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Definición de una Metodología de Evaluación Bioclimática de Asentamientos Urbanos
El caso de la área Metropolitana de Lisboa Miguel Corujo Faculdade de Arquitectura da Universidade Técnica de Lisboa, Portugal miguelcorujo@hotmail.com
Nersa Gomez Instituto de Investigaciones (IFAD), Facultad de Arquitectura y Diseño, Universidad del Zulia Maracaibo, Venezuela nersag@yahoo.com
Metodologías y herramientas de medida de la sostenibilidad
Sumario En un contexto de desgaste energético e del medio ambiente, el objetivo de la investigación propuesta en este paper consiste en profundar los fundamentos teóricos para el diseño urbano sostenible, por la definición del conjunto de criterios y indicadores necesarios al encerramiento de cada uno de los ciclos del ecosistema urbano, haciendo empeño en su relación con el clima y el lugar. Inserida en el contexto del proyecto de investigación Metodología de Evaluación de Desarrollos Urbanos1 del Grupo ABIO_UPM y partiendo de herramientas de evaluación de la sostenibilidad en la construcción (SBtool VERDE2), se plantea proponer criterios de evaluación e intervención dirigidos al conforto del medio ambiente urbano, a la eficiencia energética y a la sostenibilidad del plan y se objetiva definir una metodología para la evaluación bioclimática de los planes urbanos de la Área Metropolitana de Lisboa (AML) capaz de balizar la respuesta de los asentamientos existentes o idealizados en una escala de evaluación cualitativa, estructurando la acción desde la fase decisoria más preliminar y proponiendo las mejoras necesarias. De acuerdo con la ubicación, la orientación, la forma y la materialidad de los edificios y espacios urbanos, el diseño de sus espacios libres o verdes, la optimización de las redes y el uso de renovables, se objetiva a influir en un menor consumo de energía y de emisiones de CO2 y en el uso racional de los recursos naturales donde se encuentra, con el fin de la autonomía y rendición de cuentas. La herramienta de evaluación a desarrollar procurara evidenciar las optimizaciones en dirección a la sostenibilidad inherentes a la introducción del bioclimatismo en la escala urbana.
1 O projecto de investigação objectiva a definição de indicadores urbanos determinantes à sustentabilidade de conjuntos urbanos em virtude da minoração de impactos, aproveitamento eficiente dos recursos e qualidade de vida da população. 2 Sistema voluntário de avaliação e reconhecimento da sustentabilidade de edifícios
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Palabras clave
Planeamiento Urbano, Urbanismo Bioclimático, Área Metropolitana de Lisboa, Evaluación, Desarrollo Sostenible
Introducción Es en la ciudad que 75% de los recursos disponibles son consumidos. És en la manera como hacemos ciudad que podemos, de modo sostenible, reducir o eliminar en anticipación la “pegada ambiental humana”. El sector de los edificios representa actualmente cerca de 25% del consumo energético final en Portugal registrando en la Área Metropolitana de Lisboa (AML) su mayor concentración de populación con 2.7 millones de habitantes. Aunque tenga un clima mediterráneo, el sector de los edificios es responsable por 46% del gasto energético y 15% del CO2 emitido.
(Fig.1)Estructura de los consumos de energía e respectiva utilización en el sector doméstico para los anos de 1990 e 2010 (GASA‐FCT, 2000)
Este valor crece globalmente a un ritmo medio de 7% al año e en un escenario de agotamiento de las fuentes de energía no renovables en un período de 50 anos, es urgente modificar nuestra relación con el territorio abordando su envolvencia inmediata en busca de recursos que reduzcan la procura energética. El incremento de población, densidades urbanas y congestión requiere nuevos y eficaces enfoques que permitan la utilización correcta de los diferentes elementos del clima del entorno y una adecuada planificación del espacio urbano y edificatorio en que la población pasa la mayor parte de su tiempo, especialmente en aquellos de uso cotidiano. Recientemente transpuesta por el Estado Portugués, la directiva comunitaria que impone al edificado, cuándo de su transacción o construcción, una evaluación bioclimática (Directiva 2002/91/CE) considera solamente los principios bioclimáticos del edificado e no los urbanos, una vez que es efectuada fracción a fracción. Grande parte de los factores que afectan el comportamiento energético de los edificios está directamente relacionado con la configuración urbana adoptada en cada ciudad (Almeida, Manuela; Bragança, L.), extendiéndose esta preocupación à las fases de decisión e prosecución de estrategias urbanas en contraposición de la reductora soma de edificios con técnicas de condicionamiento pasivo o activo.
