crisis de la modernidad

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Extracto sobre la crisis de la modernidad y las falsas promesas del renancimiento.

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Page 1: Crisis de la Modernidad

La crisis de la modernidad.

Hoy tenemos nuevos descubrimientos y la figura del mundo que, hace más de cuatro siglos, heredamos del Renacimiento empieza a enfrentarse a cierto desencanto.

El pensamiento moderno fue de gran ayuda para el hombre. Enfrentó demonios externos: Logró un completo control de la naturaleza, pudo ser dueño de su propia historia. Y enfrentó también a sus demonios internos: El hombre debe aspirar a la dignidad y a la excelencia.

* Como dijo Kant: “El pensamiento moderno correspondió a la mayoría de edad del hombre”. La modernidad se entiende fundamentalmente como dominio racional sobre la naturaleza

y la modernidad.* Lleva implícito, por lo tanto, el remplazo de las antiguas maneras de pensar por las creencias básicas que configuran el pensamiento moderno.

Pero, ¿Cómo esa visión maravillosa del hombre y el mundo se convirtió en desilusión y en alarma?

LA NATURALEZA

A partir del Renacimiento el hombre no se vio a sí mismo sólo como objeto de la naturaleza, sino como un agente de cambio. Poco a poco, fue ganando dominio sobre la naturaleza hasta alcanzar un enorme poder. Al grado que hoy nos alarmamos por su uso.

Al transformar su mundo, el hombre no convirtió a la naturaleza en algo de mayor pulcritud y belleza; su obra obedeció más a la codicia y al afán de poder que al amor y a la inteligencia.

Es cierto que la naturaleza fue transformada en servicio de nuestras necesidades, pero también fue explotada hasta casi inhabilitarla como morada del hombre, fue sometida al capricho humano, reducida a un simple instrumento de sus intereses.

“El árbol solitario ya no es esa vida extraña cuyo sentido es desarrollarse en plenitud, florecer, albergar las aves, ofrecer sus ramas al sol, en comunión con la riqueza inagotable del universo; su sentido no le está dado por su relación con el todo. No, el árbol es ahora un caso que comprueba las reglas que mi razón ha descubierto, o bien es un espécimen que puedo medir, calcular, ordenar según mis categorías; de cualquier modo es una instancia que cae en alguna de mis clasificaciones. Es también un útil: madera para cortar, soporte para edificar, adorno tal vez para disfrutar. En realidad ni siquiera pregunto si su vida tiene un sentido propio, no trato de escucharlo, porque sé que sólo es un material dispuesto a revestirse del sentido que yo le presto."

LA HISTORIA

Page 2: Crisis de la Modernidad

El hombre se asumió como actor de su propia historia, en los siglos posteriores al Renacimiento se interpretó la historia como un progreso racional continuo hacia una sociedad libre.

¿Existe un progreso histórico que conduce a la realización de los fines esperados por el hombre?

Capitalismo – Sociedades racionales e individuos con mayores libertades, pero con explotación del trabajo y el abandono de los valores de solidaridad, justicia e igualdad social.

Comunismo – Se produjo gran desilusión cuando las revoluciones socialistas, que predicaban la libertad real para todos, se convirtieron en estados represivos.

Ningún país ha logrado satisfacer todas las necesidades de la población. En la mayoría hay desempleo, marginación y desigualdad social. El mundo construido por el hombre ha estado lejos de la sociedad ideal.

LA RAZÓN

El pensamiento moderno, sirvió para dominar a la naturaleza y también para racionalizar las relaciones sociales. Antes, las sociedades seguían creencias y valores indiscutidos legados por la tradición. En la modernidad, se determinan los medios más eficaces para lograr metas libremente proyectadas.

Ejemplos de racionalización de la sociedad: Economía regulada.Legislación. El Estado y la Administración pública.

Tras el trágico fracaso de los experimentos totalitarios, la sociedad más racional tiende a identificarse con una sociedad democrática. La democracia implica la liberación de la arbitrariedad en las decisiones públicas, pero la sociedad es una construcción del hombre y la política es cada vez menos el arte de proyectar y decidir el futuro de una sociedad, y cada vez más la técnica de mantener el funcionamiento de una máquina regulada.

La política se vuelve ingeniería del poder.

En este tipo de sociedad, el individuo participa cada vez menos en las decisiones públicas, su contribución se limita a seleccionar, de cuando en cuando, las personas encargadas de mantener el sistema. Su vida política se reduce a la de un despreocupado consumidor.

La segunda naturaleza en que el hombre reconocería su imagen, toma una forma más parecida a una maquinaria que a una obra de arte.

Page 3: Crisis de la Modernidad

La nueva sociedad es producto de un mayor uso de nuestra razón, pero también de la concepción individualista que constituye uno de los rasgos del pensamiento moderno.

El individualismo fue inseparable del reconocimiento de la dignidad del hombre que proclamaron los humanistas del Renacimiento. Más tarde, esto daría lugar a la doctrina de los derechos humanos que todo hombre en sociedad debe tener. Pero los derechos humanos se entendieron fundamentalmente como preservación de los individuos privados frente a la intromisión de cualquier poder colectivo.

Con el desarrollo de las sociedades capitalistas, el individualismo dio lugar a dos expresiones extremas. Por un lado, la persona privada, ocupada en sus asuntos familiares, codiciosa de acrecentar sus pertenencias, que defiende a toda costa sus derechos frente a la comunidad y que se rige por intereses egoístas. La sociedad no es para ella un lugar de reunión, sino el mercado en que compiten los intereses particulares. Y por el otro lado el hombre en masa.

No obstante, para la organización burocrática de las sociedades todos los individuos son homogéneos, intercambiables, esclavos de sus mismos pequeños intereses personales, computables para las encuestas electorales o los pronósticos del mercado.

El resultado es ambivalente: Porque puede conducir a la humanización de las cosas a nuestro alrededor, pero también a la cosificación del hombre.