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ICAPITULO .XXIll.
R~o Negro. -, Limjtes del Brasil .. - Casiquiare. - Ramifi-
cacion 6 separacion del Orinoco.
_* G7 -
E1Rio Negro, comparado can el Amazona,~ "
con..el Rio de In Plata y el Orinoco" no es masque de ~egundo orden, Su posicion ha sido ha •.-. .... \
ce, muchos siglos de un gran interes politico pa-ra el gobierno espano] , porque ofrecc a unapotencla nival , el Portugal, un paso facil para
introdu<;:irse en las misiones de Ia Guyana, y_ , ~ .- II •
para inquietar In capitania general de Caracas. 'J.' ." . • .en sus limites meridionales, _La dif~rcncia de, ... . ',t: .. ~...
tiempo y el g~ado de civilizacion de Ios pueblos,. . ~ .........
se ha apoyado con la autoridad soberana del. .,papa 0 con l,o~socorros ~e la.nstrolloJp.i~: Como
•habia _generalmc!1te mas interes en prolorgn~ In
I • ,. J ~ • ... • • I I f
lucha que en terminarla, las ciencias nauticas. ,• ~. J •
y In geogr<\fia del nuevo contiuente .sou las-que
por 51 solas avcntajan en este interminable pro-
CAPITULO XXTlI. 2 I I
ceso '. Todo el mundo tiene aun presents la in-Iluencia que han tenido las hulas de los papasNicolas V y Alejandro VI, el tratado de Tordesi-lias y la necesidad de fijar la linea de demarca-cion, el ardor 'con que se ha tratado resolver
el problema de las longitudes, corregir las cfe-rnerides y perfeccionar los instrum~ntos. Cuandolos negocios del Paraguay y la posesion de la co-lonia del Sacramento Ilegaron a ser de grande
importancia pa.ra las dos cortes de Madrid y
Lisbon, se enviaron comisarios de Iimites alOrinoco, aI Amazona y "I Ilio de la Plata.
Al lado de gentes ociosas que· Ilenaban los ar-
chives con protestaciones y sumarias hahia tam ..'bien algunos ingenieros iostruid os , y algunos
oficiales de marina versados en los metodOs. ca.
paces de fijar lejos de las costas la posicion de
los lugares. Lo poco que sab iamos hasta fines
del siglo ultirno , acerca de la geogbfia ustro no-
mica del interior del nue.vo contioente, se debe
a hombres estirnabJes y lahoriosos , a los acade-• DUo,"" Dlssertac. histvricay geografica sobre el meridiana
de demarcacion, Madrid, 1749, IJag. 41. Salazar, De {or,
I'ro!:fresos de la navegacion ell Espnna , paG" I 15.
I I •.,
I,IBRO VII.
micos Iranceses y espanoles que midieron c1meridiano de Quito. y a oficiales • que se diri.-gieroD de Valparaiso a Buenos Aires' para unir sea la expedicion de Malaspina.
EIRio Negro y el Jupura son dos afluentesdel A.mazona, comparables en largura al Da-nubio, y cuyas partes superiores pertenecen:1 los Espafioles, al paso que las inferiores estanocupadas por los Porlugueses. En estes dosmagestuosos rios, la poblacion se ha reunid odonde esta mas proxima al centro de la mas an-tigua civilizacion, Las orillas del alto Jupura 0
Caqueta han sido cultivadas por misioneros quehan bajado de las Cordilleras de Popayan y deNeiva. Los estabJecimientos cristianos se hanmultiplicado muchisimo desde Mocoa hastaIa cmbocadura del Caguan, mientras que los
Portugueses arenas ban fundado algunas aldeasen el bajo Jupura, Los Espafioles no han po-dido rivalizar con sus vecinos en el Rio Negro.
cCOInO estribarse en una poblacion tan distantecomo la de In provincia de Caracas ? ~Jontes y
• Don Jose de Espinosa y don Felipe Bauza.
