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CONSULTORES EN CRÍTICA POLÍTICA: NOTAS SOBRE LA SOCIOLOGÍA "PoST-ETNOMETODOLÓGICA" DE Luc BOLTANSKI A. JAVIER IZQUIERDO Precisamente la voluntad de rebelarse y destruir la conspiración es lo que le permite a ésta incluirlo [al héroe] en el escenario r destruirlo en el proceso, algo para lo que probabiemenete el habitual término "cooptación" no constituye la mejor caracterización.. 1. Introducción E l filósofo estadounidense Charles Saunders Peirce (1839-1914) dedicó buena parte de una obra monumental y enciclopédica a esbozar una respuesta para la siguiente pregunta: ¿cuáles son los valores morales propios de un "universo de azar"? En un extensa monografía publicada en francés en el año 1999 y aparecida recientemente en castellano, los sociólogos franceses Luc Boltanski y Eve Chiapello han ofrecido una respuesta original a esta pregunta sobre la base de los resultados provisionales de una prolija investigación empírica que trata de reconstruir la genealogía política de la variedad de ciencia social empírico-crítica que más exito ha cosechado en el mundo de la gestión empresarial a lo largo de los últimos 30 años: el análisis de redes sociales. 2. Juegos de sociedad: de lo probable a lo justificable La teoría sociológica contemporánea ofrece múltiples herramientas conceptuales y métodos de investigación para atacar el tipo de dilemas políticos y morales que presenta la "simetrizacióri" del conocimiento experto y el conocimiento lego, o de sentido común. Escarbando en la herida abierta por la etnometodología californiana de los 60 en el corazón mismo de la ciencia social analítica, la sociología europea, y muy especialmente la SOCIología francesa, ha producido una interesante variedad de programas de sociología poSt- etnometodológica (vid. injra el apartado final para una discusión más 'PREDRIC La e.rtética geopolítica, Barcelona, Paidós, 1995. 85. REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOgl/, ISSN 0120-159X No. 22' 2004 pp. 195-238

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CONSULTORES EN CRÍTICA POLÍTICA: NOTAS SOBRE LA SOCIOLOGÍA

"PoST-ETNOMETODOLÓGICA" DE Luc BOLTANSKI

A. JAVIER IZQUIERDO

Precisamente la voluntad de rebelarse y destruir la conspiración es lo que le permite aésta incluirlo [al héroe] en el escenario r destruirlo en el proceso, algo para lo queprobabiemenete el habitual término "cooptación" no constituye la mejorcaracterización..

1. Introducción

El filósofo estadounidense Charles Saunders Peirce (1839-1914) dedicó

buena parte de una obra monumental y enciclopédica a esbozar una

respuesta para la siguiente pregunta: ¿cuáles son los valores morales

propios de un "universo de azar"? En un extensa monografía publicada en francés

en el año 1999 y aparecida recientemente en castellano, los sociólogos franceses

Luc Boltanski y Eve Chiapello han ofrecido una respuesta original a esta pregunta

sobre la base de los resultados provisionales de una prolija investigación empírica

que trata de reconstruir la genealogía política de la variedad de ciencia social

empírico-crítica que más exito ha cosechado en el mundo de la gestión empresarial

a lo largo de los últimos 30 años: el análisis de redes sociales.

2. Juegos de sociedad: de lo probable a lo justificable

La teoría sociológica contemporánea ofrece múltiples herramientas

conceptuales y métodos de investigación para atacar el tipo de dilemas políticosy morales que presenta la "simetrizacióri" del conocimiento experto y el

conocimiento lego, o de sentido común. Escarbando en la herida abierta por la

etnometodología californiana de los 60 en el corazón mismo de la ciencia social

analítica, la sociología europea, y muy especialmente la SOCIología francesa, ha

producido una interesante variedad de programas de sociología poSt­

etnometodológica (vid. injra el apartado final para una discusión más

'PREDRIC JA.\[ESO~, La e.rtética geopolítica, Barcelona, Paidós, 1995. 85.

REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOgl/,

ISSN 0120-159XNo. 22' 2004pp. 195-238

pormenorizada de este asunto) a lo largo de las dos últimas décadas. Uno de los

desarrollos más interesantes en este sentido es, a mi juicio, el modelo de los

órdenes de legitimidad moral (ordres de grandetlt) elaborado por los sociólogosfranceses Luc Boltanski y Laurent Thévenot y cuya presentación sistemática

puede encontrarse en su libro De la Justification. Les éronomies de la grandeur(Boltanski y Thévenot, 1991).]

En De la justification, Boltanski y Thévenot presentan un original modelo

combinatorio de los diferentes tipos de servidumbres (contraintes) de carácter

semiótico y también físico a los que deben plegarse un tipo particularmente

complejo de acciones humanas, las acciones "en régimen de justificación" gue

pretenden vincular eventos particulares a la búsqueda de una entidad metafísica, el

bien común, para poder ser efectivamente puestas a prueba de forma legítima por

aquellas otras acciones características que se desarrollan en régimen de crítica. Las

acciones, a su vez, han de cumplir simétricamente con exactamente los mismosrequisitos convencionales de formalización argumentativa y objetual para poder

pasar del estatuto de quejas privadas al de denuncias públicas. El modelo teórico

de las economías de la legitimidad moral (économies de la l,randeU1~ intenta, en

suma, servir de cuadro analítico para examinar la lógica situada del paso de lo

particular a lo general, esto es, la tensión entre el juicio y la acción en un contexto

práctico de la gue se hace cargo, en la tradición de pensamiento de la filosofía

política, la noción clásica de prudencia (Boltanski y Thévenot, 1991: 187).

Sin embargo, a principios de los años 80, las investigaciones del economista y

estadístico Laurent Thévenot sobre la extensión del concepto económico de

inversión al trabajo de fabricación de estándares cognitivos (Thévenot, 1984) y su

relación con el problema (explorado en colaboración con el estadístico y sociólogo

Alain Desrosiéres) de las operaciones cognitivas de cualificación y juicio

probabilístico (Thévenot, 1983), tenían aparentemente poco que ver con el nuevo

programa de investigaciones puesto en marcha por el sociólogo Luc Boltanski,

discípulo aventajado de Pierre Bourdieu, tras la finalización de su Tesis de Estado

sobre la construcción política de la clase directiva (Les cadres, 1982). Interesado, a

raíz de su trabajo sobre las vías de promoción empresarial de los directivos

] A diferencia de los trabajos de sus colegas del Centro de Sociología de la Innovación de la Escuela de

Minas de París, BRl'~O LATOl'R y MICHEL CALLO~, el programa de investigaciones del Grupo de Sociología

Política y Moral (GSPM) de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, animado por los

mencionados BOLTA~SKly THÉVE~OT, Junto con Ai.vn. DESROSIÉRES y el difunto ~1j(:HAHPOIl.AK, es poco

conocidos fuera de las fronteras académicas de la sociología francesa. La revista Eurotean [oerna!ofSúcialTheory ha dedicado recientemente un número monográfico a presentar los trabajos de Boltanski v Thévenot

al público anglosajón. El número (vol. 2, n. 3, 1999) incluía contribuciones de los propios BOI.T.-II'SKI v

THÉ\'E~OT ("The Sociology of Critical Capacitv", pp. 359-377), PETER \X'AGI'ER ("After jusuficauon", pp.

341-357) v Tuoxtxs B¡':I'\.nouJI. CA Tale ofTwo Sociologies", pp. 379-396). En la literatura en castellano,

junto con el trabajo de DESROSIÉRES (1990 [19951), puede encontrarse una sucinta presentación de las

principales líneas de investigación del GSP.\f en CORClFI (1998: 75-79, 81, 94-100).

196__REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGLA

autodidactas, por el desenvolvimiento argumental de un curioso tipo de litigios

profesionales que podían llegar a prolongarse durante muchos años (los "affaires detoda una vida") y sobre la base de un trabajo preliminar de tratamiento semióticoy estadístico de un corpus de 275 quejas por escrito enviadas al periódico Le Mondedurante el período 1979-81 (Boltanski, 1984), este sociólogo había comenzado aexplorar los problemas teóricos, aparentemente tan diferentes, del tipo deexperiencias que hacen surgir en los individuos un "deseo de justicia", el trabajo

político de denuncia pública mediante el cual los individuos buscan satisfacer esedeseo, las modalidades "normales" de apelación individual a la opinión pública, ylas acusaciones de paranoia como caso límite (psicologización de lo político) deese sistema de economía moral (Boltanski, 1990).

El modo de articulación inicial de estos dos proyectos investigadores tanaparentemente heterogéneos lo revelan un conjunto de "experimentos meta­sociológicos" diseñados y llevados a cabo por ambos autores durante 1981 y 1982(Dosse, 1995: 57-58) al objeto de probar la consistencia práctica entre los métodosde inducción cualitativa empleados por los ciudadanos legos y los métodos deinducción cuantitativa empleados por los sociólogos profesionales para "moversea través del espacio social" (Boltanski y Thévenot, 1983)." En estos experimentos

Boltanski y Thévenot proponían a diferentes grupos de personas -cuadros deldepartamento de marketingde una gran empresa, trabajadores sociales, vendedoresde una multinacional de la alimentación, estudiantes de enfermería, parados conformación universitaria, profesoras jubiladas de enseñanza primaria y secundaria­un conjunto de ejercicios de clasificación sociológica de personas. En el primerejercicio se daba a cada uno de los miembros de un grupo un mazo de 65 fichas dedatos personales (edad, dirección, estudios, profesión, puesto, empresa, etc.)elaboradas a partir de la información censal y se les pedía que definieran unasistema de categorías sociales (clase baja-media-alta; agricultura-industria-servicios;

sector público-privado) para agrupar las fichas y luego que negociaran en grupo lacombinación de los sistemas individuales en una sola taxonomía final. En elsegundo ejercicio se pedía a los participantes que escogieran de entre las 65 fichastres "ejemplos típicos" de directivos y obreros manuales.

El tercer y más sabroso ejercicio consistía en un juego de sobremesa, el "juegode la persona misteriosa", en el cual los participantes tenían que identificar laocupación o los "círculos sociales" (soáal !lJi/ieux) de una persona real aunque

'BOLBt'Sf-:J y THÉ\'Et'OT publicaron originalmente los resultados de estos experimentos en inglés, enun articulo de 19¡)3 de la revista SocialScience IlIjúlJIat!oll que tenía el revelador título de "Finding one's wayin social space" [Encontrando nuestro camino a través del espacio social]. Pese a encuadrarse todavíaparcialmente dentro del paradigma sociología crítica del conocimiento elaborado por Pierre Bourdieu,este artículo fundador condensa ya todo el potencial de ruptura epistemológica y metodológica que losautores desarrollarían plenamente ocho años más tarde en De la¡mtification,

CRÍTICA DE LIBROS__197

desconocida para ellos haciendo averiguaciones sucesivas a partir de una serie de

"pistas", aportadas por las respuestas de la persona misteriosa a un cuestionario de

identificación sociológica. Para obtener las pistas los jugadores, a quienes se daba

un presupuesto inicial de dinero ficticio, debían "comprar" a un banquero fichas

con las respuestas del cuestionario y ganaba la partida el jugador que, gastando un

mínimo de dinero, reunía información suficiente para identificar con mayor

precisión la ocupación o medios de vida del sujeto en cuestión. La variable de

control fundamental introducida por los sociólogos en la forma de regla de juego

para modular el comportamiento de los jugadores era una estructura diferencial de

precios de los varios tipos de información disponibles según la cual las respuestas

a preguntas sobre variables situacionales altamente correlacionadas con la

ocupación (cualificación laboral, ingresos, tipo de empresa, etc.) tenían precios

muy altos, mientras que la información sobre propiedades relacionadas con la vida

privada de los sujetos (últimos libros leídos, discos favoritos, lugares de vacaciones,

hobbies, etc.) eran relativamente más baratas.

A través de un análisis de contenido de las grabaciones en audio y vídeo de

una serie de partidas de este juego, Boltanski y Thévenot caracterizan el

comportamiento del "jugador excelente" como aquel cuyas secuencia de jugadas

revela a la vez rasgos de (1) economía (pide mayormente información sobre la

vida privada), (2) acumulación ("una nueva pieza de información no le hace

abandonar el conocimiento previo obtenido sobre la persona"), (3) no redundancia

("mediante un sólo indicador llega al conjunto de disposiciones sociales que el

análisis estadístico muestra como fuertemente relacionadas entre sí"), (4)

flexibilidad (es capaz de modificar la imagen de la persona desconocida para

adaptar la nueva información obtenida), (5) precisión (sabe cuando pararse y

nunca emplea información de más) :: (6) destreza práctica, pues suele ser capaz de

movilizar de manera óptima (al modo de la teoría de la probabilidad condicional)

su propio conocimiento práctico del mundo social obtenido a través de una serie

de experiencias sociales previas, explicitándolo de manera suficiente "para poder

usarlas como herramientas para descodificación de los fragmentos de información

reunidos." (Boltanski y Thévenot, 1983: 663). El artículo ofrece la transcripción de

una secuencia prototípica de juego exitoso.

''] ean preguntó primero por el sexo (1 franco) de la persona misteriosa. El croupier ledice que se trata de una mujer. A continuación preguntó su edad (1 franco) -50 años­y su estado civil. En la ficha precodificada que le dio el croupier estaba señalada lacategoría "soltero" seguida de las palabras escritas a mano "concubina", Luegopreguntó si la mujer posee vivienda o la alquila (1 franco). Respuesta: "alquiler"(comentario de] jugador: "¿alquila) ¿con 50 años)"). A continuación el jugadorcompró el lugar de residencia (3 franco). La respuesta: "París, 7" arrondissement". (A loque el jugador comenta: "Interesante". Jean conoce bien la zona, tiene amigos allí y

durante un tiempo trabajó en el barrio como peluquero de señoras. Sabe que es un

198 REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGÍA

distrito rico, "burgués", conoce sus tiendas de artículos de lujo, etc.) Su siguientepregunta es sobre los tres programas de televisión favoritos de la mujer (3 francos):"Número uno, seriales y Les Dossiers de i'écran [un programa de entretenimiento muypopular] (su comentario: "Es una conserje. Concubina, con un piso alquilado, que veprogramas como esos iY en el distrito séptimo! Tiene que ser conserje.") Jean haceentonces una última pregunta sobre su coche (3 francos): "Alfa Romeo Sprint, 1979".Detiene el juego y le pasa su respuesta por escrito al croupier. "No es una conserje,debe tener un comercio. Sí, tiene que tener una tienda para tener gustos como esos enlos programas de televisión. Una peluquera, o de una tienda delicatessen, sí, seriales,Les Dossiers de l'écran y un Alfa Romeo ¡en el séptimo!." (Id., 661-62).

