palabras claves: desarrollo.caribeña.eumed.net/wp-content/uploads/reformismo.pdfpensamiento...
TRANSCRIPT
UNA APROXIMACIÓN FILOSÓFICA EN TORNO A LA CONCEPCIÓ N ELECTIVA
DE JOSÉ AGUSTÍN CABALLERO.
MSc. Eyedelkis Medina Garcia
Dr.C Ernesto Castañeda Hidalgo
Lic. Yenisey López Cruz
Lic Vivian Cherdys Noblet Valverde
Universidad de Guantánamo.
Resumen
José Agustín Caballero con su labor fue capaz de conciliar nuestra filosofía con el
pensamiento moderno, a la vez que inauguraba la posibilidad de la elección filosófica,
descartando el método escolástico como único y adecuado para comprender la compleja
realidad existente. Y en este caso le otorga a la educación un rol de primer orden en el
afán por ilustrar la mentalidad de los cubanos.
Desde los años que clausuran el siglo XVIII, cubanos de ciencia demandaban cambios en el
status colonial. Este movimiento de manera general se proyectaba hacia varias esferas de la
vida social y espiritual, en su conjunto conservaban una vasta coherencia ideológica
armonizada en el plano de las ideas políticas y sociales de la filosofía de las ciencias. Su
objetivo no era provocar trasformaciones radicales al sistema existente, sino plantear una
serie de reformas que posibilitaran el desarrollo de la colonia.
PALABRAS CLAVES:
Ideología, filosofía, reformismo, educación, mentalidad, revolucionarios.
DESARROLLO.
Durante todo el proceso histórico de formación y desarrollo de nuestra nacionalidad como
cubanos, latinoamericanos e independentistas, muchas han sido las personalidades y
movimientos revolucionarios que han llevado adelante el peso de esta Revolución, dentro de
ellos se destaca el reformismo Ilustrado cubano, que fue resultado de todo el proceso de
agudización de los conflictos políticos y sociales de la colonia. Dentro de este movimiento
figuraban hombres de la estirpe de José Agustín Caballero y Rodríguez.
Desde los años que clausuran el siglo XVIII, cubanos de ciencia demandaban
cambios en el status colonial. Este movimiento de manera general se proyectaba hacia
varias esferas de la vida social y espiritual, en su conjunto conservaban una vasta
coherencia ideológica armonizada en el plano de las ideas políticas y sociales de la filosofía
de las ciencias. Su objetivo no era provocar trasformaciones radicales al sistema existente,
sino plantear una serie de reformas que posibilitaran el desarrollo de la colonia.
Durante este período prevaleció el reformismo filosófico. Dentro de estos cubanos de
ciencia se destacó como precursor, el padre José Agustín Caballero1, quien influenciado por
varias personalidades dentro del movimiento ilustrado en Europa y América, como
Descartes, Francis, Bacon, Locke, Copérnico, Newton, Feijoo Tosca, Benito Díaz de
Gamarra, Jovellanos y otros, logró introducir en Cuba una etapa de profundos cambios en el
plano político, económico, filosófico y educacional.
En su empeño En su por reformar el pensamiento, Agustín Caballero propició el
nacimiento de un espíritu crítico dentro de la filosofía y el inicio de la rebelión en contra de la
autoridad y el dogma de la escolástica en el país.
José Agustín Caballero con su labor fue capaz de conciliar nuestra filosofía con el
pensamiento moderno, a la vez que inauguraba la posibilidad de la elección filosófica,
descartando el método escolástico como único y adecuado para comprender la compleja
realidad existente. Y en este caso le otorga a la educación un rol de primer orden en el
afán por ilustrar la mentalidad de los cubanos.
1 José Agustín Caballero y Rodríguez nació en La Habana el 12 de agosto de 1762, el mismo día en que la ciudad fue
tomada por los ingleses. Su padre fue Bruno José Vicente Caballero, ingeniero y oficial del regimiento de infantería de
la ciudad y su madre Maria Manuela de la Soledad Rodríguez de la Barrera Sotolongo.
A los 12 años comienza sus estudios, el 14 de abril de 1774, en el Seminario de San Carlos, donde durante sus
primeros años aprendió latín. Entre los años comprendidos durante el 15 de mayo de 1778 y 1781 recibió los hábitos de
sacerdote y curso estudios de Arte o Filosofía ya el 20 de agosto de 1781 se graduó de licenciado y doctor en la Sagrada Teología. Posteriormente entre los años 1782 y 1784 recibió en el propio Seminario, Lecciones de Escritura,
Historia Eclesiástica y Liturgia.
Plantea al respeto que los viejos y agotados contenidos de una atrasada escolástica,
sin la influencia y vigor del auge de los nuevos tiempos no proporcionará jamás, la incitación
de los hombres a conocer y resolver los problemas del método, de ser, de la vida, de los
valores, sin estos conocimientos no existiría la enseñanza filosófica.2
Su objetivo era establecer una alianza entre los resultados de la filosofía, las ciencias
naturales y algunos criterios de la escolástica, no se trataba de apartarse del todo de esta,
sino perfeccionarla para que marchara en correspondencia con el impulso que estaba
adquiriendo la realidad social.
Una de las más contundente críticas que realiza en contra de la escolástica, es con
respecto a su ergotismo; que al encontrarse la filosofía tan sumida en él, olvidaban la
experiencia como única fuente de los conocimientos sobre la naturaleza, debido a esta
posición mantenida, en aquel momento, el valor científico de la filosofía era nulo, puesto que
los discursos y discusiones que prevalecían no tenían fundamento alguno que no fuera el de
la palabra autoridad, por lo tanto nada tenían que ver con lo que en realidad debía ser el
objetivo de la filosofía.
