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Viernes 2 de febrero de 2018 EL UNIVERSAL E14 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Rafael López [email protected] Conferencia sobre Donald Trump y el sistema geopolítico mundial El Instituto de Geografía de la UNAM invita al público en general a la con- ferencia “Trump y el caos del sistema geopolítico mundial”, que dictará el doctor Christof Parnreiter, de la Universidad de Hamburgo, Alemania, el 16 de febrero, a las 18:40 horas, en el Auditorio Anexo del mencionado ins- tituto, en Ciudad Universitaria. Se podrá ver la transmisión en vivo en: www.igg.unam.mx/sigg/tv ESPECIAL Rastrean iceberg desprendido en la Antártida Junto con investigadores del Ins- tituto de Ciencias Atmosféricas y del Clima de Italia, Miguel Moc- tezuma Flores, académico de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, da seguimiento, median- te imágenes de radar registradas por percepción remota en la An- tártida, al iceberg A68, que se des- prendió de la plataforma Larsen el 12 julio de 2017. Como parte de ese rastreo observa los movimientos y causas de la escisión para estable- cer una pauta de la dinámica de los hielos, los movimientos de de- riva y el efecto a mediano y largo plazos de dicho iceberg. Método para determinar madurez pulmonar fetal Rogelio Cruz Martínez, investiga- dor asociado a la Unidad de Inves- tigación de Neurodesarrollo del Instituto de Neurobilogía de la UNAM, c a m pu s Juriquilla, y jefe del área de Medicina y Cirugía Fe- tal, participó en el desarrollo de un nuevo método no invasivo (por ul- trasonido) que permite determi- nar, durante el embarazo, la madu- rez pulmonar fetal para predecir, antes del nacimiento, el riesgo de dificultad respiratoria neonatal (al momento de nacer). Es resultado de un proyecto internacional enca- bezado por el Grupo de Medicina Fetal de Barcelona, España. CORTESÍA UNAM Alzheimer: entre la vejez y la memoria perdida Hasta la fecha no se conoce el origen de esta enfermedad neurodegenerativa. La pérdida de la capacidad olfatoria es uno de sus primeros síntomas El drama personal y social de la enfermedad de Alzhei- mer está ligado irremisible- mente al laberinto sin salida de la memoria perdida. “Al igual que los tejidos, el cerebro envejece. Llega un momento en que las células cerebrales o neuronas no se regeneran totalmente y aparece esta enfermedad que no tiene cura”, explica Rosalinda Guevara Guz- mán, coordinadora del Laboratorio Sensorial del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM. Descrita en 1907 por el médico alemán Alois Alzheimer, luego de que descubrió placas ami- loides o neuríticas en el cerebro de una mujer que en vida había padecido una extraña demen- cia, esta enfermedad se presenta generalmente alrededor de los 65 años de edad. “Hasta la fecha no se conoce su origen, aun- que entre 5% y 10% de los casos pudieran de- berse a un problema genético. Algunos estudios en México han planteado que si los dos proge- nitores tuvieron antecedentes de esta enferme- dad, las posibilidades de que las generaciones futuras la padezcan se incrementan. Sin embar- go, no hay resultados concluyentes al respecto”, dice la investigadora. La proteína beta amiloide se mueve a través de las neuronas. Sin embargo, por causas que todavía se desconocen, en la enfermedad de Alzheimer se queda fuera de ellas y comienza a polimerizarse y a formar placas amiloides en el cerebro. Por otro lado, los axones (una de las tres partes de las neuronas) están formados por neurofi- brillas, cuya función es llevar información consciente y refleja de una neurona a otra. Pero cuando envejecen, las neurofibrillas comien- zan a doblarse. “Como si una carretera se torciera de pronto y nos impidiera continuar el viaje”, ejemplifica Guevara Guzmán. Así como se ha encontrado que la deficiencia de dopamina está asociada al mal de Parkin- son, la de acetilcolina lo está a la enfermedad de Alzheimer. No obstante, lo que se desconoce es qué determina que se polimerice la proteína beta amiloide y forme placas amiloides en el cerebro que interrumpen la comunicación neuronal. Tampoco se sabe por qué razón las neurofibrillas se doblan cuando envejecen. De este modo, cuando las neuronas, normal- mente conectadas entre sí, no se pueden comu- nicar, la información se pierde. De ahí que uno de los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer sea la pérdida de la memoria. Dos tipos de memoria Se ha establecido que una de las estructuras afectadas por la enfermedad de Alzheimer —in- cluso antes de que ocurra un daño cognitivo, que puede ser leve— es el hipocampo, respon- sable de la memoria de corto plazo. “Cuando uno olvida las llaves de la casa o del auto, actúa la memoria de corto plazo y enton- ces recordamos dónde las dejamos. Pero tam- bién contamos con una memoria de largo plazo que nos permite recordar información almace- nada durante años”, señala la investigadora. Se ha encontrado, asimismo, que uno de los sistemas sensoriales que son afectados de ma- nera temprana por esta enfermedad es el olfa- torio, el cual está conectado con diversas estruc- turas y, especialmente, con el sistema límbico, responsable de las emociones (dos de sus com- ponentes son el hipotálamo y la amígdala). “El sistema olfatorio está conectado en forma primaria con la parte emocional; por eso, un olor puede despertar una emoción en una persona, ya sea un recuerdo agradable o desagradable.” Avances en el diagnóstico Hay indicios de que el sistema olfatorio se altera cuando la enfermedad de Alzheimer se hace presente. Ahora bien, lo más común es que una persona de edad avanzada