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(Fig.2)La morfología urbana modernista consomé 1,7 veces más energía para calentamiento que la morfología tradicional o contemporánea parisiense (GJ/ano/m²) iSBE Meeting, Serge Salat
Por otro lado la adhesión à las energías renovables es hecha en actos aislados y desconcertados, no existiendo una política conjunta en las operaciones urbanísticas o de loteamiento. Los transportes representan más de 50% de las emisiones de contaminantes para la atmosfera, condicionando la temperatura y humidad ambiental y permanecemos permisivos en el que respeta al aumento de los consumos de agua potable tornando incomportable el desperdicio de las aguas pluviales e gris así como la contaminación de las aguas subterráneas por los residuos resultantes de la actividad humana. La coyuntura evidencia la necesidad de encerrar los ciclos constituyentes del ecosistema urbano y el trabajo en un ambiente complexo e dinámico como la ciudad exige la construcción de métodos y instrumentos de análisis agiles y flexibles que posibiliten calcular la realidad de cada transformación y formalizar los intentos en el sentido de mejorarla. Así, se revela urgente mejorar el conocimiento bioclimático urbano específico, desarrollar soluciones padrones pasibles de ser replicadas y generalizadas, así como métodos de evaluación e monitorización capaces de implementación legal o difusión significativa. Percibida la fragilidad de las estrategias en el sentido de atingir un desarrollo sostenible de las nuestras ciudad, se objetiva articular las diferentes fases de planeamiento por el estabelecimiento de directrices eficaces y adecuadas al ámbito de intervención, capaces de servir de referencia a los técnicos e profesionales relacionados con el ordenamiento del territorio desde la fase estratégica mas precedente hasta la fase de planeamiento mas subsecuente. Siendo la reluctancia de los promotores en relación al investimiento en esta área, una de las dificultades con que se debate la construcción sostenible es apelando a la imposición estadual o à la concurrencia entre promociones urbanas que se objetiva influenciar à la concepción e monitorización de urbanizaciones sin gasto energético o ambiental en la AML.
“É necessário entender as várias fases do projecto e o relacionamento dos vários intervenientes como se de um ecossistema se tratasse. A sobrevivência deste sistema determina a eficiência do edifício final – do ponto de vista energético ou outro qualquer ponto de vista quantificável…”
Feio, António. “ECOCLIMAT 2006‐ Arquitectura Bioclimática”
Es en la manera como percibimos las fases de decisión y definimos o damos prosecución a las estrategias que esta inquietud bioclimática se alarga al urbanismo. El urbanismo bioclimático define reglas y condicionantes en función de las condiciones naturales del medio envolvente permitiendo controlar las pérdidas y ganancias energéticas, así como la cualidad del ambiente urbano. En este encuadramiento, la investigación busca tornar mensurable en una escala de clasificación cualitativa la contribución que el urbanismo bioclimático puede traer al planeamiento urbano del AML, delineando su rollo en el incremento de la cualidad de vida y en la redución de la factura energética y ambiental de sus asentamientos urbanos.
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“A cada lugar una planificación” Higueras, Ester. “Urbanismo Bioclimático”,
Contextualización
A nivel mundial la sostenibilidad urbana se ve fuertemente afectada por el rápido proceso de cambios que se producen en las características morfológicas del tejido urbano, especialmente por su grado de compactación o porosidad que modifican la calidad ambiental de los espacios urbanos e inciden en la producción de impactos negativos de la masa edificada favoreciendo la dependencia de los recursos energéticos para obtener ámbitos habitables. La Agenda 21 local (Río de Janeiro 1992) estableció bases para promover desde los municipios un desarrollo compatible hacia la sostenibilidad urbana y la Carta de Aalborg o Carta de las ciudades europeas (Dinamarca, 1998) insta a los gobiernos locales a concretar las pautas y políticas necesarias para avanzar hacia el desarrollo sostenible. El desarrollo de una agenda urbana (Unión Europea 1998) conlleva un mensaje sustentable que requiere cambios hacia el proceso urbano con acciones sostenibles y mecanismos de actuación con miras a la certificación energética al inicio de verificación del Protocolo de Kyoto (2008). Se ha incrementado los problemas ambientales, la contaminación, la vulnerabilidad urbana han incidido en la producción de elementos que afectan la vida de los habitantes de las ciudades (Ana Semeco 2002). De vital importancia el incremento de población y densidad La congestión y la tendencia a la "compactación" residencial exige que se garantice la mejora de las relaciones vecinales y de los espacios urbanos con enfoques novedosos y de menor impacto para la vida urbana.
