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Semana del 23 al 29 de Marzo 2015 [E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya] Recuerda que haciendo clic en alguno de los anuncios donde descargaste este archivo, aportas al mantenimiento económico del servidor y hosting de la página y de futuros proyectos. www.ayudatj.com o www.epubteo.blogspot.com GRACIAS!! [Canción 119][E. Libro] [Inicio] [ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ][ 7 ][ 8 ] cl cap. 22 párrs. 1-8 CAPÍTULO 22 ¿Influye en nuestra vida “la sabiduría de arriba”? 1-3. a) ¿Cómo demostró Salomón una sabiduría extraordinaria en una disputa sobre maternidad? b) ¿Qué don nos promete Jehová, y qué preguntas surgen? [ 1 ] [Textos] ERA un pleito difícil: la disputa de dos mujeres por un recién nacido. Ambas vivían en la misma casa y cada una había dado a luz un niño con pocos días de diferencia. Al morir uno de los hijos, las dos afirmaron ser la madre del que quedaba vivo Nota. Además, no había testigos presenciales de lo sucedido. Es probable que un tribunal inferior ya hubiera visto la causa, sin lograr resolverla, de modo que terminó llevándose ante Salomón. Pues bien, ¿averiguaría la verdad el rey de Israel? Nota: Según 1 Reyes 3:16, se trataba de dos prostitutas. Perspicacia para comprender las Escrituras (obra editada por los testigos de Jehová) dice: “Quizás no eran prostitutas profesionales, sino mujeres que habían cometido fornicación, bien judías, o, posiblemente, de ascendencia extranjera”. [ 2 ] [Textos] El monarca primero escuchó a las dos partes. Luego pidió una espada y, con aparente resolución, ordenó partir a la criatura y dar la mitad a cada una de ellas. De inmediato, la auténtica madre le rogó que le entregara el niño, su hijo querido, a su rival. Esta, sin embargo, insistió en que lo dividieran. Así supo el rey la verdad. Sabía muy bien que toda mujer siente cariño y compasión por el hijo de sus entrañas y se valió de este conocimiento para zanjar la disputa. Imagínese qué alivio obtuvo la verdadera progenitora cuando Salomón le dio el bebé y dijo: “Ella es su madre” (1 Reyes 3:16-27). [ 3 ] [Textos] ¡Qué sabiduría tan extraordinaria! Al oír los súbditos cómo había resuelto su rey el litigio, se quedaron atónitos “porque vieron que dentro de él estaba la sabiduría de Dios”. En efecto, la sabiduría de Salomón era una dádiva del Altísimo, quien le había concedido “un corazón sabio y entendido” (1 Reyes 3:12, 28). Ahora bien, ¿podemos nosotros recibir dicho don divino? Sí, en vista de que, como escribió por inspiración Salomón, “Jehová mismo da la sabiduría” (Proverbios 2:6). Así es: él promete conceder sabiduría, o sea, la capacidad de usar bien el conocimiento, el entendimiento y el discernimiento, a quienes la buscan con sinceridad. Pero ¿cómo la adquirimos, y cómo logramos que influya en nuestra vida? ¿Cómo se “adquiere sabiduría”? 4-7. ¿Qué cuatro pasos son necesarios para adquirir sabiduría? [ 4 ] [Textos] ¿Es preciso ser muy inteligentes o cultos para recibir la sabiduría de Jehová? No, porque él está dispuesto a compartirla con nosotros sin importar nuestra educación ni ningún otro antecedente (1 Corintios 1:26-29). Sin embargo, tenemos que tomar la iniciativa, ya que la Biblia nos exhorta a ‘adquirirla’ (Proverbios 4:7). ¿Cómo lo hacemos? [ 5 ] [Textos] El primer paso es temer a Dios, pues Proverbios 9:10 dice: “El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría [“La sabiduría comienza por honrar al Señor”, Versión Popular]”. Efectivamente, dicho sentimiento constituye la base de la sabiduría verdadera. ¿Por qué? Recordemos que la sabiduría implica la capacidad de usar el conocimiento con eficacia, y que temer al Todopoderoso no quiere decir agacharse aterrorizados ante él, sino inclinarse con reverencia, respeto y confianza. Pues bien, este temor es saludable y ejerce una poderosa influencia, moviéndonos a adaptar nuestra vida al conocimiento que tenemos de la voluntad y los caminos del Creador. Y eso es lo más sabio que podemos hacer, porque seguir sus normas siempre reporta los mejores resultados.

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Semana del 23 al 29 de Marzo 2015

[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]

Recuerda que haciendo clic en alguno de los anuncios donde descargaste este archivo, aportas al mantenimiento económico del servidor y hosting de la página y de futuros proyectos.

www.ayudatj.com o www.epubteo.blogspot.com

GRACIAS!!

[Canción 119][E. Libro] [Inicio]

[ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ][ 7 ][ 8 ]

cl cap. 22 párrs. 1-8

CAPÍTULO 22 ¿Influye en nuestra vida “la sabiduría de arriba”?

1-3. a) ¿Cómo demostró Salomón una sabiduría

extraordinaria en una disputa sobre maternidad?

b) ¿Qué don nos promete Jehová, y qué preguntas

surgen?

[ 1 ] [Textos] ERA un pleito difícil: la disputa de dos

mujeres por un recién nacido. Ambas vivían en la misma

casa y cada una había dado a luz un niño con pocos

días de diferencia. Al morir uno de los hijos, las dos

afirmaron ser la madre del que quedaba vivo Nota.

Además, no había testigos presenciales de lo sucedido.

Es probable que un tribunal inferior ya hubiera visto la

causa, sin lograr resolverla, de modo que terminó

llevándose ante Salomón. Pues bien, ¿averiguaría la

verdad el rey de Israel?

Nota: Según 1 Reyes 3:16, se trataba de dos prostitutas.

Perspicacia para comprender las Escrituras (obra editada por

los testigos de Jehová) dice: “Quizás no eran prostitutas

profesionales, sino mujeres que habían cometido fornicación,

bien judías, o, posiblemente, de ascendencia extranjera”.

[ 2 ] [Textos] El monarca primero escuchó a las dos

partes. Luego pidió una espada y, con aparente

resolución, ordenó partir a la criatura y dar la mitad a

cada una de ellas. De inmediato, la auténtica madre le

rogó que le entregara el niño, su hijo querido, a su rival.

Esta, sin embargo, insistió en que lo dividieran. Así supo

el rey la verdad. Sabía muy bien que toda mujer siente

cariño y compasión por el hijo de sus entrañas y se valió

de este conocimiento para zanjar la disputa. Imagínese

qué alivio obtuvo la verdadera progenitora cuando

Salomón le dio el bebé y dijo: “Ella es su madre”

(1 Reyes 3:16-27).

[ 3 ] [Textos] ¡Qué sabiduría tan extraordinaria! Al oír

los súbditos cómo había resuelto su rey el litigio, se quedaron atónitos “porque vieron que dentro de él estaba la sabiduría de Dios”. En efecto, la sabiduría de Salomón era una dádiva del Altísimo, quien le había concedido “un corazón sabio y entendido” (1 Reyes 3:12, 28). Ahora bien, ¿podemos nosotros recibir dicho don divino? Sí, en vista de que, como escribió por inspiración Salomón, “Jehová mismo da la sabiduría” (Proverbios 2:6). Así es: él promete conceder sabiduría, o sea, la capacidad de usar bien el conocimiento, el entendimiento y el discernimiento, a quienes la buscan con sinceridad. Pero ¿cómo la adquirimos, y cómo logramos que influya en nuestra vida?

¿Cómo se “adquiere sabiduría”?

4-7. ¿Qué cuatro pasos son necesarios para adquirir

sabiduría?

[ 4 ] [Textos] ¿Es preciso ser muy inteligentes o cultos

para recibir la sabiduría de Jehová? No, porque él está

dispuesto a compartirla con nosotros sin importar

nuestra educación ni ningún otro antecedente

(1 Corintios 1:26-29). Sin embargo, tenemos que tomar

la iniciativa, ya que la Biblia nos exhorta a ‘adquirirla’

(Proverbios 4:7). ¿Cómo lo hacemos?

[ 5 ] [Textos] El primer paso es temer a Dios, pues

Proverbios 9:10 dice: “El temor de Jehová es el

comienzo de la sabiduría [“La sabiduría comienza por

honrar al Señor”, Versión Popular]”. Efectivamente,

dicho sentimiento constituye la base de la sabiduría

verdadera. ¿Por qué? Recordemos que la sabiduría

implica la capacidad de usar el conocimiento con

eficacia, y que temer al Todopoderoso no quiere decir

agacharse aterrorizados ante él, sino inclinarse con

reverencia, respeto y confianza. Pues bien, este temor

es saludable y ejerce una poderosa influencia,

moviéndonos a adaptar nuestra vida al conocimiento

que tenemos de la voluntad y los caminos del Creador.

Y eso es lo más sabio que podemos hacer, porque

seguir sus normas siempre reporta los mejores

resultados.

[ 6 ] [Textos] El segundo paso es actuar con humildad

y modestia, cualidades imprescindibles para reflejar la

sabiduría divina (Proverbios 11:2). ¿Por qué? Porque

nos permiten admitir que no sabemos todas las

respuestas, que no siempre acertamos en nuestras

opiniones y que hemos de informarnos sobre los

criterios de Jehová, quien “se opone a los altivos”, pero

concede gustoso su sabiduría a los humildes de corazón

(Santiago 4:6).

[ 7 ] [Textos] El tercer paso es estudiar la Palabra

escrita de Jehová, que contiene Su sabiduría, la cual

podremos extraer solo al trabajar con empeño

(Proverbios 2:1-5). El cuarto paso es orar a Dios. Si le

rogamos con sinceridad que nos conceda sabiduría, nos

la dará generosamente (Santiago 1:5). Cuando le

pidamos que nos ayude concediéndonos su espíritu, lo

hará. De este modo podremos encontrar en la Biblia

tesoros que nos permitirán resolver los problemas, eludir

los peligros y tomar buenas decisiones (Lucas 11:13).

8. ¿Qué indicará que hemos adquirido la sabiduría

divina?

[ 8 ] [Textos] Como indica el capítulo 17, la sabiduría

de Jehová es práctica. Por consiguiente, si la hemos

adquirido se reflejará en nuestro comportamiento.

El discípulo Santiago expuso los frutos que esta

produce: “La sabiduría de arriba es primeramente casta,

luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de

misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por

parcialidad, sin ser hipócrita” (Santiago 3:17).

Analicemos los anteriores aspectos de esta dádiva

divina y preguntémonos: “¿Está influyendo en mi vida?”.

[E.M.T] [Inicio]

[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]

[P.S] Lectura de la Biblia: 1 Samuel 10 a 13 |

Puntos Sobresalientes

Lecciones para nosotros:

12:20, 21. Nunca permitamos que “las cosas irreales”, como la idolatría o la confianza en los hombres y en la fuerza militar de las naciones, nos desvíen de servir a Jehová.

12:24. Un factor importante para seguir mostrando temor reverencial a Jehová y servirle de todo corazón es

“ve[r] cuán grandes cosas ha hecho” por su pueblo tanto en el pasado como en el presente.

13:10-14; 15:22-25, 30. Tengamos cuidado de no caer en alguna forma de conducta insolente, sea que se evidencie en la desobediencia o en una actitud arrogante (Proverbios 11:2).

