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BREVE CATECISMO CATÓLICO Elaborado por e l P. José María Requena Segovia «El catecismo es el libro que deben leer mis hijas día y noche, porque contiene la Ley del Señor» ( Santa Teresa de Jesús )

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BREVE CATECISMO CATÓLICO

Elaborado por e l P. José María Requena Segovia

«El catecismo es el l ibro que deben leer mis hijas día y noche, porque contiene la Ley del Señor»

( Santa Teresa de Jesús )

BREVE

CATECISMO

CATÓLICO

Elaborado porel P. José MaríaRequena Segovia

Título de la obra:Breve Catecismo Católico

Licencia otorgadapara la Publicación

10-06-2016Pbro. Óscar Balcázar Balcázar

Vicario GeneralDiócesis del Callao

© Editado por: José Requena SegoviaProyecto Piloto Nuevo Pachacútec, Sector “A”,Grupo Residencial A-3, Mz. Q-5, Lote 2, Distrito de Ventanilla, Callao - PERÚ.Celular: 955284022E-mail: [email protected]

Primera Edición, Julio 2016

ISBN: 978-612-00-2309-9Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2016-08077

Tiraje: 5 000 ejemplares.

Esta obra se terminó de imprimir en julio de 2016 en los talleres gráficos de la Asociación Editorial Bruño, Av. Alfonso Ugarte 1860, Ate Lima 3 - Perú.Telefax: 202 - 4747

www.editorialbruno.com.pe

Impreso en el Perú / Printed in Peru

ÍNDICE

Números

INTRODUCCIÓN ________________ 1 al 17

PROFESIÓN DE FE: EL CREDO____ 18 al 69

LA CELEBRACIÓN DEL MISTE-RIO CRISTIANO: LOS SACRA-MENTOS _______________________ 70 al 92

LA VIDA EN CRISTO: PRESEN-TADA DESDE LOSMANDAMIENTOS ________________ 93 al 121

LA ORACIÓN CRISTIANA ________ 122 al 140

Números romanos

DEVOCIONARIO ________________ I al XXXV

B R E V E C A T E C I S M O C A T Ó L I C O

I N T R O D U C C I Ó N

1. ¿Qué es el Catecismo? Es el conjunto de verdades que D i o s n o s d a para que las creamos, prac-tiquemos y nos salvemos, y lo h a c e p o r q u e desde toda la e te rn idad ha pensado en no- sotros y nos ha amado.

Jesucristo12. ¿Para qué sirve el Catecismo? Para que: conozca

la verdad que Jesús, el Hijo de Dios, nos ha revelado. Dios le dé paz y alegría verdaderas. Pasada esta vida terrena, junto a la Virgen María, San José y todos los ángeles y santos vea a Dios cara a cara, lo ame y goce, ya sin fin, de todos los bienes que hay en Dios, sin mezcla de mal alguno. Evite el ir al infierno temible y sin término. Dios le libre del pecado, causa de todos los

1. Sugerencia: que cada Diócesis prepare cada mes un díptico donde se vaya exponiendo el catecismo y cada Parroquia lo lleve y regale a cada uno de los hogares de su jurisdicción. «Los doctos brillarán como el fulgor del firma-mento y los que enseñaron a la multitud la justicia o la virtud, como las estrellas, por toda la eternidad» ( Daniel 12, 3 ).

Jesucristo

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males. Le dé su gracia y caridad y ame sobrenatural-mente a Dios, que es amor infinito, y a todas las perso-nas por amor a Él. Logre que Dios habite en usted.

23. ¿Hay Dios? Sí. Veamos unos ejemplos: sin la inteli-gencia del hombre no habría inventos como un avión, un submarino, una máquina fotográfica. Pues bien, como no hay invento sin inventor, alguien ha tenido que crear los pájaros, buenos aviones; los peces, magníficos submarinos; los ojos, excelentes máquinas fotográfi-cas. Este creador es Dios.

4. ¿Quién es Dios? Dios es el Ser infinitamente perfec-to, Creador de todo cuanto existe.

5. ¿Por qué no vemos a Dios? Porque es espíritu purí-simo, el cual es inmaterial y lo inmaterial no puede ser visto por nuestros ojos de carne.

6. ¿Dios ha existido siempre? Sí, y nunca dejará de existir, porque es eterno.

7. ¿Dios es Todopoderoso? Sí, porque con su sola voluntad hace todo, crea de la nada.

8. ¿Dónde está Dios? En el cielo, la tierra y en todo lugar.

9. ¿Dios lo ve todo? Dios lo ve todo, aun nuestros pen-samientos, no ve la apariencia, sino lo que hay en el corazón.

10. ¿Quién es el hombre? Es una creatura com-puesta de cuerpo y alma racional.

2. Lea sobre la existencia de Dios el libro de atractivo irresisti-ble del sacerdote SIMÓN, J. (1969 ). A Dios por la ciencia. Madrid: Ediciones Alonso.

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11. ¿Qué es el alma humana? Es una substancia real, no algo ilusorio, que da vida al cuerpo, y produce y sos-tiene las actividades de la vida psíquica ( el alma sola es una substancia incompleta. Alma y cuerpo unidos consti-tuyen una substancia completa ).

12. ¿Por qué no se ve el alma humana? Porque es in- material, no es un cuerpo, y lo inmaterial no puede ser captado por los sentidos ( vista, oído, olfato, gusto y tacto ).

13. ¿De quién recibe cada hombre su cuerpo y su al- ma? De Dios. Él es el inventor de las muchas maravillas que hay en el cuerpo y en el alma. El cuerpo nos lo da por medio de nuestros padres y el alma es creada directa-mente por Dios, para unirla al cuerpo y formar así un hombre.

14. ¿Se puede poner una prueba fácil de entender por todos de que cada hombre tiene alma? Sí. He aquí una prueba basada en descubrimientos de la cien-cia moderna. Nos dice el sabio francés M. Flourens: «he rodeado el hueso de un pichón con un alambre de plati-no. Poco a poco el anillo se ha cubierto de capas de hueso, sucesivamente formadas y no tardó mucho tiem- po el anillo en desaparecer del exterior, introduciéndose en medio del hueso; y por último, llegó a encontrarse en la parte interior del hueso, en el canal medular. ¿Cómo se hizo esto? ¿Cómo el anillo que al principio rodeaba al hueso llegó a ser cubierto por él? ¿Cómo el anillo que al principio de la experiencia estaba en la superficie del hueso, al fin de ella llegó a estar en la parte interior de él? Porque mientras que por una parte por la superficie adquiría el hueso capas nuevas que cubrían el anillo,

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por otra el lado interno perdía las antiguas capas, las cuales habían sido reabsorbidas». M. Flourens, des-pués de repetir muchas veces estas experiencias obte-niendo siempre el mismo resultado, concluye: «toda materia, todo organismo material, aparece y desapare-ce, se hace y se deshace; una sola cosa queda, es decir, aquella que es la que hace y deshace, la que produce y destruye, o de otro modo la fuerza que vive en medio de la materia, y la gobierna.» M. Flourens y los demás sa-bios afirman y demuestran que esta perpetua mudanza que se da en el cuerpo de los animales también ocurre en el cuerpo del hombre. Este cambio de materia se realiza con notable rapidez, recibiendo el cuerpo entero del hombre una nueva composición muchas veces. Por tanto, una cosa sola permanece en el hombre: la que hace y deshace las células de su cuerpo, la que organiza y vivifica su cuerpo, una realidad inmaterial a la que llamamos: alma humana. Además, si la ciencia asegura con certeza que de toda la materia del cuerpo que tenía un hombre cuando era niño ya no le queda ni un solo átomo cuando es adulto ¿cómo es que su conciencia le asegura que tanto cuando era niño como cuando es adulto es la misma persona y no otra? Porque hay algo en él que no pasa, que no se muda, que ha permanecido siempre en él, una cosa que es inmutable y siempre la misma y que es testigo de todo lo que pasa durante la vida de ese hombre: es su alma. Ésta no es el cerebro u otra parte del cuerpo, ni participa de la naturaleza de la materia, ni está sometida a sus leyes.

15. ¿Cómo probar que el alma racional es una sus-tancia? “Que el alma racional es sustancia lo revela

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claramente la identidad de la misma en medio de la variedad de fenómenos que en ella se suceden y que proceden de la misma como de su principio... Luego, si la sustancia es un ser que obra por sí y permanece lo mismo como sujeto de modificaciones varias y de actos sucesivos, es a todas luces evidente que el alma racional es verdadera sustancia” ( Cardenal Zeferino González ). El alma racional es un ser real, subsistente en sí mismo, consistente, estable por naturaleza, y no es un simple accidente. Por ejemplo, en una moneda el metal del que está hecha es la sustancia, y la forma ( redonda, cuadra-da, etc. ), los dibujos, las letras, etc., son los accidentes, los cuales no podrían subsistir por sí solos, necesitan de la sustancia, en este caso del metal.

16. ¿Cómo probar con la luz natural de la razón que el alma de cada hombre es inmortal? Un ser puede morir de dos maneras. Primera, corrompiéndose en sí mismo directamente, al separarse unas de otras las partes de las que está compuesto. Segunda, muere si depende para vivir de otro ser que se puede dividir y por tanto corromper, fallecer. De la primera manera el alma huma-na no se puede morir, porque es simple, es decir, carece de partes físicas. En efecto, el alma humana es un espíri-tu y no materia o un cuerpo, éste tiene cantidad y exten-sión y por esto puede dividirse y morir, en cambio, dice R. Verneaux: “un espíritu no está «en el espacio» ni tiene partes yuxtapuestas, partes extra partes.” De la segunda forma el alma humana tampoco puede morir porque es espiritual, es decir, no depende del cuerpo mortal para poder vivir. Esto se prueba porque del alma proceden la inteligencia y la voluntad libre, las cuales, por su natura-

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leza, son independientes del cuerpo, de lo contrario no se encontrarían en Dios, el cual no tiene cuerpo como nosotros. Y, aunque la inteligencia y la voluntad libre del hombre, cuando el alma está unida al cuerpo, dependen de los sentidos en su movimiento y desarrollo inicial, pueden funcionar después y desarrollarse por sí mis-mas. Siguiendo el principio cierto de: «A tal acción corresponde tal naturaleza», podemos deducir que si el alma humana puede obrar sin el cuerpo es que tiene una naturaleza que no depende del cuerpo para poder vivir, por esto cuando muere el cuerpo del hombre su alma no muere, es inmortal. Dios solo podría aniquilarla, que es la cesación del acto creador, pues su acto de creación es libre, pero esto no es compatible con su sabiduría, que la ha creado inmortal, ni con su justicia, que sólo se da en plenitud en el más allá.

17. Aunque el hombre conoce con certeza a Dios con la luz natural de la razón a partir de las cosas creadas, puede conocerle mejor por medio de la Revelación hecha por Dios.

PROFESIÓN DE FE: EL CREDO

18. ¿Qué es la Tradición Apostólica? La Tradición Apostólica es la transmisión del mensaje de Cristo lleva-da a cabo, desde los comienzos del cristianismo, por la predicación, el testimonio, las instituciones, el culto y los escritos inspirados. Los Apóstoles transmitieron a sus sucesores, los obispos y, a través de éstos, a todas las generaciones hasta el fin de los tiempos todo lo que habían recibido de Cristo y aprendido del Espíritu Santo ( N.° 12 del Comp. del Catecismo de la Iglesia Católica ).

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19. ¿De qué modo se realiza la Tradición Apostólica? De dos modos: con la transmisión viva de la palabra de Dios ( también llamada simplemente Tradición ) y con la Sagrada Escritura, que es el mismo anuncio de la salva-

oción puesto por escrito ( N. 13 del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica ).