Del concepto de sostenibilidad hacen parte aspectos como las nuevas abordajes sobre los tejidos urbanos. Podremos destacar como referencias la multifuncionalidad de los espacios en contrapunto con las antiguas estrategias de zonamiento monofuncional, la necesidad de definir estrategias de ocupación del suelo y de estilos de vida concordantes con las potencialidades ambientales y complementares o contrapuestas a las perspectivas conservacionistas, la reducción del uso del automóvil, de energía y la obligación del respecto por los limites naturales y la capacidad de carga del ambiente y el reconocimiento de los profesionales y de las prácticas que construyen la ciudad. Con la progresiva asunción de la importancia ambiental y del concepto de sostenibilidad en la construcción, los arquitectos, urbanistas e otros profesionales ligados al medio ambiente retoman los conceptos de Platão, insiriendo el hombre en un contexto más global. La arquitectura orgánica, el uso de tecnologías apropiadas e de energías renovables, la agricultura biodinámica de Rudolf Steiner, las ciudades jardim de Ebenezer Howard, los planes urbanísticos de Geddes y Mumford y la arquitectura de Frank Lloyd Wright, celebran la escala humana, con el medio ambiente como aspecto principal (LYLE, 1994). Richard Rogers observa en “Cities for a small Planet” que “Vitruvius, Leonardo da Vinci, Thomas Jefferson, Ebenezer Howard, Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Buckminster Fuller propusieran ciudades ideales que deberían ser criadas para sociedades ideales...”. La reducción del impacto ambiental insta la apuesta en materiales constructivos con bajo índice de energía embutida, utilización de elementos de arquitectura vernácula, paneles fotovoltaicos y sistemas constructivos racionalizados o modulares. Energía eólica, coberturas verdes, orientación de fajadas, iluminación y ventilación naturales, generadores eólicos, células de combustible, reaprovechamiento de materiales constructivos, almacenamiento del agua de la lluvia, reutilización de aguas gris, técnicas pasivas de condicionamiento térmico, el rescate de las traducciones constructivas antiguas, la utilización de materiales constructivos provenientes de la localidad, el suelo permeable, el transporte colectivo, las ciclovias. La arquitectura y urbanismo bioclimático. El concepto de desarrollo sostenible hace hoy parte de las estrategias mundiales, transnacionales y nacionales, conduciendo los modelos de desarrollo según valores compatibles con la cualidad de vida de la sociedad actual sin comprometer el futuro de las generaciones futuras. Se destacan campañas como la Cities for Climate Protection que asiste las ciudades en la adopción y implementación de medidas para reducir las emisiones de carbono o el movimiento Smarth Growth concentra el crecimiento en el centro de la ciudad evitando la
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dispersión urbana. Iniciativas como la ciudad solar de Freigurg con su apuesta en la economía y renovación de energía con nuevas tecnologías, el ecodistrito Kronsberg que aborda integralmente los transportes, energía, aprovechamiento de aguas y recoja y reciclaje de residuos, la ciudad “zero carbon, zero waste” de Masdar representan una nueva abordaje à la relación entre la ciudad y el medio ambiente.
Metodología
En este encuadramiento fueran lanzados en Portugal los programas E4 que buscaba hasta el presente año el 39% del consumo bruto de electricidad partiendo de fuentes renovables y el P3E que busca mejorar la eficiencia energética de los edificios por la transposición de la directiva comunitaria que impone al edificado, cuando de su transacción o construcción una evaluación del punto de vista bioclimático, fijando las condiciones ambientales y evaluando la eficiencia de la climatización (RSECE) y el desempeño energético (RCCTE). Fijando los requerimientos de uso de energía y evaluando el consumo da al consumidor la información de la performance del edificio traducido en una etiqueta común à la similitud de los equipos y promoviendo el investimento en los edificios de bajo consumo. Su cualificación, entre A y G, depende de las emisiones de CO2 para consumo energético en toda la operación. La clase B es el mínimo exigido por la reglamentación y implica una reducción 35 y 60% de energía. Por su vez, los efectos de determinados planes y programas (Tabla1) en el medio ambiente viene regulado por la Directiva 2001/42/CE transpuesta por el Decreto‐Ley nº 232/2007 que procura promover un desarrollo sostenible, realizar un elevado nivel de protección ambiental y contribuir para la integración de los aspectos ambientales en los planes y programas mediante la realización de una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE). Identificando, describiendo y evaluando los probables efectos sobre el medio ambiente, objetiva para el sector de los transportes las infraestructuras de transporte público accesibles, atractivas, bien gestionadas, intermodalizadas y eficientes energéticamente que favorezca la internalización de los costes sociales y externalidades negativas con el informe de la populación sobre el coste de los desplazamientos fomentando su movilidad peatonal o en bici. Para el sector energético busca el favorecimiento de las energías renovables, de la generación distribuida de la demanda gestionada y razonable, de la eficiencia energética y aprovechamiento energético de los residuos.
Tipos de Proyectos Caso general Zonas sensibles
Operaciones de parcelamento urbano, incluyendo la construcción de establecimientos de comercio o conjunto comercial y aparcamientos no cubiertos por el plan municipal de ordenamiento del territorio
Operaciones de parcelamento urbano que ocupen un área ≥ 10 ha o construcción superior a 500 fuegos.
Estabelecimientos de comercio o conjunto comercial de área ≥ 1,5ha.
Parques de estacionamiento de área ≥ 2ha.
Operaciones de parcelamento urbano que ocupen un área ≥ 2ha.
Estabelecimientos de comercio conjunto comercial ≥ 0,5 ha.
