reliquias

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  1 LAS RELIQUIAS DEL REAL MONASTERIO DEL ESCORIAL Vol. I Transcripción, introducción e índices de Benito Mediavilla Martín, O.S.A. José Rodríguez Díez, O.S.A. Ediciones Escurialenses 2004

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Religion

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  • 1

    LAS RELIQUIAS DEL

    REAL MONASTERIO DEL ESCORIAL

    Vol. I

    Transcripcin, introduccin e ndices de

    Benito Mediavilla Martn, O.S.A.

    Jos Rodrguez Dez, O.S.A.

    Ediciones Escurialenses

    2004

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  • 4

    Ediciones Escurialenses

    Real Monasterio de El Escorial

    Madrid (Espaa)

    ISBN:

    Depsito legal:

  • 5

    DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DEL MONASTERIO DE SAN LORENZO

    EL REAL DE EL ESCORIAL

    LAS RELIQUIAS DEL MONASTERIO DEL ESCORIAL Documentacin Hagiogrfica

    Transcripcin, introduccin, notas e ndices por

    Benito Mediavilla y Jos Rodrguez Dez, OSA.

    EDICIONES ESCURIALENSES

    Real Monasterio de El Escorial

    2004

  • 6

  • 7

    Siglas y abreviaturas

    AAS : Acta Apostolicae Sedis

    ACI : Annuario cattolico dItalia.

    ActaM : Actas de los mrtires, ed. BAC., D. Ruiz Bueno.

    ActaSS : Acta sanctorum.

    AGP : Cathlogo y breve compendio de vidas de los santos. Archivo General de

    Palacio, Madrid.

    Alonso : Los apcrifos del sacromonte.

    AnAug : Analecta augustiniana (revista).

    AnPont : Annuario pontificio.

    Artola : Enciclopedia de historia de Espaa.

    Atienza : Nobiliario espaol, diccionario herldico de apellidos espaoles.

    BAC : Ao cristiano, ed. BAC, 4 vols.

    BHL : Bibliotheca hagiogrfica latina.

    BS : Bibliotheca sanctorum.

    Cabrera : Felipe II, rey de Espaa, 4 vols.

    Caporilli : Los papas.

    CCOE : Cdigo de Cnones de las Iglesias Orientales

    CD : La Ciudad de Dios (revista)

    CIC : Cdigo de Derecho Cannico, eds. 1917 y 1983.

    Chevalier-B : Repertoire des sources historiques du moyen age. Bio-bibliographie.

    Chevalier-T : Repertoire des sources historiques du moyen age. Topo-bibliographie.

    Cloulas : Felipe II.

    CrIC : Corpus Iuris Canonici, ed. lipsiense, Graz, 2 vols.

    Croisset : Ao cristiano, J. Croisset, 6 vols.

    Deschamps : Dictionnaire de geographiae a l`usage du libraire ...

    Denzinger : El Magisterio de la Iglesia: Enchiridion Symbolorum.

    DHE : Diccionario de historia de Espaa.

    DHEE : Diccionario de historia eclesistica de Espaa.

    DIS : Diccionario ilustrado de los santos.

    DMAS : Dos mil aos de santos.

    Doria : Diccionario herldico y nobiliario de los reinos de Espaa.

    DPC : Diccionario de papas y concilios.

    DRAE : Diccionario de la real academia espaola.

    DS : Diccionario de los santos, ed. Paulinas.

    Egger : Lexicon nominum locorum.

    Englebert : El libro de los santos.

    ES : Espaa sagrada, Enrique Flrez.

    Eubel : Hierarchia catholica.

    Fbrega : Santoral completo.

    Fdez. Alvarez : Felipe II y su tiempo.

  • 8

    Fliche-Martin : Historia de la Iglesia, vols. XVIII-XX.

    Gams : Series episcoporum ecclesiae catholicae.

    GER : Gran Enciclopedia Rialp

    GIPS : Gua iconogrfica de la biblia y los santos.

    Hispania Sacra: Felipe II y sus archivos hagiogrficos de El Escorial (J.M. del Estal).

    Kamen : Felipe de Espaa.

    Kirschbaum : La Tumba de San Pedro y las Catacumbas.

    LG : Concilio Vaticano II: Constitucin Lumen Gentium

    Lexikon : Lexikon fr Theologie und Kirche.

    Linage : los orgenes del monacato benedictino en la pennsula Ibrica.

    Madoz : Diccionario geogrfico-estadstico-histrico.

    Mansi : Sacrorum Conciliorum nova et amplissima collectio.

    MJE : Monjes jernimos del monasterio de El Escorial.

    MM : Felipe II (1527-1598): La configuracin de la monarqua hispana.

    MR : Martyrologium Romanum (edic. 2001)

    MS : Memorias sepulcrales del Escorial.

    NAC : Nuevo ao cristiano, ed. J. A. Martnez Puche, 12 vols.

    Olarra : ndices de la correspondencia entre la nunciatura de Espaa y la Santa

    Sede durante el reinado de Felipe II.

    PG : Patrologiae cursus completus, series graeca, Migne.

    Pidal : Historia de Espaa, vol. XXII.

    PL : Patrologiae cursus completus, series latina, Migne.

    Romn : Diccionario de los santos, M.T. Romn.

    SC : Concilio Vaticano II: Constitucin Sacrosanctum Concilium

    Schwaiger : La vida religiosa de la A a al Z.

    Sigenza : Fundacin del monasterio del Escorial.

    Terricabras : Felipe II y el clero secular.

    Urbel : Ao cristiano, J.P.Urbel, 5 vols.

    Vizmanos : Las vrgenes cristianas de la Iglesia primitiva, ed. BAC.

    XIMV : Once mil vrgenes.

    Yepes : Crnica general de la orden de san Benito, ed. J.P.Urbel, 3 vols.

  • 9

    INTRODUCCION GENERAL

    "De acuerdo con la Tradicin, la Iglesia

    rinde culto a los santos y venera sus imgenes

    y sus reliquias autnticas"

    ( Vaticano II: SC, n.111)

    SUMARIO

    I. Culto histrico a los santos: 1. Doctrina teolgica. 2. Veneracin de las reliquias. 3. Legislacin eclesistica sobre reliquias.

    II. Calendarios hagiogrficos histricos: 1. Actas de los mrtires. 2. Crongrafo de Filcalo. 3. Martirologio jeronimiano. 4. Martirologio de Beda y otros

    altomedievales. 5. Leyendas ureas. 6. Martirologio romano.

    III. Hagiografas modernas y actuales: 1. Santorales modernos ms relevantes (Acta Sanctorum, Espaa Sagrada, Ao

    Cristiano de Croisset). 2. Santorales actuales ms valorados (Ao Cristiano

    (Urbel, BAC) Bibliotheca Sanctorum, Santoral Completo, Diccionario de los

    Santos, Diccionario Ilustrado de los Santos, Nuevo Ao Cristiano, Dos Mil

    Aos de Santos...)

    IV. El gran Relicario del Escorial: 1. Felipe II, mecenas y devoto de las reliquias. 2. Reliquias y reliquieros. 3. Ubicacin reliquial. 4. El arte del relicario. 5.

    Relicarios escurialenses. 6. Orfebres y plateros escurialenses.

    V. Inventarios histricos: 1. Inventario y Memorial (s. XVII). 2. Memoria de las reliquias y relicarios (s. XVIII). 3. Inventario general de la Baslica (s. XIX). 4.

    Inventario del Monasterio (s. XX). 5. Inventario digitalizado (1990/92).

    VI. El problema de la autenticidad de las reliquias: 1. Credibilidad y credulidad en la historia general de las reliquias. 2. Autenticidad y autenticacin de las

    reliquias del Escorial.

    VII. Anexo: El Expolio napolenico

  • 10

    I

    Culto histrico a los Santos

    1. DOCTRINA TEOLGICA: Despus de consolidada la celebracin de los misterios

    litrgicos de Jesucristo y de la Virgen Mara, la piedad cristiana extiende tambin su devocin

    al culto de los santos, primero a los mrtires, luego a los confesores de la fe sin martirio

    cruento.

    El culto a los santos o "creo en la comunin de los santos" es un hecho dogmtico con

    fundamento bblico, que desde el siglo II viene celebrando la Iglesia en el dies natalis o

    natalicio martirial, primeramente ante la sepultura del mrtir y posteriormente ante el altar de

    iglesias con reliquias martiriales. A modo de testimonio patrstico, valga este texto de san

    Agustn, escrito hacia el ao 398:

    El pueblo cristiano celebra unido en solemnidad religiosa las

    memorias de los mrtires para estimular su imitacin, asociarse a sus mritos

    y ayudarse con sus oraciones; de tal modo, sin embargo, que no levantamos

    altares a ningn mrtir, sino al Dios de los mrtires....Veneramos, pues, a los

    mrtires con el culto del amor y de la compaa, que en esta vida se tributa

    tambin a los santos, hombres de Dios, cuyo corazn percibimos que est

    dispuesto a sufrir el martirio por la verdad del evangelio1.

    Y ya en das de san Agustn y a partir del siglo V con san Martn de Tours, tambin

    confesores (pastores, doctores, vrgenes, santos y santas), creando todo un santoral que

    desborda el martirologio2, pues todas las iglesias locales van teniendo catlogos de santos,

    cuya suma formar el gran calendario de la Iglesia universal incrementado durante veinte

    siglos con santos canonizados, mostrables por su santidad "coram Ecclesia", que sin duda son

    muchos menos que los santos "coram Deo", no canonizados, si se permite extrapolar las

    expresiones martiriales de Benedicto XIV.

    Baste decir, en gracia a la sntesis, que la constitucin eclesial Lumen Gentium (=

    LG) del Vaticano II (a. 1964) sobre el pueblo de Dios, recogiendo doctrina bblico-teolgica

    anterior, supone y acepta la intercomunicacin de la Iglesia de viadores o peregrinante con la

    Iglesia celestial, cuando dice que la Iglesia siempre profes veneracin a los santos,

    recomendndolos a la piedad de los fieles por su impulso hacia lo eterno y su funcin de

    ejemplo a seguir; hombres como nosotros, se transforman en rostro e imagen de Cristo, siendo

    testigos que atraen por su testimonio de la verdad del evangelio por su perfeccin ya lograda;

    la eucarista nos pone en comunin con los santos (n.50), a quienes celebramos durante el ao

    litrgico por haber cumplido ya el misterio pascual en el sufrir y en el ser glorificados.

    1 Populus christianus memorias martyrum religiosa sollemnitate concelebrat... (Contra Faustum, 20, 21, en Obras

    Completas de san Agustn (=OCSA), ed. BAC, Madrid 1993, XXXI, pp. 462-463; cf. Serms. 273, 7; 325, 1-2; De

    civ. Dei, VIII, 27, 1-2; X, 4; XIX, 23; martyrem non facit poena, sed causa (Serm. 53 A ,13), etc.

    2 ENZO LODI, Los santos del calendario romano, Madrid 1990, pp. 11-18; LLORCA, B., Historia de la Iglesia

    Catlica, ed. BAC, Madrid 1950, I, p. 938

  • 11

    Por eso, la constitucin Sacrosanctum Concilium (=SC) de 1963 sobre la sagrada

    liturgia, aade:

    Adems, la Iglesia introdujo en el crculo anual el recuerdo de los

    mrtires y de los dems santos que, llegados a la perfeccin por la multiforme

    gracia de Dios y habiendo ya alcanzado la salvacin eterna, cantan la perfecta

    alabanza a Dios en el cielo e interceden por nosotros. Porque al celebrar el

    trnsito de los santos de este mundo al cielo, la Iglesia proclama el misterio

    pascual cumplido en ellos, que sufrieron y fueron glorificados con Cristo;

    propone a los fieles sus ejemplos, los cuales atraen a todos por Cristo al

    Padre, y por los mritos de los mismos implora los beneficios divinos (n.104).

