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    en la margen izquierda del rio Uruguay; ellJamad 1 < " ,ocupado por indios y jesuiras. 0 emrono de las Siere Misiones,A pesar del acuerdo, no cesaron las controversias resUn acuerdo fechado en 1761 a I' I"" d d pecto de las fronteras del Sur,nuio e irata 0 eM d id 5 idde San Idelfonso (1777) restituyo' I _ 1 I a, n , egUJ amente, el Tratadoa os espano es as 5 1 t M' , Pportugueses mantuvieron sus pretensione' b C I~ isiones. or su par te, los

    1' Sso re 0 orua del S btt:glca para el contrabando de la 1 fd d ' , acramento, ase esrra-p ata tra a e Bolivia y d P' I'Aun con la del imitacion de las fi ' e eru por e no Parana.. ronteras, vastas region d I' bmente mexploradas u ocupadas . di es e pars esta an practica-d por InlOSque no tenian Iores. No existen mimeros confiables sobre la obI . , conta~to con os coloniza-colonial. Las cuencas realizadas a did dIP acton de Bras i l a fines del periodo. pe I0 e a corona frecuent I 'menores de srete aiios a los indi al . ernenre exc Ulana lose~ 1819 Brasi l tenfa c:rca de 3 , ~ 0 ~ l o ~ ~ : ~ :: ~ ~asta a los esclavos. Se calcula queeras de Minas Gerais Ri o de J . Bah' itantes, concentrados en las provin-, aneiro, ra y Pernamb dtancia. EI sur del pais era todavf '0 'r,' uco, en ese or en de impor-. a una regl n penrenca ..Desde el punro de vista racial, los datos existentes . , ,sugieren que los blancos representaban menos del 0para las principales pro~Incias

    En terrninos muy generales ' I 30 Y o del total de la poblacion., ese era e aspecro qu b B 'periodo colonial en 1 0 que s t: '. e presenta a rasil a fines dele renere a terntono y p bl " S h biarrastraban como cangreJ'os p II' I 0 acion. us a Itantes ya no seor e Itora, pero today' b740/0- en torno de los principal ra se concentra an -cerca del, es puertos exportadore I . .mas cosreras de Ri o de Janei Bah' n s y en e rnrenor de las capita-ro, ra, l-ernambuco y Paraiba.

    2. E l Brasil rnonarquico (1822-1889)L a c on s ol i da c i 6n de la independencia y fa c on str uc ci 6n d el E s ta d o

    Laconsolidacion de la independencia seprodujo en pocos afios. Las tropas porrugue-sas resistieron en la Provincia Cisplatina, de donde acabaron por retirarse en noviern-bre de 1823. Comenzarfa alii una larga guerra por la independencia uruguaya, peroahora contra los brasi lefios y no contra los por tugueses. Otro nucleo de confl icto selocalize en Bahia, donde los brasilefios terminaron par derrotar a los portugueses.

    En el plano internacional, los Estados Unidos reconocieron la independencia enmayo de 1824. Informalmente, ya era reconocida por Inglaterra, que estaba interesadaen garantizar eI orden en la antigua colonia portuguesa. De esta forma preservaba susventajas comerciales en un pais que, en ese momento, ya era su tercer mercado externo.EI reconocimiento pleno solo se retraso porque los ingleses intentaron conseguir queBrasil aceptara eI inmediato fin del r rafico de esdavos. Pero estuvieron presentes deforma directa 0 indirecta en la consolidacion de la independencia y sirvieron tarnbiende mediadores para eI reconocimiento de la nueva nacion por Portugal.

    Esto sucedio fina lmente en agosro de 1825, por medio de un tratado en el queBrasi l concordaba en compensar a la rnetropoli por la perdida de la ant igua coloniacon 2 mil lones de l ibras y en no aceptar la union de cualquier otra colonia. La nece-sidad de indemnizar a la corona portuguesa dio origen al primer emprestiro externo,contraldo en Londres por Brasil. La segunda clausula citada, en apariencia extrafia,se explica por el heche de que ciertos intereses brasi lefios l igados al comercio deesclavos estaban fuertemente implantados en algunas regiones de la costa de Africa.Cuando Ilegaron a Angola las noticias de la separacion, surgieron ali i panfletos irn-presos en Brasil que invitaban a Benguela a adherir a la "causa brasilefia". La preven-cion portuguesa no carecfa de fundamenro.

    * * *En la historiogarffa brasilefia eshabitual contraponer la relativa facilidad de la inde-pendencia de Brasil con e I complejo proceso de ernancipacion de laAmerica espafio-la, Se acennia tarnbien el hecho de que, mientras Brasi l perrnanecio unido, laAme-rica espanola se fragmento en varias naciones. Las dos observaciones esran interrela-cionadas, Sin embargo, en nuestra exposicion vamos a optar por separarias, ya que la

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    forma por la cual se manruvo la unidad ter ritorial se volvera mas clara luego delanalisis de los acontecimientos ocurridos entre 1822 y 1840.

    Para comenzar, cabe preguntarse si esa tradicion historiografica rodavia pue~esostenerse, pues no le falran objeciones. Sus crfticos sefialan que .la independencia.bajo la forma de union en torno a Rio de Janeiro, fue ~onsecuenCla. d~la lucha y ~ode un consenso generalizado. En esa lucha fueron vencidos los movirmentos proVlil-c iales autonomistas y aquellos que defendian lavigencia de la union con Portugal,como sucedi6 en Para.Las objeciones tienen el rnerito de llamar la atenci6n sobre el.h ech~ de ~ue elt ransite a la independencia de Brasil no fue paci fico. Pero no consiguen inval idar laconsraracion de que, una vez admirido el uso de la fuerza y las muert~ que estaprovo co, la consol idacion de la independencia se hizo ~n pocos afios y Sl~grandesperdidas. Mas aun, la emancipaci6n de Brasil no implico gra~des alterac.lOnes delorden social y econornico existente 0 incluso de laforma de goblerno. Brasil fue unamonarquia entre republicas, y const ituy6 un caso unico en la historia de AmericaLatina.Una de las principales razones de esa relat iva continuidad entre dos epoc~~ seencuentra en la llegada de la familia real a Brasil y en la forma en que ocurno elprocesode independencia. La apertura de los puertos es.tableci6.un puente entre lacorona portuguesa y los sectores dominantes de la colonia, especialmente con aque-110sque seconcentraban en Rio de Janeiro, San Pablo y Minas

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    blo" por el rey;debiendose entender por "pueblo" a la minoria de blancos y mestizosque podia votar y que tenia alguna participaci6n en lavida pol it ica.

    Una gran parte dela poblaci6n estaba excluida de las normas constitucionales: losesclavos. No hay referencia a ellos, a no ser lateralmente cuando sehabla de los libertos.Otro punto que debe tenerse en cuenta se refiere a la distan~ia manifiesta entre losprincipios enunciados y lapractica, Ciertamente, al organizar los poderes, definir lasatribuciones y garantizar los derechos individuales, la Constitucion representaba unavance. El problema esque su apl icaci6n serfa muy relativa , sobre todo en elcampode los derechos. A estes sesuperponfa la realidad de un pais donde incluso elconjun-to de la poblaci6n l ibre dependia de los grandes propietarios rurales, donde s610unpequefio grupo tenia instruccion y donde existfa una tradici6n autoritaria,

    La Constitucion de 1824 estuvo vigente, con algunas rnodificaciones, hasta el findel Imperio. Definio al sis tema pol it ico como monarquico, heredi tario y consti tu-c ional. EI Imperio tendrla una nobleza, pero no una aristocracia. 0sea, habria no-bles, debido a los t frulos concedidos por el emperador; pero esos t ftu los no sedanheredirarios, 10que hubiera dado origen a una "aris tocracia de sangre". La rel ig i6ncatolica romana continuaba siendo la religion oficial, perrnitiendose apenas el cultoparticular de las otras religiones.

    El Poder Legisla tive fue divid ido en Camara y Senado, previendose eleccionespara ambas partes, aunque con diferencias esenciales. La elecci6n para la Camara eratemporaria, mientras que la del Senado era vitalicia. En el caso del Senado, adernas,el proceso electoral seorientaba a elegir una lista triple por cada provincia, y elempe-rador podia elegir uno de los tres nombres electos. Esas restricciones hicieron que, enla practica, elSenado fuese un organo cuyos miernbros eran nombrados por elempe-rador con caracter vitalicio,

    El voto era indirecto y censatario . lndirecto, porque los votantes -analogos a laactual masa de electores- votaban en un cuerpo electoral, en elecciones lIamadas pri-marias. Pero era ese cuerpo electoral e l que finalmente e1egiaa los diputados. Por elprincipio del voto censatario votaban en las elecciones primarias los ciudadanos brasile-nos que tuviesen una renta anual de por 10menos 100 mil reis en concepto de bienesrafces, industria, comercio 0empleo. Estos eran los votantes que elegian al cuerpoelectoral-o sea, a los electores-, entre personas que, ademas de cumplir con los requi-sitos sefia lados, debian poseer una renta de 200 mil reis y no ser libertos . Para serdiputado, e lcenso subia a 400 mil reis y era necesario profesar la religi6n catolica. Nohubo una referencia explfcita a las mujeres pero en virtud de las normas sociales, eliasestaban excluidas de losderechos polfricos, Curiosamente, hasta 18821a practica adrni-tfa elvoto de un gran mirnero de analfabetos, habida cuenta del silencio de la Consti-tuci6n sobre el particular. .

    El~aisfuedividido en provincias, cuyo presidente eranombrado por e l emperador. Segarantlzaron los derechos individuales, entre ellos: la igualdad ante la ley,la libertad deculto (con las restricciones ya apunradas), lalibertad de pensamiento y la de expresi6n.

    Un importante 6rgano de la esrrucrura polftica era e l Consejo de Estado, com-puesto por consejeros vitalicios nombrados por el emperador y elegidos entre ciuda-danos brasi lefios con una edad minima de cuarenta afios (que era una edad avanzadapara laepoca), renta no inferior a 800 mil reis y que fuesen "personas de saber, capa-cidad y virtud". EIConsejo de Estado debfa ser escuchado en las "cuestiones graves ymedidas generales de laadministraci6n publica", como ladeclaraci6n de guerra, ajustesen los pagos 0en negociaciones en las que el emperador se propus iese ejercer lasatribuciones propias del Poder Moderador.La idea de la institucion de un Poder Moderador provenfa del escritor francesBenjamin Constant, cuyos l ibros eran lefdos por don Pedro y por muchos pol it icosde laepoca. Benjamin Constant defendia laseparaci6n entre elPoder Ejecutivo -cuyasatribuciones sedan patrimonio de los ministros del rey- y elpoder imperia l propia-mente dicho, lIamado neutro 0moderador. De esta manera , e l reyno intervendria enlapolftica y la adrninistracion cotidianas, pero tendrfa el papel de moderar las dispu-tas mas serias y generales, interpretando asf "la voluntad y el inreres nacional".

    En Brasi l, e l Poder Moderador no fue claramente separado del Ejecutivo. De ali ideriv6 una concentraci6n de atribuciones en las manos del emperador. En base a losprincipios constitucionales del Poder Moderador, la persona del emperador fue con-siderada inviolable y sagrada, sin quedar sujeta a ninguna responsabil idad. Entreot ras at ribuciones, podia nombrar a los senadores, d isolver la Camara, convocar aelecciones para sustituirla y aprobar 0vetar las decisiones de la Camara y del Senado.

