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  • EL ARTE DEL BORDADO

    EN ORO EN RUSIA

    URSS MOSC

  • El Comit Central del Partido Comunista de la Unin Sovitica, en su Disposicin "Sobre los oficios artsticos populares", propuso a las Organizaciones del partido, soviticas y sociales, a los ministerios y departamentos correspondientes prestar mayor atencin a las cuestiones referentes al desarrollo de los oficios artesanos y de las industrias artsticas tradicionales. La creacin de los maestros del arte popular ocupa un destacado lugar entre las artes aplicadas y decorativas en la URSS y son parte inalienable de la cultura socialista sovitica.

  • No hay n ingn pas en el mundo don-de no se hayan expuesto y vendido las or iginales y bellas obras c readas por los maes t ros de los oficios arts-

    ticos populares de la Federacin Rusa. A los vis i tantes de las exposiciones y a los compra-dores les asombra que el pueblo sovitico, que ha a lcanzado tan destacados xitos tan to en el terreno de la evolucin social como en el desarrollo de la ciencia y de la tcnica y en la esfera de la produccin industr ial , haya conservado y desarrol lado s imul tneamente sus ar tes decorat ivas y apl icadas t radiciona-les, que han llegado has ta nuest ros das desde la ms remota ant igedad, que haya sabido cult ivar en ellas la habi l idad y la destreza tcnica en su ejecucin y la percepcin directa de la vida.

    Ya desde los primeros das de existencia del Poder Sovitico nuestro gobierno y perso-na lmente el c amarada Vladmir Ilich Lenin pres taron gran atencin al desarrollo de los oficios populares "a r tesanos" , como entonces se les l lamaba. Inmedia tamente se tomaron una serie de medidas y se p romulgaron dispo-siciones legales que dieron la posibilidad de que se desar ro l la ran de manera floreciente en las nuevas condiciones estos oficios art st icos populares, sa lvndoles de su decadencia y extincin. Los artfices populares fueron equi-parados en sus derechos a los ar t i s tas cuyas obras es taban comprendidas dentro de los marcos de las l l amadas artes "mayores" o "acadmicas" . Por tal razn, ya en las pri-meras exposiciones internacionales en las que tom par te nues t ro pas (Londres 1921; Es toco lmo 1922; P a r s 1925) se presen-taron al pblico creaciones de oficios artsti-cos bien conocidos anter iormente, como los encajes de bolillos, el bordado ruso, las pie-zas de madera dorada de Joj lom, las ta l las

    en madera y otros. Al mismo tiempo que fue una demostracin de las ar tes populares de Rusia, ste marc el inicio de las relaciones comerciales con otros pases.

    En los s iguientes decenios de nues t ra his-toria se sigui pres tando siempre extraordi-nar ia atencin a las profesiones ar t s t icas populares en nuestro pas, exceptuando los aos de la segunda guerra mundia l . En todas las impor tantes exposiciones en las que ha par t ic ipado la URSS, a la par que los gran-des progresos de la ciencia y de la tcnica, se han presentado invar iablemente objetos y artculos de las indust r ias ar t s t icas popula-res. Es tas exper imentan hoy una etapa parti-cu larmente in teresante en su desarrollo, en el actual perodo de la revolucin cientfico-tcnica, de la mecanizacin y automat izacin de los procesos industr iales , cuando apare-cen nuevos mater ia les para la industr ia , cuan-do est en su apogeo el t r aba jo del desig-ner (diseador proyect is ta) . Al mismo tiempo que se ampla la actividad de los centros industr ia les de las ar tes populares, en el pas se organiza una produccin artst ica nueva, moderna, a la que se incorporan tan to los maes t ros de las generaciones mayores como los maes t ros jvenes que han pasado un curso especial para estudiar y asimilar los mtodos y formas de los oficios artsticos. Es tas nue-vas empresas se crean por lo general en los lugares en que existan t radic ionalmente los oficios ar tesanos y en donde quedan an al-gunos de los ant iguos maestros , as como reservas locales de las pr imeras mate r ias ne-cesar ias para la produccin. Toda la labor de invest igacin y experimentacin de la activi-dad creadora en el terreno de las indus t r ias ar t s t icas populares est o rgan izada por un centro cientfico especial: Inst i tuto Cientfico-Exper imenta l de las Indus t r ias Art s t icas.

  • El arte popular es un fenmeno vivo y complejo. Constantemente se descubre mucho nuevo tanto en la actividad creadora de las empresas industriales artsticas como en la historia de la creacin artstica popular, hon-tanar inagotable de conocimientos e inspira-cin para los artistas y maestros del arte po-pular. Adems de los oficios artsticos rusos ya conocidos y ms estudiados, en la actuali-dad atraen particularmente la atencin las obras originales y tpicas de otros pueblos de la Federacin Rusa, que son parte integrante de todo el tesoro de la cultura sovitica.

    Las empresas de las industrias artsticas populares (desde los simples talleres a las grandes fbricas y complejos industriales) estn agrupadas en un sistema estatal de las industrias locales, el cual tiene a su cargo dirigir la actividad prctica de stas.

    El lenguaje del arte popular no necesita ser traducido, pues es accesible y compren-sible para todos los habitantes de la Tierra. Por tal motivo, la creacin de los artfices populares no slo es un medio de enriqueci-miento espiritual del hombre, sino tambin un vehculo para el desarrollo de la colabora-cin y para el fortalecimiento de las relacio-nes comerciales y culturales con otros pases, cosa paticularmente importante en nuestra poca, en este perodo de profunda reestruc-turacin de todo el sistema de las relaciones internacionales en pro de la paz y de la amis-tad entre los pueblos.

    En este libro se va a t ratar del bordado en oro, labor tradicional en Rusia, que naci en la ms remota antigedad y sigue existiendo hasta nuestros das.

    En los numerosos tipos y ejemplos que aqu se presentan, se muestra la belleza y ori-ginalidad del arte del bordado en oro, que est a la altura de las mejores y ms origina-les manifestaciones del arte popular ruso.

    El bordado ruso en oro es todo un mundo extraordinario y potica, lleno de belleza y fantasa. Por la amplia difusin que tuvo en los medios populares en tiempos antiguos y por su mrito artstico en las creaciones mo-dernas, el bordado ornamental en oro es una manifestacin independiente y de gran impor-tancia dentro de las artes decorativas y apli-cadas en Rusia. Sus races se pierden en la

    profundidad de los siglos, pero, al mismo tiempo, es parte inalienable de la cultura moderna.

    La etapa actual del desarrollo del arte del bordado en oro comienza a partir de los pri-meros aos de existencia del Estado Sovi-tico.

    Aquellos primeros aos despus de la re-volucin, plenos de romanticismo, fueron de-cisivos en la determinacin del carcter de la actividad de los maestros que dominaban mtodos nicos para la creacin de obras decorativas. El arte en la creacin de objetos de uso corriente sobre la base de las tradicio-nes populares, de utensilios que servan al pueblo en su vida cotidiana, o para el ornato del hogar y de los edificios sociales, adquiere en aquellos aos gran importancia cvica. Muchas tesis del programa aprobado en el VIII Congreso del Partido, que tuvo lugar en 1919, dan carcter legal a la organizacin de los talleres artsticos y cooperativas de arte-sanos, que haban empezado a constituirse ya en 1917, y determinan el camino a seguir para el desarrollo de las industrias artsticas popu-lares.

    En los sesenta aos de su desarrollo, es-tos pequeos talleres y cooperativas de arte-sanos, surgidos en los centros tradicionales del arte popular ruso, se han transformado en importantes empresas industriales modernas, en las que t rabajan numerosos artistas crea-dores de talento que conservan con celo los rasgos originales y tpicos de cada localidad. Y esto se refiere igualmente al arte del bor-dado en oro, cuyos mtodos y estilos dominan las maestras bordadoras de la fbrica de Tor-zhok, en la regin de Kalinin. En esta fbrica se crean prendas modernas de distinto carc-ter adornadas con esplndidos bordados en oro: piezas para el ornamento de interiores, para el adorno de trajes populares, artculos de regalo y objetos de recuerdo. Al mismo tiempo que se desarrolla sin perder su enlace directo con la secular cultura nacional, el bordado en oro sigue concentrando en s una gran expresividad figurativa y la ms per-fecta maestra tcnica en la factura del orna-mento. Y la base fundamental para lograr esto son las tradiciones artsticas populares rusas.

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  • EL BORDADO EN ORO EN RUSIA DEL SIGLO X AL SIGLO XVII

    El a r t e del bo rdado con f i l amen tos me t l i cos en el t e r r i to r io de Rus ia es conocido desde t i empo inme-mor ia l . Los p r imeros h a l l a z g o s a rqueo lg icos (rea-l izados en el s iglo XIX) y las p r i m e r a s r e f e r enc i a s al b o r d a d o s u n t u a r i o o r n a m e n t a l en fuen t e s e sc r i t a s se r e m o n t a n a ob ra s del s ig lo X. E n los a n t i g u o s a n a l e s se han podido ha l l a r no t i c ias de que la pr in-cesa O lga envi al p r nc ipe r icos p resen tes , en t re los cua les hab a v e s t i m e n t a s b o r d a d a s .

    Los s ig los s igu ien tes , an te s de la invas in de los t r t a r e s - m o n g o l e s , p roporc iona ron m a y o r n m e r o de h a l l a z g o s a rqueolgicos . Se empieza a r eco rda r t a m b i n con m s f recuenc ia en los ana l e s r u sos la i n d u m e n t a r i a con b o r d a d o s en oro. L a s no t i c ias de que d i sponemos hoy d e m u e s t r a n que el b o r d a d o or-n a m e n t a l en oro, a la par con el b o r d a d o de p a s a j e s del evangel io , ocupaba un l u g a r i m p o r t a n t e en la cu l tu ra ar t s t ica de la a n t i g u a Rus ia .

    Las p r e n d a s b o r d a d a s en oro y p la t a tuv ie ron ampl ia d i fus in en los s ig los X I X I I I en t re las f ami l i a s de los p r nc ipes y los boyardos , y t a n t o en las c iudades como en el campo.

    El b o r d a d o o r n a m e n t a l d e s e m p e a b a t ambin un papel i m p o r t a n t e en el p a r a m e n t o de las ce remon ias en la l i tu rg ia c r i s t i ana . H a b i e n d o recogido las t r a -diciones b i zan t inas , los rusos deco raban con g r a n s u n t u o s i d a d sus t emp los y monas t e r io s , que en aquel los t i empos e ran los p r inc ipa les cen t ros de la v ida social .

    En la decoracin de los t emplos y c a t e d r a l e s r u s a s en aquel per iodo se concede g r a n impor t anc i a a los b rocados y t e j idos s u n t u o s o s t r a d o s de a l lende los m a r e s as como a los b o r d a d o s en oro hechos por las hbi les m a n o s de las m a e s t r a s de cada lo-ca l idad .

    En los ana l e s se r ecue rda con f recuenc ia que a d e m s de los t a l l e res en los monas t e r io s , t amb in t o m a b a n p a r t e ac t iva en el o r n a t o de las c a t ed ra l e s los p r nc ipes rusos , en t re ellos el pr nc ipe Andr i Bogol iubski , en el s ig lo XII , y el pr nc ipe Vlad mi r Vas l ievich , en el s ig lo XII I .

