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MANUAL DE APOYO PARA EL
PERSONAL DE ENFERMERÍA EN LAS
UNIDADES DE HOSPITALIZACIÓN
“El paso de la luz” Florence Nigthingale (1849-1854)
Directorio
Dr. Jesús Kumate Rodríguez Presidente Honorario Vitalicio del Patronato Nacional
Dr. Roberto Tapia Conyer
Presidente del Patronato Nacional
Sra. Kena Moreno Fundadora de CIJ y Vicepresidenta B Vitalicia del Patronato Nacional
Lic. Carmen Fernández Cáceres
Directora General de CIJ
Lic. Iván Rubén Retiz Márquez Director General Adjunto de Administración
Dr. José Ángel Prado García
Director General Adjunto de Operación y Patronatos
Dr. Ricardo Sánchez Huesca Director General Adjunto Normativo
Dra. Laura Margarita León León
Directora de Tratamiento y Rehabilitación
Coordinadora Técnica Dra. Laura M. León León Revisión: Psic. Rocío Romero Reséndez Elaboración Psic. Silvia María Canul Sánchez
2014
ÍNDICE PRESENTACIÓN……………………………………………………………………....................................1
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………………....1
JUSTIFICACIÓN……………………………………………………………………………………….………2
OBJETIVO…………………………………………………………………………………………….………..3
MARCO TEÓRICO…………………………………………………………………………………….………4
1. LA PRÁCTICA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA EN MÉXICO ……………………….…………4
2. MODELOS Y TEORÍAS EN ENFERMERÍA.…………………………………..………………………5
3. MODELO DEL DÉFICIT DE AUTOCUIDADO PROPUESTO POR DOROTHEA OREM….…….8
TEORÍA DEL AUTOCUIDADO……………………………….……………………………….…10
TEORÍA DEL DÉFICIT DE AUTOCUIDADO…………………………………………………...11
TEORÍA DE LOS SISTEMAS ENFERMERO…………………………………………………..11
4. EL PAPEL DE ENFERMERÍA EN EL TRABAJO INTERDISCIPLINARIO
DENTRO DEL MODELO DE COMUNIDAD TERAPÉUTICA………………………………………13
5. PROCESO DE ATENCIÓN DE ENFERMERÍA (PAE)………………………………………………15
6. INTERRELACIÓN ENTRE LOS DIAGNÓSTICOS ENFERMEROS Y EL EQUIPO
DE PROFESIONALES DE SALUD………………….………………………………………………...17
7. DIAGNÓSTICOS ENFERMEROS (NANDA-I) Y SU INTERRELACIÓN CON LA NIC
Y LA NOC………………………………………………………………………………………………..18
8. ELABORACIÓN DE UN PLAN DE CUIDADOS DE ENFERMERÍA (PLACE) EN
ADICCIONES…………………………………………………………………………………………….19
ANEXO 1 (PERSPECTIVA GENERAL DEL PROCESO DE ENFERMERÍA USANDO EL MODELO
DE ENFERMERIA DE OREM)………………………………………………..…………………………….27
ANEXO 2 (METODOLOGIA PARA LA ELABORACIÓN DE PLAN DE CUIDADOS DE
ENFERMERÍA)…………………………………………………………………………………….....………28
ANEXO 3 (FORMATO PLAN DE CUIDADOS DE ENFERMERÍA)……………………….……………29
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………………….……………30
PRESENTACIÓN
Derivado de la importancia de las actividades que se realizan en las Unidades de
Hospitalización a través del tratamiento residencial, bajo el marco conceptual de
Comunidad Terapéutica profesional, en donde se resalta de manera importante la
participación del equipo de profesionales de salud, que de manera conjunta
articula las acciones pertinentes que permiten la co-creación y ejecución de
intervenciones que favorezcan el tratamiento, rehabilitación y reinserción social de
los pacientes con problemas en el consumo de sustancias, lo que hace necesario
la generación de documentos que fundamenten y den cuenta de su diario
quehacer.
Se elaboró el presente manual como una herramienta de apoyo la cual permitirá al
personal de enfermería, guiar su actuar profesional desde el sustento teórico
metodológico del proceso enfermero, tratando de propiciar un lenguaje propio
que impulse en gran medida a su especialización. Como anteriormente se
mencionó este documento pretende ser una guía, la cual se verá enriquecida con
los comentarios que nos hagan llegar los mismo enfermeros/as.
Para la elaboración del presente Manual se recibió orientación, aportación y retroalimentación del personal adscrito a las Unidades de Hospitalización, por lo que se hace extensivo el reconocimiento y agradecimiento a Anayeli González González (Iztapalapa), Adán Quiriz Montiel (Ecatepec), Xóchitl Karina Alonso Villanueva (Naucalpan) y Rosalinda Solís Sandoval (Punta Diamante), quienes con su formación y experiencia consolidaron este documento.
Muchas gracias
1
INTRODUCCIÓN
La profesión de enfermería a través del tiempo ha venido evolucionando al mismo
ritmo de los nuevos retos que la medicina enfrenta, fortaleciendo y actualizando
los conocimientos adquiridos a través de la práctica clínica, siendo parte muy
importante del proceso de recuperación de los pacientes y en el acompañamiento
que requiere cada uno de ellos. De igual forma este profesional interviene en el
manejo del paciente con problemas de drogas en el marco de la Comunidad
Terapéutica profesional, incluyéndose en el manejo de temáticas propias de esta
enfermedad, haciendo necesaria la capacitación permanente.
Lo anterior hace necesario la elaboración de un Manual que apoye este perfil
dentro de las Unidades de Hospitalización, destacando que su elaboración y
aplicación permite resaltar las acciones propias de este profesional, permitiendo
el apego a las actividades propias del modelo residencial, de tal suerte que
permita brindar los servicios de enfermería entrelazadas con las del resto del
equipo de profesionales de salud en el proceso de intervención, tratamiento, así
como de la reinserción social de la población internada.
El presente Manual contiene un respaldo teórico del modelo acerca del cual se
guiará el actuar enfermero, un rubro específico que resalta la importancia del
trabajo interdisciplinario de enfermería y el equipo de profesionales de salud, un
recuento del procesos de atención de Enfermería y que finalmente apoyarán en
los elementos necesarios para el desarrollo de un Plan de Cuidados de
Enfermería (PLACE) para las Unidades de Hospitalización y aplicable a la
atención propia de cada paciente.
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JUSTIFICACIÓN
Debido a que la adicción es una enfermedad crónica, progresiva y con múltiples
recaídas, por lo tanto comparable con las enfermedades hipertensivas y
diabéticas; caracterizada por la búsqueda y el consumo compulsivo, en ocasiones
incontrolable de drogas, que persiste a pesar de las consecuencias
extremadamente negativas, resulta fundamental enfatizar que el profesional que
atiende esta población en su práctica cotidiana actúa en favor de la atención y/o
rehabilitación; indiscutiblemente requieren de un perfil que evidencie recursos y
habilidades profesionales que incluyan el conocimiento científico, la práctica
clínica y la actualización permanente del tema, de esta manera es a través de las
intervenciones permeadas por la experiencia y el interés permanente sobre el
tema, lo que ha de permitir la co-creación de estrategias profesionales, actuales,
acertadas y frecuentes, que por sí mismas favorezcan en el/la o los (las)
paciente(s) la recuperación de la salud.
Considerando lo anterior y dado que Centros de Integración Juvenil A. C. a través
de la experiencia se ha enfocado a la prevención, tratamiento, rehabilitación e
investigación científica sobre el consumo de drogas en México, para el tema que
esta ocasión nos atañe se considera a las Unidades de Hospitalización como el
sitio en que se brindan servicios de atención curativa a través del equipo de
profesionales (Trabajador Social, Médico, Psiquiatra, Psicólogo, Enfermera),
mismos que por medio de su formación, habilidades y conocimientos en el campo
de las adicciones favorecen en el continuo, el camino hacia la recuperación del
estados de salud de los/las pacientes que se encuentran en internamiento en la
Comunidad Terapéutica. Derivado de lo anterior resulta imperioso mantener en
constante actualización el desempeño de sus funciones.
El profesional de enfermería pieza fundamental del servicio, desde su papel activo
en la promoción de la salud, la prevención del uso y abuso de las drogas y como
favorecedor de la integración social de los/las pacientes, ha de requerir un
documento en el que se plasme de manera clara acciones que den cuenta de su
proceder y que fortalezca sus intervenciones, basadas en la utilización de la
evidencia científica disponible para la toma de decisiones en el cuidado de los/las
pacientes. Lo anterior permite reconocer que el activo enfermero se encuentra en
constante adaptación cultural de acuerdo a las necesidades y experiencia
alrededor de los/las pacientes, y en la búsqueda activa por el logro de la
excelencia en su práctica profesional.
