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Martin Heidegger: En los confines de la Metafísica Félix DUQUE Universidad Autónoma de Madrid RESUMEN: El ensayo se propone ofrecer una visión de conjunto de la obra de Mar- tin Heidegger, centrada en el problema de la verdad del ser, verdad que brilla en la actitud del «estar-ahí a la muerte», en la obra de arte como cruce en quiasmo y en el ensamblaje cósmico de la Cuadratura. Se hace resaltar así la fuerte unidad que preside el camino del pensar heideggeriano, más allá de las consabidas, didácticas y artificiosas divisiones, vueltas y contravueltas; más allá, tanihién de interpreta- ciones externas y forzadas. ABSTRACT: The aim of this paper is to offer a thematic re-examination of l-Ieideg- ger’s work focused on the question of being’s truth. A truth which is shining in the attitude of the Da-sein zum Tode, in Ihe work of art as a chiasmatical inter-ference and also in the «World-Cross-Notching» of the Geviert, in order to bring out the strong unity of te Heideggerian way of thought, which is far away of the «didac- tical» and made-up academical divisions, tums and retums, also beyond of wres- ted, extemal interpretations. 1. LOS INICIOS DEL PENSADOR Y EL INICIO DEL PENSAR Martin Heidegger (1889-1976) nació en el pueblo de Messkirch, en el corazón de la Alamania suaba. Allí está enterrado, cabe la iglesia de la que su padre era sacristán. La tumba no está resguardada por una cruz. En la sencilla lápida brilla una estrella: «Ir hac> una estrella... sólo eso», dijo una vez. Entre 1903 y 1909 cursa el bachillerato en Constanza y Friburgo de Brisgo- Véase H. W. PETZET, Auf einen Síern zugehen, Frankfurt/M,, 1983. Anales del Seminario de Hisícria de la Filosofía, nt 13, 19-38. Servicio de P’úblicacionesUCM, Madúd, 19%

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Martin Heidegger:En los confinesde la Metafísica

Félix DUQUEUniversidadAutónomadeMadrid

RESUMEN:El ensayoseproponeofrecerunavisión deconjunto de laobradeMar-tin Heidegger,centradaenel problemadelaverdaddel ser,verdadquebrilla en laactituddel«estar-ahía la muerte»,enla obradeartecomocruceen quiasmoy enel ensamblajecósmicodela Cuadratura.Sehaceresaltarasíla fuerte unidadquepresideel caminodelpensarheideggeriano,másallá de lasconsabidas,didácticasy artificiosasdivisiones,vueltas y contravueltas;másallá, tanihiénde interpreta-cionesexternasy forzadas.

ABSTRACT: Theaim of this paperis to offer a thematicre-examinationof l-Ieideg-ger’swork focusedon the questionof being’struth. A truth which is shiningin theattitudeof theDa-seinzumTode, in Ihe work of art as a chiasmaticalinter-ferenceandalso in the«World-Cross-Notching»of theGeviert, in orderto bring out thestrongunity of teHeideggerianway of thought,whichis far awayof the «didac-tical» andmade-upacademicaldivisions, tumsand retums,also beyondof wres-ted,extemalinterpretations.

1. LOS INICIOS DEL PENSADORY EL INICIO DEL PENSAR

Martin Heidegger(1889-1976)nació en el pueblo de Messkirch,en elcorazóndela Alamaniasuaba.Allí estáenterrado,cabela iglesiade la que supadreerasacristán.La tumbano estáresguardadapor unacruz.En la sencillalápida brilla unaestrella: «Ir hac> una estrella...sólo eso»,dijo una vez.Entre 1903 y 1909 cursael bachilleratoen Constanzay Friburgo de Brisgo-

VéaseH. W. PETZET, Auf einen Síern zugehen, Frankfurt/M,, 1983.

Anales del Seminario de Hisícria de la Filosofía, nt 13, 19-38.Serviciode P’úblicacionesUCM,Madúd, 19%

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via2. En 1907poneKonradGróberensusmanosel tratadosobreel significa-do múltiple delas manerasde seren Aristóteles,de FranzBrentano;esaobraorientaríaparasiempresupensarenla direccióndela preguntapor el ser.Tam-bién susestudiosde teologíaenFriburgo, de 1909 a 1911, le haríanentrarenlaórbitadeunaneoescolásticafuertementeimpregnadadehegelianismo(últi-masderivacionesdelaEscuelaTeológicadeTeologíaEspeculativa,conAntonGiinthery E A. Staudenmaier,prolongadaenel profesordeDogmáticadeFri-burgo: Carl Braig). Sin embargo,ya enestatempranaépoca,la lecturade lasInvestigacioneslógicas de Husserl (sobretodo de la Quinta, dedicadaa la«intuición categorial»)y de la Crítica de la razónpura kantiana(especial-mentepor lo quehaceal esquematismotrascendental,y por endeal problemadel tiempo),minarían su confianzaen el edificio escolástico,hastala rupturatotaly definitiva de 1919.«Concepcionesepistemológicas—escribeasumen-tor EngelbertKrebs, renunciandode este modo a su puestodocenteen laFacultadde Teologíade Friburgo—que se extiendena la teoríadel conocerhistóricohanhechoqueel sistemadel catolicismolleguearesultarmecuestio-nablee inaceptable:no así el cristianismoy la metafísica(entendiendoaésta,de todasformas,enun sentidonuevo...).»3Todavíaen losApanesde lafilo-sofía4 escribirácomo exergoal apartadodedicadoa «El último dios»: «ElabsolutamenteOtro frente a los diosessidos, especialmentefrente al cris-tiano.&

El problemaplanteadoya desdeel inicio del pensarde Heideggereraexquisitamentehegeliano(o mejor: posthegeliano),asaber:¿quéocultodesti-no haobligadoa la metafísicaa confundirseúltimamenteconla lógica,yaentiemposdeHegeldegradadaasu vez enpsicología—C.A. Eschenmayer—yantropología—J. Fries—,y enseguidaconvertidaenepistemologíapor el neo-kantismo,triunfantetantoen la llamadaEscueladel Sudoeste(capitaneadaporW. WindelbandyH. Rickert: conéstesedoctoraráHeideggeren 1913: Lo doc-trina deljuicio en el psicologismo)comoen Marburgo(donde,enviadocomo«brulote»por Husserl,enseñaránuestroautor de 1923 a 1928)?¿Acasoellógos, la «reunión»griega6de ser y hombre,de cosasy declinacionesdeldecir,habrádeconvertirseen la Modernidaden un instrumentocid maioremHominisgloriam, o inclusoenunasecreciónneurofisiológica?¿Nodeberáserconsiderado,por el contrario,comouna aperturadel seral hombre,comoel

2 Ver “Mi caminoenla fenomenología”.Transcripcióny comentarioen:Félix DUQUE, La kunz-

na piel de la palabra, Chapingo,México, 1994,PP 125-157.Ch.en Olto Pbccad~El camino de/pensar de Martin Heidegger Madrid 19932, pág. 374.Beitrdge zur Philosophie (Vom Ereignis). 1936-38 (BPh), Gesamtausgabe (CA.) Bd. 65.

Frankfurt/M.,1989.Todaslassiglas utilizadasseexplicitanal final delarticulo.~ BPh,403.6 ~f Vonrúge und Aufsdtze (VA), vol. 1-111, Pfullingen. 196V (hay traduccióncastellanade

E.Ba.jauen:Conferencias y artículos, Barcelona.Serbal,1995).Véasevol. ín,pp. 8,9,11 y ss.