    El bo rdado o r n a m e n t a l tuvo t a m b i n g r a n im-por t anc ia en el ado rno de los a n t i g u o s a t u e n d o s de f ies ta rusos , p a r t i c u l a r m e n t e de los p r nc ipes y sus a l l egados . A j u z g a r por l as f i g u r a s que se ven re-p r e s e n t a d a s en f rescos y m i n i a t u r a s , los b o r d a d o s en oro, combinados con pe r l a s y p i ed ra s prec iosas , a d o r n a b a n las l a r g a s v e s t i d u r a s en fo rma de am-p l ias tn icas , los m a n t o s , l as tocas , go r ros y cenda-les que cubr an la cabeza , hechos con t e j idos l isos

    o a d a m a s c a d o s , t r a d o s de l e j a n o s paises . Los t r a j e s de f ies ta de las gen t e s senc i l las de la c iudad y del c ampo e ran de t e j idos m e n o s lu josos , bien fo rneos o locales, de seda o de hilo, y no t en an t a n t a pro-fus in de b o r d a d o s en oro. D e c o r a b a n con b o r d a d o s en oro slo la ropa exter ior , por el borde de aba jo , en to rno al cuello y en los puos , as como los toca-dos con que se cubr ian la cabeza .

    A l g u n a s m u e s t r a s de los b o r d a d o s en oro encon-t r a d a s en las excavac iones a rqueo lg i ca s hechas en tmulos , as como los f r a g m e n t o s de las guarn ic io-nes que a d o r n a b a n los a n t i g u o s t r a j e s r u sos de f ies ta de los h a b i t a n t e s del campo, y a lgunos , no m u y numerosos , f r a g m e n t o s de r icos b o r d a d o s proce-den tes de los o r n a m e n t o s l i trgicos , que se conser-v a n hoy en d is t in tos museos , nos dan a conocer que el bo rdado o r n a m e n t a l ruso en el per iodo compren-dido en t re el s ig lo X y pr inc ip ios del XII I t en a ya sus propios r a s g o s es t i l s t icos y u n a tcnica o r ig ina l en la e jecuc in de los e l ementos decora t ivos . Si se t iene en cuen ta que el bo rdado con hilos me t l i cos en aquel los t i empos se hab a ex tend ido por un am-plio te r r i to r io del an t i guo E s t a d o ruso, se puede suponer que ya en tonces se d e s t a c a r o n los pr inc ipa-les cen t ros del b o r d a d o ar t s t ico, que, p a r a l e l a m e n t e con los t a l l e res de los m o n a s t e r i o s y de los pr nci-pes, se f ue ron c o n c e n t r a n d o en los suburb ios a r t e sa -nos de las g r a n d e s c iudades , como Kev, Nvgorod , Vlad mi r , R i a z n y o t ras .

    P a r a hacer el b o r d a d o se u t i l i zaban en tonces hi los de p la t a s o b r e d o r a d o s en to rchados , es decir, en los que el f i l amen to de me ta l envolv a una hebra de color de lino o de seda . Es to s hilos e n t o r c h a d o s e ran b a s t a n t e r e s i s t en te s y e ls t icos y c o n s e r v a b a n l a rgo t i empo el bri l lo del v e r d a d e r o oro.

    L a s b o r d a d o r a s r u s a s del s ig lo X a pr inc ip ios del XI I I d o m i n a b a n ya a la perfeccin la tcnica del bor-dado en oro y sab an u t i l izar con v e r d a d e r o ar te las pos ib i l idades decora t ivas de las d i s t in t a s f o r m a s de b o r d a d o que en tonces se conocan .

    Al pr inc ip io la fo rma m s cor r ien te del b o r d a d o en oro era la l l a m a d a "na p roem" , es decir, por el haz de la te la , s u j e t a n d o las p a s a d a s slo por el envs, as r e s u l t a b a un o r n a m e n t o liso y b r i l l an te que parec a una p laca de me ta l r e p u j a d o pues ta sobre un fondo de color. A pa r t i r de f ina le s del s ig lo XII el bo rdado al p a s a d o por el haz fue poco a poco de sp l azado por el b o r d a d o "v-pr ikrep" , en ste los hilos met l i cos se ponen por enc ima de la te la y se s u j e t a n a ste en p e q u e a s p u n t a d a s con

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  • hebras de seda. Esta forma daba la posibilidad de conseguir de manera ms sencilla una superficie lisa y bril lante con motivos decorativos de mayores dimensiones.

    Las an t iguas maes t ras del bordado en Rusia saban apreciar suti lmente las posibilidades decora-t ivas del bordado en oro y recurr an con frecuencia a la diversidad de efectos que producan los hilos tendidos en dist intas direcciones, aplicando peque-os detalles bordados "v-prikrep" sobre una super-ficie lisa y brillante, ot ras veces introducan en el ornamento motivos bordados al realce, o con sedas de color, y tambin lentejuelas y al jfar . Todo esto les daba la posibilidad de crear un ornamento sun-tuoso y de diversa factura, que ms pareca a veces una preciosa obra de orfebrera.

    Por el carcter de los motivos ornamentales , los bordados rusos anteriores al perodo de la invasin tr taro-monglica se pueden dividir convencional-mente en tres grupos fundamenta les : entretejidos, de dibujos geomtricos y con formas vegetales. Los or-namentos geomtricos, como el decorado ms anti-guo en los vestidos de fiesta, se encontraban en mu-chos lugares del amplio territorio que ocupaba el ant iguo Es tado ruso. A juzgar por los mater ia les arqueolgicos, las formas geomtricas ms emplea-das eran rombos, rectngulos, t r ingulos, crculos, anillos, medias lunas, espirales y lneas onduladas.

    Adems de su funcin decorativa en la vesti-menta, a estos geomtricos se les conceda un pro-fundo sentido, y eran considerados como smbolos del bien, de la felicidad y el bienestar. La composi-cin del dibujo con motivos geomtricos para los vestidos era muy sencilla y al mismo tiempo severa. Tena la forma de una cenefa ornamenta l en la que se repiten de manera rtmica uno o dos motivos enlazados entre s.

    El ornamento entretejido, que se encuentra con no menos frecuencia que el ornamento geomtrico en el adorno de los t r a j e s en la ant igua Rusia an-tes de la invasin tr taro-monglica, era tambin una manifestacin del estilo general de las artes decorat ivas y apl icadas en aquellos tiempos. En el bordado en oro se empleaban tres var iedades del en-tretejido: en forma de dos estrechas cintas que se ent re lazan en lneas sinuosas; otro formado por se-llos pequeos separados; el tercero era una cenefa formada por var ias cintas entrecruzadas, cuyos ex-t remos te rminaban con frecuencia en pequeas flores.

    El principal mrito de esta clase de bordados re-side en la expresividad de los contornos del orna-mento, que se repite indefinidamente. El complicado entrelazamiento de las l neas exiga de la bordadora gran fan tas a creadora y extrema habilidad en la factura de la composicin ornamental . Slo po-seyendo tales cual idades podan las maes t ras crear con tal sencillez y libertad innumerables variantes, hal lar volutas de las l neas par t icularmente bellas y dctiles, determinar la proporcin ms conve-niente entre el ornamento bordado y la superficie lisa del fondo.

    Los ornamentos vegetales se dist inguan por su gran diversidad, an mayor que en los ornamentos geomtricos y los entretejidos. Entre las flores la que se encontraba ms era una flor en forma de tul ipn a la que daban el nombre de krin y que era

    considerada como smbolo de la vida y la pureza; en otros motivos se entre lazaban r ama je s finos y flexibles, o se veian rboles de r amas simtricas, cuya copa la formaban tres o cinco ramas . El dibujo plano, grfico, en el ornamento floral, lo mismo que en el ornamento entretejido, siempre estaba com-puesto a base de una precisa correlacin entre los detalles mayores y ms compactos y las l igeras y flexibles ramas , en las que cada forma tena su pro-pio contorno, bello y suave.

    Los bordados en oro de los siglos XI al XIII con dibujos de flores, r amas y rboles son un magn-fico ejemplo de la gran al tura que alcanz el arte ornamenta l de los maes t ros ar tesanos en la ant igua Rusia.

    Siguiendo las direcciones fundamenta les del de-sarrollo de las artes decorativas, el bordado orna-mental en los siglos XI a principios del XIII ocup un lugar destacado en la cultura artstica de la an-t igua Rusia en el perodo anterior a la invasin tr taro-monglica. Al desarrollo del bordado en oro en los siglos XI al XIII contribuyeron las tradicio-nes que ya existan anteriormente. El ref inado gusto artstico de las maes t ras bordadoras, su comprensin de las posibilidades decorativas del bordado suntua-rio y el profundo conocimiento de la cultura orna-mental de su tiempo determin el florecimiento de este arte en aquel perodo. En el siglo XIII el desa-rrollo del arte del bordado en oro, lo mismo que toda la cultura rusa, se vio interrumpido por la invasin de los mongoles y los tr taros .

    Un nuevo florecimiento del bordado ornamental suntuar io apareci despus de haberse liberado Rusia del pesado yugo de los tr taros , cuando apa-recieron de nuevo condiciones favorables para el de-sarrollo de la cultura artstica rusa.

    La unin de los principados feudales dispersos y la creacin de un solo Estado ruso contribuy al rpido fortalecimiento del pas.

    Mosc se convirti entonces en el centro de la vida artstica del Estado. Los principados feudales, al unificarse, enriquecieron la cultura del Es tado ruso con sus an t iguas tradiciones artsticas, que se desarrol laron desde entonces sobre una base nueva. La arquitectura, la pintura, la escultura de aquellos t iempos nos asombran hoy por la riqueza de sus so-luciones creadoras.

    En las artes apl icadas se observan un brusco cambio en el sentido de destacar la magnif icencia de cada objeto. Se eleva la tendencia a utilizar ma-teriales preciosos, a la factura complicada, al dibujo copioso, que cubre casi toda la superficie de los ob-jetos. En este perodo tienen amplio desarrollo la fundicin y el repujado de metales, el t r aba jo de f i l igrana, el esmalte, la tal la en madera y en piedra.

    En la decoracin de los tej idos adquiere cada vez ms importancia el bordado con metales valioso que recubre con frecuencia todo el vestido o los pa-ramentos que se uti l izaban para el ornato de los aposentos.

    Por desgracia, hasta ahora no se ha encontrado ningn ejemplar de bordado en oro de los siglos XV al XVII que puedan referirse a la poblacin de los distri tos rurales de la Rus-Moscovita.

    Pero la fal ta de e jemplares de bordado en oro en los vestidos usados por la poblacin en las ciudades y en el campo en los siglos XVXVII, es suplida

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  • con el gran nmero que se conserva de piezas y or-namentos bordados dest inados al culto religioso o usados por los palaciegos y cortesanos, hechos en su mayora por las hbiles manos de sencillas mu-jeres rusas. Y aunque una u otra prenda o vesti-menta con bordados en oro fuera hecha "por man-dato" de algn encumbrado boyardo o de un zar, la bordadora siempre pona en stos el sello de su maestr a y su arte. El conocimiento intuitivo del mater ial y de las par t icular idades decorativas de los distintos hilos de oro, el perfecto dominio de las ms difciles tcnicas del bordado, valor izaban el mrito artstico de las grandes obras del bordado ornamental .

