, NECESITA PARA SU DEPARTAMENTO FINANCIERO EN RELACIÓN DIRECTA CON EL DIRECTOR DELDEPARTAMENTO TITULAR MERCANTIL O SMLAR SE REQUIERE: Experiencia mínima 2 años en áreas financiero-contables con sólidos conocimientos del plan general de cuentas. Conocimientos de micro y mini-ordenadores a nivel de usuario (se valorarán conocimientos en LOTUS 1-2-3 SYMPHONY, MULTIPLAN, ETC...). Don de mando y Organización. Conocimientos fiscales en el entorno empresarial (no necesaria gran expriencia). Edad comprendida entre 23 y 35 años (libre de obligaciones militares). Vehículo propio para poder efectuar desplazamientos en la isla (no habitualmente). SE OFRECE: Integración en plantilla de sólido grupo empresarial (previo período de prueba). Remuneración económica en función de su valía (se estudiarán todas las ofertas). Absoluta reserva para colocados. Interesados dirigirse personalmente a: INSTITUTO TINERFEÑO DE EXPANSIÓN ECONÓMICA OPTO. DE SELECCIÓN DE PERSONAL Plaza de La Candelaria, 6-1° Teléfonos 246539 y 245320 38003 SANTA CRUZ DE TENERIFE y otros templos históricos, regre- só a Santa Cruz. Por la tarde, y en honor de los marinos chilenos, se celebró una fiesta en el Real Club Náutico, primero éste de los numerosos festejos celebrados luego con tal motivo en varias sociedades de la capital y otras localidades del interior de la Isla. En la tarde del día 6, el almi- rante Gómez Carreño recibió en la cámara del acorazado «Almi- rante Latorre» a un redactor de «La Prensa» y, tras una visita al buque, la charla comenzó como en la vez anterior— ha- ciendo el marino chileno men- ción a los muy agradables re- cuerdos que guardaba de Santa Cruz de Tenerife, puerto y ciu- dad que había visitado en el aco- razado «Blanco Encalada», bu- que enviado para recoger los res- tos de Patricio Lynch que, aña- dió, era oriundo de Tenerife, descendiente de los numerosos irlandeses que aquí se establecie- ron y, más tarde, pasaron a las tierras españolas en América. Don Patricio Lynch nació en la ciudad de Valparaíso en 1826; es- tudió en la Escuela Naval Mili- tar de Santiago de Chile y, pos- teriormente, se alistó en la Ro- yal Navy e intervino en varios de los combates que tuvieron lugar cuando la campaña de China. Al finalizar la guerra, Patricio Lynch regresó a Chile y tomó parte destacada en la guerra del Pacífico. Fue el primer goberna- dor chileno de Iquique y tuvo a su mando las fuerzas que ocupa- ron las comarcas septentrionales del Perú. En la batalla de Cho- rrilos mandaba una división de 8.500 hombres y, poco después —ya era contralmirante— se le confirmó el mando de las tropas de ocupación del Perú. Patricio Lynch fue luego nom- brado embajador de Chile en Es- paña y, cuando regresaba a su país en el trasatlántico inglés «Cotopaxi» —uno de los «pací- ficos» de la Pacific Steam Navi- gation Co.— falleció cuando na- vegaba a la altura de Tenerife, la tierra de sus ascendientes según el almirante Gómez Carreño. En Santa Cruz de Tenerife fue de- sembarcado el cadáver de Lynch que, sepultado con todos los ho- nores militares correspondientes a su rango, años más tarde sus restos fueron trasladados a Chi- le en el acorazado «Blanco En- calada», que iba en viaje de en- trega. Añadió el almirante chileno que, de aquella estancia tinerfe- ña, guardaba numerosos recuer- dos que ? más tarde, con el «Blanco Encalada» se hundie- ron en el combate naval de Cal- dera. En sus años de juventud —dijo el almirante chileno— tuvo muy buena amistad con el luego almirante Cervera, de la Marina española, al que conoció en Tolón durante una visita del acorazado «Felayo». A Isaac Pe- ral lo consideró un entrañable compañero y, añadió, «en Cádiz asistí a las pruebas de su subma- rino, aquellas inolvidables