la resistencia nº13

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Expresando nuestros ideales Buenos Aires, dici embre de 2015, número 13 – I SSN 2 314-3797 FFyL - UB A XXII - Centro U niver sit ario Devoto 30 años del cud: qué pensamos, qué hacemos / manifiesto pvc / la resistencia jurídica: Legitimando la ficción / macri presidente / reflexiones + Cuento + Poesía + recetas

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Revista realizada en el Taller Colectivo de Edición, Centro Universitario Devoto, como parte de las actividades del Programa de Extensión en Cárceles de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Diciembre 2015.

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    es

    Buenos Aires, diciembre de 2015, nmero 13 ISSN 2314-3797FFyL - UBA XXII - Centro Universit ario Devoto

    30 aos del cud: qu pensamos, qu hacemos / manifiesto pvc / la resistencia jurdica: Legitimando la ficcin / macri presidente / reflexiones + Cuento + Poesa + recetas

  • Acercaron material y editaron la revistaDavid A. Acevedo Muoz, Alejandro Arvia, Miguel ngel Britos, Gastn Waiki Brossio, Juan M. Cabail Abad, Ana Camarda, Juan Carlos Carbajal de la Cruz, Diego O. Cepeda, Emilio D. Claure, Roberto Consticianni, Piter Costa, Cristian Cuevas, Roque David Maciel, Carlos Daz, Emilio G. Daz, Carlos Mauricio Fernndez, Alejandro I. Fresenga Umpirrez, Antonel la Gaudio, Mateo Gaviria Mrquez, Ivn Gmez, Tony Gual, Federico Gude, Julin N. Huerta Gonzlez, Jonatan L. Ibarra, Toms E. Larrea, Juan Pablo Parchuc, Rodrigo S. Paz, Sandro M. Peklych, PVC, Arsen Qosja, Mara Jos Rubin, Ana Luca Salgado, Luis Scafati, Alejandro Schmied, Leandro E. Sicca, Ariel G. Spadoni, Cristian L. Surez Cassoli, SUTPLA, Pablo M. Torge, Eric David Vilte.

    AgradecemosA Bianca Rossi y Leandro Sabater, que sumaron su trabajo y compromiso en este nmero de la revista, a travs de la ctedra de Pasanta de Prctica Profesional en Instituciones Pblicas u ONG de la Carrera de Edicin.

    Esta publicacin es producto del trabajo realizado en el marco del Taller Colectivo de Edicin, como par-te de las actividades del Programa de Extensin en Crceles de la Facultad de Filosofa y Letras.

    Este nmero ha sido financiado en parte por el Pro-grama de Voluntariado Universitario, Direccin Na-cional de Desarrollo Universitario y Voluntariado, Secretara de Polticas Universitarias, Ministerio de Educacin de la Nacin Argentina.

    Facultad de Filosofa y Letras - Universidad de Buenos Aires

    DecanA Graciela Morgade

    VICEDECANOAmrico Cristfalo

    Secretaria AcadmicaSofa Thisted

    SecretariA de Extensin y Bienestar EstudiantilIvanna Petz

    Secretario de PosgradoAlberto Damiani

    SecretariA de Investigacin Cecilia Prez de Micou

    Secretario GeneralJorge Gugliotta

    Secretaria de Hacienda y AdministracinMarcela Lamelza

    Subsecretaria de BibliotecasMara Rosa Mostaccio

    Subsecretario de PublicacionesMatas Cordo

    Subsecretario de Transferencia y DesarrolloAlejandro Valitutti

    Subsecretaria de Relaciones Institucionales e InternacionalesSilvana Campanini

    Direccin de imprenta, composicin y venta de publicacionesRosa Gmez

    ISSN: 2314-3797 De la edicin: Facultad de Filosofa y Letras - UBA, 2015 Subsecretara de PublicacionesPuan 480 - Ciudad Autnoma de Buenos Aires, ArgentinaTel.: 4432-0606, int. 213 - [email protected] De los textos y las ilustraciones: sus respectivos autores

    La Resistencia se publica bajo una licencia: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es

    Para leernos online, descargar la revista en pdf o dejarnos tus comentarios, te esperamos en: [email protected] facebook.com/TallerColectivoDeEdicion

    Hay equipo

  • 130 AOS DEL CUDQu n o s ap or t a v e n i r a l CU D?

    Nos da otra forma de defendernos y de expresarnos ante

    el Servicio Penitenciario. Responsabilidad, una rutina

    normal. Valores, experiencias, conocimientos acadmicos,

    vivencias, muchas cosas. Es una ayuda muy grande: hay

    que cuidarlo y pelear por l.

    Macri presidente s. a. Confirmado! La humanidad es autodestructiva; la Argentina, tambin. Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas. Las arcas no son argentinas.Cambiemos. Mejor no hablar de ciertas cosas.El futuro repite el pasado: somos derechos y humanos.Vivir rpido, morir joven. La vida no es un beneficio, es un sacrifico.

    La ilustracin de tapa es una representacin de lo que nos espera, de la mano del maestro Luis Scafati.

    p or qu e l cu d e s i mpr ot a nt e p ar a n o s ot r o s?

    Porque le dio respuestas a todas nuestras preguntas.

    Es ms que importante, es un lugar de libertad de 9 am

    a 6 pm, donde compartimos vivencias e intercambios,

    opiniones, con profesores, talleristas, organizaciones,

    lo que nos incorpora al colectivo. Aquel est lleno de

    herramientas, nos va llevando por distintas paradas.

    Aprendemos solidaridad, reflexin, autogestin y el

    viaje se hace ms gustoso, porque este colectivo nos lleva

    a la estacin Libertad, imprescindible para nosotros.

    P o r qu s e l o r ec o m e n d a r am o s a a l gu i e n?

    Se lo recomendaramos a los que quieren irse a su casa

    sabiendo ms de lo que saban antes de ingresar al penal, y

    eso depende de cada uno. Lo recomendaramos para que los

    dems internos no pierdan el tiempo dentro de un pabelln.

  • 2 3

    Majo RubinDocente del Taller Colectivo de Edicin

    Hace apenas unas horas estbamos celebrando el fin del cuatrimestre, entregando certificados y re-partiendo revistas La Resistencia recin llegadas de la imprenta en el CUD. Hoy es ms fcil que nunca (ms que en los ltimos tres meses, durante los cua-les no encontr palabras para definirlo) decir que el CUD para m es alegra. Hoy fue totalmente obvio que eso era una fiesta, y yo era una invitada privile-giada, no solo porque me llegaran los primeros ma-tes y las primeras porciones de sopa paraguaya (que alguien te bendiga, cocinero de lujo), sino tambin porque ah sentada, o caminando entre el aula aba-rrotada de Filo y el patio, fui testigo de la reunin con las familias y del almuerzo en torno a la mesa; conoc a madres y esposas sonrientes; vi rostros encantados de recibir la revista; o que sus escritos les gustaban an ms ahora que estaban publicados, que tenan ideas para el prximo nmero, que se iban a anotar y que cundo empezbamos.

    Decir que el CUD es alegra no est de modo al-guno reido con decir que es un lugar de lucha. Par-te de la resistencia es poder seguir sonriendo, seguir haciendo amigos, seguir abrazando a un ser amado:

    ese es el combustible primordial para estudiar, para pensar, para escribir; para levantarse a la maana y enfrentarse a todo lo que se interpone entre el pa-belln y el taller. Hoy me preguntaron si ir al CUD era mi trabajo o un pasatiempo. Es una pregunta di-fcil, y la misma que nos propusimos responder con motivo del trigsimo aniversario, pero de pronto la respuesta fue ms accesible, ms clara, casi evidente. El CUD para m es un lugar de trabajo, aunque tengo otros trabajos; es una forma que elijo para pasar el tiempo, que a veces apenas alcanza; es un lugar de aprendizaje, en ms sentidos de los que puedo desa-rrollar en estas pocas lneas; ir al CUD es, tambin y por sobre todo, un acto de alegra.

    Carlos Daz

    Lo mejor que existe: de la educacin popular hasta la UBA

    Este ao 2015 estamos de festejos: los estudiantes de la UBA estamos festejando que se cumplen 30 aos del nacimiento de las universidades en crceles, en los mbitos federal y provincial. Desde los inicios, se fueron logrando nuevos espacios para realizar distintas carreras para las personas privadas de su libertad.

    Les comento que soy alumno regular de la carrera de Trabajo Social en el Centro de Estudiantes Uni-versitarios de Ezeiza (CEUE), y tambin participo de diferentes talleres extracurriculares que se desarrollan aqu. Es increble como en el espacio de la universidad hay tanta potencia de conocimiento, desde la historia hasta la actualidad. Los contenidos de cada materia son asombrosos. Desde la Antropologa, la Sociologa, la Psicologa y muchas disciplinas ms, pasando por autores como Mendel, Grard, Michel Crozier, Nicols Maquiavelo, Michel Foucault, Freud, etc., todo te deja una mirada distinta a lo que uno cree del mundo real. Esta mirada de reflexin a travs de la educacin te da la energa para lograr que no te atrape el sistema detrs de las reglas.

    De esta manera festejo con los compaeros y las compaeras universitarios para seguir apostando a que la evolucin del hombre y de la mujer se logre desarrollando la mente desde la educacin. Asimismo, la experiencia que nos dej uno de los referentes de la educacin popular, Paulo Freire, pedagogo del siglo XX, que con su principio del dilogo ense un nuevo camino para la relacin entre educador y educando. Sus ideas influenciaron e influencian los procesos democrticos por todo el mundo, como as tambin las nuevas ideas liberadoras en Amrica Latina y en la Teologa de la Liberacin. Su figura es referente cons-tante en la poltica liberadora y en la educacin.

    Para finalizar, le doy agradecimiento a los talleristas de la revista Los Monstruos Tienen Miedo del CEUE y de la revista La Resistencia del Centro Universitario Devoto (CUD).

    As que la fiesta es grande, sigamos creciendo para un mundo mejorSaludos a todos los estudiantes de las universidades de distintas ndoles.

    Juan Pablo ParchucCoordinador de la Facultad de Filosofa y Letras en el Programa UBAXXII

    El CUD funciona como una especie de unidad b-

    sica adentro de la crcel. No es solo un lugar de es-

    tudio, sino una pequea comunidad organizada, un

    espacio poltico de reunin y formacin, abierto a la

    poblacin del penal. All se encaran a diario los asun-

    tos personales y las problemticas generales de las

    personas detenidas, escuchando sus preocupaciones

    y articulando intereses, necesidades y demandas. Y

    se definen, en conjunto, las estrategias y los modos de

    organizacin para resistir la violencia institucional,

    denunciar la tortura, combatir las injusticias y pro-

    ducir las herramientas para transformar la realidad

    adentro y poder afrontar la salida en libertad. En mi

    caso particular, es el lugar donde di mis primeros pa-

    sos como docente, donde pude ver las mayores mues-

    tras de solidaridad, donde entend el sentido de la

    palabra dignidad y aprend que no hay muros que

    puedan contener la fuerza de las ideas ni la voluntad.