    Lo mismo que en la Rusia premonglica, los bor-dados ornamentales , que resplandecan en este pe-rodo con todos los relumbres del oro y la plata, con las var iadas tonal idades de las sedas y las iri-saciones de las perlas sobre los tej idos de seda o terciopelo de vivos coloridos, servan para el para-mento de las catedrales, las iglesias de los monaste-rios, las cmaras y aposentos de los g randes boyar-dos y de los zares. En este perodo no le cedan en lujo los ropajes y atuendos de fiesta que vesta la alta nobleza de Rusia.

    La vest imenta femenina y mascul ina era por lo general larga, abierta o completamente cerrada por delante, hecha de paos rectos, lo que daba am-plias posibilidades para su decoracin con bordados. Lo mismo que antes, el lugar donde se aplicaban los motivos decorativos era la par te ba ja de los ves-tidos, la abertura de la pechera, las m a n g a s y el cinturn; pero las dimensiones del ornamento y su riqueza eran ahora mayores. Como dijo Antonii Jenkinson, que visit Rusia var ias veces en el siglo XVI, en las personas de la nobleza, incluso la camisa, hecha de una tela fina de hilo, estaba ador-nada con bordados en seda roja, hilillos de oro y, a veces, hasta con al jfar . Los caf tanes, feriasi (del rabe fa raza : ant igua vest imenta rusa, amplia y suelta con m a n g a s l a rgas ) , odnorriadki (especie de levita ental lada, pero abrochada desde el cuello a la cintura con una hilera de botones) y otras prendas que se ponan para las ceremonias eran ropas de vestir, r ecamadas en oro y plata y con perlas y pie-dras preciosas. Sobre todo se dist ingua por su lujo y riqueza el atuendo que vestan los boyardos en las entrevistas con los embajadores y los visi-tan tes extranjeros, estos ropajes se sacaban slo para estos das de las arcas donde se gua rdaban los tesoros del zar. Segn test imonios escritos de Niko-lai Virkog, enviado por el emperador romano al zar ruso Fedor Joannovich en 1589, 1593, y 1594, y de Conrad Busov, que vivi en Rusia de 1601 y 1613, era imposible contemplar sin admiracin a los nob-les boyardos y los consejeros de la Duma que asis-t an a las entrevistas con los embajadores extranje-ros. Todos estaban vestidos con resplandecientes ropajes de brocado, bordados en oro, perlas y pied-ras preciosas. Incluso las al tas botas de tafi lete o de terciopelo y los gorros estaban recamados de oro y ornados de val iosas pieles. La vest imenta de las damas de la nobleza, esposas de los boyardos, no era menos rica y deslumbrante. Por su corte y por su hechura, sus t r a j e s segn sealada Fletcher se diferenciaban poco de los vestidos de otras da-mas ms sencillas de la nobleza, pero, en cambio,

    por el tejido y por los bordados que los adornaban no podan compararse con n ingunos otros.

    Par t icu larmente se dis t inguan por su riqueza los vestidos de fiesta y para las g randes ceremonias, hechos de ricas te las forneas y recamados con fastuosos bordados en oro, per las y piedras precio-sas, cuyo fulgor era an ms des lumbrante por estar rodeados de val iosas pieles.

    En los siglos XVXVII las mujeres rusas prefe-ran el contraste en la combinacin de las telas de seda de vivos colores y los brocados: por ejemplo, el color azul celeste con el escarlata , el rojo con el amarillo, etc. Las camisas y tunicelas se hacan por lo general de una fina y susur ran te tela de color carmes, amarillo, blanco o celeste. Los feriasi, te-logreiki (especie de pellizas engua tadas ) , zamarre-tas y hopalandas se confeccionaban de telas ms gruesas y val iosas con ornamentos en seda y hebri-lias de oro y plata: rasos, damascos, brocaletes, ti-ses, brochados, que se rea lzaban an ms con co-piosos y ricos bordados. Sobre todo eran lu josas las amplias y sueltas tnicas que usaban en verano, hechas de bombas y que se consideraban como el atuendo femenino de gala o nupcial. Lo mismo que el atuendo de los hombres, la vest imenta femenina se completaba con unas botas a l tas cubiertas de bordados y un gorro o toca. Las doncellas se ador-naban con una especie de diadema hecha con una cinta dorada, recamada con hilos de oro y a l jfar ; las mujeres casadas l levaban una pequea cofia, o una capotita con valiosos bordados y rodeada de ricas pieles.

    Sin embargo, el papel fundamenta l del bordado suntuar io ornamenta l en la Rusia anterior a Pedro I lleg al ms alto grado seguramente al uti l izarlo como paramento y adorno en las grandiosas y so-lemnes ceremonias, que a part ir del reinado de Ivn III tuvieron extraordinar ia importancia. Las procesiones religiosas, las comitivas de los zares y su squito en las rogat ivas , la caza con aves de cetrera, las pa radas mil i tares y las recepciones a los embajadores eran concebidas y desplegadas con la mayor fastuosidad.

    En el apara toso paramento y decoracin de es tas ceremonias se le conceda part icular importancia al adorno y guarnicin de las cabalgaduras , recubier-tas asimismo de ricos bordados ornamentales .

    En los escritos y menoras de los embajadores y via jeros ext ranjeros de los siglos XVI XVII se encuentran con frecuencia descripciones de es tas fas tuosas ceremonias de la corte.

    Por ejemplo, Richard Hensler escriba que en los das ordinarios el gran prncipe vesta de la ma-nera ms sencilla. Pero cuando envo dos embajado-res suyos al rey de Polonia, acompaados por no menos de 500 jinetes, stos iban vestidos y atavia-dos con tal esplendor que sobrepasaba todo lo imagi-nable; no slo ellos mismos iban aderezados con ropas de terciopelo y brocados de oro y plata, sino tambin los caballos que montaban llevaban gual-drapas y ricas guarniciones recamadas de piedras preciosas y al jfar . En el recibimiento que se dis-pens al embajador del Irn en 1640 participa-ron 5.287 hombres de a caballo y de infanter a con los ms vistosos atuendos. Entre los que salieron a recibirle haba 200 "caballeros proceres" y mil ula-

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  • nos montados en corceles de las caballerizas de los seores; el resplanzor del oro y de la plata, de las perlas y piedras preciosas de las gua ld rapas y guar-niciones de los caballos competa con los coruscan-tes destellos de los atavos de los boyardos y el ful-gor de las corazas metl icas de los bravos guerreros.

    De lo anter iormente expuesto puede deducirse de cuan diversas mane ras se aplicaba el bordado orna-mental en Rusia en los siglos XVI XVII. Tal fas-tuosidad y cant idad de prendas bordadas en oro, per las y piedras preciosas no se haba visto nunca en los siglos anteriores. Pa ra poder realizar preseas de tanto arte y belleza y en tal escala era necesario que hubiera muchas y hbiles maes t ra s que conocie-sen bien su oficio, que dominasen a la perfeccin el difcil arte del bordado en oro y el recamado con per-las y al jfar .

    El dominio de este arte fue tenido en alto aprecio en la ant igedad. Segn una rancia costumbre, todas las mujeres de Rusia es taban obl igadas a saber bordar. En las casas de los mercaderes y de los que servan en el ejrcito, sin hablar ya de las famil ias de los prncipes y boyardos, entre los diversos ta-lleres que haba en ellas, ocupaba un lugar impor-tan te la mitad de la casa dest inada a las mujeres o svietlitsa. Al frente de esta svietlitsa es taban el ama de la casa y sus hijas, y ellas mismas eran grandes maes t ras en el complicado arte del bordado y es taban incl inadas sobre el bastidor todo el t iempo que tenan libre. Su principal t r aba jo consista en la confeccin de diversos ornamentos de iglesia. Pero tambin hacan los vestidos y la ropa de cama para toda la familia. El bordado en oro y en seda ocupaba un lugar primordial . Las mujeres que te-n an ms arte para las labores de agu ja bordaban las camisas para los hombres y las mujeres de la familia, los cuellos, los tocados, los puos, fa jas , adornos de las mangas , adems de todo aquello que fuera necesario para hacer regalos.

    Cada taller, cada uno de los centros del bordado artstico, an siguiendo una misma tendencia en el estilo, se dist ingua por su propia personalidad bien marcada y por su tcnica preferida.

    Desde el punto de vista del carcter estilstico del dibujo, as como por la composicin, el colorido y la tcnica empleada en la ejecucin, el bordado en oro en los siglos XVXVII era muy rico por la diversidad de tipos y formas, que provenan a veces de fuentes completamente dis t intas y eran de natura-leza artstica muy diferente. En muchos bordados decorativos de este perodo se destacan de manera evidente a lgunas composiciones cuyo origen se re-monta a la ms remota ant igedad.

    El ornamento entretejido, tan extendido en Rusia en el bordado en oro en la poca premonglica, casi no se encuentra como elemento decorativo indepen-diente en los bordados del perodo comprendido entre los siglos XVXVII. Los ornamentos geom-tricos se hicieron entonces ms complicados, ricos y diversos, aunque, lo mismo que antes, es taban compuestos de motivos sencillos por su forma. Si-guieron aplicndose los rombos lisos o de bordes escalonados, los t r ingulos, crculos y estrellas que eran ya un elemento fundamenta l en los bordados en Rusia antes de la invasin monglica. Sin embargo, no encontramos en stos la misma simple contigi-dad que se vea antes de los distintos motivos orna-

    mentales. Dos o tres motivos de diferente contorno forman una lnea ornamental de f iguras en lazadas entre s; una especie de mal la formada por rombos con motivos de gran t amao dentro de cada hueco, o una complicada composicin de var ias cenefas su-perpuestas, fo rmadas por diferentes motivos deco-rativos.

    Dentro de los lmites de este sistema artstico homogneo se crean infinidad de variantes, en las que cambian los contornos de las formas, se resal ta o se amort igua el brillo de los motivos en oro y apa-recen nuevas correlaciones entre el ornamento y el fondo. Estos cambios en el sistema ornamenta l del dibujo y en el colorido dan como resul tado compo-siciones decorativas completamente nuevas.

    Esto no obstante, debemos decir que el ornamento geomtrico no es el determinante en el desarrollo del bordado decorativo en los siglos XV al XVII. En el bordado en oro de esta poca ocupa el lugar preponderante el ornamento vegetal . Entre los pri-meros bordados hechos en la Rus-Moscovita, el orna-mento con flores y hojas no se encuentra con fre-cuencia. En las cenefas que bordean los manteles y paos de al tar del siglo XIV XV con bordados por el haz se ven a veces r ama je s ondulados con peque-os brotes flexibles que terminan en una hoja tri-foliada, o flores parecidas al tul ipn krin y peque-as hojas aciculares. Estos ornamentos, por sus con-tornos, son parecidos a los que hacan las bordado-ras en oro en Rusia antes de los mongoles. Los sig-los XVI al XVII abarcan un perodo de florecimiento del arte ornamental ruso, y en l se crean obras maes t ras del bordado con dibujos de flores y hojas.

    El ornamento vegetal en este perodo se distin-gue por su gran diversidad. Se puede decir que casi cada composicin decorativa tiene sus formas, sus motivos peculiares, sus proporciones, su factura y su colorido. Pero haba en todos ellos un elemento comn: la remarcada suntuosidad y monumenta-lismo, con el fin de destacar la prepotencia de los zares y el podero del Estado ruso. Por tal razn, en el ornamento vegetal del bordado decorativo en Rusia en los siglos XVI al XVII se usi l izaban todos los mater ia les preciosos de que se dispona en aquel tiempo: sedas multicolores, hilos de oro y de plata, laminil las l lamadas drobnitsi y platshiki, que eran pequeas plaquitas metl icas con relieves repujados, g rabados o nielados, perlas, adornos de orfebrera con f i l igrana, esmaltes y piedras preciosas. Esta diversidad de mater ia les se completaba con la mul-tiplicidad de tcnicas en la ejecucin con hilos de oro y de plata, lo que creaba en su conjunto un efecto incomparable.