CAPiTULO XXlII. 213
bosques casi desiertos separan , a 160 leguas de
distancia , la parte cultivada del litoral de las
cuatro misioues de Maroa , de Torno, de" Da-
vipe y de San Carlos, las unicas que los frailes
esparioles de san Francisco han podido esta-
bleccr 10 largo del Rio Negro. El regimen mili-
tar, el sistema de presidios y capitanes pobla-dares ha prevalecido entre los Portugueses del
Brasil sabre el regimen de los misioneros, EIGran Para esta sin duda muy distante • de la em-
bocadura del Rio Negro, pero la facilidad con
que se navega sabre el Amazona, que se extiende
como un iumenso canal en una misrna direc-
cion del este al oeste, ha permitido a la pobJa-cion portuguesa de propargarsc rapidamentea 10 largo del rio. Las margenes del hajo Mara-
non desde Vistosa hasta Serpa, igualmente "que
las del Rio Negro, desde Forte da Bara hasta
San Jose de MLlravitanas, estan adornadas de
ricas culturas y cubiertas de uu gran numero
de villas y aldeas de cousideraciou.Cuaudo al dejar las cuestas de Venezuela
I "En linea recta, de 150 leguas,
LIRHO VII.
( donde , como en Ia Havana y en cl resto de
las Islas, Antillas sc ocupan diariamente de la po-
Iitica comercial de Europa) se carnina hacia elt
sud. se conoce que cada dia y con una rapidez
extraordinaria se aleja uno de cuanto tiene re-
lacion con In madre patria. Todo es alii de un
interes local, que, como dicen los religiosos', esta
rcducido a los asuntos de la comunidad. • es-t{LS seloas que Dios nos manda habitar •. ) Estc
circulo de ideas algo estrecho , pero bastante
triste, se ensancha cuando se pasa del alto Ori-
noco al Rio Negro y se aproxima i las fronteras
del Brasil, en donde el demonio de In politica
europea pClrece ocup"r torlos los espiritus. EI
pais inmediato, que se exticnde del otro ladodel Amazona, no se llama. en idioma de laosmisiones espanolas , ni Brasil, ni capitanilLgeneral del Gran Para I sino cl Portugal. Los
Indios Lronceados, y los 111ulal05 que he visto su-
bir de Barcelos al fortin cspaiiol de San Carlos,
son portugueses. Estas denominaciones se en-
cueutrnu en la boca del pueblo hasta las costas
de Curnana.
Si los Espafiolcs y Portug ucscs , dos puc-
CAPITULO '{"{III.
blos que son limitrofes , se han. hecho igual-
mente vecinos en cl nuevo continente , deben
este estado de cosas, pOl' no clecir esta desven-
ta]a, al espiritu emprendedor Y .i Ia 'valerosa ac-
tividacl que uno y otro desplegaron en la epo-ca de su gloria militar y de su grancleza politica.
La lengua castellana se habla hoy dia en las dos
Americas sobre una extension de J ,goo leguas.de largura; sin embargo, cousiderando aparte
la America meridional, 5e encuentra en ella InIengua porluguesa ex tendida en un mayor es-
pacio de terreno y hablada pOl' un menor TIlI-
mero de individuos que la castellana. Diriase
que el vinculo intima con qlle estan unidas las
hermosas lenguas de Camoens y Lope de Vegano ha servido sino para alejar mas dos naciones
vecinas it pesar suyo. Los adios nacionales no
se modifican unicarnente segun una divcrsidad
de origen, de costurnhres y progres05 en In ci-
vilizacion , en cualquier parte en que estan en
vigor se les debe considerar como el efecto de Ia
posicion geografica y de los interescs opuestos
que dc ellos rcsultan. Detestanse algo menos
cuanrlo cslan mas distantes, y cuando tenicndo
216 LIBRO VIr.
lenguas radicalrnente diferentes no se trata III
aun de ponersc eu relacion, Los viageros que
han reeorrido la N UC\'a California, Ias provin-cias itnternus de l\lejieo y las fronteras sep.
tentrionales del Brasil, se han admirado de es-
tas diferencias cn las disposiciones morales de
los puebloslimitrofes.
