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LA EUCARISTIA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

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LA EUCARISTIA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS. Pedro Sergio Antonio Donoso Brant www.caminando-con-jesus.org www.caminando-con-maria.org [email protected] Textos Biblicos: Biblia Nacar-Colunga Fuentes: Pedro Donoso Brant, “Hasta Que Vuelva” - PowerPoint PPT Presentation

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LA EUCARISTIA EN LAS SAGRADAS

ESCRITURAS

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

www.caminando-con-jesus.org

www.caminando-con-maria.org

[email protected]

Textos Biblicos: Biblia Nacar-Colunga

Fuentes: Pedro Donoso Brant, “Hasta Que Vuelva”

Otras Fuentes: Antonio José López Serrano, “Curso de Teología”

La celebración de la Eucaristía responde al encuentro de Jesús y los Doce en la cena de Pascua antes de morir, allí invitó a los discípulos a comer y beber el pan y el vino como su cuerpo y su sangre, entregado al día siguiente en la cruz del Gólgota. Este es el origen de la Eucaristía, pero hay unos antecedentes en el AT y en la cultura Judía que nos pueden ayudar a comprender todo su sentido.

Comer es un acto socializado que suelen hacer los hombres en compañía, es ocasión para el encuentro, y en él se cultivan los lazos familiares, de amistad y solidaridad. Normalmente celebramos la mayoría de las fiestas haciendo al menos alguna comida especial. En el mundo judío comer tenía además un cierto sentido religioso.

En los preliminares de la comida se realizaban los ritos de pureza, las abluciones les recordaban que no eran un pueblo como los otros, sino que habían sido escogidos y eran santos. Entre estos rituales estaba el lavaban las manos y los pies, incluso lavarse totalmente. Era un baño completo, limpiando también los enseres que se iban a utilizar.

No se comía cualquier cosa, determinados alimentos eran impuros y no debían comerse para no contaminarse, había alimentos más elevados y otros más profanos. Durante la comida era de buen gusto incluso hablar de cuestiones relacionadas con la Ley, pues para ellos tenía algo de ritual sagrado el comer.

Como acto social, era importante con quién se comía. Los invitados a una comida debían estar a la altura del que invitaba. Nadie comía con alguien considerado pecador públicamente, para no ser tachado también de igual condición. En la comida presidía el huésped más distinguido o el mismo dueño.

Se colocaban por orden de importancia, a la derecha el más importante después del que presidía colocándose así por orden. En ocasiones se esperaba a ser colocados por el anfitrión, y las reglas de urbanidad mínimas indicaban que había que comer con moderación y cierta sobriedad.

Los hebreos hacían dos comidas importantes, una a mediodía y otra al atardecer. En sábado hacían una tercera comida especial.

Jesús comió en numerosas casas invitado, las prácticas y las costumbres se dejan traslucir perfectamente en estos relatos.

De todas las comidas, hubo una especial que realizó Jesús, la cena de Pascua antes de morir. Era una comida especial que se hacía en los días de Pascua y cuyo origen se remontaba a la salida y liberación de Egipto, siendo guiados por Moisés y bajo el amparo de Yahvé

El término Pascua procede de la raíz hebrea "phs" y vendría a significar algo así como "cojear o saltar". Recordemos que aquella noche, el ángel del señor fue saltando de puerta en puerta, salvando las casas de los hebreos. La celebración de ese acontecimiento como fiesta está en Exodo 12, 1-14, junto con la Ley de Moisés, sus prácticas y prescripciones.

Esta fiesta se celebraba el primer mes del año, el llamado mes de Nissan. Los judíos contaban los meses lunares, y el primer mes correspondía al del equinoccio de primavera. Un origen más remoto podríamos verlo en el ritual consistente en matar un cordero, y comerlo como signo de alianza entre pueblos nómadas. Mataban un animal y lo comían entre dos familias, sellando así un pacto.

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En la Pascua de Israel, el sacrificio del cordero marca el inicio de un largo viaje por el desierto, es Yahvé el que los saca y el que los guía a través del desierto. De ahí que la Pascua sea de liberación, hay prisa por salir y el pan está sin fermentar.

