cuadernos del icea nº 1

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    Crisis econmicay resistencia obrera:

    la crisis mundial y sus efectos en Espaa

    Endika Alabort Luis Buenda Gaspar FusterMario Obispo Llus Rodrguez

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    LICENCIA CREATIVE COMMONSReconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Espaa

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    Primera edicin: marzo de 2009

    Edita: ICEAInstituto de Ciencias Econmicas y de la AutogestinPlaza Duc de Medinacelli n6 Ent. 1. Tel.: 93 317 05 4708002, Barcelonae-mail: [email protected]

    La Malatesta EditorialC/ Jess y Mara, n24Madrid, 28012

    Tel.: 91 539 10 07www.lamalatesta.nete-mail: [email protected]

    Diseo y maquetacin: Pablo Lozano TellecheaImpresin: Publidisa

    ISBN 978-84-934762-7-4Depsito legal:

    http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/esmailto:[email protected]://www.lamalatesta.net/mailto:[email protected]:[email protected]://www.lamalatesta.net/mailto:[email protected]://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es
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    ndice:

    1. Introduccin 7

    2. Por qu suceden las crisis econmicas? 92.1. Repaso de las principales teoras 9

    2.2. Antecedentes histricos 12

    3. Causas de la crisis econmica en Espaa 163.1. Causas de coyuntura internacional que afectan

    a la economa espaola: crisis mundial 16

    3.2. Causas internas de coyuntura del Estado espaol 19

    4. Consecuencias econmicas de la crisis:el descenso de la actividad econmica 254.1. Expedientes de regulacin de empleo y paro 26

    4.2. Inflacin 28

    4.3. Redistribucin de la renta 31

    5. Consecuencias sociales de la crisis 345.1. Consecuencias sociales del paro 34

    5.2. Otras consecuencias sociales:

    fascismo, control social y militarismo 37

    6. Previsiones econmicas 41

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    7. Capacidad de respuesta de la clase trabajadora en Espaa 447.1. Clases sociales y clase trabajadora 44

    7.2. Por qu se fragmenta la clase trabajadora? 46

    7.3. Mercados de trabajo segmentados 47

    7.4. Clase trabajadora, sindicatos y modelo sindical 49

    8. Respuestas del Gobierno y propuestas patronalesy del sindicalismo mayoritario ante la crisis econmica 558.1. Introduccin histrica: socialdemocracia, fascismo y paro 55

    8.2. La alternativasocialista 57

    8.3. CCOO yUGT ante la crisis 59

    8.4. Ofensiva empresarial ante la crisis econmica 59

    8.5. Los Presupuestos Generales del Estado para 2009 64

    9. Qu podemos hacer?Propuestas para solucionar la crisisa favor de los trabajadores 679.1. Como afectados directos de la crisis 67

    9.2. Como trabajadores organizados 68

    9.2.1. Libertad sindical 69

    9.2.2. Paro 70

    9.2.3. Inflacin 71

    9.2.4. Redistribucin de la renta 71

    9.2.5. Recuperacin econmica 72

    9.2.6. Gasto pblico e impuestos 73

    10. Conclusiones 75

    Bibliografa 77

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    1.Introduccin

    1. Introduccin

    En el verano de 2007, cuando pocos saban de las hipotecassubprime, seorigin una serie de impagos hipotecarios a lo largo de todo el territorioestadounidense. Gente sin apenas recursos, muchos de ellos rozando lamarginalidad, fueron los primeros en dejar de pagar las cuotas hipotecarias.Como un castillo de naipes, todo un sistema financiero como el de EEUU setambaleaba hasta hacer necesaria la intervencin estatal, mediante un paque-te de medidas que se acab materializando en la inyeccin de 700.000millones de dlares a ese sector financiero.

    A raz de ello salieron a la luz toda una serie de mecanismos fruto de la

    denominada ingeniera financiera, proceso sin parangn en la historia delcapitalismo por el que se permita, entre otras cosas, que hipotecas con altoriesgo de no poder ser devueltas se convirtiesen en apetecibles productosfinancieros donde poder invertir. Esta crisis se traslad casi al instante alresto de sectores econmicos y, de ah, al resto de las economas.

    La Unin Europea es el segundo actor en esta crisis, siendo el Estadoespaol, con sus peculiaridades econmicas, uno de los que tiene ms queperder. Situaciones como el aumento del desempleo, el incremento de lapobreza o la imposibilidad de ofrecer ms y mejores servicios sociales, sern

    consecuencias de una crisis que se empez a notar en Espaa con especialvirulencia desde la primera mitad de 2008.Las respuestas dadas no slo por el Gobierno de Jos Luis Rodrguez

    Zapatero, sino tambin por los diferentes lderes mundiales, es dubitativay rompen en buena medida con la tradicin que seguan hasta ahora defidelidad al dogma neoliberal de no intervencin pblica en la economa.sta tiene lugar ahora pero no para ayudar a las maltrechas economas

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    familiares sino para salvar los balances de unas entidades financieras quehan sido, junto con la lgica del sistema, los responsables del actual estadode cosas.

    El movimiento anarquista y anarcosindicalista tiene mucho que decir,

    y sus alternativas han de poder ser escuchadas por el conjunto de la pobla-cin. Se nos abre un amplio debate, ms all de las propuestas concretasque podamos hacer, en donde se cuestionar no ya dicha crisis financiera,sino el propio progreso y avance de una dictadura como la liberal en losdiferentes mbitos de nuestra vida.

    Por eso, en las pginas que siguen pretendemos acercarnos desde la teo-ra econmica a esta crisis, estudiando sus causas y su propagacin hastanuestras vidas, y exponiendo finalmente las consecuencias que previsible-mente tendr sobre nuestro futuro en tanto que trabajadores. Finalmente,

    ofreceremos un programa que tiene por objetivo exclusivo el de evitar queuna vez ms sea la clase trabajadora la que tenga que pagar el alto preciode una crisis que no slo no ha originado, sino que est basada en unas rela-ciones que lleva padeciendo desde hace siglos.

    Pero antes de empezar nuestro recorrido queremos dejar aqu constan-cia de nuestro agradecimiento sincero a quienes han hecho posible que esteprimer Cuaderno del ICEA salga adelante. En este sentido, sin el apoyoconstante de los compaeros de La Malatesta, que amablemente nos hantransmitido su saber hacer, no habramos podido publicarlo. Son ellos quie-nes nos han orientado en el proceloso camino de la edicin y la publicacin,

    y quienes nos han proporcionado toda la cobertura tcnica que hemos nece-sitado y de la que carecamos. Adems, sin las habilidades de Pablo LozanoTellechea en el diseo grfico y en la maquetacin, probablemente hubi-ramos sido capaces de sacar a la calle este texto, pero en una forma notable-mente menos interesante. Tanto es as que, dentro de este resultado finalque ahora est en manos del lector, es fcil achacar aqullas cosas que resul-tan realmente atractivas a sus conocimientos y a su creatividad, y a noso-tros, el resto, pues bien a prueba pusimos su experiencia (y su paciencia)con nuestras indicaciones.

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    2. Por qu suceden las crisis econmicas?

    2.1. Repaso de las principales teorasPara abordar el anlisis de esta crisis econmica siempre es interesante repa-sar las diferentes teoras que se han desarrollado histricamente para expli-car por qu suceden. Por ello este apartado se quiere centrar en un breverepaso de las que consideramos ms importantes por su poder explicativo.

    Los ciclos econmicos, y las crisis econmicas que son una parte delciclo, aparecen desde los inicios de la humanidad, relacionadas a menudocon las pocas de buenas y malas cosechas, es decir, teniendo una relacinestrecha con la evolucin de la naturaleza. Con el surgimiento del capitalis-

    mo y por lo tanto con el proceso que lleva a una complejidad cada vez msimportante del sistema econmico, es necesario tambin desarrollar expli-caciones, teoras, que puedan ayudar a entender por qu suceden las crisiseconmicas.

    Un primer autor de referencia es Karl Marx quien, en un marco msgeneral de la evolucin del capitalismo, un anlisis a largo plazo, entiendeque hay una tendencia de las empresas capitalistas a ver disminuida la tasade beneficio en medio de sucesivas crisis econmicas. Esta tendencia seentiende por una parte por la competencia entre empresas, que implica una

    reduccin continuada de beneficios, pues cuantas ms empresas produzcanlo mismo, menos beneficios tendrn cada una de ellas. Por otra parte esposible explicarla por la necesidad que tienen los capitalistas de reducir elcoste de la mano de obra y sustituirla por mquinas, lo que lleva a unincremento del paro y del llamado ejrcito de reserva1. Este hecho ltimose agudiza con la necesidad de constreir los salarios al mnimo, lo que pro-

    1 Conjunto de parados, subocupados y sectores marginados socialmente. 2.Porqusucedenlascrisiseconmicas?

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    voca que los trabajadores no puedan consumir los productos que produceny, por lo tanto, que las empresas vean reducida su tasa de beneficio. SegnMarx, en cada reflujo del avance tecnolgico los movimientos de la ondason ms pronunciados y el ejrcito de reserva ms importante, lo que va a

    llevar a dicho ejrcito de reserva a asaltar la economa burguesa instaurandoel socialismo.

    Dentro de este anlisis general se pueden incluir anlisis ms a medioplazo, como el de la crisis de desproporcin, elaborado por Tugan-Baranovsky y Hilferding posteriormente (Sweezy, 1942: 171-172). Segneste planteamiento, en general sucede una crisis econmica cuando un sec-tor de la produccin crece exageradamente respecto a otro (por ejemplo, laconstruccin en Espaa). Ello conlleva un desplazamiento de la inversinhacia ese sector por tener unas tasas de beneficio ms altas, y llega un

    momento que se satura, no se vende todo lo que se produce, y entra en cri-sis. A esta visin le podemos aadir anlisis ms recientes que establecenciclos econmicos sectoriales que pueden influir, o no, en el resto de la eco-noma, es decir, en nuestro ejemplo, existe un ciclo en la construccin quepuede influir en el resto de la economa, o no, segn la estructura producti-va y la fase del ciclo econmico general. Otra visin, relacionada con la des-proporcin pero no con la inversin, es que si hay un desajuste muy grandeentre las tasas de beneficio de las diferentes industrias o sectores que sonclave en la economa, por ejemplo, entre la banca y la industria o la cons-truccin, ello lleva a una crisis segura porque un sector con ms poder,

    como la banca detrae beneficios de otros como la industria, provocando unacada de la inversin productiva y por tanto generando paro, descenso delconsumo y as sucesivamente.