    Por todo ello,

    De acuerdo con la Tradicin, la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus

    imgenes y sus reliquias autnticas (SC, n.111).

    Y ya aos antes del Vaticano II, Benedicto XV haba promulgado en 1917 el primer

    Cdigo de Derecho Cannico (=CIC), donde, despus de precisar que el culto de latra se

    debe solo a Dios y el de hiperdula a la Virgen (c.1255), legisla sobre los dems santos

    recogiendo la Tradicin:

    Solo es lcito honrar con culto pblico a los Siervos de Dios que por la

    autoridad de la Iglesia han sido puestos en el catlogo de los Santos o de los

    Beatos.

    A los que han sido cannicamente inscritos en el catlogo de los Santos

    se les debe dar culto de dula; a los Santos se les puede honrar en todas partes

    y con cualquier acto de dicho culto; pero a los Beatos solo se les puede dar

    culto en los lugares y en la forma que el Romano Pontfice concediere (CIC,

    1227).

    Y en el nuevo Cdigo Cannico posvaticano, promulgado en 1983, la legislacin

    vigente de la Iglesia latina reafirma la misma doctrina (CIC, 187) cuando recoge el primer

    pargrafo acotado del texto anterior; texto que se repite literalmente en el primer Cdigo de

    Cnones de las Iglesias Orientales (CCEO, 885), promulgado tambin por la Iglesia catlica

    en 1990. Quede sintetizada en estos textos la secular doctrina teolgica sobre el culto a los

    santos.

    2. VENERACIN DE LAS RELIQUIAS: Este culto a los santos se puede canalizar a

    travs de la veneracin de sus reliquias. Y es que las reliquias de los santos siempre han

    gozado de veneracin creciente por parte del pueblo cristiano, segn ya apuntan Padres

    Apostlicos y Santos Padres de la Iglesia, como Ignacio de Antioqua, Policarpo, Efrn,

    Agustn, Teodoreto, Jernimo, Mximo...3. Tumbas y catacumbas romanas en cementerios

    cristianos diseminados por las trece Vas extraurbanas, son verdaderos reliquiarios de la

    Iglesia naciente y perseguida, dando culto en criptas, capillas decoradas, que devendrn

    baslicas4. Pero en los cinco primeros siglos, salvo la veneracin en los propios sepulcros,

    3 ROUET DE JOURNEL, M.J., Enchiridion Patristicum, Barcelona 1958, respectivamente nn. 80, 726, 1738,

    2148.

    4 KIRSCHBAUM, E. - JUNYENT, E. -VIVES, J., La Tumba de San Pedro y las Catacumbas Romanas (en

    adelante, Kirschbaum), BAC, Madrid 1954, pssim: Vas Flaminia, Salaria Antigua, Salaria Nueva, Nomentana,

    Tiburtina, Labicana, Latina, Apia, Ardeatina, Ostiense, Portuense, Aurelia, Cornelia (pp. 172-259); ndice de

    cementerios (pp. 594-595); mapa topogrfico, (in fine); IIGUEZ ALMECH, F. -BELTRAN Mtz, A.,

    "Catacumbas", en Gran Enciclopedia Rialp (=GER), Madrid 1992, V, 321-323 (infra, Introd., n. 200).

  • 12

    predomina el culto a las llamadas Palliola y Brandea o trozo de tela tocados en los restos o

    cuerpos de los santos, que yacan en sus sepulcros, ya que las leyes del imperio romano

    prohiban exhumar cadveres; prohibicin, por lo dems, que no se cumpli en Oriente

    cristiano; y dejar de existir en Occidente a partir del siglo VII con legislacin de concilios

    provinciales que promueven el culto a las reliquias de los cuerpos de los santos5. De modo

    que del siglo II hasta la paz constantiniana del siglo IV (a.313) el culto a los mrtires suele ser

    local, pero desde el siglo IV ya hay intercambio de reliquias y memorias martiriales entre

    diversas iglesias con propios calendarios6, cartagineses en Roma y romanos en Cartago o en la

    Nueva Roma de Constantinopla.

    Y surgen las grandes baslicas cristianas; y los poetas, como Prudencio, cantan las

    gestas de los mrtires, cuyo martirologio se va convirtiendo en santoral. Y Oriente, ms libre

    de la legislacin romana, va fijando un da litrgico de fiesta, bien en Pascua (Siria), bien en

    Pentecosts (Bizancio), que va copiando Roma, hasta que en el siglo IX (a.834) nace la fiesta

    de Todos los Santos el uno de noviembre por voluntad del papa Gregorio IV7. Y en las aras de

    los altares deber presidir alguna reliquia de mrtires y/o santos confesores, uniendo as altar

    y sepulcro, Cristo e Iglesia, llegndose, incluso a celebrar una fiesta litrgica de las Santas

    Reliquias, que vino a ser el 6 de noviembre. Y al pairo de estas fiestas, las Ordenes religiosas

    y las dicesis buscaron otro da tambin para sus propios santos, que termin siendo

    mayoritariamente el 5 de noviembre. Y para la memoria de sus reliquias, otro da del mismo

    mes8. En apartado posterior estudiaremos ms detenidamente la credibilidad y credulidad

    sobre la autenticidad de las reliquias en general y de las trasladadas al Escorial9.

    3. LEGISLACIN ECLESISTICA SOBRE RELIQUIAS: Las orientaciones

    episcopales de Padres Apostlicos y SS. Padres10

    sobre el culto a los santos a travs de sus

    reliquias es necesario regularlas desde la autoridad pontificia, a la vista de confusiones y

    desvos fanticos.

    Tan valorada y protegida quiere ser la veneracin de los mrtires y sus reliquias, que

    ya en el siglo IV el papa del primer concilio ecumnico en Nicea, san Silvestre I (314-335),

    instituye los llamados "Martiriarios", que son un oficio eclesistico de clrigos, como

    "custodios de mrtires" o "mansionarios" con rango superior al subdiaconado. En tiempo de

    san Len I Magno (440-461), papa del IV concilio ecumnico en Calcedonia, este oficio gira

    en torno a los "cubicularios" o custodios de los sepulcros de los apstoles Pedro y Pablo, al

    decir de san Gregorio de Tours (538-594), autor de la Historia Eclesistica de los Francos.

    Y en el siglo VIII, el propio concilio II de Nicea (787) bajo el pontificado de Adriano

    I, distingue, contra el confusionismo iconoclasta, entre culto de adoracin o latra, debido solo

    a Dios, y el culto de veneracin o dula para los santos, la santa Cruz y reliquias11

    . En el siglo

    X, el papa Juan XV asume como tal y sin exclusivas el primer proceso de canonizacin

    conocido, durante el snodo de Letrn (993), elevando a los altares a san Ulrico o Ulderico (+

    973), obispo de Augsburgo. As reza un texto de la Encclica a los obispos y abades de

    Francia y Alemania:

    5 VIVES, J., "Reliquias", en Diccionario de Historia Eclesistica de Espaa (=DHEE), Madrid 1973, III, pp. 2074-

    2075.

    6 Infra, Intr., II, Calendarios hagiogrficos histricos.

    7 CAPORILLI, M., Los Papas. Los Concilios Ecumnicos. Los Jubileos -Aos Santos (=Caporilli), Trento/Roma

    1999, p. 36.

    8 FRANQUESA, A.M., "Fiesta de las Santas Reliquias", en Ao Cristiano, BAC, Madrid 1959, IV, pp. 302-307.

    9 Infra, Intr.,VI, El problema de la autenticidad de las reliquias.

    10

    Supra, nota 3.

    11

    Caporilli, 95; PAREDES, J., (dir.) Diccionario de los Papas y Concilios (=DPC), Barcelona 1998, pp. 103-105.

  • 13

    Por comn consejo hemos decretado que la memoria de l, es decir,

    del santo obispo Ulrico, sea venerada con afecto piadossimo, con devocin

    fidelsima; puesto que de tal manera adoramos y veneramos las reliquias de

    los mrtires y confesores, que adoramos a Aquel de quien son mrtires y

    confesores; honramos a los siervos para que el honor redunde en el Seor, que

    dijo: "el que a vosotros recibe, a m me recibe"

    [Mt 10, 40]12

    .

    En el siglo XII, el canonista Rolando Bandinelli, ya papa con el nombre de Alejandro

    III (1159-1181), aborda de nuevo el tema de los santos y sus reliquias avocando para s con

    autoridad pontificia:

    No es lcito venerar pblicamente como santo a nadie sin la

    autorizacin de la Iglesia de Roma13

    .

    En consecuencia, sin santo autorizado no cabe veneracin de reliquias. Se trata de

    evitar abusos y ligerezas. En el siglo XIII, el legista Inocencio III, en concilio de Letrn IV

    (1215), al tratar de la reforma de la Iglesia, ajusta ms la normativa del culto a reliquias y

    santos pidiendo a los propios cristianos ms respeto a las reliquias antiguas, conservadas en

    sus relicarios, evitando venalidades:

    La religin cristiana es a menudo denigrada, porque algunos exponen

    reliquias de santos para venderlas o mostrarlas a cada paso. Para que eso no

    se produzca ms en el futuro, establecemos por el presente decreto, que las

    reliquias antiguas no sean ms expuestas fuera de su relicario, ni mostradas

    para ser vendidas14

    Y respecto a las reliquias de nuevo hallazgo, el Papa exige la autorizacin pontificia

    para su veneracin pblica en lnea con su predecesor, Alejandro III:

    En cuanto a las nuevamente encontradas, nadie ose venerarlas

    pblicamente, si no hubieren sido antes aprobadas por la autoridad del

    Romano Pontfice. Adems, los rectores de las iglesias vigilarn en el futuro

    para que la gente que va a sus iglesias para venerar las reliquias no sea

    engaada con discursos inventados o falsos documentos, como se suele hacer

    en muchsimos lugares por afn de lucro15

    tem ms, el propio "Romano Pontfice, que detenta la plenitud del poder", pide a los

    obispos ms rigor y discrecin en la concesin de Indulgencias:

    Puesto que, a consecuencia de indulgencias indiscretas o superfluas,

    que ciertos prelados no temen conceder, el poder de las llaves de la Iglesia es

    menospreciado y la satisfaccin penitencial queda privada de su fuerza,

    decretamos que, cuando se dedica una baslica, la indulgencia no sobrepasar

    el ao16

    12

    DENZINGER, H.- HUNERMANN, El Magisterio de la Iglesia: Enchiridion Symbolorum, (=Denzinger),

    Barcelona 1999, n. 675; JEDIN, R., Manual de Historia de la Iglesia, Barcelona 1970, III, p. 465; Caporilli, 43.

    13

    Decretales de Gregorio IX, lib.III, tt. 45, cap.I (= c.1, X, III, 45), en Corpus Iuris Canonici (=CrIC), Graz 1959,

    II, 650; Denzinger, 818-820.

    14

    Denzinger, 818; Caporilli, 100; DPC, 203-212; JEDIN, R., Manual..., III, p. 465.

    15

    Denzinger, 818.

    16

    Ibid., 819

  • 14

    A finales de siglo, el papa Bonifacio VIII (1294-1303), deseando promover reliquias y

    veneracin de santos autnticos y universales, realza liturgias de Apstoles, evangelistas y

    cuatro grandes doctores de la Iglesia17

    . Realce con indulgencias, que el subsiguiente papa,

    Clemente V, fomentar, a travs del concilio general de Viena (1311), aplicndolas al culto

    latrutico a la Eucarista al fijar la fiesta de Corpus18

    . Gracias similares, que en el siglo XV

    tambin extender Sixto IV (1471-1484) al culto de hiperdula en la fiesta de la Inmaculada

    Concepcin19

    .