El jugador excelente de! juego de identificación social planteado por Boltanski yThévenot se comporta, en suma, tal como lo prescribe la teoría (sociológica) y lametodología (estadística) de la investigación empírica sobre la estructura social de

nuestras sociedades. Pero al margen de! éxito o el fracaso de las jugadas, e! análisisde Boltanski y Thévenot distingue dos tipos ideales de jugador en e! juego de laidentificación socia1. Por un lado estarían aquellos 'jugadores legalistas' (cuyoperfil sociológico es el del hombre, con carrera profesional ascendente u ocupandopuestos directivos) que se decantaban por pedir respuestas a preguntas de tipo"institucional" sobre características oficiales de los individuos tales como años deescolaridad o coste de! alquiler de su vivienda. A quienes se les oponen aquellos

otros "jugadores interpretativos" (mujeres en puestos de mando intermedios obien varones en puestos subordinados o con altibajos en la carrera profesional)que tienden a guiarse por índices aun no codificados institucionalmente, como la

marca del coche o el programa de televisión favorito.

Así, mientras que, en un extremo, el "jugador hiper-legalista" que gasta su dineroen preguntas seguras u oficiales (ingresos, título escolar) sin decidirse a aplicar suconocimiento privado de la estructura social para economizar simultáneamenteinformación y dinero, suele ser superado en general por aquellos jugadores cuyoestilo les invita a aventurarse por los laberintos inductivos de la información de

carácter privado; en e! otro extremo, el 'jugador hiper-intuitivo', que extrapolasalvajemente la profesión del desconocido a partir de un indicio muy débil como la

respuesta a una pregunta sobre su revista favorita, puede ser acusado por sus rivalesde "ser un paranoico'L' En estos últimos casos, finalmente, lo que llamó la

1 "Cuando Claude recibió, en respuesta a su pregunta por los tres mejores amigos [de la personamisteriosa], "primera vendedora", comentó: "Debe ser alguien que ha promocionado socialmente, porquesi no sólo habría puesto 'vendedora"'. Construía de este modo una pieza de información que previamentehabía escapado a la atención de los demás... Claude "interpretó" la respuesta. Otorgando una intencionalidadobjetiva, y por tanto un significado, a una palabra, la presencia de una palabra, que "no debería" haber estadoahí. Lo cual le expuso a la acusación de "sobre-interpretación": "esa palabra está ahí por accidente", "elhecho de que esté ahí no tiene ninguna importancia", etc." (BOLTAl\SKI y THÉ\"El\OT, 1983: 661).

CRITICA DE usnos__199

principalmente la atención de Boltanski y Thévenot fueron los elaborados argumentos

sociológicos esgrimidos por los jugadores para justificar sus arriesgadas jugadas: "En

estos días la marca del coche ya no te dice nada", "Las vacaciones invernales no

significan nada hoy en día. Todo el mundo las tiene -lo que hace falta saber es cómo y

donde", "Cualquiera puede salir a navegar, pero ¿es en un yate pequeño o en uno

grande, en un lago o en el mar", etc. (Id., 664). El trabajo de elaboración teórica y

metodológica que debían llevar a cabo por estos jugadores para tratar de responder a

las críticas recibidas era así directamente proporcional al grado de aventuramiento o

"debilidad oficial" de sus jugadas interpretativas y, por tanto, al grado de "solidez"

(estadística o administrativa) de los argumentos críticos que los jugadores legalistas

podrían esgrimir para desacreditar su estilo de juego.+

3. El juicio moral en una sociedad pluralista

La teoría sociológica contemporánea ofrece diferentes herramientas conceptuales y

métodos de investigación para atacar el tipo de dilemas politicos y morales que presenta

la "simetrización" del conocimiento experto y el conocimiento lego, o de sentido

común. Una de las lineas de ataques más fructíferas, la abierta por en Estados Unidos

por la etnometodología a finales de la década de los 50, ha sido reencontrada y

reespecificada en formas novedosas en el continente europeo, y muy especialmente

en Francia (esto es, en París) a lo largo de las dos últimas décadas. Uno de los

desarrollos más interesantes en este sentido es, a mi juicio, el modelo de los órdenes

de legitimidad moral (ordres de,grandeur) elaborado por los sociólogos franceses Luc

Boltanski y Laurent Thévenor y cuya presentación sistemática puede encontrarse en su

libro De lajUJtiftcation. LeJ éCOIlO!JJlÚ de lagrandrur (Boltanski y Thévenot, 1991).

La sociología pragmática del juicio moral de Boltanski y Thévenot trata de cómo

los actores sociales vienen a acomodar las posibilidades pragmáticas abiertas para la

negociación retórica y puesta a prueba material de la realidad de los estados del

mundo observables en un entorno loca] a los patrones de orden general que ofrecen

un o unos pocos modelos de juicio moral de nivel superior. Los autores caracterizan

así seis ciudades de la virtud moral diferentes con sus respectivos mundos comunes,

espacios ideales de civilidad poblados por entidades "puras". Estos regímenes

4 "La fase final del juego es análoga a un proceso de estabilización en el que lo que tiene que serconsolidado no es tanto la imagen misma (de la persona misteriosa) como la propia creencia del jugadoren la validez de la imagen que está a punto de comunicar al croupler. Para confirmar su validez, perotambién para reducir la ansiedad que implica el arriesgar una interpretación personal que puede exponerleal ridículo, el jugador está tentado de cubrirse las espaldas con una explicación razonada, basada en lasvariables oficiales (cualificaciones laborales, ingresos, ete.). La estructura de precios del juego penalizaestas dudas y permi te evaluar el precio que damos a las explicaciones legitimadas por las leyes jurídicas oincluso por las leves estadísticas por oposición a las interpretaciones intuitivas basadas en pistas."(BOLTAKS¡";¡ y TflÉVEKOT, 1983: 666).

200__REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGlA

axiomáticos del valor moral o "metafísicas politicas" que ellos denominan modelosde la "ciudad armoniosa" (cité cmnoniettJe) y el "mundo legítimo" (!llonde degrandetlr)

son teorías consistentes de cómo lo hombres pueden alcanzar y preservar un

determinado "bien común". Son teorías, pues, de la justicia universal, como las

construidas por los autores de la tradición clásica en el campo de la filosofía políticay moral, que codifican, explicitándolas y clarificándolas, las competencias de

sentido común que demuestran poseer las personas normales cuando formulan

juicios perceptivos y Juicios de valor en infinidad de situaciones mundanas que sepresentan en la vida cotidiana. El modelo teórico de las economías de la legitimidad

moral (économies de la J!,randeur) intenta, en suma, servir de cuadro analítico paraexaminar la lógica situada del paso de lo particular a lo general, esto es, la tensiónentre el juicio y la acción en un contexto práctico de la que se hace cargo, en latradición de pensamiento de la filosofía política, la noción clásica de prudencia(Boltanski y Thévenot, 1991: 187).

3.1. Pragmática del juicio

La facultad de juzgar paniculares (descubierta por Kant), la capacidad de decir

"esto está mal", "esto es bello", etc. no coincide con la facultad de pensar. El pensaropera con lo invisible, con representaciones de cosas que están ausentes; el juzgar

siempre se ocupa de particulares y cosas que no están a mano. Pero ambos estáninterrelacionados de forma semejante a como se interconectan conciencia moral yconciencia del mundo. Si el pensar, el dos en uno del diálogo silencioso, actualiza ladiferencia dentro de nuestra identidad, dada en la conciencia, y por ello produce la

conciencia como su subproducto, entonces el juzgar, el subproducto del efectoliberador del pensar, realiza el pensamiento, lo hace manifiesto en el mundo de lasapariencias, donde nunca estoy solo y siempre demasiado ocupado para pensar.

(Arendt, 1995a 119711: 137).

En un primer momento, pues, el programa de sociología pragmática (Dodier,1993; BénatouiJ, 1999) que inauguraron los ingeniosos experimentos deidentificación social diseñados por Boltanski y Thévenot, hizo suya la crítica

etnometodológica de la arrogancia con la que la sociología trata las explicacionesque dan la personas de sus propios actos lingüísticos y materiales (Gartlnkel, 1984[1967]; Lynch, 1993). El estatuto especial del trabajo inductivo a través del cual elsociólogo pretende reconstruir las estructuras sociales subyacentes a la acción de

los sujetos sociales -trabajo que constituye el principal recurso científico de la

sociología crítica- es puesto en cuestión por unos análisis que identifican losdiscursos sociológicos sobre las estructuras sociales entre la nutrida batería de

recursos argumentativos que emplean los propios actores sociales para criticar lasacciones de los demás o justificar las propias.

CRiTICA DE LlBROS__2ül

Este modelo simple de consistencia intelectual entre el sujeto y el sujeto de la

investigación social puede ser ampliado añadiendo al eje de la simetría cognitiva (o eje

de la totalización) un segundo eje de simetría valorativa (o eje de la alteridad),

atrapando las operaciones investigadoras fundamentales que llevan a cabo los sujetos

y los científicos sociales dentro un modelo de conducta más realista (Dodier yBaszanger, 1997). En el nivel de su génesis práctica, el trabajo del sociólogo se

distinguiría por el tipo de totalizaciones o resúmenes que lleva a cabo con el fin

organizar, comprimiéndolos y refinándolos, sus datos. Así, resúmenes teóricos,

estadísticos, monográficos, narrativos, "jurisprudenciales" -más todas las

combinaciones posibles. Mientras que al nivel de las consecuencias sociales de su

labor, la sociología ofrece a su público diferentes tipos de alteridadcs, esto es, las

diferencias y similitudes básicas que cada lector identifica en los retratos humanos que

el investigador les presenta -esto es, las "diferentes maneras de mostrar al lector

aquello por lo que las personas presentes y actuantes en los textos le son a la vez

similares y ajenas." (Dodier y Baszanger, 199-:": 52). Los personajes del sociólogo

pueden así presentar al lector una alteridad de tipo cultural cuando han sido inscritos

por el análisis dentro de una comunidad diferente de la nuestra ("los Masai"), una

alteridad de tipo biográfico en razón de su adscripción histórica a una trayectoria vital

diferentes ("la Generación del 98"), una alteridad de tipo estatutario cuando se les

supone inmersos en una macroestructura organizativa en cuyo interior ocupan una

posición social diferente de la nuestra (la "clase dominante"); o bien, finalmente, una

alteridad de carácter situacional, cuando, en el marco de la microestructura organizativa

de una situación social, son asignados por el sociólogo a una posición interaccional

diferente a la que ocupa el lector ("el personaje de la novela").

Con el propósito de fundamentar teóricamente este último tipo de alteridad

etnográfica, en el segundo momento teórico de la elaboración del programa de la

sociología pragmática francesa, Luc Boltanski (1984: 7 y 1990: 266ss.) introdujo en

el repertorio conceptual de la sociología pragmática los términos "actante" ysistema "actancial", vernáculos de la teoría semiótica estructural desarrollada por

Algirdas Julien Greimas en la década de los 60, a través de una re1ectura de las

investigaciones de los sociólogos de la ciencia Michel Callon y Bruno Latour sobre

la incertidumbre fundamental que afronta el trabajo analítico de cualificación de

las identidad (¿cosa? ¿persona? ¿ente metafísico?), la posición (¿acusador?

¿acusado?) y las capacidades de acción (,~con ventaja? ¿tocado? ¿hundido?) de los

actores que participan en una controversia científica (Callon y Latour, 1981: n. 8).

La estrategia investigadora de la sociología pragmática de definir las competencias

de los sujetos a partir de sus actos y no a la inversa, se articula así en la forma de

un modelo de persona como ocupante potencial de todas y cada una de las

distintas posiciones actanciales (sujetoy objeto / mediador/ innovación; víctima/

perseguidor/defensor/juez, etc.) que configuran una situación de interacción.

2ü2__REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGIA

"Al igual que hace la pragmática lingüística, aunque en un contexto diferente, lasociología pragmática pone en cuestión la prioridad de la competencia [compétmce]sobre el desempeño [petjót7JJance] y define a los actores (las competencias) a partir desus acciones (desempeños) y no a la inversa. Es necesario señalar aquí la intluenciade la semiótica de Greimas a quien la sociología pragmática toma en préstamo lanoción de actante al objeto de designar al sujeto de la acción sin determinar apriorisuestatuto r su identidad. La sociología pragmática no habla por tanto ni de persona­les psicológicas o sociales ni de personas morales o jurídicas sino de personasactanaales. Las personas no son en este sentido personas al margen de sus acciones."(Bénatouil, 1999: 297 ) .

El marco semiótico de la teoría actancial' permite asimismo generalizar el

método de investigación empleado de forma característica por las tradiciones

interpretativas de las ciencias sociales v jurídicas (vid. cap. 5) para identificar las

capacidades relevantes que debe poseer una persona para desempeñarse

correctamente en una situación dada. El marco abstracto de la tabla de

permutaciones posibles entre las posiciones actanciales definidas en una situación

dada permite atrapar analíticamente el tipo particular de acciones, las operaciones de

cualificación, que llevan a cabo los propios agentes para modular la identidad propia

y la de los demás. Sobre la base de este trabajo previo de caracterización empírica de

un conjunto de operaciones de cualificación básicas (nombrar, comparar, clasificar,

medir, exceptuar, etc.)" de las que se sirven los agentes inmersos en situaciones de la

vida cotidiana "poner a prueba" su realidad social mediante la atribución de

propiedades generales a los actos concretos, Boltanski y Thévenot elaborarán

posteriormente, en su libro De la }tfst~ficación, un modelo teórico general de los

procedimientos de generalización por medio de las cuales atributos actanciales yrestricciones situacionales de carácter local pueden llegar a vincularse de forma

duradera en la forma principios generales de actuación pública.

En realidad, como ha observado Nicholas Dodier (1991) en una temprana

evaluación de este programa de investigaciones, en el proyecto de Boltanski yThévenot de llevar a cabo investigación sociológica empírica sobre las reglas

5 Los indudables problemas teóricos que plantea esta escalada de abstracción metodológica hacia lasemiótica estructural como medio para atrapar la naturaleza "en proceso" 'lue es característica del lenguajecomún y la acción situada, han sido puestos de manifiesto entre otros por LVKCH (1993: 109-110).

G "Definir a una persona por medio de sus identidades o de sus competencias (su carácter, sunacionalidad, su profesión, uno de sus actos), es justamente llevar a cabo un tipo de acción particularmenteimportante: la cualificación. Si las personas cambian efectivamente de estado de forma frecuente en losanálisis pragmáticos, esto no se debe a que sean libres de cambiar de personalidad o de rol social al azar delas situaciones. Es más bien el resultado de acciones de cualificación operadas por otras personas o porellas mismas en sus discursos (insultos, denuncias, narraciones, ete.) donde ponen siempre en juego una

antropología, una cierta definición de competencias pertinentes de las personas en relación con lasituación". (BÉJ'.:.HOl'IL, 1999: 297-98).

CRITICA DE LIBROS 203

pragmáticas de formulación de juicios morales en sociedades funcionalmente complejas

y politicamente plurales como las nuestras, confluyen de tres cuerpos diferenciados deliteratura investigadora en el campo de las humanidades ylas ciencias sociales. Como yahemos visto, este proyecto intelectual se plantea en primer lugar como una radicalizacióndel espíritu pragmático -aunque no de la letra relativista- del sabotaje emprendido por

los etnometodólogos a la norma de asimetría epistemológica sobre la que se funda la

sociología crítica del conocimiento social. Desde este punto de vista la principalinnovación teórica introducida por estos autores para desembarazarse del subjetivismo

radical en el que tiende a empantanarse la etnometodología y para salvar el abismo entre

micro y macrosociología abierto por la irrupción de toda suerte de "fenomenologíassociales" es el pape] central concedido a los objetos materiales -por oposición a losobjetos lingüísticos- como el soporte convencional relevante que sostiene la posibilidadde una acción social descriptible, explicable y justificable." En este sentido Boltanski y

Thévenot han proseguido, profundizado y finalmente criticado de forma aguda (véase

infm) la prometedora línea teórica abierta a principios de los 80 por sus colegas los

sociólogos de la ciencia de la Escuela de Minas de París, Bruno Latour y Michel Callon,pioneros en la exploración de las virtudes heurísticas de "mezclar" actores humanos y

no-humanos en el relato de la conducta innovadora de científicos y tecnólogos (Callony Latour, 1981; Callan, 1991; Latour, 1992).

