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GENTILEZA DE LA PROFESORA SILVANA, DE LA FACULTAD DE HUMANIDADES CONCORDIA.TRANSCRIPT
Karl Marx(1818-1883)
Carlos Marx (Tréveris, Reino de Prusia, 5 de mayo de 1818 – Londres, Reino Unido, 14 de marzo de 1883), fue un intelectual y militante alemán de origen judío
La casa donde nació Karl Marx, en Tréveris, que ahora es un museo dedicado a él
Karl Marx fue el tercero de siete hijos de una familia judía de clase
media.
Su padre, Herschel Mordechai (luego Heinrich) Marx, quien era
descendiente de una larga línea de rabinos, ejercía la abogacía en
Tréveris, su ciudad natal. Era además consejero de justicia, sin
embargo recibió fuertes presiones políticas, por parte de las
autoridades prusianas que le prohibieron continuar con sus
prácticas legales de acuerdo a su religión y le obligaron a abrazar el
protestantismo para poder mantener el cargo en la administración
de Renania.
Su madre fue Henrietta Pressburg, nacida en los Países Bajos, y sus
hermanos fueron Sophie, Hermann, Henriette, Louise, Emilie y
Caroline.
Realizó sus estudios de Derecho en la Universidad de Bonn pero
los dejó para estudiar Filosofía en Berlín.
Se doctoró en 1841 en Jena con una tesis titulada Diferencia
entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro.
Pronto se implicó en la elaboración de trabajos en torno a la
realidad social, colaborando en 1842 junto con Bruno Bauer en
la edición de la Gaceta Renana (Rheinische Zeitung),
publicación de la que pronto llegó a ser redactor jefe.
La publicación finalmente sería intervenida por la censura, y
posteriormente, Marx tuvo que marchar al exilio.
Karl Marx se casó con Jenny von Westphalen, hermana del ministro de
Interior prusiano, amiga de infancia con la que se comprometió siendo ya
estudiante, pero sólo consiguió casarse con ella tras la muerte de los
padres de ésta, que se oponían a la relación, y tras conseguir una cierta
estabilidad económica (eventual) como director de los "Anales franco-
alemanes".
Vida familiar
Vivieron con fuertes penurias económicas debido a la irregularidad
de los ingresos de Marx, a la persecución política (que censuraba y
clausuraba las revistas que publicaba) y a tener que mudarse
constantemente de país. Marx tuvo con Jenny von Westphalen 6
hijos, en 1849 esperaban ya el cuarto, en 1855 ya habían fallecido
tres -Guido, Franciska y Edgar- convulsiones, bronquitis y
tuberculosis serían las causas, la pequeña, Eleonora Marx formó
parte del movimiento feminista y Laura Marx, se casó con el
dirigente socialista francés Paul Lafargue, y se suicidó junto a él en
1911.
Marx tuvo una vida personal dedicada de forma
exhaustiva al estudio de las diferentes
disciplinas del pensamiento y en especial de la
filosofía e historia lo cual implicó que nunca
tuviera estabilidad económica; sin embargo,
contó siempre con el apoyo fiel e incondicional
de su amigo Engels.
1789: Revolución burguesa en Francia
1825: Inicio de las crisis de
superproducción en Inglaterra y
demás países de Europa Occidental
1830: Revolución burguesa, con el
apoyo del proletariado, contra la
monarquía restaurada en Francia
1839: Movimiento Cartista en
Inglaterra, “primer movimiento
proletario revolucionario” (Lenin),
exigiendo el control total de los
poderes públicos
Contexto
ATRASO ECONÓMICO, POLÍTICO Y SOCIAL GENERALIZADO EN ALEMANIA
El periodo de París
Junto a Ruge funda en París la revista Anales franco-alemanes
(Deutsch-französische Jahrbücher), de la que fue director, si bien
durante poco tiempo ya que el gobierno francés la cierra por
presión del gobierno prusiano.
En 1844, en París, Marx conoce y entabla amistad con Friedrich
Engels, que se convertirá en su principal colaborador y además le
ofrecerá en múltiples ocasiones apoyo económico debido a la
penuria económica a la que se ve sometida su familia dada la
eventualidad de sus ingresos.
También conocerá en Francia a otros importantes
pensadores socialistas de la época tales como Pierre
Joseph Proudhon, Louis Blanc y Mijaíl Bakunin y al poeta
alemán Heinrich Heine.
Escribió sus reflexiones teóricas de esa época en una serie
de cuadernos de trabajo que póstumamente fueron
publicados como los Manuscritos económicos y filosóficos.
Por otra parte, el peso político de sus artículos
periodísticos le hizo ganar fama de revolucionario, lo que
provocó su expulsión de Francia.
Establecido en Bruselas, funda la Liga de los Comunistas, tras lo
cual se declara apátrida, ateo y revolucionario.
Tras el periodo revolucionario de 1848 y la publicación del
Manifiesto del Partido Comunista, en coautoría con Engels, se
traslada a Colonia, donde organiza un nuevo diario, "Nueva
Gaceta Renana" (Neue Rheinische Zeitung).
Su nueva publicación alcanza un éxito inmediato, en el contexto
de una época de fuerte sentimiento social y compromiso
revolucionario. En consecuencia, es prohibido por el gobierno
renano.
El periodo de Bruselas y del Manifiesto
Es cuando Marx se dedica a la escritura de una de sus obras
fundamentales, El Capital, que elabora en las salas de lectura
del Museo Británico. El primer volumen de El Capital no verá la
luz hasta 1867, tras dieciocho años de trabajo.
Además, Marx participó en la fundación y organización de la
Primera Internacional (28 de septiembre de 1864), conocida
como la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT),
participando activamente en las discusiones. A él se le encarga
la redacción del Llamamiento inaugural de la Internacional y
participa en la elaboración de su estatuto y otros documentos.
El periodo de Londres y El Capital
Se entablará a partir de los debates un
enfrentamiento entre Marx y Bakunin, que
terminará con la expulsión de este último en el
Congreso de La Haya de 1872 y la salida de la
Internacional de las secciones bakunistas. Estos
últimos, reunidos en el Congreso de Saint-Imier
(Suiza), no reconocerían los acuerdos de La
Haya y refundarían la Internacional.
