discurso inaugural del papa francisco

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Discurso inaugural del Papa FranciscoHermanos y hermanas, Buenas noches!Usted sabe que el deber del cnclave era dar un obispo de Roma. Parece que mis hermanos son los Cardenales lo recogi cerca del fin del mundo ... pero estamos aqu ... Gracias hospitalidad. La comunidad diocesana de Roma tiene su propio obispo, gracias! Y en primer lugar, tengo una oracin por nuestro obispo emrito, Benedicto XVI. Oremos por l, porque el Seor lo bendiga y la Virgen a la atencin.El Padre Nuestro, el Ave Mara y el Gloria al Padre]Y ahora, vamos a empezar por aqu: el obispo y el pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es el que preside en la caridad todas las iglesias. Un camino de la fraternidad, del amor, de la confianza entre nosotros. Por favor, siempre para nosotros: el uno para el otro. Oramos para el mundo, porque hay una gran hermandad. Espero que este camino de la Iglesia, que comienza hoy y que me ayudar en mi cardenal vicario, aqu, resultarn fecundos para la evangelizacin de esta ciudad es tan hermosa!Y ahora me gustara dar la bendicin, pero primero-primero, te pido un favor: antes de que el obispo bendice al pueblo, les pido que oren al Seor que me bendiga: la oracin del pueblo, pidiendo una bendicin por su obispo. Hacemos esta oracin en el silencio que sobre m.Ahora dale la bendicin para ti y para el mundo entero, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.Hermanos y hermanas, os dejo. Gracias tanta hospitalidad. Ruega por m y hasta pronto! Nos vemos pronto: maana me voy a rezar a Mara, porque guardia Roma. Buenas noches y buen descanso!

MISA CON LOS CARDENALESHOMILA DE FRANCISCOLa Capilla Sixtina, Jueves 14 de marzo 2013En estas tres lecturas veo que hay algo comn es el movimiento. En la primera lectura en la trayectoria del movimiento, en la segunda lectura, el movimiento de la edificacin de la Iglesia, en el tercero, en el Evangelio, el movimiento en la confesin. Caminar, construir, confiesa.A pie. "Casa de Jacob, ven, caminemos a la luz del Seor" (Is 2:5). Esta es la primera cosa que Dios le dijo a Abraham: Camina en mi presencia y s perfecto. Caminar: nuestra vida es un viaje y cuando nos detenemos, lo que est mal. Camine, en la presencia del Seor, a la luz del Seor, tratando de vivir con la inocencia que Dios le pidi a Abraham, en su promesa.Generar. Construir la Iglesia. Se habla de piedras: piedras tienen consistencia, sino piedras vivas, piedras ungidas por el Espritu Santo. Construir la Iglesia, Esposa de Cristo, la piedra angular es el mismo Seor. Aqu hay otro movimiento en nuestras vidas: la de construir.En tercer lugar, para confesar. Podemos caminar como queramos, podemos construir un montn de cosas, pero si no confiesan que Jesucristo, qu tiene de malo. Convirtete en un asistencia de las ONG, pero no la Iglesia, la Esposa del Seor. Cuando entras, te detenga. Cuando no est construido sobre las rocas lo que sucede? Sucede lo que sucede a los nios cuando estn en la playa de los palacios de arena, todo es abajo, es endeble. Cuando no confiesan que Jesucristo, me acuerdo de las palabras de Lon Bloy: "El que no reza a Dios, ruega al diablo." Cuando no confiesan que Jesucristo, confes la mundanidad del diablo, la mundanidad del diablo.Caminar, la acumulacin de construir, a confesar. Pero no es tan fcil, porque al caminar, construir, a confesar, a veces hay choques, hay movimientos que no son slo los movimientos de la siguiente manera: son movimientos que nos tiran hacia atrs.Este Evangelio contina con una situacin especial. El mismo Pedro, que confiesa a Jesucristo, le dice: T eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Te seguir, pero no vamos a cruzar. Esto no tiene nada que hacer. Te sigo con otras posibilidades, sin la cruz. Cuando caminamos sin la cruz, cuando construimos sin la cruz y cuando confesamos a Cristo sin cruz, no somos discpulos del Seor, somos mundanos, nosotros, los obispos, los sacerdotes, cardenales, papas, pero no discpulos del Seor.Me gustara que todos, despus de estos das de gracia, tener la valenta, el coraje para caminar en la presencia del Seor, con la Cruz del Seor para edificar la Iglesia de la Sangre del Seor, que es derramada en la Cruz, y confesar la nica gloria: Cristo Crucificado. Y as, la Iglesia va a continuar.Espero que todos nosotros que el Espritu Santo, por la oracin de Mara, nuestra Madre, nos conceda esta gracia: caminar, construir, confesar a Jesucristo Crucificado. Que as sea.