Pero el aspecto distintivo principal de su obra es la exploración original de un

tercer estrato de estabilización cultural de carácter práctico, el sentido común de lajusticia, a través de una original indagación sobre la estructura axiomática de lasmetafísicas politicas de la justicia universal (lo que los autores denominan el

modelo de la "ciudad armoniosa"), que toma su inspiración de la tradición clásicade los "artes de prudencia" y "civilidad" (de San Agustín a Baltasar Gracián),

sistematizados y codificados posteriormente como "modelos del bien común" por

los filósofos políticos y morales del XVII y el XVIII (Hobbes, Hume, Smith,

Rousseau y otros); pero también de aquellos autores contemporáneos que hantratado de devolverle al sentido del civismo y la justicia un papel central en lahistoria política del mundo contemporáneo, como Paul Ricoeur, Michael \'Valzer,

Albert Hirschman, Jurgen Habermas y muy especialmente Hannah Arendt."

"Para que las personas puedan ponerse de acuerdo en la práctica y no sólo en principio, debe tenerlugar concretamente en la realidad una puesta a prueba [de sus argumentos], Y toda puesta prueba deberáhacerse en el marco de una forma de prueba: es lo que llamaremos una prueba de realidad. Para dar cuentade como se lleva cabo esta prueba de realidad, debemos introducir en la situación estudiada no sólo laspersonas, como sucede en los textos de filosofía política, sino también los objetos, las cosas (materiales o

inmateriales). Consideramos '-lue la prueba de realidad resulta de la capacidad de las personas paraenfrentarse a los objetos y ponerlos en valor": (BlJlT\:\SK¡, 1990: 89).

, En la medida en que la filosofía moral de la hisroria de última esta autora se apoya en una profunda

reflexión sobre el papel del sustento material (naturaleza) vel mundo objetual (artificios tecnológicos) en

204__REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGL~

Toda operación cognitiva de extrapolación inductiva, toda argumentación convisos de validez general construida a partir de un conjunto limitado de datos

factuales es a la vez, indisociablemente, un acto de "puesta en valor" de la realidadasí definida. Empleado en el contexto de una disputa o una controversia, el

método simple de puesta a prueba de la realidad que implicaban las operaciones de

cualificación sólo puede servir para lograr un acuerdo duradero y generalizableque permita coordinar la acción colectiva entre las partes bajo la forma (moral)generalizada de un juicio.') En los modelos de economía de la justificación, los

actores están efectivamente dotados no sólo de capacidades lógicas deprocesamiento de información (como en los modeJos económicos neoclásicos) ode capacidades procedimentales de razonamiento abstracto (con en los modelos

de la psicología cognitiva) sino que Boltanski y Thévenot les equipan también delas mismas competencias de juicio que demuestran los profesionales de la metafísica

y la filosofía política y moral (Dodier, 1991: 431). Para ponerse de acuerdo encuestiones de justicia cotidiana los actores deben poder poseer entonces la

capacidad propiamente metafísica de discernir en una situación dada cuáles sonlos seres que pertenecen a uno de los "mundos comunes" asociados con unmodelo de justicia moral o "ciudad armoniosa" (véase más abajo).

la vida política de los humanos, la obra de Arendt constituve una de las referencias centrales del trabajo

teórico de Boltanski y Thévenot. Su int1uencia se hace particularmente patente en e! empleo que hace el

modelo de las economía; de la legitimidad moral de la noción de "mundo común" (mondecommnn]. "[Llas

cosas de! mundo tienen la función de estabilizar la vida humana, v su objetividad descansa en el hecho de

que los hombres, a pesar de su siempre cambiante naturaleza, recuperan su identidad gracias a sus

relaciones con la persistente mismidad de los objetos". Sólo porque hemos erigido un mundo de objetosa partir de lo que la naturaleza nos da y hemos construido este ambiente artificial dentro de la naturaleza,

que así nos protege de ella, podemos considerar a la naturaleza como algo "objetivo" Sin un munelo entre

los hombres y la naturaleza, habría movimiento eterno, pero no objetividad." (ARE~DT, 1995b [195 71:97).

, "El concepto ele "Juicio" no se reserva aquí a un enunciado producido en e! seno de una instancia

judicial, o a la afirmación de un "alar. Nuestra concepción del Juicio se extiende a la diversas maneras

como los actores ordinarios ponderan las accioncs de los demás a partir de plstas (incluso de carácter

local) que sirven de reierencia para el .uuste mutuo de las conductas. Entre los juicios ordinarios,

privilegiaremos.; aquellos que se inscriben en iormas de validez ¡¿eneral v que, desde un punto de vista, se

asemejan a los juicios legales, especialmente en la mcdid.i en (IUC implican una exigencia de justificación.

~o obstante nosotros abordaremos la operación de juicio "desde abajo", intentando inscribirla dentro del

movimiento mismo de la acción", Leios de reducir el juicio a un razonamiento en base a proposiciones,

o a la comprensión de un sentido, trataremos de aprehenderlo como parte de la dinámica misma de la

acción, Y sin embargo los juicios se separan de las acciones sobre las que versan. Crean una ruptura en un

curso de acción anterior que se halla suspendida, o por lo menos dcforrnada.. La ruptura con la acción es

tanto menor, v el trabajo de juicio tanto menos laborioso, cuanto que en la situación se hallan depositadas

marcas perceptivas que facilitan el vínculo entre el juicio que ¡;;eneraliza y la acción o la situación

circunstancial sobre las que versa. I.'n enfoque realista del iuicio deberá pues estar atento a las operaciones

previas de iormateo de los objetos que permiten llevar a cabo aproximaciones, equivalencias v¡¿eneralizaciones a partir de la situación singular". THt\'E!',()~ 1992: 1282-83).

CRITICA DE L1BROS 20S

"Del mismo modo que las construcciones de los filósofos políticos, cuando son

completas, especifican el tipo de entendimiento humano o de psicología personal

coherente con su definición del bien común, la elaboración de nuestro modelo de laciudad armoniosa va de la mano de una hipótesis sobre el instrumental mental del que

deben disponen las personas para poder entenderse sobre el contenido de una ciudad

determinada. Esta competencia debe poder estar presente en todos los sujetos, lo cualexcluye la eventualidad de poseer un conocimiento del modelo a partir de lafrecuentación de una determinada obra de filosofía política... Para que puedamantenerse el orden de la ciudad, esta competencia, que llamaremos sentido moral,implica la integración de dos de las restricciones fundamentales que sostienen e!

modelo de la ciudad: un requisito de humanidad común que supone e! reconocimientoy la identidad común de los seres humanos con los que debe llevarse a cabo e!

acuerdo; y un requisito de ordenamiento que supone el carácter general de! principio

de valor legítimo empleado para hacer la escala de las comparaciones posibles entre

estados locales del mundo. En suma, para ponerse de acuerdo sobre aquello que esjusto, las personas humanas deben poder conocer un bien común y comportarse, portanto, como metafísicos." (Boltanski y Thévenot, 1991: 182-183).

Es en este nivel específico de análisis donde el sociólogo pragmático se aplica adescribir cómo los actores sociales vienen a acomodar las posibilidades pragmáticasabiertas para la negociación retórica y puesta a prueba material de la realidad de losestados del mundo observables en un entorno local a los patrones de orden

general que ofrecen un o unos pocos modelos de juicio moral de nivel superior.

Los autores caracterizan así seis ciudades de la virtud moral diferentes con sus

respectivos mundos comunes, espacios ideales de civilidad poblados por entidades"puras". Estos regímenes axiomáticos del valor moral o "metafísicas políticas"

que ellos denominan modelos de la "ciudad armoniosa" (cité armonieuse) y el"mundo legítimo" (monde de cgrandelll] son teorías consistentes de cómo lo hombres

pueden alcanzar y presen'ar un determinado "bien común". Son teorías, pues, dela justicia universal, como las construidas por los autores de la tradición clásica enel campo de la filosofía política y moral, que codifican, explicitándolas yclarificándolas, las competencias de sentido común que demuestran poseer laspersonas normales cuando formulan juicios perceptivos y juicios de valor en

infinidad de situaciones mundanas que se presentan en la vida cotidiana.

3.2. Ciudades armoniosas y mundos comunes

La principal distinción política entre sentido común y lógica radica en que el primero

presupone un mundo común en que todos tenemos nuestro lugar y en el que podemosvivir juntos porque poseemos un sentido capaz de controlar y ajustar nuestros propiosdatos sensibles a los de los otros, mientras que la lógica, y toda la autoevidencia de la que

e! razonamiento lógico procede, puede pretender una seguridad independiente de!mundo y de la existencia de los demás. (Arendt, 1995 [1953]: 40).

2D6__REVI5TA COLOMBIANA DE SOCIOLOGÍA

El primer momento del análisis consiste en la elaboración de un modelo abstracto

de los órdenes de legitimidad (ordres de grandeulJ o como lo denominan también losautores, una gramática del bien común (Boltanski, 1990: cap. 5; Boltanski y Thévenot,

1991: 96-102): un sistema sintáctico común de axiomas, operaciones y categoríasjerarquizadas (principio de humanidad común, principio de desemejanza, principio

de dignidad común, valor legítimo específico o grandeur, escala de ordenamiento,figuras límite de 'grandeza' y 'pequeñez', formula de inversión o sacrificio, etc.) capaz

de albergar contenidos semánticos diversos. El vocabulario moral específico de cadaorden de legitimidad o ciudad armoniosa individual se obtiene posteriormente, en un

segundo momento modelizador, entresacando de la lectura de textos clásicos defilosofía política y moral el conjunto de categorías y axiomas substantivos que definen

lo que hace a las personas formalmente iguales y substantivamente diferentes entre síen cada una de sus ciudades armoniosas (eg. la aspiración potencial al genio y la

riqueza), lo que tiene valor y lo qUL no tiene valor dentro de sus fronteras, y lo que espreciso sacrificar y lo que es justo esperar cuando se habita en su interior (id., 107­

157).

Derivan así, en primer lugar, el modelo Ciudad Mercantil, que tiene en la riqueza elvalor legítimo universalmente compartido, a partir de un análisis de contenido de los

dos textos fundamentales de la filosofía política de Adam Smith: La riqueza de lasnaciones y La teoría de los sentimientos mora/es (id., 60-82). Su segundo modelo de biencomún, para cuya construcción se basan en una exégesis textual de La Ciudad deDios de San Agustín (id., 107-116) lo bautizan como Ciudad Inspirada, imperioexclusivo de la creatividad como valor moral legítimo. Sigue luego la exposición del

modelo que denominan Ciudad Doméstica, donde reina el valor de la jerarquía, y quese construye a partir del texto de Jean-Baptiste Bossuet, La Politiqm tirée des propresparoles de /'émturesainte (1709) (id., 116-126). El cuarto modelo de civilidad histórica es

la Ciudad de la Opinión, basado en un análisis del contenido del capítulo del Leviatánque Hobbes dedica a la definición del honor (id., 126-137) tiene en la reputación subien común característico. Para caracterizar el quinto modelo, que llaman la Ciudad

Cívica, analizan Del Contrato Socialy Discurso sobre elorigen] losfimdamelltos de ladesigualdad(id., 137-150), las dos obras donde Jean-Jacques Rousseau expuso con mayorclaridad sus ideas sobre cómo basar el buen gobierno de una nación en el principiouniversal de la igualdad de las personas ante la ley. El sexto y último modelo de

ciudad que distinguen, la Ciudad Industrial, reino político basado en la aspiraciónuniversal a la eficiencia, eligen El sistema industrial de Saint-Sirnon (id., 150-157).

En la tercera fase del proceso modelizador se trata de especificar el segundo nivellógico de su modelo: los seis mundos puros de competencias prácticas de sentido

común y objetos físicos observables que pueden ser puestos a prueba respectivamen­te mediante el recurso a cada una de las seis gramáticas o lenguajes de descripciónmoral modelizados en primera instancia (id., cap. Y). Cada ciudad armoniosa,

CRlTlCA DE LIBROS 207

construcción teórica abstracta, se caracteriza así por la referencia empírica a un

"mundo común", una población exclusiva de entidades y dispositivos convencionalesde naturaleza semiótica, física y metafísica. Para poblar de seres físicos y metafísicoscada uno de sus seis "mundos comunes" Boltanski y Thévenot confeccionan seis

largas listas de tópicos retóricos que extraen nuevamente no del vuelo libre de supropio imaginario social sino de un detallado trabajo de análisis de contenido textual.Si para la modelización de las ciudades armoniosas se habían servido de una muestraestratégica de textos teóricos clásicos sobre el arte del buen gobierno, para lacaracterización semántica de los mundos de valor analizan el vocabulario de una

muestra paralela de seis manuales o guías prácticas del arte del buen vivir (id., cap.

VI). Las seis obras, escritas desde la óptica de cada una de las seis ciudades, tienencomo referente común el mundo (predominantemente industrial y subordinadamente

mercantil) de la gestión empresarial.

Del análisis de la guía del mundo inspirado, un texto de consultoría en direccióncreativa, se desprende que en dicho mundo viven como peces en el agua entes comoel espíritu, el sueno o el inconsciente. En este mundo las personas buscan lo insólito,

lo maravilloso, lo inefable, lo espontáneo y lo emocional a través de una potenciavital común, la "inquietud creadora". Espíritus, sombras, monstruos, mujeres, niños,

locos o artistas son los grandes de la ciudad: aquellos que, por arriesgarse a poner encuestión el mundo establecido acaban descubriendo, imaginando, soñando o

explotando, alcanzando en suma el estado superior de genio creador o espírituindependiente. La guía del mundo doméstico es un catecismo de urbanidad y buenas

maneras que permite transmitir el arte de las relaciones personales armoniosas aaquellos autodidactas 'lue han sido promocionados por sus empresas." (Id., 193). En elmundo doméstico habitan seres como las buenas maneras, el rango, el título, lapresentación, los regalos, las flores. Las personas apelan a la filiación generacional, laobediencia, la deferencia, la tradición o la herencia. Valoran la buena educación, la

distinción, la discreción, la reserva o la confianza. En el buen sentido y la naturalezadel carácter se halla la potencia común de elevación social que puede llegar a

permitir, a través de sacrificios específicos como el rechazo del egoísmo o la

servicialidad, alcanzar los estados de grandeza moral propios de esta ciudad: el

Padre, el Rey, el Jefe, el Patrón.