    Ana CamardaDocente del Taller de Formacin Sindical y Derechos Laborales

    El CUD es importante para m porque constitu-ye un lugar en el que los docentes y los estudiantes nos juntamos a construir conocimiento y a sostener un espacio de resistencia frente a la estigmatizacin que imponen la sociedad y el Servicio Penitenciario Federal sobre las personas privadas de su libertad ambulatoria.Lo recomendara entre varios otros motivos porque es un modo de conocer la crcel (no toda pero s una parte) y de empezar a erradicar prejuicios e ideas prefabricadas sobre su uso y utilidad. Tambin como docente, porque el trabajo con estudiantes que se encuentran en diferentes instancias educativas (ya sea la escuela primaria, secundaria o la univer-sidad) es un hermoso desafo.

    Venir al CUD siempre me recuerda todo lo que an es necesario transformar, que las personas pri-vadas de su libertad ambulatoria son los grandes olvidados de la sociedad y del poder judicial, pero so-bre todo son ejemplos de lucha y de resistencia.

    Lo que pensamos del CUD

    Ilust

    raci

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  • 4 5

    Es un espacio que impulsa La Mella en Crceles (UBA-UNA) y PVC. Naci hace dos aos como una iniciativa de los compaeros de PVC de tener un es-pacio artstico en el centro universitario.

    Para los 30 aos del CUD, se trabaj en un mural que resalta la importancia de la universidad dentro de la crcel. En l se puede ver una escalera de libros que sobrepasa un muro (el del complejo penitenciario) y un hombre al final de la escalera avanzando hacia afuera. El taller siempre busca ser un espacio de ex-presin donde se construya un pensamiento crtico.

    Como el taller es autogestivo, con los grabados que realizaron los compaeros se hizo un calendario 2016 en xilografa, y se puso a la venta. Esta expe-riencia es importante por su trabajo artstico y co-lectivo, y porque abre la posibilidad de pensar el arte tambin como un medio de subsistencia. Adems, visibiliza en el afuera el trabajo hecho en el taller y trata de romper con el discurso hegemnico de que los presos no hacen nada.

    Para colaborar con el taller comprando un calen-dario, escribir a:

    Mail: [email protected]: La Mella en Crceles

    Cosas que pasan en el cudEn estas pginas queremos contar y mostrar todo lo que pasa en nuestro centro universitario

    El CUD se autogestiona a travs del GUD (Grupo Universitario Devoto), que de manera horizontal eli-ge sus autoridades y lleva adelante el espacio uni-versitario en tndem con los coordinadores externos de las diferentes facultades. En el centro hay una

    seccin de extranjera para los internos de otros pa-ses, la biblioteca (con su gran acervo de materiales donados) y la cocina, donde adems de lo obvio un estudiante dicta un taller de ingls.

    Taller de diseo grfico

    Hace ya tres aos comenz el taller, coordinado por Mariano Coco Cerrella, a travs de la Facultad de Ciencias Econmicas. Actualmente asisten alre-dedor de 60 alumnos que trabajan a mano, sin recur-sos tecnolgicos, pero con lo nico importante: tener algo para decir. All se disean afiches sobre Dere-chos Humanos (Trabajo, Educacin, Vivienda, Salud, Juicio Justo) y otras temticas de relevancia social y colectiva. Es principalmente un espacio de reflexin, que luego se plasma al papel. Los trabajos casi siem-pre poseen una voz crtica y aguda, pero este cuatri-mestre la consigna fue distinta: se trabaj sobre los 30 aos del CUD para celebrar.

    [Se pueden ver en la contratapa de la revista.]

    Actividades acadmicas y de extensin del CUDEn el CUD funcionan seis facultades de la UBA y

    el CBC, cada unx con una programacin especfica.

    Facultad de DerechoDicta la Carrera de Derecho, y trae a sus alumnos del medio libre a hacer sus prcticas profesionales al centro universitario. Tambin da un taller de redac-cin de escritos jurdicos, y la agrupacin La Mella realiza un taller de derecho. Desde extensin, se cre el Observatorio de Derechos Humanos del Sistema Penal Argentino, a travs de un proyecto de volunta-riado universitario.

    Facultad de PsicologaDicta la Carrera de Psicologa, y varios talleres: uno de clnica de la vulnerabilidad, uno de pre y post li-bertad, el CIT o POI (de induccin al trabajo), y un grupo de reflexin.

    Facultad de Ciencias SocialesDicta la Carrera de Sociologa y, desde el programa de extensin Ave Fnix, el taller de formacin polti-ca y el reciente taller de arte del que publicamos las xilografas (ver apartado). La asesora social tambin es de esta facultad.

    Facultad de Filosofa y LetrasDicta la Carrera de Letras y, desde el programa de extensin, un gran abanico de talleres: el de narra-tiva y lectura, el de historia argentina, el de filoso-fa, el de educacin popular, el de formacin sindical (junto al SUTPLA), y los ms recientes de escritura acadmica y fotografa estenopeica (del cual repro-ducimos las fotos). El Taller Colectivo de Edicin (origen de La Resistencia) y el taller de subtitula-do (parte de la capacitacin alrededor del Centro de Produccin de Accesibilidad) este cuatrimestre se sumaron al curso de reparacin de PC y al de ad-ministracin y gestin de emprendimientos produc-tivos (cooperativismo) como Cursos de Formacin Profesional (organizados por CIDAC-Ministerio de Trabajo de la Nacin). La asesora educativa (con la participacin del FUP) tambin es de la facultad.

    Facultad de Ciencias EconmicasDicta las carreras de Contador Pblico y licenciado en Administracin de Empresas. Tambin el taller de diseo grfico del que reproducimos los psters.

    Facultad de Ciencias Exactas y NaturalesDicta toda la capacitacin en Informtica del CUD, en once niveles de complejidad diferentes.

    Taller de Fotografia

    Estenopeica

    En este primer taller, a cargo de Kika Macagno y Alejandra Gonzlez, se realizaron experiencias sobre la formacin de la imagen, a lo largo de los dos me-ses que dur. Cada alumno construy su cmara con material de descarte, como cajas y latas, y se experi-ment con los procesos de revelado y positivado de las fotos en el laboratorio blanco y negro.

    [Las fotos se pueden ver a lo largo de la revista.]

    Para todos los internos del penal y de manera gratuita, en el CUD funcionanel SUTPLA (Sindicato Unido de los Trabajadores Privados de la Libertad Ambulatoria), que trabaja para garantizar los derechos laborales.

    la asesora jurdica Dr. Horacio A. Rojo, que brinda asesoramiento en las causas judiciales.

    la asesora social, que ayuda en la tramitacin de todo tipo de documentacin (DNI, por ejemplo).

    la asesora educativa, que ayuda en la tramitacin de todo tipo de documentacin relativa a la educacin.

    Para comunicarte con cualquiera de estos espacios de ayuda, llam al 4648-3530 o al 4566-0689.

    Taller de Arte

    algunas producciones

    [Las

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  • 6 7

    Cooperativa Esquina LibertadEsquina Libertad es un proyecto cooperativo de imprenta, encuadernacin y diseo, intra y extra-muros, que nace de manera co-lectiva en el Centro Universitario Devoto. Est const itu ido por personas privadxs de la libertad, liberadxs, familiares y desocupa-dxs que dan su aporte para cam-biar la situacin represiva y de explotacin proponiendo otras formas de trabajo, basadas en el apoyo mutuo, la solidaridad y la autogestin.

    El proyecto cooperativo busca cambiar las relaciones de trabajo generando nuevos lazos, nuevas formas para pensar la salida la-boral, tratando de promover una real insercin ante la ausencia de polticas y contencin de las

    instituciones del Estado encargadas de garantizar la insercin productiva y social de lxs liberadxs.

    A la vez, propone otra forma de pensar el trabajo dentro del con-texto de encierro, como alterna-tiva a ser mano de obra esclava del Servicio Penitenciario. Armar una cooperativa adentro es tam-bin armar una cooperativa la-boral para el afuera, adquirir un sentido de pertenencia nuevo y hbitos de trabajo que permitan disminuir las consecuencias que produce el encierro al salir y la falta de trabajo.

    El proyecto significa tambin pensar el afuera en conjunto, rear-mar lazos y construir una herra-mienta productiva que garantice la inclusin laboral y social.

    El SUTPLA evolucionaNuestra organizacin sindical, cuya finalidad prin-cipal es la de luchar asiduamente por el respeto a los derechos de todos nuestros compaeros trabajado-res en contexto de encierro, no pudo haber nacido en un seno ms propicio y legtimo que el de una asamblea fundacional, constituida el 13 de julio del ao 2012, en el Centro Universitario Devoto. En esa asamblea, a su vez, se determin la denominacin de nuestra organizacin como Sindicato Unido de los Trabajadores Privados de la Libertad Ambulatoria (SUTPLA), se aprob el estatuto gremial, la designa-cin de una comisin directiva provisional y la ad-hesin formal de nuestra organizacin a la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

    De acuerdo a su estatuto gremial, el SUTPLA es una asociacin gremial de primer grado que tiene por objeto la proteccin y promocin de los derechos e intereses individuales y colectivos de los trabajado-res que, encontrndose total o parcialmente privados de su libertad ambulatoria, prestan servicios con su capacidad de trabajo en los distintos talleres y reas de los diversos establecimientos penitenciarios Fede-rales de nuestra Nacin.

    El SUTPLA no recibe ayuda econmica de ningu-na organizacin u organismo estatal, ni cobra cuota sindical alguna. Todo se hizo y se hace gracias al es-fuerzo de los compaeros. La comisin directiva, as como las secretaras auxiliares que componen este sindicato, cumplen sus funciones ad honorem sin per-cibir ningn tipo de sueldo por ello.

    Hemos avanzado mucho en estos tres aos des-de la conformacin de nuestro sindicato. A travs de nuestro esfuerzo y trabajo, se logr la construccin de una mesa de dilogo a nivel nacional con la parti-cipacin del Ministerio de Trabajo, la Direccin Na-cional del Servicio Penitenciario Federal, el ENCO-PE (Ente Cooperador Penitenciario) y las mximas autoridades de este complejo penitenciario. Nuestra presencia y el accionar de nuestra conduccin nos han permitido un paulatino crecimiento del empleo en contexto de encierro; pas de tener una poblacin trabajadora activa del 11% (200 trabajadores) del to-tal de la poblacin en el ao 2012 (antes de nuestra conformacin) a contar hoy, 2015, con una poblacin trabajadora activa del 67% (1200 trabajadores).

    Elaboramos un proyecto de reforma de la Ley 24.660 en su ttulo 7, que regula el trabajo de las per-sonas en contexto de encierro, que se encuentra en evaluacin por varios organismos a fin de cumplir con los tecnicismos necesarios para poder ser pre-sentado en el Congreso Nacional.

    Nuestra visin futura de la actividad que desarro-llamos en esta organizacin es la de seguir luchando con todo nuestro esfuerzo por los derechos de nues-tros compaeros trabajadores, garantizndoles un trabajo digno, seguro y remunerado. Vamos por una efectiva y activa ART, y no una ilusoria y totalmente ausente, vamos por una mejor calidad de empleo, el mejoramiento en los talleres de trabajo, la creacin de ms cantidad de talleres de capacitacin laboral y sindical.

    A pesar de los inconvenientes, las negativas, los engaos y las falsas promesas de los que dicen que el encierro por s solo resocializa, el SUTPLA considera que el trabajo dignifica y que este junto con la edu-cacin son los pilares fWundamentales en los que se sostiene nuestra idea de una posible inclusin social genuina que le permita al compaero que egresa al medio libre contar con las herramientas para gozar de sus derechos plenos como ciudadano y sentirse parte de la sociedad.