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El presente manual plantea de manera significativa la relevancia de conocer y
adherir en la práctica de enfermería un modelo que permita dar cuenta de su
actuar cotidiano, material que concentra diversas acciones que en gran medida
permitirán clarificar, fortalecer y transformar los cuidados que proporciona el perfil
de enfermería dentro de las Unidades de Hospitalización de CIJ.
OBJETIVO GENERAL
El presente documento brinda herramientas teórico-metodológicas alrededor de la
práctica de la profesión de enfermería, con el fin de fortalecer sus intervenciones y
acciones, para así encaminarlas a la promoción de la salud y la atención de la
población en las Unidades de Hospitalización de Centros de Integración Juvenil.
Objetivos Específicos:
Enmarcar el Modelo de Dorothea Orem para el trabajo del personal de
enfermería en las Unidades de Hospitalización.
Fortalecer la interrelación entre enfermería y el resto del equipo de
profesionales de salud en las Unidades de Hospitalización.
Favorecer la aplicación del Proceso Enfermero en las Unidades de
Hospitalización.
Brindar elementos que permitan la elaboración de Planes de Cuidados de
Enfermería para el tratamiento de las adicciones.
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MARCO TEÓRICO
1. LA PRÁCTICA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA EN MÉXICO
El desarrollo de enfermería y la mejora en su proceso de atención ha permitido su
fortalecimiento como disciplina, sobre todo durante la intervención e interacción en
la que participa dentro del proceso de salud/enfermedad. Circunstancia que ha
dado pauta a que poco a poco defina un rol propio, en constante interacción con
otras disciplinas. Así, se pueden distinguir dentro de la ella dos grupos
diferenciados en relación a su función, el de la responsabilidad y el de la
autonomía profesional.
Se dice que en México, la profesión de enfermería ha atravesado por cuatro
periodos, el primero de la época colonial a la independencia, caracterizada por u
matiz religioso, orientada la atención del dolor y el sufrimiento. El segundo periodo
desde finales del siglo XIX y hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, la
enfermería tiene su enfoque de auxilio social y en América Latina inicia su proceso
de profesionalización. Para el tercer periodo en que inicia la Segunda Guerra
Mundial se enfatiza el interés y responsabilidad por planes y programas de
formación, derivando en la creación de estudios pos técnicos como antecedente
de los programas de posgrado. Finalmente, el cuarto período corresponde a época
moderna, donde surgen los preceptos teóricos-científicos de los cuidados
enfermeros.
Derivado de lo anterior, se considera que la enfermería es una ciencia reconocida
desde mediados del siglo XX, que posee un cuerpo teórico conceptual propio que
sustenta sus principios y objetivos; y que se encuentra en constante renovación a
través de la investigación científica; posee además un método científico de
actuación –el PAE- que incluye técnicas y procedimientos particulares dirigidos al
cuidado de la salud de las personas (Téllez, 2012).
Una vez que se ha realizado de manera breve el recorrido histórico, se puede
apreciar la precisión sobre como la práctica enfermera se ha desarrollado y
aunque en México a diferencia de otros países el avance ha tenido un ritmo
distinto, las referencias para éste se encuentra vinculado e influenciado por
especialistas de países como Estados Unidos, Inglaterra y en gran medida
Francia.
Al identificar dificultad del personal de enfermería para lograr precisar los modelos
teóricos y entrelazarlos con la práctica y considerando que ambos se consideran
necesarios para el desarrollo de la práctica enfermera, es una circunstancia que
ésta se encuentra latente. Por ello, el presente manual y la información contenida
pretenden disminuir esta distancia, a través del planteamiento de un modelo (el
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propuesto por Dorothea Orem) y centrando en la práctica del personal de
enfermería en las Unidades de Hospitalización, con el objetivo de fortalecer la
utilización de un modelo guía en el trabajo, en el interés de mejorar la práctica,
hechos que ampliamente se reflejen en la calidad de los servicios y la experiencia
de los/las pacientes.
Sobre todo considerando que la utilización de un Modelo permite que:
La valoración se haga basándose en respuestas humanas y no en signos y
síntomas.
La atención prestada sea integral.
Se clarifique el campo de asistencia.
Lleve a cabo el proceso de atención de enfermería.
2. MODELOS Y TEORÍAS EN ENFERMERÍA
Considerar la permanente mejora en la calidad de los servicios del personal de
enfermería en sus diversos ámbitos requiere en gran medida clarificar aquellas
vertientes que han influido para el progreso de las acciones propias de la
profesión. Podemos encontrar teorías y modelos que dan cuenta del proceso por
el que se ha transitado, donde históricamente la concepción con la que
principalmente se le relacionaba era en su relación con el arte y no desde lo
relativo a la ciencia; sin embargo, es a partir de la visión y participación de
Florence Nigthingale (entre 1849 y 1854) que la idea que durante siglos había
paralizado la disciplina toma una vertiente distinta, en su interés por propugnar la
integración en un sistema interdependiente que le permitiese elaborar en el futuro
y dentro de los límites de la ciencia una síntesis doctrinal de la enfermería, sienta
las bases para normalizar la profesión, clarifica también que la función de la
enfermera es como encargada de manipular el ambiente en beneficio de la salud
del paciente y en el caso que la persona no sea capaz de cuidarse, ésta ha de
desempeñar tal rol. Esta visión permitió más adelante clarificar los conceptos de
salud y ambiente relacionados con el desarrollo de su teoría del entorno (Urra,
2009).
Posteriormente, surgieron diversas teóricas que aportaron sus conocimientos en
función de definir y explicar la esencia de los cuidados enfermeros, planteando
modelos y teorías conceptuales que forman parte de la práctica enfermera,
ejemplo de ello son Virginia Henderson y Dorothea Orem, que basan su teoría en
las necesidades humanas; a Hildegard Peplau que enfatiza en las relaciones
personales y entre otras teóricas, todas interesadas en que sus planteamientos
conformen guías de la práctica profesional.
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A la fecha pueden identificarse una amplia variedad de modelos que dan cuenta
de la profesión de enfermería, sin embargo, todos tienen su raíz en una teoría o
grupo de teorías, a través de las siguientes vertientes:
A. Modelos de sistemas. En la teoría de los sistemas, propuesta por Von
Bertalanffy (1951), se plantea que un sistema es una sola de las partes
interrelacionadas de una entidad completa, la cual persigue un propósito
específico, que también está conformado por elementos de entrada,
proceso y elementos de salida; y todos los sistemas son parte de
suprasistemas mayores (Un espacio clínico es un sistema abierto, hay
sistemas de entrada (recursos, personal y los/las pacientes), proceso
(acciones internas dentro del medio) y salida (pacientes de alta y el
personal que se moviliza) y todo forma parte de un hospital). Los modelos
de enfermería integrados por Dorothy Johnson (1952), Callista Roy (1970),
Betty Newman (1972), Rosemary Parse (1981) y Joyce Fitzpatrick (1982),
son algunos de los que corresponden a esta visión.
B. Modelos de interacción. Esta teoría enfatiza las relaciones entre la
persona y las funciones desempeñadas en la sociedad. La enfermería se
considera como una actividad social, un proceso de interacción entre la
enfermera y el paciente. Entre los modelos más reconocidos se encuentra
Hildegard Peplau (1952), Joyce Traveelbee (1966), Ida Orlando (1961) e
Imogene King (1968).
C. Modelos de desarrollo. Sus temas centrales son el crecimiento, el
desarrollo, la maduración y el cambio. Se argumenta que desde el
momento de la concepción y hasta el tiempo de la muerte, los seres
humanos se encuentran en constante evolución. Esta maduración puede
ser social, fisiológica, psicológica o espiritual, es un proceso permanente en
el que los individuos deben pasar a través de diversas etapas y con cada
transición asumen una responsabilidad personal mayor. La enfermería
implica la eliminación o la prevención de barreras que obstruyen este
proceso natural de desarrollo. Entre estos modelos puede incluirse el
trabajo de Margaret Newman (1979).
D. Modelos conductuales. Estos modelos deben mucho al trabajo de
Abraham Maslow (1959) y a su teoría relacionada con las jerarquías de las
necesidades y la motivación. Debido a esto con frecuencia se les denomina
modelos de necesidades humanas. Para estos modelos de enfermería
comúnmente los individuos funcionan en sociedades a partir de esfuerzos
propios, es decir, cubren sus necesidades, desempeñan sus actividades de
vida y asumen sus requerimientos de autocuidado. En la mayor parte de los
casos no es necesario que otros lo hagan por la persona. De esta manera,
la promoción de la independencia para cubrir las necesidades humanas
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básicas es el punto de enfoque de la actividad de enfermería. Esta
categoría incluye el trabajo de Virginia Henderson (1966), Dorothea Orem
(1995), Martha Rogers (1980), y Nancy Rogers (2000) (Cutcliffe, 2011).
