RIBLIOTECA DEL NISO MEXICANO

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BIBLIOTECA DEL NIfO MEXICANO

bk MUERTE BE LOS TIRANOSLei

EL TALISMAN LIBERTADImi

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La Muerte de loo Tiranos

La Alberca de G/iapultepec que autosde que la visitase el sexto rey de losmexicanos, cAxayacatl, * el del rostroque anuncia las aguas, era de onda8 if m-pidas, clarisimas y hermosas..... la Al-berca de 'Chapultepec, ' antes tan blan^ca, rodeada de verdes jardines en mediodel bosque, 1se havuelto negra!

***

Queha pasado en esos hermosos jar-dines por donde tan tas veces volaron los

4genios y los espiritus de nuestros dioses?se preguntaba un dia el rey cAxayacatl,después de haber sabido por sus servi-dores que nadie podia acercarse a aque-ila regiOn del bosque sin que sintieratanto frIo y tanta tristeza, que se queda-ha desrnayado en la mitad del ca-mino.....

***

Este rey era tan valiente y tan atrevi-do como el gran cMoctezuma Ilhuica-mina; * vivi a en la ciudad de Mexico, enci palacio de los Monarcas; por todaspafles habla guerreado; miles de prisio-neros habia cogido él mismo en las ba-tallas: sus ojos eran hermosos y su pe-cho que era robusto y ancho no habiatenido nunca miedo.

Y sin embargo, el valiente rey estabatemblando.

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&Por qué pasaban aquellas horriblescosas en Chapultepec?

Cómo harla para pie las aguas quese hab!an vuelto negras y espesas comobabas de monstruos del inflerno, volvie-ran a ser cristalinas como lágrimas devirgenes encantadas?

COmo volver los jardines que erantan verdes y lienos de fibres en un tiem-p0, a su antiguo primor?

Pensando as!, sintió tanta amarguraque creyO ahogarse..... necesitaba aire.

Entonces saliO precipitadamente del as.-ion donde se encontraba y luego su'bió•hasta la azotea del palacio que era muyalta, y desde la cual se vela toda la cia-dad de Tenochtitlan, con sus palacios,sus plazas, sus tcteocallis,p sus puentes,Bus eanales y sus caLzadas, blanqueandotodo a los rayos del sol en medio de lagran lag una.

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Se quedO mirándolos largo tiempo.....mucho tiempo..... hasta que de repentevió desprenderse de la eüspide de unode los volcanes, un punto rojo que fuétrazando sobre el cielo azul, miles de ex-traflas figuras, dejando impresos en lasnubes muchos geroglificos aztecas.

Aterrorizado se quedO Axayacatl de

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7ver aquellos signos aIlá arriba y enton-ces bajó la cabeza, no sabiendo como erplicarse aquellos terribles misterios.

Pero en las sombras viô debajo comoen el fondo de un precipicio, estas otrasfiguras horrorosisimas: un alacrán, ancocodnlo, un coyote, un tigre y un cer-vatillo.

El rev cayó en la azotea del palacioquedándose dormido despuès de tan te-rribles impresiones.

***Cuando despertO era ya de noche; to-

do estaba en sileacio.cAxayacat1 se levantO gritando a sus

guardias: jvengan mis servidores! traed-me mi 4titchealhuipilli de tigre, ml cchj-maUl' más grueso y aneho, mis botas detriples correas, mis siete cuchillos deciztli,x' ml macana de treinta y ocho piecos, mis cuatrocientos dardos, y venid a.

8untarme elj ago de las hierbas santas quelos guerreros aztecas usan para entrar a.los combates de vida 6 muerte.....

EL valiente cAxayacativ iba a 'Cha-pultepech

Repentinamente de entre la sombraque daban unos cahuehuetesso saliO unavoz que le dijo: c,a donde va tan solo yde noche ci rey cAxacayatl?9

QuedO suspenso et nionarca al escu-char estas extrafias palabras, ,quithn se-rf a?

- Quien eres?---preguntO el rey?---Soyel principe de ]as ayes que cantan en elbosque; soy el czentzontlei de los trinos

-de oro; no vayns más alb%, porque te- acercaràs a la Alberca maldita, mancha-da cots la sangre de los tiranos que hanmatado por placer a mis vasallos los pa-jarillos del bosque.

