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Comparación del potencial de deriva de formulaciones de dicamba y 2,4 D en condiciones de campo Ramón Gigón y Marcos Yanniccari Palabras clave: dicambadiglicolamina; dicambadimetilamina; fitotoxicidad; soja; Atectra. Resumen La aprobación de cultivares de soja resistente a herbicidas auxínicos favorecerá el empleo de dicamba y 2,4 Den momentos donde es frecuente el cultivo de girasol y soja sensibles, incrementándose los riesgos de daño por deriva. Ante esto, el empleo de formulaciones de baja volatilidad ha sido propuesto como alternativa para mitigar la deriva, pero en Argentina no abundan trabajos que valoren la deriva de esas formulaciones. El objetivo del trabajo fue evaluar a campo la deriva de dicambadimetilamina, dicambadiglicolamina y 2,4 D sal amina de forma indirecta. A tal fin, sobre un cultivo de soja susceptible a herbicidas hormonales, se realizó la aplicación de esas formulaciones en parcelas delimitadas y, posteriormente, se evaluaron síntomas fitotóxicos y el rendimiento del cultivo a diferentes distancias del área tratada. El 2,4 D no provocómermas en el rendimiento a distancias mayores a 5 m. Por efecto de dicambadimetilamina, entre los 5 y los 30 m,el rendimiento cayó un 25 %. En tanto, tales niveles de reducción del rendimiento fueron constatados sólo a 5 m al emplear dicambadiglicolamina. Estos resultadosindican que 2,4 sal amina ydicambadiglicolamina serían herbicidas más seguros en términos de riesgo de deriva.

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Comparación del potencial de deriva de formulaciones de dicamba y 2,4 D en

condiciones de campo

Ramón Gigón y Marcos Yanniccari

Palabras clave: dicambadiglicolamina; dicambadimetilamina; fitotoxicidad; soja;

Atectra.

Resumen

La aprobación de cultivares de soja resistente a herbicidas auxínicos favorecerá el

empleo de dicamba y 2,4 Den momentos donde es frecuente el cultivo de girasol y

soja sensibles, incrementándose los riesgos de daño por deriva. Ante esto, el

empleo de formulaciones de baja volatilidad ha sido propuesto como alternativa

para mitigar la deriva, pero en Argentina no abundan trabajos que valoren la deriva

de esas formulaciones. El objetivo del trabajo fue evaluar a campo la deriva de

dicambadimetilamina, dicambadiglicolamina y 2,4 D sal amina de forma indirecta.

A tal fin, sobre un cultivo de soja susceptible a herbicidas hormonales, se realizó la

aplicación de esas formulaciones en parcelas delimitadas y, posteriormente, se

evaluaron síntomas fitotóxicos y el rendimiento del cultivo a diferentes distancias

del área tratada. El 2,4 D no provocómermas en el rendimiento a distancias

mayores a 5 m. Por efecto de dicambadimetilamina, entre los 5 y los 30 m,el

rendimiento cayó un 25 %. En tanto, tales niveles de reducción del rendimiento

fueron constatados sólo a 5 m al emplear dicambadiglicolamina. Estos

resultadosindican que 2,4 sal amina ydicambadiglicolamina serían herbicidas más

seguros en términos de riesgo de deriva.

Introducción

A partir del incremento de la frecuencia de malezas de baja sensibilidad a glifosato

(e. g. Conyzaspp. y Amaranthuspalmeri), se han desarrollado nuevos materiales

de soja resistentes a herbicidas hormonales (Behrens et al., 2007). Esta

tecnología permitiría ampliar la rotación de herbicidas de distintos mecanismos de

acción para reducir los riesgos de evolución de malezas resistentes.

En ese contexto, la aprobación de cultivares resistentes a herbicidas auxínicos

probablemente conducirá a un incremento en el empleo dedicamba y 2,4 D. Esto

propiciaría la aplicación de talesprincipios activosen momentos del año dondees

frecuente el cultivode girasol y soja sensibles. Este factor, sumado a las elevadas

temperaturas ambientales propias de la estación estival, incrementa los riesgos de

deriva de los mencionados herbicidas hacia cultivos no blanco, aparejando daños

indeseables (Mortensen et al., 2012).