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El ritual de la comida de Pascua comenzaba con el primer brindis en una copa de vino, seguido de una bendición del que presidía, después de beber se lavaban las manos, se comían el pan ácimo, guardando una cantidad que hacía las veces de plato. Se presentaba la comida, se traía el cordero y las hierbas amargas a la mesa.

Tras ese momento se llenaba la segunda copa y el más pequeño hacía la pregunta: "¿Qué diferencia esta noche de otras noches?", a lo que el padre de familia o el que presidía leía Dt 26, 5-11, explicaba la cena y se cantaba los primeros versos del salmo 113.

Tras este momento se bebían la segunda copa comiendo seguidamente el cordero, al final comían el pan empleado como plato. Terminada la comida se servía la tercera copa de vino y se hacía una bendición solemne de acción de gracias. Se bebía y se servía una cuarta copa, recitando los himnos de Hallel, salmos 114 al 117, con varias bendiciones y cánticos

En el NT hay muchos y variados momentos en los que Jesús comió con sus discípulos, pecadores y todo tipo de personas.

Es curioso que siendo su predicación principal el Reino de Dios, Jesús dibuja en las parábolas el Reino escatológico del futuro como un banquete fraterno, o un banquete de bodas.

Hay una comida milagrosa que Jesús realiza que es la multiplicación de los panes y los peces. Cristo aparece dando de comer a una gran multitud de gentes. Hay un fuerte paralelismo entre las multiplicaciones, que nos lo narran los cuatro evangelistas, y la última cena, guardan además relación con el maná caído del cielo, es como si Jesús se presentara como un nuevo Moisés, y más grande aún, dando de comer a la multitud.

De todas las comidas realizadas por Jesús, la más importante, sin duda ninguna, fue la comida de Pascua, la que llamamos Última Cena con sus discípulos, vísperas de su pasión, muerte y resurrección. Esta cena tiene unos rasgos que la harán distinta a las demás.

Jesús la interpreta también como algo distinto, Tiene conciencia de que es perseguido y que ningún profeta sale indemne fácilmente. La interpretación de la cena la hacen los discípulos en relación con su muerte en la cruz, hecho que les impresionó.

Disponemos de la narración de la Última Cena en cinco relatos distintos. Cuatro corresponden a los evangelistas, y un quinto relato está en San Pablo 1 Cor 11. Entre estos relatos guardan semejanza los Sinópticos y San Pablo, mientras que San Juan no cuenta la consagración, sustituyéndola por el lavatorio de los pies, y añadiendo un discurso testamentario de despedida.

Las diferencias entre estos relatos son puntuales; Joaquím Jeremías, exégeta, ha estudiado este tema en profundidad, y ha intentado extraer del relato y comparando, las palabras auténticas del maestro, su conclusión es que posiblemente dijo: "Tomad comed esto mi cuerpo dado por muchos, haced esto en memoria mía. Bebed todos, esto mi sangre de la alianza derramada por muchos, haced esto en memoria mía".

¿Qué sentido tendrían estas palabras? En el texto los términos: "tomad y comed", indican un ofrecimiento por parte del Señor, es el dueño que realiza la bendición y da de comer, está presidiendo un banquete de solidaridad.

"Esto es mi cuerpo" expresa la totalidad del hombre. Es posible que usara el término hebreo "basar", indicativo de la caducidad del ser y de la fragilidad del hombre. "Dado por muchos" tendría un sentido expiatorio y propiciatorio, pero también salvífico, a modo de reinterpretación del siervo de Yahvé.

Las palabras sobre la sangre: "esto mi sangre de la alianza derramada por muchos", indica la identificación del vino con la sangre, al igual que el pan con el cuerpo. Al decir esta es mi sangre, está en la mentalidad judía afirmando que "éste soy yo", es la totalidad del ser.

El sacrificio es total, porque es separada la sangre del cuerpo, hay una intención sacrificial en la sangre derramada. Estas palabras y este gesto de Jesús son una profecía sobre sí mismo, dándoles un sentido de memorial nuevo, de nueva alianza y nuevo pacto con la humanidad.