De esta manera y en el interés de generar una visión mundial del cuidado de
enfermería, la salud, el entorno y la persona (metaparadigma) que favoreciera el
avance de la práctica y ciencia enfermera, las distintas teóricas se dedicaron a
alimentar presunciones acerca de cuatro elementos (cuidado: intervenciones de
enfermería, lo que hace la enfermería con, para y por la persona; salud: meta o
finalidad de la acción de enfermería; entorno: escenario donde crece, interactúa y
se desarrolla la persona; y persona: receptor de los cuidados de enfermería),
haciendo énfasis en la interdependencia y en la necesidad de encontrar fluidez e
interconexión entre ellos. Al referirse a estos cuatro elementos esenciales del
paradigma, se identifica un mayor énfasis de uno sobre otro, de acuerdo a la
postura teórica que se asuma y después a la forma en que se establezcan las
relaciones entre sí.
Derivado de la importancia de concebir estos modelos, resulta necesario precisar
que a través de dos métodos, la estrategia inductiva (a partir de la observación de
la práctica o de la experiencia personal del teórico) y la deductiva que conduce al
desarrollo de teorías a partir de las teorías existentes; la enfermería ha fortalecido
su quehacer; sin embargo datos de diferentes investigaciones pueden evidenciar
la dificultad frecuente para aplicar de forma conjunta la teoría y la práctica. Uno de
los estudios más relevantes plantea que si bien es cierto el personal de enfermería
reconoce la necesidad de basar su práctica en una teoría, en el momento de
ejercer ésta, la teoría se encuentra con limitantes circunstancia que dificulta la
interacción entre ambas (Alonso, M. y Rodríguez, L., 2000). Así, el reto desde esta
línea y para la enfermería, reside en la introducción de enfermeras clínicas en la
formulación teórica de la profesión, de tal forma que fortalezca la posición de la
enfermería entre las diferentes disciplinas.
El presente manual plantea de manera significativa la relevancia de conocer y
adherir en la práctica de enfermería un modelo que permita dar cuenta de su
actuar, así el Modelo propuesto por Dorothea Orem brinda la base teórica sobre la
cual pueden sustentarse las acciones propias de enfermería, encuadrados en el
trabajo propio de las Unidades de Hospitalización.
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3. MODELO DEL DÉFICIT DE AUTOCUIDADO PROPUESTO POR DOROTHEA
OREM
Nacida en Baltimore (1914) e interesada en los cuidados que enfermería
proporciona así como en mejorar la formación práctica, realizo múltiples
observaciones y análisis alrededor de la condición humana, lo que le permitió
delimitar la teoría de enfermería sobre el déficit de autocuidado compuesta a
su vez por tres teorías (teoría del autocuidado, teoría del déficit de
autocuidado y la teoría del sistemas de enfermería), relacionadas entre sí y
fundamentada diferentes en elementos teóricos. En su propuesta destaca que
para el uso adecuado de los detalles de la Teoría es necesario contemplar sus
tres teorías (Marriner y Raile, 2007) con la finalidad mantener la funcionalidad vital
de la persona mediante el cuidado de sí misma.
La propuesta de Orem denominada teoría de enfermería del déficit de
autocuidado es descriptivamente explicativa de la relación entre las capacidades
de acción de los individuos y sus demandas de autocuidado, o las demandas de
cuidado de los niños o adultos que de ellos dependen. Desde esta propuesta,
déficit significa la relación entre las acciones que los individuos deberían llevar a
cabo (la acción demandada) y la capacidad de acción de los individuos para el
autocuidado o el cuidado dependiente Déficit, en este contexto, debería
interpretarse como una relación, no como un trastorno humano. Los déficit de
autocuidado pueden asociarse, sin embargo con la presencia de trastornos
humanos funcionales o estructurales (Orem, 1993).
Orem, concibe al ser humano como un organismo biológico, racional y pensante;
(que) tiene la capacidad de reflexionar sobre sí mismo y su entorno, capacidad
para simbolizar lo que experimenta y usar creencias simbólicas (ideas, palabras),
para pensar, comunicarse y guiar los esfuerzos para hacer las cosas que son
beneficiosas para sí mismos y para otros (Navarro, Y. y Castro S., 2010).
Para ello, la enfermera dice Orem, debe ser capaz de lograr que el individuo
participe de forma activa en la planificación e implementación de su propia
atención de salud, teniendo en cuenta los factores básicos condicionantes del
autocuidado: la edad y estado de salud y los conocimientos que poseen de ésta,
la pertenencia al grupo social y los hábitos del medio cultural, la falta de
habilidades y hábitos, el concepto de sí mismo y la madurez de la persona.
(Citado en Rivero, et al, 2007).
En el fundamento de su teoría resaltan cinco premisas:
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1. Los seres humanos requieren estímulos continuos, deliberados, de ellos y
de su entorno para sobrevivir y funcionar de acuerdo con las leyes de la
naturaleza.
2. La actividad humana, el poder de actuar de manera liberada, se ejercita en
forma de cuidado por uno mismo y por otros para identificar las
necesidades y realizar los estímulos necesarios.
3. Los seres humanos maduros experimentan privaciones en forma de
limitaciones de la acción en el cuidado de uno mismo y los demás,
haciendo de la sostenibilidad de vida, los estímulos reguladores de las
funciones.
4. La actividad humana se ejercita descubriendo, desarrollando y trasmitiendo
maneras y medios para identificar las necesidades y crear los estímulos
para uno mismo y los otros.
5. Los grupos de seres humanos con relaciones estructuradas agrupan las
tareas y asignan la responsabilidad para ofrecer cuidado a los miembros
del grupo, que experimentan, con el fin de ofrecer estímulos requeridos,
deliberados de uno mismo y de los demás. (Marriner y Raile, 2007).
Las anteriores premisas permiten clarificar los conceptos relacionados con el
Modelo de Dorothea Orem, aunque no son las únicas. Así otros conceptos
propios de éste se refieren a:
Agente de autocuidado. Es la compleja capacidad desarrollada que permite, a
los adultos y adolescentes en proceso de maduración, discernir los factores que
deben ser controlados o tratados para regular su propio funcionamiento y
desarrollo, para decidir lo que puede y debería hacerse con respecto a la
regulación, para exponer los componentes de su demanda de autocuidado
terapéutico y finalmente para realizar las actividades determinadas para cubrir
esos requisitos a lo largo del tiempo. La agencia de cuidados dependiente es la
compleja capacidad desarrollada por los adultos responsables de hacer todo lo
anterior por las personas que dependen de ellos.
Agencia de enfermería. Es el atributo de las personas educadas y entrenadas
como enfermeras (os) que, cuando la ejercitan, les capacita para conocer y
ayudar a otros a conocer sus demandas de autocuidado terapéutico, para cubrir
las demandas de autocuidado terapéutico o ayudarles a cubrirlas por sí mismos, y
para ayudar a otros a regular el ejercicio o desarrollo de su agencia de
autocoduidado o su agencia de cuidado dependiente.
Considerando lo anterior, las personas pueden beneficiarse de la enfermería
porque están sujetas a limitaciones asociadas o derivadas de la salud, las cuales
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las hacen incapaces de mantener un autocuidado continuo. Orem fortaleció su
teoría general a través de la aplicación de tres teorías, descritas a continuación:
Teoría del autocuidado:
Describe el por qué y cómo las personas se cuidan a sí mismas. Muestra aquello
que las personas necesitan saber; qué se requiere y qué deben estar haciendo o
haber hecho por ellos mismos, para regular su propio funcionamiento y desarrollo,
provee bases para la recolección de datos. En su aspecto más sencillo, el
autocuidado puede considerarse como la capacidad de un individuo para realizar
todas las actividades necesarias para vivir y sobre vivir, Orem contempla que el
concepto de autocuidado como la totalidad del individuo, incluyendo no solo las
necesidades físicas, sino también psicológicas y espirituales, y el concepto
cuidado como la totalidad de las actividades que un individuo inicia para mantener
la vida y desarrollarse de una forma que sea normal para él. Específicamente
puede considerarse que un individuo cuida de sí mismo si realiza efectivamente
las siguientes actividades:
1. Apoyo de los procesos vitales y del funcionamiento normal.
2. Mantenimiento del crecimiento, maduración y desarrollo normal.
3. Prevención o control de los procesos de enfermedad o lesiones.
4. Prevención de la incapacidad o su compensación.
5. Promoción del bienestar.
Requisitos de autocuidado.
