Ciudades en Utopia. En torno a un estudio de la ciudad ideal, de Hanno-Walter Kruft

Pablo Diener

Pablo Diener é historiador da arte. Traduziu para o espanhol a Historia de la Teoria de la Arquitectura de H.-W. Kruft (1990), e foi seu discípulo na Universidade de Augsburgo; sob sua orientação elaborou o catálogo da obra do artista viajante alemão João Maurício Rugendas (Augsburgo, Wissner Verlag, 1997; 21998). Posteriormente tem realizado publicações e organizado exposições sobre as viagens artísticas e científicas européias na América Latina. Atualmente é professor e pesquisador do Departamento de História da Universidade Federal de Mato Grosso.

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La ciudad ideal, comprendida en un sentido lato, brota dei pensamiento utópico; aparece como ia manifestación de una esperanza, de un deseo o de una ilusión. Ella gira en torno a la expectativa dei hombre, que procura materializar ia perfección de una idea.

El estudio de la ciudad ideal nos confronta con dificultades de gran complejidad. La problemática es multidisciplinar, y entre sus aspectos relevantes deben considerarse componentes históricos e histórico-artísticos, pero también filosóficos, particularmente de orden ético y estético, y necesariamente cuestiones de tipo sociológico. En ese contexto, no es sorprendente que haya aproximaciones simplistas, u otras que, a pesar de responder a motivaciones de amplio espectro, sucumben a ia aplicación de criterios meramente formales, como es el caso dei importante libro de Helen Rosenau, The Ideal City. lis Architectural Evolution (Londres 1969; 3 1983).

Una propudta lúcida, innovadora y que observa las más diversas perspectivas para una comprensión cabal de la ciudad ideal nos ofrece el libro de Hanno -Walter Kruft, Stüdte in Utopia. Die Idealstadt vom 15. bis zum 18. Jahrhundert1

El título de ese libro contiene un juego de palabras que evoca la paradoja de las ciudades ideales, a las que Rama de Ciudades en Utopia. Ya en las primeras frases, cl autor nos explica el sentido de esta incompatibilidad: "Nuestras ciudades se localizan en un pais que no existe. Ese pais es Utopia, que sólo vive en la imaginación, como contraposición a ia realidad, quizá como una posibilidad de esperanza. [...] Es propio de ia esencia de la utopia, el hecho de que deja de ser utopia cuando su materialización se torna plausible. [...] Esa es ia cuestión de este libro." (Kruft, 1989:9)

En otras palabras, la ciudad ideal representa el intento de realización de una utopia, y su estudio nos lleva a analizar los puntos de contacto entre el mundo utópico y el mundo real, lo que equivale a una especie de pesquisa arqueológica de ias utopias materializadas.

A manera de un instrumento de trabajo, Kruft formula una definición de la ciudad ideal, cuyo primer trazo distintivo es que se trata de ciudades realmente existentes y cuya construcción, dirigida por una persona o por una comunidad, tuvo como primordial referencia una utopia, sea de carácter estatal o social. "Las ciudades adquieren su carácter ideal" — concluye la definición — "en ia medida en que son erigidas como un equivalente formal de la utopia en que se basan, mediante un proceso de reflexión estética de sus comitentes." (Kruft, 1989:10-11)

Munich, Beck, 1989; Asi pues, requisito de la ciudad ideal es ia coincidencia de una publicada también eu traducción italiana (Le città utopia con ia reflexión estética y su consiguiente implementación en utopiche: ia città ideale da/15. ai lenguaje urbanístico. 18. seco/o. Bari, Laterza, 1990).

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En atención a la tradición historiográfica dei tema, en la que habitualmente se ha confundido el elemento formal de una estructura geométrica regular con el principio de idealidad, el lector es advertido de que ia regularidad de ia planificación urbana puede ser un elemento formal constitutivo, pero éste no es ni necesario ni suficiente.