y pri- meras pruebas del submarino Pe- ral, pruebas a las que fui poseí- do de un entusiasmo y de una fe dignos de la importancia de aquella obra sensacional. Luego, durante un viaje a América, tuve ocasión de conocer a MacMa- hon, que mandaba el «Río de la Plata», pero después no he teni- do ocasión de intimar con los nuevos marinos españoles». El domingo, al mediodía, de- volvieron la visita al almirante Gómez Carreño las autoridades civiles y militares y, por la tar- de, se celebró un partido de fút- bol entre un equipo formado por marinos del acorazado y otro del Tenerife Sporting Club. Por la noche, y con asistencia de todos los oficiales de los buques, en el Club Tinerfeño se celebró una fiesta y, a la mañana siguiente, marcharon de excursión a La La- guna y Valle de La Orotava; al regreso fueron obsequiados con un banquete en el Taoro y, pos- teriormente, visitaron el Jardín Botánico y el Puerto de la Cruz. El día 7, a las cuatro de la tar- de, apareció tras de Anaga el crucero acorazado «Jeanne d'Arc» —buque-escuela de la Marina francesa— que, seguida- mente, arrumbó hacia el puerto. A la altura de los buques chile- nos, cayó a babor y, navegando paralelamente a la costa, dispa- ró las salvas de ordenanza en sa- ludo a la Plaza y a la agrupación naval del país hermano. Luego se abrió de la costa y puso proa al Sur mientras el fuerte de Almei- da y el «Almirante Latorre», conjuntamente, contestaban el saludo. Al día siguiente, y mientras proseguían las excursiones de los marinos chilenos al interior de Tenerife, el cónsul británico en esta capital, Mr. Morris, visitó el acorazado «Almirante Lato- rre». Fue recibido con los hono- res de ordenanza y, por la noche, la banda de música del buque in- signia de Gómez Carreño ofre- ció un concierto en la plaza del Príncipe. Al día siguiente, la banda municipal se trasladó al citado acorazado y, en la toldi- lla, dio otro en honor de los ma- rinos de la nación hermana. El sábado, el almirante chile- no ofreció una fiesta en su buque a las autoridades y, a las 2 de la tarde del domingo, día 12, los buques comenzaron a virar las anclas. Ya con las suyas a pique, el «Almirante Latorre» dio avante y, poco a poco, fue toman- do arrancada. Los destructores —en línea de fila— siguieron su estela y, majestuosamente, la agrupación naval chilena desfiló frente a Santa Cruz de Tenerife. Empenachados de humo, los bu- ques se abrieron lentamente de la costa y, ya con buena marcha —con blancos bigotes de espu- ma al pie de roda— se perdieron de vista en el horizonte lejano. Los cuatro buques chilenos, que hicieron historia en el puer- to de Santa Cruz de Tenerife, también la habían hecho en los años de la Primera Guerra Mun- dial y, desde luego, igualmente dejaron sentir su influencia como flota en potencia— en los problemas políticos de América del Sur. El almirante Gómez Ca- rreño, que luego desempeñó las carteras de Marina y Guerra, no volvió por Santa Cruz de Tene- rife pero —falleció en 1930— fue el artífice de que nuestro puerto fuese escala, a finales de la dé- cada de los años 20, de los des- tructores y submarinos que, construidos en astilleros ingle- ses, navegaban en viaje de en- trega. Juan A. Padrón Albornoz VIAJES ESPECIALES > Salidas desde TENERIFE Del 26 de Marzo al 2 de Abril CALICIA-PORTUCAL 56.565 Pías. Todo incluido Del 27 de Marzo al 1 de Abril CORNISA CANTÁBRICA 60.000 Ptas. Todo incluido Del 27 de Marzo al 3 de Abril ITALIA 85.100 Ptas. Todo incluido Del 27 de Marzo al 7 de Abril CUBA 139.950 Ptas. Todo incluido & ECUADOR ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DE VIAJES SANTA CRUZ DE TENERIFE El Pilar, 6- Teis. 246075-242124 PUERTO DÉLA CRUZ Avda. Generalísimo, s,n. Teis. 384563• 385360