[Nº1] Núm. 1: 1 Samuel 11:1-10 (3 min. o menos)

11 Y Nahás el ammonita procedió a subir y a acampar contra Jabés en Galaad. Por lo cual todos los hombres de Jabés dijeron a Nahás: “Celebra un pacto con nosotros para que te sirvamos”. 2 Entonces les dijo Nahás el ammonita: “Con esta condición lo celebraré con ustedes, con la condición de perforar y sacarles todo ojo derecho, y tengo que poner eso como oprobio a todo Israel”. 3 A su vez, los ancianos de Jabés le dijeron: “Danos un plazo de siete días, y ciertamente enviaremos mensajeros a todo el territorio de Israel y, si no hay salvador de nosotros, entonces tendremos que salir a donde ti”. 4 Con el tiempo los mensajeros llegaron a Guibeah de Saúl y hablaron las palabras a oídos del pueblo, y todo el pueblo empezó a levantar la voz y llorar.

5 Pero aquí viene Saúl del campo, detrás de la vacada, y Saúl procedió a decir: “¿Qué le pasa al pueblo, para que esté llorando?”. Y se pusieron a contarle las palabras de los hombres de Jabés. 6 Y el espíritu de Dios entró en operación sobre Saúl cuando él oyó estas palabras, y se le enardeció mucho la cólera. 7 De modo que tomó un par de toros y los cortó en pedazos y los envió por todo el territorio de Israel por la mano de los mensajeros, diciendo: “¡A cualquiera de nosotros que no salga como seguidor de Saúl y de Samuel, así se le hará a su ganado vacuno!”. Y el pavor de Jehová empezó a caer sobre el pueblo, de modo que salieron como un solo hombre. 8 Entonces él tomó la cuenta de ellos en Bézeq, y los hijos de Israel ascendieron a trescientos mil, y los hombres de Judá a treinta mil. 9 Ahora dijeron a los mensajeros que habían venido: “Esto es lo que dirán a los hombres de Jabés en Galaad: ‘Mañana se efectuará la salvación para ustedes, cuando caliente el sol’”. Con eso los mensajeros vinieron y se lo refirieron a los hombres de Jabés, y ellos se entregaron al regocijo. 10 Por consiguiente, los hombres de Jabés dijeron: “Mañana saldremos a ustedes, y tendrán que hacer con nosotros de acuerdo con todo lo que sea bueno a sus ojos”.

[Nº2] Núm. 2: ¿Qué dicen sobre nuestros días las

profecías bíblicas? (igw pág. 12 párrs. 1-4) (5 min.)

¿Qué dicen sobre nuestros días las

profecías bíblicas?

“Se levantará nación contra nación y reino contra

reino [...]. Todas estas cosas son principio de dolores

de angustia.”

(Mateo 24:7, 8)

“Muchos falsos profetas se levantarán y extraviarán a

muchos; y por el aumento del desafuero se enfriará el

amor de la mayor parte.”

(Mateo 24:11, 12)

“Cuando oigan de guerras e informes de guerras, no

se aterroricen; estas cosas tienen que suceder, pero

todavía no es el fin.”

(Marcos 13:7)

“Habrá grandes terremotos, y en un lugar tras otro

pestes y escaseces de alimento; y habrá escenas

espantosas, y del cielo grandes señales.”

[Nº3] Núm. 3: Azarías (núm. 21). Tema: Tuvo una fe

firme desde su juventud (it-1 pág. 260) (5 min.)

AZARÍAS

(Jehová Ha Ayudado).

1. Descendiente de Judá por Tamar; de la casa de Etán. (1Cr 2:4, 6, 8.)

2. Levita descendiente de Qohat; hijo de Sofonías y antepasado del profeta Samuel. (1Cr 6:33, 36.)

3. Descendiente de Aarón por el linaje de Eleazar; hijo de Ahimáaz. (1Cr 6:9.)

4. Uno de los príncipes de Salomón. (1Re 4:2.) Se dice que era hijo del sacerdote Sadoc; es posible que fuese hermano de Ahimáaz. (1Cr 6:8.)

5. Hijo de Natán; fue el príncipe al que Salomón puso sobre los doce comisarios de la casa real. (1Re 4:5, 7, 19.)

6. Profeta, hijo de Oded, que en 963 a. E.C. ayudó a Asá al instarlo a ‘buscar a Jehová’. Como resultado, el rey hizo quitar “las cosas repugnantes” de toda la tierra y consiguió que el pueblo entrara en un pacto, de modo que “a cualquiera que no buscara a Jehová el Dios de Israel se le diera muerte”. (2Cr 15:1-15.)

7, 8. Dos de los siete hijos de Jehosafat, mencionados en segundo y quinto lugar. Su padre los colmó de regalos y les dio ciudades fortificadas, pero Jehoram, su hermano mayor, los mató una vez que ascendió al trono. (2Cr 21:1-4.) “Parece poco verosímil suponer [como algunos han hecho] que la repetición del nombre se deba a que eran medio hermanos o a que uno de los dos murió de pequeño.” (The Interpreter’s Dictionary of the Bible, edición de G. A. Buttrick, 1962, vol. 1, pág. 325.) Sería un caso infrecuente que dos hermanos tuviesen el mismo nombre, pero hay una ligera diferencia en la grafía y pronunciación hebreas de este nombre: ʽAzar·yáh (“Jah Ha Ayudado”) y ʽAzar·yá·hu (“Jehová Ha Ayudado”).

9. Hijo de cierto Jehú y padre de Hélez; era de la tribu de Judá y pertenecía a la séptima generación, contando desde su antepasado egipcio Jarhá. (1Cr 2:3, 34-39.)

10. Rey de Judá; fue el hijo más joven de Jehoram y Atalía; también se le conoció por los nombres de Jehoacaz y Ocozías. (2Re 8:25-29; 2Cr 21:17; 22:1, 6; véase OCOZÍAS núm. 2.)

11. Hijo de Jeroham. Uno de los cinco jefes de centenas que en 898 a. E.C. contribuyeron a destronar a la usurpadora Atalía y a colocar en el trono de Judá a Jehoás. (2Cr 23:1-15.)

12. Hijo de Obed. Uno de los cinco jefes de centenas que en 898 a. E.C. contribuyeron a entronizar a Jehoás después de derrocar a la usurpadora Atalía. (2Cr 23:1-15.)

13. Rey de Judá durante cincuenta y dos años (829-778 a. E.C.); fue hijo de Amasías y Jecolías. (2Re 14:21; 15:1, 2.) En 2 Reyes 15:13 se le llama Uzías. (Véase UZÍAS núm. 3.)

14. Sumo sacerdote, hijo de Johanán y descendiente de Aarón. (1Cr 6:1-10.) Quizás fue este Azarías quien ordenó al rey Uzías que abandonara el templo cuando este intentó presuntuosamente ofrecer incienso. Por resistirse a la orden, Jehová lo hirió de lepra. (2Cr 26:16-21.) Durante el primer año del reinado de Ezequías (745 a. E.C.), unos tres decenios después de la muerte de Uzías, se registra un comentario de Azarías, que aún ejercía de sumo sacerdote (o algún

otro del mismo nombre), en el que reconoce que la bendición de Jehová estaba sobre las reformas del rey. (2Cr 31:9, 10, 13.)

15. Príncipe de Efraín e hijo de Jehohanán. Hacia mediados del siglo VIII a. E.C., Israel derrotó a Judá y tomó consigo 200.000 cautivos, pero Azarías y otros príncipes de Efraín los pusieron en libertad y les suministraron los medios para facilitar su regreso. (2Cr 28:5-15.)

16. Descendiente de Leví por la rama de Qohat. Su hijo Joel participó en la limpieza del templo que el rey Ezequías ordenó en su día (745 a. E.C.). (2Cr 29:1-12, 15.)

17. Descendiente de Leví por la rama de Merarí; hijo de Jehalelel. Participó en la limpieza del templo que ordenó Ezequías. (2Cr 29:1-12, 15.)

18. Hijo de Merayot; antepasado de Esdras. (Esd 7:3.)

19. Hijo de Hilquías, quien fue sumo sacerdote bajo el reinado de Josías; padre de Seraya (2Re 22:3, 4; 1Cr 6:13, 14) y antepasado de Esdras el copista. (Esd 7:1.)

20. Hijo de Hosaya. (Jer 43:2.) También llamado Jezanías (Jer 40:8; 42:1) y Jaazanías (2Re 25:23). Azarías fue uno de los jefes de las fuerzas militares que apoyaron a Guedalías (Jer 40:7-10); más tarde, pidió a Jeremías que intercediera por ellos ante Jehová para obtener Su dirección (Jer 42:1-3); finalmente, fue uno de “los hombres presuntuosos” que rechazaron la respuesta de Jehová por boca de Jeremías. (Jer 43:1-3.)

21. Uno de los jóvenes hebreos a quienes en 617 a. E.C. se llevó cautivos a Babilonia; su nombre fue cambiado a Abednego, que tal vez signifique “Siervo de Nebo [deidad babilonia]”. (Da 1:3-7.) Después de un período especial de formación que duró tres años, se vio que Azarías y sus compañeros (Daniel, Hananías y Misael) eran “diez veces mejores que todos los sacerdotes practicantes de magia y los sortílegos” de Babilonia. (Da 1:5, 14-20.) Aunque estuvo amenazado de muerte (Da 2:13-18) y luego se le ascendió al puesto de administrador (Da 2:49), la prueba suprema de lealtad a Jehová le sobrevino cuando se le arrojó a un horno ardiente debido a que rehusó adorar la imagen que Nabucodonosor había hecho erigir. (Da 3:12-30.) Por hallarse entre los hombres de fe, Pablo alude a él al mencionar a quienes “detuvieron la fuerza del fuego”. (Heb 11:34.)

[R. Servicio] [Inicio]

Tema del mes: “Estén listos para toda buena

obra” (Tito 3:1).

Canción 20

30 min. “Reuniones para el servicio del campo

que cumplen su objetivo.” Preguntas y

respuestas.

Reuniones para el servicio del campo

que cumplen su objetivo

1. ¿Qué objetivo tienen las reuniones para el

servicio del campo?

1 En una ocasión, Jesús se reunió con 70 de sus

discípulos antes de enviarlos a predicar (Luc. 10:1-

11). Los animó recordándoles que no estaban solos y

que quien los guiaba era el “Amo de la mies”, Jehová.

Además, les dio instrucciones que los ayudaron a

cumplir con su comisión y los organizó para que

fueran “de dos en dos”. Hoy en día, las reuniones para

la predicación tienen el mismo objetivo: animarnos,

instruirnos y organizarnos.

2. A partir de abril, ¿cuánto durarán las reuniones

para el servicio del campo?

2 Hasta ahora, las reuniones para el servicio del

campo duraban entre 10 y 15 minutos. En ese tiempo

se organizaban los grupos, se asignaban los

territorios y se hacía una oración. Pero a partir de

abril, estas reuniones durarán entre 5 y 7 minutos. Y

si se hacen después de otra reunión de congregación,

deberán durar menos todavía, puesto que quienes

asistan ya habrán disfrutado de un buen programa

espiritual. El que las reuniones para el servicio del

campo sean más breves permitirá a los publicadores

pasar más tiempo en el ministerio. Además, para los

precursores y publicadores que hayan empezado a

predicar antes de la reunión solo significará una

breve interrupción.

3. ¿Cómo deberían organizarse las reuniones para

el servicio del campo?