20. ¿Qué relación existe entre Tradición y Sagrada Escritura? La Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y compenetradas entre sí. En efec-to, ambas hacen presente y fecundo en la Iglesia el misterio de Cristo, y surgen de la misma fuente divina: constituyen un solo sagrado depósito de la fe, del cual la Iglesia saca su propia certeza sobre todas las cosas reveladas ( N.° 14 del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica ).

21.¿A quién corresponde interpretar auténticamen-te el depósito de la fe? La interpretación auténtica del depósito de la fe corresponde sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, es decir, al Sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, y a los obispos en comunión con él. Al Magisterio, el cual, en el servicio de la Palabra de Dios, goza del carisma cierto de la verdad, le compete también definir los dogmas, que son formulaciones de la verdades contenidas en la divina Revelación; dicha autoridad se extiende también a las verdades necesariamente rela-cionadas con la Revelación. ( Número 16 del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica ). Véanse en la Sagrada Escritura, también llamada la Sagrada Biblia, las citas siguientes: ( Segunda Epístola de San Pedro, capitulo 1, versículos del 20 al 21 y Segunda Epístola de San Pedro, Capitulo 3, versículo 16 ).

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22. ¿Qué relación existe entre Escritura, Tradición y Magisterio? Escritura, Tradición y Magisterio están tan estrechamente unidos entre sí, que ninguno de ellos existe sin los otros dos. Juntos, bajo la acción del Espíritu Santo, contribuyen eficazmente, cada uno a su modo, a la salvación de los hombres ( Número 17 del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica ).

23. ¿Qué contiene la Sagrada Biblia y quién es su autor? Contiene la Palabra de Dios y su autor es el mismo Dios.

24. ¿Cuántos libros abarca la Sagrada Biblia? Abarca setenta y tres libros. De éstos, cuarenta y seis son del Antiguo Testamento y veintisiete del Nuevo Testamento.

25. ¿Quiénes escribieron los libros de la Sagrada Biblia? Hombres inspirados por el Espíritu Santo, los cuales han escrito sin errores las verdades necesarias para nuestra salvación que el Espíritu Santo ha querido enseñarnos.

26. ¿Cuál es el centro de la Sagrada Biblia? Los cuatro Evangelios de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, que son el principal testimonio de la vida y doctrina de Jesucristo. Es imposible penetrar en el conocimiento de la Sagrada Biblia si no se tiene previamente infundida en sí la fe en Cristo.

27. ¿Cómo se debe leer e interpretar la Sagrada Biblia? Con la ayuda del Espíritu Santo y bajo la guía del Magisterio de la Iglesia Católica.

28. ¿Qué pide la Iglesia Católica a sus hijos respecto a la Sagrada Biblia? La lectura frecuente de la Sagrada

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Biblia para santificarnos, pues «desconocer la Escritura es desconocer a Cristo» ( San Jerónimo ).

a29. El Catecismo Católico tiene 4 partes: 1. la profe-a

sión de la fe o el Credo; 2. la celebración del misterio acristiano, con los sacramentos en primer plano; 3. la

vida en Cristo, expuesta a partir de los mandamientos y a4. la oración cristiana. ¡El catecismo católico coincide

con los escritos de los Santos Padres de los primeros siglos de la Iglesia!

30. EL CREDO, O SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a

3 los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,

3. ¿Qué eran los «infiernos» a los que Jesús descendió? La Escritura llama infiernos, sheol o hades -distintos del «infierno» de la condenación- a la morada de los muertos donde bajó Cristo después de muerto, porque los que se encontraban allí estaban privados de la visión de Dios. Tal era, en efecto, a la espera del Redentor, el estado de todos los muertos, malos o justos, lo que no quiere decir que su suerte sea idéntica como lo enseña Jesús en la parábola del pobre Lázaro recibido en el “seno de Abraham”. “Son precisa-mente estas almas santas, que esperaban a su Libertador en el seno de Abraham, a las que Jesucristo liberó cuando descendió a los infiernos”. Jesús no bajó a los infiernos para liberar allí a los condenados ni para destruir el infierno de la

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subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

31. ¿Quién es la Santísima Trinidad? Es el mismo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres Personas distin-tas y un solo Dios verdadero ( San Mateo 3, 16 – 17 ). ¡Dios es una familia!

32. ¿Quién es el Padre? Jesucristo nos revela que Dios es «Padre», no sólo en cuanto es Creador del universo y del hombre sino, sobre todo, porque engendra eterna-mente en su seno al Hijo, que es su Verbo, «resplandor de su gloria e impronta de su sustancia» ( Hebreos 1, 3 ). ( N.° 46 del Comp. del Catecismo de la Iglesia Católica ).

33. ¿Quién es Jesucristo? Es el Hijo de Dios Padre, que sin dejar de ser Dios ( Juan 1, 1 y Hebreos 1, 5 - 14 ), por obra del Espíritu Santo se encarnó de María Virgen, y se hizo hombre, para rescatarnos de la esclavitud del pecado mediante el precio de su muerte y resurrección y así llevarnos al cielo.

34. ¿Qué pruebas hay sobre la divinidad de Jesucristo?

a 1. Las profecías de la Biblia sobre su Persona.

condenación, sino para liberar a los justos que le habían precedido ( Ver núms. 633 del Catecismo de la Iglesia Católica y 125 de l Compendio del Cate. de la Igl. Cat. ).

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Nacimiento de Jesucristo

a 2. Los milagros hechos por Jesucristo en confir-mación de su divinidad.

a 3. La Resurrección de Jesucristo después de su

muerte de cruz.a

4. La pureza de su doctrina y moral, dignas sola-mente de Dios.

a 5. La fundación de la Iglesia Católica y su estabi-

lidad a través de los tiempos, a pesar de las persecuciones contra ella.

Ninguno de los fundadores de cualquier religión tiene estas pruebas. Jesucristo es el único que las tiene y por esto la religión cristiana católica, la úni- ca religión fundada por Jesucristo, es la revelada por Dios para la salvación de todos los hombres y mujeres.

35. ¿Para seguir a Jesucristo qué hay que hacer? «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,

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tome su cruz cada día y sígame» ( Lucas 9, 23 ). […] «no olvidéis que estar con Jesús es, seguramente, toparse con su Cruz. Cuando nos abandonamos en las manos de Dios, es frecuente que Él permita que saboreemos el dolor, la soledad, las contradicciones, las calumnias, las difamaciones, las burlas, por dentro y por fuera: porque quiere conformarnos a su imagen y semejanza, y tolera también que nos llamen locos y que nos tomen

por necios. Es la hora de amar la mortificación pasiva, que viene –oculta o descarada e insolente- cuando no la esperamos ( J. Escrivá de Balaguer, Amigos de

Jesús clavado en la Cruz

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Dios, 301 ).» Por tanto prepárate para las pruebas y di: «no temas, que no va a abandonarte en la prueba Aquel en quien has creído. Dios es fiel, y no permitirá Él que la prueba supere vuestras fuerzas.» La misericordia de Dios estará a tu lado.

36. ¿Qué representa el Corazón de Jesús? Cristo nos ha conocido y amado con un corazón humano. Su Corazón traspasado por nuestra salvación es el símbolo del amor infinito que Él tiene al Padre y a cada uno de los hombres ( N.° 93 del Compendio Catecismo de la Iglesia Católica ). El Corazón de Jesús quiere que, a su lado, se venere el Corazón de María; los separe.que nadie

37. ¿Cómo se representan ambos Corazones? Se re- presentan bajo la forma de corazones de carne, que son el símbolo del inmenso amor que nos tienen, rodeados con llamas y cercado cada uno con una corona de espi-nas, que significa las punzadas producidas por nuestros pecados. El Corazón de Jesús también lleva la llaga de la lanza y en la parte superior del corazón una cruz.

Sagrados Corazones de Jesús y María

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38. ¿Han habido Papas que hayan promovido las devociones a los Sagrados Corazones de Jesús y

4María? Sí, como: Inocencio XII, Beato Pio IX, León XIII, San Pío X, Benedicto XV, Pío XI, Pio XII, San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco.

San Pio XI hablando sobre la devoción al Sagrado Corazón de Jesús nos dice: ¿no es verdad que se contie-ne la suma de toda la religión y aun la norma de vida más perfecta, como que más expeditamente conduce los ánimos a conocer íntimamente a Cristo Señor Nuestro, y los impulsa a amarlo más vehementemente, y a imitarlo con más eficacia? Nadie se extrañe, pues, que nuestros predecesores incesantemente vindicaran esta probadí-sima devoción de las recriminaciones de los calumnia-dores y que la ensalzaran con sumos elogios y solícita-

5 mente la fomentaran, conforme a las circunstancias.

Y Pio XII, refiriéndose a la unión entre las devociones

4. Para más información sobre los Sagrados Corazones de Jesús y María busque en internet lo que Jesús dijo a Santa Margarita María de Alacoque, lo que la Virgen María dijo en el mensaje de Fátima y lo que han predicado los Papas sobre ambos Corazones. Lea atentamente las tres encíclicas siguientes sobre el Sagrado Corazón de Jesús: León XIII, Annum Sacrum, 25 de mayo de 1899, que trata de la Consagración del Género Humano al Sagrado Corazón de Jesús; Pío XI Miserentíssimus Redemptor, 8 de mayo de 1928, sobre la expiación que todos deben al Sagrado Corazón de Jesús; y Pío XII, Haurietis Aquas, 15 de mayo de 1956, sobre el culto al Sagrado Corazón de Jesús. 5. Pio XI, Miserentissimus Redemptor, 8 de mayo de 1928, párrafo N.° 3.

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al Sagrado Corazón de Jesús y al Corazón Inmaculado de María, dice lo siguiente: “Y para que la devoción al Corazón augustísimo de Jesús produzca más copiosos frutos de bien en la familia cristiana y aun en toda la hu- manidad, procuren los fieles unir a ella estrechamente la

6devoción al Inmaculado Corazón de la Madre de Dios”.

39. ¿Qué debemos hacer para vivir las devocio-nes a los Sagrados Corazones de Jesús y María? Debemos hacer lo siguiente:

-Vivir en todo tiempo meditando y contemplando el infinito amor que Jesucristo tiene a su Padre eterno, al Espíritu Santo y a cada uno de nosotros y el inmenso amor que María tiene a Dios y a cada persona humana.

7 -Hacer la fórmula de consagración a ambos Corazones, la cual nos pide el compromiso sincero de corresponder a su amor. -Efectuar actos de amor a ambos Corazones, tam-bién debemos realizar oraciones, la Virgen María nos pide que recemos todos los días el Santo Rosario, y hacer sacrificios tanto en reparación a los Sagrados Corazones de Jesús y María por los pecados del mundo que se cometen contra Ellos como por la conversión de

6. Pio XII, Haurietis Aquas, 15 de mayo de 1956, párrafo N.° 36.

7. En las páginas 74, 75 , y 76 de este catecismo hay dos fórmulas de consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y María, una personal y otra para la familia. El que se consagra a ambos Corazones debe hacerlo estando en gracia de Dios y tener el firme propósito de realizar con gran fervor lo que piden ambas devociones.

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los pecadores.

-Tener confianza plena en los Sagrados Corazones de Jesús y María y digámosles con fervor y frecuencia: Sagrados Corazones de Jesús y María, en ustedes confío, porque creo en su amor para conmigo.

-Aceptar la invitación de los Sagrados Corazones de Jesús y María a participar del misterio del amor de Cristo recibiendo la Sagrada Eucaristía.

-Hacer apostolado, es decir dar a conocer a otros las devociones a los Sagrados Corazones, para que otros amen también a Jesús y María y orar por las ne- cesidades e intenciones que propone al Apostolado de la Oración el Papa .

