sintesis hidrogeologica del delta del rio …aguas.igme.es/igme/publica/pdftiac_2/in_4.pdf ·...

27
SINTESIS HIDROGEOLOGICA DEL DELTA DEL RIO ADRA (ALMERIA) I. Introducción II. Ambito geográfico 1. Localización 2. Población 3. Actividades económicas 4. Rasgos climatológicos III. Ambito geológico 1. Estratigrafía 2. Tectónica 3. Geomorfología IV. Ambito hidrogeológico 1. Los materiales acuíferos 1.1. Características geométricas 1.2. Características hidrológicas 1.2.1 Parámetros hidráulicos 1.2.2. La superficie piezométrica y el régimen del manto 1.3. Reservas y recursos 1.3.1. Reservas 1.3.2. Recursos 2. Utilización de las aguas subterráneas 2.1. Tipos y distribución de las captaciones 2.2. Las extracciones 3. Calidad de las aguas

Upload: duongnhan

Post on 11-Oct-2018

219 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

SINTESIS HIDROGEOLOGICA DEL DELTA DEL RIO ADRA (ALMERIA) I. Introducción

II. Ambito geográfico

1. Localización 2. Población

3. Actividades económicas 4. Rasgos climatológicos

III. Ambito geológico 1. Estratigrafía 2. Tectónica 3. Geomorfología

IV. Ambito hidrogeológico

1. Los materiales acuíferos 1.1. Características geométricas

1.2. Características hidrológicas 1.2.1 Parámetros hidráulicos

1.2.2. La superficie piezométrica y el régimen del manto 1.3. Reservas y recursos 1.3.1. Reservas 1.3.2. Recursos 2. Utilización de las aguas subterráneas 2.1. Tipos y distribución de las captaciones 2.2. Las extracciones 3. Calidad de las aguas

3.1. Características físico-químicas de las aguas 3.1.1. Aspectos generales 3.1.2. Variaciones temporales 3.2. Calidad para uso urbano

3.3. Calidad para uso agrícola

V. Relación acuífero-mar

VI. Propuesta de gestión de los recursos hídricos

VII. Bibliografía

TIAC'88. Tecnología de l a Intrusión en Acuíferos Costeros

Alrnuñécar (Granada. España). 1988

SINTESIS HIDROGEOLOGICA DEL DELTA DEL RIO ADRA (AIXKRIA)

Antonio Pulido Bosch Denartamento de Geodinámlca. Universidad de Granada

1. INTROOUCCION

E n el delta del río Adra no existen en l a actualidad indicios de intrusión marina; por e l contrario este área aparece como excedentaria en agua y susceptible de un mayor y mejor aprovechamiento. Por otro lado, en 108 próximos años e l régimen natural del delta del Adra se verá sensiblemente afectado corno consecuencia de l a entrada en funcionamiento del embalse de Beninar, ubicado algunos kilómetros aguas arriba d e l delta y en el rio Adra, principal fuente de alimentación del acuíferi litoral. Los datos aquí recogidos corresponden esencialmente al periodo no influenciado.

Para la elaboración de esta síntesis he partido de una serie de trabajos previos; de entre ellos merecen destacarse l o s correspondientes al IGME que trabaja en el área desde e l principio de los años setenta; una primera síntesis fue objeto de difusión restringida (1977) . a l a que siguieron o t m s datos de evolución de niveles (ICME. 1978) o hidrogeoquimicos (IGME, 1380). Además este Organismo ha facilitado datos inéditos obtenidos en sus investi- gaciones actualmente en CUI-SO. con ENADIMSA como Emprese Consultora (cedidos por A. González Asensio del IGME y J . Frias de ENADIMSA).

El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo. a través de la Comisaría de Aguas del Sur de España (CASE) o del SGOf' también han realizado numero808 trabajos en el área y mantienen una red de absei-vació" y control de parémetros hidrogeológicos; la información utilizada se debe a la gentileza del Dr. Carresco Cantos (SOOPI y del Sr. Rosillo Montalbán (CASE).

Pero l a mayor. parte de la información que se recoge en este trabajo procede de l o s trabajos llevados a cabci en el^ marco del Proyecto de Investigación "Estudio del Medio Físico de la cuenca del Adra", objeto de un convenio entre: el ICONA y la Universidad de Granada, incluido dentro del Proyecto LUCDEME, cuyo Director en España es el Prof. Dr. José Angel Carrera; en dicho contexto G . Morales Campos (1986) realizó su Tesis de Licenciatura bajo la dirección dei Dr. Benavente y yo mismo. trabajo que ha resultado básicii al momento de redactar estas limas.

Mi agradecimiento a todas eetas persorias y organismos, siii cuya colaboración no hubiera sido posible la terminación de esta sintesis sobre el delta del río Adra.

146

11. AMñITO GEOGRAFICO

1. LOCALIZACION

El delta del río Adra, entendido como Sector que ocupa la llariura litoral próxima B su desembocadura, =e sitúa a l suroeste de la provinci Alnieria muy cerca del l i m i t e con la de Granada (figura 11. Ocupa 22 kmh de superficie y queda comprendido entre los bordes meridionales de las sierras de Gádor y Contraviesa y el mar Mediterráneo.

E l delta se encuentra incluido en la Hoja 21-44 (Adra) del Mapa Topográfico Nacional escala 1:50.000. Administrativamente el área pertenece a l m u n i c i p i o de Adra que es a SU vez el núcleo de mayor población. Se accede al lugar. por la Carretera Nacional 340 Cádir-Barcelona y por la comarcal 331 de Guariin a Adra.

i, I B

E l E,* .

,-,-- Figura 1.- L,or:alirarióri idel delta del Adra

Dentro del se<.toi. de estudio se pueiien considerar tres tramos. desde el p u n t o de vista fisiográfico: e l t r a m o inferior tiene cota inferior a 20 m e i n c l u y e los deltas actual y nntrguo, de topografía m u y llana: e l t ramo medio. de forma tr:angular, se extiende desde :a confluencia de los ríos Grande y Chico hasta la Carrett:ra Nai~ional 340 y lo forman relieves Suavemente ini-liiiados hriiia e l mar; FI último tramo corresponde a los relieves de borde. de topografía mucho mis acusada. E l río Adra -as í denominado tras la <orifluencia de 108 ríos Grande y Chico- c r u z a e l área de Norte a Sur, para desrmboc,ar en el Mediter,ráneo.

2. LA POBLACION

El mayor núcleo de población dentro idel delta corresponde a la localidad de Adra, en donde se concentra más del 70 % de l o s habitantes. Hay además una serie de pedanías, como son E l Puente del Río. en el centro de la cuenca; 1.a Alquería. al Norte: Guainos Altos [ y a prácticamente deshabitado) y Guainos B a ~ o s , cn e l extremo i>c(~dentai.

En el cuadro 1 se muest.ra l a evolución de la población entre los años 1915 y 1984 según los datos suministrados p o ~ e l Ayuntamiento de Adra. Como se puede observar se r e g i s t i w un crecimiento medio espectacular durante ese

146

periodo. superior al 2 % anual. Ello se debe en gran medida a lo floreciente y rentable que resultó la egriculture bajo plástico. actuando este área de foco de inmigración de gentes procedentes de les áreas interiores, mucho más deprimidas.