Analizando esta problemática José Agustín Caballero expresaba que:
Entregado del todo al discurso, dejaron a un lado la naturaleza, no veían lo que
tenían a los pies, y andaban indagando lo que había sobre los cielos. Consumieron toda su
vida disputando las voces y no las cosas.3
Para José Agustín Caballero este método se iba apagando a la par del ímpetu que
alcanzaban la filosofía y la física por el camino de estudio experimental de la naturaleza.
Sólo era conveniente para la realización de un auténtico discurso, que transmitiera un
fructífero conocimiento, el apoyo y consulta de los resultados alcanzados por las ciencias
naturales. Era evidente, en este sentido que las revoluciones que se estaban efectuando en
Europa, ya comenzaban a tener repercusión en la Isla, aunque no con el mismo alcance.
Pero la significación que para el desarrollo social y económico de este continente poseía la
nueva filosofía de Bacon, Newton, Descartes entre otros, alimentaba las aspiraciones de los
ilustrados cubanos.
2 José Agustín Caballero : Discurso Sobre la Física, tomado de, Isabel Monal- Olivia Miranda: Pensamiento Cubano Siglo XIX, T1 Pág. 107 3 José Agustín Caballero: Discurso Filosófico, 1798, tomado de : Isabel Monal- Olivia Miranda: Pensamiento Cubano Siglo XIX, T 1 Pág. 108
En este momento surgía una filosofía, sustentada por el desarrollo científico y en
estrecha relación con la realidad en Cuba, se aclamaba la proporcionalidad que debía existir
entre la realidad y las ciencias, de lo cual fue partidario José Agustín Caballero.
Por este camino también estuvo enfocada su crítica al quijotismo metafísico, así
calificaba Agustín Caballero las pretensiones escolásticas de subordinar a su influencia, la
ciencia por medio de sus artificios lógicos, que sólo contenían contradicciones y puras
banalidades. José Agustín Caballero rechazaba el realismo medieval que al igual que
Platón proclamaba que el mundo de las cosas era un reflejo del mundo de las ideas. Esta
posición no se puede decir que lo ubicaría dentro de un pensamiento radical, puesto que
todavía no podía despenderse totalmente de su posición como representante escolástico,
pero si lo ubica en los marcos de una proyección de avanzada, que aunque no
correspondía con el materialismo, si reflejaba una nueva cosmovisión que se
fundamentaba en un enfoque natural y experimental del mundo.
Caballero consideraba que los prejuicios escolásticos afianzados en la mente de los
hombres constituían el obstáculo principal para la difusión de la Ilustración en Cuba. En
consecuencia desarrolla desde su perspectiva, la doctrina de las preocupaciones que
recordaba las desarrolladas por Roger Bacon, acerca de los obstáculos del conocimiento, la
de Francis Bacon sobre los ídolos y de Descartes sobre los prejuicios de la mente donde
expone que, lo que encadena el libre pensamiento y la actividad social del hombre son las
preocupaciones y sólo luchando contra las costumbres y los prejuicios, podrían consolidarse
las ideas de avanzada.
En el centro de su doctrina se trasmitía que, para lograr un pensamiento de
vanguardia que se proyectara y respondiera de manera científica a cualquier interrogante
que existiera en el proceso de obtención y desarrollo del conocimiento, necesitaba estar
libre de convencionalismos que apartaban al pensamiento del camino hacia la verdad
científica.
Esta posición que asume José Agustín Caballero frente al proceso de formación del
conocimiento, reafirma que, estos prejuicios no contribuían a la formación de un verdadero
conocimiento y una verdadera filosofía, a pesar que él no pudo apartarse del todo de ellos.
Agustín Caballero se convertía en un singular pionero del movimiento ilustrado cubano, en
una época donde manifestarse en desacuerdo con algún criterio o promulgar alguna teoría
que fuera en contra de los proyectos escolásticos podría ser considerado como un enemigo
letal de la sociedad.
El Papel Periódico de la Habana como órgano principal de la prensa, en aquella
época desempeñó un importante papel en la difusión de estas doctrinas, desde su aparición
fue el vehículo utilizado por los intelectuales para difundir las ideas de la ilustración.
En 1791 aparece publicado en este periódico su Discurso sobre la Física en el cual
resalta la tarea esencial de la nueva filosofía, y sobre todo de la física, que proporcionaría
un paso de avance en el desarrollo económico y social de la época. En este discurso
expone con mayor fortaleza la fatalidad del empeño escolástico de establecer una
demostración sin experimentar:
Una ciencia que no contiene más que frívolas cuestiones sin decidir las que parecen
importantes sino únicamente probabilidades apoyadas sobre hipótesis, solo puede interesar
a un pequeño numero de ignorantes, siendo como imposible que extienda sus limites,
porque el deseo de saber nace con el hombre, lo conduce hacia la verdad y todo lo que
carezca de ella no le puede fijar la atención.4
Aspiraba a una física experimental que no anidara en sus descubrimientos más que
un proceso continúo del conocimiento, en el cual por medio de la reflexión sistemática,
durante todo el proceso de interacción del hombre con la naturaleza se llegara al verdadero
conocimiento que no estaría sujeto a las autoridades. A partir de esta idea expresa que:
Dominado de inclinación a la filosofía, y más amante de la experiencia que del vulgar
escolasticismo... Observo que el establecimiento de la física experimental es un objeto en el
cual ya debemos discurrir.5
Quedaba claro pues, su énfasis en el necesario estudio de estas ciencias, y el papel
que estas desempeñaban en la transformación de la realidad. La física experimental
obligaba a la naturaleza a revelar sus secretos. Esta todo lo penetra, todo lo facilita y todo
4 José Agustín Caballero : Discurso sobre la Física, 1791, tomado de Isabel Monal- Olivia Miranda : Pensamiento Cubano Siglo XIX T1 Pág. 107 5 José Agustín Caballero: Pintura Filosófica, Histórica y Crítica de los Procesos del Espíritu , tomado de Isabel Monal – Olivia Miranda: Pensamiento Cubano Siglo XIX T1 Pág. 115
lo lleva a la perfección; la esencia de este reclamo estaba motivada por la urgencia de
vincular el pensamiento abstracto con el desarrollo de las ciencias. Esa necesidad de
dominar las ciencias particulares, le daba una nueva dirección a la filosofía.
