editorid ra.rhi piélago - editorial lucina · i póder, rodef, que que ciea crea cada caca uno uno...

19
EditoridrA.r"hi piélago !

Upload: others

Post on 23-Apr-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Editorid rA.r"hi piélago !

N..25 i 1996 l . lm p6 .

A'.:-hiP*:h"g*25 UN NUEVO GOLPEATFUTURO

DELFERROCARRIL

DEL CONOCIMIENTO YSUS ENEMIGOSJoséLuisCresprin 4

ENmS¡ruoYENI¡. ENrSRMEoAD...

LA ENFERMEDAD: ENTRI EL CUERIOYELORGANISMOUmberto Galinbeni

¡N¡enueo¡D, porÍrcA, PRocRESoAgustín Guda Cdvo

CONTM EL DIAGNOSNCOI. Escuduo, R fuqu6 yA. García Calvo

CUMRLASAilJDJuan Caso Solls

p¡tocÉN¡sls. tNtvtuNIDAD Y cArlDADottts¡rut pu¡uclIvan Illich ..................

tA TEoLoGfA DE LA MI,DICINAThoma Szasz

MÉDICOS, MEDiCINA Y MEDICINAS:DEL SACERDOCIO AL MARI{ETINGJosep Canals y Oriol Ron¡ní ..'...'...'...........'.....'...'.'

HAMERCONTMIGAI4EREnuevista a José Navano Muco'.,,,.,.'.'.......'.'......".

PORTINA SANIDAD L4AS HUMANAYECOLÓGICAEnekol¡ndabu¡u .....--.--- 71

MATRICIDIO Y FSIADO TERAPÉUT]COCasilda Rodrigáiez yAna Gchaceiro .....,. ....'.'.'.'..... 7 5

DOLOR Y NIHILISMO MÉDICOEuiqueOcaia ...'.'.'.....'..'.'..'.. 83

MÉDICOSYENFERMOSErnstJiinger...

Nous sobre el Psicoanílisis ............................'.'.'.."..'

MICHEL FOUCAUI,T: IA ÉTICACOMO PRACTICA DE TA LIBEMAD

AIREDEDOR DE LA HTRMENÉI.MCADEL SUJETO (FOUCAUTT.LACAN)Jorge Alemrín ......................

OCUPATT DETI MISMOAngel Gbilondo .....".."...'..'.,. 101

GENEAIOGIA DEL GENEAIOG]STALou¡des 0rti2 .............

LA RISA DEL ESPACIOLuisCasuoNogueira .,.,.......... 114

LA PIROTECNIA DEL CONOCIMIENTOJoan Manuel Tressenas ,.......,.. 121

PASIÓNYVAIORLorenzo Wches

Gn reseñas de A. Rodrízuez Fischer, A del Mazo deUnanuno, G. Rendueles-Olmdo, F. Disz de Vetuco,A. Adsuara Ve[], R. Blanm, A Ortiz-Osés y F. Binrlés.

\IAJARES MUYDIFÍCILNu¡iaAmat ..........................,.. 126

LOS'SCRIIOS DE JACQI]TS LACAN,VARIANTES TTXTUAIESAngel de Frutos Sa1redot ......,....,.............................. 126

HISTORT{ DE tA LOCI,RA EN ESPAÑAEn¡icue Gomález DuroHISTORIA DE UNA RIIPTUM. EL A\TRY EL HOY DE LA PSIQUIATRÍA ESPANOLAR¡nón Ga¡cía

ELVUELO MACICOMirce¿ Eliade .......................... 130

tA MATT,RIAARTIZADAJosélranralima.... ................ 132

CIENCIA, Cr"OXGS Y MUJERES.LA RIINVENCION DE LA NATI]T.AIEZADonnaJ. Haraway

AVATARES DEL HOMBRE. EL PENSAMIENTODE MICHEL FOUCAULTPauil¡ncems ,.,..,,.,.,.,.,.,,,,...,. 134

EL INICIO DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTATHans-Georg Gadamer

108

ILJ

l l

Todts b¡ difuiu, thkralu eqccfulwu pan uu núnw, han siltrcaliuk: poílosélxRr/rti,naUC y anahhnnte edifut aiuchipiélago

C0NSEJO DE DIRECCIÓN:.

Julia Vuela, lmbel Erudero, J.A Conzjle Sainz

REDACCIÓN:AnaMuía Gonzálc Saiu y Dmte Bernudi

CONSEIO DERXDACCIÓN:FonmdáAruc-Uría, RamónAn&6, Rosend,Arquo, XavierBermúds, Enilio Gucía Wiedemmn, Tomás lbáio,Emánuel Liruo, Jw Gabriel Lopa Guix, Ignacio deLlorens, Jum Manínu Alier, Alicia Manína Cropo, Jo#Mmuel Nuedo, Javiu Sás, R¡faelSalma Beru¡och, EnriqueSmtmula

COLABOMDORES:Psdro Anoche¿, Félix de Azü, Miguel Cucio, Toni Cmyella,Cumen Crcpo, Nom Chomky, Jm Diz delClrml, AntonioEscohotado, Rotraut Fischs, Fud¿ción Aurora Intemiten¡qMateo Gmón, Iiaki Gucía, Agustín García Calvo, lm Illich,Gérud lmben Ierán Lobo, liigel Mmíne Sa1m, FnnkMinu, MiquelMor€y, Ctrlos Pereqri¡ O¡ero, Elide Pinrello,Paul Ricir, Andrs S¿nche PucüI, Mateo Seguí, MercedaSorimo, JordiTcná Félir Vrizque

FOTOCOMI'OSIOÓN, IM?R-ESIÓNYENCUADERNACIÓN

Queinada, c/ Salitre, 15: 28012 Mad¡idDL; Na4161988ISSN:0214-2686

Sobre diseño oiginal de lrnia (Pmplom)Logotipo: Toni Cmyelle

*.#^ffr".o-ü

REDACCIÓN, PUBUCIDAD YSUSCRIPCIONES:Apuado de Coneos, n.o 174

08860 CASfiLLDEFEI.S (Bucelona)v

C/ Cudener, no 23, bajorida.08024 Brclona

Tfno. y Fu: 93/ 210 85 03

25

JJ

39

128

EZ

133

135

89

93

95Archipiélago:

"Conjunto de islas unidas poraquello que las separa"

Esta rwista o mienb¡o deARCE

Selección de novedades sobre educación .... ............. 137

r-CARPETA

Enfermedad, Política, ProgresoAcusrÍN G¡ncÍn C¡rvo

n y cancer

e'dad de cada uno es cosa privada y suya (ejemplo eximio: porqueenfermedad de uno es lo (ue le hace ser propiamente uno y le da

mos hoy del cuerpo social al cuerpo personal. No será tanel salto: no nos saldremos con ello del campo de la política.

s ¿no es el separar la vida privada de la pública el primer trucoPóder, que ciea cada uno que tiene una vida privada suya' conI rodef, que crea caca uno que uene urla vrqa Prrvaqa suya' Luil

que puede hacer lo que le dé la gana, a fin de que Capital y Esta-r puedan hacer con el conjunto de las vidas privadas lo que Ellospuedan hacer con eI con;unto de las vldas prlvaoas lo que urosiéran, o sea que cada uno en su casa, para que Dios en la de to-s? Pues .ntori..r, cuando a la gente se le hac. creer que la enfer-

personalidad privada: sanos y hermosos, todos somos iguales),&tá con ello haciendo política, infundiendo ideas falsas, que esarma primera del Poder; así que aquí nosotros, cuando entremos

I 5 Archipiélago / 25

a averiguar qué pasa con las enfermedades y a descubrir sus meca-nismos, estaremos haciendo también política; la contraria, natural-mente.

