facetas dic27

8
FACETAS cultura al día IBAGUÉ, 27 DE DICIEMBRE DE 2009 'El Vuelco del Cangrejo' ganó premio en Cuba

Upload: editorial-aguasclaras-sa

Post on 25-Mar-2016

238 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Facetas Dic27

TRANSCRIPT

Page 1: Facetas Dic27

FACETAScultura al día

IBAG

UÉ, 2

7 DE

DICI

EMBR

E DE

200

9

'El Vuelco del Cangrejo' ganó premio en Cuba

Page 2: Facetas Dic27

Ibagué, DICIEMBRE 27 DE 20092 FACETAS>

Obras de la pintora colombiana Lucy Tejada

Agencia EFE.*

uanto más palabras nos per-miten usar, más libres nos volvemos”. La escritora ruma-no-alemana Herta Müller reco-rrió el lunes 7 de diciembre, en

Estocolmo (Suecia), con un descorazonador juego literario, las cicatrices de su existen-cia, que no son otras que las de la historia del siglo XX, durante su discurso “Cada pa-labra sabe algo del círculo vicioso”, previo a la entrega del Premio Nobel de Literatura. “Los objetos no saben su propio mate-rial, los gestos no saben sus sentimientos y las palabras no saben las bocas que las hablan. Pero para estar seguros de nuestra existencia, necesitamos los objetos, los ges-tos y las palabras. Cuanto más palabras nos permiten usar, más libres nos volvemos”, resumió Müller en la sede de la Academia Sueca. La escritora, nacida en Nytzkydorf (Ru-mania) en 1953, en una minoría alemana de este país, expresaba así el doble filo de su instrumento de trabajo, la palabra, argamasa de una obra con piezas como El hombre es un gran faisán en el mundo o La bestia del corazón, pero que le fue negada bajo la dic-tadura de Nicolae CeauSescu. Así, una sola palabra, pañuelo, le sirvió en su discurso para hilar una vida marcada por la intersección del nazismo y el comu-nismo: la de la comunidad suaba que cargó con las culpas del primero y fue azotada por el segundo. Desde 1987, Müller vive en Ber-lín, y su premio coincide con los veinte años de la caída del Muro. “¿Has cogido un pañuelo?”, le pregun-taba su madre cada mañana antes de salir de casa. “Era una muestra indirecta de afec-to”, decía, dentro de un entorno familiar tan opresivo como describió en En tierras bajas, relatado precisamente desde una mirada

infantil, y en el que las pala-bras más comunes, siempre en frases breves, levantaban una cotidianidad irrespirable. Ese mismo pañuelo se convertía en su discurso en esa oficina de una planta de manufactura de la que fue despedida tras ser acusada de espía al no querer colabo-rar con la Securitate, el ser-vicio secreto de Rumania. “Puedes defenderte de un ataque, pero no puedes hacer nada contra la calum-nia. Cada día me preparaba para cualquier cosa, incluida la muerte. Pero no puedes estar lista para esta perfidia. No hay entrenamiento para hacerla tolerable. Te llena de mugre”, reconoció. Y ese pañuelo también aparecía en la foto de la muerte de su tío Matz, que había sucumbido a la ideo-logía nacionalsocialista, o en la imagen de su amigo, colega y compatriota Oskar Pastior, quien estando en un campo de concentración ruso lo recibió como rega-lo por parte de una mujer que esperaba a que su hijo volviera de la guerra. Finalmente, su madre, la que le pregun-taba siempre si lo llevaba consigo, limpia el polvo de la mesa de un policía rumano con su propio pañuelo, colmado de lágrimas. “¿Podemos decir que son precisamente los pequeños objetos los que conectan las cosas más disparatadas de la vida? ¿Que los objetos están en órbita y sus desviacio-nes revelan un patrón de repetición, un cír-culo vicioso o, como decimos en alemán, un círculo del infierno? Podemos creerlo, pero no decirlo. Pero lo que todavía no puede ser

dicho, puede ser escrito”, recitó. La palabra hablada frente a la escrita es otra de las obsesiones de Müller. “Quise decir algo, pero tenía la boca tan llena de lenguas que no podía articular ni una sola palabra”, escribía en En tierras bajas, publi-cado finalmente en 1982. Y es que sus textos serían también cen-surados por el régimen de CeauSescu, por lo que tendría que ser publicada en Alemania, donde pronto se convirtió en un nombre des-tacable de las letras germanas. “He reaccionado ante el miedo mortal con sed por la vida. Un hambre por las pa-labras. Sólo un remolino de palabras pudo entender mi condición”, expresó con amar-gura. “Gracias a ellas, nada tiene sentido y todo es verdad”.

Müller finalizó su discurso haciendo men-ción explícita a las dictaduras. “Me gustaría poder pronunciar una frase para todas las dictaduras que privan de dignidad cada día, incluyendo las presentes. Una frase, quizá, que contenga la palabra pañuelo”. “¿Puede ser”, continuó, “que la pre-gunta sobre el pañuelo nunca fuera sobre el pañuelo en absoluto, sino sobre la profunda soledad del ser humano?”. Herta Müller, gran retratista de este senti-miento a través de una prosa de numerosas imágenes poéticas, recibió el Nobel de Lite-ratura el jueves 10 de diciembre en la cere-monia oficial presidida por la Casa Real de Suecia en el Korserthuset de Estocolmo.