Tras la derrota de la Comuna de París de
1871, que significó un duro golpe para la
Internacional, Marx se retiró de la lucha
política y se dedicó a la escritura de su
pensamiento. El 14 de marzo de 1883
falleció en Londres
Testigo y víctima de la primera gran crisis del capitalismo (década de
1830) y de las revoluciones de 1848, Marx se propuso desarrollar una
teoría económica capaz de aportar explicaciones a la crisis, pero a la vez
de interpelar al proletariado a participar en ella activamente para producir
un cambio revolucionario.
La obra de Marx ha sido leída de distintas formas. En ella se incluyen
obras de teoría y crítica económica, polémicas filosóficas, manifiestos de
organizaciones políticas, cuadernos de trabajo y artículos periodísticos
sobre la actualidad del siglo XIX.
Los principales temas sobre los que trabajó Marx fueron la crítica
filosófica, la crítica política y la crítica de la economía política.
Pensamiento
Algunos autores pretendieron integrar la obra de Marx y
Engels en un sistema filosófico, el marxismo, articulado en
torno a un método filosófico llamado materialismo dialéctico.
Los principios del análisis marxista de la realidad también
han sido sistematizados en el llamado materialismo histórico
y la economía marxista. Del materialismo histórico, que sitúa
la lucha de clases en el centro del análisis, se han servido
numerosos científicos sociales del siglo XX: historiadores,
sociólogos, antropólogos, teóricos del arte, etc. También ha
sido muy influyente su teoría de la alienación.
Otros autores, entre los que destaca Louis Althusser, argumentan
que los escritos de Marx no forman un todo coherente, sino que
el propio autor, al desarrollar sus reflexiones críticas sobre la
economía política durante la década de 1850, se desembarazó de
su propia conciencia filosófica anterior y comenzó a trabajar
científicamente. Desde esta perspectiva no existiría una ciencia
marxista, sino un científico, Karl Marx, que fue un pionero en la
comprensión de los mecanismos fundamentales que rigen el
funcionamiento de la sociedad moderna, en especial con su
reelaboración de la teoría del valor, y cuya obra cumbre fue El
Capital.
Durante su juventud, y mientras se formaba en filosofía, Marx recibió la
influencia del filósofo alemán predominante en Alemania en aquel tiempo,
Hegel.
De este autor tomó el método del pensamiento dialéctico, al que, según
sus propias palabras, pondría sobre sus pies; significando el paso del
idealismo dialéctico del espíritu como totalidad a una "dialéctica del
devenir constante" donde la síntesis, a diferencia de Hegel, no había sido
realizada.
Además, sigue utilizando el método dialéctico para analizar las
contradicciones en la historia de la humanidad y, específicamente, aquella
entre el capital y el trabajo.
Ideas Filosóficas
Una interpretación sobre el desarrollo de la obra de Marx,
proveniente del francés Louis Althusser, considera que los
escritos de Marx se dividen en dos etapas:
1 - Marx joven (hasta 1845) período en que estudia la
alienación (o enajenación) y la ideología, desde una
perspectiva cercana al humanismo influida en gran parte
por la filosofía de Ludwig Feuerbach.
Marx se pregunta y contesta en sus Manuscritos de 1844:
“¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo?
Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir,
no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se
afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no
desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su
cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en
sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo
cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo
no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado.
Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino
solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del
trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el
hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o
de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste.
El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es
un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término,
para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en
que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en
que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a
otro. (...) Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo”
Paralelamente a estas ideas describe al hombre con diversas
concepciones:
- lo considera un ser real de carne y hueso;
- es únicamente el resultado de la historia económica,
- un predicado de la producción de la misma.
Piensa que el hombre se realiza modificando la
naturaleza para satisfacer sus necesidades en
un proceso dialéctico en que la transformación
de agente y paciente es transformación mutua.
La autogeneración del hombre es un proceso
real, histórico–dialéctico, entendiéndose la
dialéctica como proceso y movimiento a través
de la superación sintética de las
contradicciones.
Cuando Marx habla de 'realidad' hace referencia al
contexto histórico social y al mundo del hombre.
Asegura que el hombre es sus relaciones sociales.
Para Marx, lo que el hombre es no puede determinarse a
partir del espíritu ni de la idea sino a partir del hombre
mismo, de lo que éste es concretamente, el hombre real,
corpóreo, en pie sobre la tierra firme. El hombre no es un
ser abstracto, fuera del mundo sino que el hombre es en
el mundo, esto es el Estado y la sociedad.
La libertad, la capacidad de actuar eligiendo,
está limitada a las determinaciones históricas,
pero es, al mismo tiempo, el motor de aquéllas
cuando las relaciones sociales y técnicas entran
en crisis.
Dios, la Filosofía y el Estado constituyen
alienaciones en el pensamiento, alienaciones
dependientes de la alienación económica,
considerada para Marx única enajenación real.
En líneas generales, Marx defiende la idea de que la alineación
empobrece al hombre sociohistórico negándole la posibilidad
de modificar aspectos de los ámbitos en los que se ve
involucrado, provocándole una conciencia falsa de su realidad.
Políticamente, el pensador alemán aboga por una sociedad
comunista. Entre el hombre alienado (aquel que no coincide
consigo mismo) y el hombre comunista (aquel que finalmente
es igual a hombre) se coloca el proceso transformador. Sólo en
la sociedad comunista habrá desaparecido toda alienación.
2 - Marx maduro (1845-1875): Según Althusser,
1845, el año de La ideología alemana y las Tesis
sobre Feuerbach, marca la ruptura epistemológica
(concepto tomado de Gaston Bachelard).
A partir de la cual Marx rompe con su etapa
anterior, ideológica y filosófica, e inaugura un
período científico en el cual desarrolla estudios
económicos e históricos usando el método del
materialismo histórico. Como diría Althusser:
“Marx inaugura el continente historia”.
Este es, el período de su magna obra: El
capital. Crítica de la economía política.
Durante su etapa de madurez, la obra de Marx
se vuelve más sistemática y surgen sus
conceptos económicos más destacados:
-la teoría del valor,
-la explotación como apropiación de plusvalía,
-la teoría explicativa sobre las crisis capitalistas.