A mí de pequeño me había comprado mi padre un libro deaquellos que sacaban para ayudarles a los niños a tragar amena-mente las amargas píldoras de las Ciencias; y ése tenía el plan, apo-yado en muchas hábiles ilustraciones, de esplicar los órganos y fi-

' siología del cuerpo humano por medio de una costante compara-ción con laorganización y funcionamiento de una nación costitui-da; de manera que las fases de la digestión apareclan como un tras-porte fluvial de bienes pasando por esclusas y compuertas, distri-buyendose por canales y diversas factorlas; el sistema nervioso era "un sistema de centrales eléctricas y tendidos telefonicos que reco-rrían el territorio; en fin, las infecciones eran un asalto de ejércitosinvasores que querían apoderarse del Estado y alterar su buenaCostitución, mientras que allí acudían los leucocitos, soldados lea-les de la Nación, que aun a costa de sus propias vidas detenían,apresaban y aniquilaban a los microbios enemigos.

Voy a seguir un poco por esa vía tradicional de poner en relaciónde analogía la economíay política del cuerpo de uno con el orga-nismo y fisiología de los Estados, generalmente usada en el sentidornverso, como en el caso ejemplar de Menenio Agripa convencien-do a los plebeyos rebeldes para venir a trato con los patricios por elsimple medio de contarles la fiíbula de los miembros, que (nno es-tando antaño en el consenso de todos que ahora rige, sino tenien-do cada cual su acuerdo, cada uno su discursoo, según Livio lo re-fiere) se habían rebelado contra el vientre ocioso y glotón y decidi-do no proporcionarley prepararle los alimentos.

Pero aquí, claro, nos guardaremos de saber cuál seguimos de losdos sentidos de la analogía, el que quiere socializar los hechos fisio-lógicos o el que pretende hacer pasar los Estados por hechos natu-rales, ni cuál de las dos cosas es la que debe esplicar la otra, o si mu-tuamente. O más bien, es que no vamos a usar la cosa como meracomparación, sino con un sentido de práctica eficacia, que sirvapara revelar y, por ende, curar (puesto que la revelación de la ver-dadera cara de los males es ya su cura, dado que la fuerzade los ma-les está en ocultarse bajo caras falsas), revelar y'curar -digo- lasplagas más terribles de nuestro mundo y nuestro cuerpo.

Ya un primer paso daremos por esa vía sólo con preguntarnos aIa vez n¿Cu:íl es la enfermedad que en el mundo actual amenazamás tétrica y aciagamente nuestras vidas?n y ala vez n¿Cuál es laplaga más conspiatay notoria que caracteriza a las urbes (y aun alos desiertos intermedios) de este nuestro mundo progresado?o.

Pues la respuesta a la primera pregunta apenas podrá ser otra quenEso que llaman cáncerrr,y c;.rya condición más notable, así vistopor fuera, es que lleva ya un siglo estando tétricamente de moda y

Archipiékgo / 25 r6

JF

CARPETCARPE,TA

hs millonarios esfuerzos de la Ciencia para descubrir sus

c [o cual, aunque parezca mentira, 9o h1 traído hasta

ñ;i" .onr..,t.tci" de descubrir. que hay algo en los su-

úot de la Ciencia que no marcha.

no "

l" segunda pr.g,rnt", si la respuesta no se les presen-

rcdiat¿ "

iá, l..tótei bastará con que se coloquen' como

científica les enseña desde pequeños,,en la situación de

restre (pero que fuera estra- de verdad' no como esos

con una nave espacial a meter por un Ag:rie1o Negro' a

dr allí las mismas tonterías que en su puebto) que ecna-

por encima a las urbes y desiertos del mundo pro-

Á,i" ttot"ble le chocaría que el que están plagadas de

ión, esto es, de signos visuales y audiiivos, no agotados,en

mediato, ni tampoco ornamentales, sino dando a troche-

*o..iorr., y ,to'ri.i"r, letreros de tráfico y comerciales'

pintadas p.isonales, vehículos trasportando cien marcas y

ruta peatoRes con camisa de letrero, completandi It: 11

á*hi.r" que llevan contra la piel, pantallas y altavoces

) costantemente mensajes políticos, -comerciales.y

cultu-

reoitiéndoselos uná "

ó,r" a las dos puntas de un ca-

htjas impresas volando pol doquiera cargadas de in-

io, piriaJt de glardias y guiños de semáforos, quilómetros

lumittos"t pata gttía de aviones, centros escolares,atestacos

. mapas i.hit-.t audiovisuales Para guía de los niños;

;.ff;; de información que se-come literalmente los

r-llss, pieles, aires, ojos.hien,-¿cómo to porr., enseguida en relación lo uno con lo

cerebro primitivo, oculto bajo el sup.erior: porque éstos

xos d.e información secretos, que mejor que pasen desa-

para mí o mis facultades superiores), los cuales están

li..Á-i.iendo a todos los órganosy-regiones más ale-

cuerpo humano, por medio misñro del flujo de la sangre'

codigo más sencil[o, el binario o de sÍlt'lo, como tl 9: :"rr cuáquiera, mensajes o istrucciones.de comportamlento'

celula en especial istrucciones sobre los ritmos y maneras

debe reproducirse.; bien,

"..pt"d" esa imaginetía, tan verdadera para nuestra

--o .ualquiet" o,r" p"á h suya, Preguntémonos ahora en

rrsiste el cáncer. Dentro de lo incierto y resbaladtzo de lo que

eese mal la Ciencia, una cosa parece 'l^'^y costante para los

oNada parecetínoedtr que se,alcule ü relación dela ingestiónPencápita deinforrnación inútilcón el cáncer>

17

para el cincer, a seguir la imaginería más avanzada qu.e

Iiorr"-i.rrto á.1 orlanis-o latiencia nos ofrece' iCYdclonamlento cel organlslllo ra \Jlsllr-r4 uvo vuvvv' (-**