La acotación temporal, entre los siglos XV y XVIII, resulta de la necesidad de una reflexión teórica en los terrenos de la arquitectura y el urbanismo. En rigor, una compenetración teórica, con puntos de vista estéticos accesibles para el ámbito de la urbanística, sólo está documentada desde el Humanismo, concretamente, con De Re Aedificatoria de Leon Battista Alberti (concluido en 1452; publicado en 1485). Con él se despierta ia conciencia de la ciudad como obra de arte.

De este modo, cl libro pone en evidencia que seria trivial reducir ia concepción de la ciudad ideal a un simple paliativo de los problemas urbanísticos modernos, puesto que una comprensión tan estrecha implicaria el desprecio de la ya secular historia urbana relacionada con los proyectos ideales. La ciudad ideal como un espacio plausible para una existencia mejor y más justa surge, tanto en el papel como en la realidad, a más tardar en el siglo XV, con el Humanismo.

El punto de término del estudio de Kluft está definido por la Revolución Francesa. Con esto, sin embargo, no se pretende afirmar que posteriormente desaparezca el pensamiento de la ciudad ideal; lo que ocurre es que éste se orienta unilateralmente hacia la realización de utopias socialistas, en las que el postulado estético cede la primacía.

Su estudio se sustenta en el análisis de ocho diferentes ejemplos, que el autor resume de manera didáctica en el siguiente cuadro sinóptico:

Ciudad Comitente Arquitecto Ario de inicio de la construcción

Localización

geográfica

Pienza Papa Pio 11 (1405-1464; Enea Silvio Piccolomini)

Bernardo Rossellino (1409-1464)

1459 Sur de Toscana, Italia

Sabbioneta Duque Vespasiano Gonzaga (1531-1591) Domenico Giunti (1505-1560) y Girolamo Cataneo

1554 Lombardía, batia

La Valletta Orden de San Juan; Jean de la Valette-Parisot (1494-1568)

Francesco Laparelli (1521-1570)

1566 Malta

Freudenstadt Duque Federico I de Würtemberg (1557-1608) Heinrich Schicldiardt (1558-1635)

1599 Würtemberg, Alemania

Richelieu Cardeal Jean-Armand du Plessis, Duque de Richelieu (1585-1642)

Jacques Lemercier (ca. 1585-1654)

1631 Poitou, Francia

San Leucio Rey Fernando IV de Borbón (1715-1825) Francesco Collecini (muerto en 1804)

1773 Caserta, Italia

Chaux (Arc- et-Senans)

Rey Luis XV de Francia (1715-1774) Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806)

1774 Franche-Comté, Francia

Hancock (Mass.)

Secta Shaker Anónimo 1790 Massachusetts, EEUU

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H.-W. Kruft (1938-1993) forma parte de un importante grupo de historiadores dei arte de lengua alemana con vocación por los estudios dei Renacimiento italiano, calzando así con una tradición académica germánica que se remonta ai menos hasta el siglo XIX. Su publicación más importante es la Historia dela Teoria de laArquitectura (Munich, 1985; traducida inmediatamente ai italiano, ai espariol y ai inglés), una obra de grandes dimensiones, con carácter enciclopédico, dedicada ai estudio de la estética en el ámbito de la arquitectura y la urbanística, que abarca desde Vitruvio a Le Corbusier. Se trata de un manual erudito (actualizado para su 3a edición alemana, en 1991), con manejo exhaustivo de fuentes primarias. Puede decirse que ésa es la obra madre dei libro dedicado a las ciudades ideales. Los juicios certeros que el autor consigue emitir sobre los más diversos problemas de urbanística a lo largo y ancho de Europa, de Norteamérica y, ocasionalmente también, de América Latina, se basan en un bagaje conceptual elaborado durante más de una década de investigaciones sobre cuestiones teóricas.

En los últimos arios de su vida, Kruft volvió a concentrar su atención en temas italianos, entre otros, en una serie de trabajos sobre artistas y escritores viajeros románticos alemanes en Italia, asunto sobre el que se proponía publicar su segunda gran obra, en forma de un catálogo crítico, con amplia compilación documental. Fue durante estas investigaciones que lo sorprendió prematuramente la muerte, en su casa de verano en Genazzano, en la camparia romana.