Su afán principal era, cambiar el estado de cosas existentes, para lo cual Agustín
Caballero avizoró que la nueva física ocupaba un lugar sumamente importante, puesto que
esta estaba estrechamente vinculada con la realidad y por lo tanto era imprescindible
apartarla de las lucubraciones escolásticas, al respecto planteaba que:
La física ha cambiado de semblante y con ella casi todas las ciencias han tomado
una nueva forma y cierto gusto que a caso no han tenido hasta ahora.6
El fundamento de este reclamo partía de las concepciones de Aristóteles que
referían que ni los excesos experimentales que no impliquen generalización, ni las ideas,
que no tengan su comprobación en el mundo natural podían llevar al criterio de la verdad.
Por el contrario, el equilibrio entre lo experimental y lo racional, en tanto que lo
experimental ofrece la base real del conocimiento. Y la razón la elabora para que adquiera
sentido, constituye una perspectiva válida para el conocimiento del mundo físico, mientras
que los principios primeros de la teología siguen teniendo vigencia para el entendimiento
metafísico.
Su sentido filosófico, seguía siendo la metafísica, sólo que con una nueva dirección,
que lo ubicaba dentro del nominalismo, el cual designa las palabras y conceptos como
signos que sirven para designar, calificar y definir los objetos y no sustentos de la
realidad, aquí radica una de sus limitaciones, no se trata de presentarse resueltamente
antimetafísico, sino de adornarla con los nuevos esplendores de la Ilustración. Su crítica la
llevó a cabo desde los marcos de la propia escolástica y por lo tanto no llegó a derrumbar
sus fundamentos, sino que se le otorga a la metafísica una nueva dignidad científica.
Por otra parte cuando nos adentramos en sus parámetros se evidencia que existe un
pensamiento contradictorio, que en esencia revela una doble condición de teólogo y filósofo,
sus designaciones se dirigían más hacia las ciencias que hacia una actividad ontológica y
metafísica, Esta doble condición provoca que sus concepciones presenten determinadas
lagunas.
6 José Agustín Caballero: Discurso sobre la Física 1791, tomado de Isabel Monal –Olivia Miranda: pensamiento Cubano Siglo XIX T1 Pág. 107.
En relación con la filosofía, también fue publicado en el Papel Periódico su Discurso
Filosófico, en el cual José Agustín Caballero proclama la muerte de la escolástica, causante
del retraso que presentaba esta ciencia y anuncia el nacimiento de una filosofía racional.
En este caso, su denuncia estaba dirigida en contra de la actitud adepta y acrítica
que tenia la escolástica frente al aristotelismo tomista que imperaba como método y espíritu
de enseñanza. En este sentido reclama la necesidad del conocimiento de la verdadera
filosofía, particularmente la de Francis Bacon y Descartes con sus nuevas propuestas del
método inductivo experimental y el analítico deductivo.
Durante todo el tratamiento que le ofrece a la filosofía recalca nuevamente, la
necesidad de la unidad entre esta y las ciencias naturales, para él esta unidad estaba dada
por el hecho de que la filosofía por su propia naturaleza propone el método de
conocimiento que seria el lógico- gnoseológico y por su parte, las ciencias lo aplican y de
sus resultados, la filosofía puede elaborar sus conclusiones generales para adentrarse en el
conocimiento de lo universal.
Se trata de que exista una interrelación entre ambas, que proporcione a la filosofía
las vías para poder alcanzar el conocimiento de las causas primeras de las cosas, su
objetivo era, llegar al conocimiento de Dios como creador, por medio del estudio de la
naturaleza y su relación con el hombre.
Cuando se examinan a fondo sus proposiciones puede verse la relación que
establece entre filosofía – ciencia- teología. Esta conciliación, es la muestra de su
imposibilidad de separarse de su educación como eclesiástico Esta impotencia que
presenta Agustín Caballero frente a un derrocamiento total de la escolástica, es la causa de
que su filosofía aún presentara en esencia inconsecuencias que de cierto modo la igualaban
a la filosofía anterior. Pero a pesar de sus limitaciones, el intelecto de José Agustín
Caballero representaba una revolución espiritual, que colocaba al pensamiento autoritario a
las puertas de su muerte.
Por otra parte, en el propio Papel Periódico aparecieron otros artículos de no menos
importancia del padre José Agustín Caballero. Su artículo titulado Pintura Filosófica,
Histórica y Crítica de los procesos del Espíritu publicado en 1798 también representa un
escalón fundamental de su proyecto reformador. En él Agustín Caballero continúa con su
guerra en contra de las doctrinas autoritarias de la escolástica y a favor de la alianza con
las enseñanzas de hombres de ciencias como Descartes, Galileo, Leibnitz, Locke y sobre
todo Newton.
En estos momentos el padre Agustín Caballero se daba cuenta que la fuerza motriz
de esta revolución era la juventud, y por lo tanto, la más necesitada de conocer los
adelantos científicos. Para llevar a cabo este cometido era imprescindible estimular su
intelecto, en aras que esta juventud convirtiera el desarrollo científico en verdaderas
revoluciones
Otros de los trabajos publicados en el Papel Periódico de la Habana, que se le
atribuye al padre Agustín Caballero son su Discurso Apologético o Discurso Peripatético.
Este artículo pudiera valorarse como una respuesta al Discurso Filosófico. Como centro de
su objetivo se establece una especie de defensa hacia la escolástica, pero que no
descartaba el hecho mismo de la necesidad de las ciencias experimentales.