1 Año Habitantes 1 Año Habitantes 1

J 1975 15.602 1980 sin datos 1976 16.584 l i g n i 17.415

1978 17.441 1 1983 18.439 1979 17.872 19na 18.917

1977 16.933 l 1982 17.981

Cuadro 1 . - Evolución de l a poblac ión en e l municipio de Adra.

El turismo tiene escasa incidencia eri la vida económica del sector; algunos intentos que ha habido dc? promocioiiar urbanizaciones han resultado poco alentadores.

.3 . ACTIVIDADES ECONOMICAS

La principal actividad ecoriómica de l área es la agricultura. cori gran diferencia sobre la industria y l o s s e r v ~ c ~ ~ ~ s . La explotación agrícola idominante es de pequeña parcela, en régimen de propiedad, con participación ide todos los miembros familiares en las labores agrícolas. Aunque hasta hace pocas décadas *existía pi.áct,icamerita e1 monocultivo de la caña de azúcar, en .la actualidad dominan los prudurtos extratenipranas, mucho más rentablra. S I

liien requieren más cuidados.

En el delta se riegan con la actualidad a lgo menos de 1.400 ha de l a s que : I i G se c u l t i v a n según la modalidad ancestral y el resto en suelos enarenados, La mirad de ellas b a j o plástico. Las hectáreas ocupadas por invernaderos ]pasaron de 220 en 1977 e 150 en 1980 (SOLER et al.. 19811; en 1984 se alcanzaban 450. En el Cuadro 2 se indicar. los porcentajes de superiicie iocupados por los produrtos horticoras en estos cultivos irit.ensivos.

~. ~ ~ ~ ~~

otoño ~ % siiprrficre ~-h$;-;7~--~~----F.j PrllOa"eK3 4. superficie 1 Calabacín 10

Tomate 30 .Judía verde 20 Pimiento G Sandía

~.

Cuadro 2.- Forcentajes de superficies ocupadas por productos horticolas.

La ganadería tiene poco desarrollo. al igual que Sucede con la industria. La fábrica azucarera existente en el área fue abandonada a l producirse el cambio en l o s hábitos agrícolas de los habitantes del lugar.

4. RASGOS CLIMATOLOGICOS

Existen dos estaciones climatológicas dentro del área: Adra y Faro de Adra, ambas muy próximas entre si. aunque los valores que miden son muy diferentes. Del análisis de las precipitaciones de un periodo de 30 años -.1952/53-1981/82- de l a s estaciones de Adra se deducen una serie d e ionaideraciones. El número medio de E i a s al año que registran preripitaciorirs

147

es de 34 ,ir: las que tres igualan o superan los 30 mm; el m i n m o fue de 23 días ei; FI año 1957/5ü y o1 máximo de 45 d í a s en 1962/63 (PULIDO BOSCH et al., 19861.

600

400 178

200

: j f i L 20 !

1 0

O N D E F M 4 M J J A S

148

1 1 1 . AnsITO GEOLüGICO

1. ESTRATIGRAFIA

La cuenca baja d e l río A d r a está ocupada por materiales neópeno- cuaternarius; los r e l i e v e s c i r c u n d a n t e s e s t á n C o n s t i t u i d o s por t e r r e n o s ' i l p u j á r r i d r s pertenecientes a d i v e r s o s mantms ( f igura 4 ) . En lo relativo a 10s p ~ i m e r o s y de acuerdo con ALDAYA et a l . (1983) . los t e r r e n o s a f l o r a n t e s p e r t e n e c e n a tres mantos d i f e r e n t e s : Lújar. Murtas y Adra. Los materiales d e l manto de Murtas son los que a f l o r a n más ampliamente en todo e l s e c t o r ; están integrados por f i l i t as con c u a r c i t a s e i n t e r c a l a c i o n e s de c a l c o e s q u i s t o s , con niveles de f i l i t a s Y arcillas moradas en e1 muro de l a serie c a r b u n á t i c a triásica de techo. l a cual puede alcanzar 1.!500 m de espesor.

Figura 4 . - Plano h d r o g r u l 6 g i c o del d e l t a ,del v i o Adra. 1 a 7 materlaleg neógeno-cuaternar ios 11 : conos de deyec<:ión: 2 : m a r ~ s m a s ; aluvie- les y delta ai - tual ; 3 : limas rojos; 4 : glacis; 5: glacls cementado; 1,: conglomerados "faiics d e l t á i c a " ; 7 : ca lcaren i tas ) . 8 Y 9: materiales .a lpu, iár- ides (8: calizas y dolornias; 9: esqulitos, f i l i t a i y ~ i i a r c i l a s ) . 111: manto de c o r r m i e n t o . Base geolÓglca

s i m p l i f i c d d n d e A L U A Y A t v t al. 1983.

149

Sobre los materiales del manto de LúJar reposm los de Murtas. los cuales presentan la sucesión alpujárride típica, es decir rnicasquistos. cuarcitas rnicáceas y esquisto8 cuarcíticos paleozoicos; filitas y cuarcitas permotriásicas y calizas y dolamías triásiaas. Por Gltimo. los materiales del mento de Adra -que ocupan el borde más occidental del área- están constituido por micasquistos y cuarcitas que presentan una estructura tectónica muy compleja.

Los depósitos neógeno-cuaternerios que rellenan la franja litoral objeto de este estudio, están representados por litologías muy diferentes con geometría muy compleja. Comprenden términos que van desde el Tortonisnse hasta el Cuaternario actual. Los terrenos más antiguos corresponden a la formación Vicar. ampliamente representadas en el Campo de Dalías. pero que en este sector afloran tan sólo de forma muy reducida; repasan directamente sobre los materiales alpujárrides. En la mitad Oriental han sido cortados en un Sondeo de investigación a 108 m de profundidad. Se treta de calcarenitas conglorneráticas con cantos dolomiticos Y de micasquistos y cuarcitas. bien redondeados.

1.0s matrrialcs del Plioceno inferior y medio están representados por facies deltáicas, litorales. infralitorales y profundas (FOURNIGUET, 1975). Las facies deltáicas están bien representadas al Este de Adra. donde reposan sobre metapelitas alpujárrides. Se trata de una serie detrítica con cantos de naturaleza muy variada, poco rodados. embutidos en una matriz de los mismos materiales; presentm 10 a 15Q de buzamiento original hacia el SE. El espesor, que alcanza 60 rn en el Norts, se reduce hacia el Sur. donde se produce un rambio lateral e calcarenitas litorales e infralitorales.

Las facies litorales, que llegan a alcanzar 40 m de eapesor, no afloran, al quedar recubiertas por la formación deltáica; han sido cortadas por varios sondeos y están constituidas par areniscas gruesas y conglomerados de cantos de naturaleza diversa. Los terrenos de facies infralitorales han sido atravesados por varios de los sondeos de investigación realizados por el IGME, con espesores que varian entre 31 y 140 m. Se trata de calcarenitas con algunas cantos rodados; presentan megaestratificaciones cruzadas. Afloran a lo largo de una estrecha franja paralela a la carretera nacional, entre otros lugares. Estos materiales peean lateralmente y de forma gradual a 186 facieo profunda;; rnargosiis. cortadas: por algunos sondeos de investigación.