Upload: servicio-de-biblioteca-universidad-de-la-laguna

Post on 31-Mar-2016

234 views

Category:

Documents


14 download

DESCRIPTION

Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "Santa Cruz de ayer y hoy", 1988/03/06

TRANSCRIPT

Page 1: LA ESCUADRA CHILENA DEL LMIRANTE GOMEZ CARREÑO

del domingo

oaaaoDDoixinaoaQDDroE^^

¡̂^^aaacDGaoaaacDaccoccncaoig^

T RANSCURRIDOS va-rios meses de la esca-la de los transportes

«Maipo» y «Rancagua», y delos escampavías «Leucotón»,«Elicura», «Colocólo» y«Orompello», Tenerife se venuevamente honrado con la visitade los distinguidos marinos chi-lenos que tan grato recuerdo handejado siempre entre nosotros.

La escuadra que ayer tardefondeó en nuestro puerto, y queviene al mando de uno de losmás prestigiosos marinos de Su-damérica, el ilustre almirantedon Luis Gómez Carreño, secompone del magnífico dead-nought «Almirante Latorre», de32.000 toneladas de desplaza-miento, y de los modernos des-tructores «Uribe», «Riveros» y«Williams», de nueva construc-ción. Todos proceden dePlymouth.

El «Almirante Latorre» es elbuque de guerra más perfeccio-nado y de mayor tonelaje que havenido a Tenerife».

Así daba, el 4 de diciembre de1920, el periódico «La Prensa»—del inolvidable e inolvidadodon Leoncio Rodríguez— la no-ticia de la llegada a Santa Cruzde Tenerife de una muy impor-tante agrupación naval chilenaque, según larga tradición, unavez más volvía a lucir los colo-res de la nación hermana a lasombra de Anaga.

Y, añadía «La Prensa»: «Ano-che tuvimos ocasión de hablarbreves momentos con el ilustremarino chileno que manda la es-cuadra, almirante Gómez, el cualbajó a tierra en las primeras ho-ras de la noche. Con su trato afa-ble y caballeroso, el distinguidomarino nos relató su primera vi-sita a esta isla.

El señor Gómez Carreño estu-vo en esta capital el año de 1886,con el empleo de guardiamarina,a bordo del acorazado chileno«Blanco Encalada». Este acora-zado vino a Tenerife expresa-mente enviado por el Gobiernode su nación, para recoger y con-ducir a Chile los restos del vi-cealmirante don Patricio Lynch,embajador de Chile en España,que falleció en viaje a su país re-cibiendo sepultura en el cemen-terio de esta capital.

El Gobierno español concedióal ilustre finado los honores decapitán general, trasladándoselos restos con gran solemnidadal mencionado acorazado.

Así nos lo recordaba anoche elilustre marino, expresándonos susatisfacción al volver a visitarnuestra tierra después de tantosaños de su paso por ella».

A las cuatro de la tarde deaquel 3 de diciembre de 1920,tras el recio murallón de Anagahizo su aparición la agrupaciónnaval chilena que, navegando enlínea de fila, luego cayó a estri-bor y puso proa al puerto. En-cabezaba la formación el acora-zado «Almirante Latorre»

A la derecha, el acorazado «Almirante Latorre» —insignia del almirante Gómez Carreño— y, por su popa, los destructores quecon él arribaron el 3 de diciembre de 1920

La Escuadra chilena del almirante—que navegaba majestuosamen-te— y en su estela lo hacían losdestructores «Uribe», «Riveros»y «Williams» con sus cuatro chi-meneas, en todos de más guindala proel, empenachadas dehumo.

Cerca ya de la bocana, el «Al-mirante Latorre» disparó lassalvas de ordenanza que, mo-mentos después, desde tierra fue-ron contestadas por el fuerte deAlmeida. Una vez mordieronfondo las anclas délos cuatro bu-ques chilenos y éstos se aproa-ron al tiempo reinante, se tras-ladaron al acorazado —con el finde cumplimentar al almiranteGómez Carreño— el tenienteayudante de la Comandancia Mi-litar de Marina, señor Arriaga,y, en representación de la Capi-tanía General de Canarias, el ca-pitán ayudante de la Plaza, señorWalls.

Más tarde se trasladaron al«Almirante Latorre» el coman-dante de Marina, señor Calbo, yel cónsul de Chile en esta capi-tal, señor Lecuona Díaz, acom-pañado por el canciller, señorGonzález de Ara. Por la noche,el cónsul chileno obsequió al al-mirante Gómez Carreño y al ca-pitán de navio Bahamonde —co-mandante del acorazado— conuna cena en el hotel Pino de Oro.

Los destructores —destroyersen la terminología naval deentonces— venían al mando delos capitanes de fragata don Ale-

Gómez Carreñojandró García, don Luis Escobary don José Costa Pellé.

En las primeras horas del día4, las unidades de la agrupaciónnaval chilena comenzaron a to-mar a su bordo 4.000 toneladasde carbón, cantidad suficientepara continuar a Cabo Verde,puerto donde también harían re-lleno de carboneras antes de cru-zar el Atlántico hasta Panamá.Desde allí, y tras cruzar el canalpara alcanzar las aguas del Pa-cífico, los buques arrumbarían aValparaíso y Talcahuano, basesnavales donde luego quedaríandestacados.