Al referirse a los requisitos de autocuidado precisa que éstos son comunes a todos
los seres humanos, la diferencia radica en el proceso (en enfermería) en que son
analizados y estructurados a nivel teórico para su mejor comprensión y estudio (la
enfermería añade a lo cotidiano, el aspecto profesional), por lo que hace
referencia a que el objetivo de la enfermería es “ayudar al individuo a llevar a cabo
y por sí mismo, acciones de autocuidado para conservar la salud y la vida,
recuperarse de la enfermedad y/o enfrentar las consecuencias de dicha
enfermedad”.
Finalmente es importante aclarar que aunque no todo lo relacionado con la
terminología del autocuidado se relaciona con los planteamientos de Orem, si se
consideran que hay aspectos que son una parte fundamental de la propuesta así,
los requisitos se dividen en:
a) Requisitos de autocuidado universales. Son comunes a todos los
seres humanos, abarcan requisitos físicos psicológicos, sociales y
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espirituales esenciales de la vida. Los problemas que ocurren en
estas áreas podrán conducir a estados potencialmente peligrosos
para la vida. Se considera como demandas de autocuidado que se
hacen al individuo cuando un individuo debe cubrir activamente estas
demandas mediante el empleo de habilidades que ha aprendido y
que tienen lugar en un contexto cultural apropiado.
b) Requisitos de autocuidado del desarrollo. Algunos requisitos del
desarrollo están relacionados con la producción y mantenimiento de
condiciones que apoyen los procesos vitales y promuevan el
desarrollo, es decir el progreso humano hacia niveles más altos de
organización de las estructuras humanas y hacia la maduración (vida
intrauterina y nacimiento, vida neonatal, etc.)
c) Requisitos de autocuidado de desviación. Son las asociadas o
requeridas durante los cambios del bienestar o la condición holística
personal, como resultado de algún malestar, lesión o enfermedad.
Teoría del déficit de autocuidado.
Tiene su origen en la finalidad propia de la enfermería, a saber, los seres humanos
son sometidos a limitaciones a causa de su salud, o relacionados con ella, para
ocuparse de su autocuidado o del cuidado dependiente. Postula el propósito o
enfoque del proceso diagnóstico, la demanda, las capacidades y limitaciones de
cuidado del individuo que pueden ser calculadas a fin de proporcionar el cuidado
de acuerdo a la demanda establecida y determinada, por lo tanto, la relación entre
la demanda y la capacidad puede ser identificada claramente. Es decir, describe y
explica cómo enfermería puede ayudar a las personas.
Teoría de los sistemas enfermeros (de los sistemas de enfermería):
Proporciona el contexto dentro del cual la enfermera se relaciona con el individuo,
lo diagnóstica, prescribe, diseña y ejecuta el cuidado basado en el diagnóstico de
los déficits de autocuidado. Describe y explica qué hay que mantener para que se
produzca la enfermería, a través de:
a) Sistemas de enfermería totalmente compensatorios. Opera
cuando el agente de cuidado dependiente es incapaz de decidir y
actuar. En este sentido las intervenciones de la enfermera se
dirigirán a que ella realizará el autocuidado terapéutico del paciente,
compensará la incapacidad del paciente de conseguir el
autocuidado.
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b) Sistemas de enfermería parcialmente compensadores. Cuando el
paciente necesita de asistencia para tomar decisiones, modificar un
comportamiento o adquirir un conocimiento o habilidad. Tanto el
paciente como enfermería realizan el autocuidado, la acción de ésta,
es regular el ejercicio y el desarrollo de la acción de autocuidado
hecha por el paciente o en su caso el agente de cuidado
dependiente.
c) Sistema de apoyo-educación. Este sistema es apropiado para el
paciente que es capaz de realizar las acciones necesarias para el
autocuidado y puede aprender a adaptarse a las nuevas situaciones,
pero actualmente necesita ayuda de enfermería, cuyo papel se
limitará a proporcionar la ayuda para tomar las decisiones
correspondientes a la salud así como para otorgar los conocimientos
y habilidades respectivas.
En México, las aportaciones de Orem pueden contribuir a mejorar la calidad de
vida de la población, especialmente para aquellos que presentan enfermedades
crónicas degenerativas tales como la hipertensión arterial, las cardiopatías, la
diabetes, así como la dependencia a drogas, que requieren cambios en el estilo de
vida, de tal forma que las intervenciones construidas a su alrededor permitan
disminuir las complicaciones en su salud y/o evitar que éstas aumenten.
El poner en práctica este Modelo requiere integrarse en el proceso donde los
componentes esenciales el metaparadigma de la enfermería (cuidado, persona,
salud y enfermería) sean identificables en la práctica, tal circunstancia dará pauta
al desarrollo de la profesión, específicamente en la atención a pacientes en
tratamiento para las adicciones.
De acuerdo a Tellez (2012), para Orem una pregunta crucial y fundamental a la
cual se enfrentan todas las enfermeras es cuándo y por qué puede ayudarse a la
gente a través de las actividades de enfermería, en oposición a otras opciones al
servicio humano. Al responder a esta interrogante, Orem (1980) dice que las
enfermeras podrán identificar el enfoque apropiado de su práctica, indicar las
fronteras de la intervención de la enfermería (lo cual implica para algunas
enfermeras el haber estado realizando actividades que, por lo menos para Orem,
constituían un enfoque inapropiado para ellas), e identificar el objeto de
conocimiento de la enfermería y por ende aquellos con quienes puede o debe
establecerse una relación terapéutica legitima y apropiada. Para Orem, una
premisa central de la enfermería es la siguiente:
“Las personas pueden beneficiarse de la enfermería porque están sujetas a limitaciones
asociadas o derivadas de la salud, las cuales les hacen incapaces de mantener un autocuidado
continuo o un cuidado en dependencia”.
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4. EL PAPEL DE ENFERMERÍA EN EL TRABAJO INTERDISCIPLINARIO
DENTRO DEL MODELO DE COMUNIDAD TERAPÉUTICA
Una vez encuadrado el modelo de Orem, éste permite comprender el proceso
enfermero y resaltar que el personal de enfermería generalmente es miembro de
un equipo interdisciplinario que participa en el proceso de atención de la salud-
enfermedad de las personas que sostienen un problema en el consumo de
sustancias, es necesario precisar que sus acciones se encuentran basadas en
atender a todo individuo enfermo o sano (para este contexto, enfermo), en la
ejecución de actividades que contribuyen al restablecimiento y mantenimiento de
la salud, de tal forma que durante la estancia del paciente y su tratamiento, se
facilite el fortalecimiento y utilización de los recursos que permitan al finalizar su
tratamiento, independizarse y llevar a cabo acciones propias en el cuidado y
mantenimiento de su salud.
Para lo anterior, es necesario que Enfermería sostenga la claridad del manejo de
pacientes con problemas en el consumo de sustancias, toda vez que poseen
características particulares, propias de su problema-enfermedad y con demandas
propias y acordes a su condición. Por ello y en el interés de que su práctica
favorezca el restablecimiento de un patrón saludable y una calidad de vida
aceptable en los/las pacientes, es fundamental que enfermería reconozca también
que al utilizar sus conocimientos, habilidades y actitudes frente al paciente y a su
tratamiento, estará en posibilidad de mejorar la calidad de vida y/o alcanzar
avances el bienestar óptimo.
En las Unidades de Hospitalización el tratamiento que se brinda parte de un
enfoque bio-psico-social y la función de enfermería se enmarca dentro del
proceso continuo del tratamiento a través de acciones específicas, que permiten
de forma conjunta brindar servicios que se encaminan al alcance de diversos
objetivos de la Comunidad Terapéutica, así para el tratamiento de personas con
problemas en el consumo de sustancias en su modalidad residencial, la idea base
de la Comunidad Terapéutica considera a éste como un espacio que permite la
interacción de distintos profesionales y pacientes; de acuerdo a Jones (2009)
también describe las tareas de grupos específicos, donde desempeñan roles
respectivos los profesionales y usuarios no asimétricos, aunque sí distintos,
complementarios pero sobre todo, muy explícitos.
En la Comunidad Terapéutica además de los objetivos particulares que se
delimitan con los/las pacientes, reviste interés especial las características
asignadas a cada profesional. En el caso de enfermería como parte del equipo de
salud, su labor desempeña un elemento fundamental, al considerar que el
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cuidado que proporciona al paciente y a la familia a través de la colaboración y
motivación se construye en concordancia con el equipo interdisciplinario.
Enfermería desde su lugar utiliza sus conocimientos, habilidades y actitudes para
conocer, comprender, diagnosticar y tratar las respuestas de los/las pacientes a
los problemas reales y/o potenciales derivados del consumo de drogas, con el fin
de mejorar la calidad de vida o conseguir el bienestar óptimo de éste. (Sanoguera.