Sin embargo otros autores, incluido Erich Fromm,
niegan la "ruptura epistemológica" y sostienen
que la idea de enajenación es la fundamental
durante todo el pensamiento de Karl Marx.
Más cercanos al humanismo, no consideran que
haya un joven y un viejo Marx y reivindican la
continuidad de su obra alrededor de un concepto
del hombre y su enajenación en el capitalismo.
La importancia de Karl Marx en el panorama
intelectual y político del siglo XIX, y de su legado en el
siglo XX, han provocado numerosas críticas a su obra y
su persona.
En el siglo XIX, las principales críticas provenían de
intelectuales y organizaciones del movimiento obrero
que sostenían posturas políticas distintas a las de
Marx. Entre otros, Bakunin, anarquista y rival en la
inspiración de la Internacional, consideraba autoritario
a Marx.
Durante el último tercio del siglo XIX y, sobre todo
durante el siglo XX, la fuerza del marxismo en los
ambientes intelectuales y organizaciones políticas de
todo el mundo hizo que numerosos pensadores
conservadores y liberales intentasen refutarlo.
Algunas críticas se centran en elementos concretos
de la obra de Marx, mientras otras se oponen a
alguna de las versiones del canon marxista elaborado
por las organizaciones políticas y los intelectuales
socialistas o comunistas.
Poco después de la muerte de Marx, el economista austríaco
Böhm-Bawerk publicó varios ensayos sobre el subjetismo del
valor, entre ellos Karl Marx and the Close of His System, de 1896,
donde consideraba refutar El Capital y la teoría del valor-trabajo
marxista, en tanto que teorías del campo de la economía.
Ya en el siglo XX, una de las críticas más influyentes ha sido la
de Karl Popper. En “La sociedad abierta y sus enemigos” analizó
lo que llama 'profecías' marxistas, supuestamente desmentidas
por la historia. Popper escribió también un ensayo crítico con las
pretensiones del marxismo como ciencia de la historia,
considerando que incurre en lo que llama 'historicismo'.
Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro (1841)
Sobre la cuestión judía (1843)
La crítica de la filosofía del derecho de Hegel (1844)
Manuscritos económicos y filosóficos (1844, publicado póstumamente en 1932)
Tesis sobre Feuerbach (1845, publicado póstumamente)
Trabajo asalariado y capital (1845)
La sagrada familia (en colaboración con Engels, 1845)
La ideología alemana (en colaboración con Engels, 1845, publicado póstumamente)
La miseria de la filosofía (1847) (critica de Filosofía de la miseria de Proudhon)
Manifiesto Comunista (en colaboración con Engels, 1848)
Circular del Comité Central a la Liga Comunista (en colaboración con Engels, 1850)
Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850 (Escrito entre enero al 1 de noviembre de 1850)
BibliografíaObras de Karl Marx
El 18 brumario de Luis Bonaparte (1851–1852)
La España revolucionaria [2] (Escrito en 1854. Primera edición: New York Daily Tribune,
9 de septiembre de 1854)
[Simón] Bolívar y Ponte (1858)
Contribución a la crítica de la economía política (1859)
La tecnología del capital: Subsunción formal y subsunción real del proceso de trabajo
al proceso de valorización. (Extractos del manuscrito de 1861-1863) Karl Marx
El capital (Das Kapital) (1864–1877. Sólo el libro primero fue acabado por Marx)
Estatutos Generales de la Asociación Internacional de los Trabajadores (1864)
Salario, precio y ganancia (1865)
La guerra civil en Francia (1870–1871)
De las resoluciones de la Conferencia de Delegados de la Asociación Internacional de
los Trabajadores (Londres, 23 de septiembre de 1871) (en colaboración con Engels,
1871)
Crítica del programa de Gotha (1875, publicado póstumamente)
La génesis del capitalismo contemporáneo:
Aunque el comienzo del capitalismo se sitúa en la
época final del feudalismo medieval, es en la
transición del siglo XVIII al XIX cuando arraiga y se
desarrolla con más fuerza. Inglaterra, (por el
desarrollo de su revolución agrícola e industrial) fue
la nación en la que se dio una evolución más
rápida hacia el capitalismo.
Contexto histórico
El capitalismo se consolida definitivamente
como sistema económico dominante a
escala
Jornada laboral de 14 horas o más
Mala situación de las mujeres y niños que trabajan esas horas
Se trabaja los domingos y no existen vacaciones; la enfermedad y
los accidentes los dejan sin empleo
No hay jubilación; el despido es totalmente libre
Se vende por anticipado el trabajo de los hijos: si el padre pide
dinero anticipado, llegado el tiempo del trabajo del hijo, no se le
paga
No existe el salario familiar; el sueldo es el más pequeño posible
para que el trabajador no muera de hambre
Condiciones de trabajo:
La época en que Marx nace y muere puede
considerarse como la época en que la
burguesía consolida su poder, desplazando a
la aristocracia y al absolutismo.
Otra clase social, la obrera, se expande
numéricamente y va adquiriendo
gradualmente autonomía organizativa y
política.
La primera parte de su vida tiene como marco histórico
la Restauración, es decir, el restablecimiento de los
viejos poderes de la aristocracia y el absolutismo.
Sin embargo, el liberalismo y las reformas sociales y
políticas que se llevaron a cabo durante la Revolución
Francesa eran difíciles de borrar de la memoria de la
burguesía.
Tuvieron lugar revoluciones liberales, que, encabezadas
por la burguesía, se enfrentaban a la Restauración y
exigían libertad y participación política.
Las revoluciones del siglo XIX fueron radicalizándose y adquiriendo
un carácter cada vez más social. En estas revoluciones se observa
un alejamiento entre la burguesía y el proletariado, que
comenzaron luchando juntos y acabaron enfrentados, pues el
proletariado empieza a manifestar sus propias exigencias: sufragio
universal, mejoras sociales, etc.
En la última parte de la vida de Marx, el proletariado se expande y
se organiza. Al final de su vida el movimiento obrero era ya una
realidad. Las ideas de Marx tuvieron mucho que ver con todo ello.
La filosofía de Marx surge de la confluencia de varias fuentes:
A-El idealismo de Hegel y la crítica realizada al mismo por la izquierda
hegeliana, especialmente Feuerbach.