Durante todo este discurso Agustín Caballero resalta la muerte de esta escolástica,
pero por razones naturales, porque envejeció con el descursar del tiempo. Cuando se
examinan en conjunto sus ideas lo más destacado que se muestra, es que este peripatético
no se presenta del todo en desacuerdo con el filósofo, sino que ofrece otro punto de vista
del problema.
Tiene particular interés en defender el criterio de que la escolástica no debe
desaparecer del todo, puesto que hay en ella elementos muy valiosos que no debían ser
desechados. Una de las ideas principales del discurso radica en esclarecer los errores
cometidos en el Discurso Filosófico. El peripatético se refiere durante su defensa que es un
error plantear que los escolásticos lo disputan todo y nada experimentan, y que la filosofía
todo lo experimenta y nada disputa.
Para dar respuesta, se toma en cuenta el hecho, de que la escolástica siempre ha
partido del desarrollo de la física y demás ciencias y de su dependencia a la
experimentación y para corroborarlo bastaría con remitirse a Aristóteles, quien planteara que
no hay nada en la razón si no lo hay en los sentidos. Por lo tanto no puede afirmarse que
no se tenga en cuenta la experiencia. Por otro lado, refuta el error que existe en el hecho
de plantear, que la nueva filosofía no disputa nada por la fijeza de sus investigaciones,
puesto que disímiles son las propuestas de físicos y químicos frente a un fenómeno y sus
causas que constituyen diferencias y por lo tanto si se disputa.
En esencia la idea central estriba en el hecho mismo de que ambos artículos se
complementan para demostrar lo erróneo de absolutizar, tanto el experimento como el
razonamiento en el proceso de obtención del conocimiento. Aunque en este sentido hay que
aclarar que Caballero ubica a la escolástica en una posición alejada de lo que realmente
eran sus preceptos, puesto que la misma solo reconocía el modo especulativo de llegar a la
verdad.
Como trasfondo de esta teoría solo puede ubicarse la situación reinante por aquel
entonces, donde el escolasticismo representaba la máxima autoridad, por lo cual, este
nuevo pensamiento debía recurrir a frecuentes ropajes escolásticos para llevar adelante su
objetivo. Esto significaba, la utilización en este sentido de importantes tácticas en esta lucha.
Al respecto OC Ternevoi reafirma que:
Este discurso iba a constituir una defensa encubierta del nacimiento de la nueva
filosofía, no se trata de que fuera en retroceso lo ya alcanzado en esta lucha, sino más bien
una tregua necesaria para su posterior desarrollo.7
La labor ilustradora del Padre Agustín Caballero se manifestó mediante muchas
aristas. Varios fueron los artículos publicados por Caballero; uno de ellos fue su escrito
titulado Las mujeres, publicado en el Diario de Avisos de la Habana en 1844. Este
documento es una defensa hacia el género femenino que por aquel entonces, en la
sociedad era solo concebida como un objeto ornamental.
La esencia fundamental de este escrito radica en la necesidad de demostrar la
verdadera inteligencia y astucia de la mujer que por la propia sociedad estaba sumida en los
prototipos que le fueron impuestos. En este sentido, Caballero a imagen de la época
describe a la mujer como una máquina muy exquisita y complicada de sentidos finos e
inteligencia sutil y en cuyo corazón reside la maravillosa máquina del reloj que ella es.8
En varios artículos del Papel Periódico, Caballero aborda esta problemática, su afán
radica en otorgarle a la mujer la educación necesaria para que pueda desarrollar su 7 O.C Ternevoi: La Filosofía en Cuba, Ciencias Sociales, La Habana, 1981. 8 Torres Cuevas Eduardo: Historia del Pensamiento Cubano T1,2004, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, Pág. 236
intelecto y apartarse de la simpleza que hasta estos momentos ha sido su vida. Señala que
pocas son las que poseen cultura suficiente para escribir bien.
En las tertulias eran habladoras, pero no se trataba de convertirlas en grandes
científicas, sino de que pudieran conocer hasta ciertos límites el desarrollo científico e
intelectual, que le propiciara la habilidad de entablar conversaciones útiles y agradables, sin
que para ello fueran grandes literatas.
José Agustín Caballero, con relación a la debilidad que presenta el sexo femenino
proclamaba la necesidad de equilibrar esta condición con un desarrollo espiritual. Su sexo
era débil, pero la naturaleza le ha puesto obligaciones terribles que son nada menos que el
fundamento de toda la vida humana, entre otras, la felicidad de sus esposos y el hacer
hombres de bien a sus hijos. 9
El conjunto de sus consideraciones, frente a esta problemática demostraba que la
debilidad del sexo femenino era un prejuicio creado por la propia sociedad, su principal
objetivo era otorgarle a la mujer un lugar adecuado en la sociedad y eliminar el tratamiento
que hasta esos momentos había recibido. Caballero se percató de las capacidades que el
sexo femenino poseía escondidas, debido al lugar que socialmente se le había otorgado.
En cuanto a las ideas políticas que Agustín Caballero profesaba, es imprescindible
remitirse a su labor en la Sociedad Patriótica de la Habana, que fue convertida en el centro
de la Ilustración Cubana, donde concurrían valiosas personalidades enfrascadas en cambiar
la situación imperante en la Isla.
Esta Sociedad sirvió de preámbulo para el inicio de la crítica esclavista, aunque en
sus inicios sólo estuvo dirigida hacia la solicitud de cambios en el tratamiento humano que
se daba a los esclavos. Luego de la rebelión del 11 de julio de 1798 en Puerto Príncipe, el
24 de noviembre de ese mismo año, el Padre Agustín Caballero redactó un informe para la
Sociedad Patriótica que se denominó, De la Consideración de la Esclavitud en este país, en
el cual se evidencia su posición como clase, a la que perjudicaría, una proposición radical
con relación a la esclavitud, que era el sustento de la economía del país. A pesar de su
posición realiza un análisis de este problema y declara que la economía solo podía subsistir
por medio de esta esclavitud.