M. 2004)
La revisión bibliográfica permite identificar el papel de enfermería dentro de la
Comunidad Terapéutica desde distintas miradas, ejemplo de ello lo representan
las Comunidades en Chile, donde el papel de la enfermera la proporcionan
técnicos en tratamiento y rehabilitación (Espinoza y Villar, 2013) o en el caso de
Cuba (Barrientos, G., Cala, M. y Bataillo, A. 1999) donde se resalta de forma
importante la labor del profesional en el tiempo de estancia dentro de la
Comunidad Terapéutica, lo anterior refleja que la enfermería se desarrolla acorde
al contexto y a los lineamientos que cada país o institución delimita, pero siempre
resaltando el papel activo de enfermería.
En las Unidades de Hospitalización, y siguiendo los planteamientos de la Guía
técnica para UH, se considera que dentro de la CT los “… profesionales
desempeñarán los roles que van desde la asistencia en el proceso de auto-
descubrimiento y cambio, en tanto conocedores del camino (estructura del
programa y etapas) y de la forma de adaptarlo para crear oportunidades de
aprendizaje, hasta el mantenimiento de la integridad de las jerarquías semejante-
personal y a la protección de la cadena comunicacional, pasando por la
consejería relacionada con las necesidades individuales de cada residente, la
supervisión de las actividades (programa clínico, organización diaria de
actividades psicoeducativas, terapéuticas y laborales) y del mantenimiento del
proceso de auto-ayuda” (2012) . Lo anterior coincide con el Modelo de Dorothea
Orem, que establece que para enfermería sus acciones estarán encaminadas al
contexto y las necesidades del tratamiento y recuperación de la población, pero
favoreciendo el autocuidado en los/las pacientes.
Así, enfermería en su papel activo e interactuante tiene delimitadas sus
actividades dentro de la UH que abarcan desde la recepción del paciente, la toma
de signos vitales, ministración de medicamentos, actividades necesarias para el
funcionamiento de la CT y psicoeducativas (pláticas, yoga, jardinería, actividades
deportivas, de destreza mental), de tal forma que su presencia e intervención
permite que el tratamiento dentro de la Comunidad Terapéutica sea constante,
con el EMT y con los residentes a través de acciones que favorecen la
construcción de acciones propias para el acompañamiento de los/las pacientes.
15
De esta manera al profesionalizar el actuar de enfermería dentro de las Unidades
de Hospitalización se favorecerá que los diagnósticos e intervenciones respecto a
los/las pacientes sea acordes con las acciones de la enfermera (o), quien además
de realizar actividades que promuevan la salud, fomentará que los/las pacientes
participen de forma directa y activa en la recuperación de ésta, a través de la
psicoeducación y el aprendizaje constante.
5. PROCESO DE ATENCIÓN DE ENFERMERÍA (PAE)
Un instrumento que permite el desarrollo de la práctica de enfermería corresponde
a la aplicación del método científico, conocido como Proceso de Atención de
Enfermería (PAE), método ordenado y sistemático para la planificación y ejecución
de los cuidados, formado por cinco etapas (valoración, diagnóstico, planificación,
ejecución y evaluación) que más adelante se describirán. Este término aparece en
los escritos de enfermería a mediados de 1955, cuando Lidia Hall describía a la
enfermería como un proceso sin embargo su análisis tardó varios años en tener
aceptación como parte del cuidado integral de enfermería. Para 1967, Yura y
Walsh crearon un primer texto que describía el proceso enfermero en cuatro fases:
valoración, planeación, ejecución y evaluación. Blodi en 1974 y Roy en 1975
añadieron la fase de diagnóstico, dando lugar a un proceso compuesto por cinco
fases. Éste como instrumento, herramienta o método para la práctica, ha sido el
modelo predominante en la clínica en enfermería desde hace más de veinticinco
años y es uno de los temas por considerar en el análisis de teorías y modelos de
enfermería.
El proceso como eje de todos los abordajes enfermeros, promueve cuidados
humanísticos centrados en objetivos (resultados) eficaces. También impulsa a las
enfermeras a examinar continuamente lo que hacen y a plantearse cómo
pueden mejorarlo.
Para la prestación de cuidados a través del PAE es necesario definir las etapas
del proceso en que se fundamentan las acciones de la enfermería:
a) Valoración: en ella se realiza la valoración del estado de salud de la
persona, familia o comunidad y tiene como propósito recoger, organizar y
validar información, cuando se realiza de forma exhaustiva se facilita la
evaluación de salud y el diagnóstico enfermero. Se realiza a través de la
entrevista, la observación y exploración física céfalo-caudal. La enfermera
obtiene los datos de salud del paciente a través de la recolección de
información derivada de la entrevista y técnicas de exploración. El proceso de
recolección de datos es sistemático y continuo. La valoración debe permitirle
16
a la enfermera expresar su conclusión y ser un vehículo de comunicación
entre los miembros de salud.
b) Diagnóstico de enfermería. Es un juicio clínico sobre las respuestas de la
persona, familia o comunidad ante procesos vitales o problemas de salud
reales o potenciales que son la base para la selección de intervenciones, y el
logro de los objetivos que la enfermera responsable de la persona puede
alcanzar. La enfermera analiza los datos de la valoración para determinar los
diagnósticos y los jerarquiza de acuerdo a un orden de importancia.
c) Planeación. Etapa en la que se establecen las estrategias para prevenir,
minimizar o corregir los problemas detectados en el diagnóstico o para
promocionar la salud. En esta etapa se determinan los resultados esperados e
intervenciones independientes e interdependientes, entendiendo las primeras
como aquellas que realiza el profesional de enfermería sin que exista por
medio de una indicación médica y las segundas realizadas en coordinación con
otros miembros del equipo de salud. La enfermera plantea los resultados
esperados que derivan de los diagnósticos, tomando en cuenta que estos
deben ser evaluados en su turno. Los resultados son realistas de acuerdo a las
capacidades de la enfermera y el paciente.
d) Ejecución. Etapa en la que pone en práctica el plan de cuidados de
enfermería para lograr los resultados específicos y consta de tres fases:
preparación, ejecución y documentación. La enfermera desarrolla un plan de
cuidados que prescribe intervenciones independientes y realiza otras
interdependientes para alcanzar los resultados esperados y darle continuidad a
los turnos. La enfermera implementa intervenciones identificadas en el plan de
cuidados de forma segura y adecuada para la resolución del problema.
e) Evaluación. Es la última etapa del proceso y se define como la comparación
planificada y sistematizada entre el estado de salud del paciente y los
resultados esperados. Evaluar, es emitir un juicio sobre un objeto, acción,
trabajo, situación o persona, comparándolo con uno o varios indicadores. La
enfermera evalúa y registra el progreso del paciente hacia la consecución de
los resultados, como un proceso sistemático, continuo y dinámico (SSA, 2012).
El PAE, requiere en gran medida que la formación enfermera desde sus orígenes
fluctúe a través de las diferentes herramientas y habilidades propias de la
formación y enriquecidas a través de la experiencia clínica.
17
Es de suma relevancia mencionar que de acuerdo a los planteamientos que
sustentan el Modelo planteado por Orem, se presenta un análisis con respecto a la
forma en que puede aplicarse el PAE en el tratamiento de pacientes con
problemas en el consumo de sustancias (anexo 1), permite además identificar las
fases que son aplicables el Modelo de enfermería del déficit de autocuidado.
Así, es tarea de la enfermera la construcción de cada proceso con los/las
pacientes, de tal forma que éste permita el logro de los resultados esperados en el
tratamiento que previamente se haya determinado.
6. INTERRELACIÓN DE LOS DIAGNÓSTICOS ENFERMEROS Y EL EQUIPO
DE PROFESIONALES DE SALUD
Anteriormente se hizo referencia al proceso bajo el cual se ha enmarcado la
relevancia del desarrollo de la profesión de enfermería y de la división de su
actuar: el de la responsabilidad y de la autonomía profesional, circunstancia
que da pauta a que la profesión fortalezca su proceso de autonomía (entendida
como la asimilación de aspectos propios de la profesión) y su colaboración con un
equipo de trabajo. El papel enfermero al estar rodeado de múltiples actividades
requiere que éstas se clasifiquen en tres tipos de intervenciones:
Intervenciones dependientes: Entendidas como las actividades que realiza el
personal de enfermería por prescripción de otro profesional de la salud en el
tratamiento de los/las pacientes, de acuerdo al ámbito de competencia de cada
integrante del personal de enfermería.