    El SUTPLA evoluciona da a da, y va por ms.

    Desde el CUD se gestaron la Ley 24.660 de Ejecucin de la Pena (1996) y el decreto 399/96 que la regla-menta; luego, su artculo 140 sobre el estmulo educativo (2012); y ahora se trabaja en el proyecto de ley de cupo laboral para liberados tanto en el mbito pblico como privado de la Ciudad de Buenos Aires, a tra-vs del Observatorio de Derechos Humanos del Sistema Penal Argentino (Facultad de Derecho).

    Tambin se particip en la realizacin del documental No ser Dios y cuidarlos, en el libro Masacre en el Pabelln Sptimo y en el libro 20 aos de la Carrera de Sociologa en el Programa UBA XXII. Univer-sidad en crceles.

    Del CUD surgieron el colectivo cultural PVC (pensadores villeros contemporneos), la banda de msica XTB (Portate Bien) y la Cooperativa de trabajo Esquina Libertad, entre otros proyectos.

    nacidos y criadosen el CUD

    Desde 2013, el Programa de Discapacidad de la FFyL lleva adelante el CPA, con-juntamente con la asociacin civil Tiflonexos y la Red MATE. Ms que ocu-parnos de la discapacidad, la deficiencia o la dificultad, desde el CPA vemos estos paradigmas sociales como la oportunidad que, aun desde el contexto de encierro, se pueden derribar para brindar a otros la posibilidad de acceder a la informacin y a algo que a ellos tambin les pertenece: la cultura. Entre otras cosas, hemos hecho: el curso de lengua de seas, la correccin de textos para personas ciegas o con baja visin y el subtitulado de contenidos audiovisuales para personas sordas o con baja audicin.

  • 8 9

    s t (reflexiones)Roberto Consticianni

    Cuando el culo quiere rejo,

    l mismo lo solicitaLa naturalizacin del castigo ha llegado a su pico

    ms alto. Hoy la Argentina est en la eleccin de su nuevo lder, esto es un hecho normal y lgico de una democracia, lo paradjico es que desde la ciudad de los perdidos se apoye la mano que fuerte golpea.

    El candidato de derecha viene con una propues-ta de inclusin y un pasado de contradicciones a este planteamiento. Lo cruel de esta realidad es que se vot en la provincia de Buenos Aires y Mara E. Vidal arras, lo preocupante del asunto es estar su-midos en una segunda vuelta muy reida y que la cua que ms aprieta es precisamente aquella po-blacin que saldr lesionada de un gobierno que dar marcha a un capitalismo acelerado y fuerte donde el grosso de la poblacin no tiene elementos de preparacin para dicho rumbo. Se entiende que exista el Sndrome de Estocolmo, que la bestia do-mesticada haga piruetas para su amo, pero que hu-manos confinados reclamen y den las llaves de cuatro aos de gobierno a alguien a quien la exis-tencia de las universidades pblicas le parecen una exageracin, los gays un tipo de contagiados y el salario vital y mvil un gasto es muy fuerte. Que-rer pertenecer al lugar de lo correcto parece un tipo de pandemia, la locura colectiva no solamente es de tipo religioso, ahora lo es desde la segregacin, como en el experimento de los cinco monos, una vez baados o una vez golpeados. Naturalizamos. Aceptamos la realidad impuesta como es. Llamo a mis iguales para que nos informemos.

    Superemos la culpa, y a la hora de elegir un l-der de pas busquemos a alguien coherente con la problemtica de humanidad, que haya preocupacin real y compromiso con un programa de posibilida-des para aquellos que carecen de tantas cosas, entre ellas el sentido comn. No necesitamos soluciones de tipo represivo ni mesinico, necesitamos que lo construido hasta hoy se proyecte y se ample.

    Que faltan cosas? Obvio que faltan, nuestras mentes fabrican un mundo ideal gracias a un par de cuentos y gracias a un par de mitologas religio-

    sas, pero el humano hasta hoy sabe por la historia que la perfeccin es una utopa, que tal utopa ha restado. Si aceptamos la equivocacin como parte del proceso tal vez lleguemos lejos.

    Como dijo Antoine de Saint Exupery, caminando uno en lnea recta no puede llagar uno muy lejos; digo esto no haciendo apologa al delito, sino trayen-do al escenario normas obtusas y excluyentes que generan reactancia a la sociedad.

    As son las cosas, la frmula mgica de nuestro mesinico candidato no es ms que efecto gauche.

    MGM

    Sin regresoEn dedicatoria a nuestro compaero Chicken.

    Bendicin, madre, me voy para la calle, reza por m para que mi suerte no me falle, y si no regreso es que me fui de largo viaje. Nos veremos en un mundo donde no exista el coraje.

    Un largo viaje, una gran aventura, entre ms lejos de casa ms buena ser la partida, a miles de kilme-tros de casa, buscando nuevas experiencias, nuevas lunas, momentos muchas veces tristes y muchas veces felices, llenos de risas y amargura, de sinsabores y buenos recuerdos, as se siguen los sueos, lo que el corazn dicta. As nos convertimos en aventureros, buscadores de experiencias, buscadores de lugares, de momentos, imaginadores, soadores del da a da, viciosos apostadores de los nuevos comienzos y, como tal, de los nuevos obstculos.

    Y qu es la vida sin recordar los obstculos y las victorias, y qu ser la tristeza, la culpa, el olvido y las lgrimas, ya no lo sabrs, los significados que tuviste de la vida ya no son, ya no existen, entiendo entonces el porqu de tu partida, eres un aventurero y un experimentador, viste una nueva aventura y un nuevo captulo del cual ahora eres el gran protagonista. Eres el viajero que emprende la gran partida, el ltimo viaje, extranjero ahora de ese mundo que has decidido explorar, all no existe el coraje ni la soledad, donde la alegra llena plenamente el alma, que se alimenta de los recuerdos que se llenan de los momentos que alguna vez vivimos.

    Rabia porque nos has dejado, sinsabor de que ya no ests con nosotros, te fuiste en libertad, vaya de qu manera, Dios lo quiso as, estars con l, eso ya quedar en el pasado, as que aqu quedamos nosotros en la lucha.

    Bendicin, madre, me voy para la calle, reza por m para que mi suerte no me falle, y si no regreso es que me fui de largo viaje. Nos veremos en un mundo donde no exista el coraje.

    Roque David Maciel

    TODO LO HUMANO ME PERTENECE

    Al levantarte hoy piensa que a lo largo del da te encontrars con algn mentiroso, con algn la-drn, con algn adltero, con algn asesino. Y re-cuerda que has de tratarles como hombres porque son tan humanos como t y por tanto te resultan tan imprescindibles como la mandbula inferior lo es para la superior.

    Marco Aurelio

    Lo ms importante respecto a los hombres no es si su conducta me parece conveniente o no, sino que en cuanto humanos me convienen y eso nunca debo olvidarlo al tratar con ellos. Por malos que sean, su humanidad coincide con la ma y la refuerza. Sin ellos, yo podra quizs vivir pero no vivir humanamente.

    Aunque tenga algn diente postizo y dos o tres caries, siempre es ms conveniente a la hora de co-mer contar con una mandbula inferior que ayude a la superior.

    Roberto Catroneo

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    s t (reflexiones) Piter CostaCarta a la Pachamama

    Un grupo de campesinos clamaba desde la pro-fundidad de las sierras, donde el Potos ruga con el abrir de sus venas oh, Pachamama! concdenos tu gracia y envanos las cosechas para la prxima es-tacin, purifica nuestros contaminados espritus, de ser posible recralos nuevamente y devulvelos por entero hacia esas cimas perfectas donde el espritu del hombre ya no sufre.

    Recrea nuestros espritus y forta lcelos de nuestras tradiciones ancestrales con nuestra pro-pia y autntica cultura autctona, porque ellos son aptos para la libertad e igualdad entre hermanos de la comunidad.

    Estamos rodeados de nuevas formas de imgenes y smbolos de falsos profesionales de la literatura, de crticos sin personalidad, que solo expresan lo que los intereses del poderoso de turno quieren escuchar. Nuestra propia identidad se encuentra en esta tierra cuyo cutis, que se ha mantenido ileso por millones de aos, rompen y perforan.

    Ensanos, Pachamama, a cuidarte, a cultivar la tierra, a protegerla y vivir del producto de ella sin destruirla, porque t bien sabes que la liberacin de los pueblos subyace en evitar que se siga derramando tu sangre oh, dictador detestable! oh, estado opre-sor y aniquilador de nuestros derechos de persona!

    Con nuestras voces clamamos, desde el interior de nuestro espritu, oh, verdugo de tu pueblo y de su sangre! En este interior donde nos indignamos de las experiencias vividas, nosotros iniciamos, germi-namos, gritamos y renunciamos a la idea de segrega-cin y represin, y nos proclamamos una comunidad solidaria para luchar contra el Leviatn.

    MGMSon las 5.30 am del 23 de abril de 2005. Abro mis

    ojos, me despierto, a lo lejos veo a mi padre quien alista sus cosas para ir a trabajar. Me levanto, voy al bao, pienso: otro da de colegio, no voy a ir, espero que se vayan todos y me vuelvo a acostar.

    Estn listos, se despide mi hermano, mi mam, l ni bola me da.

    Me paro al lado de la ventana, observo si ya se han ido y comienzo a armarlo, son las 7 am, prendo la radio y escucho la vallenata, luego cambio y escu-cho un disco de los Gondwana, un grupo de reggae, la cancin Felicidad. Suena el telfono, son casi las 8 am, contesto, es la secretaria de mi pap, dice que se senta mal, que lo llevaron a la hospital. En ese momento pens est muerto, enseguida quedo estu-pefacto, la cancin sigue sonando, suena de nuevo el telfono, es mam dice que va para el hospital, que mi pap est muy mal, que me vista y vaya para all. Me coloco un pantaln y un buzo de capota de color agua marina. Suena nuevamente el telfono, era mi mam. Lo que presenta, mi pap ya haba fallecido.

    Tomo rpidamente un taxi que me lleva al hospi-tal, llego y veo a mi pap tendido desnudo sobre una mesa de acero fro, agarro su mano y arranco a llorar, los piratas de los enfermeros le haban robado veinte mil pesos que tena en el bolso, los hijos de puta En fin, la cancin, el hospital, la ropa y su rostro sobre la fra mesa no se borrarn jams de mi cabeza.

    Imgenes tomadas por el Taller de Fotografa Estenopeica del CUD.

    Textos producidos en el Taller de Narrativa del CUD.

    WK

    Discurso de derechaCompaeros de la aristocracia:

    Como sabrn, durante toda la historia hemos manejado el poder sobre otros seres inferiores, especialmente

    pobres villeros o personas de escasos recursos que no hacen otra cosa que contaminar nuestro precioso aire.

    Aire que quisimos con mucho esmero privatizar para cobrar un impuesto, pero no hemos podido.

    Es de rescatar, nobles caballeros y damas de la alta sociedad, que me siento muy satisfecho porque el ndice

    de pobreza ha crecido. Esto demuestra que nuestros beneficios empresariales han aumentado y merece el mejor

    de los champanes. Por supuesto, nuestros mozos son pobres de clase baja, que podemos dominar con solo unos

    centavitos y, as, maximizar nuestros ahorros.