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«lugar»privilegiado—el «ahí»en el que el serestá—,sólo apartirdel cualreconoceel hombre su esenciay determinación?Un camino hacia estase-gunda vía se dejabaentreverpor la brillante recuperaciónhermenéuticadeSchleiermacherpor partede W. Dilthey (adversariocordial deun neokantismopsicologizantey «científico»),descubiertoporHeideggeratravésdelasclasesdeO.HobergenlaFacultaddeTeología.Tantolacitadatesisdoctoralcomoelescritode habilitación(Lo doctrinade las categoríasy de la sig’4ficación deDuns Scoto, 1916) muestranel rechazodel psicologismoy la renovadaaten-ción a los modí sign(ficandidel lenguaje.Pero Dilthey supondríano sólo unimpulsodecisivoen la orientaciónhermenéutica,sino tambiénen la revalori-zacióndela historia (unaperspectivaparala quetanto la escolásticacomo laprimerafenomenologíahusserlianaeranciegas).De ahíquela conferenciadehabilitacióntratara,consecuentemente,de El conceptodetiempoen la cienciahistórica. Estasideascuajaríanen la decisivaconferenciade 1924El concep-to detiempo(pocoaccesiblehastasuediciónen 1989),verdaderopalimpsestode Sery tiempo.

Ya eneljoven Heideggervemosreverberar,pues,las palabrasbásicasde lametafísica:el ser (Aristóteles)y el lógos (Duns Scoto, Hegel), junto con sumotorinterno,oculto paraaquélla:el tiempo(Kant), y laconsideraciónhistóri-ca, interpretativa,de los textos (Dilthey), pronto fundamentaday rebasada(«asumida»,diríamosconHegel)enel cursomásimportantequeel joven asis-tentedeHusserldieraen Friburgo:Ontología (Hermenéuticade la facticidad),1923 k Contodo,la luchacontralosadversariosdela «metafísica»no desviaríaaHeideggerde su intuición fundamental:el enemigoerainterno.La degrada-ciónrevelabaun destino.De ahíla luchaenconadacontralos intentoscontem-poráneosde «resurrecciónde la metafísica»(enMax Wundto en Nicolai Hart-mann,por ejemplo).Dicho seadepaso,ello revelala inutilidad —comopoco—delos otrorarenovadosintentosde asimilacióno reconversiónde Heideggeraunaremozadaneoescolástica:quaedamperennisphilosophia(peroornamental-menteaggiornata),contrala Modernidad.Tal «cruzada»antimodernano tienesentidoalguno,paranuestropensador:el inicio mismodela metafísicamuestrayaunaerrancia.EnPlatón,porconvertirla verdadcomoalétheia(desvelamien-to deun fondo deretracción)enconocimietocorrecto,comandadoporlamira-dadel hombre—verdadcomoadecuacióndel seralpensar~ En Aristóteles,porlaambiguaeinestablemixtura de un «sabery entenderquese busca»(dsetou-méneepistéme)—y queplanteala preguntapor las manerasde serdel ente(Metaph. IV)— y un «saberprimero, teológico»(Metaph. VII y XII) quevecomomodelode «pnmeraousía»aun «atractivamente»eróticoEntemáximo,

Ontologie <Herv¡eneutik der Eaktizitñt). CA. 63, Frankfurt/M., 1988.8 Cf. Doctrina de Platón sobre la verdad, en Wegnsarken (WM), CA. 9, Frankfurt/M., 1976.

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abismadoen su propiopensamiento,y prontoconvertidoen Hacedory actusessendtluegoen la modernacausasuiy por ende—máximadegradacióndelensrealissimum—en la tiránica«opinión pública»delMan (DonUno deTan-tos, viertecastizamenteGarcíaBacca)delaactualsociedaddemasas

Poresose volveráelHeideggermaduroa unpensararcaico,previo al ini-cio de la metafísica,en el que seaposibleatenderaunaasonancia(Anklang,comocuandodecimos:«estomesuenaa...» lO~ Un pensarenelqueyase anun-cia(como enunaauroraquereverberaennuestrocrepúsculo)laposibilidaddeotro inicio, «postmetafísico»,a travésde 1) la interpretaciónde la necesidad(rigidificada por la lógicamodal) como «usanza»(Brauch: las tradiciones,latentesenlas raícesdel lenguaje)enelprimerfragmentolegadoporla filoso-fía: El dictum de Anaximandrott; 2) la huellade la lethé («olvido») en el«corazóndelaverdadbienredonda»parmenídea12 frentealamentadadistor-sión «humanista»y «pedagógica»dePlatón;y 3) el lógoscomofondoy abis-mo de lapsychéen Heráclito, antesde ladegradacióndel lenguaje,«usado»como«vehículo»y «medio»de comunicaciónempleadopor los hombresalparecercid libitum, convencionalmentet3

2. EL ACABAMIENTO DE LA METAFISICA

Yjunto aestaatencióna vocescasi olvidadas,peroque—comoel Señorde Delfos en Heráclito—siguenenviandodestellosy señales,el cuidadososondeodelos gérmenesde acabamiento(Vollendung:un términoambiguoenal. y cast.:lo «perfecto»es tambiénlo «acabado»)enlos grandesfilósofos ter-minales:Hegel,consuidentificaciónlógicadel sery lanada,malentendida—segúnHeidegger—al verlacomoresultantede, y fundamentadapor, el deve-nir «progresista»que acabaen la autotransparenciade la Subjetividadespiritual14, enlugarderemitir esa«identificación»—enun «pasoatrás»—aesaMismidadentrevistapor Parménides(Fr. 8: «lo mismohayparael pensar—noeín—y parael ser» t5; y Kant, primeroen 1929 —alabadopor serel pri-

Sein und Zeit (SuZ),Tubinga, 197212,pág. 128. En la trad. de J. Gaos,Ser y tiempo (SyT),(México 19622).pág. 145.

~ Cf. BPh.Ii, 107-166.En Holzwege (11w), GA. 5,Frankfurt/M. 19806.Hay traducción(mala)de J.RoviraArmen-

gol, BuenosAires, j97932 Véansep. e. Was heisst Denken? (WhD), Tubinga,19713(hay tr.: ¿Qué significa pensar? de

H. Kahnemann.BuenosAires 1972~);oMoira, en VA 111, asícomoel cursode 1942/43,Parmenides(GA. 54).

‘~ VerLogos, en VA III, y sobretodo el cursode 1944: &gik. Heraklits Lehre vom Logos, CA. 55.‘~ Cf el cursode 1930/31,Hegels Plianomenologie des Geistes, CA. 32.‘~ VéaseWhDy Vier Seminare, Frankfurt/M. 1977.

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mero enver a travésde la «imaginacióntrascendental»el trasfondotempora-rio del ser,y luego1961,reintegradoen eldestinometafísico 6 Una másricaambivalenciapresentanlos pensadoresdel ocaso: Schelling“, cuyaescisiónentrefundamento-fondo(Grund significaambascosas)y existenciaanunciaya ladiferenciaontológicaser/ente,aunqueel propioSchellingsecegaralavíahaciaella al interpretarel sercomo«voluntad»;y Nietzsche,paraHeideggerun «hiperpíatónico»asupesar~, peraltadorporun ladodel tiempocomoexis-tencia, pero enseguida«traductor-traidor»de ello con su doctrina del eternoretornodelo igual.Nietzsche,quetuvo tambiénelpresentimientodelsercomoextaticidady descentramientoparaoscurecerloen el acto—segúnHeidegger,claro- por su «traducción»de laesenciacomovoluntadde podery su empe-llo de conferiral devenirlosrasgosdelser.

