la teoria de las membranas en la historia de la medicina

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  • La teora de las membranasen la historia de la medicina

    Marie Franois Xavier Bichat (1771-1802)Su Segundo Centenario

    Prlogo del Dr. Federico Prgola

    JULIO RAFAEL CONTRERAS ROQU

    Fundacin de Historia Natural Flix de AzaraArgentina - Paraguay

    Buenos Aires

    2005

  • Edicin ImpresaConstruccin y diseo a cargo de Libronauta Argentina S. A.

    2005 by Fundacin de Historia Natural Flix de AzaraTte. Gral. Juan D. Pern 2933 - Ciudad Aut. de Bs. As., Argentina.

    Queda hecho el depsito de Ley 11.723ISBN 987-22121-1-2

    Edicin DigitalConstruccin y diseo a cargo de Libronauta Argentina S. A.

    2005 by Fundacin de Historia Natural Flix de Azara 2005 by Libronauta Argentina S. A.Per 267 - Ciudad Autnoma de Buenos Aires, Argentina.

    Queda hecho el depsito de Ley 11.723ISBN 987-22121-0-4

    Reservados todos los derechos.Queda rigurosamente prohibida sin la autorizacin por escrito de LibronautaArgentina S. A., la reproduccin total o parcial de esta obra, por cualquiermedio o procedimiento includos la reprografa y el tratamiento informtico.

    Contreras Roqu, Julio RafaelLa teora de las membranas en la historia de la medicina : MarieFranois Xavier Bichat : 1771-1802 : su segundo centenario - 1aed. - Buenos Aires : Fundacin de Historia Natural Flix de Azara,2005. E-BOOK

    ISBN 987-22121-0-41. Medicina-Membranas I. TtuloCDD 611.018 7

  • A Roberto Ferrari,historiador de la ciencia y querido amigo.

  • Administradorpagina en blanco

  • Prlogo

    Expiraba el Antiguo Rgimen y los cientficos y los pen-sadores, esos desconocidos de siempre, que haban estadoen el gora griega, dejado el foro romano para los juristas ylos polticos, y omitieron pasar por el mercado medieval, sedesvivan por desentraar los secretos de la Naturaleza, entreellos los referidos a la enfermedad. Aunque rico este sectoren figuras descollantes, los que estaban dedicados a la me-dicina y a la biologa olvidaban e incluso llegaron a abo-rrecer los que hasta ese entonces eran dogmas anatmicosde Galeno, ese griego devenido romano, cuyas ideas basa-das en la comparacin orgnica del hombre con los anima-les tuvieron prevalencia durante mil aos, evolucionandocon la lentitud que le impona la religin en ese extensoperodo que fue la Edad Media.

    La obra del historiador de la ciencia Julio RafaelContreras Roqu, de proverbial erudicin y capacidad paradesgranar lcidos conceptos, se ocupa en este breve y con-densado libro (nunca tan presente Gracin) de Marie-Franois Xavier Bichat y su teora de las membranas. Perono es una historia simple, una biografa, porque el autorhace aportes al conocimiento: Bichat fue el primero enpercibir el sndrome de estar enfermo, que en el siglo pa-sado se renovara con el sndrome general de adaptacin deHans Selye. Es que la salud es una normativa de la cualpocas veces se habla; el humanismo mdico, al que Bichatse acercaba tanto por sus teoras, se basa en un pensamien-

  • 8 / Julio Rafael Contreras Roqu

    to biopsicosocial de la prdida de esas normas que estable-cen la salud. Esto nos dara la pauta de que el hombre enca-dena los conocimientos y las hiptesis erradas sirven paracerrar puertas a investigaciones que sern vanas.

    La historia de la ciencia la de la medicina es una de susramas se nutre con el depsito, capa por capa, de los cono-cimientos que surgen tanto en perodos de aceleracin comode quietud, que han permitido los logros tcnicos que lahumanidad exhibe hoy, en el siglo XXI. Todos los descu-brimientos y las hiptesis han ido constituyendo el slidoedificio que suele resquebrajarse cuando stos son utiliza-dos para la destruccin.

    Bichat, como relata Contreras Roqu, como sucedi conWolfgang Amadeus Mozart que revolucion el mundo dela msica, muri muy joven, cuando recin haba cumplidosus treinta aos. Si bien no revolucion la medicina, su te-sis basada en la anatoma macroscpica sirvi de funda-mento para nuevos conocimientos que sedimentaron con eluso del microscopio ptico. Bichat trabaj como Mozartcon intensidad descontrolada: en un ao practic seiscien-tas autopsias, atenda una corte de ochenta alumnos, expe-rimentaba con sus membranas...

    Una antigua sociedad cientfica de los Estados Unidos, ainicios del siglo XX, reglamentaba el ingreso a la mismacon un juramento que, ms o menos, deca as: Estis dis-puesto a buscar la verdad sobre todas las cosas y, una vezhallada, compartirla con tus colegas? Esa es la frmuladel investigador cientfico. Esa fue la frmula de estos des-conocidos de siempre, recordados solamente por los histo-riadores.

  • La teora de las membranas en la historia de la medicina / 9

    Ese reconocimiento al aporte a la humanidad de mdi-cos y cientficos, que tuvieron voluntad de trascender enreducidos campos de accin, donde les cupo actuar con suspublicaciones, que quisieron emerger del oscurantismo in-telectual, es un acto mximo de grandeza cultural. Qu otracosa persiguen los historiadores que sacar a la luz la accinms excelsa del hombre: la creacin. Esa creacin que, enel pensamiento griego, ascenda a los hombres al Olimpo,mientras los dioses compartan su existencia con la efmeravida de stos. La creacin los acercaba a los dioses.

    Y el autor. Cmo no referirnos al autor, que ha partido suobra en forma novedosa e inteligente en dos: una, el rela-to lineal y pleno de conceptos filosficos que recrea la tr-gica vida de Bichat; otra, las llamadas a pie de pgina (aqucasi un intertexto), en un tipo mayor de letra, importante,con biografas que destacan el pensamiento de los cientfi-cos ms relevantes, que obliga a una lectura alternada peroque otorga conocimientos indispensables para poder situar-nos en la poca en que vivi el protagonista.

    Contreras Roqu, en esta imperdible obra sobre historiade la ciencia, demuestra sus muchas horas de lectura y unaconcepcin cientfica de primera calidad. Aquello que notiene que revelar puesto que est tcito, es que maneja labibliografa (mejor digamos la biblioteca) con una expe-riencia y una calidad que solamente muestran los historia-dores de primera calidad.

    La figura de Bichat cobra vida en el relato de ContrerasRoqu. Bien dice Carr que los hechos slo hablan cuandoel historiador apela a ellos: l es quien decide a qu hechos

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    se da paso, y en que orden y contexto hacerlo. La cortavida de Bichat, con los enigmas propios de los siglos trans-curridos, y su obra, que enlaza con las bases de lo que serala teora celular de Virchow, culminaran recin entrando aeste milenio cuando el microscopio electrnico permitiescudriar ms acabadamente el ambiente de la clula. Peroel aporte del morfolgico Bichat como lo traduce el textode Contreras Roqu no fue vano.

    Prof. Dr. Federico PrgolaMiembro Correspondiente de la

    Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires.

  • La teora de las membranasen la historia de la medicina

    Marie Franois Xavier Bichat (1771-1802)Su Segundo Centenario

    El individuo zoolgico, el animal, no es ms queuna federacin de seres elementales, cada uno de loscuales evoluciona por su propia cuenta. Hace muchotiempo (1807) que esta idea fue expuesta por un hombreque era tan pensador como gran poeta y naturalista sa-gaz; Goethe, meditando las enseanzas de Bichat, escri-ba: Todo ser viviente es, no mera unidad individualsino una pluralidad; incluso cuando nos aparece bajo laforma de un individuo, es una reunin de seres vivos yexistentes por s mismos.

    Claude Bernard, Leons... (1878-1879)

    El desprecio de Bichat por el microscopio se trans-mite a De Blainville y, a travs de ste, a Auguste Comte.

    Agustn Albarracn Teuln, 1983: 24

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    En el agitado1 mundo moderno de comienzos del sigloXXI, pas casi desapercibido, en el ao 2002, el segundocentenario de una de las grandes figuras de la medicinamundial, que adems lo fue del pensamiento humano y dela interpretacin ltima de la ciencia, ya que a pesar dehaber muerto en plena juventud su obra aport elementospara la concepcin general de la vida y, por ende, del serhumano sobre la tierra2. Las citas del encabezamiento mues-tran hasta qu punto su corta vida logr imprimir un pode-rosos sello personal a las concepciones, los sistemas de pen-samiento y la visin de la vida de las ms altas personalida-des intelectuales que le fueron contemporneas o de su in-mediata posteridad.

    1 Agitado o indiferente? Es cada vez mayor la desconexin efectiva dela cultura media dominante en los medios docentes y profesionales conrespecto a los aspectos fundamentales del devenir histrico de lasconcepciones actuales en las ciencias, tanto puras como aplicadas. Lahistoria de la ciencia no puede ni debe quedar restringida al campoexclusivo de una disciplina para especialistas y eruditos, disciplina quesegn opina Jos Mara Lpez Piero (2002) incluso estaraexperimentando cierta prdida de su auge durante la ltima dcada.

    2 En un plano menos general, Bichat fue en gran medida un fisiopatlogo,pero esencialmente era un morflogo, y como dice Wilton MarionKrogman (1945b: 225): La historia de la morfologa es la historia dela comprensin y del conocimiento del hombre por s mismo. El mis-mo autor agrega (1945a: 198): La morfologa la forma y estructurade las plantas y animales es una historia de las ideas; pero la historiade las ideas y tambin la historia de los hombres es la historia deltriunfo del espritu humano, un triunfo sobre la supersticin, el miedo,la duda, la ignorancia; un triunfo que ha visto el continuo acrecenta-miento del conocimiento...

  • La teora de las membranas en la historia de la medicina / 13

    Como la de muchas de las grandes figuras de los tiem-pos revolucionarios, napolenicos y pre-romnticos quemedian entre la reunin de los Estados Generales y el as-censo imperial de Napolen, su vida fue atormentada y bre-ve. Tal como lo ponen de relieve varios de los estudiososque se ocuparon de la vida, la obra y la personalidad deBichat, hubo en ella un fondo general de tragedia. Dice acer-ca de l Josef Lbel (1950: 127): ... como si hubiera pre-sentido que su vida iba a ser muy breve, realiz en muypoco tiempo una obra sobrehumana. Tres libros escribi,cada uno ms fundamental que el otro. Todo eso en el espa-cio de dos aos! En 1802 sucumbi a una tisis3 galopante,en menos de dos semanas, cuando acababa de pasar lostreinta aos...

    Con sus aportes fue el virtual creador de la histologa o,al menos, el responsable de haber formulado sus bases con-ceptuales como disciplina autnoma entre las cienciasmorfolgicas. Como en el caso de Johann Georg Mendel(1822-1884) quien, con respecto a la herencia biolgica,arrib a una situacin en la que a su interpretacin le falta-ba tan slo el soporte fctico esencial para dar coherenciaal vasto edificio inductivo y experimental que creara. Y lohizo casi exclusivamente con un aporte de genialidad e in-tuicin sumado a una laboriosidad sin lmites el conoci-miento de los cromosomas, en esa poca an insospecha-dos. A la obra de Franois Xavier Bichat le falt el conoci-miento de la teora celular, que llegara bastante ms tarde,y tambin l hubiera requerido un ltimo paso de avance dela microscopa para arribar a la culminacin de su bsque-

    3 Vase al respecto la nota 67 de este texto.

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    da. Pero histricamente, fue Bichat quien construy, pre-viamente a los descubrimientos convalidatorios, el marcoterico en el que encajara esencialmente la ciencia de laestructura del cuerpo animal.