    Y abundando en la veneracin de las reliquias, a principios de este siglo XV, cerrado

    el cisma de Occidente, el papa Martn V, en el concilio ecumnico de Constanza (1418), haba

    dirigido una Bula a jerarcas e inquisidores, contra doctrinas de preluteranos wyclefitas y

    husitas, proponiendo en el interrogatorio sobre el credo catlico, entre 39 puntos, el 29 que

    dice:

    Si cree y afirma que es lcito que los fieles de Cristo veneren las

    reliquias y las imgenes de los santos20

    Pero ser, en el siglo XVI, el concilio de Trento, bajo Po IV, quien en la sesin XXV

    de 1563, tratando de la "invocacin de los santos y sobre sus imgenes sagradas", decreta que

    se instruya al pueblo cristiano para desarraigar abusos y supersticiones al respecto, moderando

    as la devocin indiscreta:

    Manda el santo Concilio a todos los obispos y a los dems que tienen

    cargo y cuidado de ensear que, de acuerdo con el uso de la Iglesia catlica y

    apostlica, recibido desde los primitivos tiempos de la religin cristiana, de

    acuerdo con el sentir de los santos padres y los decretos de los sagrados

    Concilios: que instruyan diligentemente a los fieles en primer lugar acerca de

    la intercesin de los santos, su invocacin, el culto de sus reliquias y el uso

    legtimo de sus imgenes... Enseen tambin que deben ser venerados por los

    fieles los sagrados cuerpos de los santos y mrtires...; de suerte que los que

    afirman que a las reliquias de los santos no se les debe veneracin y honor, o

    que ellas y otros sagrados monumentos son honrados intilmente por los fieles

    y que en vano se reitera el recuerdo de ellos con objeto de impetrar su ayuda,

    [todos estos] deben absolutamente ser condenados, como ya antao se les

    conden y ahora tambin los condena la Iglesia21

    Es condena velada del protestantismo iconoclasta insurgente, promovido por Lutero,

    Zwinglio22

    y, sobre todo, Calvino, quien fustiga e ironiza la prctica del culto a las reliquias,

    dando demasiadas por falsas23

    .

    Condena, que se reafirma de forma positiva en la confesin tridentina de la fe:

    17

    Decretales , lib.III, tt. 22, c. nico ( =In VI, III, 22; CrIC, II, 1059).

    18

    Decretales clement, lib. III, tt. 13, c.1 (=In Clemen, III, 13, c.1; CrIC, II, 1173-1177); Caporilli, 102.

    19

    Extravagantes comunes, lib. III, tt. 12, c.1 (=Extrav.Com., III, 12, c.1; CrIC, II1285-1287).

    20

    Bula Inter cunctas, 22-II-1418 (Denzinger, 1269)

    21

    Denzinger, 1821-1822.

    22

    RIGHETTI, M., Historia de la liturgia, BAC, Madrid 1955, I, pp. 930ss; LLORCA, B.-GARCIA

    VILLOSLADA, R., Historia de la Iglesia Catlica, II, p. 809;

    23

    CALVINO, J., Trait des Reliquies (1543), ed. Genova 1601. BOZKY, E. et HELVTIUS, A.M. (edits.),

    Hagiologia: Les Reliques (objets, cultes, symboles), Actes du Coloque International, Turnhout (Blgica) 1997, 123-

    141; 271-292 (seguidores modernos).

  • 15

    Sostengo constantemente... que los santos, que reinan con Cristo,

    deben ser venerados e invocados y que ellos ofrecen sus oraciones a Dios por

    nosotros; y que sus reliquias deben ser veneradas24

    Y sigue el concilio tridentino centrando el verdadero culto a las imgenes25

    para

    concluir censurando el abuso y comercio de reliquias:

    En la invocacin de los santos, en la veneracin de las reliquias y en el

    uso sagrado de las imgenes deber ser rechazada cualquier supersticin,

    eliminada toda torpe bsqueda de dinero y, finalmente, evitada toda

    indecencia26

    .

    Y en lnea con la susodicha norma centralizadora de canonizar santos, iniciada por el

    papa Juan XV (s.X) y recabada por Alejandro III (s.XII), ser Urbano VIII, quien en 1625

    urgir ms el cumplimiento canalizndola a travs de la Congregacin de Ritos (creada en

    1588 por Sixto V) y reordenando los procesos de beatificacin y canonizacin27

    .

    Un siglo despus, Benedicto XIV, en su calidad de jurista, en 1737 dar ulterior forma

    jurdica sobre las condiciones de martirio y nuevas normas de beatificacin y canonizacin

    formalizando el doble proceso28

    . Y dos siglos ms tarde, dentro de esta centralizacin

    canonizadora, resultaban demasiado lentos y complicados los procesos desde la incoacin

    diocesana de la causa hasta la culminacin apostlica romana con ida y vuelta,

    imposibilitando por defuncin- presencias o testimonios de testigos oculares. As, con variantes de san Po X de 1913 el CIC de 1917 recoge los procesos De las cuasas de beatificacin de los siervos de Dios y de la canonizacin de los beatos (cc. 1999-2141). Po XI por Motu Proprio de 1930 y 1939 agiliza los procesos ordinarios de causas histricas

    instituyendo la seccin histrica de la Congregacin de Ritos (AAS, 22 (1930) 87-88). Pablo

    VI, en das posvaticanos, con otro Motu Proprio, Sanctitatis Clarior de 1969 reordena ms

    aptamente el proceso ordinario y apostlicoo, creando la Congregacin de Causas de los

    Santos, independizada de la Congregacin de Ritos (AAS, 61 (1969) 149-153). Reodenacin

    que se perfecciona, finalmente, con la Constitucin Apostlica Divinus Perfectionis Magister

    de Juan Pablo II, promulgada en 1983 con la misma fecha que el nuevo Derecho Cannico

    (AAS, 75 (1983) 349-355) reestructurando tipos de procesos y descentralizando

    competencias, en pasos informativos, al otorgar al obispo diocesano autoridad propia no delegada- en comunin eclesistica con el Papa

    29.

    En este contexto eclesial moderno del siglo XX, que exige mesura y autenticidad,

    volviendo a la consecuencia de la canonizacin, que es la veneracin de las reliquias de los

    santos, ya el CIC de 1917 aplicar la doctrina tridentina y pontificia en textos cannicos. As,

    despus de indicar que la veneracin y culto a los santos es relativo referido a la persona

    (CIC, 1255) y ser saludable venerar sus reliquias (CIC, 1276), prohibir su venta (CIC, 1289) y

    exigir autorizacin de la Sede Apostlica para la enajenacin y traslado a perpetuidad de las

    24

    BULA, Iniunctum nobis, 13-XI-1564 (Denzinger, 1867).

    25

    Denzinger, 1823-1824.

    26

    Ibd., 1825.

    27

    Decreta servanda in canonizatione et beatificatione Sanctorum, Roma 1642 (GAGNA, F., De processu

    canonizationis a primis Ecclesiae saeculis usque ad Codicem Iuris Canonici, Roma 1940; TROMBELLI, G.C., De

    cultu sanctorum, Bolonia 1740; RODRIGO, R., Manual para instruir los procesos de canonizacin, Salamanca

    1988).

    28

    De Servorum Dei beatificatione et canonizatione, Bolonia 1737; Roma 1839). Criterio importante es distinguir

    "martyr coram Deo" y "martyr coram Ecclesia". Estos segundos son los canonizables.

    29

    MONTERO JORDI, M.A. Causas de Beatificacin y Canonizacin en la actual disciplina de la Iglesia, Ao

    Cristiano, BAC, Madrid 2002, I, pp. LXXXV-CXXII.

  • 16

    reliquias insignes30

    o de gran veneracin (CIC, 1281), afirmar que tales no deben

    guardarse en casas u oratorios privados sin licencia expresa del Ordinario del Lugar (CIC,

    1282), aadiendo que solo pueden tener

    culto pblico aquellas reliquias que conste ser genuinas por un documento

    autntico de algn cardenal de la Iglesia Romana o del Ordinario local o de

    algn varn eclesistico, a quien por indulto apostlico se le haya concedido

    la facultad de autenticar (CIC, 1283,1)

    Exigencia, pues, de testimonio fidedigno que legitime la fidelidad a efecto de culto

    pblico, impidiendo incluso el culto privado a las reliquias no autnticas, cuyo asunto confa a

    la prudencia del Ordinario local(CIC, 1284). A este propsito,

    sin un dictamen previo del Ordinario local..., no se deben poner a la pblica

    veneracin las sagradas reliquias cuyos documentos de autenticidad hayan

    perecido por las perturbaciones civiles o por cualquier otro suceso. Sin

    embargo, a las reliquias antiguas se ha de continuar dispensndoles igual

    veneracin que hasta el presente, mientras no conste en algn caso particular

    con pruebas ciertas que son falsas o ficticias (CIC, 1285).

    Y es que, en principio, la presuncin de derecho (iuris tantum) est a favor de la

    autenticidad; por consiguiente, a tenor de CIC, 1827, mientras no se pruebe lo contrario debe

    considerarse la reliquia genuina; la investigacin y en foros adecuados debe ser realmente

    probatoria; no valen meras conjeturas, argumentos que no pasan de probables o por simples

    prejuicios (CIC, 1286).

    A la altura de 1965, el Vaticano II, de "acuerdo con la Tradicin", ya solo necesitar

    recordar que "la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imgenes y sus reliquias

    autnticas", segn hemos glosado anteriormente.

    Por ltimo, la codificacin doctrinal del concilio Vaticano -cual es el CIC nuevo y

    vigente de 1983, referido a la Iglesia catlica latina-, silenciando detallismos ms litrgicos

    que cannicos del cdigo anterior, sigue prohibiendo vender reliquias sagradas; y permite la

    enajenacin o traslado de las insignes, si es a perpetuidad, solo con licencia de la Santa Sede

    (CIC, 1190), sancionando con penas actos en contrario (CIC, 1377). El mismo criterio expresa

    el Cdigo de las Iglesias Orientales de 1990, delegando al Patriarca y su Snodo la

    autorizacin (CCEO, 888).

    La reduccin legislativa del nuevo derecho cannico obedece, en comentario del

    canonista J. L. Santos, a que "se da por descontado que el culto a las reliquias debe partir de la

    autenticidad, evitando las mltiples deformaciones y falsedades a que ha llevado en esto la

    fantasa y credulidad popular. Por esta razn se silencia en este canon esta norma de sentido

    comn, como tambin se silencian otras disposiciones relativas al culto, expresado en la

    legislacin [cannica] anterior, por considerar que pertenecen a la normativa litrgica, ms

    bien que a la jurdica"31

    30

    "Son reliquias insignes...el cuerpo, la cabeza, un brazo, el antebrazo, el corazn, la lengua, una mano, una pierna,

    o aquella parte del cuerpo en que el mrtir padeci, con tal que est ntegra y no sea pequea" (CIC, 1281, 2). El CIC

    de 1983 cita las reliquias "insignes" sin definirlas (c. 1190). Sobre nombre tradicional de otras reliquias no

    explicitado en el derecho cannico (infra Introd., texto de nn. 96 y 147).

    31

    SANTOS, J.L., Comentario exegtico al CIC, cn. 1190, III/2, Pamplona 1995, pp. 1723-1724.

  • 17

    II

    Calendarios hagiogrficos histricos

    A partir de las Actas de los mrtires, van surgiendo listas o calendarios de mrtires y

    santos, que, en expresin del especialista H. Quentn, cuando aaden un extracto de la Passio

    se llaman martirologios o libros de los aniversarios de los mrtires -y por extensin de los

    santos- en su natalicio para el cielo. Existen calendarios y martirologios locales, generales y

    universales, efecto del intercambio, generalizacin y universalizacin de las iglesias

    comarcales, regionales y continentales. As van apareciendo los martirologios histricos, que

    con mayor o menor espritu crtico, acumulan, refunden y amplan los anteriores.