3 Las reuniones para el servicio del campo deben

organizarse de la manera que sea más práctica para

los publicadores. Muchas congregaciones han visto

las ventajas de que cada grupo de predicación se

reúna en un lugar distinto, y así las reuniones para el

servicio del campo y el territorio tal vez les queden

más cerca a todos. De ese modo es más fácil organizar

a los hermanos y que los superintendentes de grupo

atiendan a quienes tienen a su cargo. El cuerpo de

ancianos decidirá qué es lo mejor para la

congregación teniendo en cuenta las necesidades

locales. Antes de concluir la reunión con una oración

breve, todos deberían saber dónde irán a predicar y

quién será su compañero.

4. ¿Por qué las reuniones para el servicio del

campo son tan importantes como las demás?

4 Tan importantes como las demás reuniones de

congregación. A estas reuniones solo asisten los

publicadores que van a salir a predicar, no

necesariamente toda la congregación. Sin embargo,

eso no significa que puedan tomarse a la ligera o que

sean menos importantes que otras reuniones. Como

todas las demás, son un regalo de parte de Jehová que

nos motiva a mostrarnos amor unos a otros y a hacer

buenas obras (Heb. 10:24, 25). De ahí que quienes las

dirijan deban ir bien preparados a fin de que la

reunión dé honra a Jehová y sea beneficiosa para

quienes asistan. Siempre que sea posible, los

publicadores que salgan a predicar deberían hacer el

esfuerzo de estar presentes.

(Hebreos 10:24, 25) Y considerémonos unos a otros para

incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el

reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino

animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes

que el día se acerca.

Las reuniones para el servicio del campo no

deben tomarse a la ligera ni considerarse menos

importantes que otras reuniones

5. a) ¿Qué papel desempeña el superintendente

de servicio al organizar las reuniones para

predicar? b) ¿Cómo deberían dirigir las hermanas

las reuniones para predicar?

5 Cómo prepararse para dirigirla. Para que alguien

se prepare bien una asignación, tiene que recibirla

con suficiente antelación. En el caso de las reuniones

para el servicio del campo ocurre lo mismo. Cuando

los grupos de predicación se reúnan en diferentes

sitios, los superintendentes de grupo y sus auxiliares

llevarán a cabo las reuniones. Pero cuando toda la

congregación salga a predicar desde un mismo lugar,

el superintendente de servicio asignará a alguien

para que la dirija. Algunos superintendentes de

servicio les dan un programa a todos los hermanos

que están asignados y también lo cuelgan en el

tablero de anuncios. Como la calidad de la reunión

dependerá de la capacidad de enseñar y organizar

que tengan estos hermanos, el superintendente de

servicio elegirá con buen criterio a quienes dirijan la

reunión. Si algunos días no hay ningún anciano,

siervo ministerial o hermano bautizado cualificado

que las dirija, el superintendente de servicio debe

asignar a una hermana bautizada con experiencia.

(Vea el apartado “Si una hermana tiene que dirigir la

reunión”.)

Si una hermana tiene que dirigir la

reunión

La hermana deberá cubrirse la cabeza cuando dirija

la reunión y, por lo general, estará sentada. Tratará la

misma información en la reunión que si un hermano

la dirigiera. Aunque no dará la apariencia de estar

enseñando, podrá iniciar el análisis de un tema entre

los asistentes. Si le pide a otra hermana bautizada

que haga la oración, esta también tendrá que cubrirse

la cabeza. En el caso de que llegue un hermano

bautizado mientras la hermana lleva a cabo la

reunión, ella le pedirá al hermano que continúe. Es

responsabilidad del superintendente de servicio

prever situaciones incómodas y dar las debidas

instrucciones para evitarlas. Por ejemplo, puede

darse el caso de que un jovencito que esté bautizado

asista a una reunión para el servicio del campo y una

hermana la esté dirigiendo. Si los ancianos opinan

que el joven no está preparado para encargarse de la

reunión pero sí para orar en público, el

superintendente de servicio hablará de antemano con

ambos para que ella lleve a cabo la reunión y él haga

la oración. O puede que haya un hermano bautizado

que no deba dirigir las reuniones o hacer la oración

por razones que los ancianos conocen. Sin revelar

detalles confidenciales, los ancianos deberían

informar a la hermana que dirige la reunión que es

ella quien debe encargarse y hacer la oración aunque

el hermano esté presente. A su vez, los ancianos

deben informar al hermano de los días en que habrá

hermanas encargadas de dirigir las reuniones para

predicar.

6. ¿Por qué debe prepararse bien quien dirija la

reunión?

6 Cuando se nos da una asignación en la Escuela del

Ministerio Teocrático o la Reunión de Servicio, la

tomamos en serio y nos preparamos bien. Pocos

esperarían a estar de camino a la reunión para

ponerse a pensar en lo que dirán. Si nos asignan

dirigir una reunión para el servicio del campo,

deberíamos verlo de la misma manera. Ahora que la

reunión será más corta, es importante prepararnos

bien para que sea instructiva y acabe a tiempo. La

buena preparación también implica que consigamos

territorio antes de la reunión.

7. ¿De qué se puede hablar en una reunión para el

servicio del campo?

7 De qué hablar. Las circunstancias varían de un

lugar a otro, por lo que el esclavo fiel no ha preparado

un bosquejo para cada reunión de este tipo. El

recuadro “Qué incluir en las reuniones para el

servicio del campo” plantea varias posibilidades. Por

lo general, en estas reuniones se pedirá la

participación de los presentes. De vez en cuando,

también se puede incluir una demostración o algún

video de jw.org apropiado para la predicación. Al

prepararse, quien dirija la reunión para predicar

debe pensar en lo que animará y servirá de

instrucción a los hermanos que vayan a salir ese día.

Al prepararse, quien dirija la reunión para

predicar debe pensar en lo que animará y servirá

de instrucción a los hermanos que vayan a salir

ese día

8. ¿Qué sería lo más conveniente incluir en las

reuniones para el servicio del campo durante los

fines de semana?

8 Los sábados, la mayoría de los publicadores ofrecen

las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Muchos que

salen a predicar los sábados no pueden hacerlo

durante la semana, así que tal vez les cueste

acordarse de la presentación que practicaron en su

Noche de Adoración en Familia. Por esa razón, podría

ser conveniente que el hermano que dirija la reunión

repase alguna de las presentaciones que aparecen en

la última página de Nuestro Ministerio del Reino. Otra

posibilidad sería analizar cómo incorporar a la

presentación de las revistas alguna noticia, evento o

festividad de la zona. También se podría comentar

cómo preparar el terreno para volver a visitar a

alguien que se quedó con las revistas. Además, si

entre los presentes hay algún publicador que ya haya

estado ofreciendo las revistas del mes, se le puede

pedir que dé brevemente alguna sugerencia o que

cuente alguna experiencia animadora que haya

tenido. Los domingos se podría hacer algo parecido

con las publicaciones que se estén ofreciendo ese

mes. En las reuniones para el servicio del campo

también se puede hablar de cómo presentar algunas

publicaciones, por ejemplo los folletos Buenas

Noticias y Escuche a Dios o el libro Enseña, que

ofrecemos cualquier día y usamos en nuestros cursos

bíblicos.

9. Cuando la congregación participe en una

campaña especial, ¿de qué se puede hablar los

fines de semana en las reuniones para predicar?

9 Cuando la congregación esté participando en una

campaña especial, los fines de semana se podría

analizar cómo ofrecer las revistas junto con la

invitación o el tratado, o qué hacer en caso de que

alguien muestre interés en el mensaje. Otra idea sería

contar experiencias que destaquen la importancia de

nuestras campañas.

10, 11. ¿Por qué es importante que los

publicadores se preparen para la reunión?

10 Cómo pueden prepararse los publicadores. El

éxito de la reunión también depende de los

publicadores que asistan. Si se preparan de antemano

para predicar —quizás durante su adoración en

familia—, harán comentarios significativos en la

reunión. Para estar bien preparados, debemos

obtener antes de la reunión las publicaciones que

necesitamos. Así no nos demoraremos en llegar al

territorio.

11 Es igualmente importante esforzarnos por llegar a

la reunión unos minutos antes de que empiece, como

hacemos en el caso de las demás reuniones de

congregación. Si llegamos tarde, además de

interrumpir, podríamos complicar los planes que ya

se hayan hecho. ¿En qué sentido? Bueno, el hermano

que lleva a cabo la reunión toma en cuenta varios

factores antes de organizar al grupo. Por ejemplo, si

hay pocos en la reunión, tal vez envíe a todos a un

territorio que no se ha terminado de predicar. En

caso de que el territorio esté lejos, tal vez asigne a

quienes no tienen vehículo con quienes sí tienen. Y si

van a predicar a una zona peligrosa, quizás les pida a

algunos de los hermanos que prediquen cerca de un

grupo de hermanas o con ellas. Si algún publicador

está enfermo, tal vez lo envíe a una calle sin cuestas o

a casas con pocas escaleras. O puede que les pida a

los publicadores más experimentados que salgan con

los más nuevos. Pero si llegamos tarde, lo más seguro

es que el hermano tenga que reorganizar las parejas y

cambiar los planes. Por supuesto, a todos nos puede

pasar alguna vez que lleguemos tarde por una razón

de peso. Sin embargo, si lo hacemos por costumbre,

tal vez tendríamos que pensar si es porque nos falta

aprecio por las reuniones para predicar o si es

porque tenemos que organizarnos mejor.

12. Si somos de los que normalmente predicamos

con los mismos hermanos, ¿qué meta podríamos

ponernos?

12 Los publicadores pueden llegar con planes para

predicar con alguien o pueden esperar a que el

hermano que dirige la reunión les asigne un

compañero. Pero si somos de los que normalmente

salimos con los mismos hermanos, ¿podríamos

ampliar nuestro círculo y predicar con otros

publicadores? (2 Cor. 6:11-13.) ¿Podríamos de vez en

cuando salir al ministerio con un publicador nuevo y

ayudarlo a hacerse mejor maestro? (1 Cor. 10:24; 1

Tim. 4:13, 15.) Durante la reunión, prestemos

atención a cualquier instrucción que se nos dé, como

el sitio donde debemos empezar a predicar. Una vez

concluida, intentemos no cambiar los planes y

vayamos hacia el territorio lo antes posible.

(2 Corintios 6:11-13) Nuestra boca se ha abierto para

ustedes, corintios, nuestro corazón se ha ensanchado. 12 Ustedes no se hallan apretados y escasos de lugar en

nosotros, pero sí se hallan apretados y escasos de lugar en sus propios tiernos cariños. 13 Así es que, como recompensa,

en cambio —hablo como a hijos—, ustedes, también, ensánchense.

(1 Corintios 10:24) Que cada uno siga buscando, no su

propia [ventaja], sino la de la otra persona.

(1 Timoteo 4:13) Mientras llego, continúa aplicándote a la

lectura pública, a la exhortación, a la enseñanza.

(1 Timoteo 4:15) Reflexiona sobre estas cosas; hállate

intensamente ocupado en ellas, para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos.

13. Si todos ponemos de nuestra parte, ¿cómo nos

beneficiarán las reuniones para el servicio del

campo?

13 Los 70 discípulos que Jesús organizó para

predicar “volvieron con gozo” (Luc. 10:17). Sin duda,

el que Jesús se reuniera con ellos antes de aquella

misión contribuyó a que tuvieran éxito. Nuestras

reuniones para el servicio del campo tienen un efecto

parecido. Si todos ponemos de nuestra parte, estas

reuniones nos animarán, nos instruirán y nos

ayudarán a organizarnos para llevar a cabo la

comisión de dar “testimonio a todas las naciones”

(Mat. 24:14).