    El poder de dominacin que venimos ejerciendo depende mucho de nuestro capital y, por lo tanto, tenemos

    que seguir conquistando pases a como d lugar. No

    importan las circunstancias del consenso social, si te-

    nemos que usar la represin, la usaremos; si tenemos

    que terminar con los campos, lo haremos; si tenemos

    que contaminar el agua, la contaminaremos. Ac lo

    nico que importa es el poder adquisitivo que nos

    permite dominar. Recuerden los del pasado, aquellos

    ancestros que conquistaron la tierra por la fuerza. A

    ellos, nuestra reverencia. A ellos, los ambiciosos, los co-

    rruptos, los avaros, a todos aquellos que entienden que

    somos una clase superior, a todos ellos, nuestro respeto.

    Atentamente,

    Un burgus

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    Colectivo PVC

    El gnero delictivo. Un manifiestoPueden existir monstruos a los ojos del que sabe cmo se hicieron

    y cmo podran no haberse hecho?Charles Baudelaire, La seorita bistur

    IntroduccinLo que sigue es una reelaboracin de un artculo pu-blicado en el N 9 de la revista La Resistencia. Nues-tra intencin es comenzar a presentar (el tiempo de lectura no nos permite una descripcin ms acabada) un gnero literario en construccin, casi adolescen-te: el gnero delictivo. Por lo tanto, las afirmaciones de esta exposicin deben comprenderse, ms que como la elucidacin acadmica de un gnero, como un manifiesto, como un texto programtico. Se nos disculparn, entonces, algunas licencias con respecto a ciertas convenciones que rigen las presentaciones en congresos.

    Linaje. El gnero delictivo y sus precursores

    Dnde nace el gnero delictivo? Cundo nace y quines son sus precursores?

    Si bien el gnero delictivo est en construccin, podemos remontarnos a distintos autores como Poe, Truman Capote, Sfocles, Rimbaud, Baudelaire, ade-ms de autores argentinos como Jos Hernndez, Ro-berto Arlt y Rodolfo Walsh.

    Con respecto a Sfocles, pensamos en la obra Antgona, donde la ley estatal se contrapone con la ley personal, o mejor dicho con la conviccin de la protagonista. La ley no escrita que sigue An-tgona reaparecer de otra manera en el gnero delictivo.

    Qu podramos rescatar de Poe, de su estilo li-terario? Pese a que se lo considera como el creador del gnero policial, del que nos queremos apartar, valoramos otros elementos de su literatura, como lo son lo gtico, oscuro, macabro y siniestro que en-contramos en algunos de sus relatos. Recordemos, por ejemplo, la crueldad del narrador de El tonel de amontillado al ejercer su venganza contra For-tunato. Tambin nos interesa el hecho de que, en sus distintas obras, este autor da voz a personajes criminales, a veces cerca de la locura o con una psiquis enferma.

    En cuanto a Truman Capote, y particularmente a su novela A sangre fra, si bien la perspectiva sigue siendo la de la ley, nos interesa recuperar algunos de los recursos estructurales y estilsticos que producen

    en el lector la identificacin o empata con el personaje de Perry.

    Adems existen otros escritores que queremos mencionar como antecedentes, menos por su litera-tura que por la construccin de imgenes o figuras de autor en el sentido de Premat (2009) vinculadas a los excesos, las malas costumbres y las conductas anmicas. Adems del ya mencionado Poe, pensa-mos en los poetas malditos de la tradicin francesa, especialmente Rimbaud y Baudelaire.

    Ya en el terreno de la literatura argentina em-pezamos por destacar la obra de Jos Hernndez, El gaucho Martn Fierro, que narra, desde la voz del gaucho, cmo la mquina represiva estatal termina convirtiendo al protagonista, que se haba presenta-do como un trabajador, en un sujeto que vive a la intemperie, mata y enfrenta a la ley y a la polica. Recordemos los versos en que, luego de volver del servicio en la frontera, al que fue enviado injusta-mente, encuentra su rancho deshecho:

    Volva al cabo de tres aosde tanto sufrir al udo,resertor, pobre y desnudoa procurar suerte nuevay lo mesmo que el peludoenderec pa mi cueva.

    No hall ni rastro del ranchoSolo estaba la tapera!Por Cristo, si aquello erapa enlutar el corazn:yo jur en esa ocasinser ms malo que una fiera!

    Quin no sentir lo mismocuando ans padece tanto!

    (Estos ltimos versos parecen resonar en los de otro poeta contemporneo que asegura Un corazn no se endurece porque s.)

    De la literatura de Arlt tambin rescatamos que integra en sus entramados a los sectores marginales, recuperando adems su estilo descuidado en ciertos aspectos formales o de ciertos cnones establecidos

    para las bellas letras. El gnero delictivo no pone en primer lugar el refinamiento esttico o estilstico. Lo importante es escribir.

    Por ltimo, nos apropiamos del gesto de Rodolfo Walsh de narrar o describir puntillosamente la pues-ta en escena de las personas y hechos del crimen, sin hacerlo desde la mirada de la autoridad, ni la ley, ni la polica. Como veremos enseguida, es otra la pers-pectiva que propone el gnero delictivo.

    Las distintas perspectivas sobre la leyUn punto central en el que el gnero delictivo se dis-tingue o se separa del policial es la mirada de la ley o su aplicacin.

    Podemos decir que la perspectiva del gnero policial clsico se fundamenta en una concepcin jurdica, que no tiene en cuenta los factores antro-polgicos y sociolgicos; o sea, piensa una igualdad ante la ley en sentido abstracto, tal como irnica-mente la describa Anatole France, quien sostena: La Ley, en su magnfica ecuanimidad, prohbe, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes, mendigar por las calles y robar pan.

    En la prctica concreta la ley no es igualitaria,-sino que favorece a los sectores ms pudientes y poderosos y perjudica a la estructura social ms fragmentada. Como sabemos, el Cdigo Civil est hecho para los ricos y el Cdigo Penal para los po-bres. Frente a esto, el gnero delictivo se propone dejar en evidencia este funcionamiento a partir de un acercamiento antropolgico y sociolgico a los hechos. Intenta mostrar los factores, las circunstan-cias y el contexto que llevan a los personajes a ir en contra de la ley y el orden.

    Jugando con la etimologa podemos decir que el delincuente es aquel al que le duele la ley, y utiliza el resentimiento como motor narrativo.

    Frente a la ley jurdica, escrita y parametrizada, el gnero delictivo no propone una anomia total, sino otra ley, tcita o no escrita, no universal, sino particular, pero donde los cdigos son conocidos por determinado mbito y respetados en ese contexto. Por ejemplo, podemos mencionar en este sentido Ju-guete con rabia de Gastn Brossio, donde puede ver-se cmo funciona la ley implcita. Se trata, como en El fin, de Borges, de una continuacin de la novela de Arlt. All el Rengo toma venganza de la traicin de Silvio Astier al castigar la delacin a la que entien-de como violacin del cdigo de morir callado que impera en el gnero delictivo: Silvio, guacho, no lo tomes a mal, pero vos bardeaste con mi familia, le dice el Rengo antes de ajusticiarlo.

    El gnero policial clsico entiende que el sistema funciona y lo defiende a rajatabla, y enmarca al delin-cuente como el nico problema. En cambio, el delicti-vo considera el pacto social como un desacuerdo y un conflicto constante entre explotadores y explota-dos, donde los explotadores usan un doble discurso de igualdad, derecho y justicia; donde la realidad muestra dos estructura sociales, una ms fuerte y la otra cada da ms fragmentada. Esta fragmentacin se debe a que el sistema est pensado para que los ms educados gobiernen a los ms ignorantes.

    Incluso el gnero policial negro, que expone en alguna medida la corrupcin y las injusticias en el funcionamiento del sistema, no llega a ser tan radi-cal en su crtica en tanto que se resuelve el crimen y se restablece el orden. El delictivo es una herramien-ta literaria para interpelar a la sociedad y cuestionar una idea sanita sobre la ley y el orden.

    El autor es un criminal o no? El problema de la relacin

    narradorautor en el gnero delictivoEl gnero delictivo est hecho por delincuentes: una afirmacin tal no se sostiene. Aceptar esta hiptesis sera tan ingenuo como suponer que la gauchesca fue escrita por los gauchos (Schvartzman, 1996). No

    s t (reflexiones)

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    necesariamente se debe ser delincuente villero para realizar esta literatura. El narrador debe mostrar los hechos desde su lado ms transgresor, grotesco, es-catolgico, directo y criminal, en contra de la racio-nalidad que muestra el gnero policial, racionalidad tanto en la labor deductiva llevada a cabo por el per-sonaje principal, como en la construccin metdica del relato. En el gnero delictivo la narracin puede recrear los hechos histricos o puede ser inherente-mente contradictoria. Un captulo puede contradecir al otro, como las operaciones que realizan Aira, Vilas o Donoso. Si el autor es un delincuente lo es en este sentido: no hay moral en la organizacin del relato delictivo, no existe una moral narrativa. El lector pue-de ser llevado por distintos caminos, ser desconcerta-do o directamente engaado.

    El lenguajeQu decir en cuanto al lenguaje? El autor debe in-vestigar el lenguaje, tanto tumbero como lunfardo, de los estratos subalternos, para darle verosimilitud a los personajes y a la atmsfera narrativa. No debe ha-blar de polica, sino de cobani o gorra. No debe hablar de rateros, sino de arrastraviejas. No debe hablar de giles, sino de bigotes o gatos.

    Ahora bien, tambin podemos preguntarnos si el delictivo es un gnero o un estilo Por qu? Porque hay autores como Ivo Morn o Gastn Brossio que han trasladado la impronta del delictivo no solo a la no-vela, sino tambin a cuentos, poesas, relatos epis-

    tolares, autobiografas, teatro y aforismos, como estos de Brossio, El gusano:

    Muerto o vivo, pero no esta vida miserable o La peor persona que conozco soy yo. Y eso me da miedo.

    ConclusinLo expuesto anteriormente sobre el gnero delictivo no surge de un autor individual, sino que es fruto de un trabajo de lectura, discusin e, incluso, escri-tura colectiva del grupo PVC. Este colectivo no se propone recibir aplausos y felicitaciones en un con-greso, pretende crear una generacin literaria que renueve los paradigmas y la meseta literaria actual. No se trata solamente de un proyecto a futuro: ya existen creaciones literarias en este gnero. El cuen-to El Kuni, de Maikel, por ejemplo. O el poema No son villeros, de Maury Moreno. O Las cartas para mam, breve relato epistolar de Gastn Brossio. O el monlogo teatral A usted, de John Gonzlez.

    Pero para hacer esta revolucin literaria no es posible, como en ninguna revolucin, hacerla solos. Convocamos a que lean, escuchen y creen. Como ya dijimos, no es necesario tener antecedentes penales para escribir literatura delictiva. La invitacin est abierta para cualquiera: desde un nio de tres aos sabiendo que la edad de imputabilidad es cada vez ms baja hasta un anciano. En este gnero, como dijimos, el delito es una herramienta literaria para interpelar crticamente a la sociedad. No levanten las manos ni nos tengan temor. No vinimos a robar. Vinimos a escribir. Los Swatchs djenselos puestos.

    s t (reflexiones)

    Xilografas del Calendario 2016, del Taller de Arte del CUD.