no registre ciertos olores, como el de gas, sin que ello quiera decir que ya padece esta enfermedad. En conjunto con el grupo de investigación de Patricia Severiano Pérez, del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la Facultad de Química de la UNAM, Guevara Guzmán y sus colaboradores diseñaron varias pruebas para es- tandarizar un test que permitiera identificar al- gunas funciones olfatorias en personas de dife- rentes edades (ambos equipos ya se encuentran elaborando otro protocolo que lo mejorará). La primera prueba consiste en saber cuánta concentración de un aroma se requiere para que la respuesta sea “sí huelo”. Después se le pide a la persona que identifique cada olor de una ga- ma de olores clasificados. Enseguida se le so- licita que diga si hay diferencia entre dos olores. Posteriormente se le acerca un tercer olor para que identifique uno diferente. La prueba más importante —y última— es la de la memoria. En ella se utilizan olores “no fa- miliare s”. El olor a nardo se encuentra entre ellos, y se le da a oler a la persona. La primera vez, alrededor de 90% de los evaluados dice que no lo conoce. A la semana siguiente se le pre- gunta de nuevo a la persona si recuerda ese olor. Esta vez, 50% responde que sí. En la tercera se- sión, entre 90% y 100% lo identifica, o sea, lo recuerda al cabo de tres sesiones consecutivas durante un periodo de tres semanas. Esto de- muestra que esas personas lo memorizaron; por lo tanto, tienen memoria olfatoria. En cuanto a las personas que fallan, puede ser que sufran un daño cognitivo o la enfermedad de Alzheimer. Cabe indicar que la memoria se de- teriora a medida que esta enfermedad avanza. “En el momento en que un adulto mayor re- porte deficiencias para oler, debe consultarse al médico. Desde el punto de vista clínico es difícil prescribir fármacos, ya que no se conoce la cau- sa de la enfermedad de Alzheimer”, comenta Guevara Guzmán. Problema de salud pública A medida que la esperanza de vida de la po- blación en México crece, la enfermedad de Al- zheimer se convierte en un problema de salud pública más grave, debido a que cada paciente requiere una atención constante. Sin duda, lo más conveniente es internar en una clínica especializada o en una casa de cui- dados a quien padezca esta enfermedad; sin embargo, si se considera el limitado poder ad- quisitivo de la media de la población nacional, los costos que implica esto son elevados, por lo que, en la mayoría de los casos, uno de los miembros de la familia que se encuentra en ple- na edad productiva asume su cuidado. Además se prevé que el número de personas mayores de 65 años se incrementará hacia 2050, o sea , los casos de Alzheimer aumentarán significativamente, sobre todo entre las mujeres. “Si se toma en cuenta que ellas viven más, es decir, que su esperanza de vida es, en promedio, seis o siete años más dilatada que la de los hombres, habrá un mayor número de viudas.” Olvido y pérdida de memoria Para entender el proceso degenerativo de la en- fermedad de Alzheimer se debe considerar la diferencia entre el olvido y la pérdida de me- moria. El olvido es transitorio: se pueden olvidar ciertas actividades, pero luego se recuerdan; en cambio, la pérdida de la memoria es permanen- te: ya no se recuerda nada. “En un grado avanzado de esta enfermedad, el paciente ni siquiera se reconoce a sí mismo; ha perdido tanto la memoria que, si se ve en un espejo, no sabe que es él. Vive, y quizá sienta, pero no puede interpretar qué es lo que está sin- t i e n d o”, apunta la investigadora. Factores de riesgo La enfermedad de Alzheimer tiene factores de riesgo epigenéticos, es decir, aquellos relaciona- dos con la herencia, pero también otros como el síndrome metabólico, la obesidad, el sobrepeso, el alcoholismo y el tabaquismo, que de alguna manera estimulan ciertos procesos degenerati- vos en las neuronas y, por lo tanto, deterioran el sistema nervioso. Una medida para revertir este deterioro es la estimulación sensorial. “Entre más estimulación sensorial se tenga, más activo estará el cerebro. Dada la plasticidad cerebral, es necesario que el cerebro se manten- ga ocupado con ejercicios mentales, con cual- quier actividad que lo obligue a trabajar. Esta ocupación constante hace que la calidad de vida del paciente no decaiga en forma exponencial y puede garantizar autosuficiencia personal por más tiempo.” Ya se realizan diversos estudios para enten- der, a nivel molecular, qué es lo que sucede con las partículas que se distorsionan y cambian en el cerebro. “Investigaciones en biología molecular in- tentan desentrañar, mediante las técnicas de señalización, qué enzimas y genes participan en el desarrollo de esta enfermedad, de modo que es probable que en un futuro próximo se pueda encontrar algo que determine su origen. Así, al conocer cuál es su causa, dónde está el daño en la maquinaria cerebral, se podrán di- señar fármacos para que las placas amiloides desaparezcan”, concluye Rosalinda Guevara Guzmán. b ESPECIAL “En un grado avanzado de esta enfermedad, el paciente ni siquiera se reconoce a sí mismo; ha perdido tanto la memoria que, si se ve en un espejo, no sabe que es él. Vive, y quizá sienta, pero no puede interpretar qué es lo que está sintiendo” ROSALINDA GUEVARA GUZMÁN Coordinadora del Laboratorio Sensorial del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM EL DATO Invitación: Las personas interesadas en participar en los protocolos de inves- tigación relacionados con la enfermedad de Alzheimer, del Laboratorio Sensorial del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, pue- den comunicarse al teléfono 56-23-22-98.