(Lucas 10:17) Entonces los setenta volvieron con gozo, y

dijeron: “Señor, hasta los demonios quedan sujetos a nosotros por el uso de tu nombre”.

(Mateo 24:14) Y estas buenas nuevas del reino se predicarán

en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

Qué incluir en las reuniones para el servicio

del campo:

• Alguna presentación tomada de Nuestro Ministerio

del Reino.

• Un video de jw.org apropiado para la predicación.

• Una explicación de cómo hacer una buena

introducción, preparar el terreno para volver o

mencionar el sistema de donaciones cuando dejemos

publicaciones.

• Un texto bíblico que nos anime o nos enseñe algo

que tenga que ver con la predicación.

• Alguna experiencia que haya tenido lugar en la zona

o que haya salido en nuestras publicaciones.

• Puntos interesantes de algún artículo de Nuestro

Ministerio del Reino.

• Algún tema que se haya tratado recientemente en la

Reunión de Servicio.

• Un artículo de La Atalaya que tenga que ver con la

predicación.

• Información tomada de los libros Benefíciese y

“Ven, sé mi seguidor” que esté relacionada con la

predicación.

• Cómo usar jw.org en el ministerio.

• Características de la Traducción del Nuevo Mundo

que sean útiles para predicar.

• Cómo iniciar una conversación con un ateo, un

evolucionista, un hindú, un budista, etc.

• Cómo responder a posibles objeciones.

• Cómo ayudar a nuestro compañero a ser más eficaz

en la predicación.

• Qué hacer cuando encontramos a alguien que no

habla nuestro idioma.

• Una explicación de cómo buscar a personas que

hablan otros idiomas, predicar por teléfono,

participar en la predicación pública, hacer revisitas o

dirigir cursos bíblicos.

• Recordatorios sobre la importancia de cuidar de

nuestra seguridad, ser flexibles y positivos, mostrar

buenos modales, etc.

Canción 32 y oración

Cántico 87 [Atalaya] [Inicio]

[ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ][ 7 ][ 8 ][ 9 ][ 10 ][ 11 ][ 12

][ 13 ][ 14 ][ 15 ][ 16 ][ 17 ][ 18 ][ 19 ][ 20 ][ 21 ][

22 ][ 23 ][ 24 ][ 25 ]

Dejen que Jehová proteja su matrimonio

“A menos que Jehová mismo guarde la ciudad, de

nada vale que el guarda se haya quedado

despierto.” (SAL. 127:1b)

Cántico 50

¿QUÉ DIRÍA? ¿Por qué hay que proteger el corazón? ¿Por qué debemos acercarnos cada vez más a Jehová? ¿Cómo debe ser la comunicación en el matrimonio? 1, 2. a) ¿Por qué se perdieron 24.000 israelitas la

herencia que Jehová les había prometido? b) ¿Qué

nos enseña eso a nosotros?

[ 1 ] [Textos] POCO antes de que la nación de Israel

entrara en la Tierra Prometida, miles de israelitas

tuvieron “relaciones [sexuales] inmorales con las

hijas de Moab”. A raíz de eso, un total de 24.000

fueron ejecutados por Jehová. ¡Qué lástima! Tanto

tiempo esperando recibir su herencia, y cuando están

a punto de obtenerla, van y lo echan todo a perder.

¡Qué precio tan alto pagaron por caer en la tentación!

(Núm. 25:1-5, 9.)

[ 2 ] [Textos] Este ejemplo nos sirve de advertencia.

Se escribió “para amonestación de nosotros a quienes

los fines de los sistemas de cosas han llegado” (1 Cor.

10:6-11). Hoy, en la parte final de “los últimos días”,

los siervos de Dios estamos a punto de entrar en el

nuevo mundo (2 Tim. 3:1; 2 Ped. 3:13). Pero, por

desgracia, algunos han bajado la guardia y han caído

en la inmoralidad sexual. Ahora están sufriendo las

dolorosas consecuencias de lo que han hecho, y si no

se arrepienten, también arriesgan la vida que Jehová

promete para el futuro.

3. ¿Por qué necesitan los matrimonios la guía y

protección de Jehová? (Vea la ilustración del

principio.)

[ 3 ] [Textos] En este mundo obsesionado con el

sexo, los cristianos casados necesitan la guía y

protección de Jehová para mantener a salvo su

matrimonio (lea Salmo 127:1). A continuación

analizaremos cómo pueden lograrlo 1) protegiendo

su corazón, 2) acercándose a Dios, 3) cultivando la

nueva personalidad, 4) comunicándose bien y 5)

satisfaciendo las necesidades emocionales y sexuales

del otro.

PROTEJAN SU CORAZÓN

4. ¿Qué ha llevado a algunos hermanos a cometer

inmoralidad sexual?

[ 4 ] [Textos] ¿Qué ha llevado a algunos cristianos a

cometer inmoralidad sexual? Todo suele empezar con

lo que entra por los ojos. Jesús explicó: “El que sigue

mirando a una mujer a fin de tener una pasión por

ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”

(Mat. 5:27, 28; 2 Ped. 2:14). Muchos hermanos que

terminaron cayendo en la trampa de la inmoralidad

sexual empezaron haciendo cosas que debilitaron sus

defensas. Algunos veían pornografía, leían

publicaciones de contenido erótico o accedían a

páginas de Internet con imágenes obscenas. Otros

veían películas, funciones de teatro o programas de

televisión con escenas de sexo explícito. Y algunos

incluso llegaron a ir a clubes nocturnos, a

espectáculos de striptease o a salas de masajes

eróticos.

5. ¿Por qué debemos proteger nuestro corazón?

[ 5 ] [Textos] También hay quienes han caído en la

tentación porque buscaron en otra persona la

atención que solo tendrían que haber buscado en su

pareja. Vivimos en un mundo en que todo se acepta y

la gente da rienda suelta a sus impulsos sexuales, así

que es muy fácil que nuestro corazón traicionero nos

lleve a sentir algo por una tercera persona (lea

Jeremías 17:9, 10). Jesús advirtió: “Del corazón salen

razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios,

fornicaciones” (Mat. 15:19).

6, 7. a) ¿Qué puede pasar si dejamos que deseos

impropios echen raíces en nuestro corazón? b)

¿Cómo podemos evitar caer en la inmoralidad

sexual?

[ 6 ] [Textos] Una vez que los deseos impropios

echan raíces en su corazón, dos personas que se

atraen quizá comiencen a hablar de cosas que solo

deberían confiarle a su cónyuge. Pronto buscarán

excusas para verse y crearán cada vez más

oportunidades para estar juntos. Tal vez se engañen a

sí mismos pensando que esos encuentros son

inocentes o hasta casuales. Pero, poco a poco, sus

sentimientos se harán más intensos y sus defensas

más débiles. Cuanto más lejos vayan, más les costará

parar, aunque sepan que lo que están haciendo está

mal (Prov. 7:21, 22).

[ 7 ] [Textos] Lo que empezó con simples

conversaciones se convierte en mucho más: se toman

de la mano, se acarician, se besan y hasta se abrazan y

manosean apasionadamente. Sus barreras

espirituales se han derrumbado y han llegado a hacer

cosas que únicamente deberían hacer con su pareja.

Cada uno de los dos ha sido “provocado y cautivado

[o, según la nota, “capturado como por carnada”] por

su propio deseo”. Finalmente, cuando su deseo se

vuelve más intenso, “da a luz el pecado”: cometen

inmoralidad sexual (Sant. 1:14, 15). ¡Qué final tan

triste! ¡Y pensar que todo se podría haber evitado si

hubieran dejado que Jehová protegiera su

matrimonio! Él nos enseña a respetar el matrimonio,

a respetarlo como una unión santa. Pero ¿cómo

podemos desarrollar ese respeto?

ACÉRQUENSE A JEHOVÁ

8. ¿Cómo nos protege la amistad con Jehová?

[ 8 ] [Textos] (Lea Salmo 97:10.) La amistad con

Jehová nos protege de la inmoralidad sexual. Cuanto

más conozcamos sus bonitas cualidades y nos

esforcemos por ser “imitadores de [él], como hijos

amados, y [seguir] andando en amor”, más fácil se

nos hará rechazar “la fornicación y la inmundicia de

toda clase” (Efes. 5:1-4). Conscientes de que “Dios

juzgará a los fornicadores y a los adúlteros”, los

matrimonios tienen que luchar por mantenerse fieles

el uno al otro (Heb. 13:4).

9. a) ¿Por qué pudo José resistir la tentación? b)

¿Qué nos enseña el ejemplo de José?

[ 9 ] [Textos] Algunos cristianos han ido debilitando

sus principios morales por pasar tiempo con

compañeros de trabajo no Testigos fuera de horas

laborables. Otros se han enfrentado a la tentación en

el mismo lugar de empleo. Eso fue lo que le pasó a un

joven llamado José. Mientras trabajaba, se dio cuenta

de que la esposa de su jefe se sentía muy atraída por

él. Día tras día intentaba seducirlo. Finalmente, “se

agarró de él por su prenda de vestir, y dijo:

‘¡Acuéstate conmigo!’”. Pero José se fue de allí

corriendo. ¿Qué le ayudó a mantenerse fiel a sus

principios? Que estaba decidido a no romper su

amistad con Jehová. Es verdad que perdió su trabajo

y acabó en prisión, pero Jehová lo bendijo (Gén. 39:1-

12; 41:38-43). Ya sea en el empleo o en cualquier otro

lugar, un cristiano debe evitar situaciones en las que

podría sentirse tentado a serle infiel a su pareja.

CULTIVEN LA NUEVA PERSONALIDAD

10. ¿Cómo nos protege la nueva personalidad?

[ 10 ] [Textos] La nueva personalidad —“que fue

creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera

justicia y lealtad”— es parte esencial de la defensa

espiritual de los matrimonios (Efes. 4:24). Quienes

cultivan esta personalidad, anulan, por así decirlo,

“los miembros de su cuerpo”. ¿En qué sentido? En el

sentido de que rechazan cosas como “fornicación,

inmundicia, apetito sexual [descontrolado], deseo

perjudicial y codicia” (lea Colosenses 3:5, 6). Por la

palabra “amortigüen” debemos entender que hay que

tomar medidas drásticas para dominar los deseos

sexuales impropios. Eso incluye evitar cualquier cosa

que pudiera despertar en nosotros algún interés

sexual por alguien que no es nuestra pareja (Job

31:1). Cuando vivimos de acuerdo con las normas de

Jehová, aprendemos a odiar lo malo y a aferrarnos a

lo bueno (Rom. 12:2, 9).

11. ¿Cómo fortalece la nueva personalidad al

matrimonio?

[ 11 ] [Textos] La nueva personalidad refleja las

cualidades de “Aquel que la ha creado”, Jehová (Col.

3:10). Cuando el esposo y la esposa cultivan “la

compasión, la bondad, la humildad mental, la

apacibilidad y la gran paciencia”, su unión se

fortalece y Jehová los bendice (Col. 3:12). También

habrá más armonía entre ellos si dejan que “la paz del

Cristo controle [...] sus corazones” (Col. 3:15). Y

tenerse “tierno cariño” los motivará a tomar la

iniciativa y “mostrarse honra” el uno al otro (Rom

12:10).

12. ¿Qué cualidades cree usted que son

importantes para tener un matrimonio feliz?

