estrategias canónicas del neobarroco poético latinoamerciano

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    1/19

     Centro de Estudios Literarios "Antonio Cornejo Polar"- CELACP is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Revista de Crítica Literaria Latinoamericana.

    http://www.jstor.org

    Estrategias canónicas del neobarroco poético latinoamericano

    Author(s): Matías AyalaSource: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, Año 38, No. 76 (2012), pp. 33-50Published by: Centro de Estudios Literarios "Antonio Cornejo Polar"- CELACPStable URL: http://www.jstor.org/stable/23631227Accessed: 11-12-2015 14:08 UTC

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    2/19

    Revista de Crítica

    Literaria

    Latinoamericana

    Año

    XXXVIII,

    N° 76.

    Lima-Boston,

    2do

    semestre de

    2012,

    pp.

    33-50

    Estrategias canónicas

    DEL NEOBARROCO POÉTICO

    LATINOAMERICANO

    Matías

    Ayala

    Universidad e

    Talca,

    Chile

    Resumen

    Este artículo es una lectura crítica de los

    prólogos, prosas

    y

    paratextos

    de las

    antologías poéticas

    Caribe

    transplatino

    (1991),

    Transplatinos (1991) y

    Medusario

    (1996)

    junto

    con los

    ensayos

    de Resistir

    (2004)

    de Eduardo Milán.

    Se los

    inter

    preta

    como

    la

    forma en

    que

    el

    movimiento neobarroco

    poético

    hispanoameri

    cano de finales

    del

    siglo

    XX

    toma

    posición

    en el

    campo

    literario

    a través de una

    sucesiva

    y persistente

    exclusión del formalismo

    y

    de la

    poesía

    conversacional

    y

    política.

    De esta manera el

    neobarroco intenta

    ocupar

    el

    lugar

    de la

    vanguardia,

    pero también suscribe su historicidad moderna, lineal y

    progresiva.

    Palabras clave-,

    Neobarroco,

    antología, paratextos,

    formalismo,

    historia.

    Abstract

    This

    article is a critical

    reading

    of the

    prefaces, proses

    and

    paratexts

    of the

    po

    etry

    anthologies

    Caribe

    transplatino (1991),

    Transplatinos

    (1991)

    and

    Medusario

    (1996)

    along

    with

    essays

    in

    Resistir

    (2004)

    by

    Eduardo

    Milán.

    It

    interprets

    how

    the

    neo-baroque

    movement of

    the

    late

    twentieth-century

    Hispanic poetry

    takes

    place

    in the

    literary

    field of

    poetry through

    the exclusion of

    formalism and

    conversational and

    political poetry.

    Thus the

    neo-baroque

    tries to take the

    place

    of the

    avant-garde,

    but also shows

    its modern notion of

    historicity,

    linear and

    progressive.

    Keywords,

    neo-barroque, anthologies,

    paratexts,

    formalism,

    history.

    El

    neobarroco

    poético

    latinoamericano de finales

    de

    siglo

    XX ha

    devenido uno de

    los movimientos

    literarios más

    reconocidos del

    campo

    literario.

    Si bien su

    poética

    es de filiación

    vanguardista y

    li

    bertaria en

    términos

    textuales,

    paradójicamente,

    ha

    logrado

    crear

    una identidad

    grupal muy

    definida

    y

    ser fácilmente

    reconocido.

    Qui

    siera

    explorar

    en

    este artículo las

    estrategias

    de canonización

    de este

    movimiento.

    ¿Cómo

    se

    han

    formado las nóminas de

    las

    antologías

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    3/19

    34 Matías Ayala

    que

    le dieron

    notoriedad?

    ¿Cuáles

    son los

    rasgos que

    se

    han

    impues

    to?

    ¿Cómo

    se han llevado a cabo los

    movimientos

    geográficos?

    ¿Sobre qué

    exclusiones

    ha

    tomado su identidad?

    ¿Qué

    elementos

    toman de la

    vanguardia? ¿Qué

    tipo

    de historicidad ha sido

    implica

    do en su

    conceptualización

    de lo barroco?

    Para llevar a cabo esta tarea

    primero

    haré

    una

    genealogía

    del

    concepto

    barroco

    en

    tres niveles

    (cultural,

    textual

    y

    político) que

    desembocará en el

    texto teórico fundacional de Severo

    Sarduy

    "El

    barroco

    y

    el

    neobarroco"

    (1972). Después,

    leeré con detenimiento

    los

    prólogos

    a los

    dos

    volúmenes

    programáticos

    del

    neobarroco

    poético

    de

    1991,

    Caribe

    transplatino

    de Néstor

    Perlongher,

    y

    Transpla

    tinos

    de

    Roberto

    Echavarren —ambos

    reproducidos

    en el

    libro

    más

    difundido del movimiento Medusario

    1996)-

    con

    especial

    atención a

    la manera en

    que

    se

    oponen

    a la

    poesía

    conversacional

    y

    política.

    Por

    último,

    leeré

    Resistir,

    e Eduardo Milán

    (2004),

    sin

    duda,

    el más

    eficiente

    ensayista

    y

    antologador

    del

    movimiento,

    y

    propondré

    una

    lectura

    cuidadosa

    para

    desentrañar la forma en

    que

    excluye

    al for

    malismo

    del

    neobarroco. La

    separación

    de

    la

    poesía

    conversacional

    y

    de la formalista da

    la

    clave

    para

    entender la filiación

    vanguardista

    del

    neobarroco.

    Asimismo,

    esta

    adscripción supone

    una

    noción

    li

    neal

    y

    progresiva

    de historia.

    Para una

    genealogía

    del

    concepto

    neobarroco

    Frente

    a

    una

    primera

    caracterización formal del Barroco con

    los

    rasgos

    de la

    proliferación

    del artificio

    y

    oscuridad del

    sentido,

    de ex

    ceso

    formal

    y

    teatralidad

    arbitraria,

    es

    ya

    un

    lugar

    común

    intentar

    articular sus

    elementos contradictorios en

    algún

    tipo

    de dialéctica.

    Da la

    paradójica impresión

    de

    que

    el mismo

    concepto

    de barroco es

    especialmente

    "barroco",

    valga

    la

    redundancia,

    sobre

    todo,

    dada

    la

    cantidad de

    perplejidades que

    se suman

    al

    sopesar

    sus

    implicaciones

    estéticas,

    sociales

    y subjetivas. ¿Es

    el

    barroco

    un estilo o

    una

    época

    (Maravall)?

    ¿Se distingue

    del manierismo

    en

    Europa

    (Hauser) y

    mo se realiza el

    "trasplante"

    del

    Barroco a América

    (Paz)?

    ¿Es

    re

    presivo

    (Maravall)

    o contestatario

    (Sarduy)? ¿Distingue

    o confunde

    la

    apariencia

    de

    la

    realidad,

    la

    representación

    de la verdad

    (Eggin

    ton)?

    ¿Es

    intelectual o sensual?

    ¿Elevado

    o

    vulgar?

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    4/19

    Estrategias canónicas del neobarroco poético 35

    Posiblemente la

    compleja

    articulación

    y

    la

    tensión

    permanente

    de estas

    preguntas

    lo hacen un

    concepto

    tan

    productivo.

    Es

    especial

    dado

    que

    el

    barroco

    da

    pie para

    el

    discurso cultural de

    América

    La

    tina

    en

    clave de

    transculturación.