Y tras Nietzsche,«el desierto crece».Un desierto en vano disimula-do por la «tiranía»de la dialéctica(más hegeliana«consumista»/liberal/«de-mocrática»—quemarxista,empero).Heideggercreyóen 1946 quesólo conMarx —por asentarla esenciade la realidaden el trabajo-podíasu pensariniciarun diálogo19; o por losdesgarramientoscordialesde los «existencialis-tas»(un malentendidopropiciadopor la propia terminologíade SuZ ubicó aHeideggeren esastendencias).Y luego, tras la guerra,el triunfo del Amen-kanismus,delamuertede la filosofíacomocosmovisióny de su trasvaseen lacibernéticay la logística,quehacen—en laplanetarizaciónde latécnica—delantiguoan¿malnationaleuna«bestiadetrabajo»20, de lo enteuna«existencia

21en plaza»y de la naturalezaun disponible«fondode provisión» -

Quizá lo que másllame la atención,hoy, de Heideggeres su decididoempeñoen situarse«al margen»(¡no másallá!) de la enterafilosofía (cf. laconferencia—de titulo bienelocuente—Elfinal de la filosofíay la tarea delpensar”. Todafilosofíaes,paraél,metafísica:preguntaporel serdel ente.Demodoquesólodesdeéste se remontaal ser,entendidopor tanto comocondi-

16 Véase Kant und cAn Problein der Mcíaphysik (KM. 1929), Frankfurt/M.. 19734 (hay ir. de

E. C. Frost. México1913);y Kanzs These Uber das Sein(KTM. 1961),en WM(trad.en: Ser, verdad

yfl,ndamento, de E.GarcíaBelsunce,Caracas,19752).‘ Cf. el cursode 1936,Schelling. Voin Wescn der menschlichen Freiheií, GA. 42, Frankful/M..

1988.~ Cf. Nictzsche (vols. 1-II), Pfisllingen, 1961.‘ Cf. fin cf Uber den Humanisínus (BH), en WM, pág. 339 ss. Hay tr.: Carta sobre el humanis-

‘no de R. Gutiérrez Girardol. Madrid 1970+~ Véase1) be rwindung der Metaphysik (0dM), en VA!.21 Véase Dic Fragenach der Technik (FnT), en Dic Technik und dic Kchre (TK), Pfullingen,

19856.Haytr.: ‘La preguntapor la técnica’de A. P. Carpio, en Época deFilosofía 1, l (Barcelona,1985),7-29.

22 Publicadoprimeramenteen francés(¡966).el originalalemánsólo apareceen 1969en ZSD.Hay tr.de J.L. Molinuevo: E/finalde la Filosofía y la tarea dclpensaren ¿QuéesFilosofía Y, Madrid19802.

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ción de posibilidade inteligibilidad. La metafísicaes puesonto-teo-logía23:sobrelabasedeuna(supuestamente)omnímodaracionalidadlógica—o sea,ymodernamente:de la representacionalidaddeobjetosparaun Sujetoautocons-ciente—investigala fundacióndel enteen un Ente Supremo(dios) enel que,cid limitem, se identificaríanuniversodel discurso(fundamentación:ensrea-lissimumetperfectissimum)eincondicionalidadcausal(ensnecessarium).Lascuestionesde la filosofía/metafísicabuscanuna respuesta«verdadera»(estoes: adecuada)al marcoproblemáticopreviamentedelineadoporelprincipiumrationis, por laposicióndel fundamento24, entendidoésteen el triple respectodesondeo(búsquedade «cimientos»segurosy computables),fundamentación(ratio que al caboseda razóna sí misma, imponiéndosecomolo necesario,frentealos modosdelo posibley lo real) y fundación(baseónticainquebran-table).Tresmodulacionesde un mismodestino,de unamismahistoria: la delser,entendidocomoSumaIdentidadde esenciay existencia.

3. LA PREGUNTAPOREL SER

En cambio, la preguntapor el ser: por su sentido,verdady localización(las tresestacionesdel senderoseguidopor Heidegger),no seríaya unapre-gunta metafísica,sino que «desmantelaría»,pondría al descubiertosuscimientos.No paraestablecerotros más sólidos,ni parasuperara la metafí-sica,sinoparareponersedeésta,pararemontarla(los dos sentidosdel alemánVenvindung,tal comosedicep.e.quealguiense«repone»deunaenfermedad;es más:habría que entenderese«remonte»no como una «curación»,sinocomounalúcidaconcienciadela inevitabilidaddeesaenfermedad,vistaaho-racomoun «síntoma»,enun sentidoparecidoaldela«abducción»freudiana).La únicapreguntadeHeideggerno buscani esperarespuesta.Si proponeun«problema»,lo haceen el sentidogriego del término:pro-blémacomo algo«pro-yectado»(ya en SuZ se hablabadel «proyecto»como «resolución»nohacia,sinodesdeun futuro enel quecabíaleer las huellasde la tradición).Silas cosas«tienen»,presentanun sentido(un fondo de inteligibilidad o, mejor,de lecturay descifrado)es porqueese sentidose da. Se daen el ser-humano,en elDaseino «estar»;peroello no significaqueel sentidovengadadoporelhombre(unamodificacióndel famosoasertoinicial de la Crítica de la razónpurakantiana:si el conocimientoseda en laexperiencia,ello no implica quese extraigade y se debaaésta).En estecaráctertransitivo,no reflexivo, dedonaciónbrilla —en castellano,brilla «por su ausencia»,cuandodecimos:

23 Véase¡dentitdt y Differenz, cd.bilingeede A. Leyte,Barcelona.1988.~ VéaseDer Saiz vom Grund (SvG),Pfullingen,1978~.Haytr.: La proposiciónde/fundamento

de E. Duquey J.Pérezde Tudela,Barcelona,1991.

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«hay»—elpronombreim-personal«se»(al. es; esgibt: «seda»,«hay»).Sóloal final de su itinerario (en Tiempoy ser25) expusoexplícitamenteHeideggerestecaráctertransitivo,disimuladotraslaestaticidaddel infinitivo «ser».Estaraíz olvidadadelserhiendey «tacha»esecaráctersupuestamentedefinitivo einconcusodel «ser»(porello, y de unamaneratipográficamenteespectacular,tachadoencruzen esehomenaje-desafioaE. JúngerqueesZurSeinsfrage26)Tal raíz es aludida(nodefinida,ni determinadani «nombrada»)por Heideg-ger a partir de 1936 (BPh) comoEreignis («acaecimientopropicio»): en susentidofuertey literal, un término..,del pensary del lenguaje(pareceque,ensu lecho de muerte,confesadaHeideggera su hermanoque, paraél, el Er-eignisseguíaestando«comoenun túnel»del queno sevislumbrabalasalida).Un término tan innombrablecomo el judío JHWH o el Tao. Desdeluego, noun «sustantivo»(la representaciónestablede una «cosa»),sino la alusiónaunadiferencia: que algo se diga en propiedad(o sea, que sea adecuada,verdaderamentedenominado)implica quela propiedadmismaen laqueél esdicho (otros «términos»paralo Mismo: el Da, el ahí en que sery hombresecorresponden;laLichtung, o «despejamiento»en quelas cosasdan a ver sus«aspectos»)quedeausente,olvidada,no sólo porpartede aquelloquedeestemodoresulta«apropiado»ni por partede aquélpor mordel cual ello resulta«apropiado»,sinoausente,olvidada..dey parasí misma(másqueunainver-sión, unatachaduracasi sarcásticadel seren y parasíhegeliano):expropiadadesí, irremisiblementeentregadaala alteridaden laquehaysentido.Nadasepresentaenese brillo. Lo que acaece,lo quees«el caso»,haceactode pre-senciaen graciaaesaausencia.

Estees ami ver el (extraño)corazóndel pensarheideggeriano,¡a «estre-lla» tras la que —a vecesa tientas—iba desdesu juventud.El nihilismo, eldesiertode laTécnicay elConsumismoenquehoy estamos,no consisteen unescépticoy agnóstico«no sabernada respectoa qué sea la Verdad». Eseescepticismoseriaenel mejorde los casos(como yase ve en Descartes)unadudametódica,unaestrategiaguiadapor lacreenciade quetodo está(o esta-rá, al fin de lostiempos)alamanodel hombre:todo, disponible—-«contanteysonante»,comoel dinero-porquela realidades enel fondo un «producto»,una«maquinación»del Hombre:primeroLugartenientey luegoSeñordel Ser,atravésde lacienciay de la técnica.Estacreencia—estaquerencia,puesquede «voluntad»se trata—ha sido desbaratadaporel procesomismode la tec-nología.En ellase despliegauna«esencia»(el términono tieneenHeideggerun sentidoestático, ideal, sino transitivo, de desplieguede «posibles»)hastaahoraimpensada.La esenciade la tecnocienciaes la «estructurade emplaza-

~ ZeitundSein de 1962,en Zar Sache des Denkens (ZSO), Tubinga, 19762.