    * * *Las acciones de don Pedro I , al disolver la Constituyente y decretar una Constitu-c ion , simbol izaron el predominio del emperador y de los bur6cratas y cornercian-tes -muchos de ellos portugueses- que formaban par te del drculo de sus Intimos.En Pernambuco, esos actos echaron lena a un fuego que venfa ardiendo desde 1817e incluso antes.

    En esa inquieta provincia tom6 Impetu la difusi6n de las ideas republicanas,antiportuguesas y federales. Como figura central de las crfticas al Imperio se destac6f ray Joaquim do Arnor Divino: f ray Caneca. El sobrenombre indicaba su or igenhumilde como vendedor de canecas en las calles de Recife cuando rodavia era unnino. Educado en el seminario de Olinda -que era un centro difusor de las ideasliberales-, se convir ti6 en un intelectual erudite yen un hombre de acci6n. EI dis-gusto provocado en la provincia por el nombramiento de un gobernador no deseadoabri6 el camino a una revuelra, EI 2 de julio de 1824, su jefe visible, Manuel deCarvalho, proclam6 la Confederaci6n del Ecuador. Casado con una norteamericanay gran admirador de los Estados Unidos, Carvalho fue una figura curiosa . EI mismodla de la aprobaci6n de la Consti tucion de 1824 -0sea , antes de la rebdi6n-, envi6un oficio al secretario de Estado norteamericano solicitandole el envio de una escua-

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    dra al puerto de Recife, que debia contrarrestar las amenazas a la libertad que deriva-ban de la presencia de navies de guerra ingleses y franceses. En el oficio invocaba lareciente doctrina que habia fijado el presidente Monroe, contraria a la intervenci6nde potencias europeas en America.

    Adernas de Pernambuco, la Confederaci6n del Ecuador deberfa reunir bajo laforma republicana Y federal a las provincias de Paraiba, Rio Grande do Norte, Cearay,probablemente, a Piauf y Para. Ellevantamiento tuvo un contenido marcadamenteurbano y popular, diferenciindose as f del amplio frente regional que caracteriz6 a laRevoluci6n de 1817, que habia sido l iderada por propietarios rurales y algunos co-merciantes. Laviajante inglesa Maria Graham -que estaba en Recife y mediaba paraintentar alcanzar un acuerdo entre las partes- compar6 el ambiente del palacio gu-bernarnenral ocupado por los rebeldes con elde la Convenci6n Nacional durante laRevoluci6n Francesa, aunque salvando las debidas distancias. Vio las dependenciasdel palacio tomadas por elementos populares -verdaderos sans-cu lo t t e s- de ojos desen-cajados y ofdos atentos a posibles traiciones y celadas.

    La Confederaci6n del Ecuador no pudo echar rakes y resistir militarmente elataque de las tropas del gobierno, y fue derrotada en varias provincias del nordestehasta acabar por complete en noviembre de 1824. EIcastigo a los revolucionarios fuemucho mas alia de las expectar ivas. Un tribunal manipulado por elemperador con-den6 a muerte a fray Caneca y a otros revolucionarios. EI fraile fue Ilevado a lahorca;pero, ante las rericencias del verdugo en ejecutarlo, termin6 siendo fusilado.

    Las marcas dejadas por la Revolucion de 1824 no se borrarfan facilmente. Dehecho, puede ser entendida como parte de una serie de rebeliones y revueltas ocurri-das en Pernambuco entre 1817 y 1848, Yque convirtieron a la provincia en un focogenerador de descontentos en el nordeste.

    EI recien creado Imperio brasilefio hered6 los problemas generados por la ocupa-ci6n de la Banda Oriental. En 1825 una rebeli6n regional procIam6 la separaci6n deBrasil y laincorporaci6n del futuro Uruguay a lasProvincias Unidas del Rio de la Plata.Ese hecho precipito la guerra entre Brasil y Buenos Aires en diciembre de 1825.

    La guerra fueun desastre rnilitar para losbrasilefios-que fueron vencidos en Ituzaing6(1827)- y una catastrofe financiera para las dos partes envueltas en ella. La paz fuealcanzada con la mediaci6n de Inglaterra, que estaba interesada en reanudar las tran-sacciones comerciales habituales que elconllicto habia interrumpido. Eltratado de pazque puso fin al enfrentamiento garantiz6 elsurgimiento de Uruguay como pais inde-pendiente y la libre navegaci6n del Plata y sus afluentes. Este ultimo punto era deinteres para las potencias europeas -especialmente Inglaterra-, asi como para Brasil.En el caso brasilefio seconjugaron razones de tipo geopolftico y econ6mico, ya que lanavegaci6n fluvial era la principal via de acceso a la regi6n de Maro Grosso.

    En el frente interne la guerra provoc6 el impopular y temido reclutamiento for-zoso de la poblaci6n. No obstante, para compietar las fuerzas del ejercito, elempera-dor decidi6 contratar tropas extranjeras. Redutadas en Europa con la perspecriva de

    convertirse en pequefios propietarios en Brasil, la gran mayorfa de esas tropas estabaformada por personas pobres que no tenian formaci6n militar profesional. Previsi-blernenre, no aportaron nada a la causa del Imperio durante la guerra. Por si estofuera poco, en julio de 1828 se arnotinaron en Rio de Janeiro algunos cientos dedesengafiados mercenarios alemanes e irlandeses. La situaci6n era muy grave y elgobierno sevio obligado a recurrir a la humillante protecci6n de dos navios inglesesy franceses.

    Los gastos militares agravaron los ya existentes problemas econornico-financie-ros. Si bien a 1 0 largo de la decada de 1820 aument6 considerablemente el volumenffsico de algunos productos de exportaci6n -como el cafe-, los precios del algod6n,cuero, cacao, tabaco e incluso del propio cafe tendieron a caer. Las rentas del gobier-no central eran insuficientes, ya que dependfan en gran parte del impuesto sobre lasexportaciones. En agosto de 1827, Inglaterra impuso un tratado comercial que man-tenia la tarifa del 15% sobre laentrada de sus productos, Posteriormente, esa medidase extendio a las demas naciones.

    Creado por don Joao VI en 1808, el Banco de Brasil comenz6 a tener dificultadesdesde 1821 -cuando antes de partir hacia Portugal el rey retire el oro que habiadepositado- y termin6 cerrando en 1829. Don Pedro recurri6 ala emisi6n de unagran cantidad de monedas de cobre, 1 0 que dio origen a falsificaciones y al aumentodel costo de vida, especialmente en los centros urbanos. Todavia no se uri lizaba elterrnino "inflaci6n", pero sehablaba de algo parecido cuando sealudfa a la "hincha-zon' del medio circulante.

    Fuera de la ciudad de Rio de Janeiro, el papel moneda ernitido por el Banco deBrasil y por elTesoro tenia inconvenientes para ser aceptado. En 1829, el papel mo-neda circulaba en San Pablo a un 57% de su valor nominal. Por otro lado, a 1 0 largode la decada de 1820 la moneda brasilefia se desvaloriz6 de manera continua enrelaci6n con la libra inglesa. Sibien eso favoreci6 las exportaciones, al mismo riernpoencarecio las importaciones de bienes de consumo, tan requeridos por las elites y porlos nacientes sectores medios urban os.

    EIdescontento profundiz6 las fricciones entre brasilefios y portugueses. Los por-tugueses, que controlaban buena parte del comercio al por menor, eran blanco privi-legiado de los ataques nativos. Aunque la lucha politica tenia relaci6n con la divisionnacional , no se resurnia a eso. En la epoca de don Pedro, la elite polft ica se dividiaentre liberales y absolutistas. Los absolutistas eran defensores del orden y la propie-dad, garant izados por un emperador que deseaban fuerte y respetado. Temian que la"excesiva libertad" pusiese en riesgo sus privilegios y aceptaban -en nombre del or-den- acciones imperiales contrarias a la legalidad. Ai igual que los absolutistas, losl iberales se encolumnaban tras la defensa del orden y la propiedad. Sin embargo,defendian la libertad constitucional como requisite de su realizaci6n y eran partida-rios de las "novedades", especialmente de lagran novedad de ubicarse en-oposici6n algobierno y al propio monarca.

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    Sea r=desconfiar delliberalismo, 0 por haber asumido cargos en la adrninistra-cion y recibido tftulos honorarios -profusamente concedidos por e I emperador--, 1 0cierto es que muchos miembros de la eli te brasi lefia se alinearon junto a don Pedro.No obstante, con eldevenir de los acontecimientos, los brasilefios fueron adhiriendocada vez mas a las crfticas liberales y los portugueses se apegaron a la figura delemperador. EI sent irniento ant ilusirano tuvo un fuer te poder movil izador en la po-blaci6n urbana y en el Ejercito. Flotaba en e I aire la sospecha de que don Pedrointentarla volver a los tiernpos del Reino Unido, sobre todo porque, con 1 a muerte dedon joao VI en 1826, se abria la posibilidad de que el asumiera tarnbien e I tronoportugues debido a su calidad de primogenito.

    EI Ejerciro se fue alejando del Emperador. Su base, que se reclutaba en los secto-res mas pobres de la poblaci6n urbana, estaba cornpuesta rnayoritariamente pormulatos que sufrfan con las malas condiciones de vida, el atraso en el pago de lossueldos y : Ladisciplina impuesta. La cupula estaba descontenta con las derrotas mili-tares y con la presencia de oficiales portugueses en los puestos de comando.

    "Loshechos se precipi taron a par tir de mediados de 1830. La caida de Carlos X enFrancia y e l comienzo de la Monarquia de Julio -tenida por liberal- repercutieron enBrasi l y fueron objeto de discusi6n hasta en elConsejo de Estado. En marzo de 1831subio la temperatura polf tica de Rio deJaneiro. El Emperador regresaba de un viajea Minas Gerais, adonde habfa sido recibido con la mayor frialdad. Para demostrarlesu apoyo, los por tugueses decidieron real izar festejos promovidos por la sociedadsecreta Columna del Trono. Hubo entonces una reacci6n de los brasilefios que gene-r6 los primeros tumultos, que se prolongaron durante cinco dias. A esto, s iguieronintentos de formaci6n de un nuevo ministerio y nuevas manifestaciones de protesta.Los comandantes militares brasilefios de mayor prestigio -como los hermanos Limae Silva, uno de ellos padre del futuro duque de Caxias- adhirieron a la revuelra.Finalmenre, el 7 de abril de 1831, don Pedro fue forzado a abdicar en favor de suhijo, el futuro don Pedro II.

    Si bien Brasil tendria ahora la posibi lidad de consagrar a un rey nacido en elpais,pasarfa casi una decada antes de que eso sucediera. EIpequefio Pedro tenia apenas cincoafios de edad cuando su padre abdic6 altrono y partio rumbo a Inglaterra sofiando conrecuperar otro trono, el portugues, que ocupaba su hermano don Miguel.

    ciertos temas que ocuparon el centro del debate politico: la cenrralizacion 0 descen-tralizaci6n del poder, el grado de autonornfa de las provincias y la organizaci6n de lasfuerzas armadas. Las reformas que realizaron los regentes son un buen ejernplo delas dificultades que presentaba la adopcion de una pracrica liberal que intenraraapartarse de los males del absolutismo. En el contexte brasilefio, muchas de las medi-das orientadas a flexibilizar el sistema politico y a garantizar las libertades individua-les generaron violentos conflictos entre las elites y favorecieron el predorninio de losintereses de grupos locales. Gran parte de estas cuestiones no llegaron a resolverse enla epoca regencial, porque la monarqufa centralizada recien pudo consolidarse hacia1850, cuando cesaron las ulrimas rebeliones provinciales.