*Tomado de Letralia.com, Tierra de letras.

Herta Müller Cada palabra sabe

algo del círculo vicioso "C

Page 3: Facetas Dic27

www.elnuevodia.com.co>Léalo.

Ibagué, DICIEMBRE 27 DE 2009 >FACETAS 3

l viejecito de ropas rojas y barba blanca que vemos en vísperas de Navidad en los centros comerciales de

todo el mundo, se ha convertido en ícono cultural de la sociedad de consumo del tercer milenio. El mito del sonriente personaje que encanta a los niños, fue forjado a lo largo de los últimos diecisiete siglos, basado en la historia de un obispo que vivió en el siglo IV. La ciudad de Mira, en el an-tiguo reino de Licia, actual terri-torio de Turquía, tuvo un prelado llamado Nicolás, célebre por la generosidad que mostró con los niños y con los pobres, y que fue perseguido y encarcelado por el emperador Diocleciano. Con la llegada de Constantino al trono de Bizancio —ciudad que con él se llamó Constantinopla—, Nicolás quedó en libertad y pudo partici-par en el Concilio de Nicea (325). A su muerte fue canonizado por la Iglesia católica con el nombre de San Nicolás. Surgieron entonces innúme-ras leyendas sobre milagros reali-zados por el santo en beneficio de los pobres y de los desampara-dos. Durante los primeros siglos después de su muerte, San Nico-lás se tornó patrono de Rusia y de Grecia, así como de incontables

sociedades benéficas y, también, de los niños, de las jóvenes solte-ras, de los marineros, de los mer-caderes y de los prestamistas. Ya desde el siglo VI, se habían venido erigiendo numerosas igle-sias dedicadas al santo, pero esta tendencia quedó interrumpida con la Reforma, cuando el culto a San Nicolás desapareció de toda la Europa protestante, excepto de Holanda, donde se lo llama-ba Sinterklaas (una forma de san Nicolás en neerlandés). En Holanda la leyenda de Sinterklaas se fusionó con anti-guas historias nórdicas sobre un mítico mago que andaba en un trineo tirado por renos, que pre-miaba con regalos a los niños buenos y castigaba a los que se portaban mal. En el siglo XI, mercaderes italianos que pasaban por Mira robaron reliquias de San Nicolás y las llevaron a Bari, con lo que esa ciudad italiana, donde el san-to nunca había puesto los pies, se convirtió en centro de devoción y peregrinaje, al punto de que hoy el santo es conocido como San Nicolás de Bari. En el siglo XVII, emigrantes holandeses llevaron la tradición de Sinterklaas a los Estados Uni-dos, cuyos habitantes anglófo-

nos adaptaron el nombre a Santa Claus, más fácil de pronunciar para ellos, y crearon una nueva leyenda, que acabó de cristalizar en el siglo XIX, sobre un anciano alegre y bonachón que en Navi-dad recorre el mundo en su trineo, distribuyendo regalos. En los Estados Unidos, Santa Claus se convirtió rápidamente en símbolo de la Navidad, en estí-mulo de las fantasías infantiles y, sobre todo, en ícono del comercio

de regalos navideños, que anualmente moviliza miles de millones de dólares. Esta tradición no de-moró en cruzar nuevamente el Atlántico, ahora remoza-da, y en extenderse hacia varios países europeos, en algunos de los cuales Santa Claus cambió de nombre. En el Reino Unido se le lla-mó Father Christmas (papá Navidad); en Francia fue tra-ducido a Père Noël (con el mismo significado), nombre del cual los españoles tra-dujeron sólo la mitad, para adoptar Papá Noel, que se extendió rápidamente a América Latina.

> LA PALABRA DEL DÍAPapá Noel

E Lluvia

El agua deslíe la conciencia, una a unaempapa las imágenes, se agitan sus reflejos,tiemblan sólo un instante sobre la herida. Nuncaacabará la lluvia. En la memoria llueve,vuelvo a ver los charcos de la infancia, una man-taempapada sobre vagas cabezas, y un rostromuy fugaz de mujer. Siempre estuvo lloviendo,los pájaros perdidos buscaban entibiarseen nuestra sangre. Aquella boca de tibia lunaenmudecida y fría, sobre la yerba húmeda...¿A dónde lleva el agua esas semillas?, ¿en qué mardesembocan?, ¿en qué madre germinan?, ¿aca-soel alma es tierra y luego, ya en sazón, fructificanbajo el temblor de la memoria? Tocar el mundocon nuestras manos ciegas, y luego, en el recuer-do,otro mundo renace más intenso. Aquella

mano posada sobre el tiempo, aquella frentecon su gesto de arcilla, y este turbio afándel hombre por alzar su casa derruidabajo la tempestad, esta inquietud de abriren las ondas de todos los regatos la entrañaencendida del musgo. Sí, ¿en qué océanoen qué lecho se vierten las palabras?, ¿qué muellesrefugian a sus barcos? El cielo es agua quieta,y el polvo, y los vestigios que espejean y abrasanen su luz la conciencia. Náufragos todos bajoidéntico aguacero, peregrinos del sueño,creciendo sobre el pecho del tiempo, sosteniéndonossobre la mano incierta de un dios que nos ignora.

