VICENTE SAENZ

La Doctrina de Monroe

frente a los Nazis en América......

1823-1940

EDITORIAL IBEROAMERICANA542 West 112th Street

Nueva York

Copyright 1940

EDITORIAL IBEROAMERICANA

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PALABRAS EXPLICATIVASVicente Sáenz - a secas, sin adjetivos que no dl!lSea- se

encuentra desde mediados de junio en Nueva York, arreglandosus apuntes para una serie de conferencias que le han sido so-licitadas, y que dará sin interrupción, haeu: septiembre, envarios centros intelectuales de Estados Unidos.

Editamos en esta Casa BU obra fundamental, "España He-roica", la más completa y documentada aportación a la verdadsobre la tragedia I!ISpañola,apenas comparable a otro gran librosuyo, "Rompiendo Cadenas", editado por la Universidad Nacio-nal de México.

Un nuevo estudio del escritor costarricense, que conocetan a fondo los problemas de América y de Europa, causa siem-pre sensación en los círculos estudiosos del mundo español yamericano. Pero si lo que escribe se refiere, además, a unahistoria contemporánea desquiciada, sangrante y dolorosa, qWlél mismo ha vivido en España y al regresar a Costa Rica, harácose de un año, mayor fuerza y más hondo valor humano co-bran entonces sus alegatos y sus opiniones.

Eso es lo que ha querido la Editorial Iberoamericana alsolicitar le, para darlo sin demora a las prensas y al público,el actual trabajo: obtener su opinión sobre la realidad europeay americana para mandarla impresa a todo el continente y pa-ra hacerla circular, el 20 de julio, entre los señores delegadosa la próxima Conferencia Panamericana de la Habana.

Queda así explicado el por qué de esta publicación. Pres-tamos un servicio. Cumplimos, los editores y el autor, con undeber hacia nuestra América, hacia los ideales arraigadamentedemocl·áticos que son nuestra más preciada herencia, hacia lalucha contra eL despotismo y contra la barbarie desatada ac-tualmente sobre el mundo.

EDITORIAL IBEROAMERICANA,r- A. Camacho, Gerente.

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Vicente Sáenz visto por su Compatriot4, elgran pintor y di(¡ujante costaniceme,

Manuel de la Cruz Gonzá.ez

I

La Doctrina de Monroefrente a los Nazis en América

ESBOZO SINTETICO DE 1823

Empieza el siglo XIX. Domina en Europa Napo-león, el gran guerrero. que gana batallas y conquistapueblos. Cae en España el régimen de los Borbonesy queda establecido el de los Bonapartes. Un gransacudimiento estremece a toda una raza, raza nuevaamericana, que quiere libertad.

Hidalgo lucha en México. San Martín en el Sur.En Venezuela Miranda. La heroica gesta se prolon-ga varios años, Caen unos patriotas. Otros, invenci-bles, van surgiendo de las pampas argentinas, de lasselvas del Orinoco, de las crestas del Cordoncunca,de los bosques seculares del Amazonas.

¡Adelante! Napoleón está vencido: su hermano. Jo-sé Botellas salió de España, pero ha vuelto al tronode los Alfonsos y de los Felipes el felón siniestro. deFernando. VII. Ya son libres las provincias Unidas delRío de la Plata. De la acción de Chacabuseo se alzaChile como.pueblo soberano. México.confirma su in-dependencia. Colombia y Venezuela quedan liberta-das en Boyacá y en Carabobo.

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Centro América, sin derramamiento de sangre, plá-cidamente porque España no puede distraer allí susfuerzas, logra también emanciparse y entra como unasola entidad en su período autónomo, unida, cohe-síonada, como lo fué en tres siglos de coloniaje.

Pero todavía la obra no está completa. Las legionesde Bolívar - el gran guerrero que gana batallas y li-berta pueblos -, saltan de cumbre en cumbre, reco-rren llanos, bajan a los abismos y dan un nuevo golpea la dominación de España - ¡la España negra deferretería en el pecho! -, ganando en Pichincha lasoberanía del Ecuador.

[Adelante! Falta el Perú. Falta Bolivia. Los hú-sares de Junín, los llaneros tropicales, los gauchosargentinos están firmes en su puesto, capitaneadospor el Libertador y sus indomables lugartenientesSucre, Córdoba, La Mar, Garzón, Necochea, toda unapléyade de soldados que jamás se rinden y que hanido siempre a la victoria. Y vela, sereno, por laindependencia, el noble y generoso militar, de con-textura civil, Francisco de Paula Santander.

Llega entonces una voz del Norte que se une alconcierto triunfal de Hispano América. Es.la voz deotra raza, de otro pueblo joven. que luchó asimismopor la libertad. Es la voz de Henry Clay que pideal Senado de Washington el reconocimiento de aque-llas repúblicas hermanas. Es la voz de ciento cin-cuenta senadores que votan, decididamente, en favorde la proposición de Clay. Es la voz que proclama

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el Panamericanismo sobre bases de defensa continen-tal, de cooperación, de respeto, de libertad, de de-mocracia, de humanidad y de justicia.

** *De manera que hace más de cien años, en 1823,

nació efectivamente la idea de cooperación continen-tal americana. Según las crónicas de aquella época,Henry Clay y sus compañeros del Senado se impa-cientaban porque el Gobierno de Washington no re-conocía sobre la marcha, como ellos insistentementelo pedían, a los nuevos Estados de la América espa-ñola. Les fascinaba - ha escrito Charles E van sHughes - "el glorioso espectáculo de varios millonesde habitantes luchando herodcarnente para rompersus cadenas y ser libres". Y querían, entonces, quea los patriotas sudamericanos se les apoyara eficaz-mente contra la vieja y agresiva Europa.

John Quincy Adams, Secretario de Estado, no obs-tante su marcada simpatía por el movimiento auto-nomista del Sur, tuvo sin embargo que ceñirse a lasprácticas de la diplomacia, considerando al principioque se trataba de una guerra civil y que, por lo mis-mo, debía procederse con cautela. Pero tan prontoiba perdiendo España el dominio de sus colonias, elreconocimiento y la fuerza moral y oficial de Wa-shington eran los más firmes aliados de la libertadamericana.

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ESENCIA DE LA DOCTRINA DE MONROE

Así, cuando estaba en su apogeo feroz la SantaAlianza, y mitras y coronas pusieron sus ojos en His-pano América tratando de iniciar la reconquista, oyó-se de nuevo la voz del Narte para decirle al mundoestas palabras, que forman la esencia de la Doctrinade Monroe:

"Se ha juzgado propicia la ocasión para estable-cer, como principio que afecta los derechos e inte-reses de los Estados Unidos, que el ContinenteAmericano, por la libre e independiente condiciónque ha asumido y mantenido no debe, de aquí enadelante, considerarse como sujeto a la coloniza-ción futura por parte de una potencia europea.

"Debemos a la verdad y a las relaciones amisto-sas existentes entre los Estados Unidos y estas po-tencias europeas el declarar: que consideraríamostoda tentativa de su parte que tendiera a extendersu sistema a cualquier porción de este hemisferio,como atentatoria a nuestra paz y seguridad.

"No nos hemos inmiscuido ni nos inmiscuiremosen las colonias y dependencias europeas existentes;pero en cuanto a los gobiernos que han declaradosu independencia - y a los que hemos, tras madu-ra reflexión, reconocido - no podríamos considerarinterposición alguna con objeto de oprimirlos o deotro modo guiar sus destinos, más que como unamanifestación de índole poco amistosa hacia losEstados Unidos."