26 VéaseWM. De Zar Seinsfrage (ZSF) hay ir.: Sobre la cuestión del ser de G. Bleiberg, Ma-

drid, 1958.

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miento»27 el Gestelí:el máximo «peligro»y a lavezun «destello»del Ereig-nis. Peligro,porqueel «emplazamiento»es anónimo(como lo sonlas «socie-dades»en las que se muestrala esenciade la empresamoderna):es inútil«echarlela culpa»al «sistema»o tildar a la técnicade «demoníaca»:«nadie»es responsablede lo que«pasa»(unacuriosa—no sé si consciente—confir-maciónde la admoniciónhegelianacontraesosreformadoresy revoluciona-rios que quieren«cambiar»el mundosegúnlos dictadosde su «corazón»;adviértasequeesaadmoniciónhegelo-heideggerianaeracompartidatambiénporMan). Ello no significa,sinembargo,unaquietay «burguesa»conformi-dadconel «ordenestablecido»,comoveremos.Ahorabien,ese«anonimato»(setratadeuna«estructura»,no de una«imposición»—dichoseaestocontraunamalatraducciónde (Jestell—)amenazacon engullir al propio «hombre»quesecreíaseñordela Técnica,parcelándoloy disponiéndolosegúnlasnece-sidadesde la máquinay las previsionesde la Information(ver la conferencia—homónima— al final de SvG). Pero esa «humillación» (despuésde lacopemicana,la marxista,la freudianay la nietzscheana)queechapor tierratodo hipócrita «humanismo»(escondao no un «dios» humano,demasiadohumano)es también—conHeidegger—un«destello».La admoniciónes unapremonición.En esedestinoineluctable,el hombredejade«hacerseilusiones»y dejapor ende«enpaz»a las cosas,en cuantocosas(«cosa»vienedel latíncausa—comocuandose hablade «lucharporunabuenacausa»—:unasitua-ción «decisiva»en la que el hombre estácomprometido;recuérdeselo quedecíaOrtegaen Meditacionesdel Quijote: «yo» soy «yo y mis circunstancias;y si no las salvo, no me salvo yo». Sólo que Heideggeres más radical:«circunstancia»aludeendefinitiva al «yo» comocentro.Peroen la cosa-cau-sa no hay «centro»,sino ajuste,ensamblajedel deciry el hacerhumanosconlas posiblidadesofrecidasen situacionesquerevelanuna«falta»).

4. DE LO QUEHACEAL CASO EN LA SERENIDAD

Digamos:lacosano es; lacosasedeclina,esun «caso».Y loque«hacealcaso»dejaver al ensamblajeentreacciones/disposiciones(el Ereignis) comoofertade unacadencia.No comouna«decadencia»(algo asícomoun «peca-do» platónico-cristiano,por el quecosasy hombresse muestrancomonostal-giade un origen perdido;como «dejadasde la manode Dios»). Tomemoseltérmino«cadencia»ensu sentidomusical:enella sedicey destinalamelodía(Heideggerno piensael «destino»como un fatum: la imposición-ciegaodebidaa la providencia—dealgoquehade ser, velisnolis, sino en el sentido

~ Cf. lasdos conferenciasdeTIC: FnT y fíe Kehre.

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de un «envío»-como en unacarta,que sólo «tiene»sentidocuandollega «adestino»—).En unacadenzanohayun únicotonodominante:la melodíase daatravésde lacadencia:existesolamenteenella,y apareceen suredondezsóloal final; cuandoya es demasiadotardeparavolver a empezar,da capo. Lamelodíadejasera la cadencia.Digamos:el Ereignispermitediversos«ensam-blajes»entreel sery el ente.Perono se confundeconningunode susmomen-tos, ni siquieraconel «último» (en estose diferenciade nuevoHeideggerdeHegel, para quien la última figura fenomenológicaenglobabay resumíaatodas las anteriores).De esta manera,cree Heidegger,es la «estructuradeemplazamiento»,o seala esencia/destinode la técnicamodernalo que—bienmirado- nos enseñaa escaparde la lógica inquisitorial, del «tribunal»de larazónque,desdesu altura de circularreflexión, dictamina(juzgay sentencia)el ordenjerárquicodelo real segúnlosgradosdeacercamientoo distanciaalaIdentidadsuprema(p. e., enLeibniz). Esa«mirada»enlo queOccidentehalle-gadoaser(trasel paréntesisde la forzosainactividaddocentetrasla guerra,Heideggervolvió a la notoriedadpúblicaconcuatrofamosasconferenciasenBremen,tituladasconjuntamente:Einblick in das, wasist; unatraduccióncas-tiza sería: «Unamiradaquepenetraen lo que hoy existey nos importa») seremansaen cambio—trastanto ideal de dominio y posesión—en la «sereni-dad» (Gelassenheit:titulo de un opúsculocapital,de 195928 Tambiénpodríavertersepor «desasimiento»—los italianostradujeron:L’abbandono—).Sere-nidadno es «entrega’>a las cosas(unaespeciede «bajarla guardia»,cansadosde «vigilar y castigar»:esono seríasino una inversiónque daríaigual; underrotismovictimista—y consumista:comery gozaren vistade lacatástrofeinminente— en vez de la «victoria» sobre la «naturaleza»que anunciaraBacon).Tampocoes pasivaresignación«historicista»(en plan: si algoha ocu-rrido es porqueteníaqueocurrir; más vale «acomodarse»a lo quehay). Puesesemostrencoacomodobienpodría llamarse,nadamenos,democracia(cf. laentrevistaconDer Spiegel), entendida—interpretoyo- comoun «neolibera-lismo»que davalor a cosasy hombres(troqueladosambossegúnlas necesi-dadesdela industriay del capital)sólo si «funcionan»comoproductosmecá-nicos (o electrónicos);que «usa» las palabrascomo instrumentospor «defuera» bien empaquetadosy científicamenteunívocosy por «de dentro»retóricamenteinsinuantesy llenosde «maquinaciones»parapersuadirdeque«esto»es el «progreso»(y cualquiercambiode ese—verdadero-inmovilis-mo, unaargucia«reaccionaria»).Un lenguajeinformáticodelqueno sesabeacienciaciertadequé«informa»,peroqueen cambio«forma»y troquelahom-bresy cosassegúnlas exigenciasdel intercambiode valores,en un «manejo»y manipulaciónde laquedesaparecehastalamoderna«objetividad»,parano

~ Gelasscnheir, Prullingen,1959.Hay ir.: Serenidad de Y. Zimmerrnann,Barcelona,1989.

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dejara la postresino «existenciasenplaza»:la plaza/mercado/almacénen laquese cambia«mano»o «cerebro»deobrapor dinero quesirve a su vez paraintercambiarcosas«quefuncionen»dentro de un dispositivo informatizado.No es vano que estahuecacircularidadtengacomomodelo el feed-back,laretroalimentación.