    Tony Gual

    Locura de amorSe dice que cuando Dios cre al hombre, lo cre a

    su imagen y semejanza y yo as lo pienso. El cuerpo fsico es una mquina estupenda, con una vida til que va en funcin de su desgaste, y de a qu se la so-mete. Sin embargo, las maravillas de las maravillas son el cerebro, el espritu, el alma, la mente, esto s que es en verdad a imagen y semejanza de Dios. Ni en millones de aos se podrn crear computadoras o robots con una ciberntica tan compleja y perfecta como la mente humana; los sentimientos, por su par-te, son la escala superior de la mente. Se sabe que las mejores mentes, que lo mejores y ms grandes pensa-dores que ha tenido la humanidad, que tiene y tendr, solo usan entre un 10% y un 13% del cerebro, lase Albert Einstein, y si un da alguien consiguiera usar el 100%, ese da se convertira en un semi-dios y nos podramos desear como los Jedis de La Guerra de las Galaxias: que la fuerza te acompae, pero de mo-mento somos unos pobres humanos mortales, llenos de defectos y ms bien el 70% u 80% viven en el lado oscuro sin saberlo. Despus de este pequeo prlogo, voy a relatar lo que en realidad quera escribir, en re-ferencia a los sentimientos del ser humano. Creo, sin temor a equivocarme, que el sentimiento ms sublime y bello es el amor, pienso que Dios nos cre con amor, muri por nosotros por amor y reencarn en Jess. El amor que nosotros sentimos por los animales, por la naturaleza, por todos los seres vivos, por la vida en general, por Dios, por el padre, por la madre, por los hijos, por los hermanos, por los amigos es estupendo. Pero quin es capaz de llevarme la contraria cuando digo que el amor que nos pone el vello de punta es el que sentimos por nuestra pareja, quin no ha estado enamorado alguna vez, y pobre de aquel que nunca lo estuvo, porque no sabe lo que se pierde.

    El amor a nuestra pareja nos lleva a nuestra locura. El amor de nuestra pareja nos salva de la locura. Qu contraposicin, qu contradiccin, qu locura. Yo cono-c a una persona muy especial, yo tena 65, ella 36, le sacaba 29 aos.

    No era muy guapa, ni muy fea.No era muy alta, ni muy baja.No era muy flaca, ni muy gorda.No era muy inteligente, ni muy tonta.No era muy presumida, ni muy humilde.No era muy rica, ni muy pobre.No era muy joven, ni muy vieja.No era muy cariosa, ni poco.No era muy interesada, ni muy poco.No me amaba mucho, ni muy poco.

    Sino todo lo contrario, era una chica muy, muy, muy especial.

    Yo no pensaba enamorarme, pero me enamor.Ella no pensaba enamorarse, pero se enamor.Ella buscaba estabilidad, no pensaba encontrarla,

    pero la encontr.Un diciembre se fue y no encontr lo que buscaba. En

    marzo volvi, poco a poco encontr lo que buscaba, lo tena en casa. Dos aos de idas y venidas hasta octubre de 2013, ese fatdico 20 de octubre. Por circunstancias obligadas, obligadas del destino: separacin, distancia. Mucha distancia, soledad, 20 meses de obligada sepa-racin y soledad. Oscuridad total, larga y negra noche.

    El ser humano es tan obtuso, tan estpido, que para darse cuenta de lo que tena, tiene que perderlo. Este fue nuestro caso, exactamente lo que pas, ella tena te-mor a quedarse sola y a la falta de estabilidad. Yo con mi amor hacia ella y el hecho de no poder tenerla iba camino a la locura, pero ella, aunque tard, se dio cuen-ta de mi amor, que yo segua dndole estabilidad an en la distancia, reaccion tarde pero reaccion, y poco a poco me devolvi ese amor que yo le daba, ese amor que ella misma descubri y que para siempre me haba profesado, ese amor que me salv de la soledad y la lo-cura. Por su locura, por mi locura, por nuestra locura hemos perdido 4 aos de vida, 4 aos de amor, 4 aos de felicidad, pero con la ayuda de Dios y de este gran amor que nos damos, recuperamos todo el tiempo per-dido, qu locura, qu locura de amor. Sin olvidarme de mis obligaciones pasadas, tengo que reconocer que es lo mejor que me ha ocurrido, es muy especial para m, mi alma suspira por ella, respiro por ella, vivo por ella, estoy ms enamorado que un quinceaero.

    Esto se llama amor, qu locura, qu locura de amor.En mi aislamiento, en mi soledad, en la soledad de

    mis noches, solo pienso en ella, el vello se me eriza solo de pensar en ella, rezo a Dios cada noche y rezo por ella, cierro los ojos y pienso en ella, la veo en mi mente y la tengo a mi lado, me duermo y sigo soando con ella, mi mente est siempre con ella, qu gran mente me ha dado Dios, todos los das le agradezco esta mara-villosa mente que me ha dado y me esfuerzo, de verdad me esfuerzo, en conseguir utilizarla al 100%, aunque no creo que pase del 10%, o quizs s, por qu no. Con los aos aprendes a mantener y conservar este inconmen-surable amor, porque todava aprendo, aprendo todos los das, aprendo a ser como una bonita rosa de otoo que conserva fresco su amor con los primeros fros del invierno y yo conservo mi amor para ella.

    Ella me ense que el amor no tiene fronteras.Ella me ense que el amor no tiene edad.Amor le di, amor le doy y amor le dar.Y el ltimo soplo de vida ser de amor para ella.Marilin se llama ella.Qu locura, qu locura de amor.

  • Ilustracin de Jonatan Ibarra, basada en el nuevo mural del CUD, por los 30 aos.

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    La resistencia Jurdica

    Eric Vilte

    Legitimando la ficcinUna lupa sobre la ecuacin econmica del sistema penalEstos relatos pueden parecer que tienen un carc-ter subjetivo, esa es la primera impresin, como tambin la trampa para los que no lo quieren ver. Ponemos en conocimiento que estos relatos estn hechos en un carcter objetivo, desde una visin lgica, coherente de la realidad y por sobre todas las cosas desde del ncleo de la matriz.

    Partiendo desde ese axioma, desarmamos la ficcin instalada en los discursos de los medios de comunicacin sobre polticas de derecho pe-nal, polticas totalmente coercitivas, que actan despus del hecho ilcito, que plantan sus races en la prisin preventiva, para que luego nazca la razn de ser del aparato judicial, la familia de la justicia, queriendo legitimarse constante-mente como una institucin omnipotente, inque-brantable, que jams venceremos. Por lo tanto, mostraremos los puntos ms importantes de este sistema perverso, dirigindonos hacia el lugar al que nos lleva la coercin penal, para luego de-velar, desmentir y marcar las estrategias de este mundo represivo que se retroalimenta de sus en-gaos, con fines de lucro, donde el Servicio Pe-nitenciario deja de ser un rgano de control del Poder Judicial, para ser uno de los engranajes ms importantes de esta gran estafa.

    Finalidad de la penaCuando hablamos de la finalidad de la pena se nos remite a la resocializacin del individuo que no acato las normas impuestas a travs de la autoridad judicial competente, desde los trata-dos internacionales de los DD.HH. hasta nuestra Constitucin y la Ley 24.660 de Ejecucin de la Pena Privativa de la Libertad. Los tratamientos que imponen para la recuperacin del individuo se empiezan a deformar en la prctica, mostran-do su verdadera cara; la dominacin vuelve a decir presente, la represin al cuerpo marca la contrariedad con los principios del tratamiento de resocializacin y toma su forma ms siniestra y productiva para sus arcas

    Razn de ser del aparato judicialComo veremos, este sistema se retroalimenta y est preparado para ganar en todas las instancias, donde la ecuacin econmica que aplican se basa en el costo de la reparacin del dao sobre la co-

    misin de delitos y omisiones penales hechas que afectan al individuo. En esta ecuacin el valor de la prdida es menor al valor de la ganancia, por la cantidad de procesados, condenados y denuncias hechas en cualquier dependencia policial o fisca-la. Para explicarlo mejor, podemos citar a la pri-mera ecuacin econmica denunciada por una abogado estadounidense contra la compaa Ford: pudo demostrar que utilizaron esta ecuacin eco-nmica en una camioneta que haban fabricado, que tena una falla en la parte trasera de la carro-cera (al recibir el impacto de un choque, la camio-neta explotaba), ya que a Ford le sala ms barato pagar el resarcimiento del dao que sacar las ca-mionetas del mercado; de este caso naci la san-cin pecuniaria en el mbito civil.

    Con esta dinmica, renace este ente judicial, dndole su razn de ser, desde el momento en que el individuo transgrede la norma y se produce la denuncia respectiva del damnificado, que es el otro enlace que enciende el aparato judicial. A su vez esa denuncia legitima su poder, justificando los sueldos de los funcionarios pblicos, los presu-puestos anuales para los gastos, etc. De esa mane-ra se evidencia el engao y el autoabastecimiento de esta maquinaria, que a travs de sus figuras penales como la prisin preventiva, que se conec-tan con las condiciones del imputado, forman la apertura para dar lugar al famoso criterio que es la pieza fundamental de la dominacin y su forta-leza; a su vez se enlaza con el peligro de fuga o el entorpecimiento del proceso, hacindolo inven-cible y convencedor de que estn para resolver los conflictos sociales de manera correcta, cuando la realidad marca un doble discurso.

    Persecucin ideolgicaLa capacidad en la seguridad de este aparato ju-dicial es muy ingeniosa y se renueva constante-mente; es un aparato represivo que no deja cabo suelto y su mayor enemigo puede ser una mente, una persona que descubra estas cuestiones, capaz de leer entre lneas la realidad, una persona con carisma capaz de abrir las mentes de sus pares, una persona con conocimientos jurdicos y por sobre todo el conocimiento de sus derechos. Estas personas para el sistema son peligrosas, por el tipo de dao que le puede provocar. Si bien este apara-

    to est preparado para reprimir cualquier enfren-tamiento cuerpo a cuerpo, no est preparado para dominar miles de mentes peligrosas y muchsimo menos todas en bloque. De esta manera ponen en marcha la persecucin ideolgica, utilizan este de-lito para su proteccin, para lograr su impunidad y eliminar a aquel que no puedan dominar. Esto la humanidad lo conoce desde los tiempos de la antigua Grecia, no podemos olvidar que los es-partanos ya usaban la dominacin ideolgica para someter a sus sbditos (para qu los sometan?, para que sirvieran como soldados en las diversas guerras, o sea que eran medios de produccin de riquezas). Esta relacin se puede hacer sobre la ac-tualidad, en la que los presos son sometidos a ser un medio de produccin de riquezas y lo necesario para que la maquinaria subsista como tal; el que no encuadra en el molde es perseguido hasta su sometimiento o su eliminacin.

    Legitimando la ficcinComo hemos visto hay elementos que legitiman esta ficcin. Podramos decir que los medios de co-municacin, que van de la mano con la poltica, ins-talando en las mentes de la sociedad lo que es y lo que no es, llevndolos al punto de la paranoia, im-plantndoles en su moral lo correcto, convencien-do que la poltica de derecho penal es la indicada, para as poder ocultar la falta del Estado y seguir actuando despus del problema, cuando las polti-cas de prevencin seran lo ideal para la solucin. Si

    bien la teora del derecho nos dice que los cambios suceden ms rpido en la realidad, los medios de comunicacin sobre los hechos que suceden no pa-ran de mostrarlos con el fin de cambiar la moral del individuo, para que luego el castigo sugerido que acarrea una ganancia sea normado. Por ejemplo, el caso Bloomberg, en el que podemos ver cmo esta persona, a travs de la falacia en su discurso, logr juntar la cantidad de gente necesaria para cambiar el Cdigo Penal y las penas fueron elevadas. Tam-bin las personas caen en la trampa y terminan aportando a esta ficcin perfectamente como si su generador fuera natural e infinito.