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Page 1: E S P EC I A L - UNAM · nera temprana por esta enfermedad es el olfa - torio, el cual estÀ conectado con diversas estruc - turas y, especialmente, con el sistema lÌmbico, responsable

Viernes 2 de febrero de 2018 EL UNIVERSALE14 CU LT U R A

PROYECTO UNAM Texto: Rafael Lópezrl o p e z g @h o t m a i l.c o m

Conferencia sobre Donald Trumpy el sistema geopolítico mundialEl Instituto de Geografía de la UNAM invita al público en general a la con-ferencia “Trump y el caos del sistema geopolítico mundial”, que dictará el doctor Christof Parnreiter, de la Universidad de Hamburgo, Alemania, el 16 de febrero, a las 18:40 horas, en el Auditorio Anexo del mencionado ins-tituto, en Ciudad Universitaria. Se podrá ver la transmisión en vivo en: www.igg.unam.mx/sigg /tv

E S P E

C I A L Rastrean iceberg

d es p re n d i d oen la AntártidaJunto con investigadores del Ins-tituto de Ciencias Atmosféricas ydel Clima de Italia, Miguel Moc-tezuma Flores, académico de laFacultad de Ingeniería de laUNAM, da seguimiento, median-te imágenes de radar registradaspor percepción remota en la An-tártida, al iceberg A68, que se des-prendió de la plataforma Larsen el12 julio de 2017. Como parte de eserastreo observa los movimientos ycausas de la escisión para estable-cer una pauta de la dinámica delos hielos, los movimientos de de-riva y el efecto a mediano y largoplazos de dicho iceberg.

Método paradeterminar madurezpulmonar fetalRogelio Cruz Martínez, investiga-dor asociado a la Unidad de Inves-tigación de Neurodesarrollo delInstituto de Neurobilogía de laUNAM, c a m pu s Juriquilla, y jefedel área de Medicina y Cirugía Fe-tal, participó en el desarrollo de unnuevo método no invasivo (por ul-trasonido) que permite determi-nar, durante el embarazo, la madu-rez pulmonar fetal para predecir,antes del nacimiento, el riesgo dedificultad respiratoria neonatal (almomento de nacer). Es resultadode un proyecto internacional enca-bezado por el Grupo de MedicinaFetal de Barcelona, España.

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A lzh e i m e r:entre la vejez y lamemoria perdida

Hasta la fecha no se conoce el origen de estaenfermedad neurodegenerativa. La pérdida de lacapacidad olfatoria es uno de sus primeros síntomas

El drama personal y socialde la enfermedad de Alzhei-mer está ligado irremisible-mente al laberinto sin salidade la memoria perdida.