;; ;;; casualidad, Zonsiste en aplicarle al cuerpo el mis-

i" q". rige el gobierno y tráfico del mundo: hay. unos

. iniormá"ti.", En los cenrros cerebrales (más bien del ce-

Archipiékgo / 25

varios tipos que .se comprenden bajo.el nombre: a saber' que con-

siste en una prorrrei;.tff;;r;;d.í"d" de ciertas células del orga-

"itüllr.".r¿o entonces la culpa donde se debe' es decir' en los cen-

tros de informaciórr,-d.drr.iremos que el mal viene de que se ha

producido alguna "ü;;;;

-ttzu"i¿"en algunode los disposi-

iirro, itfor-ii.o, del cerebro o sub-cerebro que estaban encarga-

dos de mantener tl;;;;;átt dt los procesoi reptod'ctivos'

Ya sólo nos falta '"t"t"tti"' a la convicción de q"t el cerebro ele-

mental, en donde se sitúan esos m€canismos' esté absolutamente

separado, .rt¿ into"lio "o"

tl cerebro superior' donde se asientan

mis facultad., ,,'tpt'ioit' y ti -tt"nismo de los procesosvolunta-

rios y coscientes, ;;;11¿tl;1"gtttio" y pro::.saTiento de las in-

formaciones que p"t "i"

coscietite'.y aun subliminar' se me tras-

il;;;r ;;;;,id"i"ttte en principll,ooo"ttte a que se suP-orrgan

conexiones .rrtr. io' unos centtos y los otros' y a que se lnvestl-

guen con -,i, p,.tf i;; it lo que' a mi noticiá' se ha venido ha-

ttTi:ü., si esas conexiones se establecen' entonces parece que la

causa del cáncer t"itt"t"t el esceso evidente de información a que

laorganizació" dt;";;; -o"do somete los centros superiores de

cada*uno de los i"iit'id*o' de sus masas' y sobre todo' la condición

de inútil (esro es,;; ü;";dada por necesidad ni deseo y qug no

se emplea ,ri "got"

inmediatamente en algo a lo que servir) de Ia

gran mayo ría deo"-i"fo'-ación' es un h"echo qtté dtbt producir

"l#t trastorno y mal funcionamiento de esos centros; que eso no

encuentre or, ."*.. L ó;rt¿; ni de protesra, sino que, desaper-

cibidamen,.,,."Ji,ii'i;.t::::*-::,H:ffi"t:t:.T,:ii:1,?,ffi1que ese trastorno se contamlfle o rept

ticos inferior.r, q* así, alterados y confundidos en sus Procesos

propios, .r"r*i.#i ht te;i;; dt Ágú" sitio istrucciones escesivas

í'át"it.i"r"d",, q'" *n las que.se mánifiestan como cáncer',

Estoábre una craravíapara er estudio de biólogo.s y médicos. Ya

la propuse el año pasado entre estudiantes de Medicina en Santia-

go de Compostel"; pt'o' aunque hasta algún ilustre Profesor pre-

iente de Firiologi

"l;hi"t

h;racia de "ó

tchar a broma el plan-

teamiento, ". P#;;;;; h*;"""ho'"

" haya hecho mucho caso de

este posibl. "tti;;;L"q;at

la cuestióiy el mal' Por 1o cual in-

ttttü,r. no es'

"l !t y "1 :úo:

una investigación tan difícil' aun

dentro d.el estilo de investigaciones de mero tanteo y estadísticas

cue sevienen h;;á;,oUt? el cáncer: 1o mismo_que se investigan,

;::ii.ffi;#;ñ;;, ."" .t consumo de tabaco, nada parece

impedir que se á;;i;;.ror 1" relación de la ingestión per cápi-

taáeinform".¿;;;il (tü"t e[ cómputo 19 !';l,.s'de información

puede hacerse *;; it;*á-Ltt" y h"tt" es fácil determinar crite-

Archipiéln'go / 251 8

E

CARPETA

[a información redundante o no utilizada) con el

o menos se explican ya por intervención de virus? Ta taustedes a la noción de Vrus' misma y con ella el re-

iento de la noción de 'causd:

una cuestión tan rica y aPa-que habrá que reservarle, si la salud en tanto no nos desfa-

entrada en este Rotativo.

de los virus

habrá estos años causantes más vulgarizados que esos se-que se llaman, como usted sabe, virus. Hace tiempo que¡do chicos a los masones, los judíos, los gamberros, los eta-drogotas. Se ve pués que son de primera importancia polí-por ellos vamos.

t vtlgarízación tomo unos ejemplos que me aPortan arna-igos que leen Prensa; A) El País,25 de febrero de 1987, p. 6

;B) Muy, no 90, noviembre de 1988, pp.93 ss.; y aña-el caso de la identificación como virus de un sujeto que es-

las redes informáticas de conexión entre el Pentágono y lasdurante unos días, C) El País 5 de noviembre de

p. 7. Pues bien: nConocidos desde hace tiempo de ser cau-de la viruela, la fiebre amarilla, la poliomielitis, la gripe y elfo común, los virus son los culpables del 80o/o de las enfer-

agudas que afectan cada año a la población de los países(A); más modestamente: (Los virus contribuyen a

raigamos hepatitis, gripe, sarampión, polio, rabia, fiebresida y muchos otros trastornos máso (^B). Pero lo peor es,ién <se hallan involucrados en algunos cánceres y leuce-

)r en numerosas enfermedades autoinmunes, entre ellas la es-;is múltiple y la diabetes, (,8)' y nRecientemente, los científi-

empezado a sospechar que los virus tienen mucho que vercardiopatías, defectos de nacimiento, diabetes, síndrome de

imer, esclerosis múltiple y casi la cuarta parte de los cánceres(A).

hora bien, eso de que contribuyan, estén involucrados o ten-mucho que ver ¿no les parece a ustedes que estropea un poco láde que sean causantes o culpables? Y eso de que tengan que ver

r9 Archipiéhgo / 25

en casi la cuarta parte de los cánceres"' ¿No van con,t'9 " P-tt*t

i;r;ir", el crédiá y prestigio de ser los causantes verdaderos? ¿No

o".¿"t* "*.rr"""áo',

d,. q".r. se les confunda y degrade a la condi-

Itóil;;;";i;, d. f".to"' coadyuvantes' iodo lo más de

.á-pii.., o col"boraáores? Pero la causá, señores' como la madre'