40. ¿Por qué consagrarse al mismo tiempo a ambos Corazones de Jesús y María? ʻʻEs muy apropiado en estos tiempos, buscar una mayor profundización y con-ciencia de la íntima relación que existe entre los Dos Corazones y el valor que tiene para nuestros días, una auténtica devoción y consagración a los Corazones de Jesús y Maríaʼʼ ( San Juan Pablo II, Papa, 23 de noviem-bre de 1987 ). No hay persona humana ni angélica a la que el Sagrado Corazón de Jesús ame tanto como a la Virgen María, a la que ha hecho su Madre y nuestra Madre corredentora. Y nadie ama tanto al Corazón de Jesús y a todos los hombres como María Virgen.

41. ¿Cuál es la meta o finalidad de las devociones a los Sagrados Corazones de Jesús y María? Corresponder al gran amor que los Sagrados Cora- zones nos tienen.

42. ¿Cuántas clases hay de reparación por nues-

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tros pecados contra los Sagrados Corazones de Jesús y María?

a) Reparación negativa: procurar no ofender en la propia vida a los Sagrados Corazones ni a los demás para amarles y trabajar para que otros no pequen sino que amen a Jesús y María.

b) Reparación afectiva: amar a ambos Corazones teniendo una gran intimidad con ellos, realizando con frecuencia visitas al Santísimo y comulgando ( todo esto, si es posible, todos los días ); haciendo fre-cuentemente actos de fe, esperanza y caridad y ex-presándoles nuestros deseos de repararles por la indiferencia que hay respecto a Jesús y María en muchísimas personas. Y decirles que hagan de noso-tros lo que quieran para ahondar en esta reparación.

c) Reparación aflictiva: Es desear y llevar con pacien-cia, alegría y amor las cruces que nos sobrevengan y ofrecer sacrificios voluntarios a los Sagrados Corazones y todo esto para desagraviarles, reparar las ofensas que les hacemos y por la conversión de los pecadores.

43. ¿En qué consiste la promesa del culto al Sagrado Corazón de Jesús y la promesa a la devoción al Inmaculado Corazón de María? Para saber en qué consiste la promesa de los primeros viernes de cada mes véase la duodécima promesa del Sagrado Corazón de Jesús, la última, y que está expuesta más adelante. En cuanto a la promesa de los primeros sábados de cada mes he aquí las palabras de la Virgen María a Lucía: «Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias

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e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que durante cinco meses en el primer sábado ( de cada mes ) se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante quince minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación.» Amemos a ambos Corazones practicando ambas promesas.

44. ¿Cuál es la práctica eucarística más frecuente en la devoción al Sagrado Corazón de Jesús? Es recibir la Comunión todos los Viernes del año, especial-mente el primer Viernes de cada mes, y teniendo an- tes de esta comunión una “hora Santa” meditando sobre el amor del Corazón de Jesús en su Pasión.

45. ¿Cuáles son las doce promesas del Sagrado Corazón de Jesús a quienes lo veneren?

a 1. Les daré las gracias necesarias para cumplir los

deberes de su estado.a

2. Pondré paz en sus familias.a

3. Los consolaré en todas sus aflicciones.a

4. Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.

a 5. Derramaré abundantes bendiciones sobre sus empresas.

a 6. Los pecadores hallarán en mi corazón misericordia.

a 7. Los tibios se harán fervorosos.a 8. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran

perfección.a

9. Bendeciré los lugares donde la imagen de mi Corazón sea expuesta y honrada.

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10. Les daré las gracias de convertir los corazones más endurecidos.

a11. Las personas que propaguen esta devoción ten-drán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.

a12. Te prometo, en la excesiva misericordia de mi

Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos la gracia de la penitencia final, no morirán en mi desgracia, y sin haber recibi-do los sacramentos; mi divino Corazón será su asilo seguro en los últimos momentos.

846. ¿Qué decimos de la Virgen María? Es la Madre de Cristo ( Lucas 1, 26 - 35 y 2, 1 - 21 ), llena de gracia y de virtudes, concebida sin pecado, siempre Virgen y que está en el cielo en cuerpo y alma. ¡Ame muchísimo a nuestra Madre misericordiosísima, que nunca llegará a amarla tanto como Ella le ama a usted! Pídale su ayuda e imite sus virtudes para que se salve.

47. ¿Cuáles son los dogmas de María Virgen? 1.° Su Concepción inmaculada 2.° Su perpetua Virginidad 3.° Que es Madre de Dios 4.° Su Asunción en cuer-po y alma a los cielos.

8. Entre los muchos buenos libros que le ayudarán a cono-cer y amar a la Santísima Virgen María le cito sólo dos: «Las Glorias de María», de San Alfonso María de Ligorio, que ha- bla del poder intercesor de María y de su gran misericordia pa- ra con nosotros. Y el «Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen», de San Luis María Grignión de Montfort, éste último era el libro favorito del Papa San Juan Pablo II.

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48. ¿Por qué se recomienda llevar el escapulario de la Virgen del Carmen? "Su misma nobleza de origen, decía el Papa León XIII, su venerada antigüedad, su extraordinaria propagación, así como los saludables efectos de piedad por él obtenidos, y los insignes mila-gros obrados por su virtud, lo recomiendan con el mayor encarecimiento". ( En internet vea los días en que se pueden ganar indulgencia plenaria con el escapulario )

49. ¿Cuáles son las dos promesas que la Virgen del Carmen ha hecho a los que viven y mueren llevando el Santo Escapulario? Primera: "El que muriere con el escapulario no padecerá el fuego del infierno". Segunda: "Yo, su Madre de Gracia, bajaré el Sábado después de su muerte y a cuantos - religiosos, terciarios y cofrades - hallare en el Purgatorio los libraré y los llevaré al monte santo de vida eterna".

50. ¿Qué condiciones deben darse para ganar estos privilegios? Para merecer la primera Promesa, se re- quiere que cualquier sacerdote haga la bendición e imposición del escapulario ( los simples fieles no pue-den bendecirlos ni imponerlos ); y llevarlo siempre pues-to, especialmente en la hora de la muerte; Para ganar la segunda Promesa, el privilegio Sabatino, sobre los dos requisitos anteriores, hay que estar inscrito en la Tercera Orden o Cofradía de los Carmelitas ( el sacerdote que inscribe debe estar facultado por el superior General de los Carmelitas ); se ha de guardar castidad durante la vida según su estado; rezar todos los días el Oficio parvo, que es una práctica muy antigua de la devoción mariana en la Iglesia, ( éste se puede sustituir por la Liturgia de las horas o por la abstinencia de carne los

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Miércoles y sábados, o un sacerdote con facultad para ello, lo puede conmutar por otra obra piadosa, por ejem-plo, el rezo diario del Rosario ). Si uno peca contra la castidad o deja un día de hacer la obra prescrita, podrá recuperar el privilegio al confesarse y cumplir la pe- nitencia.

51. ¿En qué consiste el Escapulario del Inmaculado Corazón o Escapulario Verde? Consiste en un trozo rectangular de tela verde que lleva por un lado el Inmaculado Corazón María traspasado por una espada y coronado de llamas y por el otro lado el mismo Corazón en tamaño grande y rodeado por la inscripción: “Inmacu-lado Corazón de María, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte”. Encima lleva una cruz dorada. El Corazón inmaculado de María nos invita a recitar dicha inscripción con confianza por la conversión de los pecadores, especialmente por aquellos que no tienen fe, al menos una vez al día. Para llevarlo puesto no hace falta recitar fórmula alguna sino sólo que un Sacerdote católico lo bendiga. El Escapulario lo puede llevar cual-quiera, pero especialmente los enfermos que necesitan de conversión. Si la persona que nosotros queremos que se beneficie de este escapulario no conviene en llevarlo consigo, éste se le puede poner en su cuarto, en su lecho o en su vestido. Si el enfermo no dijera la jaculatoria impresa en el escapulario, el que lo pone dice dicha jaculatoria por el paciente. El Escapulario Verde ha alcanzado la gracia de la conversión y el morir en gracia de Dios a muchas personas que no tenían fe. La Virgen María nos dio el Escapulario Verde por medio de la reli-giosa Sor Justina Bisqueyburu y le insistió para que se difunda esta devoción lo más posible y el Papa Pío IX

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lo aprobó en el año 1870.

52. ¿Puede salvarse el que llevando el escapulario de la Virgen del Carmen, el escapulario verde o rezando el rosario no se esfuerza por corregirse de sus pecados graves? No, porque con sus pecados, de los que no quiere salir, está manifestando que no ama a la Virgen María ni a Cristo. La Virgen María no autoriza el

9pecado ni ayuda a crucificar a su Hijo. Lo que más agrada a Dios es que el hombre se convierta y se salve.

53. ¿Qué deben hacer los que han recibido del cielo el favor de amar a la Santísima Virgen y servirle por afecto? “Deben cuidar, con el mayor esmero de conti-nuar amándole y sirviéndole hasta que Ella los coloque en el cielo, por mediación de su Hijo, en el grado de gloria conveniente a sus méritos ( Alanus. Cap. XI, p. 2 ).” ( Tomado de Grignion, San L. M., El Secreto Admirable del Santísimo Rosario, p. 49 ).

54. ¿Agradan a Dios los que desprecian a la Santísima Virgen y apartan a otros de las devocio-nes a la Madre de Jesús? No. San Luis María Grignion de Montfort en su libro “El Secreto Admirable del San- tísimo Rosario” en su Novena Rosa, págs. 32 - 33 nos dice: “San Buenaventura dijo con razón en su salterio que morirá en pecado y se condenará quien haya des-preciado a la Santísima Virgen: «Qui negligerit illam morietur in peccatis». ¡Qué castigos aguardan a los que apartan a otros de las devociones a Nuestra Señora!”

a 9. Véase Grignion de Montfort, San L. M., 2007, 12 edi-ción, pags. 85 - 87, números 97 y 98.

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55. ¿Quién es San José? Es el esposo virginal de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús, ya que el Padre de Jesucristo es sólo el Padre eterno. El cual dio a San José la misión de cuidar a la Virgen María y al Redentor. San José cumplió esta misión con gran caridad. Tuvo su corazón desprendido de las riquezas y vivió todas las virtudes, especialmente la humildad y la aceptación plena y gustosa de la voluntad de Dios en todos los sucesos de su vida. Es de fe de la Iglesia que tanto María como San José fueron vírgenes. El Papa León XIII dijo que al dar Dios a San José como esposo a la Virgen María hizo que San José participase en la excelsa gran-deza de María. San José tiene en el cielo una altísima gloria por la gran santidad que tuvo en la tierra. San José fue carpintero y enseña a todos los trabajadores a traba-jar con amor, con dignidad, en continuidad con la obra de la creación de Dios. Ha sido declarado Patrón de la Iglesia universal, de todos los trabajadores, de los car-pinteros y de las familias. Hemos de imitar sus virtudes e implorar su intercesión poderosa, especialmente para obtener la gracia de una buena muerte, ya que él murió asistido por Jesús y María. San José es también Pa-trono de la buena muerte. 56. ¿Quién es el Espíritu Santo? Es la tercera Persona de la Santísima Trinidad, que procede del Padre y del Hijo. Jesús lo envió para que asista a su Iglesia y santifi-que nuestras almas.

57. ¿Quién fundó la Iglesia Católica y para qué fue 10

fundada? El mismísimo Jesucristo la fundó, para la

10. Sugerencia: que en cada uno de los Seminarios del

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salvación eterna de todos los hombres.