Deritrc, da l a s materiales cuaternarios. el Pleistoceno marino af lora en dos terrazas que ocupan muy poca extensión. Integran estas terrazas conglome- rados de matriz ai.enoso-ar.rillosa que alcanzan pocos metros de ~spesor. Los materiales del Pleistoceno mntinental presentan diversas litologías, algunas reconocidas sólo en los sondeos de investigación; c m menos de 15 m de espesor se han reconocido lirnos negros con niveles de gravas finas. posibles depósii:os de marisma. En el sector oriental afloian limas rojos arcillosos de probable origen c~ól ico IALDAYA et al.. 1983). Por último, se llegan a diferenciar tres generaciones de glacis, el más antiguo de todos a unas 200 m de altitud. Adquitren poco espesor, de ahí que su interés hidrogeológico Sea anecdótico. Los depósitos holocenos corresponden a los aluviales relacionados con los l e c h o s actuales, coiiatitu~dos por gravas de diversa naturaleza Y tamafias, y proporciones menores de finos, que pueden alcanzar localmente 70 m de potencia. Además existen depósitos de albufera esencialmente lirnosos, y sedimentos da playn.

150

2. TBCTONICA

Los materiales que constituyen el relleno del delta del Adra están afectados por esfuerzos tectónicos recientes (neotectónica), mientras que los materiales de l o ~ bordes -alpujárrides- deben lo esencial de su estructura al plegamiento alpino. La estructura tectónica de los materiales alpujárrides se caracteriza por el apilamiento de mantos que afectan a materiales de litología y edad muy similares; las traslaciones se hicieron en la dirección SE-NW hacia el Norte. La intensa actividad orcigéniia (ALDAYA et al., 1983) da lugar también a l desarrollo de esquistosidades en l o s tramos metapeliticos basales.

La actividad tectónica más reciente regisitra numerosa6 etapas evidencia- dis por l a geometria de los depóaitoe y las propias deformaciones en ellos visibles. Al final del Mimeno superior se producen fallas normales de gran salto, fosilizadas por los depósitos pliocenos. Durante el Pleistoceno a,-tuaran dos fases de fracturación, UDB de dirección N a N 20 E, cuyos saltos llegan a alcanzar 30 m ; y otra que afecta, según ALDAYA et al. (1983). a materiales plioceno~ y pleistocenos. cuya dirección es N 150-160 E.

Finalmente. existe otro sistema de fmctUra8 que afecta a todos 108 glacis y terrazas. de dirección N 140 E que puede inflexionar hasta N 170 E. M,Bs recientemente se han producido deformacicines de gran radio que afectan a t,>da la cuenca Sur. cuyo resultado es el hundimiento o leventamiento de tramos del litoral del M a r de Albarán. La desembocadura del Adra se localiza mtre un área levantada (Campo de Dalias) y otra hundida (lltoral granadino).

3 . GEOMORFOLOGIA

Los aspectos morfalógicos de mayor interés se refieren a los glacis, al a l u v i a l y delta. y a la geometría del litoral. Se diferencian tres glacis cuyas cotas son 200, 50 a 100 y 20 a 40 m. de más antiguo a más moderno.

En relación con el río es notoria la existencia de dos deltas, que son cl resultado de la intervención humana sobre el trazado del curso final del río Adra. En efecto. tras la deforestación de la mayor parte de la cuenca del río Adra, a principios del siglo pasado. corno consecuencia de l a s necesldadea de madera para la minería (SANCHEZ, 1983). las crecidas se hicieron cada vez más frecuentes y catastróficas. provocarido además el encharcamiento de las áreas deprimidas cercenas a la desembocadura, con el consiguiente problema de salubridad con proliferacibn de epidemias y enfermedades endémicas (DEL R I O , 1.986).

Por todo ello se decidió desviar el trazado natural del cauce, hasta conseguir el actualmente existente, el cual data de 1879, y simultáneamente los agricultures acometieron el drenaje y re l l eno de las áreas deprimidas y encharcedas. En relación con l a nueva desembocadura comienza a desarrollarse un nuevo delta. al tiempo que el antiguo es desmantelado por la acción de las alas; la materia erosionada es trasladada más al Este en donde se deposita en forma de barras litorales las c u a i e ~ llegan a atrapar áreas deprimidas que dan lugar a nuevas albuferas; la más reciente data de 1973 y guarda una estrecha relación con las avenidas catastrófica de Octubre de aquel año. En le figura 5. tomada de BENAVENTE et al. (1987). a su vez modificada de JABALOY (1984). se sintetiza lo expuesto.

151

Figura 5.- IEsquema de l a s p r i n c i p a l e s m o d i f i c a c i o n e s fluviales y litorales r e c i e n t e s s u c e d i d a s en e l de l ta d e l Adra. 1: cauce hasta 1855; :': cauce en 1871; 3 : cauce en 1879; A : Albufera Ancha ( y a idesecada); 4 : l i m a de C O S t , l s e n 1871; 5: idem en 1928, en c'uya proximidad e x i s t í a l a a l b u f e r a C; 6: idem en 1974; 7: idrm eii l a a c t h a l i d a d ; B. 13 y E : a l b u f e r a s Honda. Nueva y < ~ l t i m i i generada, respectivamente.

I V . AMBITO IIIUROGEOLOGICO

1. LOS MATERIALES ACUIFEROS

1.1. C a r a c t e r i s t i c i s geométricas

Ursde e l punto de " ,Sta h i d r o g e o l ó g i c o los materiales neógeno-cua- t e r n a r 1 o s conforman un Sistema a c u i f e r o complejo cuyas bordes y S u s t r a t o están c o n s t i t u i d o s por l o s materiales a l p u j á r r i d e s . salvo e l meridional ocupado por e l mar M e d i t e m i n e o .

Los materiales a l p u j á r r i d e s presentan un comportamiento hidrogeológico diferente según sea la l l t i > l o g i a ; la serie c a r b o n á t i c a t i ene COrnpOrtamiento acuifero, ?n donde la f rac turac ión y l a kew,tificmciÓn juegan un papel importante. Tanta las filit.is como l o s e s q u i s t o s , calcoesquistos y m i c a s q u i i - t o s , puederi ~orlsi~'ier-arse c~~rnc a i u i c l u d o s , aunque en r e l a c i ó n con la f r a n j a a l t e r a d a y en sectures más fracturados se pueden almacenar y conducir c i e r t a s c a n t i d a d e s de agua. Las r:iiari:itas. cuando adquieren p o t e n c i a suficiente y e s t a n densanientc fracturada?;. pueden considerarse corno un acuífero pobre.