    El

    barroco,

    valorado

    desde

    Ma

    riano

    Picón

    Salas,

    Pedro

    Henríquez

    Ureña

    y

    Alfonso

    Reyes,

    hasta

    Alejo

    Carpentier, José

    Lezama Lima

    y

    Severo

    Sarduy,

    define la cul

    tura de

    América Latina

    por

    su

    apertura

    a la mezcla

    y

    a lo indetermi

    nado,

    lo heteróclito

    y

    lo

    fragmentado.

    Esto

    ha

    permitido

    tanto la

    extensión del barroco

    como

    una

    suerte de

    "figura

    fundacional"

    -tropo

    maestro o

    mito—

    de la

    identidad cultural

    latinoamericana,

    como la

    caracterización de América

    Latina como

    "postmoderna"

    avant la lettre.

    La síntesis

    cultural de estos

    elementos distintos

    -para

    Lezama

    Lima

    y

    Carpentier-

    en el

    barroco americano es la

    reunión de lo es

    pañol,

    lo

    indígena y

    lo

    negro

    ("La

    curiosidad

    barroca" 34

    y 56) y

    de

    la transcendencia

    y

    sensualidad en lo

    textual. Por esta

    capacidad

    de

    síntesis

    y

    lugar originario

    de

    la

    creación,

    González Echevarría lo

    llama

    romántico:

    "Lezama

    esgrime

    el

    barroco como ansia

    de crea

    ción e

    innovación —el

    barroco de Lezama es un barroco

    romántico,

    un

    barroco

    al

    que

    se

    atribuyen

    las características del

    romanticismo

    alemán"

    (Prole

    de la Celestina

    250).

    Romántico, además,

    porque

    eleva

    la

    imagen

    al

    nivel

    símbolo,

    como momento de

    reunión

    en

    un nivel

    más alto

    (Benjamin,

    Origen

    del

    Trauerspiel

    alemán

    381).

    Para el

    Benja

    min de la

    figura

    central del

    barroco

    es,

    al

    contrario,

    la

    alegoría

    la

    que

    muestra,

    a

    través del exceso

    de

    artificialidad,

    la

    disyunción

    entre el

    sentido

    y

    el

    lenguaje.

    En un nivel

    textual,

    en

    cambio,

    la

    artificialidad,

    ornamentación

    y

    dificultad es un

    rasgo que permanece

    en

    todas las

    caracterizaciones

    del

    barroco

    literario,

    desde la

    época

    colonial hasta las

    poéticas

    de

    finales del

    siglo

    XX. La

    preponderancia

    del

    código

    literario sobre la

    expresión

    interior,

    de la escritura

    sobre la

    comunicación sería una

    forma de

    entenderla.

    González

    Echevarría lo

    propone

    así: "En el

    barroco el

    lenguaje

    es

    un

    código

    social;

    todas las

    emociones han

    si

    do

    codificadas

    y

    sometidas al

    intercambio social"

    (Prole

    de la

    Celestina

    236).

    Las

    emociones se identifican

    con su forma

    de

    articularlas,

    o

    más

    bien,

    ellas sólo

    pueden

    ser

    articuladas dentro

    de

    un

    sistema

    ya

    organizado

    con

    anterioridad.

    Derrida

    sugiere

    en

    este

    pasaje

    de De la

    gramatología

    que

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    5/19

    36 Matías Ayala

    el escritor

    escribe

    en una

    lengua y

    en

    una

    lógica

    cuyo

    sistema:

    leyes y

    vida

    propios,

    por

    definición,

    no

    puede

    dominar absolutamente

    [...].

    No se sirve

    de

    aquéllas

    más

    que para dejarse

    en cierta manera

    y

    hasta cierto

    punto, go

    bernar

    por

    el sistema.

    Y la lectura

    siempre

    debe

    apuntar

    a

    una cierta rela

    ción,

    no

    percibida por

    el

    escritor,

    entre lo

    que

    él

    impone

    y

    lo

    que

    no

    im

    pone

    de

    los

    esquemas

    de la

    lengua

    de

    que

    hace

    uso

    (202).

    La conciencia del

    código

    abre el hueco entre

    poeta,

    el

    lenguaje

    y

    el mundo

    en

    donde

    el énfasis recae -tanto

    en el barroco como

    en el

    estructuralismo- en el sistema y no en el sujeto. "Conciencia del có

    digo"

    podría

    ser

    leído desde otro

    ángulo.

    Es la conciencia

    de la

    ideología,

    esto

    es,

    de la forma en

    que

    se ordena lo social

    -lo visible

    y

    lo

    invisible,

    lo

    imaginable y

    lo

    inimaginable

    (Zizek 1)-,

    "la

    natura

    lización

    del

    orden

    simbólico"

    en

    registro

    de Lacan.

    Así,

    el barroco

    no es

    lugar

    de

    interioridad,

    sino

    de

    exterioridad;

    no

    expresión

    origi

    nal,

    sino articulación

    de fuerzas

    narrativas

    exteriores;

    no

    presenta

    ción de lo

    real,

    sino

    representación

    de lo hecho.

    En un nivel histórico

    y

    político,

    el

    barroco

    ha

    sido

    descrito

    por

    Maravall como el estilo

    literario oficial

    y

    propagandístico

    de la Con

    trarreforma y el centralista imperio español (32). Esto pone de ma

    nifiesto los

    aspectos

    del

    poder

    en

    su mantenimiento

    de

    la

    Ley y

    las

    convenciones

    sociales

    de

    sus

    narrativas.

    La idea de Maravall

    se

    apli

    ca al teatro sobre

    todo —actividad

    cultural de

    seducción

    de

    las

    ma

    sas-,

    aunque Beverley

    también

    ha

    propuesto

    algo

    no

    muy lejano

    so

    bre

    la

    poética

    del

    gongorismo

    como

    el

    que

    mantiene las

    jerarquías

    sociales

    e idealiza

    la

    explotación

    (38-40).

    Al

    contrario,

    otros

    críticos,

    como

    Mabel

    Moraña,

    por ejemplo,

    frente a

    la

    represión,

    insisten

    en

    las

    posibilidades

    de

    "resistencia"

    del

    barroco,

    a

    su

    dispersión:

    Si la modernidad puede caracterizarse como un modelo que funciona a par

    tir de concreciones

    identitarias

    "duras"

    (sujeto

    nacional, ciudadanía,

    disci

    plinamiento,

    progreso,

    roles

    sexuales,

    ordenación

    institucional,

    etc.),

    que

    descartan,

    regulan

    o

    relegan

    la existencia del

    Otro,

    la intervención

    barroca o

    neobarroca

    introduciría

    estrategias

    de

    alterización

    y

    distanciamiento

    en los

    imaginarios

    modernizadores,

    proponiendo

    desde

    la

    opacidad

    de

    lenguajes y

    recursos

    representacionales,

    contenidos

    anómalos

    (en

    el sentido

    etimológi

    co de

    irregularidad,

    es

    decir,

    de

    anti-normatividad)

    que

    invitan

    a un

    desmontaje (Moraña

    264-265).

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    6/19

    Estrategias canónicas del neobarroco poético 37

    Hasta el momento hemos visto

    que

    el barroco

    cumple

    funciones

    distintas en sus diferentes

    registros:

    en el

    cultural

    otorga

    la

    posibili

    dad de

    transculturación;

    en el

    textual,

    su saturación muestra la artifi

    cialidad de los

    códigos

    sociales;

    en el histórico

    y

    político,

    es

    el

    estilo

    imperial que,

    no

    obstante,

    podría posibilitar

    su

    propia

    deconstruc

    ción. El

    punto

    de inflexión en la

    teorización

    la

    produce

    Severo Sar

    duy

    durante

    los años 70 con sus

    ensayos

    sobre "El barroco

    y

    el

    neobarroco"

    (1972) y

    sus libros

    Barroco

    (1974) y

    La simulation

    1984).