    El bordado decorativo en los atuendos para las grandes fiestas, as como en las dis t intas piezas des t inadas al paramento de las cmaras y sa las con terciopelos, brocados o pesados tapices de seda se dist ingua por la extraordinar ia variedad de los ornamentos florales y por las diversas tcnicas empleadas en su ejecucin. Las maes t ras rusas del bordado en los siglos XVI XVII, con su intuicin de las posibilidades decorativas de los finos y bri-l lantes hilos metlicos, encontraban tal diversidad de maneras y procedimientos en el bordado que les permitan crear un esplndido juego de luces y som-bras, que haca centellear con luces cambiantes a los motivos en realces cubiertos de hilos de oro. Bus-

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  • cando estos nuevos recursos para el efecto artstico, las bordadoras apelaban a la experiencia de los or-febres que t r aba j aban con metales nobles, as como de los tejedores y los maest ros de otros oficios, cuyas labores y a lha jas haban de combinar armni-camente con las ves t iduras bordadas.

    Las bordadoras tambin enriquecan las formas y recursos de su arte con nuevas fac turas estudiando los brocados y tej idos t ra dos de le janas t ierras, esto se refiere sobre todo a la manera de bordado l lamada "v-prikrep", es decir, laboreado, que sigui siendo la que ms se empleaba en el bordado con hilos metlicos. A finales del siglo XVII se contaban hasta cerca de cincuenta formas dist intas del bor-dado "v-prikrep": en general, son una complicada combinacin de sencillas formas geomtricas, entre las que se encuentran lneas rectas, rombos cuadra-dos, lneas quebradas y diagonales. Aplicar estos pequeos motivos geomtricos tomados de telas tra-das de lejanos pases no fue difcil para las borda-doras rusas, pues sus contornos eran parecidos a los de los dibujos de los tej idos populares artesanos, nicamente que en el bordado todo esto resul taba ms diverso y complejo. Entre el pueblo ruso se les daba diversos nombres f igurat ivos: "frut i l la sen-cilla" y "frut i l la doble", "canast i l lo", "gorodok sen-cillo" y "gorodok con adornos", "monedi tas" y otros.

    La combinacin de diferentes formas de bordado "v-prikrep" en una sola pieza daban extraordinar ia belleza a su factura, resa l tando lo que era necesario resal tar y destacando lo principal en el suntuoso ornamento de la muceta de una dalmtica y en otras vest imentas.

    El bordado "v-prikrep" con sedas de colores, que apareci ya en el siglo anterior, adquiere en la pri-mera mitad del siglo XVII gran difusin. Las hebras de seda en una doble o triple pasada , formaban as un dibujo que semejaba el engas tado de f i l igrana de un esmalte con f inas vetas de oro. Este orna-mento en oro mat izado con sedas de color concer-taba de la manera ms armoniosa con el resplande-ciente bordado en oro y con el clido colorido de las telas. Por este t iempo empieza a aplicarse tambin otro procedimiento del bordado con hilos de oro o plata, l lamado ska, en el que gruesas hebras de seda de color se entretej an de vez en cuando con los hilos de oro o de plata. La seda de color, al mismo tiempo que apagaba el brillo del hilo met-lico, le daba su propia tonal idad, con lo cual el ornamento adquira un matiz ms suave. A la par que introducan el bordado "v-prikrep" con sedas de colores, las artfices rusas seguan buscando mayor variedad de fac turas en los bordados en oro.

    De los brocados italianos, l lamados en Rusia axamit (del griego hexamitos: una especie de bro-cado de seda con dibujos ornamenta les en oro y plata, entre los que se levantaba en realce una hebra de seda torzal ) , las bordadoras crearon un nuevo procedimiento, al que denominaron "al modo del axamit". Esta clase de bordado se haca con hilos flexibles de oro o plata, enroscados en un alambre grueso, lo que daba la posibilidad de hacer unas pequeas espirales o presil las que quedaban levan-tadas , en relieve. Con esta tcnica se hacan dibujos con grandes flores y se creaba un bordado de her-mosa factura en relieve, a veces de distinto nivel, el suntuoso bordado que resul taba de la combinacin

    de cinco, seis y hasta ocho prikrep distintos con el axamit se aplicaba por lo general para hacer orna-mentos copiados de los dibujos de los ricos brocados extranjeros. Los atuendos ms suntuosos es taban recamados por completo de bordados en oro sobre damasco, raso o terciopelo. Como base del dibujo para el bordado, frecuentemente se tomaban los di-bujos que decoraban los tises, brochados, briscados, brocados axamit y damascos de origen i taliano o espaol, as como los terciopelos labrados y sedas con bellos dibujos de Turqua y el Irn. En los bor-dados rusos se conservaban en lo fundamenta l las l neas del ornamento de los tej idos ext ranjeros y los motivos que se encontraban con mayor frecuencia en ellos eran dobles valos te rminados en forma de quilla, jarrones, tul ipanes, claveles, rosas de siete ptalos, g ranadas , lirios y otras flores mult iptalas , formando ramos y gu i r landas que culminaban con la corona de los zares. Sin embargo, si se compara el decorado de los tej idos que se servan de base para las composiciones ornamenta les del bordado, se hace palmaria la original idad profundamente na-cional de las bordadoras rusas que, basndose en las labores que haban visto, creaban sus obras ar-t st icas con un carcter propio. Por ejemplo, el g ran ramo simtrico de g ranadas , muy corriente en los tej idos i tal ianos del siglo XVI XVII, se t r ans fo rma en el bordado de la muceta que cubre la par te de los hombros en una casulla del siglo XVIII (museo etnogrfico de la regin de Dmitrov) , en un pode-roso y resplandeciente rbol de la vida, cargado de hermosas flores y grandes frutos. El dibujo es aqu ms laberntico y al mismo tiempo ms delicado. En lugar de las hojas, en este esplndido rbol se destacan los frutos, que exal tan la idea fundamen-tal del ornamento, el smbolo de la fecundidad y del renacimiento de la vida. El grueso cordn que bor-dea el contorno del dibujo y las grandes perlas crean la impresin del relieve en la factura del bordado. Las irisaciones de las perlas enriquecen el colorido general del ornamento y apagan un tanto el fulgu-rante brillo del oro y de la plata sobre el clido fondo de terciopelo de color granate . Todo ello en su conjunto crea esa exgesis decorativa que se puede conseguir slo con el suntuoso bordado con hilos metlicos y que con extraordinar ia sensibilidad fue intuida por las bordadoras rusas .

    Es tas no se l imitaron a estudiar solamente las par t icular idades decorativas de los tej idos extranje-ros, sino que tambin a t ra jo su atencin al repujado en metal y la f i l igrana en plata y oro, las monedas acuadas y otros procedimientos tcnicos que utili-zaban los orfices rusos. De estos maestros, que crea-ban delicados y preciosos adornos de orfebrera, copiaron la factura en realce que se basaba en el paso paulat ino del fono liso al motivo ornamental en relieve. Las bordadoras conseguan con sin igual perfeccin en sus obras dar la impresin del orna-mento en relieve, en el que combinaban armnica-mente las dist intas mane ra s y procedimientos del bordado en oro. De tal modo, el ornamento repujado en relieve sobre lminas de oro y de plata las llev a la idea de crear el bordado en realce con filamen-tos metlicos, para lo que ponan por debajo del motivo que iban a bordar una delgada capa de cor-teza de abedul o una mecha blanda de algodn de diferente grosor. En dependencia de la al tura o de

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  • que la superficie del motivo que se bordaba fuese convexa o plana, estos tipos de bordado se l lama-ban: alzado, f r aguado o "al modo de repujado" . Sin embargo, a pesar de la g ran semejanza del orna-mento bordado con el repujado, su efecto artstico se consigue con recursos especficos: por medio de la divisin del ornamento en porciones muy pequeas, que se crean como resul tado de las diferentes mane-ras del prikrep de los hilos metlicos en el tejido. Es tas pun tadas de seda por encima, ora apagan el brillo del hilo metlico sobre el fondo, ora, por el contrario, hacen que resplandezca ms intesamente en el centro de las flores, dando lugar a una extra-ordinar ia r igueza de matices y de contraluces en el bordado.

    El grupo ms numeroso y diverso de los borda-dos decorativos en el siglo XVI XVII la componen los ornamentos vegetales que se conocan con la potica denominacin de "flores esparcidas" . La base de esta clase de ornamentos estaba formada por r a m a s que se extendan en dist intas direcciones y que se separaban en tallos te rminados por vistosas flores con caprichosos dibujos. Los bordados de este grupo se dist inguen por la combinacin de una fan-tst ica riqueza de motivos con la sencillez clsica de toda la composicin. Esta est basada por un lado en el principio de simetra bilateral, y, por otro lado, en la lnea ondulada de las r amas con el ritmo pre-ciso y claro de las hojas y las flores. La fuerza del efecto decorativo de los bordados de este grupo ra-dica en la riqueza y diversidad de los materiales, procedimientos y facturas . Rara vez el ornamento se hace slo con pasadas de hilos entorchados de oro y plata. Los motivos planos y en realce de las flo-res y hojas se consiguen empleando distintos clases de prikrep y se completan ut i l izando un grueso tren-zado de cordoncillos de diferentes formas, adems de lentejuelas, cautil los de oro y plata, t runtsa l o s t runtsal , que pueden ser bri l lantes o mates, lisos o con facetas, dorados o plateados y tambin de color. Bordaban con ellos directamente sobre la tela o sobre otro material que haca de realce, se usaban tambin para suje tar los motivos aplicados y, a ve-ces, para formar un controno de relieve en el dibujo.

    Los ornamentos vegetales, al mismo tiempo que conservaban muchos elementos de siglos anteriores, se hicieron mucho ms vistosos y diversos. En los bordados en oro predominaban las flores fantst i -cas, de complicadas formas, en las que los ptalos, de diferentes f iguras y tamaos , se enca jan unos con otros en magn f icas inflorescencias. La expre-sividad de las l neas del contorno, las ramas, que con impetuoso ri tmo ora se aproximan, ora se sepa-ran, todos los elementos de este ornamento, t r a tado de manera convencional, hacen que aparezca lleno de vida y movimiento. En la expresividad plstica de las formas, en la lnea precisa del contorno, en la armona del colorido, se percibe la elevada cul-tura del bordado ornamental ruso en oro, que se fue formando a t ravs de numerosas generaciones de maes t r a s de este arte. Toda la riqueza en la factura y en el colorido del suntuoso ornamento vegetal en el ant iguo bordado ruso nos habla de su destino concreto: servir de marco y decoracin de los fas-tuosos atuendos y usos de la nobleza y de los altos d ignatar ios de la iglesia,

    Entre los aos del 30 al 40 del siglo XVII se dibujan de manera precisa los rasgos de un nuevo estilo. La tendencia que se haba iniciado ya en el siglo XVI de tomar motivos para el bordado de la na tura leza circundante tuvo su culminacin a me-diados del siglo XVII. El ornamento abstracto se llena cada vez ms con motivos observados direc-tamente en la vida. Hoy nos asombra la habilidad y el talento de los ant iguos ar t i s tas rusos y de las bordadoras para captar con toda delicadeza la her-mosura de las formas en la na tura leza y conservar su belleza en los ornamentos. Esta atraccin por el esplendor de la na tura leza circundante fue has ta tal punto elevada, que ahora has ta nos es difcil enu-merar toda la diversidad de formas y motivos de este fastuoso bordado. Esto puede apreciarse por las guarniciones bordadas en oro y perlas que ador-nan los vestidos y piezas para el ornato de la casa que se guardan en los museos etnogrficos regiona-les y nacionales de la URSS. Lo mismo que en las ta l las y pinturas en madera , en los repujados y los esmaltes, en los bordados del siglo XVII se vean con frecuencia tul ipanes con las flores abiertas o en pacullo, smbolo de juventud y belleza, la ama-pola y el clavel, la rosa, r a m a s de manzano en flor, racimos de uvas, que con frecuencia a l ternaban con margar i t a s , f rut i l las y delicadas flores silvestres entre el csped.