Todos Los materiales que rellenan la franja l i t o r a l r e l a c i o n a d a con l a desrmbocadriia d e l río Adra t i e n e n compor'tamiento a c u í f e r o , s a l v o las margas p l i < i ~ e n a s d e f a c i e s profunda , de comportamiento acuicludo. y los tramo8 d e k i t i c u s heterométricae de m a t r i z iimoso-arcillosa, cons iderados como acui ta i 'do . Lo compleja geomet r ía de estos cuerpos puede dar lugar a la ex i s tenc ia ten una misma v r r t ? < : a i de varios tramos aiuíferos separados por o1 vos . i ru i i , . i rd

152

Merced a la r e a l i z a c i ó n de una serie de Bondeos eléctricos verticales y :, l o s datos de: varios sondeos mecánicos de columna litológiia Conocida. ha sildo posible la ob tenc ión de los c o r t e s esquemáticos adjuntos (figura 61 13s ,.uales i l u s t r a n sobre l a geornet.ría i n t e r n a del sistema. Ambos 68 han tomado ,le BENAVENTE e t al. ( 1 9 8 7 ) . a su vez simplificados de PULIDO BOSCH et a l . : i 9 ~ 6 ) y MORALES (19861.

nivelados por la CASE. Este organismo posee un registro pieeométrico del periodo 1975-actualidad, con datos mensuales o bimensuales. El mapa de la superficie freática. correspondiente al mes de Enero de 1985. se muestra en l a figura 7 , en una época mtermedia entre las situaciones extremas de humedad y estiaje que, lógicamente, supone Cotas piezométricas intermedias en 10s puntos awíferos. Para su elaboración se contó con los datos de nivel de 54 puntos (MORALES. 19861.

Fipiwa 7.- Superfi<:ie pieZomCtr~c~ c o r r e s p o n d i e n t e a l mes de Enero de 1985. 1 : Materiales carbonáticoa de borde; 2: metapelitasi 3 : c w v a i s o p i e z a y sil v a l o r en m s.rl .m,. (en discontinuo, trazada supues- t o ) .

De la "Dservación del mapa de lsopiczas se deduce que constituye un acuiferci lllirc, ciiya suprrflrir desciende desde l o s 28 rn de cota hasta el nivel d e l mar, e incluso por debajo de éste eri algunos puntos. El flujo, aunque con variaciones l .ocales, t i ene su principal componente en la dirección Norte-Sur . L a superficie piezomdtrica es radial divergente, con un ti,ado en general muy uniforme, aiinqw en e1 margen d e r e c h o del r í o y muy próximo a l m i a m o , ee aprecia un c o n s i d e r a b l e incremento del gradiente hidráulico. Su OPigPn está en re.lsción con una antigua albufera. ya desecada. La albufera, coii iiedimerit.iicióri limosci-arriliosa, tiene menor permeabilidad que la facies fluvio-deltáica que l a rodeii y en c n n s e c u e n c i a origina un menor dist.ancia- miento d e las curvas, tsopiezas.

L c i s g r - i rd ien tes h i d r á u l i i - o s disrniriuyeri hac ia aguas abajo, en el sentido general del f l u j o subte?ránco, lo que. a lgualdad de Otros factores, puede ciri.i:sporider a 1 u i:icremimto de l a s r i c i b n del acuifero. En particular, hay

cienes pr-i i i i : ipales del flujo subtrrrárieo que coinciden en su trazado ror1 e l antiguo y nuevo cauce d e l r í o Adra, respectivamente. En e l cauce ; an t iguo . los gradientes viiri;iii desde e1 2,2 % en l a parte más septentrional, el 0 . 7 56 en ia parte u i t e r m e d i a y el 0.5 % en el tramo f i n a l , desde las

154

proximidades a la carretera nacional 340 hasta el borde coetero. En el cauce nuevo, los gradientes son más uniformes; v a r i a entre el 0.9 % en la parte más septentrional, hasta el Puente del Río, 0.7 X en la parte intermedia y entre 0.1 y 0.2 % en la final.

E" 10 relativo a la relación existentt: entre el acuírero cuaternario y los materiales de borde, se observa que las isopiezas tienden a ponerse perpendiculares al contacto con los materiales metapelíticos del Manto de Adra. a s í como con los de la formación deltáica antigua y g l a c i s . E l l o pone de manifiesto que los primeros son impermeables, bien por BU propia composición litológica (conglomerados con matriz arcillosal, bien por tratar- 68 de materiales metapelíticos enmascaradi,s por una costra de uno o dos metros de glacis.

Respecto a las relaciones del acuífero con el río. son claramente destacables dos convexidades en el trazado de las isopiezas: una de dirección NNE-SSW, y otra NW-SE. que suponen una cii .culación preferente de aguas. La dirección W-SE refleja el curso actual del río Adra; se deduce que éste e6 efluente o perdedor en caai todo su recorrido. La otra direcciói: preferencial de fl.ujo subterráneo coincide con el antiguci cauce del río. antes de que éste fuera desviado. y va a desembocar precisamente en la punta del antiguo delta. El antiguo cauce es tambien eflucnte en todo su trazado (PULIDO-BOSCH et al. 1988).

La profundidad de l a superficie piezoniétrica del área se muesti.a en la figura 8; ésta se encuentra a menos de 16 m en la mayor parte del acuífero. El sector de menor profundidad es la franja costera más oriental, donde el agua se encuentra a menos de 1 m de la superficie. Las profundidades se distribuyen de una manera mucho más regular en la margen izquierda del río que en la derecha, donde, por lo general, ].as aguas se encuentran más hondas para iguales latitudes y tienen más cambios laterales de profundidad. Se aprecia un incremento de la misma en el sector donde se emplazaba la albufera Ancha. Al Sur de donde está situada la anti.gua fábrica azucarera, se detecta disminución de profundidad. Este hecho estli en relación con que precisamente a1l.í desembocan las tomas de riego que proceden de la acequia de Haza Real, derivac.iÓn muy caudalosa en el delta. L.as deriviaciones. s i n revestir, podrían favorecer l a infiiti-acióo de agua. Pur lo general, las profundidades en la franja costera situada en l a margen izquierda del río, varían entre 2 y 8 m .

Figura 8 . - Profundidad de le superficie pierométrlce (metros). Enero de 1985.

166

En la figura 9 se muestra la evolución de los niveles en unos piezómetros controlados por el IGME (IGME, 1987). El registro piezornétrico se i n i c i ó en Mayo de 1975 con medidas bimerisualefi en 46 puntos amiferos; en Septiembre de 1976 se reduce l a red a 17 puntos, ampliándose en Septiembre de 1979 a 21. Tras dos ;dos de ausencia de Control. éste se reanuda a mediados de 1984.

De d icho gráfico se deduce que l a amplitud de la fluctuación disminuye con la proximidad a l m a r , por t ra t srse de un limite de p o n t e n c i a l constante; en el piezómetro más alejado del. mar, se alcarizan los 10 m de fluctuaclón máxima, con una acusada diferímcia ent.rre estiaje y p w i o d o ~IUVIOSO. En este piezómei.r.ii se pone claramente de rnanifiest.0 la influencia de la sequía d e l periodo 1979/83, C O ~ I un notable descenso de los niveles, y se insinúa l a afec,:ióri al sistema de la entrada en runcionamiento del embalse de Benínar: el resultado de ambas S i t U a c i O i i r S se tradiice en el progresivo descenso de los n i v e i ~ e s que en el caso d e l 305i3 supera l o s :O B e n t r e 106 máximos invernales.