    Sarduy

    reconduce

    el debate al extender el descentramiento textual

    hacia nivel el cultural

    y

    el histórico

    y

    político.

    Sarduy

    escribe en

    París,

    colabora con

    la

    revista Tel

    Quel y

    tiene

    contacto cercano con el

    dialogismo

    de

    Bajtin

    presentado por

    Kris

    teva,

    la textualidad de

    Barthes,

    la deconstrucción de Derrida

    y

    el

    psicoanálisis

    de

    Lacan.

    La

    articulación

    de

    los anteriores

    propuesta

    por

    Kristeva se hace

    particularmente

    relevante

    para

    Sarduy, ya

    que

    Kristeva

    plantea que

    el

    lenguaje poético

    se

    carga

    de

    afectividad,

    corporalidad y

    pulsiones

    no

    a

    través de los

    significados

    del texto

    (orden

    simbólico de

    Lacan),

    sino

    a

    través de la articulación del

    signi

    ficante

    (espacio

    semiótico

    según Kristeva).

    De ahí la identificación

    de

    cuerpo y

    texto

    para

    Sarduy.

    Dada una

    negatividad

    como fundamento o "ausencia de centro

    en la estructura" del

    discurso,

    del

    sujeto

    o lo social se

    despliega

    el

    texto

    gozosamente

    sin

    jamás

    detenerse —o la cadena

    significante

    análoga

    al

    deseo

    para

    Lacan-

    a

    través

    de

    la

    proliferación,

    sustitución

    y

    condensación de

    significantes. Entregada

    al

    artificio

    y

    el

    exceso,

    la

    intertextualidad

    y

    la

    parodia, para

    el

    neobarroco -en un

    registro

    cul

    tural-

    deconstruyen

    la

    oposición

    binaria

    entre

    copia y

    simulacro,

    ya

    que

    la

    copia

    desplaza

    a un

    supuesto original

    inexistente. De esta

    forma,

    el neobarroco en vez de

    preguntarse por

    lo

    fijo

    de la identi

    dad cultural

    le interesa su

    desfiguración,

    lo

    inarmónico,

    el

    desequili

    brio. Por

    esto,

    en un nivel

    político,

    el neobarroco -como

    sostenía

    Moraña más arriba— se vuelve la

    bandera de lucha de las

    políticas

    de

    la identidad

    gay ya

    que

    atacan la

    identidades sociales

    ya

    fijadas.

    Me

    morablemente

    Sarduy

    escribió: "Ser barroco

    hoy significa

    amenazar,

    juzgar y

    parodiar

    la

    economía

    burguesa,

    basada en

    la administración

    tacaña

    de los

    bienes,

    en su

    centro

    y

    fundamento

    mismo: el

    espacio

    de los

    signos,

    el

    lenguaje, soporte

    simbólico de la

    sociedad,

    garantía

    de

    su

    funcionamiento,

    de su comunicación"

    (Obra

    completa 1250).

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    7/19

    38 Matías Ayala

    Posiblemente "El

    barroco

    y

    el neobarroco" es de

    los

    ensayos

    "más

    académicos"

    que

    Sarduy

    publicó,

    esto

    es,

    "menos literario"

    en

    su

    registro

    de escritura.

    Quizá

    por

    accesibilidad,

    por

    su estructura

    esquemática,

    aunque

    sin duda

    por

    la

    novedad,

    devino fundamental.

    Los

    demás textos

    que

    escribió en esta

    línea,

    al

    contrario,

    no

    aspiran

    a ser

    "metalenguaje"

    técnico

    que escapa

    el

    objeto

    literario,

    como

    afirmó González

    Echevarría

    (La

    ruta de Severo

    Sarduy 215).

    Poste

    riormente,

    con El barroco

    (1974) y

    La simulación

    (1982) Sarduy

    trabaja

    a

    medio camino entre la especulación teórica y la literatura, barro

    camente confunde

    los órdenes.

    El

    neobarroco

    rioplatense

    en

    dos volúmenes

    y

    la

    oposición

    a

    la

    poesía

    coloquial

    A

    inicios de los años 90 Néstor

    Perlongher publicó

    Caribe trans

    platino

    (Sao

    Paulo:

    Iluminuras,

    1991).

    Este volumen es una

    antología

    bilingüe castellano/portugués

    de

    poetas

    cubanos,

    argentinos

    y

    uru

    guayos

    con un

    prólogo

    al

    inicio.

    La

    nómina

    completa

    consiste

    en:

    J.

    Lezama Lima, S. Sarduy, J. Kozer, O. Lamborghini, N. Perlongher,

    A.

    Carrera,

    R.

    Echavarren,

    E. Milán

    y

    T. Kamenszain. El texto de

    apertura

    de

    Perlongher

    será fundacional

    para

    la

    "poética

    neobarroca

    sudamericana"

    ya

    que

    muchos de sus recursos serán

    repetidos

    e imi

    tados:

    la

    mezcla de lo teórico

    y

    lo literario

    en

    su

    estilo,

    la intención

    de

    ser

    un movimiento

    internacional

    cada vez más

    expansivo

    (a

    la

    manera

    de las

    vanguardias

    históricas),

    la creación

    de un

    "canon

    neobarroco

    oficial"

    (y

    por

    lo

    tanto,

    la creación de una lista de

    prohibidos

    o una cierta idea de

    oposición),

    las recurrencia a ciertos

    autores teóricos

    (Sarduy y

    Deleuze)

    y

    el

    intento de establecer

    ciertos

    rasgos en común para crear una "identidad" neobarroca.

    En el

    prólogo

    en

    cuestión,

    Perlongher propone que

    la tradición

    neobarroca de

    poesía

    excede

    la

    poesía

    cubana,

    se extiende al Río de

    la Plata

    y

    se

    presenta

    en

    Brasil,

    con ansias

    de

    que

    se asiente también

    allá. Esta intención de mostrar

    esta

    expansión

    geográfica

    tiene una

    clara

    dimensión

    política

    en

    el

    campo

    poético

    latinoamericano.

    Así,

    se afirma en la

    contratapa

    del libro

    que

    el neobarroco deviene

    un

    "nuevo

    y

    potente

    movimiento escritural".

    De

    forma

    eficiente,

    Per

    longher

    mismo

    se

    encarga

    de establecer

    los

    precursores

    del neoba

    rroco

    y

    afincar su

    espesor

    en la tradición

    poética

    latinoamericana.

    Se

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    8/19

    Estrategias canónicas del neobarroco poético 39

    proclama

    a

    José

    Lezama

    Lima como la

    figura

    clave,

    se realza al Oli

    verio Girondo

    de En la

    masmédula

    y

    la

    poesía

    concreta de

    Haroldo

    de

    Campos.

    Entre

    los

    rasgos

    comunes,

    se sostiene

    la

    despersonali

    zación del

    sujeto

    (Medusario

    20),

    la

    profusión

    de

    alusiones,

    la

    mezcla

    caótica de

    códigos,

    la

    desnaturalización del habla

    (29), y

    el

    exceso

    del

    significante

    en

    contra de la

    claridad

    de

    significados (22).