;;;;;;;; á.u. """.a

la noción de .causd contundirse con la de l

.circusrancia': si no, ¿adónde iríamos aparut? El.policía debe descu-

b;ililid es .l as.rüo de la Marquesa y se acabó; y es preciso que

,. ,.p" quién, personalm.,,,., *"t^ó al Cbmendador' Sólo así la jus-

,la^'y.i Gobi.ttto de los pueblos tendrán un fulcro en que apo-

varse: sólo asl ,. .,rr"rán las enfermedades sociales y las personales;

lJi"lrl, .riñi.r"d" la persona culpable de haber introducido istruc-

ciones indebidas en la red informática del organismo de.los Esta-

dos unidos, podrá el Pentágono regircomo Dios manda los proce-

sos costitucionales y r.prod".r.tivos?el Gran Cuerpo; y descubierto

;ililo.1."fp"Uf. pl'tu"l-de la gripe fantasmática, podráel Pe-

queño Cuerpo acudii cada dia rin-dt" a la Oficina y evitarse el

H;J;p'.n¿i" ¿. Horas d9 Tlab^ajo qut 4 Capital.y Estado les

cuesta el manrenerse indefinida, informé y sin causa individual la

tal plaga.Óoü qo., por cierto, deja en entredicho el nombre mismo' in-

flurná,,; flr'p*^abreviar'y no acatarrarse mientras se pronuncia,

o grippe o trdnca.zo o cualquiera otro de los q,"t :t, han ensayado

á.:i¿i". empezó a reinaridesde comienzos de siglo, la enferme-

;;ti"É;;,'¡r".r ¿cómo puede decentemente tener nombre una

cosa que es casr ".rjqrri.,

cfql f se manifiesta casi de cualquier for-

t"", ftl** el punto dá q,r., sóló gon que te encuentres mal o Íano' a

falta de otra interpr.r"tió,, más precisa., ya estás sospechando que

,. L" h", m"ng"o?'Hace sonrelr que todavla' en la vulgarización A'

se distinga .rr.r. ogripe y resfriadt comúnn; y las¡istorias que dos

veces al "ño

,"."rÍor'lut.¿ior de Formación de Masas acerc de las

varias y mutanres cepas o generaciones de virus de la gripe hacen

sonreíi también, poito -áor mientras no La ha atrapado uno."-¿É;

q* 1", i.r..r,", no son tan simples: si se pudiera indivi-

duar el ."i.rr".ra. verdadero y fto de Eso, y en consecuencia apre-

r"tf", itzgarLoy condenarlo "

-tttttt' no parece gtt:' tl cambio' el

fiiar de p""ro y apresar al virus causante de esa istitución más re-

H;r;6;ó É sigla s.r.D.a. condena como espada justiciera del

a;i;; "'io,

pía;i-os"y deudos gue atentan un poquito contra Sus

Ly., fu.r" * ,.í ,"tt bí.t ttgotiot. potqttt "hÍ'

ii yn virus definido

se fiia en la pantalii." y.. i"ái"id.i" .o'''o culpable, ¿no se perderá

;'Jb ;""."ri¿" precios" de que a los Indivíduos personales les

hiera la flecha de su i rlp" pt"o"d, de que la mlsera jodienda de

io, -o*"1.s vuelva "

los mi.dos tenebrosos y urinarios del tiempo

de los Escolapios y de que fer]razcan esplendorosas las fábricas de

pfeservativos?

Archipiékgo / 25

CARPETA

'su DEBE y su FIABER con esto en el lrbro del 5enor. ljero se venecesidaá más alta y siempre más urgente que Él padece es <La diferencia entrela individuación de la Culpa, y por tanto, la de que cadavez 'cAy.syt y 'circustancia

rs se hagan más indiüduales, más definidos y precisos como toncorñitante' no seue, sino que se decideen airtuld d¿ onosintere s e s sult eri o res >

caüsantes.motivo que el Señor y su Ciencia ofrecen para esa millona-paña de persecución del Virus, a saber, que es para la cura

plagas y enfermedades, se vuelve un tanto dudosomotivo cuando consideramos que precisamente algunas de

virales más arcaicas que en las vulgarizaciones Ay B se ci-rabia la primera, Pasteur y sus secuaces acertaron a cura¡las

la menor idea de que hubiera cosas tales como virus per-en el mundo, sino tratándolas como si fueran flujos infec-

Algo más importante y trascendente que la cura de los mor-ser 1o que promueve el proceso de individuación progre-

los virus.sospechoso aún, por cierto, resulta eso de que el desarrolloivo de los virus se haya producido tan esactamente según

que rigen en general el Progreso Progresado, que sonla proporción aritmética siguiente: así como la noción de'(piojos,lombrices,

sarna) vino con el Progreso de nuestrosa dar en la de

'microbios' (con la noción de más éxito, laias', incluída), que exigía ya pasar del ojo desnudo al mi-

io, inventado a punto, para ver a los microbios, esto es, in-en la Realidad, así también análogamente la noción arcai-

'microbios' ha dado el paso, apoyado como por casualidad

microscopio electrónico que se requiere para verlos, a la no-'virus' (bichos: microbios:: microbios: x), e[ mismo proce-el que, una vez inventado el ferrocarril con el Progreso,

que inventar el automóvil para el Progreso Progresado, yque la radio, la televisión: es decir, pasar de los chismespor fuerza de necesidades previas a los chismes ideadosucción de los ideados previamente. De un microbiólogo

cita la vulgarización B, p. 102: nEstamos ahora, respecto au, donde los bacteriólogos del siglo xIX estaban respecto a

Samos aquí un alto, no vayan a caef ustedes en la trampa queguaje culto les tiene preparada para estos trances y a pregun-i lo que estaré aquí insinuando es que ulos virus no existenr;

tontería semejante a la de aquéllas que concluyen que oElno existe>, sin darse cue.nta de que con la sola admisión del'existir', aunque sea para decir nNoo, ya están domesticandoeldía y cayendo en el engaño. Existir, sólo existe Dios, y losson malas imitaciones. Pero aquí no estamos tratando asun-

lsicos, sino cuestiones prácticas, de política y de salud. Si-pués un poco examinando cómo son los virus.

21 Archipiélago / 25

Indiüduos y causas

En su último progreso, los virus han tenido que hacerse esencial-

menre técnicos infoimáticos: así, en la vulgarización,B les explica-

rán cómo es que el virus, trnavez que logra que la célula lo acoja en

su interior, ,á..ttro-.te en su ¡DN de tal modo que, cuando ese

centro emita las oportunas istrucciones de reproducción de la célu-

la, ellas incluyan lós datos introducidos de contrabando, que son los

del propio .\,it,rt; así que, cuando la célulase reproduce,.ya sus co-

pias sucesivas llevan en sí la reproducción del virus; que élde por sí'no

s"b. reproducirse a la manér" tradicional' porque los científicos

ni siquiera acaban de decidir si se trata 9 19 PropiaqeltS.de un ser

vivo; pero ni aun eso atenta a su realidad. Y con esas habilidades in-

formáticas de los virus, ya no les estraña a ustedes lo que les conta-

ba en la noticia Cde cómo al joven que había introducido informa-

ción subrepticia en la red informáticá del Pentágono se le identificó

enseguidaLomo virus; ni las fascinantes reorías, de que lavulgariza-

ción"Bles informa, de que, además de para causaf enfermedades, los

virus pueden servir p"i" org"rizar la vida toda del Planeta y .queotodas las bacterias están interconectadas por orgarusmos semeran-

tes a los virus en una sola asociación genética de escala mundialr.