Los días y los pájaros

a Diego Granados

Los días se parecen a los pájaros—vienen y luego van— y siempre dejanuna herida de luz. Huele a musgosu vuelo, a países de escarcha,a savia de madroños escondidos...

(Hay una fuente oculta que derramablancos ríos de sed, y un campanarioazul, mecido por el viento).

De qué cielo, de qué elevada dicha,los pájaros descienden. De qué amor.Los días se parecen a los pájaros,igual tristeza dejan cuando pasan,la misma oscuridad, igual silencio.

POESÍA>Miguel Florián

Poeta español

Page 4: Facetas Dic27

Ibagué, DICIEMBRE 27 DE 20094 FACETAS>

www.elnuevodia.com.co>Léalo.

a película colombiana “El vuelco del cangrejo” logró el Premio Especial del Jurado en la edición 2009 del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, que se rea-lizó en La Habana, Cuba. Esta cinta es dirigida por el joven Óscar Ruiz Na-

via, quien se encuentra preparándolo todo para el estreno de esta película en las salas de cine colombianas en el primer semestre del próximo año. El galardón lo obtuvo en el apartado de Opera Prima (pri-mera película) en un certamen que todos los años se realiza en la capital cubana, siendo uno de los festivales más rele-vantes de América Latina. “El Vuelco del Cangrejo” se encontraba en la competen-cia oficial del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba, luego de haber tenido su estreno mundial en la más reciente edición del Festival Internacional de Cine de Toronto, Canadá, donde la prensa especializada consideró el filme uno de los más interesantes descubrimientos artísticos del cine actual. El jurado que otorgó el premio especial, en Cuba, a la pe-lícula colombiana, estaba conformado por el director, guio-nista y productor chileno Gonzalo Justiniano, el director cu-bano Enrique Álvarez y la productora y guionista ecuatoriana Tania Hermida; quienes en su dictamen destacaron de “El Vuelco del Cangrejo”, “la capacidad de construir una fábula a través del viaje de su protagonista a un mundo aparente-mente marginado de la realidad colombiana”. “Es el primer premio y lo recordaremos siempre. Espero que esto nos ayude a seguir abriendo caminos sobre todo en Colombia donde la distribución aún no está garantizada. Queremos que la película se vea en el país porque habla de noso-tros, del encuentro con las comunidades afrodescendientes del Pacífico, de la com-pleja situación en la que vivimos, pero de la metáfora en que todo esto puede ser cambiado”, comenta Óscar Ruiz desde La Habana.

Una historia colombianamente desconocida “El Vuelco del Cangrejo” se desarrolla en La Barra, una población del Pacífico colombiano. Allí Cerebro, líder de los na-tivos afrodescendientes, enfrenta fuertes contradicciones con el Paisa, poderoso terrateniente que planea la construcción de

un hotel en la playa. Daniel, un citadino extraño y silencioso, llega y permanece varios días en el sitio a la espera de una lancha clandestina que pueda sacarlo del país. Una niña (Lucía) y dos adolescentes (Miguel e Israel), necesitados de dinero, son los únicos que intentan ayudarlo, pero conseguir una embarcación tomará más tiempo de lo planeado. La paciencia de Cerebro poco a poco se agota cuando una mañana el Paisa instala dos gigantescos bafles

en la playa y comienza la construcción de una barrera que dividirá el territorio. Daniel, intentando partir, quedará atra-pado en la crisis del pueblo, cuya población se resistirá a desaparecer con la inminente llegada del progreso. “Vienen cosas muy importantes para nuestra película. Están confirmadas varias invitaciones. La exhibiremos en La Barra a final de año, donde se filmó, en conjunto con la comunidad que allí habita podremos verla por primera vez

y será muy emocionante”, continúa el director. Y finaliza: “Cuando estemos en salas la gente va a ver en esta historia algo que quizás nunca vio en una película colombia-na. El público en Colombia está ávido de ver algo dife-rente. Creo que la televisión acaparó ciertas temáticas de forma muy banal y el cine debe afrontar esas te-máticas desde una visión mucho más profunda. A mí me gusta el cine que lo hace pensar a uno y eso es lo que he tratado de hacer hasta ahora”.

“El Vuelco del Cangrejo”Cine colombiano seduce a La Habana

BOGOTÁ, COLPRENSA

L

Page 5: Facetas Dic27

Ibagué, DICIEMBRE 27 DE 2009 >FACETAS 5

www.elnuevodia.com.co>Léalo.