    A estos enfoques puede aadirse el que, para el medio plazo, propusoJohn Maynard Keynes, que se refiere a las expectativas de los empresariospara obtener beneficios, y por lo tanto a la inversin de esos empresarios comofactor determinante a la hora de entender el ciclo econmico. Si las expec-tativas les indican que la tasa de beneficios es inferior al tipo de inters, nose invertir. El tipo de inters (el precio del dinero para invertir) aparece en

    un segundo plano. Keynes tambin plantea dos factores que pueden retra-sar la recuperacin, el exceso de inversin ya existente y los stocks deproductos no vendidos o en curso de fabricacin. Para Keynes la formade atenuar el ciclo y, por tanto, reducir el efecto pernicioso de las crisis, escon el gasto pblico.

    Otro autor interesante es Joseph A. Schumpeter, quien desde unaperspectiva a largo plazo pretende buscar una explicacin ms optimista de

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    2.Porqusucedenlascrisiseconmicas?

    la evolucin del capitalismo y del papel de sus actores, y contrarrestar lainfluencia del anlisis marxista. Segn Schumpeter, los ciclos econmicos,concretamente la fase descendente de crisis, se deben a un agotamiento dela tecnologa existente, en lo que se refiere a generar crecimiento econmico.

    Este agotamiento lo acaban resolviendo los empresarios innovadores que searriesgan y aplican racimos de innovaciones (un grupo de ellas) con loque consiguen abrir nuevos campos de produccin e incrementar la pro-ductividad, remontando el crecimiento. Schumpeter asocia los ciclos eco-nmicos a tres ciclos superpuestos que reciben el nombre de los autores quelos haban analizado previamente: Kitchin, de 2-3 aos; Jutglar, de 9-10aos y Kondratieff, de 40-50 aos. Schumpeter se centra en el anlisis delos ciclos largos Kondratieff que son los que, segn l, vienen dados poresta evolucin de la tecnologa. As expone que existe en la historia del

    capitalismo un primer ciclo (1790-1850), donde la maquina de vapor y lamecanizacin del textil son los referentes tecnolgicos ms importantes;un segundo ciclo (1850-1896) con el ferrocarril, el carbn, el acero y laconstruccin; un tercer ciclo (1896-1945) con la industria elctrica, qumi-ca (tambin petrleo), farmacutica, automovilstica y de transportes.Posteriormente, autores neo-schumpeterianos conciben un cuarto ciclo(1945-1985) con la aeronutica, petroqumica, energa nuclear, arma-mento, electrnica e informtica como referentes, y un quinto ciclo (1985-2035?) con la microelectrnica, telecomunicaciones, robtica y biotecnolo-ga. Es en este quinto ciclo largo donde tambin podemos hablar de un fin

    de ciclo tecnolgico-energtico con el petrleo, que habr durado, segnlas previsiones, unos 150 aos.

    Un ltimo enfoque lo encontramos en las teoras contemporneas de latendencia general al subconsumo de marxistas destacados como Paul A.Baran y Paul M. Sweezy. Segn estos autores el subconsumo es el desfaseentre los beneficios empresariales (muy altos) y los salarios (muy bajos) quellevan a una situacin en la que los trabajadores consumen por debajo (deah que se hable de sub-consumo) de lo que necesitan las empresas capita-listas para seguir produciendo y vendiendo. El subconsumo para estos

    autores es provocado por la existencia de oligopolios y monopolios quemarcan unos precios muy altos, por un sector financiero parsito y por laexplotacin del Tercer Mundo, que generan este desfase entre rentas altaspara el capital y bajas para los trabajadores, con tensiones constantes en estesentido. Se da, pues, una situacin de tendencia creciente de los excedentes(beneficios) que no encuentran lugar para ser reinvertidos porque cada vezhay menos espacios rentables. Todo ello implica un descenso de la inversin

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    Crisiseconmicayresistenciaobrera

    de esos excedentes durante las principales crisis (1871, 1929, 1973,), ypor ello existe una necesidad de incrementar los gastos en la produccin debienes de consumo de los capitalistas2, en publicidad y campaas de ventas,en gastos sociales por parte del Estado o en gastos militares por parte del

    mismo Estado para impulsar el imperialismo, la guerra y la rapia. Todoello a modo de huda hacia delante.

    A lo largo de las siguientes pginas haremos uso de estas teoras sinnecesidad de ser particularmente fieles a ninguna de ellas para explicarcmo se ha originado la crisis actual. Antes de ello quiz sea til echar unvistazo a episodios similares que han tenido lugar con anterioridad.

    2.2. Antecedentes histricosUna vez pasamos del terreno de las teoras al de los hechos, nos parece til

    empezar por recordar otras crisis capitalistas anteriores. La que ms se ase-meja a sta que estamos viviendo, es la que se inici con el crack de 1929.Al igual que en los ltimos aos, la dcada de los 20 vivi un auge de espe-culacin. En aquel momento, estos elementos especulativos se centraron enla Bolsa. Hasta que el jueves 24 de octubre de aquel ao los mercados bur-stiles se hundieron, generando una crisis de pnico que se extendi tambinal sector bancario, de manera que en pocos aos fueron varios miles losbancos que quebraron.

    Esas tendencias especulativas haban surgido al hilo de la reduccin delas tasas de beneficio. Esta reduccin se explica por la gran concentracin

    de capital (con la creacin de grandes empresas que seguimos conociendohoy) y la sobreproduccin que caraceteriz el perodo, es decir, una produc-cin por encima de las posibilidades de consumo. Por tanto, el crack burs-til slo fue la forma en que se expres una crisis que, el tiempo demostr,era mucho ms profunda.

    Las consecuencias del crack fueron tremendas. Las empresas trataron dereajustar la produccin excesiva eliminando capacidad, es decir, dejandode producir, lo que aument el paro de manera ostensible. Otra consecuen-cia fue la reduccin de los salarios. En un principio se intentaron aplicar

    polticas liberales para gestionar la crisis, pero ante su ineficacia se opt porel intervencionismo directo, incluyendo, tambin como ahora, el rescatedel sector bancario. Estos cambios en la poltica econmica pusieron demoda el pensamiento de Keynes, que trataba de estimular la demanda pormedio de un papel activo del Estado. Durante aquellos aos, solamente la

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    2 Que pueden generar por este motivo industrias de lujo, para ricos que pueden gastar su dinero.

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    2.Porqusucedenlascrisiseconmicas?

    fortaleza de los movimientos obreros de algunos pases hizo que ese inter-vencionismo incluyera en ellos tambin algunas medidas menos perjudicialespara los trabajadores, como algunas polticas sociales que serviran despusde base para el desarrollo del denominado Estado de bienestar.

    Aun as, la depresin no qued totalmente salvada hasta que se recurrial mecanismo con el que el capitalismo soluciona sus crisis: la guerra. Enefecto, la II Guerra Mundial tuvo que ver con la necesidad de buscar nuevosespacios de ganancia eliminando competidores, y la enorme destruccin aque dio lugar fue la base de la acumulacin posterior, de manera que sloas pudieron conseguirse tasas de crecimiento elevadas como las que se die-ron entre los aos 50 y los 70. Al mismo tiempo, al haber grandes gruposde trabajadores organizados, fue posible arrancar de ese crecimiento mejo-ras en el nivel de vida de la clase trabajadora.

    Pero tratemos ahora de un concepto que tambin ha vuelto a estar enboga con motivo de los primeros episodios de la crisis que estamos sufrien-do. Se trata de la estanflacin. El concepto es una traduccin directa delinglsstagflation, que hace referencia simplemente a la situacin que tuvolugar en los aos 70 de estancamiento econmico con inflacin.

    Esos aos fueron muy importantes para la evolucin que seguiran losniveles de vida de la clase trabajadora de todo el mundo, pues al caer la ren-tabilidad (lo que haca reducirse la inversin y que esto repercutiera en unmenor crecimiento) se pusieron en marcha procesos de ajuste econmicoque trataran de revertir esa situacin. Esos procesos han durado hasta nues-

    tros das y son sin lugar a dudas mecanismos para redistribuir la renta afavor de los capitalistas y en perjuicio de los trabajadores. Como puedeapreciarse en el Grfico 1, las reformas emprendidas han dado sus frutos, yel peso de los salarios en la renta nacional ha cado dando paso a un creci-miento ms que notable de la parte de la riqueza que va a parar a los bene-ficios empresariales.

    Son esos aos tambin los aos en que las ideas del mencionado Keynesson dejadas de lado al considerarse que sus polticas de aumento del gastopblico no servan para solucionar los problemas econmicos del momento,

    y en su lugar hay una vuelta a las ideas neoclsicas (es decir, la ortodoxiadel pensamiento econmico) en la forma del monetarismo y la economa deoferta. Estas ideas dan primaca al mercado capitalista, que debe ser libera-do de cualquier restriccin, y, a pesar de su retrica cientificista, no sonsino el discurso terico con el que se trat de justificar el ataque sobre laclase trabajadora y sus conquistas histricas. Esas ideas econmicas sernla base terica fuerte de lo que ms tarde se ha llamado neoliberalismo.

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    Crisiseconmicayresistenciaobrera

    Sobre la crisis de aquellos aos han sido muchos los debates que hantenido lugar, no habindose llegado a un consenso sobre sus causas ltimas.La ortodoxia culp desde el primer momento a los trabajadores: la inflacinde costes derivada, entre otras razones, de la subida de precios del petrleoorigin una escalada de reivindicaciones salariales en un momento en quela clase trabajadora estaba ms organizada que ahora. Y esas subidas salaria-les generaron espirales inflacionistas. De ah que fuera necesario poneren marcha polticas que debilitaran a los trabajadores, como las subidas detipos de inters que, al deprimir la inversin (dado que es ms difcilencontrar dinero con el que financiarla pues es ms caro) se obstaculiza lacreacin de empleo dando lugar finalmente al desempleo.

    Otros anlisis menos partidistas, como el que, inspirndose en Baran y

    Sweezy, ofrecan desde la New School of Social Research de Nueva York,achacaban los acuciantes problemas econmicos al aumento de la oligopoli-zacin de la economa. Es decir, durante la denominada Edad de Oro delcapitalismo aos 50 y 60 tuvo lugar un proceso de concentracin de capi-tal por el cual la industria pas a estar dirigida por grandes empresas queactuaban casi sin competidores en sus sectores. Esto dio lugar a un aumen-to de los beneficios que se tradujo en inflacin cuando las empresas queran

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    Grfico 1. Parte de los salarios en la renta nacionalen la UE-15, Japn y EE UU, 1970-2005

    Fuente: OECD Employment Outlook 2007, Figura 3.7.

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    2.Porqusucedenlascrisiseconmicas?

    compensar el descenso mencionado de la rentabilidad con aumentos de pre-cios de los productos, tratando as al mismo tiempo de frenar los efectos delos mayores costes, por ejemplo del petrleo.

    Esta ltima teora supone que los salarios no tuvieron nada que ver con

    el aumento de la inflacin, y desde luego, algo parecido podemos afirmarde la crisis actual, pues tras la aplicacin de las polticas neoliberales men-cionadas, los salarios muestran en todo el mundo un retroceso dentro de lasrentas nacionales como hemos visto en el Grfico 1, y los trabajadores estnhoy ms dbiles de lo que lo han estado, al menos, desde la II GuerraMundial.