Pero esa lógica condición informática de los virus,. que los tiempos

les imponer, rtorrtt" los cuales tiempos esramos aquí tratando de ha-

..r rrripo.o de contrainformación), no quita pTa q": se les vea (ésa es

h úniá prueba definitiva de realidad), aunque haya de ser por el elec-

trónico. ^Pues

bien, ¡qué vemos? Vemos estensiones de sustancia, más

o menos accidentadas o fluctuantes, en las que se destacan unos pun-

titos, coloreados en rubl o en esmeralda, según la onda que al electró-

nico le pongamos. Muy bien. Pero lo que no podemos ve.r es que esos

puntid r.ir lot Glusantes, y no, por ejemplo, deformac-iones concG-'rr,ir*..r

que a los tejidos les aparecen cuando sufren la alteración que

sea, así .o*o a la leche, cuando se corta, le salen unos puntitos amari-

llos, sin que a nadie se le ocurra que ahí están los culpables del acci-

dente. F.só no puede verse con microscopio de Dios que valga: porque

la diferenci".irtr. 'causd y tircustancia concomitantd no se ve, sino

que se decide en virnrd de otros intereses superiores.. . .Los cuales necesitan que los culpables sean individuos, y mejgr

cuanto más individuales. De ahí que el progreso de la noción de'causd o de

'culpable' haya sido a lo largo de toda_la Historia en el

sentido de la individuación, así en el campo de la Justicia como en

el de la Medicina.Para ello puede ser ilustrativa la historia de la palabra misma. Por-

que ¿se han'fijado ustedes lo diftcil que es pgner.en- Plural.esa.pala-

br", p"r" así poderle deducir un verdadero singular?: el.inglés ha te-

nido que inventar uiruses, y aquí, si no acudimos a los Artículos, no

,"b..áo, si hablamos de los virus o de un virus o simplementg de lo

Archipiékgo / 25

JFCARPETA

]ETA

'- Y es que esa vieja palabra indoeuropea' Iatín ui:rus' grlego

f indio ui:sás,nunca tuvo proplamente Plural ni Singular, ya <El progreso d¿ k

',r"i;q"; sígnificaba t'"'' toi"t como 'flujo espeso""'viscosi- ootióoZe

'causa' o de

¡'rr¿. ri-ofroro' (l;; ;;;"";s Io usan " ué"'ol* n"!'::*t 'f"b!7y-Y:1( a loffi;:;il;;;;;t, naturalmente' no contdnía aún esper-

U:-S: 4'ú !:¡ides causantes de

"á¿"1 y sustancias por el estilo' genéral- Hiitoria en el sentido

;;; nota de '' p"'Áiade insinuacióno penetración por d¿ k indiaiduación>

dos'. Quiere decitselue.esta situación del virus tttl:il-t:o:.:

"d";;;" h.,rlp" Ét 4gp como .1'' gT o flujo pestilente' un

¡. que l. entta a lá ciudad o cae sobre los campos'y tT cuan-

"""o (la noción de'causa' física se ilu:l'": como :uele :uT-

F**t i. r;i;;ái.; de'culpa'), no se había inventado todavía'

5ri¿iri. i^..r"i.r,ro d. nuestros recuerdos históricos ha

oé;r" que esa culpa indistjnta y flúida se concenttara' paÍa

ioud.n, .r, un .hiuá expiatorio, un pharrnahós humano entre

;;7'J¿"á; estaban f", ,"í.., dt áut'tt" Farmacia!)' "l glt-

;.:;;ñ J. i;t muros para librar a la ciudad del mal' Y

á."H lü;i.i"" y f" Cien^cia por la vía que el Derecho.y la

il* indicaban, hán tenido qt''t h"ttt gyre aquello',lo virus'

ñendo el estatuto de microbio' y por ende el de btcno' y por

d de persona, venga a ser víruses, y t"d" uno de los víruses un

, o".,ti"Ji"iJrrd .3-o usted y.o-o ro., s€. cuele por las pare-

c Ls células, organice en sus centros un lío tntormattco' o tun-

: de telefonirt" .rrtr. 1", b".t.,i", del Universo' y venga cada

is a ser responsable personal de Io que pasa'

,é ri .or, .*o, p"r".'f..,o, de medicinli dt remedio' q"t*l:

e claro que no es nada seguro que el buen método sea el de

.ot *d" vez más Potentes microscopios puntitos cada vez- - - , - - ^ z^ ) i - . iA . , ^A^" lo . r r r "e r le n t les t ros

minutos y centrar en virus individuados la causa de nuestros

;;;;:¿tá;rt eftcaz que volviérarnos a concebirlos como

ñ*-" á nqo indistinto {.i q.r. hubiera que intentar limpiarse

Eorro, de És aguas más frescas o contrainformáticas q"::-t !1^Pero, lo qr'r. .i en cuanto a política y desgobierno' pienso que

. se va eniendiendo un poco mejor ahora cómo.es que' al Paso

i.Ror, Ert"do y Capiti, necesiia cada vezmás-imperiosamen-

;;;i", p;bhciones en Masas, espesas y solidarias],tt Tt::'

[asas estén cada vez más estrictamentenecesita que esas IVstas de Individ'uos, cadavez más individuales y personales'

. l

"e, *,ís responsables y causantes, cada ulo y en conrunto.' nas-

día del Idei, en que' .t lrn" votación perfecta y sin asrcnciones'

,-" J. f"t uoi,rn,id., y causas individúales ve.ngl "..".t,1o

mismo

el Poder Costituido que gobierne las Masas de Indltduos'

Esre rexto, amablemente cedido pot el tttot a Archipiélago' rep.rodtrce tres anículos que se publicaron

prúrespectivame nte el27-7-8() li,Infor-".iOn y *ALt",'p. ló;'.1 t3-3-S9 ('1¿ culpa de los ürus'' p'

d 143-89 (,Individuos y *usai;;^;' 3t)' l" pttuliuidádes onográficas responden al expreso deseo

ZJArchipiélago / 25

CARPETA

Contra el diagnósticoEscuppno, RosseNr AnquÉs yAcusrfN G,qncÍa Carvo

La enfermedad más común es el diagnóstico.