La invitación a la memoria es a repetir el gesto, a realizarlo en el futuro, con un sentido de pasado, presente y futuro, en recuerdo de la acción todavía no realizada, de su entrega en la cruz y su resurrección.

Tras la resurrección, los relatos de las apariciones nos muestran de nuevo a Jesús comiendo con sus discípulos. Lo cual nos hace entender que hay una estrecha relación entre la resurrección y la Eucaristía. En estos encuentros predomina la alegría y la fiesta, el júbilo por la resurrección. Hay un texto muy especial que está en Lucas 24, 13 ss, el relato de los discípulos de Emaús.

Jesús explica las escrituras y parte el pan con ellos, desaparece cuando le reconocen partiendo el pan, es decir, se queda en la Eucaristía. Encontramos en el relato camino, enseñanza y fracción del pan, los tres elementos de la primitiva comunidad cristiana. Es importante la expresión de Lucas: "Tomó el pan, lo bendijo y lo partió".

REFERENCIAS DE EUCARISTÍA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

SAN PABLOLa celebración de la cena eucarística, 11:17-34.

“ Y ya que trato de recomendaciones, no puedo alabar que vuestras reuniones sean no para bien, sino para daño vuestro. Pues primeramente oigo que, al reuniros, hay entre vosotros cismas, y en parte lo creo, pues es preciso que entre vosotros haya disensiones, a fin de que se destaquen los de probada virtud entre vosotros. Y cuando os reunís no es para comer la cena del Señor, porque cada uno se adelanta a tomar su propia cena, y mientras uno pasa hambre, otro está ebrio. Pero ¿es que no tenéis casas para comer y beber? ¿O en tan poco tenéis la iglesia de Dios y así avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué voy a deciros? ¿Os alabaré? En esto no puedo alabaros.

Al leer Corintios 1, 11: 17-34, entendemos como denuncia San Pablo otro abuso en las asambleas litúrgicas de los corintios. Resulta que cuando se reunían para “comer la cena del Señor”, no se contentaban con la celebración simplemente de los misterios eucarísticos, sino que añadían una comida en común, en la que no sólo se faltaba a la caridad con la formación de grupos entre sí separados, sino por muchos también a la moderación.

Tal proceder es duramente censurado por el Apóstol. Les dice que eso “no se lo puede alabar” y que, al obrar de ese modo, las reuniones llamadas a servirles de provecho espiritual, se convierten en pejudiciales.

Como razón fundamental de su absoluta disconformidad con ese proceder de los corintios, aduce el Apóstol la naturaleza misma de la cena eucarística tal como la instituyó el Señor. Esta referencia a la eucaristía que aquí hace el Apóstol es para nosotros un testimonio histórico de valor extraordinario. Es una de las principales enseñanzas que nos da Pablo sobre la Eucaristia.

1 Cor 11, 23-26

EUCARISTIA

Porque yo he recibido del Señor lo que os he transmitido, que el Señor Jesús, en la noche en que

fue entregado, tomó el pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se da

por vosotros; haced esto en memoria mía. Y asimismo, después de cenar, tomó el cáliz, diciendo:

Este cáliz es el nuevo Testamento en mi sangre: cuantas veces lo bebáis, haced esto en memoria

mía. Pues cuantas veces comáis este pan y bebáis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor hasta que El

venga.

LUCASLos elementos propios de Lucas en la institución eucarística son varios. En las narraciones de la institución eucarística, siendo fundamentalmente las mismas, literariamente se notan dos grupos diferenciados: Mateo y Marco, Lucas y Pablo (1Cor 11:23-26)

Los tres sinópticos traen un lógion especial en este pasaje. Mateo y Marco lo ponen después de la institución eucarística. En él, Cristo anuncia a sus apóstoles que ya no beberá más este vino hasta que lo beba “nuevo” con ellos en el reino. El banquete eucarístico evoca este otro banquete escatológico, esta vida futura, representada en el medio ambiente por la imagen de un banquete.