    Estos calendarios y martirologios, ya desde el siglo III en la iglesia de Cartago,

    recogen nombres de santos confesores de la fe o mrtires solo de deseo (in voto), "a fin de que

    podamos unir su memoria a la de los mrtires", segn mandato del obispo san Cipriano en

    250 en frica romana32

    . Norma que se generaliza con la paz constantiniana del siglo IV y se

    universaliza en das de san Gregorio de Tours (538-594), cuando, al lado de los mrtires, en

    los dpticos de la iglesia se van inscribiendo a confesores sobresalientes por sus virtudes

    heroicas, como es el caso de san Martn de Tours, ya aludido.

    Hecha esta pequea introduccin hagiogrfica, pasamos a comentar las principales

    actas y martirologios histricos.

    1. ACTAS DE MRTIRES (ss. I-IV): Las Acta Martyrum son relaciones martiriales

    de cristianos de la Iglesia naciente y creciente de los primeros siglos. Muchas de ellas, por

    reproducir interrogatorios fidedignos, revisten garantas de autenticidad, tanto las llamadas

    actas proconsulares, a modo de protocolos del proceso notarial, como las actas o passiones

    escritas por testigos oculares, aunque algo arregladas para ser ledas en celebraciones

    litrgicas. Tales son las actas de comunidades de Esmirna, Antioqua33

    , Lyon, Vienne,

    Cartago, Tarragona, Frigia, Asia Menor, etc.34

    Son modelos de credibilidad las 41 actas o passiones martiriales desde los conocidos

    santos, Policarpo, Ignacio, Justino..., hasta los ms annimos de Trifn y Saba, mrtires

    escilitanos de frica, etc.35

    , con otras ya suficientemente historiadas, aunque con valor

    histrico ms relativo36

    . Tales actas o pasiones ocurren a lo largo de las diez persecuciones

    romanas, cuatro desde Nern a Trajano (54-113) por denuncia privada; y seis de Adriano a

    Diocleciano (117-310) por denuncia desde la autoridad pblica37

    .

    Digamos para concluir que las Acta Martyrum van perdiendo historicidad cuando se

    convierten en Gesta Martyrum, al decir de Dufourcq38

    , caminando a Pasionarios de relatos

    legendarios medievales, que luego comentaremos.

    2. CRONGRAFO FILOCALIANO (s. IV): Este crongrafo, as llamado por su

    ordenacin cronolgica, es una recopilacin de documentos debida a Filcalo en 354. Viene a

    32

    Epist. 37, 2, PL, IV, 328.

    33

    RUIZ BUENO, D., Padres Apostlicos, texto bilinge, BAC, Madrid 1979, pp. 570-577; 672-689; QUASTEN,

    J., Patrologa, BAC, Madrid 1961, I, pp. 49-108.

    34

    RUIZ BUENO, D., Las Actas de los Mrtires, texto bilinge, BAC, Madrid 1951, pp. 4-141.

    35

    ID., ibd., pp. 144-145; CIVIL DESVEUS, R., "Actas de los mrtires", en GER, XV, Madrid 1973, pp. 203-205.

    36

    RUINART, T., Acta primorum martyrum sincera et selecta, Pars/ Ratisbona 1859; LE BLAIN, Les Actes des

    Martyrs, Pars 1883; DELEHAYE, P.H., Les origines du culte des Martyrs, Bruselas 1912 (ed. 1933); BEDJAN, P.,

    Acta Sanctorum et Martyrum syriace, Leipzig 1890-1897, 7 vols.

    37

    LLORCA., B., Hist. Iglesia Catlica, Madrid 1950, I, pp. 159-186; 192-196; 283-324.

    38

    "Actes des Martyrs", en Dict. Geogr. Hist. Eccles., I, col. 381-382.

  • 18

    ser el primer martirologio cristiano conocido. Integra dos partes: la Depositio Episcoporum

    (necrologio) de 12 Papas, a lo largo de un siglo (253-352), desde Lucio hasta Julio I, siete

    confesores y cinco mrtires, sin pleno culto entonces por la cercana y que hoy son santos39

    ; la

    segunda parte es la Depositio Martyrum con memoria de 52 mrtires con su calendario

    litrgico y cementerio de reunin: santos Cipriano, Perpetua y Felicidad, ms 50 de la regin

    romana40

    . Es de notar que, durante los primeros siglos de la edad media, se distingua entre

    Martyres vindicati con refrendo del obispo y Martyres non vindicati sin tal refrendo, como

    diciendo mrtires oficiales y oficiosos. La autoridad episcopal, que recoga el sentir de la "vox

    populi", canonizaba al incluir a los santos en el "canon" o Album Sanctorum intercomunicado

    entre dicesis. Ya dijimos que es a partir del siglo X, cuando el Papa como tal comienza a

    tener protagonismo asumiendo canonizaciones41

    .

    3. MARTIROLOGIO JERONIMIANO (s.VI): El Martyrologium Hieronymianum,

    falsamente atribuido a san Jernimo (345-419), es de autor annimo del norte de Italia y se

    inicia hacia el 450 cerrndose a finales del siglo VI. Duchesne lo define como "principium et

    fons" de toda investigacin martirolgica42

    . Recoge memorias hagiogrficas del martirologio

    siraco (411) de iglesias de Antioqua (363), Roma, frica, Constantinopla, Asia Menor, etc..

    Casiodoro (480-575) y el papa san Gregorio I Magno (590-604) glosan y recomiendan su

    lectura y aplicacin en el calendario litrgico. Propio de este martirologio jeronimiano es

    indicar nombre, lugar y natalicio del santo43

    .

    4. MARTIROLOGIOS ALTOMEDIEVALES DE BEDA y OTROS (ss.VIII-XI ): A

    partir del siglo VIII aparecen los llamados martirologios histricos medievales, que desean

    ampliar los datos biogrficos de santos lejanos en el tiempo. Y as, mientras en Oriente griego

    y constantinopolitano nacen Sinaxarios o Menologios (organizacin por meses) con breves

    noticias hagiogrficas44

    , en Occidente surge el Martirologio de san Beda (735) el Venerable,

    que perfecciona y ampla hagiografas del jeronimiano, incluso con ayuda de Pasionarios. En

    la misma lnea de asuncin y ampliacin sucesiva nace en el siglo IX el Martirologio de Lyon,

    el del abad Rabano Mauro, de Floro (h.860), el poco histrico del obispo de Vienne, Adn

    (865), y el ms aceptado de Usuardo con ayuda de los monjes de Saint Germain (875) en

    Francia45

    . Tambin el Liber Pontificalis y Regesta Pontificum (s.X) contribuyen a esta

    ampliacin46

    .

    Por lo dems, la reforma gregoriana o hildebrandina del papa Gregorio VII (1073-

    1085) alcanza a revisar algo calendarios de mrtires sin pruebas.

    5. LEYENDAS AUREAS (ss.VII-XV): la historicidad inicial de las actas de mrtires

    va degenerando en gestas y ampliaciones biogrfico-literarias, que sirven de embrin para la

    aparicin de los pasionarios y legendarios medievales, que dan credulidad al maravillossimo

    prodigioso de milagros espectaculares, curaciones sorprendentes, dilogos martiriales

    39

    Kirschbaum, pp. 596-597 (elenco); Caporilli, 14-17.

    40

    Kirschbaum, pp. 598-599 (elenco); CIVIL DESVEUS, R., "Martirologio", en GER, XV, 206.

    41

    Supra, n. 12 y texto.

    42

    DUCHESNE, L., Martyrologium Hieronymianum, en Acta Sanctorum (=ActaSS), novembris II, 1890.

    43

    Commentarius perpetuus in Martyrologium Hieronymianum, ed. D. H. Delehaye- H. Quentin, en ActaSS,

    novembris, Bruselas 1931; Ao Cristiano (=BAC), Madrid 1959, I, p. 33*; ENZO LODI, Los Santos del calendario

    romano, Madrid 1990, p. 21.

    44

    Sinaxarium Ecclesiae Constantinopolitanae (Propyleum ad Acta Sanctorum novembris), Bruselas 1902.

    45

    QUENTIN, H., Les Martyrologes historiques du moyen age, Pars 1908; Le Martyrologe dUsuard, texte et

    commentaire, Buselas 1965.

    46

    Liber Pontificalis ed. L. DUCHESNE, Barcelona 1925, 2 vols.

  • 19

    inverosmiles, etc.47

    . Estos pasionarios culminan con la mayor obra hagiogrfica en el siglo

    XIII, cual es la Legenda Sanctorum, que el pueblo bautiz como leyenda de oro, del escritor

    dominico y beato italiano Jacobo de Voragine (1226-1298), arzobispo de Gnova desde

    129248

    .

    Otros legendistas fueron Luis Lipomano, obispo de Verona (Italia); los germanos

    Jorge Vicelius y Lorenzo Surio cartujano; y ms importantes, tambin en nuestro caso, Pedro

    de Natalibus, obispo de Equilio (hoy Iesolo) en Venecia y el telogo lovaniense Juan Molano,

    etc.49

    . Ntese que es en el siglo XIII cuando se generaliza la costumbre de bautizar al nio

    imponindole nombre de santo canonizado (Nuevo Ao Cristiano, I. 44).

    6. MARTIROLOGIO ROMANO (s.XVI): Ante tanto calendario y pasionario del alto

    y bajo medievo, ya aplicndose la liturgia tridentina de san Po V (1568), Gregorio XIII,

    despus de reajustar astronmicamente el llamado calendario gregoriano (1582), desea editar

    un nuevo martirologio oficial de uso exclusivo. As, la comisin, presidida por el presbtero

    oratoriano, despus cardenal, Csar Baronio, publica, bajo la autoridad pontificia, el

    Martyrologium Romanum (1584). Este martirologio de Baronio indica la identidad del santo,

    su toponimia, cronologa y fecha litrgica, catalogando casi 4.000 santos desde Aarn,

    sacerdote en Horeb, hasta el ltimo del alfabeto, Zotico, presbtero de Constantinopla50

    . Este

    martirologio romano oficial, consecuente con la reforma litrgica de Po V, tiene predominio

    litrgico del santoral sobre los das feriados. Y, amn de sus homnimos precedentes (ed.

    Venecia 1549, 1560...), se inspira en los histricos medievales, principalmente en el de

    Usuardo; consulta tambin actas y pasiones de mrtires, ms otras obras hagiogrficas de

    Eusebio de Cesarea, san Gregorio de Tours, Dilogos de san Gregorio I Magno y menologios

    orientales51

    . A su vez, descarta falsos martirologios de herejes marcionitas, montanistas,

    priscilianistas, arrianos, etc., actuando siempre con el mejor espritu crtico que le era dado en

    su tiempo.

    A las ediciones de Baronio de 1584 y 1586 (sta con fuentes literarias), se suceden

    reimpresiones en Valladolid (1585), Amberes (1589), ms nuevas ediciones oficiales con

    adiciones por Urbano VIII (1630), Inocencio XI (1681), Benedicto XIV (1748), Gregorio

    XVI, (1845) con correcciones sucesivas ms o menos felices y crticas. En el siglo XX san

    Po X declara tpica la edicin de 1913, que los bolandistas haban sometido a comentario

    crtico52

    . Esta edicin tpica equilibra la liturgia entre santos y das feriados. Siguen

    apareciendo nuevas ediciones vaticanas y versiones53

    . En 1972 la vigente reforma litrgica de

    Pablo VI har predominar el calendario feriado sobre el santoral (inversin de la reforma de

    Po V de 1568), reduciendo memorias obligatorias y sacando otras de tiempos fuertes

    47

    DELEHAYE, P.H., Les Lgendes hagiographiques, Bruselas 1957; ID., Les Passion des Martyrs et les genres

    littraires, Bruselas 1921; Ao Cristiano, BAC, I, pp. 32*-38*; VIVES, J., Hagiographia, en DHEE, II, 1073-1075.