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•• •La realidad mundial de 1823 hizo que naciera la

Doctrina de Monroe, proclamada el 2 de diciembrepor el Presidente de una democracia que a la sazónno disponía de acorazados, ni de hombres aguerridos,ni de fuerzas suficientes para enfrentarse a los ejér-citos de la reacción europea, ultra conservadora, ul-tramontana y de gran potencia bélica.

Pero los veteranos del sur, descendientes de los in-cas, de los aztecas, de los araucanos y de los españo-les auténticos, sí estaban listos para llegar hasta elfinal. Y pudieron entonces contestar a las amenazasde Europa con nuevas batallas, con nuevas victorias,hasta coronar la Iibertad del nuevo mundo en Aya-cucho, un año después de haber lanzado su reto aEuropa el Presidente James Monroe.

De haber puesto la Santa Alianza sus planes enejecución, con divisiones europeas combinadas, ha-brían tenido que luchar los agresores contra fuerzasmateriales probadas en México y en el sur comoinvencibles, y contra la enorme fuerza moral de lanueva doctrina americana.

Las hazafias, las proezas, los épicos combates delos Iibertadores, eso ciertamente era la acción. Y laspalabras de Monroe, sin duda, un fuerte lazo de mu-tua comprensión y de acercamiento interamericano,que permitía erguirse al hemisferio occidental, vigo-roso y altivo, destruyendo prejuicios y deshaciendoautocrccias, contra la vieja Europa, soberbia, fanati-

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zada, imperialista, cuyos monarcas fraguaban opre-siones y atentados, así en sus propios países como enlejanas y codiciadas tierras al otro lado del mar.

TAMBIEN EUROPA QUIERE LIBERTADMas he aquí que al correr de pocos años el pano-

rama político cambia totalmente en Europa. La de-claración francesa de los derechos del hombre y delciudadano no se ha perdido, a pesar o a través de laviolencia thermidoriana, de las guerras napoleónicasy del Imperio. Antes al contrario, los principios demo-crático liberales de 1789 - e incluso las nuevas leyesque fué imponiendo Bonaparte, allí donde sus armasquitaban y ponían coronas-se afirman cada vezmás en la conciencia de los europeos.

Ya no podrán los reyes de Prusia, ni los czares,ni los Borbones, ni Fernando VII, ni el Emperadorde Austria, ni el tortuoso Metternich, cerebro y bra-zo derecho de la Santa Alianza, seguir dominandocon la represión, en todos sus extremos, a los pueblosrevolucionados del antiguo continente. [Menos aúnhabrían entonces de soñar con la reconquista deAmérica, imposible para ellos, los reaccionarios deuna entente artificial de espadas, de cetros y debáculos, que no servían siquiera para el uso legítimoa que estaban destinados!

** *Al avanzar el siglo, entre 1832 y 1850, el liberalis-

mo es la doctrina de las clases medias, de los hombres

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de letras y de los profesionales en los países euro-peos del Mediterráneo, en las naciones escandína-vias, en Inglaterra, en Suiza, en Bélgica, en Holanda;y, desde luego, se acogen también el ideario liberallos emigrados políticos húngaros, poloneses, austria-cos, alemanes, rusos, etc., que pueden refugiarse ylaborar intensamente, sobre todo en Londres y enParís, ansiosos de libertad, de civilización y de cul-tura.

Pero se ha efectuado, al mismo tiempo, un cambiotan profundo en los medios de producción, como con-secuencia del desarrollo de la industria en gran es-cala, que junto a los liberales van surgiendo los te6-ricos socialistas de todas las tendencias. Y comoresultado de las crisis que provoca el maquinismo,eje de la revolución industrial, se van organizandolos obreros para su defensa como clase, ya que lamáquina - al servicio de unos pocos y no en fun-ción social-, lejos de mejorar empeora las condi-ciones de vida del proletariado .

•• •1848y los años que siguen son de enorme trascen-

dencia histórica, con sus motines, sus libros, los parti-dos radicales y reformistas que se forman, los míti-nes al aire libre en el Hyde Park de Londres, lastribunas revolucionarias en distintas capitales euro-peas, la aparición de la filosofía marxista, las barri-cadas y los levantamientos en las calles de París.Los destellos del avance, más ideológico que prác-

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tíco hacia la transformación política y económicade la sociedad, se reflejan y repercuten en todas lasnaciones civilizadas.

En enero del 71 se opera un hecho de máximaimportancia en las relaciones europeas y en el fu-turo del continente, al formarse el Imperio alemánen el propio palacio de Versalles. Allí, en la gransala de los espejos - que habrá de servir más ade-lante para que los aliados cobren lo suyo a los teu-tones -, es proclamado Emperador del Reich Gui-llermo I de Prusia. En esa forma termina la guerrafranco prusiana del 70, derrotados en Sedán los ejér-citos de Napoleón III por las fuerzas de Bismarck yde Van Moltke.

ESTALLA EN 1914 LA GUERRA IMPERIALISTAAl hacer este relato sumarísimo del panorama eu-

ropeo en el siglo XIX - indispensable para darsecuenta exacta de la realidad americana, de la últimaguerra mundial provocada por el Kaiser, y de lo queocurre en nuestro días -, es imposible detenerse enfechas ni en detalles. No hay más remedio que sal-tar. Y saltando nos encontramos ya metidos en laterrible efervescencia de la primera mitad del sigloveinte.

Estalló, como tenía que estallar, la guerra impe-rialista. La afirmación rotunda: "como tenía que es-tallar", hecha por algún discípulo de Carlos Marx opor algún partidario del materialismo histórico, pro-vocaría gestos de incredulidad o de disgusto entre

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muchas personas, extremadamente católicas, distin-guidas y honorables, que no aceptan doctrinas "roji-zantes" ni quieren saber nada de los "rojos". Perono será un "rojo" quien lo diga, sino el propio Vati-cano en frases como éstas, usadas ya por el suscritoen varias ocasiones:

León XIII, en Rerum Novarum: "Más conformea equidad debería ser la distribución de los bienes,porque los pueblos están divididos en dos clasesde ciudadanos, poniendo entre ellos una distanciainmensa: una clase poderosísima que como tieneen su mano, ella sola, todas las empresas y todo elcomercio, atrae hacia sí, para su propia utilidad yprovecho, todos los marrantiales de la riqueza ytiene no escaso poder, aun en la administraciónde las cosas públicas.

"La otra clase es la muchedumbre pobre y dé-bil, con el ánimo llagado y pronta por lo mismo aamotinarse. La verdad es que unos cuantos hom-bres han puesto sobre las espaldas de la enormemultitud de proletarios un yugo pesadísimo, quedifiere poco del yugo de los esclavos."

Pío XI, en Quadragesimo Anno: "La organiza-ción económica contemporánea viola el recto ordencuando el capital esclaviza a los obreros o a la cla-se proletaria, con tal fin y en tal forma que los ne-gocios, y por lo tanto todo el capital, sirvan a suvoluntad y a su utilidad, despreciando la dignidadhumana de los obreros, la índole social de la eco-

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nomía y la misma justicia social o bien común detodos.

"Salta a la vista que en nuestros tiempos no seacumulan exclusivamente riquezas, sino que secrean enormes poderes y una prepotencia económi-ca despótíca en manos de unos pocos. Esta con-centración de riquezas y de fuerzas produce tresclases de conflictos: la lucha se encamina, primero,a alcanzar el citado poderío económico; se inicialuego una fiera batalla, con el fin de obtener el pre-dominio sobre el poder político, para abusar con-síguientemente de sus fuerzas y de su influenciaen los conflictos económicos; finalmente se enta-bla el combate en el campo internacional, en el queluchan los Estados unos contra otros.