B-La economía política clásica.
C-El socialismo utópico.
D-El anarquismo.
CONTEXTO FILOSÓFICO DE MARX
Kant había definido el carácter finito y limitado de la razón humana y
había establecido el carácter incognoscible de la “cosa en sí”. Algunos
seguidores de Kant criticaron este concepto, y Hegel negó definitivamente
su existencia. Para él, el objeto es puesto íntegramente por el sujeto (ya no
hay nada dado a los sentidos por una realidad ajena a la razón).
Tenemos un nuevo concepto de razón: la Razón Infinita, absoluta y
creadora, y con carácter histórico. Progresa mediante un proceso
dialéctico (tesis, antítesis, y síntesis). La función de la filosofía es
comprender la realidad, y ésta no es sino el despliegue de la Razón
Infinita.
A. La filosofía de Hegel y la crítica de Feuerbach
Marx rechaza de modo absoluto el idealismo de
Hegel y afirma que:
-La realidad no es la idea sino la naturaleza y el
hombre.
-La existencia del proletariado contradice la
afirmación hegeliana de que todo lo real es
racional: el proletariado es la negación de la
razón, de la justicia, de la realización del
hombre, del derecho, de la libertad.
-Rechaza la concepción de la filosofía como saber
teórico. La filosofía tiene que convertirse según
Marx en una praxis revolucionaria transformadora
de la realidad, de las condiciones reales de la vida
del hombre; la filosofía debe transformar la
realidad.
-Sin embargo admite que está en Hegel el gran principio
motor y generador de la transformación: la dialéctica.
A partir de Hegel, de la riqueza y ambigüedad de su sistema, surgió
un grupo de discípulos que pronto se separó en dos tendencias:
-La derecha hegeliana, conservadora, que justificaba el orden social
y político del momento, y que buscaba la justificación del
cristianismo a partir de los conceptos de la filosofía de Hegel. Esta
tendencia prestaba más atención al sistema como tal.
-La izquierda hegeliana, práctica, crítica que propone una reforma
radical del hegelianismo y elabora una fuerte crítica a la religión.
Piensan que toda la realidad que no pueda ser justificada, debe ser
cambiada, y ven a la dialéctica como un motor de transformación y
de progreso.
Feuerbach critica la filosofía de Hegel, para él es
una filosofía idealista que violenta y deforma la
realidad.
La filosofía no puede empezar con abstracciones,
sino con lo material, con lo sensible. La filosofía
de Hegel es abstracta: frente a la Idea, el
Espíritu, Feuerbach pone la materia. Esta es la
inversión feuerchachiana del idealismo.
Feuerbach, que primero fue teólogo y luego ateo,
se caracteriza por ser antropocentrista: para él,
la teología hay que reducirla a antropología: Dios
es un pensamiento del hombre (la esencia de
Dios es la esencia del hombre). El hombre
proyecta fuera de sí todo lo que él es y crea a
Dios. No es Dios quien ha creado al hombre sino
el hombre el que ha creado a Dios.
El hombre por tanto, pone fuera de sí sus cualidades,
las objetiva y crea a Dios. Dios es un producto del
hombre a quien el hombre venera y adora. Hay por
tanto una expropiación del hombre, (alineación): es
decir, el hombre pone su naturaleza fuera de sí. Hay
un sometimiento a algo que es extraño al hombre:
Dios.
Estas cuestiones tendrán una enorme influencia en el
pensamiento de Marx
Feuerbach tiene en su filosofía dos aspectos que toma Marx:
-El giro materialista que da a la filosofía de Hegel: la filosofía no
puede ni debe comenzar por abstracciones, sino con la vida, sus
necesidades y deficiencias.
-El concepto de alienación: Dios es una proyección, una imagen
idealizada que el hombre hace de sí mismo y de su esencia, con la
gravedad de que luego no se reconoce y se va empobreciendo a
medida que enriquece a Dios, se va enajenando, se va alienando; el
hombre debe recuperarse a sí mismo, convertir la teología en
antropología.
Esto a Marx le resultará insuficiente porque:
-No concibe el mundo como un proceso histórico y
dialéctico.
-El análisis de Feuerbach de la alienación religiosa
es insuficiente pues no elimina el sentimiento
religioso que es la causa de esa alienación.
Otra fuente del pensamiento de Marx son las teorías
de Adam Smith, Malthus, David Ricardo, y Stuart Mill,
pensadores básicos de la llamada economía política
clásica. Justificaban el capitalismo y las diferencias
económicas entre burgueses y proletariado.
Interpretaban que las relaciones económicas
obedecían a un orden natural. Adam Smith es el padre
del liberalismo económico.
B. La economía política clásica
Marx se enfrenta a ellos contradiciendo su
análisis y proponiendo otras explicaciones.
Marx intenta pasar de una justificación del
orden social y económico a una crítica de
dicho orden. El análisis económico ha de servir
para descubrir las auténticas causas de la
injusticia social generada en el sistema
burgués, y desde ese análisis impulsar su
transformación
Nació en Inglaterra pero fue en Francia donde se
desarrolló la ideología calificada de utópica y que Marx
llevó a su nivel “científico” y revolucionario. Frente a
los males sociales bosqueja una sociedad ideal, libre
de conflictos sociales, políticos y económicos, en la
línea de Platón, Tomás Moro, etc.
Sus pensadores principales son Saint Simón y Fourier
en Francia, y Owen en Inglaterra
C. El socialismo utópico
Los principales pensadores anarquistas fueron Proudhon y Bakunin.
También reivindicaban una transformación de la sociedad. Para ellos la
única forma de reformar la sociedad es rechazar toda forma de poder pues
éste es siempre fuente de corrupción.
Su defensa de la libertad e independencia individual a ultranza chocan con
las organizaciones establecidas por el comunismo como necesarias para
lograr el objetivo de reformar la sociedad.
Las diferencias se vieron en la I Internacional. El enfrentamiento entre Marx
y Bakunin produciría la primera escisión dentro del movimiento obrero.