“Al igual que los tejidos, elcerebro envejece. Llega un momento en que lascélulas cerebrales o neuronas no se regenerantotalmente y aparece esta enfermedad que notiene cura”, explica Rosalinda Guevara Guz-mán, coordinadora del Laboratorio Sensorialdel Departamento de Fisiología de la Facultadde Medicina de la UNAM.

Descrita en 1907 por el médico alemán AloisAlzheimer, luego de que descubrió placas ami-loides o neuríticas en el cerebro de una mujerque en vida había padecido una extraña demen-cia, esta enfermedad se presenta generalmentealrededor de los 65 años de edad.

“Hasta la fecha no se conoce su origen, aun-que entre 5% y 10% de los casos pudieran de-berse a un problema genético. Algunos estudiosen México han planteado que si los dos proge-nitores tuvieron antecedentes de esta enferme-dad, las posibilidades de que las generacionesfuturas la padezcan se incrementan. Sin embar-go, no hay resultados concluyentes al respecto”,dice la investigadora.

La proteína beta amiloide se mueve a travésde las neuronas. Sin embargo, por causas quetodavía se desconocen, en la enfermedad deAlzheimer se queda fuera de ellas y comienzaa polimerizarse y a formar placas amiloides enel cerebro.

Por otro lado, los axones (una de las tres partesde las neuronas) están formados por neurofi-brillas, cuya función es llevar informaciónconsciente y refleja de una neurona a otra. Perocuando envejecen, las neurofibrillas comien-zan a doblarse.

“Como si una carretera se torciera de prontoy nos impidiera continuar el viaje”, ejemplificaGuevara Guzmán.

Así como se ha encontrado que la deficienciade dopamina está asociada al mal de Parkin-son, la de acetilcolina lo está a la enfermedadde Alzheimer. No obstante, lo que se desconocees qué determina que se polimerice la proteínabeta amiloide y forme placas amiloides en elcerebro que interrumpen la comunicaciónneuronal. Tampoco se sabe por qué razón lasneurofibrillas se doblan cuando envejecen.

De este modo, cuando las neuronas, normal-mente conectadas entre sí, no se pueden comu-nicar, la información se pierde. De ahí que uno

de los primeros síntomas de la enfermedad deAlzheimer sea la pérdida de la memoria.

Dos tipos de memoriaSe ha establecido que una de las estructurasafectadas por la enfermedad de Alzheimer —in -cluso antes de que ocurra un daño cognitivo,que puede ser leve— es el hipocampo, respon-sable de la memoria de corto plazo.

“Cuando uno olvida las llaves de la casa o delauto, actúa la memoria de corto plazo y enton-ces recordamos dónde las dejamos. Pero tam-bién contamos con una memoria de largo plazoque nos permite recordar información almace-nada durante años”, señala la investigadora.

Se ha encontrado, asimismo, que uno de lossistemas sensoriales que son afectados de ma-nera temprana por esta enfermedad es el olfa-torio, el cual está conectado con diversas estruc-turas y, especialmente, con el sistema límbico,responsable de las emociones (dos de sus com-ponentes son el hipotálamo y la amígdala).

“El sistema olfatorio está conectado en formaprimaria con la parte emocional; por eso, un olorpuede despertar una emoción en una persona,ya sea un recuerdo agradable o desagradable.”

Avances en el diagnósticoHay indicios de que el sistema olfatorio se alteracuando la enfermedad de Alzheimer se hacepresente. Ahora bien, lo más común es que unapersona de edad avanzada no registre ciertosolores, como el de gas, sin que ello quiera decirque ya padece esta enfermedad.

En conjunto con el grupo de investigación dePatricia Severiano Pérez, del Departamento deAlimentos y Biotecnología de la Facultad de

Química de la UNAM, Guevara Guzmán y sus colaboradores diseñaron varias pruebas para es-tandarizar un test que permitiera identificar al-gunas funciones olfatorias en personas de dife-rentes edades (ambos equipos ya se encuentran elaborando otro protocolo que lo mejorará).

La primera prueba consiste en saber cuánta concentración de un aroma se requiere para que la respuesta sea “sí huelo”. Después se le pide a la persona que identifique cada olor de una ga-ma de olores clasificados. Enseguida se le so-licita que diga si hay diferencia entre dos olores. Posteriormente se le acerca un tercer olor para que identifique uno diferente.