BOGOTÁ, COLPRENSA Daniel Samper Pizano confiesa que tiene dos obsesio-nes: la historia del Titanic y el origen de la palabra “mica”, ampliamente utilizada en Colombia para designar a la bacini-lla. Ambas se conjugan en un manjar de textos humorísticos recopilados en “La Mica del Titanic”, su más reciente pro-ducción. Samper sostiene con una sonrisa en sus labios y un tono sarcástico, fino, pero al mismo tiempo inocente, que este libro se trata de una investigación científica, tal vez, porque para este periodista “no hay nada más serio que el humor”. Por eso, antes de llegar al resultado humorístico de “Las Micas del Titanic”, Samper de forma rigurosa y obsesiva navegó por los mares de la historia del Titanic, el famoso trasatlántico que recién inaugurado naufragó en 1912 con miles de personas.

En su búsqueda encontró que setenta y tres años des-pués del naufragio, un refina-do robot submarino ubicó los restos del barco y recuperó miles de objetos que lleva-ba en su interior. Entre ellos varias bacinillas o micas de porcelana que soportaron milagrosamente la presión del fondo del mar y el paso del tiempo. Desde allí comenzó su búsqueda por las micas del Tita-nic, artefactos que sirvieron como depósito de los desechos humanos en el famoso barco, y que desencadenaron la ob-sesión de Samper por saber de dónde proviene esta palabra, ampliamente utilizada para designar a la bacinilla, pero que

no registra como tal en el diccio-nario de la Real Academia de la Lengua. Por su perseverancia en la búsqueda del origen de la “mica” Samper se cataloga como el primer “micólogo”, que además descubrió que “la mica” es patrimonio colombia-no como palabra, que deriva su origen de la cultura Quechua.

La presentación de la mica de Samper El lanzamiento oficial de “Las Micas del Titanic” se realizó con la asistencia del periodis-

ta Gustavo Gómez y el caricaturista Julio César González, más conocido como ‘Ma-tador’, quien asumió el reto de realizar las ilus-traciones y portada de este libro. Ambos lograron exa-cerbar el humor de Sam-per, quien dejó entrever lo que podrán encontrar los lectores, medio cen-tenar de notas que, según Samper, “combatirán con risas la crisis, la depresión, el virus de la influenza y la influencia de los virus”. Sumado a la historia del Titanic y de la multipli-cidad de micas que existen actualmente, Samper no pudo resistirse a hablar de la riqueza del lenguaje co-lombiano, cargado de un zoológico de palabras como el pato, para designar el ori-nal; el gato, como aparato para montar llantas; la perra, equivalente a una borrachera entró otros animales que se han incorporado al léxico de los colombianos.

El Samper que se dedicó a las letras Daniel Samper Pizano nació en Bogotá en 1945. Es abo-gado de la Universidad Javeriana, magíster en Periodismo de la U. de Kansas (EE. UU.), Nieman Fellow de la Universidad de Harvard (EE. UU.). Ganador de prestigiosos premios internacionales y miembro de la Academia de la Lengua, ha trabajado en El Tiempo y Cambio 16. Samper ha publicado en prestigiosas revistas y diarios de América y Europa y escrito una decena de comedias y series de televisión. Este periodista y novelista ha sido coautor o autor de numerosas obras sobre música popular colombiana e ibero-americana y más de treinta libros, entre los que se cuentan numerosos títulos de humor, cinco antologías de periodis-mo, un ensayo sobre la poesía de Quevedo, la historia oficial de Les Luthiers y tres novelas. Tres años después de su best seller Viagra, chats y otras pendejadas del siglo XXI, es considerado uno de los humo-ristas más representativos del país. El humor es el género que más le gusta quizás porque para él “es lo único que no envejece en el periodismo”.

Último libro del humorista Daniel Samper Pizano

“La Mica del Titanic”

Colprensa/ EL NUEVO DÍAEste 16 de diciembre se llevó a cabo el lanzamiento del libro de Daniel Samper, con la presencia del ilustrador Julio César González ‘Matador’ y el periodista Gustavo Gómez.

Page 6: Facetas Dic27

Ibagué, DICIEMBRE 27 DE 2009

www.elnuevodia.com.co>Léalo.

6 FACETAS>

e estima que los hispanoparlantes regados por todos los rincones del planeta suman aproximadamente 500 millones, y que los internautas que hacen uso del castellano como