La serenidadheideggerianapretendealzarsecontraesta«entrega»pasivaen la que nadiedomina pero donde, dada la universal y absoluta«admi-nistración»de lo «real»,loshombresse hacenrecíprocamenteesclavosunosdeotros (sin Amo omniscientey aprovechado),y donde«todossueñanlo queson ¡ aunqueninguno lo entienda»,que decíaCalderón.Serenidadsería,encambio, unavigilante atencióna los «encuentros»en los que se engendraelsentido.Encuentros,¿dequé?No decosas«listasparael consumo»ni dehom-bres productores/consumidores,sobreel fundamentode la Jógicade Ja pro-ducción.Aquí no hayfundamento,sinoquese daunacomarca(Gegend)29 Lamejormaneraqueencuentrode explicarestasedede encuentroses a travésdeun cuadro(o unaseriede cuadros)amadopor Heidegger:Lo montagneSainteVictoire, deCézanne.El cuadro«dejaser»al paisaje,querío estácompuestoporrelacionesjerárquicas(como los retablosmedievales)ni hadeservisto enperspectivadesdeun centro(comoenlas grandesobrasde los venecianos,porejemplo),sino quetejeuna«conformidadderemisiones»,unasymplokédetra-zaso huellaspor lasquetodohalla sulugarpropio,sinqueexistauna«plaza»o sitiodominante.En el cuadrosedanespaciamientos;lascosas«maduran»enlas alusionesy veladurasde los colores.El cuadro«abre»Mundo.Poreso,laserenidadquese «dejair» haciala comarca—la reuniónde «marcas»o hue-has, sin origen ni término— no representatampocouna acción, o sea,una«operación»envistade lavoluntaddeun «autor»quepretendereconocerseasímismoenlaobra,comosi la innegable«alienación»y el «fetichismo»de lamercancíase «curaran»devolviendoal trabajadorlo quees «suyo»:su«tiem-po detrabajo»,valoradoasu vezenun mediouniversaly anónimo:el dinero...parapodercomprarotros «productos»,o seapararemediarnecesidadespres-critasy controladasde unamaneraigualmenteuniversaleindiferente.Otro cír-culo metafísicoenel quelavida(si portal entendemosla conjunción,el ajus-te de hombres,cosas/«causas»y palabras)se ha hecho, de nuevo, «cosapública»:ese«sitio»anónimoen el quela privacidad(no sólo del individuo,sino delas cosasmínimasy humildes),elmisterio de lo íntimo e indisponiblebrilla por su ausencia,se echaen falta.

La serenidadparaconlascosas(encuanto«reuniones»,condensacionesdesentidos,de senderosposiblesde vida, no en cuantoalgocomputablee infor-

29 Cf.AusderE,fahrung des Denkens (AED), GA. 13, Frankfurí/M., 1983, Pp. 47 ss., 53, 55,

57, 59, 72 Ss.

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máticamentedispuestoparasu manipulación)no excluye pues la crítica. Elsolo hechodequeseaposibley pensableesemodo de acercarseal misteriodeunadonaciónde aperturadesenmascaraa la contra las maquinacionesde unsistema(noun mundo)en vías de uniformizacióntotal: un sistemaen el quecadavez serán menosnecesarioslos uniformes militares al ir siendo susti-tuidospor lagrisalladel empresarioy del político funcionario(un sistemadon-de los «guias»-—caudillos, paranosotros—hanencontradosu tácita conti-nuaciónen los leaders,o sea: «losempleadosdeprimerrangodentrodel cursode negociosdel aprovechamientoincondicionadode lo ente, al serviciodelaseguramientode la vaciedad[resultante]del abandonodel ser»3<>) Esel pen-sadorde la serenidadelqueparticipa—suúnicaactividadpolítica traslague-rra— en unamanifestacióncontrala energíanuclear,o denuncia—en la en-trevista con Richard Wisser para la cadenatelevisiva ZDF, en agostode1969— los peligrosde la utilización «higienista»de labiogenética;o bien,enlos Seminariosde Le Thor, avisadel peligro de un nuevoy másvirulentonacionalismo,basadoestavez no en Jaraza,sino en laconjunciónde la indus-tria armamentistay el aparatomilitar Todosestospronunciamientos,basadosenunaclaraactitudéticay en el cuidadoporpreservaren lo posibleun plane-ta desertizadoy contaminadoen nombredel progresoy la técnica,dejanvercuánlejossehallala serenidaddel pensarmeditativodeunapasivarazónascé-tica, desembarazadadel mundoparaengolfarseenel ser(fraseéstaúltima sinsentidodentrodel pensamientode Heidegger).

5. LAS COSASCOMO ECLOSIONESDE MUNDO

Sólo que: «una cosaes limitarse al aprovechamientode la tierra, y otrarecibirsu bendicióny llegar a hospedarse-y-echar-raíces(heimisch)dentrodela ley de estarecepción—Empfángnissignifica también«concepción»:tierracomo «naturaleza»,como lo que «daa luz» (F.D.)—, a fin de resguardarelmisterio-hospitalario(Geheimnis)del ser, y de vigilar la inviolabilidad de loposible»31 ¿Quéquieredeciresodel «misterio»y de la «inviolabilidad»?

5.1 Sugerencia y fracaso

Al pronto,nosotrosnuncanos las habemosconcosasen cuantocosas,sinocon incitaciones,sugerenciasu obstáculoscristalizadostemporalmenteen

30 0dM. en VA 1, 88.

~ 0dM, 90.

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escorzos,perspectivaso envíos,dentrodeun «plexode conformidad»,de «loquehaceal caso»(Bewandtnisganzheit)paraun «circunspectoestaral cuida-do» de nuestravida (que, de nuevo, nuncase da «aislada»:en ella ingresanesencialmentela «significatividad»o no delo «amano»(Zuhandenes), o seade lo «ajustadoa algo», por mor del cumplimiento de una situación).Las«cosas»no nos están«presentes»(«delantede lamano»: vorhanden),sinoquevienen entrelazadasen un contexto, «con el que andamosdandovueltas,tratando»(Womit des Umgangs),al estar«familiarizados»con ellas (véaseSuZ § 69).Perono siemprerespondenlascosas(«encausadas»comolo útil) anuestrasexpectativas,puesunosentesvelan, desplazany disimulana otros,«dándoselas»de lo queno son32, de maneraque a veces«echamosen falta»algoquedebieraestaramano,aparecealgoconlo queno se «contaba»o bienla cosapresentauna «resistencia»inesperada.De estemodo caela ilusión dequeel hombrepuedadisponera su antojodel mundo.Parasalir de este frus-tranteestadodecosascabendos procedimientos:1) modificamosnuestrapre-ocupadacircunspección(cf. SuZ§ 69, b) y la tomamosen una«supervisión»,unamiradade conjuntoque ordenael «todo de significatividad»en un es-quemacondicionalde mediosa fines (origende la razón instrumental),sepa-rándonosdel contextoy articulándolocomoun «dominio»previamentedise-ñado conceptualmente,a fin de evitar ulteriores sorpresas:el útil es ahora«descubierto»por una miradasupuestamenteaséptica,teórica(la miradadel«sujeto»)y vistocomoun objeto.El mundoquedaconvertidoen tema(e.d.,enun conjuntode«tesis»—5átze—subsumidasbajounaley —Geseiz—);2) sinnegaresa«postura»científica—ni menos,renegarde ella—, damosun «pasoatrás»y nos preguntamospor lo quepuedasignificar «mundo»paraquealgode él le «falle» y le «hagafalta» al hombre(cf. SuZ § 69, c). Mundono es unconjuntode cosas,o su receptáculo(los ingleseshablande forniture of iheworld), sinoelplexodemodosposiblesde vida.Inclusolaactitudteóricaes yaunamanerade«seren el mundo»(e implica unapraxis).El hombreno «tiene»mundo(como si éstefuerasupropiedad),al contrario:siempreseesun «hom-bredemundo».Existiendo,el ser-humano(Dasein)esyaencadacasosumun-do, proyectadodesdeel «espaciodejuego»de cosascomoposibilidades.Así,ni éstasson primariamentealgo «real»(algo presentey disponible) ni el ser-humanoalgo estáticoy duradero(ad limitem, inmortal), sino un poder-serexistencialmentede unau otra manera(cf. SuZ§ 62), enbase—y esta«base»es el sentido: la «regla»del juego—no sólo a nuestrasanticipaciones,sino anuestra«deuda».No «entramos»conscientey decididamenteen «un» mundo,sino queya deantemanoestamos«arrojados»a él (Geworfenheit).Todopro-

32 DerUrsprungdesKunstwerkes(Urs), Stuttgart,Reclam,l960, pág. 52. Hay Ir. enArte Y Poe-

sía, de 5. Ramos,México, 1958.