Este es cllugar de hablar de los manantiales
del Rio Negro que han sido desde tan largo
tiernpo un objero de contestacion entre los
geografos. EI interes que presenta esta cuestion
no sol amente es el que tiene relacion con el ori-
gen de todo rio caudaloso , sino que depend e
de una multitud de cucstioues que abrazun las
pretendidas separaciones del Caqueta ,las co-
municacioocs entre el Rio Negro yet Orinoco y elIlly tho locul. del Dorado Hamada en otro ticmpo
Eoim 6 Imperio del Grande Paytiti.Queriendo conservar en mi obra el caracter
de una obra de cieucias, no debo remer tratar
de los objetos sabre los cuales pu cdo lison-
[earure de dar algunas Iuces , a saber, los ma-
nautiales del Rio Negro y del Orinoco, oSU co-
muoicacion can el Amazona, y cl problema del
CAPiTUfO X;\III. 217terreno aurifero, que tantas lagrimas y tanta.sangre ha costado :i los hahitantes del nuevomundo. Presentare estas cuestiones it medidaque mis diarios de ruta me conduzcan hacialos lugares en que mas las han agitado los rnis-mas habitantes.La certeza que han adquirido los geografos
desde el siglo decimo sexto sobre la existenciade muchas rarnificaciones yseparaciones. y sobrela mutua dependencia de diversos sistemas derios en Ia Amer-ica meridional. les ha hecho ad-mitir un .. intima dependencia entre los cincovertientes mayores del Orinoco y del Amazona;isabel', el Guaviare, el Inirida , e lHio Negro,el Caqueta 6 Hyapura y cl Putumayo 6 Iza, Estas
hipotesis, que nuestros mapas representan hajoformas diferentes, han naeido un as en las mi-
siones de los llanos, y otras a la espalda de-Ja
Cordillera de los Andes. Cuando se viaja deSanta Fe de Bogota par Fusagasuga a Popayanya Pasto , se aye decir a los montarieses que los
pdramos de la Suma Paz, de Iscance y de
Aponte dan nacimiento, par la colina oriental,
a todos los rios que atr.iviesan las selvas de la
L1IJRO vrr.
Guyana entre el ~Ieta y el Putumayo. Como to-
man losafluentes por el tronco principal y pro-Jongan el curso de todos los rios hasta la cadena
de las montafia s , se confunde los nacimicntos
del Orinoco, del Ilio ~egro y del Cuaviare. La
extrema dificultad con que se baja Ia cuesta es·
cabrosa de los Andes hacia el este, las trahas
que una limitada politica ha puesto al comercio
coo los Uanos del Meta, de San Juan y del Ca-guan, el poco interes que se tiene en scguir es-
los rios para explorar sus ramificaciones, todas
esta s circunstaucia s han aumenlado las incer-
t idurnbrcs geograficas,
iIe aqui 10 que con certeza sabeuios acerca
de la posicion de los manant ialcs al pic de las
Cordilleras, entre (~O20' Y 10 10' de Iatitud norte.
Dctras del paramo de Surna Paz nacc eI rio de
agbas blaucas que, con el Pachaquiaro 6 Rio
Negro de Ap iay , forma' el Meta: mas al sud es-
t~lcl rio AriJrl que es uno de los afluentes del
'Guaviare, cuya crnbocadura he visto yo cerca
de San Fernaudo de Atabupo. Sigllielldo la cs-
palda de la Cordillera h aciaTa ccja y el para-
1110 de Aponte. se encur-ntra r-l rio Guyavero ,
CAPiTULO XXIII.
que rasa cerca del pueblo de Aramo, y que se
reune al Ariari, par bajo de ellyo eonfluente
taman los dos rios cI nombre lie Guaviare. AIsud oeste del paramo de Aponte, al pie de las
uiontarias y eerca de Santa Rosa, nace,?- el rio Ca-
queta y sabre la misma Cordillera el rio de ~Io.
coa " celebre en la historia de la conquista. Es-tos dos rios, que se.reuncn lJ.1 poco mas arriba
de la mision de San Agustin de Nieto, forman
el Japura 6 Caqueta. Los ~anantiales del rioe
de Mocoa estan separados par el cerro del Por-
tachuelo, montana que se eleva sobre la mis-
rna meseta de las Cordilleras, del lago Sicnega
que es elorigen del rio Putu m ayo 6 Iza. EIMeta, Guaviare, CaqueLa y PutUI11:1),o son par
consecuencia los unicos grandes rios que uacen
inmediataruente de laladera oriental de los An-
des de Santa Fe, de Popayan y de Pasta. EI Vi-chadn , Zarna, I;1Irid3, el Rio Negro, el Uaup c
y el Apoporis , que nuestros mapas hacen
tarnbien subir al oeste hasta las montarias ,
nacen lejos de elias, ya sea ell las sa vanas en treel Meta y el Guaviare, 0 ya sen en pais rnor.ta-
noso que, srgun los inforrnes que los indigenas
220 UHIlO YIf.
me han dado , comienza a cuatro 0 cinco [or-
uadas de distancia al oeste de las rnisiones de Ja-
vita y de ~Ioroa y se extiende par la Sierra Tunuhi
del otro lado del Xie hacia las orillas del Isana,
El clima del alto Guainia es menos calido yquizi algo menos humedo que el clhna de Ins
orillas del Tuamini. Yo he encontrado la'tem-
peratura del agua del Rio ,Negro en el mes de
mayo de 23° g';siendo el aire, de dia, de 22°7'; yde noche, 2lQ 8f de del termornetro centigrado .