58. ¿Se puede reconocer hoy a la verdadera 11Iglesia? Sí, viendo si tiene por fundador a Jesús, si

tiene los siete sacramentos, si imita a la Virgen María y si obedece al Papa ( No pueden salvarse quienes, cono-ciendo la Iglesia Católica como fundada por Cristo y necesaria para la salvación, no entran en la Iglesia Católica o habiendo entrado no perseveran en ella. )

59. ¿Es que importa qué religión tenga uno? ¡Mira la tabla que comienza en la página siguiente tomada del

alibro: Contesta la Biblia (1989), 5 edicion, pág. 321, del Obispo Federico Kaiser y piensa!

mundo entero haya una área especializada en atender una determinada zona donde la Santa Iglesia Católica aún no se haya implantado, para que los seminaristas más interesados en las misiones se preparen aprendiendo la lengua de dicha zona de misión, sabiendo cuáles son sus creencias, la mejor forma de evangelizarlos, etc. y luego ejerzan el Sacerdocio ministerial allí. Así se dará un fuerte impulso a la importante y urgente tarea de extender las misiones por todo el mundo. «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándo- las en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» ( Mateo 28, 19 ).

11. He aquí un buen libro que responde con lo que dice la Sagrada Biblia a las objeciones de los que no son católicos:

aObispo Federico KAISER, Contesta la Biblia, 5. edición. Editorial Salesiana, Lima 1989.

Iglesia Cató- lica

Cismá- ticos Orto-doxos

Protes- tantes

del Lutera-nismo, Calvi-

nismo y Angli- canis-

mo

Pro-tes-

tantes de las sectas

Ju- díos

Paga-nos

Ella es el Cris- to Mís-

tico.(Ef 1,

22-23)

Se han separa-do del Cristo

Místico. ( Col 2,

19 )

Desfi-guran

a Cristo.

Mu-chos hasta

niegan la Divi-nidad

de Cristo.

Re- cha- zan a Cris-to.

Igno-ran a Cris-to.

Tiene la

Verdad com-pleta sin

ningún error.

Tienen la

Verdad incom-pleta y

errores.

Tienen verda-des y

muchos errores.

Tienen pocas verda-des y

muchí-simos erro-res.

Tie- nen unas Im-por- tan- tes ver-da-

des y muy gran-des erro-res.

Tie-nen muy

pocas ver-

dades y

mu-chos erro-res.

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- 30 -

Iglesia Cató- lica

Cismá- ticos Orto-doxos

Protes- tantes

del Lutera-nismo, Calvi-

nismo y Angli- canis-

mo

Pro-tes-

tantes de las sectas

Ju- díos

Paga-nos

Tiene los

siete Sacra-men-tos.

Tienen los

siete Sacra-men-tos.

Tienen de los Sacra-mentos a lo su- mo Bau- tismo y Matri-monio.

Mu-chos ya no tienen ni Bau- tismo, ni Ma- trimo-nio vá- lidos.

Tiene el

Sacrifi-cio de

la Misa.

Tienen el

Sacrifi-cio de

la Misa.

Tiene el

Sacer-docio.

Tienen el

Sacer-docio.

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Iglesia Cató- lica

Cismá- ticos Orto-doxos

Protes- tantes

del Lutera-nismo, Calvi-

nismo y Angli- canis-

mo

Pro-tes-

tantes de las sectas

Ju- díos

Paga-nos

Tiene la

Suce-sión

Apos-tólica

( Obis- pos ).

Tienen la

Suce-sión

Apostó-lica

( Obis- pos ).

Tiene la

Suce-sión de Pedro ( Pa- pas ).

Tiene la

Infali-bilidad.

- 32 -

Iglesia Cató- lica

Cismá- ticos Orto-doxos

Protes- tantes

del Lutera-nismo, Calvi-

nismo y Angli- canis-

mo

Pro-tes-

tantes de las sectas

Ju- díos

Paga-nos

Tiene la

Indes-truc-tibi-

lidad.

“Hay sólo una religión o Iglesia verdadera, ( la Iglesia Católica ) como sólo hay un Salvador verdadero: Jesu- cristo. Quien por su propia culpa está fuera de la Iglesia de Jesucristo, no se salvará; quien lo está sin su culpa, puede salvarse. Pero se salvará tanto más difícilmente, cuanto más lejos está de Jesucristo y su Iglesia, y cuanto menos tenga de su verdad y de su gracia. En la Iglesia de Jesucristo está la verdad completa y la gracia abundante, y por lo tanto la mayor facilidad y probabili-dad de salvarse. De modo que para salvarse importa muchísimo qué religión tengamos” ( texto del libro citado que viene al final de la tabla de arriba ).

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60. ¿En el apostolado qué armas debemos utilizar contra los que defienden el error, la mentira y el mal? “Usen la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios” ( Efesios 6, 17 ). Por esto debe estudiar la Sagrada Biblia y además aprenda de memoria citas bíblicas, aunque esto cueste sacrificio, para manejarse bien cuando llegue la ocasión y tener un apostolado fecundo.

61. ¿Cuáles son los seres más perfectos que ha creado Dios? Son los ángeles y los hombres.

62. ¿Quiénes son los ángeles y para qué los ha crea-do Dios? Los ángeles son criaturas puramente espiri-tuales, sin cuerpo, invisibles e inmortales; son seres personales dotados de inteligencia y voluntad. Dios los ha creado para que le adoren, le alaben y le sirvan. Los creó en estado de gracia y santidad, pero no todos se mantuvieron fieles a Dios. Los que perseveraron en dicho estado son llamados ángeles buenos, los que lo perdieron por soberbia rebelándose contra Dios, fueron precipitados al infierno y se llaman ángeles malos o demonios, los cuales, envidiosos de que los hombres puedan ir al cielo y ellos no, nos tientan para que peque-mos y así nos condenemos para siempre.

63. ¿Para qué fin ha sido creado el hombre? El hom- bre ha sido creado para conocer, amar y servir a Dios en esta vida y después gozar de Él en la vida eterna.

64.¿Qué es el juicio particular? Es el juicio de retribu-ción inmediata, que, en el momento de la muerte, cada uno recibe de Dios en su alma inmortal, en relación con su fe y sus obras. Esta retribución consiste en el acceso a la felicidad del cielo, inmediatamente o después de una

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Jesucristo dirá: «Apartaosde mí, malditos, al fuegoeterno...» (Mt 25, 41 )

Jesus dirá: «Venid, benditos de mi Padre,recibid la herencia delReino...» (Mt 25, 34 )

otros según sus obras.

66. ¿Qué es el cielo? Es el estado de felicidad suprema y definitiva. Los que mueren en gracia de Dios y están

totalmente purificados, son reunidos en torno a Cristo, a

adecuada purifi-cación, o bien de la condenación eterna al infier-no ( N.° 208 del Comp. del Cat. de la Igl. Cat. ).

65. ¿Qué es el juicio final? Es la comparecen-cia de todos los resucitados, bue- nos y malos, de- lante de Cristo Juez para la ce- l eb rac ión de l Juicio final ( uni- versal ) donde quedará claro el triunfo grandio-so y público de Cristo y se toma-rá cuenta a los buenos y a los malos, para pre- miar a los unos y castigar a los

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María, a San José, a los ángeles y a los santos, donde ven a Dios «cara a cara» ( 1 Co 13, 12 ), viven en comu-nión de amor con la Santísima Trinidad e interceden por nosotros ( Véase N.° 209 Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica ).

67. ¿Qué es el purgatorio? La purificación con grandes penas de las almas que mueren en gracia de Dios, pero sin haber satisfecho totalmente por sus pecados. ( 2 Macabeos 12, 43 – 46 )

68. ¿Qué es el infierno? Es la separación eterna de Dios. Van a él los que mueren, por libre elección, en pecado mortal. Son muchísimos los que caen en la con- denación eterna ( Lucas 13, 23 – 24 ). Vigile, ruegue a la Virgen María y ¡Vencerá!

69. ¿Es útil meditar sobre el cielo y el infierno? Sí, porque así haremos lo necesario para ir al cielo y evitar el infierno.

LA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CRISTIANO, CON LOS SACRAMENTOS EN PRIMER PLANO

70. ¿Qué son los sacramentos y cuántos hay? Son signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo y confiados a la Iglesia Católica, a través de los cuales se nos da la vida divina. Son siete: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden Sacerdotal y Matrimonio.

1271. ¿Qué es el Bautismo? Es el sacramento por el

12. Padres, bauticen a sus hijos recién nacidos. Porque el Bautismo es necesario para la salvación de todos aquellos a

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cual renacemos a la gracia de Dios, nos borra el pecado original y cualquier otro pecado y nos hace cristianos ( Mateo 28, 19 ). Se recibe una sola vez en la vida.

72. ¿Qué es la Confirmación? Es el Sacramento que nos da al Espíritu Santo con sus dones, y nos hace per-fectos cristianos y soldados de Cristo ( Hch 8, 14 – 17 ). Se recibe una sola vez en la vida y hay que estar bauti-zado y en gracia de Dios para recibirlo con fruto.

73. ¿Qué es la Santa Misa? Es la actualización sacra-mental del sacrificio redentor de Jesús en la cruz, en la cual el pan y el vino se transforman verdadera, real y substancialmente en el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo ( Lucas 22, 7 y siguientes ).

74. ¿Es útil escuchar la Santa Misa todos los días? Sí. Porque para poder pagar nuestras deudas a Dios, y todas son infinitas, el medio mejor es asistir con fervor al mayor número de misas que nos sea posible. Con la Santa Misa, por tener un valor infinito, podremos satisfa-cer, pagar completamente, nuestras deudas de adorar a Dios, alabarle, agradecerle sus beneficios, pedirle las gracias que necesitamos para santificarnos y salvarnos y de satisfacer a la justicia divina por nuestros pecados, librándonos totalmente de los terribles tormentos del Purgatorio. ¡Ofrece a Dios el sacrificio espiritual de tu vida unido a la Misa!

quienes el Evangelio ha sido anunciado y han tenido la posi-bilidad de pedir este sacramento ( Jn 3, 5 ). En caso de nece-sidad, cualquiera puede bautizar, siempre que tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia. Al echar agua sobre la cabeza dice: el nombre del niño y “yo te bautizo en el nom-

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75. ¿A quién recibimos en la Eucaristía? A Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Se recibe confe-sando antes, si se tienen, los pecados mortales ante el Sacerdote.

76. ¿Cuál es el ayuno eucarístico necesario para

comulgar? No tomar comida ni bebida una hora antes

de comulgar. El agua se puede tomar en cualquier

momento.

77. ¿A qué edad los niños deben iniciar la catequesis

para recibir la Primera Comunión? Al cumplir los siete

años de edad. ( Canon 914 del Código de Derecho

Canónico de 1983 ).

78. ¿Qué es la Penitencia o Confesión? Es el

Sacramento por el cual se perdonan todos los pecados

cometidos después del Bautismo ( Juan 20, 23 ). El que peca mortalmente y no puede confesarse en

ese instante que pida a Dios le dé la gracia de la contri-

ción perfecta ( que es un pesar de haber ofendido a Dios

por ser infinitamente bueno y digno por sí mismo de ser

amado ), y haga el propósito de confesarse lo antes posi-

bre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

13. Sugerencia: que todos los templos estén abiertos

siempre para poder visitar a Cristo, abandonado por muchos

en cada Sagrario. «El mayor mal de todos los males en el

orden práctico y causa a su vez de las peores ofensas a Dios

y de los más graves daños a la Iglesia, a la sociedad, a la

familia y a las almas es el abandono del Sagrario» ( San

Manuel González García ).

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ble, así si muere sin haber podido confesarse se salvará.

79. ¿Qué condiciones se requieren para hacer bien el a

Sacramento de la Penitencia? 1. Examen de concien-cia ( pidiendo a la Virgen María las gracias de la conver-sión, el perdón y luz para recordar los pecados cometi-dos, examinándose sobre cada uno de los diez manda-mientos, los cinco preceptos de la Iglesia y las obligacio-

anes del propio estado ); 2. pesar o dolor de corazón;

a a3. propósito de enmienda; 4. decir los pecados al sacer-adote y 5. cumplir la penitencia que imponga el confesor.