    ConclusinSi bien, como sabemos, el poder necesita de su legitimacin y esto requiere de un discernimien-to de cuntos ciudadanos obedecen las reglas y cuntos no, nos va a facilitar ver cmo la mani-pulacin abarca a la gran mayora, como tambin vemos a los excluidos, que son los que no acata-ron las normas, las mentes peligrosas, el medio de produccin de riquezas, todas estas cosas sir-ven para su supervivencia, su autoabastecimiento, creando una vez ms el famoso fetichismo de la mercanca, hacindolo un engranaje importante para su funcionamiento. Es como un mago hacien-do un truco que todos sabemos que no es magia verdadera, pero lo increble es que todos estamos esperando que nos vuelva a mentir, porque esa mentira es menos dolorosa que la verdad.

    Ilust

    raci

    n d

    e Jo

    nata

    n Iba

    rra.

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    La resistencia JurdicaMiguel ngel Britos

    Mal de amores y otras cosasSuelo sentirme cansado. Pero no descanso. No puedo. Cuando uno decide adoptar una determi-nada postura dentro de un mbito represivo como una crcel opinando, exigiendo se respeten sus derechos, porque luego de mucho tiempo toma conciencia en el sistema perverso que est inmer-so, es decir, de qu se trata esto conlleva repre-salias. No me molestan; al contrario, es la medida que me marca cun despierto estoy, ya que la lu-cha directa es da a da, hora a hora, minuto a mi-nuto. Hay muy poco margen de error posible, no se puede dar ventaja, ellos piensan mucho ms en nosotros de lo que nosotros pensamos.

    La educacin, junto con el trabajo, son los dos pilares fundamentales del tratamiento peniten-ciario individual (una falacia que legitima social-mente el encierro por s mismo). Pero ojo, la educacin que ellos entiendan conveniente, no sea que, accediendo a aquella no conveniente (como la universitaria y su extensin extracurri-cular) agilices la mente ms de lo debido. Esto se deja notar cuando una profesora curricular o ex-tracurricular debe pasar por un sinfn de obstcu-los para poder ingresar al penal a dar clase, como esperar hasta dos horas, lo que no le ase-gurar el ingreso, ya que pueden surgir otras contrariedades administrativas, por ejemplo: No est su autorizacin.

    Pasa lo mismo cuando un alumno-trabajador que intenta progresar como persona realizando algn tipo de actividad que le permita, al menos por unas horas, sentirse til, saliendo del hacina-miento y la monotona de los pabellones (no esos

    que se muestran cuando hay recorridas oficiales, sino los otros) se encuentra, al consultar a su ce-lador del pabelln que habita, que su boleta no ha llegado, por lo que de forma arbitraria se prohbe que dicho compaero acceda a lograr lo que justa-mente le es exigido para su progreso tratamental. Qu contrariedad, no?

    Es hora de entender de una vez por todas que el tratamiento individual de resocializacin peni-tenciario es una total falacia, ya que su funcin no es resocializar a nadie, sino retroalimentar este siniestro sistema torturador que es el sistema pe-nal. En la medida en que contine habiendo gente que piense de forma ingenua que el personal pe-nitenciario es bueno, porque resulta ms cmodo y menos comprometido, all ellos. Nunca sabrn verdaderamente que la crcel es castigo en s mis-mo a travs del aislamiento y el encierro

    Las crceles no son resocializadoras, son re-productoras. Lo han demostrado en su hacer du-rante dcadas, infames, de facto y de las otras A nosotros nos gusta hablar de inclusin, no de resocializacin ni de reinsercin, suenan a injerto ms que a deferencia hacia un ciudadano con de-rechos. Pienso que todos tenemos algo de David y nuestro Goliat. Cuando uno emprende tremenda batalla desigual, lo que tiene de temeridad, lo tie-ne de heroicidad; lo que tiene de irresponsable, lo tiene de valiente; lo que tiene de valor supremo es la solidaridad entre tanta individualidad retorcida.

    Simn

    Freno a la libertadLa Junta Criminolgica como tribunal ad-hoc

    La Junta Criminolgica es un equipo integrado por psiclogx, criminlogx, asistente social, mdicx, un miembro de Trabajo, uno de Educacin y un Jefe de Mdulo, que dirige la Junta. Esta funciona den-tro de cada unidad penitenciaria y lleva adelante lo que el sistema llama tratamiento individual o a veces grupal, que forma parte de de la evolucin y el progreso del interno en el contexto de encierro, para el egreso al medio libre.

    Cuando el interno ingresa a la unidad, al da siguiente conoce a la Junta, la que, independiente-mente de la funcin que debe cumplir, comienza a evaluarte utilizando criterios tumberos. Por qu digo esto? Porque ellos son los que van a decidir tu lugar de alojamiento dentro de la unidad. Mi expe-riencia fue que al ingresar a un penal por primera vez la Junta me evalu y decidi que yo tena que vivir en un pabelln de reincidentes (villa), cuan-do mi situacin deca que yo deba ser alojado en un pabelln para primarios (la unidad contaba con tres pabellones de estos). Esto se da as para todos los internos.

    Durante el tiempo que te encontrs procesado, la Junta en virtud de la esencia de sus funciones como rgano tcnico-criminolgico a cargo del tratamiento del interno dentro del establecimien-to dependiente del SPF no respeta el tratamiento adecuado como explcitamente lo establece la Ley de Procesados y de Condenados que regira, para el progreso y as acercarse a una resocializacin pronta. Esto se debe a que al momento de la etapa de estar procesado, no llegs a tener entrevista alguna con un profesional competente de dicho rgano; algo que debera suceder, pero no pasa. Cada tres meses te notifican de cmo te calificaron, sin tener una re-mota puta idea sobre tu persona.

    Amerita la circunstancia de conocer a estos pro-fesionales de la Junta, cuando pass al rgimen de condenados (culpable) o cuando te incorporan al R-gimen de Ejecucin Anticipada de la Pena (REAP, Ley 24.660 de Ejecucin de la Pena Privativa), que tiene por finalidad lograr que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley, procu-rando su reinsercin social.

    El rgano tcnico-criminolgico te inicia un tra-tamiento individual, cuyo primer paso es una en-trevista: se presentan, te hacen unas preguntas de

    rutina para saber quin sos, por qu ests detenido y cunto tiempo llevs detenido. Pero tendra que co-nocer al interno desde un comienzo.

    La ley dice que, como condenado o REAP, comen-zs a calificar con 10 de conducta, 5 de concepto y en la fase socializacin (las fases son socializacin, con-solidacin, confianza, y perodo de prueba), cosa que para los profesionales es relativa. Lo digo porque hay casos en que un interno arranca calificando con 8-5, con la fase socializacin, algo totalmente arbitrario. Este rgano cada tres meses se rene para fijar los objetivos que debe cumplir el interno. Los objetivos tambin suelen ser arbitrarios: en el caso de los estu-diantes universitarios, te exigen por encima de tu capacidad; y en el caso de los chicos que estudian la primaria o la secundaria se complica ms porque les fijan como objetivo pasar de ao para promoverlos a la siguiente fase, cosa que no se puede cumplir en tres meses porque se necesita un ao para completar un ciclo escolar.

    Esto est totalmente fuera de la ley, porque ella explica en razn de materia y tiempo que cada tres meses el interno pueda avanzar, ya sea en el puntaje o en la fase, cumpliendo los objetivos. Y esto es lo que para La Junta est mal: que progreses para tu pronta reinsercin.

    Pese a que los profesionales son egresados de la UBA y prestan servicio en esa institucin, estn compenetrados con el sistema y desde un primer momento complican tu existencia, sobre todo llega-do el momento de poder gozar de las salidas transi-torias, el beneficio ms prximo que establece la ley para penados (condenas largas).

    Quiero concluir diciendo que la Junta Crimino-lgica actualmente se maneja de manera muy ar-bitraria, legitimando la violencia institucional del SPF, porque el agravamiento es desde el principio hasta el final. Teniendo en cuenta que cada interno ingresa a cumplir una pena por algo, el delito que cometi, que est fuera de la ley, la idea es salir de la crcel entero fsica y psquicamente, aunque es muy difcil.

    La Junta establece el tiempo que tens que estar detenido. A qu me refiero? A que son los auxilia-res del juez y terminan siendo ellos jueces, porque por criterios absurdos te retrasan la tan anhelada libertad.

    Versin de la tira de Mafalda, de Quino, por Juan Abad

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    Caminito a la calle

    Cristian Cuevas

    Gambeteando al empedradoPeripecias del ex detenidoSali en libertad con todas sus vivencias, mise-rias, alegras y esperanzas a cuestas.

    Sali formado o formndose, pero con las he-rramientas que le aportaron la educacin formal e informal y con 7 aos y 4 meses de cana en el lomo. Vivi en una crcel, sobrevivi a una crcel. Sobrevivi no en sentido material, or-gnicamente, sino que sobrevivi al no dejar-se absorber por ese sistema, sin que su propia estructura, su esencia, su persona hayan sido afectadas. En el medio vio muertes, torturas, injusticias propias y ajenas, miserias, como lo grande que puede ser un ser humano ante si-tuaciones lmites. Tambin vio lo peor de un ser humano. Y a eso, su esencia result inmune. Hasta fortalecida, dira.

    Fue condenado a la pena de 8 aos de pri-sin, la mnima de un homicidio, sin haberle disparado a nadie. No es para canonizarlo, pero s para tener en cuenta la desproporcionalidad de las penas. No entr por una puerta y sali por la otra, entr por una muy fea de la calle Pe-dro Lozano y sali por un portn verde militar de la calle Bermdez.

    Ninguna era giratoria. Estudi. Finaliz la educacin secundaria,

    curs el CBC e ingres primero a la carrera de Abogaca y luego a la carrera de Sociologa. Al recuperar la libertad decidi dejar en stand by Sociologa y seguir cursando Abogaca.

    El da que se fue en libertad vena de cur-sar una materia en la Facultad de Derecho (en la modalidad de salidas transitorias por estudio) y al llegar a la crcel para cumplir con el reinte-gro se enter de que le haba llegado la libertad, libertad que se le debera haber otorgado haca un ao, por lo menos. Pero por esas cosas de la burocracia administrativa y, pese a que l co-noca todos los remedios procesales aplicables al caso para poder destrabar su libertad, se fue pasando igual. En esos momentos de enorme frustracin e impotencia ms de una vez pens en no volver de las salidas transitorias, es decir, quedar prfugo, senta que la misma burocracia lo empujaba a ese tipo de ideas. Pero saba que si hacia eso, otra vez el sistema lo iba a vencer y

    no estaba dispuesto a que eso sucediera de nue-vo, l quera la libertad ambulatoria plena, no una libertad viciada por la paranoia de que en cualquier momento Inteligencia del Servicio Pe-nitenciario lo volviera a meter en cana. As fue como estuvo 3 aos cumpliendo con las salidas transitorias, es decir, yendo y viniendo a la cr-cel, solo, sin custodia, bajo palabra de honor.