9 José Agustín Caballero : Papel Periódico e la Habana,9 de enero de 1794 tomado de Eduardo Torres Cuevas, Historia del Pensamiento Cubano 2004 Pág. 237
Frente a este problema, Agustín Caballero adopta una postura esclavista, por ser
esta la única vía para el desarrollo económico de la Isla. Estaba claro que su objetivo era la
defensa de los intereses de la clase esclavista a la cual representaba. A pesar de esto
declaraba que la solución podría encontrarse en una reformulación de la política económica,
que diera paso a la introducción en el país de los adelantos científicos e industriales, que
suplieran la mano de obra existente.
Sus aspiraciones giraban en torno a los interés clasistas; en esos momentos
declararse resueltamente en contra de la esclavitud era cometer un suicidio, que no traería
ningún resultado; pero si solucionaría el problema una reforma en la política de la metrópoli
frente a la colonia.
Su labor reformadora penetró en varias esferas de la vida social, su proyecto de
reforma docente constituyó su mayor logro, el 6 de Octubre de 1794 fue presentado
ante la Sociedad Económica, un Discurso en el cual Caballero argumentaba el
desfavorable estado en que se encontraba la enseñanza en la Isla y afirma que
esta situación sólo promocionaba un atraso a las artes y las ciencias en general.
Para llevar a cabo este empeño, era necesario comenzar desde la propia
Universidad, a causa de la dependencia que las demás instituciones docentes guardaban
con respecto a ella, planteaba que la Universidad no se había apartado de las antiguas
preocupaciones que sólo retardaban el conocimiento.
Su verdadero propósito fue convertir el sistema educacional en una verdadera
Revolución, la cual se iniciaría por el más alto centro de estudios. Para lograr este objetivo
se necesitaba del apoyo de los profesores y estudiantes, quienes serían la fuente
fundamental de este proceso. Agustín Caballero había depositado toda su esperanza en el
gran espíritu de estos intelectuales.
Su denuncia se fundamentaba en el hecho de que entre la multitud de enseñanza de
esta ciudad, no había ninguna que instruyera un solo ramo de las matemáticas, química,
anatomía práctica, y que las facultades seguían todavía el método antiquísimo de las
escuela desusado ya con bastante fundamento, y que por tanto era necesario una forma
general.10
10 José Agustín Caballero: Reforma e Estudios Universitarios, tomado de Isabel Monal- Olivia Miranda: Pensamiento Cubano Siglo XIX, 2002, Editorial Ciencias Sociales. Pág.109
De esta forma José Agustín Caballero confirmaba el estado deprimente de la
educación y reclamaba la necesidad de revertir esta situación, puesto que la enseñanza, en
todo proceso histórico constituye la base del desarrollo social.
Para enfrentar el estado actual de la educación en la Isla, el Padre Agustín Caballero
resaltaba, la importancia de otorgarle el profesorado la autoridad necesaria, para difundir en
sus clases el nuevo espíritu revolucionario que se gestaba, demandaba la necesaria
implementación de la lengua española que proporcionaría la posibilidad de estudiar los
avances científicos y las teorías revolucionarias que se desarrollaban en Europa.
La introducción del estudio de ciencias como las matemáticas, la química y la
anatomía práctica revertiría todo el proceso educacional. La intelectualidad sería capaz de
entablar cualquier discusión con un sólido argumento, sin tener que recurrir a los
silogismos escolásticos, causantes de confusiones y teorías erróneas en cualquier ámbito.
El padre Agustín Caballero estaba seguro, que el inicio de esta Revolución
repercutiría en todas las ramas de la sociedad. Sólo por medio de un despertar espiritual,
se lograría liberar a la nación de las penumbras en que se encontraba desde mucho tiempo
atrás. No sólo estaba defendiendo el desarrollo educacional, sino que estaba seguro de que
un avance intelectual, fundamentaría un desarrollo social.
Su labor ha sido valorada por importantes personalidades de los tiempos modernos,
Medardo Vitier enfatizaba que este hombre fue capaz de denunciar el retraso y la rutina de
la enseñanza universitaria en 1795 y 15 años más tarde, buscó las normas del poder
omnímodo. Ni en uno, ni en otro clamor alcanzó la repuesta correspondiente, pero su
sapiencia y su preocupación por elevar nuestra calidad humana salvaron de las tinieblas
nuestros orígenes en dos de sus capitales anteriores. 11
José Agustín fue una figura de transición, que expresa una época contradictoria a
través de su pensamiento. Sus propósito no llegaron a concretarse, pero si impulsaron ese
espíritu revolucionario, que posteriormente lograra cumplir su afán. No sólo se enfrascó en
su condición de intelectual, sino que también incursionó en la vida política de la época.
El año 1811 constituyó para el accionar político de la Isla y sobre todo del
movimiento reformista, la consolidación de sus aspiraciones políticas. Conjuntamente con
un grupo de criollos de espíritu liberal, el padre Agustín Caballero elaboró un Proyecto de
Gobierno Autonómico para Cuba, mediante el cual arremete contra la estructura política en
11 Vitier Medardo: Las Ideas y la Filosofía en Cuba, 1970, Instituto del Libro.
la colonia. Fue redactado en la época en que España estaba sumida en la Revolución
Burguesa (1808-1814) mientras que en sus colonias comenzaba a gestarse los cimientos de
las grandes guerras de independencia.
En este documento como plantea Ternevoi, se expone el credo político de toda una
generación de ilusionistas criollos de los años (1790 a 1811), aunque sus propósitos no
fueron aceptados por las Cortes Españolas.