14 ¡Confiésese bien y con frecuencia!

80. ¿Qué hará quien calló culpablemente algún peca-do mortal en la confesión? Dirá al confesor el pecado que calló, y en cuántas ocasiones lo ha callado, y dirá todos los pecados cometidos desde su última confesión bien hecha. ¡Malas confesiones condenan a muchos!

81. ¿Hay que decir al confesor el número exacto de los pecados mortales que se han cometido? Sí, y si no se recuerda se dirá el número más aproximado posi-ble. También hay que declarar las circunstancias que cambian la especie, o que cambian el pecado venial en pecado mortal.

82. ¿Cuáles son los efectos producidos por el sacra-

14. Sugerencia: que en cada Diócesis en uno o varios tem-plos haya confesiones todos los días del año con un horario diario que abarque día y noche. “Otros trabajos pueden ser pospuestos e incluso abandonados, por falta de tiempo; pero no así el trabajo de la confesión” ( Discurso del Papa San Juan Pablo II, el 20 – 4 – 1979 ).

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mento de la Confesión o Penitencia? Nos da la gracia santificante con la cual se nos perdonan los pecados mortales y los veniales que hemos confesado al sacer-dote y de los que tenemos dolor; cambia la pena eterna en la temporal, y de ésta, además, se nos perdona más o menos, según las disposiciones que tengamos al confesarnos; restituye los merecimientos de las buenas obras hechas antes de cometer el pecado mortal; da al alma los auxilios oportunos para no reincidir en el peca-do y devuelve la paz a la conciencia.

83. ¿Qué es la Unción de los enfermos? Es el Sacramento que tiene por fin conferir una gracia espe-cial al cristiano que padece a causa de una enfermedad grave o por las dificultades inherentes a la vejez.

( Santiago 5, 14 – 15 )

84. ¿Qué efectos produce la gracia especial que da? La unión del enfermo a la Pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Iglesia; el consuelo, la paz y el ánimo para soportar cristianamente los sufrimientos de la enfermedad o de la vejez; el perdón de los pecados, si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la Penitencia; el restablecimiento de la salud corporal, si conviene a la salud espiritual; la preparación para el paso a la vida eterna ( N.° 1532 del Catecismo de la Iglesia Católica ).

85. ¿Qué hará el enfermo que está en pecado mortal para recibir bien este sacramento? Debe confesarse; si le ha sido imposible y ha hecho antes un acto de contrición perfecta, la Unción de los enfermos le perdona todos los pecados mortales. Si después desaparece la

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imposibilidad de confesarse tiene la obligación de acu-dir a la Confesión.

86. Amigo, avise al Sacerdote cuando encuentre a un enfermo, antes de que éste pierda el conocimiento. Si al- guien muere repentinamente avise inmediatamente al Sacerdote, para que éste le dé bajo condición la absolu-ción y la Unción de los enfermos. De este aviso oportu-

15no podría depender la salvación eterna del enfermo .

87. ¿Qué es el Orden Sacerdotal? El Sacramento que da la potestad de ejercer los sagrados misterios ( Lumen Gentium, 10 ); e imprime en el alma de quien lo recibe el carácter espiritual indeleble de ministro de Dios. Sacerdote, ora mucho y con fervor ante el Sagrario, vigílate, sé santo y procura que nadie se quede sin la gracia de Dios.

88. Joven, alégrate y responde generosamente si Dios te llama al sacerdocio o a la vida religiosa. Padres, dejen plena libertad a sus hijos para seguir la vocación de Dios.

15. Sugerencia: que en cada Diócesis se envíe a los hospi-tales muchos Sacerdotes dado el gran número de enfermos, muchísimos de ellos en peligro inminente de muerte, y entre éstos una inmensa cantidad que necesitan ayuda urgente para lograr su salvación eterna.

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89. ¿Qué es el Matrimo- nio? Es el Sacramento que estable-ce una santa e indisoluble unión entre el hombre y la mujer y les da gracia pa-

El Sacramentodel Matrimonio

ra cumplir con sus deberes de esposos y padres. Debe recibirse estando en gracia de Dios. Convivientes y casados sólo por lo civil, cásense por la Iglesia y sean santos, para que Dios les bendiga, sean felices y se salven.

90. ¿Cuáles son las características esenciales del matrimonio? Son: Unidad ( uno solo con una sola ); indisolubilidad ( el matrimonio permanece hasta la muer-te de alguno de los dos esposos ) y apertura a la fe- cundidad.

91. La fecundidad es un bien, un don, un fin del matrimonio. Dando la vida, los esposos participan de la paternidad de Dios. La regulación de la natalidad representa uno de los aspectos de la paternidad y la maternidad responsables. Es lícito el control de la natali-dad, pero sólo por razones justificadas y mediante métodos naturales.

92. El niño tiene el derecho de ser concebido y a nacer en el matrimonio y del matrimonio.

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LA VIDA EN CRISTO, EXPUESTA A PARTIRDE LOS MANDAMIENTOS

93. ¿Qué importancia tienen para nosotros las Bienaventuranzas? Son el centro de la predicación de Jesús; recogen y perfeccionan las promesas de Dios, hechas a partir de Abraham. Dibujan el rostro mismo de Jesús, y trazan la auténtica vida cristiana, desvelando al hombre el fin último de sus actos: la bienaventuranza eterna ( N.° 360 del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica ).

94. ¿Cuáles son las Bienaventuranzas Evangélicas? a

1. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de aellos es el Reino de los cielos. 2. Bienaventurados los

amansos, porque ellos poseerán la tierra. 3. Bienaven-turados los que lloran, porque ellos serán consolados.

a4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la

ajusticia, porque ellos serán saciados. 5. Bienaventu- rados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán

amisericordia. 6. Bienaventurados los limpios de cora-

azón, porque ellos verán a Dios. 7. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios; y

a8. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.

95. ¿Cuáles son las virtudes cardinales? Prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

96. ¿Cuáles son las virtudes teologales? Fe, esperan-za y caridad.

97 ¿Qué son los dones del Espíritu Santo? Son dispo-siciones permanentes que hacen al hombre dócil para

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seguir los impulsos del Espíritu Santo. Son siete: sabidu-ría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios ( ver núms. 1830 y 1831 del Catecismo de la Iglesia Católica ).

98. ¿Qué es el pecado original? Es aquel conque to-dos nacemos heredado de nuestros primeros padres Adán y Eva. Origina que nazcamos sin la gracia santifi-cante o habitual y el debilitamiento de la naturaleza humana, que ha quedado sometida a la ignorancia, al sufrimiento, a la muerte y a la inclinación al pecado ( Sabiduría 1, 13; 2, 24 y Romanos 5, 20 ).

99. ¿Qué es un pecado mortal? Es todo pensamiento, deseo, palabra, hecho u omisión contra la Ley de Dios en materia grave y hecho con plena advertencia y volun-tariamente.

100. ¿Se debe luchar contra los pecados veniales? Sí. Es necesario para alejarse del pecado mortal o grave y para llegar a alcanzar la santidad a la que Dios quiere elevarnos.

101. ¿Cuántos y cuáles son los pecados capitales? Son siete: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.

102. ¿Qué virtudes hay que practicar contra estos siete vicios? Humildad, largueza, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia.

103. ¿Cuáles son los enemigos del alma? El mundo, el demonio y la carne ( No piense ni en los más mínimo sobre lo que está siendo tentado, ore a María Virgen y vencerá ).

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104. ¿En qué principios se sustenta la doctrina social de la Iglesia? En la primacía de la persona huma-na en la sociedad, la solidaridad de todos los hombres y de todos los pueblos, la subsidiariedad del Estado, la efectiva participación activa de todos en el orden social, y la promoción del bien común.

105. ¿Qué ideologías anticristianas se deben recha-zar? Algunas de ellas son: el liberalismo; el socialismo; el marxismo-leninismo ( que no cree en Dios, ataca a la religión católica y es llevado a la práctica por el sistema político llamado comunismo, el cual es un sistema de socialismo totalitario y tiránico ) y la masonería. Deben rechazarse también las ideologías antisolidarias como: el nacionalismo, el racismo, el secularismo, el clericalis-mo y el laicismo. “La caridad empuja a reformas justas. No hay solución a la cuestión social fuera del Evangelio” ( Centesimus Annus, 3 ).

106. ¿Qué son las obras de misericordia espirituales y corporales? Son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Las espirituales son: dar buen consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, co- rregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las inju-rias, sufrir con paciencia a los que nos molestan y rogar a Dios por los vivos y los muertos. Las corporales son: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al peregrino, visitar a los enfer-mos, visitar a los presos y enterrar a los muertos. 107. ¿Qué es la gracia? Es un don gratuito de Dios por el cual participamos de su Vida divina y podemos alcan-zar la vida eterna. Es de dos clases: habitual y actual.

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108. ¿A qué llamamos gracia habitual o santificante? A la que nos hace hijos de Dios y herederos del cielo. La gracia se pierde al cometer un pecado mortal ¡El más mínimo grado de gracia santificante vale más que todo el oro del mundo!

109. ¿Cómo recuperar la gracia habitual si se ha

perdido y cómo aumentarla? Se recupera con un acto

de contrición perfecta y el sincero deseo de confesarse

lo antes posible, también con la confesión, aunque ésta

sea hecha con un acto de atrición; y se aumenta con la

oración, los sacramentos y por cada obra buena realiza-

da en gracia de Dios.

110. ¿Qué es la gracia actual? La que ilumina nuestro

entendimiento y mueve nuestra voluntad para obrar el

bien y evitar el mal.

111. ¿Es necesaria la gracia divina? Tanto la gracia

santificante como la gracia actual son absolutamente

necesarias para conseguir la salvación eterna.

112. LOS MANDAMIENTOS DE LASANTA MADRE IGLESIA

1.° Oír misa entera todos los domingos y fiestas de precepto, de guardar.

2.° Confesar los pecados mortales ante el Sacer- dote al menos una vez al año, también si hay peligro de muerte y si se ha de comulgar.

3.° Comulgar por Pascua de Resurrección.4.° Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo

manda la Santa Madre Iglesia.5.° Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.

- 46 -113. ¿Cuáles son las fiestas de guardar en el Perú? Además de todos los domingos, son las siguientes: 1 de enero ( Santa María Madre de Dios ); 29 de junio ( San Pedro y San Pablo ); 30 de agosto ( Santa Rosa de Li- ma ); 1 de noviembre ( día de Todos los Santos ); 8 de diciembre ( La inmaculada Concepción de la Virgen María ) y 25 de diciembre ( Navidad ).

114. ¿En el Perú en qué días estamos obligados a guardar ayuno y abstinencia de carne? Ayuno y absti-nencia de carne: el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Y sólo abstinencia de carne, pero no ayuno: todos los viernes del año, a no ser que coincidan con una solemnidad.

115. «La Ley de la Abstinencia obliga a los 14 años; la del Ayuno, a todos los mayores de edad ( a los 18 años ), hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años» ( Código de Derecho Canónico, canon 1252 ).

116. ¿En qué consiste el Ayuno? En tomar una sola comida principal al día, que permita cumplir con el propio trabajo. En las dos restantes comidas se permite ingerir una pequeña cantidad de alimento. La abstinencia es no comer carne.

117. «Entre las prácticas penitenciales, el ayuno y la abstinencia establecidas por la Iglesia, podrán ser susti-tuidos, según la libre conciencia de cada fiel cristiano, por alguna de la siguientes prácticas recomendadas por la Iglesia: lectura de la Sagrada Escritura, limosna según las propias posibilidades, ejercicio de las obras de cari-dad, obras de piedad ( Santa Misa, rezo del Santo Rosario, etc. ), mortificaciones corporales, abstención del alcohol, tabaco, privarse de ir a espectáculos, etc.»