    Naci Marie-Franois Xavier Bichat tal era su nombrecompleto en Thoirette-en-Brsse, en el Jura, paraje enclava-do en el centro-este de Francia, cerca de la frontera suiza, el 4de noviembre de 1771. Era hijo de un mdico, que por enton-ces se desempeaba como alcalde de la localidad de Poncin,quien lo instruy en sus primeras letras y acaso le iniciara enla diseccin de animales (Lan Entralgo, 1946: 6).

    Inici sus primeros estudios con los Padres Josefistas desu aldea natal, y ms tarde los continu en el Seminario deSan Ireneo, en Lyon, ciudad no lejana a la que fuera su cuna.All estudi con particular empeo filosofa, matemticas,fsica e historia natural. Pronto opt por el estudio de medi-cina, trabajando inicialmente junto a su maestro, el ciruja-no lions Antoine Petit4, junto a quien aprendi anatoma yse inici en la ciruga, en Lyon. Segn Lan Entralgo (1946),la ciruga habra sido su primera vocacin, pero en su caso,como en el de tantos otros jvenes provincianos de su po-ca, necesitaba arrimarse a los grandes centros, en especial aPars, para conectarse con la existencia de un campo mu-

    4 M. Antoine Petit (1766-1811). Mdico lyons, era el cirujano jefe delHtel Dieu, o sea del Municipio de Lyon. Goz de gran prestigio y susobras, en especial una Collection dobservations cliniques siguieroneditndose varios aos despus de su muerte. Sus preocupaciones sedirigieron hacia la reforma de la medicina y a la modernizacinhospitalaria, temas sobre los que escribi con especial dedicacin.

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    cho ms vasto en el cual orientar su curiosidad cientfica,intelectual y sensible.

    De joven fue bastante silencioso, con apariencia modes-ta, evidenciando, a pesar de su aparente retraccin y par-quedad, sus dotes de voluntad e inteligencia. Era un tpicointegrante de la burguesa de provincia de las postrimerasdel siglo XVIII, que inici su edad juvenil en los ltimostiempos del llamado Antiguo Rgimen.5 Tal como en el casode Aim Goujaud (1773-1858), ms conocido comoBonpland, al que conoci y trat cuando ambos coincidie-ron en su etapa juvenil parisiense, los dos eran hijos demdicos y descendientes de familias de larga ascendenciade mdicos o boticarios del interior provinciano y semirruralde Francia. Se mostraban, en general, ajenos a los devaneossociales y a las frivolidades estriles de la nobleza y de laalta burguesa. Eran sobrios, trabajadores y estaban embar-gados de avidez por saber y perfeccionarse. Tenan biendesarrollado el sentido del honor, y eran escpticos, sinocompletamente descredos, en materia religiosa. Por lo co-mn, muchos de ellos, respetaban o acataban en lo exte-rior el catolicismo dominante, pero profesaban un desmovago, a veces teido de una fuerte tonalidad agnstica.

    Correspondan esas disposiciones a una notable evolu-cin de la burguesa francesa ms ilustrada, insospechabledos siglos atrs, pues como bien lo demuestra Lucen Fevbre(1959: 399), en el siglo XVI la mayora de los creadores

    5 Antiguo Rgimen: denominacin usual para el sistema regalistaborbnico que rigi en Francia, previo a los hechos revolucionarios de1789.

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    del mundo moderno profesaron una religiosidad profun-da, conflictiva a veces, pero enteramente distinta del des-creimiento de las sucesivas generaciones del siglo XVIII,particularmente de las que nacieran bajo el signo manifies-to de la Encyclopdie Mthodique ou Dictionnaire raisonndes sciences, des arts et des mtiers (1750-1766), dirigidapor Jean le Rond dAlembert y Denis Diderot, y bajo lainfluencia activa de los llamados philosophes6, cuya razevidente remonta a la segunda mitad del siglo XVII, cuan-do asciende la actitud crtica y enciclopedista en el centroneurlgico de Occidente, es decir en la Francia de ese en-tonces, desde la cual se difundi explosivamente por el res-to de Europa. Aunque hay muchos precedentes previos, elhito ms significativo en esta progresin est representadopor dos obras de enorme significacin: el Grand DictionaireHistorique de Louis Moreri (1643-1680), aparecido en 1674,seguido en 1698 por una de las obras ms representativas y,

    6 Los philosophes, quienes fueron los creadores del que Jouary (1992:X) llama el fondo comn de la filosofa de las luces, contndoseespecialmente entre ellos Jean Jacques Rousseau (1712-1778), DenisDiderot (1713-1784), Franois Marie Arouet de Voltaire (1694-1778) yJean le Rond dAlembert (1717-1783). Se puede rastrear un hiloconductor compartido entre todos ellos, basado en la capacidad de pensare interpretar la realidad con independencia de la autoridad, sea stacual fuere. Para sus protagonistas, la nica actitud vlida es la de extraerde esa misma realidad los elementos para llegar a interpretarla, de allla abundancia de los frutos cientficos e intelectuales de la generacinde Bichat y de la inmediata siguiente, cuyos miembros a pesar dehaberles tocado en suerte vivir inmersos en convulsiones sociales dedramtica intensidad unieron a esa actitud de fondo la remanencia delas virtudes de tesn, sobriedad y acometividad que la burguesa a laque pertenecan, haba acumulado en casi tres siglos de penoso ascensoa partir del posrenacimiento.

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    a la vez influyentes en el cambio de mentalidad, elDictionaire Historique et Critique, de Pierre Bayle (1647-1706).

    En la ciudad de Lyon le toc a Bichat, recin iniciadocomo mdico, vivir los das de delacin, miedo, crueldad ysangre desencadenados por el jacobinismo revolucionario,primero bajo la opresin desptica del alucinado y mesinicoalcalde Chalier, y despus, cuando ste fue depuesto y eje-cutado, en 1793, por la ciudadana lyonesa sublevada. Traseso, lleg la ms cruel represin llevada a cabo por los tris-temente clebres Joseph Fouch7 (1759-1820) y CollotdHerbois8, que consumaron verdaderas masacres colecti-

    7 Joseph Fouch: Fue un srdido personaje, que pas, con su sinuosapersonalidad, gran parte de su vida ejerciendo funciones policacas, deespionaje y represivas. En sus comienzos fue jacobino y tuvo algo deidelogo, siendo el autor de una notable pero poco recordada Instructionde Lyon en la que adoptaba posiciones sociales maximalistas ms demedio siglo antes de que apareciera el Manifiesto Comunista de KarlMarx y de Friedrich Engels, en 1848. Sin embargo, no persistilargamente Fouch en sus proposiciones iniciales, y despus de ejercercrueles funciones represoras durante el Terror (1789-1783), vivi unavida tortuosa como cancerbero de los ms dispares gobiernos,incluyendo el napolenico, actuando siempre de acuerdo con su mxima... todo est permitido a los que actan al servicio de..., de la que sesirvi para justificar todos sus excesos.

    8 Collot dHerbois: Fue un feroz carnicero jacobino, considerado porA. Wallon (1881: 294) como uno de los destructores de Lyon bajo elterror robespierrano. Stephan Zweig (1961: 592), dice que sobre l,que era antes de ser revolucionario un actor fracasado y dotado de muyescasas virtudes, existe la creencia de que odiaba a los lyoneses porhaber recibido, aos atrs y en una de sus actuaciones, una rechifla enesa ciudad, por lo tanto, para los jacobinos de Pars ... es el ms indicadohombre para castigar a sus habitantes. Hyppolite Taine (1885, II: 290),

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    vas, adems de desatar persecuciones individuales para conlos que consideraban enemigos o, simplemente, peligrosospara el nuevo rgimen. Ante el exceso de riesgo y temerosopor su vida, retorn Bichat a su pueblo natal y de all pas aBourg, donde colabor con el cirujano militar Rcamier,bajo cuyo influjo estuvo por hacerse, tambin l, cirujanodel ejrcito, pero finalmente decidi viajar a Pars, adondelleg en la etapa culminante del terror revolucionario.

    Vivi varios meses con la amenaza de la guillotina pen-diente sobre su cuello y eso dej en l una huella imborra-ble, que se sum a las visiones traumticas que databan delos terribles sucesos de Lyon. Fue en ese agitado Pars en elque conoci la verdadera medicina de su tiempo. Apartedel hervor revolucionario en el apogeo del Terror, ante elcual parece Bichat haber sido indiferente, o lo ms proba-

    aporta al igual que Jules Michelet (1898) elementos anecdticos ydocumentales para el conocimiento de este personaje, que suele reiterarseen forma paradigmtica en las revoluciones cruentas, y en otra pgina(1887, III: 286) describe cmo Collot, Fouch y un tercer carnicero,Laporte, contemplaban los fusilamentos masivos y ante cada descargaprorrumpan en gritos de alegra y agitaban sus sombreros. Retornandoa Zweig (1961: 599), en Lyon: ... la desdichada ciudad est llena desuspiros y quejas de caonazos y de muros que se derrumban; mientrasque el comit de justice se dedica a tumbar hombres y el comit dedmolition a derribar casas, lleva a cabo el comit des subsistancesuna implacable requisa de vveres, telas y objetos de arte. Se hacen losregistros casa por casa, desde el stano hasta el tejado, en busca depersonas escondidas y de joyas, nada se libra del terror de Fouch y deCollot... Queda para la imaginacin biogrfica reconstruir las horas ydas vividos por Bichat mientras dur la represin, hasta poder huir deLyon para salvar su vida...

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    ble haber experimentado calladamente por efecto del te-rror institucionalizado y cotidiano, una gran repugnanciapor sus excesos sangrientos al mismo tiempo que una cruelincertidumbre acerca de su suerte personal.

    Poco despus fue llamado a prestar servicio militar y,posiblemente, fue esta circunstancia la que le salv la vida.Pas as varios meses acompaando a las tropas que com-batan con los enemigos interiores y exteriores de la revo-lucin, en campaas en las que perfeccion su ejercicioquirrgico.

    Desde 1793 se estableci definitivamente en Pars, don-de recibi el afecto y el apoyo del afamado mdico PierreJoseph Desault9 , quien lo invit a residir con l y a entre-narse a su lado. Desault percibi prontamente su capacidady conocimientos y lo hizo editor del Journal de Chirugie,al que l diriga, tratando de asegurar su progreso profesio-

    9 Pierre Joseph Desault (1744-1795). Mdico francs, que fueconsiderado el mejor cirujano de la Europa de su tiempo. Quedaronpocos campos de la ciruga que l no contribuyera a enriquecer (Sigerist,1933: 269). Antes del estallido de la llamada Revolucin Francesa de1789 y despus de la misma, se dedic a la enseanza. Fue mdico de laMunicipalidad parisiense (Htel Dieu) y al crearse la cole de la Santfue titular quirrgico de la misma, mientras que su colega Corvisart lofue del rea clnica. Aunque muri a los cincuenta y un aos, realiz unenorme aporte al desarrollo de la medicina francesa. Segn Prgola yOkner (1986: 321), Desault cay vctima en plena salud y a loscincuenta y un aos de edad de la intemperancia de la Revolucin.Con esta opinin hacen eco de la acusacin corriente de que fueraenvenenado cuando se lo oblig a atender en su prisin al desdichadohijo de los reyes condenados a muerte. Aunque se desminti ese hechoms de una vez, nunca se ha probado lo contrario.