Karl Kraus

Pronóstico, diagnóstico y otras profecías

)rta, a propósito de la lucha contra la enfermedad y contra. entender lo íntimo de las relaciones entre el conocimiento

L realidad y la previsión de lo por venir. Pues, en general, se creese practica el ionocimiento de lo que hay como medio para el

de modificarlo y subsanarlo; pero eso viene del error de conce-el tiempo como dotado de una flecha de sentido que va de loado a lo futuro, pasando por este momento en que hablamos de

uno y de lo otro; pero en verdad eso no es así: aI tiempo igualede tomárselo como una flecha de sentido inverso, el fin está ya

rito en los medios con que se le persigue, y el conocimiento

25 Archipiélago / 25

teórico de la realidad está necesariamente deformado y falsificado -

por la aplicación supuestamente práctica ala que aPunta; y el re-iultado d. esa confusión es sencillamente la paralización de 1o queestá pasando o se está haciendo y la confirmación de la realidad ¡por tanto, de la muerte siempre futura desde la que esta realidad seconsütuye.

Así, se cree que el diagnóstico de una enfermedad en un enfer-mo es un acto de conocimiento de una realidad que ya de por slestá dada, y que ese conocimiento va a servir para el tratamiento yposible .nt" á. la enfermedad en el futuro. Esa creencia es tan fal-i" para cualquier pensamiento desprevenido como necesaria para elmántenimiento de la realidad, de la que la enfermedad de los indi-viduos (y ocasionales pestes de masas de individuos) es, como sesabe, desde la expulsión del Paraíso, un constituyente indispensa-ble. Lo que el sentido común declara es que el pronóstico está yaen el diagnóstico y lo está, desde el futuro, determinando. Descrí-base "diagnóstico", según recomiendan los usos habituales del tér-mino, como udecisión, a partir de una cierta colección de sínto-mas, por la atribución al caso del nombre conocido de una enfer-medaáo; por ejemplo, se compila "fluidez nasal", "dolor de cabezi',"fiebre ligerd', "frecuencia de estornudos", "sensación penosa de ar-ticulacioñes" ¡ sacando el total, se declara "gripe" (o "influenza","flu'l, o el nombre que más satisfactorio parczcaen un estado socialdeterminado). Pues bien, es de sentido común hacer al respecto unpar de observaciones: una, que la determinación de los síntomas(ue forman el conjunto elegido (y la exclusión de otros no perti-nentes) está ya condicionada por el "diccionario" previamente esta-blecido, esto es, por el hecho de que se cuenta entre los ítems deeste vocabulario con un término , "gtipe" , el cual ya est^ constitui-do por una colección de notas o rasgos que lo definen (y que no sedispone ni siquiera de otros ítems como "subgripe", "semigripe","pluscuamgripe", ni otros que pudieran hacerle competencia ysémbrar la-duda en el diagnóstico, cosa que ya demasiado hacenotros vulgares, como "resfriado", "catafÍo", "constipado", que tantotrabajo dán cuando se les introduce y se pretende distinguir en eldiagnóstico entre un simple resfriado y una verdadera gt!pq). Iotrá, q.t. el curso posterior que se atribuye a la enfermedad delnombre elegido para ese caso por la decisión, est^ya conocido porla experiencia con otros casos (talvez incluso estadísticamente eva-luadi), es decir, que ese curso posterior, hasta sus diversas últimasconsecuencias, forma parte del nombre y conocimiento de la en-fermedad, y por tanto al paciente diagnosticado se le suministra yaun pronósticb sin más en el diagnóstico mismo, que sólo gracias alo consabido del pronóstico pudo formularse. Y esto se hace así ne-cesariamente, en contra del honesto desengaño que ya en el hipo-crático nno hay enfermedades sino enfermos, toma voz.

Archipiékgo / 25 26

CARPETA

el nombre, esto es, Ia ideade las enfermedades determina<Lo que el sentidocomitn d¿ckra es queel pronóstico está yaei el diagnósticoí

oEl nornbre, esto es,laidea d¿ Ia,enfermedad.esdáterrnina l¿realid¿d>

nóstico no-ha hecho más que descubrirlos; que, en fin, la reali-esá ahí sin que hagan falta sus nombres e ideas, o, mejor di-como si los nombres o ideas fuesen también nde la naturalezao,

igura los flujob orgánicos y movimientos involuntarios delté; pues nadie con Jentido común puede hacerse la ilusión dem"l y la idea que el diagnóstico han lanzado sobre un cuerpor ya de por ri en él como 66s¿ nde la naturalezy>, Y que el

r hace tanto que se ha descubierto que la realidad es idraly'más cosas ni enfermedades que las que están nombradas.nos habrá olvidado hasta qué punto el que los prójimos lo

ideren a uno, por ejemplo, idiota, lo vuelve realmente idiota,uurera más o menos definitiva. como en el caso del tonto del

r de antaño, en el que la enfermedad del deficiente mental oú, aparccíaplásticamente producida por la ideación conjuntanormales y responsables del lugar. Pero la otÍa vla, que por

diríamos más indirecta y por otro más directa, es la quea través de la comunicación del diagnóstico al enfermo por vía:iente y verbal, aunque más bien acompañada de una serie de

y prácticas que al enfermo han de resultarle más o menosrtés (análisis, consulta a la más alta autoridad del especialis-

nternamiento en centros caracterizados por títulos y letreros).comunicación del diagnóstico al paciente a través de su con-

| | f | | | r l r:a significa la persuasión o imposición de la fe, la del médico yiedid mayoriiaria, de modo que sea el paciente mismo el que

cargo de esa fe: una fe que no puede menos de ser alavezz" o desespetanza, optimismo o pesimismo, puesto que elico, el futuro, está ya, como decíamos, en el diagnóstico.

ien entiende así la práctica del diagnóstico en medicina sea volver a dar con un recuerdo común que está latiendo por

njo: que la enfermedad en sí es un hecho no sólo humano (ptes

los animales no humanizados no hay enfermedad), sino históri-(desde la expulsión del Paraíso), y consiste precisamente en larciencia. La enfermedad es la operación del alma (del yo real)

toma conciencia de aquello desconocido a lo que, desde en-llama (cuerpo)), y el tomar conciencia de ello lo corrompe

la idea de futuio (con su temor y su esperanza) en la que ella

, esto es, vive la muerte.Ya está previsto, claro, que ante todo esto se nos argtya que, al

con el progreso de la Bioquímica y el microscopio, tenemos

Archipiékgo / 25

una clase de datos que denuncian de manera t-ehacientc la entér- -

medad y justifican lá aplicación de su eriqueta: a sabe.r, la presencia

de bacilos o de virus. Pero es justamente esta Pletenston de encon-

trar un fundamento no ideadó, .*t.tno al nombre, para el diagnós-

;i.; i; que más claramente nos revela, en su actual fracaso, la idea

v fe que el diaenóstico necesita'' L"'.ondiciín idealde las enfermedades era talvez más difícil de

p.ábl en algunas enfermedades tradicionales, que parecían ofre-

cer caracteres sensrtivos tan fijos y precisos, como aquellas que se

referían especialmenre a los niíos: el sarampión, las paperas o ia es-

cariatina; irrnq.t., Por otro lad^o, ¿quién no se asombra de que un

""*U.. .o-o "'p.rie" pudiera funóion"r (como en la de Atenas o la

de Europa en eisiglo XV) con tantodesconcierto de síntomas pfe-

cisos, salvo el de la propia ̂ menazade muerte !:g'"{ .Pero, en todo ."ro, con el progreso de la Historia, los casos de