    Las maes t ra s del bordado en oro y los miniatu-r is tas que pintaban las flores silvestres para los bordados saban cmo captar el carcter de las diferentes plantas , cmo es taban en ellas las hojas grandes y pequeas, el lugar que deban ocupar los capullos y las flores abiertas. Estos motivos de la naturaleza, libres de las t r abas impuestas por las tradiciones iconogrficas seculares, avivaban la ins-piracin creadora e incitaban a las bordadoras a buscar nuevos y nuevos dibujos y formas.

    En el siglo XVII prescribieron las tradiciones del ant iguo arte ruso. En su seno aparecieron ele-mentos del arte seglar decorativo, realista, que alcanz su florecimiento en los siglos XVIII XIX.

    Esto estuvo predeterminado por toda la marcha del desarrollo histrico de Rusia y por el cambio radical que se produjo en la vida social y econ-mica. Este cambio en el modo de vida de todas las capas de la sociedad rusa t r a jo como consecuencia que el arte ruso, y dentro de ste el bordado en oro, que durante siglos se haba desarrol lado por un mismo cauce, se separa a principios del siglo XVIII en dos corrientes diferentes: aristocrtica y popu-lar. Pero en el bordado en oro, debido a las parti-cular idades especficas de su aplicacin, apareci una tercera corriente: la religiosa. Y aunque estas t res corrientes es taban estrechamente l igadas entre s en cada una de ellas se revelaban de distinta manera las tendencias estil sticas de la poca. Las mejores tradiciones del ant iguo arte del bordado en oro en Rusia durante largos aos siguieron sirviendo de base para los t r aba jos de los artfices populares, que en los siglos XVIII XIX crearon obras insu-perables del bordado suntuar io ornamental , en el que los mejores logros de las pocas pasadas se compenetraban orgnicamente con los nuevos pro-gresos de la cultura ornamental rusa.

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  • EL BORDADO EN ORO EN EL ORNAMENTO DECORATIVO DEL TRAJE POPULAR DE FIESTA EN LOS SIGLOS

    XVIII XIX En los s ig los XVII I XIX el b o r d a d o en oro po-

    pu la r ruso a lcanz su m a y o r esp lendor . En este per odo es tuvo m u y d i fund ido no slo en las c iuda-des, s ino t a m b i n en t re la poblac in ru ra l de t o d a s las p rov inc ias de Rus ia .

    Sin embargo , en los medios p o p u l a r e s el bor-dado en oro no se ap l icaba con t a n t a d ivers idad como en el en to rno de la nobleza en la Rus ia an-ter ior a P e d r o I y en t re los co r t e sanos en los sig-los XVIII XIX. n t r e el pueblo no se a c o s t u m b r a b a a bo rda r en oro y o t ros m a t e r i a l e s va l iosos los ob-je tos y p r e n d a s pa ra el ado rno del hoga r y las gua r -nic iones de los cabal los . S e g n las n o r m a s estti-cas del pueblo ruso y s egn su concepto de la be-lleza, slo las donce l las y las m u j e r e s jvenes en el per odo de su m a y o r h e r m o s u r a e r an d i g n a s de un a tuendo rico y r e sp landec ien te . Slo los t r a j e s p o p u l a r e s con que se a t a v i a b a n las m u c h a c h a s sol-t e r a s y las m u j e r e s r u s a s en las f i e s t a s e s t aban a d o r n a d o s con b o r d a d o s hechos con hilos de oro y p la ta , per las , a l j f a r y o t ros m a t e r i a l e s r e sp l ande -cientes.

    Lo m i s m o que en la poca an te r io r a P e d r o I, en los s ig los XVII I XIX se conserv en el a tav o fe-men ino popula r pa r a los d as de f ies ta el con t r a s t e de las t e l a s de vivo colorido con el pomposo o rna -m e n t o que r e sp l andec a con luces cambian t e s . La apl icacin de o r n a m e n t o s r icos y b r i l l an te s era m u y diversa .

    El m i s m o t r a j e poda es ta r hecho de senc i l las t e l a s de lino o de l ana , o con t e l a s m a n u f a c t u r a d a s a d q u i r i d a s en los mercados , en t re l as cua les l as m s ex t endas e ran las sedas l abo readas , l as t e las de al-godn l l a m a d a s kolenkor calicot, o terciopelo. El ado rno en oro o p la t a de e s t a s t e l a s era a veces m u y sencillo, a p e n a s u n a s e s t r echas l neas ; o t r a s veces, por el cont rar io , el rico o r n a m e n t o cubr a casi todo el t r a j e con b r i l l an tes r a m a j e s que r e s p l a n d e c a n al sol. El ca rc te r del t e j ido y la can t idad de b o r d a d o s y va l iosos m a t e r i a l e s que a c o m p a a b a n al a t uendo popu la r pa r a las f ies tas , as como los mot ivos o rna-m e n t a l e s y su colorido depend an de las pa r t i cu la -r i d a d e s t r ad i c iona l e s del a r te de cada luga r , de la posicin social y la s i tuac in econmica de la m u j e r que lo l levaba, de la edad de s ta y de la impor t an -cia de la f ies ta .

    El t r a j e femenino popula r p a r a las f i e s tas en las p rov inc ias del Sur de Rus ia se d i fe renc iaba mucho del que ves t an las m u j e r e s de las p rov inc ias del Nor te y del centro, t a n t o por el corte y la r echura como por el ca rc te r de los b o r d a d o s y la c a n t i d a d de s tos en todo el c o n j u n t o de p r e n d a s que lo com-ponan .

    P e r o una cosa p e r m a n e c a s i empre invar iab le : la p r enda m s a d o r n a d a y va l iosa del t r a j e popu la r pa r a las f ies tas , lo m i s m o que en la a n t i g u a Rus ia , segu a s iendo el t ocado que l l evaban las m u j e r e s en la cabeza .

    En el sur de Rusia , en t re la poblac in de las pro-v inc ias de K a l u g a , Tula , Oriol , Tambov , Br i ansk v Vornezh , el b o r d a d o en oro a d o r n a b a pr inc ipa l -m e n t e la pa r t e del t ocado que cubr a la f ren te . Es to se re f ie re t a n t o a los t ocados con que se a d o r n a b a n las jvenes so l te ras : lenta en fo rma de una ancha c inta b o r d a d a , con una en t re te la fue r te ; obruch un ancho ani l lo cubier to de una te la r ica o con bor-dados en oro; venets una al ta corona de e n c a j e o te la f ina , a d o r n a d a con b o r d a d o s en oro, per las , c u e n t a s de cr is ta l y aba lor ios : nalobien u n a pe-quea capota que ten a la pa r t e recta que f o r m a b a el cerco que rodeaba la f r en t e a d o r n a d a con borda -dos en oro o p la ta , como el t ocado que l l evaban las m u j e r e s c a s a d a s , l l a m a d o soroka (un pequeo gor ro compues to de v a r i a s piezas , de las cua les la par te que cubr a la f r en t e e s t aba a d o r n a d a con ricos bor-dados , con f recuencia s ta era una f r a n j a l a r g a y es t recha , b o r d a d a a p a r t e que se cosa sobre el fondo ro jo del t o c a d o ) . R a r a vez las b o r d a b a n las m i s m a s c a m p e s i n a s , casi s i empre las c o m p r a b a n en las fe-r ias . E s t o s va l iosos complemen tos del t ocado feme-nino del Sur de Rus ia los hac an en los t a l l e r e s de los m o n a s t e r i o s de m o n j a s o en la c iudad de Tor-zhok, de la provincia de Tver, en donde exist i la in-dus t r i a a r t e s a n a del b o r d a d o en oro desde t i empos m u y an t iguos .

    En dependenc ia del des t ino que tuv ie ra el t ocado femenino , el o r n a m e n t o decora t ivo t r ad i c iona l era d i fe ren te por su ca rc te r . P o r e jemplo , como ya he-mos dicho, el modes to tocado de f ies ta f emenino l l a m a d o soroka t en a u n a es t recha f r a n j e b o r d a d a en oro n i c a m e n t e en la pa r t e f ron ta l . El t ocado l l a m a d o bdraya soroka e s t aba a d o r n a d o con u n a

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  • ancha cenefa resplandeciente, que cubra toda la par te anterior del gorro.

    El bordado en oro de los tocados de las mujeres del Sur de Rusia muchas veces se combinaba con cintas de color rojo vivo, abalorios, p lumas y otros adornos.

    Todos estos adornos se ponan agrupados a los lados de la resplandeciente f r an j a frontal , creaban una compleja composicin rtmica y plstica de gran colorido, que daba al tocado femenino de fiesta un peculiar carcter decorativo. El color blanco de los suaves pompones de p lumas comunicaban una va-riedad al ritmo del claro colorido de todo el t r a j e y des tacaban el brillo del oro en la soroka o en la lenta, al mismo tiempo que les pres taban extraor-dinaria sutileza. Los madroos y borlitas de seda o de lana, de vivos colores, l lamados bodrilki, da-ban a la soroka lisa, un aspecto de relive esculpido, con profundos cambios de luz y sombra. En estos tocados, el dibujo bordado en oro, rodeado de los clidos tonos de la lana y la seda, destellaba con reflejos rojos, verdes o azules. Si a esto se suma el que en las provincias de Oriol y Tula prendan por detrs un velo blanco, orlado con una cenefa roja, y que en la provincia de Tambov, entre el bordado en seda del velo bri l laban algunos hilillos de oro, y en las provincias de Kaluga y de Riazn en las f iestas con que celebraban las bodas las mujeres se ponan por encima del tocado un vaporoso cendal l lamado dimka (humillo) ser entonces evidente la diversidad de tipos y formas del adorno en los to-cados rusos en las provincias del Sur. Inevitable-mente no puede uno por menos de admirar la fan-tasa, la imagnacin y el sentido decorativo de estas artfices populares, que saban crear con cada tocado una maravi l losa obra de sin igual belleza.

    Pero hay que sealar que en la segunda mitad del siglo XIX estos esplndidos adornos no eran so-lamente caracterst icos de los tocados en las provin-cias del Sur. Los galones de pasamaner a , las tren-cillas de plata, los agremanes de oro y las lentejue-las empezaron a usarse tambin en e f adorno de las anchas m a n g a s de las camisas de lino para las f iestas y las ha ldas de telas de cuadros te j idas en casa.