Ante este perfil biográfico podría parecer que el hecho de que en el estudio de las ciudades ideales, tres de los ocho ejemplos tratados scan italianos, y un cuarto — el de La Valletta — esté intimamente relacionado con las empresas arquitectónicas vaticanas, resulta de preferencias subjetivas o simplemente deriva dei propio espectro de conocimientos dei investigador. Sin embargo, una lectura atenta pone en evidencia que, en cada uno de los momentos históricos estudiados, el autor opto efectivamente por el caso más paradigmático. Así, por ejemplo, San Leucio, en Caserta, es el arquetipo de la ciudad ideal en la que el paternalismo monárquico absolutista dei siglo XVIII ofrece un lúcido retrato visual de sus valores; su calidad de modelo es realzada, en este caso, mediante la confrontación con otras ciudades de la misma época y de espíritu análogo, construidas en la Sierra Morena, en el sur de Esparia.

Más aun, la selección de los ejemplos constituye lo que podemos calificar de la decisión más notable en la construcción dei libro. Se trata de ocho ciudades ideales de relevancia emblemática

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La gran ciudad de Tenochtitldn, fue publicada com las cartas de Herndn Cortés al Emperador Carlos V. Xilografia, Nüremberg, 1524.

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para cada uno de los contextos políticos, sociales o ideológicos en los que tiene lugar su construcción. Una tras otra, el autor pone en evidencia que esas ciudades son cl mejor resultado de una propuesta intelectual de caracter utópico de la época, que flue modelada en forma de un conjunto urbano. Ya se trate de la ciudad como monumento a la persona del comitente o a su concepción del mundo, como en Pienza y Sabbionetta respectivamente; expresiones de fuerza, poderio y capacidad de resistencia de una religión, como en La Valletta y Freudenstadt; manifiestos políticos, como la ciudad de Richelieu y San Leucio; expresiones de una extremada sublimación retórica, como la obra de Ledoux en la salina de Chaux; o finalmente manifestaciones de principios morales y teológicos mediante el lenguaje dei más puro funcionalismo, como la colonia de los shaker, todos los ejemplos de ciudades ideales tratados contribuyen a consolidar la validez de la hipótesis formulada inicialmente, de que las ciudades pueden representar utopias. De modo ensayístico, esa idea había sido formulada en términos similares poco antes por Giulio Carlo Argan en Storia de/Parte come storia della città (Roma, 1983), donde se postula que la ciudad ideal implica la capacidad dei conjunto urbano para representar o visualizar conceptos o valores.

La metodologia y cl instrumental utilizados por Kruft para el análisis son multidisciplinares, con clara predominancia de los recursos de la historia y de la historia del arte. Desde la perspectiva del estudio histórico, la ciudad ideal constituye un fenómeno de tipo estructural del quehacer intelectual del hombre moderno, definido como una forma de interacción entre sus ilusiones y su capacidad creativa a partir de una reflexión especifica, a saber, la estética. De forma implícita, la ciudad ideal es tratada como un fenómeno de larga duración, ai que nuestro autor otorga atributos durables, constantes, que presenta apenas mudanzas sutiles a lo largo de cuatro siglos.

En el ambito de la historia dei arte encontramos análisis formales en la mejor tradición de la escuda de Aby Warburg, con eruditas descripciones formales, que desvelan la gestación dei lenguaje iconográfico en la historia urbana de los Tiempos Modernos y su interpretación en el contexto de la iconologia arquitectónica.

En la búsqueda de las fuentes, Kruft trabaja con un espectro amplio, con perspectivas en los más diversos rumbos, que con frecuencia rebasan las fronteras de la tradición europea. El ejemplo más notable es el que nos ofrece en cl análisis de Freudenstadt:

Se trata de una ciudad con aspecto de fortificación, de forma cuadrangular, que pretende representar la resistencia protestante a la contrarreforma; se sitúa en el corazón de la Europa de finales dei siglo XVI y comienzos dei XVII, en cl ducado de Würtemberg, entre dos

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Albrecht Dürer. Proyectos de la Ciudad Ideal (1527). In: DÜRER, Albrecht. Etliche underricht, zu befestigung der Stett, Schlosz, und flecken. Niirnberg, 1527 [ed. facsimilar: Unterschneidheim, 1969].