[ 12 ] [Textos] Cuando a una pareja se le preguntó

qué cualidades los ayudan a tener un matrimonio

feliz, Sid, el esposo, contestó: “La cualidad principal

que siempre tratamos de demostrar es el amor. Y

también nos parece muy importante la apacibilidad”.

Sonja, la esposa, concuerda con él y añade: “La

amabilidad es imprescindible, sin duda. Y también

intentamos mostrar humildad, aunque no siempre

sea fácil”.

COMUNÍQUENSE BIEN

13. a) ¿Qué es importantísimo para que el

matrimonio sea fuerte? b) ¿Por qué es tan

importante?

[ 13 ] [Textos] Algo importantísimo para que el

matrimonio sea fuerte es hablarse con cariño. Por

desgracia, algunos se dirigen con más respeto a

completos extraños que a su propia pareja. ¡Y hay

quienes hasta tratan mejor a sus mascotas! Si se

hablan con “amargura maliciosa y cólera e ira y

gritería y habla injuriosa”, solo consiguen debilitar las

defensas espirituales de su matrimonio (Efes. 4:31).

En vez de minar su relación con constantes críticas o

comentarios sarcásticos, las parejas deben reforzarla

hablándose con cariño y ternura, y sin herir sus

sentimientos (Efes. 4:32).

14. ¿Qué reacciones debemos evitar?

[ 14 ] [Textos] La comunicación en el matrimonio es

básica. Es cierto que la Biblia dice que hay un “tiempo

de callar”, pero eso no significa que esté bien levantar

un muro de silencio y no dirigirse la palabra (Ecl.

3:7). “En circunstancias así —comenta una hermana

de Alemania—, el silencio puede herir al otro.” Pero

también reconoce: “Aunque muchas veces cuesta

mantener la calma cuando se está bajo presión,

tampoco es bueno dar rienda suelta a las emociones.

Podríamos decir algo sin pensar que le hiciera daño a

nuestro cónyuge. Solo empeoraríamos las cosas”. Los

matrimonios no resolverán sus problemas gritando o

negándose la palabra. Por otro lado, si impiden que

los desacuerdos se vuelvan frecuentes o que acaben

en discusiones interminables, lograrán fortalecer su

relación.

15. ¿Cómo puede la comunicación fortalecer el

matrimonio?

[ 15 ] [Textos] Los lazos entre el esposo y la esposa

se estrechan cuando se toman tiempo para hablar de

sus sentimientos y opiniones. Ahora bien,

recordemos que es igual de importante qué decimos

que cómo lo decimos. Por eso, incluso en momentos

difíciles, usemos palabras amables y un tono

agradable. Así será más fácil que el otro nos escuche

(lea Colosenses 4:6). Digamos solo lo que “sea bueno

para edificación según haya necesidad, para que

imparta lo que sea favorable” a nuestra pareja (Efes.

4:29).

El esposo y la esposa pueden fortalecer su matrimonio

comunicándose bien (Vea el párrafo 15)

16, 17. ¿Por qué es importante estar atento a las

necesidades emocionales y sexuales del otro?

[ 16 ] [Textos] Los matrimonios también pueden

fortalecer su unión si se preocupan más por las

necesidades del otro que por las suyas propias (Filip.

2:3, 4). Los esposos, al igual que las esposas, deben

estar atentos a las necesidades emocionales y

sexuales de su pareja (lea 1 Corintios 7:3, 4).

[ 17 ] [Textos] Es triste decirlo, pero hay quienes no

son cariñosos con su cónyuge o no le expresan

ternura en sus relaciones íntimas. Algunos hombres

piensan que ser tiernos con sus esposas los hace

débiles. La Biblia, sin embargo, dice: “Esposos, sean

comprensivos con sus esposas” (1 Ped. 3:7,

Traducción en lenguaje actual). El esposo debe

comprender que para satisfacer las necesidades

emocionales y sexuales de su esposa no basta con

tener relaciones con ella. La esposa seguramente

disfrutará más de las relaciones sexuales si él le

demuestra afecto también en otras ocasiones. Cuando

los dos tienen en cuenta a su pareja y le demuestran

amor y cariño, será más fácil que satisfagan

mutuamente sus necesidades.

18. ¿Cómo pueden los matrimonios fortalecer su

relación?

[ 18 ] [Textos] No hay excusa para ser infiel, pero la

falta de ternura podría llevar a uno de los dos a

buscar esa intimidad en otra persona (Prov. 5:18; Ecl.

9:9). De ahí que la Biblia exhorte a los casados: “No se

priven de [satisfacer sus necesidades] el uno al otro, a

no ser de común acuerdo por un tiempo señalado”.

¿Por qué? “Para que no siga tentándolos Satanás por

su falta de [autodominio].” (1 Cor. 7:5.) Sería trágico

que Satanás se aprovechara de su falta de

autodominio y que uno de los dos cometiera

adulterio. Si en vez de buscar “su propia ventaja”,

buscan “la de la otra persona” y satisfacen sus

necesidades emocionales y sexuales por amor y no

por un sentido del deber, fortalecerán los lazos de su

matrimonio (1 Cor. 10:24).

NO DESCUIDEN SU MATRIMONIO

19. a) ¿Qué es esencial que hagamos? b) ¿Por qué

es esto importante?

[ 19 ] [Textos] ¡El nuevo mundo está a las puertas!

No es momento de caer en la tentación como les

ocurrió a los 24.000 israelitas en las llanuras de

Moab. Después de describir lo que pasó, la Biblia

advierte: “El que piensa que está en pie, cuídese de no

caer” (1 Cor. 10:12). Así que es esencial que

protejamos nuestro matrimonio y que les seamos

fieles a nuestro cónyuge y a Jehová (Mat. 19:5, 6).

Ahora más que nunca debemos hacer “lo sumo

posible para que finalmente él [nos] halle

inmaculados y sin tacha y en paz” (2 Ped. 3:13, 14).

Textos del Libro

Párrafo 1

Párrafo 2

(1 Reyes 3:16-27) En aquel tiempo, dos mujeres,

prostitutas, lograron entrar a donde el rey y estar de pie

ante él. 17 Entonces una mujer dijo: “Dispénsame, señor

mío, yo y esta mujer estamos morando en una misma

casa, de modo que di a luz cerca de ella en la casa. 18 Y

aconteció que, al tercer día después de dar yo a luz,

esta mujer también procedió a dar a luz. Y estábamos

juntas. No había ningún extraño con nosotras en la

casa, nadie fuera de nosotras dos en la casa. 19 Más

tarde, el hijo de esta mujer murió de noche, porque ella

se acostó sobre él. 20 Por lo tanto, ella se levantó en

medio de la noche y tomó a mi hijo de mi lado mientras

tu esclava misma estaba dormida, y lo acostó en su

propio seno, y a su hijo muerto lo acostó en mi seno. 21 Cuando me levanté por la mañana para dar el pecho

a mi hijo, pues, allí estaba muerto. De modo que lo

examiné cuidadosamente por la mañana, y, ¡mira!,

resultó que no era el hijo mío que yo había dado a luz”. 22 Pero la otra mujer dijo: “¡No, sino que mi hijo es el

vivo, y tu hijo es el muerto!”. Durante todo este tiempo

esta mujer estaba diciendo: “No, sino que tu hijo es el

muerto, y mi hijo es el vivo”. Y siguieron hablando

delante del rey. 23 Por fin el rey dijo: “Esta está diciendo:

‘¡Este es mi hijo, el vivo, y tu hijo es el muerto!’, y esa

está diciendo: ‘¡No, sino que tu hijo es el muerto, y mi

hijo es el vivo!’”. 24 Y el rey pasó a decir: “Hombres,

consíganme una espada”. De modo que trajeron la

espada delante del rey. 25 Y el rey procedió a decir:

“Corten al niño vivo en dos, y den una mitad a una mujer

y la otra mitad a la otra”. 26 En seguida, la mujer cuyo

hijo era el vivo dijo al rey (porque sus emociones

internas estaban excitadas para con su hijo, de modo

que dijo): “¡Dispénsame, señor mío! Denle a ella el niño

vivo. No vayan de ninguna manera a hacerlo morir”.

Entretanto, la otra mujer estaba diciendo: “Ni mío ni tuyo

llegará a ser. ¡Córtenlo!”. 27 Ante esto, el rey respondió y

dijo: “Den a aquella el niño vivo, y no deben de ninguna

manera hacerlo morir. Ella es su madre”.

Párrafo 3

(1 Reyes 3:12) ¡mira!, ciertamente haré conforme a tus palabras. ¡Mira! Ciertamente te daré un corazón sabio y

entendido, de modo que no haya resultado haber ninguno como tú antes de ti, y después de ti no se levantará ninguno como tú.

(1 Reyes 3:28) Y todo Israel llegó a oír de la decisión judicial que el rey había dictado; y se llenaron de temor a causa del rey, porque vieron que dentro de él estaba la sabiduría de Dios para ejecutar decisión judicial.

(Proverbios 2:6) Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento.

Párrafo 4

(1 Corintios 1:26-29) Pues ustedes contemplan su llamamiento por él, hermanos, que no muchos sabios según la carne fueron llamados, no muchos poderosos, no muchos de nacimiento noble; 27 sino que Dios escogió las cosas necias del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios escogió las cosas débiles del mundo, para avergonzar las cosas fuertes; 28 y Dios escogió las cosas innobles del mundo, y las cosas menospreciadas, las cosas que no son, para reducir a nada las cosas que son, 29 a fin de que ninguna carne se jacte a vista de Dios.

(Proverbios 4:7) La sabiduría es la cosa principal. Adquiere sabiduría; y con todo lo que adquieres, adquiere entendimiento.

Párrafo 5

(Proverbios 9:10) El temor de Jehová es el comienzo

de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es lo

que el entendimiento es.

Párrafo 6

(Proverbios 11:2) ¿Ha venido la presunción? Entonces vendrá la deshonra; pero la sabiduría está con los modestos.

(Santiago 4:6) Sin embargo, la bondad inmerecida que él da es mayor. Por eso se dice: “Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes”.

Párrafo 7

(Proverbios 2:1-5) Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, 2 de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; 3 si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, 4 si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, 5 en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios.

(Santiago 1:5) Por lo tanto, si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada.

(Lucas 11:13) Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!”.

Párrafo 8

(Santiago 3:17) Pero la sabiduría de arriba es

primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para

obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin

hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita.

Textos Atalaya

Párrafo 1

(Números 25:1-5) 25 Ahora bien, Israel estaba morando

en Sitim. Entonces el pueblo comenzó a tener relaciones

inmorales con las hijas de Moab. 2 Y las mujeres venían

llamando al pueblo a los sacrificios de sus dioses, y el

pueblo empezó a comer y a inclinarse ante los dioses de

ellas. 3 De modo que Israel se apegó al Baal de Peor; y

la cólera de Jehová empezó a encenderse contra Israel.

4 Por lo tanto, Jehová dijo a Moisés: “Toma a todos los

que son cabezas del pueblo y expónlos a Jehová hacia el

sol, para que la ardiente cólera de Jehová se vuelva de

contra Israel”. 5 Entonces Moisés dijo a los jueces de

Israel: “Maten cada uno de ustedes a sus hombres que

tienen apego al Baal de Peor”.

(Números 25:9) 9 Y los que murieron del azote

ascendieron a veinticuatro mil.