    En la provincia de Vornezh las camisas de las novias l levaban tambin bordados en oro, que ador-naban el escote y la par te superior de las mangas , or lando con un resplandor dorado el complicado adorno en blanco y negro, otras veces de cambian-tes colores irisados.

    En el armonioso adorno del t r a j e popular del Sur de Rusia se puso de manif iesto la extraordinaria habil idad de las artfices populares para crear una colorida gama de f r a n j a s l isas y bordadas, al terna-das con extremado gusto y que "se repetan rtmica-mente. Los bordados de intenso colorido de las chambras (navershnik), hopa landas ( shushpan) y ha ldas (poneva ) combinaban a las mil maravi l las las cenefas bordadas con cintas y telas de vivos co-lores, entre las cuales destel laban las f r a n j a s brillan-tes de galones y trencil las o estaban salpicadas con pequeas y chispeantes lentejuelas.

    El bordado en oro en la parte frontal del tocado femenino, al ocupar el lugar ms visible del atuendo, pareca concentrar en s todo el colorido del t r a j e popular en el Sur de Rusia, al mismo tiempo que

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    t ransmit a una brillantez part icular a todos los co-lores en su torno. En este atuendo popular de fiesta, que resplandeca con toda la gama del arcoiris, se reflejaba una potica percepcin de la naturaleza, era la expresin de la alegra y plenitud de la vida.

    El bordado en oro del t r a j e de fiesta femenino en las provincias septentr ionales y centrales de Ru-sia desempeaba un papel muy distinto que en las provincias del Sur. Si en aqullas el bordado ador-naba principalmente la parte frontal del tocado de los das de fiesta, en stas cada prenda de la vesti-menta, hasta el calzado, poda estar ornada de bor-dados deslumbrantes.

    Como es de suponer, en estas provincias no tena cada campesina un t r a j e de fiesta bordado en oro. Estos atuendos con resplandecientes bordados denotaban la situacin econmica de la familia y eran indicio de una rica dote.

    A diferencia del Sur de Rusia, en las provincias del Norte, el atuendo nuevo rara vez era confeccio-nado por las mujeres de la familia, bordado con sus propias manos. Generalmente se encargaba su con-feccin a las maes t ras de la localidad o se compraba ya hecho. Esto se refiere principalmente a los toca-dos femeninos, que eran la prenda ms complicada por su decorado y por su forma. El bordado con mater ia les valiosos se diferenciaba fundamenta l -mente del bordado popular con hilos de lino o de algodn, labor que prct icamente saba hacer cada mujer rusa. El arte de crear un ornamento con finos, hilos metlicos y otros mater ia les parecidos era un arte complicado que exiga una ref inada compren-sin de las peculiaridades decorativas del bordado en oro. Debido a las c i rcunstancias sociales e hist-ricas de aquella poca, el bordado suntuar io en los siglos XVIII XIX, como n ingn otro aspecto de la creacin artstica, fue un fuerte eslabn de enlace entre los medios de la cuidad y los medios rurales en el arte de la decoracin de los tejidos, entre las an t iguas tradiciones rusas y el nuevo desarrollo de este arte, condicionado por todo el desarrollo de las artes decorativas en aquella poca. Y de esto pue-den servirnos de testimonio convincente dos momen-tos: primero, la combinacin en un mismo t r a j e de ricos bordados con costosos brocados tej idos en la fbrica; segundo, la confeccin de un bordado en oro igual para la gente del pueblo, tan to de la ciudad como de los medios rurales.

    En los siglos XVIII XIX en las provincias sep-tentr ionales centrales de Rusia estuvo ampliamente difundido el arte del bordado en oro. Los principales centros que se dis t inguan por la confeccin de to-cados para las f iestas eran Mosc, Veliki Ustiug, Solvichegodsk, Vladmir, Kneshma, Toropets, Arza-ms y otras ciudades.

    Adems de estos lugares, los tocados femeninos o a lgunos detalles para ellos, los pauelos y pao-letas con ricos bordados, as como otras prendas de la vestimenta popular con adornos resplandecientes, se hacan tambin en los tal leres monacales de cada lugar. Estos manaster ios se encontraban esparcidos por todas partes, en las pequeas ciudades provin-ciales y en las cabezas de distrito, as como en las localidades rurales. Los bordados para los t r a j e s populares eran hechos en los tal leres por las maest-ras en este arte de cada lugar; con frecuencia stas eran campesinas que conocan perfectamente todas

  • las par t icular idades del atuendo popular de su re-gin y los ornamentos tradicionales en el bordado en oro. Tales encargos eran muy lucrativos para los monasterios, pues el dinero que reciban por ellos consti tuan con frecuencia uno de los ms slidos captulos de sus ingresos. Las piezas y atuendos bordados por estos tal leres se vendan en las ferias locales que se o rgan izaban en los das de las gran-des f iestas religiosas, con frecuencia al lado mismo de los muros de los manaster ios . Adems de esto, se puede decir que casi en cada provincia haba tal leres ar tesanos especializados ms o menos im-portantes en los que se hacan a lgunos detalles para los tocados o par te de los atuendos de fiesta con ricos bordados. El centro ms importante del bor-dado en oro en toda Rusia desde t iempos ant iguos fue la ciudad de Torzhok y los pueblos aledaos a sta.

    Tambin eran bas tante famosos en el siglo XIX otros centros de esta profesin artst ica s i tuados en el Norte de Rusia, como los distritos rura les de Cherevkovski, Liajovski y Verjnetoemski, en la co-marca de Solvichegodsk de la provincia de Vlogda.

    Adems de estos centros ms importantes, prc-t icamente en cada provincia haba pueblos, distritos rurales y hasta comarcas enteras que se especiali-zaban en la confeccin de unos u otros detalles de las vest imentas populares para las fiestas.

    En el siglo XVIII y par t icularmente en la pri-mera mitad del siglo XIX, el t r a j e preferido entre las muchachas campesinas y las jvenes recin ca-sadas estaba confeccionado de una tela de seda co-lor vivo o de otros tej idos manufac tu rados con bor-dados de oro. Cada uno de estos vestidos tena sus propios rasgos inconfundibles. Las aplicaciones or-namentales , confeccionadas apar te en gran nmero, no influa mucho en los rasgos individuales del t ra je . Tanto el colorido general del vestido de fiesta, como la clase y el dibujo de la tela, la cant idad de ador-nos bordados, el corte de a lgunas prendas que for-maban parte del atavo, todo era elegido de acuerdo con las tradiciones de la localidad, pero tambin en consonancia con el gusto personal de la que lo haba de llevar y con su idea de la belleza y de la con-veniencia. Esto era precisamente una manifestacin de su personal idad creadora, que haca de cada t r a j e una obra nica del arte popular. En este atavo para los das de fiesta se conseda, como ya hemos di-cho, la mayor importancia al tocado que adornaba la cabeza.

    A diferencia de las provincias del Sur de Rusia, en las del Norte y del centro haba g ran diversidad de tocados para las jvenes solteras y para las mujeres casadas, muy diferentes por su forma y por los elementos que los adornaban. Cada uno de estos tocados tena adems infinidad de var iantes tanto por su color como por su factura y la combi-nacin de los mater ia les preciosos empleados en l, concentrando todo el saber y la destreza en este complicado y difcil arte del decorado de los teji-dos.

    En las regiones centrales y del Norte de Rusia la silueta del tocado tpico en uno u otro lugar no se al teraba con distintos adi tamentos complemen-tarios. El l lamado podnis (especie de redecilla hecha de hilos de abalorios o al jfar , que cubra la frente y parte de la cabeza) y la riaska (tocado fe-

    menino en forma de pequea cofia con una redecilla larga que se suje taba en la par te superior de la ca-beza) no cambiaban gran cosa la forma fundamen-tal, sino que, por el contrario, la adornaban y sub-rayaba la suavidad y ligereza de su contorno. Y slo los hermosos pauelos y paoletas de seda, otras veces un velo t ransparente , a menudo con bor-dados en oro, apor taban un cambio al tocado y a todo el aspecto del t r a j e de fiesta, dndole mayor feminidad y delicadeza.

    Adems de estar recamados con perlas y alj-far, los tocados de las jvenes, como cintas y coro-nas, las capoti tas con frontal , los gorritos, escofie-tas, cofias y t iaras , l lamados samshuri, kokshniki, sbrniki, povyniki, es taban tambin bordados con hilos de oro y plata.

    Los tocados para las jvenes solteras bordados en oro y con abalorios o a l jfar tenan muchas ve-ces la forma de una f r an j a estrecha y larga de con-tornos rectos que rodeaba la cabeza, o un poco ms levantada en la par te frontal . Es tas cintas se bor-daban sobre una tira de velludillo o de paete rojo, con una entretela r gida; los extremos te rminaban en var ias anchas cintas de seda de color, que caan a lo largo de la espalda has ta el tal le o se anudaban en una g ran lazada que cubra slo la nuca.

    Otras veces las cintas de vivos colores se anu-daban en una lazada que rodeaba el tocado de las jvenes, dndole un aspecto muy pintoresco y par-ticular expresividad plstica. La parte inferior de esta f ran ja , que resplandeca con fants t icas flores y hojas, llevaba a veces una redecilla de al jfar . En el distrito de Kneshma de la provincia de Kos-trom, a mediados del siglo XIX en lugar de esta redecilla empezaron a llevar un fleco de cuentas de cristal o de rocalla, lo que dio en seguida al tocado otro aspecto completamente distinto. El tocado de las mujeres de Kneshma l lamado poviaska bril laba ahora con el alegre chispeo de las cuentas de cristal redondas o con facetas; de ser antes un elemento grandioso y solemne del atuendo, se haba conver-tido en un tocado alegre, festivo, rut i lante al ser herido por los rayos del sol.

    En el Norte haba an otras var iantes de este tocado juvenil. Una de ellas era la l lamada escofieta de dos r inglas, que estaba formada por una f r a n j a de terciopelo de color guinda o de paete rojo, unida a un ancho galn de oro, y por encima de ste, sobre el fondo de color, llevaba un bordado en oro, en el que predominaban los motivos de los an-t iguos ornamentos rusos que representaban anima-les, entre stos el preferido era el cisne. El con-t ras te de la f r an j a bri l lante del galn, con el ligero y resplandeciente bordado daba un efecto decora-tivo muy destinto a este tocado juvenil t radicional y le haca parecer ms simple, pero al mismo tiempo ms solemne, que la escofieta de las provincias cen-trales de Rusia.

    Estos tocados juveniles bordados en oro y plata los l levaban con los vestidos ms ricos de sedas labradas o lisas. En la provincia de Vlogda tenan tambin mucha importancia los encajes de bolillos. Por ejemplo, en el distrito de Kadnikovski de la provincia de Vlogda las mujeres casadas y las mo-citas vest an en las f iestas hasta dos o t res camisas de lino muy fino o de tela de algodn con amplias m a n g a s que l legaban has ta el codo, la par te ba ja

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  • de la camisa, desde las rodil las hasta el suelo, es-taba ornada de encajes a l ternando con cintas de seda multicolores. Los largos y amplios vestidos sin m a n g a s (sarafanes), que se su je taban con unas hombreras, eran de lanilla roja. Con esta vestimenta de tan vivo colorido corresponda llevar un delantal de seda o de brocado, de batis ta o de lino. Los de-lantales de batista se adornaban con volantes, los de lino l levaban cuatro o cinco hileras de encajes, separadas tambin por cintas de colores. La fa ja o cinturn de seda t renzada terminaba en unas bor-litas o flecos. Este lujoso atuendo de las jvenes se completaba con collares de corales o de mbar, en las ore jas l levaban aretes y anillos en las manos. En ot ras provincias tenan preferencia por las se-das labradas o por los brocados rameados con or-namentos en hilillo de oro. Los suaves tornasoles de las sedas y la nivea blancura de las camisas en el atavo de los jvenes para los das de fiesta te-nan como complemento y culminacin el cnido brillo del oro en las escofietas de color rojo o gra-nate.