En la figura 10 se muestra el mapa de fluctuación correspondiente a la diferencia de nivel en aguas altas (Novimbre de 1983) y estiaje pronunciado (Marzo de 1984) realizado a partir de los d a t o s de 57 puntos amiferos. De la observación d e l mapa obtenido se deduce que en e l sector septentrional del acuiferu. a l a il!t.ura de 1.4 localidíid de El Puente de E l R í o . las o i c i l w i o n e s son d e l orden de c i n c o metro!s. [Con toda probabilidad, a mayor l e jan ía d e l L ~ Y C E ! . minores s i n l a s fluctuaciones. Aunque no se Llene información para estf año de las var1ai'ione:i en la6 proximidades al pueblo de La Alquería . se sab? pur l o s dal.oa de l a CASE: q ~ l ~ éstas pueden ser de h a s t a 12 rn. Desde El Puente del Río y h a c i a el S u r . las o f i c i i a c i o n e ~ descienden sin ruptir' i ls bruscas hnsia l l i ' g a r a l a frariJa c3steri.

E n el d e l t a formado w r el rio arit.es da ser ericauzado, las fluctuaciones suri inferiores a medio mei.ro. La:, o~cilaciones piezométricas que se Fegistran e18 l a franja c .ost ira d e l delta ; i < t u ; , l son insignificantes, cuando no n u l a s . En e s t c s e c t o r -nihs da:,pi-ot.egriio dt:L viento que e1 d e l t a antiguo- l a s fluct,uaciories tienen relari0n directa c:on a q u e l , y según el tipo e intensidad

F i g u r a 10.- Fl i ic t i iac i6r i d<.I n i v e l p~ezornétric::> entre Noviembre de 1983 y M I I ~ T U de 1984 ( Y a l i > ~ ~ 3 en m ) .

157

de viento que predmine e1 dla que se t m e la medida, éstes pueden aufrir vari&ciones de cierta consideración (hasta 0.5 n).

Hay una relación directa entre la magnitud de 1% fluctuaciones del acuífero y los valores del gradiente hidráulico. de modo que a meyores gradientes. son mayores las variecmnes del nivel piezométrico. Las oscila- ciones de 8 horas de periodo que se producen en el nivel del agua, por efectos de l a marea en los pozos costeros. son del orden de 2 cm, tal y como s e ha podido deducir del estudio de un limnigrama de un pozo situado a unos 100 m del borde litoral (MORALES, 1986).

1.3. R e s e ~ v ~ s y ~ecursos

1.3.1. Reservas

MORALES i19861, a partir de los datos de sondeos que cortan el sustrato del acuífero, del mapa de profundidad media del agua y previa estimación del coeficiente de almacenamiento, llega a evaluar las reserv~s del sistema. Divide el área en tres sectores y a su vez tiene en cuenta las p o r c i ~ . ~ s correspondientes a cada litología. En el cuadro adjunto se resumen los cá c u l o s . con ligeras modificaciones. Las reservas alcanzarían, pues. 70-100 Hrn . B

Formación .. ____

Delta Limos 10 Areniscas 10

5 1.4

Cal carenitas

TOTAL

120 100 300

2 - 41 0 . 4 - 0.81

864.6 71.4 - 96.8

Cuadro 3.- Resumen de los cálculos de la reserva de agua del sistema (Modificado de MORALES, 1986).

1.3.2. Recursos

La principal fuente de alimentación al acuífero procede del río Adra, sea de forma directa por infiltración en el cauce, o a través de las pérdidas en las derivaciones existentes. De menor envergadura son las entradas subterráneas del mismo, el retorno de regadíos y la alimentación procedente de l a infiltración del agua de lluvia. También cabe considerar un posible aporte lateral de las calcarenitas miopliucena~ del sector, aunque de magnitud muy reducida. La descarga se efectúa principalmente mediante bombeo6 en las captaciones. También se produce por alimentación oculta a l mar a trav6s del borde costero y por evapotranspiración directa del agua del acuífer0 a la atmósfera.

158

El cálculo del volumen de que supone la infiltración de las quaa procedentes del r í o y su6 derivaciones, se podría hacer por diferencia entre las entradas de agua del r í o en el delta y las salida8 al mar, una vez deducido, para las acequias, el uso Consuntivo de las plantas sobre las que se aplica el agua. La ausencia de estaciones de aforos sobre el río Adra a su entrada en el delta y a su salida al mar. no permite conocer con precisión los caudales de entrada y salida de este río. En cuanto a los caudales derivados en las cinco acequias. según 108 datos de aforos realizados en cuatro periodos diferentes, ascienden a 18 Hm3/S0.

Las entradas ocultas a trav.46 del lecho germeable del río Adra y de su continuidad lateral han sido estimadas en 7 Hrn /año. a partir de 108 datos de trmsmisividad dediiridos de las captaciones existentes al Sur de La Alquería, los gradientes hidráulicos medios y las secciones filtrantes. La alimentación procedente de 1s infiltración de parte del agua 6uperficial aplicada en re adíos y de 188 pérdidas en las acequias sin revestir, se estima en 4.5 Hm /año de los 18 que circularían por ellas. Las entradas procedentes de la infiltración del agua de lluvia y de 19 escorrentia procedente de los bordes metapelíticos, se puede estimar en 4 Hm /año como valor medio. Por último, le alimentación lateral a través del borde oriental debe ser escasa, dado que el flujci es prácticamente paralelo al limite y bajos los grgdientes: no obstante se considcra que puede existir un caudal medio de 0.5 Hm /año.

5

Asi pues las entradas medias anuales del sistema alcanzan la cifra de 16 Hm , sin contar la aportación del río. por infiltración en su lecho, a 10 largo de su recorrido dentro del delta. H a y que precisar que estas cuant.ificaciories se refieren a los datos estimados sin la entrada en furicionamientc d e l embalse de Beiiinar.

L a descarga mayor más fácilmente ,iuantificable. mediante encuesta direrta y posterior sustracción del retorno al acuífero, corresponde B los bombros netos, que alcanzan 12.5 Hm /año. según datos obtenidos para 1985. Siguen en importancia las salidas ocultas a l mar. estimades por sectores de tr9nsmisividad y gradiente hidráulico diferentes. y que se aproximan a 7 Hm /año. Las pérdidas por evaporación directa en las áreas de escasa profundidad del nivel. piezométrico, albuferas y marismas, se han considerado eqyivalentes a le evapotranspiracióii potencial, 80' lo que alcanzarían v n o ~ 3 Hm /año. Resultan, pues. unas salidas de 22.5 Hm /año como media, por lo que, s > no existe variación de la rese~va, las entradas deben ser del mismo Orden da magnitud, de donde se puede estimar 9"s el río podría alimentar al acuifrro. en un año medio, en algo más de 6 Hm /año.

3

De todo ello se deduce que este sistema es excedentario en un año de tipo medio y susceptible. por tanto, de una mayor y mejor regulación. No obstante. la entrada en funcionamiento del embalsa de Benínar, situado aguas arriba del delta, va a afectar i i la hidropeologia del área y de manem más concreta a la alimentación a partir del lecho del río. reduciéndola sensiblemente. Será P ~ ~ C ~ S O comenz~r a tomar una serle de datos tendentes a determinar. y cuantificar la influencia precisa que tal realización antrópica tendrá sobre el delta del Adra.