    Pero para analizar esta crisis nos parece fundamental recurrir a elementostanto externos o de influencia internacional, como a otros gestados directa-mente dentro de las fronteras del reino de Espaa. Y eso es lo que hacemos

    en el siguiente epgrafe.

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    3. Causas de la crisis econmica en Espaa

    3.1. Causas de coyuntura internacional que afectana la economa espaola: crisis mundial

    El origen primigenio de la crisis hemos de buscarlo en la propia dinmicade funcionamiento del sistema capitalista, que, como hemos sealado alprincipio, origina crisis peridicas a consecuencia del mecanismo cclicoque sigue en su evolucin. En la que ahora nos ocupa concretamente, seregistra una cada de la rentabilidad del capital productivo (es decir, nofinanciero) que estimula al capital a recurrir a otros mbitos de actividad,en este caso las actividades financieras, con el fin de ganar esa rentabilidad

    perdida. Pero adems, despus de la cada de las bolsas tras el fiasco de laburbuja tecnolgica al comienzo de esta dcada, tampoco pareca que enla actividad burstil pudieran encontrarse soluciones rentables.

    As pues, el desencadenante de esta crisis en Estados Unidos lo encon-tramos en las famosas hipotecassubprime o hipotecas basura. Se trata dehipotecas concedidas a personas que estaban en condiciones econmicasque hacan difcil su devolucin. Es decir, se trata en definitiva de produc-tos financieros con un alto riesgo. Entre 2001 y 2006, estas hipotecas pasa-ron de 160.000 millones de dlares a los 600.000 millones, es decir, una

    quinta parte de todas las hipotecas (Blackburn, 2008: 62). Esto hizo que sedudara en un momento dado de la capacidad de estas personas para afrontarel pago de su deuda, especialmente si algn acontecimiento econmico lespona las cosas ms difciles. Y as ocurri cuando subieron los tipos deinters o bajaron los precios de las viviendas (que eran la principal garantade esas hipotecas).

    Crisiseconmicayresistenciaobrera

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    3.Causasdelascrisis...

    Pero esas hipotecas fueron transformadas en productos derivados parahacer menor ese riesgo. Cmo? Los bancos que las tenan las unan a otrosproductos financieros de menor riesgo creando un nuevo producto (un deri-vado llamado obligaciones de deuda colateralizada, o CBO segn sus

    siglas en ingls) que luego ponan a la venta en los mercados internaciona-les. Los nuevos compradores reciban parte del dinero que pagaban las per-sonas hipotecadas, y el banco ganaba por el margen de diferencia entre losintereses hipotecarios que reciba y los intereses que daba a esos nuevoscompradores, adems de traspasar parte del riesgo. En un contexto en quecomo hemos sealado, la rentabilidad era ms baja en otros mercados, elcapital opta por este tipo de productos, ms arriesgados pero que ofrecenbeneficios mucho mayores precisamente por ese riesgo mayor. Y la compra-venta de este tipo de productos tiene lugar porque existe un vaco legal que

    el capital puede aprovechar, pues aunque era evidente que estas jugadasponan en riesgo la economa mundial, tras los procesos de desregulacinque tuvieron lugar en todo el mundo, eran perfectamente legales. No slolegales, sino que algunas medidas los estimularon, como la derogacin dela Ley Glass-Steagal de la Administracin Clinton en 1999 u otras simila-res durante la etapa de Bush hijo (lo que se denomin la ingeniera finan-ciera). Y es que si el crecimiento econmico no se poda sostener sobre unabase tradicional (dado que la rentabilidad haba cado y la inversin, portanto, tambin), no hubo escrpulos en fomentarlo sobre una base muchoms etrea que haca a toda la economa dependiente de una suerte de casa

    de apuestas.A consecuencia de esas medidas desreguladoras, las empresas pudieron

    manipular sus balances contables, escondiendo las prdidas y exagerandosus beneficios. De esa forma atraan nuevo dinero que volvan a emplear enlos mismos circuitos especulativos con la idea de seguir aprovechndose deesa alta rentabilidad sin base firme (esto es lo que se llama apalancamiento).

    El problema est en que detrs de este mecanismo de casino o ruleta(rusa?) tenemos personas reales que llevan su sueldo a los bancos o entida-des similares, las cuales son las que estnjugando con ese dinero. Y del otro

    lado personas que no tienen medios suficientes y han tenido que recurrir aesosjugadores para conseguir en muchos casos simplemente un sitio dondevivir. De hecho, en el caso de Estados Unidos, se trataba de los denomina-dos Ninja (no income, no job, no assets, es decir, sin ingresos ni trabajo niactivos), a quienes se les concedieron prstamos con tasas ajustables, en losque los primeros aos el tipo de inters es bajo pero luego sube rpidamen-te (los teaser rates). Todo ello dentro del programa de la Administracin

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    Crisiseconmicayresistenciaobrera

    Bush de crear la sociedad de la propiedad camuflando la terrible realidadde miseria que se haba generado detrs de cada tarjeta de crdito(Blackburn, 2008: 63). En el sistema capitalista cualquier parecido con lasatisfaccin de necesidades es pura coincidencia pues se trata slo, y en todo

    momento, de rentabilidad.Como consecuencia de todo este proceso, ha tenido lugar un incremento

    notable de la inestabilidad econmica internacional. Esto se debe a esa pro-pagacin de productos con alto riesgo pero cuya composicin exacta eradifcil de discernir en muchos casos. En concreto, desde 2001 el volumendel comercio global con estos productos derivados se multiplic por tres(Krtke, 2008a). Al aumentar la falta de transparencia de los productos conque se negocia, aumenta la incertidumbre.Y en el momento en que los pre-cios de las viviendas bajaron y los tipos de inters subieron, y por tanto, las

    personas con poca capacidad de pago que haban contratado las hipotecasbasura dejaron de ser capaces de asumir los pagos que deban, la crisis seempez a propagar. Entre 1998 y 2007 las deudas incobrables pasaron enEstados Unidos de 211.000 millones de dlares a 920.000 millones (datosde la Reserva Federal citados en Kornblihtt, 2008). El nmero de propie-tarios de inmuebles con patrimonio negativo ascendi hasta los 8,8 millo-nes (Blackburn, 2008: 61).

    La nueva situacin de creciente incertidumbre tuvo como efecto inme-diato un endurecimiento de las condiciones para conseguir dinero. Losimpagos hicieron que estos productos derivados no valieran nada, as que

    algunos bancos y entidades financieras se encontraron con ms prdidasque ganancias, entrando en bancarrota. El resto de bancos, conscientescomo eran de que esos derivados estaban por toda la economa (dado queellos mismos se haban estado beneficiando de ellos) teman prestar dinerotanto a personas, como empresas u otros bancos, y que stos no fueran capa-ces de devolverlos. Esto ha hecho ms difcil conseguir crditos, incluso enel caso de empresas que intentan realizar inversiones productivas.

    Al mismo tiempo, dentro de esa incesante bsqueda de nuevas inver-siones rentables, algunas fracciones del capital financiero, que como diji-

    mos juega un papel directamente parasitario, optaron por buscar nuevosespacios. Como las burbujas inmobiliarias estaban empezando a estallar (enEstados Unidos, pero tambin en Reino Unido o Espaa), lleg el momentode asaltar el mercado de las materias primas. Esto hizo que se acelerara lasubida de los precios del petrleo o de los alimentos en todo el mundo. Denuevo simplemente por una cuestin de maximizar la rentabilidad de loscapitalistas. Es verdad que otras razones se mezclaron para producir esa alza

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    (como un estancamiento en la produccin del petrleo al haber alcanzadosu cenit o el aumento de la demanda de otros pases), pero lo cierto es queeste factor de la bsqueda de nuevos espacios de enriquecimiento tuvo unpeso fundamental en dicho proceso.

    En consecuencia, asistimos en los ltimos aos a procesos inflacionarios enla mayora de los pases. Dada la dependencia que tienen muchas econom-as (incluyendo Estados Unidos) del petrleo para funcionar, esos incremen-tos de precios se trasladaron a toda la economa. Y las subidas en los preciosde los alimentos no hicieron sino agravar estas condiciones. Las autoridadesmonetarias, por ejemplo en Europa, para combatir esa nueva inflacin deci-dieron subir los tipos de inters, puesto que, supuestamente, al encarecer elprecio del dinero en la economa, ste no se toma prestado tan alegrementey se dan menos compras e inversiones. De esa forma se hace que los precios

    no crezcan tanto (puesto que se consume menos) y, de paso, se les concedenmayores remuneraciones a los propietarios del dinero (bancos y dems) paraintentar que vuelvan a prestar dinero como antes. Pero como el dinero esms caro, otro efecto es que se invierte menos y que se crea menos empleo,adems de subir los costes de las hipotecas, lo que genera de nuevo impa-gos y echa ms lea al fuego de la crisis econmica.

    3.2. Causas internas de coyuntura del Estado espaolPuede resultar til empezar esta parte de nuestro relato hablando de cmoest compuesta la economa espaola, pues as se entender mejor cmo nos

    hemos contagiado y cmo nos puedeafectar. Dividamos la economa en susdos aspectos principales: la oferta, es decir, lo que se produce; y la deman-da, o lo que es lo mismo, cmo empleamos esos recursos que producimos.

    Empezando por la oferta, es necesario estudiar en alguna medida elpatrn de especializacin productiva de la economa espaola. sta se hacaracterizado tradicionalmente por tener una productividad muy baja. Losbajos salarios han facilitado que las empresas hayan preferido utilizar traba-jadores en vez de maquinaria en su actividad econmica. Por otra parte, laburbuja inmobiliaria hizo que el sector de la construccin fuera mucho ms

    rentable para el capital que otros sectores con ms productividad, comoaqullos intensivos en tecnologa, por ejemplo. Adems, tal y como men-cionamos en otro lugar3, esto benefici a las autoridades pblicas pues per-miti a los gobiernos de todos los niveles y de todos los colores hacer ycumplir promesas populistas de reduccin de impuestos (sobre la renta),

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    3 Vase Gente sin casa, casas sin gente. Cmo se entiende? (II), en CNTn 332, marzo de 2007.

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    mientras financiaban las actividades pblicas con las tasas que gravan laingente actividad especulativo-inmobiliaria4. Por eso no slo no se hizonada contra este modelo productivo sino que encima se le incentiv conventajas fiscales o liberalizaciones de suelo. La otra gran actividad econmi-

    ca espaola es el turismo, igualmente caracterizado por salarios bajos y con-diciones precarias, y tambin intensivo en mano de obra. Este sector tuvosu vnculo con el de la construccin, pues los apartamentos en la costa for-maron parte de esa ola especulativa, reforzndose as mutuamente.