Parque de estacionamiento ≥ 1ha
Estabelecimientos hoteleros o complementares de alojamiento turístico cuando fuera de áreas urbanas y urbanizables delimitadas en plan municipal o especial de ordenamiento del territorio
Asentamientos turísticos con área ≥ 5 ha o 50 hab.ha,
Hoteles, Apartoteles y aparcamientos turísticos ≥ 200 camas
Todos los asentamientos turísticos,
Hoteles, Apartoteles y aparcamientos turísticos ≥ 20 camas
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Parques de camping 1000 usuarios o ≥ 3 ha 200 usuarios o ≥ 0,6 ha
Parques temáticos ≥ 10ha ≥ 2ha
Campos de golf Campos de ≥ 18 agujeros o ≥ 45 ha Todos
(Tabla1) Proyectos del sector de la construcción cubiertos por la legislación del AIA
Centrada fundamentalmente en los impactos específicos asociados a la localización concreta de la actividad el análisis del ciclo de vida funciona de modo complementar ampliando el alcance de la evaluación por la cuantificación de las valoraciones en criterios más objetivos capaces de balizar más que la localización. Como método de evaluación de los aspectos medioambientales y de los impactos asociados con un producto, el ACV evalua las cargas ambientales asociadas a un producto, proceso o actividad, identificando y cuantificando el uso de materia y energía y los residuos dispersados en el entorno.
Retratando los estudios recientes de evaluación à la escala de barrio se revelan muí diversas y poco consensuales las perspectivas y amplitudes de cobertura. El Merton rule con su lógica catastral de acompañamiento en tiempo real de la eficiencia energética exige la utilización de fuentes renovables de energía en el local abrigando el munícipe a crear un certificado de nascença y à la constante monitorización de la performance energética. El LEED neighboorhood development3 esta estructurado en las categorías Design y Green Infraestructure, Neighborhood Pattern y Buildings Smart Location&Linkage y promueve el crecimiento sostenible por medio de una variedad tipológica de habitación y de la mejoría de cualidad de vida en conjuntos urbanos compactos, de la movilidad con mínimo tráfico por un fácil acceso al espacio público e equipamientos de ocio, una red viaria conectada y un fomento de la densidad critica de usos mistos que aproximen la vivienda del trabajo; El BREEAM4 integra una diversidad de parámetros de sostenibilidad más amplio para edificios nuevos o existentes, residenciales o mistos y de pequeña, media o grande escala en cinco categorías: clima y energía, recursos, transporte ecología y economía; El DGNB5 evaluando los aspectos del urbanismo, ambiente urbano, arquitectura, sociales, de identificación, de la participación y de la ecología está basado en el estabelecimiento de valores limites percibiendo la entidad como un sistema abierto con un rollo en el organismo completo de la ciudad. El proyecto Bridge busca cuantificar los impactos ambientales por el gasto energético, de agua, carbono y contaminantes à la escala local, traduciéndolos en consecuencias socioeconómicas. En Portugal se destaca el sistema de evaluación LiderA, desarrollado específicamente para la realidad forneciendo una evaluación de la sostenibilidad de la construcción y de ambiente construido según tres niveles: estratégico, de proyecto y de gestión del ciclo de vida. En este sentido, en el ámbito de la estructura física de la urbanización se destaca el estudio del Plan Especial de Indicadores de Sostenibilidad Ambiental de la Actividad Urbanística de Sevilla, el cual se toma como base para orientar este estudio. En el mismo se busca el equilibrio urbano entre espacios dedicados a la funcionalidad y la organización urbana y los espacios dedicados al ciudadano, al relax, la tranquilidad y el contacto con el verde. La vida en el espacio público sustentada principalmente por la presencia de personas en él y la actividad, se reafirma como uno de los principales atractores. Se entiende que las relaciones multivariadas que proporciona el contacto son parte fundamental para la estabilidad social, la tolerancia y el "crecimiento" individual y colectivo. El paquete de indicadores del Plan Especial, atiende a los dos modelos de ciudad: sostenibilidad y conocimiento y, por tanto, aborda los dos retos que tenemos como sociedad según la siguiente estructura temática:
3 LEED Rating Systems 4 BRE Environmental Assessment Method 5 Deutsches Gütesiegel Nachhaltiges Bauen
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[1]. Indicadores relacionados con la Morfología Urbana [2]. Indicadores relacionados con el Espacio Público y la Movilidad [3]. Indicadores relacionados con la organización urbana: la Complejidad [4]. Indicadores relacionados con el Metabolismo Urbano [5]. Indicadores relacionados con la Biodiversidad [6]. Indicadores relacionados con la Cohesión Urbana
La sostenibilidad en el planeamiento y diseño urbano De acuerdo con Ruano (2000), el Ecourbanismo o Urbanismo Sustentable es una nueva disciplina que articula
múltiples e complexas variables y incorpora una aproximación sistémica al deseno urbano con una visión integrada y unificada aportando como consecuencia la superación de la división clásica del urbanismo tradicional y sus criterios formales y estilísticos. Partiendo de este nuevo paradigma debemos establecer una relación dialéctica entre el planeamiento estratégico y el diseño urbano. Charles Kibert (1994), considerando todo el ciclo da vida y que los recursos de construcción son lo materiales, el suelo, la energía y el agua, define como construcción sostenible la “creación y gestión responsable de un ambiente construido saludable, con consideración en los principios ecológicos y en la utilización eficiente de los recursos”.