    Los tocados de terciopelo, de seda recamados de oro que resplandecan en la cabeza de los jvenes daban a los t r a j e s de fiesta un part icular colorido, alegre y solemne al mismo tiempo, pues es taban sa turados de jbilo, lozana y belleza.

    De los tocados femeninos para las mujeres casa-das los que ms se dis t inguan por la factura y be-lleza de sus ornamentos bordados en oro eran los kokshniki ( tenan la forma d una alta cofia con la par te anterior levantada en forma de pa la) , po-vynik (tocado para los das de fiesta o de diario, en forma de capota con el fondo ovalado o redondo y la par te f rontal lisa) y sbrnik (tocado para los das de diario o de fiesta en forma de pequea ca-pota f runcida en la par te posterior) .

    Los kokshniki eran los m s ricos y adornados y slo podan llevarlos las muje res de las famil ias ms acomodadas. En las aldeas con frecuencia ni-camente estaban al alcance de una o dos familias, que se los pres taban a ot ras mujeres del lugar el da de la boda mediante determinada remunera-cin.

    Q. S. Mslova, g ran conocedora y especialista en los atuendos de las mujeres campesinas, seala que al mismo tiempo que los sarafanes y shugay (espe-cie de chaqueta o casaca engua tada , hecha con un rico brocado), vestidos que en los siglos XVI y XVII es taban muy difundidos en la aldea como una "moda de Mosc", lleg a las provincias del Norte y del Sur el kokshnik, adquiriendo aqu rasgos tpicos.

    En las provincias centrales de Rusia en el siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX eran los ms caracterst icos los kokshniki que tenan la par te anterior r gida y levantada en forma de pala, en tan to que la par te posterior era blanda. Entre estos kokshniki est tambin el grupo de los toca-dos en forma de capirote o cucurucho que estuvie-ron ms extendidos por el ant iguo terri torio de Vla-dmir y Suzdal y despus por el principado de Mosc y las t ier ras que formaba parte de la zona de su colonizacin. En los siglos XVIII XIX en-t r aban en ella las provincias de Vladmir, Kos-trom, Nizhni Nvgorod, Mosc y Yaroslavl y los distri tos adyacentes a stas por el Este y Sureste,

    en la regin del Volga central y parte de la regin de Vlogda.

    Los tocados kokshniki eran muy diversos por sus ornamentos decorativos. Los bordados en oro se encontraban con mayor frecuencia en los tocados en forma de t iara . Los tocados de las mujeres de los mercaderes y comerciantes en el siglo XIX, fie-les a su condicin de tales, se valoraban a veces en varios miles de rublos, pues adems de los bordados en oro estaban recamados de perlas y piedras pre-ciosas.

    En los de las mujeres campesinas la parte ante-rior, en forma de pala, poda ser lisa o bordada sencil lamente con hilos de oro y plata. La parte ms adornada de estos siempre era el frontal , con la redecilla de perlas o abalorios que cubra la frente. La parte posterior estaba, por lo general, decorada con un ornamento floral, bordado en oro, suyo dibujo, siguiendo la ant igua tradicin rusa, era al estilo de "flores esparcidas" .

    Este tocado, lo mismo que las jvenes solteras, lo l levaban las casadas con un vestido de seda, ge-neralmente laboreada, y se acompaaba con nume-rosos collares y valiosas preseas, que cubran el pe-cho y adornaban las manos y las orejas.

    En la par te Norte y Noroccidental de Rusia, es-taban muy extendidos los tocados de otro tipo, que tenan la forma de un gorro alto, otras veces era ms plano. Se parecan bas tante a los tocados lla-mados povyniki hechos con una entretela rgida. Estos tocados, lo mismo que los cucuruchos, tenan gran diversidad de formas y fac turas en su orna-mento y decorado. Pero, a pesar de esta diversidad, todos eran parecidos por su corte. Todos ellos se componan de una ancha f r a n j a rectangular , lla-mada okol, y otra par te denominada chtvert o ve-rjovitsa, que era una especie de capotilla cosida en torno al okol o cerco. El chtvert ra ra vez lo hacan las muje res en su casa. En las provincias centrales y de Norte de Rusia lo bordaban las maes t ras que conocan bien los secretos del difcil arte del bor-dado con hilos metlicos. El chtvert poda estar fruncido y se cosa por dentro, alrededor del cerco u okol, o su je tbase por encima de l; o t ras veces era liso, sin frunces, y se una al cerco, como en las capotil las kiki. Esto haca que cambiasen mucho las formas de estos tocados.

    En las provincias de Nvgorod, Pskov, Tver y Smolensk es taban muy extendidos los gorros de forma cilindrica o l igeramente cnica con unas pe-queas orej i tas t r iangulares . A stos les daban el nombre de golovki o kiki. Se hacan por lo general de terciopelo de color g rana te o rojo vivo, cubierto de un delicado bordado de rami tas y hojas entre-cruzadas, que por su estilo decorativo era muy pare-cido a los ornamentos que se bordaban en la ciudad a f inales del siglo XVIII y principios del XIX, si-guiendo estilos imperio y neoclsico.

    Una de las var iedades de este tocado popular con chtvert era el pequeo gorrito l lamado riaska, que se su je taba en la par te alta de la cabeza, hacia aba jo caa una larga redecilla de perlas o al jfar , a la que se daba el nombre de riaska. Esta redecilla cubra la f rente y las orejas, la nuca y el cuello tambin quedaban cubiertos por una pieza que se l lamaba pozatlnik. Este tocado estuvo muy difun-dido por las provincias de Tver, Nvgorod, Pskov

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  • y Kostrom, par t icularmente en el distrito de Rzhev de la provincia de Tver, por lo que a este gorro con una redecilla larga se le daba tambin a veces el nombre de rzhvskaya. En l, adems de flores y hojas, en el ornamento se inclua con frecuencia un aguila bicfala, pues este emblema del Estado Ruso siempre dominaba en la ornamentacin en ge-neral.

    El tocado kokshnik de Solvichegodsk (o del Dvina del Norte) se encontraba ms en la cuenca superior del ro Dvina (los ros Sujn y Dvina del Norte) , y por su silueta era parecido al gorro de forma cilindrica l lamado kika golovka, pero por sus dimensiones y por su decorado era diferente. La par te anterior (ochelie) estaba cubierta por un galn dorado o completamente bordada con hilillo de oro. Por los lados siempre formaba unas culebri-llas retorcidas con la cola enroscada.

    En las provincias del Norte y centrales de Rusia haba otro tipo de capotil las kokshniki, en las que la par te superior, al unirla al cerco okol se reco-ga a los lados en frunces grandes o pequeos, que formaban pliegues paralelos por detrs. Las capo-ti l las de este tipo reciban distintos nombres, segn la localidad: belozrskaya, naloben, pomrskaya y otros. Estos tocados se dis t inguan por la al tura y la forma del cerco okol, por el t amao de la capo-tilla, por los mater ia les y el carcter del orna-mento que los decoraba. El dibujo segua estando, como antes, inspirado en motivos de la na tura-l e z a flores y h o j a s , que provenan de los anti-guos dibujos rusos l lamados "flores esparcidas" .

    Las capotil las kokshniki de Vlogda se diferen-ciaban de otras por la g ran cant idad de abalorios, cuentas de cristal de color, rocalla y botones de ncar que se intercalaban profusamente entre el bordado en oro de la f r an j a del okol y se exten-dan luego entre el ornamento de la par te superior de la capota, dando cambiantes juegos de luces y de colorido a todo el tocado y a todo el vistoso t r a j e campesino de fiesta.

    En las provincias del Norte y del centro de Ru-sia, al mismo tiempo que las mujeres usaban en las f iestas los tocados soroka y kokshniki, en los sig-los XVIII XIX llevaban tambin los tocados lla-mados povyniki y sbrniki rgidos, que constituyen una var iante de los kokshniki con bordados en oro.

    Estos povyniki y sbrniki, segn el lugar, t-nan un nombre distinto morshen, borushka, ma-rjotka. El ornamento casi siempre cubra toda la su-perficie, en la que sobre el bordado liso del fondo destacaba el dibujo en relieve. El ornamento se-gua siendo siempre a base de r amas y flores.

    Las capoti tas sbrniki se las ponan las mujeres en los das de fiesta tanto con los vestidos de seda como con otros ms sencillos de algodn o de per-cal, a los que ag regaban algunos detalles de adorno con hilillo dorado.

    En un perodo algo anterior, hacia f inales del siglo XVIII y principios del XIX, estas capoti tas se hacan de telas con hilillos de oro, tis, t a fe tn o brocatel.

    A finales del siglo XVIII y en la primera mitad del siglo XIX los pequeos ar tesanos l legados de los medios rurales empezaron a llenar los mercados con tej idos bara tos de seda o semiseda con hilillos

    metlicos, que compraban para sus vestidos de fiesta las campesinas acomodadas. Es tas telas con pomposos ramos de flores o flores sueltas esparci-das sobre un fondo de seda de intenso colorido, o con ent re lazadas cintas doradas y p la teadas en la rgas guirnaldas , combinaban de manera insupe-rable con el bordado en oro del tocado que ador-naba la cabeza. Verdaderamente , haba que tener un gusto muy delicado para saber guarda r la armona de todo el atavo, tan to por el colorido como por el estilo decorativo.

