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José Manuel Muriel

Madrid 2015

© Esic EditorialAvda. de Valdenigrales, s/n28223 Pozuelo de Alarcón · MadridTel.: 91 452 41 00 · Fax: 91 352 85 34www.esic.edu/editorial

© José Manuel Muriel

isBN: 978-84-15986-91-1Depósito legal: M-17652-2015

Diseño y maquetación: Gerardo Domínguez

imprime: Gráficas DehonLa Morera, 23-2528850 Torrejón de Ardoz · Madrid

impreso en España

Queda prohibida toda la reproducción de la obra o partes de la misma por cualquier medio sin la preceptiva autorización previa.

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siempre he sentido un cierto interés por los animales. cuando era un niño lloraba para que mis padres me permitieran tener un perro en casa, cosa

lógica entre la mayor parte de los niños en aquella época.

Los zoológicos a esa edad me atraían enormemente, de repente, al hacer-me mayor, un día descubrí la similitud entre algunos comportamientos labo-rales con algunas especies animales y así fue como empezó a tomar cuerpo la idea de este libro.

Quiero poderte mostrar y recorrer contigo el zoo que es el mundo de las empresas y vivir juntos esa experiencia, fascinante pero también con cierto ni-vel de riesgo. Eso sí, pretendo hacerlo con una cierta dosis de humor y toda la ironía posible.

Y, por supuesto, pretendo hacer un libro para ejecutivos, pero apto para todos los públicos

Por favor, abre la puerta que hay frente a ti y da inicio a esta aventura.

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Para todas aquellas personas, familia, amigos, compañeros, conocidos

con los que he compartido momentos de felicidad en mi vida.

Con mi agradecimiento por estos instantes.

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Introducción .................................................................................................................................. 17Prólogo .............................................................................................................................................. 19

1. Descripción .......................................................................................................................... 23

Descripción de los animales ....................................................................................... 25 cómo aprender a identificarlos ................................................................................. 65 cómo me protejo y me integro ................................................................................ 73

2. Animales atípicos ............................................................................................................ 77

Qué animal soy yo ............................................................................................................. 79 Animales en libertad ........................................................................................................ 83 Animales locos ..................................................................................................................... 87

3. Zoológicos ............................................................................................................................ 89

cómo puede organizarse un zoo más eficaz ................................................... 91 Tipos de zoológicos .......................................................................................................... 93 cuál es el zoológico ideal .............................................................................................. 95

Epílogo............................................................................................................................................... 97

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Un día de las vacaciones de Navidad del 2014 fui con mi cuñado Paco, a la papelería del pueblo y le dije al propietario:—Dame un block y un bolígrafo para empezar hoy mismo un nuevo libro.—¿De empresa? —me preguntó.—No lo sé, aunque creo que sí —le contesté.Y así fue como comenzó esta aventura literaria que espero encuentres de

interés.Realmente mi intención es escribir un libro para ejecutivos pero que sus

hijos encuentren de interés. Por ello se me ha ocurrido establecer una compa-ración entre el mundo de la empresa y un zoológico, trataré de comparar a las personas, por sus aptitudes y actitudes, con determinados animales, establecer una similitud en sus líneas de comportamiento e indicar pautas identificativas, ayudándote así a identificarlos y, avisándote de los peligros potenciales que cada especie representa.

Voy a tratar de darle un cierto toque de humor y, por supuesto, me voy a referir siempre a empresas y personas imaginarias. cualquier parecido con la realidad será casual, dado que las personas somos así.

Después de años de experiencia y de conocer numerosas empresas, se me ocurrió que podría ser útil describir, o al menos intentarlo, los diferentes tipos de personas que he encontrado y, para evitar hacer una obra tediosa, decidí es-tablecer una comparación con animales y con un cierto punto de exageración. si estás preparado y me acompañas, es lo que vamos a hacer a continuación.