159

2. U T I L I Z A C I O N DE LAS AGUAS SUBTERRANEAS

2.1. Tipo y d i s t r i b u c i ó n de i s c a p t a c i o n e s

Se es t ima que en e l ociiífero e x i s t e n o han existid<> más de 300 puiitos í f e r o s , aunque muchos de ellos ya han deaaparec ido o carecen de instala- n , pero constan en los i n v e n t a r i o s d e l IGME y de l a CASE. Más de los dos

t.ercIos de i a s obras w r r e s p u n d e n a pozos de escasa profundidad. ve in te son pozos-sondeos y d i e z sondeos. Hay también algurias ga1.erias. en general de ir;i"dIl muy eScRS".

Los d i s t i n t o 6 t i p o s de cap tac iunes t ienen una d i s t r i b u c l ó n e s p a c i a l r o n c r e t a , de forma q u e l o s sundeur se reparten muy cerca d e l cauce del río, aguas arriba de E l Puent.e d e l Río. los pozos-sondeas se sitúan a ambos l a d o s de l a c a r r e t e r a nacional 340, mlentrar, que l o s pozos se localizan preferente- mente en toda l a l l a n u r a 11tor;ii.. A SU vez esta d i s t r i b u c i ó n guarda r e l ac ión

ori l a rormacióri captada en cad;i caso: el aluvial del r í o se c a p t a e n t r e Adra y L;ii A lque r í a ; en l a franja p a r a l e l a a l a Icairetem neclo i ia l son las r - i i l i a r e r i i t a s , l a s rrualos se encuen t ran a 20 - 30 m de profundidad: en e l de l t ,a PB la t'orrnaci6n d e l t á i i i i l a explotada.

1,"s pozos de la l l a n u r a 1: to ra l t i e n e n profundidades comprendidas e n t r e i y 15 m , cor) "3rd mrdia ccercana e R rn: ailnque algiiric dlranza 60 11s di: <caudal de txirnbeu, l o nornlal ea que sean unos pocos l i t ros por segunda l o que extraigan. La profundidad <ir los sondess v a r i a erii.re 15 y 110 m y sus ~ ~ o u d a I e s quedan crinipre'ndidos qiritr'e 15 y 70 I / s 3 <:un uri v a l o r medio cercano a 40 l j s , tos pozos-sondeos t i c i t en prufuncidad v a r i a b l e e n t r e 16 y 90 m , y

le,,, e , i t i .r 3c y 100 l ! s , """que Suelen extraer 40 l/S.

I ,, . L . I.US e X t r d C C 1 0 1 ____

Corno ya se t8a i n d i c a d o . l a s s d l i d a s m i s importantes d e l SI temd ;orr.esporideri a los bombeos en l a s c a p t a c i o n e s i n s t a l a d a s , con 12.5 Hm /ano como caudal n e t o i i i u a l . La mayor e x t r a c c i ó n se produce en e l a b a s t e c i m i e n t o d e l denominado ¿anal de San Fernando c u y a s aguas están esencialmente <destiriadas ; a l Carnpu de Dalias. E l canal se a b a s t e c e sobre tudo del pun to ,~c.uifero 3001 ( f i g u r a 4 ) , ~ O n s ~ s t e n t e a! urk Pozo con 16 d r e n e s . capaz de i a r ru ja r un caudal medio de 130 l/s; en est.ia.ie cuando e l pozo disminuye su r ' endimientn . se complementa cori unos 40 gs c x t r a i d o s de l o s punt i i s 3025 y 3026. Del volumen arma1 extraido -4.3 Hm - 1.1 se emplea en ~$1. regadío de

riverriadera:. ~ i t u , i d r > s al Nol'te d r l a CN-340. mientras que e l ,.esto pasa a l ampo de Dalias . en dondi: el canal se b i fu rca : uno de los ramalee l l e g a hasta uardias Viejas y e , ! O L W t .eml i ia a1 N o r t e de La Mojonera.

3 -'

E l o t r c punto de bombeo i n t e n s i v o s e ubica a l o largo del cauce d c i río e n t r e La A i q e r í a y E l IPuinlr ,del R i c ( 3 C 0 2 . 3041, 3042. 3044. 3045 y 3046); e x t r a e n 2 Hm /ano que es conducida para regar e l sector más o c c i d i i i t a l d e l área (Los Guliitios). Le s i g u e en impor tanc ia e l punto 3032 cercano a E i Puente d e l Hio, pohl-Lióii o l a q w a b a s t e c e , junto con p a r t e de Adra; bombea un ,caudal de: 2 Hm /ano homogéneiimerite d r s t r i b u i d a a 10 largo d e l ano. O t r u punto

r o de g r a n e k t r a c i - i ó n es el r e f l e j a d o en e l m.pa h id rogeo lóg ico con el 3031. en i ' l que: honhr~iirriri i:?rca di: 2 Hm' rl año 1'285. L;i gran

cor iccr i t r i i~- ió i i de ihornheos en el s w t o r de E l i ' u e n l e d e l R i u j u n t o a I R sequía y e l ciimbio en ~ 1 1 dinámica d e l s i s t e m a , i : i i r i nccuenc~a dc i i i enircada en 1un:ionani ier i t .u d e l embalse de l l e n i n a v , j u s t ~ r i r m el n o t a b l e dcsceriso de los I > , " C l e s en este Sec!."r.

Y -'

9 - -

160

161

Los materiales en este 8eCtoP oriental son sedimentos de formaci6n muy reciente, generadas por renodelación de los depósitos del delta por los vientos de poniente. Su modelo de formación es litoral, y corno ta l . estrechamente ligado con aguas marinas. Así pues es fácil ~uponer que los sedimentos Saturados en agua marina 60" lavados exclusivamente por los únicas aportes que recibe el delta que son en Bu mayoría procedentes del río Adra. La interpretación de los diferentes planos de isapiezas del sector señala que 10s aportes del rio 60" escasos, por lo que el lavado de los materiales Costero8 debe ser un p P O C e S 0 lento que no se ha llevado a cabo en BU

totalidad. Dado que Los bombeos en este sector son minimos con respecto al resto del área y hasta 1985 no existen Situacione comprobadas de inversión del gradieiite hidráulico, resulta difícil explicar las Características hidroquimicas exclusivamente por un proceso de intrusión marina.

--co-.- - Ci' - Figura 11.- Diagrama triangular de las aguas del delta y de l o s manantiales

de Marbella (c ruces) .

Cabe destacar que en ei Sector con predominio de aguas sulfatadas es fácil comprobar la similitud en el quimismo de l a s mismas con l o s rnanantlales de Marbella, que constituyen la mayor recargo del r í a Adra superficial y subterráneamente. El diagrama de Piper de l a figura 11 incluye las aguas de 10s puntos de facies sulfatada o clorosulfatada megnésico-cálcica del delta junto con las aguas de los manantiales vuestreados en Marzo de 1985. Las aguas del acuífero del delta t i e n e n contenidos en c l o r u r o ~ y sodio ligeramen- te más bajos que las de los manantiales, lo que con toda probabilidad es debido a procesos de intercambio 1Ónir :o qdie suponen un llgero endurecimiento de las mismas, tal y como parecen indicar l o s índices da cambio de base, superiores en general en esta porción del ,scuífsru.