AUDIENCIA A TODOS LOS CARDENALESDISCURSO DEL PAPA FRANCISCOSala Clementina. Viernes, 15 de marzo 2013Hermanos cardenales,Esta vez dedicado al cnclave estaba lleno de significacin no slo para el Colegio de Cardenales, sino tambin para todos los fieles. En estos das nos sentimos tangible como el afecto y la solidaridad de la Iglesia universal, as como la atencin de muchas personas que no comparten nuestra fe, mira con respeto y admiracin por la Iglesia y la Santa Sede. Desde todos los rincones de la tierra ha aumentado la oracin ferviente y unido del pueblo cristiano por el Papa nuevo, y lleno de emocin fue mi primer encuentro con la multitud reunida en la Plaza de San Pedro. Con la impactante imagen de las personas que rezan y alegres todava grabada en mi mente, quiero expresar mi ms sincero agradecimiento a los obispos, sacerdotes, personas consagradas, los jvenes, las familias, los ancianos por su cercana espiritual, tan conmovedoras y fervientes.Siento la necesidad de expresar mi profunda gratitud y de todo corazn a todos vosotros, venerados hermanos cardenales y queridos, su cooperacin inmediata en el comportamiento de la Iglesia durante la vacante. Dirijo un cordial saludo a cada uno, empezando por el Decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Angelo Sodano, a quienes agradezco por sus palabras de devocin y los mejores deseos para m en su nombre. Con l Agradezco al cardenal Tarcisio Bertone, camarlengo de la Santa Iglesia Romana, por su trabajo reflexivo en esta delicada fase de transicin, as como al querido cardenal Giovanni Battista Re, quien se desempe como nuestra cabeza en el Cnclave: muchas gracias! Mis pensamientos estn con especial afecto a los Cardenales que, por razones de edad o enfermedad, han confirmado su participacin y su amor a la Iglesia mediante la ofrenda del sufrimiento y la oracin. Y quiero decirles que el otro da el cardenal Meja tuvo un ataque al corazn, fue admitido a Po XI. Pero se cree que su salud es estable, y ha enviado sus saludos.No puede faltar mi agradecimiento a quienes, en varias capacidades, han trabajado activamente en la preparacin y celebracin del Cnclave, favoreciendo la seguridad y tranquilidad de los Cardenales en este momento tan importante en la vida de la Iglesia.Un pensamiento lleno de afecto y gratitud a su vez a mi venerado predecesor, el Papa Benedicto XVI, que durante estos aos de mi pontificado ha enriquecido y fortalecido a la Iglesia con su enseanza, su bondad, su orientacin, su fe, su humildad y su gentileza. Seguir siendo una herencia espiritual para todos! El ministerio petrino, vivi con dedicacin total, ha tenido en l un intrprete sabio y humilde, con los ojos fijos en Cristo, Cristo resucitado presente y vivo en la Eucarista. Siga l para siempre nuestra oracin ferviente, nuestro recuerdo incesante, nuestra eterna gratitud y afecto. Creemos que Benedicto XVI, en el fondo de nuestros corazones una llama: se continuar ardiendo porque va a ser alimentada por la oracin, que siguen apoyando a la Iglesia en su espiritual y misionera.Queridos hermanos cardenales, nuestro vuol'essere reunin casi una extensin de la intensa comunin eclesial experimentado en este perodo. Animado por un profundo sentido de la responsabilidad y el apoyo de un gran amor por Cristo y por la Iglesia, oramos juntos, compartiendo nuestros sentimientos fraternales, nuestras experiencias y reflexiones. En este clima de gran cordialidad est tan crecido el entendimiento mutuo y la apertura mutua, y esto es bueno, porque somos hermanos. Alguien me dijo que los Cardenales son los sacerdotes del Santo Padre. Esa comunidad, que la amistad, la cercana que nos har bien a todos. Y esta apertura y conocimiento mutuo que nos han facilitado la docilidad al Espritu Santo. l, el Parclito es el