    De

    he

    cho,

    propone

    diferenciar el

    barroco

    del neobarroco

    ya

    que

    en el

    se

    gundo

    es

    imposible

    establecer

    el

    sentido

    del

    poema,

    no así en

    Gón

    gora

    —como

    demostró

    Dámaso Alonso

    al verter en

    prosa

    Las

    soleda

    des-

    donde a

    pesar

    de las

    alusiones

    y

    el

    hipérbaton

    sería

    posible

    es

    tablecer un

    sentido

    (27).

    Asimismo,

    Perlongher

    nota la

    influencia del

    surrealismo

    en

    el

    neobarroco

    (25), ya

    que

    ambos

    se

    oponen

    a

    la

    tendencia realista

    y

    se

    reconocen en

    la

    vanguardia

    en

    "su

    vocación

    por

    la

    experimenta

    ción"

    (28).

    Se

    distingue

    de

    ella,

    sin

    embargo,

    por

    dos

    aspectos, y

    en

    esto cita a

    Roberto

    Echavarren.

    Primero,

    evita "la

    igualación

    mili

    tante de los

    estilos". Esto

    querrá

    implicar

    que

    la

    vanguardia

    tendía a

    hacer

    que

    sus

    participantes

    escribieran

    en

    un

    estilo

    parecido

    -se

    re

    ferirá,

    probablemente,

    al

    surrealismo-;

    en

    cambio,

    en

    el

    neobarroco

    esto no

    sucedería.

    Segundo,

    en contra

    de la

    "destrucción de

    la

    sinta

    xis",

    se refiere

    al énfasis

    en la

    imagen

    visual

    y

    metafórica -en

    por

    ejemplo

    Poemas

    árticos de

    Huidobro o el

    primer Borges—,

    que

    conlle

    va

    una

    simplificación

    de

    la

    sintaxis;

    en

    cambio,

    el

    neobarroco traba

    ja

    "una

    hipersintaxir (26),

    es

    decir,

    su

    complicación y

    expansión,

    como sucede en

    Góngora y

    Lezama

    Lima.

    El

    segundo

    momento

    importante

    en el

    establecimiento de

    este

    movimiento lo

    firma

    Roberto

    Echavarren

    con

    Transplatinos.

    Muestra

    de

    poesía rioplatense México:

    El Tucán

    de

    Virginia, 1991)

    en

    donde

    sólo

    incluye

    a

    tres

    poetas,

    N.

    Perlongher,

    O.

    Lamborghini y

    M.

    di

    Giorgio, y

    un

    prólogo.

    Los

    prólogos

    tienen

    persistentemente

    la

    fun

    ción

    de

    manifiesto. Ponen

    en

    escena

    un

    estilo

    convencional frente al

    cual

    oponerse,

    de esta

    manera,

    hacen

    su

    propaganda.

    Aquí,

    nueva

    mente,

    se

    establece una

    genealogía vanguardista

    en

    el

    primer

    párra

    fo:

    el

    modernismo

    hispanoamericano

    y

    el

    modernismo

    brasilero,

    cierta

    vanguardia,

    V.

    Huidobro,

    O.

    Girondo,

    O.

    Paz

    y

    el

    grupo

    Noigandres

    (la

    poesía

    concreta

    de Sao

    Paulo:

    Haroldo,

    Augusto

    de

    Campos,

    y

    Décio

    Pignatari).

    Se

    amplía,

    así,

    el

    espectro

    de

    filiación

    espacial

    y

    temporalmente:

    por

    una

    parte,

    entre

    los

    precursores

    se

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    9/19

    40 Matías Ayala

    encuentran

    brasileros

    y,

    por

    otra,

    se retrotrae "el

    juego

    con el

    signi

    ficante" del

    modernismo.

    Ahora

    bien,

    la línea

    "Huidobro-Girondo-Paz-Noigandres",

    se

    gún

    Echavarren,

    se enfrenta

    a

    la

    poesía

    neo-realista de "la

    poesía

    coloquial"

    (o conversacional)

    o la

    poesía comprometida

    ('Medusario

    12).

    Esta última

    queda

    definida en torno a dos

    ejes:

    la transmisión

    de

    significados

    certeros

    y

    la necesidad de afirmar una

    posición polí

    tica

    en la

    obra.

    Así,

    Echavarren

    puede juntar

    sin

    mayores

    problemas

    a

    P.

    Neruda,

    E.

    Cardenal,

    N. Parra

    y

    R. Dalton sin

    preocuparse por

    las distancias

    subjetivas,

    retóricas,

    políticas

    y

    generacionales

    entre

    ellos.

    La

    obra

    de

    Parra,

    al

    contrario,

    escapa

    de ambas

    categorías

    rec

    toras,

    pero

    Echavarren no se

    percata

    de esto. Probablemente lo

    in

    cluye por

    la

    importancia que

    tuvo

    para

    la

    poesía

    coloquial y

    la

    suma

    a

    ella sin

    mayores

    complicaciones.

    De Neruda

    dice,

    sin

    más,

    que

    ha

    ce

    "una

    poesía,

    más

    que

    del

    significante,

    del discurso de ideas

    que

    define

    un

    compromiso

    combatiente"

    (12).

    La falta de

    matices

    en

    este

    retrato

    se debe

    a la retórica del mani

    fiesto

    que

    debe

    exagerar

    los errores de

    las

    poéticas

    contrarias

    para

    así

    legitimarse.

    Severo

    Sarduy,

    en "El

    barroco

    y

    el

    neobarroco"

    cita

    a un

    pasaje

    del

    Canto

    general

    de

    Neruda en donde una enumeración

    caótica le

    parece

    mostrar

    una

    efusión

    barroca,

    probablemente

    con

    algo

    de ironía al

    proponer

    como neobarroco al

    poeta

    más

    política

    mente

    comprometido.

    Echavarren,

    en

    cambio,

    se encuentra

    lejos

    de

    la

    apertura

    textual de

    Sarduy ya que

    está más interesado en

    separarse

    de las

    poéticas coloquiales

    al retratarlas de

    forma

    esquemática.

    Sar

    duy,

    más

    complejo

    en términos teóricos también está

    más

    abierto

    para

    sumar a autores a su

    registro

    literario.

    El

    problema

    de esta

    oposición

    en

    contra de

    la

    poesía

    coloquial

    es

    que

    la retrata como el discurso

    por

    excelencia

    monológico, que

    se

    presenta

    con sólo

    un

    sentido,

    y que

    lo tiene sin interacción

    problemáti

    ca con el

    plano

    fonético,

    sintáctico,

    semántico

    y

    retórico. La

    poesía

    coloquial

    es como la

    prosa,

    como el

    habla,

    es

    pura

    comunicación,

    sin

    significante para

    Echavarren. Por

    esto,

    no sólo

    no es deconstructi

    ble,

    sino

    que

    es

    mejor

    rechazarla

    por

    completo.

    Toda la

    poesía

    co

    loquial

    deviene

    monótona,

    logocéntrica (incapaz

    de

    ver

    su

    propia

    materialidad) y

    servil

    a la

    política.

    Así,

    frente a

    ellos,

    el neobarroco

    es

    multiplicidad gozosa,

    derrochadora,

    frivola.

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    10/19

    Estrategias canónicas del neobarroco poético 41

    En el momento más

    teórico de su

    ensayo,

    Echavarren

    sostiene:

    "En

    general

    se

    asume

    que

    un

    poema

    sigue

    una tinea de

    pensamien

    to,

    habla

    de

    algo

    (un referente).

    Pero es una

    hipótesis

    demostrable

    que

    un

    poema

    desarrolla,

    o

    puede

    desarrollar,

    varias

    isotopías

    se

    mánticas

    paralelas,

    varias historias

    a un

    tiempo"

    (16).