    Al parecer, dos motivos ornamenta les a base de flores y r ama je s en absoluto diferentes, esencial-mente opuestos, no pueden encontrarse juntos. Sin embargo, las facul tades decorativas inna tas de las maes t ras del bordado rusas les permitieron resol-ver de manera irreprochable esta difcil tarea. En los tocados femeninos, entre los que se encontraban los kokshniki y los povyniki, el ornamento era ms decorativo y expresivo que en los tejidos, aun-que con frecuencia los motivos del ornamento bor-dado eran de menor tamao. Esta impresin se con-sigua gracias al relieve del ornamento, que se des-tacaba con precisin sobre el fondo de color liso. En otro tipo de tocados, como los sbrniki, kiki, go-lovki, el ornamento era muy tupido o cubra por completo el fondo, lo que daba la impresin de una placa de oro con un dibujo repu jado en relieve. En relacin con el ornamento del tej ido del vestido, es-tos tocados eran tambin ms decorativos y expre-sivos, pues venan a ser el centro del complejo co-lorido de todo el atuendo. El estat ismo de la compo-sicin ornamenta l del tocado tampoco entraba en contradiccin con el movible y multicolor decorado de la tela del vestido. Antes al contrario, al ocupar la par te superior atuendo, el ornamento del tocado pareca contener el libre y a veces has ta impetuoso movimiento del dibujo del tejido, dndole ese centro que es necesario en toda composicin decorativa, y alrededor del cual se ag rupan todos los dems ele-mentos. Tambin hay que tener aqu presente otro aspecto fundamenta l de la composicin ornamenta l con flores y hojas y que contribua a que el orna-mento bordado en oro en el tocado y el de las te las del vestido combinasen con tal acierto, y este as-pecto es la actitud comprensiva y contemplativa de las propias bordadoras ante la na tura leza circun-dante, el estudio atento, reflexivo de la belleza de las formas reales y su encarnacin potica en la composicin decorativa. A mediados del siglo XIX los pesados brocados y las sedas con ab igar rados ramos de flores empezaron a ser sust i tuidos por li-geros tej idos de seda de un solo color, en primer lugar por el glas, el reps, las te las f inas de lana, el muar, y el raso de colores limpios e intensos. Como antes, los colores preferidos seguan siendo el carnes, el rojo vivo, el azul, el verde y el violeta. De las telas decoradas, las ms usadas entonces fueron el t a fe tn brochado con pequeos ramitos de flores, muy esparcidos sobre un fondo de color c-lido. En los vestidos confeccionados con estas te las cambi bruscamente la composicin decorativa ge-neral de todo el atuendo. El resplandeciente orna-mento del tocado encontraba ahora su rplica en el decorado de las dushegreiki (especie de almilla o jubn enguatado, con mucho vuelo, fruncido por dems en la parte superior) , shugay (especie de

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  • chambra o blusa que se pona debajo del sa ra fn) y sarafanes , bordeados con un galn dorado ancho o estrecho y bri l lantes flecos que caan por delante en cascada a lo largo del vestido. En muchos luga-res, el tocado bordado en oro para los das de fiesta se lo ponan las mujeres con un sencillo vestido, formado por un sa ra fn de color liso, rojo o azul, y una camisa blanca de lino.

    Hacia f inales del siglo XIX en el t r a j e popular de fiesta en muchos lugares empiezan a verse ms las te las de algodn de vivo colorido te j idas en las fbricas, el bordado de oro de las capotis sbrnik se complementan con abalorios baratos.

    Es fcil imaginarse lo pintoresco que resul tar a el a tuendo de fiesta de las mujeres en aquel enton-ces, pues estaba formado por una camisa o blusa de tono rosado o de color rojo vivo, que armonizaba con los alegres dibujos del sarafn , y el delantal blanco, bordeado de encajes: todo ello creaba en su conjunto un vestido alegre y vistoso. Entre esta compleja y armoniosa combinacin de colores, res-plandeca sobre todo el tocado bordado en oro, en torno al cual destellan con luces cambiantes un en-caje de abalorios blancos. Y aunque aquel vestido de fiesta de las mujeres campesinas era relativa-mente barato, pues no estaba hecho con mater ia les costosos, por su expresividad decorativa y por la armona artstica de todo su conjunto no se quedaba a la zaga de los valiosos t r a j e s en los que las sedas y terciopelos competan con las perlas y piedras preciosas. Este vestido, por todo su aspecto, se acer-caba ms a los atavos de fiesta de un perodo an-terior, hacia f inales del siglo XVIII, sin haber per-dido su prstino encanto. Asimismo influa mucho en toda la prestancia de la f igura femenina el to-cado con que iban a tav iadas las mujeres . Por ejem-plo, el tocado en forma de alto capirucho, los peque-os tocados riaska, con una larga red de pequeas perlas o con abalorios, los tocados l lamados kika golovka de forma de un alto gorro cilindrico, y las capoti tas morshen que se f runc an por detrs de la cabeza con un cordn, daban a toda la f igura apos-tura, ligereza, elegancia. Los kokshniki unas veces planos, ot ras veces ms altos, con el fondo ovalado o redondo (povyti iki) , o las capoti tas que se ajus-taban a la cabeza por detrs con un cordn (sbr-nik), o los pequeos tocados borushka, por el con-trario, manten an la f igura en sus proporciones nor-males y subrayaban su belleza natural . Aquellos ri-cos tocados combinados con un pauelo sobre ellos ponan una nueva nota decorativa en el suntuoso vestido de fiesta y le daba un aspecto distinto. Pa r a esto se ut i l izaban bien pauelos de lino tej idos en casa, o bien ab igar rados pauelos de seda de produc-cin fabril, entre los cuales los ms apreciados eran los de te las dil icadas y t r ansparen tes ( fat) y los de sedas muy f inas con hilillos dorados y resplande-cientes ornamentos de las manufac tu ra s textiles de los alrededores de Mosc y que luego eran vendidos en los mercados de Nzhni Nvgorod, desde donde se extendan por toda Rusia.

    Los pauelos de produccin fabril estuvieron muy en boga en las provincias del Norte y centro de Rusia. Sin embargo, los preferidos por cada mujer de una familia campesina acomodada eran los pauelos de seda de alegres colores con hilillos briscados dorados y plateados o los velos t ranspa-

    rentes fat . El color y el dibujo del pauelo o del velo, su t amao y la manera de combinarlo con el tocado o gorro dependa mucho de las t radiciones de cada lugar donde los usaban. Los pauelos se anudaban por dos esquinas debajo de la barbilla, o por detrs en la nuca, y luego se prendan por de-bajo de la barbilla, cayendo desplegados como un abanico sobre la espalda. A mediados del siglo XIX en la provincia de Kaluga los altos gorros en forma de t iara los su je taban con un pauelo de seda, que pasaba por debajo de la barbil la y luego vol-van a subirlo hasta lo alto del tocado, donde lo prendan o anudaban los extremos por detrs. En la provincia de Tver, en cambio, l levaban las muje-res un velo de seda ligero y t ransparente , que se prenda en el borde superior del frontal bordado, cubriendo todo el gorro, caa despus en pliegues sueltos por el pecho y la espalda.

    Tanto los pauelos como los velos se convirtie-ron en un complemento esencial e imprescindible del atuendo de fiesta, pues encontraban su resonan-cia en los ondeados pliegues del jubn dushe-greika o del amplio sa ra fn y armonizaban con el ri tmo de las l neas verticales del vestido femenino con amplia falda.

    Segn la manera original de combinar el gorro con el pauelo o el velo, cambiaba cada vez la si-lueta del tocado y todo el contorno de la vest imenta popular en su conjunto, que unas veces se dist ingua por sus lneas precisas, netas, que pendan de arriba abajo; otras veces daban al vestido una lnea suave, difusa, cambiante a cada movimiento de la f igura. En otros casos los pauelos y velos tenan un as-pecto an ms pintoresco, pues los pliegues se re-cogan a los costados, a l ternando el movimiento vertical de las lneas en el t ra je , introduciendo en l nuevas formas y ritmos. El velo largo y t ranspa-rente, caracterst ico del atuendo femenino de las provincias de Nvgorod, Pskov, Kostrom, Nizhni Nvgorod y Tver, cubra casi por completo la fi-gura y le daba part icular efecto pictrico.

    En la segunda mitad del siglo XIX en las provin-cias del Norte y centrales de Rusia las pesadas tia-ras y coronas, gorros y capotas, cofias, capelinas y otros tocados femeninos fueron quedando relega-dos slo para las ceremonias nupciales. En los das de fiesta las mujeres campesinas empezaron a mos-t rar su preferencia por los pauelos de seda de vi-vos colores o blancos, con los que se cubran la cabeza sin ningn otro atuendo, o se ponan slo un pequeo gorrito o capotita. Con frecuencia los pauelos es taban ornados con bordados en oro. Aunque el pauelo como nico tocado fue adoptado principalmente con la idea de mayor comodidad y conveniencia, el tocado femenino en general fue perdiendo su importancia primordial en la vesti-menta y hacindose cada da menos lujoso, ms sencillo. Por tal razn, en muchos lugares de las provincias de Arjnguelsk , Petersburgo, Vlogda, Nizhni Nvgorod y otras las mujeres empezaron a llevar dos pauelos: uno, el ms pequeo, se lo ata-ban alrededor de la cabeza, en lugar de capota, el segundo se lo ponan por encima del primero, de-jando que cayeran libremente las puntas, o suje tn-dolas por debajo de la barbilla, de manera que se viera el rico y resplandeciente ornamento en oro y plata. Hay que decir que los valiosos pauelos

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  • bordados con hilos de oro no es taban siempre al alcance de todas las mujeres, incluso de las famil ias ricas. Por tal motivo, en la primera mitad del siglo XIX empiezan a aparecer nuevos tocados femeninos para las fiestas, cuya base fundamenta l la formaba medio pauelo, es decir, un t r ingulo o mantele ta de seda fina. El primero de stos fue l lamado go-lovka: era un t r ingulo de ta fe tn o raso, que tena bordados por el haz con hilos de oro y plata, hebras de oro batido, cautil los y lentejuelas, la par te que cubra la frente, y las esquinas. Estos pauelos los l levaban todas las mujeres , tan to solteras como casadas, jvenes y viejas. La diferencia consista en que los pauelos de las jvenes eran de vivos co-lores, por lo general rojos, y los de las mujeres de edad de color violeta o negro. La manera de ponr-selos era diferente: unas veces simplemente se cub-ran con ellos la cabeza y luego lo prendan por debajo de la barbilla, o t ras veces se los a taban con estrechas trencil las a la cabeza de manera que la par te cortada al sesgo que cubra la frente semejara el rico cerco bordado de un gorro, y las dos puntas con ramos dorados, caan sobre el pecho. Tal ma-nera de ponerse la toca l lamada golovka fue la ms corriente en las provincias de Nizhni Nvgo-rod, Pskov y Nvgorod. Ms tarde, con estos mis-mos pauelos t r i angula res de seda lisa o bordados en oro empezaron a hacer una especie de gorri tos redondos y flexibles. Estos se pusieron de moda pr imeramente entre las mujeres de los comercian-tes y mercaderes en las ciudades, y despus, poco a poco, fue ent rando su uso en las localidades ru-rales. En dependencia de la manera de ponrselos, estos pauelos de cabeza tenan distintos nombres: venda o poviaska, cuando el pauelo se anudaba a la cabeza doblado en esquina; rtakolka o skolka, que se suje taba primero con un imperdible y despus se cosa con una aguja .

    Cuando ya estaban cosidos, los pauelos de ca-beza kosiaki y nakolki se los ponan rodeando la cabeza y luego los anudaban con una pequea la-zada sobre la par te bordada que cubra la frente. Y as fue como empezaron a llevarse ms adelante estos pauelos al sesgo ya cosidos en forma de gorro.

    En las provincias centrales y del Norte de Rusia, se adornaban con ricos ornamentos bordados en oro no slo los tocados de cabeza y los pauelos, sino que tambin en las famil ias ms acomodadas se decoraban los sa ra fanes y dushegreiki, delanta-les y otras prendas del atuendo de fiesta hechas con telas sencillas te j idas en casa o con ricos teji-dos manufac turados , adems de adornar las con ga-lones y flecos dorados, es taban a menudo recama-dos de bordados en oro. La costumbre de adornar con bordados en oro todo el t r a j e se encuentra sobre todo en aquellos distritos y ciudades en donde es-taba ms difundida la industr ia del bordado o donde t r a b a j a b a n ms act ivamente los tal leres de labores de agu ja ad jun tos a los g randes monaster ios de mon ja s y novicias.

    Tanto en los vestidos con bordados en oro como en los tocados, al mismo tiempo que los rasgos ge-nerales, se pueden apre