Párrafo 2

(1 Corintios 10:6-11) 6 Ahora bien, estas cosas llegaron

a ser nuestros ejemplos, para que nosotros no seamos

personas que deseen cosas perjudiciales, tal como ellos

las desearon. 7 Ni nos hagamos idólatras, como

hicieron algunos de ellos; así como está escrito: “Se

sentó el pueblo a comer y beber, y se levantaron para

divertirse”. 8 Ni practiquemos fornicación, como

algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que

cayeron, veintitrés mil [de ellos] en un día. 9 Ni

pongamos a Jehová a prueba, como algunos de ellos [lo]

pusieron a prueba, de modo que perecieron por las

serpientes. 10 Ni seamos murmuradores, así como

algunos de ellos murmuraron, de modo que perecieron

por el destructor. 11 Pues bien, estas cosas siguieron

aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para

amonestación de nosotros a quienes los fines de los

sistemas de cosas han llegado.

(2 Timoteo 3:1) 3 Mas sabe esto, que en los últimos

días se presentarán tiempos críticos, difíciles de

manejar.

(2 Pedro 3:13) 13 Pero hay nuevos cielos y una nueva

tierra que esperamos según su promesa, y en estos la

justicia habrá de morar.

Párrafo 3

(Salmos 127:1) 127 A menos que Jehová mismo

edifique la casa, de nada vale que sus edificadores

hayan trabajado duro en ella. A menos que Jehová

mismo guarde la ciudad, de nada vale que el guarda se

haya quedado despierto.

Párrafo 4

(Mateo 5:27-28) 27 ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘No

debes cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo

el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una

pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su

corazón.

(2 Pedro 2:14) 14 Tienen ojos llenos de adulterio, y no

pueden desistir del pecado, y cautivan almas

inconstantes. Tienen un corazón entrenado en la

codicia. Son hijos malditos.

Párrafo 5

(Jeremías 17:9-10) 9 ”El corazón es más traicionero que

cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede

conocerlo? 10 Yo, Jehová, estoy escudriñando el

corazón, examinando los riñones, aun para dar a cada

uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus

tratos.

(Mateo 15:19) 19 Por ejemplo, del corazón salen

razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios,

fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias.

Párrafo 6

(Proverbios 7:21-22) 21 Lo ha extraviado con la

abundancia de su persuasiva. Por la suavidad de sus

labios lo seduce. 22 De repente él va tras ella, como

toro que viene aun al degüello, y justamente como si

estuviera en grilletes para la disciplina de un tonto,

Párrafo 7

(Santiago 1:14-15) 14 Más bien, cada uno es probado al

ser provocado y cautivado por su propio deseo. 15

Entonces el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a

luz el pecado; a su vez, el pecado, cuando se ha

realizado, produce la muerte.

Párrafo 8

(Salmos 97:10) 10 Oh amadores de Jehová, odien lo

que es malo. Él está guardando las almas de los que le

son leales; de la mano de los inicuos los libra.

(Efesios 5:1-4) 5 Por lo tanto, háganse imitadores de

Dios, como hijos amados, 2 y sigan andando en amor,

así como el Cristo también los amó a ustedes y se

entregó por ustedes como ofrenda y sacrificio a Dios

para olor fragante. 3 Que la fornicación y la inmundicia

de toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen

entre ustedes, tal como es propio de personas santas; 4

tampoco comportamiento vergonzoso, ni habla necia, ni

bromear obsceno, cosas que no son decorosas, sino,

más bien, el dar gracias.

(Hebreos 13:4) 4 Que el matrimonio sea honorable

entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación,

porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros.

Párrafo 9

(Génesis 39:1-12) 39 En cuanto a José, él fue bajado a

Egipto, y Potifar, un oficial de la corte de Faraón, el jefe

de la guardia de corps, egipcio, llegó a comprarlo de la

mano de los ismaelitas que lo habían bajado allá. 2

Pero Jehová resultó estar con José, de modo que este

llegó a ser un hombre que en todo tenía éxito, y vino a

estar sobre la casa de su amo, el egipcio. 3 Y su amo

llegó a ver que Jehová estaba con él y que Jehová hacía

que todo lo que él efectuaba tuviera éxito en su mano.

4 Y José siguió hallando favor a sus ojos, y lo atendía de

continuo, de modo que él lo nombró sobre su casa, y

todo lo que era suyo lo dio en su mano. 5 Y resultó que,

desde el tiempo en que lo nombró sobre su casa y a

cargo de todo lo suyo, Jehová siguió bendiciendo la casa

del egipcio debido a José, y la bendición de Jehová vino

a estar sobre todo lo que él tenía en la casa y en el

campo. 6 Finalmente él dejó todo lo suyo en la mano

de José; e ignoraba por completo lo que estaba con él

salvo el pan que comía. Además, José llegó a ser de

hermosa figura y de hermosa apariencia. 7 Ahora bien,

después de estas cosas aconteció que la esposa de su

amo empezó a alzar los ojos hacia José y a decir:

“Acuéstate conmigo”. 8 Pero él rehusaba, y decía a la

esposa de su amo: “Mira que mi amo ignora lo que está

conmigo en la casa, y todo lo que tiene lo ha dado en mi

mano. 9 No hay nadie mayor que yo en esta casa, y él

no ha retenido de mí cosa alguna salvo a ti, porque eres

su esposa. Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta

gran maldad y realmente pecar contra Dios?”. 10

Resultó, pues, que al hablar ella a José día tras día, él no

la escuchó para acostarse a su lado, para continuar con

ella. 11 Pero sucedió que en este día, como en otros

días, él entró en la casa para atender a su negocio, y no

había ninguno de los hombres de la casa allí en la casa.

12 Entonces ella se agarró de él por su prenda de vestir,

y dijo: “¡Acuéstate conmigo!”. Pero él dejó su prenda de

vestir en la mano de ella y echó a huir y salió afuera.

(Génesis 41:38-43) 38 De modo que Faraón dijo a sus

siervos: “¿Podrá hallarse otro hombre como este en

quien está el espíritu de Dios?”. 39 Después Faraón dijo

a José: “Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto,

no hay nadie tan discreto y sabio como tú. 40 Tú

estarás personalmente sobre mi casa, y todo mi pueblo

te obedecerá sin reserva. Solo en cuanto al trono seré

yo más grande que tú”. 41 Y añadió Faraón a José:

“Mira, de veras te coloco sobre toda la tierra de Egipto”.

42 Con eso se quitó Faraón su anillo de sellar de su

propia mano y lo puso en la mano de José, y lo vistió

con prendas de vestir de lino fino y le colocó un collar

de oro alrededor del cuello. 43 Además, hizo que fuera

montado en el segundo carro de honor que tenía, para

que clamaran delante de él: “¡Avrekj!”, y así lo puso

sobre toda la tierra de Egipto.

Párrafo 10

(Efesios 4:24) 24 y deben vestirse de la nueva

personalidad que fue creada conforme a la voluntad de

Dios en verdadera justicia y lealtad.

(Colosenses 3:5-6) 5 Amortigüen, por lo tanto, los

miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en

cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo

perjudicial y codicia, que es idolatría. 6 Por causa de

esas cosas viene la ira de Dios.

(Job 31:1) 31 ”Un pacto he celebrado con mis ojos. Por

eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?

(Romanos 12:2) 2 Y cesen de amoldarse a este sistema

de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su

mente, para que prueben para ustedes mismos lo que

es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.

(Romanos 12:9) 9 Sea [su] amor sin hipocresía.

Aborrezcan lo que es inicuo; adhiéranse a lo que es

bueno.

Párrafo 11

(Colosenses 3:10) 10 y vístanse de la nueva

[personalidad], que mediante conocimiento exacto va

haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha

creado,

(Colosenses 3:12) 12 De consiguiente, como escogidos

de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños

de la compasión, la bondad, la humildad mental, la

apacibilidad y la gran paciencia.

(Colosenses 3:15) 15 También, que la paz del Cristo

controle en sus corazones, porque, de hecho, ustedes

fueron llamados a ella en un solo cuerpo. Y muéstrense

agradecidos.

Párrafo 12

Párrafo 13

(Efesios 4:31) 31 Que se quiten toda amargura

maliciosa y cólera e ira y gritería y habla injuriosa, junto

con toda maldad.

(Efesios 4:32) 32 Más bien háganse bondadosos unos

con otros, tiernamente compasivos, y perdónense

liberalmente unos a otros, así como Dios también por

Cristo liberalmente los perdonó a ustedes.

Párrafo 14

(Eclesiastés 3:7) 7 tiempo de rasgar y tiempo de unir

cosiendo; tiempo de callar y tiempo de hablar;

Párrafo 15

(Colosenses 4:6) 6 Que su habla siempre sea con gracia,

sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una

respuesta a cada uno.

(Efesios 4:29) 29 No proceda de la boca de ustedes

ningún dicho corrompido, sino todo dicho que sea

bueno para edificación según haya necesidad, para que

imparta lo que sea favorable a los oyentes.

Párrafo 16

(Filipenses 2:3-4) 3 no haciendo nada movidos por

espíritu de contradicción ni por egotismo, sino

considerando con humildad mental que los demás son

superiores a ustedes, 4 no vigilando con interés

personal solo sus propios asuntos, sino también con

interés personal los de los demás.

(1 Corintios 7:3-4) 3 Que el esposo dé a [su] esposa lo

que le es debido; pero que la esposa haga lo mismo

también a [su] esposo. 4 La esposa no ejerce autoridad

sobre su propio cuerpo, sino su esposo; así mismo,

también, el esposo no ejerce autoridad sobre su propio

cuerpo, sino su esposa.

Párrafo 17

(1 Pedro 3:7) 7 Ustedes, esposos, continúen morando

con ellas de igual manera, de acuerdo con

conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más

débil, el femenino, puesto que ustedes también son

herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin

de que sus oraciones no sean estorbadas.

Párrafo 18

(Proverbios 5:18) 18 Resulte bendita tu fuente de

aguas, y regocíjate con la esposa de tu juventud,

(Eclesiastés 9:9) 9 Ve la vida con la esposa que amas,

todos los días de tu vida vana que Él te ha dado bajo el

sol, todos los días de tu vanidad, porque esa es tu

porción en la vida y en tu duro trabajo con que trabajas

duro bajo el sol.

(1 Corintios 7:5) 5 No se priven [de ello] el uno al otro,

a no ser de común acuerdo por un tiempo señalado,

para que dediquen tiempo a la oración y vuelvan a

juntarse, para que no siga tentándolos Satanás por su

falta de regulación en sí mismos.

(1 Corintios 10:24) 24 Que cada uno siga buscando, no

su propia [ventaja], sino la de la otra persona.

Párrafo 19

(1 Corintios 10:12) 12 Por consiguiente, el que piensa

que está en pie, cuídese de no caer.

(Mateo 19:5-6) 5 y dijo: ‘Por esto el hombre dejará a su

padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos

serán una sola carne’? 6 De modo que ya no son dos,

sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido

bajo un yugo, no lo separe ningún hombre”.

(2 Pedro 3:13-14) 13 Pero hay nuevos cielos y una

nueva tierra que esperamos según su promesa, y en

estos la justicia habrá de morar. 14 Por eso, amados, ya

que están esperando estas cosas, hagan lo sumo posible

para que finalmente él los halle inmaculados y sin tacha

y en paz.

Cántico 119

Ven a recibir ánimo

(Hebreos 10:24, 25)

1. La gente del mundo anda en oscuridad,

vagando en total confusión;

mas hoy a nosotros nos guía Jehová,

nos brinda su iluminación.