    En todo ese proceso, siempre estuvo cursan-do materias de Abogaca y Sociologa, saba que una pata para vencer al sistema opresor estaba ah, en romper las cadenas de la ignorancia, en la toma de conciencia de cmo es que opera el sistema, cmo es la rueda en la que giran mu-chos pibes de su condicin social. Es as que una vez visualizado eso, ms se puso con el estudio, con la formacin profesional.

    En eso, por esas cosas de la vida, se cruz con una abogada en un debate virtual respecto de los linchamientos; era el debate del momento. l sostena que linchar no era justicia por mano propia, sino un crimen o un delito igual o inclu-so peor que el que los agresores reprochaban, y encontr apoyo tcnico a lo que sostena en esta abogada. A los das, ella le envi un mail dicin-dole que haba visto vocacin en l, que estaba necesitando un asistente en su estudio, y que si no le interesaba tener una entrevista.

    l acept.Esper a la prxima salida transitoria y se

    present en el estudio de esta abogada.

    Los prejuicios muchas veces los tiene uno mismo

    Al llegar al estudio se lo notaba nervioso, era como una primera entrevista de trabajo, haba ensayado una decena de veces cmo explicarle que l an estaba detenido, purgando una con-dena de 8 aos, que entenda si no lo aceptaba y que sarasa, sarasa. Cuestin que la Dra. R.B. se mostr muy amable y rgida, como abogada pe-nalista que es, le explic que necesitaba un asis-tente y le ofreci trabajar con ella. l estaba ante una oferta concreta de trabajo, le gustaba todo, pero claro, el detalle: an estaba preso y al salir

    de ese estudio jurdico, a las 15, deba volver al penal de Devoto a reintegrarse, a seguir cum-pliendo su condena por robo con arma. Es as que luego de que ella terminara de hablar, se dispuso a explicarle cmo estaban las cosas de su lado. Con total soltura le cont que estaba preso, que en ese momento l deba estar en la facultad y no all, pero que quera conocerla y ver de qu se trataba el ofrecimiento. Entre otras cosas, le cont que estaba a unos meses de irse en libertad y que el juzgado le haba otorga-do salidas transitorias para todo lo que haba pedido, que sus pedidos eran muy slidos y bien justificados, que no descartaba elevar un pedido de salidas laborales, pero que necesitara por lo menos un mes entre que presentara el pedido y el juzgado contestase (l todava crea en los Re-yes Magos). Abreviando todo, entre el Consejo Correccional del Servicio Penitenciario Federal y el juzgado que controlaba la ejecucin de su condena se encargaron de buscarle la vuelta para dilatar el trmite, para ello ahondaron en tecnicismos irrelevantes y temas procesales que l se haba encargado de salvar en los escritos que presentaba. No poda creer que tena una oferta concreta de trabajo, que estaba pronto a

    recuperar su libertad en ese entonces le resta-ban 6 meses para irse y que el mismo ente que deba fomentar y procurar su adecuada reinser-cin social, en vez de allanar el camino para que pudiera salir en el marco de salidas labora-les, le pusiese palos. Fue as que esa posibilidad, en principio, se haba perdido.

    Ante ese panorama y tragando veneno, acep-tando la injusticia, como dira el Loco Bielsa, desisti de ambos planteos para que el trmite de libertad no se viera entorpecido. Ante esta si-tuacin indita, es decir, ante el hecho de que el mismo juzgado y las autoridades tcnicas crimi-nolgicas se opusieran a que saliera a trabajar, no as a estudiar, ref lexionaba sobre el sistema pe-nal. Por un lado, este tiene por finalidad reparar el orden alterado por un agente agresor, privn-dolo de la libertad (que eso infunda temor al resto de la sociedad y sirva de ejemplo de que a aquel que ose quebrar las leyes se lo privar de la libertad). A su vez, esta privacin de la liber-tad ambulatoria tiene la finalidad de que el su-jeto adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley. Se preguntaba entonces, cmo iba a comprenderla y ms an respetarla cuando esta (o sus intrpretes) lo estaban privando, en el marco de sus salidas transitorias, de egresar a trabajar, siendo el trabajo uno de los pilares sobre los que se cimienta el fin resocializador del que tanto se jacta la ley. As no poda com-prender ni mucho menos respetar a la ley. Contra-dicciones del sistema.

    Iluso

    En su lugar de detencin funciona el Centro Universitario Devoto (CUD), programa de edu-cacin en crceles de la UBA. All, al ao de es-tar concurriendo, asumi la responsabilidad de coordinar una de las reas ms complejas, el CBC. Tena a su cargo las tareas administrati-vas: inscripciones, pedido de materias, reunir la documentacin de los estudiantes y todo lo que suponga una gestin burocrtica como la del CBC. Desarroll esa tarea durante 4 aos corri-dos, conoca (conoce) el ABC del CBC en todo aspecto, se supo relacionar con autoridades ad-ministrativas de la UBA, y discutir a la par in-cluso con licenciados en Comunicacin, con oficinistas, con ingenieros en Sistemas y con las autoridades jerrquicas del CBC. Al advertir cunto se haba enriquecido con los conoci-mientos adquiridos en el desarrollo de su ges-tin, pens que a lo mejor, en un futuro, le podra representar una salida laboral. Plante

    Imgenes tomadas por el Taller de Fotografa Estenopeica del CUD.

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    Caminito a la calle

    esa posibilidad al que era el coordinador exter-no del CBC y este le dijo tajantemente que era casi imposible que la UBA le diese la chance a un externo, dando a entender que los cargos eran a dedo. Que si bien conoca muy bien el trabajo y le sorprenda su eficacia y capacidad de resolver problemas, lo cierto era que muchas veces eso quedaba de lado en los cargos, ms cuando se sa-ba su inclinacin poltica. Casi se pone morado ante semejante declaracin, pero no. Fue as que esa chance se extingui, amn del trabajo desa-rrollado ad honorem durante 4 aos.

    Iluso. Mantuvo el contacto con la abogada R. B.,

    y haba quedado la posibilidad de trabajar con ella; sin importar el momento en que saliera, un lugar en el estudio iba a tener.

    Fue as que en el mes de septiembre recuper su libertad ambulatoria.

    Se present al estudio de la Dra. R. B. y co-menz a hacer tareas de procuracin de causas. Aprendi, conoci cmo era ir a las mesas de en-tradas de los juzgados, en principio no repar en lo econmico, precisaba una ocupacin, estar ha-ciendo algo. Sin embargo, al notar que los fondos con los que haba salido de la crcel ya no eran suficientes o se estaban terminando empez a preocuparse por la circunstancia econmica. Fue as que plante esta situacin a quien le haba hecho un lugar en su estudio, pero la posibilidad de remunerarlo como corresponda era dificulto-sa. Su psicloga, al saber de su situacin laboral, lo puso en contacto con una abogada amiga. Mantuvo una entrevista con ella y empez a tra-bajar en un mbito desconocido para l: el Dere-cho Civil.

    Y el Estado qu?

    Mientras trabajaba para dicho estudio quiso saber qu respuesta poda otorgar el Estado a una demanda de trabajo de su parte. Fue as que escribi una carta dirigida a la Presidencia de la Nacin, a la Dra. Cristina Fernndez de Kir-chner, en la que le narraba su historia, conta-ba que estaba buscando trabajo, que no quera volver a delinquir, que se haba formado, que quera terminar la carrera de Abogaca, que pre-cisaba trabajar, etc.

    Al mes de ello recibi una respuesta desde Balcarce 50 en la que le dijeron que su pedido iba a ser remitido al Ministerio de Trabajo a los fines de que ellos tomaran cartas en el asunto.

    Al otro mes, recibi una carta del Ministerio de Trabajo en la que le decan que deba presen-tarse en la Secretara de Empleo perteneciente al Ministerio.

    Pasaron tres semanas (a todo esto, l llevaba en libertad ya 5 meses) y se present a la Se-cretara de Empleo, lo recibieron, le tomaron los datos y llenaron un CV on-line. Vieron su currculum y le dijeron que lo que ellos podan ofrecerle escapaba a lo que exiga su CV, que desde la Secretara de Empleo se apuntaba a un sujeto de baja formacin, con la primaria o el secundario incompleto y que mucho no podan ofrecerle, que lo que podan brindarle desde la entidad era la posibilidad de concurrir a un cur-so de capacitacin en carpintera, reparacin de PC o electricidad en el que recibira un subsidio de $450 pesos al mes.

    Hete aqu la respuesta estatal al pedido de trabajo de un ex detenido. Realmente quiere el

    sistema que una persona se incluya socialmen-te? Le conviene?

    En esas condiciones el Estado busca bajar la tasa de reincidencia. Claramente, no se bus-ca con este relato justificar los porqus de que muchos ex detenidos al tiempo vuelvan a estar presos, no se busca deslindar responsabilidades propias de los sujetos que, en definitiva, son los que cometen delitos.

    Ahora bien, l se haba formado no solo a ni-vel profesional, sino que tambin haba hecho el ejercicio mental de saber que afuera la cosa iba a estar fulera, que si a un sujeto que nunca ha-ba perdido su libertad le costaba conseguir un trabajo, mucho ms le costara a uno que vena de estar 7 aos y 4 meses preso. Pero lamenta-blemente, no todos hacen ese ejercicio. No to-dos ven que al reincidir, de algn modo, se est siendo funcional al sistema y mismo se lo est justificando. Pero l pudo comprender todo eso y saba que cometer un error era volver a ser funcional a todo eso que hoy critica, a todo eso que hoy combate. Lo supo y se prepar para la adversidad y pudo sortear bajones econmicos por los cuales ms de una vez se tent de recu-rrir a salidas fciles. Sin embargo, no lo hizo. Prefiri apegarse a lo terrenal, a saber que no

    hay nada ms lindo que la libertad, ni la plata es ms linda. Que la libertad de cargar el termo, el mate e ir en bici a la costanera no cuesta guita y es una de las mximas expresiones de libertad que supo disfrutar, matear a la vera del Ro de la Plata bajo el sol.

    Hoy da se encuentra trabajando de lo que estudi, no volvi a reincidir. Pero otros pibes con los que estuvo detenido s volvieron a ha-cerlo. Y se pregunta: por qu l no volvi y ellos s, por qu hoy no volvi como ya lo haba he-cho en otro momento. Cul fue la diferencia. Qu contencin tuvieron al recuperar su liber-tad, ya sea familiar o estatal. Cul es la funcin de los patronatos de liberados. Cmo trabajan los equipos tcnicos criminolgicos previo a que un sujeto recupere su libertad. Ineficazmente. Esa es la definicin.

    Es as que los que dictaminan que el deteni-do no est apto para volver a la sociedad, son los mismos que se jactan de trabajar en pos de la reinsercin. No solo los del Servicio Peniten-ciario, sino tambin desde el Poder Judicial son responsables.

    Usted me neg salir a estudiar, vengo a ver x causa, doctor, estoy trabajando y en un ao me recibo de abogado. Vio que no quera

    Caminito a la calleCaminito a la calle

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    salir por el mero hecho de salir un rato a la ca-lle, como dijo?

    En eso de estar trabajando tuvo uno de los mximos placeres que recuerde. Pudo cruzarse cara a cara con el sistema. El sistema encarna-do, en este caso, en un juez. Trabajando le toc un da ir a ver una causa que tramitaba en un tribunal oral de la calle Lavalle. En dicho juzga-do haba un camarista que en un momento ha-ba sido juez subrogante del Juzgado de Ejecucin Penal N1 y que en el paso por dicho juzgado le haba negado salir a estudiar una materia de ve-rano a la Facultad de Derecho, una materia que no se dictaba en ese momento en el CUD.