lengua principal son aproximadamente 130 millones. Por eso el español se reconoce como el cuarto idioma más recurrente en el mundo, después del chino, inglés e indio, en cuanto a cantidad de usuarios se refiere, pero por extensión y diversidad, la lengua española es el segundo idioma que más se estudia, luego del inglés. El Instituto Cervantes estima que existen alrededor de 15 millones de estudiantes de español a lo largo de una centena de paí-ses, labor que el propio instituto ha apun-talado instalando gigantescas sedes dota-das de bibliotecas, espacios de exposición y aulas en ciudades ubicadas en ciudades aparentemente lejanas al idioma de Miguel de Cervantes y Saavedra: Beijing, Tokio, Kuala Lumpur, Yakarta, Beirut, Nueva Delhi. Pero el empleo del español como vehículo de mensajes científicos y su rol particular en la llamada sociedad del conocimiento parece ser menos relevante, de ahí que el Instituto Cervantes se haya dado a la tarea de reunir a científicos, filósofos, ingenieros y filólogos para crear el volumen El español, lengua para la ciencia y la tecnología, donde se «examina las perspectivas del patrimonio del español en los ámbitos de la ciencia y la tecnología, planteando las necesidades de difusión que el idioma requiere para conso-lidarse como una lengua de conocimiento adaptada a los avances en estos campos». Y si el español fuera visible? Alguna vez el fisiólogo mexicano Ruy Pérez Ta-mayo lanzó el siguiente cuestionamiento: "qué pasaría si todos los países de habla hispana nos reuniéramos para publicar una sola revista científica general en español, como son Science o Nature en inglés?». Y es que lo más frecuente es que los científi-cos hispanoparlantes reserven sus trabajos más originales —aquellos que llamados pa-pers— para enviarlos a revistas de habla in-glesa, y aquellos menos contundentes o con resultados aún inciertos, para las publicacio-nes en español. Ante esa realidad el Instituto Cervantes propone intensificar la docencia del español científico y técnico, así como desarrollar talleres constantes de divulga-ción científica en castellano, para fortalecer algunos aspectos esenciales: la cultura cien-tífica en lengua española y sus implicacio-

nes en la vida social; la gestión del valor económico del español y su presencia en Internet; el léxico de la comunicación técnica: la unión y derivación entre el vocabulario general y el de especialidad y el empleo creciente de anglicismos; el papel de las revistas científicas en español como instrumento de divulgación internacional; y las vías de actuación para el fomento y difusión del español científico técnico. Para el historiador mexicano Elías Trabulse «a una comunidad científica la definen tanto sus pro-ducciones como sus lecturas». Para simple muestra basta recordar que el físico Murray Gell-Mann eligió la palabra quark para nombrar a las partículas elemen-tales que él descubriera a finales del siglo XX. Esta palabra inventada la extrajo de la novela Finnegans Wake de James Joyce: «three quarks for Muster Mark! / Sure he has not got much of a bark / And sure any he has it’s all beside the mark» (afirma el traductor Antonio Castro Leal que «Finnegans Wake es un libro intraducible… y es que las pa-labras de un idioma llevan en su seno todo un pasado recóndito que es el que, con una magia maravillosa, extraía Joyce de las pa-labras inglesas. Pero como el pasado inme-morial de cada lengua es distinto, lo mismo que el pasado de cada raza, es imposible extraer la misma sustancia de las palabras de otra lengua»). Una lengua para la divulgación. Si la influencia del español en la ciencia mundial sigue siendo asignatura pendiente, algo muy distinto sucede en el caso de la divulgación científica, que en nuestra lengua ha encon-trado un territorio fértil para el desarrollo de importantes series bibliográficas en las que destacan autores de relevancia internacio-nal cuya lengua materna es el castellano; o bien, completísimas colecciones de libros que presentan en español los trabajos cien-tíficos contemporáneos, en mayor cantidad y diversidad que en otros idiomas como el francés, alemán, italiano o portugués. Vale la pena recordar el caso de dos destaca-dos científicos y divulgadores de la ciencia que han sido reconocidos dentro del ámbito global de la lengua castellana: la astrónoma mexicana Julieta Fierro, que forma parte de la Academia Mexicana de la Lengua y el físico e historiador español José Manuel Sánchez Ron, miembros que forman parte de la Real

Academia de la Lengua Española. En su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua, Julieta Fierro tiende puentes entre memoria, lenguaje y ciencia, nos recuerda que «las palabras fósiles docu-mentadas son sólo una muestra pequeña de nuestra evolución lingüística, son necesa-rias para comprender los matices de nues-tro presente en transformación. En el mejor de los casos, la memoria de los caracoles dura cuatro meses, la de una persona, déca-das. La memoria es parte fundamental de la inteligencia, con ella establecemos relacio-nes y nuevas ideas. Puesto que las voces se modifican es necesario definirlas en diver-sas épocas y con múltiples ejemplos de uso para que se integren a la memoria colectiva. La filosofía nos enseña que la teoría de Can-tor es insuficiente para explicar la fijación de una voz, indica que nunca llegaremos al límite del conocimiento. El número de pala-bras del español depende de la manera en que las contemos. Por ejemplo: ¿debemos incluir en una sola voz los verbos? ¿Son la misma palabra: ser, eres, fue y seremos? ¿Hay que contabilizar una palabra nueva que cobró existencia gracias a una falta tipográ-fica repetida 300 mil veces? Y los nombres que usamos en el lenguaje cotidiano, ¿se-rán tan palabras como las demás? Existen en nuestra mente porque las nombramos». A su vez, Sánchez Ron hace un Elogio del mestizaje para referirnos que «si los lengua-jes han evolucionado con el tiempo, si son el producto de mestizajes de culturas, ¿es razonable pensar que la lógica que subyace en la formación de nuevos términos científi-cos no haya variado también con el espíritu de la época en que éstos se acuñan? Que esto es así, es algo que se comprueba con cierta facilidad en la ciencia contemporá-nea. Nos guste o no, hemos de aceptar que