A través de este documento Agustín Caballero perseguía una alteración en el
régimen colonial, sin aspirar a una total independencia de la metrópoli, criticaba en lo
fundamental, los privilegios exacerbados de los comerciantes extranjeros, respecto a lo
criollos, esto demostraba que no existía en América el equilibrio que tanto se había
prometido.
Su principal interés era romper con el absolutismo creado por la política estatal de la
península española. Caballero condenaba la actitud que frente a la política económica tenia
España., enriqueciendo su dominio sin importarle los derechos de la colonia. En este
sentido, este documento destaca los conflictos de intereses entre las dos naciones, que
eran resultado del desarrollo de la conciencia criolla y en cierta medida de la economía del
país. Su posición revela su conocimiento de la teoría del estado y sobre todo un profundo
análisis de los problemas de la Revolución Francesa y la situación en que se encontraba
España que le imposibilitaba sostener la vida política y social de sus colonias.
Frente a esta situación Agustín Caballero aboga por la creación de un Congreso
Provisional de la Isla que colaboraría con el Gobierno General, representantes del monarca.
El Consejo estaría conformado por 20 representantes exigiéndose la presencia de 12 para
celebrar cesión. Se elegiría un presidente y ministros para el despacho de los asuntos. Era
necesaria también la creación de una Asamblea de Diputados del Pueblo con poderes para
legislar.
Estas aspiraciones demostraban sus intereses, los cuales perseguían la
incorporación de la clase criolla a la vida política de la nación sin que esto implicara la
separación de la metrópoli. A fin de cuenta, este era un movimiento reformista que
perseguía sustentar las aspiraciones de la clase criolla. Así lo reafirma el propio Vitier cuado
planteaba que:
Los que claman por la reforma no aspiran a constituir el estado en su total ordenación
jurídica independiente, sino sólo a que España reconozca la personalidad de la colonia,
creen que habrá una mayor tranquilidad si la metrópoli descentraliza su status
gubernamental.12
A pesar del carácter dependiente que representaba su concepción política, puede
afirmarse, que este proyecto constituyó el despertar de la nacionalidad cubana. Todavía no
se abogaba por una total independencia, pero si por primera vez era defendido por los
criollos un proyecto de gobierno en el cual la clase criolla cubana seria la protagonista de
velar por sus intereses y por la economía de la Isla, a partir de este momento, los criollos
defendían sus derechos a tener participación en la vida política de su país, puesto que eran
los únicos que verdaderamente sabían que convenía su economía. No tuvo un carácter
radical, pero si fue el cimiento de lo que posteriormente seria la radicalización del
pensamiento político de los cubanos.
1795, Año cumbre de la labor intelectual del padre Agustín Caballero, durante su
labor como profesor de filosofía en el Seminario de San Carlos, da inicio a su tarea como
reformador de la enseñanza filosófica en Cuba, a partir de este año ofrece un nuevo curso
de filosofía, utilizando como texto su gran obra, Filosofía Electiva .
A propósito de su filosofía electiva es necesario hacer alusión a un aspecto muy
importante de este concepto, la filosofía electiva que profesaba José Agustín Caballero no
debe confundirse con la propuesta que al respecto hiciera Víctor Cousin, esta significaba la
negación de la teoría del padre Agustín Caballero; al respeto Eduardo Torres Cuevas
plantea que la propuesta de Víctor Cousin era revitalizar lo viejo a partir del rebajamiento
intelectual ante lo ya hecho y el prestigio de sus autores.13
La independencia sería el fundamento esencial de esa filosofía apoyada en el análisis
y razonamiento del legado de las grandes personalidades científicas. Su objetivo era la
búsqueda de un método para hallar la verdad universal. El punto de partida su filosofía fue
la libre elección, sin prejuicios ni inclinaciones ciegas ante las autoridades.
De esta obra José Agustín Caballero sólo pudo desarrollar su primera parte que fue
la Lógica aunque su objetivo era elaborar una obra donde estuvieran expuestas sus
consideraciones acerca de la Lógica, la Metafísica, la Física y la Ética o Moral, partes
12 Vitier Medardo: Las Ideas y la Filosofía en Cuba, 1976, Instituto del Libro, La Habana 13 Torres Cuevas Eduardo: Historia del Pensamiento Cubano T1, 2004, Editorial Ciencias Sociales, La Habana. Pág. 211
integrantes de su nueva filosofía. Su condición social y las constantes amenazas a las que
estuvo expuesto no permitieron que culminara su obra maestra.
En la elaboración de su preceptos lógicos, José Agustín Caballero se apoya en los
elementos de Port Royal – su lógica consistía en las reflexiones sobre las cuatro
operaciones fundamentales de la mente: concebir, juzgar, razonar y ordenar y el uso del
análisis y la síntesis como método para encontrar la verdad-con la influencia de Leibnitz,
Descartes, Locke y Bacon. Su objetivo era retomar a Aristóteles, pero sometido a profundas
criticas.
En un artículo del Papel Periódico de la Habana del 12 de enero de 1794, Caballero
establece su criterio con respecto a las categorías de Aristóteles y manifiesta que este es
objeto de la incisiva crítica. No querer desasirse de cierto modo de pensar enteramente
opuesto a la leyes del buen discurso, por el sólo hecho de haberlo aprendido de sus padres
o de sus maestros “Que ceguedad”.
Producto de esto realiza un análisis de la categoría de Aristóteles: Sustancia,
cantidad, relación, cualidad, acción, pasión, donde, cuando situación y hábito y al respecto
plantea:
Tales son las categorías de Aristóteles que los escolásticos tratan como si fuera un
misterio, pero los modernos con pocas excepciones, encuadran toda la cosa que existen en
el mundo tal vez más acertadamente que el siguiente dístico.
Espíritu, medida, quietud, movimiento, posición, figura. Son con la materia los
principios de todas las cosas. 14
El sentido principal de esta crítica se enmarca en el hecho de que ya en los tiempos
modernos, las categorías aristotélicas habían sido suplantadas. El centro de estas sería lo
existente, lo real, aunque esta materia estaría dividida también en espíritu. El movimiento
pasaba a ser uno de los principios de todas las cosas.