    Por otra parte, es preciso sealar que tanto la industria como la agricul-tura han perdido mucho peso establecindose en las ltimas dcadas en el3% del PIB para el sector agrcola y el 20% en industria (datos de 2006). Almismo tiempo, y como hemos indicado, crecan espectacularmente la cons-truccin y el turismo (servicios). Esta prdida de peso de la agricultura y la

    industria implica la consiguiente debilidad en muchos de los sectores estra-tgicos de la economa para conseguir incrementos de productividad y, porlo tanto, crecimiento econmico (alimentacin, metal, qumica y energa,etc.) y obliga a depender de las importaciones que no permiten un controlde precios de los productos. Esta prdida de peso de la agricultura y laindustria est adems relacionada con la entrada de Espaa en la UninEuropea, pues deriv en una reestructuracin de la actividad econmicarepartiendo los distintos sectores a nivel europeo, y Espaa sali perjudica-da en mbitos como el naval, el lechero, etc.

    Todo esto explica en buena medida esa especializacin en actividades

    poco productivas, pero adems supone un factor de vulnerabilidad aldepender el crecimiento econmico (y las finanzas pblicas), sobre todo, dela construccin. Por otra parte, el turismo en Espaa no es ya tan boyantecomo lo fue en su momento, pues al abaratarse los transportes de larga dis-tancia como el avin, han surgido otros destinos ms atractivos y ms bara-tos, como algunos en el Sudeste asitico o el Caribe. All la conjuncin deunos sueldos an ms bajos y una moneda ms dbil contribuye a hacerms atractivo el turismo desde pases desarrollados.

    En cuanto a las exportaciones la especializacin sigui una lnea similar.

    Las ventas de Espaa en el exterior consisten fundamentalmente en bienes

    20

    4 Algo parecido ha tenido lugar tambin en Estados Unidos: los recortes de impuestos han

    repercutido en las finanzas de muchos ayuntamientos, que han basado sus ingresos en las nue-

    vas construcciones. Cuando el sector inmobiliario ha dejado de crecer, algunos de ellos han

    entrado tambin en bancarrota. Puede verse, por ejemplo, el caso de Vallejo (California) en El

    Pas del 7 de mayo de 2008, en la seccin de Economa (http://www.elpais.com/articulo/eco-

    nomia/ciudad/California/declara/bancarrota/elpepueco/20080507elpepueco_11/Tes)

    http://www.elpais.com/articulo/eco-nomia/ciudad/California/declara/bancarrota/elpepueco/20080507elpepueco_11/Teshttp://www.elpais.com/articulo/eco-nomia/ciudad/California/declara/bancarrota/elpepueco/20080507elpepueco_11/Teshttp://www.elpais.com/articulo/eco-nomia/ciudad/California/declara/bancarrota/elpepueco/20080507elpepueco_11/Teshttp://www.elpais.com/articulo/eco-nomia/ciudad/California/declara/bancarrota/elpepueco/20080507elpepueco_11/Teshttp://www.elpais.com/articulo/eco-nomia/ciudad/California/declara/bancarrota/elpepueco/20080507elpepueco_11/Teshttp://www.elpais.com/articulo/eco-nomia/ciudad/California/declara/bancarrota/elpepueco/20080507elpepueco_11/Tes
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    y servicios de bajo precio. Y para poder contar con productos ms innova-dores y avanzados, es necesario comprarlos del extranjero. Esta diferenciaentre lo que se exporta y lo que se importa es la que explica el dficit denuestra balanza de pagos con el exterior, y es de nuevo otro factor de vulne-

    rabilidad, pues es necesario financiar esa diferencia. Antes de pertenecer ala zona euro, cuando los productos espaoles se encarecan respecto a los deotros pases con los que se competa haciendo ms difcil su venta, se opta-ba por la devaluacin de la peseta, que al hacerla ms dbil abarataba esosproductos estimulando su compra desde pases extranjeros5. Pero desde laentrada en la zona euro eso se termin, por lo que el nico factor disponi-ble para ser competitivos en el exterior son los salarios bajos para mantenerprecios atractivos (dado que, como hemos dicho, la inversin en tecnologano se ha contemplado por encontrar ms rentables esos otros sectores men-

    cionados).Con este patrn productivo se construy el modelo del Espaa va bien.Este modelo se caracteriz, sobre todo, por los siguientes aspectos:

    Creacin de empleo (precario). El punto de partida para la creacinde nuevos puestos de trabajo lo sintetiz la transformacin en ley de lareforma modlica del mercado de trabajo en 1997, donde el acuerdo entrepatronal, por un lado, y Comisiones Obreras (CCOO) y Unin General deTrabajadores (UGT), por otro, result en una flexibilizacin laboral centra-da en el abaratamiento del despido (Ruiz, 2006: 17).

    Congelacin de los salarios mientras los beneficios suban galopante-

    mente. Segn diversos estudios de la OCDE y otros organismos internacio-nales6, los salarios han ido perdiendo poder adquisitivo, situndose el sala-rio real (la capacidad de compra del salario) en el ao 2007 en los mismosniveles que diez aos atrs. As pues, no es sorprendente que los beneficioscrecieran un 73% entre 1999 y 20067.

    Un notable crecimiento econmico sin aumento equivalente de laproductividad. De hecho, entre 2003 y 2007 se creci un 2,88% por encimade la media europea, mientras la productividad, de acuerdo con Eurostat,se redujo casi un 7% entre 1997 y 2007, es decir, al socaire de la burbuja

    inmobiliaria.Esa estrategia de salarios reducidos hace complicado el funcionamientoeconmico desde el lado de la demanda interna. Si se pretende que el con-

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    5 As lo hizo por ltima vez Solbes en 1995.

    6 Growing Unequal? Income Distribution and Poverty in OECD Countries. OECD, 2008; Estudio

    General de Remuneraciones. Watson Wyatt, 2008.

    7 El Pas, 24 de junio de 2007.

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    sumo interno del pas empiece a ser motor de la economa, es necesario quelos salarios sean los suficientemente elevados como para sustentarlo. Sinembargo, como hemos dicho, la estrategia ha sido de salarios bajos, por loque el consumo ha dependido del endeudamiento. En ello influyeron tam-

    bin los precios de la vivienda, que hicieron necesario para mucha gentehipotecarse para poder adquirir la suya (vase el Grfico 2), as como elcontexto de tipos de inters reducidos. Los bancos, que en Espaa hangozado de privilegios sin parangn (Torres, 2008b), junto con las grandesempresas constructoras, fueron los grandes beneficiarios del modelo, mien-tras los trabajadores en su conjunto salieron perdiendo.

    Entonces, cmo lleg hasta aqu la crisis? Como se ha mencionadoms arriba, el aumento de la incertidumbre en los mercados financierosinternacionales llev a los bancos a restringir el crdito, de manera que era

    ms difcil conseguir financiacin para nuevos proyectos, incluyendo elmbito de la construccin. Al mismo tiempo, el Banco Central Europeoelev los tipos de inters, hacindole la vida ms complicada a las personasque estaban endeudadas, que como hemos dicho, eran muchas. De acuerdocon los datos del Banco de Espaa (Malo, 2006), la deuda de las familiassuper en 2004 su renta disponible, de forma que en 2006 se elevaba yapor encima del 110% de dicha renta. Aunque la de Estados Unidos estaba enese mismo ao en torno al 125% hay que destacar que en 1995 las diferen-cias eran mucho mayores (con cerca de un 90% en EEUU y menos de un40% en Espaa). Esto ha tenido como consecuencia directa una reduccin en

    el consumo, pues mucha gente tiene ms problemas para llegar a fin de mes.El hecho de que hubiera en Espaa esa dependencia tan alta del sector

    de la construccin hace que la subida de tipos de inters afecte al conjun-to de la economa, pues el principal motor econmico deja de recibir gaso-lina con la que alimentarse como consecuencia del hecho de que la gentecompra menos viviendas (adems del hecho de que si los precios de lasviviendas suban ms, se volva insostenible el endeudamiento necesariopara adquirirlas). Por su parte, las empresas que estaban metidas en muchasconstrucciones y necesitaban de nuevas compras para conseguir dinero con

    que financiarlas (como Martinsa-Fadesa) entran necesariamente en quiebra.Como la principal fuente de nuevos empleos es el sector de la construccin,estos acontecimientos implican tambin un mayor desempleo, por lo que elconsumo vuelve a resentirse. Y este consumo tambin se ve afectado nega-tivamente por un factor psicolgico, como lo es el efecto de la cada de losprecios de las viviendas. En efecto, cuando las casas suben de precio, quie-nes son propietarios sienten que son ms ricos (independientemente de que

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    la causa de ese efecto no sea ms que especulativa y, por tanto, con fecha decaducidad), y eso se traduce en un mayor consumo. Pero cuando las viviendasbajan de precio el efecto contrario tiene lugar. Todo ese menor consumo

    tiene como consecuencia que otras empresas se vean por tanto afectadas porla crisis.

    As pues, sa es la forma en que tanto los factores internos (como laconstruccin) como externos (la crisis de las hipotecas basura) llevan a la eco-noma espaola a la crisis. Y as la burbuja especulativa estalla y el aterri-zaje es mucho menos suave de lo que pronosticara el ministro de EconomaPedro Solbes all por enero de 20088.

    Pero existe adems otro factor que acta como agravante, que es el de lainflacin. En los ltimos aos los precios, como hemos sealado, han subi-

    do debido al encarecimiento del petrleo (en una economa tan depen-diente del crudo como la espaola) y los alimentos. A ello hay que aadir,el nada desdeable papel jugado por las grandes empresas espaolas, que al

    23

    Fuente: Colectivo Io. Barmetro Social de Espaa.

    Grfico 2. Incremento anual del precio medio de la vivienda libre en Espaay del poder adquisitivo de los salarios, 1994-2006

    Tasa anual (euros constantes con base en 2000)

    8 Esta poca fiabilidad de las declaraciones de los polticos no es tampoco una sorpresa. El 23 de

    enero de 2008 en la inauguracin del Foro de Davos, Condoleezza Rice asegur que la econo-

    ma estadounidense estaba fuerte y continuara siendo el motor de la economa mundial.

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    tener un gran poder de mercado pueden subir los precios casi a su antojopor encontrarse en situacin de oligopolio, es decir, por la ausencia decompetencia. De hecho, ste ha sido otro factor que ha ayudado a que cre-cieran los beneficios tanto como lo han hecho en Espaa en los ltimos

    aos, aunque sobre esta cuestin de la distribucin de la renta hablaremosms tarde9.

    24

    9 Segn el Informe Anual sobre la Riqueza en el Mundo de Merrill Lynch y Capgemini, en Espaa

    volvi a crecer en 2007 el nmero de ricos por encima de la media Europea (un 4% respecto a

    un 3,7%), tal y como ha venido sucediendo en los ltimos aos.