    48

    Legenda aurea, seu Liber passionalis, seu Legenda Sanctorum, 55 ed., de J.G. Graese, Leipzig/Dresde 1843-

    1846.

    49

    NATALIBUS [Natali], P., Catalogus Sanctorum: vitas, passiones et miracula commodissime annectens, Lyon

    1542; MOLANO, J., Natales Sanctorum Belgii et eorundem chronica recapitulatio, Lovaina 1595; estos dos autores

    tienen cita en las biografas del archivo hagiogrfico escurialense en los santos que no aparecen en el martirologio

    romano de Baronio (1584), reimpreso en Valladolid (1585) y traducido al castellano (Valladolid 1586) por el jesuita

    Dionisio Vzquez.

    50

    Martyrologium Romanum, ed. C. Baronio, Roma 1584 (ed. 1586, 589 pp. foliadas, ms el "index sanctorum" e

    "index rerum" de 70 pp. sin foliar).

    51

    GER, XV, 207.

    52

    Martyrologium Romanum (Propylaeum ad Acta Sanctorum decembris), Bruselas 1913 (ed. 1940).

    53

    Martyrologium Romanum, Vaticano 1948 y 1960; Martirologio Romano, versin castellana de V.M. Snchez

    Ruiz, Madrid 1949, sobre la edicin vaticana.

  • 20

    (adviento, cuaresma...) para facilitar as la "lectio continua" bblica54

    , incluso varios santos

    secundarios ceden el calendario litrgico universal por el local debido a su no relevancia

    testimonial general; y algunos pocos desaparecen del santoral oficial por obscuridades

    histricas. Por ltimo, cumpliendo el precepto de la Constitucin conciliar sobre la liturgia de

    devolver su verdad histrica a las pasiones o vidas de santos (SC, n. 92c), el ao 2001 Juan Pablo II acaba de publicar una edicin ms crtica del Martirologio Romano aadiendo

    tambin nuevos santos y beatos hasta el ao 2000 en un calendario de casi 10.000

    hagiografiados. Este Martirologio es hoy la fuente fundamental de referencia.55

    . Ya se

    advierte cmo progresivamente van acrisolndose la historicidad demostrable y el criterio

    cultual de adaptacin a los tiempos.

    Conviene recordar que los monjes jernimos del Escorial conocieron y manejaron el

    Martyrologium Romanum de Baronio, incluso en versin castellana, al igual que los catlogos

    de Pedro de Natalibus y de Juan Molano56

    como recurso secundario, segn se desprende del

    "Catlogo y breve compendio de las vidas de los santos" con reliquias en el Escorial,

    realizado por los reliquieros escurialenses57

    III

    Hagiografas modernas y actuales

    1. SANTORALES MODERNOS RELEVANTES (ss. XVII-XIX): Dentro de la

    investigacin y publicacin ya oficiosa, omitiendo "Flores" y "Fastos" de santos, resaltamos

    solo tres obras hagiogrficas en la edad moderna, dignas de mencin por su voluminosa

    edicin y cierto espritu crtico.

    a.- Acta Sanctorum (ss.XVII-XIX): Esta obra monumental se inicia con el jesuita

    Jean Bolland (1596-1665) y se contina por un grupo de la Compaa -llamados Bolandos o

    Bolandistas por su iniciador-, editndola por meses en 61 vols. (despus 65) durante los siglos

    XVII-XIX en Amberes, Venecia, Bruselas, Pars58

    . ActaSS es una seria investigacin

    enciclopdica, que intenta revisar la hagiografa existente con sano espritu crtico desde las

    fuentes y hagigrafos tratando de diferenciar datos histricos y datos legendarios.

    Un "Index hagiologicus"59

    sobre los 61 primeros vols. (enero-octubre) facilita el

    incmodo manejo de la obra en formato de infolio.

    b.-Espaa Sagrada (ss.XVIII-XX): Paralelamente a ActaSS, pero a escala espaola y

    sin ser solo hagiografa, va publicndose esta gran obra historiogrfica llamada Espaa

    54

    Missale Romanum: Institutio Generalis, Vaticano 1970; nueva edicin en 2000 con actualizacin, retoques y

    nuevo captulo (IX) de inculturacin a los pueblos.

    55

    Martyrologium Romanum, Vaticano 2001, 773 pp. (infra Presentacin Tcnica, n. 26) traduccin espaola en

    prensa.

    56

    Supra, n.49

    57

    Inventario y Memorial de las santas reliquias..., parte IV, pp. 497-760, Arch. Gen. Palacio de Madrid (=AGP),

    sign. APD-SLE, leg. 1816; infra, Intr. n. 73.

    58

    Acta Sanctorum (=ActaSS), ed. Pars 1863-1910. Anteriores ediciones parciales en las otras ciudades citadas;

    Ao Cristiano, BAC, I, 39*-40*.

    59

    RIGOLLOT, L. M., Index hagiologicus, Pars/Roma 1875.

  • 21

    Sagrada, con la autora del agustino Enrique Flrez (1702-1773) y otros continuadores,

    totalizando 56 vols60

    .

    A base de investigacin archivstica y codicolgica y con cierto espritu crtico no

    frecuente en la poca dieciochesca, la obra trata, en la seccin de historia eclesistica, de

    obispos y santos, monasterios y abades de las numerosas dicesis de la Hispania ibrica,

    cuyos datos son tiles en nuestro estudio. Por conexin, citamos tambin, como interesante en

    santos y relicarios espaoles, los Viages de Ambrosio de Morales de 157261

    .

    c.-Ao Cristiano (s.XIX): Es autor el jesuita Jean Croisset en original francs (Lyon

    1712-1720) con versin espaola de J. Francisco de Isla (Salamanca 1753ss). Despus de

    ms de cincuenta reediciones a lo largo de un siglo, es "adicionado por los agustinos Pedro

    Centeno y Juan Rojas" en ampliada edicin, a finales del siglo XIX, con elenco de casi cinco

    mil santos, biografiados en su mayora con desigual proporcin62

    . La intencionalidad

    divulgadora y ejemplificadora, recogiendo ecos histrico-legendarios, ya queda expresada en

    el ttulo desarrollado de "Ao Cristiano o ejercicios devotos para todos los das del ao", sin

    tanto espritu crtico de ActaSS de los Bolandos, en quienes bsica y parcialmente se inspira.

    2. SANTORALES ACTUALES ( s.XX): Para identificar y contrastar santos de rara

    denominacin y anotar datos biogrficos crebles de los menos conocidos, manejamos varias

    y variadas hagiografas, martirologios, aos cristianos y santorales, dando preferencia a los de

    mayor solvencia y credibilidad por su espritu ms crtico. Adems del vigente Martirologio

    Romano (ed. 2001) ya referido, dentro de la abundante hagiografa actual, a continuacin

    valoramos once publicaciones o versiones espaolas que, a nuestro criterio, estimamos de

    mayor inters consultivo por su aspecto cualitativo y cuantitativo. Seguimos el orden

    cronolgico de aparicin espaola.

    a.-Ao Cristiano (Urbel, 1945): El abad benedictino, Justo Prez de Urbel cataloga

    ms de seis mil santos con hagiografa litrgica de unos 365 con datos mnimos cronolgico-

    geogrficos de los restantes63

    . Descripcin literaria con buena base cientfico-histrica. Es uno

    de los catlogos ms extensos en los santos secundarios. Consciente de que ya no existe el

    lector medieval que amaba las leyendas hagiogrficas, el medievalista Urbel, ms que

    biografas rigurosas, trata de presentar semblanzas o rasgos humano-divinos -perfiles,

    diramos hoy- con los datos biogrficos esenciales para encuadrar la figura del santo. Y dice

    al lector que intenta hacer "una labor seria y concienzudamente histrica" (I, p. XVI), fruto de

    la investigacin en las fuentes.

    b.-Ao Cristiano (=BAC, 1959): Catedrticos de la universidad pontificia de

    Salamanca dirigen este santoral con participacin de varios especialistas, que biografan hasta

    casi seiscientos santos64

    . Ofrece bibliografa solvente al pie de cada hagiografa. Y aunque

    algunos colaboradores adolecen de cierta vaguedad literaria, la obra en conjunto mantiene el

    rigor histrico.

    Desde el ao 2002, la misma editorial BAC viene publicando una tercera edicin,

    adaptada y ampliada (12 vols.), que incluye viejos y nuevos beatos y santos hasta el ao 2000,

    siguiendo el calendario del nuevo Martirologio Romano (ed. 2001) con viejos y nuevos

    60

    FLOREZ, E. y otros, Espaa Sagrada (=ES), Madrid 1747-1953, 56 vols.; reedicin, edit. Revista Agustiniana,

    Madrid 2000ss, con amplia introduccin previa de J. Campos y Fernandez de Sevilla, I., pp. IX-CLXXXI.

    61

    Viages de Ambrosio de Morales, editada por Enrique Flrez, Madrid 1765 (ed. Facsmil 1985).

    62

    CROISSET, J., Ao Cristiano (= Croisset), Salamanca 1875-1877, 8 vols.

    63

    PEREZ DE URBEL, J., Ao Cristiano, ed. Fax, Madrid 1945, 5 vols.

    64

    ECHEVERRIA, L.-LLORCA, B.-SALA BALUST, L.-SANCHEZ ALISEDA, C., Ao Cristiano, ed. BAC,

    Madrid 1959, 4 vols.; 3 edic., Madrid 2002ss (12 vols) bajo la coordinacin de J.L.Repetto Betes.

  • 22

    colaboradores, ofreciendo cada da de mes el esdquema tripartito siguiente: a) sumario

    biogrfico de los santos de MR.; b) monografas extensas de lo santos ms significativos; c)

    monografas breves de algunos santos secundarios. Y en Apndice, monografas de santos con

    culto local importante.

    Son casi ocho mil pginas con ocho mil santos extensa o brevemente historiados; los

    nuevos, con monografas actualizadas, adems de la bibliografa hagiogrfica general y

    particular.

    c.-Bibliotheca Sanctorum (Roma 1961ss): Aunque no haya versin espaola de esta

    enciclopdica obra italiana, merece citacin entre las del siglo XX. Si ya las investigaciones

    suelen ser ms solventes y precisas cuando las tratan autores de origen, esta publicacin65

    , por

    su amplitud y abundancia de santos nativos, debe figurar entre las enciclopedias monogrficas

    de mayor credibilidad. Su bibliografa hagiogrfica tambin orienta al lector.

    d.-El Libro de los Santos (Englebert, 1999): El escritor Omar Englebert en original

    francs (1946) y reciente versin espaola66

    quiere salirse de los biografiados clsicos por

    ms conocidos recogiendo datos de cerca de un millar y medio de santos y beatos, algunos

    venerados por iglesias separadas. Incluye un anexo de doctores, fundadores, patronos de

    cofradas y sanadores. Tiende a separar historia de leyenda y aporta cierta novedad de datos

    para algunos santos anglosajones menos conocidos.

    e.-Santoral Completo (Fbrega, 1990): Bajo este ttulo67

    , ngel Fbrega presenta la

    hagiografa de casi ocho mil santos extrados de ActaSS, Rigollot, etc., aportando solo el

    nombre, categora y calendario conmemorativo actualizado. Catlogo casi "completo" en su

    presentacin de gua telegrfica con santos tambin de otras culturas e idiomas. Este manual

    elemental es muy prctico para una bsqueda inicial.

    f.-Gua Iconogrfica de la Biblia y los Santos (=GIBS, 1996). Dos especialistas en

    original francs (Pars 1990) y versin espaola68

    presentan un millar de epgrafes, mitad

    santoral especfico y mitad personajes y lugares bblicos y parabblicos, que ofrece la

    iconografa en el arte cristiano de iglesias y museos, aprovechando tambin la leyenda. Con

    grabados, mayoritariamente en blanco y negro, este libro pretende ser orientacin prctica

    para peregrinos y turistas. En contadas ocasiones citamos esta gua.

    g.-Diccionario de los Santos (=DS, 2000): Bajo la coordinacin de tres investigadores

    italianos (1998), aparece la versin espaola ampliada69

    , totalizando un millar de biografas

    de santos y beatos, estudiados por especialistas, con rigor cientfico y sin concesin literaria a

    la beatera. Desglosan en lo posible el dato histrico del dato legendario, dando selecta

    bibliografa a pie del hagiografiado. A nuestro juicio, este Diccionario es la publicacin

    histrica ms esmerada y fidedigna en la hagiografa existente y a l nos remitiremos siempre

    que podamos. Incluye tambin catlogo de santos patronos.