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    nal. Pero, esa relacin dur slo hasta 1895, ao en quemuri Desault.

    Es indudable que Desault fue una de las grandes figurasde su tiempo. A pesar de ello su recuerdo qued en granmedida eclipsado a causa de que no fue afecto a escribir, talvez como dijo uno de sus bigrafos debido a que,... comoScrates crea que era intil escribir libros, puesto que s-tos al ser interrogados callaban majestuosamente. l pre-firi la docencia, y el dilogo constante con sus alumnos ydiscpulos, y as actu a pesar de haber sido el creador de laanatoma topogrfica y quirrgica y el iniciador de la ense-anza de la clnica quirrgica en los hospitales10 . Como ci-rujano perfeccion notablemente la tcnica quirrgica usual,creando un mtodo original para la ligadura de la arteriafemoral en el canal de los aductores y nuevas tcnicas devendaje, conocidas como vendaje de Desault, destinadasa inmovilizar el brazo y el hombro ante heridas o fracturas.Desault era partidario decidido de la realizacin de autop-sias como medio de conocimiento real de las enfermeda-des, y desde su cargo mdico en el Htel Dieu, como lodice M.-A. Petit11, poda con libertad ... demostrar sobreel cuerpo privado de vida las alteraciones que haban he-

    10 Debido a su reticencia para escribir ... apenas si particip en laredaccin del Trait des maladies chirurgicales (1780), que firm encolaboracin con [Franois] Chopart (Lpez Piero, 2002: 412).Tambin por obra de sus discpulos, algunas de sus lecciones fueronpublicadas en el Journal de Chirugie (1791-1794).

    11 Citado por Michel Foucault (1991: 179).

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    cho al arte [de curar] intil para resolver el caso y curarlas dolencias. En este enfoque de la medicina insertaron lasenseanzas de Desault a su discpulo y protegido Bichat.

    La mayor parte del conocimiento disponible acerca delo que las enseanzas de Desault transmitan a sus alumnosy colegas, procede directamente o, en gran parte, deriva delo que sobre l escribieron sus discpulos, en especial M. A.Petit, Cassius y Bichat. Este ltimo despleg su elogio yrecuerdo en su Obras Quirrgicas, publicadas postu-mamente en Pars, en 1803, pero antes, al poco de fallecerDesault, haba dado forma a una recopilacin de sus opi-niones y enseanzas, como se menciona ms adelante.

    Como consecuencia de la agitada vida poltica de Fran-cia tras la revolucin de 1789, la mayora de las viejas ins-tituciones provenientes del Antiguo Rgimen fueron disuel-tas y surgieron otras recin creadas. El propio Bichat funden 1796 la Societ Mdicale d mulation de Pars, en laque se reunan los jvenes mdicos para discutir temas desu profesin, y ms adelante, para recibir las lecciones delmismo Bichat, cuando ste no pudo acceder a una ctedraoficial en la universidad. El inters de Bichat se orient cadavez ms, a partir de su contacto con Desault y bajo su direc-ta influencia, hacia la medicina general, desinteresndosede la ciruga que vena cultivando y que estaba tan en bogaen esa poca, especialmente debido a las campaas milita-res que requeran cirujanos capacitados.

    A partir de la muerte de su maestro Desault, en 1795, ydespus de dedicar los dos primeros aos transcurridos a laedicin de los escritos de aqul, entr Bichat en una etapa

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    en la que volc especial dedicacin a la patologa general ya la fisiologa, y fue recin en 1797 cuando comenz a dic-tar su curso de demostraciones anatmicas. Antes habaaprovechado la biblioteca de su protector y maestro paraubicarse con precisin en el panorama de la medicina y dela ciencia natural de su tiempo, cuyo acceso le fue facilita-do por su viuda, en la que ... encontr una amiga maternaly una consejera prctica (Nordenkild, 1949: 394).

    Es necesario hacer un parntesis en el relato biogrficopara dar lugar a la presentacin del estado y las caractersti-cas de la ciencia de su tiempo, destacando las ideas fuerzaque ms influyeron en el pensamiento y en las investigacio-nes de Bichat. l mismo reconoci la deuda con sus prede-cesores ms directos cuando dijo: En el estado actual dela fisiologa, el arte de aliar el mtodo experimental deHaller12 y de Spallanzani13 a las concepciones filosficas14

    12 Albrecht von Haller (1708-1777). Cientfico, y humanista deamplsima cultura, fue poeta, anatomista, botnico, filsofo y novelista.Hay quienes consideran que fue el cientfico ms fecundo de todos lostiempos (Singer, 1947). Su obra mayor es Elementa physiologiaecorporis humani, publicada en varios tomos en Lausana entre 1757 y1776, y su contenido moderniz el conocimiento de las cienciasbiolgicas de su tiempo. Su concepcin filosfica se basa en losconceptos ms actualizados de la anatoma del sistema nervioso y delestudio de la motricidad y de la irritabilidad. Esta ltima sera para l,la ms evidente manifestacin del principio diferencial de la vida conel resto de la creacin, y constituye el ncleo de su vitalismo. Haller esa todas luces un fisilogo moderno, por su racionalidad y por sudependencia del mtodo experimental.

    13 Lazzaro Spallanzani (1729-1799). Fue un bilogo y naturalista italia-no, precursor de la fisiologa experimental. Ingres al sacerdocio y co-

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    de Bordeu15 me parece que debe ser el de todos los espri-tus juiciosos16.

    menz a estudiar derecho, cuando descubri su aficin por la ciencia, ala que se dedic de lleno desde entonces. Estudi historia natural en laUniversidad de Padova. Se orient en forma creciente hacia la fisiolo-ga y la biologa experimental. En 1756 prob con una experiencia cl-sica que no haba generacin espontnea de vida, a pesar de lo cual esaidea no sera abandonada definitivamente hasta que Pasteur realiz susinvestigaciones sobre el tema. Se ocup de la digestin revelando que,contrariamente a las ideas de Galeno, la misma no se trataba de unproceso de combustin sino de la accin disolvente del jugo gstricosobre la sustancia ingerida como alimento. Sin comprender todava laaccin de los espermatozoides, realiz experiencias de fecundacin ar-tificial con batracios y gusanos de seda, tambin con una perra. Inves-tig la sensorialidad de los murcilagos y tambin estudi la biologade invertebrados marinos.

    14 Las referencias a la filosofa responden en gran medida a la conside-racin de la misma por el ambiente ilustrado de fines del siglo XVIII,no en vano se conoci a sus mayores autoridades como los philosophes.La idea filosfica fundamental de Bichat, comparte la de Denis Diderotcon el que Bichat guarda cierto paralelismo mental para el cual:... la nica idea filosfica a la que entonces se aferraba era la de laprimaca del criterio de la prctica en el seno de los problemas teri-cos y la de la dependencia de la filosofa respecto del movimiento delas ciencias de la naturaleza (Jouay, 1992: xv). No es casual que Bordeu,bajo el imperio de esa concepcin, hubiera asistido junto a Diderot yLavoisier al curso de qumica de Rouelle.

    15 Thophile de Bordeu (1722-1776). Mdico francs, originario delBearn. Residi en Pars desde 1762. Fue uno de los colaboradores de laEncyclopdie mthodique, elaborando, entre otros, el artculo Crisis.Perteneca a la escuela filosfica, fisiolgica y vitalista que segua lasenseanzas de Haller. Realiz estudios sobre el pulso, que le dieronnotoriedad y su teora acerca de que las condiciones del pulso permitendiagnosticar dolencias en particular, se aplic prontamente a la clnica,

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    Se dedic Bichat a su tarea con energa febril, experi-mentando, disecando y realizando necropsias, pues le inte-resaba analizar los cambios patolgicos de los rganos pro-vocados por las enfermedades17. En un solo ao realiz cer-ca de seiscientas autopsias18, lo que debi implicar un ritmo

    y fue un precedente cercano de la invencin del estetoscopio porThophile-Jacinthe Lannec (1871-1926). Bordeu cultiv la amistadde los principales enciclopedistas y philosophes de la Francia del sigloXVIII. Falleci relativamente joven y tres aos despus de su muerte,su amigo Denis Diderot, lo adopt como personaje para su obra dialo-gada El sueo de dAlembert, a la que Bichat no pudo haber conocidoporque recin se edit en 1830, sin embargo, en el dilogo de ficcin, elBordeu de Diderot se expresa con ideas muy afines a las suyas. A travsdel mismo se percibe claramente la ligazn entre el pensamiento deHaller, el de Buffon y el de los otros ilustrados con el de Bichat.

    16 Corresponde a la obra Rcherches sur la vie et la mort, y es traduc-cin del original por Pedro Lan Entralgo (1946).

    17 As, dice a sus colegas en una de sus obras, criticando todos lossistemas imperantes en la medicina de sus das, que los considera ...creaciones brillantes de la imaginacin, nacidas en el gabinete y nojunto al lecho del enfermo..., y an ms, [de acuerdo con esos siste-mas]: ... durante veinte aos habrais tomado notas, de la maana ala noche, a la cabecera del enfermo, sobre afecciones del corazn, depulmn, de la vscera gstrica, y todo sera para vosotros confusin delos sntomas que no se conectan con nada, ofrecindoos una serie defenmenos indiferentes. Abrid los cadveres, inmediatamente verisdesaparecer la oscuridad que la mera observacin no haba podidodisipar. (Sendrail, 1983: 364).

    18 Juan Garca Font (1974: 450) da cuenta de las dificultades que expe-rimentaban los anatomistas ingleses contemporneos para lograr cad-veres para sus disecciones de estudio. En el caso de Bichat resalta la

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    de casi dos por da hbil. Prcticamente aboli su vida per-sonal, pasando das y noches en su gabinete de estudio, enel que trabajaba con un ahnco casi obsesivo.

    Pedro Lan Entralgo (1946) se ocupa detenidamente delas bases generales que configuraron para el pensamientode Marie Franois Xavier Bichat el concepto de una men-te en su mundo, es decir, la masa de influencias expresa-mente aceptadas por Bichat como fundamento de su rela-cin congnitiva e interpretativa del mundo que le toc exa-minar cientficamente. As aparecen como contexto bsicode su pensamiento, el sensualismo empirista, emanado deLocke19 y de Condillac20, y mediado por sus maestros di-

    enorme disponibilidad de cuerpos con la que cont, la que slo fueposible en un momento histrico como el que se vivi en Francia en losaos de la Revolucin, pues las autoridades le cedan los cadveres delos ejecutados, que con generosa abundancia eran puestos a su disposi-cin, como l mismo declara en sus Rcherches sur la vie et la mort,treinta a cuarenta minutos despus del suplicio. Como en ocasionesno le alcanzaban los cadveres disponibles, lleg ... hasta entablar untrfico clandestino con el sepulturero del cementerio de Santa Catali-na (Lan Entralgo, 1946: 14).