D. El anarquismo.
Las tesis sobre Feuerbach, escritas por Marx, en 1845,
pertenecen a la etapa temprana de la evolución de su
pensamiento filosófico. Son en sí mismas, epigramas
con tono aforístico, pero de una profundidad tal, que
resumen los problemas de la filosofía, en su historia y
mediaciones. Ellas muestran ante todo la esencia
histórica, cultural y compleja en que se funda la nueva
concepción del mundo.
TESIS SOBRE FEUERBACH
El concepto central en que se despliega y
resume el discurso, es la praxis, concebida
como esencial relación sujeto – objeto y
sujeto – sujeto, donde lo ideal y lo material
se convierten recíprocamente, devienen
idénticos.
Sobre esa premisa esencial, y en radical crítica al
objetivismo y a la contemplatividad, plantea la necesidad
de abordar la realidad subjetivamente, desde el prisma
de la actividad humana, pues la filosofía, en general se
ha preocupado sólo por explicar el mundo, sin tener en
cuenta la necesidad de cambiarlo en función de los
intereses y necesidades del hombre, particularmente, de
las grandes masas, que son realmente las que
construyen el corpus de la historia y la cultura.
Con las tesis sobre Feuerbach, se sientan las
bases de una epistemología con sentido
cultural y complejo, en la medida que revela
el lugar de la mediación práctica en todo el
proceso del conocimiento, y se enfoca la
relación teoría – práctica, como un problema
teórico – práctico y práctico – teórico.
Al mismo tiempo, concibe la esencia humana, como
conjunto de las relaciones sociales, y no en su
expresión genérica y abstracta como era común en la
filosofía anterior.
En las Tesis sobre Feuerbach, están presentes
momentos esenciales desde el punto de vista teórico y
metodológico para una comprensión eficaz de la
filosofía, en su historia y mediaciones.
1- El defecto fundamental de todo el materialismo anterior —incluido el de
Feuerbach— es que sólo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la
forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana,
no como práctica, no de un modo subjetivo. De aquí que el lado activo fuese
desarrollado por el idealismo, por oposición al materialismo, pero sólo de un
modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmente, no conoce la actividad real,
sensorial, como tal. Feuerbach quiere objetos sensoriales, realmente distintos
de los objetos conceptuales; pero tampoco él concibe la propia actividad
humana como una actividad objetiva. Por eso, en "La esencia del cristianismo"
sólo considera la actitud teórica como la auténticamente humana, mientras que
concibe y fija la práctica sólo en su forma suciamente judaica de manifestarse.
Por tanto, no comprende la importancia de la actuación «revolucionaria»,
«práctico-crítica».
TESIS SOBRE FEUERBACH
2- El problema de si al pensamiento humano se le
puede atribuir una verdad objetiva, no es un
problema teórico, sino un problema práctico. Es en
la práctica donde el hombre tiene que demostrar
la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la
terrenalidad de su pensamiento. E1 litigio sobre la
realidad o irrealidad de un pensamiento que se
aísla de la práctica, es un problema puramente
escolástico.
3- La teoría materialista de que los hombres son producto de las
circunstancias y de la educación, y de que, por tanto, los hombres
modificados son producto de circunstancias distintas y de una
educación modificada, olvida que son los hombres, precisamente,
los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio
educador necesita ser educado. Conduce, pues, forzosamente, a
la división de la sociedad en dos partes, una de las cuales está
por encima de la sociedad (así, por ej., en Roberto Owen).
La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la
actividad humana sólo puede concebirse y entenderse
racionalmente como práctica revolucionaria.
4- Feuerbach arranca de la autoenajenación religiosa, del desdoblamiento
del mundo en un mundo religioso, imaginario, y otro real. Su cometido
consiste en disolver el mundo religioso, reduciéndolo a su base terrenal.
No advierte que, después de realizada esta labor, queda por hacer lo
principal. En efecto, el que la base terrenal se separe de sí misma y se
plasme en las nubes como reino independiente, sólo puede explicarse
por el propio desgarramiento y la contradicción de esta base terrenal
consigo mismo. Por tanto, lo primero que hay que hacer es comprender
ésta en su contradicción y luego revolucionarla prácticamente eliminando
la contradicción. Por consiguiente, después de descubrir, v. gr., en la
familia terrenal el secreto de la sagrada familia, hay que criticar
teóricamente y revolucionar prácticamente aquélla.
5- Feuerbach, no contento con el
pensamiento abstracto, apela a la
contemplación sensorial; pero no concibe la
sensoriedad como una actividad sensorial
humana práctica.
6- Feuerbach diluye la esencia religiosa en la esencia humana.
Pero la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada
individuo. Es, en su realidad, el conjunto de las relaciones
sociales.
Feuerbach, que no se ocupa de la crítica de esta esencia real, se
ve, por tanto, obligado:
1) A hacer abstracción de la trayectoria histórica, enfocando para
sí el sentimiento religioso [Gemüt] y presuponiendo un individuo
humano abstracto, aislado.
2) En él, la esencia humana sólo puede concebirse como «género»,
como una generalidad interna, muda, que se limita a unir
naturalmente los muchos individuos.
7- Feuerbach no ve, por tanto, que el
«sentimiento religioso» es también un
producto social y que el individuo abstracto
que él analiza pertenece, en realidad, a una
determinada forma de sociedad.
8- La vida social es, en esencia, práctica.
Todos los misterios que descarrían la teoría
hacia el misticismo, encuentran su solución
racional en la práctica humana y en la
comprensión de esta práctica
9- A lo que más llega el materialismo
contemplativo, es decir, el materialismo que
no concibe la sensoriedad como actividad
práctica, es a contemplar a los distintos
individuos dentro de la «sociedad civil».
10- El punto de vista del antiguo
materialismo es la sociedad «civil»; el del
nuevo materialismo, la sociedad humana o
la humanidad socializada.
11- Los filósofos no han hecho más que
interpretar de diversos modos el mundo,
pero de lo que se trata es de transformarlo
Los temas tratados en las Tesis sobre Feuerbach agrupados por el
contenido de temas y desarrollo de cada uno de ellos:
1] La distinción entre el viejo IDEALISMO y el viejo
MATERIALISMO.
2] La PRÁCTICA como superación de la dicotomía materialismo
– idealismo
3] La cuestión de la verdad [y de la objetividad] de la teoría
4] La cuestión de la esencia humana.
5] El criterio de verdad.