Al mediodía vino a tierra el al-mirante Gómez Carreño que, enunión del cónsul y el canciller desu nación en esta capital, visitóoficialmente al capitán general deCanarias, al gobernador militarde la Plaza y al gobernador civilde la provincia. Posteriormentese trasladaron a la ComandanciaMilitar de Marina para cumpli-mentar al comandante y, segui-damente, por la marquesina em-barcó en una falúa para regresara su buque insignia.

Por la tarde, el vicario gene-ral de la Armada chilena —PadreRafael Edwards, que en el aco-razado regresaba a su patria trasvisitar al Papa Benedicto XV—hizo viaje a La Laguna. En lavieja ciudad de Agüere cumpli-mentó al obispo de la Diócesis,doctor Llompart, y, después deuna detenida visita a la catedral

IMPORTANTE EMPRESA DEL SECTOR INMOBILIARIO UBICADA ENSANTA CRUZ DE TENERIFE, NECESITA PARA SU DEPARTAMENTO FINANCIERO

EN RELACIÓN DIRECTA CON EL DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO

TITULAR MERCANTIL O SMLARSE REQUIERE:• Experiencia mínima 2 años en áreas financiero-contables con sólidos conocimientos del plan

general de cuentas.• Conocimientos de micro y mini-ordenadores a nivel de usuario (se valorarán conocimientos en

LOTUS 1-2-3 SYMPHONY, MULTIPLAN, ETC...).Don de mando y Organización.Conocimientos fiscales en el entorno empresarial (no necesaria gran expriencia).Edad comprendida entre 23 y 35 años (libre de obligaciones militares).Vehículo propio para poder efectuar desplazamientos en la isla (no habitualmente).

SE OFRECE:Integración en plantilla de sólido grupo empresarial (previo período de prueba).Remuneración económica en función de su valía (se estudiarán todas las ofertas).Absoluta reserva para colocados.

Interesados dirigirse personalmente a:

INSTITUTO TINERFEÑO DE EXPANSIÓN ECONÓMICAOPTO. DE SELECCIÓN DE PERSONALPlaza de La Candelaria, 6-1°Teléfonos 246539 y 24532038003 SANTA CRUZ DE TENERIFE

y otros templos históricos, regre-só a Santa Cruz.

Por la tarde, y en honor de losmarinos chilenos, se celebró unafiesta en el Real Club Náutico,primero éste de los numerososfestejos celebrados luego con talmotivo en varias sociedades dela capital y otras localidades delinterior de la Isla.

En la tarde del día 6, el almi-rante Gómez Carreño recibió enla cámara del acorazado «Almi-rante Latorre» a un redactor de«La Prensa» y, tras una visita albuque, la charla comenzó —como en la vez anterior— ha-ciendo el marino chileno men-ción a los muy agradables re-cuerdos que guardaba de SantaCruz de Tenerife, puerto y ciu-dad que había visitado en el aco-razado «Blanco Encalada», bu-que enviado para recoger los res-tos de Patricio Lynch que, aña-dió, era oriundo de Tenerife,descendiente de los numerososirlandeses que aquí se establecie-ron y, más tarde, pasaron a lastierras españolas en América.

Don Patricio Lynch nació en laciudad de Valparaíso en 1826; es-tudió en la Escuela Naval Mili-tar de Santiago de Chile y, pos-teriormente, se alistó en la Ro-yal Navy e intervino en varios delos combates que tuvieron lugarcuando la campaña de China.

Al finalizar la guerra, PatricioLynch regresó a Chile y tomóparte destacada en la guerra delPacífico. Fue el primer goberna-dor chileno de Iquique y tuvo asu mando las fuerzas que ocupa-ron las comarcas septentrionalesdel Perú. En la batalla de Cho-rrilos mandaba una división de8.500 hombres y, poco después—ya era contralmirante— se leconfirmó el mando de las tropasde ocupación del Perú.

Patricio Lynch fue luego nom-brado embajador de Chile en Es-paña y, cuando regresaba a supaís en el trasatlántico inglés«Cotopaxi» —uno de los «pací-ficos» de la Pacific Steam Navi-gation Co.— falleció cuando na-vegaba a la altura de Tenerife, latierra de sus ascendientes segúnel almirante Gómez Carreño. EnSanta Cruz de Tenerife fue de-sembarcado el cadáver de Lynchque, sepultado con todos los ho-nores militares correspondientesa su rango, años más tarde susrestos fueron trasladados a Chi-le en el acorazado «Blanco En-calada», que iba en viaje de en-trega.