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    4. Consecuencias econmicas de la crisis:

    el descenso de la actividad econmicaUna vez visto cmo se ha gestado la crisis parece interesante detenernosun momento en las consecuencias que la crisis tiene para algunos de losprincipales indicadores econmicos. Hablamos de crisis cuando tiene lugaruna cada de la actividad econmica, es decir del Producto Interior Bruto(PIB). Dicha cada tiene como consecuencia un incremento del paro, pues aldisminuir la actividad econmica, las empresas producen menos y se cie-rran muchas de ellas. Los primeros perjudicados son los trabajadores al serexpulsados de sus puestos de trabajo.

    La cada de la actividad econmica y el desempleo imponen dos costesa la sociedad. El primero es el despilfarro, es decir, la prdida de bienes yservicios que siendo necesarios podran producirse pero no se producen. Elsegundo coste es la inseguridad y el perjuicio a los trabajadores. El traba-jador, a diferencia del productor independiente, que es propietario de lasherramientas de trabajo, no puede ganarse la vida si no es vendiendo sutiempo de trabajo al empresario. Las malas pocas pueden ser difcilestanto para empresarios como para trabajadores pero vender bienes decapital es menos perturbador que vender bienes personales (si es que se

    tienen).Cuando aumenta el desempleo, tienden a empeorar las condiciones dedemanda (los trabajadores no pueden comprar tanto) y mejorar las de costes(bajan los salarios). El efecto global del aumento del desempleo en la tasaesperada de beneficios depender de cul de los dos efectos sea mayor: elefecto negativo para los empresarios de las condiciones de demanda o, el efec-to positivo para ellos, de las condiciones de costes.

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    Para algunos empresarios son tiles las recesiones y crisis, ya que lespermite disminuir costes y restablecer las condiciones necesarias para llevara cabo una inversin rentable. Aunque es posible que de vez en cuando loscapitalistas necesiten de una recesin, eso no garantiza que vaya a producir-

    se: como hemos visto ya, las recesiones no se deben a ninguna conspiracin,sino que es el propio capitalismo como sistema y su dinmica, los quegeneran recesiones y crisis de forma peridica. Desde perspectiva estric-tamente empresarial, es interesante apuntar que las crisis econmicasrefuerzan a algunas empresas, casualmente las empresas que tienen mayorliquidez, absorbiendo a la vez, parte del mercado de ventas de otras empre-sas e incluso a esas otras compaas.

    En contextos de crisis econmica como el actual, muchas empresasaprovechan el impacto psicolgico para imponer ajustes de plantilla que les

    ayuden a mejorar sus beneficios en un futuro inmediato.

    4.1. Expedientes de regulacin de empleo y paroEl objetivo de la poltica de ocupacin debe ser garantizar los niveles devida y condiciones de trabajo dignas, posibilitando al mismo tiempo ciertarealizacin personal, lo que no est garantizado en la casi totalidad de laspropuestas que hoy estn encima de la mesa. El pleno empleo, ya no slo anivel espaol, sino tambin europeo e internacional, se subordina desde losaos setenta al control de la inflacin, beneficiando de esta manera al capi-tal financiero.

    De esta forma podemos concluir que, el mantenimiento de los puestosde trabajo o el mantenimiento o mejora de las condiciones laborales, noentran dentro de los principales objetivos de gobiernos y empresarios.De ah que en esta ltima crisis econmica, los principales afectados nosean los empresarios sino los trabajadores. Los despidos y Expedientes deRegulacin de Empleo (ERE), estn creciendo de manera alarmante en losltimos meses. Segn datos del Ministerio de Trabajo e Inmigracin, elnmero de ERE autorizados entre enero y septiembre de 2008, fue de3.059, incrementndose en un 8% en relacin al mismo periodo de 200710.

    Los trabajadores afectados por expedientes de regulacin de empleo fueron45.295 en esos nueve primeros meses del ao. A estos expedientes hay quesumar los de importantes empresas automovilsticas como Nissan (1.680

    26

    10 Vase la noticia en Europa Press, en Internet: http://www.europapress.es/economia/laboral-00346/noti-

    cia-economia-laboral-eres-aumentan-septiembre-trabajadores-construccion-afectados-suben-362-

    20081114115054.html

    http://www.europapress.es/economia/laboral-00346/noticia-economia-laboral-eres-aumentan-septiembre-trabajadores-construccion-afectados-suben-362-20081114115054.htmlhttp://www.europapress.es/economia/laboral-00346/noticia-economia-laboral-eres-aumentan-septiembre-trabajadores-construccion-afectados-suben-362-20081114115054.htmlhttp://www.europapress.es/economia/laboral-00346/noticia-economia-laboral-eres-aumentan-septiembre-trabajadores-construccion-afectados-suben-362-20081114115054.htmlhttp://www.europapress.es/economia/laboral-00346/noticia-economia-laboral-eres-aumentan-septiembre-trabajadores-construccion-afectados-suben-362-20081114115054.htmlhttp://www.europapress.es/economia/laboral-00346/noticia-economia-laboral-eres-aumentan-septiembre-trabajadores-construccion-afectados-suben-362-20081114115054.htmlhttp://www.europapress.es/economia/laboral-00346/noti-cia-economia-laboral-eres-aumentan-septiembre-trabajadores-construccion-afectados-suben-3
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    4.Consecuenciaseconmicasdelacrisis...

    trabajadores afectados). Casi 50.000 personas afectadas por expedientes deregulacin, una gran mayora de los cuales (95%) han terminado en acuer-do entre empresa y sindicatos11.

    De estos despidos, es en la industria donde se realizan la mayora de losERE, con 29.258 sobre un total de 45.29512. Sin embargo, son los trabaja-dores de la construccin los que registran el mayor incremento, con unasubida de un 362% en los despedidos por estos expedientes en los prime-ros nueve meses del ao 2008 respecto al mismo perodo del ao anterior,mientras que el incremento en el sector industrial fue del 9,1%. El sectorservicios, que representa el mayor peso ocupacional de la economa espao-la, alcanz la cifra de 11.299 despedidos a travs de ERE, con un incremen-to del 2,8% respecto al ao anterior. El sector agrcola es el nico donde losdespidos a travs de expedientes de regulacin disminuyen en los nueve

    primeros meses del ao respecto al mismo perodo del ao anterior (1.037trabajadores). Pero a pesar de la notoriedad informativa que tienen los ERE,la mayora de los despidos son despidos individuales, que son mucho mssilenciosos y proceden de la no renovacin de contratos temporales o del fin decontratos de temporada.

    Todos estos despidos acentan la tendencia que segua el Estado espa-ol, como el pas de la UE con la mayor tasa de desempleo: segn datosrecientes de Eurostat, la tasa espaola supera en casi seis puntos porcentua-les la media de los 27 pases de la Unin13. La realidad, con todo, superamuchas veces la ficcin. Si bien el Eurondice Laboral elaborado por

    Adecco e IESE14, calculaba para finales de este ao un incremento interanualde parados en 658.500 personas hasta alcanzar un total de 2.586.000desempleados, la tasa de paro oficial del mes de octubre ya haba superadocon creces esta cifra. El total de desocupados registrados ha pasado de estemodo, desde enero a diciembre de 2008, de los 2.048.600 de personas a los3.128.963 de personas, con una tasa de paro en el tercer trimestre del ao

    27

    11 Vase la nota de prensa del Ministerio de Trabajo, en Internet en: http://www.tt.mtas.es/periodi-

    co/ministro/200810/min20081014.htm

    12 Vase El Correo Gallego del 17 de noviembre de 2008. Disponible en Internet en:http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=9&idNoticia=365606

    13 Vase la nota de prensa de Eurostat del 28 de noviembre de 2008: Euro area unemploy-

    ment up to 7,7%. Disponible en Internet en:

    http://epp.eurostat.ec.europa.eu/pls/portal/docs/page/pgp_prd_cat_prerel/pge_cat_pprerel_year_2008/pge_cat_pre-

    rel_year_2008_month_11/3-28112008-en-bp.pdf

    14 Vase la noticia en el portal Expansin y Empleo, disponible en Internet en: http://www.expan-

    sionyempleo.com/edicion/expansionyempleo/empleo/mercado_laboral/es/desarrollo/1174795.html

    http://www.tt.mtas.es/periodico/ministro/200810/MIN20081014.htmhttp://www.tt.mtas.es/periodico/ministro/200810/MIN20081014.htmhttp://www.tt.mtas.es/periodico/ministro/200810/MIN20081014.htmhttp://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=9&idNoticia=365606http://epp.eurostat.ec.europa.eu/pls/portal/docs/page/pgp_prd_cat_prerel/pge_cat_pprerel_year_2008/pge_cat_pre-rel_year_2008_month_11/3-2811200http://epp.eurostat.ec.europa.eu/pls/portal/docs/page/pgp_prd_cat_prerel/pge_cat_pprerel_year_2008/pge_cat_pre-rel_year_2008_month_11/3-2811200http://www.expansionyempleo.com/edicion/expansionyempleo/empleo/mercado_laboral/es/desarrollo/1174795.htmlhttp://www.expansionyempleo.com/edicion/expansionyempleo/empleo/mercado_laboral/es/desarrollo/1174795.htmlhttp://www.expansionyempleo.com/edicion/expansionyempleo/empleo/mercado_laboral/es/desarrollo/1174795.htmlhttp://www.expansionyempleo.com/edicion/expansionyempleo/empleo/mercado_laboral/es/desarrollo/1174795.htmlhttp://www.expansionyempleo.com/edicion/expansionyempleo/empleo/mercado_laboral/es/desarrollo/1174795.htmlhttp://www.expansionyempleo.com/edicion/expansionyempleo/empleo/mercado_laboral/es/desarrollo/1174795.htmlhttp://www.expan-sionyempleo.com/edicion/expansionyempleo/empleo/mercado_laboral/es/desarrollo/1174795.htmlhttp://epp.eurostat.ec.europa.eu/pls/portal/docs/page/pgp_prd_cat_prerel/pge_cat_pprerel_year_2008/pge_cat_pre-rel_year_2008_month_11/3-2811200http://epp.eurostat.ec.europa.eu/pls/portal/docs/page/pgp_prd_cat_prerel/pge_cat_pprerel_year_2008/pge_cat_pre-rel_year_2008_month_11/3-2811200http://epp.eurostat.ec.europa.eu/pls/portal/docs/page/pgp_prd_cat_prerel/pge_cat_pprerel_year_2008/pge_cat_pre-rel_year_2008_month_11/3-2811200http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=9&idNoticia=365606http://www.tt.mtas.es/periodico/ministro/200810/MIN20081014.htmhttp://www.tt.mtas.es/periodi-co/ministro/200810/min20081014.htm
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    del 11,33%, llegando al 12,8% en noviembre de 2008. Por sectores econ-micos, el paro registrado presenta las siguientes variaciones de diciembrede 2008 respecto a noviembre: en agricultura baja en 916 (-0,91%); en indus-tria sube en 27.725 (7,45%); en construccin se incrementa en 70.701

    (13,60%); en servicios aumenta en 46.471 (2,69%). Por ltimo, el colecti-vo Sin Empleo Anterior baja en 6.119 personas (-2,29%)15. En total elparo registrado por sectores en diciembre de 2008 es de 101.338 en laagricultura, 399.872 en la industria, 590.730 en la construccin,1.776.050 en los servicios y 260.973 sin empleo anterior. As pues son elsector servicios y el de la construccin los que engrosan en gran medida lascifras del paro de los ltimos meses.