muchos de estos términos, tan caótica o idiosincrásica-mente forjados, terminarán encontrando su camino ha-cia las entrañas de nuestro idioma. No los hemos crea-do, pero sí los utilizaremos. No nos libraremos, no desde luego completamente, de este nuevo mestizaje. Quizás el más importante sea aquel que implica la reunión de dos culturas que deberían encon-trarse unidas, pero que des-graciadamente no lo están: la cultura humanística, como se suele denominar, aunque

sea éste un término que yo tienda a recha-zar, y la cultura científica. ¿Cómo lograr su-perar esa falta de entendimiento? Debemos producir ciencia, ciencia de primerísima lí-nea, sí, pero también, como una condición necesaria para ello, debemos introducir la ciencia hasta en el último escondrijo de la sociedad, hacer que no sea considerada como una cultura bárbara todavía no agra-ciada por el lenguaje escrito; lograr desper-tar en todas las conciencias sentimientos de angustia ante la ignorancia científica. Final-mente, la historia de la ciencia es en buena medida también una historia del lenguaje y de la nomenclatura científica, y ello no sólo en las ciencias más descriptivas, como la zoología, botánica, mineralogía, estratigrafía o geología histórica, sino también en la quí-mica, biología y física» El español y la ciencia. De todo ello ten-dremos oportunidad de conversar en el foro «El español y la ciencia», que se organizará en Feria Internacional del Libro de Guadalaja-ra, donde estarán presentes Tomás Segovia (Premio FIL de Literatura de 2005), María José del Toro (catedrática de bioquímica de la Universidad de Alcalá), Ginés Morata (Pre-mio Príncipe de Asturias de 2007) y Rafael Rodrigo (presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas), en clara defen-sa de nuestro idioma, aquel que José Emilio Pacheco elogia en su Defensa de la ñ: «este animal que gruñe con eñe de uña / es por completo intraducible. / Perdería la feroci-dad de su voz / y la elocuencia de sus garras / en cualquier lengua extranjera»

*La Jornada Jalisco. Elcastellano.org, la página del idioma español.

La ciencia en nuestro idiomaPor Juan Nepote*

S

Page 7: Facetas Dic27

Ibagué, DICIEMBRE 27 DE 2009

www.elnuevodia.com.co>Léalo.

>FACETAS 7

ingún tema fue ajeno a la creación narrativa de Ju-lio Cortázar y entre todos ellos, el escritor argentino nacido en Bruselas en 1914, le dedicó al boxeo su cuento “La noche de Mantequilla”. En las líneas siguientes, imaginamos de pronto

que el autor, Cortázar, es personaje y cómplice de la histo-ria que él mismo escribió y lo ubicamos en el universo caó-tico de un combate de box por el título mundial y el encuen-tro equivocado de otro par de hombres que juegan, como los pugilistas, al azar y el desconcierto hasta el campanazo final. Y así, Cortázar como protagonista de su propio relato, no es más que un recurso del autor de la presente nota para recrear la historia que el mágico escribidor de “Rayuela” nos dejó de aquella noche inolvidable. Cuenta Cortázar que Mantequilla Nápoles no había sa-lido aquella noche al séptimo asalto porque sus segundos habían tirado la toalla en el instante mismo de sonar la campana; Carlos Monzón entonces levantaba los puños al cielo de la carpa del circo que Alaín Delón había montado para la pelea y que nunca más los dos pugilistas volverían a encontrarse en el ring. Parecía como si Julio, ese escri-tor descomunal de manos de boxeador del peso pesado lo hubiera planeado todo, asalto por asalto hasta el fi-nal irremediable. Todo había transcurrido entonces como otra de esas extrañas inven-ciones de Cortázar y que él había de llamar “La Noche de Mantequilla”. Desde el mo-mento en que Peralta, uno de los personajes centrales del relato, le entregó a Estévez el boleto 235 de la quinta fila para el combate entre Mon-zón y Nápoles. Imaginamos entonces que el escritor se habría ubicado en un lugar de preferencia muy cerca de las sogas del ringside, mientras Walter, el otro invitado de Pe-ralta, llegaría después de la pelea preliminar con un bolso de hippie que dejaría a la de-recha de Estévez, como una señal inequívoca del encuen-tro. Ese mismo encuentro

que había podido suceder en un bar o en un cine de Paris, pero que Peralta, tal vez con la complicidad de Cortázar, había escogido hacer en el escenario del memorable com-bate con la certeza de que nadie los seguiría. Advertimos en el relato que Estévez se acomodó sin prisa en su lugar. Llevaba en el bolsillo izquierdo el sobre con el dinero y los papeles que entregaría a Walter. “No le hables más que de las peleas y fíjate bien alrededor”, le habría comunicado el narrador a Peralta para que se lo transmitiera a Estévez, que ahora pensaba en Marisa y en su hijo que quizá miraban la pelea por la televisión, mien-tras un puñado de mexicanos lanzaban al aire sus sombre-ros de charro y los seguidores de Monzón desplegaban una bandera azul y blanca en el instante mismo de la llegada de Walter. Mantequilla subió al ring recorriendo entre saltos y pu-ños al aire la primera fila donde Cortázar aparecería imper-turbable, pensando de pronto en La Maga, en el Saxo de Charlie Parker o en el primer manuscrito de “Casa Tomada” que una tarde remota le había llevado a Borges para que lo leyera; y cuando bajaban el micrófono en el centro del cua-drilátero, unos minutos luego de la aparición de Monzón, Cortázar recordaría de golpe que aquel alucinante relato