"Emplean las potencias su fuerza y su poder po-Iítico para favorecer las utilidades económicas desus respectivos súbditos, o haciendo que la fuerzay el poder económico sean los que resuelvan lascontroversias originadas entre las naciones. Conrazón se habla de que cierta categoría de bienesha de reservarse al Estado, pues lleva consigo unpoder económico tal que no es posible permitir alos particulares su dominio, sin daño del mismoEstado."

•• •De modo que estalló en 1914la guerra imperialista,

como tenía que estallar, porque unos pocos adquieren"enormes poderes y una prepotencia económica des-

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pótica"; toman luego "el predominio sobre el poderpolítico"; y "finalmente se entabla el combate en elcampo internacional, en el que luchan los Estadosunos contra los otros, haciendo que la fuerza y elpoder económico sean los que resuelvan las contro-versias originadas entre las naciones."

Estalló, pues, el conflicto, que se prolongó cuatroaños, con todas sus atrocidades y con toda su bestia-lidad, quedando diez millones de soldados en loscampos de batalla. ¡Diez millones de hombres de laclase proletaria, "la muchedumbre pobre y débil conel ánimo llagado, pronta por lo mismo a amotinar-se"!, según el liberal pontifice que escribió Rerum.Nouarurn,

y como Su Santidad lo había previsto, la muche-dumbre se amotina; o está a punto de' hacerlo, sinremedio, antes de firmarse la paz y en la post guerra,viniéndose abajo el imperio de los czares, el de losHapsburgos y el de los Hohenzollern.

De otros Estados y coronas, al reajustar de nuevoel rrvipa de la sangrante y abatida Europa, se hacencargo los aliados victoriosos. El 28 de junio de 1919se firma el Tratado de Versalles. Han tenido lugarlas memorables asambleas en el mismo palacio, y enla misma sala monumental de los espejos, que sii-vi6de escenario a Bismarck para humillar a Franciadespués de la guerra del 70.

Vencida, pues, Alemania; derrumbado el imperio;abatida la soberbia del militarismo teut6n, no le que-

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da otro camino ?1 derrotado que someterse a la leydel vencedor. Limitación de armamentos. Indemni-zaciones de guerra. Libertad de pueblos, no alema-nes, que habían estado sujetos al dominio de Berlín:27,525 millas cuadradas se le segregan en la propiaEuropa. Pérdida de las colonias: un millón y cuartode millas cuadradas quedan bajo el mandato de lasprincipales potencias victoriosas.

APARECE HITLER EN ESCENAPero he aquí que apenas habrán transcurrido cua-

tro años cortos desde el fracaso de los Hohenzollern,y ya está organizándose en el Reich, hacida 1923,

'-un intenso movimiento contra el Tratado de Versa-lles. Lo dirige un pintor de puertas y ventanas, lla-mado Adolfo Hitler. Oculta su nacionalidad austria-ea, haciéndose pasar por alemán. La demagogia quepredica es convincente: el resurgimiento de Alema-nia, el predominio de los arios teutónicos, la gran-deza indiscutible del pueblo alemán, escogido porDios para dominar a los demás. ¡Y el desquite!"Deutehsland über alles".

Se puede hacer esa labor al amparo precisamentede la democracia, que 1'05 jefes del nuevo partidoaprovechan - siendo enemigos de la libertad y dela doctrina democrática - para tomar posiciones po-líticas destacadas merced, ni mas m menos, al sufra-gio electoral.

Los aliados, entretanto, prestan todo su apoyo mo-ral y material, todo su auxilio económico al Gobierno

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de una nación "que ya no es agresora", de tal modoque pueda rehacerse, poner en pie de producción sugran industria y cumplir sus compromisos con losprcpios vencedores, sin perturbar otra vez la pazdel mundo.

•* *De manera que el espíritu de la paz y de la asis-

tencia mutua prevalecen en Europa, terriblementesacudida y abatida después de la guerra del 14, sinque nadie se preocupe de las actividades que siguedesarrollando en Alemania el grupo "revanchista".

y prevalece, por añadidura, un espíritu tal demansedumbre, de bondad y de cooperación interna-cional en el Gobierno de Berlín, que ellO de sep-tiembre de 1926 se le abren de par en par las puer-tas de la Sociedad de las Naciones.

¡Son emocionantes los discursos de Aristides Brí-and, Ministro de Relaciones Exteriores de la Re-pública Francesa, y el de Gustavo Stresseman, Mi-nistro de Relaciones Exteriores de Alemania, con-testando el saludo de bienvenida del Presidente dela Liga, y agradeciendo la unánime votación proReich de las cuarenta y ocho naciones representadasen la Asamblea! [Allí, en Ginebra, sin odios, sinrencores, con serenidad, con un alto espíritu de [us-ticia, podrá revisarse y enmendarse el Tratado deVersalles!

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** *La ilusión, sin embargo, se desvanece pronto. Van

pasando los años y van pasando, al mismo tiempo,los estadistas alemanes de la paz. De pintar puertasy ventanas, de combatir desde la llanura a los Esta-dos vecinos y a las "razas inferiores", ha saltadoHitler, en 1933, a Canciller del régimen de Hínden-burgo

Alemania, entonces, se rearma. Aprovecha losmedios que han puesto a su disposición las demo-cracias; es decir, el capitalismo internacional- paraceñirme a los hechos con mayor exactitud -. Cons-truye fortificaciones. Construye acorazados. Reta,con la línea Siegfried, a la línea Maginot. Su flotade aviones y de submarinos es bien pronto amenazamuy seria contra las poblaciones abiertas y contratoda clase de navíos. Y sintiéndose fuerte al fin, parael primer ataque, ocupa en marzo de 1936 la zonade Renania.

A los pocos meses ya es aquel lunático pintor debrocha gorda, mesiánico, ególatra y supersticioso,que empezó su agitación en 1923, el Fuehrer omni-potente del Tercer Reich. En sus manos se concen-tran todos los poderes del Estado nazi. Y con len-guaje violento pronuncia su famoso discurso en elReichstag, a principios de 1937, en el que denunciael Tratado de Versalles y desafía, con la máximafuerza de su autoridad 'Oficial, a las potencias eu-

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ropeas que el desorbitado poseso austriaco consideraenemigas de Alemania.

EJE ROMA-BERLIN VERSUS EJELONDRES-PARIS

Desde un punto de vista absolutamente lógico pa-ra los que han estudiado el desarrollo y las crisisdel capital monopolista- por acumulación financie-ra, superproducción, subconsumo, carencia de mate-rias primas, etc. -, crisis que al agudizarse termi-nan en catastróficos choques internacionales; desdeun punto de vista rigurosamente científico en socio-logía, explicable y aceptable incluso para el Vatica-no, como se pudo ver en página anterior, la actitudrabiosa de Hitler está presagiando en el Reichstag lanueva carnicería que se avecina.

La lucha se puede definir, en otras palabras, comolucha sorda de dos ejes imperialistas, precursora dela guerra, sin que haya sitio para el engaño, para lafarsa puesta en boga por la propaganda, de que setrata de divergencias ideológicas.

Así se observa lisa y llanamente, con perfecta cla-ridad, desde 1936,en que los dictadores nazifascistasdeciden asegurarse en España, atacando e invadiendoa una nación que - a propósito de comunismo-no mantenía siquiera relaciones diplomáticas con elSoviet.

De modo que a la luz del entendimiento de cual-quier observador realista, medianamente preparado,

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la fórmula no puede ser más simple: Eje Roma-Berlínversus Eje Londres - París. [Intereses materiales![Necesídades biológicas! Lo que Mussolini ha dadoen llamar "espacio vital", porque los Estados moder-nos no emprenden cruzadas por ideas, ni se lanzana la destrucción en defensa de doctrinas abstractaso de lejanos y problemáticos peligros.