    Cuntos trabajadores estarn en paro a finales de 2009? A buen seguromuchos ms. Aunque para solucionar la tasa de desempleo y, como se lleva

    realizando desde hace aos por gobiernos de distinto pelaje, existen meca-nismos estadsticos que la maquillan. Una de las medidas propuestas es lade que los prejubilados no engrosen las listas del paro. Esta medida, quecasualmente aparece cuando el desempleo est aumentando de forma exage-rada, fue una de las propuestas que el ministro de Trabajo e Inmigracin,Celestino Corbacho, realiz en Sabadell (Barcelona)16.

    Por otra parte, es conveniente recordar que los datos del paro tienenuna repercusin a nivel personal y social, mucho ms all de cifras inmedia-tas. Si hablamos de 3.000.000 de parados, estamos hablando de que comomnimo el doble sern las personas afectadas por el paro (familias de 2 3

    miembros), es decir, la afectacin del paro se multiplica entre la poblacintrabajadora. Ya hay a da de hoy 638.000 familias (el 5% del total) en queestn todos los miembros en edad de trabajar en paro17.

    4.2. InflacinDesde agosto de 2007 la inflacin fue escalando puntos de forma acelerada,pasando el ndice de Precios al Consumo (IPC) de una tasa interanual del2,2% en agosto de 2007 a un 5,3% en julio de 2008, una escalada de pre-cios que se ha reflejado de manera ms notoria en los productos de ali-

    mentacin, vivienda (en el que estn incluidos los precios del alquiler de

    28

    15 Vase El Pas del 4 de noviembre de 2008 http://www.elpais.com/articulo/internacional/recesion/economi-

    ca/provoca/octubre/mayor/subida/paro/historia/elpepuint/20081104elpepuint_8/Tes as como

    http://www.tt.mtas.es/periodico/laboral/200901/diciembre.pdf

    16 Vase Expansin del 17 de noviembre de 2008. Disponible en Internet en: http://www.expan-

    sion.com/2008/11/17/economia-politica/1226943061.html

    17Actualidad Econmica n2629, del 31 de octubre al 6 de noviembre de 2008.

    http://www.elpais.com/articulo/internacional/recesion/economi-ca/provoca/octubre/mayor/subida/paro/historia/elpepuint/20081104elpepuint_8/Teshttp://www.elpais.com/articulo/internacional/recesion/economi-ca/provoca/octubre/mayor/subida/paro/historia/elpepuint/20081104elpepuint_8/Teshttp://www.elpais.com/articulo/internacional/recesion/economi-ca/provoca/octubre/mayor/subida/paro/historia/elpepuint/20081104elpepuint_8/Teshttp://www.elpais.com/articulo/internacional/recesion/economi-ca/provoca/octubre/mayor/subida/paro/historia/elpepuint/20081104elpepuint_8/Teshttp://www.elpais.com/articulo/internacional/recesion/economi-ca/provoca/octubre/mayor/subida/paro/historia/elpepuint/20081104elpepuint_8/Teshttp://www.elpais.com/articulo/internacional/recesion/economi-ca/provoca/octubre/mayor/subida/paro/historia/elpepuint/20081104elpepuint_8/Teshttp://www.tt.mtas.es/periodico/laboral/200901/diciembre.pdfhttp://www.expansion.com/2008/11/17/economia-politica/1226943061.htmlhttp://www.expansion.com/2008/11/17/economia-politica/1226943061.htmlhttp://www.expansion.com/2008/11/17/economia-politica/1226943061.htmlhttp://www.expansion.com/2008/11/17/economia-politica/1226943061.htmlhttp://www.expansion.com/2008/11/17/economia-politica/1226943061.htmlhttp://www.expansion.com/2008/11/17/economia-politica/1226943061.htmlhttp://www.expan-sion.com/2008/11/17/economia-politica/1226943061.htmlhttp://www.tt.mtas.es/periodico/laboral/200901/diciembre.pdfhttp://www.elpais.com/articulo/internacional/recesion/economi-ca/provoca/octubre/mayor/subida/paro/historia/elpepuint/20081104elpepuint_8/Teshttp://www.elpais.com/articulo/internacional/recesion/economi-ca/provoca/octubre/mayor/subida/paro/historia/elpepuint/20081104elpepuint_8/Teshttp://www.elpais.com/articulo/internacional/recesion/economi-ca/provoca/octubre/mayor/subida/paro/historia/elpepuint/20081104elpepuint_8/Tes
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    vivienda, de la distribucin de agua, recogida de basura, alcantarillado yotros servicios, de la electricidad, el gas y otros combustibles, pero no de lacompra-venta) y transporte (en general), con aumentos situados entre el 7

    y 10% en julio de este ao. Esta situacin inflacionista parece que ha remi-tido momentneamente debido a la reduccin que se ha dado en los preciosdel petrleo, pero las perspectivas a futuro no son nada halageas para elprecio del crudo.

    La inflacin afecta de muy diversas maneras a los ingresos. El colectivo alque afecta de manera ms directa la inflacin es a las personas con rentasfijas o las que no tienen capacidad de aumentarlas proporcionalmente a lainflacin. Aqu se encuentran los colectivos de pensionistas y asalariadossin capacidad de incluir la clusula de revisin en sus contratos, pese a que

    estos ltimos parecen ser la minora en el colectivo de trabajadores. EnCatalua, por ejemplo, el porcentaje de asalariados con clusula de revisinera de ms del 80% en junio de 200818.

    Pero, como se ha dicho antes, aunque la inflacin aumente en una tasa oporcentaje dado, los diferentes productos que lo componen tienen aumen-

    29

    18 http://www.kaosenlared.net/noticia/inflacion-tensa-negociacion-salarial

    Grfico 3. Evolucin del IPC desglosado, 2006-2008

    Fuente: INE.

    http://www.kaosenlared.net/noticia/inflacion-tensa-negociacion-salarialhttp://www.kaosenlared.net/noticia/inflacion-tensa-negociacion-salarial
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    tos de precios que no tienen por qu coincidir con la tasa interanual del IPC.Un ejemplo lo tenemos en el Grfico 3, donde se observa la evolucin delIPC y varios de sus elementos desde comienzos de 2006.

    Podemos observar en l, tal y como decamos al principio de esta parte,

    cmo el aumento del IPC se ha reflejado de manera ms notoria en los pro-ductos de alimentacin, vivienda19 y transporte, y cmo en los productosde vestido y calzado, ocio y cultura, y comunicaciones, ha sido menor elaumento o incluso negativo.

    Una conclusin bastante evidente es que la inflacin ha sido ms eleva-da en unos productos que en otros. En este caso, el IPC ha aumentado enmayor grado en los productos de consumo ms bsicos como la alimenta-cin, vivienda y transporte. El aumento de estos productos afecta de mane-ra directa a las rentas ms bajas y a la masa de asalariados, esto es, a la clase

    trabajadora que gasta la mayor parte de sus rentas en productos de consu-mo diarios, mientras que a las clases sociales con mayores rentas les afecta demenor manera. Adems, dada la situacin actual de aumento progresivodel paro, va a ser muy difcil compensar esas subidas de precios con subidassalariales. Ante esta posibilidad, tanto el Banco Central Europeo, el Banco deEspaa, como diferentes asociaciones patronales han exigido que no se densubidas salariales para compensar la disminucin de capacidad de comprade los salarios, para poder evitar un mayor repunte de la inflacin. Lo queno explican son las razones de fondo de ese proceso inflacionista, intentan-do cargar la responsabilidad a los trabajadores mediante la denominada

    moderacin salarial, a la que ciertos sindicatos ya se han unido. Si de lo quese trata es de buscar los responsables de la inflacin, existe una vinculacinmuy directa entre una estructura empresarial oligopolizada como la espa-ola y ese incremento de precios.

    A todo esto tambin hay que sumarle la subida de tipos de inters quesigui hasta octubre de 2008 el Banco Central Europeo (BCE) para frenaresa inflacin20. Aplicando subidas de tipos de inters se disminuyeron lasrentas de los sectores de poblacin que estn pagando hipotecas. Junto aestos problemas hay que incluir el del aumento del desempleo debido al enca-

    recimiento de las inversiones por medio del precio del dinero. El desem-pleo, junto a la precariedad laboral (promovida por las diferentes reformas

    30

    19 Recurdese aqu lo que hemos sealado ya de que no est incluido el coste de adquisicin de

    la vivienda.

    20 La principal funcin de este organismo es la lucha contra la inflacin, lo que denota su carc-

    ter de clase, pues para los trabajadores es ms importante que se acabe con el desempleo

    antes que con la inflacin.

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    laborales), se convierte as en un arma de control de la clase trabajadora enmanos de los empresarios, con la que pueden conseguir que los salarios nosuban o lo hagan por debajo del aumento de la inflacin, perjudicando as ala clase trabajadora. Solamente cuando en los ltimos meses la inflacin se

    ha reducido al hilo de la bajada en los precios del petrleo, elBCE ha mode-rado los tipos de inters, que aun as siguen estando bastante por encima delos Estados Unidos.

    Para concluir, la inflacin afecta de una manera ms grave a la clase tra-bajadora, ya que adems de estar dndose en los productos bsicos, hay quesumarle el contexto de crisis y el aumento progresivo del desempleo,que impide que se puedan dar subidas salariales que compensen la subidageneralizada de precios. De esta manera, se puede concluir que los sectoressociales con menores rentas, sufren en una mayor medida los efectos de la

    inflacin, dndose una disminucin relativa mayor en las rentas de estossectores que en las capas sociales de rentas altas.

    4.3. Redistribucin de la rentaLo siguiente a lo que debemos mirar es la distribucin de la renta, es decir,cmo se reparte el conjunto de los recursos materiales fruto de la actividadeconmica, pues a raz de las evoluciones comentadas es de esperar un debi-litamiento de la clase trabajadora y, por tanto, de la parte que se lleva dedichos recursos. Por eso no est de ms echarle un vistazo a la evolucinque ha seguido dicha distribucin a lo largo de los ltimos aos en Espaa.

