divaldo franco en rio grande do sul paulo salerno

4
DIVALDO FRANCO EN RIO GRANDE DO SUL Paulo Salerno Santa Cruz do Sul – 05 de abril de 2016. Divaldo expresó su agradecimiento a los distinguidos ediles, reconociendo que no era merecedor de las honras; expresó su gratitud por el cariño, el desvelo con que es recibido en Santa Cruz do Sul, y manifestó que las palabras eran insuficientes para traducir las emociones que experimentaba en aquel momento. Mientras tanto, el ilustre agraciado -expresó- es el insigne Codificador de la Doctrina Espírita, Allan Kardec, pues conociendo y adoptando la Doctrina Espírita, Divaldo se reconoce como un simple trabajador del Cristo. Expresó a los ediles su profunda gratitud y respeto, además del honor de colaborar con Santa Cruz do Sul. El universo es un gran pensamiento que se expande y se contrae constantemente; es el aliento de Dios; es un estado que irradia luz,

Upload: cruz-reyes

Post on 27-Jul-2016

214 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

DIVALDO FRANCO EN RIO GRANDE DO SUL POR PAULO SALERNO

TRANSCRIPT

DIVALDO FRANCO EN RIO GRANDE DO SUL

Paulo Salerno

Santa Cruz do Sul – 05 de abril de 2016.

Divaldo expresó su agradecimiento a los distinguidos ediles,

reconociendo que no era merecedor de las honras; expresó su

gratitud por el cariño, el desvelo con que es recibido en Santa Cruz

do Sul, y manifestó que las palabras eran insuficientes para

traducir las emociones que experimentaba en aquel momento.

Mientras tanto, el ilustre agraciado -expresó- es el insigne

Codificador de la Doctrina Espírita, Allan Kardec, pues conociendo y

adoptando la Doctrina Espírita, Divaldo se reconoce como un

simple trabajador del Cristo. Expresó a los ediles su profunda

gratitud y respeto, además del honor de colaborar con Santa Cruz

do Sul.

El universo es un gran pensamiento que se expande y se contrae

constantemente; es el aliento de Dios; es un estado que irradia luz,

que está presente en las macropartículas, e incluso en el

macrocosmos.

George Ivanovich Gurdjieff y su discípulo Peter Ouspensky

clasificaban a los individuos y a la vida, según dos aspectos: la

categoría formada por las personas fisiológicas –son las que

comen, duermen y se reproducen; y las psicológicas –aquellas que

cultivan los sentimientos y las emociones, además de las tres

características anteriores.

Emilio Mira y López sostiene que, desde el punto de vista

psicológico, la vida del ser humano -que difiere de cualquier otra-,

está constituida por cinco características: personalidad –del

nombre al comportamiento; conocimiento –las conquistas

intelecto-morales; identificación –las afinidades; conciencia –

cuando el ego toma conciencia de los contenidos psicológicos de los

cuales es portador, según Carl Gustav Jung; e individualidad –el ser

que siente.

En el nivel de conciencia, el individuo realiza un aprendizaje

experimentando la vida, a lo largo de su trayectoria evolutiva, en

una de esas fajas crecientes, en busca del perfeccionamiento: 1.

Conciencia de sueño sin sueños; 2. Conciencia despierta; 3.

Conciencia del cuerpo –que en su carácter de máquina humana se

subdivide en funciones, conforme con lo siguiente; 4. Conciencia de

sí mismo; y 5. Conciencia cósmica -es el Cristo que vive en el

individuo. El cuerpo, como máquina, se presenta según las

funciones intelectivas; emotivas; de movimiento; o instinto;

polaridad femenina y masculina –ánima y animus; emotiva

superior e intelectiva superior. La vida es una bendición de Dios,

sea esta como fuere.

El mayor desafío de la criatura humana es la propia criatura

humana. Presentando anécdotas ilustrativas, Divaldo destacó la

necesidad de que los seres humanos se amen, respetando las

diferencias, conviviendo de tal forma que las imperfecciones de

ambas partes, no causen trastornos en las relaciones.

Cada ser debe desarrollar el perdón, sin devolver la agresión, el

mal carácter, el odio, la calumnia, etc., sino haciendo todo el bien

que esté a su alcance.

Como solución, debe, cada uno ejercitarse en el cambio de hábitos,

modificándolos en sí mismo en forma permanente. La vida debe ser

dinámica. Lo importante no son los desafíos, sino las soluciones que

deben ser elaboradas. Reflexione: ¿cómo es su vida? Preguntó el

Embajador de la Paz en el Mundo. ¿Es tolerante? ¿Agradable?

¿Exigente? ¿Amoroso? ¿Rabioso? ¿Rencoroso? ¿Jovial? ¿Agradecido?

Compartiendo enseñanzas recibidas de Sathya Sai Baba, Divaldo

sugirió que se rueguen bendiciones para la mente, a fin de que se

pueda pensar rectamente. Que el corazón sea bendecido para

alimentar buenos sentimientos; que la boca reciba bendiciones

para hablar rectamente. Exhortó a que cada uno acepte los desafíos

de la existencia, descubriendo el sentido de la vida, valorizando los

buenos momentos, la felicidad, la alegría, el amor, y no

concediéndole demasiado valor a los sufrimientos, a los malos

momentos.

La vida está constituida por desafíos, que deben ser afrontados.

Superarlos es un deber, encontrando soluciones. Vale la pena vivir

intensamente, haciendo frente a los desafíos, adornando la vida con

esperanza, alegría, transformándose desde adentro hacia afuera.

Tener aflicciones es natural; además, no sufrir con ellas es un

deber. Se las debe enfrentar racionalmente. Ser feliz es un derecho

que Dios concede a cada uno de sus hijos.

Divaldo anima a que cada uno tenga como deber preferir algo que

no le gustaría hacer, renovándose cada día para mejor.