El mundo de la opinión se caracteriza a través del vocabulario de un manual de

marketing de relaciones públicas o marketing relacional. Este mundo incluye entressus seres más puros la marca, el mensaje, la campaña, el sondeo o la prensa. Através de la renuncia al secreto, la especulación o la imitación las personas,movidas aquí por el amor propio o la consideración de sí, alcanzan la grandezamoral en la forma reputación, reconocimiento, visibilidad, éxito, convirtiéndose

en "estrellas", líderes de opinión, portavoces, jefes de prensa, etc. Al mundo

cívico, para el que los autores escogen como guía práctica prototípica un manual

208 REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGÍA

que pretende orientar a los delegados sindicales en la buena gestión de la secciónsindical de una empresa, se adscriben seres como los partidos, las federaciones, lassecciones, los comités, los derechos, los decretos, los tribunales, las formalidadesde procedimiento, los protocolos de acuerdo o los convenios colectivos. Es a

través del sacrificio específico de la solidaridad, la participación o la lucha, como la

dignidad común que posee toda persona en forma de derechos cívicos oaspiraciones políticas, permite a unos pocos alcanzar la grandeza cívica en algunade sus formas: compromisario, delegado, representante, constituyente, electo.

La guía del mundo mercantil es el libro titulado Todo lo que no le ensenarán enHarvard, un conocido best-seller del género "como tener éxito en sus negocios". Ser

grande en el mundo mercantil es ser millonario, ganador, vendedor, cumplir conlas exigencias de la competencia y la rivalidad a través de la adquisición de un

temperamento libre, abierto y emocionalmente distanciado, que permite "sacarpartido" del deseo egoísta común a todas las personas, en un territorio poblado

por la estrategia, el dinero, el beneficio, los resultados y los precios. Finalmente,para moverse a través del mundo industrial los autores escogen un manual degestión de la producción que proporciona recetas a los directores de producciónde las empresas para tratar de hacer compatible el imperativo de productividadcon la mejora de las condiciones de trabajo. Este mundo, donde mora en exclusiva

el valor moral de la eficacia y el rendimiento futuro, está poblado de experimentos,máquinas, reglajes, estándares, especialistas, profesionales, operadores, etc. Paratriunfar en este mundo es necesario invertir -educarse, formarse, capitalizarse- al

objeto de poder desarrollar el potencial de energía productiva que todos poseemosen formas de vida legítimas: funcionales, operativas, fiables.

3.3. Legitimidady pluralidad: la puesta a prueba, el compromiso y la crítica

Finalmente Boltanski y Thévenot dotan a los actores de sus modelos de la

capacidad crítica de poner a prueba a su entorno, de suerte qu; cada uno de losmundos comunes puede definirse también a partir del tipo de pruebas y formas depuesta a prueba que en ellos son considerados legítimos (Boltanski y Thévenot,

1991: 168-174). Con el concepto fundamental de prueba de legitimidad se hace

referencia a un tipo específico de procedimiento público de carácter formal oestandarizado como una prueba deportiva, un examen escolar, un test experimen­

tal, un concurso literario o un convenio colectivo. La prueba de legitimidad debeestar estrictamente calibrada y controlada no solamente para admitir a tramite ymedir exclusivamente aquellas fuerzas de las que se ha acordado que poseen lamisma naturaleza, sino también y sobre todo para permitir la detección de fallos deprocedimiento -la intromisión de fuerzas proscritas o inesperadas- por parte deobservadores externos. Y, eventualmente, para admitir como legítima laformulación de cierto tipo también restricto y controlado de críticas y propuestas de

CRITICA DE LIBROS__2ü9

modificación del procedimiento establecido de puesta aprueba. En este sentido, laprueba de legitimidad permite convertir un qJlantuJJJ de fuerza local en un valor delegitimidad genera1.10

La defensa del pluralismo moral como núcleo central de la vida política ensociedades estructuralmente diferenciadas y tecnológicamente equipadas como lasnuestras es el segundo axioma fundamental sobre el que se soporta todo el edificio

teórico levantado por Boltanski y Thévenot en De la justification. En el nivelpragmático de su análisis, el retoño del pluralismo moral es el compromiso moral:

en un mundo donde coexisten diferentes órdenes simbólicos altamentediferenciados entre sí, la empresa de coordinación de la acción humana a escala

social precisa en primer lugar de la composición exitosa entre argumentos moralesheterogéneos. El compromiso es la operación moral fundamental que llevan acabo los actores en un universo plural de legitimidades morales inconmensurablespero no mutuamente excluyentes entre sí. Para alcanzar un compromiso losactores han de servirse de una combinación o montaje!' particular de entes

diversos pertenecientes a mundos de valor diferentes sobre la que apoyar su

argumentación para constituirla bien como un juicio de carácter público (una

crítica, una denuncia, una justificación), bien como un acuerdo intersubjetivo quepermite coordinar de forma práctica sus comportamientos en la forma de accionescolectivas (Boltanski, 1993: 238). Estos compromisos morales poseen a su vez unafunción explícita como categorías descriptivas de una variedad de estados empíricosdel mundo y sólo pueden sostenerse duraderamente entre sí en la forma de objetoscognitivos: reglas técnicas, estándares, normas de calidad, formatos objetivos deinformación, etc. (Thévenot, 1997).

10 El concepto de prueba de legItimidad (épreul'e degrandeur) puede entenderse como el opuesto dela prueba de fuerza (épre¡;¡f dejorre). concepto inspirado en buena medida en la interpretación llevada acabo por el filósofo Gilles Delueze de lo> argumentos críticos esgrimidos por autores clásicos comoSpinoza y Nietzsche contra la "metafísica en dos niveles" implicada en toda acción de justificaciónmoral, y de reciente éxito en el campo de la sociologia de la ciencia. El concepto de prueba de fuerzatraduciría la idea nietzscheana de un "encontronazo" múltiple e irrestricto de "fuerzas" heterogéneas,completamente libres de cualesquiera restricciones institucionales o categoriales, ordenamiento oclasificación por tipo o naturaleza (DELELZE, 1986 [196~l84-86). Se retrata así un tipo de procedimientode puesta a prueba en el que, a pesar de todas las precauciones "las rormalidades de procedimiento quelos actores pudieran arbitrar, siempre se acaban "colando de matute" elementos proscritos o imprevistos.La acción de estos elementos explica en última instancia, como les gusta decir a los sociólogosconstructivistas de la ciencia, que "la fuerza hace a la razón" (migó! makes nght), esto es, un valor de

legitimidad generalmente puede ser siempre convertido -traducido, deconstruido- en la forma de unacantidad específica de fuerza bruta transformadora.

11 "La pragmática sociológica toma aquí la forma de una pragmática combinatoria interesada porlas combinaciones entre regímenes... (Es esta) una sociología de los montajes en tanto que sus análisístratan de la invención de nuevas formas de agencia que nacen de la confrontación entre regímenes."(DODIER, 1993: 77).

21O REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGÍA

La práctica cotidiana de llegar a compromisos estables entre partes que se hallaninicialmente en desacuerdo sobre aspectos fundamentales de la definición de una

situación dada -¿qué es esto? ¿de quién es esto? ¿a quién le compete esto? ¿para quésirve esto?- implica la manufactura, costosa, de complejos arreglos combinatorios de

naturaleza comunicacional y material a partir de un material finito pero amplio ydiverso de repertorios lingüísticos y herramientas especializadas que, considerados

cada uno de forma individual, sirven unilateralmente de soporte a un valor colectivo

dado (la eficiencia industrial, la inspiración artística, la reputación pública). El ensam­

blaje (lIIolltage) final de una combinación probadamente resistente de este tipoarreglos mixtos logra mantenerse como un acuerdo de compromiso, un largo

encadenamiento, estable y equilibrado, de lo que previamente se concebían comoun conjunto de "actanres" humanos, físicos y metafísicos mutuamente

inconmensurables y faltas de ajuste entre sí.

Una importante consecuencia empírica de este enfoque pragmático y moralmentep1uralista de la acción humana es que llama la atención sobre un hecho fundamental

de nuestro mundo: en las situaciones sociales donde tienen lugar actualmente las

controversias científicas, tecnológicas, económicas, legales y políticas, las competen­cias intelectuales y morales necesarias para formular un entendimiento crítico

explícito (o incluso exitoso) del funcionamiento de] "orden social establecido", se

hallan menos desigualmente distribuidas entre diferentes tipos de actores sociales ­

por ejemplo entre ciudadanos comunes y científicos sociales (Boltanski y Thévenot,1983: 669-672; Boltanski, 1990: 377-38)- de lo que las corrientes centrales de la teoríasociológica están dispuestas (o bien preparadas) a admitir.

3.4. A la búsqueda de la séptima ciudad

Los trabajos teóricos fundadores de Bo1tanski (1990) y Boltanski y Thévenot

(1991) han abierto de nuevo la puerta de la legitimidad sociológica a] trabajo

empírico de caracterización detallada del equipaje mundano de "habilidadesmetafísicas" (el "sentido común de la justicia") implicado en las operaciones

metonímicas (notablemente, los cálculos estadísticos) de clasificación de atributosy asociación causal de circunstancias que llevan a cabo cotidianamente todas las

personas. Contribuyendo así a despojar (¿liberar?) al sociólogo de la pesada carga,un poco masoquistamente auto-impuesta, de tener que decidir el último tanto

sobre la autoría real de las acciones como sobre la magnitud real de los riesgos.

Contra la crítica sociológica del derecho entendido como herramienta de 'violenciasimbólica', como "fuerza" de "legitimación" de un orden ilegítimo impuesto en

contra de la voluntad general (Bourdieu, 2000), es posible presentar una concepciónalternativa del derecho como sistema de transporte de la legitimidad, es decir,

como herramientas de cristalización del sentido común de la justicia.

CRiTICA DE LlBROS__211

En trabajos posteriores, el modelo de la pragmática de la acción en régimen de

justicia ha sido aplicado para rastrear las posibilidades de emergencia de nuevosmodelos de ciudad armoniosa en el mundo contemporáneo. 11 Adscritos en mayor

o menor medida a la matriz teórica original de la sociología pragmática del sentidocomún de la justicia expuesta en De lajustificación, varios programas de investigaciónparalelos han tratado verificar la hipótesis de una Séptima Ciudad en curso deformación en el seno de las sociedades industriales avanzadas, Así, por ejemplo los

trabajos de Lafaye y Thévenot (1993) y Latour (1995) han tratado de modelizar enclave de norma irreductible de justicia universal los esfuerzos doctrinales ypolíticos conjuntos del ecologismo, sin duda la propuesta transformadora de másamplio espectro de entre las promovidas por los llamados Nuevos movimientos

sociales, y de su discurso metafísico específico, la ecología política, agente de unimportante impulso renovador en la tradición de la filosofía moral.

Esta línea alternativa de indagación sobre Jos valores morales de un mundoprofundamente casual podemos encontrarla plenamente desarrollada en lametafísica pragmatista elaborada a principios del siglo XX por el filósofo estado­unidense Charles S. Peirce. Este autor construye la diversidad como el valor

12 Si bien el carácter en exceso abstracto y genérico de los seis modelos de ciudades y mundos

comunes de valor legítimo (mondes de grandmr) que se presentan en De lajustificación no se presta en

principio a demasiadas alegrías descriptivas (Dodier y Baszanger, 1997: 55), investigaciones sobre casosconcretos de controversias públicas llevadas a cabo con posterioridad en el marco de esta propuestateórica han contribuido de forma decisiva a especificar teórica v metodológicamente el modelo de laseconomías de la grandeur. La estrategia general de tratamiento simétrico de los requisitos formales dejustificación y de crítica avanzada por Boltanski y Thévenot ha permitido tratar ya un abundante materia]empírico textual y de campo sobre la dinámica de intercambio de posiciones actanciales que tiene lugar ensituaciones sociales "tensas", donde lo que está en juego es la formulación, por parte de los propiosactores sociales, de juicios legítimos sobre el grado de "realidad" y "moralidad" mínima que poseen

aquellos cursos de acción social donde, paradójicamente, son mayormente las cosas v no las personas lasque entran en contacto entre sí. Junto con los trabajos precursores de Michael Pollak sobre elmantenimiento de la identidad en situaciones límite (PolJak, 1993), cabe destacar también las monografía'de Derouet (1993) sobre el tratamiento de los conflictos cotidianos en el seno de los establecimientos

escolares como resultado de la composición entre diferentes modelos de competencias políticas;Chateauraynaud (1991) sobre las concepciones alternativas de la responsabilidad individual y el errorsistémico que desvelan las acusaciones de 'falta' profesional; Bessv y Chateauravnaud (1995) sobre laeconomía política de las "pruebas de autenticación"; Dodier (1903 v 1(05) sobre el virtuosismo técnico \'

moral que demuestra los médicos e inpectores de trabajo y los operarios industriales en la laboriosa tareacotidiana de ajuste a un entorno económico, organizacional v tecnológico cambiante (Dodier, 1(05);

Eyrnard-Duvernay y Marchal (1997), sobre el trabajo adrninistrarivas de estandarización de cualificacioneslaborales y los procedimientos de selección de personal de las empresas; ChiapelJo (J9(8) sobre losproblemas de coordinación entre creadores " administradores en el seno de organizaciones culturalescomo orquestas sinfónicas, empresas editoriales o productoras audiovisuales; Lemieux (1900) sobre eltrabajo periodístico de construcción de denuncias públicas " sus críticas; Chateauraynaud y Tornv (1999)

sobre la pragmática de la 'alerta pública' contra riesgos tecnológicos y epidemiológicos; y, por supuesto,Boltanski y Chiapello (1999) sobre los problemas de despliegue de la acción en regimen de justicia sobreun mundo de naturaleza concxionista,

212 REVISTA COLOMBL"NA DE SOClOLOGiA

(¿g,randettr?) específico de un mundo en constante cambio (evolutivo) donde las

regularidades se hallan domiandas por los "hábitos" entendido, al modo termodi­

námico, como t1uctuaciones espontánea de las leyes (vitales) de un universo que

sólo puede calificarse como "puramente aleatorio" (peirce, 1958 [1892]: 173ss).Más específicamente, la dimensión normativa del principio anti-determinista de ladiversidad aleatoria fue destilado por Peirce en su teoría del "amor evolutivo"

(evolutionao' Ion:), forma a la vez cósmica y humana de amor cuya acción se rige por

el principio de "abrazar aquello que se haya más opuesto a ella, como una forma

degenerada de sí" (citado en Brent, 1997: 215). Inacabado como tantos otros de

sus proyectos intelectuales, el ejercicio de metafística política emprendido por

Peirce con el propósito último de contribuir a renovar la teología cristiana (Brent,

1997: 214), pretendía desarrollar el sistema moral adecuada al propósito

cognoscitivo -un universo que se conoce a sí mismo (Hacking, 1993: 101-303)­

implícito en el concepto lamarckiano de evolución.

Por su parte, en su estudio sobre las disputas públicas en torno al concepto de

falta profesional, Francis Chateauraynaud sugería ya la posible emergencia en las

sociedades contemporáneas de una séptima figura argumentativa de la justicia

universal, la de la incomunicación (Chateauravnaud, 1991: 237-38). El modelo

general de competencias metafísicas de sentido común que codificaría las restriccio­

nes a las que ha de plegarse la acción moral en esta Ciudad Informacional ha sido

desarrollado con posterioridad por Laurent Thévenot en una serie de trabajos sobre

los regímenes pra,gmáticos de coordinación convencional que permiten implementar

la acción social en entornos cognitivos crecientemente objetivados y distribuidos.