COMENTARIOS A LAS TESIS SOBRE FEUERBACH
La acción humana que se apropia de la naturaleza [el intercambio hombre
– naturaleza] es representada como una acción individual, y no como
una acción colectiva. La tesis IX es clarísima respecto a los límites de
este materialismo: “lo más a que puede llegar el materialismo
contemplativo (...) es a contemplar a los diversos individuos sueltos y a la
sociedad civil”. De este modo, las CLASES SOCIALES [y la explotación]
desaparecen del horizonte teórico del capitalismo.
La tesis X es el corolario del punto anterior. El viejo materialismo, que
define al proceso de producción [y de conocimiento] en forma unilateral,
reproduce este esquema al abocarse al análisis de los fenómenos sociales:
de un lado están los individuos, del otro, el Estado.
Que es el viejo materialismo?
La referencia a la SOCIEDAD CIVIL [tesis IX y X] debe ser entendida de
la siguiente manera: en el modo de producción capitalista, la escisión
individuo/sociedad se expresa, entre otras formas, a través de la
escisión entre la SOCIEDAD CIVIL y la SOCIEDAD POLÍTICA. En la
primera, el individuo actúa en forma egoísta y lucha contra sus
semejantes para satisfacer sus deseos; en la segunda, el individuo se
convierte en ciudadano y debe preocuparse por el interés general. En
resumen, el egoísmo vs. el altruísmo. El “mundo real” vs. la “ficción
política”. El “lobo del hombre” vs. “todos los hombres son hermanos”.
El materialismo, con su exigencia de realismo en el análisis, no duda
en presentar a la sociedad civil como la expresión de las tendencias
inherentes a la naturaleza humana.
Es una concepción de la práctica y del conocimiento que privilegia el rol del
sujeto. Es lo opuesto [y la otra cara] del viejo materialismo. El carácter abstracto
de la relación está dado porque sólo el sujeto está actuando. Marx se refiere al
IDEALISMO en la tesis I diciendo que representa el lado ACTIVO de la relación [por
oposición al viejo materialismo que capta la cosa] y que no conoce “la actividad
real, sensorial”.
El texto está pensado como una crítica de la filosofía de Feuerbach, que se
plantaba frente al idealismo alemán, como una salida materialista. Además, la
crítica del idealismo alemán está concentrada en otros textos del período,
sobresaliendo entre ellos la ya citada Ideología Alemana. Ahora bien, en un
sentido más profundo, la crítica de Marx va dirigida contra toda la vieja filosofía
[ver tesis XI] y no contra el materialismo o el idealismo en particular. El
argumento contra el carácter abstracto del materialismo se aplica perfectamente
al idealismo.
Que es el idealismo?
Marx se plantea no tomar los puntos fuertes de uno u otro al
estilo de los filósofos eclécticos, sino que quiere superar la
filosofía en tanto forma de producción intelectual propia de
las sociedades de clase.
La superación de la filosofía, en términos de Marx, forma
parte de un proceso más vasto, el de la REVOLUCIÓN
PROLETARIA, que suprimirá los antagonismos de clase
[puesto que el proletariado no tiene nada que perder,
excepto sus cadenas] y cerrará la etapa de la prehistoria
humana. Este es el sentido de la famosa tesis XI.
2] La PRÁCTICA como superación de la
dicotomía materialismo – idealismo.
En la forma en que Marx concibe la PRÁCTICA, el objeto y el sujeto
(presentes en el materialismo y en el idealismo) no existen como
tales [en la forma abstracta en que veían el proceso el idealismo y
el materialismo], sino que se constituyen y se reproducen a sí
mismos en el momento de la práctica. El sujeto y el objeto sólo
pueden aislarse con fines analíticos; en la práctica, están
unidos en forma inseparable.
El enfoque de Marx representa la superación de la vieja forma de
plantear la cuestión de la producción en general (y del conocimiento
en particular), forma que era funcional a los intereses de las clases
dominantes en las formaciones económicas precapitalistas y en el
propio modo de producción capitalista.
Lleva a asumir en toda su extensión la centralidad de la
producción [=producción de cosas, relaciones sociales e ideas] en
la constitución de la sociedad y de los individuos. Implica una
ruptura copernicana con las viejas formas de teoría social. Implica
reescribir el método dialéctico, superando la versión idealista
hegeliana del mismo.
En el texto, Marx se refiere a la PRÁCTICA en la tesis I
[actividad humana = “actividad objetiva”; “actividad
revolucionaria”, “actividad crítico práctica”; tesis II, relaciona
la cuestión de la VERDAD con la práctica]; tesis III [la
transformación de la sociedad y de los individuos como
PRÁCTICA REVOLUCIONARIA]; tesis V [lo sensorial como
“actividad sensorial – humana práctica”]. Sin embargo, para
comprender mejor la fuerza de la ruptura planteada por
Marx, hay que referirse especialmente al texto de las tesis
VIII y XI.
En la tesis VIII afirma que “toda vida social es esencialmente
práctica”. La práctica está dirigida a la producción y reproducción
de los individuos. Para ello, es necesario producir y reproducir
cosas [bienes y servicios en una terminología más del tipo de la
economía académica], relaciones sociales e ideas [ideología].
Es en este sentido que puede afirmarse que la práctica [la
producción] constituye la sociedad. La sociedad, los
individuos, las ideas, no existen en forma aislada, existen
en la práctica. De ahí se comprende la afirmación de Marx en el
segundo párrafo de esta tesis. El “misticismo” de la teoría
expresa el punto de partida unilateral de la vieja filosofía.