•Esta frescura de aguas, casi identica a Ia del1io Congo, es bien notable en es ta proxim idnd
del ecuador. El Orinoco, entre los cuatro yoc ho grades de la Ii tud , tiene general mente de
:.It 5' <l2g05' de temperatura, Los manantiales
que salen del gra~ito, en ~laipures. estan :l 27°8'. Esta diminucion de calor que ,se observa ul
aproximarse al ecuador est a sing ularrnente con-
forme con las hi potesis de algunos fisicos de la
-antiguedad; 110 hay sill embargo mas que un
Ieuomeno 10cDI y menos dehido i la altura del
tcrreno que a un cielo constantem ente llovioso
y nebuloso, ala humcdad del suelo , ala espc-
sura de los bosques, a la cvapor acion de los ve-
,CAPITULO XXIII. 22 r
geta~es y a la falta de playas arenosas capaces de
concentrar el cal6rico y comunicarlc pOl' medio
del brillo. La influencia de un cielo cubiertorle vapores ,se manifiesta en' la banda Iitoral
del Peru, donde jamas Ilueve y donde el sol,
durante una gran parte del afi o, en [a cpoca de
la garua ~e presenta a la vista' como el disco
de la luna. Entre los -paralelos de 10· y J 2· de'
latitud austral.Ta temperatura' media npenas es
mas elevada que en Argel y en el Cairo. En 1,,5-orillas del Rio Negro lIueve casi todo el afio,menos en los meses de diciembre y enero , yaun en la estacion de sequedad raramente sevc el azul del cielo d urante dos 6 tres dias con-
secutivos, En un tiempo sereno, el calor pa-
rece tanto mas grande cuanto que en el resto
del afio , aunque la temperatura nocturne sea
de 2 I'los habitantes se quejan del frio, durante
la noche. He repetido en San Carlos las expe-
rieucias que habia hecho en Javita sabre la' cnn-
titad de agua lIovediza que cae en un espacio-,
de tiernpo dado. Estas obsevacioncs son impor-
tantes para cxplicar las cuorrnes crecidas de los'
rios inmediatos al ecuador, que durante largo.
222 L1BnO YII.
tiernpo se ha creido recibinn Ins nguas de nieve
de las Cordilleras. He visto cacr ,' en difcrentes
epocas , en el es pacio de dos horas , 7, 5 li liens;
en trcs horas , .8 lineas; en nueve horns 48,2lineas. Como llueve sin interrupcion ( In lluviaes fina, pero muy rlensa }, he ereido que la can-titad de agua que cae anualmente en estas sel-
vas no pucde ser meuos de go it .00 pulgadas,La cxactitud de esta valua cion , aunquc par ezca
f''(traordinaria, ha side confirrnada pOl' las ob-
servaciones hechas con mucho esrnero en el
reiuo de Nueva-Espana pOl' el coronel de inge-
nieros 1\1. de Costanzo. En ]05 meses de ju-
lio, agosto y setiembre de 1803, cayeron en'
Yera Cruz 35 pulgadas y 2 Iineas ( pie de rey);yen todo el afio 62 pulg-. 2 l ineas de agua 110-
vediza. Sin embargo h~y una gran difcrencia
entre el clima de las peladas y aridas costas de
Mejico y el de los montes. En los mcses de di-·
ciembre y eoero no cae una gala de agoa en las
costas; y en los de fehrero, abril y mnyo solo
llucve de 2 pulg. it 3 pulg. y 3Iin.; pero en San
Carlos al contrario Ia atmosfera pareee resol-
verse en ngua durante nucve :1diez meses sc-
guidos. Ell estes dimas humcdos se cubriria la
tierra, en el espacio de un ano , de u,na capn de
agua de 8 pies de altura, si no hubiese eo cllos
cvaporacion_y destilacion de aguas. Estas lluvias
ecuatorialcs que alimentan los magestuosos rios
de Ia America son acornpafiadns de explosiones
electr icas , y al paso que en la cxtrernidad de es-
te mismo continente y en la costa occidental de
Groenland no se aye ni una sola vez el ruido
del trueoo durante cinco o seis aiios , las tern-
peste des, cerca del ecuador, reiuan casi diaria-
mente.EI color del agua del Rio Negro es mas obs-
curo que el del Atabapo y del Tuamini, Yo
mismo me he admirado al 'O'er,que la mezcla de
las agua,s blancas del Cnsiquiare altere tan poco
el color de las que esta n pOl' bajo del fortin de.San Carlos. El autor de I" C01'og1'a{la moder-,naddBrasii dice can razon que el rio tiene un
color de suciuo dondees poco profunda, y ne-gro donde e~ sumarnente hondo. El uornbre de
C~1'CL1l((,que los illdigenas dan al bajo Guainia
significa tarnbien agua negra. La union del Guai-
nia u Rio Negro can cl Amazona es considerada
LlIlRO VB.