"De las 'autopistas de la información' a la sociedad de la información', la noción deinformación conoce en nuestros días un uso tan extendido, que manifiesta talescapacidades de puesta en relación y puesta en valor de las actividades humanas y desus equipamientos, que puede verse en obra la gestación de un nuevo valor moral(grandeur) \' de una nueva "ciudad informacional", del mismo modo que se puedeidentificar también un nuevo valor moral verde o ecológico en curso de elaboración.La noción de información se insinúa en la apreciación de las situaciones cotidianasmás diversas y en la evaluación de las competencias de las personas. Argumentacionescada vez de más amplio alcance se apoyan sobre los equipamientos propios de lastécnicas de la información, desde la informática a los medias, para referirse a un biencomún susceptible de beneficiar a todos. Se elabora así una nueva forma dejustificación pública que reposa sobre la común dignidad de estar informado y sobreuna prueba de comunicación." (Thévenot, 1997: 233).

En sintonía con estos trabajos iniciales sobre las nuevas metáforas informacionales

y cognitivistas que nutren nuestro sentido común de la justicia, Luc Boltanski y Eve

Chiapello (1999) han ofrecido recientemente una examen prolijo y detallada de la

hipótesis que sostiene que en la nueva terminología de lo reticular y sus variantes

CRiTICA DE LIBROS 213

accesorias -conectividad, distributividad- desarrollada durante los últimos 30 años el

campo de las ciencias sociales teóricas y aplicadas se encontraría el verdadero motorde una posible innovación sistemática y duradera de nuestras reglas de moralcotidiana.

4. El proyecto de la Cuidad por proyectos

Sin lugar a dudas, el trabajo investigador de mayor impacto académico (y público)desarrollado en el marco del proyecto teórico del Grupo de Sociología Política y

Moral de la EHESS, es la obra de Luc Boltanski y Eve Chiapello, Le Nome! Esprit dllcapitalisme, improbable éxito de ventas en las librerías francesas tratándose de un librode ¡más de 800 páginas! A través de un tratamiento analítico muy pormenorizado de

un imponente corpus de materiales empíricos de naturaleza heterogénea (literaturapara ejecutivos, investigaciones sociológicas, ensayos críticos, así como los másvariopintos datos estadísticos sobre la evolución de las estructuras económicas y

sociales), la prolija investigación de Boltanski y Chiapello reconstruye paso a paso ellargo encadenamiento pragmático de operaciones metafísicas cotidianas de crítica,

puesta a prueba legítima, categorización y desplazamiento forzado de los vínculos

convencionalmente establecidos entre sujetos y objetos que ha arrojado comoresultado provisional el surgimiento de una nueva lógica de acumulación capitalista

basada en la movilidad continua de los trabajadores altamente cualificados a través deun itinerario ininterrumpido de nuevos proyectos de desarrollo empresarial.

Resumido en pocas líneas, el argumento macro de Boltanski y Chiapello pone enrelación la lenta configuración histórica de las categorías convencionales de justicia

que definen el orden cívico-industrial del Estado de Bienestar, así como la progresiva

sustracción posterior del mundo mercantil a la prueba de las instituciones cívico­

industriales (mediante la invención de una plétora de nuevos entes productivistas

como las redes sociales, los equipos de proyectos o el desarrollo personal) con losvaivenes políticos, más o menos contingentes, que determinan, en cada momentohistórico, el grado desigual de fortaleza o consistencia intelectual que alcanzan las

dos tradiciones clásicas de denuncia intelectual del capitalismo: de una parte, la"crítica social", que denuncia como ilegítima la distribución extremadamente

desigualitaria de los recursos productivos que arroja a largo plazo la dinámica deacumulación mercantil irrestricta; de otra, la "crítica artista", especializada en

denunciar como ilegítimo el socavamiento de la dignidad humana (la 'alienación') de

aquellos amarrados al banco de la producción capitalista."

13 Esta obra puede también ser vista como un análisis oblicuo -o no tan oblicuo. cf. Boitanski yChiapello (1999: 243-265)- de las consecuencias que, para la transformación a largo plazo de la sociedadfrancesa, tuvo el proceso de efervescencia revolucionaria que culminó con los famosos acontecimientos

214__REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGÍA

4.1. Mundo conexionista, ciudadproyectual

La aportación principal del libro es la indagación sobre la posibilidad de un nuevo

modelo de metafísica política a la que se da en llamar la Ciudad por Proyectos (CitéparProjec~, que clarificaría el nuevo sentido de la justicia emergente en los corazones de

aquellos que llevan ya varias décadas inmersos en la vorágine de lo que en los medios de

comunicación han bautizado como La nueva economía (Boltanski y Chiapello, 1999:

capítulo IJ). No en vano, el nombre elegido por Boltanski y Chiapello para bautizar a

esta séptima ciudad es una paráfrasis de la expresión "gestión por proyectos"!", el

mantra incesante que ha venido siendo pregonado por un bJ"fan número de 'gurúes' de

la reingeniería de procesos y la gestión de la calidad total y aplicado por un gran número

de mayo del 68. Luc Boltanski ha contado cómo, tras la publicación de su obra La distinción, en 1979, su

maestro Pierre Bourdieu le había propuesto, en su calidad de discípulo predilecto, comenzar a trabajar en

la escritura conjunta de "un gran libro sobre mayo del 68" (Dosse, 1996: 56). Aunque el proyecto de libro

nunca llegó a materializarse, todo indica que Le ;"\'0/11/1'111' Espn't du Capi/alismetiene como uno de sus puntos

de partida aquella primera aproximación sociológica crítica a las estructuras sociales subyacentes de ladinámica revolucionaria que Boltanski emprendió durante los últimos años de su etapa como investigador

adscrito al Centro de Sociología Europea de la Escuela de Altos Estudios de París dirigido por Bourdieu.

En este sentido puede sostenerse que si la publicación en 1990 de L 'amoure/ lajuf/ice cOJ/lme compé/ences, unestudio comparativo de las operaciones de denuncia pública llevadas a cabo por sociólogos y ciudadanos

legos, supuso la "salida del bourdieausismo" de Luc Boltanski (Dosse, 1996: 56ss), Le Nouvelle Esprit duCapi/alisme, supone en cierto modo un retorno de Boltanski a algunos de los temas macrosociológicos y

los enfoques teóricos de su vieja agenda de colaboración con el marco teórico de Bourdieu, En particular,

las partes primera y segunda de Le ;'\'ou//elle Espri: pueden ser leídas como una vuelta de tuerca \' a la vez

como una generalización del argumento de Les cadres, su impresionante investigación socio-históricasobre la labor de "representación" y "puesta a prueba" estadística, sociológica y política de la

"incertidumbre posicional" ((Boltanski, 1982: 33-36) de los cuadros directivos de empresa, que fuenecesaria para hacer emerger a este grupo heterogéneo de individuos como "nueva clase social" en el seno

de la sociedad francesa de mediados del siglo )c'C.

14 "Hemos decidido llamar "Ciudad por Proyectos" al nuevo aparato justificador que nos parece estaractualmente en formación... Esta expresión está calcada de una denominación frecuente en la literatura de

gestión empresarial: la organización por proyectos. Con esta etiqueta suele evocarse una empresa cuva

estructura está hecha de una multitud de proyectos que asocian entre sí a personas distintas entre lascuales algunas participan en varios proyectos a la vez. Dado que es consustancial a la naturaleza de este

tipo de proyectos el poseer un comienzo v un fin, los provectos se suceden y se reemplazan,

recomponiendo, al albur de las prioridades y las necesidades, los grupos o equipos de trabajo. Poranalogía, puede hablarse de una orgaruzación general de la sociedad por proveeros." (Boltanski y Chiapello,

1999: 158). Como mostraron Faulkner v Anderson 11 CJ8-;, existe ya desde hace tiempo un tipo cuasi-ideal

de mundo productivo articulado en la forma de una trama de redes sociales sobre el que se erige una

forma general de organización social articulada en base a operaClones de conmutación entre proyectosproductivos a corto plazo: se la industria cinematográfica de Hollvwood y el mundo social en el que

habitan sus trabajadores, tanto los actores v directores 'estrella' como los diferentes profesionales ytécnicos especializados. Para una investigación reciente sobre la interacción entre proyectos productivos

y redes sociales en el mercado de los guionis ras de cine y televisión vid. Bielby y Bielby (1999). Por su parte

Sampson (1996: 141 ss.) ha argumentado sobre la progresiva subsunción del concepto clásico de sociedadcivil dentro del mundo de los proveeros a partir de una invesrigación sobre la puesta en marcha deprogramas de avuda econórruca destinados a operar la transición democrática en los países de Europa del

Este tras la caída del Muro de Berlín (véase también \'Cedel, 2001: 106-122).

eRinCA DE LlBROS 215

de ejecutivos empresariales para la reorganización de los negocios empresariales en

ramas tan variadas como la producción industria informática y de telecomunicaciones,

la producción de maquinaria pesada, los servicios de entretenimiento o, más

recientemente, los servicios públicos.

El valor legítimo, lagrandeurpropia de la Ciudad por Proyectos, es la actividad. "En la

Ciudad por Proyectos, el equivalente general, aquello respecto de lo cual se mide el valor

legítimo de las personas y las cosas, es la actividad [oo.] En la Ciudad por Proyectos la

actividad supera las oposiciones entre trabajo y no-trabajo, entre lo estable y lo inestable,

entre el asalariado y el no asalariado, entre el interés y la benevolencia, entre aquello que es

valioso en términos de productividad y aquello que, no pudiendo ser objeto de medida,

escapa a toda evaluación contable." (id., 165). El continente práctico de la actividad en el

dominio de acción definido por un mundo reticulado es el proyecto. Definido como "la

ocasión y el pretexto para la conexión", "un cabo de red fuertemente activo durante un

periodo relativamente corto pero que permite forjar lazos más duraderos que serán luego

enterrados para poder seguir disponibles", el proyecto es el dispositivo que "permite la

producción y la acumulación en un mundo que, si fuese puramente conexionista, no

conocería más que flujos, sin que nada pudiese estabilizarse acumularse o tomar forma."

(Id., 56-57).

Según estos investigadores, el continente práctico de la actividad en el dominio

de acción definido por un mundo reticulado es el proyecto. Definido como "la

ocasión y el pretexto para la conexión", "un cabo de red fuertemente activo

durante un periodo relativamente corto pero que permite forjar lazos más duraderos

que serán luego enterrados para poder seguir disponibles", el proyecto es el

dispositivo que "permite la producción y la acumulación en un mundo que, si fuese

puramente conexioriista, no conocería más que flujos, sin que nada pudiese

estabilizarse acumularse o tomar forma." (Boltanski y Chiapello, 1999: 56-57), este

término absolutamente crucial en el vocabulario de la gestión empresarial moderna

ha pasado ha ser usado en el lenguaje común para designar una fórmula

convencional de encuadramiento espacio-temporal de la acción humana que se

lleva a cabo dentro de un mundo continuo y difuminado, moldeando a lo largo de

los últimos cuarenta años sobre el patrón de los nuevos sistemas de producción

flexibles. Un mundo que el sociólogo de la ciencia y la tecnología Bruno Latour

(1992), adaptando al vocabulario científico-social una de las categorías centrales de

la ontología de la existencia de Martín Heidegger, ha definido como un tejido o

"red sin costuras".

Más allá del ámbito de la gestión empresarial, el tópico del proyecto ("proyecto

político", "proyecto solidario", "proyecto vital", "proyecto estético", "proyecto

investigador", "proyecto familiar"), introduce un conjunto elemental de

restricciones convencionales de carácter muy general (un inicio, un planteamiento

216__REVI5TA COLOMBIANA DE SOCIOLOGIA

de objetivos, un presupuesto de recursos, un plazo de conclusión) con las que

intentamos contener dentro de un conjunto limitado de dimensiones evaluables(innovatividad, conectividad, empleabilidad) el despliegue virtualmenteincontenible de la acción social en un espacio difusivo de redes sociales. Pero,

paradójicamente, "es precisamente en la medida en que el proyecto es una formatransitoria puede ajustarse a un mundo en red: la sucesión de proyectos, al multiplicarlas conexiones y al hacer proliferar los vínculos tiene como efecto la extensión de lasredes." (id., 167). En efecto, la forma-proyecto, islote transitorio de orden caótico

(complejo y precario) en un océano de desorden azaroso, constituye el catalizador

perfecto para la propagación de las redes ya la vez proporciona una serie de apoyos

objetivos, siquiera precarios para la acción discursiva que pretende formular juicios de

valor ("esto es mejor/peor que aquello") en un mundo erigido, paradójicamente,sobre las ruinas del "sueño" o el "engaño" de la moral.

"La noción de 'proyecto' en el sentido en que la entendemos aquí, puede serentendida como una formación de compromiso entre exigencias Cjue se presentanen principio como antagonistas: aquellas que provienen de la representación en red

y aquellas otras inherentes al deseo de dotarse de una forma que permita soportarun juicio y generar órdenes justificables. Sobre el tejido sin costuras de la red, los

proyectos dibujan efectivamente una multitud de mini-espacios de cálculo, en cuyo

interior el orden puede ser engendrado y justificado." (Id., 160).

La Ciudad por Proyectos está, pues, poblada por nuevos tipos de seres, losmediadores!' (jefes de proyecto, managers, consultores), los proveedores, losinnovadores, las nuevas tecnologías, las relaciones de confianza, los acuerdos de

franquicia, las alianzas de producto, la sub contratación, las sinápsis neuronales, lasredes, los proyectos ... Para desarrollar la potencialidad común específica de estemundo que es la capacidad virtual de "establecer conexion", comunicarse,

coordinarse, ajuste con los demás, los sujetos han de sacrificarse e invertir en

formación continua para lograr se cada vez más ligeros, tolerantes, adaptables y

flexibles, y poder alcanzar así los estados de grandeza propios de este régimen dejusticia: la polivalencia, la empleabilidad, la autonomía o la evolución. La capacidad

para salvar las distancias (sociales) a base de construir mediaciones entre posicio­nes muy alejadas (vgr. de establecer vínculos a la HZ improbables v fructuosos) esasí la medida por excelencia de la grandeza en la Ciudad por Proyectos. En el

retrato antropológico robot del ciudadano modelo de esta ciudad, la movilidad, la

15 "Esta ciudad se apo\"a sobre la actividad del mediador tal se muestra en la formación de redes,

actividad cuyo propósito es dorar a las redes de objetivos a alcanzar o bien de propiedades sustantivas deentidades entre la cuales pueda efectuarse la mediación. Desde esta perspectiva la mediación en sí misma

un valor o mejor, desde el punto de vista de nuestro cuadro conceptual, una ;;randeur específica de la cualtodo actor es susceptible de prevalerse en la medida en gue "pone en contacto", "establece vínculos" ycontribuye por tanto a "tejer redes," (Boltanski y Chiapello, 1999: 161-162),

CRlTlCA DE UBROS 217

tolerancia, la ligereza y la ambivalencia constituyen los atributos esenciales que definen

la "grandeza moral" de los sujetos. El talante moral del ciudadano modelo plenamente

integrado en la lógica de la conmutación constante entre proyectos diferentes de

duración limitada, se caracteriza sobre todo por la ambivalencia entendida aqui como

la sospecha frente a todo "moralismo" basado en un sistema de convencioness. A

efectos de la eventual emergencia de un régimen de justicia específico de un mundo

conexionista, la ambivalencia parece erigirse como la postura moral legítima en unmundo radicalmente cambiante e incierto. Ji>

Según el análisis de Boltanski y Chipello (1999: 192-93), aunque la Ciudad por

Proyectos tendría como principal rasgo en común con la Ciudad Inspirada la

importancia acordada a la creatividad y a la innovación, en el segundo caso, las

convenciones y pruebas tecnológicas v legales clásicas orientadas a atribuir la

autoría y la responsabilidad de ciertos actos creativos a sujetos individuales -y sus

correlatos, las acusaciones de plagio y de falta- no constituyen ya operaciones

naturales, esto es, no son ~'a fuente de juicios indiscutidos, sino formas de

cualificación problemáticas, sujetas a crítica y disputa.