En la tesis XI Marx plantea en términos lapidarios su ruptura con la
vieja filosofía. Sin embargo, detrás de su carácter terminante se
esconden algunos problemas:
a) la interpretación que hacían los filósofos no consistía en una mera
contemplación desinteresada del mundo, sino en una forma específica
de práctica intelectual tendiente, en general, a legitimar las relaciones
sociales existentes [o, en el caso de la Ilustración, nuevas relaciones
de clase]. La antítesis de Marx entre INTERPRETACIÓN –
TRANSFORMACIÓN debe ser entendida en estos términos: PRÁCTICA
TENDIENTE A LA REPRODUCCIÓN DE LAS RELACIONES
SOCIALES EXISTENTES vs. PRÁCTICA REVOLUCIONARIA;
b) la TRANSFORMACIÓN a la que se alude al final de la tesis no debe
confundirse con otros modos de transformar el mundo. El modo de
producción capitalista ha mostrado – y sigue mostrando – una enorme
capacidad para transformar el mundo a su imagen y semejanza. Como
es obvio, Marx no está abogando aquí por la transformación capitalista
del mundo. Se está refiriendo, por el contrario, a la TRANSFORMACIÓN
REVOLUCIONARIA [ver tesis III y IV], la cual eliminará las clases
sociales y, por ende, los fundamentos de la vieja filosofía. En
definitiva, para superar las viejas formas de práctica intelectual
es necesario transformar las prácticas [relaciones sociales de
producción] que les dieron origen.
En la tesis X, Marx denomina a la nueva concepción
MATERIALISMO MODERNO. Esta denominación no debe
malinterpretarse. No es un materialismo centrado en la
materia, como es el caso del materialismo anterior, sino que se
trata de una concepción que privilegia el papel de la práctica.
La ruptura radical de Marx con las viejas formas de filosofía en
general, y de teoría social en particular, no puede concebirse
como un fenómeno puramente intelectual, sino que debe
conectarse con el desarrollo de la lucha de clases en el modo
de producción capitalista [concretamente, el ascenso del
movimiento obrero en Europa en la década de 1840].
La existencia del PROLETARIADO, en tanto clase
despojada de todo en el modo de producción
capitalista (es decir, una clase que no tiene ningún
interés en el mantenimiento del orden existente), es la
condición necesaria para poder pensar y llevar a la
práctica la superación del capitalismo por el
comunismo.
Porque la práctica del proletariado es una práctica
opuesta radicalmente a la práctica de la burguesía.
En la tesis III, Marx critica la “teoría materialista” del cambio de las
circunstancias y la educación. Para el viejo materialismo hay una
dicotomía circunstancias – educación, expresión del carácter abstracto de
esta concepción.
Marx utiliza su nueva concepción para superar el punto de vista
unilateral: las circunstancias son cambiadas por los hombres y el
educador debe ser educado. Sólo la PRÁCTICA REVOLUCIONARIA
[la del proletariado] puede resolver esta situación. Nótese cómo
Marx recupera el papel activo del sujeto - superando el enfoque
idealista - echando por tierra las teorías sobre la capacidad
emancipadora de la educación. En términos generales, Marx
plantea que la única salida al modo de producción capitalista es
la práctica revolucionaria [que es una práctica colectiva].
Cualquier forma de salida individual no
pone en cuestión las prácticas que
constituyen el modo de producción
capitalista, por el contrario, constituyen
otras tantas formas de ALIENACIÓN.
En la tesis IV aborda la cuestión del fenómeno religioso. La autoenajenación
religiosa no puede ser superada simplemente por la comprensión de los
mecanismos que operan en ella. Es en este sentido que puede afirmarse
que el CONOCIMIENTO no nos hace libres. Para emanciparse es
necesario eliminar prácticamente los fundamentos materiales que
generan la alienación religiosa [las prácticas que reproducen la
alienación religiosa].
El pasaje fundamental es el siguiente [refiriéndose al “fundamento terrenal” de
la autoenajenación religiosa]: “... es necesario tanto comprenderlo [a dicho
fundamento] en su propia contradicción como revolucionarlo prácticamente”.
Frente a Feuerbach, quien sostiene que la religión puede ser eliminada mediante
el conocimiento por los hombres de su verdadera “esencia”, Marx plantea la
unidad de teoría y práctica, unidad en la cual estén ambas [en tanto proceso].
Pero, y es importante destacarlo, no se trata sólo de esto, sino que la unidad
teoría – práctica obliga a redefinir tanto a la teoría como a la práctica.
Así, por ejemplo, Feuerbach define la teoría como conocimiento de la
ESENCIA [humana]. De ahí el carácter contemplativo que asume el
conocimiento, etc. Para Marx, la esencia como tal [=sustancia inmutable] no
existe. El conocimiento de la religión debe ser, entonces,
conocimiento de las contradicciones sociales, las cuales existen en
la práctica. De ahí que haya dedicado su vida al estudio del modo de
producción capitalista.
Por último, el énfasis en la práctica no debe hacernos olvidar que la teoría
es un momento necesario de la revolución de las condiciones existentes [de
hecho, se trata de una condición más].
El criterio de VERDAD adoptado por Marx está en relación
directa con su concepción de la práctica. En el texto, aparece
expuesto en la tesis II [a la que habría que agregar toda la
segunda oración de la tesis VIII].
Para la filosofía tradicional, la verdad era algo que podía
alcanzarse o, mejor dicho, un criterio que permitía clasificar las
afirmaciones en verdaderas o falsas. Ese criterio era objetivo,
en el sentido de que existía con independencia de las opiniones
de los individuos.
3] La cuestión de la verdad [y de la objetividad] de la teoría
La afirmación de Marx en la tesis II [“es en la práctica donde el hombre debe demostrar la
verdad, es decir, la realidad y el poder, la terrenalidad de su pensamiento”] tiene que ser
aclarada
1) la VERDAD no existe como una meta ideal que deba ser alcanzada por la práctica;
2) la teoría en sí misma no puede ofrecer ninguna verdad, ningún tipo de conocimiento
absoluto;
3) la VERDAD sólo existe en su construcción, en la práctica, como proceso.
Pensarla de otra manera equivale a encararla de forma abstracta. Ahora bien, dado que
la VERDAD sólo existe en la práctica, y que la práctica no tiene un resultado establecido
de antemano [no es teleológica, porque ello implicaría que la verdad habita al final de la
historia], no es posible justificar afirmaciones tales como “el futuro pertenece al
proletariado”;“el advenimiento del socialismo es inevitable”. No existe una verdad
absoluta a la que podamos aferrarnos, sólo tenemos la verdad que podamos construir.
Esta tesis contiene las bases teóricas para una refutación del “marxismo” mecanicista [o
de variantes como el stalinismo].