Pero Lucas le da una situación literaria distinta y un sentido también algo distinto.Lucas construye con este lógion un paralelo con la institución eucarística. Con él anuncia el fin de la vieja Pascua, sustituida por la muerte de Cristo y renovada en la Eucaristía, “memorial” de su muerte. Lucas pone un paralelismo para expresar su pensamiento: No volverá a comer más esta Pascua hasta que “sea cumplida en el reino de Dios.” Ni volverá a beber esta Pascua hasta que “llegue el reino de Dios.”

Este segundo hemistiquio hace ver que Lucas le da un sentido, no “escatológico,” como Mateo y Marco, a esta nueva Pascua, sino “eclesial.”

Este nuevo banquete que El comerá con ellos en el reino, la Iglesia, se lo suele interpretar, no en sentido metafórico, sino de “las comidas que debían tener lugar después de la resurrección, y que él (Lc) es el único en mencionar.”

LUCAS 22, 14-20

Cuando llegó la hora, se puso a la mesa, y los apóstoles con El. Y díjoles: Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer, porque os digo

que no la comeré más hasta que sea cumplida en el reino de Dios. Tomando el cáliz, dio gracias y dijo:

Tomadlo y distribuidlo entre vosotros; porque os digo que desde ahora no beberé del fruto de la vid hasta que llegue el reino de Dios. Tomando el pan, dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: Este es mi cuerpo, que es entregado por vosotros; haced esto en memoria mía.

Asimismo el cáliz, después de haber cenado, diciendo: Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre, que es

derramada por vosotros.

Lucas es el único evangelista que dice que la consagración del cáliz tiene lugar “después de cenar”. Los otros sinópticos

sólo dicen que la institución eucarística se realiza “mientras

cenaban.”

Lucas es el único evangelista que,

después de la consagración del pan,

añade en boca de Cristo: “Haced esto en

memoria mía”.

MARCOCuando leemos la narración de la institución eucarística según san Marcos, encontramos que hay una similitud muy destacada con el relato de según san Mateo y una manifiesta diferencia como se relata según san Lucas y

san Pablo.

Marcos 14, 22-25“Mientras comían, tomó pan, y, bendiciéndolo, lo partió, se lo dio y dijo: Tomad, esto es mi cuerpo. Tomando el

cáliz, después de dar gracias, se lo entregó, y bebieron de él todos. Y les dijo: Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que ya no beberé del fruto de la vid hasta aquel día en que lo beba

nuevo en el reino de Dios”

San Marcos relata: “Mientras comían” tiene lugar la institución eucarística, luego veremos que para Lucas es:

“después de haber comido.” La razón es que Lucas precisa el momento; fue después de haber terminado la

cena estricta, comiéndose el cordero pascual, pero continuándose con los ritos de la cena. En cambio

Marcos, como Mateo, sólo dicen que se celebró durante ella, sin más precisiones

Luego, al relatar la consagración del cáliz, Marcos llama la atención con su redacción. Según él, Cristo tomó el cáliz, dio gracias, se lo dio, y bebieron todos de él. Y

después de esto consagra su sangre. Seguramente lo relata así por que desea hacer ver que todos bebieron de aquel único cáliz consagrado. Para sus lectores no podía haber la menor confusión, ya que conocían y vivían el rito

histórico preciso en la “fractio pañis.” El provecho de esta sangre es por “muchos.” Y dice

además: “y bebieron de él todos”.

Otro punto característico del relato de Marcos, también es lo mismo en Mateo, se omite la orden de repetir la

celebración eucarística, que aparece en san Lucas y en san Pablo: cuantas veces lo bebáis, haced esto en

memoria mía.

Y san Marcos, también lo hace san Mateo, pone a continuación la frase “escatológica” de reunirse con ellos

en la etapa celeste del reino, representada, en el medio ambiente, bajo el símbolo de un banquete.

La narración de la institución eucarística aparece relatada al mínimum en los tres Evangelios sinópticos: a lo

esencial. La razón es que no era, a la hora de la composición de los evangelios, necesario un desarrollo

amplio, ya que era por todos conocida y sabida, por vivírsela en la “fractio pañis.”