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El zoo de Muriel

Me pide José Manuel Muriel que imaginemos un zoológico «donde los ani-males no están clasificados por especies, sino mezclados», y que además

pensemos que «todos están disfrazados con tejidos diversos, con colorines de todo tipo»: sería un caos de zoológico, concluye él mismo.

con este original punto de partida, Muriel nos descubre que ese supuesto zoo caótico es el tejido con el que están hechas habitualmente las empresas, convirtiéndose así el autor de este libro en el anfitrión de un viaje por una em-presa sin nombre, que reproduce, de forma natural, ese caos, un caos armónico y sobre todo necesario, donde el secreto está en identificar a cada animal deba-jo de su disfraz. cuando se acierta en esa identificación la empresa funciona. si confundimos el animal que hay debajo de cada envoltorio, el riesgo de fracaso es muy alto.

idea original de Muriel, como han sido todas las suyas desde que tuve oca-sión de conocerle y de trabajar con él en los tiempos ya lejanos del ABc de Anson y el post/Anson. Muriel era entonces el director general de una empresa que necesitaba reinventarse cada día y parir ideas nuevas, originales, para no perder la posición de privilegio que mantenía en el ámbito de los diarios de información general. Era todo un director general, y quien este prólogo escribe un simple jefe de redacción, que no tendría que haber tenido mayor relación con él de no ser por su voluntad de hacerse presente en el día a día en los talle-res, en la administración, en las rotativas, en las delegaciones, en la redacción.

Recaía entonces en mí la tarea de coordinar y expandir el área regional, y tuve ocasión de viajar con él a algunos de nuestros principales centros terri-toriales. Ahí es donde conocí al auténtico Muriel, el que se quitaba el traje, se

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desabrochaba la corbata y se disponía a redactar un contrato antes de que se nos olvidara que había que hacerlo. Fuese con quien fuese, por supuesto, y en el escenario que fuese. De ahí que me sorprendiera su habilidad para negociar con todo el mundo: con los empresarios y los medios, por supuesto, pero tam-bién con los obispos, con los militares, con las fuerzas vivas de cualquier parte o latitud. Muriel siempre decía que «un negocio es un negocio si ganamos algo con él». Y que nunca hay que dar por perdido un euro.

Ese espíritu emprendedor, ganador, de lucha permanente, es lo que llevó al autor de este libro a ocupar los cargos más relevantes en las empresas más diversas, desde Leche Pascual al ABc, desde la Empresa Nacional de la Moneda hasta una de lámparas y otra de agricultura y otra de reflotación de empresas. En fin, un correcaminos conocedor al milímetro del interior del zoológico em-presarial, y por eso mismo persona idónea para escribir un libro como el que tiene el lector en sus manos.

Ha querido el autor hacer un manual para moverse en la empresa de una forma segura y avisa que muchos ejecutivos «aun siendo buenos técnicamen-te», no se dan cuenta de que están en medio de ese zoológico y acaban siendo devorados o tienen que huir.

Nos advierte que ha intentado escribir un libro sencillo y fácil de entender y es cierto que ha adoptado a lo largo de la obra un tono descriptivo simple y a la vez directo, con ilustraciones gráficas que van desde la foto al dibujo o la caricatura, siempre amable.

cada uno de los animales/personajes de la galería de José Manuel Muriel es en sí un pequeño tratado de zoología corporativa donde nunca se sabe si habla del animal o su copia en la empresa: tal es el parecido de ambos protagonistas.

El autor sigue el repaso por los 19 personajes de este zoo a los que clasifica en tres grupos: los depredadores, los animales neutros y los poderosos, y en su afán didáctico nos enseña cómo comportarnos con cada uno de ellos: a los primeros hay que controlarlos pero no relacionarte ni integrarte en su manada; los segundos, dice, no te harán daño, pero tampoco te aportarán nada positivo, y es de los terceros, los poderosos, de quienes hay que aprender.

