TODAS NECESITAMOS UN MENTOR… ¡Y NECESITAMOS SER UN MENTOR!
Por Marilyn Casteel
No sé si el concepto de un 'mentor' es nuevo para ti...pero yo lo aprendí muy temprano en mi
camino cristiano. Necesitaba (y necesito) por lo menos a una mujer mayor para enseñarme la
vida cristiana en viva. Tito 2 nos dice: "Las ancianas deben enseñar a las jóvenes..." Yo busco
mentores para guiarme...aconsejarme...ser ejemplos para mi. Dios me dio una señora para
enseñarme cómo se ve la hospitalidad (¡Platicaremos más de Dorotea en otro articulo!)...otra para
mostrarme cómo dar enseñanzas bíblicas...otra para abrazarme y animarme (Sally, ¡con más que
90 anos de edad!)...otras para compartirme de su sabiduría. Es difícil pedir que alguien me sea
una mentor...hay un riesgo que no me quiera dar su tiempo...pero digo que vale la pena intentarla
y buscarla (siempre hay alguien más grande que yo).
También Dios me ha dado mujeres menores que yo (¡hay muchas!)...para que yo pueda
enseñarles "a amar sus esposos y a sus hijos” (¡hasta cómo hacer pan!). Pasamos tiempo juntas,
platicando, haciendo manualidades, orando, estudiando, yendo de compras. Por los años estas
jóvenes me han enseñando mucho también y soy 'mamá' a varias (¡con solamente una hija
carnal!). Hay mucha necesidad entre las jóvenes en nuestras iglesias por modelas de una vida
comprometida a Cristo (¡No ‘perfecta’, pero en proceso hacia él!).
¿Eres una jovencita? ¿Conoces a una mujer mayor y la estás mirando...viendo su vida con Dios?
Pasa tiempo con ella y aprende de ella, una santa preciosa. Compártele tus preocupaciones, dudas
y luchas y pídele a ella su consejo.
¿Eres una de las 'ancianas' de Dios? ¿Estás viviendo tu vida como un ejemplo de la mujer
virtuosa, con un corazón tierno hacia Dios y su gente? Busca a las jóvenes en la iglesia para
animarlas y enseñarles las bendiciones de una vida con Cristo.
Tito 2.3-4: “Las ancianas deben enseñar lo bueno y aconsejar a las jóvenes...”
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