    El dilogo en la mesa de entrada frente al personal de su juzgado fue el siguiente:

    Peripecio: Hola. Qu tal? Buenos das, doc-tor. Me recuerda?

    Juez: Buenos das. Qu tal? No, no me acuer-do de usted. Fue alumno mo?

    Peripecio: No, aunque digamos que de algn modo s. Usted estuvo subrogando en un momen-to en Ejecucin N 1, soy Peripecio. Usted me neg una salida transitoria por estudio a la facultad.

    Juez: Ah, mire usted. Y ahora qu hace ac? Peripecio: Estoy trabajando, recuper la li-

    bertad ambulatoria hace 3 meses (vesta zapatos de cuero negro en punta, pinzado negro, camisa blanca, pareca abogado), trabajo en un estudio, vine a procurar una causa. Me recibo el ao que viene.

    Juez: Bueno, bien, lo felicito y me alegra verlo bien y que est trabajando y vaya a ser abogado.

    Peripecio: Gracias. Sabe, en su momento le haba hecho una denuncia en el Consejo de la Magistratura por prevaricato e incumplimien-to de los deberes de funcionario, por haberme negado infundadamente la salida transitoria en aquella oportunidad.

    Juez: Ah s? Y por qu prevaricato e incum-plimiento? Cmo aplicaba esas figuras a una resolucin fundada en ley?

    Peripecio: Justamente, fund su resolucin en ley, pero basndose en hechos falsos, en omisio-nes materiales respecto de la prueba que haba-mos colectado y que haca a los requisitos legales para acceder a las salidas por estudio, omitiendo el acta de inscripcin y aferrndose a un dictamen fiscal sin sustento. Y el incumpli-

    miento es justamente por incumplir sus deberes de juez de ejecucin en cuanto a que debe velar por la reinsercin, por fomentar los lazos del de-tenido y estimularlo a lo que emana justamente de la ley, que la comprenda y la respete. Del mis-mo modo que deba velar porque se respeten mis garantas constitucionales en la ejecucin de la condena. Usted, al negarme ese derecho consti-tucional a aprender (art. 14 de la Constitucin Nacional), incurri en un incumplimiento.

    A todo esto se notaba una cierta tensin en el aire, el personal del juzgado solo miraba con respeto y pude observar que uno tuvo la valen-ta de asentir a lo que deca Peripecio. Otros, asentan pero lo disimulaban.

    Juez: Bueno mire, en tal caso yo en ese mo-mento era subrogante, tena a mi cargo 10 mil detenidos, yo no lo conoca.

    Peripecio (lo interrumpe): No, no, espere, s me conoca, dos semanas antes de la resolucin habamos tenido una audiencia en la que me dijo que haba quedado con una buena impre-sin y que le daba cierta tranquilidad saber que haba detenidos con nimos de progresar y de reinsertarse.

    Juez: S bueno, pero imagnese que entre que hablo con detenidos del oral y los de ejecucin no me acuerdo de todos. De cualquier manera, soy partidario de que los presos no tienen que salir a estudiar porque si no se desvirta la fina-lidad de la pena, que es el encierro justamente.

    Peripecio: Disclpeme, Altieri (ya no lo lla-maba doctor), pero estn en la ley las salidas por estudio.

    Juez: S, pero tambin est en la discreciona-lidad del juez hacer lugar o no, y disclpeme

    Peripecio: Pero y los pactos, y el principio constitucional de reinsercin, y el art. 1 del de-creto, y la Constitucin Nacional, y la ley 24660 y todo eso?

    Se qued enumerndole las leyes, las garan-tas constitucionales, los principios rectores, etc.

    Ese es un juez de la Nacin. Ese es el sistema. Se fue con una sensacin de victoria, supo

    ah que le haba ganado al sistema.

    Sangras de no poder ver.

    Caminito a la calle

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    WK

    Apelo a la literaturaPor esas cosas que tiene la literatura, por esas

    cosas que se viven, por esas cosas que se quieren cambiar y se sigue en el mismo lugar, y por esas cosas que son otro universo posible. Universo en conflicto, (pareciendo estar en orden) por el temor a la paliza o por prudencia se in-visibiliza y las personas callan. Es ah, donde se despierta mi es-pritu anti-castrense de ideas, de sentimientos con-fusos que agitan el corazn, como el viento a la

    popa. Se despierta un extraterrestre dentro de m, un ser extrao con una mirada extraviada de la norma (de los normales) De los intachables, in-delebles ciudadanos, veedores del funcionamiento de la mquina, los famosos distribuidores de cuer-pos, magistrados legtimos del ejercicio del poder, como el que gua a la luz a los ciegos, concluyendo el famoso mito, un ciego guiando a otro ciego

    Su despacho:Seor Juez; Me encuentro en una situacin, inusual, sentimental e imprudente De poder descargar un espasmo

    (siquiera), el cual si tuviera que pintarlo, quedara indescifrable, por las broncas de sus pinceladas Es por eso que recurro al simple acto literario, del cual es testigo mi lpiz, que explota por la presin del pulgar y el ndice

    Me disculpo ante vuestra excelencia por el tono irnico, por el atropello desesperado de estas epopeyas que risueas se van desplazando por el papel, festejando: EL PROGRESO, LA MODERNIDAD

    Que por otra parte, regula el orden social al cual me someto desde el momento en que me convert en un espermaticida, al matar a 200 millones de sujetos (espermas), que no merecan un vulo. Es en ese preciso momento donde nacen con palabras jurdicas. LOS DERECHOS DE PERSONAS POR NACER Ese engao del estado de derecho, es el mismo engao que le vienen prometiendo a mi familia con SALUD, VIVIENDA Y TRABAJO, cosa que hasta el da de hoy no es cumplida y esto, cranme, es DOLOROSO, como el saber emp-rico y verdadero de LA IGUALDAD ANTE LA LEY

    A veces, solo a veces, reniego de la pobreza intelectual que hay en sus fallos y termino cayendo en la con-clusin: PARA HACER PRISIONES, NO HACEN FALTA LADRILLOS Y es aqu, donde lo veo como una pintura obtusa, oscura y negra como las pinturas de Velzquez, de Rembrandt, de Goya, entre otros. Lo figu-ro como un paisaje romntico y vaco, lo figuro como un mendigo de neuronas, y es en ese preciso momento cuando abruptamente, le pongo un cuadro de sombrero! Para luego contemplarlo, sentado en una silla, do-blado de rodilla, con la mano en la mejilla, como si fuera EL PENSADOR DE LA ACADEMIA

    Sabe usted, seora, que siempre me pregunto en qu fallamos, en qu momento beneficioso de la histo-ria prescindimos de sus capacidades, de sus servicios, cundo comenz la necesidad de sus fallos, que son estircol del razonamiento enfermizo, que dan a pretender exterminar a una clase, como lo quiso hacer ya sabemos quin

    Usted ni siquiera se inmuta ante la Constitucin, porque lo que planteo es constitucional, pero vuestra merced se limita hacer un recorte posicional, que termina diciendo NO HACER LUGAR NO HACER LU-GAR y as, el derecho a la educacin y a la salud se escapan aterrorizados de su sombra

    Notifico! Que podra extenderme hasta el fin del universo y la vida con las quejas que tengo reservadas en su contra. Pero solo me limitar a escribir un libro sobresaltando su nombre, sus cualidades, sus virtudes, para destacar sus colores, incluido EL NEGRO

    S que, tarde o temprano y ms temprano que tarde, me escuchar y se asombrar, dir usted que no me engendr, que no me pari, y yo solo sonreir, sonreir

    Tmelo como una denunciaPorque, ciertamente, lo es Apelo a la literaturaSer justicia.

    PVC; 30-10-15.

    cuento

    Juan Carlos De la Cruz

    Las calles, los murosMi mente tan enredada de tener el impulso de

    crear esta nueva amistad Hoy me encuentro solo por culpa de un error, pero regresa para llenar el va-co que dejaste, t mi libertad.

    Aun no lo se siente la soledad, se vuelve un tor-mento, tal vez quieras decir que te hace dao tu egosmo o el mo, la falta de creer en un idilio. Quie-ro serte sincero, olvidarte no puedo. Ainda! Si el ca-rio en mi se alojara como cheque al portador.

    Aquel, recuerdo del ayer vive para el hombre que es, ademanes que un plebeyo crea desafiando a la noche en su negrura, compartiendo sus secretos atrapados estn del advenedizo que, rendido, re.

    El detalle de mi alma, tu esencia, lo sublime, tu orgullo, as preguntas, yo respondo En la soledad solo la tormenta pregunta por m, airoso voy como ro que crece, aguacero que transforma nieves de

    cadenas que al halo de la noche y alba inminente se pronuncia.

    El tambor se pronuncia el Irimo se entona a su abordo entra Changoo, la tierra cobra vida porque tierra va temblar y a su reverencia danza Atanislao; podra tener un traje apretado, pero no vestido del yute pero del ms blanco as eran hechos esos hara-pos, la inquina que tena sus santos eran reprimenda que las nubes blancas ms tarde llorarn; as era la historia que le trasmitieron al abuelo de mi abuelo, que ahora transgrede en un acontecimiento social, as fue la voz del anciano que le hablaba a la prima de mi prima solo mujeres vrgenes hacen esa danza, solo mujeres vrgenes de veintin aos, as como a voz de susurro se manifiesta Changoo, el aire:

    Anuncia ausencia quiere decir que tiene de ti y tu es-ts ah, el color a jade renace, gula vida y movimiento.

    Vivimos en contrava, en el cual nuestros actos son equvocos para algunos y que para nosotros es ese el lugar donde encontramos respuesta a lo inesperado.

    Somos aquellos olvidados, descomprimidos y angustiados de ver cmo frente a nuestros ojos pasa el tiempo y todo igual sigue corriendo.

    As fuimos creciendo huyendo del pasado buscando un no s qu, un no s cunto,la arrogancia del pasado lleva consigo sus frutos,

    los errores que he cometido me cuestan y son hoy las llagas que llevo en mi piel y que con el paso del tiempo se hacen ms duras que en el ayer

    y son las que llevar de por vida en mi piel.Por ahora he secado mis lgrimas esperando que nuevamente vuelva a llover,

    el pasado lo recordar y lo que viene es lo que me debe importar, ahora que viene el futuro.Solo queda sobrepasar las barreras de frente, no ir con el viento a la espera de qu ser lo que pasar,

    construir cada momento como si fuera el ltimo, entregar todo de m para que sea bueno.Firme como ttem que perdura en el tiempo ante las adversidades, ante la nostalgia del tiempo que pasa,

    ante las personas que se van y vienen, as es como todo hace parte del gran cuento.De ese cuento de mi vida que hoy estoy dispuesto a escribir y con mayscula

    para que quede una huella indeleble en el maana y que sea ella la nueva huella de un pasado que no pas, que yo cre.

    MGM

    Poesa

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    avistamientos

    Tony Gual

    ms Encuentros en la segunda faseSeguimos compartiendo los relatos de Tony. Van otros casos cosechados

    durante sus cincuenta aos de aviacin.

    Ao 1984, vuelo Barcelona-Toulouse-Barcelo-na, avin DC-9, hora 16:00 LT. Aparcados en l