    Aquí,

    Echava

    rren confunde varios elementos

    entre

    sí.

    Por una

    parte,

    sobre lo

    que

    un

    poema

    "habla" o lo

    que "quiere

    decir"

    no

    es

    necesariamente un

    solo

    elemento,

    por

    lo

    general

    son varios

    a

    la

    vez.

    Además,

    este

    "querer

    decir" no es el referente

    (que

    sería

    el

    correlato

    real en el

    mundo),

    sino su

    significado.

    Más

    bien,

    todo

    poema

    desarrolla varios

    sentidos a

    un

    tiempo

    —"varias

    isotopías"

    a la vez—

    no sólo

    el

    texto

    neobarroco,

    sino

    también el

    poema

    coloquial.

    A

    pesar

    de estas

    imprecisiones,

    el

    punto

    central

    de la

    poesía

    neobarroca

    es, entonces,

    ser

    una reacción en contra

    de

    las

    poéticas

    basadas

    en la

    lengua coloquial

    con fines

    políticos,

    asimismo frente

    a

    la función didáctica de

    la literatura

    proponen

    el

    juego

    y

    el

    gozo.

    Frente

    a

    la

    lírica,

    como

    la

    identificación

    entre el hablante

    y

    el

    poeta,

    proponen

    una

    despersonalización

    del

    sujeto y

    del habla.

    Profusión

    de alusiones

    y códigos, trabajo

    arduo de

    la

    sintaxis. Se

    podría decir,

    entonces,

    que

    el neobarroco es una

    puesta

    al día

    a la

    vanguardia, ya

    que

    si

    bien toman su

    espíritu

    de

    grupo

    y

    de

    aventura,

    reenfocan sus

    procedimientos

    y

    temas.

    Medusario como canon

    y

    la

    represión

    del

    formalismo

    El volumen Medusario. Muestra

    la

    poesía

    latinoamericana,

    editado

    por

    Roberto

    Echavarren,

    José

    Kozer

    y

    Jacobo

    Sefamí en

    1996,

    es

    el ter

    cer

    y

    definitivo

    paso

    en la narrativa de la

    "canonización"

    del

    neoba

    rroco

    y

    su instalación

    en el

    precario campo

    cultural de

    la

    poesía

    his

    panoamericana.

    Lo decisivo de este volumen se

    explica por

    dos ra

    zones.

    Primero,

    porque

    la obra fue

    publicada por

    el Fondo de Cul

    tura

    Económica

    y

    tuvo la

    mejor

    distribución en América Latina

    que

    puede

    tener un

    libro de

    poesía.

    Segundo,

    por

    la

    ampliación

    de la

    nómina de

    seleccionados. No sólo se encuentran los habituales cu

    banos

    (J.

    Lezama

    Lima,

    J.

    Kozer),

    argentinos

    (A.

    Carrera,

    T. Ka

    menszain,

    O.

    Lamborghini,

    N.

    Perlongher,

    R.

    Jiménez),

    uruguayos

    (M.

    Di

    Giorgio,

    E.

    Milán,

    R.

    Echavarren,

    E.

    Espina)

    y

    brasileros

    (H.

    de

    Campos,

    W.

    Bueno,

    P.

    Leminski),

    sino

    que aparecen

    mexicanos

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    11/19

    42 Matías Ayala

    (G.

    Deniz,

    J.

    C.

    Becerra,

    D.

    Huerta,

    C.

    Bracho),

    chilenos

    (R.

    Zurita,

    G.

    Muñoz),

    peruanos (R.

    Hinostroza,

    M.

    Lauer) y

    venezolanos

    (M.

    A.

    Ettedgui).

    La

    cantidad de

    autores seleccionados ha sido

    ampliada

    conside

    rablemente en

    términos de

    cantidad,

    extensión

    geográfica,

    naciona

    lidad

    y

    estilos de

    ellos mismos. Poetas

    que

    en sus

    propios países

    lo

    podrían

    ser calificados como

    "excéntricos" encontraron una cla

    ve de

    lectura

    como,

    por ejemplo,

    Gerardo

    Deniz

    y

    David Huerta en

    México. Frente a

    otros

    poetas,

    uno se

    puede preguntar qué rasgos

    comparten

    con los

    demás,

    como Raúl Zurita o Rodolfo

    Hinostroza,

    y

    no

    lograr respuesta.

    Como es

    habitual,

    el libro contiene textos en

    prosa que guían

    la

    lectura de

    los

    poemas.

    Medusario es una

    antología

    con una cantidad

    considerable de

    "paratextos"

    en la

    terminología

    de

    Gérard

    Genette,

    textos fuera del

    texto

    principal que

    funcionan como umbrales

    que

    guían

    la

    lectura,

    que

    reducen la

    multiplicidad

    del

    sentido,

    que expli

    can

    y

    valoran.

    Sostiene Genette:

    "Lugar

    privilegiado

    de una

    pragmá

    tica

    y

    de una

    estrategia,

    de una

    acción sobre

    el

    público,

    al

    servicio,

    más

    o menos

    comprendido y cumplido,

    de una lectura más

    perti

    nente -más

    pertinente,

    se

    entiende,

    a los

    ojos

    del autor

    y

    sus alia

    dos-"

    (8).

    De

    esta

    forma,

    en

    Medusario se

    halla:

    1)

    una dedicatoria "En memoria de

    Néstor

    Perlongher";

    2)

    la "Razón de esta obra" firmada

    por

    "R.

    E.",

    presumiblemen

    te Roberto

    Echavarren;

    3)

    un

    "Prólogo" que

    es la introducción de Echavarren a

    Transpla

    tinos-,

    4)

    el

    "Prólogo"

    de

    Perlongher

    a Caribe

    transplatino-,

    5)

    "Liminar:

    José

    Lezama Lima" tres

    poemas

    del

    precursor

    Le

    zama Lima: "Llamado del

    deseoso",

    "Un

    puente,

    un

    gran

    puente"

    y

    "El

    pabellón

    del

    vacío";

    6)

    cada uno de los veintidós autores

    antologados

    tiene una

    pági

    na

    y

    media de introducción

    y

    un exhaustivo curriculum bio

    bibliográfico;

    7)

    un

    "Epílogo"

    de

    Tamara

    Kamenszain;

    8) y

    un texto en la

    contratapa.

    Esta cantidad de

    paratextos

    muestra la necesidad

    de

    que

    la anto

    logía

    sea leída

    correctamente,

    es

    decir,

    que

    en términos de

    propuesta

    literaria,

    el

    sentido del

    neobarroco no sea

    proliferante

    -como les

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    12/19

    Estrategias canónicas del neobarroco poético 43

    gusta

    decir—,

    sino

    seguro,

    centrado,

    firme. Es una

    paradoja que

    los

    supuestos

    "libertadores del

    significado"

    en

    poesía

    deban

    fijar

    con

    tanto ahínco las lecturas

    correctas,

    la

    valoración

    adecuada,

    esto es el

    sentido

    y

    el

    significado

    de su

    propia

    muestra de

    poesía

    dentro

    del

    campo poético

    latinoamericano. El

    neobarroco

    en

    esto toma

    un

    cu

    rioso

    parecido

    con

    el

    surrealismo,

    el

    que

    si bien

    primeramente

    sos

    tuvo en

    discurso libertario

    y

    oposicional

    de

    la

    vanguardia,

    en térmi

    nos

    prácticos y

    de

    política

    literaria

    se interesó

    siempre

    en

    que

    fuera

    reconocido el valor

    artístico

    y

    literario —su

    "capital

    cultural" en

    tér

    minos de Pierre Bourdieu—

    por

    las

    instituciones tradicionales.