protagonista supremo de cada iniciativa y la expresin de la fe. E 'curiosidad me hace pensar esto. El Parclito hace toda la diferencia en las iglesias, y parece ser un apstol de Babel. Pero, por otra parte, es el que hace que la unidad de estas diferencias, no en la "igualdad en", pero en armona. Recuerdo que el Padre de la Iglesia que se llama as: ". Ipse harmonia oriente" El Espritu Santo, que da a cada uno de nosotros los dones diferentes, nos une en esta comunidad de la Iglesia, que rinde culto al Padre, al Hijo, y l, el Espritu Santo.Apenas comenzando el autntico afecto colegial que une el Colegio de Cardenales, expreso mi deseo de servir al Evangelio con renovado amor, ayudando a la Iglesia a ser ms y ms en Cristo y con Cristo, la vid fecunda de Dios. Tambin estimulado por la celebracin de la fe, todos juntos, pastores y fieles, nos esforzaremos por responder fielmente a la misin de siempre: llevar a Jess Cristo para el hombre y llevar al hombre a encontrar a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, realmente presente en la Iglesia y en cada hombre contemporneo. Esta reunin se lleva a convertirse en hombres nuevos en el misterio de la gracia, el alma se agitaba alegra cristiana, que es cien veces ms que Cristo dio a los que le dan la bienvenida en sus vidas.Como nos ha recordado tantas veces en sus enseanzas y, ms recientemente, con la valiente y humilde, el Papa Benedicto XVI, es Cristo quien gua a la Iglesia por medio de su Espritu. El Espritu Santo es el alma de la Iglesia, con su fuerza dadora de vida y unificar muchos hace un cuerpo, el Cuerpo Mstico de Cristo. Nunca debemos caer en el pesimismo, una amargura que el diablo nos ofrece cada da, no caer en el pesimismo y el desnimo, tenemos la firme conviccin de que el Espritu Santo da a la Iglesia, con su aliento poderoso, el valor de perseverar y tambin a buscar nuevos mtodos de evangelizacin, para llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra (cf. Hechos 1:8). La verdad cristiana es atrayente y persuasiva porque responde a la necesidad profunda de la existencia humana, anunciando de manera convincente que Cristo es el nico Salvador de todo el hombre y de todos los hombres. Este anuncio sigue siendo vlido hoy como lo fue en los inicios del cristianismo, en el que funcionaba la primera gran expansin misionera del Evangelio.Queridos hermanos, vamos! La mitad de nosotros en la vejez: la vejez es - me gusta decirlo - el asiento de la sabidura. Las personas mayores han entrado en la sabidura de la vida, como el anciano Simen, el anciano Anna en el Templo. Y esa sabidura se reconocen a Jess Damos esta sabidura a los jvenes: el buen vino, que con los aos se vuelve bueno, le damos a los jvenes el conocimiento de la vida. Me acuerdo de lo que un poeta alemn de edad, dijo: "Es ist ruhig, das Alter und fromm" es un tiempo de paz y oracin. Y tambin para dar a los jvenes la sabidura. Ahora regresar en sus asientos para continuar su ministerio, enriquecido por la experiencia de estos das, tan lleno de fe y de comunin eclesial. Este nico e incomparable, que nos ha permitido comprender en profundidad la belleza de la Iglesia y que es un reflejo del esplendor de Cristo resucitado: un da vamos a ver ese rostro hermoso de Cristo resucitado!La poderosa intercesin de Mara, nuestra Madre, Madre de la Iglesia, encomiendo mi ministerio y su ministerio. Bajo la mirada materna, cada uno de nosotros puede caminar alegre y dcil a la voz de su Hijo divino, el fortalecimiento de la unidad, perseverando en la oracin y el testimonio de acuerdo la fe genuina en la continua presencia del Seor. Con estos sentimientos - es verdad! - Con estos sentimientos, os imparto de corazn la bendicin apostlica, que extiendo a su personal y al pueblo confiado a vuestro cuidado pastoral.