¡Imperialismo, entonces, contra imperialismo! Ci-vilizado, si se quiere - hasta donde un imperialismopueda serlo -; con inspiración humanista, liberal y-dernocrática, el de Inglaterra y Francia. Bárbaro,por el contrario; criminal y feroz hasta el sadismo;brutal, sanguinario y agresivo hasta tomar cariz sa-tánico, el de los dos amos totalitarios de Italia y Ale-mania.

Sus masacres vandálicas de seres indefensos queno estaban en las trincheras, de ancianos, de mujeresy de niños, pasarán a la Historia como símbolo delanti hombre, que también se podría llamar el hombrebestia.

EL CRIMEN DE TODOS CONTRA ESPAAA

Pero los estadistas europeos no se dan o no quie-ren darse cuenta de la realidad. El caso de Españaes elocuente. Allí estuve gran parte de la guerra; ydespués de haber vivido y sufrido lo más intenso dela tragedia española, preludio de la que hoy estáensangrentando, desmoralizando y desquiciando alas naciones europeas; después de haber acumulado

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las más horribles y torturantes experiencias de loque es la barbarie nazifascista, comprendo que falta-ría a mi deber de costarricense, a mi deber de his-panoamericano, a mi deber de hombre, si no conti-nuase proclamando mi odio al salvajismo y a la bru-talidad; si guardase silencio - dándome por vencidoal final de tanto dolor y de tanta lucha - ante lasvictorias de la swástica y de sus quintas columnas,amparado vil o medrosamente en el dicho de quele llaman Sancho al buen callar.

Es obligación de quienes nacimos en el nuevo mun-do, como también de aquellos que en este hemisfe-rio occidental respiran y encuentran 10 que no res-piraron ni encontraron en Europa; es obligación deunos y de otros defender y preservar al continenteamericano de 10 que hacen y predican los totalitarios.

Sus cobardes asesinatos colectivos desde la cabina- perdónese el barbarismo - de un avión; su sober-bia y sus "represalias", confesadas y gritadas por Hi-tler ante la faz del mundo, cuando ordenó el bombar-deo del puerto de Almería; sus crímenes monstruososcontra la naturaleza misma de la especie humana- por fuera y por dentro: en la carne del hombre yen su espíritu -, son un baldón que no podrá bo-rrarse de la Historia. Podría, tal vez, atenuarse, sien provecho de la justicia y de la civilización, paradominarlos y vencerlos, decidiera proceder tambiéntotalitariamente la parte buena y generosa de la hu-manidad.

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•• •Para sentir estas cosas que le quebrantan a uno

para siempre, hay que haberlas visto, hay que ha-berlas sufrido. Yo tuve la dolorosa oportunidad, co-mo muy pocos hispanoamericanos, de verlas y desufrirlas. Con los nervios crispados de indignaciónescribí en 1937,desde Madrid, Valencia y Barcelona,un llamamiento a nuestra América titulado El Res-plandor de España, cuyas tres ediciones circularonprofusamente. Unos cuantos párrafos dan idea cabaldel crimen de los totalitarios y de la tragedia de losespañoles:

"[Aeroplanos! ¡Impía matanza desde el aire!Tanques. Ametralladoras. Minas en los mares. Ca-ñoneo de puertos desarmados. Bombas incendia-rias. Bombas explosivas. Lanzallamas. Gases as-fixiantes. Ruinas. Explosiones. Fuego. Sangre.Destrucción. Cadáveres."[La barbarie científica sobre España y contra Es-paña! Sobre pueblos pequeños y humildes, ale-jados de los frentes de guerra. Sobre la poblacióncivil de las grandes ciudades, a la que quieren losinvasores y sus cómplices de adentro desmoralizarpor el terror.

"jEl terror! ¡El terror! Evacuación torturantede centros urbanos en peligro. Familias enterasque lo dejan todo, que todo lo pierden y abando-nan para salvarse.

"Han visto entre los escombros de casas vecinas

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los cuerpos destrozados del pariente, del abuelo,de la madre que dormía con su hijo al pecho, deltrabajador que reposaba en su cama con los ojoscerrados, después de largas horas de labor intensa,y despertó en la eternidad con los ojos desmesu-radamente abiertos.

"Salen del pueblo los supervivientes, bajo la nie-ve, bajo la lluvia, con los pies inflamados y el almadeshecha, en busca de un lejano rincón que losampare. Muchos no llegan. [Málaga, Málaga, ca-mino de Almería!

"A nadie respetan los obuses de los artilleros nila metralla que lanzan los aviones. Los modernosFiat, los S'avoia,los Romeo, los Junkers, los Capro-nis, los Falke, los Brummer y los Heinkels, vuelansobre los evacuados, sobre los montes, sobre las:carreteras, rojas de sangre y de vísceras deshechas.

"¡La barbarie científica está "civilizando"! Y eléxodo se convierte en gritos de angustia, en vocesde dolor, en cabezas cercenadas, en mujeres muer-tas, en niños con las entrañas al sol y al aire."

** *La cruel matanza, que comenzó en 1936 "por la

urgencia de evitar una revolución comunista", inven-tada por Berlín para distraer y asustar al Eje Lon-dres-París, se barbariza hasta lo más horrendo, enel curso de 1937 y de 1938. Millares de obuses yde bombas incendiarias han caído, día tras día, nochetras noche, sobre lVIadrid,Valencia, Barcelona, Sa-

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gunto, Tortosa, sobre la populosa región mediterrá-nea, sobre el territorio entero del Centro y de Le-vante.

En el norte, en el sur y en Euzkadi la destrucci6ny la matanza toman proporciones aterradoras. Ciu-dades y pequeños caseríos de la católica provinciavasca - como del resto de la península -: Elorrio,Ceanuri, Bolívar, Eibar, Yurre, Munguía, tantos pue-blos más, quedan en ruinas. ¡Y Durango! ¡Y la his-tórica y sagrada villa de Guernica!

Lo propio que en la tierra está ocurriendo en elmar. Hítler y Mussolini intensifican, cada vez conmayor fuerza, la ofensiva nazifascista contra España.Ya son dueños del Cantábrico. Y de un extremo aotro del Mediterráneo, en las costas de Argelia, enlas costas de Túnez, a la entrada de los Dardanelos,frente a Barcelona, frente a Valencia, son bombar-deados y hundidos barcos ingleses, españoles, fran-ceses, daneses, rusos, griegos, de cualquier naciona-lidad que mantenga relaciones con la democracia es-pañola.

Hacen el ataque submarinos, aviones o destructo-res cuya bandera y cuyos pilotos bien sabe el mundo- bien lo saben Blum, Eden, Chamberlain y Dala-dier - que son italianos y alemanes. Pero no se to-ma ninguna medida contra 10 que llama Londres"piratería desconocida", precisamente - según losfascistoides- porque es desconocida;y, además, por-que en Derecho - tal es la opinión jurídica del ma-ravilloso Chamberlain -, "no hay declaratoria oficial

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de guerra de Italia o de Alemania contra España nicontra nadie."

Acude el Gobierno español, reiteradamente, a laSociedad de las Naciones. Solicita con insistenciaque se cumpla el artículo décimo del pacto ginebrinosobre seguridad colectiva, aprobado y firmado portodos los países miembros de la Liga; que se respeteel Derecho Internacional; que se le permita proveer-se del material bélico necesario para defender suterritorio; que no se le aten las manos, frente a latraición interior y frente a la invasión exterior deque viene siendo víctima desde 1936.