Pero lo importante sigue siendo identificar a cada uno de los tipos y para ello Muriel da una serie de modos de comportamiento que nos ayuden en la clasificación de los especímenes. Es un completo catálogo de modos de com-portamiento en el zoo/empresa que sirve de guía de navegación para moverse en las peligrosas aguas de cualquier compañía. Y una vez identificados, nos da consejos de comportamiento. A los peligrosos recomienda evitarlos, salvo que te sientas a gusto en su compañía, pero entonces «es que eres uno de ellos»; recomienda la integración en el grupo 3, pero advierte que es donde se

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producen mayores fracasos y reconoce que en el grupo 2 la integración suele ser más fácil, pero no supone protección alguna porque sus individuos solo se preocupan de su propia seguridad.

José Manuel Muriel cierra esta guía preguntándose: ¿qué animal soy yo? Entiende que el conocerse a uno mismo es básico para poder moverse en este zoo, que no deja de ser una selva civilizada, y a la hora de la autodefinición recomienda evitar tres tentaciones: la envidia, la soberbia y el ansia de poder.

Y toda esta teoría de la convivencia en la empresa la desarrolla el autor con un contar sencillo —que siempre es lo más difícil—. Muriel ha encontrado un estilo de cuento casi infantil, para desgranar toda una filosofía de empresa que supera en profundidad y agudeza de observación a muchos supuestos manua-les de escuela de formación empresarial.

Es un placer encontrar una descripción tan certera de las relaciones internas en un colectivo empresarial, huyendo de términos rebuscados, de jergas gru-pales y semióticas oscuras para adentrarnos en un mundo al que todos, de una u otra forma, pertenecemos.

Muriel nunca defrauda. Les digo. Ahora como escritor de libros.

José Antonio VeraPresidente Agencia EFE

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imagina que entras en un zoológico donde los animales no están clasificados por especie sino mezclados.

Piensa, además, que no están al natural sino disfrazados con tejidos diver-sos, con colorines de todo tipo, modelos y tallas de lo más dispar.

Por último, considera que todos los animales tienen el don de la palabra y todos tratan de reflejar que son otra cosa distinta de la realidad, en mayor o menor grado.

La conclusión es que sería un caos de zoológico donde se complicaría tre-mendamente identificar a cada animal y correrías un grave riesgo si quisieras acariciar a un cocodrilo o trataras de disputarle un trozo de carne a un lobo.

Pues esta es la empresa que trato de enseñarte, un zoológico donde, al pro-ducirse todas las circunstancias que he explicado anteriormente, es muy difícil la identificación de los animales y, por tanto, son muchos los riesgos que corres al permanecer con ellos.

Por eso tu única posibilidad de sobrevivir es observarles con objetividad y, a través de sus actuaciones, tratar de descubrir, con bastante aproximación, de qué tipo de animal se trata.

Muchos ejecutivos han fracasado porque, aun siendo buenos técnicamen-te, no se han dado cuenta de que están en medio de un zoológico y han termi-nado por ser devorados por depredadores de mayor tamaño o, simplemente, han tenido que emprender la huida.

Zoológicos hay de muchos tamaños, varía el número de especies y de miembros de cada una de ellos. Pero en general las especies más frecuentes de encontrar y sus características más acusadas son las siguientes:

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Es astuto por tendencia natural, suele ser solitario, aunque no le importa agru-parse en manada para cazar. En general, es fuerte, eficaz y solo caza para

comer. En cualquier empresa es bueno contar con lobos, son eficaces, trabaja-dores, toman decisiones y son flexibles para trabajar en equipo.

suman más que restan y no son excesivamente difíciles de detectar si sabes mirar con atención.

En cualquier zoológico el lobo es un animal imprescindible, suele tener mu-chas de las características de un gestor eficaz y es disciplinado. cuanto mayor sea el número de lobos, mejores serán los resultados en la empresa aunque, eso sí, hay que mantenerlos alejados de las ovejas porque el roce con ellas hace que afloren sus instintos.