Ahora al leer los dos relatos, Marcos y Mateo, vemos que

son sustancialmente idénticos, pero con pequeñas variantes redaccionales. Los estudiosos opinan que los relatos de Marcos y Mateo,

representan posiblemente la tradición de alguna iglesia

palestina de Jerusalén, mientras que el los relatos de Lucas y san Pablo, más bien

la tradición de una iglesia helenística de Antioquía o

Corinto.

Mateo, 26, 26-29:

“Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y, dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad y comed, éste es mi cuerpo. Y tomando un cáliz y dando gracias, se lo dio, diciendo: Bebed de él todos, que esta es mi sangre del Nuevo Testamento, que será derramada por muchos para remisión de los pecados. Yo os digo que no beberé más de este fruto de la vid hasta el día que lo beba con

vosotros nuevo en el reino de mi Padre.”

Un dato de cómo fue la cena pascual, es que estaban “reclinados” sobre lechos o esteras y apoyados sobre el

brazo izquierdo. Según la Mishna (ley oral judia), no podían asistir menos de diez ni pasar de veinte

comensales.

Observamos en estos dos relatos (Marcos y Mateo), que la institución eucarística se hace “mientras comían”. En cambio, Lucas dirá, al consagrar el cáliz, que lo hace de igual manera, “después de haber comido.” Esta aparente divergencia está en función del ritual rabínico. Según éste, la cena pascual propiamente dicha consistía en comer el cordero pascual, y luego se bebía un tercer cáliz ritual con vino. Mientras que Mateo y Marcos dicen sólo, genéricamente, que la consagración se realiza durante la cena pascual, Lucas precisa más el momento: fue precisamente después de la cena estricta, después de comer el cordero pascual. La realidad y el simbolismo se unían.

La forma que se usa aquí por el “pan” es todo tipo de pan. Allí el pan era ácimo. Pero tanto la filología como la práctica de la Iglesia hacen ver que esto fue cuestión que se consideró como accidental desde un principio.

Luego lo “bendijo”. En la cena pascual, lo mismo que en los usos judíos ordinarios, había abundantes bendiciones. Los rabinos exigían la bendición -— invocaciones — del pan y

explicación — haggadah— de la Pascua que se realizaba.

Cristo se amolda al uso ambiental, aunque con una bendición — invocación —

nueva, sin duda en orden a la nueva Pascua sustitutiva que

instituía.(el haggadah es el relato del

éxodo de Egipto)

Pero en la redacción hay divergencia. Mateo y Marco, ponen que lo bendijo, pero Lucas dice que “dio gracias”. Podría pensarse que Cristo había hecho ambas cosas y que cada grupo de evangelistas recogió una u otra. Pero

en las dos multiplicaciones de los panes, Mateo y Marcos ponen, por la misma acción de Cristo, que lo

“bendijo” y “dando gracias”“Y ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó

luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los

panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la gente. (Mt 14,19)

“Tomo luego los siete panes y los peces y dando gracias, los partio…” (Mt 15, 36)

Por tanto se piensa que se utilizan como sinómino

Según el rito del paterfamilias en la cena pascual, Cristo

“partió” el pan y lo distribuyó a los apóstoles. Es rito que

vino a dar luego nombre a la celebración eucarística: la

“fractio panis.” Posiblemente fue debido a que en ello se vio

como un signo del cuerpo destrozado — inmolado — de

Cristo en la pasión y en la cruz.

Mateo y Marco recogen la orden dada por Cristo: “Tomad”, pero a diferencia de Marco, mateo pone

además, “comed”. La frase de Mateo probablemente es una adición redaccional, ya que es de suyo

innecesaria. Esta orden tenía una triple finalidad: captar la atención, enseñarles lo que había que hacer con aquel rito nuevo, y con ello atreverse a recibir el

cuerpo sacramental del Señor.