La deriva de herbicidas hormonales ha sido ampliamente documentada desde los

comienzos de la adopción de estos productos hasta la actualidad (Clore y Bruns,

1953;Sosnoskie et al., 2015).Existen al menos dos formas posibles de deriva: ya

sea cuando las gotas del caldo de aplicación son arrastradas por el viento hacia

áreas no blanco, antes que alcancen el objetivo, ó bien cuando el herbicida

impacta con el blanco, se volatiliza y en forma gaseosa se mueve fuera del área

donde se realizó la aplicación. En ambos casos los efectos de la deriva sobre

cultivos sensibles se traducen en síntomas fitotóxicos que van desde una leve

epinastia y reducción en altura hasta la muerte de plantas. Los síntomas de

fitotoxicidadprovocados por dicamba sobre soja, en condiciones sub-letales, han

sido asociados a pérdidas de rendimiento que llegan a ser de hasta el 90

%,respecto a plantas control (Andersen et al., 2004).

La capacidad de volatilización de diferentes formulaciones de herbicidas

hormonales es un aspecto de importancia alhallarse inversamente relacionada al

riesgo de deriva.El empleo deformulaciones de baja volatilidad ha sido propuesto

como una alternativa de manejo para mitigar la deriva de los mencionados

herbicidas(Egan y Mortensen, 2012).

Si bien existen diferentes metodologías para evaluar la volatilización y la deriva de

herbicidas tanto en el laboratorio como en ambientes controlados, los ensayos de

campo adquieren gran importancia por proveer información directa al momento de

valorar el riesgo de volatilización de un producto (Mueller, 2015). Sin embargo, a

nivel mundial no se disponen de numerosos datos,registrados a partir de

experimentaciones a campo, que permitan valorar la capacidad de deriva de

diferentes formulaciones de herbicidas hormonales en distintos ambientes.Es

menor aún la información documentada al respecto en Argentina.

El objetivo del presente trabajo fue determinar a campo la deriva potencial de dos

formulaciones de dicamba y 2,4 D de forma indirecta, evaluando los efectos

fitotóxicos sobre un cultivar de soja susceptible.

Materiales y métodos

El experimento se realizó en la Chacra Experimental Integrada Barrow (MAA-

INTA) sobre un cultivo de sojaRRsembrado el día 24 de noviembre de 2014 bajo

el sistema de siembra directa en un suelo franco. La densidad de siembra se

ajustó a fin de obtener 30 plantas por metro cuadrado con un espaciamiento entre

surcos de 52 cm. El control de malezas en pre-siembra y post-emergencia se

realizó empleando glifosato (1000 g e. a. ha-1).

El día 12 de enero de 2015, cuando el cultivo estaba en el estado de V4, se

marcaron parcelasde 3 m x 10 m, distanciadas a 5 m una de otra, siguiendo un

diseño al azar con tres repeticiones (Fig. 1) y se realizó la aplicación de los

siguientes tratamientos:

1. 240 g e. a. ha-1 de dicambadimetilamina ( 500 cc Banvel®)

2. 240 g e. a. ha-1 de dicambadiglicolamina (500 cc Atectra®)

3. 900 g e. a. ha-1 de 2,4 D dimetilamina (1500cc 2,4 D ADAMA®)

En todos los casos se empleó una pulverizadora experimental depresión

constantede CO2 (35 lb), provista de pastillas 11002 (TeeJet®) y calibrada para

liberar 140 L ha-1.

El día y momento de aplicación se realizó en forma deliberada, cuando las

condiciones ambientales propiciaran la deriva de los herbicidas, tanto al momento

de la pulverización (en forma líquida por migración de gotas) como en post-

aplicación en forma gaseosa. En este sentido, el viento de dirección oeste,

perpendicular al sentido de aplicación de las parcelas (Fig. 1), fue de 15 km h-1; la

temperatura de 27°C y la humedad relativa de 33 %.