    Para poder comprender las dificulrades del periodo es necesario sefialar un punto desuma importancia: la falta de consenso entre las elites en torno al orden constitucionalmas conveniente. Incluso tampoco habfa claridad sobre e 1 papel del Estado en tantoorganizador de los intereses generales dominantes. Paradefinir ese rol hubo ocasiones enlas que fue preciso sacrilicar los intereses especfficos de un dererrninado sector social.

    La tendencia polftica que resulto vencedora luego del 7 de abril fue la de losliberales moderados, quienes se organizaron, siguiendo la tradici6n masonica, en laSociedad Defensora de laLibertad y laIndependencia Nacional. Entre ellos habia unalto porcentaje de politicos de Minas Gerais , San Pablo y Rio de Janeiro. Tarnbienexistfa una significativa presencia de sacerdotes y de algunos egresados de Coimbra.Muchos de ellos eran propietarios de tierras y de esclavos. Dentro de esta corriente sedestacaron los nombres de Bernardo Pereira de Vasconcelos, magistrado minero edu-cado en Coimbra; del padre Diogo Feij6, nacido en San Pablo y futuro regente; y deEvarisro da Veiga, responsable por laedici6n en Rio deJaneiro de laAurora Fluminense,el mas importante peri6dico liberal de su tiernpo.

    En la oposici6n quedaban enfrentados los "exaltados", por un lado, y losabsolutistas, por otro. Los "exaltados" deferidfan 1 a Federaci6n, las liberrades indivi-duales y, en algunos casos, la Republica. Los absolutistas, lIamados caramurus,* lu-chaban por el regreso al trono de don Pedro I, contaban entre sus filas con muc~osportugueses y tenian altos puestos en la burocracia, el Ejerci to y el gran comercl~;Pero los suef ios restauradores no duraron mucho tiempo, ya que don Pedro I munoen Portugal en 1834.

    * * * * * *EIperfodo posterior a laabdicaci6n de don Pedro I sedesigna como Regencia porqueelpais fue regido por f iguras poll ticas que actuaban en nombre del emperador hastasu mayorfa de edad anticipada, en 1840. En un principio, los regentes eran tres; peropaso a ser uno a partir de 1834.

    El perfodo regencial fue uno de los mas agitados de la historia polft ica de Brasi l.En aquellos ailos, en los que estuvo en juego la unidad territorial del pais, hubo

    Las reformas del periodo regencial intentaron suprimir 0 reducir las atribuciones dealgunos 6rganos de la monarqufa, a la vez que trataron de crear una nueva formade organizaci6n militar, disminuyendo para ello el papel del Ejercito-

    T . "I" d 1" di feri 1 . europeos que se esrableclan enermine Uti r za 0 por os in Igenas para reerrrse a os pnmerosterri torio brasileno. [N. del T.)

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    En 1832 enrr6 en vigor eI C6digo de Proceso Criminal, que fij6 normas para laaplicacion del C6digo Criminal de 1830. EI C6digo de Proceso Criminal otorg6 rna-yores poderes a los jueces de paz, quienes ya eran e1egidosen las localidades durante elreinado de don Pedro I, pero que ahora podian apresar y juzgar a personas acusadasde cometer pequefias infracciones. AI mismo tiernpo -y siguiendo ahora e l modeloamericana e ingles-, para juzgar lagran mayorfa de los crfrnenes secre6la instiruciondel jurado, asi como tambien el h a be a s c or p us , concedido a personas detenidas ilegal-mente 0 cuya libertad estuviese amenazada.

    Una ley de agosto de 1834 Hamada Acto Adicional -porque hizo adiciones yalteraciones ala Constitucion de 1824- determin6 que el Poder Moderador no po-dia ser ejerc ido durante la Regencia. La misma ley rarnbien suprimi6 el Consejo deEstado. Si bien los presidentes de provincia continuaron siendo elegidos por eI go-bierno central, se crearon asambleas provinciales con mayores poderes, que sustiru-yeron a los antiguos consejos generales.

    Adernas, se legisl6 sobre el reparto de las rentas entre el gobierno central, lasprovincias y los municipios. Las asambleas provinciales fueron autorizadas a fijar losgastos municipales y provinciales, e incluso podian crear impuestos necesarios para laatenci6n de esos gastos, siempre y cuando no perjudicaran a las rentas que deb fan serretaudadas por el gobierno centra l. Una de las atribuciones mas importantes con-cedida a las asambleas provinciales fue la de nombrar y destituir a los funcionariospi ib licos. De ese modo, se ponia en manos de los pol it icos regionales un arma im-portante, tanto para obtener votoS a cambio de favores, como tam bien para perseguirenemlgos.

    Cuando comenz6 e l periodo regencial, el Ejercito era una insritucion mal organi-zada, vista con gran desconfianza por el gobierno. EImirnero de oficiales portuguesescontinu6 siendo importante aun despues de la abdicaci6n de don Pedro. Sin embar-go, la mayor preocupaci6n era la base del Ejercito, formada por personas mal remu-neradas, insatisfechas y proclives a aliarse al pueblo en las revueltas urbanas.

    Una ley de agosto de 1831 creo la Guardia Nacional, sustiruyendo asi a las antiguasmilicias. Esta ley era una copia de otra francesa del mismo afio. Te6ricamente, se pre-tendfa organizar un cuerpo armado de ciudadanos confiables, capaces de reducir losexcesos del gobierno centralizado y, al mismo tiernpo, las amenazas de las "clases peli-grosas". En la practica, se[eencomend6 mantener elorden en elmunicipio adonde eraformada. En casos especiales, tambien fue convocada para enfrentar rebeliones fueradel municipio y para proteger las fronteras del pais, bajo ladirecci6n del Ejercito.

    La Guardia Nacional estaba compuesta, de forma obligatoria, por todos los ciu-dadanos con derecho al voto en las e1ecciones primarias que tuviesen entre veintiun ysesenta afios. EIalistamiento obligato rio en la Guardia Nacional redujo los cuadrosdel Ejercito, pues quien perteneciese a ella era exceptuado del reclutamiento paraservir en el Ejerciro. Hasta 1850, los oficiales subalternos de la Guardia Nacionaleran elegidos por los propios integranres de la corporacion mediante una elecci6n

    presidida por eljuez de paz. Pero la realidad nacional y las necesidades de estableceruna jerarquia se sobrepusieron al principio elective. Las elecciones se transformaronen letra muerta y desaparecieron incluso antes de que la ley fuese cambiada.

    * * *Las revueltas del periodo regencial no se pueden encuadradar en un solo molde. Sibien todas ten fan que ver con las dificultades de la vida cotidiana y las incertidum-bres de la organizaci6n polftica, cada una de elias fue consecuencia de realidadeses~e~fficas, provinciale~ 0 locales. Muchas rebeliones se produjeron en las capitalesmas Impo~tantes y tuvieron como protagonistas a la tropa y al pueblo, sobre redohasta rnediados de la decada de 1830. En Rio de Janeiro hubo cinco levantamienrosentre 1831 y 1832. Fue justamente en 1832 cuando la situacion sevolvi6 tan seriaque elConsejo de Estado fue consulrado acerca de las medidas que deberfan tomarsepara salvaral e~p~rador ni fio, en casode que la anarquia seapoderase de laciudad yde que las provmcias del norte se separasen de lasdel sur.

    En contraste con esas revueltas, entre 1832 y 1835 se produjo la eclosi6n ~nPernambuco de la G ue rr a d os c ab an os . Este fue un movimiento esencialmente ruralque tar_nbien se diferenci6 de las anteriores insurrecciones pernambucanas por s~~on.tenJdo. Los cabanos agrupaban a pequefios propietarios, trabajadores del campo,indios, esclavos y, en un comienzo, a algunos sefiores de ingenio. En cierto senridoconsritufan una anticipaci6n de 10 que luego seria la revuelta sertanera de Canudos acomienzos de la Republ ica. Lucharon por la rel ig i6n y por el retorno del emperadorcontra los llamados "carbonarios jacobinos", haciendo una referencia critica a losrevolucionarios franceses y a las sociedades secretas liberales europeas del siglo XIX.

    De esa forma, los sectores pobres de la poblaci6n rural expresaban su descontentocontra aquel los cambios que no entendian y que eran muy distantes de su mundo.Dados los objetivo~ explfciros de larevuelta, los cabanos contaron con e l apoyo inusi-tado de los cornerciantes portugueses de Recife y de los politicos restauracionistas dela capital del Imperio. .

    Luego de una guerra de guerrillas, los rebeldes fueron derrotados por Manuel deCarvalho Pais de Andrade, quien fuera -ir6nicamente-la misma persona que habiaproc~a~ado en 1824 la Confederaci6n del Ecuador y que ahora era presidente de laprOVIllCla.

    Con posterioridad alActo Adicional sesucedieron: la C a b a na g e m en Para (I835-1840) -que no debe ser contundida con la G ue rr a d es c ab an os en Pernambuco-, laS a b i na da e n Bahia (1837-1838), laB a l a i a da en Marafi6n (1838-1840) y laFarroupi fhaen Rio Grande do SuI (1836-1845).

    EI surgirnienro de tantas revueltas en este perfodo puede parecer extrafio, sobretodo cuando se recuerda que muchas de las anriguas quejas de las provincias se diri-gian contra la cenualizaci6n moriarquica. AI final de cuenras, la Regencia inrentaba

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    ororgar alguna auronomia a las asambleas provinciales y tarnbien organizar ladistri-bucion de rentas entre eI gobiemo central y las provincias. Pero sucede que, alactuaren ese sentido, los regentes acabaron por avivar las disputes entre las elites regionalespor el control de provincias cuya importancia iba en aumento. Adernas, el gobiemohabta perdido el aura de legi timidad que derenraba, en principio, cuando habia unemperador en el rrono. Algunos consejos equivocados al presidente de provincia hi-cieron el resto.

    La Cabanagem esta llo en Para , una regi6n debilmente ligada a Rio de Janeiro.Alii, la estructura social no tenia la estabilidad de otras provincias, ni rampoco habiauna c1ase de propierarios rurales solidamente establecida. Era un mundo de indios,mestizos, trabajadores esclavos 0dependientes y de una minoria blanca formada porcomerciantes portugueses y unos pocos ingleses y franceses. Esa minoria se concen-traba en Belen, una pequefia ciudad de 12 mil habitantes , por la que encontrabasalida la modesta producci6n de tabaco, cacao, caucho y arroz.

    Un enfrentamiento entre grupos de la elite local acerca de la designaci6n delpresidente de la provincia abrio el camino a la rebel i6n popular. Fue proclamadaentonces la independencia de Para . Una tropa compuesta basicamente por negros,mestizos e indios ataco Belen y conquisto la ciudad luego de varios dias de lucha. Apar tir de alii, la revuelta se extendi6 al inter ior de la provincia. En el f ragor de lalucha, se destac6 el l iderazgo rebelde de Eduardo Angelim, un cearense de apenasveinriun afios que habia emigrado a Para luego de una gran sequia ocurrida en Cearaen 1827. Angelim inrento organizar un gobierno, nombrando como secretario a unsacerdote -una de las pocas personas capaces de escribir de manera fluida-.

    Los cabanos no llegaron a plantear una organizacion alternativa en Para, concen-trandose en el ataque a los extranjeros y masones, asfcomo en ladefensa de lareligioncato lica, de los brasilefios, de don Pedro II, de Pari y de la l ibertad . Aunque entre loscabanos habia muchos esclavos, no fue abolida la esclavitud. Angelim incluso repri-mi6 una insurreccion de esclavos.