Mas Europa, la Europa oficial, se cruza de brazos.Está empecinada la diplomacia de Downing Streety del Quai d'Orsay en mantener una nueva tesis, enpugna con el derecho de gentes, que bautizó LeonBlum con el nombre de no intervención, de neutra-lidad. Pero esta tesis, por el apoyo que Italia y Ale-mania prestan a los facciosos, amigos e instrumentosdel totalitarismo, no es otra cosa que tesis abierta-mente favorable a los designios futuros de Hitler yde Mussolini contra el Eje Londres-París.

¿No lo ven quienes están gobernando en Inglaterray Francia? Sí, lo ven, pero cierran los ojos. Es mejorcerrarlos y esperar que España se desangre, porqueHitler y Mussolini, naturalmente, acabarán despuéscon el comunismo. Lo dice el Fuehrer en su MeinKampf y en todos sus díscursos. Lo repite sin cesarel Duce. Y la literatura falaz de Goebbels va siem-pre dirigida contra Stalin y el Soviet.

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'"'" '"En tales condiciones hay que ponerle fin a lo de

España; ahogar con la guerra económica al puebloespañol; asfixiar, dejándolo sin divisas, al Gobiernolegítimo que no quiere darse por vencido. ¿Prepa-ran el bloqueo las potencias totalitarias? No; y heaquí la gran enormidad, por no decir monstruosidad:el bloqueo económico es preparado y es dirigido porlas potencias democráticas, ni más ni menos; por labanca oficial, semioficial o privada de casi todas lasnaciones europeas.

Moverán algunos la cabeza con incredulidad. Puesno la muevan, que las cifras no engañan. Solamentedel mes de agosto de 1936 a enero de 1937 fueronbloqueadas, en números redondos, las siguientes can-tidades al Estado republicano español:

Francia, 40,000,000de francos.Dinamarca, 2,000,000de coronas danesas.Suecia, 3,000,000de coronas suecas.Holanda, 3,100,000florines.Finlandia, 9,000,000de marcos finlandeses.Suiza, 3,000,000de francos suizos.Rumania, 150,000,000de leis, por 8,000,000de

pesetas.Gran Bretaña, 1,999,000libras esterlinas.

Incluye esta británica suma el bloqueo inicial del"ASCO" (¡ASCO!... : Anglo Spanish Clearing Of-fice), por <E1,700,000.00;remesa al Martins Bank,

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Limited, por .E239,OOO.OO; y .E60,OOO.OO retenidas porel British Overseas Bank, causando graves trastor-nos en el pago de legaciones y embajadas.

No está completa la lista. Pero el cuadro anteriores suficiente para comprender y juzgar la actituddel mundo oficial y financiero de Europa contra Es-paña, tomando "porque sí" el producto de sus ex-portaciones, para dejarla sin divisas y desequilibrarsu balanza de pagos; poniendo, pues, todo su empe-ño en complacer a Hitler y a Mussolini, impresiona-das las democracias o las plutocracias, seguramente,por la propaganda de Goebbels contra el pueblo es-pañol "comunizado".

y para que la cooperación con los totalitarios seamás eficaz, banqueros londínenses de la City, enconnivencia con empresas petroleras como la RoyalDutch, otorgan fuertes créditos a los facciosos deBurgos. Así tienen combustible asegurado los avio-nes y los tanques de los invasores, con el visto buenode Chamberlain y de las autoridades holandesas. Enjulio de 1937 informaciones periodísticas, tal vez exa-geradas, hacen llegar esos créditos a cuarenta millo-nes de libras esterlinas, cuyo reembolso pretenderánasegurarse los banqueros en Roma o en Berlín.

POLITICOS y GOBERNANTESQUINTACOLUMNIZADOS

Mientras España sigue resistiendo, continúan orga-nizándose Hitler y Mussolini para la nueva guerra

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que van a desatar. Pero la conciencia- o la incon-ciencia -lejos de gritarles que estén alerta, que sepongan en guardia, se les tranquiliza todavía más alos altos funcionarios de la Europa democrática su-percivilizada, cuando en noviembre de 1937 firmaItalia su adhesión al pacto contra la Tercera Inter-nacional, suscrito meses antes por Alemania y el Ja-pón.

No se previenen ni se alarman. Se ha fortalecido,ciertamente, el Eje Roma-Berlín-Tokio. Mas Eden,por fortuna; Chamberlain con su paraguas; Blum ysus contrarios; los pares y los lores; Bonnet y Halifax,pueden dormir sin preocuparse, porque los tres im-perios agresores han hecho la declaración conjunta,solemnemente rubricada, de que el citado conveniotripartita .mantendrá la paz.

¿Escuchan los lectores? ¡¡Mantendrá la paz!! ¡Noobstante lo de Abisinia, 10 de España, 10 de China, loque han hecho antes y 10 que harán después! Nadani nadie, sin embargo, obtendrá que cambien de ac-titud los conservadores de Londres ni los socialistaso "radical socialistas" de París, porque tienen con-fianza plena en la "palabra de caballeros" y en "lasinceridad antibélica" de los totalitarios.

Pero ante todo - y he aquí 10 más importante-porque aquel convenio es una ratificación de luchacontra "el comunismo disociador, enemigo de la cul-tura y del progreso". Así queda proclamado y sus-crito por las tres potencias "civilizadoras". ¡De ma-nera que no es en perjuicio del Imperio Británico ni

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del Imperio Francés que se han unido el Mikado, elFuehrer y el Duce! ¡¡No!! ¡Es por ideales, por prin-cipios, por salvar a Europa del peligro moscovita!

** *Satisfechos con el pacto de marras se han de sen-

tir, entonces, los gobernantes quintacolumnizados deBélgica, de Francia, de Inglaterra, de Polonia, deHungría, de Holanda y de otros países europeos.[Echarán sus cálculos, antes que inquietarse, paraunirse también al Eje totalitario y emprender, todosjuntos, su gran cruzada contra el antiguo imperio delos czares!

Semejante incomprensión es difícil concebirla enmedios como el europeo, de experiencia históricasecular. ¿Pues no ven estos hombres que Hitler yMussolini, sin lugar a duda, están en España paracopar a Francia? ¿Ignoran que el uso de las Balea-res y el paso libre por territorio español, le fueronconcedidosa Roma, en 1926,por el entonces dictadorPrimo de Rivera? ¿No saben que diez años después-lo cual explica el apoyo a los facciosos- dejósin efecto ese Tratado la República antiguerrera yliberal de Azaña? ¿No han leído hacia la misma fe-cha del pacto contra el comunismo,en publicacionesde tanta seriedad y de tanta responsabilidad como elsemanario de Londres, Contemporary Review, quesólo el Reich, en 1936y en los primeros nueve mesesde 1937,ha concedido créditos al Soviet por valorde 1,200millones de marcos oro? ¿No se han ente-

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rado, en fin, de que el Fuehrer, al autorizar esos cré-ditos, pone por condición esencial que el cuarentapor ciento lo invierta Rusia en comprar armamentosa la propia Alemania?

** *Sabrán estas cosas o no tendrán noticia de ellas

- pretenderán, posiblemente, explicarlas y atenuar-las -los defensores capitalistas de la democracia enEuropa. Pero la verdad, entretanto, es que Hitler yMussolini han ido ganando terreno y dominando entoda forma al viejo continente.

y así tenemos que a principios de 1938, consolida-do ya el Eje Roma-Berlín-Tokio, empiezan ambosdictadores a combatir abiertamente, en sus discursos,la política exterior inglesa y la política exterior fran-cesa. Es tan fuerte la campaña contra Eden que Ber-lín, vale decir, el capataz del Reich, lo hace renun-ciar. El venturoso Chamberlain, jefe del Gobierno,para fortalecer su posición y complacer a los totali-tarios, asume desde esa fecha el Ministerio de Rela-ciones Exteriores de la Gran Bretaña; e inicia sindilación su famosa "política de realidades" o de "apa-ciguamiento", tendiendo sus largos brazos al Fueh-rer y al Duce.