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( Conferencia Episcopal Peruana, 30 de enero, 1986 ).

118. LOS DIEZ MANDAMIENTOS

En esta imagen se representa la necesidad de cumplir con todos los mandamientos para salvarse, si alguien rompe uno de ellos ha de convertirse al Señor y confe-sarse ante un sacerdote para poder pasar al cielo.

Un joven preguntó a Jesús: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir la vida eterna? Él le dijo: si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.»

( Mateo 19, 16 - 17 )

1.° Amarás a Dios sobre todas las cosas. Nos man-da: querer perder todas las cosas antes que ofender a Dios. Creer en él y en todas las verdades que nos ha revelado; esperar en él y en su infinita misericordia; y amarle de verdad, cumpliendo sus mandamientos. A Dios debemos corresponderle, adorarle, darle culto

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individual y comunitariamente, etc.

Prohíbe los siguientes pecados contra la fe: la duda voluntaria, la incredulidad, la herejía, la apostasía, el cisma, tentar a Dios, el sacrilegio, la simonía, negociar con el diablo, divinizar la riqueza, el poder, el Estado, el sexo, la propia persona y la razón humana; la idolatría, la superstición, el agüero, la brujería, la adivinación, la hechicería, el espiritismo, ser politeísta, panteísta, reencarnacionista, pagano, agnóstico, ateo, el separar-se por culpa propia de la Iglesia Católica haciéndose de otra religión, como cismáticos ortodoxos, protestantes del luteranismo, calvinismo y anglicanismo; de alguna secta, judíos, islámicos, etc. La esperanza prohíbe la desesperación y la presunción. La caridad prohíbe la indiferencia, la ingratitud, la tibieza, la pereza o indolen-cia espiritual y el odio a Dios.

El culto a las imágenes sagradas no está prohibido, porque no se adora a la imagen, sino que se venera a las persona que en ella está representada.

( Números 21, 4 - 9; Éxodo 25, 10 - 22 )

2.° No tomarás el nombre de Dios en vano. Nos manda: respetar el nombre de Dios y todas las cosas sagradas, y cumplir las promesas y los juramentos que son legítimos.

Prohíbe: el abuso de apelar al Nombre de Dios para justificar un crimen; blasfemar, esto es, decir palabras o hacer gestos injuriosos contra Dios, la Virgen María o los Santos; el jurar en falso, invocando a Dios como testigo de algo que no es verdad; el perjurio, que es hacer bajo juramento una promesa sin intención de cumplirla, o que después de haberla prometido bajo juramento no se

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cumple; la imprecación y el jurar por motivos pequeños. 3.° Santificarás las fiestas. Nos manda: participar en la Santa Misa entera todos los domingos ( por-que en tal día resucitó Jesucristo ) y fiestas de precepto, de guardar.

Prohíbe: trabajos manuales en dichos días cuando se hacen sin causa justa o grave.

4.° Honrarás a tu padre y a tu madre. Manda: a los hijos a obedecer a los padres, en todo lo que no es peca-do; respetarlos y ayudarles en lo material y espiritual cuando están enfermos y necesitados; obliga a los padres a cuidar a sus hijos, a educarlos cristianamente y darles buen ejemplo; obedecer a las autoridades civiles, a no ser que manden cosas anticristianas; las autorida-des deben cumplir los deberes que tienen para con sus súbditos. Dios nos propone un modelo de familia perfec-ta en la Sagrada Familia de Nazaret.

Prohíbe: abandonar a los padres enfermos o ancia-nos y portarse mal con ellos.

5.° No matarás. Nos manda: respetar y cuidar la vida propia y ajena, haciendo lo que favorece su conserva-ción. ¿Podemos defendernos? Sí, con medios justos y adecuados.

Prohíbe: el homicidio voluntario, dañar al embrión, el aborto, la eutanasia, el suicidio, el escándalo, la embria-guez, las amputaciones y esterilizaciones no hechas para curar, la drogadicción, los secuestros, el terroris-mo, la tortura, la guerra y la carrera armamentista.

6.° No cometerás actos impuros. Nos manda: ser castos y puros en palabras y acciones, así como res-

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petar nuestro cuerpo y el de los demás ( Ga 5, 19 – 21 ).

Prohíbe: la lujuria, la masturbación, la fornicación ( 1 Co 6, 13, 20 ), el incesto, la pornografía, las prácticas homosexuales ( Romanos 1, 24 – 27 ), la prostitución y la violación.

7.° No robarás. Manda: la práctica de la justicia y de la caridad en el uso de los bienes terrenos y de los bienes creados por el hombre. También el respeto de toda la creación.

Prohíbe: robar y retener lo ajeno contra la volun-tad de su dueño, coimas, perjuicios, trampas, balanzas y medidas falsas y otros fraudes, no pagar el justo salario al trabajador, acaparar para así enriquecerse con injustas subidas de precio, no cumplir los deberes del propio cargo y la usura. Si no hay deseo de devolver lo robado no se perdona el pecado. 8.° No dirás falso testimonio ni mentirás. Manda: decir siempre la verdad a los demás y defenderla. Puede callarse la verdad si el que indaga no tiene dere-cho a saberla. Prohíbe: la mentira, la difamación y la calumnia, ser testigos falsos en un juicio y el perjurio, el juicio te-merario, la jactancia, la adulación, la manipulación y guardar silencio tapando un crimen que perjudique a los demás. Hay el deber de reparar la honra y la fama.

9.° No consentirás pensamientos ni deseos impu-ros. Nos manda: ser castos incluso en nuestros pen-samientos y deseos ( Mateo 5, 28 ). 10.° No codiciarás los bienes ajenos. Nos manda: evitar la envidia. Vivir desprendidos de los bienes mate-

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riales, al mismo tiempo que trabajamos para mejorar nuestra situación actual, con el corazón abierto a las necesidades de los demás ( Éxodo 20, 17 ). Prohíbe: la codicia y el deseo desordenado de ri-quezas y poder.

119. Dice Jesús: «Amad a vuestros enemigos» ( Lc 6, 27 - 35 ) y «Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado. En esto co- nocerán todos que sois mis discípulos» ( Jn 13, 34 - 35 ).

120. Piensa, habla y obra como lo haría en su lugar la Virgen María.

121. Consejos: pida a Dios la gracia de la conversión. Los domingos y las fiestas de precepto descanse, escuche la Santa Misa entera, confiésese y comulgue. Huya de las diversiones peligrosas. Padres, enseñen ustedes mismos el catecismo a sus hijos, desde muy pequeños y durante muchos años. Jóvenes, en la etapa del noviazgo cuiden la pureza; sean pudorosos y pru-dentes evitando lo que puede ponerles en peligro de pecar contra la castidad con pensamientos, deseos, palabras, obras y omisiones a alguno de los dos. Eviten las relaciones prematrimoniales, que ofenden grave-mente a Dios. Cásense por la Iglesia para que se salven.

LA ORACIÓN CRISTIANA

122. ¿Qué es orar? Orar es hablar con Dios, para ado-rarle, alabarle, escucharle, darle gracias y pedirle lo que nos conviene. «Como el diablo sabe que la oración es el único medio por el que conseguimos todos los bienes, por eso hace todo cuanto puede para impedirla… Ella es la comida, sin la cual no se puede vivir por largo tiempo»

( San Basilio Magno ).

- 52 -123. ¿Cuál es la cumbre de la oración en el Antiguo Testamento? Los Salmos, que están inspirados por el Espíritu Santo. Jesús los utilizó para orar y la Iglesia Católica los sigue utilizando en la oración de la Liturgia de las horas.

124. ¿Qué importancia daba Jesús a la oración? Veá- moslo: “De madrugada, cuando todavía estaba muy os-curo, ( Jesús ) se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración” ( Marcos 1, 35 ). “Su fama se extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades. Pero él ( Jesús ) se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba” ( Lucas 5, 15 - 16 ). “Sucedió que por aquellos días se fue él (Jesús) al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios.” ( Lucas 6, 12 ).

125. ¿Qué consejos daba Jesús para cuando vaya-mos a la oración? «Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda.» (Mateo 5, 23-24) «Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus faltas» ( Marcos 11, 24 - 25 ).

126. ¿Cuál es el maestro interior de la oración cristia-na? El Espíritu Santo ( Romanos 8, 26 ). Debemos invo-carlo frecuentemente.

127. ¿Cuáles son las expresiones de la vida de ora-

- 53 -ación? La oración vocal ( la que se hace con palabras, pero con el corazón puesto en Aquél a quien hablamos), la meditación ( la oración mental es la que se hace con la mente sola, con recogimiento interior del alma, que eleva la mente a Dios meditando en Él ), y la contempla-ción ( La oración contemplativa es una mirada sencilla a Dios en el silencio y el amor). En las tres se debe dar el recogimiento del corazón.

128. ¿Debemos orar a la Virgen María, a los ánge-les y a los Santos? Sí, porque ellos interceden por nosotros ante Dios ( 2 Macabeos 15, 14; Ap 6, 8; 2 Pedro 1, 15; Hechos 7, 59 y 27, 24; Rm 15, 30; Job 42, 7 - 9).

129. Amigo, ponga un gran empeño en que la oración sea la primera obra de la mañana que haga, porque el diablo hace todo lo que puede para impedirla. Haga una hora al levantarse o media hora por la mañana y media por la tarde. Recójase interiormente para elevar su mente a Dios; escúchele. Medite en su presencia y obtendrá fuerzas para ser santo.

130. El Padre Nuestro: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbra-nos del mal. Amén.

131. ¿Por qué llamamos a Dios «Padre nuestro»? Para animarnos a confiar en su amor infinito, pues todos somos, por medio de bautismo, hijos de Dios y hermanos entre nosotros.

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132. ¿Por qué decimos «que estás en el cielo»? Esta expresión significa la grandeza de Dios y sirve para que levantemos nuestros corazones al cielo, en el cual veremos a Dios.

133. ¿Qué pedimos al decir «santificado sea tu Nombre»? Que Dios sea conocido y amado por to-do el mundo.

134. ¿Qué solicitamos diciendo «venga a noso-tros tu Reino»? Que llegue y crezca el reino de Dios en todos los corazones del mundo, el retorno de Cristo y que alcancemos el cielo.

135. ¿Qué rogamos al decir «hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo»? Que hagamos la voluntad de Dios cumpliendo sus mandamientos con la misma rapidez que los ángeles y santos los cumplen en el cielo.

136. ¿Qué suplicamos diciendo «danos hoy nues-tro pan de cada día»? Pedimos todo lo que necesi-tamos cada día para nuestras almas, como la gra-cia, la palabra de Dios y la Eucaristía, y también pedimos lo necesario para nuestros cuerpos, como el alimento, medicinas, vivienda, etc.

137. ¿Por qué declaramos «perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden»? Reconocemos que somos peca-dores y que Dios, rico en misericordia, nos perdona gracias a su Hijo y mediante los sacramentos, pero seremos perdonados sólo si nosotros hemos perdo-nado antes a quienes nos han ofendido.

138. ¿Qué significa «no nos dejes caer en la ten-

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tación»? Que nos ayude a vencerlas, para esto tenemos que huir de las ocasiones que nos ponen en peligro de pecar, mantener dentro de los justos lí-mites a nuestros sentidos, recibir frecuentemente los sacramentos de la Confesión y la Eucaristía y pedir bien todo lo que necesitemos. 139. ¿Por qué imploramos «y líbranos del mal»? El mal designa la persona de Satanás, que se opo-ne a Dios y que es «el seductor del mundo entero» ( Ap 12, 9 ). Pedimos, pues, ayuda para vencerle no cayendo en el pecado, que es el sumo mal, y de la pena de él, que es la condenación eterna.