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yectoes yecto(éstaes la facticidad, la «marca»o acuñaciónde nuestraexis-tencia).Yecto, arrojadodesdetradicionesque ni son «producto»nuestro,ninos «producen»mecánicamente,como si no cupieraotra cosaque atenersepasivamentea ellas (ver supra, sobrela «serenidad»).Tradicionesde las quehemosde «hacemoscargo»y a las que «llevar a efecto»:desdelas que«dia-logar» conotros modosde «ser hombre»33,en dondeel presuntosecuazdelnacionalsocialismoexigede alemanesy franceses«voluntadde largo alientoparaoir unosde otros y sostenidocorajeparacon la propia determinación»,comovíaparaelentendimiento( Vestñndigung)y para«estarasídemaneraori-ginaria abiertosal otro.»~ Heidegger,parabien o paramal, no cree en laHumanidad, sino sólo en «manerashumanas»—Menschentiimer—sóloparcialmentetraduciblesy conmensurablesentresí. (Diríamos:somos«seme-jantes»,nunca«iguales»).

5.2. La muerte como lo que«da juego»,y el «estarala muerte»

Ahorabien,esejuego-cuyo «campo»siempremóvil es elmundo-entrelas cosascomoposibilidadesy el ser-humanocomo«poder-ser»no es ni esta-ble ni, muchomenos,eterno(noestáleibnizianamentefundadoenuna«regiónde verdadeseternas»;el proyectode SuZes eldeun «ateísmometodológico»).El juego seestrellaen la muerte,entendidano comoun «sucesoterminal»delavida (porcaso,indefinidamenteprolongableen«otra»,con lo quesehacedela muerteun «tránsito»,si es que no una farsa),ni como algo a lo que está«abocado»el hombre,sino como algoa lo queenteray simplementeel ser-hombre «está»(y a lo que siempreintentauno zafarse,comocuandonega-tivamentesedice de alguienque«no estáa lo queestá»).«Estara la muerte»(no «ser parala muerte»,como aviesamentese sueletraducir)es estarya desiempreabierto,«resuelto»a la posibleimposibilidadde todaposibilidad,encuantoalgodelo queseestácierto,aunquedemaneraindeterminada:algoqueno se refierea nada(la muerteno es lo «contrario»dela vida, comosi ambostuvieranun fundamentocomún:pe.,laeternidad);algoquemeespropio y mesingulariza,y quees irrebasable.Abrirsea estascaracterísticases experimen-tar la angustia,en laquede consunose adviertemi finitud y el caráctervacíodelmundo(cf SuZ, § 53).

La patenciainstantáneade la muertese muestraen la angustiacomo un«estarprecursándola»<no comoun «tenerlaen cuenta»,al modode los «segu-ros de vida»), esdecircomoaceptacióndel hechodesnudode queel íntegro

Cf. WegezurAussprache(1937).‘ AED,2í.

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«poder-ser»esestar«alasresultas»deun fondode indisponibilidad,abiertoencadacasoen un «querer-tener-conciencia»~ de una «deuda»recibidacomoherencia(quedasentidoprecarioa nuestros«posibles»).Lo queen esaangus-tia (protofenómenoexistencial)se daaver es la finitud, no sólo del ser-huma-no, sino tambiéndel ser(«el sermismo,enesencia,es finito» 36) Poresteúlti-mo rasgose separaHeideggerdetodala filosofíaoccidental.Siempresehabíaentendidoqueel «error»(y el mal) es algopuramentehumano(o sobrehuma-no: demoníaco;perono «divino»),de modoqueunacorrectaydesapasionadaatencióna lo que «es»,sine ira et studio,permitiríael «ajuste»con la cosay,endefinitiva, conel «Ordenador»de cosasy hombres(cf. pe.las actitudesdeSócratesy Descartes).Recordemos,en cambio, que paraHeideggerlo entedesplazay disimulaa lo ente,nos incita—sin«culpa»por su parte,desdelue-go- a error. Es estedesajuste,al queel hombrepor su partecontribuye—alestarasu vez situadoen perspectivasno conmensurables—,lo queavisade lamuerte(la retiradade remisiones).Los envíoso constelacionesde lo ente sonsiempre«precarios»(estamosen mediodelo «enteentotal»; peronuncavere-mos la «totalidadde lo ente»;simplementeporqueno haytal justay ordenadadistributividad—pe. la leibnizo-wolffianaomnimodadeterminado—:tampo-co paraun dios). Y el ser-humanocorrespondeaellos (la variedadde corres-pondenciasconstituyelas épocas)de unamaneratemporale histórica,sin queseaposibleestablecercriterioalgunode «evolución»o «progreso»enunaHis-toria Universal~ aunquesí podamosapreciarel agotamientode un modogeneraldeenvío(pe.el quehadado a luz aOccidente:el ideal metafísicodela presenciaconstantey de la identidad)y estarprestosa un «nuevoinicio»(BPh trataenteramentede estossíntomasde acabamientoy de esta «pres-tancia»).

Ya hemosapuntadoantescuálesson esossíntomas:los correspondientesala planetarizacióntécnica,la computabilidad(la «contabilidad»general)delGestelí:ver todas las cosascomo «productosde consumo»(incluido el «pro-ductor»,que se entiendea símismocomoun «producto»de la fábricade laHistoria).Ahora, y a travésde lo queen aquellossíntomas«seechaen falta»cabeentendera la contralo disimuladoy reprimidoenesa«historiadel ser»quellamamosOccidente.

35 SuZ, 307: SyT334.~ Was ist Metaphysik?, en WM, 120. Hay tr.: ¿Qué es metafísica? deX. Zubiri, en Renuevos de

Cruz y Raya, 8 (Santiago de Chile/Madrid, 1963). No están traducidosni el importante~‘Epí1ogo”de¡943 ni la “Inuroducción’ de 1949; cf WM 303-3 12. 365-383.

“ Cf. Hegel y los griegos, en WM.

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5.3. La cuadratura,desdeel sertachadoencruz

Lascosasno estánen el mundoni sonparael hombre.En cadacosaestáen«causa»el Mundo en su integridad (algo que entreviera—si bien metafísi-camente—Leibniz con susmiroirs de (‘univers). Lo que la cosaofreceen su«aspecto»remite a unamaterialidadquedispensaabrigo,queda a luz sin salirella mismaala luz (algoquelos griegosbarruntaroncorno moira, y Kant comocosa en sO. Peroesa cerrazónno está nuncapresente,sin más.Aparececomo«Tetracción»sólocuandola manotrabajaalgo(no «trabajasobrealgo»,comosisetrataradeunamateriadócil y penetrable)paracubrir unanecesidad.La opaci-dadde lapiedrano estáen el roquedo,sino, p.c., en el caráctermacizode lascolumnasde un templo dórico,o en la solidificación de la arcilla quepermiteescanciarel vino de un jarro. La «mano»del rechnítes(del técnicoen general,incluyendoal actual ingeniero de la inteligencia artificial) sigue en generalprocedimientos,líneasdemediday enfoquequenuncasonarbitrarias.Si quere-mos llamarlas«convencionales»habráde entenderseporello lo mentadoen eltérminocum-venire:el frágil y temporalajusteentrelasnecesidadeshumanasyel «obsequio»de posibilidadespor partede las cosas.Y, por último, se tieneconfianzaeneseajusteporqueen él seanticipatácitamenteladimensióndesen-tido de una«región».Por víaalusiva(y no como si se mentarancon ello poten-cias míticas),y de acuerdocon viejastradiciones(cf. pe. el Gorgiasplatónico),Heideggerllama a esaopacidadretráctil tierra; a la medidaque da aperturaysazón,cielo (concavidaden la que han lugar constelaciones);a los seresquesoportanesasnecesidadesambiguas(puesson ellas quienesles permiten,a lavez,estaren elmundoy estaralamuerte,siempre«pudiendoser»,sinsernunca«porentero»:no hay serentero),mortales;y alosportadoresde lasdimensionesde sentidoregional,seresdivinos. El juego—epocalmentemudable—de estascuatroremisiones(no «cosas»,sinorespectostejidospor lascosas)es el Mundo,abiertoenesa«cuadratura»(Geviert38;el término vienedel lenguajearquitectó-nicoy recuerda,p.c., ala planta«encruz»de unaiglesia: hincadaen la tierra,desdey contrala cual tiene lugar su «alzado»haciael cielo, al cual remedaconlacurvaturade sus bóvedas;lugar íntimo del sacrificio,enel que se correspon-deny mutuamenteseentregan—guardandolas distancias—lo mortal y lo divi-no).El arteesel modoprivilegiadode instauraresejuegodeespaciamientos,esaverdadcomoalétheia.Y lo esporquela «armonía»(de dondeel lat. ars), al sacarala luz unaobracomoencrucijadadel cuádruplerespecto,hacepresentiralavez(nunca«ver»o «dominar»)el ocultamientoo «tachadura»del ser, indominableeindisponibletras ladonación,trasel (nuncaperfecto)lograrsede laobra.