La sostenibilidad en el planeamiento urbano establece actualmente como directrices el ahorro energético derivado de la orientación de las calles maximizando el potencial solar pasivo y de la composición de los espacios adyacentes; la disminución del gasto de agua por la selección de plantas nativas, re‐uso del agua gris y de la lluvia y sistemas de reducción; La reducción de la polución ambiental disminuido los ruidos, el smog y la polución lumínica. Se impone el descenso de la pegada ecológica y el incremento de la cualidad de vida por la reducción de los residuos de construcción, uso y demolición, fomento del uso de energías renovables y mantenimiento de los espacios naturales promoviendo la devolución del agua de la lluvia à los acuíferos. Así, es necesario planificar y diseñar la ciudad actual considerando los requerimientos sostenibles de sus habitantes tratando de comprender e interpretar las consecuencias de las decisiones de planificación y diseño en la interpretación de los impactos ambientales resultantes del ordenamiento del entorno físico y protección del hábitat, retomar el concepto de Arquitectura y Ciudad como medio ambiente humano por excelencia.
Los cambios en la morfología de las ciudades provocan impactos ambientales significativos que influyen en la sostenibilidad del hábitat construido (Shiller 2002), el desarrollo del tejido urbano y sus componentes han experimentado una aceleración en los cambios provocando impactos ambientales. Estos impactos dependen de las condiciones climáticas específicas, las tendencias históricas de desarrollo urbano y la influencia de las actuales tendencias en el marco de la globalización en tecnología y diseño que afectan directamente la calidad de vida de los habitantes y contribuyen, adicionalmente, al cambio climático de creciente preocupación a nivel mundial. Sin embargo, es posible reducir los impactos con medidas de planeamiento urbano y control en un marco de evaluación ambiental para mejorar la eficiencia de los componentes urbanos y el acondicionamiento de los espacios de uso público en las ciudades.
La calidad ambiental expresa como sostenibilidad ambiental plantea que la única manera de reducir los impactos negativos en el ambiente urbano construido pasa necesariamente por la consideración de las características climáticas del entorno en el que nos movemos, utilizando correctamente los diferentes elementos del clima en una adecuada planificación de la ciudad y sus actividades (Felipe Hernández García 2000). Según el autor, un nuevo concepto se impone ‐calidad climática‐ que implica una serie de medidas con la integración de los elementos climáticos
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del entorno en los niveles de planificación y construcción para obtener las mejores condiciones ambientales en los espacios urbanos y en los edificios, los dos espacios en los que la población pasa la mayor parte de su tiempo. Desde la óptica climática la idea de calidad ambiental es paralela a las relaciones hombre/clima y estas relaciones han marcado de forma importante las diferentes etapas del desarrollo de las sociedades humanas. En este contexto el clima adquiere un nuevo protagonismo y su influencia se manifiesta de formas muy variadas que en numerosas ocasiones se ven multiplicadas por una inadecuada utilización de los recursos del clima o una incorrecta ocupación y utilización del espacio. La sostenibilidad del ambiente construido (Shiller 2002) depende no solo de la capacidad de controlar el uso de energía en edificios y favorecer el manejo adecuado de los recursos físicos, sino que afecta además los niveles de calidad ambiental de los espacios exteriores aptos para la vida urbana. Según Álvarez Lopezi (2004) el análisis y valoración de las variables climáticas constituyen un componente esencial dentro de los planes de desarrollo propuestos para las zonas urbanas dado que, la ciudad es quien tiene un nexo único con el paisaje circundante. Álvarez plantea que los estudios del microclima permiten conocer los efectos que ejercen las edificaciones en el entorno y su influencia en el ámbito urbano, lo cual puede motivar a los “usuarios de ciudad”, afectar sus percepciones y contribuir a la sustentabilidad.
El microclima en las ciudades es interpretado como el conjunto fluctuante de condiciones microclimáticas en relación a las características urbanas que caracterizan la ciudad. La definición sobre “clima urbano ideal” (Katzschner, 2000) consiste en la provisión de espacios con microclimas confortables y distancias reducidas. Una nueva arquitectura y un buen urbanismo tienen necesariamente que relacionar al hombre, la arquitectura y el clima logrando una conciliación entre ellos. Dadas las condiciones climáticas y morfológicas predominantes en el área urbana, los temas de soleamiento, proyección de sombras, iluminación natural y movimiento del aire, son relevantes (Shiller 2002). En el espacio exterior estos aspectos definen el grado de confort experimentado por los habitantes, por tanto, el sol y la sombra son condiciones necesarias para promover buenos niveles de habitabilidad y uso del espacio exterior, es necesario considerar los efectos ambientales acorde a la orientación, sombras arrojadas, tipologías edificatorias y además el viento como factor que afecta el nivel de confortabilidad del espacio exterior. Desde el punto de vista urbanístico, los diversos factores topográficos, de vegetación, de suelo o masa edificatoria particularizan los efectos del viento, el tipo de superficie por la que discurre, los obstáculos edificados y la localización de elementos urbanos que lo afectan.