    En el Grfico 4 podemos ver cmo ha evolucionado la parte que, de larenta total, ha ido a parar a manos de los trabajadores en forma de salarios eingresos similares desde los aos sesenta (es la denominada distribucinfuncional de la renta, es decir, la distribucin entre capitalistas y trabajado-res). La parte superior de la grfica corresponde a la porcin de la renta quese queda el capital, y la parte inferior, a la que se queda el trabajo. Se puedeobservar una tendencia descendente desde los aos setenta. Esta tendenciase agudiza en los aos noventa hasta situar la proporcin de la renta de laque disfrutan los trabajadores en niveles inferiores a los de los aos sesenta.

    Si tomamos como sinnimos la renta de un pas y el producto interiorbruto, se puede ver que, pese a que el PIB haya aumentado considerable-mente en las ltimas dcadas, la distribucin de ste ha ido en constanteempeoramiento para la clase trabajadora.

    Hay varios factores que explican esta tendencia y no podemos ahoracentrarnos en todos ellos. Baste sealar, por ejemplo, que es justo a partirdel final del franquismo y de la transicin, cuando la tendencia a la baja de

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    Crisiseconmicayresistenciaobrera

    la porcin de la renta que pasa a manos de la clase trabajadora toma fuerza.Una de las razones que explican este desarrollo son los Pactos de la Moncloaen 1977, en los que se establecieron medidas negativas para la clase traba-

    jadora (moderacin salarial, reflejada en cierta manera en la vinculacin delos aumentos salariales a la inflacin pasada y no a la prevista). Esos pactosfueron uno de los vehculos en que se materializ el ajuste econmico sobreel salario en Espaa. Otro de los elementos que continuara tiempo despusfue el elevado desempleo, que como hemos sealado ya, es un arma queperjudica seriamente a los trabajadores y a sus intereses de clase, y no pode-mos olvidar que las tasas de paro fueron en los 80 y en los primeros 90,mayores incluso que las de ahora, con casi un 25% de desempleados en1994.

    A partir de ese ao, la proporcin que va a parar a los trabajadores haido en constante descenso, a pesar del aumento del empleo. Esta evolucinest estrechamente relacionada con el modelo de crecimiento que vimosms arriba, caracterizado por una ingente especulacin inmobiliaria, laprecarizacin del empleo y el consiguiente aumento de los beneficios. Todoello teniendo en cuenta el incremento del nmero de trabajadores ocupados(de 12,7 millones de trabajadores en 1976 a 20,3 millones a principios de

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    Grfico 4. Parte de los salarios en la renta nacional en Espaa, 1960-2008

    Fuente: AMECO.

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    2008), es decir, la parte de la renta que va al trabajo (cada vez menor) setiene que dividir entre ms trabajadores, mientras que la parte que va alcapital prcticamente mantiene sus beneficiarios. ste es un indicadorimportante de prdida de poder adquisitivo, del robo por parte de la patronal,

    y explica el fenmeno que observamos a diario de que hace aos una fami-lia podia vivir con un sueldo mientras hoy en da es ya muy difcil vivir condos sueldos.

    En los ltimos aos adems, cabe mencionar la entrada en el euro comootro factor adicional, pues aunque la inflacin oficial se haya encontrado enniveles relativamente bajos, el aumento de los precios de los productos deconsumo bsicos ha sido mayor, repercutiendo en mayor medida en las ren-tas ms bajas, ya que para el aumento de los salarios se toma como referen-cia el ndice general.

    Lo que nos espera a partir de ahora en este mbito (si no conseguimosrevertirlo por medio de nuestra movilizacin, de lo que hablaremos msadelante) es una agudizacin de estas tendencias de manera que la parte derenta destinada a salarios se reduzca an ms. Durante las crisis son muchoslos ricos que salen an ms beneficiados, porque aprovechan para hacersecon competidores ms dbiles. De hecho, no es en absoluto una casualidadque la primera tienda en Madrid de la joyera de lujo Tiffanys haya abiertoprecisamente en 2008, y unos meses ms tarde inaugurara su tienda enMadrid el modisto scar de la Renta21.

    33

    21 Vase Expansin del 29 de enero de 2008, en Internet en

    http://www.expansion.com/2008/01/29/empresas/1083376.html; y El Pas del 20 de noviembre de 2008.

    http://www.expansion.com/2008/01/29/empresas/1083376.htmlhttp://www.expansion.com/2008/01/29/empresas/1083376.htmlhttp://www.expansion.com/2008/01/29/empresas/1083376.html
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    5. Consecuencias sociales de la crisis

    Las consecuencias derivadas de la crisis ya se estn produciendo. Por ejem-plo, en los Presupuestos Generales del Estado para 2009 ya se han dejadonotar, con una reduccin del gasto generalizado, sobre lo que abundaremosun poco ms adelante. Centrmonos ahora en las consecuencias dentro delmercado laboral.

    El aumento del desempleo y el consiguiente debilitamiento de los tra-bajadores, servirn para que las empresas intensifiquen la explotacin laboral.Peores sueldos y condiciones laborales que van a repercutir de maneradirecta en la clase trabajadora. De hecho, justo en este contexto ha tenido

    lugar la propuesta del aumento de la jornada mxima de 65 horas aprobadapor los ministros de Empleo de la Unin Europea, lo que habra supuestoun paso atrs gigantesco en la lucha por los derechos de la clase trabajadora.

    5.1. Consecuencias sociales del paroPor su trascendencia sobre nuestras vidas, no est de ms detenerse un pocoen las consecuencias del paro. El ms conocido efecto del desempleo es laprdida de ingresos, ya que en las sociedades capitalistas en las que lamayor parte de los ciudadanos vivimos directa o indirectamente del salario

    percibido por el trabajo dependiente, la prdida del empleo supone la inte-rrupcin de los ingresos. La magnitud de la prdida depende del tiempoque se tarde en encontrar otro trabajo y del grado de cobertura y duracindel seguro de desempleo. Pero debido a las constantes reformas laboralesllevadas a cabo en los ltimos aos, las prestaciones por desempleo han per-dido fuerza, al endurecerse las condiciones para poder obtenerla. De esta

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    5.Consecuenci

    associalesdelacrisis

    manera, los parados se encuentran en una situacin de mayor vulnerabili-dad que en crisis anteriores.

    Por otra parte, la tipologa de parado ha cambiado respecto a la de cri-sis anteriores, puesto que el boom de la construccin ha hecho que muchosde los afectados sean los trabajadores inmigrantes que estaban anteriormen-te ocupados en el sector. Pero a ellos hay que sumarles todos los trabajado-res vctimas de la precariedad laboral mencionada (con un perfil ms cen-trado en jvenes y mujeres), y por supuesto, ciertos parados con larga vidalaboral y con aos de cotizacin a la seguridad social. La generalizacin dela precariedad tiene como consecuencia que estos parados tengan mayoresproblemas a la hora de cobrar el subsidio por desempleo, al haberse endu-

    recido las condiciones.Junto a este efecto, que frecuentemente lleva a situaciones de pobreza ymarginalidad social (vanse las tablas 1 y 2), se producen otros muchos quetambin deben tenerse en cuenta, como son los que afectan a la prdida dela identidad individual y social de los parados, el cambio en su estatussocial, la reduccin de bienestar, la descualificacin de los expulsados de laactividad laboral, los cambios radicales en la forma de vida, en el lugar deresidencia o en los planes educativos, y las perspectivas de carrera del tra-bajador y su familia y amigos, y a menudo una prdida de confianza en unomismo. Cuando aumenta el desempleo, por ejemplo, no slo se eleva el

    nmero de suicidios, sino tambin, los malos tratos a los nios, las desave-nencias conyugales, los problemas familiares y las enfermedades mentales oel nmero de infartos y ataques de corazn. Asimismo aumenta el nmerode personas que cometen delitos, como robos callejeros u otros para cubrirnecesidades bsicas o estndares mnimos y, de esta forma, aumentan laspersonas que van a la crcel. En este sentido los desempleados se sientenirritados y frustrados por vivir en una sociedad ostentosa, con clases socialesque tienen de todo mientras ellos lo pueden perder todo.

    Adicionalmente, a nivel general, el desempleo afecta a los hbitos adqui-

    sitivos de muchas personas y no slo a los desempleados. Cuando una per-sona del barrio es despedida es posible que muchas otras se preguntenquin ser la siguiente y que decidan recortar sus compras e intentar aho-rrar un poco ms (es lo que se denomina ahorro por motivo precaucin).Esto lgicamente afecta en la evolucin y perspectivas de las ventas y laactividad econmica.

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    Crisiseconmicayresistenciaobrera

    Finalmente, una consecuencia muy importante del desempleo es quesirve como instrumento para disciplinar a los trabajadores y para debilitarsus organizaciones naturales, que son los sindicatos. Es la amenaza de per-der el empleo la que induce a los trabajadores a seguir trabajando con unaintensidad suficientemente grande y unos salarios suficientemente bajos

    para que contine el proceso de obtencin de beneficios capitalistas. Porotro lado, para los trabajadores la posibilidad de no encontrar trabajo y porende, no poder alimentarse a uno mismo ni a su familia, es una doble carga.Los trabajadores no slo deben soportar costes personales y psicolgicos dela propia inseguridad, sino que como consecuencia de la misma se encuen-tran en una dbil posicin negociadora. El efecto negativo que produce eldesempleo en la posicin negociadora es inmediato. Si la tasa de desempleoes elevada pero hay perspectivas de que disminuya pronto, es menos proba-ble que cedan ante los empresarios, que si se espera que sea elevada y durecierto tiempo. Con tasas altas de paro es probable que se influya en el

    esfuerzo laboral, en la reduccin de las bajas comunes, etc. Cuando los tra-bajadores temen perder el puesto de trabajo, tendrn menos posibilidadesde hacer frente a los intentos de los empresarios de acelerar el ritmo de tra-bajo, reducir las normas de seguridad y elevar el nivel de esfuerzo con otrosmtodos. En este sentido a los capitalistas no les interesan polticas econ-micas que tengan como objetivo el pleno empleo, aplicadas por el Estado,sino todo lo contrario (Kalecki, 1943). El pleno empleo tiende a cambiar larelacin de fuerzas entre capital y trabajo. La eliminacin del paro suponeque se den demandas salariales inaceptables por el capital y se mina el fac-

    tor clave para el mantenimiento de la disciplina laboral.

    36

    Fuente: Informe de la inclusin social en Espaa 2008. Fundaci Caixa Catalunya.

    Tabla 1. Tasas de pobreza de hombres y mujeres,segn tiempo en paro durante el ltimo ao, 2006 (Porcentajes)

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    5.2. Otras consecuencias sociales:fascismo, control social y militarismo

    Otra consecuencia de esta crisis econmica va a ser la bsqueda de chivosexpiatorios por parte del Estado y la patronal, para desviar la atencin delos autnticos responsables de la misma.