    65

    Bibliotheca Sanctorum, (=BS), ed. Universidad Pont.Lateranense, Roma 1961-1971, 13 vols + dos vols.

    suplementarios y dos de santos orientales, ed. Cittanuova.

    66

    ENGLEBERT, O., El Libro de los Santos (=Englebert), ed. Intern. Universitarias, Madrid 1999.

    67

    FABREGA GRAU, A., Santoral Completo (=Fbrega), ed. La Hormiga, Barcelona 1990.

    68

    DUCHET-SUCHAUX, G. y PASTOREAU, M., Gua Iconogrfica de la Biblia y los Santos, Alianza Edit.,

    Madrid 1996.

    69

    LEONARDI, C.-RICCARDI, A.-ZARRI, G., Diccionario de los Santos, ed. Paulinas, Madrid 2000, 2 vols.

    (2266 pp. en paginacin continuada).

  • 23

    h.-Diccionario Ilustrado de los Santos (=DIS, 2001): Dos especialistas alemanes,

    en edicin germana (1999) y espaola ampliada70

    , resean cuatro mil santos y beatos con

    1500 ilustraciones a todo color. Con su breve biografa de muchos y simple nombre de otros,

    este Diccionario es ms til para santos centroeuropeos y sajones. La bibliografa regional lo

    confirma. Carece de ndice alfabtico general.

    i.-Nuevo Ao Cristiano (=NAC, 2001): El periodista dominico, Jose Antonio

    Martnez Puche, ha dirigido esta nueva hagiografa71

    con variedad de colaboradores. Ofrece la

    vida de casi un millar de santos y beatos principales o actuales; y despus cataloga otros ms

    secundarios con mnimos datos histricos, hasta totalizar el record de casi diez mil

    bienaventurados en cerca de seis mil pginas. La obra pretende ser un santoral actualizado

    hasta el ao 2000, incluyendo, por tanto, muchos beatos y 446 canonizados por el papa Juan

    Pablo II. Esta es su novedad principal. Y aun teniendo muchos autores especializados con

    perspectiva histrica y sin concesin a la leyenda fcil, subyace el denominador comn

    directivo de dimensin litrgica y "de carcter divulgativo... evitando el aparato crtico propio

    de obras de investigacin o especializacin" (I,19). No obstante, una descripcin iconogrfica

    y selecta bibliografa monogrfica enriquecen este santoral, el ms actualizado y extenso a la

    vez. En cuanto a santos modernos, no tiene utilidad para nosotros.

    j.-Dos mil aos de Santos (=DMAS, 2001). El presbtero Francisco Prez Gonzlez

    recoge bajo este ttulo de bimilenio cristiano72

    el calendario de ocho mil santos con biografa

    de 600 y breve resea de los restantes presentada a cinco columnas (nombre, ao, categora,

    lugar, memoria). Esta obra, que aporta el segundo mayor catlogo hagiogrfico, est escrita en

    tono divulgativo sin mayores pretensiones crticas ni bibliogrficas.

    k.-Otros santorales secundarios: Queden solo citadas -por elementales o ya

    superadas- otras pequeas hagiografas del siglo XX. Entre las primeras y en castellano,

    merecen referencia: Santos del calendario romano, de Enzo Lodi (Madrid 1990); Calendario

    perpetuo de los Santos,de A. Christian Sellner (Barcelona 1994); Los Santos, noticia diaria,

    de Valeriano Ordez (Barcelona 1996); Los Santos protectores,de Santiago Martn (Madrid

    1999); Diccionario de los Santos, de Mara Teresa Romn (Madrid 1999), etc.

    Entre las segundas hagiografas, ya ms lejanas y extranjeras, que aun pueden ser

    tiles para profundizar en santos nativos, merecen cita: A Biographical Dictionary of Saints,

    de F.G. Holwech (Londres 1924); Dictionnaire d`hagiographie,de Dom Baudot (Pars 1925);

    Dictionary of Saints, de D. Attwater (Londres 1938); Handbuch der deutschen Heilegen, de

    A. Schtte (Colonia 1941), etc. Y otros autores que oportunamente se citarn en notas de los

    santos de este archivo hagiogrfico y en la bibliografa general.

    Digamos, finalmente, que en las anotaciones bibliogrficas, a travs de este archivo

    documental hagiogrfico, adems de citar sistemticamente el indito Cathalogo y breve

    compendio de las vidas de los Santos, cuyas reliquias se guardan en este Monasterio de Sanct

    Loreno el Real73

    , al identificar histricamente al santo en cuestin, nos remitimos

    preferentemente, junto con el Martirologio Romano (=MR) vigente, al Diccionario de los

    Santos (=DS), al Ao Cristiano (BAC) y, en defecto, al Ao Cristiano (=Urbel), por ofrecer

    mayor credibilidad y ms orientacin bibliogrfica. Y tendremos que confesar, en casos

    concretos, que algunos santos de rara denominacin, salvo corruptela de transcripcin, son

    70

    VERA SCHAUBER y SCHINDLER, HANNS, M., Diccionario Ilustrado de los Santos, ed. Grijalbo, Madrid

    2001.

    71

    MARTINEZ PUCHE, J.A., Nuevo Ao Cristiano, ed. Edibesa, Madrid 2001, 12 vols.

    72

    PEREZ GONZALEZ, F., Dos mil aos de Santos, ed. Palabra, Madrid 2001, 2 vols., 1839 pp. continuadas +

    CD-ROM.

    73

    Inventario y Memorial... (supra, n.57; infra, Introd., V, Inventarios histricos, 1).

  • 24

    desconocidos en los santorales. Tales son: Aclito, Critnico, Cristancia, Cunialdo, Eliano,

    Dpera, Engerlido, Escritor, Evergista, Fabinio, Gerasina, Helindio, Nigenato, Pusina,

    Ragustina, Rubicunda, Timclito, Urbina, Sozomena...

    Por lo dems, en santos de fecha litrgica trasladada, hemos procurado ajustar su

    memoria al calendario reformado hoy vigente74

    .

    IV

    Gran Relicario del Escorial

    1. FELIPE II, MECENAS Y DEVOTO DE LAS RELIQUIAS: El Real Monasterio del

    Escorial, adems de palacio, pinacoteca, convento, biblioteca y baslica, es tambin gran

    Relicario de relicarios, es decir, Relicario en su doble acepcin de pieza artstica destinada a

    la conservacin y veneracin de la reliquia de un santo (sentido estricto) y tambin una capilla

    o reliquiario como conjunto de piezas concentradas en una iglesia o altar (sentido lato) para

    veneracin general75

    .

    El fundador de este Monasterio nace y crece en una atmsfera de religiosidad espaola

    cortesana y popular. En efecto, dentro de la creciente demografa histrica de Espaa,

    estudios sobre las "Relaciones topogrficas (1575-1580)", ordenadas por el propio rey Felipe

    II76

    sobre pueblos del Sur, hablan de la religiosidad popular -devociones y prcticas

    religiosas- de los espaoles en el siglo XVI, heredada de tiempos medievales, aun sin mayores

    influencias, en el medio rural, de las ideas ms profanas del renacimiento77

    ; estudios ya

    extendidos a otras geografas espaolas78

    .

    Por las respuestas a la pregunta 51 del interrogatorio topogrfico sobre las reliquias

    notables que en dichas iglesias y pueblo hubiere; y ermitas sealadas y devocionarios de su

    jurisdicin y los milagros que en l se hubieren hecho"79

    , se advierte en Castilla la Nueva, al

    menos, un promedio de tres ermitas o santuarios por pueblo80

    , con mucha imaginera,

    procesiones, exvotos, cofradas, arte de platera, etc., con extensin a toda Espaa81

    . Y antes

    que las imgenes, ya las reliquias eran veneradas en la Hispania cristiana premusulmana, que

    ante la invasin rabe caminaron hacia el norte del ro Tajo, incrementando as su relicario82

    .

    Y la devocin histrica por los santos mantiene este fuego sagrado en la pennsula ibrica; y

    por mediacin de clrigos y monjes originarios, vecinos, personajes reales o regios y otros -

    74

    Ordenacin General del Misal Romano, Roma 1971. Infra, Presentacin Tcnica, n. 26.

    75

    GER, XV, 870.

    76

    Relaciones Topogrficas de Felipe II, Real Biblioteca del Escorial, sign. J-I-12-18 (7 vols. mss). Con este ttulo

    se han publicado las Relaciones de los pueblos de Madrid en tres vols [Estudio introd. y transcripcin de los mss. I y

    II] bajo la coordinacin de A. Alvar Ezquerra , CSIC, Madrid 1993. Se aade un folleto de "Apndices y Mapas"

    (Interrogatorios).

    77

    VIAS MEY, C. y PAZ, R., Relaciones histrico-geogrfico-estadsticas de los pueblos de Espaa hechas por

    iniciativa de Felipe II, CSIC, Madrid: Provincia de Madrid (1949), Reino de Toledo (1951), Provincia de Ciudad

    Real (1971); CAMPOS FDZ DE SEVILLA, F.J., La Mentalidad en Castilla la Nueva en el siglo XVI (religin,

    economa y sociedad segn las "Relaciones Topogrficas" de Felipe II), Real Monasterio del Escorial 1986;

    CHRISTIAN, W.A. Jr, Religiosidad local en la Espaa de Felipe II, Madrid 1991.

    78

    CAMPOS FDZ DE SEVILLA, F.J. (ed.), La Religiosidad popular en Espaa, Real Monasterio del Escorial,

    Madrid 1997, 2 vols., pssim; MIGUELEZ, M., Catlogo de los cdices espaoles de la Biblioteca del Escorial,

    Madrid 1917, pp. 249-332.

    79

    MIGUELEZ, M.,Catlogo..., pp. 261-276; CAMPOS, J., La Mentalidad..., pp. 11-12. Ambos autores transcriben

    las 59 cuestiones del interrogatorio.

    80

    CAMPOS, J., Ibd., pp.49-61; CHRISTIAN, W., Religiosidad local...,pp. 93-155.

    81

    CAMPOS, J., La Religiosidad popular..., pssim.

    82

    CHRISTIAN, W., Religiosidad local..., pp. 157-174.

  • 25

    pasada la reconquista y tambin durante el siglo XVI- retornan a sus orgenes reliquias

    viejas o aparecen nuevas, la mayora acompaadas de testimonio documental y algunas sin l,

    por lo que se admiten o veneran con reservas83

    . Y es que el concilio de Trento exiga estrictos

    procedimientos, a falta de pruebas, en traslado y culto de reliquias, como ya hemos indicado

    en el apartado primero de esta Introduccin.