Actividades Interdependientes: Corresponde a las actividades que se basan en
la colaboración con otros profesionales sanitarios, fundamentalmente los médicos.
Se caracteriza por ser una dimensión curativa o interdependiente en la que se
comparten las responsabilidades de actividades técnicas o médicas dirigidas a
combatir la enfermedad. Es decir de comparte un problema interdependiente.
Actividades independientes: Se refiere a aquellas funciones que llevan a cabo
las/los enfermeras por sí mismas/os y se relación con las respuestas humanas
ante una determinada situación de salud-enfermedad. Al ser cuidador/a
independiente la/el enfermera/o asume la responsabilidad en cuestión de carácter
psicológico o emocional, dirigida al autocuidado del paciente y a la satisfacción de
sus necesidades. Por lo que es necesario que en el ambiente (UH) en que se
desempeñe la praxis de la enfermería se delimite y clarifiquen éstas.
Esta división permite evidenciar que la enfermería al consolidarse como disciplina
de manera permanente interactúa con otras áreas, en el interés de diferenciarse y
18
al mismo tiempo de contribuir con otras áreas en pro del alcance de la salud de
cada paciente. Basta redundar que sus acciones no se generan ni aplican de
forma aislada, por el contrario en tanto la enfermera o enfermero alcancen a
delimitar estas acciones será posible, adoptar un lenguaje y actuar propio, a la vez
que enriquece su interacción con el resto del equipo de profesionales de salud.
Un aspecto que resalta en el proceso, es el correspondiente al diagnóstico, que
refleja la base de los cuidados que enfermería proporciona y que permitirán a la
enfermera/o una clasificación propia de su actuar, facilitando la comunicación de
sus cuidados con el resto del equipo, así como favorecer la continuidad de sus
cuidados (el siguiente apartado precisará respecto a éstos).
7. DIAGNÓSTICOS ENFERMEROS (NANDA-I) Y SU INTERRELACIÓN CON LA
NIC Y LA NOC
Una vez que surge la necesidad de encontrar la vía para describir los cuidados
que enfermería realiza, profesionales del área destinaron acciones para que a
través del intercambio de conocimientos se pudieran agrupar las actividades que
caracterizan el desempeño de la enfermera, de lo anterior surge la definición y
clasificación de los diagnósticos de enfermería (actualmente NANDA-I), y en el
interés de desarrollar un vocabulario y una clasificación de intervenciones
enfermeras surge la NIC (Clasificación de Intervenciones de Enfermería) donde el
centro de interés corresponde a la conducta de la enfermera es decir, todo aquello
que la enfermera realiza para ayudar al paciente a avanzar hacia un resultado
deseado ( o cualquier tratamiento basado en el conocimiento y juicio clínico).
Éstas incluyen todas las intervenciones ejecutadas por las enfermeras, tanto de
los cuidados directos como los cuidados indirectos, dirigidas a los individuos, las
familias o la comunidad, ya sean tratamientos iniciados por las enfermeras, por los
médicos o por otros profesionales (Johnson, M., et al. 2012). Por su parte la NOC
(Clasificación de Resultados de Enfermería) por su parte sirve como criterio para
juzgar el éxito de una intervención enfermera, puede utilizarse para controlar el
progreso, o ausencia de progreso, a lo largo de un proceso de cuidados, y a
través de diferentes entornos de cuidados (Téllez, 2012).
Este planteamiento permite identificar la necesidad de evidenciar el vínculo
NANDA I, NIC Y NOC (NNN), como parte del proceso de enfermería. Un vínculo
se puede definir como aquel que dirige las relaciones o asociaciones de los
conceptos. Los vínculos entre la NANDA-I y los resultados NOC sugieren la
relación entre el problema del paciente, su estado actual y los aspectos del
problema o el estado que se espera resolver o mejorar con una o varias
intervenciones. Los vínculos entre los diagnósticos de la NANDA-I y las
intervenciones NIC sugieren las relaciones existentes entre el problema del
19
paciente y las acciones de enfermería que resolverán o disminuirán el problema.
Los vínculos entre los resultados NOC y las intervenciones NIC sugieren un
conjunto de relaciones similares centradas en la resolución del problema y las
acciones de enfermería dirigidas a la resolución del problema, es decir, el
resultado sobre el cual se espera que influyen las inferencias (Johnson, M. et al.
2012).
El diagnóstico NANDA-I es el punto de partida para establecer los vínculos. Se
incluyen los resultados NOC sugeridos así como las interacciones NIC asociadas
a cada diagnóstico. Por lo que es necesario que durante el proceso se considere
que:
Debe tenerse actualizada la terminología de los tres lenguajes para reflejar
los cambios introducidos en las ediciones utilizadas por cada uno de ellos.
Otros profesionales de enfermería revisen constantemente los vínculos.
Pueden usarse juntos o por separado. Juntos representan el dominio de
la enfermería en todas las situaciones y especialidades posibles.
Ayuda a las enfermeras clínicas a seleccionar los resultados más
adecuados para los diagnósticos de enfermería en sus pacientes, de tal
forma que los vínculos de NOC y NIC a NANDA-I y diagnósticos médicos
interaccionen en el proceso de atención de enfermería a través de un
soporte para el razonamiento crítico y la calidad de los cuidados enfermeros
(Johnson, M. et al., 2012).
La construcción de un diagnóstico implica un proceso en la toma de decisiones
clínicas, en los que intervienen pensamientos que permiten el uso de conceptos,
reconocer patrones, crear significados, aunado a la capacidad de entrelazar
información procedente de diferentes medios, formando un todo coherente en la
atención del paciente consumidor de sustancias.
Finalmente, producto de ello es la elaboración de un Plan de Cuidado de
Enfermería que reflejará a través todas y cada una de las acciones que vinculan a
la profesión y fortalecen su proceder, acorde a las necesidades del paciente.
8. ELABORACIÓN DE UN PLAN DE CUIDADOS DE ENFERMERÍA (PLACE) EN
ADICCIONES
Como se ha dicho previamente, se considera a la enfermería como el medio para
lograr los cuidados que requiere un paciente, sobre todo desde el modelo
planteado (Del déficit de autocuidado), adicional a la participación de individuo
(dentro de la circunstancias que su condición le permita) que facilita el camino
hacia la recuperación de su salud. Para el desarrollo de su función, la enfermería
se desenvuelve en diferentes contextos, y para la circunstancia que nos involucra,
20
su vínculo y aplicación clínica corresponde al problema en el consumo de
sustancias, ante lo cual como se ha dicho previamente, se requiere contar con
elementos claros acerca del tema y de los diversos aspectos que se encuentran a
su alrededor. Derivado de la temática se resalta la importancia que el personal de
enfermería sea consciente de su actuar y sensible a la problemática de los/las
pacientes.
Como parte del proceso de enfermería y en su actuar cotidiano se realiza un
énfasis especial en la idea de la motivación y la percepción sobre los cuidados:
“con la motivación, motivamos a las personas a hacer aquello que ella haría si
tuviese la voluntad (motivación) para hacerlo”. En el interés en la prevención,
atención, intervención, rehabilitación y reinserción social de los/las pacientes con
problemas en el consumo de sustancias y considerando que ésta problemática se
ha incrementado, se considera que es necesario redoblar los esfuerzos que
faciliten los cuidados que se brinden desde el perfil de enfermería.
Para ello, la creación de planes de cuidado que se encuentran en la aplicación del
proceso enfermero, permite unificar criterios en la atención, aportar una mejor
comunicación con los/las pacientes y entre los profesionales, favoreciendo la
continuidad de los cuidados, fomentando la formación para el desarrollo de la
profesión y facilitando la aplicación del proceso enfermero en su aplicación y
registro (Benito, M., et al. 2011).
Por lo anterior y considerando su funcionalidad los PLACE’s deberán cubrir las
siguientes premisas:
1- Servir para mejorar la calidad científico-técnica de los cuidados que se prestan.
2- Proporcionar a los/las enfermeros/as herramientas que les permitan, desde la
perspectiva del cuidado, un abordaje integral y continuo de los diferentes
problemas que plantea la población.
En México la Comisión Permanente de Enfermería, perteneciente a la Secretaria
de Salud a través de una ardua convocatoria y reconocimiento del trabajo propio
de la enfermería se dio a la tarea de platear lineamientos para la elaboración
adecuada de los PLACE’s y aunque no suscriben de forma específica la atención
y tratamiento de las adicciones, si persiguen el objetivo de brindar a la población
un mejor servicio, permeado sobre todo por la calidad en el servicio. Producto de
lo anterior, es la creación de un lineamiento general para la elaboración de Planes
de Cuidado de enfermería y a la fecha dos Catálogos Nacionales de Planes de
Cuidado de Enfermería.