La prueba más importante —y última— es la de la memoria. En ella se utilizan olores “no fa-miliare s”. El olor a nardo se encuentra entre ellos, y se le da a oler a la persona. La primera vez, alrededor de 90% de los evaluados dice que no lo conoce. A la semana siguiente se le pre-gunta de nuevo a la persona si recuerda ese olor. Esta vez, 50% responde que sí. En la tercera se-sión, entre 90% y 100% lo identifica, o sea, lo recuerda al cabo de tres sesiones consecutivas durante un periodo de tres semanas. Esto de-muestra que esas personas lo memorizaron; por lo tanto, tienen memoria olfatoria.

En cuanto a las personas que fallan, puede ser que sufran un daño cognitivo o la enfermedad de Alzheimer. Cabe indicar que la memoria se de-teriora a medida que esta enfermedad avanza.

“En el momento en que un adulto mayor re-porte deficiencias para oler, debe consultarse al médico. Desde el punto de vista clínico es difícil prescribir fármacos, ya que no se conoce la cau-sa de la enfermedad de Alzheimer”, comenta Guevara Guzmán.

Problema de salud públicaA medida que la esperanza de vida de la po-blación en México crece, la enfermedad de Al-zheimer se convierte en un problema de salud pública más grave, debido a que cada paciente requiere una atención constante.

Sin duda, lo más conveniente es internar en una clínica especializada o en una casa de cui-dados a quien padezca esta enfermedad; sin embargo, si se considera el limitado poder ad-quisitivo de la media de la población nacional, los costos que implica esto son elevados, por lo que, en la mayoría de los casos, uno de los miembros de la familia que se encuentra en ple-na edad productiva asume su cuidado. Además se prevé que el número de personas mayores de 65 años se incrementará hacia 2050, o sea, los casos de Alzheimer aumentarán significativamente, sobre todo entre las mujeres. “Si se toma en cuenta que ellas viven más, es decir, que su esperanza de vida es, en promedio, seis o siete años más dilatada que la de los hombres, habrá un mayor número de viudas.”

Olvido y pérdida de memoriaPara entender el proceso degenerativo de la en-fermedad de Alzheimer se debe considerar ladiferencia entre el olvido y la pérdida de me-moria. El olvido es transitorio: se pueden olvidarciertas actividades, pero luego se recuerdan; encambio, la pérdida de la memoria es permanen-te: ya no se recuerda nada.

“En un grado avanzado de esta enfermedad,el paciente ni siquiera se reconoce a sí mismo;ha perdido tanto la memoria que, si se ve en unespejo, no sabe que es él. Vive, y quizá sienta,pero no puede interpretar qué es lo que está sin-t i e n d o”, apunta la investigadora.

Factores de riesgoLa enfermedad de Alzheimer tiene factores deriesgo epigenéticos, es decir, aquellos relaciona-dos con la herencia, pero también otros como elsíndrome metabólico, la obesidad, el sobrepeso,el alcoholismo y el tabaquismo, que de algunamanera estimulan ciertos procesos degenerati-vos en las neuronas y, por lo tanto, deterioran elsistema nervioso. Una medida para revertir estedeterioro es la estimulación sensorial.

“Entre más estimulación sensorial se tenga,más activo estará el cerebro. Dada la plasticidadcerebral, es necesario que el cerebro se manten-ga ocupado con ejercicios mentales, con cual-quier actividad que lo obligue a trabajar. Estaocupación constante hace que la calidad de vidadel paciente no decaiga en forma exponencialy puede garantizar autosuficiencia personal pormás tiempo.”

Ya se realizan diversos estudios para enten-der, a nivel molecular, qué es lo que sucede conlas partículas que se distorsionan y cambian enel cerebro.

“Investigaciones en biología molecular in-tentan desentrañar, mediante las técnicas deseñalización, qué enzimas y genes participanen el desarrollo de esta enfermedad, de modoque es probable que en un futuro próximo sepueda encontrar algo que determine su origen.Así, al conocer cuál es su causa, dónde está eldaño en la maquinaria cerebral, se podrán di-señar fármacos para que las placas amiloidesde saparez can”, concluye Rosalinda GuevaraGuzmán. b

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“En un grado avanzado deesta enfermedad, el paciente nisiquiera se reconoce a sí mismo;ha perdido tanto la memoria que,si se ve en un espejo, no sabe quees él. Vive, y quizá sienta, pero nopuede interpretar qué es lo queestá sintiendo”ROSALINDA GUEVARA GUZMÁNCoordinadora del Laboratorio Sensorialdel Departamento de Fisiología de laFacultad de Medicina de la UNAM

EL DATO

Invitación: Las personas interesadas enparticipar en los protocolos de inves-tigación relacionados con la enfermedadde Alzheimer, del Laboratorio Sensorialdel Departamento de Fisiología de laFacultad de Medicina de la UNAM, pue-den comunicarse al teléfono 56-23-22-98.