    19 John Locke (1632-1704). Filsofo ingls. Estudi originalmente cien-cias fisicoqumicas en Oxford, aunque despus se dedic a la filosofa.Viaj por Europa y residi temporalmente en Francia y en Holanda.Enunci el llamado empirismo con su obra An essay concerning humanUnderstanding (1689-1690), en la que critica la teora de las ideas in-natas enunciada por los primeros racionalistas y por Descartes, afir-mando que el conocimiento procede exclusivamente de la experiencia,ya sea sensorial o externa, o de la reflexin interna, es decir de la acti-vidad de la conciencia sobre s misma. Para Locke existen ideas sim-ples, nacidas directamente de la sensacin o de la reflexin, y comple-jas, formadas por asociaciones de ideas simples. El entendimiento apa-

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    rectos Pinel21 y Desault. Tambin adscribi a una fuerteversin del vitalismo de la escuela de Montpellier, funda-mentalmente en su variante sostenida por Albercht von

    rece vaco en sus inicios y es llenado por la percepcin y la reflexin, esdecir, por la experiencia y las ideas que sta suscita. Tambin publicun Ensayo sobre el gobierno civil, Pensamientos acerca de la educa-cin, y Cartas sobre la tolerancia. Tuvo enorme influencia sobre elpensamiento europeo de su poca.

    20 Esteban Bonnot Condillac (1715-1780). Filsofo nacido en Grenoble.Inicialmente fue sacerdote y luego abandon los hbitos. Fue preceptordel hijo del duque de Parma durante una dcada. Escribi un Ensayosobre el origen del conocimiento humano (1746), adems de Investiga-ciones sobre el origen de las ideas (1749) y el Tratado de las sensacio-nes (1754), su obra ms destacada e influyente. Su doctrina se asocia ala lnea emprendida por John Locke y David Hume (1711-1776), quese haba ido haciendo cada vez ms subjetivista e idealista. En respues-ta a esa tendencia, Condillac cre el sensualismo, ya que de ambasfuentes del conocimiento, reconocidas por Locke, Conduzca retuvo slola sensacin, es decir, la experiencia externa o de relacionamiento, quepor dos vertientes generara la visin final del mundo. Una de ellas es lava representativa, que produce la memoria, las ideas y la reflexin; laotra es la afectiva, de la que emanan afectos y voliciones. En resumen:la mente no sera para Condillac sino una sensacin transformada yla conciencia resultara la sensacin que anuncia al alma su presen-cia. Era sta una teora filosfica acorde con los avances de la anato-ma y fisiologa del sistema nervioso en ese tiempo.

    21 Philip Pinel (1745-1826). Mdico francs. Inspirado en la obra delbotnico sueco Carolus Linnaeus (1707-1778), intent clasificar a lasenfermedades en rdenes, gneros y especies. Pero su mayor contribu-cin se realiz en el campo de las enfermedades de la mente. Preconizque los pacientes enfermos mentales deban ser tenidos en cuenta comopersonas y que deba reformarse el horroroso sistema de reclusin, ca-denas y tortura que sufran. Public sus ideas al respecto, y en 1793 fue

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    Haller, y con influencia del animismo de Stahl22, pudiendoambos remontarse al panvitalismo renacentista deParacelso23 y de van Helmont24. Bordeu y Barthez25 fueron

    designado director de un hospicio en el que puso en prctica su meto-dologa reformista. Tuvo gran influencia en el ambiente mdico de sutiempo y formul interpretaciones en el campo general de la patologay la clnica que influyeron en colegas y discpulos suyos como Bichat.

    22 Georg Ernest Stahl (1660-1734). Qumico y mdico alemn. Stahl esel autor de la teora del flogisto para interpretar la combustin. Se trata-ba de un principio inmaterial del fuego, necesario para la ignicin, queresidira en los materiales combustibles. Tuvo una vigencia de casi unsiglo en la concepcin fsica y qumica dominante. El aporte mdico deStahl se concentr en las enfermedades nerviosas y mentales, con lanovedad de asignar origen fsico y no funcional a algunas de ellas. Fi-losficamente su animismo se refera a la creencia de que todas lascosas naturales son animadas, es decir que estn dotadas de un princi-pio vital o nima. Rdl (1988, I: 312) transcribe un prrafo definitoriode su autora: ... porque el hombre es propiamente alma, y el cuerpono es otra cosa que la oficina de sta; sin embargo, el alma no slo sebasa en la constitucin corprea de esa oficina, sino tambin en losestados de la materia, en sus fines, que se hallan atados a esta materia;en general la vida del hombre, es decir, del alma humana, no consistesimplemente en una accin en general, sino especficamente la accinen el cuerpo, por el cuerpo, dentro y sobre las cosas corpreas, comotambin en la accin sobre el propio cuerpo.

    23 Paracelso (1493-1541). Su verdadero nombre fue Teofrasto Bombastode Hohenheim. Fue un tpico hombre del Renacimiento, nacido en Sui-za. Se desempe como mdico, cirujano y alquimista. Se le considerauno de los precursores de la qumica mdica. Postulaba que la alquimiano deba concentrarse en la transmutacin de metales inferiores en oro,sino en la obtencin de medicamentos. Fue mstico y frecuent el saberesotrico, lo que hace a sus obras de muy difcil lectura actual. En susescritos, entre una pretenciosa y grandilocuente charlatanera, apare-cen reflexiones profundas, experiencias de inters y anticipos de desa-

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    sus maestros directos en cuanto a la transmisin de estasconcepciones. De ellas derivan sus conceptos bsicos de lavida, de la morfologa y de la fisiologa.

    rrollos futuros de la ciencia. Sus ideas acerca de la existencia de unmacrocosmos, con su representacin interior en la mente humana enforma de microcosmos, le sirvieron para sustentar sus principios de tresrealidades: la terrestre, la astral y la divina. Esta ltima, segn Paracelso,lo impregnaba todo, de ah su concepto panvitalista. Tuvo enorme in-fluencia en el pensamiento renacentista y moderno, habiendo sido res-catado contemporneamente hasta por Carl Gustav Jung (1875-1961),quien en 1942 escribi Paracelsica (hay una traduccin espaola, edi-tada por Sur, Buenos Aires, 1966).

    24 Jan Baptista van Helmont (1577-1644). Fue un mdico y fisilogobelga, con fuerte formacin alquimista a pesar de su participacin en elorigen de la qumica moderna. Es a l a quien se deben los primerosconceptos acerca de la conservacin de la materia en las reaccionesqumicas, formulados mediante un clebre experimento que lleva sunombre. Consideraba que la materia est compuesta por dos principiosbsicos: aire y agua. Fue el creador del vocablo gas (generado en la vozgriega caos) para expresar un estado fsico de la materia sobre el querealiz estudios precursores, pero an muy incipientes. Su concepcindel mundo era vitalista y animista.

    25 Paul Joseph Barthez (1754-1806). Mdico francs, fue uno de losdifusores del llamado vitalismo sinttico, segn su teora, antagnicadel vitalismo analtico de Bordeu: ... las actividades particulares delos rganos no son los elementos integrantes de la vida del organismo,sino tan solo aspectos o efectos distintos de un nico principio vitalque confiere a la materia viva la sensibilidad, con contractilidad, y sufuerza de situacin fija... (Papp y Babini, 1958: 199). Fue docenteen Montpellier y formul una explicacin del equilibrio interno de losorganismos, que en alguna forma preanunciaba la idea futura dehomeostasis, enunciada por Walter Bradford Cannon (1871-1945) unsiglo despus.

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    Debe tenerse en cuenta que el momento histrico de lasinvestigaciones de Bichat coincida con una relativa parli-sis en la marcha de los estudios anatmicos, que haban sidoparcialmente eclipsados por los de carcter fisiolgico26. Enlo referente a la anatoma macroscpica, la obra de losanatomistas renacentistas e inmediatamente posrenacentistashaba construido un cuerpo de conocimiento bastante am-plio, que fue perfeccionndose en la medida en que se des-cubran los mecanismos fisiolgicos de los rganos mayo-res en particular. Con respecto a la anatoma microscpica,sta avanzaba lentamente por la imperfeccin instrumen-tal, as que casi no exista un campo de ensamble entre am-bas visiones de la estructura corporal, lo que las haca est-riles en cuanto a sus posibles aportes a la medicina y a lateraputica. Bichat sinti particularmente este dficit y de-sarroll un rechazo, incluso acompaado con cierta repul-sin por el uso de tcnicas e instrumentos de microscopa27.

    26 Esto no era casual ni fruto del capricho: por un lado la microscopahaba alcanzado los lmites de visualizacin efectiva, dentro de la capa-cidad de los sistemas pticos de magnificacin de la poca, y por otro,la obra de sucesivas personalidades de gran envergadura mental e in-fluencia en cuanto a las metodologas experimentales utilizadas, habaacreditado inapropiadamente, a criterio de Bichat, esos estudios en des-medro de los relacionados con la morfologa. Fue el campo de lafisiopatologa al que sostuvieron con mayor vigencia las investigacio-nes morfolgicas, en especial en la escuela de Montpellier, bajo cuyainfluencia se form Bichat con sus cercanos predecesores ThophileBordeu y Paul Joseph Barthez, bajo la directa herencia doctrinaria deAlbrecht von Haller.

    27 Pedro Lan Entralgo (1946: 86) dice al respecto de la relacin de

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    Si bien la fisiologa haba establecido la nocin de siste-mas, la histologa an no exista y todava faltaban, en tiem-pos de Bichat, ms de tres dcadas para la formulacin dela teora celular28. En cuando al conocimiento de los teji-

    Bichat con la microscopa, siguiendo un paralelismo retrico de steltimo con Napolen Bonaparte: Pero ya dije que Bichat tuvo comoNapolen, su Waterloo, despus de haber tenido su Marengo y suAusterlitz. El descubrimiento de la clula animal por Th. Schwann(1839) fue, sin exagerar un pice, el Waterloo del concepto bichatianode tejido. En 1830 se preguntaba F. Blandin, en unas notas a la edicinque Bclard hizo de la Anatomie gnrale: Los tejidos enunciadosaqu por Bichat, son por ventura los ltimos elementos organizadosde nuestro cuerpo? .Nueve aos ms tarde dar Schwann la respues-ta: los tejidos no son formaciones homogneas y unitarias, como Bichatpretendi, porque estn compuestos de clulas. El microscopio tomabasu venganza del hombre que se haba permitido menospreciarle.