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9EL rey no hizo caso do estas palabras

y siguiO adelante.No Men habia andado algunos pasos,

cuando en un claro, donde Ia luna llumi•naba un verjel preciosisimo, cuajado defibres, apareciO la figura l vaga do unamujer joven y bella, vestida con un lar-go chuipilii* bianco con bordes do gres-cas azules y orlas de oro; cabellos sue!-tos a Ia espalda, ojos como luceros, bocapequefilsirna y cuerpo tan esbelto quoparecia moverse como 01 tallo de unarosa acariciada por la brisa.

A dónde va el terrible guerrero?murmurO la bellisima joven.

A Chapultepec contestO con tonoaltivo el rey Axayacatl.

Oh! Señor, no vayáis alit; está mal-dita la Alberca y sus aguas son negrasporque tienen la sangre de los tiranosque han perseguido y martirizado por

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11nan sus aguas. 0 los dioses me matan 6consigo la victoria.....

Ay de U! grito tristemente la vozde la encantadora apariciOn; la y de tisino vences a los monstruos de los reyestiranos!

Axayacatl continuó su camino hastaque, un rugido formidable que salia delfondo de una caverna, le detuvo.....

Oh! ique monstruo tan espantoso, taninmensamente horrible, repugnante yfierisimo, inmundo, negro y rojo, larguf-simo, disforme y atroz, se le apareciô Sw

liendo de la caverna!***

Figürate nada más ml querido lectorcomo se quedarla el rey Axayacatl alverb. Estuvo it punto de desmayarse so-lamente al contemplar los horrores delinfernal gigante.

12&OOmo luchar contra él? &COmo seguir

adelante si le cerraba el paso?Entonces comprendió porque los jar-

dines que rodeaban la Alberca se habianmarchitado, y porque eran negras lasaguas do sus estanques.

Mientras pensaba el rez en lo terriblede su situaciOn, el viento de la nochehizo gemir los árboes del bosque, cornosi estuvieran rezando, sabiendo quecAxayacatlo iba a morir.

El rey acuérdase de repente de quecuando era niño un anciano le haN a con-tado que allá en las orillas do la lagunavivia la nieta de una reina que era el ge-nio de los lagos del valle, y que aquellaprotegia a los reyes de Mexico. Recordéque se liamaba cHju[ftnt1jfl, mas cOmoliamarla en aquellas espantosas circuns-tancias, hallândose el tan solo?...., ape-nas un pajarillo en lo alto de una rama

13le con templaba. Era un czentzont1e y

se puso a cantar aM:

Acaha con la maldadDe los seres inhumanos:Vencerás reyes tiranosSOlo al gritar: libertad!

Bien comprendiO el inteligente cAxa-yacatt que el genio protector de su razale enviaba aquel mensajero para salvar-le; y ya era tiempo, porque el gigantemonstruo jim a descargar sobre éì todasu furia: Pero cAxayacath enderezándo-se blandiO en el aire su macana y gritô1ibertad! ;Iibertad!.....

Un coro de trinos de a y es estremeclO

el bosque, y el rey al seguir caminandose hallo' la Alberca con las aguas erista-lirias como antes, y encontróse en Ia on-ha una venerable anciana que le dijo:

16cer al pronunciar tan sélo la sagrada pa•labra de libertad.

Vuelve a tu palacio, ilustre y valienteAxayaeatl; calla y no olvides nunca estaaventura, pues si la Urania vuelve aMexico por el Oriente vendrán los quohagan justicia derramando Ia sangre- az.teca.S S S 5 4 . 5 4 S S S S

Tal es amiguitos mios Ia tremenda ha-zafla de Axayacatl, sexto rey de los me-xicanos.

Más tarde veréis si se realizaron 6 nolas terribles prof eel as de Ia princesaprotectora de los reyes aztecas.

Véase el siguiente interesantisimo epi-sodio titulado

LA MUERTE DEL REY TIZOC

s.ircelons.— Imp. do is Cast Editorial Mantel