'TEJn la ciudad por proyectos, la creatividad es una función del número y la calidadde los contactos. Proviene por tanto de la recombinaaán más que de la invención r»:

Ilibilio " toma fácilmente una forma "distribuida" (como cuando se habla de"inteligencia distribuida"), estando la carga de la innovación repartida entre multitudde agentes diferentes, de forma que, en el cuadro de está ciudad, sería inconvenientetratar de precisar en exceso la responsabilidad específica de cada uno en el procesode innovación o, peor, de reivindicar una originalidad radical y de acusar a otros de'plagio'" (Boltanski y Chiapello, 1999: 192-93).

4.2. La 'justicia conexionista' como paradoja sociológica

Penúltima "justificación" elaborada por los actores inmersos en sistemas de

acumulación capitalista frente a los sinsentidos de la alienación y la explotación

denunciados por las críticas artista y social, la forma-proyecto trata de contener

dentro de fronteras inteligibles y manejables la "hemorragia del sentido" -según el

eslogan postmoderno acuñado por .lean Baudrillard- producida por la progresiva y

16 "El "grande" de la Ciudad por Proyectos 1...1 ha retenido del psicoanálisis y, en general de ladifusión de [lo que Paul Ricoeur ha llamado] "filosofías de la sospecha", que hay que saber liberarse del

moralismo levantando la sospecha sobre los motivos ocultos de toda empresa de moralización )'reconociendo la validez de la ambivalencia. Los numerosos útiles de origen analítico integrados en laCiudad por Proyectos se orientan a un desarrollo del realismo: sirven para mirar a la realidad cara a cara,sobre todo, la del deseo, tratado como un dato entre otros, pero también, por la misma operación, areconocer los límites cJue la realidad impone al deseo. Es así realista, en un mundo en red, el serambivalente (por oposición al "ser de una pieza" propio del mundo jerárquico), porque las situacionesque deben afrontarse son ellas mismas complejas e inciertas." (Boltanski y Chiapello, 1999: 184-85).

218 REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGL"

cada vez más generalizada toma de consciencia del carácter arbitrario de toda restricción

convencional impuesta sobre las potencialidades ilimitadas del deseo o la voluntad

humanas, tal como la ha sido informada por las diversas críticas sociológicas,

antropológicas, psicoanalíticas, semiológicas, genealógicas, etc. de los sistemas de

valores tradicionales de la obediencia familiar, productividad industrial, creatividad

subjetiva, solidaridad cívica, reputación social y competencia mercantil.

El síntoma mayor de esta tensión entre valores heterogéneos que amenaza la

estabilidad del modelo de justicia conexionista construido por Boltanski y Chiapello

lo podemos encontrar en las dificultades que ha tenido que afrontar el trabajo

empírico que ha culminado en la elaboración del modelo. Así, mientras que el

trabajo de recopilación del léxico básico del mundo conexionista o mundo-red

(mollde-res/'all) se ha extraído del análisis informático del contenido de textos

prácticos gestión empresarial publicados durante la década de los 90, la elabora­

ción de la gramática fundamental de La Ciudad por Proyectos ha tenido que

afrontar un obstáculo teórico mayúsculo: heredera moderna, bien que a su pesar,

del espíritu analítico de la filosofía política clásica en el que se inspiraba del modelo

de ciudad armoniosa elaborado en DelaJustiJicatioll, la ciencia social contemporánea

se ha dedicado, al menos desde la segunda mitad de este siglo, a deconstruir la

concepción filosófica clásica de la justicia como valores moral de carácter universal,

substituyendo la apelación a la legitimidad y el bien común por un análisis crítico

de los procesos de legitimación considerados como luchas sociales por el poder."

La exégesis de una amplia muestra de textos de ciencia social teórica y aplicada

publicados a lo largo de los últimos 30 años que llevan a cabo Boltanski y

Chiapello arroja una hipótesis terrorífica: la Ciudad por Proyectos, proyecto de las

ciencias sociales, es un proyecto de anti-ciudad donde no parece haber cabida para

la instauración de un nuevo tipo de valor mora] específico del mundo conexionista.

y es que desde el punto de vista de las teorías clásicas de la justicia, la de 'proyecto'

es una noción contradictoria, en el sentido de que con ella se intenta recuperar la

substancia ontológica del juicio moral a partir de un conjunto heterogéneo de

convenciones teorías cuya principal característica en común es justamente la de haber

¡- En un hábil ejercicio de reflexividad sociológica de BoJranski y Chiapello proponen considerar

también el propio modelo teórico original de los regímenes de acción en justicia de Boltanski y Thévenotcomo una pieza mavor del nuevo mundo conexionista cuya emergencia postulan. Efectivamente, vistadesde la perspectiva propia de este evenruai "séptimo mundo común", una obra como De /aj/iJtification

habría intentado llevar a cabo, sobre el concepto clásico de juicio moral, un trabajo de desustancialización

análogo al de las críticas post-esrructurulistas de la metafísica política clásica "en dos niveles" (Boltanskí \'Chiapello, 1999: 687, n. 19). Efectivamente, la construcción del sentido moral característico de loshabitantes de las sociedades modernas formulada en el modelo de economías de la legitimidad deBolranski y Thévenor se decanta también por la apertura hacia lo pragmático (así, el paso del "acto" dejuzgar a la "competencia" de juicio), lo múlnple (su concepción de una "pluralidad" de regímenes deacción en justicia) v lo aleatorio (el compromiso entendido como "montaje combinatorio"),

CRiT1CA DE usnos 219

llevado a sus últimas consecuencias la crítica positiva de la moral como forma de

"dominación por la metafísica". La paradoja de la Ciudad por Proyectos consiste enintentar edificar una ciudad política ordenada sobre un suelo antropológico (la red)

gue se constituye precisamente como negación práctica de la posibilidad de tal

modelo de orden político.

El concepto de responsabilidad legal ha adguirido recientemente una nuevamodalización en el marco del proceso de formación de políticas públicas en lassociedades tecnológicas avanzadas (Chateauravnaud y Torny, 1999: 59-63).

Intimamente vinculada a una comprensión moral de la relación entre acción

humana y reacción tecnológica, la emergencia y puesta en marcha desde principiosde la década de los 80 de una norma científico-legal original bautizada con el

nombre de principio de precaución" define un criterio estrictamente político de

responsabilidad colectiva en relación con el problema novedoso de la propagaciónaleatoria a gran escala o incluso a escala planetaria de los efectos potencialmente

nocivos, vg. los riesgos, para el medio ambiente y la salud pública, de procesos deinnovación tecnológica, producción industrial y distribución comercialcrecientemente flexibles y deslocalizados. La revolución de la ingeniería genética,ha convertido a sectores económicos estratégicos como el agroalimentario -con

los organismos genéticamente modificados como eje central de actuación

(Noiville y Gouyon, 2000)- y el biomédico -con las controversias sobre las

terapias génicas y la clonación aonas, 1997: caps. 8 y 9)- en el principal blanco deeste nuevo estilo de política de regulación tecnológica desarrollado bajo el manto

legal del principio de precaución.

La rápida institucionalización del principio de precaución en la legislación sanitariay medioambiental apuntaría a la posible configuración de un nuevo regimen dejusticia específicamente apropiado para conferir legitimidad moral a la acción socialdesplegada en mundo cada vez más conscientemente aleatorio. Estaría así en sintonia

lK En 1995 Francia fue el primer país en integrar plenamente dentro de su ordenamiento jurídico el

principio de precaución, una de cuyas pnmera, expresiones puede encontrarse en el articulo L.200-1 delcódigo rural francés donde se dispone (jue "tenidos en cuenta los conocimientos científicos y técnicos del

momento,la ausencia de certidumbre no debe retardar la adopción de medidas efectivas y proporcionadasdestinadas a prevenier un riesgo de daños gra\'cs e irrcvcrsiblcs al medio ambiente a un costeeconmicamente aceptable." (citado en Kouri.ski v Vinev, 2000: 11). En España el Tribunal Supremo harecurrido por primera vez al principio de precaución como fundamento jurídico en una sentencia recienteque extiende la prohibición previa (jue pesaba sobre el empleo de una conocida sustancia química(clembuterol) para engorde de ganado a su administración en cantidades infinitamente menores que ladosis mínima científicamente probada como nociva para la salud humana. El Tribunal Supremo aducena este respecto que, en presencia de un "peligro abstracto" para la salud pública, se hace necesario tomarmedidas preventivas para evitarlo "aun cuando subsista una incertidumbre respecto a la existencia eimportancia de riesgos para la salud de las peronsas ... sin tener que esperar que la realidad y la gravedad de

los hechos están plenamente demostrados." (citado en Julio 1\1. Lázaro, "El Supremo reclama el principiode precaución en materia alimentaria", diario El Pats, Madrid, 17 de enero de 2001, p. 24).

220 REVISTA COLOMBLANA DE SOCIOLOGÍA

con el nuevo espíritu garantista de un conjunto cada vez más numeroso de proyectos

paralelos de innovación conceptual en diferentes ámbitos de regulación legal-como

la definición de un nuevo "derecho de actividad" en el ámbito laboral, vinculado a las

propuestas de extensión reticular de los derechos propiedad intelectual e industrial a

todos los agentes implicados en un proyecto de desarrollo de un producto o servcio;

o la propuesta de la llamada "tasa Tobin", un impuesto sobre las operaciones en los

mercados internacionales de divisas." Según Bo1tanski y Chiapello (1999: 474-75)

estas y otras varias propuestas de categorización legal de determinados tipos de

estructuras reticulares y procesos de propagación aleatoria irían en la línea de

"conferir a las redes un estatuto legal con el fin de limitar las posibilidades de

oportunismo y de explotación conexionista gue se observan actualmente pero sin

volver a imponer formas jurídicas rígidas que las harían inoperantes porque no

captarían la especificidad de las nuevas configuraciones".

4.3. La economía de la autenticidad: de la flexibilidad productiva a laflexibilidad moral

Para hacerse una idea del tipo de cambios que permite describir la hipótesis de

la incipiente configuración de La Ciudad por Proyectos, en relación con las

posibilidades descriptivas que ofrecen sus más directos competidores dentro del

marco teórico de De lajustificación -la Ciudad Mercantil, la Ciudad Inspirada, la

Ciudad Doméstica y la Ciudad Industrial- considérese por ejemplo el dilema actual

que plantea el desarrollo de uno de los ejes institucionales estratégicos que

vertebran el esqueleto del nuevo régimen informacional de organización social de

la producción: el sistema legal de la asignación de derechos de propiedad intelectual

sobre las creaciones artísticas y las invenciones tecnológicas.

La existencia del complejo burocrático de las normas de calidad industrial y los

derechos de propiedad intelectual va de la mano de un modelo característico de

justificación pública: el discurso, tan típico de las grandes corporaciones

industriales, los gremios profesionales y los creadores artísticos consagrados,

sobre la necesidad de proteger "intangibles" tales como una obligación crediticia, una

patente farmacéutica o una partitura musical, contra determinado tipo de acciones

,,' En otro sitio (IZQL']ERDO, 1999: cap. 9) he tratado de mostrar cómo, en la industria global de

servicios de mtermcdiació n financiera, la elaboración ele los criterios políticos de precaución yresponsabilidad como guias para la adopción de decisiones de regulació» tecnológica en contextos de

incertidumbre científica sobre riesgos a largo plazo \' efectos destructores potencialmente irreversibles,ha seguido en realidad vías tecnológicas y legales muy diferentes, Tras la revolución de la ingeniería

financiera, el debate sobre innovación tecnológica y niveles de riesgo aceptables en este dominio ha

tenido como foco de atención privilegiado el papel de los instrumentos derivados y los desarrollos en

materia de normas públicas de prevención de riesgos de caracrer sistémico se han decantado por el

modelo mercantil de la competencia de estándares tecnológicos.

CRiTICA DE LlBROS__221

fraudulentas Oafalsificación, el plagio) que amenazan con destruir los valores materiales

(el precio, el beneficio) y/o espirituales (el estilo, la personalidad) que sus propietarios

legítimos les asignan. Pero desde el punto de vista de regímenes de justificación

alternativos, la puesta en circulación de "imitaciones fraudulentas" puede ser considerada

también una forma perfectamente legítima de denuncia pública: una acción destinada a

desvelar cómo, bajo el manto de grandes categorías metafísicas como la calidad, la

originalidad y la singularidad, lo que se ocultan en realidad son precios abusivos,

clientelas cautivas e imposturas intelectuales.

La existencia de entes colectivos paralelos, como las normas de defensa de la

competencia, las asociaciones de consumidores, los estándares industriales, las

academias de crítica 'deconstructivista' o nuevas vanguardias culturales como e!

movimiento del "arte apropiatorio" (Izquierdo, 2000), se apoya sobre la validez de

este tipo de argumentación. La institución de la propiedad intelectual, apoyada

sobre los conceptos fundamentales de "autoría" y "originalidad" individual, es una

figura a caballo entre la lógica inspirada, la lógica mercantil y la lógica cívica que

respeta el mito de! creador individual. En la Ciudad por Proyectos, la autenticidad

personal en vez de ser fruto de! aislamiento tiene como fuente la asociación

múltiple." La creación inspirada tiene como origen un don individual, mientras

que la creación reticular es una operación de recombinación (id., 192-93). La

dinámica de la innovación científica se confunde aquí con la dinámica del

entretejimiento de redes de relaciones sociales: las relaciones de confianza

implicadas en la comunicación personal-de la que la comunicación entre el maestro

y los alumnos en el aula es el paradigma- proporcionan los medios más eficientes

para economizar recursos en las tareas de seleccionar información y darle sentido,

fundamentales para la producción de conocimiento nuevo.