    28 La teora celular representa la eclosin final de una larga sucesin depasos observacionales y experimentales previos, acumulados desde que,en 1665, Robert Hooke (1635-1703) describiera y dibujara la membra-na de una clula vegetal. Despus fue Nehemiah Grew (1641-1712)quien dibuj aspectos de dicha membrana. En el siglo XVIII decay elinters por la microscopa, pero hubo aportes de Anthoni vanLeeuwenhoeck (1632-1723), acerca de los hemates del salmn; y el deFelice Fontana (1720-1805), quien observ por primera vez el ncleoen clulas somticas animales (no sanguneas). Recin en 1802 hubonuevos aportes significativos cuando Ferdinand Lucas Brauer dibuj elncleo de una clula de orqudea. Los restantes antecedentes compren-den las observaciones de Robert Brwon (1773-1858), Rudolf Wagner(1805-1864), Johannes Evangelista Purkinje (1787-1869), Karl Ernestvon Baer (1792-1876), pero recin en 1838 fue cuando Matthias JacobSchleiden descubri la generalidad de la existencia del ncleo celular,y en 1839 fue enunciado explcitamente el fundamento de la teora ce-lular, por parte de Theodor Schwann. La teora se afirm definitiva-mente en 1858 con la publicacin de la decisiva Cellularpathologie deRudolf Virchow y se transform en el fundamento general de la biolo-

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    dos, tan slo se haba enunciado uno de ellos, al que sudescubridor, Thophile de Bordeu29, haba llamado muco-so (la nocin de tejido30 an no tena sentido preciso yrecin lo adquirira mucho despus), al que se conoci tam-bin como conjuntivo. El siguiente paso fue el de Bichat, alestablecer el concepto de membrana, que signific una ex-

    29 Thophile de Bordeu (1722-1776). Mdico y anatomista francs.Dedic sus estudios anatmicos al conocimiento de las glndulas, a lasque atribuy un papel morfofuncional bsico en la caracterizacin delos seres vivos, y del que l mismo denominara tejido conjuntivo. Per-teneci a la llamada escuela de Montpellier. Profes un vitalismo segnel cual las glndulas cumplan una funcin fundamental en el conceptovitalista del organismo: cada una de ellas estaba dotada de vida propiay se encontraban ligadas por sistemas relacionantes (vasos sanguneos,nervios). Los espacios estaban rellenos de un tejido que denominmucoso, con funcin conectiva o conectora, de ah su otra designacinde conectivo. La enfermedad se producira por rotura del equilibrio fun-cional entre las glndulas. Bordeu no acept ms explicaciones que lasde la iatromecnica relacionadas con las especulaciones de Haller, pos-tulando que la vida, caracterizada por la motricidad, se relacionabamediante la sensibilidad. Era ella la que sostena y restableca el ordende las funciones vitales. Tambin elabor el concepto de inflamacin.Su discpulo Henri Fouquet (1734-1806) continu sus investigacionesy sostuvo su doctrina con creciente nfasis sobre el papel de la sensibi-lidad frente a la motricidad, en relacin directa con el principio vital.

    30 Como lo recuerda Canguilhem (1976: 72) tissu (tejido) deriva de laforma verbal arcaica del francs tistre, que significaba tejer, si el vo-cablo clula nos ha parecido sobrecargado de significaciones implci-tas de orden afectivo y social, el vocablo tejido no nos parece menoscargado de implicaciones extratericas... ... Tejido nos hace pensaren el hombre, no en la araa, el tejido es una obra humana por exce-lencia..., por lo tanto las implicaciones vitalistas del concepto son evi-dentes.

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    pansin en la comprensin de la estructura anatmica co-rriente en su poca.

    El ascenso cualitativo en el conocimiento de la anatomaestructural de los organismos se complet con la distincinpor parte de Bichat de tres categoras de membranas: enprimer lugar el tipo al que denomin tejido mucoso oconectivo, que constitua la estofa estructural primaria queconectaba y ligaba los rganos y glndulas, y por la quediscurran los vasos sanguneos y los nervios; las otras eranlas mucosas, que revestan rganos y cavidades conectadascon el exterior; el tercer orden corresponda a las serosas,que tapizaban los rganos huecos y los espaciosinterviscerales sin conexin externa (en especial en las ca-vidades derivadas del celoma embrionario). Debe notarseque este panorama fue logrado sin el apoyo de una teoraelemental emprica de la sustancia viva, pues Bichat,eclcticamente, no dio prioridad a ninguna de las que sehaban enunciado previamente, y sin el concurso de unatecnologa ptica adecuada no poda avanzar ms all delque fuera su punto de partida, en el que no haba un sistemade conocimiento microestructural disponible.

    Si bien Bichat describi, precis y delimit la entidadanatmica de las membranas o tejidos, la idea central de lasmismas enteramente terica haba sido enunciada pre-viamente por Albrecht von Haller en su teora de las fibras,expuesta en su monumental Elementa physiologiaecorporis humani, editada en Lausana, en 1757 (Tomo I,pg. 2). Las fibras, segn el autor, constituiran el elementovivo comn a toda la materia animada. Cuando se com-plement esta nocin con la teora glandular de Thophile

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    Bordeu, el concepto de un elemento anatmico conector yaestaba flotando en el medio mental de los naturalistas ymdicos ms avanzados. Buffon lo enunci con sus mol-culas orgnicas31 y hasta Denis Diderot se refiri al mis-mo como una trama de hilillos (Jouary, en nota a Diderot,1992, pg. 25). El gran mrito de Bichat es el de haber as-cendido, a travs de los resultados de sus autopsias, de unconcepto especulativo meramente terico que reinaba has-ta entonces, a un orden fctico de conocimiento.

    Desiderio Papp (1977, II: 1719) se pregunta acertada-mente: Por qu [Bichat], este investigador tan empeo-so, genial a su manera, no lleg a distinguir las clulas enlos tejidos? La contestacin a esta pregunta parece en laretrospeccin extraa: no utiliz el microscopio; crea como varios de sus contemporneos que el microscopioslo sirve para el anlisis o la observacin de la materiainanimada; en la biologa, no puede prestar tiles servi-cios. La misma actitud negativa caracterizaba a uno de los

    31 Dice Buffon (Oeuvres Completes, Tome douzime, p. 456):Molcules organiques: Il y a dans la nature une infinit de petitesparties ou molcules organiques vivantes, et dont la substance est lamme que celle des tres organiss. Ces molcules vivantes sontcommunes aux animaux et aux vgtaux, ce sont des paries primitiveset incorruptibles. Leur assemblage forme nos yeux des tresorganiss. Ntese el sentido vitalista del enunciado de Buffon, que secomplementa con el siguiente concepto: ... les molcules organiquesvivantes son relatives, et pour laction et pour le nombre, aux molculesde la lumire. Partout o la lumire du soleil peut chauffer la terre, sasurface se vivifie, se couvre de verdure et se peuple danimaux..., quese inscribe en el panvitalismo ms ortodoxo.

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    ms brillantes alumnos de Cuvier32 : de Blainville33 , zolo-go eminente, que condenaba el empleo del microscopio,previniendo a sus contemporneos y a sus colegas contralas falsas teoras,a las cuales el microscopio presta tanfcilmente la ayuda de sus ilusiones.

    32 Georges Leopold Chtien Frderic Dagobert Cuvier (1769-1832).Naturalista, zologo y anatomista francs. Se educ en Sttutgart,Alemania. A partir de 1785 se incorpor al Musum National dHistoireNaturelle de Pars, donde llev a cabo una carrera brillante que lo dio aconocer como el bilogo ms destacado de su tiempo. Fue uno de loscreadores y mayores propulsores de la anatoma comparada. En suamplia dedicacin temtica, estudi animales fsiles, invertebrados yvertebrados, fue el autor de la llamada regla de correlacin de las partes,que permiti caracterizar las grandes especializaciones animales. Seopuso al transformismo y a la idea bsica de evolucin. Falleci enPars, vctima del clera.

    33 Henri Ducrotay de Blainville (1777-1850). Zologo francs. Inicial-mente cultiv la pintura y el dibujo, para despus dedicarse de lleno a lazoologa, llegando a ser el sucesor de su maestro Cuvier en el MusumNational dHistoire Naturelle de Pars, en la ctedra de anatoma com-parada. Si bien sigui en las lneas mayores de sus investigaciones lasenseanzas de Cuvier, se opuso a la teora cataclsmica de este ultimo,a la que reemplaz por la teora del debilitamiento, extincin y reem-plazo de especies a lo largo del tiempo. Crey que la historia biolgicade la tierra era un continuo de cambio progresivo. Su Osteographie,un amplio tratado, fue su mayor obra, pero lamentablemente qued trun-ca a su muerte, habiendo aparecido su primer volumen en 1839. Fueuno de los intermediarios entre las ideas biolgicas de Bichat y el usoque de las mismas hizo ulteriormente Augusto Comte.

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    La postulacin de sus membranas o tejidos34 por partede Bichat, todava era experimental y epistemolgicamenteendeble, y provoc reacciones de rechazo activo en un me-dio en el que circulaban con fuerte persistencia doctrinasmdicas que conservaban mayor o menor carga de concep-tos escolsticos, clsicos (supervivencias larvadas de ideasaristotlicas, de Galeno, de Hipcrates, de Paracelso, ascomo de la alquimia medieval y renacentista), o que enca-raban fundamentalmente la prctica con un armazn de apo-yo teraputico y farmacolgico primitivo, al par que recha-zaban visceralmente las especulaciones tericas y los m-todos experimentales innovadores. Fue sta una situacin ala que tan solo la teora celular pudo solucionar a medias, ya la que recin el aporte final de Rudolf Virchow35, al acla-

    34 Como lo seala Taton (1958: 621) la palabra tejido (=tissu), que pron-tamente se generaliz despus de Bordeu y Bichat, no lleg a tener unasignificacin verdaderamente histolgica hasta bien avanzado el sigloXIX.

    35 A propsito de las ideas de Virchow, dice Stephen S. Mason (1965:448): ... siguiendo a Schwann, los aspectos mdicos de la teora deBichat sobre los tejidos fueron desarrollados por Rudolph Virchow,1821-1902, profesor de anatoma patolgica en la Universidad de Ber-ln. La ubicacin de una enfermedad haba sido estrechada desde elcuerpo como conjunto hasta un rgano particular por los iatroqumicos,y de un rgano a un tejido especfico por Bichat, y ahora, en 1858,Virchow sugera que una enfermedad originada dentro de una solaclula era propagada por una formacin maligna de clulas en un te-jido determinado. Adoptando el punto de vista de Schwann de que lasclulas eran entidades vivientes autnomas, Virchow consideraba elcuerpo humano como un estado en el que cada clula es ciudadano,y una enfermedad es una especie de revuelta o guerra civil. De estetexto se desprende la notable ausencia de la teora bacteriana de la en-

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    rar la naturaleza real de la citognesis, postulando a la clu-la como la unidad fundamental de la materia viva, no slodesde el punto de vista anatmico, sino tambin del fisiol-gico y del patolgico (Lpez Piero, 1973: 209), zanjdefinitivamente36. Al reemplazar las veintiuna categorasde tejidos por una unidad con un nico elemento ntimo eirreductible de la vida, la teora celular abri, por lo pron-to, nuevas perspectivas a la fisiologa y la patologa (Papp,1977: 186).

    fermedad y de la gentica en tiempos de Virchow. Incluso la endocrino-loga estaba lejos an de aparecer en el panorama de la ciencia mdica,por lo que resalta la endeblez que todava presentan los sucesivosparadigmas y el penoso y arduo recorrido hasta que se construy lasntesis actual.