Figura 1. Esquema del diseño del ensayo sobre el cultivo de soja. Se representan las parcelas, distanciadas 5 m una de otra, con sus tratamientos (1: 240 g ea ha-

1dicambadimetilamina (Banvel®); 2: 240 g ea ha-1dicambadiglicolamina(Atectra®)

y 3: 900g ea ha-1 2,4 D sal (2,4 D ADAMA®)) y las estaciones de evaluación (I) a

diferentes distancias de las parcelas tratadas.

Determinaciones

Dirección del

viento (15

km h-

1)

0 2 4 6 8 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 m 1

3

2

2

1

3

1

3

2

A 10 y 60 días post-aplicación se evaluó el porcentaje de plantas que mostraban

algún síntoma de fitotoxicidad. A tal fin, a diferentes distancias de las parcelas

tratadas (0, 2, 4, 6, 8, 10, 15, 20, 25, 30, 35, 40, 45, 50, 55, y 60 m), en el mismo

sentido de dirección del viento, se establecieron estaciones de evaluación (Fig. 1)

donde a partir de 20 plantas tomadas al azar se estimó el porcentaje de

fitotoxicidad:

𝑁° 𝑑𝑒 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑡𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑛 𝑠í𝑛𝑡𝑜𝑚𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑓𝑖𝑡𝑜𝑡𝑜𝑥𝑖𝑐𝑖𝑑𝑎𝑑

20 . 100

Finalmente, cuando el cultivo alcanzó la madurez de cosecha, a 0, 5, 15, 30 y 60

m de distancia de las parcelas tratadas, se muestrearon las plantas presentes en

1,4 m2. Luego, se trillaron y se determinó el rendimiento en grano (ajustando la

humedad a 10 %).

Análisis estadístico

A partir de los datos de evaluación de fitotoxicidad se construyeron modelos log-

logísticos de regresión no lineal (Y=B+(T-B)/(1+10(LogI-X)b) de efectos fitotóxicos en

función del distanciamiento a las parcelas tratadas. En cada caso, se determinó la

significancia de los modelos, los coeficientes de determinación y se comprobó el

cumplimiento de los supuestos del modelo a partir del análisis de residuales.

Considerando cada tratamiento en forma independiente, los datos de rendimiento

se analizaron mediante ANOVA a una vía donde el factor principal fue el

distanciamiento de la estación de evaluación a las parcelas tratadas. Luego de

comprobar el cumplimiento de los supuestos del ANOVA, en cada caso, se realizó

el análisis de diferencias mínimas significativas de Fisher (P< 0,05) contrastando

el rendimiento de cada estación respecto al rinde estimado a 60 m de distancia.

Resultados y discusión

Efectos fitotóxicos como indicadores de deriva

Al realizar las evaluaciones de fitotoxicidad a diferentes distancias de las parcelas

aplicadas, se hallaron síntomas de acción de herbicidas hormonales:

epinastia,enrulamiento de hojas, estimulación del crecimiento en zonas

internervales, engrosamiento de pecíolos y disposición paralela de nervaduras.

Estos síntomas se observaron concentrados, principalmente, en el tercio apical de

las plantas, independientemente del tratamiento (Fig. 2).

Figura 2. Efectos de dicamba sobre plantas de soja. Epinastia de hojas del tercio apical.

Los efectos fitotóxicosprovocados por dicamba (en ambas formulaciones) y 2,4 D

fueron diferentes. En el primer caso, el enrulamiento de los márgenes de los

folíolos condujo a la formación del síntoma tipo “cucharita”, mientras que con 2,4 D

se registraron malformaciones donde los folíolos presentaban las nervaduras

principales dispuestas en forma paralela (Fig. 3). En consistencia conSciumbato et

al. (2004),los síntomas fitotóxicos provocados por dicamba fueron más notorios

que los inducidos por 2,4 D. El estudio de los síntomas permitió el análisis

indirecto de la deriva de los tres productos evaluados.

Figura 3. Diferencias en los efectos fitotóxicos de dicamba y 2,4 D sobre hojas de soja.