162

1000- 15M)

1500 - 2000

Junto 1975

Mayo IYR4

Marzo- Abril 1985

7igura 12.- UisLribuciOn espacial d e l contenido en C i - de las aguas del aiuíferu en las épocas reseñadas.

163

Respecto al contenido catiónico, el sodio sobrepasa los 600 mg/l en algunos puntos junto a la línea de costas. En las albuferas supera el gramo por litro. El magnesio oscrla entre 75 y 215 rng/l. A diferencia de estos dos cationes, el ca lc io apena5 mirementa su contenido respecto a los valores de l o s manantiales de Marbella, sino que disminuye sensiblemente en el Sector oriental. En lo que se refiere a las proporciones iónicas. las muestras se diferencian fundamentalmente a nivel catiónico, por variaciones en la relación r(Na+ + Ki/Catil. La proporción de Mg se mantiene dentro de una banda relativamente estrecha. Algo semejante, aunque con un mayor margen de variación. sucede a nivel aniónico respecta a las proporciones de bicarbo- natos; las diferencias más acusadas se establecen en base a los valores de la

++

r e l ac ión c1-/so - 4 '

Los análisis cluster de variables y casos realizados (MORALES. 1986; PULIDO BOSCH et al., 19881 ponen nuevamente de manifiesto la existencia de dos familias de aguas en el delta que. a grandes rasgos, coinciden con la mita1 oriental y occidental del mismo y son de facies clorurada sádica y sulfatada cálilca. respectivamente. Cada una de l a s familias tiene valore~ del coeficiente de correlación iguales o supei'101les a 0.90, lo cual es un dato importante, ya que expresa qut!, en cada uno de los dos grandes taxones diferenciados, cualquiera de las variatmlrs antes citadas, podría obtenerse con el simple análisis de una de e l l a s p t x correlación.

Varraciones temporalSS

Entre los muestmos llevados a cabo en Junio de 1975 y Marro-Abril de 198s no se ;aprecian grandes diferenclas (en los parámetros fislco-quimicos,tal f corno MORALES (19851 pone de manifiesto. aunque hay que hacer la salvedad de que pmcederi de distinto centro analitici,; los primeros datos corresponden al IGME y los otros al proyecto LUCDEME. Las variaciones, aunque no muy acusadas, son especialmente visibles en t u s valores del residuo seco Y en los del contenido cn cloruros; en efecto, todo el sector cercano a las albuferas sufre un incremento que localmente alcanza 2 gli en el valor del residuo S P C " .

E n la figura 12, tomada de MORALES (1986) se muestran los contrnldos en Cl- correspondientes a Juni." de 1975, Mayo de 1984 y Marzo-Abril de 1985. Se aprecia una miama distribwlón espacial, aunque un menor contenido en Junio de 1975, especialmente en el entorno de las a lbuferas , en donde no se superaban los 1 O00 mg/l: gol el Contrario. en Marzo-Abril de 1985 se llegan a superar los 1 500 m g / l en la entremidaid oriental del área.

3.2. Calidad para uso urbano

De acuerdo con la Heglaaentacióii Técnico-Sanitaria que regula las característ.icas físico-químicas de las aguas potables, las aguas de este acuífero no son aptas para el consumo humano, pues l a totalidad de los puntos presentan concentraciones en magnesio superiores a las estipuladas corno tolerables. En el cuadro 4 se expresa el porcentaje de muestras que sobrepasa el límite de tulerabilidad establecido en cada uno de los iones mayoritarios analizados. Si se consideran los límites establecidos por la O.M.S., menos estrictos. algunas de las aguas del extremo más occidental del acuifero son potables.

164

imite máximo eg1amentario

( 4 1 )

350 400 50 175 200

1.500 50 0,lO

% de muestras >límite

tolerabilidad

57.9 42.1 100.0 68.4 31,6 6 3 , Z 42.1 52.6

>"tenidos de dichas muestras (4 máximos

1.028,l -

1.054,2 241,5 641,3

3.857,l 348,7

120,4 1.59

__

mi.....--- 354,s 484.3

60 ,6 126,s 205,6

1.707,8 51,8 0 , l i

Cuadra 4.- Porcentaje de muestras de aguas del acuífero que supe iii l a s normas tolerables de potabilidad.

Figura 13.-

ELGW DE SALNI~ACCON OEL WELO

Calidad de las aguas para uso agrícola (Normas U.S.S.L.S.I.

165

3.3. Calidad para “SO agrícola

Según se deduce de la f i g u r a 13 ( c l a s i f i c a c i ó n d e l U.S.S.L.S.) las aguas sub te r r áneas e x t r a i d a s en la unidad per tenecen a las categorías ~ i g u e n t e s con los porcen ta j e s que se expresan: Cg-S1 ( 4 2 % ) . C -S (10 %), C -S (32 %) y C4-S3 (15 % ) . Se desprende que más de la mitad de b s puntos rnuestreados r e g i s t r a n valores muy a l t o s de sa l inzdad . No son aguas apropiadas para el riego en condiciones o r d i n a r i a s , por l o que r equ ie ren -además de c u l t i v o s t o l e r a n t e s al r e spec to - suelos de elevada permeabilidad en los que se ap l ique e1 agua en exceso, para que se p r o p i c i e un lavado s u f i c i e n t e de los mismos. Además. el 80 % de tales aguas presen ta contenidos medios y altos en sod io mtisrcambiabte, l o que p lan tea r i e s g o s de alcalinlzación de lo s suelos sobre l o s que se emplean -sobre todo si presentan elevada capacidad de intercambio ca t ión ico - s i no se a p l i c a n medidas e s p e c í f i c a s correctoras, tales como lavados i n t e n s o s . ad ic ión de materia orgánica y calcio, etc. E s conveniente r’ecordar que s s h c l a s i f i c a c i ó n peca, en general. de ser excesivamente i.igiiros.3.

V. RELACION ACUIFERO-MAR

4 2

E l mar Mediterráneo cons t i t uye el l ími te meridional d e l acuifero, como ya h a s i d o rei teradamente expuesto; es un borde permeable de poritencial aproximadamente cons t an te a l o largo de l tiempo. Con algo más de 10 km de l o y i t u d t o t a l , se produce un intercambio h í d r i c a medio estimado en 7 Fim /ano. Los g rad ien te s hidi.áulicos u t i l i z a d o s pera dichos cálculos e s t á n comprendidos entre 0.5 % para el d e l t a an t iguo , 0.2 % para el nuevo y 0.1 % par;, el res to . con 5.3 km de longi tud.