    36 Conviene tener en cuenta la observacin de Desiderio Papp (1977:179), cuando dice que los aporte de Bichat ... estaban lejos de serestriles en los destinos de la teora celular. Tan es as que no slo losmicroscopistas, sino incluso aquellos que a veces se abandonaban a suintuicin imaginativa, como el zologo y filsofo alemn Lorenz Oken(1799-1851) estuvieron cerca de anticipar algunos aspectos de la futu-ra teora. Oken enseaba que todos los tejidos vegetales y animales secomponen de un nmero prcticamente infinito de infusorios, es decir,de gotas de mucus, sustancia viscosa o mucilaginosa, comn a todoslos seres vivos; establece as un nexo entre los seres micro ymacroscpicos. Las unidades elementales no se adicionan, no se su-man, sino que, perdiendo su individualidad, se funden en un nuevoindividuo, formando una compleja unidad superior que trasciende suscomponentes. Surge aqu una idea decisiva para la creacin de la futu-ra teora [celular]. La unidad ya no puede ser una simple molcula, unelemento inerte; es ya un ser viviente, capaz de alimentarse y reprodu-cirse, dotado de los atributos de la vida. El bilogo francs [HenriJacquin] Dutrochet [(1776-1847)] llega a conclusiones anlogas.

  • La teora de las membranas en la historia de la medicina / 37

    Los descubrimientos de Bichatse proyectaron con rapidez al cam-po de la anatoma patolgica, quehaba sido previamente desarrolla-da en sus fundamentos generalespor Marcello Malpighi, al estable-cer que exista correlacin entre lossntomas que presentaban los en-fermos y las lesiones o alteracio-nes anatmicas que se presentabanen las autopsias. Pero recin fueBichat quien formul bases para la prctica clnica sobre laanatoma patolgica, habiendo establecido previamente lanaturaleza del sustrato corporal sobre el que actan las en-fermedades. Esto ha llevado a exageraciones, como la deFlaubert (citado por Lbel, 1950) de que la gran escuelamdica ha salido del delantal de Bichat.

    El artculo aparecido en la ya mencionada y clebreEncyclopdie mthodique (1750-1766)37 de Denis Dideroty de Jean le Rond dAlembert, del que era autor Flix Vicq

    37 Cuyo impresionante ttulo completo era: Encyclopdie, ou Dictionaireraisonne des sciences, des arts et des mtiers, par une Socit de gensde lettres. Mise en ordre et publie par M. Diderot... et quant la partiemathmatique par M. dAlembert... Avec approbation et privilge duRoi. El primer volumen, el Discours prliminaire apareca dedicado aMonseigneur le comte dArgenson, Ministre et Secrtaire dtat et deGuerre.

    Marcello Malpighi (1628-1694)

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    dAzyr38, acerca de la anatomapatolgica, es el que mejor dacuenta del estado en que se ha-llaba la disciplina en la que tra-bajara Bichat, y permite compa-rarla con el resultante al com-pletar ste sus investigaciones.

    La diferencia que existe entreambos planteos es enorme, tantocuantitativa como cualitativa-mente.

    El avance logrado por Bichat, por ms que no corres-ponde a un hecho aislado y genial, sino a que l fue quiencontinu con especial capacidad y lucidez desarrollan-do, metdica y analticamente, el curso de investigacionesque venan de larga data, llevando el tema a una madura-cin que, ensamblada a los dems adelantos en los camposcientficos auxiliares y en la filosofa biolgica de su tiem-

    38 Flix Vicq dAzyr (1748-1794). Mdico francs. Realiz inves-tigaciones acerca de la morfologa y el funcionamiento del sistemanervioso. Fue uno de los considerados funcionalistas morfolgicos; sedebe a l la postulacin de una serie de categoras funcionales delorganismo: digestin, nutricin, circulacin, respiracin, secrecin,osificacin, generacin, irritabilidad y sensibilidad. Sentaba as las basesconceptuales para la siguiente etapa de avance de la fisiologa, que seraprotagonizada centralmente por el fisilogo francs Franois Magendie(1783-1855). Fue el principal promotor de la creacin, en 1776, de laSociet Royale de Mdecine.

    Franois Joseph Victor Broussais (1772-1838)

  • La teora de las membranas en la historia de la medicina / 39

    po, provoc finalmente la aparicinde un nuevo paradigma general dela anatoma patolgica y de lamorfofisiopatologa, que a su vez,conmovi a la medicina toda, enun proceso que eclosion recincerca de 1830-184039 . Su discpu-lo Broussais40 , ya estuvo en con-diciones de postular que el mdicodebe dominar a la naturaleza y no adaptarse a ella, tal comovena dndose desde el tiempo de Hipcrates. sta es unacaracterstica instaurada en el saber mdico a partir de

    39 Esta circunstancia lleva a reflexionar sobre la suerte histrica de lospersonajes que en la historia de la ciencia aparecen azarosamente colo-cados en el momento de eclosin de los nuevos paradigmas aceptandoslo a ttulo general y con reservas el concepto kuhniano o en su con-traparte, los perodos acumulativos en los que se elaboran las bases deconocimiento e interpretacin para el nuevo nivel emergente del saberorganizado. Comprese as la posicin privilegiada de Pasteur, deLamarck, de Darwin, e incluso de Lavoisier, con la de Bichat, a quien toc en suerte una etapa de acumulacin intermedia y an temprana.

    40 Franois Joseph Victor Broussais (1772-1838). Mdico francs, quefue discpulo de Bichat, Corvisart y Pinel, escribi en 1808, todavabajo gran influencia de Bichat su Histoire des phlegmasies ouinflammations chroniques, dedicado especialmente a las patologaspulmonares y gstricas. Fue mdico de los ejrcitos napolenicos. En1816 escribi Examen de la doctrine mdicale gneralement acepte,en el que critica fuertemente a la medicina de su tiempo. En esa obraenfatiza el papel de las irritaciones por el aire o los alimentos, quepenetran en el organismo como generadores de la enfermedad. De ahel predominio en su teraputica de las dietas, purgas y sangras.

    41 Segn Canguilhem (1976: 71), Bichat haba sido alumno de Philippe

    Philippe Pinel (1755-1826)

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    Desault, Bichat, Pinel41 y Corvisart.En todos ellos trasluce el optimismoen la capacidad de la ciencia paradominar a la enfermedad, aunque to-dava desenvolvindose en un contex-to, cada vez menos denso pero quean tardar ms de medio siglo en sersuperado, de creencia irracional, su-persticin y empirismo grosero42.

    Considerados con perspectiva histrica, los resultadosde esos avances para la prctica mdica cotidiana hacia 1802,ms que promover cambios revolucionarios en la clnica yen la teraputica sirvieron a un triple propsito previo. Por

    42 Todava en la prctica mdica diaria predominaba el llamado trata-miento antiflogstico seguido por los mdicos diplomados y tambinpor parte de prcticos, barberos y cirujanos empricos, basado central-mente en la aplicacin de dietas, purgas y sangras. Gracias a Broussaisy sus colegas, que dieron respaldo terico a esas prcticas, llegaron aagotarse las sanguijuelas de Francia, por lo que debieron ser importa-das de Bohemia y de Hungra. Prgola y Okner (1986: 328) dan cuentade cien mil sanguijuelas importadas en 1824; de treinta y tres millones,en 1827; y de veinticinco millones, en 1828.

    Jean Nicolas Corvisart(1755-1821)

    Pinel (1745-1826), quien fue autor de la Nosographie philosophique(1798), obra de carcter eminentemente especulativo, que pudo ser lainspiradora ms cercana de la sntesis histolgica de Bichat, puesto quePinel asignaba tericamente a cada enfermedad una causa orgnica sur-gida de una lesin o alteracin localizada no tanto en rganos o apara-tos sino en variedades caracterizadas de membranas comunes a rga-nos diferentes. La calificacin de alumno es relativa, Bichat frecuen-t a Pinel en Pars y por razones de edad y prestigio seguramente esteltimo influy en forma marcada en la evolucin de su pensamiento.

  • La teora de las membranas en la historia de la medicina / 41

    un lado, permitieron descartar cada vez ms del campo ofi-cial y aceptado de la medicina a un cmulo de teorasacientficas, msticas, ocultistas, animistas o supersticiosas,que a la distancia cuesta comprender cmo pudieron estaren boga tanto tiempo y sostenerse hasta en los medios uni-versitarios o de aceptacin oficial. Como segunda conse-cuencia, contribuyeron, junto con otros avances contempo-rneos, a levantar el nivel de la medicina acadmica y cien-tfica en relacin con la prctica de cirujanos empricos,herbolarios, barberos, exorcistas, etc., que fueron prctica-mente desplazados de los crculos mdicos oficiales. Porltimo, sentaron las bases primarias para la enorme difu-sin aplicada de la ciencia que tuvo lugar en el segundotercio del siglo XIX, al postularse la teora celular, atribui-

    42 Todava en la prctica mdica diaria predominaba el llamado trata-miento antiflogstico seguido por los mdicos diplomados y tambinpor parte de prcticos, barberos y cirujanos empricos, basado central-mente en la aplicacin de dietas, purgas y sangras. Gracias a Broussaisy sus colegas, que dieron respaldo terico a esas prcticas, llegaron aagotarse las sanguijuelas de Francia, por lo que debieron ser importa-das de Bohemia y de Hungra. Prgola y Okner (1986: 328) dan cuentade cien mil sanguijuelas importadas en 1824; de treinta y tres millones,en 1827; y de veinticinco millones, en 1828.

    43 Mathias Jacob Schleiden (1804-1881). Botnico alemn, que se ini-ci como abogado y despus se inclin hacia la botnica. Ejerci ladocencia de esa disciplina en Jena. Era de un natural arrogante y brus-co, lo que le trajo muchos contratiempos. Fue un microscopista muyhbil y pudo desplegar sus habilidades gracias al avance tecnolgicodel instrumental ptico en su poca, y se consagr al estudio de la es-tructura microscpica de los vegetales. En 1838 public Beitrge zurPhytogenesis, obra en la que llama la atencin acerca de los ncleos

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    da a Matthias Jacob Schleiden43 y a Theodor Schwann44, en1838 y 1839, y al producirse la primera sntesis de unamolcula orgnica, efectuada por Whler45 en 1828, derri-

    44 Theodor Schwann (1810-1852). Fisilogo alemn. Estudi medicinaen Colonia. Despus fue colaborador de Jacob Henle (1809-1885) ydiscpulo de Johannes Peter Mller (1801-1858), en Berln; ambosfisilogos y morflogos. Tambin mantuvo contacto amistoso conMathias Schleiden. Realiz investigaciones microscpicas, cuyos re-sultados public en una serie de artculos en 1838, y los reuni en 1839,en una obra que result complementaria de la de Schleiden del aoanterior, pues daba cuenta en ella que la organizacin animal tambines celular. Los datos bsicos de ambos autores contribuyeron a confi-gurar la llamada teora celular, para la que el aporte de Schwann fuedecisivo. Cre el concepto de protoplasma. Sin embargo, existan apor-tes previos a los que Schwann parece no haber conocido, como el delsarcode de Flix Dujardin (1801-1860). Por eso, autores como Singery Underwood (1966: 321) dicen: desde hace mucho tiempo es habi-tual referir la creacin de la teora celular a la obra de Schleiden ySchwann, pero ahora comienza a ser reconocido que ello es incorrec-to. Varios investigadores haban sentado ya los fundamentos de la mis-ma con anterioridad a la publicacin de sus escritos, en especial[Johannes Evangelista] Purkinje (1787-1869), [G. G.] Valentn (1810-1883) y [Jacob] Henle. La participacin de Schleiden en la formula-cin efectiva de la teora no es muy grande, y sus puntos de vista err-neos le quitan adems importancia. Schwann, por otra parte, a pesarde su desconocimiento de la labor de los dems, realiz un cuidadosoestudio y lleg a conclusiones basadas en su propio trabajo. Formulla teora celular. Pero ello fue muchos aos ante de que pudiera apli-carse con razn a todas las estructuras animales y vegetales. Adems,otros autores antes que l haban desempeado un notable papel en suconcepcin, que no puede reducirse a la obra de un hombre solo. Perosi hay que personificarla en un nombre, es evidente que el de Schwannresulta el ms adecuado.