    Luego del bloqueo de laent rada al rioAmazonas y de una serie de largos y cruelescombates, finalmente la rebelion fue vencida por las tropas legalistas. Belen rerrninopracticamente destruida y la economfa fue devastada. Secalcula que entre rebeldes ylegalisras murieron 30 mil personas, 0sea, cerca del 20% de lapoblaci6n estimada dela provincia.

    La Sabinada esdesignada asfpor derivacion del nornbre desu lfder principal, SabinoAntonio Barroso, periodista y profesor de la Escuela deMedicina. Desde laepoca de laIndependencia, Bahia habia sido teatro de varias revueltas urbanas, algunas de las cua-les fueron realizadas por esclavos 0 contaron con su participacion. La Sabinada cont6con una amplia basede apoyo -incluyendo a personas de laclase media y del comerciode Salvador-, agrupada en torno de ideas federalistas y republicanas.

    EI movimiento busco una salida de compromiso en relacion con los esclavos ,dividiendolos en nacionales y exrranjeros. Los cautivos criollos que hubiesen tornado

    las armas en defensa de la revolucion sedan liberados; el resto continuarta esclaviza-do. Los sabinos no consiguieron penettar en el Rec6ncavo, donde se encontraban lossenores de ingenio que apoyaban al gobierno. Luego del esrablecimienro de un cercopor mar y t ierra a Salvador, las fuerzas gubernamentales recuperaron la ciudad conuna larga lucha cuerpo a cuerpo que coste cerca de 1.800 muertos.

    La Bala iada rnarafiense cornenzo a partir de una serie de disputas entre grupos dela elite local. Las rivalidades desembocaron en una revuelta popular. Esta se concen-t ro en el sur de Marafion, junto ala fromera con Piaui , un area de pequefios produc-tores de algod6n y de cr iadores de ganado. Al f rente del movimiento esruvieronRaimundo Gomes, envuelto en la poli rica local, y Francisco dos Anjos Ferrei ra , dec~yo oficio -hacer y vender balaios-* derive el nombre de la revuelta, Ferreira adhi-ri6 a la rebeli6n para vengar la honra de una hija suya, que habia sido violada por uncapitan de lapolida. Paralelamente, alfrente de 3 mil esclavosfugitivos surgi6 un !idernegro conocido como Cosme (que carece de apellido en los relates historicos),

    Los bala ios llegaron a ocupar Caxias, segunda ciudad de la provincia. En suspocas proc1amas escritas constan vivas a la religi6n catolica, a la Constitucion, a donPedro II ya la "santa causa de laIiberrad", No son evocados alii temas de naturalezasocial 0 econ6mica, pero es dificil imaginar que Cosme y sus hombres no estuviesenluchando por su libertad personal, fuese ella santa 0no.

    Las distinras tendencias existentes entre los bala ios llevaron a desentendimienrosinternos. A su vez; la acci6n de las tropas del gobierno fue rip ida y eficaz, Los rebeldesfueron derro tados a mediados de 1840. A ello Iesigui6 la concesi6n de una amnistfaque estaba condicionada a la reesclavizacion de los negros rebeldes. Cosme fue ahorca-do en 1842. Al frente de las rropas imperiales figuraba un oficia l que tuvo presenciaconstante en los enfremamienros politicos y en las batallas del Segundo Reinado: LuisAlves de Lima e Silva, quien en la ocasi6n recibio el titulo de bar6n de Caxias.

    A miles de kil6metros del norte y dd nordeste, en Rio Grande do Sui, esrallo en1835 la G u er r a d os J a r ra p os 0Jarroupi lhas . Las expresiones Jarrapos yJarroupi lhas sonsin6nimos que significan andrajosos, genre vestida con harapos. Los J a r r a pos g a uch osrecibieron Oestesobrenornbre despreciativo de sus enemigos. Pero la verdad es que, sib ien sus t ropas podlan ser Jarroupi fhas , los dirigentes poco tenfan de eso, pues repre-sentaban a la elite de estancieros y criadores de ganado de la provincia.

    Desde los tiernpos coloniales Rio Grande do SuI era un caso especial entre lasregiones brasilefias. Por su posici6n geografica, formaci6n econornica y vinculos so-ciales, los gauchos tenfan muchos lazoscon el mundo del Plata , en especial con Uru-guay. Los jefes de grupos rnilitarizados de la Frontera -los caudillos-, que rarnbieneran criadores de ganado, tenfan muchas relaciones en ese pais. No solo posefantier ras alll, sino que rambien se unian a muchas familias de la elite por medio delcasamiento.

    El bala io es una cesra 0canas ta de rn imbr e. [N . del T .J

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    Por otro lado, y desde elpunto de vista del destine desus productos, la economfariograndense se vinculaba t radicionalmente al mercado interno brasi lei io. Era uncentro de cria de mulas que tuvo un importante papel en el transporte de rnercade-rfas en el centro y sur del pais antes de la construccion de los ferrocar riles . En elperfodo de renacimiento agricola de las ultirnas deca~as del siglo XVIII, lleg~ron colo-nos de lasAzoresque planraron trigo, que era consumido sobre todo en Brasil. Cuandose produjo la independencia del pais, este perfodo de expansion t riguera ya sehabraterminado debido a las plagas y a la competencia norteamericana.Se generalizo entonces la crfa de ganado, asf como tambien la transforrnacion dela carne bovina en charque (carne seca). EI charque era un producto vital, destinadoalconsumo de la poblacion pobre y de los esclavosdel sur y centro sur. Los criadoresde ganado y los charqueadores formaban dos grupos separados. Los criadores estabanestablecidos en la region de Campana, situada en la frontera con Uruguay. Loscharqueadores habian insralado sus industrias en el litoral, en areas de lagunas, don-de se ubicaban ciudades como Rio Grande y Pelotas, Adernas de t rabajadores y de-pendientes, los criadores y charqueadores utilizaban mana de obra esclava.

    Las quejas de Rio Grande do Sui contra e l gobierno central ten ian larga data. Losgauchos consideraban que, a pesar de la contribucion de la provincia a laeconomiabrasilefia, esta era explotada por medio de un sistema de pesados impuestos. Lasreivindicaciones de autonomia e incluso de separacion eran antiguas, y muchas vecesinclufan tanto a los conservadores como a los liberales.

    La Regencia y el Acto Adicional no bas taron para reducir el descontento. Lasprovincias que no podian sostener todos sus gastos recib ian recursos del gobi~r~ocentral, en parte provenientes de otras provincias. Esro sucedla antes del Acto AdICIO-nal y continuo despues de el. Rio Grande do SuI enviaba fondos para cubrir losgastos de Santa Catarina y de otras regiones en forma permanente.

    Sin embargo, la revuelta no consiguio unir a todos los sectores de la poblaciongaucha. Preparada por estancieros de la frontera y por algunas f iguras de la c1asemedia de las ciudades, obtuvo su principal apoyo de esos sectores. Los charqueadores,que dependian de Rio deJanei ro -mayor cent ro de consumo brasi lefio de charque yde cueros- sealinearon con e 1 gobierno central.

    Adernas de las quejas ya sefialadas, los estancieros ten ian razones especfficas dedescontento. Pretendlan terminar con latasacion de ganado en la frontera con Uru-guay, 0 por 1 0 menos reducirla, estableciendo la libre circulacion de los rebafios quetenian en los dos paises. A eso sesumaba elhecho de que ya poseian una organizacionmilirar basada en sus pequeiios ejerciros particulates, en los que detentaban un lide-razgo indiscutible, por 1 0 que consideraban como una peligrosa novedad lacreacionde la Guardia Nacional con cargos electives para los oficiales.

    Los forrapos contaron con el apoyo de algunos ofic ia les del Ejerciro que habianllegado recienternente a Rio Grande do SuI. En sus filasrambien sedestacaron por 1 0menos dos docenas de revolucionarios italianos refugiados en Brasil, entre los cuales

    el mas celebre era Giuseppe Garibaldi. La figura mas importante del movimiento fueBento Goncalves, hijo de un rico estanciero y con dilatada experiencia rnilirar en lasguerras de la region. Iste organize logias masonicas en la Frontera y utilize comoalternativa para su correspondencia secreta e I servicio postal de los masones.

    La lucha fue larga y se baso en la caballerfa, Garibaldi y Davi Canabarro lIevaronla guerra al norte de la provincia y asumieron temporariamente eI control de SantaCatarina . En 1838, en la ciudad de Pira tin i -ubicada en la region gaucha dominadapor los rebeldes-, fue proclamada la Republica de Piratini, cuya presidencia estuvo acargo de Bento Goncalves.

    La posicion del gobierno central se caracterizo alrernativamente por combates yconcesiones a los rebeldes. Por su parte, e1liderazgo de losforrapos estaba constituidopor personas de laelite y laregion donde luchaban tenia gran importancia estrategicapara el Imperio. A pr incipios de 1840, por ejemplo, el gobierno cedio a una de lasprincipales exigencias econornicas de los forrapos, y decreto una tasa de irnportaciondel 25% sobre lacarne salada venida del Plata que competfa con la nacional.

    Un paso importante hacia el fin del conflicto tuvo lugar cuando Caxias fue nom-brado presidente y comandante dearmas de la provincia , en 1842. II supo combinarhabi lmente una pol lt ica de ataque mil itar junto con medidas de apaciguamiento .Finalmente, en 1845, luego de lograr acuerdos con varios jefes rebeldes por separado,Caxias y Canabarro firmaron la paz. No era una rendicion incondicional. A los re-volrosos les fue concedida una amnistfa general, sus oficiales se integraron en el Ejer-c iro de acuerdo con su grade rni litar y e I gobierno imperia l asumio las deudas de laRepublica de Piratini.

    No se puede af irmar con certeza que los forrapos desearan separarse de Brasil yformar un nuevo pais junto con Uruguay y las provincias del Plata. Sea como fuere ,un punto de acuerdo entre los rebeldes era hacer de Rio Grande do Sui, por 1 0 me-nos, una provincia auronorna, con rentas propias, libre de lacentralizacion del poderirnpuesta por Rio de Janeiro.

    La revolucion forroupilha forzo a Brasil a poner en marcha en la region del Platauna polft ica exterior muy distinta de la t radic ional. Durante afios, Brasil se habiavisto obligado a no tener una polftica agresiva en el Plata , buscando acuerdos conBuenos Aires para poder asiocuparse de una revolucion en sus fronteras. EI fin de laFarroupi lha reactive las pretensiones brasilefias de mantener una fuerte influencia enUruguay, junto con los temores de que un mismo poder controlase lasdos rnargenesdel Rio de la Plata. Esos temores seacrecentaban en la medida en que Juan Manuelde Rosas, a l frente de Buenos Aires y de otras provincias argent inas, promovfa unatentativa de consolidacion del poder.

    Se forme entonces una coalicion ant irrosista ent re Brasi l, la faccion de los "co-lorados" -tradicionales aliados de Brasil en Uruguay- y las provincias argentinas deCorrientes y Entre Rios, que sehabian rebelado contra Rosas. L a presenci,a brasil~fiafue dominante en laguerra inic iada en 1851, cuando don Pedro II ya habfa asumido

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    * * *

    gobierno central, a excepcion de los jueces de paz. Aunque estes perdieron imporran-cia en favor de la policfa.