    Por una parte la ideologa y acciones fascistas renacen en pocas de crisiscomo forma de control social mediante el miedo. De esta manera se crimi-naliza a sectores de la poblacin que sin ser responsables de la crisis, van aser culpabilizados para pasar por alto las verdaderas razones de sta, y parainfundir el miedo entre los sectores que cuestionen el sistema y la situacinactual. Un ejemplo de esto sera el aumento de acciones xenfobas y anti-sindicalistas contra elementos de la clase trabajadora (con agresiones ainmigrantes y sindicalistas, por ejemplo), proceso que ya se dio en elEstado espaol en las ltimas crisis econmicas (crisis del petrleo de losaos setenta, en los aos ochenta y en la crisis de 1992-1993). Hay quetener siempre presente la tradicin fascista en Espaa, fruto de una dicta-dura de cuarenta aos. La presencia en la sociedad espaola de personas con

    estas ideas es la que lleva a sostener partidos de extrema derecha y partidos dederecha masivamente votados con facciones de extrema derecha, como el PP.Este cojn social es el que ha permitido explotar brotes racistas en aosanteriores y el que hace prever que se puedan repetir y agudizar en un con-texto como el actual. Adems, para una generacin, sta es su primera crisis(la ltima crisis notable fue a comienzos de los noventa), teniendo un efec-to psicolgico mayor sobre ella, lo que junto con el hecho de que estas 5.

    Consecuenciassocialesdelacrisis

    37

    Fuente: Informe de la inclusin social en Espaa 2008. Fundaci Caixa Catalunya.

    Tabla 2. Desempleo y privacin, 2006 (Porcentajes)

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    Crisiseconmicayresistenciaobrera

    capas de la poblacin se encuentran cronolgicamente ms distantes de ladictadura franquista, podra hacer aflorar el apoyo a los partidos racistas deextrema derecha.

    En estos momentos Italia est siendo el caso ms paradigmtico, donde

    la criminalizacin y agresiones a inmigrantes y etnias minoritarias estn enauge, incluyendo muertes de por medio. Un ejemplo de esto fue el asesina-to de 7 inmigrantes por la mafia a finales de septiembre de 200822. Pero enla misma lnea debe inscribirse la medida propuesta en el pas italiano dedestinar 30.000 soldados a patrullar las calles para garantizar la seguri-dad23. En el caso del Estado espaol, el Gobierno ya se ha posicionado conla intencin de suprimir los contratos en origen a los inmigrantes, inten-tando facilitar la repatriacin de los que estn en paro y aceptando laDirectiva de Retorno de la Unin Europea (norma que, entre otras cosas,

    permite retener 18 meses a los inmigrantes ilegales), tambin conocidacomo Directiva de la Vergenza.El aumento de los impagos de hipotecas24, junto con el paro, hace que

    se utilice a la familia como colchn con el que evitar la cara ms dura de lacrisis; funcin que cumpli en las crisis anteriores en un pas donde staest firmemente arraigada tras aos de catolicismo secular. La diferenciacon las crisis pasadas es que el poder de endeudamiento de las familias estal mximo, por no hablar de que una gran proporcin de stas se encuentranya hipotecadas, por lo que la capacidad para servir de sostn econmico fren-te a la crisis ha disminuido considerablemente. Adems esta vez hay un

    colectivo de afectados que no tienen familia con la que contar para superarla crisis: los inmigrantes, que al haber estado empleados precisamente enlos sectores ms daados (la construccin o la hostelera) estn padeciendola situacin de manera ciertamente dramtica.

    Por otra parte, en un contexto de crisis, aumentan los delitos contra lapropiedad privada debido a las necesidades acuciantes, y ello tambinimplica un incremento de la inseguridad ciudadana y la consecuente legi-timacin de los gastos policiales y de control social. Normalmente los deli-tos se cometen contra miembros de las clases sociales menos favorecidas y

    no contra las clases sociales pudientes, por lo que lleva, si cabe, a incremen-

    38

    22 VaseLa Vanguardia del 20 de septiembre de 2008, en Internet en: http://www.lavanguardia

    .es/lv24h/20080920/53542803714.html

    23 Vase El Pas del 25 de enero de 2009.

    24 La morosidad de las familias se ha multiplicado por ms de cuatro desde 2004 hasta 2008.

    Vase El Pas del 8 de diciembre de 2008.

    http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080920/53542803714.htmlhttp://www.lavanguardia.es/lv24h/20080920/53542803714.htmlhttp://www.lavanguardia.es/lv24h/20080920/53542803714.htmlhttp://www.lavanguardia.es/lv24h/20080920/53542803714.htmlhttp://www.lavanguardia.es/lv24h/20080920/53542803714.htmlhttp://www.lavanguardia.es/lv24h/20080920/53542803714.html
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    5.Consecuenciassocialesdelacrisis

    tar la legitimacin de este control social ejercido por el Estado por parte deuna mayora de la poblacin.

    Asimismo, es evidente que en pocas de crisis, con el aumento del paroaumenta el descontento social, el potencial reivindicativo, y a la vez las

    situaciones de depresin por la situacin vivida. Es en este contexto dondelas drogas, includo el alcohol, juegan un papel fundamental. El negocio de ladroga es uno de los ms importantes del mundo por la cantidad de dineroque mueve y ello, unido a su utilidad adormecedora de la juventud, lo con-vierte en un sector estratgico en pocas de crisis. Si hacemos un repasobreve en la historia, comprobamos cmo no han sido pocos los casos en losque, mediante las drogas, se ha tratado de anular procesos potencialmenterevolucionarios o simplemente acallar la disidencia en periodos poltica-mente delicados. Tomando casos relativamente recientes como en Estados

    Unidos durante los aos 60 y 70, los barrios con mayora de poblacinnegra, sobre todo los ms combativos vinculados a los Panteras Negras,fueron bombardeados por multitud de drogas como el crack o la herona.Aos ms tarde, el reverendo y candidato a las primarias demcratas JesseJackson aseguraba: Distribuir cocana en forma de crack entre los jvenesde los ghettos es una forma de guerra qumica que cost ms vidas y des-truy ms familias que una guerra convencional (Mart, 2008).

    En el Estado espaol desde los aos 80 vivimos una ofensiva que pasprimero por la herona y las pastillas, y ms tarde el speed, la cocana yotras sustancias. Ocurri precisamente en un momento clave de reconver-

    siones industriales y lucha obrera. Todas esas sustancias han resultado mor-tales para una generacin de jvenes que ahora tiene entre 35 y 45 aos, esdecir, que ahora mismo estara en plena madurez para luchar pero que hasido completamente anulada. Concretamente en Euskadi es conocido elpapel de organismos estatales como centrales distribuidoras de herona enlos 8025 as como los asesinatos de camellos y vendedores de droga por partede ETA o de comandos autnomos precisamente con el objetivo de comba-tir esa desmovilizacin26. Pero los ejemplos son innumerables (Madrid,Barcelona, etc.), y los resultados son siempre los mismos: zonas con tejido

    asociativo, con inquietudes polticas y sociales, desarticuladas por el ocio-consumo y en donde la droga juega un papel fundamental. Por desgracia,

    39

    25 El cuartel de Intxaurrondo, conocido por su papel en el terrorismo de Estado, estuvo conec-

    tado con las redes que controlaban la droga en Euskadi, segn recoga el peridico El Mundo

    del 6 de julio de 1995 (vase, en Internet, en http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/ 1995/07/06/na

    cional/50910.html). Para el caso de Bilbao, puede verse el reportaje publicado enKaos en la red...

    http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1995/07/06/nacional/50910.htmlhttp://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1995/07/06/nacional/50910.html
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    Crisiseconmicayresistenciaobrera

    actualmente la droga est completamente integrada en los hbitos juveni-les y es muy probable que en esta poca de crisis, incremente su consumo.

    Por ltimo, otra de las salidas a las crisis que experimenta el sistemacapitalista es intentar atajar la situacin mediante el fomento de produc-

    cin armamentstica, vinculado a un aumento de los conflictos armados anivel global. El capitalismo ha utilizado tradicionalmente la guerra paraproveerse de recursos naturales estratgicos, as como para aumentar la pro-duccin (demanda de produccin de guerra), y de esa manera obtener bene-ficios de manera rpida, para despus pasar a la fase de reconstruccin(como estamos viendo en Iraq), aumentando as los beneficios empresariales.Los ejemplos son variados: II Guerra Mundial, Guerra de Vietnam, etc.Y sibien la posicin geoestratgica de Espaa no inclina a pensar que vayan asurgir iniciativas directamente desde aqu, bien pueden sus gobernantes

    acompaar las propuestas que en esta lnea hagan potencias con larga tradi-cin en ella, como es evidentemente el caso de Estados Unidos. Para ellono sorprendera el aumento de las partidas presupuestarias en gasto militar.

    La mayor parte de las consecuencias generales de la crisis estn an porver, pero parece que van a ser bastante profundas, ya que van a afectar a unaclase obrera que durante la fase de crecimiento econmico ha ido perdiendopoder (y no slo adquisitivo), donde la patronal ha ido imponiendo sus nor-mas sin apenas resistencia y donde los grandes sindicatos se han dedicado apactar en vez de luchar por mejoras reales en los puestos de trabajo, comoveremos luego.

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    ...el 12 de noviembre de 2008, La droga fue utilizada, en Bilbo, como arma poltica de des-

    movilizacin, en Internet, en: http://www.kaosenlared.net/noticia/droga-fue-utilizada-bilbo

    -como-arma-politica-desmovilizacion.

    26 Vase, por ejemplo, la noticia de El Pas del 6 de julio 1981: Los asesinos de un trabajador

    en paro justifican su accin en que utilizaba drogas.

    http://www.kaosenlared.net/noticia/droga-fue-utilizada-bilbo-como-arma-politica-desmovilizacionhttp://www.kaosenlared.net/noticia/droga-fue-utilizada-bilbo-como-arma-politica-desmovilizacionhttp://www.kaosenlared.net/noticia/droga-fue-utilizada-bilbo-como-arma-politica-desmovilizacion
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    6.Previsioneseco

    nmicas

    6. Previsiones econmicas

    A la luz de estos hechos no est de ms echar un vistazo a las previsionesque desde el poder se hacen respecto a la evolucin de la crisis econmica,para hacernos al menos una idea aproximada de cunto puede durar estasituacin. Realmente todas las instituciones econmicas coinciden, enmayor o menor medida, en sus predicciones para, al menos, los prximosdos aos. Por ejemplo, el secretario general de la OCDE (Organizacin parala Cooperacin y el Desarrollo Econmico) afirma que la normalizacin de laeconoma en Espaa no llegar hasta 2010 ya que las turbulencias financie-ras internacionales que se han centrado en el sector inmobiliario no termi-

    nan de resolverse. Por otro lado, Joaqun Almunia (comisario europeo deAsuntos Econmicos) anunci unos pronsticos de crecimiento actualiza-dos no muy diferentes de lo