Por otro lado, la Ciudad por Proyectos se distingue de la ciudad mercantil en el

énfasis puesto sobre el valor del tipo de información altamente concreta yespecífica que vehiculan las relaciones de confianza materializadas en intercambios

conversacionales cara a cara -en vez de sobre aquella abstracta generalizable que

vehiculan los precios y los estándares (id., 193-195). Esta diferencia tiene consecuen­

cias al nivel del tipo de duraciones socialmente esperadas por los agentes (puntuales

211 Una exposición crítica de las multiples aplicaciones de este método estratégico-relacional de

deconstrucción/ replicación de la autenticidad en el mundo de los negocios (publicidad. relaciones públicas,marketing y ventas, ambientación) puede encontrarse en Ruskoff (2001). Para un retrato impresionista dellugar estratégico que ocupan las nuevas técnicas publicitarias del "marketing de la identidad" en el panoramaeconómico-político general de la "globalización", tanto en su vertiente positiva (corporativa ygubernamental) como en su acepción crítica (activista y hacker), véase Klein (2002). Finalmente, para undesternillante informe ensavístico, tan exagerado como preciso, sobre los hábitos de consumo y estilos devida del tipo antropológico ideal de la ciudad por proyectos, el "burgués bohemio" (en inglés Bourgeouis­Bohemian o simplemente BoBo), véase BRoof.:s (2001).

222__REVlSTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGIA

en el intercambio mercantil, prolongadas en el proyecto regulado por redes de

relaciones) y sobre el principio de justificación empleado por los agentes para validarsus acciones (pruebas de competencia en el caso mercantil y pruebas de "coo­petencia" o cooperación-competencia en el caso reticular).

Junto con trabajadores de las industrias de propiedad intelectual -creadores,productores, economistas, abogados, etc-, los profesionales de los servicios

financieros avanzados constituyen otro de los grandes baluartes sociales de estepresunto Nuevo Mundo económico y político. Los ingenieros financieros y los

traders que operan en Jos mercados internacionales de derivados serían desde este

punto de vista uno de los contingente humanos más propensos a contraer, por sumayor grado de exposición a actividades productivas flexibles e inciertas, el virusde flexibilidad y la incertidumbre cognitivas y morales que anima la vida cotidiana

en La Ciudad por Proyectos. El tipo de representación conexionista o relacionaldel mundo económico que sustancia el saber del ingeniero financiero es, por unlado, particularmente adaptado, para sacar provecho económico en un entornodonde las relaciones sociales son el principal vehículo de información fidedignasobre los fundamentos de valor de las inversiones especulativas. Por otro lado, el

mantenimiento de una estructura de diferenciación institucional, bien que cada

vez más débil, produce una visión muy diferente de la tarea conexionista delingeniero financiero. Bajo el signo de la defensa de la autonomía académica, la

competencia mercantil, la transparencia política o la estandarización industrial, lapuesta en práctica de las tecnologías conexionistas de los productos derivados nose resiste a la formulación de la crítica y aun la denuncia como fuente depromiscuidad social, de comercio ilegítimo y, en particular, ilegal, entre esferas deacción social relativamente autónomas.

Sin embargo, la valoración última, en términos morales, de la aventura

innovadora de los ingenieros financieros, no puede prescindir de uno u otro deestos dos aspectos, esto es, de los beneficios y los perjuicios inherentes a toda

operación de arbitraje en un espacio de redes sociales débilmente diferenciado.Más acá de la condena penal v más allá de 1::J legitimidad pública, el arte conexionistadel ingeniero financiero se nos revela en este caso como revelador supremo de laambivalencia moral que suscita un programa de innovación tecnológica que,

abrazada a una teoría abstracta de la comunicación basada en la búsqueda de lamáxima eficiencia en el transporte de flujos de información normalizada a travésde un espacio estadístico -el modelo de una red social "sin costuras"- se impone

como objetivo el rediseño a gran escala del tejido, todavía con costuras, de

relaciones sociales que sostiene a las modernas economías de mercado.

CRÍTICA DE LIBROS 223

5. Sociología post-etnometodológica vs. etnometodología

Boltanski y Chiapello han escrito un libro espléndido, cuya lectura recomiendo

encarecidamente: es indudablemente de lo mejorcito que ha llegado en losúltimos 30 años a los estantes de ciencias sociales de nuestras librerías y bibliotecas.

Sin embargo, tras la lectura de ::\lEC, hay algunas cosas que no acaban de cuadraren mi pequeña cabezita de profesor de sociología. Veamos pues, para finalizar, lasque, a mi juicio, son las más importantes 'disonancias cognoscitivas' de este

proyecto sociológico.

Según los autores, una de las primeras encarnaciones del espíritu cultural (lasteorías conexionistas, caóticas, nómadas, etc. del orden físico y moral) con el

que hemos venido retrospectivamente a caracterizar el nuevo tiempo ontológico

en el que vivimos ('el capitalismo por proyectos') vino a ocurrir en un lugar y unmomento muy especiales del globo: en los escritos de la sociología crítica

estadounidense publicados durante las décadas de los 60 y los 70. La narraciónforzadamerite impresionista de la evolución de la sociología crítica estadounidenseque ofrecen los autores en el apartado tercero del capítulo II de su libro, cuentacómo la progresiva radicalización de dos de las principales bifurcaciones científico­sociales de la filosofía pragmática de Peirce,] ames y Dewey, la ecología social de

Robert Park y la Escuela de Chicago y la psico-socio semiótica de George H. Meady los interaccionistas simbólicos, culminó en la insti tucionalización de dos nuevas

formas de hacer sociología. Sobre el brutal impacto técnico, económico, político y

cultural de la segunda de ellas -la sociología estructuralista, cuya versión máslograda es el análisis de redes sociales- tratan con amplitud las más de sao páginas

de su tratado. En cambio, a la primera de ellas solamente se le dedica el siguiente,escueto comentario:

"La primera [de estas dos nuevas posiciones -de la cual la etnometodología, queno nos concierne directamente aquí, constituvó la expresión más acabada­tenderá a poner el acento sobre los procesos de interpretación mediante los

cuales los actores buscan dar un sentido a las acciones sociales durante el curso

mismo de su efectuación. Esta perspectiva descansa sobre el problema de la

totalización puesto que el signitlcado de las palabras del que depende el trabajo deinterpretación se encuentra en sí misma indexado respecto de las situaciones de

enunicación que son, por definición, siempre singulares. " (Boltanski y Chiapello,1999: 224)

Tras la cooptación sucesiva de la economía, la psicología y la sociología, en ladécada final del siglo XX algunos visionarios del mundo de los negocios volvieronsus ojos hacia la antropología como la "disciplina emblemática de la capacidad de

las ciencias sociales, y más específicamente de sus nuevos métodos de observación,para colaborar en los nuevos procesos de expansión y la profundización de las

224__REVI5TA COLOMBIANA DE SOCIOLOGÍA

culturas del capitalismo." (Suchman, 2001: 2).21 Efectivamente, la profesora LucySuchman, una de los principales responsables del reciente revival, en la sociología y laantropología estadounidense y europea, del aparentemente superado y olvidadocisma etnometodológico de los años 60, ha conjeturado que la inesperada atenciónmediática que recibieron en EE.UU., durante la década de los 90, una serie deoscuros proyectos académicos de descripción etnográfica del trabajo de diseñoindustrial/", podría interpretarse como otro de los síntomas estratégicos de laastuta trans-mutación histórica llevada a cabo por la cultura materialista, cuyosíndrome más general (el "Capitalismo Artista") habría sido diagnosticado porBoltanski y Chiapello en su libro."

En un trabajo reciente, Nicholas Dodier, uno de los miembros más lúcidos delGrupo de Sociología Politica y Moral animado por Luc Boltanski y LaurentThévenot en la Ecole de Hautes Eludes de París desde finales de los años 80, hadesarrollado de forma más extensa las implicaciones de la problemáticaetnometodológica en los trabajos del Grupo.

21 En clara sintonía con la conexión genealógica entre ciencia social post-estructuralista y "management

creativo" específicamente postulada por Boltanski y Chiapello en su libro, Douglas Ruskoff, profesor de

Cultura virtual de la Universidad de Nueva York y afamado cibergurú, ha documentado (Ruskoff, 2001)

el proceso a través del cual los métodos de observación etnográfica e investigación cualitativa de procesos

sociales in riro -notablernente, el análisis secuencial de eventos sociales microscópicos a partir de

grabaciones en vídeo- desarrollados por la vanguardia teórica de la sociología y la antropologíauniversitarias, acaban siendo reciclados por los ejecutivos de las grandes agencias multinacionales de

publicidad. Durante la década de 1990, aigunos conspicuos elementos del vasto corpus bibliográfico detrabajos de investigación académica -siernpre provisionales y refutables por definición- que versan sobre

el carácter a la vez irremediablmente ritual e inexcusablemente local de los fenómenos fundamentales del

orden social, han sido o son reempaquetados por los profesionales de la investigación comercial y laplanificación publicitaria bajo la etiqueta de "fundamentos científicos" de la "eficacia tecnológica" de la

extensa panoplia de técnicas de "marketing virtual", "ambientación de espacios de compra" y "consumo

experiencial" empleadas por los nuevos líderes del mercado global de marcas comerciales, empresas

como Nike, Amazon.com, The Body Shop, Starbucks, Sega, Ikea, Disney, Calvin K.leip, etc.

22 Muy especialmente el programa de investigaciones del Xerox PARC de Palo Alto, en California,

fundado y dirigido por la propia Suchman, sobre la interpenetración de modelos computacionales ymodelos interaccionales de análisis en el diseño ingeniero de tecnologías de la información. Tras el fin de

su ciclo californiano, Suchman, neoyorkina de origen, se trasladó a finales de los años 90 a Gran Bretaña,

a la Universidad de Lancaster, donde continua desarrollando su programa de investigaciones sobre las

prácticas sociales y laborales implicadas en el diseño y el uso de las nuevas tccnoloyías de la información.

2.' "Al aparecer como figura protagonista en varios de estos reportajes periodísticos [sobre los

antropólogos que trabajan para las empresas de alta tecnologia] me quedé algo asustada al conocer detallesde las circunstancias específicas, aparentemente peculiares a través de las cuales yo y un pequeño número

de colegas acabamos inmersos, durante los pasados veinte años, en una variedad de proyectos

empresariales. El hecho de que estos reportajes periodísticos comenzaran a aparecer en la década de los

90, podría indicar que, por muy personales e idiosincráticos que puedan ser sus detalles, nuestras historiaspeculiares son también parte de una serie de tendencias más generales, cambios en las retóricas y en las

prácticas de las corporaciones multinacionales a finales del siglo veinte." (Suchman, 2001: 3).

CRÍTICA DE LlBROs 225

En el nivel más general de sus consideraciones Dodier afirma que la sociologíapost-etnometodológica que se ha desarrollado desde principios de la década de 1980-principalmente en Francia, hemos de suponer, aunque también con algunasconexiones anglosajonas, mayormente en el campo de los estudios sociales sobrela ciencia, a través de la tremenda influencia ejercida por la actor-netu/ore tbeory deBruno Latour y Michel Callon- ha contribuido a "cambiar el paisaje teórico [de lasociología], al difuminar el contencioso entre etnometodología y análisisconstructivo característico del período anterior" (Dodier, 2001: 325). Acontinuación ofrece una caracterización más fina de los rasgos singulares por losque se define esta postura investigadora:

"Dentro de esta perspectiva los objetos. l' más generalmente, los dispositivos, sonvistos a la manera de ensamblajes de objetos e inscripciones, crean, más allá de las

personas, contextos relativamente estables que el sociólogo puede el mismo extraerde las acatividades y someter al ejercicio de la cualificación, de la comparación. Se abre

así la posibilidad de construir series con los diferentes tipos de situaciones y. deestudiar las restricciones y las posibilidades propias de los sujetos que se hallaninmersos en ellas... De suerte que en los análisis post-etnometodológicos, entre la

localización radical de las prácticas ~. el nivel más general de las propiedades formales,aparece todo un conjunto de entidades intermedias que contribuyen a distinguir las

formas de actividad las unas de las otras, a percibir su distribución en el tiempo y en

el espacio, así como sus combinaciones posibles." (Dodier, 2001: 326-327)

Finalmente, para disipar la dudas del público sobre la verdadera razón de ser delo que en apariencia es sólo otro sutil ejercicio académico de doble torsión delnivel molecular y el nivel orgánico de la ciencia social empírica, Dodier concluyeque esta postura epistemológica "no abandona la idea de que la sociología puedeaportar cosas a la experiencia ordinaria de las relaciones complejas entre condicióncomún y condiciones específicas." (ibid., 329, mi énfasis). La expresión "aportarcosas" puede leerse en el viejo sentido constructivista de reparar, remediar,mejorar o, más generalmente, reformar lo ya existente."

24 "La etnometodología es fundamentalmente un proyecto ético que trata de proteger el lenguaje

indígena frente a los intentos de usurpación v transcodificación lle\'ados a cabo bajo los auspicios desistemas intelectuales, sean estos sociológicos o técnicos o de cualquier otro signo. Con 10cual rechazaque sus descubrimientos puedan ser reapropiados como recursos para subsiguientes usurpaciones delmismo tipo" (Agré, 1998; 23.) Partiendo de esta proposición, formulada por el ingeniero informáticoPhilip Agré en una ponencia presentada a la sesión del grupo de trabajo sobre "Etnometodología;estudios hibridos sobre el trabajo" celebrada bajo la dirección de Harold Garfinkel en 1998 en SanFrancisco (California) en el marco de la Conferencia Anual de la Asociación Americana de Sociología, elpadre de la etnometodología ha sostenido recientemente que una de las tareas centrales del programaetnometodológico se orienta "a la rcfonsa de la razón técnica l...)" (Garfinkel, 2002: 93, cursivas mias.)Intrepretada al pie de la letra y sacada fuera de su contexto subsiguiente, la afirmación de Garfinkel parecechocar de frente con la conclusión final que extrae Agré del argumento citado inicialmente; a saber, que"el verdadero objeto de la etnometodología son los métodos, punto, y no la reforma de las prácticas

226 REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGíA

Esta misma cuestión del tipo de herramientas de ingeniería social que pueden

derivarse de un tal tipo de sociología 'post-etnometodológica', había sido apunta­

da, en la forma de una disgresión sobre las 'tentaciones pasajeras' del sociólogo de

la sociedad crítica por el propio Luc Boltanski en una entrevista en la que

comentaba sobre su obra investigadora durante la década de los 80. La obra en

cuestión, "La denunciación" (Boltanski, 1984), es un análisis estadístico y semiótico

de la distribución de los elementos de un corpus de cartas de denuncia dirigidas a

la redacción del periódico parisino Le Afollde, en el interior de una red de

relaciones de sentido entre un pequeño conjunto de categorías 'actanciales'

(perseguidor, víctima, juez, espectador), pretendía elaborar "una gramática de la

normalidad, explorar el sentido común de la normalidad." (Boltanski, en Dosse,

1995: 60). Según apunta el propio Boltanski, aunque las competencias analíticas

adquiridas durante aquel trabajo de investigación le podrían haber permitido

convertirse en un "consultor en denunciación", su verdadera intención al llevarlo

a cabo era más bien la de "abrir las posibilidades de expresión, las posibilidad

des protesta de las personas." (Id.)