En nuestras reuniones nutrimos la fe

con una esperanza real;

cobramos valor para hacer siempre el bien

y ánimo para aguantar.

Por nada en la vida queremos dejar

de estar en la congregación,

y menos ahora que tan cerca está

el día de la salvación.

2. Si estás abatido, ven a recibir

el ánimo que nos da Dios.

Recuerda que debes el tiempo adquirir

a fin de escuchar su instrucción.

Los buenos pastores de ti cuidarán

y bien te sabrán orientar.

No olvides que siempre a tu lado estará

la fiel y amorosa hermandad.

Si somos leales, podremos vivir

en un paraíso de amor;

por eso, vayamos gozosos a oír

la sabiduría de Dios.

(Véanse también Sal. 37:18; 140:1; Pro. 18:1; Efe. 5:16;

Sant. 3:17.) volver

Cántico 20

Bendice nuestras reuniones

(Hebreos 10:24, 25)

1. Al reunirnos como hermanos,

te imploramos, oh Señor,

que tu espíritu nos guíe

y nos des tu bendición.

2. Haz que tu Palabra santa

llene todo nuestro ser,

danos una lengua sabia

que a tu nombre gloria dé.

3. Anhelamos alabarte

juntos en amor y paz,

demostrar con nuestras obras

que te amamos, gran Jehová.

(Véanse también Sal. 22:22; 34:3; Isa. 50:4.) volver

Cántico 32

¡Firmes y constantes!

(1 Corintios 15:58)

1. El mundo vive en continuo temor,

sin vislumbrar un futuro mejor.

Nuestra confianza está puesta en Jehová,

el Dios de la libertad.

(ESTRIBILLO)

Firmes tenemos que estar,

libres de toda maldad,

manteniendo hasta el fin

la fe y la integridad.

2. Mil tentaciones nos pone Satán;

nunca la guardia debemos bajar.

Si procuramos vivir la verdad,

Dios protección nos dará.

(ESTRIBILLO)

Firmes tenemos que estar,

libres de toda maldad,

manteniendo hasta el fin

la fe y la integridad.

3. A Dios adora con el corazón,

cumple su encargo con celo y amor.

Pronto el malvado ya no existirá,

el bien al fin triunfará.

(ESTRIBILLO)

Firmes tenemos que estar,

libres de toda maldad,

manteniendo hasta el fin

la fe y la integridad.

(Véanse también Luc. 21:9; 1 Ped. 4:7.) volver

Cántico 87

Seremos uno

(Génesis 2:23, 24)

1. ¡Al fin llegó hoy quien será

mi eterno amor! ¡Adiós soledad!

Mi ansiada y fiel compañía,

regalo de Jehová.

Éramos dos; ahora seré,

junto contigo, un solo ser:

en adelante seremos

marido y mujer.

Nuestra unión complacerá al Señor.

Nuestro hogar será

oasis de dicha y paz.

De bendición nos colmará

nuestro Creador por la eternidad.

A Dios irá mi alabanza,

y siempre tú serás mi amor.

(Véanse también Gén. 29:18; Ecl. 4:9, 10; 1 Cor. 13:8.)

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Cántico 50

Dios nos enseña a amar

(1 Juan 4:19)

1. Jehová, nuestro Dios, nos puso el modelo

del amor,

del amor.

Es nuestro deber tratar de imitarlo

con atención,

con atención.

La senda de Dios sigamos a diario,

gran paz y unidad tendremos a cambio;

Jehová nos dará un justo salario.

Él es amor,

la fuente de amor.

2. Andando con Dios, serás un amigo

servicial

y leal.

La mano darás al necesitado

sin vacilar,

sin vacilar.

Sabrás perdonar a quienes te ofendan,

sin alimentar jamás la contienda;

así cumplirás con la ley perfecta

que Dios nos dio:

la ley del amor.

3. Servimos a Dios con alma sincera,

con fervor,

con ardor.

Nos causa placer seguir sus mandatos

de corazón,

de corazón.

A todo lugar las nuevas llevemos,

el nombre de Dios al mundo enseñemos,

que sepan quién es el Dios verdadero:

eso es amor,

auténtico amor.

(Véanse también Rom. 12:10; Efe. 4:3; 2 Ped. 1:7.)

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(1 Samuel 10:1-13:23)

10 Samuel entonces tomó el frasco de aceite y lo

derramó sobre la cabeza [de Saúl] y besó a [Saúl] y dijo: “¿No es porque Jehová te ha ungido por caudillo sobre su herencia? 2 Al irte de mí hoy ciertamente hallarás dos hombres cerca de la tumba de Raquel, en el territorio de Benjamín, en Zelzah, y ellos ciertamente te dirán: ‘Las asnas que has ido a buscar las han hallado, pero ahora tu padre ha dejado el asunto de las asnas y se ha puesto inquieto acerca de ustedes, diciendo: “¿Qué haré acerca de mi hijo?”’. 3 Y tienes que pasar de allí más adelante y llegar hasta el árbol grande de Tabor, y allí tienen que encontrarte tres hombres que van subiendo al Dios [verdadero], a Betel, uno llevando tres cabritos y uno llevando tres panes redondos y uno llevando un jarrón de vino. 4 Y ciertamente preguntarán acerca de tu bienestar y te darán dos panes, y tienes que aceptarlos de su mano. 5 Después de eso llegarás a la colina del Dios [verdadero], donde hay una guarnición de los filisteos. Y debe acontecer que, al tiempo de llegar tú allí a la ciudad, ciertamente encontrarás un grupo de profetas que vienen bajando del lugar alto, y delante de ellos un instrumento de cuerdas y pandereta y flauta y arpa, mientras ellos están hablando como profetas. 6 Y el espíritu de Jehová ciertamente entrará en operación sobre ti, y ciertamente hablarás como profeta junto con ellos y serás mudado en otro hombre. 7 Y tiene que suceder que cuando te vengan estas señales, haz para ti lo que tu mano halle posible, porque el Dios [verdadero] está contigo. 8 Y tienes que bajar antes que yo a Guilgal; y, ¡mira!, voy a descender a donde ti para ofrecer sacrificios quemados, para ofrecer sacrificios de comunión. Siete días debes quedarte esperando hasta que yo venga a ti, y ciertamente te daré a conocer lo que debes hacer”.

9 Y sucedió que tan pronto como él volvió el hombro para irse de Samuel, Dios empezó a mudarle el corazón en otro; y todas estas señales procedieron a realizarse en aquel día. 10 De modo que fueron desde allí a la colina, y sucedió que hubo un grupo de profetas que salía a su encuentro; en seguida el espíritu de Dios entró en operación sobre él, y él se puso a hablar como profeta en medio de ellos. 11 Y aconteció que, cuando todos los que lo conocían de antes lo veían, ¡mire!, era con profetas con quienes profetizaba. Por lo tanto la gente se decía uno a otro: “¿Qué es esto que le ha pasado al hijo de Quis? ¿También está Saúl entre los profetas?”. 12 Entonces un hombre de allí contestó y dijo: “¿Pero quién es el padre de ellos?”. Por eso ha llegado

a ser un dicho proverbial: “¿También está Saúl entre los profetas?”.

13 Por fin acabó de hablar como profeta y llegó al lugar alto. 14 Más tarde, el hermano del padre de Saúl les dijo a él y a su servidor: “¿Adónde fueron?”. A lo cual él dijo: “A buscar las asnas, y seguimos andando para ver, pero no estaban [allí]. De modo que llegamos a Samuel”. 15 A esto el tío de Saúl dijo: “Infórmame, sí, por favor: ¿Qué les dijo Samuel?”. 16 A su vez, Saúl dijo a su tío: “Nos declaró inequívocamente que las asnas habían sido halladas”. Y del asunto de la gobernación real acerca del cual Samuel había hablado, no le informó.

17 Y Samuel procedió a convocar el pueblo a Jehová en Mizpá 18 y a decir a los hijos de Israel: “Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘Yo fui quien hizo subir a Israel de Egipto y quien los fue librando de la mano de Egipto y de la mano de todos los reinos que los oprimían. 19 Pero ustedes... hoy ustedes han rechazado a su Dios que fue salvador para ustedes de todos sus males y sus angustias, y ustedes pasaron a decir: “No, sino que un rey es lo que debes poner sobre nosotros”. Y ahora tomen su puesto delante de Jehová por sus tribus y por sus millares’”.

20 Por consiguiente, Samuel hizo que se acercaran todas las tribus de Israel, y la tribu de Benjamín salió escogida. 21 Entonces hizo que se acercara la tribu de Benjamín por sus familias, y la familia de los matritas salió escogida. Por fin Saúl hijo de Quis salió escogido. Y se pusieron a buscarlo, y no podían hallarlo. 22 Por lo tanto inquirieron nuevamente de Jehová: “¿Ya ha venido aquí el hombre?”. A esto Jehová dijo: “Aquí está, escondido entre el equipaje”. 23 De modo que fueron corriendo y lo tomaron de allí. Cuando él tomó su puesto en medio del pueblo, era más alto, de los hombros arriba, que toda la demás gente. 24 Entonces Samuel dijo a todo el pueblo: “¿Han visto al que Jehová ha escogido, que no hay ninguno como él entre todo el pueblo?”. Y todo el pueblo se puso a gritar y a decir: “¡Viva el rey!”.

25 Tras eso, Samuel habló al pueblo acerca del derecho que correspondía a la gobernación real, y lo escribió en un libro y lo depositó delante de Jehová. Entonces Samuel envió a todo el pueblo, cada uno a su casa. 26 En cuanto a Saúl mismo, se fue a su casa en Guibeah, y los hombres valientes cuyo corazón Dios había tocado procedieron a ir con él. 27 En cuanto a los hombres que no servían para nada, ellos dijeron: “¿Cómo nos salvará este?”. Por consiguiente, lo despreciaron, y no le trajeron ningún regalo. Pero él continuó como uno que ha quedado mudo.

11 Y Nahás el ammonita procedió a subir y a acampar contra Jabés en Galaad. Por lo cual todos los hombres de Jabés dijeron a Nahás: “Celebra un pacto con nosotros para que te sirvamos”. 2 Entonces les dijo Nahás el ammonita: “Con esta condición lo celebraré con ustedes, con la condición de perforar y sacarles todo ojo derecho, y tengo que poner eso como oprobio a todo Israel”. 3 A su vez, los ancianos de Jabés le dijeron: “Danos un plazo de siete días, y ciertamente enviaremos mensajeros a todo el territorio de Israel y, si

no hay salvador de nosotros, entonces tendremos que salir a donde ti”. 4 Con el tiempo los mensajeros llegaron a Guibeah de Saúl y hablaron las palabras a oídos del pueblo, y todo el pueblo empezó a levantar la voz y llorar.