¿Resultados? Son tan recientes que no vale la pe-na entrar en detalles. Austria cae en marzo. Che-coeslovaquia en octubre, después de la histórica reu-nión de Munich, a la que concurrieron y en la quetransaron el 30 de septiembre -ipor temor al comu-

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nismo y a la guerra! - Hitler, Mussolini, Chamber-lain y Daladier. A continuación habrá de seguirMemel. Y más adelante, cuando España al fin se de-rrumbe, caerá el histrión de Roma sobre la indefen-sa Albania.

El pueblo español, con su millón y medio de bajas,resiste hasta lo último, hasta febrero de 1939. Aban-donado por todos en su epopeya, por todos, sin em-bargo, ha sabido luchar y seguiría luchando si tu-viese armas para defenderse. Espera todavía en ene-ro, fija la mirada en Francia, fija la mirada en elAtlántico. ¿Acaso no dió a luz un nuevo mundo?

No responden del otro lado de los Pirineos. Tam-poco responden del otro lado del mar, mantenido elembargo de armas incluso por el Gobierno norteame-ricano, por el Gobierno antifascista del PresidenteRoosevelt. ¡Y se consuma sin remedio el sacrificiocon la ofensiva brutal de Cataluña, resuelta por elDuce y por el flemático apaciguador inglés, quienha ido desde Londres a ponerse de acuerdo en Romacon su amigo personal de Munich!

SE INCENDIA POR FIN EL VIEJO MUNDOCON LA GUERRA DESATADA POR LOS NAZIS

Los dictadores han ganado todas sus batallas hasta1939,con excepción de España, sin disparar un solotiro. Han hecho sus paseos triunfales en ancas de la"política realista", que es política de complicidad.Las "democracias" europeas, en suma, peliparadas,

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han entregado a sus dos rejoneadores lo que, conotros hombres y con otros gobiernos,Hitler y Musso-lini habrían tenido que conquistar a viva fureza.

¿Después? Ocupación de Danzig por el Reich, ola guerra se desata. Deciden por fin enfrentarse alagresor totalitario de Berlín, Chamberlain y Dala-dier. Septiembre de 1939. Por segunda vez, en estesiglo, se incendia la supercivilizada Europa con unanueva catástrofe de repercusión mundial.

¿Italia y Alemania contra Rusia? No por ahora.De momento Moscou y Berlín se necesitan, se res-petan. Han firmado un pacto mutuo de no agresión.[Italia y Alemania contra Inglaterra y Francia! ¡ElEje Roma-Berlín contra el Eje Londres-París!

La hoz y el martillo, como símbolo de una ideo-logía, no les preocupa a los conquistadores. Así enVarsovia -a pesar de Goebbels y del Mein Kampf-pudo ondear y entrelazarse con la swástica. A Hitlerle interesan los cereales, las minas, el petróleo, lasriquezas del Soviet. De haber, entonces, batalla nazi-fascista contra Rusia, no será por la Tercera Inter-nacional: será por lo que tiene y no por lo que piensael pueblo ruso.

En esa forma podría explicarse - explicarse sola-mente -la actitud de Stalin en el actual conflicto,tomando posiciones en el territorio polaco que fuéde los czares antes de la guerra del 14, en Finlandia,Lituania, Estonia y Latvia.

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** *La guerra relámpago sigue su trayectoria, sobre

ruinas y cadáveres, en 1940. Vencida Polonia, liqui-dada la situación de Finlandia, van cayendo pueblosy hombres que no quisieron ver la realidad: Dina-marca, Noruega, Luxemburgo, Holanda, Bélgica, cu-yo rey Leopoldo se entrega de lleno al invasor. ¡YFrancia, por último - sin línea Maginot, moral nimaterial-, en manos del anciano Mariscal Pétain,destrozada, humillada, escarnecida!

Sobre ella han caído los ejércitos teutones, porqueItalia -la de Mussolini, que no es la Italia gloriosí-sima de Garibaldi - espera desde lejos, con el Ducea la cabeza, la hora del botín y del reparto. ¡Y de-trás de los ejércitos del Reich los agentes tenebrososde la Gestapo, a iniciar una "limpieza" semejante ala que realizaron en España! Para cumplir sus planescuentan - también como en la sacrificada RepúblicaEspañola - con quintas columnas de civiles y de mi-litares.

En esa fonna la democracia francesa se convierte altotalitarismo, abandona el régimen parlamentario, setransforma inopinadamente en un nuevo Estado fas-cista. ¡Es la hora de los F1andin y los Laval, ínspí-radores y consejeros del Mariscal Pétain, a quienproclama Hitler - bajo sus órdenes - caudillo su-premo de los galos!

Victoriosa, pues, soberbia, retadora, taconea porfin en el viejo continente la bestialidad totalitaria.

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¿Se impondrá en las islas británicas, de igual manera?¿Será más fuerte la ofensiva nazi que los defensoresde Inglaterra, con Churchill al frente del Gobierno,pero con Chamberlain todavía en el Gabinete deguerra, de una guerra por la cual le incumbe antela Historia su parte tremenda de responsabilidad?

*• *"¿Es cierto que Gamelin se suicidó?" Unos a otros

en mi patria se hacían esa pregunta, a poco del desas-tre del ejército francés y de la entrada de los nazisen París. Se comentaba, al mismo tiempo, la actitudde Monsieur Laval y de Monsieur Flandin, exminís-tros famosos de la República Francesa, quienes fe-licitaron a Hitler y a Mussolíní cuando "la paz" deMunich.. "¿Qué sentirán ahora?" Esa era otra pre-gunta, antes de convertirse Francia al régimen to-talitario.

Los periódicos no confirmaron la noticia del sui-cidio de Gamelin. Pero un apasionado admirador deFrancia, más francés que americano por formaciónintelectual, comentó el caso de Laval y de Flandindiciendo que andarían de fiesta por los bulevares deParís, en la grata compañía de algunos jefes nazis,adornados unos y otros, como las calles y los edifi-cios, con el emblema victorioso de la swástica. Res-pecto del problemático fin del infortunado general,rubricó su conversación aquel amigo, más o menos,con las siguientes palabras:

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"¿Gamelin? Lo que habría que preguntar es porqué no se han suicidado Chamberlain y Daladier,Bonnet y Halifax. Y habría también que preguntarpor qué no se suicida el Mariscal Pétain."

En el grupo que lo escuchaba, con razón -O' sinella, causaron impresión evidente las frases de aquelcomentador decepcionado. Nadie, en realidad, lasdiscutió. Se había referido a siete actitudes y a sietenombres. [Figuras representativas de la vieja Eu-ropa!

EL PANAMERICANISMO y LA DOCTRINA DEMONROE COBRAN NUEVA ACTUALIDAD

En nuestros países se refleja, como en el resto delplaneta, la trágica situación del hemisferio supercul-to. Y la Doctrina de Monroe, en previsión de lospeligros y consecuencias de la guerra, ha vuelto aser de actualidad.

Al principio de esta exposición quedó ampliamen-te reseñado el origen de aquella advertencia norte-americana, formulada en 1823,como un paso defen-sivo de América contra los designios de la SantaAlianza. Me referí, además, a la forma en que na-ció la idea de cooperación continental americana.