    En cada capital de provincia habia ahora un jefe de policfa nombrado por el minis-tro de justicia. En las parroquias y municipios se crearon los cargos de delegado ysubdelegado.* A ellos les correspondia ahora asumir muchas de las funciones que antesse atribufan a los jueces de paz, incluso las de juzgar pequefias causas criminales. Deesta manera, la policfa comenzaba a tener arribuciones que, en algunos casos, implica-ban no s610la investigaci6n sino tam bien el procesamiento y la aplicaci6n de penas.EI proceso de central izaci6n polfr ica y de refuerzo de la figura del emperador secomplemento con otro de los objerivos centrales del "regreso": la reforma de la Guar-dia Nacional. EIprincipio electivo, que nunca habia funcionado en lapractica, desapa-recio por cornplero. Los oficiales comenzaron a ser elegidos por el gobierno central 0por los presidentes de provincia, y seaumentaron las exigencias sobre las rentas nece-sarias para asumir los cargos. Se establecfa as! una jerarquia que garantizaba elreclu-tamiento de los oficiales en circulos mas restringidos. A partir de alii, la competenciaentre Guardia Nacional y Ejercito daba paso a una division de funciones. A la Guar-dia Nacionalle corresponderfa e I mantenimiento del orden y ladefensa de los gruposdominantes a nivel local, y al Ejercito, e I arbi traje de las disputas, la guarda de lasfronteras yel mantenimiento de la estabilidad general del pais.

    el t rono. Participaron del confl icto cerca de 24 mil soldados brasilefios, reclutadosprincipalmente en Rio Grande do SuI. Una vez garant izado el control de Uruguaypor los "colorados", lastropas rosistas fueron derrotadas en territorio argentino (MonteCaseros, febrero de 1852).

    Mientras las rebeliones agitaban Brasil, se iban definiendo las tendencias polfticas ene I nucleo dirigente. Surgian los primeros esbozos de los dos grandes partidos impe-riales: e 1 conservador y elliberal. Los conservadores sumaban a magistrados y buro-cratas, una parte de los propietarios rurales -especialmente de Rio de Janeiro, Bahiay Pernambuco- y a los grandes comerciantes, entre los cuales se contaban muchosportugueses. Los liberales agrupaban a la pequefia clase media urbana, algunos sacer-dotes y a propietarios rurales de las areas menos tradicionales, sobre todo de SanPablo, Minas Gerais y Rio Grande do SuI.

    Sin embargo, e I sistema politico todavia no se habia.estabilizado. En las eleccio-nes para la regencia unica, real izadas en abril de 1835, el padre Feij6 derrot6 a suprincipal competidor, Holanda Cavalcanti, propietario rural de Pernambuco. Pocomas de dos afios despues, en septiembre de 1837, Feij6 renunci6. Habia sufridopresiones del Congreso y se10acus6 de no emplear lasuficiente energia para reprimira los Jar rap o s , entre cuyos jefes se encontraba uno de sus primos.

    En lase1eccionessiguientes triunf6 Pedro deAraujo Lima, futuro marques de Olinda,ant iguo presidente de la Camara y sefior de ingenio en Pernambuco. La victoria deAraujo Lima fue el simbolo del "regreso". La palabra indica la acci6n de la corrienteconservadora, deseosa de "regresar" ala centralizacion polftica y al refuerzo de la auto-r idad. En ese sent ido, una de su s primeras leyes consisti6 en una "interpretacion" delActo Adicional (mayo de 1840),que retire a las provincias muchas de su s atribuciones,especialmente en 10referido al nombramiento de funcionarios piiblicos.

    * * *

    E I s eg un do r ei na d o

    Si bien los liberales obtuvieron beneficios de las medidas centralizadoras durante supaso por elpoder, no todo sucedi6 de forma arm6nica. Durante losprimeros afios dela decada de 1840, el gobierno imperial todavfa carecfa de una amplia base socialde apoyo. En mayo y junio de 1842 hicieron edosi6n revueltas liberales en dos pro-vincias que hasta ese momento se habian visto poco afectadas por rebeliones -SanPablo y Minas Gerais- y luego el conflicto se extendio al Valle del Paraiba, en laprovincia de Rio de Janeiro. Los grandes propietarios rurales se dividieron y tomaronpar tido por ambos bandos . En Rio deJaneiro ell ider de los rebeldes era Joaquim deSousa Breves,Jazendeiro de cafe y rambien elhombre mas rico de la provincia. Brevesseoponfa al gobierno por los intentos de este de evitar la evasi6n irnpositiva ligada alcafe y por las medidas de combate al trafico de esclavos.

    Algunos afios mas tarde, en 1848, estallo en Pernambuco la Revoluci6n P ra i e i ra .EI nombre deriva de un diario l iberal, elD i dr i o N o vo , cuya sede se ubicaba en la callede la Praia, en Recife. EIafio de 1848 no fue un afio cualquiera, ya que durante es teuna serie de revoluciones dernocraticas sacudieron a Europa. En Olinda y Recife serespiraba un aire al que varios afios arras un autor an6nimo -claro enemigo de lasrevoluciones- habia calificado como "maligno vapor pernambucano". EIvapor aho-

    Por una de esas paradojas corrientes en la polftica, no fueron los conservadores sinolos liberales quienes aceleraron elascenso al trono de don Pedro. AIser superados porlas iniciativas "regresionistas", promovieron en el Congreso laanticipaci6n de la rna-yorfa de edad del rey,valiendose una vez mas de una interpretacion forzada del ActoAdicional. De esta forma, Pedro II asurni6 el trono de Brasil a los 14 afios, en julio de1840, cuando todavfa era un adolescente.

    Las medidas relacionadas con el "regreso" continuaron luego de 1840. Asi, en1841, fue restablecido el Consejo de Estado y se modific6 el C6digo de ProcesoCriminal . La totalidad del aparato administrativo y judicial volvio a las manos del Anilogos a los cargos de comisario y subcomisario. [N. del T.]

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    ra estaba compuesto tarnbien por crfrica social e ideas socialistas. Antonio Pedro deFigueiredo constituye un buen ejemplo de un enrico social tenaz. Desde las paginasde su revista 0 Progresso -publicada entre 1846 y 1848-, serialo entre los grandesmales de laprovincia a la estructura agraria, que favoreda la concentraci6n de tierraen las manos de unos pocos propietarios, asf como rarnbien al monopolio del comer-cio por parte de los extranjeros. Las ideas socialistas fueron difundidas por personastan disfrniles como Louis Vauthier -arquirecto frances contratado por el presidenrede la provincia para embellecer Recife- y el general Abreu e Lima, quien afios mastarde escribi6 un pequefio l ibro t itulado 0 Socialismo. Claro que no se trataba delsocialismo deMarx -poco conocido entonces aun en Europa-, sino del de Proudhon,Fourier y Owen.

    Pero la Revoluci6n Praie ira no era una revoluci6n socialista. Sibien fue precedidapor manifestaciones contra los portugueses que provocaron varias muertes en Recife,su base rura! estaba constituida por senores de ingenio l igados al part ido l iberal. Laraz6n de su descontento tenia que ver con la perdida del control de la provincia amanos de los conservadores. El ruicleo urbano de los praie i ros -en elque sedestacabala FIguradel viejo republicano Borges da Fonseca- defendi6 un programa favorableal federalismo, que impulsaba la abolici6n del Poder Moderador, la expulsion de losporrugueses y la nacionalizaci6n del comercio al por menor, controlado en gran par-te por ellos. Una novedad destacable fue la defensa del sufragio universal sin la exi-gencia de una renta minima, aunque se rnantenfan entre las restricciones la edadmfnima para votar y ser votado. Alrededor de 2.500 hombres atacaron Recife, perofueron derrotados. Sibien la lucha guerrillera prosigui6 hasta 1850, no caus6 mayo-res problemas al gobierno imperial.

    Regencia.no hubo pract ica parlamenraria. futa se fue delineando a part ir de 1847,pero 1 0 hizo de forma peculiar y restringida. En ese afio, secre6 a traves de un decretola figura del presidenre del Consejo de Ministros, que era indicado por e I emperad

    Es~ figura. p~lftica era la que formaba el rninisterio, cuyo conjunto constitufa o;iConsejo ~e Mtnlstros 0gabinete, encargado del Poder Ejecutivo. Dicho sistema obliga-ba al gabtnete a conrar con la confianza de la Camara y del emperador para podermantene~se en e l gobierno. Se dieron casos en que la Camara forzo la implementaci6nde carnbios en lacomposici6n del Consejo de Minis tros. Pero el Poder Moderador lepermitia alemperador ~etent~r una .suma tal de atribuciones que, aun en la faseque vade 1850 ~ 1889, es posible diterenciar clararnenre a!sistema politico imperial del par-lamentansmo. Cuando.la Camara no apoyaba el gabinete de su preferencia, el ernpera-dor usaba las prerrogattvas del Poder Moderador. En ese caso, disolvfa la Camara des-pues de escu~har al Consejo de Estado y convocaba a nuevas elecciones. Dado que elp~o del gobierno : r a muy.grande en las e1ecciones, el emperador conseguia e1egirunaCamara que estuviera en sintonfa con elgabinete elegido por el.

    Ese mecanismo perrnitio lasucesi6n de treinta y seis gabinetes en cincuenta afios,~on.un promedio de duraci6n de un afio y tres meses. Aparentemente, eso seria untndl~ador de .g~an inestabilidad. Pero de hecho, y a pesar de las crisis, el sistemapolitico permirio ls alternancia en elgobierno de los dos principa!es partidos. Para elque quedaba en la oposicion, cabfa siempre la esperanza de ser lIamado a gobernar ,De esta forma, no fue necesario recurrir a las armas.

    * * *

    * * * En la decada de 18_30quedaron consriruidos lo s dos grandes partidos imperiales: elConservador y eI LIberal. Pero, lexistian dlferencias ideo16gicas 0 sociales entre ellos?En elfondo, (no se rrataba de dos grupos casi identicos, separados apenas por rivali-dades p.ersonales? Fueron muchos los conremporaneos que afirmaron eso. AI respec-to, sehizo celebre una frase atribuida al politico pernambucano Holanda Cavalcanti"Nada se parece mas a un saquarema que un luzia en el poder". Saquarema era elsobrenom?re dado a los conservadores durante los primeros afios del Segundo Rei-nado, denva~a ~e 1 m~nicipio f luminense de Saquarema, donde tenfa una Jazendauno de los principales jefes del partido, elvizconde de Itaboraf. A su vez, Luzia era elsobrenombre de los liberales, y aludfa a la Villa de Santa Luzia, en Minas Gerais,donde comenz6 la Revoluci6n de 1842. La idea de la no diferenciaci6n de los parr i-dos parecerfa confirmarse tam bien por e I hecho de que fue frecuente el paso de figu-ras poli ticas de un campo alotro.