    45 Friedrich Whler (1800-1882). Qumico alemn. Realiz varios apor-

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    bando la creencia en la incompatibilidad entre la qumicainorgnica y la biolgica, estableciendo definitivamente queel principio vital, al que se supona subyacente a las reac-ciones biolgicas, era tan irreal como el flogisto,46 una enti-dad fsico-qumica inasible que haba sido descartada me-dio siglo antes por las experiencias de Lavoisier.47

    tes significativos a la qumica general y orgnica. Fue, adems, un acti-vo docente. En 1828 comunic al mundo cientfico que habiendo ca-lentado a alta temperatura cianuro amnico, haba obtenido urea, esdecir, que haba logrado sintetizar, a partir de componentes comunes dela qumica inorgnica, un compuesto orgnico. Eso significaba, que unqumico poda realizar en su laboratorio una sntesis que antes se consi-deraba como exclusiva de la organizacin biolgica, y lo poda hacer,sin que en absoluto hubiere necesidad de la intervencin de la elusivafuerza vital, supuesta hasta entonces por el vitalismo. A pesar del carc-ter precursor del descubrimiento de Whler, fueron recin las sntesislogradas por Hermann Kolbe (1818-1884) y Marcellin Bethelot (1827-1907) en las dcadas de 1840 y 1850, las que desterraron definitiva-mente al vitalismo de las reacciones orgnicas, aunque ya estabaconceptualmente muerto a partir de la sntesis de la urea.

    46 Flogisto, equivalente a alimento del fuego o espritu inflamable, queera, segn se ha visto precedentemente, la designacin utilizada en elsiglo XVIII para identificar a una supuesta sustancia que formara parteestructural de las materias combustibles. El descubrimiento del oxge-no, mediante las experiencias de Joseph Priestley (1733-1804) en 1774,mejoradas y reinterpretadas por Antoine Laurent Lavoisier, y de losprocesos oxidativos y reductores, invalid la creencia en el flogisto.Carl Wilhelm Scheele (1742-1786) haba descubierto previamente eloxgeno, pero no public los datos hasta 1777, cuando ya Priestley ha-ba dado a conocer los suyos.

    47 Antoine Laurent Lavoisier (1801-1871). Cientfico francs, del quedicen Millar et al. (1989: 353), que fue un ... qumico y reformador

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    Muchos autores de su tiempo y ulteriores, reprochan aBichat el hecho de que su formacin intelectual estuvieratan modelada por la influencia del vitalismo,48 especialmentepor el de Haller, cuya influencia se mantena muy activa enMontepellier cuando Bichat cursara sus estudios, pero esnecesario aclarar que el morflogo de la Socit Mdicaldmulation, en tanto investigaba era un emprico que sloatenda los hechos que le ofreca la realidad que se presen-taba ante sus sentidos. Predominaba en su valoracin el flu-jo directo de los datos sensoriales sobre el encuadre metaf-sico del conocimiento.

    Su concepto de la vida era que sta responda a sus pro-pias leyes, que los procesos fisiolgicos los que habansido sintetizados por Vicq dAzyr en su artculo de laEncyclopdie mthodique eran fundamentalmente diferen-tes de los fsicos. Las propiedades vitales eran las que

    48 Vitalismo: ya se han hecho varias menciones precedentes de esta po-sicin: se trata de un trmino acuado en el siglo XIX para caracterizara la doctrina que considera a los fenmenos vitales como irreductiblesa trminos fisico-qumicos, es decir, que segn esa concepcin, los fe-nmenos vitales escaparan a toda interpretacin causal relacionada conestructuras o propiedades naturales. Adems, el concepto vitalista im-plica el rechazo de la posibilidad de creacin artificial de vida. Haymuchas formas de vitalismo, desde el ingenuo o animista, hasta el queno inmiscuye el concepto nuclear del propio vitalismo en la investiga-cin cientfica y retrocede el planteo vitalista hasta una causa originalsituada en el origen del universo o de la vida, segn se acepte la evolu-cin cosmolgica o la biolgica como primordial. En la historia de lasciencias mdicas, el vitalismo explicaba los fenmenos patolgicos porla accin de fuerzas vitales, intrnsecas del organismo vivo y no de lasque actan sobre o desde la materia misma.

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    determinaban las manifestaciones de la vida, residaninmanentes en la materia viva y, en consecuencia, los pro-cesos vitales slo podan ser observados, no explicados.Segn esa escuela, la vida era la suma de todas las funcio-nes que resisten a la muerte49, postulacin bsica expresadaen su obra Recherches sur la vie et la mort (1800).

    El vitalismo de Bichat no fue epistemolgico ni surgidodel dogma, sino derivado del laboratorio y de la losa anat-mica de la sala de diseccin. Como ha dicho Siegerist (1933),... his work is permeated with an enlightened by the resultsof experiments, so that it was regarded with respect even bymaterialistic physiologists. Debe tenerse en cuenta que lasnicas objeciones serias al vitalismo eran las especulacio-nes mecanicistas de los llamados filsofos de la naturaleza,con base ms especulativa que fctica. A lo sumo, operandocon extrapolacin de las leyes fsicas y del sistemanewtoniano a los seres vivos. Dentro de sus posibilidadesde alcance instrumental, Bichat no haba logrado para suvisin fundamental, ms que correr hacia atrs el principio

    49 Pedro Lan Entralgo (1946) destaca el amargo sentido de esta defini-cin en boca de quien an no haba cumplido treinta aos de edad.Incluso el ttulo de la obra en que figura esa definicin es ms paracerrar que para comenzar una vida dedicada a la investigacin cientfi-ca. Como bien lo expresa el erudito mdico y humanista espaol, Bichathaba vivido la agitada historia de su tiempo esquivando casi continua-mente a la muerte, ya fuere en la guillotina, en el campo de batalla, o enla lucha diaria con la enfermedad. Incluso su prctica anatmica coti-diana aconteca entre cadveres. No podra ser otra la sntesis que se lepresentara al reflexionar sobre su propia condicin y el objeto de susinvestigaciones, de ah su inters tan activo por la muerte.

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    vital, incorporando las estructuras bsicas al orden natural,tal como Albrecht von Haller lo haba hecho con lafuncionalidad al estudiar experimentalmente a los animalesy las plantas.

    El aporte fundamental de Bichat a la historia de lamedicina fue el haber sido el primero en comprobar ydesarrollar la aseveracin de Giovanni Battista Morgagni50en cuanto a que la enfermedad asienta siempre en algnrgano, o sistema de rganos, en particular. Haba oscurecidola afirmacin de Morgagni el hecho de que la sintomatologa,a veces tiene caractersticas similares, o mejor, coincidentes,por ms que fueran distintos los rganos enfermos. Fue elrenombrado Philip Pinel, en su ya mencionada Nosographiephilosophique, y con el que Bichat estaba cada vez msrelacionado, quien emiti la teora de que en esos casos, sibien los rganos enfermos eran distintos, las estructuras, esdecir, los tejidos involucrados, eran los mismos. Si bien setrataba slo de una idea generalista y terica, sirvi deestmulo para el desarrollo inicial de la histologa al lograrsu corroboracin emprica por parte de Bichat.

    50 Giovanni Battista Morgagni (1682-1771). Mdico y anatomistaitaliano. Naci en Bolonia y pas la mayor parte de su vida en Padua.Recin a los ochenta aos de edad public las observaciones de toda suvida de estudio, en forma de cartas dirigidas a un supuesto colega yamigo. En ellas describe setecientos casos de enfermos atendidos porl, prestando atencin a sus sntomas y las alteraciones de sus rganosdespus de su muerte. Antagoniz as con la creencia de que laenfermedad actuaba sobre el cuerpo en general desequilibrando loshumores, refiriendo la accin patgena al campo de los rganos, queeran los que segn su percepcin padecan las dolencias. Sent aslas bases de la que ulteriormente sera la anatoma patolgica.

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    Es indudable que el planteo de Bichat parti del conceptode Morgagni acerca de la existencia unitaria de los rganos.De all pas a la pregunta fundamental acerca de qu sonlos rganos y cul es su composicin anatmica. Esclarecipara ellos una similitud estructural bsica: todos estabanconstituidos por componentes generales a los que basadoen el concepto del morflogo italiano, denominmembranas las que corresponden material pero noconceptualmente, a la nocin actual de tejidos en lahistologa.

    Esto aconteci mucho antes de que la teora celularirrumpiera en el horizonte de la biologa y de la medicina.Fue as que Bichat, condicionado por el estado de losconocimientos de su tiempo, slo pudo ser un observadormacroscpico de estructuras visibles, llegando a distinguirveintiuna variedades de ellas sin postular su aplicacindirecta a la clnica51. Su concepto fisiopatolgico establecaque las membranas eran el substrato de las funciones vitales,tanto de las normales como de las patolgicas, por lo tanto,la enfermedad no tena un substrato orgnico sino tisular.Para l, esa era la causa de las sintomatologas coincidenteso parecidas causadas por las diferentes enfermedades, lasque surgan de una interpretacin esencialmente vitalista.

    51 Todo esto aconteci en un plano observacional macroscpico, sinnocin de estructuras menores subordinadas. Recin Rudolf Virchow(1821-1902), hacia 1858 aplicar por primera vez los datos de la anincipiente biologa celular a la patologa. (Sigerist, 1987). Por otra parte,slo el empleo del nuevo microscopio acromtico de Amici (1827)posibilit el conocimiento estructural bsico para la teora celular(Bernal, 1979: 621).

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    Desiderio Papp (1977, II: 178) expone en forma sintticalas investigaciones de Bichat:

    ... con el objeto de separar los tejidos Bichatdisec los ms variados rganos, hasta obtenerfragmentos que le parecan como elementales. Luegosometi estos fragmentos a una serie de operacionesfsico-qumicas, separando veintiuna categoras detejidos, como elementos irreductibles, como el ltimolmite del anlisis anatmico. As como un cuerpoest constituido por la reunin de rganos que alejecutar cada uno una funcin contribuyen a formarlas propiedades del todo, as tambin un rgano esta menudo compuesto por muchos tejidos, que aldesempear cada uno su papel, otorgan a laestructura del conjunto sus cualidades especficas.De esta manera, un pequeo nmero de tejidos bastapara asegurar al mundo de la vida su inmensavariedad. Desde luego, es posible romper, cortar lostejidos; es posible llegar qumicamente a com-puestos, y an a elementos que los constituyen; sinembargo, ni los fragmentos mecnicamenteobtenidos, ni las partes conseguidas por va qumica,viven; el ltimo elemento dotado de vida es el tejidosostena Bichat. Desde luego, el tejido es un elementoque corresponde al principio de los continuos: enoposicin a la clula cerrada, el tejido es abierto,sus lmites pueden ser solamente arbitrarios.