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8. Albrecht Diirer, Idcalstadtentwurí

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59. Albrecht Dtirer, Idealstatitentwurf (1 ¶ z7)

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potencias católicas. Como antecedentes para la lectura iconográfica de los elementos arquitectónicos utilizados en su construceión, el autor nos recuerda primero la descripción de la ciudad de Amaurotum, en la Utopia de Thomas Morus (1516). Enseguida observa el manual de fortificaciones de Albrecht Dürer (1527). En uno y otro resulta que el modelo de ciudad perfecta y capaz de resistir posee una forma rectangular, próxima ai cuadrado.

A la pregunta sobre el origen de este arquetipo, Kruft nos responde sorprendentemente con una referencia ai antecedente de Tenochtitlán, en el México prehispánico, haciéndose eco de un trabajo de otro historiador dei arte alemán, el profesor de Heidelberg, Erwin Walter Palm ("Tenochtitlán y la Ciudad Ideal de Dürer". Journal de ia Sociéte' des Americanistes, XL, 1951: 59-66). El antecedente formal de la capital mexica — conocida en Europa a través de una xilografia de la publicación de 1524 de las cartas de Hernán Cortés a Carlos V -, probablemente influyera en ia concepción de la ciudad fortaleza perfecta concebida por Dürer, que gana aún más prestigio ai combinarse con las imágenes 'iterarias de Morus. Y es ese modelo creado por Dürer el que antecede a los dibujos de forma cuadrada dei cinquecento italiano, difundiéndose en Italia, donde pasó a ser combinado con la idea dei castrum romano. Debe recordarse, por lo demás, que en Italia ia idea de una ciudad poligonal con sistema radial de calles file preeminente y tuvo la mayor difusión. Estas observaciones lanzaron nuevas luces sobre la genealogia de ia ciudad de forma cuadrangular con sistema ortogonal de calles, que constituyen un elemento fundamental para la comprensión histórica dei urbanismo americano.

Pero, el asunto dei que nos habla Kruft en este capitulo se refiere en lo medular a la iconologia de la ciudad de forma cuadrangular, que para la ciudad de Freudenstadt cobraria el valor de un signo en cuanto lugar seguro dei mundo protestante. Ese modelo negaria a ganar tal prestigio, que poco después, en 1619, será retomado para la construcción literaria de otro bastión protestante, la ciudad utópica de `Christianopolis', concebida por el teólogo luterano Johann Valentin Andreae.

Nos encontramos, pues, ante un libro escrito con pluma suelta, a veces incluso con connotaciones de ensayo, pero con una enorme base de erudición. De este modo, Kruft afirma, sugiere o evoca, ofreciendo varios niveles de lectura. Gracias al rico aparato de notas que proporciona un amplio abanico de fuentes y de literatura secundaria, cl lector siempre encontrará ias indicaciones para reconstruir— si asi lo quisiese — hasta los más mínimos detalles dei camino de pensamiento dei autor.

Ciudades en Utopia quizá no sea un libro de lectura fácil, debido

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Johann Valentin Andreae. Christianopolis (1619). In: ANDREAE, Johann Valentin. Republicae Christianopolitanae Descriptio. Estrasburgo, 1619; trad. ai alemán de David Samuel Georgi, con el título de "Reise nach der Insul Caphar Solama...". Esslingen, 1741 [ed. facsimilar: Hildesheim, ed. Heiner Hõfener, 1981].

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a su exquisita erudición, pero sí es apasionante, tanto por el tema en sí mismo, como por el abordaje que nos ofrece; probablemente sea la más seductora de las obras escritas por Kruft. Al leerlo evocamos las expectativas que despertó su provecto inacabado de una obra dedicada a los románticos viajeros alemanes en Italia, que ocasionalmente comentó con discípulos y amigos, pero que no llegó a escribir.

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