Añadió el almirante chilenoque, de aquella estancia tinerfe-

ña, guardaba numerosos recuer-dos que? más tarde, con el«Blanco Encalada» se hundie-ron en el combate naval de Cal-dera. En sus años de juventud—dijo el almirante chileno—tuvo muy buena amistad con elluego almirante Cervera, de laMarina española, al que conocióen Tolón durante una visita delacorazado «Felayo». A Isaac Pe-ral lo consideró un entrañablecompañero y, añadió, «en Cádizasistí a las pruebas de su subma-rino, aquellas inolvidables y pri-meras pruebas del submarino Pe-ral, pruebas a las que fui poseí-do de un entusiasmo y de una fedignos de la importancia deaquella obra sensacional. Luego,durante un viaje a América, tuveocasión de conocer a MacMa-hon, que mandaba el «Río de laPlata», pero después no he teni-do ocasión de intimar con losnuevos marinos españoles».

El domingo, al mediodía, de-volvieron la visita al almiranteGómez Carreño las autoridadesciviles y militares y, por la tar-de, se celebró un partido de fút-bol entre un equipo formado pormarinos del acorazado y otro delTenerife Sporting Club. Por lanoche, y con asistencia de todoslos oficiales de los buques, en elClub Tinerfeño se celebró unafiesta y, a la mañana siguiente,marcharon de excursión a La La-guna y Valle de La Orotava; al

regreso fueron obsequiados conun banquete en el Taoro y, pos-teriormente, visitaron el JardínBotánico y el Puerto de la Cruz.

El día 7, a las cuatro de la tar-de, apareció tras de Anaga elcrucero acorazado «Jeanned'Arc» —buque-escuela de laMarina francesa— que, seguida-mente, arrumbó hacia el puerto.A la altura de los buques chile-nos, cayó a babor y, navegandoparalelamente a la costa, dispa-ró las salvas de ordenanza en sa-ludo a la Plaza y a la agrupaciónnaval del país hermano. Luego seabrió de la costa y puso proa alSur mientras el fuerte de Almei-da y el «Almirante Latorre»,conjuntamente, contestaban elsaludo.

Al día siguiente, y mientrasproseguían las excursiones de losmarinos chilenos al interior deTenerife, el cónsul británico enesta capital, Mr. Morris, visitóel acorazado «Almirante Lato-rre». Fue recibido con los hono-res de ordenanza y, por la noche,la banda de música del buque in-signia de Gómez Carreño ofre-ció un concierto en la plaza delPríncipe. Al día siguiente, labanda municipal se trasladó alcitado acorazado y, en la toldi-lla, dio otro en honor de los ma-rinos de la nación hermana.

El sábado, el almirante chile-no ofreció una fiesta en su buquea las autoridades y, a las 2 de latarde del domingo, día 12, losbuques comenzaron a virar lasanclas. Ya con las suyas a pique,el «Almirante Latorre» dioavante y, poco a poco, fue toman-do arrancada. Los destructores—en línea de fila— siguieron suestela y, majestuosamente, laagrupación naval chilena desfilófrente a Santa Cruz de Tenerife.Empenachados de humo, los bu-ques se abrieron lentamente dela costa y, ya con buena marcha—con blancos bigotes de espu-ma al pie de roda— se perdieronde vista en el horizonte lejano.

Los cuatro buques chilenos,que hicieron historia en el puer-to de Santa Cruz de Tenerife,también la habían hecho en losaños de la Primera Guerra Mun-dial y, desde luego, igualmentedejaron sentir su influencia —como flota en potencia— en losproblemas políticos de Américadel Sur. El almirante Gómez Ca-rreño, que luego desempeñó lascarteras de Marina y Guerra, novolvió por Santa Cruz de Tene-rife pero —falleció en 1930— fueel artífice de que nuestro puertofuese escala, a finales de la dé-cada de los años 20, de los des-tructores y submarinos que,construidos en astilleros ingle-ses, navegaban en viaje de en-trega.

Juan A. PadrónAlbornoz

VIAJES ESPECIALES >Salidas desde TENERIFE

Del 26 de Marzo al 2 de AbrilCALICIA-PORTUCAL56.565 Pías. Todo incluido

Del 27 de Marzo al 1 de AbrilCORNISA CANTÁBRICA

60.000 Ptas. Todo incluido

Del 27 de Marzo al 3 de AbrilITALIA

85.100 Ptas. Todo incluido

Del 27 de Marzo al 7 de AbrilCUBA

139.950 Ptas. Todo incluido

& ECUADORORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DE VIAJES

SANTA CRUZ DE TENERIFE El Pilar, 6- Teis. 246075-242124PUERTO DÉLA CRUZ Avda. Generalísimo, s,n. Teis. 384563• 385360