    Deca Bichat en su Anatomie genrale, applique laphysiologie et la mdicine, publicada en 1801:

    Todos los animales son un conjunto de diversosrganos; los cuales, ejecutando cada uno una

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    funcin, concurren, cada uno a su modo, a laconservacin del todo, son otras tantas mquinasparticulares en la mquina general que constituyeel individuo. Pero estas mismas mquinasparticulares estn formadas por muchos tejidos denaturaleza muy diferente, que constituyenverdaderamente los elementos de estos rganos. Laqumica tiene sus cuerpos simples, los cuales formanlos cuerpos compuestos por las diversascombinaciones de que son susceptibles: tales elcalrico52 , la luz, el hidrgeno, el oxgeno, el carbn,el zoe, el fsforo, etc...; pues bien, de la mismamanera tiene la anatoma sus tejidos simples, quepor sus combinaciones de cuatro en cuatro, de seisen seis, de ocho en ocho, etctera, forman nuestrosrganos. Estos tejidos son: 1, el celular; 2, elnervioso de la vida animal; 3, el nervioso de lavida orgnica; 4, el arterioso; 5, el venoso,; 6, elde los exhalantes; 7, el de los absorbentes y suglndulas; 8, el seo; 9, el medular; 10, eltendinoso; 11, el fibroso; 12, el fibro-tendinoso;13, el muscular de la vida animal; 14, el muscu-lar de la vida orgnica; 15, el mucoso; 16, el

    52 El calrico: En la enumeracin de Bichat se mezclan conceptos fsicosy qumicos. Como se ha visto, aparecen mencionados la luz y el calrico,est ltimo concepto corresponde a una acepcin arcaica del Diccionariode la Lengua: principio o agente hipottico de los fenmenos del calor.Tngase en cuenta el parentesco cercano de este concepto con el delflogisto. Todo esto corresponde al contexto de las ciencias fsicas,qumicas y naturales de la poca y es parte tambin de la interpretacinvitalista, que tiende a sustantivar elementos fenomnicos y funcionalesdentro de una misma categora enumerativa.

    53 Traduccin del francs por R. Trujillo, Madrid, 1807 (citado por LpezPiero, 1973: 219-220).

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    seroso; 17, el sinovial; 18, el glanduloso; 19, eldrmico; 20, el epidrmico; 1, el piloso.53

    Corresponde a la misma obra un prrafo en el que Bichatexpresa un concepto con respecto a las estructuras orgnicas,que hoy podramos considerar de carcter sistmico:

    ... las propiedades cuyo influjo acabamos deanalizar [la vida de las membranas o tejidos] no estnprecisamente unidas a las molculas de la materiaen donde residen, pues desaparecen cuando estasmolculas separadas han perdido su disposicinorgnica, a la que pertenecen exclusivamente. Esnecesario, pues considerar ahora esta disposicinde un modo general ...54

    Dentro del omnipresente vitalismo de la poca, laintuicin esclarecida de Bichat, a ms de profesar una suertede remanencia del hileomorfismo (=hilomorfismo)55 conbase neoplatnica-aristotlica, entrev un modelo de

    54 Idem. que nota anterior.

    55 Hilomorfismo: Se refiere esta concepcin Nicola Abagnano (1996:605), diciendo. Trmino moderno aplicado a la doctrina expuesta porel filsofo judo Avicebrn (Avencebral, Abengabirol, 1020-1069) ensu Fons vitae. Segn esta doctrina, tomada por lo dems del Liber decausis de inspiracin neoplatnica, todo lo que es est compuesto demateria y forma. De lo que se deduce que tambin la sustancia espiritual,el alma, por ejemplo, no es pura forma, sino un compuesto de materiay de forma. Avicebrn, por lo tanto, identificaba la materia con lasustancia, esto es, con la primera de las categoras aristotlicas...

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    estructura fincado en la armona organizada de sus partes,en el que las propiedades emergen de niveles de organizacinde las mismas, pero an deba pasar ms de un siglo y mediohasta que ese concepto se precisara y ascendiera a un rangofundamental en la concepcin de la realidad (von Betalanffy,1976; Bunge, 2004).56

    Las investigaciones de Bichat, fundamentalmente lasenunciadas en sus escritos, contribuyeron notablemente alnuevo concepto emergente en la medicina de fines del sigloXVIII: hasta entonces predominaba el tratamiento de lasenfermedades como esencias que asentaban sobreestructuras de los organismos como entidades visibles parael mdico. Esas estructuras, para l eran las membranas, unsmil temprano y an mal circunscrito de tejido animal. Estosignifico el principio del fin de la nocin de la enfermedado noxa como una entidad con existencia propia,independiente, preexistente, que asentaba en el organismopero no era l. Por el contrario, la enfermedad es elorganismo alterado. Sin embargo, el acceso pleno alproblema todava estaba epistemolgicamente muy limitado:al no poderse reducir el organismo a elementos ms simplesque las membranas, era necesario asumirlo como un todocontinuo, en el que seguramente se ocultaba un principiotrascendente, inabordable por el anlisis.

    56 Como lo puntualiza Bunge (2004: 63) estas ideas ya haban sidoexpresadas en forma precursora en el siglo XVIII por Paul HeinrichDietrich, ms conocido como el barn dHolbach (1723-1789), en suSystme social (1773), y an en su Systme de la nature, editado tresaos antes en Pars, pero recin fueron expresadas en forma orgnicapor Ludwing von Bertalanffy, en la dcada de 1930.

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    Las proposiciones acerca del papel de los rganos en lapatologa general o an la mera existencia de una patologaorgnica localizada fueron formuladas por diversosprecursores, pero todava dentro del paradigma clsicovigente. Las nuevas concepciones recin eclosionaron conla mencionada obra de Bichat de 1801, con la cual, al decirde Michel Foucault57 se constituy el nuevo cdigo percep-tual de la medicina moderna. A partir de sus postulacionesse bas ... el saber mdico en la fisiologa antes quesimplemente en la anatoma y explic las fiebres comoreacciones patolgicas a las lesin de un tejido; la ruedacomplet el crculo: la medicina clsica muri a manos delos mdicos cientficos. La medicina clsica tena un objetola enfermedad y un objetivo la salud. La medicinacientfica, al llegar a su madurez, sustituy la enfermedadpor el cuerpo enfermo como objeto de la percepcinmdica... (Merquior, 1988).58

    57 Michel Foucault (1926-1984). Filsofo, epistemlogo e historiadorheterodoxo del pensamiento, nacido en Francia. Es citado reiteradamentepor Merquior (1988) con referencia a Bichat. Escribi una obra en laque dedica gran atencin a la renovacin metodolgica y conceptual dela medicina por parte de Bichat y sus allegados y continuadores (Fou-cault, 1991).

    58 Sin embargo, este concepto surge de una interpretacin en excesooptimista, derivada de la concepcin de la enfermedad por parte deFoucault, que no es mdico ni bilogo y a quien, con frecuencia, leinteresa ms poder armar un esquema predominantemente filosfico-literario como base de sus postulaciones, que ser realmente objetivo enellas. Recin es posible reconocer plenamente la imposicin generalizadade la nueva episteme o paradigma varios lustros despus, cuando el

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    La evolucin de los conceptos enunciados de la medicinaclsica y moderna siguen la nocin de las epistemes deFocault (Les mots et les choses, 1966), o sean verdaderastransformaciones gestlticas de la comunidad cientficainvolucrada. La episteme clsica segn esa concepcin

    59 La consecuencia de las investigaciones y doctrinas de Bichat se hizosentir con especial fuerza en el ambiente intelectual francs, porque laprecisin anatmica y la lucidez de la interpretacin de estructuras,potenci sus postulaciones filosficas e interpretativas que eran msendebles. Es as, por ejemplo, que Emmanuel Rdl (1988, I: 219) llegaa afirmar que el conocido fundador del positivismo A. Comte, representauna continuacin de las ideas de Pinel, Broussais y Bichat, proposicinaudaz para evaluar a quien, como Augusto Comte, asumi una posicintan no-idealista y antimetafsica como la positivista. Sin embargo,cualquier duda al respecto se despeja leyendo el Examen del tratadode Broussais sobre la irritacin, escrito por Comte en 1828, dondeincluso cita expresamente a Bichat y a Pinel (Comte, 1987: 289, passim),pero deja la impresin de que Comte no conoci de primera mano lasobras de Bichat y de Pinel, y que habra aprovechado las de Broussaisdespus que ste experimentara su gran mutacin doctrinaria, aosdespus de la muerte de su maestro Bichat. Adems, el Examen fueescrito al salir Comte de una situacin muy particular de su salud (JustoPrieto, 1944: 210, 211) y con nfasis en lo referido a las funciones delsistema nervioso, no con referencia a la interpretacin vitalistasubyacente de Bichat. Canguilhem (1976: 73) supone que las leccionesde Blainville fueron las mediadoras entre las obras de Bichat y elpensamiento comtiano, se basa en las ideas que expone Comte en suleccin XLI del Cours de Philosophie positive. En su clasificacinprogresiva de las ciencias confiri Comte un primer puesto a laanatoma o estudio de los tejidos (Comte, instrudo por Schwann, dirms adelante: el de las clulas); despus, la fisiologa o estudio de lasfunciones... (Hubert, 1943: 52).

    aporte de Bichat haya sedimentado en forma concurrente con otrascontribuciones coetneas o inmediatamente posteriores para laemergencia de una nueva configuracin interpretativa

  • 54 / Julio Rafael Contreras Roqu

    se habra desarrollado desde mediados del siglo XVII hastafines del XVIII, mientras que la moderna cubrira la mayorparte del siglo XIX.59

    El concepto fisiopatolgico de Bichat estableca que lasmembranas eran el substrato de las funciones vitales, tantode las normales como de las patolgicas, por lo tanto, laenfermedad no tena un componente orgnico general sinocon localizacin tisular. Esa era, segn su explicacin, lacausa de las sintomatologas coincidentes o parecidascausadas por las diferentes enfermedades. Fue el primeroen percibir el sindrome de estar enfermo, que en el sigloXX servira de base para la concepcin renovadora de HansSelye (1907-1982), que desembocara en la tan fecunda teoradel sndrome general de adaptacin (Selye, 1960: 27).

    60 Vase en Actas Ciba, N 6, 1948, pg. 166, una nmina sinttica delos anatomistas desde William Harvey hasta Albrecht von Haller. Tanslo en ese perodo (1622-1755) da cuenta de treinta y cuatro persona-lidades con obra relevante para el saber mdico y morfolgico.

    61 Andreas Vesalio (1514 o 1515). Anatomista belga, nacido en Bruselas,en pleno perodo renacentista. Estudi en la Universidad de Lovaina,donde aprendi latn griego y humanidades, despus march a Parspara cursar medicina en su clsica y conservadora Escuela Mdica,donde estudi con los clebres Jacobo Dubois (Silvio) (1478-1555),Jean Fernel (1497-1558) y von Ardenach. Guido Guidi fue su maestrode ciruga. Debi a Silvio su profundo conocimiento de la anatoma deGaleno. Fue el primero en revisarla y postular que la misma derivabade la diseccin de animales y no corresponda cabalmente al ser humano.Inici Vesalio una vida andariega y de intenso estudio, que culmincon sus obras mdicas y anatmicas, entre ellas la