140. ¿Qué indica el «amén» final? Amén significa “Así sea” refrendamos así lo que contiene el Padrenuestro.

DEVOCIONARIO

I. Signarse: Se hacen tres cruces con el dedo pulgar de la mano derecha, la cual puede ponerse en cualquie-ra de estas tres posiciones:

Por la1

2señal

de lasanta34cruz

En la frente se hace así:

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Una cruz en la frente, para que Dios nos libre de los malos pensamientos.

de1

2nuestros

ene-34migos

En la boca se hace así:

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Otra cruz en la boca, para que Dios nos libre de las malas conversaciones.

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Y otra cruz sobre el pecho, para que Dios nos libre de los malos deseos y obras.

En el pecho se hace así:

líbranos

1

2Señor

Dios34

nuestro

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II. Santiguarse: con la mano extendida y los dedos juntos se hace una cruz que va desde la frente al pecho y desde el hom-bro izquierdo al derecho. Vea la imagen aclaratoria de abajo.

1

4 3

2

III. Persignarse: es cuando nos signamos y luego iinmediatamente nos santiguamos.

En el nombredel Padre

y del Hijo

y delEspíritu

Santo.Amén.

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IV. Credo Niceno Constantinopolitano ( Credo largo ): Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

V. El Gloria: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

VI. Invocaciones al Santísimo Redentor: - Alma de Cristo, santifícame. - Cuerpo de Cristo, sálvame. - Sangre de Cristo, embriágame. - Agua del costado de Cristo, lávame.

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- Pasión de Cristo, confórtame. - ¡Oh buen Jesús!, óyeme. - Dentro de tus llagas, escóndeme. - No permitas, que me aparte de Ti. - Del maligno enemigo, defiéndeme. - En la hora de mi muerte, llámame. - Y mándame ir a Ti, para que con tus santos te

alabe por los siglos de los siglos. Amén. VII. Comunión espiritual: Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu Santísima Madre, con el espíritu y fervor de los santos.

VIII. Vía crucis ( las palabras “vía crucis” están puestas en latín y significan “camino de la cruz” ).

I Estación: condenan a muerte a Jesús. II Estación: Jesús carga con la Cruz. III Estación: Jesús cae por primera vez. IV Estación: Jesús encuentra a María, su Santísi-

ma Madre. V Estación: Simón de Cirene ayuda a Jesús a

cargar la Cruz. VI Estación: una piadosa mujer enjuaga el rostro de

Jesús. VII Estación: Jesús cae por segunda vez. VIII Estación: Jesús consuela a las hijas de Jerusalén. IX Estación: Jesús cae por tercera vez. X Estación: Despojan a Jesús de sus vestiduras. XI Estación: Jesús es clavado en la Cruz. XII Estación: muerte de Jesús en la Cruz. XIII Estación: desclavan a Jesús y lo entregan a su

Madre. XIV Estación: dan sepultura al cuerpo de Jesús.

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IX. Acto de Contricción: Dios mío, me arrepiento de todo corazón de todos mis pecados y los aborrezco, porque al pecar, no sólo merezco las penas es-tablecidas por ti justamente, sino principalmente por-que te ofendí, a ti sumo Bien y digno de amor por enci-ma de todas las cosas. Por eso propongo firmemente, con ayuda de tu gracia, no pecar más en adelante y huir de toda ocasión de pecado. Amén. X. La oración más importante después del Pa-drenuestro es el Ave María, con la cual el arcángel San Gabriel saludó a María, para concluir la Santísima Trinidad el proyecto más grandioso e importante del mundo, la Encarnación del Hijo de Dios, la paz entre Dios y los hombres y la redención del mundo.

XI. Lo que reveló la Santísima Virgen María al Beato Alano de la Roche sobre el Ave María: San Luis María Grignion de Montfort en su libro: Tratado de la Verdadera

16Devoción a la Santísima Virgen , citando el libro De Dignitate Rosarii del Beato Alano de la Roche, dice las siguientes palabras de la Virgen al citado Beato Alano: “Sabe, hijo mio, y hazlo conocer a todos, que es señal probable y próxima de condenación eterna el tener aversión, tibieza y negligencia a la recitación de la salu-tación angélica ( El Ave María ), que trajo la salvación a

17todo el mundo”. “Palabras -dice Grignion- tan consola-doras y terribles a la vez, tanto que nos resisti-

16. Grignion, San L.M., Tratado de la Verdadera Devoción a

a la Santísima Virgen, ( 2007), 12 edición, páginas 193 - 194, ro N 250.17. Ver “Secreto Admirable del Santísimo Rosario”, p. 49.

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ríamos a creerlas, si no las garantizara la santidad de este varón y la de Santo Domingo antes que él, y des-pués, la de muchos grandes personajes junto con la experiencia de muchos siglos. Pues siempre se ha observado que los que llevan la señal de la reprobación -como los herejes, impíos, orgullosos y mundanos- odian y desprecian el Avemaría y el Rosario... Por el con- trario, la experiencia enseña que quienes manifiestan grandes señales de predestinación, estiman y rezan con gusto y placer el Avemaría, y cuanto más unidos vi- ven a Dios, más aprecian esta oración. La Santísima Vir- gen lo decía al beato Alano a continuación de las pala-bras antes citadas.” Este gran devoto de María confirmó con juramento sus revelaciones, como dice el libro: El Secreto Admirable del Santísimo Rosario, pag. 49.

XII. El Ave María: Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

XII I. La Salve: Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los La Virgen María

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desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos gimiendo y llo-rando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abo-gada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericor-diosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

XIV. Es tan importante rezar el Santo Rosario porque en los misterios del Santo Rosario medita-mos sobre los Santos Evangelios para imitar las virtudes de Jesús, Santa María Virgen y de San José. El Papa San Juan Pablo II dijo que el Rosario

18es el “Evangelio hecho oración”.

XV. He aquí unos fragmentos de El Secreto Admirable del Santísimo Rosario.- A los sacerdotes: “¡Oh, cuán feliz es el sacerdote y director de almas a quien el Espíritu Santo ha revelado este secreto (del Santísimo Rosario ), desconocido de la mayor parte de los hombres o sólo conocido superficialmente! Si logra su conocimiento práctico, lo recitará todos los días y lo hará recitar a otros. Dios y su Santísima Madre de-

18. Sugerencia: que por toda la jurisdicción de cada Parroquia se hagan muchísimos grupos de oración por las casas y cada uno de ellos se reúna semanalmente en un determinado hogar para rezar el Santo Rosario y escu-char la explicación de uno o dos números del catecis-mo. Estos grupos deben ser visitados con frecuencia para que perseveren. Esto ayudará a muchos alejados de Dios a convertirse en buenos católicos.

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rramarán copiosamente la gracia en su alma para que sea instrumento de su gloria; y producirá más fruto con su palabra, aunque sencilla, en un mes que los demás

19predicadores en muchos años.” A los pecadores: “Aun cuando os hallaseis en el borde del abismo, o tuvieseis ya un pie en el infierno; aunque hubieseis vendido vuestra alma al diablo, aun cuando fueseis un hereje endurecido y obstinado como un demo-nio, tarde o temprano os convertiréis y os salvaréis, con tal que ( lo repito y notad las palabras y los términos de mi consejo ) recéis devotamente todos los días el Santo Rosario hasta la muerte, para conocer la verdad y

20obtener la contrición y el perdón de vuestros pecados.”

XVI. MISTERIOS DEL ROSARIO

MISTERIOS GOZOSOS ( Lunes y sábados ) 1.° La Encarnación del Hijo de Dios en el seno de la Virgen María ( Lucas 1, 26 - 38 ). 2.° La Visitación de María a su prima Santa Isabel ( Lc 1, 39 - 45 ). 3.° El Nacimiento de Jesucristo ( Lc 2, 1 - 20 ). 4.° La Presentación del Niño Jesús en el templo ( Lc 2, 22 - 38 ). 5.° El Niño Jesús perdido y hallado en el templo ( Lc 2, 41-50 ).

MISTERIOS LUMINOSOS ( Todos los jueves ) 1.° El Bautismo de Jesús ( Mt 3, 13 - 17 ). 2.° La Autorrevela- ción de Jesús en la boda de Caná ( Juan 2, 1 - 12 ). 3.° El Anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión

19. Grignion, San L. M., El Secreto Admirable del Santísimo Rosario, páginas 9 - 10.

20. Grignion, San L. M., El Secreto Admirable del Santísimo Rosario, p. 11.

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( Mc 1, 15 ). 4.° La Transfiguración de Jesús ( Lc 9, 35 ). 5.° La Institución de la Eucaristía ( Mateo 26, 26 - 29 ).

MISTERIOS DOLOROSOS ( Martes y los Viernes ) 1.° La Oración en el Huerto (Lc 22, 39 - 46). 2.°La Flagelación ( Mc 15, 1 - 15 ). 3.° La Coronación de espinas ( Mt 27, 27 - 31 ). 4.° Jesús con la cruz a cues-tas ( Mc 15, 20 - 22 ). 5.° La Crucifixión ( Lc 23, 33 - 46 ).

MISTERIOS GLORIOSOS ( Miércoles y domingos ) 1.° La Resurrección ( Mateo 28, 1 - 10 ). 2.° La As- censión ( Marcos 16, 19 ). 3.° La Venida del Espíritu Santo ( Hechos 2, 1 - 4 ). 4.° La Asunción de Nuestra Señora en cuerpo y alma a los cielos ( Ap 12, 1 - 6 ). 5.° La Coronación de la Santísima Virgen María como Reina y Señora de todo lo creado ( Ap 12, 1 ).

XVII. Así se reza el Santo Rosario:

1. Signarse: Por la señal + de la Santa Cruz, de nues-tros + enemigos líbranos, Señor + Dios nuestro. Luego santiguarse: en el nombre del Padre, y del Hi- jo + y del Espíritu Santo. Amén. Pide al Espíritu Santo que guíe e ilumine tu rezo. Rezar el Credo.

2. Rezar el Padre Nuestro.

3. Rezar tres Ave Marías y el Gloria al Padre.

4. Anunciar y meditar el primer misterio. Luego re-zar el Padre Nuestro.

5. Rezar diez Ave Marías y el Gloria al Padre. Re- citar la jaculatoria de Fátima.

6. Anunciar y meditar el segundo misterio. Luego rezar el Padre Nuestro.

7. Rezar diez Ave Marías y el Gloria al Padre. Re-

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citar la jaculato-ria de Fátima.

8. Anunciar y me- ditar el tercer misterio. Des- pués rezar el Padre Nuestro.

9. Rezar diez Ave M a r í a s y e l Gloria al Padre. Luego recitar la jaculatoria de Fátima.

10. Anunciar y me- ditar el cuarto misterio. Rezar el Padre Nues- tro.

11. Rezar diez Ave Marías y el Glo- r ia a l Padre. Luego recitar la jaculatoria de Fátima.

12. Anunciar y me- ditar el quinto misterio. Luego rezar el Padre

Nuestro.

13. Rezar diez Ave Marías y el Gloria al Padre. Luego recitar la jaculatoria de Fátima.

14. Orar por la intenciones del Papa el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria al Padre. Finalizar rezando la

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Salve. ( Las letanías de la Santísima Virgen María no son parte del rosario, pero muchos suelen rezarlas a continuación de él. Las letanías han sido muy alaba-das por los Papas ).