En la planificación urbana el espacio urbanizado se da producto de la interacción entre la base natural de la ciudad, la población allí asentada y la infraestructura construida (SEMECO 2002), por tanto es necesario mantener el equilibrio entre estos tres elementos debido a que la afectación de uno de ellos repercute en los otros. La optimación medioambiental sostenible (Esther Higueras 2000) recomienda considerar la ordenación globalmente y concretar líneas prioritarias de actuación particularizada al territorio, estima que no caben soluciones maestras, cada sitio con su entorno y características necesitará de unas medidas específicas dentro de su propia integración territorial. Se trata de analizar las condiciones del medio de forma que la ordenación esté realmente equilibrada con su medio, diseñar convenientemente la red de espacios libres urbanos adaptados a este territorio como un sistema capaz de corregir y moderar el microclima local además de servir como espacios de relación y uso social, planificar con densidades moderadas cuyos costes de infraestructuras, energéticos e impacto sobre el medio circundante sean menos elevados y aprovechen los recursos naturales; sol, viento, agua de lluvia, controlar los residuos y incentivar técnicas arquitectónicas de acondicionamiento para ahorro energético. Se destacan las variables de soleamiento, radiación, sombra, temperatura, régimen de vientos e iluminación natural, la estructura y condiciones morfológicas urbanas, planificación, ordenación, ocupación y edificabilidad en relación a la morfología, diseño y elementos urbanos, abarcando lo referente a tejido urbano, condiciones de la parcela, topografía, orientación, implantación y forma, tipología edificatoria, densidad y altura de las edificaciones. Por fin la edificación, condiciones, envolvente, alineación, componentes constructivos, materiales, pavimentos, suelos, cubiertas y muros y condiciones estéticas de las fachadas: cuerpos volados, aleros, textura, color y configuración.
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Recientes tendencias en desarrollo urbano señalan que un factor crítico en el proceso de cambio morfológico del tejido urbano radica en la tendencia a favorecer desarrollos que influencian la forma edificada e impactan a su vez sobre la calidad ambiental de los espacios que bordean los edificios y la conformación espacial del tejido. La modificación de la trama urbana produce impactos negativos (Silvia de Schiller 2000), impacto visual en el caso de ruptura de la masa edificada convencional, impacto eólico por el aumento excesivo de la velocidad de viento, impacto solar por excesivo asoleamiento en los espacios urbanos, estos impactos influencian el uso de los espacios urbanos adyacentes a los edificios y modifican las acciones y actividades relacionadas con la actividad pública. No siempre se pueden escoger las condiciones más favorables, pero la referencia al clima, vegetación, topografía y al tejido edificado tienen que ser un primer paso para su aprovechamiento y para proteger al usuario de condiciones adversas [Casado, 1996]. Estudios realizados destacan impactos ambientales en el tejido urbano directamente derivados de la morfología edilicia, en relación a densidad y forma de la masa edificada que afecta la escala urbana y los sectores micro‐urbanos.
Los siguientes factores determinan la calidad térmica ambiental urbana:
CLIMA CARACTERISTICAS URBANAS EDIFICACION
Sol
Radiación solar
Sombras
Orientación
Vientos
Vegetación
Iluminación
Estructura y morfología urbana
Tejido urbano
Ordenación
Tipología de edificios
Organización
Localización
Densidad
Altura de las edificaciones
Condición de las edificaciones
Componentes constructivos
Envolvente edificatoria
Elementos de la edificación
Características constructivas y
condiciones estéticas
Materiales
Pavimentos y suelos
Cubiertas y muros externos
(Tabla2)
En este contexto es importante proporcionar un marco instrumental para evaluar la sustentabilidad urbana con criterios y técnicas que permitan detectar y regular las decisiones de planificación y diseño ambiental en los proyectos y en las estrategias de planeamiento a adoptar.
La Área Metropolitana De Lisboa
En posición ventajosa en termos climatéricos para la práctica de arquitectura y urbanismo bioclimático, el Área Metropolitana de Lisboa posibilita una abordaje en el periodo de Verón y invierno con resultados potencialmente muí atractivos en la procura de respuesta al idílico desarrollo sostenible. Con el auxilio de tres casos de estudio se pretende obtener un conjunto de estrategias bioclimáticas comunes à la AML, distinguir la influencia de la especificidad contextual en las resultantes y discernir la cualidad de la metodología en las mallas urbanas. El respeto por la especificidad de cada lugar es una exigencia intrínseca del Urbanismo Bioclimático, por lo que, inicialmente, la investigación pasará por la identificación, sistematización y codificación de las normas de diseño necesarias para el desarrollo sostenible de los planes urbanísticos en el total de la AML, induciendo posteriormente à la adopción de
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premisas especificas de cada área notablemente influenciada por la topografía y por el microclima rechazando los demás, no aplicables à su particularidad. La respuesta a estos supuestos del dominio proyectual urbano adoptará las metodologías de evaluación de la eficiencia de la construcción con carácter reglamentar en la realidad Portuguesa (RCCTE6 e RSECE7), para extenderse à la arquitectura y luego se cruzará con el potencial de energía renovable de la AML y el conjunto de los indicadores de sostenibilidad necesarios al encerramiento de cada uno de los restantes ciclos del ecosistema urbano.