    En la compleja personalidad religiosa de Felipe II84

    , la preocupacin por acumular

    reliquias ya refleja un perfil orientado tambin a la profunda veneracin personal de las

    mismas, hasta tal punto que el cronista escurialense contemporneo, fr. Jernimo de

    Seplveda (+ 1634), llega a decir, aunque sea hiprbole, que el intento y fin de la "octava

    maravilla del mundo... no fue sino que esta su Casa y hechura suya fuese sepulcro de cuerpos

    santos; y ans procura [Felipe II] con tantas veras de traerlos tan a costa suya y hacerles tan

    ricos y costosos relicarios"85

    . Y el reliquiero, fr. Bartolom de Santiago (+ 1630), tambin

    testigo ocular, aade: "...todo le pareca poco, para lo mucho que deseaba servir a los

    Santos"86

    . Desde luego el material archivstico-hagiogrfico que aqu publicamos, venido de

    toda Europa, confirma que esta devocin filipina es terica y prctica. Devocin terica,

    porque

    el Rey Catlico don Felipe II... muy vigilantsimo en las cosas sagradas y ms

    en las santas reliquias, oyendo decir las grandes maldades e insolencias que

    los prfidos herejes usaban con ellas y poca reverencia en que eran tenidas...,

    todo esto movi a tan catlico Prncipe y cristiansimo Rey dolindose

    extrasimamente de esto, de procurar de traerlas y colocarlas en esta su Casa

    y hacerlas tan ricos y costosos relicarios...87

    .

    Y devocin prctica, que se advierte en las presencias, detalles y actitudes cuando

    ocurran llegadas y entregas de reliquias de santos al Escorial.

    Como sntesis, bstenos citar el testimonio del tambin reliquiero y cronista ms

    cualificado, fr. Jos de Sigenza (+1606), quien escribe:

    Subase all desde su aposento el Rey [al Aulilla de Moral, depsito transitorio

    de reliquias], unas veces solo, otras acompaado de sus hijos. Estando all, me

    peda algunas y aun muchas vezes -tena yo entonces a mi cargo aquellos

    santos tesoros- que le mostrase tal y tal reliquia. Quando la tomava en mis

    manos,... se inclinava el pisimo Rey y... la besava con boca y con ojos....Tras

    l, imitndole, sus hijos hacan lo mismo, donde muchas veces vea confundida

    mi poca devocin y tibieza y aprenda en qunto se ha de estimar lo uno y lo

    otro. Esto pasbamos a nuestras solas y en secreto en aquella santa quadra y

    es razn que se diga a vezes sobre el texado para confusin de los hereges y de

    otros tibios cristianos. Considerava yo entre mil las ocasiones que buscava

    para hazer esto muchas vezes, preguntndome de algunas reliquias cyas eran

    83

    CAMPOS, J., La Mentalidad..., pp. 105-112.

    84

    ESTAL, J.M., del, "Felipe II y su perfil religioso en la historiografa de los siglos XVI y XVII", La Ciudad de

    Dios (=CD), 187 (1974) 549-581; ID., "Felipe II y su perfil religioso en la historiografa de los siglos XIX y XX",

    CD, 189 (1976) 83-117; ID., "Felipe II y el culto a los Santos", en Felipe II y su Epoca, ed. J. Campos, Real

    Monasterio del Escorial 1998, II, pp. 459-504; GARCIA GUTIERREZ, P., "La religiosidad de Felipe II", en Iglesia

    y Monarqua: la liturgia, Madrid 1986, pp. 61-71. 85

    Historia de varios sucesos y de las cosas notables que han acaecido en Espaa y otras naciones desde el ao de

    1584 hasta el de 1603, en Documentos para la Historia de San Lorenzo el Real de El Escorial, ed. J. Zarco, Madrid

    1924, IV, pp. 184-185. 86

    Inventario y Memorial..., (supra, n. 73), prlogo al lector , p. 4. 87

    SEPULVEDA, J., Historia de varios sucesos..., p. 184. Estas ideas de fr. Seplveda aparecen tambin escritas en

    Inventario y Memorial..., cuya autora pertenece al reliquiero fr. Bartolom de Santiago (infra, intr.V, 1.).

  • 26

    o dnde las tena; o mandndome que las passase de un lugar a otro,

    sabindolo l muy mejor que yo; y por ganar en estos trueques y cambios los

    frutos y rditos que aora [ya difunto] goa con un excesivo logro88

    .

    Y hasta los momentos previos a la muerte el catlico Rey se quiso rodear de reliquias

    de santos en presencia de su ltima enfermera e hija Isabel Clara Eugenia89

    .

    Otros testimonios, por parte de allegados a la familia real y que aparecen dispersos en

    nuestra documentacin, pueden verse apuntados en J.M. del Estal90

    , cuyas conclusiones sobre

    el perfil religioso de Felipe II hacemos nuestras con alguna matizacin: veneracin a los

    santos y sus reliquias con el culto tridentino de dula; proteccionista de reliquias, no por afn

    de coleccionismo megalmano y menos crematstico ni simonaco, sino para liberarlas de

    profanaciones protestantes sin obsesiones enfermizas ni mgicas; veneracin derivada de una

    profunda fe en la comunin de los santos91

    , hija de la formacin cristiana, recibida en su

    juventud por parte de su padre, Carlos V, en las Instrucciones confidenciales y secretas -sin

    descender al detalle de reliquias- de 1539, 1543 y 1551 ms Codicilo de 1558, encarecindole

    la defensa de la religin y de la justicia, persecucin de las herejas y fidelidad a la Iglesia

    catlica; instrucciones, que a su vez Felipe II transmitir a su hijo y sucesor, Felipe III92

    .

    2. RELIQUIAS Y RELIQUIEROS: El Escorial tridentino de Felipe II divulgando la

    doctrina conciliar por los reinos espaoles, ms la proteccin y mecenazgo regios de las

    reliquias de santos, hace que el monarca espaol interese a jerarquas eclesisticas y civiles

    de Espaa y centroeuropa (Roma, Alemania, Pases Bajos, Francia, Polonia, Inglaterra...),

    desde papas, cardenales, obispos, vicarios, deanes, abades, abadesas, cabildos, priores,

    prioras, arciprestes, prrocos, rectores, entre las autoridades eclesisticas; hasta emperadores,

    reyes, virreyes, gobernadores, embajadores, maestres, duques, marqueses, condes, etc., entre

    las civiles.

    A este fin, se despachan correos por embajadas y cancilleras. Y siempre el Rey

    Prudente es escrupuloso en exigir diplomas fehacientes o certificados acreditativos -

    originales y autgrafos en su mayora- de autenticidad con firmas de jerarquas , como se

    puede advertir a travs de estos 182 archivos con 375 documentos hagiogrficos. Breves

    pontificios facilitaron el empeo filipino93

    .

    Con este acopio de reliquias europeas, la Baslica del Escorial se convertir en un gran

    Relicario de relicarios. En efecto, entre 1571 y 1611 ocurren ocho entregas fundamentales de

    reliquias:

    - Entrega I (1571-1574) - Entrega V (1586)

    - Entrega II (1576-1577) - Entrega VI (1593)

    - Entrega III (1576, sin reliq.) - Entrega VII (1597-1598)

    - Entrega IV (1584) - Entrega VIII (1605-1611),

    con constancia de cantidad y calidad en otros tantos libros de "Escrituras de Entregas" como

    "objetos de culto"94

    . La cifra de todas las reliquias -huesos o vestes- segn el "Inventario y

    88

    Fundacin del Monasterio de El Escorial (=Sigenza), Madrid 1605, p. 368; ESTAL, J.M., "Felipe II y el

    culto..., p. 482.

    89

    Sigenza, 673.

    90

    "Felipe II y el culto..., pp. 483-492.

    91

    Ibd., pp. 501-502.

    92

    Ibd., pp. 469-477; ROUCO VARELA, A. M, Estado e Iglesia en la Espaa del siglo XVI, BAC, Madrid 2001,

    pp. 57-100 y pssim.

    93

    Felipe II y el culto ..., pp. 492-499.

    94 Escrituras de Entregas que se han hecho al Monasterio de Sanct Loreno el Real de las reliquias, oro y plata,

    ornamentos, tapizera y otras cosas, que por Su Majestad le han sido dadas y se an entregado al Prior y Diputados

  • 27

    Memorial" 95

    asciende a 7420, que un Cuadro-Tabla mural con 678 santos alfabetizados en

    diez columnas, existente en el Antecoro de la Baslica, distribuye as96

    :

    - Insignes.................... 460 - Cabezas enteras..............144

    - Notables................... 255 - Canillas grandes.............306

    - Menores...................1006 - Constancia del nombre...678

    - Cuerpos enteros..........12 - Pequeas...................... 4168

    Este Cuadro mural compuesto segn Rotondo y Zarco en 175497

    , adems de indicar en

    siglas la categora de cada santo, seala tambin en cada uno el tipo de reliquia a base de

    signos convencionales (cruces y medias cruces): Insigne, quasi-insigne (notable), menor,

    pequea. Por supuesto, despus del expolio francs98

    , la cantidad de reliquias ha quedado

    disminuida y menos identificada.

    El cargo de Reliquiero, que debe ser "un religioso de edad suficiente", tiene cierta

    relevancia en la comunidad jernima del Escorial, siendo elegido por el Prior y sus Diputados.

    Este cargo sola ir unido a los oficios de archivero y/o bibliotecario, como es el caso del fr.

    Juan de San Jernimo (el de Guisando) y de fr. Jos de Sigenza, que ostentan los tres cargos

    simultneamente. El ejercicio de reliquiero tiene que ajustarse a "Instrucciones" sobre el uso

    de llaves y das de apertura de los Relicarios, como expresaremos despus al comentar los

    dos primeros inventarios histricos(infra, V,1-2). Durante los reinados de Felipe II y Felipe III

    son reliquieros sucesivos:

    -Fr. Juan de San Jernimo (h.1567-1591)99

    -Fr. Jos de Sigenza (1591-1594)100

    -Fr. Martn de Villanueva (1594-1605)101

    del dicho Monasterio... (Arch. Gen. Palacio, sign. PSL, leg. 1995). Las portadas de las ocho Entregas aparecen en

    fotocopia reducida en el libro Iglesia y Monarqua: la liturgia (coordinador, F. Solano), PN, Madrid 1986, pp. 132-

    137; ESTAL, J.M., "Felipe II y su archivo hagiogrfico", Hispania Sacra, 23 (1970) 5-6, 25-27.

    95

    Inventario y Memorial de las Santas Reliquias..., (supra, n. 57): "Indice de todos los sanctos cuyas reliquias ay en

    este Monesterio" (pp. 752-760).

    96

    Indice de los Santos, cuyas reliquias se guardan en la Yglesia de este Real Monasterio, que mand entregar la

    piedad del rey D. Phelipe Segundo, su Fundador. Tabla artstica, enmarcada (119 x 130 cm.) y orlada, escrita a doble

    tinta (negra y roja) sobre papel verjurado pegado a ella y con vietas en cada divisin alfabtica de letras. Fr. Jos

    Quevedo repetir la misma distribucin de cifras que hay en esta Tabla (Historia del Real Monasterio de San

    Lorenzo del Escorial, Madrid 1854, pp. 288-289 ), al igual que Antonio Rotondo (Descripcin de la Gran Baslica

    del Escorial, Madrid 1861, p. 72). Fr. Andrs Ximnez haba redondeado exageradamente, diciendo que "pasan de

    13.000 las reliquias que hay de santos particulares, entrando las pequeas" (Descripcin del Real Monasterio de San

    Lorenzo del Escorial, Madrid 1764, p. 408 ). Sobre tipo de reliquias en cada categora (infra, introd. n. 147).