enfermedades más frecuente -y ieriamente- diagnosticadas han

venido a darnos muestras ilustres para este descubrimiento: ya,,Cáncet" efa un caso notable, y lo sigue siendo cada vez más, así por

la vehemencia con que se han busóado causas "naturales", esto es,

ajenas a su nombre (incluida hasta Ia presencia de los virus), como

por l" preeminencia del pronóstico mortífero, como constituyente'del

diaenósrico. pero, toáavía mejor, en este último decenio, con el

,i¿", ,-tfi nombre de tan tr.-.rrdó éxito, y no' por cierto, en su for-

Á" á.r"rrollada (porque nsíndrome de inmunodeficiencia adquiri-

J", .r" ., ,r.rd"á demasiado vago y tentativo, casi no designaba

nada), sino precisamente en la constitución de su sigla o abreviatu-

," .Áo .to*br.; Pues es casi inestimable (aunq": 14 vez cada dla

se declara más desáaradamente) hasta qué punto el sida ha consisti-

do en un diagnóstico (cargado de pronóstico) desde su Primera in-

vención .on "proróstico dé muertáinevitable y a corto plazo (azote

de Dios, restá,urador de las purgaciones y resucitador del preserva-

tivo), hasta sus formas insidiosai y ramificadas, qlre han permitido

hasta la constitución de los grandes gruPos marginados de sidosos'

Se cuenta que algunos diágnosti.ád* de "sida" y hasta algunos

diagnosticador d. "éáncer" hitt escapado a la condena implícita en

h d1agnosis gracias afaltade fe, gr".i"r a haber acertado, no se sabe

quizáí p". {,re ángeles, a no creer en el nombre ni, Por tanto' a

"'..pt"r'l"."'d.rr" d"e cuidados terapéuticos asociada con el nombre.

p"á¿. (y ojalá) que sea verdad-algo de eso' En todo caso. y por lo

pro.r,o,,rir'to ." q"e consisten las enfermedades, la faita de fe es lo

*á, ."rro de que-disponemos en este mundo, no en cuanto que

prometa curarnos delot males, pero sí en que-al menos, con suer-

i., "lg,rn",

veces, más.o menos' p":d: poner dificultades al estable-

cimiénto y progreso de la enfermedad'

Archipiékgo / 25 28

CARPETA

Entrevista con un especialista en Genética

Lago: ¿Cuál es e[ papel actual de la Genética en el

de las enfermedades?

¡. VíctorVolpini:.Tiene un papel enorme; primero, porque m-

sobre el diagnóstico de detelrminadas enfeimedades; segundo,

se puedé hacer un diagnóstico de portadores; y, tercero,

se fuede hacer un diqgnóstico prenatal. El diagnóstico ge-

se e^stá llevando a cabo actualménte con mucho éxito, que

en un más preciso y correcto asesoramiento médico'

¿Cree usted que el saber con años de antelación la posible

icia de on" .rrf.t-edad, es decir, una preuisión de antema-

ivorece la prevención? ¿O se trata más bien de una "enferme-

construidi', es decir, ot..to más en el que la Ciencia *fabri-

realidad a través de sulenguaje y saberes propios?

W.: No. Es totalmente al revés. El hecho de diagnosticar

ible cura. El aparato detecta lo que ya existe.

religiones?

I

antelación una enfermedad persigue' en la medida de lo posr-

nna preven ción. La realidad es li que .et, y la Medicina no in-

nok. Uno diagnostica lo que hay y.lo q.t. t..u.. .Hay enfer-

les hereditarias en las que no se puede actuar de ninguna tor-

dcamente, y si bién se realilan estudios de. investigación

os son confidenciales y la mayor parte de las veces no se

en en conocimiento de los pacientes, a menor que lo_ soliciten y

un estudio previo del perfil psicológico del interesado, pafa ver

rtaría que se le comunicara semejante notlcla.

: ¿La evolución del microscopio no es ya un.índice de esta:ticcióa puesto que cuanto más potente es el aparato, más

ilidades h"y d. vigilar células qoé h"sl1ese entonces se des-y, por óotttigü.ttte, detectir posibles y futuras enferme-

)r. v.v.: No. Ss detecta lo que existe preuiarnente. Detectar es Po-conocer y diagnosticar, lo cual abré el Paso a la actuacióny ala

29 Archipiélago / 25

CARPE,TA

Dr. VV.: Contestando a la segunda parte de la pregunta, hay NorAS:que decir que la Medicina no se asemeia pata nada a las profecías. 1 F^tt;-. .-) ]i" pr.d..tinación ár i"-"i"¡ir,-f'^qit d. lo que se ¿;;-;;; ,r{í'!"'andfattaciesinMedicine'cambiar un futuro probable, e inrentar que no se dé. Este peligrodebe estar .r-"r."áo y encautado d..rtro del ámbito de un iorr?.-

2' op' cit'' pp' 27-74'

to asesoramiento genético, para evitar decisiones precipitadas y 3. F.D. Hart, nThe importance oferróneas, como ocurrió con el ya mítico ejemplo de lá mujer qy: r: #:ii?:?, itr;!T:{'.'¡,X}lcortó los pechos porque le diagnosticaron un futuro cáncer. Si el t"uÁ, ii .Í¡.

"., and science ofresultado del diagnóstico es positivo, no hay problema, pero si es non-disease" NewEnglandJournal

negativo, sólo ha! q,r. .or.',r.ricárselo "l

p".i.nt. en determinadas '{r{'!:::Z::r{,1;'.}?Ít;!X;K

circunstancias, advirtiéndole además (v volviendo al caso anterior medades en: síndromes de imira-

de la señora) que el.hecho de quitarse los pechos.no significa que el ;T.|..li}:';,j[.lifi"ofi';cáncer diagnosticado no salga por algún otro lado.

*:**"*.:*Ji1*?:flnito y de hiperinterpretación del

* Entrevisra realizadapor Rossend, Arqués en junio de 1996. \-íctor \blpini examen objetivo'

es doctor especialista en Genética y trabqa en el Hospital Oncokisdco de Bell- 4. An&é Gorz-Michel Bosquet,vitge en Barlelona.

f;:!{:,i:;:t* Barcerona, 1e82

La gravedad del diagnósdco

El diagnóstico constituye la puera de ingcncl!¡Crr¡rrl- '

Gracias a él el mundo se divide en 'arin m.ff y 'cnfer-

mos"; mejor dicho constituye una de las Firiecb& qrrelas personas enfermen, puesto que ella -*-:::k-ryqena. porque provoca ese ripo <ie entffi'Ltrogénicas" ¡ sobre todo, porque es laye la capacidad de los individuos devida, imponiendo la interferencia ddcasos es benéfica.