Según la clasificación de Koppen el clima de la tierra está dividido en 5 regiones, el clima tropical húmedo, el seco, el temperado con invierno suave, el temperado con invierno rigoroso y el polar. El clima de Portugal Continental, según esta clasificación esta dividido en duas regiones (Fig3): una de clima temperado con verano lluvioso y verano quiente y seco (Csa) y otra de clima temperado con invierno lluvioso y verano seco y poco caliente (Csb). El clima temperado mediterraneo caracteriza regiones situadas entre las latitudes de 30º y 40º. Es el único donde la estación fría está asociada à la lluvia, pues en el verano es casi nula. Los inviernos son caracterizados por temperaturas amenas debido à las corrientes marítimas calientes y los veranos calientes y secos debido a los centros barométricos de alta presión. En las áreas costeras los veranos son más frescos debido à las corrientes frías del océano.
De tipo mediterráneo, caracterizada por el verano caliente e seco e por la concentración de la mayor parte de la precipitación en el período entre Octubre e Abril, las características del clima de la región de Lisboa dependen de factores geográficos regionales como la latitud e la proximidad del Océano Atlántico, que le confiere una cierta amenidad térmica (temperatura máxima media de Julio 27.4oC en Lisboa/Gago Coutinho; mínima media de Janeiro, 8.2oC) e un régimen de vientos marcado por una elevada frecuencia de vientos de Norte e NW. Según La topografía accidentada de la ciudad de las siete colinas e su posición “beira‐Tejo” condicionan igualmente su clima, resultando el clima urbano, a la escala local e microclimática, de los cada vez más cambios impuestos por la morfología urbana. Manteniendo‐se el fuerte crecimiento urbano verificado en los últimos anos en el Norte e noroeste de la ciudad, las urbanizaciones, implantadas según un modelo “caótico”, crían una barrera à la progresión de los vientos dominantes y simultáneamente un problema ambiental grave en la ciudad. La falta de ejes estruturantes largos y aireados que constituyan corredores de ventilación de manera a permitir que el viento dominante de Norte pueda limpiar la ciudad,
6 Regulamento das Características de Comportamento Térmico dos Edifícios 7 Regulamento dos Sistemas Energéticos de Climatização em Edifícios
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empeora las condiciones de ventilación en el sur de la ciudad contribuyendo para aumentar los picos de polución en ciertos locales y el malestar térmico estiva, o mismo para incrementar la intensidad de las vagas de calor (Alcoforado, 1992).
(Fig4)Rumos del viento en Lisboa/Portela (medias horarias, periodo de 1971‐1980, Lopes,2003)
Conclusiones
En el contexto portugués las cuestiones ambientales surgen, no rara vez solamente en respuesta à las presiones de la exigencia colocada por la legislación ambiental, externa al planeamiento que resultado de las presiones externas se ve traducido en la creación de nuevos planes de criticable multiplicidad, amplitud territorial o tutela y no de un proceso de pensamiento crítico sobre la experiencia adquirida. Mejorar la contribución del planeamiento en el que respecta al ambiente urbano pide nuevos métodos, prácticas y envolvimiento ambiental de los agentes. La evaluación sistemática del proceso de planeamiento, de los planes e del resultado de su implementación constituye elemento clave para la lectura y interpretación de los problemas a corregir presentando las buenas prácticas a utilizar. La evolución de la legislación ambiental sobre el aire, el ruido, el agua y la biodiversidad aportó nuevas demandas al planeamiento con importantes exigencias técnicas pero mucho hay que hacer para que las cuestiones ambientales no sean más encaradas como condicionantes pero como oportunidades para cualificar el desarrollo territorial.
El programa POLIS8, propuesto con el objetivo de promover la recualificación urbana e valorización ambiental de las ciudades incide apenas en partes de débil efecto multiplicador sobre el todo y sus planes no son muy distintos de las prácticas habituales de proyectar y planear en Portugal, cerradas al público o à la integración de aspectos ambientales en las fases iniciales del proyecto urbano. Las intervenciones de destaque no acompañan la evolución del conocimiento en materia de sostenibilidad urbana y se evidencian necesidades como la de zurcir el tejido urbano, de reflejar sobre los efectos ambientales de los actuales sistemas de tributación urbanística, de generalizar el transporte público con interfaces atrayentes, de promover los mecanismo que impelen los promotores y constructores a utilizar métodos y materiales más consonantes con los requisitos de ahorro de energía, captación y re‐uso de agua y cualidad del aire percibiendo la ciudad como un ecosistema con su metabolismo proprio de consumo de recursos y producción de residuos . Imperativa es la necesidad de evaluar y monitorizar la implementación de las medidas y estrategias que incite los arquitectos y urbanistas a desempeñar un papel más preponderante, planificar adecuadamente el espacio urbano con una utilización correcta de los diferentes elementos del clima a fin de favorecer el equilibrio ambiental y la utilización efectiva y natural de los espacios privados y públicos.