Cuando se analizó el porcentaje de plantas que mostraban fitotoxicidad luego de

10 días de realizada la aplicación, se observó que el principio activo que menor

dispersión efectiva presentó fue 2,4 D sal. La mayor proporción desíntomas de

fitotoxicidad se registró dentro de los 6 m de distancia respecto a las parcelas

tratadas. En esos casos, más del 60 % de las plantas mostraban algún grado de

epinastia (Fig. 4). A distanciasmayores a los 15 m, el número de plantas afectadas

no difirió entre las diferentes estaciones, incluso ni con la estación más distante

(60 m) donde no se registró epinastia (Fig. 4).

En contraste, la sal dimetilamina de dicamba (Banvel®) provocó efectos fitotóxicos

en alrededor de un 60 % de las plantas evaluadas dentro de los 30 m de distancia

respecto a las parcelas tratadas. Sólo en estaciones de evaluación ubicadas a

más de 40 m el porcentaje de plantas que presentaban epinastia fue inferior al 20

Dicamba

2,4 D

%. Al igual que para el caso de 2,4 D, esta formulación de dicamba no afectó

ninguna planta distanciada a 60 m (Fig, 4).

Al emplear la sal diglicolamina de dicamba (Atectra®), en plantas distantes a más

de 10 m de la parcela tratada la frecuencia de epinastia fue significativamente

menor respecto a la formulación dimetilamina (Fig. 4). A distancias superiores a

los 30 m, el número de plantas con síntomas de acción dedicamba fue inferior al

20 % sin mostrar diferencias significativas con la estación de evaluación ubicada a

60 m de distancia de la parcela tratada (Fig. 4).

Figura 4. Porcentaje de plantas con efectos fitotóxicos a diferentes distancias de la aplicación de dicambadimetilamina (Banvel®), dicambadiglicolamina (Atectra®) y sal amina de 2,4 D. Se muestran los valores promedio de la evaluación a 10 días post-aplicación. Las curvas representan los modelos log-logísticos ajustados y las barras verticales el error estándar de la media.

A los 60 días de realizados los tratamientos, se registró un menor nivel de

fitotoxicidad para los tres herbicidas (Fig. 5). Esto puso en evidencia la

recuperación de aquellas plantas que en la evaluación previa (10 días post-

aplicación) se hallaron levemente afectadas.

La formulación de 2,4 D no afectó significativamente a las plantas que se

encontraban distanciadas a 6 m ó más de las parcelas tratadas (Fig. 5). Este

hecho muestra la baja tendencia a la deriva efectiva de este tipo de formulación.

La sal dimetilamina de dicamba (Banvel®) provocó epinastia al 30 % ó más, de las

plantas que se encontraban de 0 a 30 m de distancia de las parcelas tratadas (Fig.

5). En contraste, la formulación diglicolamina de dicamba (Atectra®) no afectó

significativamente a aquellas plantas que se hallaron a más de 15 m de las

parcelas donde se realizaron las aplicaciones (Fig. 5). Incluso, para este

tratamiento, las evaluaciones realizadas entre los 8 y 15 m de distancia indicaron

que alrededor del 45 % de las plantas mostraban epinastia mientras que las

registradas en el tratamiento con la sal dimetilamina de dicamba las plantas

afectadas rondaron el 85 % (Fig. 5).

Figura 5. Porcentaje de plantas con efectos fitotóxicos a diferentes distancias de la aplicación de dicambadimetilamina (Banvel®), dicambadiglicolamina (Atectra®) y sal amina de 2,4 D. Se muestran los valores promedio de la evaluación a 60 días post-aplicación. Las curvas representan los modelos log-logísticos ajustados y las barras verticales el error estándar de la media.

Impacto de la deriva sobre el rendimiento

Los efectos fitotóxicos hallados en las determinaciones previas fueron

consistentes con los rendimientos en grano registrados al momento de la cosecha

(Fig. 6). En este sentido, por efecto de deriva de la formulación dimetilamina de

dicamba (Banvel®), entre los 5 y los 30 m de la parcela tratada, el cultivo rindió

casi un 25 % menos que a los 60 m (donde no se registraron síntomas de

fitotoxicidad) (Fig. 6). En tanto, tales niveles de reducción del rendimiento fueron