había sido el primero que publicó y en silencio, quizá, le agradecería el gesto al poeta ciego. Cuando se dio inicio al combate, los dos hombres de la quinta fila se miraron por primera vez a la cara. El primer asalto fue parejo. Y a medida que la pelea avanzaba, Cortá-zar, que por razones de afecto y nacionalidad habría apos-tado a favor del campeón, escribiría entonces: “Era como si Mantequilla comprendiera que su única chance estaba en la pegada, boxear a Monzón no le serviría como siempre le había servido, su maravillosa velocidad encontraba como un hueco… mientras el campeón llegaba una, dos veces a la cara…”. Estévez y Walter intercambiaron los primeros cigarrillos y Monzón empezó a bailar, entrando y saliendo de las cuerdas y distanciándose de Mantequilla que ya lucia agotado y se amarraba en ese clinch jadeante que lo sos-tuvo hasta los segundos finales. El gancho del campeón en la humanidad de Nápoles y la derecha en el estómago mientras Estévez observaba la cartera sobre el listón. El séptimo round nunca lo pelearon y Mantequilla se quedó en su rincón cuando tiraron la toalla. Estévez por su parte, ya había depositado el sobre en la maleta de hippie que Walter se colgó del hombro cuando Monzón avanzaba con los puños en alto. Peralta lo esperaba

a la salida de la carpa. Comentaron los pormenores de la pelea y le soltó de pronto a Estévez que el hombre que lo había acompañado durante el comba-te, a su derecha, no había sido Walter y fue entonces cuando Estévez sintió en plena cara uno a uno los golpes que Monzón le había pegado a Mantequi-lla. Walter, había sido capturado antes del encuentro y le habían sacado toda la información y en su lugar enviaron a otro hombre que ya conocía los de-talles del encuentro con Estévez. En ese instante se alejaron de la carpa y de Paris mientras Estévez pensaba en Marisa y en su hijo, en Monzón y en la toalla de Mantequilla arrojada a la lona, en el hombre que no era Walter pero que ya lo había conocido tan de cerca y que tenía que marcharse de la ciudad de una vez por todas, pensaba en todo eso, en el momento mismo en que Cortázar, sin que Estévez lo advirtiera nunca, le entregaría una pistola a Peralta, como para apurar la partida, en medio de la oscuridad.

El cuento>

La noche que Cortázar tiró la toalla de mantequilla y Estévez

Por: Jesús Alberto Sepúlveda Grimaldo*

N

Page 8: Facetas Dic27

Ibagué, DICIEMBRE 27 DE 2009

www.elnuevodia.com.co>Léalo.

DIRECTOR: Antonio Melo Salazar JEFE DE REDACCIÓN: Martha Myriam Páez Morales COORDINADOR: Benhur Sánchez Suárez, Redacción cultural EL NUEVO DÍA PERIODISTA: Mónica Saez Puerta . DISEÑO: Aura María Sanabria M. FOTOGRAFÍA: Colprensa, Suministradas. Obras de la pintora colombiana Lucy

Tejada. Carrera 6 No. 12-09 Tels. 2770050 - 2610966 Ibagué - Tolima - Colombia Apartado Aéreo 5476908-K www.elnuevodia.com.co Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.

8 FACETAS>

Por: Myriam Castillo Monsalve*

Esta es una muestra de la variedad de obras publicadas en el departamento del To-lima al finalizar el año. A través de la filosofía del lenguaje se construye y se recrea el pen-samiento de la propia realidad. Uno de ellos es el libro de poesía “Mani-comio Rock” del poeta Jorge Ladino Gaitán, próximo Doctor en Literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile, publicado por la Universidad del Tolima con la preparación e impresión de la Universidad Nacional de Colombia. En ésta obra de cincuenta y seis poemas dividida en tres partes, el autor hace referencia al personaje de música Rock, Charlie García, como otra opción de mun-do, de su vida, aunque contradictoria para unos y perturbada para otros. En éstos poemas utiliza el autor elementos me-tafóricos extraídos de un lenguaje sutil y bello. Un mundo donde los fantasmas salidos de su interior deambulan en escenarios, salones y pasillos, cuyos versos también son música para llevar al lector a un universo alucinante. Aquí el lenguaje se torna filo-sofía y melodía como lo dijera Theodor Adorno, “La filosofía, la literatura y la música hacen que el ser humano sea más sensible sin restar el valor estético del lenguaje”. Símbolo donde la legión de los sueños no tiene fronteras cantando a los re-lojes de otros tiempos: “Canción sin orillas” “Hastío de los relojes” “Pasos extraviados” Así los poemas cumplen la misión, según Jacques Derrida, “Encontramos el valor fi-losófico y social mediado por el Lenguaje donde la poesía sigue siendo un deleite del