21
El lineamiento general refiere que: “…De acuerdo a Griffith-Kenney y Christensen,
el PLACE “Es un instrumento para documentar y comunicar la situación del
paciente/cliente, los resultados que se esperan, las estrategias, indicaciones,
intervenciones y la evaluación de todo ello”. Existen diferentes tipos de planes de
cuidados, entre los que destacan los siguientes:
Individualizado: Permite documentar los problemas del paciente, los objetivos del
plan de cuidados y las acciones de enfermería para un paciente concreto. Se tarda
más tiempo en elaborar.
Estandarizado: Según Mayers, es un protocolo específico de cuidados, apropiado
para aquellos pacientes que padecen los problemas normales o previsibles
relacionados con el diagnóstico concreto o una enfermedad”.
Estandarizado con modificaciones: Permite la individualización al dejar abiertas
opciones en los problemas del paciente, los objetivos del plan de cuidados y las
acciones de enfermería.
Computarizado: Requieren la captura previa en un sistema informático de los
diferentes tipos de planes de cuidados estandarizados, son útiles si permiten la
individualización a un paciente concreto. (SSA, 2012).
Considerando lo anterior y de acuerdo a los objetivos que persigue el presente
Manual, se enumeran los puntos para la elaboración de un plan individualizado, de
tal forma que permitan a enfermería conocer las acciones, para que a través de su
experiencia y apego al método propio sean capaces de plasmar en un documento
su actuar, en este caso en la atención de pacientes con problemas en el consumo
de sustancias.
Cabe resaltar que el presente Manual no considera a profundidad las acciones
propias de la enfermería dentro de las Unidades de Hospitalización toda vez que
su interés principal se centra en que la aplicación del método y modelo propio que
contribuya al desarrollo del profesional, apoyado en su respectivo Plan de
Cuidados de Enfermería.
Los siguientes pasos hacen referencia a los lineamientos establecidos por la
Comisión permanente de enfermería, instancia rectora de las actividades propias
de Enfermería a nivel Nacional, la cual plantea que para la elaboración de un
PLACE, es necesario que:
1. En un primer momento se deberá identificar el proceso vital o manejo
terapéutico prevalente,, dirigido al individuo, familia o comunidad (Para los
objetivos planteados en la institución éste corresponde al tratamiento de las
Adicciones)
2. Construir un diagnóstico de Enfermería.
22
a. Identificar respuestas humanas que puede presentar la persona ante
un problema de salud, proceso vital o manejo terapéutico, pueden
ser de tipo fisiológico, de percepción, de sentimientos y de conducta,
ejemplo “Protección inefectiva".
b. Referirse a la segunda parte de a Taxonomía II, de diagnósticos
enfermeros: Definición y clasificación NANDA
c. Situarse en el esquema de dominios y clases.
d. Seleccione el o los dominios correspondientes a la función vital o en
riesgo potencial. Ejemplo: Domino 11 Seguridad/Protección.
e. Selecciona la clase correspondiente al área o localización de la
función en la que se ubica la función vital o en riesgo potencial.
Ejemplo: clase 2 Lesión física.
f. Seleccione la etiqueta diagnóstica que corresponda. Ejemplo:
Dominio 11 seguridad/protección
Clase 2 Lesión física.
Etiqueta diagnóstica (ED) Protección inefectiva.
Código 000043
g. Una vez definida la etiqueta diagnóstica referirse a la primera parte
del libro (NANDA I), buscar por orden alfabético el eje diagnóstico
como el elemento principal de la misma.
h. Cuando localice la etiqueta diagnóstica encontrará lo siguiente:
Etiqueta Diagnóstica (ED) Protección inefectiva
Año en que fue aceptada la etiqueta diagnóstica en la NANDA I
Nivel de evidencia (NDE)
Número de código. Ejemplo 000043.
Definición de la etiqueta diagnóstica. Ejemplo: disminución de la
capacidad para autoprotegerse de amenazas internas y externas,
como enfermedades o lesiones.
Características definitorias o evidencias clínicas personales que
pueden modificar el estado de salud o influir en el desarrollo de un
problema (etiología o causa a la respuesta humana alterada):
La construcción lógica de un diagnóstico real es: Etiqueta
Diagnóstica (ED), Factor relacionado (FR) y Características
Definitorias (CD).
La construcción lógica de un diagnóstico de riesgo es: Etiqueta
diagnóstica (ED) y Factor de riesgo (FR).
La construcción lógica de un diagnóstico de salud o bienestar es:
Etiqueta diagnóstica (ED) y Características Definitorias (CD).
Los conectores relacionados con (R/C) y manifestado por (M/P) son
empleados para darle construcción semántica a la oración del
23
diagnóstico. Ejemplo: Protección inefectiva R/C proceso infeccioso
pulmonar M/P fiebre, aumento de leucocitos y esputo purulento.
Tanto los factores relacionados y las características definitorias
serán seleccionado según la prioridad correspondiente al plan de
cuidados de enfermería que se está elaborando.
NOTA: Todos los diagnósticos de riesgo tienen como característica
principal que las etiquetas diagnósticas inician con riesgo de y los
diagnósticos de salud inician con disposición para.
3. Selección de resultados. Los resultados representan los estados,
conductas o percepciones del individuo, familia o comunidad ante la
intervención profesional de enfermería. Para su selección utilizar la
Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC). La búsqueda del
resultado esperado se puede realizar de cuatro formas:
Por relación NOC_NANDA
Por taxonomías
Por especialidad
Por patrones funcionales
a) En la metodología de este lineamiento la propuesta es por relación
NOC-NANDA. Referirse a la sección Relaciones NOC_NANDA (4ª.
parte del libro) de la 3ª. edición.
b) Identifique la etiqueta diagnóstica
c) De los resultados sugeridos u opcionales seleccione el o los que den
respuesta a la etiqueta diagnóstica o a los factores relacionados.
d) Busque el resultado seleccionado por orden alfabético en la 3ª. parte
del libro donde encontrará los siguientes elementos:
Resultado y código. Ejemplo: Severidad de la infección, código 0703
Dominio y clase (no aplican para este lineamiento)
Escala. Cada resultado debe tener implícita la escala de medición a
utilizar, aunque puede darse el caso que los resultados utilicen la
misma escala de medición es: grave 1, sustancial 2, moderado 3,
leve 4, ninguno 5 (existen trece tipos de escala Likert)
Definición. Sirve como referente para interpretar el resultado (No
aplica para este lineamiento)
Puntuación diana del resultado. Es un primer puntaje basado en la
valoración clínica previa a la intervención de enfermería (mantener a
0 y un segundo puntaje hipotético basado en lo esperado posterior a
la intervención de enfermería (aumentar a).
NOTA: Ambos puntajes solo pueden ser determinados en la atención
individualizada a la persona, familia o comunidad expresada en los
registros clínicos de enfermería.
24
e) Seleccione los indicadores. Unidades medibles derivadas de la
respuesta humana y serán seleccionadas con base a las
características definitorias del diagnóstico o factor relacionado.
Ejemplo: esputo purulento, fiebre y aumento de leucocitos.
NOTA: Algunos indicadores dependiendo del estado de salud de la
persona podrán aparecer en la lista de indicadores propuestos por la
NOC por lo que es recomendable incluirlos, sustentándolos con un
nivel de evidencia científica.
4. Selección de intervenciones de enfermería. Las intervenciones de
enfermería son los tratamientos basados en el criterio y el conocimiento
clínico que realiza un profesional de enfermería para mejorar los resultados
de la persona, familia o comunidad.
La selección de las intervenciones se realizará con base en la Clasificación
de Intervenciones de Enfermería NIC:
Se puede realizar de tres formas:
Por taxonomía.
Por relación NIC-NANDA
Por especialidad
La estructura de este lineamiento emplea la selección de intervenciones por
Relación NIC-NANDA
a) Buscar por orden alfabético la etiqueta diagnóstica de las
intervenciones de la NIC relacionadas con los diagnósticos de la
NANDA I en la 4ª. parte del libro, en donde encontrará:
Etiqueta diagnóstica. Ejemplo. Protección inefectiva
Definición de la etiqueta diagnóstica
Intervenciones de enfermería sugeridas u opcionales adicionales
para la resolución del problema.
b) Con base en la etiqueta diagnóstica o factor relacionado, selecciona
la o las intervenciones. Ejemplo: administración de medicamentos
I.V., protección contra las infecciones.
c) Busque las intervenciones seleccionadas por orden alfabético
ubicadas en la clasificación.
d) Una vez identificada seleccionar las actividades de enfermería
acordes a la infraestructura, recursos y competencia profesional.
e) Para llevar a cabo las actividades planeadas es importante
considerar la aceptación del paciente.