constatados al emplear la sal diglicolamina de dicamba (Atectra®), sólo en áreas

de cultivo distanciadas a 5 m de la parcela aplicada (Fig. 6). A 15 m de distancia,

donde se habían detectado previamente síntomas de epinastia (Fig. 4 y Fig. 5), no

se registraron pérdidas de rinde por efecto de la deriva (Fig. 6).En contraste a lo

observado con la otra formulación de dicamba, los resultados demuestran que si

bien el cultivo había sido afectado por la deriva de diglicolamina de dicamba, ante

un leve nivel de fitotoxicidad la soja fue capaz de recuperarse sin aparejar

pérdidas de rendimiento como se ha documentado en trabajos previos (Al-Khatib y

Peterson, 1999).

Existen antecedentes que indican que la deriva en forma de vapor de diglicolamina

de dicamba llega a ser menor al 90 % en comparación a su formulación como sal

dimetilamina (Egan y Mortensen, 2012). Esto explica los resultados arribados en el

presente trabajo donde, al contrastar ambas formulaciones de dicamba, se

encontró un patrón diferencial de frecuencia de plantas con epinastia en función

de la distancia del lugar de tratamiento (Fig. 4 y Fig. 5).

Al empleardiglicolamina y dimetilamina dedicamba, las plantas linderas a la

parcela tratada (0 m) fueron afectadas significativamente y el cultivo mostró

pérdidas de rendimiento de un 65 %, aproximadamente, respecto al rinde de

plantas distanciadas a 60 m (Fig. 6).Robinson et al. (2013) encontraron que

lacaída del rendimiento de soja por efecto de dicambaestaba asociada a la

disminución en el número de ramas y de nudos reproductivos por unidad de

superficie, en última instancia esto conllevaba a una disminución en el número de

granos producidos.

La sal de 2,4 D no provocó reducción del rendimiento en grano a causa de su

deriva, más allá de los 5 m de donde se realizaron las aplicaciones (Fig. 6). El

área del cultivo que se encontraba en cercanía a la parcela tratada (0 m), sólo

mostró un nivel de pérdida de rendimiento del 25 % respecto al rinde de áreas

distantes a 60 m.

El cultivo fue tolerante a la deriva de 2,4 D, si bien se habían registrados síntomas

de fitotoxicidad más allá de los 0 m del lugar de aplicación (Fig. 4 y Fig. 5), estos

efectos no se correspondieron con caídas en el rendimiento. De acuerdo a esto,

varios trabajos han demostrado que dosis subletales de 2,4 D sobre plantas de

soja en estado vegetativo, no afectan significativamente el rendimiento en grano

del cultivo(Andersen et al., 2004; Egan et al., 2014).

Figura 6. Rendimiento del cultivo de soja a diferentes distancias de la aplicación de dicambadimetilamina (Banvel®), dicambadiglicolamina (Atectra®) y sal amina de 2,4 D. Se muestran los valores promedio y las barras verticales representan el error estándar de la media.

Conclusiones

La evaluación a campo del potencial de deriva efectiva de sal amina de 2,4 D,

dimetilamina de dicamba (Banvel®) y diglicolamina de dicamba (Atectra®) mostró

diferencias entre productos. En este sentido, la formulación de 2,4 D fue aquella

de menor potencial de deriva. En tanto, el principio activo formulado como

dimetilamina de dicamba mostró los mayores riesgos de deriva efectiva. Sin

embargo, ese herbicida formulado como diglicolamina muestra una reducción del

potencial de deriva. Este hecho indicaría que esta última formulación de

dicambasería más segura en términos de riesgo de deriva.

Los resultados del presente trabajo realizado a campo, sugieren que el empleo

de2,4 D y dicambadiglicolamina(a dosis de marbete) serían herbicidas de bajo

riesgo potencial de deriva, en comparación a dicambadimetilamina para las

condiciones climáticas de este ensayo. A partir de lo hallado, estudios del control

de malezas en experimentos de dosis-respuesta empleando diferentes mezclas de

2,4 D y dicambadiglicolamina deberían ser llevados a cabo con la finalidad de

hallar un amplio espectro de control de malezas garantizando la seguridad de

aplicación al minimizar el riesgo de deriva.

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