    Así,

    rápidamente

    el

    surrealismo devino la

    vanguardia

    "oficial" reconoci

    da

    por

    los

    museos,

    con mucha más facilidad

    con

    la

    que

    pudieron

    incorporar

    al

    dadaísmo,

    mucho más

    radical

    en

    su crítica e inasible

    por

    sus

    obras.

    Parte

    del

    éxito de la

    extensión del neobarroco es

    que

    se entronca

    fácilmente

    con los elementos

    residuales del surrealismo en

    América

    Latina. Para

    Lezama,

    di

    Giorgio,

    entre

    otros,

    influenciados

    por

    el

    surrealismo,

    el

    neobarroco no es

    algo lejano.

    Persistentemente,

    en

    los prólogos se advierte de la filiación "experimental" del neobarro

    co con la

    vanguardia,

    a

    pesar

    de

    cambiar el

    énfasis

    del

    juego

    con la

    imagen

    (de

    la

    vanguardia

    histórica)

    por

    el de la

    sintaxis

    (del

    neoba

    rroco).

    Es

    más,

    da

    la

    impresión

    de

    que

    el

    neobarroco toma el

    lugar

    de

    la

    vanguardia

    como el

    movimiento internacional de

    radicalidad

    poé

    tica.

    Esto

    explica

    las

    hipérboles

    dignas

    de

    manifiestos en sus

    prólo

    gos y

    a su

    aspiración

    a

    formar un

    grupo

    cerrado de

    participantes.

    De

    esta

    forma,

    el

    neobarroco

    latinoamericano de fines del

    siglo

    XX se

    convierte en uno de

    los

    movimientos

    poéticos

    reconocibles a

    nivel

    continental.

    Esto es un

    gran

    logro

    debido a la dificultad de

    armar

    "panoramas"

    en

    la

    poesía hispanoamericana,

    la

    multiplicidad

    de

    autores,

    lo

    pequeño

    de

    muchas

    editoriales,

    lo reducido

    de los ti

    rajes,

    la

    dificultad de

    distribución

    y

    falta

    de comunicación

    entre los

    poetas

    de

    distintos

    países.

    En

    "Razón de

    esta obra" en

    Medusario se

    sostiene:

    "Hemos

    pre

    ferido no incluir

    ejemplos

    de

    verso

    métrico tradicional

    como los lle

    vados

    a

    cabo

    por

    Martín

    Adán,

    Carlos Germán

    Belli o

    Severo Sar

    duy" (9).

    La razón

    de esto no se

    explica,

    pero

    la

    información

    es cla

    ra: sólo

    se

    incluyen

    poemas

    en

    verso libre. La

    represión

    del forma

    lismo

    en

    el

    Medusario es

    algo

    novedoso

    y

    único

    ya

    que

    Perlongher

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    13/19

    44

    Matías Ayala

    mismo había incluido un soneto de

    Sarduy

    en

    Caribe

    transplatino.

    Es

    más,

    éste debe ser el motivo

    por

    el cual la

    poesía

    de Severo

    Sarduy

    fue

    expulsada

    del "canon

    neobarroco",

    a

    pesar

    de

    que

    el membrete

    "neobarroco" fuera

    popularizado

    por

    él

    y

    escribió

    su

    mejor

    texto

    teórico.

    La

    represión

    del

    formalismo

    me

    parece significativa,

    además,

    da

    do

    que

    el

    "precursor" por

    antonomasia,

    José

    Lezama

    Lima,

    escribió

    muchos sonetos. También lo hizo Néstor

    Perlongher.

    En conclu

    sión,

    los escritores más

    importantes

    han hecho

    poesía

    métrica

    y

    es

    trófica,

    pero

    han sido

    reprimidos,

    o al

    menos,

    esa

    parte

    de su obra

    ha sido

    expulsada

    de lo

    que

    debe entenderse

    por

    "neobarroco".

    Lo

    mismo ha

    pasado

    con autores como Carlos

    Germán

    Belli,

    o

    parte

    de

    la obra de

    Enrique

    Lihn

    y

    Óscar

    Hahn. Para estos autores usar

    formas "estructuradas" es

    una manera de acceder

    a la

    experiencia

    literaria como

    un

    juego

    con el

    lenguaje

    en donde

    algunas reglas

    ya

    se

    encuentran

    trazadas. Para el mismo

    Sarduy,

    exiliado en

    París,

    escri

    bir

    sonetos

    y

    décimas era una

    forma de filiarse al barroco

    hispánico

    y

    con

    la misma Cuba. Afirmó

    Sarduy

    en

    una entrevista:

    Pero el

    gesto

    métrico

    obedece,

    paradójicamente,

    a una subversión.

    En

    cierto

    momento en

    que

    la

    poesía

    ha

    llegado

    a un

    grado

    de

    dispersión,

    es

    decir,

    de total

    insignificancia

    -en

    el sentido

    semiológico

    del

    término-,

    en

    que

    cualquier

    acumulación de

    adjetivos

    se califica de

    "barroca",

    y

    cualquier

    pereza

    de

    haï-ku,

    creo

    que

    un

    regreso

    a lo más

    riguroso,

    a lo más

    formal,

    a

    ese

    código que

    es también

    una libertad —el

    soneto,

    las formas

    precisas-

    se

    imponía.

    Barthes decía

    que

    el

    régimen

    de

    la

    significación

    es el de

    la libertad

    vigilada, que

    el sentido no

    puede surgir

    si

    la libertad es total

    o nula. Pues las

    formas

    métricas

    y

    estróficas son eso

    (Obra

    completa

    1827).

    Sarduy,

    consciente

    de

    que

    sólo

    es

    posible

    tomar forma

    dentro de

    un sistema

    ya

    estructurado -del orden simbólico de Lacan, la ideo

    logía

    de

    Marx,

    los

    códigos

    literarios

    de Barthes-

    se da cuenta

    de

    que

    la libertad absoluta

    no

    existe,

    sólo

    hay

    articulación de

    elementos

    ya

    hechos. Las formas

    poéticas

    estrictas encaman

    cómo

    el sentido se

    constituye

    socialmente

    y

    en

    códigos

    determinados

    socialmente.

    Este

    énfasis en

    el

    lenguaje

    como molde

    prefijado

    se

    contrapone

    al énfasis

    posterior

    de

    libertad sintáctica

    y significante que

    le dieron

    al

    neoba

    rroco

    Perlongher,

    Echavarren,

    Kozer

    y

    Sefamí

    en los tres

    volúme

    nes.

    Entre ambos

    hay

    una

    concepción

    distinta de

    la literatura.

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    14/19

    Estrategias canónicas del neobarroco poético 45

    La

    ensayística

    de Eduardo Milán como canon

    vanguardia

    crí

    tica

    Eduardo

    Milán,

    poeta uruguayo, antologado por Perlongher

    y

    también

    en

    Medusario,

    es además un

    ensayista

    curioso.

    Comenzó

    ha

    ciendo reseñas en la revista Vuelta de

    Octavio

    Paz

    y,

    aunque

    no

    lo

    cita

    mucho,

    adquirió

    una

    serie de elementos

    pacianos

    en

    su escritu

    ra: su

    prosa

    alterna la reflexión

    filosófica

    y

    la

    especulación

    estética;

    es

    sentenciosa,

    a veces

    polémica y

    otras

    algo

    confusa;

    suele teñir de

    neorromántica

    tonalidad libertaria a

    la

    vanguardia;

    es más dado a

    retratar con

    imágenes que

    a

    argumentar

    en

    fragmentos,

    también

    comparte

    con Paz su

    concepción

    lineal de historia

    y

    la

    devoción

    por

    ciertos

    autores

    (Heidegger,

    Mallarmé,

    por ejemplo).