    ~ considerar esra cuesti6n debemos tener en cuenra que, en gran medida, la~olftlca.del perfodo -y no s610 de el- no se hacia para alcanzar grandes objerivosIdeol6g1cos. Llegar al poder significaba obtener prestigio y beneficios para sfmismo ypara los allegados. En las elecciones no se esperaba que e l candidato cumpliese con

    La Praie i ra fue laultima de las rebeliones provinciales. La integraci6n de la provinciaal orden imperial marc6 tarnbien el fin del ciclo revolucionario en Pernambuco, quese habia iniciado en tiempos de la guerra contra los holandeses.La s elites imperiales venfan tratando de formalizar reglas de juego pollrico desdebastante antes de estallar 1 a Revoluci6n Praie ira . EI amplio acuerdo finalmente al -canzado contaba entre sus puntos basicos elrefuerzo de la FIguradel emperador -pormedio de la restauraci6n del Poder Moderador y del Consejo de Estado- y un con-junto de normas escri tas y no escri tas. Estas ult irnas consri tufan 1 0 que en formadeliberadamente vaga se designaba como "el espfritu del regimen". Comenz6 a fun-cionar entonces un sis tema de gobierno semejante al par lamentario; pero que, sinembargo, no se confundla con elparlamentarismo en el preciso sentido de la expre-si6n. Para comenzar, laConsrirucion de 1824 no tenia nada de parlamentaria. Segunsus mecanismos, el Poder Ejecut ivo era l iderado por el emperador y ejercido porministros de Estado nombrados l ibremente por el , Durante e l Primer Reinado y la

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    88 HISTORlA CONCISA DE BRASIL EL BRASIL MONARQUICO (1822-1889) 89. aricas sino con las promesas hechas a s us partidarios. Conserva-conslgnas program , . . I ald lib al s utilizaron los mismos recursos para lograr sus victor ias e ector es,ores y 1 er e .. . deci Idi d C ores a los amigos y empleando la violencia con los in ecisos y osonce len 0rav .

    d . D esa forma la division entre ambos tenia mucho de una disputa entreversanos. e II ,clientelas opuesras en busqueda de ventajas 0 por ~asmigajas ~el p~der.

    A1mismo tiernpo, lapolftica no quedaba reducida al mero lnteres pesonal, ya quelaeli te pol frica del Imperio debla enfrentar -en un plano mas amplio- los ~randesternas de la organizaci6n del Estado, las libertades piibl icas, la representacion y laesclavitud. Los distin~os pun~os de vist~,sobre, e~os:ema~, ~tendrf~n.~u co~relato e~lasdivisiones parridarias? Y,Sl es o ocurno, ~que significarfan esas divisionesi Por m~recer un tratamiento especial, dejaremos para mas adelante elproblema de laesclavi-tud y nos ocuparemos ahora de las otras cuestiones. . . ., .

    El tema de lacentralizaci6n 0 ladescentralizacion del poder dividio efectivamente aconservadores y liberales. Sin embargo, en la practica esa division s610 fue relevan~edurante ladecada de 1830, cuando las dos tendencias todavia no llegaban a ser pa:tI-dos, Las medidas relativas al "regreso" y la mayorfa de edad de don Pedro -que ha~lansido promovidas por los mismos liberales- sefialaron lavictor~a.~elmodelo centraliza-dor. De allf en adelante, ambos partidos adherirfan a esa POSICion,a pesar de que losliberales insistiesen en defender la descentralizacion (de la boca para afuera).EI Partido Liberal levant6 las banderas de la defensa de las l ibertades y de unamayor representaci6n polftica de los ciudadanos. En esto hubo una evolucion de lasposiciones del partido. Asi fue que recien a parti r de la decada de. 1860 esros temasganaron fuerza, junto con la reedici6n de las propuestas descentrallzador~s. En 1870se organiz6 e!llamado Nuevo Partido Liberal, alque sesumaron conservad~~es c~moNabuco de Araujo y Zacarias de G6is. En su programa se planteaba la e!.eccl~n direc-ta en las grandes ciudades; el Senado temporario; la r~du~ci6n de las a~~lbuclOnesdelConsejo de Estado; la garantfa de la libertad de conc~encla, de educacion, de comer-cio y de industria; y la abolici6n gradual de la esclavitud. .

    Si existfan ciertas diferencias ideol6gicas entre los dos partidos, cabe preguntarsecual era su causa. A1analizar la composici6n de los ministerios imperiales, el historia-dor Jose Murilo de Carvalho llega a algunas conclusiones interesantes. SegUn el=-sobretodo en las decadas de 1840 y 1850-, el Partido Conservador representaba una coa-lici6n de propietarios rurales y bur6cratas del gobierno, a la que se uni6 un sector. degrandes comerciantes preocupados por las revuelras urbanas. Po~ su lado: el PartidoLiberal reunfa fundamentalmente a propietarios rurales y profesionales liberales.

    Una importante diferencia tenia relacion con la base regional de ambos partidos.Mientras que los conservadores contaban con mayor sustento en ~asprovi~cias ~eBahia y Pernambuco, los liberales eran mas fuertes en San Pablo: Minas Gerais y Ri oGrande do SuI. El coraz6n de la polftica centralizadora defendida por los conserva-dores era la union entre burocratas, entre quienes sedestacaban los magistrados y losgrandes propietarios rurales fluminenses.

    Los duefios de la t ierra fluminense -estrechamente vinculados a la cor te por lageograffa y por sus negocios- asumieron laconcepci6n de un imperio esrable y uni-ficado, originaria de la burocracia parlamentaria. A su vez, e l sector de propierariosrurales de Bahia y Pernambuco que pertenecfa al Partido Conservador habia vivido _y todavia esraba viviendo-Ia experiencia de las luchas por la autonomia regional concontenido popular . Esta era la raz6n principal para dar su apoyo a la idea de ungobierno central investido de gran autoridad.

    En un primer mornenro, las propuestas liberales de descentralizaci6n partieronde San Pablo y Ri o Grande do Sui, donde existia una rradicion de autonomia de laclase dominante regional. En el caso de Minas Gerais, elliberalismo provenfa tantode los propierarios rurales como de la poblacion urbana de las viejas ciudades surgi-das con la exploracicn min era.

    Por otro lado, la presencia de profesionales urbanos en el Partido Liberal tendrfacomo consecuencia la incorporacion de temas tales como una mayor representacionyel enfasis en elpape! de la opinion publica. Pew esa presencia s610se volvio signifi-cariva a partir de ladecada de 1860, con eldesarrollo de las ciudades y elaumento delnurnero de personas con educaci6n superior.

    Por ultimo, recordemos que hacia 1870, especialmente en San Pablo, las trans-formaciones socioecon6micas habian generado una clase basada en la producci6ncafetera, que asumio de forma consecuente uno de lo s principales aspectos de ladescenrralizacion. la defensa de la autonornfa provincial. A1rnisrno tiernpo, surgiauna nueva convicci6n entre grupos de distinta base social, como esa burguesia cafe-tera y la clase media urbana: la certeza de que las reformas descent ra lizadoras y laarnpliaci6n de la participaci6n politica no podian generarse dentro del marco de la rno-narquia. Nacfa asf el movimiento republicano.

    * * *~Porque Brasil no se fragmenro y consigui6 mantener la unidad territorial que veniade los tiempos de la colonia? Las rebeliones provinciales y las incertidumbres entorno a la forma de organizar el poder central indican que la unidad del pais noestaba garantizada cuando se proclamo la Independencia. La unidad fu e producto dela resolucion de los conflictos por la fuerza 0 por lahabil idad, asfcomo del esfuerzode los gobernantes para construir un Estado centralizado. Pero no cabe duda que, enese proceso, lahip6tesis de la separaci6n de las provincias siempre fue menos proba-ble que la de lapermanencia de Iaunidad.

    Dentro de la historiografia brasilefia este tema es objero de controversias, habien-do explicaciones antag6nicas que enfatizan desde los elementos socioculturales hastala naturaleza de las elites. Aun as! no es imposible sinrerizar esas explicaciones. Desdee l punto de vista estructural, e l sistema esclavista constituye e l elemento explicarivofundamental. EI interes por el mantenimiento de la esclavirud lIev6 a las provincias

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    EL BRASIL MONARQUICO (1822-1889) 9190 HISTORJA CONCISA DE BRASIL

    L a e str Uc tur a s oc ie co n6 mi ca Y fa esclavi tud

    nian unos a otros. En un marco de ese ti 0 .fuerte era quien tenia condi . p prevalecio la ley del mas fuerte. EI m ascrones para man ten I' Ijando a los poseedores sin recurso derse en a tierra por a fuerza, desalo-IS, contratan 0 buenos b d b dces y egalizando asf la posesio n d I . a oga os, so ornan 0 jue-e as tierras

    Para instalar unaJazenda de cafe elfi 'J. *6 . ' azenaetro renf ali . .ru icatrvas que incluian la tal d I b I . a que re izar inversrones slg-. al . a e osque, a preparacion d I' I' bins t a ciones y la compra de I Ade rnas.si e a tierra, a stern ra, lasesc avos. emas Sl bien el af I-0sea, la planracion no precisa ser d' I c eto esuna p anta perenne'I renova a en e corto pi I .so 0 pueden recogerse lue d ~ azo-,as pnmeras cosechas. go e cuatro anos. En un .para la instalacion de unaJazenda h b p~l~er momento, los recursosah parecen a erse ongmad .. alorro obtenido con la gran expan i' d I' 0 pnnClp mente en ela Brasil. Con elcorrer del riernpo slon. e co.merclo, lue.gode lalIegada de don joao VIb d

    ' as inversiones tarnbien prov f d Io teni as con la propia producci' d ' . en an e asg ananciasrados por el fin del t rafico de escl:~os~ ca e y,a pamr de 1850, de los capirales libe-Durante casi todo el peri d ,. Itecnicas bastante simples. A1guoasr:onarqUl~o,. e cdultivode cafe se realize empleando. e esas tecrucas e uso del su I b d dtonas- existen hasta e I dfa de h La d . , e 0 - astante epre a-. , oy. pro uccion eraextensiva t h bf . ,mteres 0 preocupacion poria prod ivid d d I . ' es 0es, no a ra nmgunuctrvi a e a tierra Un d Iausencia de abonos y de otros cuidad df I' . a vezagota 0e suelo por la

    I . os, se exten ra e culrivo a ' da antlgua zona abandonada 0 destin d al I' d al i nuevas areas, que andoL . a a cu tlVO e imentosos mstrumentos de trabajo basicos de la I' ,-azada y la h oz. Los esclavos se ada taron g~an ex~ otacron ~a:etalera fueron lajador rural brasilefio y las condi . p a es~s6 errarnrentas rradicicnales del traba-iciones topogra teas del valle dIP Ib Csu uso. La utilizacion del arado p I fi J d e arai a Iavorecieron

    1870or os nzenaetros e cafe recien segen al i la h ., en las zonas nuevas de S P bl er izana aciaan a o.

    Dejando a un lado los casos excepcionales las rare dguiente manera. Una vez talado el bos "1' b as se esarrollaban de la si-b I que, se Uti iza a parte de la m drna a e resto. EI plantfo se hacfa por medio de mudas .a era y.se que-los Jazendeiros ni siquiera alineaban SI'gu' d que, en los pnmeros [lempOS,hil . len 0 una costurnbre antill I1 eras de cafetos recien plantados se intercalaban cultiv d ~ .antll ~a, entre asporoto negro mafz y mandioc Es " I os e s u sistencia, tales como, a. ta practlca no so 0 pe ., I .. ,da para los propierarios, sus dependientes I I rml.tla a provIsIOn d e corni-ventaja de proporcionar la sombra necesari y ~s es~avos, sino q.ue.adernas tenia la

    EI tratamiento dado al cafetal consisdal:a: ~ p antas e~ crec~mlento.para elirninar las hierbas dafiin C d I bsolo en carpl r la t ierra a su al rededorvos realizaban lacosecha manu~s. uanSo ealarIusto cornenzaba a producir, los escla-mente. ec cu aque en lasexplotaci fl .un esclavo traraba en promedio d 4 '1h'l aciones urrnnensescuidados La s tecnicas de d ~o rm asta 7 rnr cafetos, 10cual no indica muchos. pro UCCIn y de benefici . d ialembolsado con destine ala . 'I 0 eran prem ustri es. Luego de serexportaclon, e transporte del cafe tambien se caracterizaba

    * Es e l propietario de laJazenda. [N. del T.]

    mas importantes a desechar las al ternativas de una separaci6n del Imperio , ya queesto las debiliraria enormemente frente a las presiones internacionales antiesclavistaslideradas por Inglaterra. A I mismo tiempo, Inglaterra apoy61a unidad de un pais queno solo constituia su mayor mercado latinoamericano, sino que tam bien se presenta-ba como una monarqu{a estable rodeada de republicas turbulentas.A suvez, la formacion de una el ite hornogenea -educada en la Facultad de Dere-cho de Coimbra y luego en las facultades de Olinda, Recife y San Pablo- , con unaconcepcion jerarquica y conservadora, favorecio la implementaci6n de una pollticacuyo objetivo era la construcci6n de un imperio centralizado. La circulacion de esaelite por el pais, que ocupo puestos administrativos en diferentes provincias, la inte-gr6 al poder central y redujo su vinculacion con los diferentes intereses regionales.