NOTA: Si se considera alguna intervención o actividad no incluida en
la Clasificación de Intervenciones de Enfermería se podrá registrar
en el plan de cuidados de enfermería siempre y cuando tengan nivel
de evidencia clínica.
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Hay que recordar que el Plan de Cuidados de Enfermería deberá ser sustentado
con bibliografía científica correspondiente y en un proceso de constante
actualización. La creación entonces del Plan de Cuidados de Enfermería, refleja el
proceso enfermero, un método sistematizado de brindar cuidados humanistas
centrados en el logro de objetivos (resultados esperados) de forma eficiente. Es
también sistemático porque consta de cinco pasos (valoración, diagnóstico,
planificación, ejecución y evaluación) durante los cuales el profesional lleva a cabo
acciones deliberadas para lograr la máxima eficiencia y conseguir a largo plazo
resultados beneficiosos. Es humanista porque se basa en la idea de que, mientras
planificamos y brindamos los cuidados, debemos considerar los intereses, ideales
y deseos íntimos del paciente, de los cuidados de salud (la persona, la familia o la
comunidad). El proceso enfermero entonces, complementa lo que hacen los
profesionales de otras disciplinas al centrarse en la respuesta humana, es decir,
cómo responde la persona a los problemas médicos, los tratamientos y los
cambios en las actividades de la vida diaria.
Finalmente es importante resaltar que como parte de las actividades del personal
de enfermería se cuenta con una hoja propia y que la propuesta del presente
Manual es considerar la existencia del formato del PLACE donde para su llenado
requiere que:
En las etiquetas diagnósticas más habituales de cada unidad, las de uso
cotidiano por los profesionales, se considere que serán ellos (Enfermería de
las UH), los que las determinen; ello permitirá a todos los profesionales
familiarizarse con la terminología y facilitar su registro.
También se incluirán las intervenciones más frecuentes para que,
igualmente sea fácil y rápido su registro.
Idéntica dinámica seguirán los resultados enfermeros.
En todas las unidades y a disposición de todos los profesionales estará
toda la documentación de apoyo a la historia y al manejo de los planes de
cuidados (NANDA, NIC y NOC), de modo que sirva de consulta permanente
para aclarar las dudas relativas a los problemas menos habituales en las
unidades, con sus intervenciones y resultados.
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ANEXOS
27
ANEXO 1. PERSPECTIVA GENERAL DEL PROCESO DE ENFERMERÍA
USANDO EL MODELO DE ENFERMERIA DE OREM
ANEXO 2.
Diagnóstico de Enfermería (Valoración):
Obtener información del paciente
Analizar los datos/la información.
Emitir juicios sobre el paciente/la
familia
Formular/explicar la naturaleza y
causas de la demanda de
autocuidado terapéutico del
paciente
Determinar el desarrollo, operación
y educación de la agencia d
autocuidado del paciente
Determinar la presencia de
demandas de autocuidado
presentes y futuras del paciente.
Prescripción de enfermería
(Planificación)
Emitir juicios prácticos sobre
los cuidados que
pueden/deberían
proporcionarse para cubrir los
requisitos de autocuidado para
el paciente
Regular el ejercicio y desarrollo
de la agencia de autocuidado
del paciente.
Control de los casos
(Evaluación/auditoria)
Planificar y controlar el conjunto
del proceso de enfermería
Dirigir, controlar y evaluar todos
los aspectos del proceso de
enfermería
Asegurar que el proceso de
enfermería es efectivo y dinámico.
Tratamiento/regulación de enfermería
(intervención)
Usar medidas válidas y
fidedignas para satisfacer los
requisitos de autocuidado del
paciente a fin de asegurar un
funcionamiento y desarrollo
saludables.
Asegurar que la agencia de
autocuidado del paciente se
desarrolle al máximo
Asegurar que se instituye la
retroalimentación y evaluación
DIAGNÓSTICO
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ANEXO 2. METODOLOGIA PARA LA ELABORACIÓN DE PLAN DE
CUIDADOS DE ENFERMERÍA, UTILIZANDO LA TAXONOMÍA NANDA, NOC Y
NIC
PASO 1 PASO 2 PASO 3 PASO 4 PASO 5 PASO 6 PASO 7 Identificar: El perfil epidemiológico (morbi-mortalidad) prevalente. Las principales demandas de atención (ingresos, egresos, consultas) de los usuarios de los servicios de salud. Principales causas de eventos adversos e infecciones nosocomiales Principales eventos incluidos en el CAUSES.
Identificar la repuesta humana, el dominio y la clase alterada, con base en la Taxonomía NANDA
Seleccionar las etiquetas diagnósticas prioritarias considerando la respuesta humana al problema de salud.
Estructurar los diagnósticos de enfermería, los cuales podrán ser reales, de riesgo, de salud o bienestar, considerando el formato NANDA
Establecer el resultado (objetivo) que se espera lograr con la intervención de enfermería, con apoyo de la clasificación de los resultados de enfermería (NOC)
Seleccione el o los indicadores con su respectiva escala de medición de acuerdo a la Clasificación de los resultados de enfermería NOC. Sumar indicadores La Puntuación Diana Se hará un primer puntaje basado en la valoración clínica previa a la intervención de enfermería (mantener a:) y un segundo puntaje hipotético basado en lo esperado posterior a la intervención de enfermería (aumentar a:) Ambos puntajes solo pueden ser determinados en la atención individualizada a la persona, familia o comunidad expresada en los registros clínicos de enfermería.
Determinar las intervenciones prioritarias para el logro del objetivo o criterio de resultado, basándose en las intervenciones establecidas en la Clasificación NIC. Seleccionar las actividades prioritarias. Si es necesario añadir nuevas actividades congruentes con la intervención.
Ejemplo: Cáncer
Ejemplo: Dominio 11: Confort Clase 1: Confort físico Dolor agudo Dolor crónico Nauseas Disposición para mejorar el bienestar Clase 2 Confort ambiental
Ejemplo: Dominio 11: Confort Clase 1: Confort físico Dolor crónico dolor Crónico Nauseas Disposición para mejorar el bienestar Clase 2 Confort
Ejemplo: Real: Etiqueta diagnóstica R/C Factor relacionado M/P Características definitorias Dolor crónico r/c incapacidad física crónica m/p conducta de defensa, irritabilidad y agitación. De riesgo: Etiqueta diagnóstica R/C Factores de riesgo De salud o bienestar Etiqueta diagnóstica M/P Características definitorias
Ejemplo: Dolor crónico Efectos nocivos Dolor: Respuesta psicológica adversa Nauseas, vómitos: Efectos nocivos Nivel de dolor Severidad de las náuseas y vómitos Severidad de los síntomas: peri menopausia Severidad de los síntomas
Ejemplo: Resultado: Nivel de dolor Indicador: Dolor referido Escala: 1. Gravemente comprometido 2. Sustancialmente comprometido 3. Moderadamente comprometido 4. Ligeramente comprometido 5. No comprometido Puntuación Diana: Mantener a: Aumentar a:
Ejemplo: Dolor crónico Intervenciones Acupresión aplicación de calor o frio Aromaterapia Contacto terapéutico Estimulación cutánea Estimulación nerviosa Manejo de las náuseas Manejo del dolor Manejo de prurito Actividades Realizar valoración exhaustiva del dolor Observar claves no verbales de molestias Considerar influencias culturales, etc.
Fuente: Comisión permanente de enfermería Secretaria de Salud, 2012.
29
ANEXO 3. FORMATO PARA LA ELABORACIÓN DEL PLAN DE CUIDADOS DE
ENFERMERÍA EN UNIDADES DE HOSPITALIZACIÓN DE CIJ
PLAN DE CUIDADOS DE ENFERMERÍA DIAGNÓSTICO DE ENFERMERÍA
(NANDA ) CLASIFICACIÓN DE RESULTADOS DE ENFERMERÍA ( NOC )
Dominio: Clase: RESULTADO (NOC) INDICADORES ESCALA DE MEDICIÓN PUNTUACIÓN DIANA
ETIQUETA PROBLEMA: FACTORES RELACIONADOS (M/P): CARACTERÍSTICAS RELACIONADAS (R/C) PROBLEMA DE COLABORACIÓN:
1. Gravemente comprometido 2. Sustancialmente comprometido 3. Moderadamente comprometido 4. Ligeramente comprometido 5. No comprometido
Mantener a: Aumentar a:
CLASIFICACIÓN DE INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA (NIC)
INTERVENCIONES (NIC)
INTERVENCIONES (NIC)
ACTIVIDADES ACTIVIDADES
INTERVENCIONES DEPENDIENTES (De prescripción médica)
INTERVENCIONES INTERDEPENDIENTES
RESPONSABLE
30
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