espíritu”. “Una mujer difícil y otros textos breves” del escritor y profesor universitario Libardo Vargas Celemín, es un libro de cuentos pu-blicado por la Universidad del Tolima con la preparación e impresión de la Universidad Nacional de Colombia. Consta de ochen-ta cuentos, divididos en cuatro partes, que transitan en la lucidez cotidiana. Como en Chéjov, la paradoja se vuelve un acontecer de asombro y reflexión, donde la ironía y el fatalismo son la esencia del lenguaje. Su escritura surge de una rica y basta tradición de lecturas literarias sumadas a imaginaros: “La pérdida de Dante” “La heterónima de Pessoa” “Lúdicas”. Estos textos breves, cuya temática recurrente hace de la ficción

y la realidad espacios que unen las diferentes situaciones en que se desenvuelven los perso-najes, reflejan su derrota frente a una sociedad ca-rente de valores, deses-tabilizada y consumista: “Obsesiones” “Insolida-ridad” “Hipermercado” “La mujer del viernes”. En ellos encontramos la confrontación constante, la escritura y su entorno como instrumento de comprensión humana, con el lenguaje inmerso en el pensamiento, el vér-tigo y la hoguera. Como

lo diría Ciorán “No puedo cambiar mi visión del mundo, a menos que éste me salga al paso y cambie por sí mismo”. La violencia, la denuncia, el desarraigo, los amores frus-trados, un caos existencial con un estilo que impregna las formas y los sueños que son mutilados o extraviados con la piel de las pa-labras, habitada por otros seres. El escritor extrae de esa realidad un acto creador. Ya lo decía Theodor Adorno “Indagar los mo-

mentos en que verdaderamente se piensa, equivale a inquirir las condiciones de signifi-catividad del Lenguaje. “Sueño imperfecto”, del escritor y do-cente universitario Carlos Arturo Gamboa Bobadilla, también es un libro de cuentos publicado por la Universidad del Tolima, con la preparación editorial e impresión de la Universidad Nacional de Colombia. Son veintitrés cuentos, a manera de ensayos borgianos, donde existe un extrañamien-to. Aquí el tiempo se hace sentir como un vértigo, los giros en forma de espiral, de un universo lleno de sarcófagos fantasmales. Utiliza un lenguaje abreviado como códigos milenarios, poco coloquial, pero que inter-preta nuestros tiempos de angustia y duda: “No vaya a ser que el barco llegue” “El último silencio”, pues la espera no hace lle-gar el eterno retorno de nuestros ancestros. En éstos textos liberadores se superan los prejuicios para unirse al pensamiento y la ex-periencia de lo figurado, como lo diría Michel Foucault “En la literatura la trasgresión y la anormalidad, la experiencia de la otredad es la experiencia de uno mismo, también es la forma de compartir de aquellas subjetivida-des la marginación nos parece ajenas y ex-trañas y sin embargo están aquí mismo, en el borde de nuestras vivencias y de nuestros pensamientos”. El otro libro es la novela “De cómo perdió sus vidas el gato”, del escritor Óscar Perdo-mo Gamboa, ibaguereño radicado en Cali y profesor universitario. La novela fue publica-da por la editorial “Caza de Libros-Club de Lectores” bajo la dirección del editor Pablo Pardo Rodríguez. Esta obra de 153 páginas narra una historia llena de fantasías pero que también lleva al lector a indagar sobre aque-llos personajes míticos, recreada por diosas griegas, ciudades ficticias, hasta llegar a lugares reales como las Siete maravillas del mundo. El gato, que busca la sabiduría con ayuda de amigos como Pegaso, puede sor-tear nuevas vidas. Los felinos (mascotas)

que hoy se convierten en la compañía de muchos seres humanos que viven en sole-dad. La recuperación de la certeza del ada-gio popular, “tiene más vidas que un gato”, quizá es una antítesis en éste país donde la muerte acecha infatigable y voraz a cada instante. Aquí el autor con su imaginación re-crea ese universo de una forma mágica, llamativa, e incita a volver sobre las cosas mismas, “El asombro” cómo lo dice la filo-sofía, con Mijail Bajtín: “Las cosmovisiones representadas en cada personaje, en los as-pectos polifónicos y dialógicos”. Los autores nos cuentan y narran a la luz de las reflexiones heideggerianas el análisis existencial de limitaciones; pero también las posibilidades que nos brinda la Filosofía del Lenguaje donde la literatura se convierte no sólo en un desafío, sino en un gusto entre la ficción y la realidad. Jacques Derrida lo llamaría “La finitud y la Temporalidad donde se une la brevedad y la existencia”. Estos textos, aunque son de diversos géneros, na-rran nuevos aspectos y propuestas donde cada libro es una conversación con el “otro” y consigo mismo, con ellos se tejen y des-tejen los ovillos de la noche en los relojes de los duendes.

*Poeta y docente. [email protected]

La filosofía del lenguaje en las nuevas obras de

autores tolimenses Libardo Vargas Celemín