Su posición permanecía frente a un dualismo que reflejaba su idealismo objetivo y le
concedían a su doctrina un carácter contradictorio puesto que aún caía en los influjos
impuestos por la escolástica. Este modo de pensar reflejaba el inicio de una etapa
14 José Agustín Caballero : Filosofía Electiva,1795, tomada de Isabel Monal – Olivia Miranda: Pensamiento Cubano Siglo XIX T1, Pág. 124
importante para la filosofía, aunque todavía con algunos contratiempos, pero que
posibilitaba la entrada a la época criticista.
No se trataba de negar del todo las concepciones de Aristóteles, sino de
restablecerlas con los nuevos resultados experimentales para suplantar las cuestiones
inútiles frente al conocimiento científico.
Esta posición que asume Agustín Caballero frente al aristotelismo demostraba la
contraposición que establece su teoría con la ontología que hasta el momento había
imperado en la filosofía tradicional. No se trata ya de una realidad que no se manifestara,
sino de un movimiento efectivo en el conocimiento y en lo social de progreso. En estos
momentos el ser pasa a ser lo que no era.
Otro elemento importante desarrollado por Agustín Caballero en su obra, es el
problema acerca de las ideas. En toda su teoría demuestra su afinidad con las doctrinas de
las ideas innatas de Descartes. Descartes en su doctrina expresa que ciertas
representaciones son congénitas, esto es, que por formar parte en la conciencia de su
repertorio increado, son susceptibles de desarrollar en su propio momento.15 Por su parte
Caballero sostiene que las ideas innatas son aquellas impresas en el espíritu del hombre
por el propio de Dios en el momento mismo de la creación. La idea central de su defensa
hacia el innatismo, es la fundamentación de Dios y sus atributos. La segunda especie de
ideas son las adventicias, que según Descartes dependen de las percepciones y Caballero
las define como las adquiridas a través de los sentidos. Y por ultimo la adventicia que son
resultados de nuestras voluntades. Al mismo tiempo calificaba la división de las ideas de
Locke como perfecta, Ideas simples y complejas; y la división en adecuadas e inadecuadas.
Con esta posición Caballero se presenta como defensor del nominalismo y el
racionalismo aunque con elementos sensualistas que expresan una posición contradictoria,
condicionada por su doble condición de teólogo y filosofo.
En relación al entendimiento, se manifiesta a favor de que mediante este, el hombre
podría distinguir lo verdadero de lo falso parte al igual que Condillac de la necesidad del
análisis, para obtener el conocimiento, a través de los procesos del entendimiento: percibir,
juzgar, razonar, ordenar. Formula que el entendimiento en posesión de las reglas de la
lógica es suficientemente acto para llegar a la verdad.
15 Tomado de Roberto Agramonte: José Agustín Caballero y los Orígenes de la Conciencia Cubana , Biblioteca del Departamento de Intercambio Cultural de la Universidad de la Habana.
Otro elemento sumamente importante en su obra fue el tratamiento que el realiza
acerca del método como modo de proceder en el conocimiento de la verdad, en este
empeño distingue tres verdades, la metafísica, la moral y la lógica.
Como sustento y para el logro de esta verdad destaca el método lógico- analítico o
de investigación y el lógico- sintético, de los cuales al igual que Condillac le otorga mayor
importancia como método científico para conocer la naturaleza y las cosas, al lógico-
analítico. Afirma que los conocimientos son adquiridos en la medida en que más se analiza;
por medio de este análisis podemos descubrir la verdad que fuese desconocida. A través de
este método, el hombre sería capaz de emitir un criterio más acertado con relación al objeto
o fenómeno a investigar.
La cuestión esencial es el logro de la verdad partiendo del análisis del conocimiento
descubierto y así trasmitir un verdadero resultado científico. Su reflexión se manifiesta de
manera simplista, descartando el rol primordial que en este proceso desempeñan otras
metodologías, reduce su metodología al análisis de los fenómenos, pero de todas formas
demuestra el valor de la verdad frente a los resultados científicos, en una época donde
hasta el momento, la ciencia y la verdad estaban reducidos a la teología.
Por ultimo establece sus consideraciones acerca de la filosofía. En este caso parte
primeramente de establecer su concepto de lo que fuera la verdadera filosofía, sus tareas,
papel social y sobre todo su relación con la teología.
Concebía la filosofía como, el conocimiento cierto y evident e de las cosas por
su causa más alta, logrado por medio de la luz natu ral. Con esta definición, lo que hasta
ahora se había considerado como filosofía, comenzaba a ser una interrogante, se trataba no
de otorgarle al conocimiento de Dios como causa primera la mayor importancia, sino de
llegar a él por medio de sus creaciones.
La razón de este concepto era demostrar, a partir de su condición como teólogo, que
el objeto de conocimiento de la filosofía, debían ser las creaciones divinas, puesto que Dios
como causa primera no podía conocerse de otra manera que no fuera a través de sus
propias creaciones. A partir de la teoría de Dios como creador de la vida y la naturaleza,
Caballero hermanaba las sentencias teológicas con el desarrollo científico.
Su objetivo no era delegar a Dios de su posición como causa primera de todas las
cosas, sino demostrar a la vieja metafísica, que por medio del desarrollo científico se llegaba
al conocimiento de nuestro creador y a la vez al ser humano en su interrelación con los
procesos naturales.
Su filosofía constituía un verdadero incentivo en el mundo intelectual, demostraba
que los adelantos científicos no debían verse como amenazas, al contrario constituían la
mejor manera de ratificar la fe religiosa.