D e acuerdo con los e s t u d i o s de MORALES (1986), y 105 a n t e r i o r e s del IGME no ex i s ten i n d i c i o s razonables de i n t r u s i ó n marina a l o l a r g o de todo este borde costero. Los datos pirzornétr icos más r e c i e n t e s ind i r ados en l a f i g u r a 9 , tomada del IGME (1987) , milestr-im l a e x i s t e n c i a de una tendencia acusad* e l descenso. de forma muy mani f i e s t a en el s e c t o r de E l Puente d e l r i o ; e r l s u momento se h a i n t e r p r e t a d o dicha tendencia como el r e s u l t a d o de l a disminución de la al imentación du ran te el^ periodo seco anterior, Y por l a s i n f l u e n c i a s del embalse de Beníriar en el régimen d e l r í o Adra. Quiere todo e l l o d e c i r que a p a r t i r de ahora se hace p r e c i s o extpemar el control piezométr ico e hidrogeoquírnico iin el Are, con el f i n de determinar posibles ~ n v í . ~ s i o n e ~ d e l grzidientr h i d r á u l i c a y aumentos en l o s contenidos salinos de l a s aguas.

Por o t r o l ado , si se p m r de manifiesto una curiosa r e l a c i ó n acuifero- mar r e s u l t a d c de l a dinámica I.itora1 y de Las influencias a n t r ó p i c a s sobre el régimen de l río. Se t r a t a de la existencia de sedimentos Costeros procedentee de l a r m o d e l a c i o n d e l an t igua d e l t a y de 10s sedimeritos deposi tados en la nueva desembocadura, acumulados en e l s e c t o r o r i e n t a l d e l a c u í f e r o ; su d e f i c i e n t e levado es l a causa de que a ú n permanezca g ran can t idad de sales en ese s e c t o r . A este hecho hay que u n i r l a e x r s t e n c i a de concentración por pvaporación d e l agua de l a s a l b u f e r a s y su afección al e n t o r n o . En las f l g u r a i 14 y 15 se muestra l a d i s t r i b u c i ó n e s p a c i a l de 105 valores de las relaciones iónicas rMg/rCa y r C l / r C 0 3 H , ambas utilizadas a menudo para C a l . a i t ~ r I ~ a r procesos de i n t r i i s i óri marina. Se observa que l o s valores mixirnos SE ::itúan e n el s<:<:tor o r i e n t a l y a su vez en las aguas de las a lbu fe ra s .

166

1.5-2

3.5-4

F i g u r a 15.- Variaclóri espac ia l de la re lac ión rCl/rCOgH

167

VI. PROPUESTA DE GESTION DE LOS RECURSOS HIDRICOS

Dado que el sistema hidrogeológico del delte del Adra está siendo sometrdo a una serle de afecciones derivadas esencialmente de la entrada en funcionamiento del embalse de Beninar, parece lo más edecuado tratar en primer lugar de cuantificar tal afección. antes de iniciar una nueva política hidráulica en el área. Queda por determinar en qué medida el embalse va a afectar a la alimentación al Sistema y en qué medida -dado que la mayor parte del agua se empleará fuera del delta- esta disminución influirá en el rqui l ibr io del contacto agua dulce-agua salada.

Otro aspecto importante se refiere a la estanqueidad del vaso del embalse y su relación con los caudales de los manantiales de Marbella situadas aguas abajo; también es necesario saber si se van a realizar obras de regulación. mediante bornbeos. junto a dichas surgemias. En efecto, de mantenerse las pérdidas detectadas en 8" momento, como afectan a l caudal de l a s surgencias (CARRASCO et 81.. 1981). la alimentación del acuífero puede no verse disminuida o i nc luso puede incrementarse. al circular un caudal más laminado y Continuo por el río, aguas abajo de los manantiales. Si se bombea en los surgeniias, cwno complemento a l a obra de regulación, la disminución de l a alimentación g i l aciiifero s i puede ser notoria.

Por todo ello parece recomendable mmtencv y /o iniciar l a s actividades :;ipuiriit.es de control en el awifera:

- red de observación de los niveles piezométricos con medidas mensuales

- red de control de los parámetros fisico-químicos de las aguas, en

-. con t ro l de los caudales de entpada a l sistema a través d e l río Adra y

durante los meses de mixirne extracción

especial los caracterizadores de intrusión marina

de las prrnci.pales derivaciones.

De acuerdo con l o s detos que se vayan obteniendo se estará en inndi~iones de planificar una mejor explotación del sistema.

VII. BIBLIOGRAFIA

ALDAYA. F. et al. 1983. Memoria y Hoja Geoligica de Adra (21-44). 1.50.000. MAGNA. IGME. Madrid.

EENAVENTE, J., PULIDO BOSCH, A. y MORALES, G . 1987. Principales rasgos hidrogeoquimicos del Delta del río Adra. Hidrogeol. y Rec. Hidrául. XI: 131-140. Mallorca.

CARRASCO, A,. CARRASCO, F.. RUIZ-TAGLE, M. y THAUVIN. J . P . 1981. Caracteris- t icas hidrogeológicas del acuifero calizo-dolomítico de la unidad Gádor-Lújar en el Sector de Berja Beninar (Almeria) y su relación con las fuentes de Marbella. Simposio sobre el Agua en Andalucía. 1: 249-268. Granada.

CASE. 1980. Estudio hidrogeológico del tramo flrial del río Adra. 20 p. (Mem. inédita).

LiEL RIO, T. 198'7. Estudio ecológicc de las alhuferas de Adra (Almeria). Tesis Doct. Univ. Granada. (Mem. inédita).

I'OURNIGUET, J. 1975. Néotectonique et Quaternaire marin sur le littoral de la S i e r r a Nevada (Aiidalousie. Espagne). Tesis Unlv. Orléans. 234 p.

IGME. 1977. La cuenca del Adra. Informe técnico n o I X . G. IGME. 1977. Estudio hidrugeológlco de l a cuenca S u r (Almería). Col. Informe.

IGME. 1978. Evr,luciÓn de niveles oiezométricos en los sistemas acuíferos de 145 p. Madrid.

l a cuenca Sur. Anuario Serv. Pub. Mi". Ind. Energía. Madrid. IGME. 1980. Calidad de las aguas subterráneas en les cuencas del S u r de

IGME. 1982. Síntesis de dator hidrogeológicos y de calidad de aguas España. Col. Informe. 151 p. Madrid.

subterráneas dest.iriado al plan hidrológico nacional. Cuenca Sur , Sector oriental. Tomo 11. Ind. Com. En. Rec. Nat. (Mern. inédita).

JABALOY. A. 1984. EvaIuciÓn de l a desembocadura del río Adra (Almería). 1 - Gong. Nac. Geol. 1: 523-534. Segovia .

MORALES, G . 1986. Contribución al conoc~rnlecto hrdrogeológico del delta del r i o Adra. Tesis L i c . Unlv. Granada. 210 p . (Mem. inédital.

fVL1DO BOSCH, 4 . . BENAVENTE, J.. CASTILLO, A. y PADILLA, A. 1986. Estudio hidrofiealógico de la cuenca del Río Adra. Dpto. Hidrog. Univ. Granada, - ~

66 p . (Mero. inédital.

del r í o Adra (Almería). Est. Geológicos (en prensa). PULIDO BOSCH, A., MORALES, G. y BENAVENTE, J. 1988. Hidrogeologia del delta

SANCHEZ, A. 1983. La minería del levante almeriense. Edit. Cajai. Almería. SOLER, M.. GARCIA, A. y ALONSO. P. 198:l. Los cultivos forzados en Almería.

Inventario agronómico y caracterización productiva de l o s cultivos forzadas. Dirección Gen. Prod. Agraria. Madrid. 162 p.

169