    Sus

    principales

    libros de reseñas

    y ensayos

    son

    justificación

    material.

    Ensajos

    sobre

    poe

    sía latinoamericana

    (2004) y

    Resistir.

    Insistencias sobre el

    presente

    poético

    (2004).

    En

    las últimas décadas se ha vuelto una suerte

    antologador

    profesional

    en

    México

    y España, por

    lo

    tanto,

    ha

    devenido,

    como

    Paz,

    en un adalid de la

    vanguardia y

    al mismo

    tiempo figura

    canóni

    ca

    y

    canonizadora

    por

    excelencia de la

    poesía

    en América Latina1.

    Milán

    en

    sus

    ensayos

    suele

    tomar

    partido por

    el neobarroco

    y

    la

    vanguardia

    abiertamente. No

    obstante,

    es

    mucho

    más

    interesante su

    intento de articulación de

    los cambios formales en la

    poesía

    con las

    alteraciones

    en

    la historia.

    Funcionando dentro de los

    términos de

    Octavio Paz

    propuestos

    en Los

    hijos

    del limo

    (1974),

    con nociones de

    la

    necesidad de

    autoconciencia

    crítica

    del

    poema

    en la

    modernidad

    (359)

    y

    de la

    modernidad como linealidad en

    crisis,

    Milán

    quiere

    preguntarse

    cómo escribir

    hoy

    una

    poesía

    -es

    decir,

    qué

    forma litera

    ria

    utilizar—

    que

    dé cuenta de su

    momento

    histórico;

    o

    sea,

    cómo

    lograr

    formalmente

    que

    la

    poesía

    tome

    su

    lugar

    en ese momento.

    En

    especial,

    al

    tomar en cuenta

    lo

    que

    se ha

    llamado

    "postmoder

    nismo":

    que

    la

    experimentación

    de la

    vanguardia

    parece

    haberse

    agotado y

    que

    la

    historia misma

    parece

    no ofrecer

    mayores

    proyec

    'Eduardo Milán ha

    editado:

    junto

    con Ernesto Lumbreras

    Prístina

    y

    ultima

    piedra.

    Antología

    de

    poesía hispanoamericana presente (México:

    Aldus,

    1999);

    junto

    con Andrés

    Sánchez

    Robayna, José

    Ángel

    Valente

    y

    Blanca Valera Las ínsulas

    extrañas.

    Antología

    de

    poesía

    en

    lengua

    española (1950-2000) (Barcelona:

    Galaxia

    Gu

    tenberg/

    Círculo de

    Lectores,

    2002) y

    en solitario Pulir

    huesos. Veintitrés

    poetas

    latinoamericanos

    (1950-1956) (Barcelona:

    Galaxia

    Gutenberg, 2007).

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    15/19

    46

    Matías Ay ala

    tos de liberación colectiva

    más

    allá

    de una inexorable extensión del

    capitalismo.

    Su

    respuesta

    es,

    entonces,

    que

    una cierta

    experimenta

    ción

    neobarroca

    -entre

    otras,

    eso sí- sería

    capaz

    de

    lograrlo2.

    Exiliado,

    primero, y

    avecindado

    después

    en

    México,

    Milán se ha

    enfrentado a una serie de

    poetas

    formalistas

    que,

    al

    trabajar

    con me

    tros

    y

    formas se

    oponen

    al

    legado

    de la

    vanguardia.

    A este

    procedi

    miento formalista lo llama "el

    retorno

    poético"

    o el

    "regreso poéti

    co".

    El

    formalismo es

    considerado,

    en

    términos

    literarios,

    la

    repeti

    ción

    de una

    forma

    que

    comienza a

    "perder

    su

    grado

    de

    imprevisibi

    lidad,

    y

    comienza a

    establecerse como

    objeto

    decorativo"

    (Resistir

    46).

    Poco

    arriesgado,

    el uso de formas

    poéticas

    ya

    valoradas

    por

    el

    canon es

    "el

    único

    lugar

    estético

    seguro"

    (75).

    Y,

    por

    otra

    parte,

    desde un

    punto

    de vista histórico es "una huida

    desesperada

    del

    presente

    caótico"

    (46)

    o "es la aliada

    más inmediata

    de la

    negación

    de la Historia"

    (71).

    Doblemente

    nefasto,

    el

    formalismo es falta de

    conciencia

    poética

    e histórica al mismo

    tiempo.

    Milán en

    algunos

    pasajes parece

    ser consciente de

    que

    no se trata

    sólo de la forma

    usada,

    sino de cómo

    ella

    se relaciona con

    el

    mo

    mento:

    "Pero este recurso

    a la

    boga

    formal del

    tiempo depende

    mu

    cho del estado de

    un

    presente,

    cuyo

    punto

    de

    apoyo

    es fundamental

    para

    toda

    operación

    de

    retorno,

    sea crítica o

    no,

    sea reflexiva o irre

    flexiva"

    (47).

    No

    obstante,

    fuera de

    la

    lectura de

    Góngora

    por

    la

    Generación del 27

    española,

    Milán encuentra

    pocas

    lecturas

    prove

    chosas del

    pasado.

    Góngora,

    justamente,

    fue la

    figura

    central

    para

    Lezama Lima

    y

    posteriormente para

    varios de los neobarrocos3.

    2

    A diferencia de

    Echavarren,

    Milán

    sí valora

    la

    obra

    de

    Nicanor

    Parra

    ya

    que,

    más

    que "poeta coloquial",

    Parra

    hace

    una

    investigación

    de las

    posibilida

    des

    poéticas

    de habla

    despersonalizada.

    La

    poesía

    misma de Milán

    -que

    no se

    parece

    a la Parra-

    es también

    pródiga

    en

    esta veta.

    3

    De

    esta

    forma, Milán,

    siguiendo

    a

    Paz,

    hace un canon de la "tradición del

    lenguaje

    critico en nuestra lírica"

    (95-96)

    o "la tradición de la

    búsqueda perma

    nente de nuevas

    formas

    expresivas

    cuya

    base

    es

    la

    investigación

    del

    lenguaje

    poético"

    (98):

    primero,

    Darío

    y

    Herrera

    y Reissig; después,

    la

    vanguardia

    (Hui

    dobro, Neruda, Girondo,

    Lezama

    Lima, Paz,

    Parra

    y

    Gonzalo

    Rojas).

    Les

    si

    guen

    C. Martínez

    Rivas,

    R.

    Juarroz,

    H.

    Gola,

    I. Vitale

    y

    E.

    Lihn.

    Posteriormen

    te,

    G.

    Sucre,

    G.

    Deniz,

    E.

    Mitre,

    R. Hinostroza

    y,

    por

    último,

    la

    generación

    neobarroca:

    J.

    Kozer,

    E.

    Echavarren,

    A.

    Carrera,

    N.

    Perlongher,

    D.

    Maquieíra,

    R.

    Zurita,

    D.

    Huerta,

    M.

    Ulacia,

    J.