Posteriormente cambiaron de sentido los princi-pios y las palabras del Presidente Monroe, ínícián-dose una larga era de temor y desconfianza entre lasrepúblicas hispanoamericanas, ya no en relación conEuropa sino, precisamente, en relación con la polí-

"1 [35 ]

tica exterior y con el imperialismo económico de losEstados Unidos.

En realidad esa desconfianza se había iniciado des-de el Congreso de Panamá, convocado por Bolívarpara mediados de junio de 1926. Se discutirían enesa gran asamblea las bases sólidas y estables paraconseguir un acercamiento efectivo interamericano,valiéndose de convenios, reglamentaciones interna-cionales y tratados comerciales y políticos.

Es lógico suponer, desde luego, que los congresis-tas darían allí un status colectivo a la Doctrina deMonroe, en tal forma que las repúblicas americanasno sólo estuviesen defendidas de Europa sino, tam-bién, de los propios Estados Unidos o de cualquierotro país del continente.

Pero el Senado de Washington se opuso a la ideade enviar representantes a Panamá, resultando inú-tiles los esfuerzos del Presidente Adams y de su Se-cretario de Estado - el viejo amigo de Hispano Amé-rica - Henry Clay, para que, al menos, fueran ex-traoficialmente, haciendo ellos los gastos por su cuen-ta y riesgo. Y hasta se originó un desafío entre elsenador John Randolph y el Secretario de EstadoClay, por afirmar este último que la negativa del Se-nado obedecía a la desastrosa influencia del poderesclavista, que objetaba el trato con países enemigosde la esclavitud.

'".•. '"La ausencia de representantes norteamericanos hi-

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zo que empezara el sur a recelar del norte. Los dele-gados de las otras repúblicas acordaron en Panamá,después de una corta sesión, que se volverían a reu-nir en Tacubaya, México, pero esta nueva conferen-cia jamás se celebró. Y de entonces en adelante, porla actitud de Washington, se advierte un movimiento,no ya de panamericanismo sino de hispanoamerica-nismo.

Desde 1831 hasta 1856 se hacen indecibles esfuer-zos en Hispano América por reunirse, suscribir pac-tos de defensa, incluso confederarse. México, perdi-da la mitad de su territorio como consecuencia de laguerra con Estados Unidos, en 1846 y en 1847, tieneque firmar el Tratado de Guadalupe Hidalgo, des-pués de sus reiteradas gestiones, durante quince años,para la constitución de un congreso defensivo his-panoamerioano; Bolivia, Chile, Ecuador, Nueva Gra-nada y el Perú, se reunen en Lima para deliberarsobre la situación de México; Chile, Ecuador y elPerú firman un tratado de confederación en 1857,para estar prevenidos contra el filibusterismo norte-.americano, personificado en William Walker, quienvarias veces invade a Centro América; desde el RíoBravo, pues, hasta las tierras del sur, aumentan ladesconfianza y el rencor hacia la Federación delnorte.

El espíritu iberoamericano en relación con Esta-dos Unidos no es, sin embargo, de hostilidad a todotrance. Se desea, por el contrario, una franca coope-ración sobre bases de mutuo respeto y de justicia,

[37 ]

.j¡

una nueva interpretación de la Doctrina de Monroe,como se indica en la siguiente nota del Gobiernocostarricense, dirigida en 1862 al de Colombia:

"Si nuestras repúblicas pudieran tener la segu-ridad de que no tienen nada que temer de los Es-tados Unidos, es indudable que ninguna otra na-ción podría ser más útil y favorable para nosotros.y si esa poderosa nación nos ayudara, la simpatíade todo el continente sería suya.

"Mas advertid que el final de la vandálica ex-pedición filibustera de 1855 y de los siguientes añoshasta 1860, se debió a intervención, aunque tardíade parte de amigos de Europa, y a nuestro propioesfuerzo.

"Bajo el abrigo de las poderosas águilas norte-americanas, bajo la influencia de sus sabias insti-tuciones y bajo el estímulo de su sorprendente pro-greso, nuestras recién nacidas nacionalidades re-cibirían el impulso que ahora necesitan, pudiendomarchar con paso firme, sin experimentar las mo-lestias y dificultades con las cuales han tenido queenfrentarse.

"Se debiera hacer un nuevo convenio, según elcual los Estados Unidos se someterían solemne-mente a respetar la independencia, soberanía eintegridad territorial de las repúblicas hermanasde este continente; a no anexar a su territorio, nipor compra ni de ninguna otra manera, parte al-guna del territorio de dichas repúblicas; a no dejarque se equipen expediciones filibusteras contra las

[38 ]

mencionadas naciones, ni a permitir que se amen-güen o ignoren los derechos de estas últimas. Des-cansando sobre un tratado de esa naturaleza, nues-tras repúblicas aceptarían la idea de una íntimaalianza con el pueblo norteamericano."

** *No continuaré haciendo aquí un examen detallado

del proceso en que se van desarrollando las relacio-nes de Estados Unidos con la América española. Bas-ta, para el objeto de este estudio, con haberme re-ferido al origen del panamericanismo y a la génesisde la Doctrina de Monroe. Así llegaremos al momen-to actual en que los dos postulados cobran nuevaactualidad. Pero sí me parece necesario afirmar quela desconfianza antes apuntada fué creciendo a tra-vés del siglo XIX, hasta tomar aspecto crítico envarias épocas de esta trágica centuria.

Esa desconfianza era el resultado lógico de unaserie de anexiones, de intervenciones y de hechosya juzgados por la Historia, que no pueden entoncesnegarse, como la anexión de Texas; la guerra contraMéxico, antes mencionada; la política francamenteagresiva del Presidente Polk; la serie de protocolossobre canalización en Centro América; la DoctrinaEvarts; el Tratado de 1898y la influencia norteame-rioana en el Caribe; la adquisición de Puerto Rico;la Enmienda Platt - ya derogada -; el zarpazo aColombiaen 1903; el Tratado Bunnau-Varilla; la te-nebrosa política de Knox en Centro Amérioa; el Tra-

[39 ]

tado Bryan-Chamorro; lo de Haití, lo de Veracruz,lo de Santo Domingo, lo de Nicaragua, en fin, hastallegar a las administraciones de Hoover y de Coo-lidge, con la tesis rotundamente imperialista de quela bandera, es decir, los marinos, las armas y losacorazados norteamericanos, deben seguir a los dó-lares que se invierten en el exterior.

Para comprender tan desconcertante realidad hayque tomar en consideración, como en el caso de laspotencias europeas, el desenvolvimiento económicocapitalista. La Federación norteamericana, en efec-to, siguiendo el ritmo del siglo XIX -¡acelerado des-de 1914 en forma extraordinaria -, logró convertirsede nación agrícola en país altamente industrializado.Tuvo necesidad, entonces, de materias primas, mer-cados para sus productos, zonas de influencia, todo loque ha menester el insaciable capital monopolista enfunción política y económica. Comenzó así, por con-siguiente, su era de expansión y de conquista.

Pero al cabo de los años ha venido a demostrarel Presidente RooseveIt, con su política del buenvecino, que hay manera de convivir, sin que giretodo alrededor de la explotación y de la fuerza. Ycon motivo de la nueva y criminal matanza desatadaen Europa por las dictaduras totalitarias, frente aeste gran sacudimiento que amenaza al mundo ente-ro, Hispano América y los Estados Unidos toman lasprovidencias aconsejables para que juntos nos defen-damos de cualquier agresión.

y surge otra vez, remozada para el momento ac-

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tual, la Doctrina de Monroe, con una nueva inter-pretación que se puede resumir en muy pocas pala-bras: "Estados Unidos no permitirá el traspaso deninguna colonia de una potencia europea, a otra po-tencia europea, en el continente ni en las aguas te-rritoriales de América".

y se refuerza en Washington, al mismo tiempo,la resolución de la Conferencia Panamericana deLima, en diciembre de 1938, ratificada un año des-pués en Panamá. De acuerdo con esa resolución, sila paz, la seguridad o la integridad territorial decualquiera de las repúblicas americanas se viereamenazada, todas las demás, mediante conferenciasy consultas, tomarán las medidas adecuadas de de-fensa.