La tesis VIII nos da una indicación importante. La teoría,
separada de la práctica, abstracta, se convierte en
“misticismo”. No es otra cosa que una variedad de la
ALIENACIÓN, que es la forma específica de relación del
productor con su producto en el modo de producción
capitalista. El “misticismo” resulta funcional a los intereses de
las clases dominantes, porque distrae a los intelectuales y
evita que éstos puedan cuestionar su dominación. Expresa una
“práctica alienada”. La salida es, para Marx, la práctica
revolucionaria
El tema es abordado en la tesis VI. El primer párrafo es crucial y puede dividirse en dos
afirmaciones fundamentales, dejando de lado la alusión a Feuerbach en la primera oración:
a) la negación de la concepción filosófica de la naturaleza humana;
b) la definición positiva de la naturaleza como el “conjunto de las relaciones
sociales”.
Veamos cada una de estas proposiciones por separado.
a] Marx niega que la naturaleza humana sea “algo abstracto e inmanente a cada
individuo”. La filosofía social y política, dada su incapacidad para concebir la práctica como
proceso constituyente de la sociedad, se veía obligada a formular la hipótesis de una
naturaleza humana ahistórica e inmutable como factor que explicaba las características de
la sociedad y de las conductas humanas.
4] La cuestión de la esencia humana
Al respecto, hay que destacar dos cuestiones:
1) el recurso a la naturaleza humana fue adoptado tanto por
filósofos de la totalidad [holistas, como dirían los
anglosajones] como por los individualistas. Bastan los casos
de Aristóteles [el hombre es un ser social por naturaleza] y
Hobbes [el hombre es malo y egoísta por naturales] para
ejemplificar ambas posiciones. Más allá de las diferencias
entre ambas posturas, esta coincidencia obedece a que
todos ellos se sitúan en sociedades divididas con intereses
antagónicos [y que todos ellos eran intelectuales orgánicos
de las clases dominantes]
2) la naturaleza humana, definida del modo señalado, constituye un mecanismo
ideológico dirigido a naturalizar las relaciones sociales imperantes. Esto es
sencillo y contundente: si la naturaleza humana es una e inmutable a lo largo de
la historia, cualquier conducta o acción que vaya en contra de la misma aparece
como antinatural y anti-racional. La racionalidad [con todo su poder legitimador]
queda del lado de quienes definen la naturaleza humana. [Esto nos lleva
directamente a la cuestión de la verdad, tratada en el punto 6 de estas notas].
La apelación a la naturaleza humana jugó un papel importante en el surgimiento
de las Ciencias Sociales. A través de Hobbes, Locke, etc., influyó en el desarrollo
de la Economía Política clásica [ver Adam Smith y la “propensión a comerciar”].
Por tanto, la crítica que hace Marx a Feuerbach en este tópico debe entenderse
como formando parte del aparato conceptual con el que primero inició sus
estudios económicos.
En los párrafos tercero y cuarto de la tesis, Marx achaca a Feuerbach:
1) prescindir del proceso histórico. Y aquí hay que prestar atención. Dejar
de lado la historia conlleva a que Feuerbach presuponga un “individuo
abstracto, AISLADO”. Es el mismo procedimiento adoptado por los
contractualistas y por la Economía Política clásica;
2) la naturaleza humana aparece como “género”, como algo que une de
modo “NATURAL” a los individuos. Dado que Feuerbach no llega a las
relaciones sociales, tiene que generar un sucedáneo para las mismas. Lo
mismo sucede con los economistas. En resumen, tenemos aquí algunos
elementos para establecer la relación entre naturaleza humana,
ahistoricidad, individualismo, contractualismo y Economía Política clásica.
b] ¿Qué significa que la naturaleza humana es el “conjunto de las relaciones
sociales?
Este es el resultado lógico de la aplicación de la PRÁCTICA. En base a su punto de
partida, Marx se ve obligado a rechazar la concepción de la naturaleza humana
propia de la filosofía, porque establece una relación abstracta, en la que existen
dos polos, y uno de ellos explica el sentido de la relación.
Para Marx, los dos polos de la relación sólo existen para los fines analíticos. La
naturaleza humana sólo se constituye a través de las relaciones sociales, las
cuales son necesariamente históricas [no pertenecen a todos los tiempos, sino a
un lugar y un tiempo determinados].
De esto se desprende un corolario fundamental: los fenómenos sociales deben ser
estudiados como relaciones, no como cosas o sustancias [para usar la terminología
filosófica]. Así, por ejemplo, Marx va a definir al capital como una relación
social.
El tema es planteado en la tesis II. En la última oración del mismo,
Marx expone la concepción de la vieja filosofía, para la cual la
VERDAD era una cuestión que podía resolverse en forma abstracta,
separada de la práctica. Marx se refiere explícitamente a la
escolástica, pero su afirmación es aplicable a casi toda la filosofía
clásica y medieval. Es interesante notar que este divorcio de la
práctica sentaba las bases para la creencia en alcanzar el
conocimiento absoluto [Cfr. la teoría de las ideas de Platón]. La
filosofía derivada de las relaciones capitalistas modificó radicalmente
el problema del criterio de verdad.
5] El criterio de verdad
Para Marx, el criterio de verdad no puede ser otro que el de la práctica. Pero,
inmediatamente aquí se plantea un problema. En toda sociedad de clases, hay
por lo menos dos prácticas diferentes:
1) la de la clase propietaria;
2) la de la clase no propietaria.
Si esto es así, y Marx está en un todo de acuerdo, ¿cómo decidir cuál práctica
sirve para fundar el criterio de verdad? Dos son las respuestas posibles: a)
todas las prácticas son iguales y, por tanto, todas sirven igualmente como
criterios de verdad. Esto nos lleva directamente al relativismo; b) se decide
elegir una práctica para fundar sobre ella el criterio de verdad, descartando las
demás.
Marx sigue este último camino y afirma que la práctica
revolucionaria del proletariado constituye el criterio de
verdad buscado. En las Tesis, Marx no brinda elementos
para justificar esta afirmación.
Ahora bien, el texto de la tesis es demasiado escueto, pero
se desprende otro corolario importante. Si la práctica es el
criterio de verdad, queda claro que no es posible alcanzar
el conocimiento absoluto, puesto que toda práctica es
siempre perfectible [y es, además, una construcción, un
proceso]. No existe, por tanto, la historia=teleología.