    L. Rivas.

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    16/19

  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    17/19

    48 MatIas Ay ala

    excluidos de Medusario

    porque

    representan

    los "otros" herederos del

    barroco,

    tan

    legítimos

    como

    el

    neobarroco oficial

    en la medida en

    que

    poseen

    los

    rasgos

    de artificio

    y

    exceso,

    la intertextualidad

    y

    pa

    rodia

    que

    Sarduy

    había identificado en "El barroco

    y

    el neobarro

    co",

    pero que

    han

    sido

    excluidos

    porque

    el neobarroco

    quiere

    to

    mar el

    lugar oposicional y

    modernizador la

    vanguardia.

    Eduardo Milán es

    ciego

    a

    que

    en la

    poesía

    formalista no es la

    forma

    del

    pasado

    lo

    que

    es

    repetitivo,

    sino

    la

    función

    que

    se

    le

    da

    a

    ella,

    es

    decir,

    de las relaciones

    que

    ella

    teje

    con

    el sistema

    literario

    y

    la

    sociedad.

    Famosamente,

    Tinianov sostuvo

    en

    "Sobre

    la

    evolución

    literaria":

    "La

    existencia de

    un

    hecho como hecho

    literario

    depende

    de

    su cualidad diferencial

    (es

    decir de su

    correlación,

    sea con

    la

    serie

    literaria,

    sea con una serie

    extraliteraria);

    en otros

    términos

    depende

    de

    su función"

    (92).

    Si

    bien Milán

    estuvo

    cerca de entender

    esto

    —como lo mostré más arriba- sólo

    es

    capaz

    de ver las nuevas fun

    ciones

    que producen

    nuevas

    formas,

    no cómo formas

    viejas pueden

    producir

    nuevas funciones.

    No

    afirmo,

    al

    contrario,

    que

    todo

    uso

    de formas tradicionales

    produce

    una nueva función

    al ser utilizadas en otro contexto.

    Tam

    poco

    intento

    esgrimir

    una

    defensa

    del formalismo

    poético

    a

    inicios

    del

    siglo

    XXI.

    Sostengo

    que algunos

    usos de formas clásicas

    lo

    pue

    den

    hacer,

    como es

    el

    caso

    de

    Carlos

    Germán Belli

    —y

    otros

    casos—,

    si son reactualizadas

    creativamente.

    Y,

    al

    mismo,

    tiempo quisiera

    afirmar

    que

    no todo uso de "formas nuevas" conlleva

    una función

    nueva.

    De

    hecho,

    ya

    a veinte años

    de la

    primera antología

    de Per

    longher,

    se

    puede

    decir

    que

    no es un certificado

    de excelencia

    -como creen

    algunos

    desprevenidos- pensar que

    la libertad

    sintác

    tica es sencillamente "neobarroca"

    y

    por

    lo tanto es "adecuada"

    lite

    raria

    y políticamente.

    De

    la

    misma

    forma,

    no se debe descartar

    con

    rapidez

    la

    poesía

    conversacional

    como

    una

    forma

    agotada,

    sino

    que

    es cierta

    función

    política

    la

    que

    se

    agotó.

    Hay

    que pensar,

    entonces,

    con

    más detenimiento las relaciones

    entre forma

    y

    función

    en la re

    lación entre

    poesía

    y

    presente.

    Para ello

    hay

    que

    sopesar

    las relacio

    nes

    específicas

    del texto

    en

    su

    contexto

    y,

    posiblemente,

    también

    abrirse

    a

    pensar

    la

    temporalidad

    de

    forma excéntrica.

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    18/19

    Estrategias canónicas del neobarroco poético 49

    Cierre

    Examinar las relaciones

    complejas

    entre forma

    y

    función

    implica

    deshacer la historicidad lineal de la modernidad

    y

    la

    vanguardia que

    se encuentra en Octavio Paz

    y

    Eduardo Milán.

    Ambos,

    ansiosos

    por

    participar,

    entender

    y apresar

    lo último han devenido

    poetas

    de van

    guardia, pero

    ensayistas

    fuertemente

    canonizadores,

    a

    pesar

    de

    que

    ambos

    conceptos -vanguardia

    y

    canon-

    participan

    de

    campos

    se

    mánticos

    opuestos:

    la

    vanguardia

    es lo

    que

    se debiera

    oponer

    a lo

    canónico.

    Paz

    y

    Milán,

    al

    pensar

    desde la linealidad

    histórica,

    desa

    tienden la

    compleja

    relación entre forma

    y

    función

    y

    terminan iden

    tificando

    vanguardia

    y

    canon: sólo

    la

    vanguardia

    latinoamericana es

    lo

    que

    vale la

    pena

    de ser valorado. Esto es lo

    que quiere

    decir

    "la

    tradición de la

    ruptura"

    de Paz

    que

    muchos

    repiten.

    Además,

    los

    dos,

    al hacer

    panoramas

    históricos

    y

    antologías

    in

    curren en la

    —quizá

    inevitable- costumbre de dar forma a la

    poesía

    latinoamericana,

    la

    que

    inevitablemente lleva a

    su

    propia poética

    de

    forma

    privilegiada

    (ver

    Medina).

    En Los

    hijos

    del limo toda

    la

    poesía

    romántica

    y

    surrealista desemboca

    en

    la

    propia poesía

    de Paz. Tam

    bién,

    para

    Milán,

    son los

    neobarrocos,

    de los cuales él

    participa,

    los

    que

    encarnan de

    mejor

    manera la tradición

    crítica

    y

    vanguardista.

    El

    mismo

    neologismo

    de "neobarroco" llama a

    repensar

    la linea

    lidad de

    la

    historia literaria

    tradicional. Walter

    Benjamin

    proponía

    al

    pensar

    la

    historia al revés

    "pasarle

    a la

    historia

    el

    cepillo

    a

    contrape

    lo"

    ("Sobre

    el

    concepto

    de

    historia"

    53).

    Es

    decir,

    dejar

    de entender

    la

    historia como

    progreso,

    ya

    que

    éste hace

    que

    el

    presente

    le

    im

    ponga

    un

    sentido

    al

    pasado

    (por ejemplo,

    ver

    cómo

    Góngora

    se

    ha

    transformado,

    a

    través

    de

    nexos

    causales,

    en Lezama Lima

    y

    en Per

    longher). Benjamin

    propoma,

    en

    cambio,

    dado

    que

    la historia

    es

    una

    sumatoria de

    escombros,

    pensar

    el

    presente

    desde

    el

    pasado y

    sin

    intentar

    imponerle

    un

    sentido

    (ver

    cómo

    Góngora persiste

    espec

    tralmente en

    Darío,

    Lezama

    Lima,

    Perlongher

    y

    la

    poesía

    de Óscar

    Hahn,

    por ejemplo).

    A

    Benjamin

    le interesa hacer una

    "imagen

    dia

    léctica" del

    pasado

    y

    el

    presente para descoyuntar

    la

    linealidad

    e

    iluminar el

    presente

    de una nueva manera.

    Hay

    que repensar

    el ba

    rroco

    y

    el

    neobarroco,

    entonces,

    desechando

    la

    linealidad historicis

    ta

    y

    modernizadora

    de

    la

    vanguardia

    si es

    que

    se

    quiere que

    el neo

    barroco

    siga

    siendo

    productivo

    en el

    siglo

    XXI.

    Junto

    a

    esto es ne

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  • 8/19/2019 Estrategias Canónicas Del Neobarroco Poético Latinoamerciano

    19/19

    50 Matías Ay ala

    cesario

    repensar

    de forma

    específica

    y

    crítica las relaciones

    entre

    forma

    y

    función

    en el

    desarrollo

    literario

    para que

    así las relaciones

    entre

    poesía

    y

    sociedad

    puedan

    abrirse

    en un

    nuevo

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