O Burro que enganou o lobo"Um dia, um Lobo magro e esfomeado chegou a um campo cheio de erva e de espinhos, e viu ao longe um Burro.Então, o Lobo resolveu comê-lo, e correu para ele.Quando o Burro deu pelo Lobo, começou a fugir, fingindo que coxeava.- Não me escapas, amigo Burro! - gritou o Lobo -, e vou já comer-te , porque estou cheio de fome.- Tens razão, amigo Lobo. Eu sei que não posso escapar-te - respondeu o Burro. - Bem vês que estou coxo, e vais apanhar-me facilmente.-E porque estás coxo? - perguntou o Lobo.- Pisei um grande espinho, quando ia a correr por este campo fora - respondeu o Burro -, e ainda o tenho enterrado aqui na pata de trás. Se eu fosse a ti, amigo Lobo tirava o espinho antes de me comeres, porque podes arranhar a garganta.O Lobo achou que era uma boa ideia e pegou ma pata do Burro e pôs-se a vê-la cuidadosamente, procurando o espinho.Assim que o apanhou naquela posição, o Burro pregou-lhe um enorme coice no focinho e partiu-lhe os dentes todos. O Lobo foi atirado pelo ar e caiu num monte de espinhos. Quando olhou em volta, só teve tempo de ver o Burro, a fugir.

Moral da História: Nunca Julgues os outros pelas aparências

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"El burro que engañó al lobo"Un día, un lobo flaco y hambriento llegó a un campo lleno de hierbas y espinas, y vio un burro.Entonces el lobo decidió comer, y corrió hacia él.Cuando el burro vio el lobo comenzó a huir, fingiendo que cojeaba.- No me evadir, amigo burro! - gritó el lobo - y ahora voy a comer, porque tengo hambre.- Usted tiene razón, amigo lobo. Sé que no puede escapar - contestó el burro. - Pues ya ves que soy cojo, y me vas a capturar fácilmente.-Y porque eres cojo? - Le preguntó el lobo.- Di un paso en una espina grande, cuando se me metí en este campo - contestó el burro - lo han enterrado aquí en el pie trasero. Si yo fuera tú, me quitaría la espina amigo lobo antes de comer, ya que puede rayar la garganta.El lobo pensó que era una buena idea y tomó la pata y lo observó cuidadosamente, en busca de la espina.Una vez atrapados en esa posición, el burro le dio una patada enorme en la nariz y le rompió los dientes todos. El lobo se lanza por el aire y cayó en un montón de espinas. Cuando miró a su alrededor, sólo tuvo tiempo de ver al burro, a huir.

Moraleja de la historia: "Nunca juzgues a los demás por las apariencias"