38 Cf. Erlíluterungen zur Hólderlins Dichrung (PHD), FrankfurtlM., 1981>, PP. 170 ss. (Hay ir.

Interpretaciones sobre (sic!) la poesía de Hólderlin. de J.M. Valverde. Barcelona. 1983,) Véase ade-más VA II, 23-25,50-52,

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Dospuntosimportanteshayqueresaltaraquí.Primero,el «ser»no es men-tadoexclusivamentepor la «tierra»,puesésta también«saleala luz»(palpa-mosla impenetrabilidaddelacolumna,vemoslasombraquesuopacidadpro-yecta).Tampocola luminosidaddel «cielo»agotael «ser»,justo porquenadaseríasinsuoposición-coincidenciacon la tierra: el cielo se «hunde»,es pene-trable; y por ello, paradójicamente,nuncaes «aferrable»,conceptualizable:dejaver,«despeja»(al igual queun «claro»odespejamiento:Lichtung)sinqueél mismo seanuncaaccesibledirectamente,sino sólo «de soslayo»(estofueentrevistopor Kantalhacerdelaextrañay contradictoria«intuiciónformal»delaEstéticatrascendentalalgonuncaintuibledesuyo,sinosiemprey sólocomocondicióndeposibilidad,o seay literalmente:como«espacio»o «tiempo»;nouna«cosa»,sino nada:ensimaginarium.En general,seríaconvenienteleeraHeideggerdesdelos filósofos, en vez dedespacharsusalusionescomometá-foras «místicas»).Lo mismo ocurre con los «mortales:ellos —seres«técni-cos»y «temporales»—no adviertensusnecesidades,o sealas «faltas»queseadensancomola falta (la muerte),en un supuesto«interior»(elalmao la psi-que:un «mundo»pordedentroque«copiaría»máso menosbienelmundo«defuera»).Esoes purafantasmagoría.La faltase apreciaenlas cosasporel mor-tal trabajadas(losejemplosdeHeidegger-como enRilke— remitensiemprea «artefactos»,nuncaa cosas«naturales»).El mortal estásiempre,literalmen-te, «fuerade sí», sinpoderrecogerseíntegramentedesdesuscosaso propieda-des(poresose cubrefalazmenteconelmantosoñadode la identidadautorre-ferencial).Y lo «divino»,en«símismo»considerado,no es nada:tambiénladimensiónqueabrelossentidosy senderosdelavidaseda siempre«fuera»,yno comounaredonday sensustricto «repelente»causasui (cf. ID); sedaenelsacrificio, dondese recogenlas tradicionesy costumbresde un pueblo his-tórico (algoqueel cristianismoentrevió,al hacerde su dios unaamorosaeíntegra«entrega»al mundo).Y ensuma:el «ser»tampocoesel Mundo(con-tra la interpretaciónde E. Fink); éstees siempreuna «manera»,acontecidahis-tóricainente,deser.Ni menosesel «ser»algoextramundano,algoasícomounsoporte(la «Sustancia»deverdad)o causadel Mundo,porqueencada«mane-ra» seagota—asumanera—el ser,comoun destinoquesedestina,que«aca-ece»(Ereignis).Tal es la radicalinterpretaciónheideggerianadel dictumaris-totélico: «Lo ente se dice de muchasmaneras».Y como en Aristóteles,esasmaneras»vienendel ser(queno es géneroalguno)y tienenen cadacasouna«referencia»,un «destino»:la ousía, vistacomo la «reunión»o «asamblea»(irreductiblecontodo a un rasgodominante:el eidoso deáteraousía)a laquellamamos«cosa»:los lugaresen losque«seda»Mundo~.

~ VéaseDic KunstundderRaum,cd. bilingfle al/fr., St. Gallen 19832. Hay Ér. de E Duque,enprensa:El arte y el espacio, Barcelona, Serbal. Véaseasimismo Das Ding, en VA.

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Yensegundolugar,elMundono esparaelhombre(y menosel ser,o mejorelEreignis,«modulado»demaneradiversaencadaépoca).Y sinembargo,tam-pocoelhombreestánunca«dentro»del mundo,comoel animalensunichoeco-lógico. La relación es verdaderamentesui generis,y ha dado lugar a muchosmalentendidos.A pesarde todas las «sendasperdidas»queHeidegger,conlaModernidadalaqueal fin pertenece,harecorrido,un asertopermanece,imper-turbable:«Sólo hay [gibt es: se da] verdaden la medidaen queel hombrees(ist), y mientraslo es»40La peorinterpretaciónseríala «idealista»:la verdadcomo«propiedad»del hombre.La distinciónde losverbos,y el entrecomilladodel primero,ponenyaenguardiacontraesemalentendido.El serdel hombreesel «ahí»(Da) del ser. Y ala inversa,elhombresólolo es de veras(e.d.:corres-pondea su Dasein)en la «puestaen franquía»(Erschlossenheit:significa tam-bién«explotación»minera,acielo abierto)delo ente,atravésde cuyo cuidado—y de la«procura»paracon los otros— se desvelasu sercomo «cuidado»o«cura»(Sorge).De ahíladenominaciónulterior (quesóloenlacoloración«poé-tica»sedistinguede la de SuZ) del hombre como «pastordel ser» y «lugar-tenientede lanada»~j. El pastorreúney guardasusovejasal igual queelhom-bre, con su hacery su decir, recoge-y-distinguea lo ente de su dispersiónyconfusión.La «verdaddel seo> (estoes: el sermismocuandono se lo extraeespeculativamentecomo mera «causa»o condición del ente, sino como laretracciónquehaceaflorar, o sea:comolaphysisgriega,delaquesería«ridícu-lo» elquerernombrarladirectamente,segúnAristóteles(J’hys.11,1)42,laverdadtout court«acaece»eny comoel «ahí»del ser-hombre.En estesentido,elhom-bre pertenecealaverdad,y no ala inversa.Hay al menosdos manerasseñala-das(en lostiempos«sombríos»,Heideggeradmitíatambiénal «político»comofundadorde ciudadesy pueblos)de «hacerqueseala verdad»(alétheuein):la«técnica»(en el sentidolatodel término,comotéchne)y la«lingihistica».