XVIII. LETANÍAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA( El que dirige la oración dice ) (A cada invocación se contesta )

- Señor, ten piedad de nosotros... Señor, ten piedad de nosotros- Cristo, ten piedad de nosotros... Cristo, ten piedad de nosotros- Señor, ten piedad de nosotros... Señor, ten piedad de nosotros- Cristo, óyenos.......................... Cristo, óyenos- Cristo, escúchanos................... Cristo, escúchanos- Dios, Padre Celestial ................ “Ten piedad de nosotros”- Dios Hijo Redentor del mundo... “Ten piedad de nosotros”- Dios Espíritu Santo .................. “Ten piedad de nosotros”- Trinidad Santa, un solo Dios...... “Ten piedad de nosotros”

A cada una de las invocaciones que siguen se contesta: Ruega por nosotros

Santa María, Santa Madre de Dios,Santa Virgen de lasVírgenes,Madre de Cristo, Madre de la Iglesia, Madre de la divina gracia, Madre purísima, Madre castísima, Madre siempre virgen,Madre inmaculada, Madre amable, Madre admirable, Madre del buen consejo, Madre del Creador,Madre del Salvador,

Madre de misericordia, Virgen prudentísima, Virgen digna de veneración, Virgen digna de alabanza, Virgen poderosa, Virgen clemente, Virgen fiel, Espejo de justicia, Trono de la sabiduría, Causa de nuestra alegría, Vaso espiritual, Vaso digno de honor, Vaso de insigne devoción, Rosa mística, Torre de David, Torre de marfil,

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V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.R. Perdónanos, Señor.

V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundoR. Escúchanos, Señor.

V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundoR. Ten misericordia de nosotros.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de

Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

XIX. Jaculatoria de Fátima ( Se reza al final de cada decena ): Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

Casa de oro, Arca de la Alianza, Puerta del cielo, Estrella de la mañana, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores, Consoladora de los afligidos, Auxilio de los cristianos, Reina de los Ángeles, Reina de los Patriarcas, Reina de los Profetas,

Reina de los Apóstoles, Reina de los Mártires, Reina de los Confesores, Reina de las Vírgenes, Reina de todos los Santos, Reina concebida sin pecado

original, Reina asunta a los Cielos, Reina del Santísimo Rosario,Reina de la familia, Reina de la paz.

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XX. Indulgencias que pueden ganar los que rezan el Santo Rosario:

-El Sacramento de la Confesión nos perdona los pecados, pero no nos libra de toda la pena temporal debida por ellos, por esto con las indulgencias podemos expiar en este mundo toda la pena temporal debida por los pecados o parte de ella.

-La Santa Iglesia concede de entre sus tesoros, indul-gencia parcial ( que es la que nos perdona solamente una parte de la pena temporal debida por nuestros pecados ) a todo el que rece el Rosario.

-Para ganar indulgencia plenaria ( que es la que nos perdona toda la pena temporal debida por los pecados ) hay que hacer lo siguiente: a) “Se confiere una indulgen-cia plenaria si el rosario se reza en una iglesia o un orato-rio público o en familia, en una comunidad religiosa o asociación pía; se otorga una indulgencia parcial en otras circunstancias” ( Enchiridion de Indulgencias, p. 67 ); b) Que se recen los cinco misterios del Rosario seguidos; c) Se ha de meditar en los misterios y vivirlos; d) Si el Rosario es público, los misterios deben ser anun-ciados y meditados; e) hacer una confesión ante el sacerdote, ya que hay que estar en gracia de Dios y tener pureza aun de las culpas veniales cuya pena queremos se nos perdone. La confesión puede hacerse el mismo día que se quiere ganar la indulgencia o haber-la hecho recientemente; f) recibir la Comunión. Ésta debe llevarse a cabo el mismo día en que quiera ganarse la indulgencia; g) ofrecer un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre por las intenciones del Papa.

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XXI. LAS QUINCE PROMESAS DE LA VIRGEN MA-RÍA A QUIENES RECEN EL SANTO ROSARIO:

a 1. El que me sirva, rezando diariamente mi Ro-

sario, recibirá cualquier gracia que me pida.a

2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Ro-sario.

a 3. El Rosario será un fuerte escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.

a 4. El Rosario hará germinar las virtudes y tam-

bién hará que sus devotos obtengan la miseri-cordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!

a 5. El alma que se encomiende por el Rosario no

perecerá.a

6. El que con devoción rezare mi Rosario, consi-derando los misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la gra-cia, si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.

a 7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no mo-

rirán sin los auxilios de la Iglesia.a

8. Quiero que todos los devotos de mi Rosario tenga en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.

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9. Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.

a 10. Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán

en el cielo una gloria singular.a

11. Todo lo que se me pidiere por medio del Ro- sario se alcanzará prontamente.

a 12. Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.

a 13. He recibido de mi Hijo divino que todos los defensores del “SANTO ROSARIO”, tengan como intercesores a toda la corte celestial durante su vida y en la hora de su muerte.

a 14. Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigéni- to Jesús.

a 15. La devoción al santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.

XXII. Ven Santo Espíritu: Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu in-dómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bon-

San José

XXIII. Oración a San José: Glorioso San José, custodio fiel, a qu ien fueron con- fiados Jesús, la ino- cencia misma, y Ma- ría, Virgen de las vír- genes: te ruego y su- plico que, con tu ayu-da, sirva yo siempre a Jesús y a María con el corazón puro y el cuerpo casto. Por Je- sucristo nuestro Se- ñor. Amén.

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dad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

XXIV. Oración a San Miguel arcángel: San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro am-paro contra las perversidades y asechanzas del de-monio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes; y tú, príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

XXV. Al Ángel de la Guarda: Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día; no me dejes solo, que me perdería.

XXVI. Oración por todos los Sacerdotes del mundo

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entero: ¡Oh Jesús, Sacerdote eterno! Guarda a tus Sa- cerdotes bajo la protección de tu Sagrado Corazón, don- de nada pueda mancillarlos. Guarda inmaculadas sus manos ungidas, que tocan cada día tu sagrado cuerpo. Guarda inmaculados sus labios, diariamente teñidos con tu preciosa sangre. Guarda puros y despojados de todo afecto terrenal sus corazones, que tú has sellado con tu sublime marca del sacerdocio. Que tu santo amor los rodee y los preserve del contagio del mundo. Ben-dice sus tareas apostólicas con abundante fruto y haz que las almas confiadas a su celo y dirección sean su alegría acá en la tierra y formen en el cielo su hermosa e inmarcesible corona. Te lo pedimos, por nuestra Madre inmaculada y su esposo San José, a Ti, que vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén.

XXVII. Dirija su pensamiento durante todo el día, a cada una de las tres Personas de la Santísima Tri-nidad, a la Santísima Virgen María, a San José y a su Án gel de la Guarda.

XXVIII. Consagración personal a los Corazones de Jesús y María: Padre eterno, quiero consagrarme en el Espíritu Santo y ofrecerme a los Sagrados Corazo- nes de Jesús y de María, para ser un hijo tuyo cada vez más entregado y fiel.

Madre María, yo, (nombre), me entrego hoy a tu In-maculado Corazón. Acógeme bajo tu protección mater-nal y condúceme a tu Hijo Jesús.

Señor Jesús, a través del Corazón Inmaculado de María, me consagro y entrego a tu Sacratísimo Cora-

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zón. Haz que mi corazón sea imagen de tu Corazón, para que tú vivas cada vez más en mí.

Sacratísimo Corazón de Jesús, Inmaculado Cora- zón de María, con esta consagración y entrega les devuelvo el Amor que me han demostrado en toda su vida terrenal, especialmente en el Calvario, y que me siguen demostrando aún hoy. A la vez renuevo mi consagración bautismal al Dios trino: renuncio al pe- cado, al mal y a satanás; creo en todo lo que Dios nos ha revelado y tal como nos enseña la Santa Iglesia Católica.

Prometo cumplir con el mandamiento de Jesús de Amar a Dios y al prójimo, de observar los Mandamien- tos y los preceptos de la Iglesia y de obrar de acuerdo con la doctrina del magisterio de la Iglesia conducida por el sucesor de San Pedro. Con esto quiero con-tribuir a la unidad y al crecimiento de la Iglesia. Prometo que rezaré con alegría el Santo Rosario ya sea solo, en familia o en otras comunidades y que, con la devoción de los primeros Viernes y de los prime-ros sábados de mes, haré acto de reparación por mis pecados y por los pecados de toda la humanidad.

Sacratísimo Corazón de Jesús, Inmaculado Corazón de María, ayúdenme a que acoja el Evangelio en mi corazón y a que viva en la fe, en la esperanza y en la caridad. De esta manera Jesucristo, con su santa Cruz y su Resurrección, será para mí el Camino, la Verdad y la Vida. Que el Pan celestial sea mi alimento y que viva del sacrificio eucarístico, para ser capaz de vencer toda cla-se de mal y optar siempre por la vida.

Lleno de confianza me refugio en el cobijo de vuestros amantes Corazones. Os ruego que me protejan en todos

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los peligros y condúzcanme, una vez acabado el peregri-nar terrenal, felizmente a la patria eterna. Amén.

XXIX. Consagración de la familia a los

Sagrados Corazones de Jesús y María

Santísimos corazones de Jesús y María, unidos en el amor perfecto, como nos miran con misericordia y cari-ño, consagramos nuestros corazones, nuestras vidas, y nuestras familias a ustedes. Conocemos que el ejemplo bello de su hogar en Nazaret fue un modelo para cada una de nuestras familias. Esperamos obtener, con su ayuda, la unión y el amor fuerte y perdurable que os disteis. Qué nuestro hogar sea lleno de gozo. Que el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia, y el respeto mutuo sean dados libremente a todos. Que nuestras oraciones incluyan las necesidades de los otros, no solamente las nuestras. Y qué siempre estemos cerca de los sacramentos. Bendigan a todos los presentes y también a los ausentes, tanto los difuntos como los vivientes; que la paz esté con nosotros, y cuando sea-mos probados, concedan la resignación cristiana a la voluntad de Dios. Mantengan nuestras familias cerca de sus Corazones; que su protección especial esté siempre con nosotros. Sagrados Corazones de Jesús y María, escuchen nuestra oración. Amén.

XXX. El eterno reposo: Dale, Señor, el descanso eterno. Brille para él la luz perpetua. Descanse en paz. Amén.

Tres oraciones del Ángel de la Paz, en Fátima

XXXI. Dios mio, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido

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perdón por los que no creen, no adoran, no espe-ran y no te aman.

XXXII. Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el preciosí-

«Hijos, si queréis perse-verar, sed devotos de la Virgen Santísima»

( San Felipe Neri )

simo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuest ro Señor Je-sucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacri-legios e i n d i f e r e n -cias con que Él mis-mo es ofendido. Y por los méritos infini-tos de su Sagrado Corazón y del Cora-zón Inmaculado de María te pido la conversión de los po-bres pecadores.

XXXIII. Sacrifíquense por los pecadores y digan muchas veces, y especialmente cuando hagan un sacrificio: «¡Oh, Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María!» XXXIV. Coronilla o Rosario de la Divina Misericordia:

Rece un «Padre Nuestro, un ave María y un Credo».

Después, con un Rosario común y antes de cada

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decena, haga este ofrecimiento:

«Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero».

A continuación repita diez veces esta súplica:

«Por su dolorosa Pa-sión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero».

Terminadas las cinco decenas, rece tres veces: « S a n t o D i o s , S a n t o Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero».

Al terminar rece una Salve a la Virgen.

XXXV. Memorice lo que sea más necesario que recuerde. Lo que no com- prenda pregúntelo al sa-cerdote. Es indispensable que estudie también otros catecismos más ex-tensos.

“Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte Yo Mismo la defenderé como Mi gloria”.

¡Jesús, confío en ti!

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También anímese para formar en su Parroquia un grupo que se dedique a difundir en algún día de la semana por medio de dípticos o breves catecismos la doctrina de Jesucristo en los hogares de la jurisdicción parroquial.

Inmaculado Corazónde María, en Ti confío