    La gran novedad de laeconomia brasilena de las primeras decadas del siglo XlX fue elsurgimiento de la produccicn de cafe para la exportacion. La introdUccion del cafetoen Brasil sedebe a Francisco de Melo Palheta, quien en 1727 llevo a Pad. las primerassemillas de la planta. Urilizado en el consumo domestico, elcafe llego a Rio de Janeirohacia 1760, mezciandose a los pequefios culrivos de quintas y huertas situados en losalrededores de la capital de la colonia.Sin embargo, las condiciones requeridas para su primera gran expansion comercialse dieron en elextenso valle del rio Paralba, que atraviesa gran parte de Rio deJaneiro yde San Pablo. EIarea era bien conocida y desde laepoca del auge minero estaba cruzabapor algunos caminos y senderos que sedirigfan a Minas Gerais; habia alii t ierra virgendisponible y un clima favorable. Adernds. ya pesar de que el transporte era precario, laproximidad del puerto de Rio deJaneiro facilitaba lasalida del producto y los contactospara la obtencion de credito, la compra de mercaderfas, etcetera.La instalacion de lasJazendas* se dio segun laforma tradicional de la gran propie-dad, con la uti lizaci6n de fuerza de t rabajo esdava. Como 10 demostrarfa luego elejemplo de Colombia, no era imposible producir cafe exportable en pequefias unida-des productivas. Sin embargo, en el contexto de las condiciones brasilefias de accesoa la tierra y organizacion y provision de la rnano de obra, acab6 por imponerse lagran propiedad.La historia de laecupacion de last ierras siguio un padron que venia del pasado yque se reperiria a 10largo de la historia de Brasil. Habla muchas tierras inexploradasy una total indefinici6n de los llmites de las propiedades. Los tfrulos de propiedad -encaso de que existieran- pod ian ser cuestionados, ya que, entre otras cosas, sesuperpo-

    En este contexto, J a zmda hace r efe rencia a la p lancaci 6n es clavi st a, 10que i nd ic a una f orma deorganizaci6n de la producci6n mas definida y homogenea que lahacienda. [N. del T.]

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    por su precariedad. Antes de la construcci6n d e l ferrocarril. el transporte a los puertosera hecho por tropas de burros, a cargo de un gufa y troperos esclavos. Las tropasrecorrfan los caminos que iban del valle aRiodeJaneiro varias veces por afio. A la idacargaban la produccion de la Jazenda y a la vuelra trafan provisiones como bacalao,charque, tocino yherramientas. Con el tiempo, losJazendeiros fueron comprando tam-bien muebles y piezas de lujo, como cristales y porcelanas,

    Un personaje importante en la comercializacion del cafe era el comisario. Ubica-do en los puertos -en un principio en RiodeJaneiro y luego tambien en Santos-,actuaba como intermediario entre productores y exporradores, al recibir la rnercade-rfa para venderla a los exportadores en e l mornenro oportuno. EI comisario provefabienes de consumo e instrumentos al Jazendeiroa cuenta de la mercaderfa que Ieeraentregada 0 que Ieiba a ser entregada, y ganabacomisiones sobre e I negocio. De estaforma se estableda una relacion de confianzaentre el Jazendeiro y e I comisario. Esteultimo abrla una cuenta corriente donde figurabanlos creditos y debitos del otro. Enciertos casos la relacion llego hasta el punto deque algunos comisarios guiaran a susclientes en la visita a lacapital u orientaran aloshijos de estes que iban a estudiar allf.Por 10 general, productores y comisarios eran brasilefios. Pero desde los primerostiempos la exportacion de cafe estuvo en manosde grandes organizaciones america-nas e inglesas.

    A pesar de que el habito del consumo decafese habfa generalizado en Brasil, e lmercado interno era insuficiente para absorberlaproduccion en gran escala. La suer-te de los negocios cafetaleros dependi6 del mercado externo, -al igual que en laactualidad-. El aumento de la producci6n decafefue paralelo a laarnpliacion de suconsumo en las crecientes clases medias delosEstados Unidos y Europa. Aunque e Icafe brasilefio era exportado tambien a Alemania,los Pafses Bajos y Escandinavia, suprincipal consumidor eran los Estados Unidos.

    En Inglaterra sehabfa arraigado la costumbrede tomar te, por 10que nunca fueun gran consumidor de cafe. Lo poco que consurnla llegaba de las colonias del Cari-be, de America Central y del sur de Asia.E se cafe entraba en el mercado inglesmediante el pago de impuestos reducidos, volviendo asf menos viable el ingreso delcafe brasilefio. Durante el siglo XIX y parte del siglo xx, esa serfa una importantecaracterfstica de las relaciones internacionales de Brasil en e I plano econornico y fi-nanciero. Para conseguir creditos y ernprestitos, e I pais dependia fundamentalmentede Inglaterra. En este sentido, su deuda ex terna estaba contraida fundamental mentecon los banqueros ingleses. Pero las rransacciones comerciales con Inglaterra no pro-vefan recursos suficientes para hacer frente a las importaciones de ese pals y paraatender a los compromisos de la deuda.

    EI aumento de la producci6n cafetalera y su irnportancia para el comercio exte-rior de Brasil pueden medirse por un simple dato. En la decada de 1821-1830, e I cafecorrespondfa al 18% del valor de las exportaciones brasilefias; ya en el decenio 1881-1890 habfa pasado a ser el 61% de ellos.

    Desde elpunto de vista socioeconornico, el complejo cafetalero abarcaba un con-junto de actividades que desplazo definitivarnente el centro dinamico del pais haciaelcentro-sur. Fue en funcion del cafe que seequiparon los puertos, secrearon nuevosmecanismos de credito, empleos y serevolucionaron los transportes. Ahora bien. esono s~cedio de la noche a la manana. Exisrio un proceso relativarnente largo de deca-dencia del nordeste y de fortalecimiento del centro-sur, que se volvio irreversiblehacia 1870.

    Los grandes Jazendeiros del Valle del Paraiba no solo recibieron beneficios delpoder central , sino que tambien se halag6 su vanidad con la concesion de titulosnobiliarios. La aventura del granJazendeiro fluminense Joaquim de Sousa Breves-quienen 1842 se puso al frente de los rebeldes liberales- era cosa del pasado. A mediadosdel siglo XIX. el Imperio habia conseguido una base de apoyo en los grandes comer-ciantes y propietarios rurales, entre quienes se destacaban los barones del cafe de laprovincia de Rio de Janeiro. Esta afirmaci6n no debe ser entendida en elsentido deque esos sectores sociales se hayan apropiado del Estado, ya que entre este y losgrupos dominantes de lasociedad existian visibles diferencias. Un indicio de ello seencuentra en el hecho de que los presidentes de provincia eran efectivamenre esco-gidos fuera de los marcos de la eli te provincial. Ese procedimiento evitaba la puray simple identif icacion del nombrado con los intereses regionales. De ese modo, elgobierno central mantenia una mayor independencia en cada provincia para reali-zar su polltica.

    Lo esencial de los intereses dorninantes sevela contemplado por el emperador y laburocracia imperial por medio de la prornocion del orden general, e l tratamientogradual del problema de la esclavi tud, etcetera. Pero al actuar asf podian l legar acontrariar, en ocasiones, los puntos de vista de.su base de apoyo. Un ejernplo de eso 10consti tuye l~Ley de Vientre Libre, propuesta por el emperador a pesar de la oposi-cion casi generalizada de los [azendeiros.

    EI micleo de una vision estatis ta de Brasil estaba concentrado en los miembrosvitalicios del Consejo de Estado. En la imagen que traza Jose Murilo de Carvalho, losconsejeros del Imperio de Brasil entendian a este como un sistema heliocentrico,dorninado por elsol del Estado, en torno del cual giraban los grandes planetas de 10que lIamaban las clases conservadoras y , mucho mas lejos, lamirfada de estrellas de lagran masa del pueblo.

    EI Brasil esel cafe y e I cafe esel negro. Esta Irase, bastante corniin en los cfrculosdominantes de laprimera mitad del siglo XIX, solo en parte es verdadera. EI Brasil noera solo e I cafe, como tampoco habia sido solo el azucar, Ademas, la producci6ncafetalera continuarfa en el futuro sin elaporte del trabajo esclavo. Pero no hay dud ade que en ese perfodo buena parte de laexpansion del trafico se debio a las necesida-des de lalabranza del cafe.

    Luego de laIndependencia, elgobierno brasilefio se encontraba en una siruacioncomplicada. Exceptuando algunas voces aisladas, no s610los grandes propietarios y

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    rraficantes sino tambien toda la poblaci6n libre estaban convenci~os de que el fin deltrafico de esclavos provocaria, a corto plazo, un colapso en la socledad. N~ obstante,Inglaterra -de quien dependia el pafs- presionaba cada vez mas en un sentldo con~r,a-. L desavenencias y acuerdos que renfan Brasil e Inglaterra sobre la cuesnonno. as I "dmuestran que, a pesar de la dependencia brasilefia, no todo podia ser resue to rapl a-mente de acuerdo con los objetivos ingleses. . , 'Durante la decada de la Independencia aument6 el trafico con relacion al penodoanterior. Segun las estadisticas oficiales, el promedio del ingreso anual de, esclavos aBrasilfue de 32.700 cautivos en el perfodo 1811-1820 y de 43.100 en el penodo 1821-1830. Asimismo, creci6 enorrnernente la concentraci6n del ingreso de esclavos en I~spuertos al sur de Bahia, ocupando un lugar destacado Rio de Janeiro. Esos puertos reci-bieron el 53% del total de esclavos importados entre 1811 y 1820 Yel 69% del total ,entre 1821 y 1830. La mayoria de los cautivos fue enviada a las plantacio~es de cafe delValle del Parafba en Rio de Janeiro. Por cierto, en esa fasede la econorma cafetalera laimportaci6n de esclavos-y no su traslado de l~:egi6n ~eMinas Ge:ais, como sepensabaantes- constituy6 la p rincipal Fuente d e a provlslOnarmento de cautrvos. .

    En 1826 Inglaterra consigui6 que Bras il aceptara un tratado por el cual, a part irdel tercer afio de su rat incaci6n, ser ia declarado ilegal el rraf ico de esclav~s de cu~-quier procedencia hacia Brasil. Inglaterra se reserv6 incluso el derecho de.l~specclO-nar en alta mar a los navlos que fueran sospechosos de practicar ~lcomerc~o ilegal, Elacuerdo entr6 en vigor en marzo de 1827 y debia hacerce operanvo a par ti r de marzode 1830. Una ley del 7 de noviembre de 1831 intent6 poner en marchae l t~a tado,previendo la apl icaci6n de severas penas para los traf icantes y declarando libres atodos los cautivos que entrasen a Brasil despues de aquella fecha. L a ley fue aprobadaen un momenta de caida temporaria del flujo de esclavos. Sin embargo, pr~nto elf lujo volvi6 a crecer y lasdisposiciones de la ley no tuvieron aplicacion ?rictlca . .