    97

    ROTONDO, A., Descripcin..., p. 68; ZARCO, J., El Monasterio de San Lorenzo el Real de El Escorial [Gua],

    Madrid 1926, pp. 34-35. Quiz ambos jueguen con la cronologa (no lo dicen) del personaje "Prncipe de la Roja,

    Casa de Borbn", citado en la Tabla. Pero conviene aclarar que este Prncipe con su casa de Borbn pertenece a la

    Francia del s. XVI, segn se desprende de la carta fechada en Pars a 4-IX-1567 por el embajador espaol, don

    Francisco de Alava (infra, A.I.4, 02)

    J.M.del Estal ("Felipe II y el archivo hagiogrfico...", pp. 234-235) retrotrae la confeccin del texto de la Tabla

    otorgando la paternidad material a fr. Francisco de Alcal (+1611). Pero entendemos que lo ms podra ser

    paternidad formal (elaboracin del elenco) -y ms bien del reliquiero fr. Bartolom de Santiago (infra, n.109)-,

    porque, basta comparar las diferencias morfolgicas textuales entre ambos rtulos: sanctos/santos,

    monesterio/monasterio (supra, nn. 95, 96); y adems en Inventario y Tabla no coinciden plenamente los signos

    (cruces) que definen la categora de las reliquias.

    98

    Infra, Introd., Anexo final. Respecto a la clasificacin tradicional de tipo de reliquias, el derecho cannico solo

    cita las "insignes" por excelencia (supra, n. 30).

    99

    Datos biogrficos (infra, A-I-7, n. 31).

    100

    Datos biogrficos (infra, A-VII-44, n. 289).

    101

    Datos biogrficos (infra, A-VII-10, n. 4).

  • 28

    -Fr. Bartolom de Santiago (1605-1630)102

    .

    3. UBICACIN DE LAS RELIQUIAS: Ante tanta reliquia y relicarios, es preciso que

    los reliquieros distribuyan y busquen espacios adecuados a la cantidad y calidad de ambos

    tesoros.

    Como escribe Carmen Garca-Fras Checa103

    , antes de 1591, de acuerdo con el diseo

    o disposicin dada por el reliquiero, fr. Juan de San Jernimo, son destinados a reliquias los

    retablos de sendos altares del testero oriental de las naves laterales: el dedicado a la

    Anunciacin (nave izquierda) para reliquias de santas mujeres; y el dedicado a san Jernimo

    (nave derecha) para santos varones. Esta predominante tal distribucin inicial por diferencia

    de sexos, amn de coincidir con la diferencia hagiolgica de los titulares de altares, podra

    responder tambin, como observa F. Pastor, a que detrs de sendos retablos estn

    respectivamente los aposentos del Rey y de la Reina104

    . Ambos retablos cierran sus reliquias y

    relicarios con puerta de doble hoja (491 x 291 cm. cada una) pintadas interior y exteriormente,

    al leo sobre tabla, por Federico Zuccaro con retoques de Juan Gmez. Los motivos

    pictricos son respectivamente marianos y jeronimianos.

    En 1591, la nueva afluencia de reliquias obliga al reliquiero, fr. Jos de Sigenza, a

    buscar nuevos espacios en los frisos o parte superior de sendos altares, donde, a 30 pies (8,40

    m.) de altura (plano del triforio) se construyen almarios de diseo herreriano, con capillas, que

    forman cinco nichos o estantes, cerradas por seis hojas-puerta (la central doble), a modo de

    retablillos (2,81 x 1,26 m. cada hoja, salvo las dos extremas simtricas de 1,98 x 1, 10 m.);

    son tablas pintadas al leo por Bartolom Carducho (nave de la Anunciacin) y por Martn

    Gmez (nave de San Jernimo). Estos son los motivos figurativos en el friso o cornisa de la

    Anunciacin (de derecha a izquierda): san Mercurio, mrtir; san Guillermo, duque; san

    Arnulfo, obispo, y santa Bega, abadesa (centro); san Carlos Magno, emperador; san

    Constancio, mrtir. Y en el friso de San Jernimo (izquierda a derecha): san Mauricio, jefe

    tebano; san Luis, rey de Francia; san Macholmo y su esposa santa Margarita de Hungra,

    reyes de Escocia (centro); santa Isabel, reina de Portugal; san Geren, mrtir. Todas estas

    figuras estn en el anverso o exterior; en el reverso o interior de la hoja/puerta se pintan

    glorias o coro de ngeles.

    Este balconaje de nichos o estantes obstruye la entrada de luz natural por oriente a las

    naves colaterales, lo cual no gustaba, por lo que "Filipo III... tuvo determinacin de hacer dos

    retablos como el del altar mayor en estos dos altares [colaterales]...", pero con los gastos

    econmicos del Panten de Reyes "faltole la vida y quedose todo suspendido", al decir del P.

    Santos105

    . Y as sigue hoy. Al respaldo de retablos y retablillos se corresponden hojas/puerta

    similares, de cana y caoba sin arte ni pintura, "por donde se ponen y quitan y aderezan y

    limpian" reliquias y relicarios, corridos los "velos de seda". A hojas abiertas, as presenta

    Sigenza en 1605 el esplendor, emocin y sobrecogimiento que le produce la vista preciosa

    del cuadro de reliquias y relicarios:

    102

    Datos biogrficos (infra, A-I-1, n. 1). Ms de este gran reliquiero (infra, Introd., texto de nota 108ss ).

    103

    "El Camarn de Santa Teresa: una pequea Cmara de maravillas del Monasterio de El Escorial", en

    Monjes y Monasterios espaoles (ed. J. Campos), Real Monasterio del Escorial 1995, I, pp. 137-140.

    104

    Las Memorias Sepulcrales de los Jernimos de San Lorenzo del Escorial (=MS), ed. F. Pastor Gmez-Cornejo,

    Real Monasterio del Escorial 2001, I, p. 238, nota 40. Hoy, por razones cuantitativas (hay ms varones que mujeres),

    estticas y de relicarios mixtos, la separacin por sexos es solo predominante; eso s, bustos-relicario femeninos en la

    Anunciacin; y masculinos en San Jernimo.

    105

    SIGENZA, pp. 368 y 376; SANTOS, F. de los, Descripcin breve del Monasterio de S. Lorenzo el Real del

    Escorial, Madrid 1657, pp. 40-41; infra Introd. n. 167 (cuadro sinptico).

  • 29

    En abrindose las puertas y corridos los velos de seda que tienen

    delante, se descubre el cielo. Vense por sus hileras y gradas, unas ms

    adentro, otras ms afuera, vasos muy hermosos de artificio y de precio; parte

    de oro, otros de plata, piedras singulares, cristales, vidrios cristalinos, y otros

    metales dorados, que todo junto reverbera y deslumbra los ojos, enardece el

    alma y pone en ella juntamente amor y reverencia, que hace luego como

    naturalmente o sobrenatural, que es lo ms cierto, inclinar la rodilla, derribar

    el cuerpo hasta la tierra.

    No s por dnde entre ni por donde salga en tanta copia de celestiales

    tesoros; decir en particular de cada reliquia o relicario, aunque no haga sino

    como una letana de ellas, negocio largo; si las emburujo y envuelvo en una

    universalidad, hago agravio a ellas y a los que desean saber lo que aqu se

    halla. El remedio ser echar por medio, ni callarlas, ni decirlas; decirlas por

    sus gneros y callarlas en particular, excepto algunas que no se podan

    disimular tanto por su estima, reverencia, grandeza; y todo de paso con la

    brevedad que siempre106

    .

    Gracejo literario y veneracin de pleitesa. Por lo dems, al cuantificar y ubicar

    relicarios, hablaremos de la estructuracin interior tras retablos y retablillos con sus gradas,

    asientos y "brinquios", que dice con gracia Sigenza. Tambin se adapta la llamada Aulilla

    de Moral, situada encima de los aposentos del Rey, para depsito transitorio, contemplacin y

    redistribucin de reliquias.

    Entre 1595 y 1597, siendo reliquiero fr. Martn de Villanueva, se habilita tambin un

    pequeo anexo a la Aulilla de Moral para depsito de reliquias pequeas y objetos piadosos, a

    modo de "petite chambrette" (L`Hermite) o "cmara de maravillas", "cmara santa" (Garca -

    Fras) de veneracin y preservacin. Espacio, que ha pasado a llamarse "Camarn de Santa

    Teresa", por haber sido depositario de cuatro obras autgrafas de la santa de Avila.

    Durante los siglos XVII y XVIII, los fondos artsticos del Camarn se incrementan con

    nuevas donaciones de alhajas y mejoras, de modo que en 1764 fr. Andrs Ximnez pudo decir

    que "sola esta pieza es suficiente para saciar la devocin de los fieles y para ilustrar muchos

    templos con el tesoro que incluye"107

    . Y es que el Camarn apareca colmado de reliquias y

    decorado en su bveda de medio can y pinturas murales con lunetos simulados, retablillo,

    nichos, grutescos, angelillos, medallones, rosetas, palmas, coronas e incensarios108

    . Durante el

    largo tiempo de reliquiero (1605-1630) del "sachristn mayor y maestro de zeremonias" y

    "camarero de los santos", fr. B. de Santiago109

    , el Camarn se recompone ricamente con las

    "migajas" de reliquias, que clasifica y cataloga. A su instancia y traza logra

    mandar hacer y darnos tantos relicarios y tan preciosos....Todos los acomod

    y hizo con el buen orden caver en las caxas de los altares de Ntr Sr y Ntr

    106

    Sigenza, 365-366.

    107

    Descripcin del Real Monasterio...,p. 122.

    108

    GARCIA-FRIAS, C., "El Camarn..., p. 141.

    109

    Fr. Bartolom de Santiago (+1630) nace en Huscar (Granada), profesando en Baza (Jan) en 1578 y despus en

    el Escorial en 1590. Pronto encargado del taller de Bordadura, cuenta con "asalariados cuatro oficiales ordinarios en

    aquella oficina"; es moderador de liturgia y corrector del canto, orientando tambin como experto la ordenacin del

    culto divino en el monasterio dominicano de San Pablo de Valladolid (RODRIGUEZ DIEZ, J., "Directorio litrgico

    del monasterio de San Pablo...", CD, 214 (2001)463-510). "Ms que los oficios a l, autorizaba l a los oficios"

    (P.Santos). Reliquiero vitalicio (25 aos) y vicario durante siete mandatos; no llega a Prior "por no ser letrado", pero

    su predicamento hace que sea enterrado en sepultura de Priores donde el P. Sigenza , de quien hace la Memoria

    sepulcral y a quien sucede como memorialista hasta la muerte (MS, I, 237-241; SANTOS, fr. F., Quarta parte de la

    Hist. de la Orden de San Gernimo, Madrid 1680, pp. 723-726.

  • 30

    Padre Sn Gernimo, como hoy vemos [1630]...; y en los relicarios hizo caver

    las reliquias (que no era la menor dificultad) componiendo en ellos tantos

    huesos muertos de tal arte, que parece que se vinieron ellos all nacidos.... De

    las migajas compuso ricamente el Camarn, que es enzima de la escalera que

    baja a la sacrista.

    Redxolas todas a nmero sin escapar la ms mnima de su diligencia;

    y con nmeros, que en ellas mismas puso (junto con el nombre del santo, cuya

    es cada una), se refiere a la entrega que de ellas se nos hizo; y a los

    testimonios as antiguos como modernos con que se nos entregaron. Los cuales

    no menos bien dispuso, cerrados y sellados y sobreescrita la suma dellos en

    cada uno; haciendo, por otra parte, de sus traslados, junto con el Inventario de

    ellas y de los relicarios en que estn; y vidas recopiladas de los Santos, cuyas

    son, un gran libro y todo se guarda en el Camarn110

    Esta clasificacin y catalogacin en gran Libro de "Inventario y Memorial" merece

    posterior comentario en apartado propio111

    .

    4. EL ARTE DEL RELICARIO: Bajo este epgrafe entendemos relicario en su sentido

    estr