Hecha la consagración del pan, Mateo trae la consagración del vino. Cristo

tomó un cáliz. En los banquetes ordinarios admitían, a veces, beber de la misma copa, pero

se ignora si a título excepcional admitían esto en el banquete pascual. Al dar la orden de que bebiesen todos de él, o se amoldó a un uso o instituyó

uno nuevo. “Y dando gracias,” con una fórmula

de alabanza al Padre por la consagración que iba a hacer de su

sangre en el vino, se lo dio, diciendo: “Esta es mi sangre.” Y se realizó la

consagración

Pero esta sangre es la “de la Nueva Alianza”. Esta expresión lo mismo puede significar “testamento” que

“alianza” o “pacto.” Más, en todo caso, la evocación es contraponerla a la

escena del Sinaí (Ex 24:3-8), en donde se hizo la “alianza” entre Yahvé y el

pueblo mediante el sacrificio y aspersión de la sangre. La sangre de

Cristo establece la “Nueva Alianza.” Por eso la idea de “alianza” está puesta en

relación con la sangre y no con la fórmula de la consagración del cuerpo.

También se destaca que es “derramada” por “muchos.” por

ello, que la Eucaristía era un sacrificio. Se ve que es para

expresar la muerte redentora en el Calvario. El provecho de esta

sangre es “por muchos”. O como el uso que le da Marco y Luca en

“favor de muchos”, por que los que van a recibir este provecho son

“muchos.”

Y el fruto definitivo por el que se derrama esta sangre es “la remisión

de los pecados” de todos los humanos.

La valoración de todo este pasaje de presencia real eucarística encuentra su mejor comentario en las palabras de San Pablo, previas al relato de la institución, las cuales

usa para probar el valor sacrificial de la Eucaristía “El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es la

comunión del cuerpo de Cristo?” (1 Cor 10:16) 32.

La valoración de todo este pasaje de presencia real eucarística encuentra su mejor comentario en las palabras de San Pablo, previas al relato de la institución, las cuales

usa para probar el valor sacrificial de la Eucaristía “El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es la

comunión del cuerpo de Cristo?” (1 Cor 10:16) 32.

Mt termina el relato con un pasaje en el que Cristo dice que no beberá más el vino hasta que beba un vino nuevo

con ellos “en el reino de mi Padre.El reino de Dios es presentado frecuentemente por un

banquete; era metáfora normal judía para esto.

Cristo anuncia su muerte y también su reunión con los apóstoles en el reino de su Padre. Es la concepción

“escatológica” del reino. Esa bebida “nueva” no es más que parte de la metáfora del banquete, símbolo del nuevo

orden de cosas que regirá en aquel mundo escatológico (1 Cor 11:26).

LUCAS 24, 28-31 (EMAUS)

“Se acercaron a la aldea adonde iban, y El fingió

seguir adelante. Obligáronle diciéndole: Quédate con nosotros, pues el día ya

declina. Y entró para quedarse con ellos. Puesto con ellos a la mesa, tomó el

pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Se les abrieron los ojos y le reconocieron, y

desapareció de su presencia.

Luego los discipulos fueron donde su intimos amigos y les dijeron: El Señor en verdad ha resucitado y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado en el camino y

cómo le reconocieron en la fracción del pan.

Primero Cristo se detiene en la enseñanza de las Escrituras, que llevan a Cristo, y luego él, por la consagración eucarística, está ante ellos por su real presencia

eucarística y resucitado.

La frase “fracción del pan,” anterior a su específico uso cristiano, es aquí síntesis de “tomó el pan, lo

partió.,” ambas fórmulas son del rito judío. Y Cristo tenía su rito, como se ve en los sinópticos. De aquí que el clisé de la “bendición” del pan en Emaús pudiese, por su uso euca-rístico, revertir sobre la fórmula

histórica primitiva de bendición de la comida, evocando a esta hora, en cierto sentido, la Eucaristía, pero sin

exigir, por ello, el que fuese la Eucaristía este rito.

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“Perseveraban en oír la enseñanza de los apóstoles, y en la unión, en la fracción

del pan y en la oración”

Hechos 2:42-47

EL SEÑOR LES BENDIGA