de tal imporlancia en cl Gobierno del Gran Para,que el Riode las Amazonas pierde su nombreal oeste del Rio Negro y torna el de Rio dos So-limoes, y al oeste del Ucayale el' Amazona sellama Rio iJ1aranltao. Las orillas del alto ,Guai.nia son generalmenle mucho menos pobladas
de pajaros pescadores que las del Casiquiare,del Meta y -del Arauca , donde los naturalistasornitol'ogos encontrarian can que enr iquecerpradigiosamente las collecciones de Europa.Esta escasez de ani males proviene sin duda dela [alta de hancales y playas y de la ealidad delas aguas negras que, en: razon de su mismapureza, ofrecen menos alimentos [l los inscctosacu aticos y'3. los peces. A pesar de esta esca-sez los Indios de aquellas regiones se a limen-tan, en dos epocas del ana, de los pajaros depaso que en, susdilatadas ernigraciones descon-
san en las aguas del Rio Negro. Cuando cI Ori-noco comienza a experirnentar sus primeraserecidas, es decir despues del equinoccio de laprimavera, una cantitad innumerable de patoscarreteros sc dirigen desde los 8° y 3° d~ latitudboreal a los ,0 y 4° de latitud austral hacia eI
CAPITULO xxnr,
sud sudcste. Estes ani males abandonan entonces
el valle del Orinoco, sin duda porque la pro-
fundidad crecientc de las aguas y la inundacion
de las playas les impiden coger los peces , los
insectos y los gusanos acuaticos , que se Ies mala
por millares cuando vieneu i atrevesar el Rio
Negro. Yendo h acia el ecuador, estas aves son
muy gordas y sabrosas; pero cuando , en el mesde seticmbre, el Orinoco disminuye, los patos
advertidos sea poria voz de los mas expcri-
mentados pajaros de paso, 6 sea pOl' este senti-micnto interior que se llama instinto , porquc
no se le sabe deflnir , vuelven del Amazona
y del Ilio Branco hacia el norte , en cuya
epoca estan demasiado flacos para poder exci-tar el apetito de los Indios del Rio Negro; y es-Icapan can tanto mas facilidad a sus pcrsecu-
ciones , cuauto que estan acompaiiados de una
especie de garza real (gavcmes) que ofrece un
alimento excclente. As! es como los indigenas
comen pates en marzo, y garzas en setiernbre ,
pero no hall sabido decirnos que es 10 que su-
cede de los gavanes en tiempo de las crecidns
del Orinoco, y porque no acompafian 6. los pa-III. 15
LIBRO "III.
tos car-rcteros en Sll cmigrncion del Orinoco
al Rio Branco, Estos vinges regulares de 105 pi-jaros de una ala otra parte de los tr-opicos , en
una zona que ofrece durante todo cI afio una
misma temperatura, son Ienornenos bastaute
cxtraordinarios. Las costas meridicnales de las•
islas Antillas reciben tamhicn todos los afios , en
Ia epoca de las inundaciones de los grandes rios
de Tierra Finne, numerosas bandas de ptljaros
pescadores del Orinoco y de sus alluentes. Es
precise creer que las variaciones de sequedad yhurnedad influyen en la region equinoccinl so-
bre las costumbres de los anirnales, como 10 ha-cen en nuestros dimas las grandcs mudanzas de
In temperatura. Los cal orcs del cstio y la cazade los insectos Haman a los colibris en las par-
tes septentrionales de los Estados Unidos yen el
Canada hasta hacia los paralclos de Paris y Iler-lin, del mismo modo que una mayor facilidacl
de 1.1 pesea atrae los pajaro s palrrupedes y los
zancudos del norte hacia cl sud, y del Orinocohacia c1 Amnzona. i\ach cs mas muravilloso , ni
mcnos aclarado bajo el concepto gcogrftfico,
como la dircccion , la extension y cl tcrrnino de
as viag es de los p~lJ3ro~,.