Hoy incluso la medicina'crer-enre', ¡n[a relación directa y causal entre imedad. No hay más que leer el esrudbcos Petr Skrabanek y Tames Ipotencial negativo del diagnóstico. i¡"ciencia" médica, porque obl"iamentcconvertirse inmediatamente en algohonestos reconocen que sólo la mshacer un diagnóstico preciso, esmente los síntomas de los pacienter

Archipiélzgo / 25

CARPEIA

)fI ,)rrrdl

)-

tirud clara y segura por parre del médico parece ser útil desde el

punto de vista terapéutico, independientemente del tratamlento.'

En medicina, el áiagnóstico es importanrísimo porque de. él de-

:nde el futuro (t.t"pI" y pronósti.-o) d.l "paciente" -mejor di-

ro, de algún modo hace que el "Paciente" sea.proyectado en un

üturo" dé "curación" o de t'mu.rté"' que Para el caso es lo mismo,

que a partir de ese momento éste viva en función de ese."futuro"

se encuentre en manós de las únicas personas' los médicos, con

racidad iurídica y científica para legitimar ese estado l1to.lógi9o,El diaeióstico áédico suelé emitiise en base a la probabilidad

halhríe ante una determinada enfermedad. Este juicio se basa a

vez err la propia experiencia del médico, en los datos-objetivos

Lálisis, .t..) y en las ^convicciones,

los razonamientos y los proce-

rientos lógilos que éste acumula y realizapreviamente, y que de

equivocaáo, p.r.d.n comporrar un diagnóstico erróne1. El ¡e,

<El diagnósticoconstituye la puertade ingreso en laenfeñnedad,

o capítulo iel citado estudio de Skrában* f Magcormick

ina úna parte importanre de los_ errores de diagnóstico en que

:n caer los médiios a causa de los prejuicios sociales o perso-

(incluso inconscientes), los deseos de que las cosas vayan de

determinada manera, la preselección de los datos y las quime-

para defenderse de los cuales estos autofes recomiendan

nder a identificar las más mínimas señales de convicciones

rsonales presentadas bajo el asPecto de verdado2-Lo, erroie, de diagnósii.o poip"rte de los médicos suelen ser de

tipos: a) el diagñóstico d. ,rtt" enfermedad inexistente y.b) el

,o d. ,ro diagnosticar una enfermedad verdaderamente existen-

Algunos autores han clasificado los erfores di tipo a) en diversas. l

egonas. ror erempro, Dudley Hart clasifica.las enfermedades

ír...r.., .ru in"tó*icas, clínicas, derivadas de exámenes de Ia-

orio, derivadas de fármacos y psiquiátricas3. Estas últimas

ituyen un importante capítulo de los.efrofes de diagnóstico,

, qrl ntt" etiqueta de "enfermo mental" suele tener consecuen-

iniirriduales y sociales mucho mayores que las de una enferme-

ffsica y dada, por otra parte, la íntima relación existente entre

,-.dades físicas y ptobl.-as psíquicos' pese a que no sea ad-

nida por la mayoría de los médicos "ffsicos".En li mayor parte de los casos, el hecho de etiquetar al paciente

que ésie empiece a sentir algunos de los síntomas de esta en-

,á"d, "

p.t"i d. no padecerla (véase e-l caso de los afectos de

ertensióni. André Goiza recoge la conclusión aIa que llegaronmédicos Audy y Dunn después de examinar a 4.000 personas

según la.tti ubastaba con ittformar alapersonas sanas de su

o .Iírri.o para transformar al 90o/o de ellas en pacientes y Pro-en la maior parte de ellas la aparición o el empeoramiento de

)mas que Éabían ignorado hastá entoncesr. Se ha comprobado

.rr, -"yo, "r..rt.íi-o

laboral está relacionado de forma clara

Archipiélago / 25

CARPETA

conelhechodecomunicarundiagnóst icodehiper tens ión5.AlP1-_recer, los hipertensos a ios que se Juministra una terapia e.stán más NOTAS:

deprimidor'y ria.ttan más s?ntomas que los que.no la reciben6' La 5. nlncreased absenteeism lrommiyorí^de.lbs "etiquetados" presental ma¡ro1 _número de síntomas work after detection and labeling

y una gran rncapa.rJJf"¡" fot^, de la vida. Y quién no tiene a un of hvpertensive parients"' Neu En-

amigo al que el médico de turno h"y" ;irs;r1icado, p"ü;;;, {í;{ {:r:,'í! 'ofnMedicine' 2ee'

un"i.p"riris B ¡ entre impresionado y deprimido, al,poco ande ya 6. A. Sreproe-D. Mervire, -Mental

dándole vueltas al problema de su relactón con los demas a causa heatrh and hypertension", tazcer,de la posible infección ¡ sobre todo, a su futuro de enfermo y a un tl"]L11,_lt;n57-458; A. Losan,

,ro lai"no de muerto, no sin antes tener que pasar. un calvario o, '#:;'! health and hvpertensionn'

p.or,'rrrl infi erno de curación y_ asistencia fármaco-hospitalaria, en

i" q,r. se sentirá más un cone¡illo de indias en manos de estos "ex-

p.r'rár" de nuestra salud, que aprovechará¡ para inocularle ni dios

iabe qué en sus venas, que una persona a la (ue atender en sus do-

lencias.

¿P"o qué sirve, pues,.diagnosticar enfermedades que la medici-

na no cura srno que incluso" agrava? ¿Para qué sirve, por :jtlnpio'h"..r pasar un i.rfi.rno a personas que padecen enfermedades in-

curablés, a sabiendas que éstas permanecerán como personas sanas

las dos ,.r..r", partes^del tiempo que les queda de vida? Le sirve

"sólo" a la ciencia y aIa tecnológía médicas como uno de los um-

brales -quizás el -ár imporrante- por el que a los seres huma-

nos modernos se ,-ro, ,oÁ.ae y condena a \a "medicalización de

nuestras vid,as". nEl hombr. -ód.ttto -escribía Gorz- nacido en

el hospital, atendido en el hospital cuando está enfermo, examina-

do en'el hospital para comptob"t si está sano, es devuefto af hospÉ

t.l para ̂ oá. "r,

,"96. A*i.. ve desposeído de uno de los ríldmosfunidamentos de su-soberania en provecho de \as mismas megatns-

tituciones y megamáquinas q,r. reg,rl"n el resto áe t,, r'ráa., E\

diagnósticó .otrlit,ty. sobre todo una necesidad de esa rama de lo

qrrJt[i.h llama Némesis indusftial, que es prec.isamenrcIa Némesis

*¿d¡toque constiruye una atrofia de la organización social por la

cual la Áedicina deja de ser un medio para obtener la salud y pasa

a convertirse en un agente patológico.

32

I

Archipiélago / 25