En mi opinión el lobo es un animal necesario y no debe preocuparte que su número sea elevado, todo lo contrario; lo que ocurre es que su fama está muy por debajo de sus merecimientos.

El lobo puede presentar a veces comportamientos inesperados cuando se siente en peligro. En realidad esta es una característica común a la mayor parte de los animales: ante el peligro pueden reaccionar de forma imprevista.

sin embargo es un animal valiente y asume riesgos por defender a su ma-nada y su entorno.

Es un animal hábil y veloz y no es difícil de reconocer, aunque a veces se puede confundir con otras especies, como por ejemplo el perro. sin embargo si observas con atención, percibes características propias que son difíciles de confundir.

Es un animal necesario en cualquier tipo de zoológico y aporta elementos positivos.

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Es un animal peligroso, todo lo contrario al lobo. Este no avisa, ataca por el placer de la caza. suele permanecer escondido y es tremendamente ágil en su ele-

mento y cuando va a por su presa.Hay que mantenerse alejado de él, lo que no siempre es fácil, sobre todo cuan-

do lo tienes como jefe.Es la típica persona medio oculta que no da la cara, muy esquiva pero con una

idea fija de alcanzar su presa, como es todo aquel animal que, por ignorancia o imprudencia, se adentra en su zona de caza.

su objetivo es hacerte daño, cuanto más mejor y sin remordimiento alguno. Tiene una escala de valores distinta y de ahí su peligro. En su mente, todo aquello que le guste, le beneficie o le plazca está permitido.

Es individualista y no hace equipo. su presencia perjudica enormemente a la empresa.

su comportamiento es hacer daño sin asumir riesgos, solo ataca cuando a la presa la ve inferior y además está en su hábitat.

No es un animal especialmente habilidoso, pero el factor sorpresa le da una enorme ventaja ante sus presas: una vez que toma a su presa es muy difícil salvarla.

Es fácil de identificar si muestras interés en hacerlo, tanto por su aspecto perso-nal como por su modo de comportamiento.

Es un animal fuerte y ello aumenta su peligro; debes evitar las zonas donde tie-ne especial predilección por residir, ya que su ataque es casi mortal por la selección que hace de sus víctimas y por la sorpresa con que actúa.

Es preciso estar alerta ante estos animales, ya que la única opción es evitarlo, prevenir su ataque, porque si te atrapan es difícil, por no decir imposible, escaparte.

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su máxima filosofía es dejar pasar los temas, el tiempo se encarga por sí mis-mo de resolver los problemas y en momentos de máxima dificultad esconde

la cabeza.Puede ser eficaz si las cosas van bien, pero cuando hay que tomar decisio-

nes y resolver problemas, entonces es una pared.Es la persona con la mesa llena de papeles. cada cierto periodo de tiempo,

normalmente largo, los revisa y ve con sorpresa y placer que los contenidos de algunos de ellos se han resuelto y eso refuerza su línea de actuación.

No suponen un peligro para los demás pero son un freno claro para la or-ganización.

Es la típica persona que en una crisis desaparece.Muchas son las empresas que en situaciones de crisis desaparecen por te-

ner en sus equipos directivos un número elevado de avestruces. En épocas de crecimiento las limitaciones de los directivos se disimulan, pero en épocas de dificultad estas carencias se manifiestan en todo su esplendor.

El avestruz es uno de los animales más rápidos que existen, para desapare-cer ante el menor asomo de peligro para su integridad personal, y sin volver la vista para ver qué es lo que dejan detrás.

Es un animal vistoso y elegante, pero su comportamiento lo hace peligroso para una organización. claro que si estás seguro de que en tu sector y tu mer-cado el crecimiento será imparable en el futuro, entonces te puedes permitir el lujo de tener un animal tan atractivo, pero solo en este caso, y entonces la pregunta es: ¿Realmente puedes estar seguro de crecer de forma continuada?

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