    Los traficanres no s610todavia no eran mal vistos por las capas dorninantes, Sl~Oque tambien se beneficiaron de lasreformas descentralizadoras hechas por la Regencla.Los jurados locales, controlados por los grandes propietarios, absolvia~, a los pocosacusados que iban a juicio. L a ley de 1831 fue considerada como una ley para que yeael ingles". Esa expresi6n, hoy fuera de moda, comenzo a ser usada de all l e.nadelantepara sefialar alguna act itud que s610tiene apariencia pero que carece de ~alldez. .

    Son varias las razones por las cuales los grupos dominantes mantellian el trab~Joesclavo. Entre elias destaquemos el hecho de que todavfa no exist ia una altern.atlvaviable al trabajo esclavo en la gran propiedad, as! como tam bien la falta d~ rebehonesgeneral izadas de esclavos. EI Rec6ncavo y la ciudad de Salvador con~tltuy~n unaexcepci6n parcial a este ultimo aspecto. La rebeldia de los ~s~lavos~e ins talo en laregion a comienzos del siglo XIX, y seincorporo a la vida cotidiana. Sinembargo. losnegros nacidos en Brasil casi nunca estuvieron presentes en e_sosrnovirmentcs, 10quemuestra sus l imites. La revuelta mas s ignificativa se produjo en 1835 en Salvador,cuando se levantaron centenares de negros african os-esclavos y libertos- adeptos de

    la religion musulmana. Los negros musulmanes eran conocidos como m a le s , de all isurge elnombre dado a la rebel ion. Ellevantamiento de los males fue reprimido conviolencia, y ocasion6 la muerte de cerca de setenta parricipanres. Mas de quinientosafricanos sufrieron distintos ripos de violencias, desde la pena de muerte -un peque-no numero- hasta la prision, los azotes y la deportacion.

    L a situaci6n de Bahfa era excepcional, pem incluso alii no hubo otras rebelionessignificativas luego de 1835. En Rio de Janeiro, donde exisda una masa esc1avasupe-rior a1400/0de lapoblacion, no ocurri6 nada semejante, Fueron muchos los factoresque contr ibuyeron para ello: la represion, las esperanzas de obrener la l ibertad, lasdivisiones entre esc1avosen mejor 0 peor situacion, entre libertos y esclavos 0 entrecriollos y africanos.

    Inglaterra no secruzo de brazos frente a la inaccion del gobierno brasi lefio, Mu-chos navies que transportaban esclavos fueron capturados. En 1846 debia terminarel acuerdo que concedia a Inglaterra elderecho de revista, y Brasil no estaba dispues-to a prorrogarlo. Frente a eso, el Par larnento Ingles aprobo un acto que fue conocidoen Brasil como "Bill Aberdeen", en referencia a lord Aberdeen, ministro de Relacio-nes Exter iores bri tanico. EI acto autorizo a la Marina inglesa a tratar como piratas alos navlos negreros, con derecho a aprehender a los implicados y juzgarlos en tribu-nales ingleses. En Brasil, el "Bill Aberdeen" fue blanco de ataques con fondo naciona-lisra. Incluso en Inglaterra se levantaron muchas voces airadas contra el pape l de"guardian moral del mundo" que se atr ibuia ese pafs.

    En septiernbre de 1848 subio al poder en Brasi l un gabinete conservador que fuepresidido, a partir de 1849, por el marques de Porto Alegre. EIgabinete representabauna alianza de burocratas, magistrados y grandes propietarios, en especial losJazendeirosfluminenses del cafe. Eusebio de Queiros fue nombrado para el cargo de jusr icia,Nacido enAngola e hijo de un juez lusoangolano, Eusebio de Queiros se habia casa-do con una joven proveniente de una famil ia l igada a los negocios urbanos de Rfo deJaneiro. El Minister io de Just icia envio entonces al Parlamento un proyecto de leypara que setomasen medidas mas eficaces contra el t rafico, reforzindose asi laley de1831. Entre otros puntos, Brasil reconoda que el trafico era equivalente a la piraterfay que tribunales especiales juzgarfan a los infractores. El proyecto seconvirtio en leyen seriernbre de 1850. Esta vez la ley "prendio". La entrada de esclavos en el pais cay6de alrededor de 54 mil cautivos en 1849, a menos de 23 mil en 1850 y cerca de 3.300en 1851, y practicarnente desapareci6 a partir de entonces.

    (Que habia sucedido entre 1831 y 1850? (Por que motivo lasegunda ley "prendio"y laprimera no? La respuesta esta relacionada con las condiciones presentes a fines de ladecada de 1840, cuando se agudizo la presion de Inglaterra . Basandose en el "BillAberdeen", laMarina inglesa no selimit6 a capturar en alta mar a los navfossopechososde contrabandear esclavos, sino que adernas sus naves penetraron en aguas rerritorialesbrasilefias amenazando incluso con el bloqueo de los puertos principales. La escaladabritanica provoc6 incidentes a 10largo de Jacosta; el mas serio de ellos consistio en el

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    . bi d di s enrre un navfo de la eseuadra inglesa y el fuerte de Paranagua,mteream 10 e Isparo . .. ., bien Parana. Frenre a esasfuertes presiones, las posibilidades de resistencia del go rernoirnoerial educidas Tanto mas cuanto que Brasil s e vela amenazado en el s urmpen eran muy r. . , .por una invasion argentina y necesitaba de la prot~eelOn inglesa , .. ,

    De esta forma el movimiento de afuera hacia adentro se convirno en un datoeseneial para laex;inei6n del rrafico. Al mismo tiempo~ a finales ~e la d~eada d.e 1840'el mereado de esclavos brasiletio se eneontraba abastecido despues de anos de intensaimportaei6n. Con elobjetivo de obrener reeursos desti~ados a laeompra de esclavos,losJazende i ros fluminenses habian hipoteeado sus propiedades a los grandes t:afiean-tes. Estos eomenzaban a ser vistos ahora con resenrimienro, EI frente Internoantibritanico se habla quebrado.

    Adernas, elgobierno centrallanz6 una fuerte acci6n represiva. Por ejernplo, cuandose produjo en Pernambuco uno de los ult irnos intentos de desem~arc~ esclavos,Nabuco de Araujo -ministro de [usticia entre 1853 y 1857- llego a Imponer lasustitucion del presidente de la provincia. .

    Luego de que se tomaran medidas efectivas de combate al t :aF:co, la esclavitudestaba destinada a desaparecer. Los propietarios de esclavos brasilerios nun~a se ha-bfan preocupado por su reproducci6n, 1 0 que los hizo dependie.ntes del ~uJo de lasimportaciones. Estancadas las importaciones, el mirnero de caunvos ten~la a volve:-se insuficienre para prestar los distintos servicios a los que estaban destm~do~. AsI-mismo, desde el punto de vista ideologico y politico, el f in del . tr if ico slgmficabatarnbien una divisoria de aguas. Si Brasil i legalizaba la importacion de es~lavos, e~rnantenimiento de la esclavitud en el pais perdfa legitimidad. Pero a partir. de all isurgfan varias preguntas. {En que plazo y de que forma terrninarla la esclavitud enBrasil? {Quien sustituirfa a la rnano de obra esclava?

    Un principio de respuesta puede eneontrarse en la Ley de Tierras, aprobada en1850, dos semanas despues del fin del rrafico. La ley intento pone~ orden ~n~acon-fusion existente en materia de propiedad rural: determine que las nerras pubhcas nopodrfan ser donadas -como habia sucedido con las a~tiguas s e sm~ ~ i as - , si~o quesedan vendidas; tambien establecio normas para legahzar la poseslO.n de tierras eintent6 obligar a registrar las propiedades. La legislacion fue .conceblda c~mo unaforma de evitar el acceso de los futuros inmigrantes a la propiedad de la tierra. Lastierras publicas deberian ser vendidas a un preeio 1 0 suficie~temente e1~ado comopara excluir a los poseedores e inmigrantes pobres, Los extranJeros.q.ue ~uvlesen pasa-jes financiados para llegar a Brasil quedarfan inhibidos para adqumr. t1er~asantes,delos tres anos posteriores a su llegada. En sfnresis , los grandes propletanos quenanatraer inmigrantes para comenzar a sustituir a la rnano de obra esclava, p~ro t.rata~~ode evitar que elIos se convirriesen en propietarios. Sin embargo, la gra_ntnmtgraclOntodavia estaba lejos. La opci6n ampliamente utilizada por los Jazende t ros del centro-sur seria la de abastecerse de esclavos en el mercado interno, cornprandolos en lasregiones en decadencia.

    EL BRASI L ~A()NARQUICO (1822-1889)97

    La modernizacion y la e x pa n s io n c a fe ta l e raPara Brasil , e l afio 1850 no marc6 solamente la mitad del siglo. Fue tarnbien eI afiodel fin del trifico de esdavos, de laLey deTierras, de la centralizaci6n de la GuardiaNacional y de la aprobaci6n del primer Codigo Comercial. Este ultimo trafa innova-ciones que, al misrno tiempo, integraban los textos dispersos que venfan del perfodocolonial. Entre otros puntos, defini6 los tipos de compaiifas que podrfan ser organi-zadas en e I pafs y regulo sus operaciones. Tal como habfa ocurrido con la Ley deTierras, su punto de referencia era elfin del rrafico.

    La liberaci6n de capitales derivada del fin de la importacion de esclavos dio origena una intensa actividad de negocios y de especulacion para los canones de la epoca,Surgieron entonces bancos, industrias, empresas de navegacion a vapor, etcetera. Gra-ciasa un aumento en las tarifas de los productos irnportados que habfa sido decretadoa mediados de la decada anterior (1844), crecieron las renras gubernamentales. En1852-1853 estas representaban el doble de 1 0 que habfan sido en 1842-1843.

    En e I plano polfrico, l iberales y conservadores lIegaron a un acuerdo nacionalprovisional que tuvo expresion en elMinisterio de Conciliacion (I853-1856), cuyopresidente fue e I marques de Parana. De un modo u otro, e I acuerdo se mantuvo enlos ministerios siguientes hasta 1861.

    Seesbozaban asf los cambios necesarios para una modernizacion capitalista de lasareas mas dinarnicas del pafs; 0 sea, surgfan las prirneras tentativas para crear unmercado de trabajo, de tierras y de los recursos disponibles.

    La rnodernizacion deb fapasar por la mejora del precario sistema de transportes.A mediad os del siglo XIX, transporte moderno era sinonirno de navegacion a vapor y,principalmente, de ferrocarriles . Aun asi, data de esa epoca el emprendimiento decarninos mas importante de rodo e I siglo: la Estrada Uniao e Industria, construidapor iniciativa de Mariano Procopio, y que ligaba Petropolis, en laprovincia de Rio deJaneiro, a ]uiz de Fora, en Minas Gerais. Comenzada en 1856, alcanzo ]uiz de Forarecien en 1861 y tenia una extension de 144 kilometros. Era una vfa pavimentadacon piedra quebrada 0 macadami zada , como se decfa en la epoca, pues e l sistemahabfa sido inventado por el ingeniero ingles Mac Adam. Impresionaba tam bien porsus puentes me


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