8 Programa de Requalificação Urbana e Valorização Ambiental das Cidades
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El objeto es comprender las consecuencias de las decisiones de diseño, interpretar los impactos en la planificación urbana y determinar los factores ambientales que inciden en el deterioro de la calidad ambiental del espacio urbano local. El estudio de las particularidades del desarrollo urbano, el manejo de los recursos climáticos y el análisis de las necesidades de los usuarios permite conocer el proceso de desarrollo y consolidación del hábitat construido, el manejo adecuado de las características climáticas locales, las condiciones morfológicas presentes y los efectos de interacción entre estos factores, a fin de prever situaciones desfavorables y alteraciones sustanciales que afecten la calidad térmica y confort del entorno.
Se plantea profundar los fundamentos teóricos para el diseño urbano sostenible por la definición del conjunto de criterios y indicadores necesarios al encerramiento de cada uno de los ciclos del ecosistema urbano, enfatizando en su relación con el clima y el lugar. Partiendo de la metodología elaborada internacionalmente para la evaluación de edificios VERDE que consiste en evaluar la reducción de los impactos del edificio y su emplazamiento por la implementación de medidas, tanto en estrategias de diseño como en factores de rendimiento agrupando las medidas en una lista de criterios de sostenibilidad permitiendo la caracterización por aspectos específicos como el consumo de energía primaria, emisiones de CO2, consumo de agua potable, etc. Para hacer operativa la evaluación de cada criterio, es necesario asociarlo con uno o más impactos y recoger del indicador un valor numérico en su unidad de medida (kWh/m2 año, Kg CO2 equv./m2 año, l/persona día). Los criterios que ahí se evaluaban en dos grandes grupos relacionados con la parcela y el edificio se plantea evaluar en esta metodología en nuevos desarrollos y desarrollos consolidados relacionados con la escala de manzana, vecindario y barrio‐ciudad en parámetros como la localización y ordenación, la estructura urbana, la compacidad, complejidad y eficiencia en el consumo de recursos. La adopción de esta metodología exige la elaboración de una lista de criterios bioclimáticos asociados a una planificación urbanística y cada uno de estos criterios deberá desarrollarse de acuerdo con el siguiente formato:
1. Nombre del criterio 2. Objetivos del criterio 3. Impactos asociados 4. Contexto 5. Normativa aplicable 6. Método de cálculo del criterio 7. Benchmarking 8. Documentación de referencia
Así constituyen objetivos de la investigación:
‐ La organización de una base documental de los principales indicadores para la escala urbana propuestos por los diferentes organismos, países y programas de evaluación, descreyendo su contenido y analizando críticamente sus ventajas y inconvenientes;
‐ El profundizar del conocimiento urbano bioclimático para la definición de criterios de evaluación que descodificados en indicadores sistematicen el conocimiento bioclimático necesario al encerramiento de los ciclos urbanos, delimitando la área de acción urbana con el RCCTE y RSECE como extensión à la arquitectura y graduando la aproximación a estés del Layout urbano y evaluando su incorporación.
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‐ La caracterización del Área Metropolitana de Lisboa, el profundizar del conocimiento sobre su clima, el estudio de la influencia del clima en su tejido urbano, red viaria e espacios verdes. Percibir sus alternancias topográficas generales y la definición de microclimas, estudiarlos en relación con la morfología y sintetizar las condicionantes del medio cuantificando sus necesidades en relación a sus limitaciones de retorno energético;
Los autores arguyen las siguientes cuestiones: Como primera hipótesis general surge la compatibilidad entre la metodología de evaluación del edificado VERDE y la evaluación de asentamientos urbanos. Cuales los impactos ambientales y de eficiencia energética más relevantes à la escala urbana y como definirlos y clasificarlos en criterios de evaluación? Como se configuran en ciclos bioclimáticos y de qué modo la interrupción de estos se trasfigura en una escala de mensuración de impactos? Cuales se aplican al caso de estudio, de qué modo se podrá aplica a planificaciones existentes y futuras y cuál es su índice de complementariedad con las normativas en vigor en Portugal? La oportunidad está en tornar perceptibles los momentos de ajuste y de desajuste de la morfología urbana de AML con su clima y microclima, percibiendo las implicancias en las facturas energéticas y ambientales permitiendo disponer de información útil a la reducción de los impactos locales y globales de nuestras ciudades, informar de forma estratégica y pragmática para que posamos intervenir en una fase efectivamente útil de planeamiento, comparar respuestas, determinar el potencial del sujeto de evaluación y del urbanismo bioclimático, modelar los territorios del AML en un escenario de sostenibilidad, contribuir para su atractivita y competitividad y demonstrar que podemos actuar de modo más sostenible al nivel de planeamiento urbano con la introducción de la premisa bioclimática en una fase de anticipación à las condicionantes, contrariedades y consecuencias para la cualidad de vida y factura ambiental de lo edificado y espacio urbano
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