5 Pero aquí viene Saúl del campo, detrás de la vacada, y Saúl procedió a decir: “¿Qué le pasa al pueblo, para que esté llorando?”. Y se pusieron a contarle las palabras de los hombres de Jabés. 6 Y el espíritu de Dios entró en operación sobre Saúl cuando él oyó estas palabras, y se le enardeció mucho la cólera. 7 De modo que tomó un par de toros y los cortó en pedazos y los envió por todo el territorio de Israel por la mano de los mensajeros, diciendo: “¡A cualquiera de nosotros que no salga como seguidor de Saúl y de Samuel, así se le hará a su ganado vacuno!”. Y el pavor de Jehová empezó a caer sobre el pueblo, de modo que salieron como un solo hombre. 8 Entonces él tomó la cuenta de ellos en Bézeq, y los hijos de Israel ascendieron a trescientos mil, y los hombres de Judá a treinta mil. 9 Ahora dijeron a los mensajeros que habían venido: “Esto es lo que dirán a los hombres de Jabés en Galaad: ‘Mañana se efectuará la salvación para ustedes, cuando caliente el sol’”. Con eso los mensajeros vinieron y se lo refirieron a los hombres de Jabés, y ellos se entregaron al regocijo. 10 Por consiguiente, los hombres de Jabés dijeron: “Mañana saldremos a ustedes, y tendrán que hacer con nosotros de acuerdo con todo lo que sea bueno a sus ojos”.

11 Y al día siguiente aconteció que Saúl procedió a poner al pueblo en tres partidas; y lograron entrar en medio del campamento durante la vigilia matutina, y fueron derribando a los ammonitas hasta que se puso caliente el día. Cuando resultó que hubo algunos que quedaron, entonces los esparcieron, y no quedaron dos juntos de entre ellos. 12 Y el pueblo empezó a decir a Samuel: “¿Quién es el que decía: ‘Saúl... ¿ha de ser rey sobre nosotros?’. Den acá a los hombres, para que les demos muerte”. 13 Sin embargo, Saúl dijo: “Ni un solo hombre debe ser muerto en este día, porque hoy Jehová ha ejecutado salvación en Israel”.

14 Más tarde Samuel dijo al pueblo: “Vengan y vamos a Guilgal para que constituyamos allí de nuevo la gobernación real”. 15 Así que todo el pueblo fue a Guilgal, y allí procedieron a hacer rey a Saúl delante de Jehová en Guilgal. Entonces ofrecieron sacrificios de comunión allí delante de Jehová, y allí Saúl y todos los hombres de Israel continuaron regocijándose en gran manera.

12 Por fin Samuel dijo a todo Israel: “Miren que he

escuchado su voz respecto a todo lo que me han dicho, de que debiera hacer que un rey reinara sobre ustedes. 2 ¡Y ahora aquí está el rey andando delante de ustedes! En cuanto a mí, he envejecido y encanecido, y mis hijos, aquí están con ustedes, y yo... yo he andado delante de ustedes desde mi juventud hasta este día. 3 Aquí estoy. Contesten contra mí enfrente de Jehová y enfrente de su ungido: ¿El toro de quién he tomado, o el asno de quién he tomado, o a quién he defraudado, o a quién he aplastado, o de mano de quién he aceptado dinero con

que se compra el silencio para que cubriera mis ojos con él? Y yo les haré la restitución a ustedes”. 4 A esto dijeron: “No nos has defraudado, ni nos has aplastado, ni has aceptado cosa alguna de la mano de siquiera uno”. 5 De modo que les dijo: “Jehová es testigo contra ustedes, y su ungido es testigo este día, de que no han hallado nada en mi mano”. A esto dijeron: “Es testigo”.

6 Y Samuel dijo además al pueblo: “Jehová [es testigo], el que utilizó a Moisés y Aarón, y que hizo subir a los antepasados de ustedes de la tierra de Egipto. 7 Y ahora tomen su puesto, y ciertamente los juzgaré delante de Jehová [y les relataré] todos los actos justos de Jehová que ha hecho con ustedes y con sus antepasados.

8 ”En cuanto Jacob hubo entrado en Egipto y los antepasados de ustedes empezaron a clamar a Jehová por socorro, Jehová procedió a enviar a Moisés y Aarón, para que sacaran a los antepasados de ustedes de Egipto y los hicieran morar en este lugar. 9 Y estos fueron olvidándose de Jehová su Dios, de modo que él los vendió en mano de Sísara el jefe del ejército de Hazor, y en mano de los filisteos, y en mano del rey de Moab, y ellos siguieron peleando contra ellos. 10 Y ellos empezaron a clamar a Jehová por socorro y a decir: ‘Hemos pecado, porque hemos dejado a Jehová para servir a los Baales y a las imágenes de Astoret; y ahora líbranos de la mano de nuestros enemigos, para que te sirvamos’. 11 Y Jehová procedió a enviar a Jerubaal y a Bedán y a Jefté y a Samuel, y a librarlos de la mano de sus enemigos todo en derredor, para que ustedes moraran en seguridad. 12 Cuando ustedes vieron que Nahás el rey de los hijos de Ammón había venido contra ustedes, siguieron diciéndome: ‘¡No, sino que un rey es lo que debe reinar sobre nosotros!’, en tanto que todo aquel tiempo Jehová el Dios de ustedes era su Rey. 13 Y ahora aquí está el rey que ustedes han escogido, a quien pidieron; y sucede que Jehová ha puesto sobre ustedes un rey. 14 Si ustedes temen a Jehová y realmente le sirven y obedecen su voz, y no se rebelan contra la orden de Jehová, tanto ustedes como el rey que tiene que reinar sobre ustedes ciertamente resultarán ser seguidores de Jehová su Dios. 15 Pero si no obedecen la voz de Jehová y realmente se rebelan contra la orden de Jehová, la mano de Jehová ciertamente resultará estar contra ustedes y sus padres. 16 Ahora, también, tomen su puesto y vean esta cosa grande que Jehová está haciendo ante los ojos de ustedes. 17 ¿No es hoy la siega del trigo? Yo invocaré a Jehová para que dé truenos y lluvia; entonces sepan y vean que es abundante su mal que han hecho a los ojos de Jehová pidiendo para ustedes un rey”.

18 A continuación Samuel clamó a Jehová, y Jehová procedió a dar truenos y lluvia en aquel día, de modo que todo el pueblo tuvo gran temor de Jehová y de Samuel. 19 Y todo el pueblo empezó a decir a Samuel: “Ora a favor de tus siervos a Jehová tu Dios, puesto que no queremos morir; porque a todos nuestros pecados hemos añadido un mal al pedir para nosotros un rey”.

20 Así que Samuel dijo al pueblo: “No tengan miedo. Ustedes... ustedes han hecho todo este mal. Solo que

no se desvíen de seguir a Jehová, y tienen que servir a Jehová con todo su corazón. 21 Y no deben desviarse para seguir las cosas irreales que no son de ningún provecho y que no libran, porque son irrealidades. 22 Porque Jehová no abandonará a su pueblo, por causa de su gran nombre, porque Jehová ha tomado a su cargo hacerlos pueblo suyo. 23 En cuanto a mí también, es inconcebible, por mi parte, pecar contra Jehová cesando de orar a favor de ustedes; y tengo que instruirles en el camino bueno y recto. 24 Solo que teman a Jehová, y tienen que servirle en verdad con todo su corazón; pues vean cuán grandes cosas ha hecho por ustedes. 25 Pero si descaradamente hacen lo que es malo, serán barridos, así ustedes como su rey”.

13 Saúl tenía [?] años de edad cuando empezó a reinar, y por dos años reinó sobre Israel. 2 Y Saúl procedió a escogerse tres mil hombres de Israel; y dos mil llegaron a estar con Saúl en Micmash y en la región montañosa de Betel, y mil se hallaban con Jonatán en Guibeah de Benjamín, y a los demás del pueblo los envió, cada uno a su tienda. 3 Entonces Jonatán derribó la guarnición de los filisteos que había en Gueba; y los filisteos llegaron a oírlo. En cuanto a Saúl, hizo tocar el cuerno por todo el país, diciendo: “¡Oigan los hebreos!”. 4 Y todo Israel mismo oyó decir: “Saúl ha derribado una guarnición de los filisteos, y ahora Israel se ha hecho hediondo entre los filisteos”. De modo que el pueblo fue convocado para seguir a Saúl a Guilgal.

5 Y los filisteos, por su parte, se juntaron para pelear contra Israel, treinta mil carros de guerra y seis mil hombres de a caballo y gente como los granos de arena que están a la orilla del mar por multitud; y fueron subiendo y empezaron a acampar en Micmash al este de Bet-aven. 6 Y los hombres de Israel mismos vieron que estaban en grave aprieto, pues el pueblo se hallaba en severa estrechez; y la gente fue escondiéndose en las cuevas y en los huecos y en los peñascos y en las bóvedas y en las cisternas. 7 Hubo hebreos que hasta cruzaron el Jordán a la tierra de Gad y Galaad. Pero Saúl mismo estaba todavía en Guilgal, y todo el pueblo iba temblando al seguirlo. 8 Y él continuó esperando siete días hasta el tiempo señalado que Samuel [había dicho]; y Samuel no vino a Guilgal, y la gente iba esparciéndose de él. 9 Por fin dijo Saúl: “Acérquenme el sacrificio quemado y los sacrificios de comunión”. Con eso, se puso a ofrecer el sacrificio quemado.

10 Y aconteció que tan pronto como hubo acabado de ofrecer el sacrificio quemado, pues, allí estaba Samuel que venía entrando. De modo que Saúl salió a su encuentro, y para bendecirlo. 11 Entonces dijo Samuel: “¿Qué has hecho?”. A esto dijo Saúl: “Vi que la gente había sido dispersada de mí, y tú... tú no venías dentro de los días señalados, y los filisteos estaban juntándose en Micmash, 12 de modo que me dije: ‘Ahora los filisteos bajarán contra mí en Guilgal, y no he ablandado el rostro de Jehová’. De modo que me obligué y me puse a ofrecer el sacrificio quemado”.

13 En esto Samuel dijo a Saúl: “Has obrado tontamente. No has guardado el mandamiento de Jehová tu Dios que él te mandó, porque, si lo hubieras

guardado, Jehová hubiera hecho firme tu reino sobre Israel hasta tiempo indefinido. 14 Y ahora tu reino no durará. Jehová ciertamente se hallará un hombre agradable a su corazón; y Jehová lo comisionará como caudillo sobre su pueblo, porque tú no guardaste lo que Jehová te mandó”.

15 Entonces Samuel se levantó y se fue subiendo de Guilgal a Guibeah de Benjamín, y Saúl procedió a tomar la cuenta de la gente, los que todavía se hallaban con él, unos seiscientos hombres. 16 Y Saúl y Jonatán su hijo y la gente que todavía se hallaba con ellos estaban morando en Gueba de Benjamín. En cuanto a los filisteos, ellos habían acampado en Micmash. 17 Y la tropa de pilladores salía del campamento de los filisteos en tres partidas. La primera partida se dirigía por el camino de Ofrá, hacia la tierra de Sual, 18 y la otra partida se dirigía por el camino de Bet-horón, y la tercera partida se dirigía por el camino del límite que mira hacia el valle de Zeboím, hacia el desierto.

19 Ahora bien, no se hallaba un herrero en toda la tierra de Israel, porque los filisteos habían dicho: “Para que los hebreos no hagan una espada ni una lanza”. 20 Y todos los israelitas bajaban a los filisteos para conseguir cada uno que le afilaran su reja de arado o su zapapico o su hacha o su hoz. 21 Y el precio por afilar resultaba ser un pim por las rejas de arado y por los zapapicos y por los instrumentos de tres dientes y por las hachas y por poner firme la aguijada. 22 Y en el día de batalla sucedió que no se hallaba una espada ni una lanza en la mano de ninguna de la gente que estaba con Saúl y Jonatán; pero pudo hallarse una que pertenecía a Saúl y a Jonatán su hijo.

23 Ahora bien, una avanzada de los filisteos salía a la garganta de Micmash.

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