La estructura que Agustín Caballero dio a su obra, Lógica, Metafísica, Física, y Ética
respondía, a su interés por lograr que la filosofía se convirtiera en la ciencia más completa y
capaz de llegar al verdadero conocimiento científico. Este ordenamiento que establece en
cuanto a los aspectos que formarían la nueva filosofía, ofrecía el verdadero objetivo que
perseguía frente al proceso del conocimiento. El principal objetivo que debía perseguir la
filosofía era el estudio de la realidad en su interrelación con la naturaleza y el hombre, para
posteriormente ofrecer respuestas a las interrogantes religiosas. Esta dualidad que ofrecía
durante todo el proceso cognoscitivo, provocaban que su gnoseología presentara lagunas,
que desviaban el resultado científico.
Una de sus principales limitaciones fue su constante empeño en establecer una
alianza entre la teología y la filosofía. Esta posición provocaba que su teoría presentara
desviaciones considerables del proceso científico de acuerdo a esta condición se le
otorgaba más valor a la fe religiosa y por lo tanto las verdades, estarían subordinadas a la
prescripciones religiosas.
A razón de esto plantea la causa eficiente y primera de la filosofía es Dios, que la
infundió al primer hombre.16 Por esta razón sostiene que si alguna sentencia filosófica se
encontraba en contradicción manifiesta con una verdad revelada por la autoridad sagrada,
la primera es indudablemente falsa, puesto que la filosofía como razón humana, debe estar
subordinada a la autoridad sagrada como a un juez que corrija.17
Esta es la razón por la cual solo puede comprenderse la complejidad del
pensamiento del padre Agustín Caballero. Su filosofía solo puede ser estudiada a razón de
sus dos direcciones. La teológica y la filosófica.
16 Tomado de Isabel Monal – Olivia Miranda, 2002 : Pensamiento Cubano Siglo XIX, T1, Pág. 135 17 Ibíd.
No obstante, José Agustín Caballero y su obra Filosofía Electiva constituyeron, la
declaración de guerra a las viejas concepciones escolásticas, aunque sin establecer una
oposición, sino una alianza entre la ciencia y la religión. Como creación filosófica esta es
considerada, una de las principales obras que han tenido la filosofía cubana, durante toda
su historia e incluso podría asegurarse que fue la primera obra de esta magnitud que un
intelectual cubano realiza. No sólo constituyó la renovación de todo el pensamiento cubano,
sino también el surgimiento de la filosofía cubana.
José Agustín Caballero figuró entre las personalidades más representativas del
movimiento de la ilustración en cuba. Su labor como iluminista tuvo gran repercusión en la
vida social de la Isla. No fue un renovador radical, pero su antiescolasticismo crítico fue un
paso estimulante y preámbulo imprescindible para la formación de futuras proyecciones
radicalizadoras del proceso de derrumbe de la escolástica medieval. Aunque desde una
posición idealista condicionada por su imposibilidad de apartarse de su formación, se
presentó partidario de la metodología científica en la formación del conocimiento.
Su modernidad moderada no logró desembarazarse por completo de la trama
escolástica y eso produjo que tesis modernas se mezclaran, a veces no muy
coherentemente con viejas formulaciones metafísicas, sin embargo estas insuficiencias no
le impidieron, limpiar la filosofía en Cuba de cuestiones inútiles y avanzar hacia un espíritu
más acorde a las necesidades de la época.
Bibliografía
Agramonte Roberto, 2004, José Agustín Caballero y los Orígenes de la Conciencia
Cubana, Biblioteca del Departamento de Intercambio Cultural de la Universidad de la
Habana.
Colectivo de Autores, 1998, Filosofía en América Latina, Editorial Félix Varela, La
Habana.
Guadarrama González Pablo, 1985, Valoraciones Sobre el Pensamiento Filosófico
Cubano y Latinoamericano, Editora Política, La habana.
____________1983, Perfil Histórico de Letras Cubanas desde los Orígenes hasta
1898, Academia de Ciencias Sociales, Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de la Habana.
Monal Isabel, 1974, Cuatro intentos Interpretativos, Instituto del Libro, Editorial Pueblo
y Educación, La Habana.
Monal Isabel ____Olivia Miranda, 2002, Pensamiento Cubano Siglo XIX Tomo 1,
Editorial Ciencias Sociales, la Habana.
Rodríguez Rafael Carlos, 1984, Palabra en los Setenta, Editorial Ciencias Sociales, la
Habana.
Rodríguez Rolando, Cuba, La Forja de una Nación, Instituto del Libro, Editorial de
Ciencias Sociales, Ciudad de la Habana.
Saco José Antonio1797-1879, Colección de Papeles Científicos, Históricos, Políticos
y de otros ramos sobre la Isla de Cuba, Dirección General de Cultura, Ministerio de
Educación, la Habana, 1960.
Ternevoi O.C, 1981, La Filosofía en Cuba 1790-1873, Editorial Ciencias Sociales, La
Habana.
Torres Cuevas Eduardo, 2004, Historia del Pensamiento Cubano, volumen I, Tomo 1,
Editorial Ciencias Sociales, La Habana.
Torres cuevas Eduardo y Oscar Loyola Vega, 2001, Historia de Cuba 1492 – 1893,
formación y liberación de la nación, Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de la Habana.
Vitier Medardo, 1970, Las Ideas y la Filosofía en Cuba, Instituto del Libro, La Habana.
Vitier Medardo 2002, Las Ideas en Cuba, La filosofía en Cuba, Editorial Ciencias
Sociales, La Habana.
2000, Busch Sánchez Rita M, José Agustín Caballero: Iniciador de la Reforma
Filosófica en Cuba, Revista Educación, Septiembre- Diciembre Nro 101, Editorial Pueblo y
Educación, La Habana.
2009, Edelberto Leiva Lajara, José Agustín Caballero y el pensamiento ilustrado
cubano en la frontera de los siglos XVIII y XIX., Revista Honda de la Sociedad Cultural José
Martí, Nro 25.