OTRA CONFERENCIA PANAMERICANAEN CUBA CONTRA LA INFLUENCIA NAZI

Puede observarse que lo resuelto en Lima es pre-cisamente la orientación, el status que Bolívar de-seaba imprimir a las relaciones interamericanas enel Congreso de Panamá; que es, también, lo que ex-presa la nota del Gobierno de Costa Rica al de Co-lombia, transcrita en folios anteriores; y que, por úl-timo, opinó de la misma manera el Presidente Wil-son, como se desprende de su famoso discurso deMobile.y de sus declaraciones a los periodistas mexi-canos que lo visitaron en 1918,en frases como éstas:

"... Por eso he dicho que hagamos un arreglo

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y que tengamos una garantía propia en la que to-dos nosotros firmemos una declaración de indepen-dencia política y de integridad territorial ... Este-mos de acuerdo en que si uno de nosotros - in-cluyendo lalos Estados Unidos - viola la indepen-dencia política o la integridad territorial de cual-quiera de los otros, todos los demás 10 impedirán ...La paz sólo puede venir por la confianza. Por esocada uno de nosotros debe, como una obligaciónpatriótitca para su país, plantar la semilla de la fey de la confianza, en lugar de la semilla de la sos-pecha." Y del discurso de Mobile:

"... Es necesario conciliar los intereses de los Es-tados Unidos con las repúblicas hermanas de SudAmérica. Nosotros les pedimos concesiones y pri-vilegios; buscamos nuestra propia conveniencia,sin detenernos a pensar si los gobiernos y los pue-blos sudamericanos obtendrán o no ventajas al fa-vorecer nuestras empresas... Cuando los interesesnuestros y los suyos se tomen paralelamente encuenta y se armonícen; cuando mutuamente traba-jemos por el bien de ellos y al mismo tiempo porel nuestro, entonces comenzará una era de acerca-miento y simpatía entre los Estados Unidos y sushermanas del Sur."

•• •La guerra, la barbarie totalitaria en Europa, la

penetración nazi, la propaganda de Goebbels y delas quintas columnas en Hispano América; todo eso

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que encierra tanto peligro para nosotros, para la cul-tura, la libertad y la democracia como el plan de re-conquista de la Santa Alianza en el siglo pasado, haceque el continente americano esté alerta y se prepare.y con el fin de llegar a conclusiones concretas, se haconvocado para otra conferencia interamericana, quese reunirá el 20 de julio corriente en la capital deCuba.

El Presidente Roosevelt, como lo vió WoodrowWilson, como lo verán y lo resolverán los delegadosa esa nueva asamblea continental, se refiere al dobleaspecto del problema, el político y el económico, pa-ra poder enfrentarse con ventaja al totalitarismo delReich en nuestra vida americana.

y propone, entonces, junto con medidas prácticasque ratifiquen en la realidad el convenio de Lima, lacreación de un organismo que tome y distribuya de-terminados productos de las veinte repúblicas delsur y del Caribe, de modo que no sufran el quebran-to financiero que traería el estancamiento de susexportaciones por falta de mercados.

Sin duda que los delegados hispanoamericanos,conscientes de su responsabilidad, aprovechando lapolítica del buen vecino, sabrán interpretar el senti-miento profundamente humano de la democracia,así como el firme sentimiento autónomo de los pue-blos que allí van a representar.

Estarán seguramente convencidos, con la tragedia Ide Europa como experiencía.jque el viejo mundo ha tk.sido dominado, más que por las hordas de Hitler,

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- ~~~-----------_ ...•

por las quintas columnas, por el fascismo interior delos países que Alemania necesitaba conquistar.

En Francia, en Bélgica, en Polonia, en las monar-quías escandinavas, en Holanda, en todas y en cadauna de las naciones que el Reich había escogido parainvadir - como antes en España, en Austria y enChecoeslovaquia - , funcionaban y sembraban su se-milla los agentes de la swástica.

Así, en nuestra confiada y accesible América, ad-quieren tierras; son dueños de diversas industrias;monopolizan ramas vitales de la producción; tienensus clubs y sus colegios propios; se relacionan conelementos oficiales; y aun llegan a ocupar posicionesdestacadas y puestos públicos de responsabilidad. Pa-ra obtener lo que desean se acogen a la ciudadaníaque les brindan nuestros gobiernos, no obstante queson y seguirán siendo súbditos gregarios del capatazaustriaco que imparte sus órdenes desde Berlín.

En Uruguay, según informaciones auténticas pu-blicadas en la prensa norteamericana, pasan de 8,000los nazis organizados. En la República Argentinafuncionan 250,000; en el enorme territorio brasileño,habitado aproximadamente por 2,000,000 de alema-nes, se calcula que más de la tercera parte glorificalas grandezas de su Fuehrer; en Costa Rica, vecinadel Canal de Panamá, 105 haciendas y 30 beneficiosde café pertenecen a empresarios de origen alemán,y solamente en la provincia de Heredia tenía un co-nocido hit1erista, hasta hace poco tiempo, 18 grandesfincas registradas a su nombre; en Colombia, la otra

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vecina de la ruta interoceánica, hacen su propagandalos soberbios alemanes a base de devolver a esa Re-pública el territorio y el Canal de Panamá, mientrasque en Guatemala ofrecen Belice cuando dominena la Gran Bretaña.

De manera que el peligro ya 10 tenemos dentro,en posesión de América. Y también el peligro estáen nosotros mismos, si logran los nazis, con su in-fluencia, su poder y su dinero, inocular el virus tota-litario en nuestra América. Ese virus hay que echar-lo fuera y devolverlo al Reich - totalitariamente-,porque nada hay tan contagioso como el cáncer dela dictadura.

[No ha de ser esta otra conferencia de la Habanacomo la que se verificó en la misma ciudad, en enerode 1928, con asistencia del Estado Mayor imperialistanorteamericano! Allí estaban el Presidente Coolidge,el Secretario de Estado Kellogg, Morrow, Fletcher,Hughes.

¡Y el único resultado de las asambleas, con gransatisfacción de las plenipotencias, fué la apertura deun hoyo en la tierra, para dejar sembrado el arbustopanamericano frente al Capitolio!

¡¡Que florezca, por fin, abatiendo a los totalitarios,el árbol de la democracia efectiva en nuestra Amé-rica!!

VICENTE SAENZNueva York, julio de 1940.

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VICENTE SAENZ

LIBROS PUBLICADOSTraidores y déspotas de Centro América

Cuentos de amor y de tragediaCartas a Morazán

Norleamericanización de Centro AméricaRompiendo Cadenas

España Heroica

EN PREP ARACIONSiete ensayos y un epílogoEl crimen contra España

(Continuación de "España Heroica")

FOLLETOSActitud del gobierno de Washington hacia las

repúblicas centroamericanas(Inglés y castellano)

Intervención de los Estados Unidos en Centro América(Inglés il/ castellano)

El Canal de Nicaragua(Inglés V casteLlano)

España en sus gloriosas jornadas de julio y agosto de 1936(Castellano y TUSO)

El resplandor de España(Inglés y casteLlano)

Palabras del Presidente de la República Española(Castellano, inglés y francés)

La Doctrina de Monroe frente a los nazis en América

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