6. LA COPERTENENCIADE PENSARY SER EN EL LENGUAJEY LA PERTINENCIADEL LENGUAJEPARA LA MISMIDADDEPENSARYSER.

Al serenla verdada él transferida»(y sólo en esatransferenciael ser«seda»;Heideggerno es—no quiereser—judeocristiano),elhombre«responde»(correspondey seresponsabiliza)a y de esaverdadpor el lenguaje½Nuevo

«‘ SuZ § 44 c, 226; SyT. 247.<~ BH, 330 ss.,342; Hw, 287 Ss.; ZSF, 419.42 Cf? Vo,n Wesen ¿md Begriffder Physis. Aristoteles Physik 11,1. En WM.~> Cf. Was ist das - die Philosophie?, Pfullingen, 19664, 23 s.; Unterwegs zur Sprache (UzS),

Pfullingen,1975>, 29 (hay tr.: De camino al habla de Y. Zimmermar,n, Barcelona, 1987).

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embatealorgullo del hombremoderno:al igual queacontececonla técnica,ellenguajeno es algo«enlas manos»delhombre,algocon lo quehacerlo queunoquiera.Ni medioni «vehículo»de comunicación,el lenguajees la «natu-raleza»(laphysis)delhombret Paraempezar,un lenguajees siemprehistó-rico ~ si queremos,un idiolectoa travésdel cual (dié) un puebloreliga vivosy muertosy los coliga con las cosas.No un «habla»,sino «lo que permite»hablar (lektón). Todo lenguajees pues,radicalmente,dialecto: «El dialecto(Mundart) no es sóloel lenguajematerno,sinoalavez y antetodolamadredellenguaje»46 No es el hombrequien primariamentehabla, sino el lenguaje:peroéstesólohabla—siemprede maneradiversa—atravésdeunaMenschen-tum,deun puebloquehistóricamentese vaconstituyendo.El lenguajees,así,el «lugar»delareuniónde lo ente:la«casadelser»~QEl lenguajeno se «usa»:se usan«manerasde hablan>,girosy tropos;y normalmentese tieneporhabla(Rede)lo quees cansinarepeticiónde «dichos»(Gerede; SuZ § 34). Al len-guajesólo cabealudir indirectamente(al igual queen la «casa»se vive... ysemuere;mas,al contrariode lacasa,no hay«fuera»del lenguaje.El lengua-jeno es el «exterior»delas cosas,sino suexterior: elmodo enqueéstasremi-ten —significantes—unasaotras).Esamenciónalusiva,lamásalta,eslapoe-sía48.¿Porqué?El poetada nombrealo sagrado:en cadapalabradel poemareverberaperabsentiamlaintegridad—yesosignifica«sacralidad»—del len-guaje.En ellasereúnentiemposy espacios.PorellaeselhombreAugenblicks-stdtte:la «estacióndel instante».Y por esotododecirpoéticoes,conHólder-lin, Andenken‘~. Andenken,esto es: un «conmemorar»,un vivificar loaparentemente«muerto»(porusadosinpararmientesenello, comounamone-dagastada50: no un «recuerdo»de lo pasado,sino al contrario:unapromesaenraizadadefuturo. El poemaabrevías,alamedasde lamemoria.En el fondo,elpoemasólo «habla»de unaextraña«cosa»:de la ineludibilidad esquivadelser,dela retraccióndeéstealdarse(al igualqueenlapalabraestá«íntegro»ellenguaje,massólo comoel brillo deun foco —«hogar»:Heimat—parasiem-preperdido).El poemaguarda(el) silencio: dice quetodo(el Todo)no sepue-de decir(y menos,parasímismo, comoquiencreeen un Dios sabelotodoeneternocoloquioconsigomismo).El poemaes laguardade lapérdida.

~ tJzS,9.45 UzS,253.46 Sprache und Heimat, enAED, 156.47 VéanseBU 313, 333, 358 s., 361; VA III, 23s.;UzS 156, 255; SvG, 161.<~ Cf. EHD,passim; tambiénUz5, 66 ss.~ Cf. el ensayohomónimoenFHD. malamentevertidoenespañolcomo«Recuerdo»~> Cf Nietzsche.Verdad y mentira en sentido extramoraL

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7. EL PENSARTAUTOLÓGICO

Tambiénel pensador(ya no el «filósofo»)aludeaestapérdidadel ser: alsercomopérdida...de simismo. El «abandono»modernodelserno se «reme-dia»capturándolode nuevo(no hay «nada»quecapturar),sino reconociendoqueel sermismo es abandono,olvido, y que sólo graciasa esaretirada(Ent-zug) losentessony el hombreexiste.Ahorapuedequizáempezaraentenderseaqueldictumaparentementeidealista:«Sólohayverdadenlamedidaenqueelhombrees,y mientrases.»El pensadorno despiertadelolvido (como hicierael «despertador»Humeconel buenKant), sino quedespiertaalolvido51.Asíes,comoal cabodesu caminodel pensar,«traduce»Heideggeraquellafrase:«En la medidaen que sery tiempo sólo hayen el acaecer-propicio(im Er-eignen),estoentrañael carácter-de-propio(das Eigentumliche:«la peculiari-dad») de que ese acaecerlleva al hombrea lo que le es propio;al hombre:aquélquese percatadel seral inmoraren el tiempopropio. Así apropiado,elhombrepertenecealEreignis»52 Sólo asíel pensardejade serconsideradoasuvezcomouna«propiedad»en manosdelhombre(o enmanosdelSer-Dios,y repartidaluego por «participación»;tanto da), para acercarsea él comoámbito memorantey agradecidode una donacióngraciosa~t. no dadaporNadani por Nadie (al contrario,hombresy «dioses»se dan en él). Aquí noquedaya, al parecer,sino pensarlo que Parménidesdijo —quizá sons lesavoir—: «Pueslo mismohayparael pensary parael ser»Dos ramasde lomismo. El pensarya no «habla»de otrascosas.Ni siquierahablade «cosas»:dice lo Mismo. Por vía bien distintaa la de la lógica desenmascaradapor elTractatusdeWittgenstein(digamos,por«exceso»y no por «defecto»),elpen-sardeHeideggerdesembocaexplícitamenteen la tautología~.

«¿Quéquedapordecir?Sólo esto:El acaecimientopropicio acaecepropi-cio —DasEreignisereignet.Adviértasecontodoqueestono es exactamenteunatautología,sino un anacolutoen el quese «echaen falta» algo.Si hubierausado «correctamente»su lengua, Heideggerhabríatenido que decir: DasEreignisereignersich. No es una «falta»,aunqueapuntea la falta. El «acae-cer»es puramentetransitivo,no reflexivo (ED.)— Con esto,partiendode lomismo,nosreferimosalo mismoy apuntamosalo mismo. En apariencia,estonadadice».~

Al lector curiosoy mortal dejamosel cuidadodeconsiderar—tras tantasvueltas—si estoenverdad«nada»dice, y si esanadaes unanadería.

~‘ Cf. ProtocolodeZeitundsein, en ZSD. 32,44.52 Ibídem, 24.>~ Cf. WhD, 134 Ss.>~ KTS, en WM, 479; UzS lO, 30.» ZSD, 24ss.

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SIGLAS UTILIZADAS

GA. Martin HeideggerGesamtaus- KTS Kants TheseUherdasSeingabe SuZ SeinundZeit

AED Aus der Erfahrung des Den- SvG Der Satzvom Grundkens SyT Sery tiempo

BH BriefñberdenHuma>’ñsmus TK Die TechnikunildieKehreBPh BeitrágezurPhilosophie(Vom 0dM Úberwindung der Metaphysik

Freignis) Urs. Der UrsprungdesKunstwerkesEl-ID Eriduterungen zar Hdlderlins UzS UnterwegszarSprache

Dichtung VA Vortrdgeuna’ AufsñtzeFnT Die Fragenachder Technik WhD WasheisstDenken?Hw Holzwege. WiM? Was isz Metaphysik?ID Identitdtuna’ Djfferenz WM WegmarkenKM Kant una’ das Problem der WiPh? Wasisí das - die Philosophie?

Metaphysik ZSD Zur SachedesDenkensKR Die Kunstundder Raum ZSF Zur Seinsfrage