Dentro de esa misma tensión entre fenomenología de la praxis y consultoría

técnica que anima su trabajo sobre El alllor)' laJústicia como competencias (1990), se

gestó también su trabajo posterior en EIJZlfrimiCllto a distancia sobre la formación de

juicios morales en un entorno de comunicación mediática (Boltanski, 1993). Sin

embargo en El nnero espint« del capitalismo Boltanski parece haber escapado a la

ambivalencia fundamental entre 'pragmática y crítica' que delimita a nivel profundo

su concepción recibida de qué sea esa cosa, la 'ciencia social', para lanzarse, por

enésima vez, a la conquista del Optil)l!IllI optimoru»: de la intelectualidad-parisina-de­

izquierdas-fetén: la perfecta integración entre paciencia escolástica y compromiso

profesionales." ("H'lzardJ ofDeJign", cursiva mia). Pero no hay en realidad contradición alguna, pues eluso distintivo del sustantivo "reforma" en la formulación anrerror de Garfinkel se explica en lacontinuación de la misma frase de este modo: "haciendolo así [la reforma de la razón técnica] con elobjeto principal de especificar el trabajo de las ciencias sociales v de las ciencias naturales como cienciasnaturalmente explicables (nalllra/I)' accouniabt« Jám(rJ) de la acción práctica v la razón práctica." (Garfinkel,2002: 93). ESt.1 última distinción, fundamental en el programa emometodológico de Garfinkel, entreprácticas "clastcamente explicables" (c!aJ.flú¡//y accollntab/e) v "naturalmente explicables" (nalllrally

acco/I//lable), es objeto a su vez de una relevante explicación aclarativa por parte de la editora de la obra"pre-posruma" de Gariinkel, la SOCiólogaAnne \X'arfield Rawls, según la cual "los miembros implicadosen la producción de órdenes sociales han de rendir cuentas en todo momento por lo que hacen y por comolo hacen. Pero existen diferentes niveles de rendición de cuentas o explicabilidad: la explicabilidad antela cohorte poblacion.il \ la escena en la que uno hace algo; y la explicabilidad ante la cohorte poblacionala la que uno entrega una descripción de lo gue ha sido hecho. El análisis formal se ocupa solamente de lasegunda, a la gue Garfinkcl llama "cxplicabilidad clásica", mientras gue la etnometodologia se ocupatambién de la primera. Si bien la atención de la emometodología al segunto tipo de explicabilidad estambién distintivarnenre diferente, por cuanto no reconoce a la legitimidad (Iue los métodos formalesconfieren a las descripciones." (Rawls, Editor's note, en Garfinkel, 2002: 173, n. 2.)

CRITICA DE LlBROS 227

con los tiempos.f Esto es, estar en misa y repicando. La misma quimera intelectual/

aberración politica de cuya persecución/perpetración había sido acusada, a principiosde los 80, la generación sociológica precedente (representada en la persona de PierreBourdieu). La cual, a su vez, al hilo de los sucesos de mayo de] 68, había acusado del

mismo error epistemológico/pecado político a la generación anterior, representadaesta vez por Raymond Aron.

El proyecto de la Ciudad por Proyectos abandona, pues, claramente el mundo'purista' de la 'ética radical de la indexicalidad' para decantarse no menos claramente

por el mundo práctico de la consultoría política. Bajo la etiqueta híbrida de sociologíapost-etnometodológica, los autores del l\Ttlel,o espúittl del capitalismo parecen, a mi

juicio, haber optado por abrazar el estándard deJacto imperante en la escritura de lasciencias sociales (Lynch, 1999): un formato de pixelado -corno se dice en la jerga delanálisis informático de imágenes- de la realidad social 'más económico' que parte dela máxima epistémico-moral que la pérdida de resolución es un valor secundario en

relación con la ganacia de velocidad de transmisión. Efectivamente, por mucho quea primera vista el libro de Boltanski y Chiapello nos parezca excesivamente

voluminoso, el hecho de ofrecer un retrato del 'la sociedad-actual-tal-como-es-en­

su-totalidad' (vulgo, 'la globalización') en poco más de 850 páginas constituye en símismo una de las proezas más asombrosas obtenidas con la maquinaria de compre­

sión de datos disponible en el campo de las ciencias sociales."

25 Sobre la base de un diagnóstico teórico-empírico alternativo (cuyo anclaje más fundamental en el

actual panorama de los programas de investigación sociológica son los llamados "estudios sobre e! capital

social") de los problemas esenciales de la sociedad (estadounidense) contemporánea, e! sociólogo políticoestadounidense Robert D. Putnarn ha ofrecido un muestrario de 'invenciones sociales para el nuevo

milenio' paralelo (quién sabe si compatible) al de Bo!tanski y Chiapello. Pero mientras que las sendas

teóricas transitadas por los sociólogos franceses les conducen a interesarse por una serie de experimentos

recientes en materia de instituciones formales (eg. sistemas legales "reticulares" como e! derecho de

actividad o e! principio de precaución), las herramientas teóricas de detección de la realidad social

empleadas Putnam y sus colegas del Saguaro Seminar de la Escuela de Administración Pública John F

Kennedv de la Universidad de Harvard (\\".V\v.ks¡c",w.halyard.edu/saguaro) desembocan en la promoción

de iniciativas colectivas de naturaleza más informal (putnam, 2002: 544-561). i\fás concretamente de un

conjunto heterogéneo de pequeñas "sugerencias creativas", desde la reducción de jornada a los trabajadoresque realizan actividades de voluntariado a la participación en grupos corales o la realización de estudios de

"impacto sobre el capital social", pasando por nuevos tipos de actividades extraescolares como los talleres

de escritura creativa, nuevos tipos de servicios empresariales a los trabajadores, como grupos de debate,

iniciativas de periodismo cívico, teatro comunitario, deportes de equipo y otros tantos proyectos posibles

de intervención organizativa y desarrollo comunitario a nivel local, tan aparentemente "ridículos" como

objetivamente imaginativos. "Volviendo la mirada atrás desde el umbral del siglo XXI, resulta difícil

imaginar un tiempo sin boyscouts, pero hace un siglo debió de haber parecido extra\'agante que en e! siglo

XX el equivalente de la banda formada por Tom Sawvcr antes de la guera civil en los bancos de arena de!

Mississippi apareciera lJevando sombreros v abalorios por méritos y pronunciara la promesa stottt. No

obstante, instituciones como las de los boyscouts proporcionaron un foro nuevo y de éxito a la formaciónde una comunidad juvenil." (putnam, 2002: 543).

2(, Sobre la metodología de PROSPERO (PROL~ramJmtIrSoci%gie Pragmoliqlie, E>-périmellla/e et Réflexil'esur Ordinateur, aDoxa, 1995-1999), el programa informático empleado por Boltanski yChiapello para su

228 REVISTA COLO~IBlANA DE SOCIOLOC1A

Pero, si uno ha leído bien el libro, la apuesta política explícita a la que se adhieren

sus autores iría más bien en favor y no en contra de un trabajo social orientado a

ralentizar en la medida de lo posible la marcha infernal a la que navega la nuevamáquina. Lo cual implicaría, en el caso concreto de la investigación social, aumentar elnúmero de pixels por imagen en vez de reducirlo. Larealización de películas sobre laesencia de la vida contemporánea cada vez más ambiciosas sobre el papel (del guion)y más modestas en sus técnicas de filmación (formatos económicos de video digitalde 'bajo pixelado') se compadece poco y mal con este objetivo. Una formaalternativa, aunque ligeramente más enigmática de decir lo mismo es sostener que, al

margen de consideraciones más o menos objetivas sobre su calidad técnica, estética o

política relativa, las imágenes del reali!J gallle más trash de cuantos podemos verdiariamente en la televisión comercial nos parecen infinitamente más auténticas que la

penúltima ourre de la penúltima llo1/wlle ¡'age del cinema documentaire d'auteur. Más justas,por tanto, en términos estrictamente morales de respeto a la singularidad que espropia de la condición humana.

Tras la fachada de una supuesta máquina de acumulación casi perfecta, que

guarda como secreto de su eterna juventud la artera confiscación del movimiento,este sí perpetuo del imaginario libertario, se adivina, creo, la presencia de la

auténtica bestia negra de esta sociología de la denuncia 'y media" . Esta "bestiafascinate" 2~ no es otra que el eternamente joven y "extraño"29 retoño de aquello

que el antropólogo británico Ernest Gellner (1975) calificara en su dia de formaharto peyorativa como una "peculiar forma californiana de irracionalidad sesentera":

la inmortal sociedad ordinaria de Durkheim (Garfinkel, 2002; Izquierdo, 2003)que, como la vieja máquina capitalista, cabalga de nuevo, renovada en todomomento, en toda situación, por toda la gente que habita cada situación en cadamomento e impúdicamente indiferente a la existencia bien real del inmenso catálogode observaciones universales, estructuras genéricas, procesos abstractos y objetos

analisis de textos, vease Chateauramaud v Tornv (1999: 431)-451). "Ningún sociólogo puede lamentar eltener que dedicarse dur.mtc meses, \ quiz a, en su vejez, a realizar operaciones perfectamente triviales. Sepaga caro el Intento de desc.ugarse de esta tarea con la ayuda de medios mecánicos, si es que realmentequiere sacarse algo de ella, .mnque lo que se ",ca sea con frecuencia muy poca cosa." (\Xleber, 1998: 103­194).

,- "A denunciador, denunciador y medio" es b expresión qlle emplea Bruno Larour (1993: 67) para

capturar el eco socio-político de la anrropoiojna ti.osófica de Rene Girard. Si bien, a continuación en elmismo párrafo, Latour exime al trabajo de Boitanski v Thévenot (De !ajIlJ/ijic(J(¿ón) de haber incurrido enel clásico error modernista que achaca a Girard (".g. el olvido de los objetos), mi impresión es que NECestá más cerca de la meta-crítica girardiana que del ideal larouriano de una "antropología simétrica".(Incidentalmente, considero que los estudios antropológicos del propio Larour están también muy alejados

de sus propias exigencias programáticas).

,; "Lnmorta! ordinal]' soaety I.Ca U'ondeifll! beast" (Garfinkel, 2002: 96.)

,., "Inmona], crdmar, slláet)' i.r slran,l!,e." (Garfinkei, 2002: 96).

CRJT;CA DF l.IBROS__~229

independientes, recopilado en los corpus bibliográficos de las ciencias sociales y las

ciencias naturales.

"¿Cómo se olvidó el ser, de dónde vino este olvido, dónde y con qué mediospodrá el hombre recuperar la memoria? Estas tres preguntas, que son una sola,van a obsesionar a Heidegger y a dirigir su enseñannza y sus posiciones filosófico­políticas desde fines de los años veinte hasta su muerte." (Steiner, 1999: 101).

El sociólogo Harold Garfinkel ha reformulado, y en parte respondido

tentativarnente, a las tres preguntas fundamentales de Heidegger" en la forma del

siguiente descubrimiento etnometodológico:

"Puede ser que en los detalles especificados de las dos tecnologias inconmensurables deanálisis que los estudios etnornctodológicos han revelado, los etnometodólogos hallancaido en la cuenta de una cosa organizacionales en y en tanto que la sociedad ordinaria, ycon ella un vasto dominio de nuevos fenómenos organizacionales, a saber, el diseño,disponibilidad, gestión y presencia en el lugrade trabajo de métodos analiticoscualificadosr cuidadosos -Jos estudios clásicos- que consisten en los detalles organizacionales de lasociedad ordinaria, yproporcionan a sus miembros justificacionesrazonadas para descartarcomo falto de interes e irrelevanteeltrabajo vivido,concertado, inevitablemente encarnado,continuamente logrado en detallesde contenido específico que realizan realizar (tIJat IJ/akeup making) las cosas organizacionales más ordinarias de] mundo. Estos fenómenosorganizacionales, los más ordinariamente logrados del mundo, son cualesquiera posiblestemas de lógica, significado, razón, método y orden. Todos hellos pueden ser hallados denuevo y reespecificados como fenómenos de lógica razón, significado, método, etc.endógenamente facturados (enr/0c~f!1o/lsiJ' mar/e) y naturalmente explicables (naturaliJ'accoulltable)." (Garfinkel, 2002: 168).

\(' "(Qué tuvo gue suceder para gue el más importante, fundamental y determinante de los conceptos,el concepto de ser, se deteriorara tan gra,-emente; (Qué "oh-ido del ser" ha reducido nuesta percepcióndel es a un pedazo inerte de sintaxis. o sea. a un puro vapor- La completa "destrucción de la metafísica"gue emprende Heidegger, su crítica de Platón, ;'uistóteles, Leibniz, Kant, Hegel y Nietzsche, es un intentode contestar esta pregunta. Para Heidegger, la historia de la civihz acion occidental, vista desde las dosperspectivas dominantes y decisivas, la de la metafísica a partir de Platón v la de la ciencia y la tecnología

a partir de Aristóteles \. Descartes, es, nada menos ni nada más, gue la historia de cómo fue olvidado el ser.El siglo XX es el producto culminante, aunque perfectametne lógico de esta amnesia. Esta situación es el

objeto de la segunda pregunta de Heidegger: (Exactamente de qué manera psicológica y material lacondición del hombre moderno occidental, y en especial el hombre urbano, representa, actúa, un olvidodel ser? ¿Qué tipo de "ida llevamos en un ámbito de realidad donde ha desaparecido por completo laconciencia esencial y la reflexión del enigma de la existenciariedad, del "estado de presente" de los entes?El intento de dar una respuesta cabal inspirará a Heidegger numerosas discusiones sobre las actuales crisisde enajenación y de deshumanización, sobre el fenómeno omnipresente que él llama "nihilismo". [...] Sutercera pregunta se desprende con naturalidad de todo lo anterior. ¿La entidad se le ha escapadoirremisiblemente de las manos al ser humano o existen procesos y encarnaciones de experiencia donde elsentido original de la esencia permane7ca vital, v por lo tanto, recuperable? (Queda algo sobre lo cual elhombre de finales del siglo XX pueda construir si clecidiera intentar un regreso a "la casa del ser") De esta

tercera pregunta surgirán los textos de Heidegger sobre los presocráticos (con quienes debe empezaracualquier "regreso"), sobre poesía, sobre las bellas artes v sobre arquitectura." (STEI"ER, 1999: 99-101).

230 REVISTA COLoMmANA DE SOClOLOGlA

La etiqueta de "Sociología heideggeriana" ofrece una definición taquigráfica delproyecto de la etnometodología muy propia, cuando menos como pie expositivodentro de un contexto académico. Como en tantos otros casos, la cuestión del estiloes aquí la más inmediatamente aparente y eficaz como evidencia probativa de las

afinidades electivas entre la filosofía de Heidegger y la sociología de Garfinkel. De la"deliberada singularidad" del estilo de escritura de Garfinkel, puede decirse, comodice Steiner de la de Heidegger, que es sentida por el lector como algo "repelente ofascinante o como una mezcla perturabadora de las dos cosas." (Steiner, 1999: 245).

En fin, si tomamos como plausibles la hipótesis de que el descubrimientoheideggeriano-etnometodológico del enigma de la inconmensurabilidad radicalentre las formas analítico-formales de la existencia v la producción in vivo de laexperiencia de! mundo'! tiene un ancestro absolutamente distintivo en e! pensamientogriego presocráticoV , entonces tanto a la obra filosófica de Heidegger como a la

JI Para introducir uno de los tópicos fundamentales que examina la obra del filósofo alemán Martin

Heidegger (1889-1976), uno de sus más perspicaces hermeneutas, el filólogo, ensayista y crítico literario,

George Steiner, tras citar la observarción del propio Heidegger de que a la gran mayoría de los seres

humanos, la pregunta por el ser se les presenta "en momentos de gran desesperación, cuando las cosasparecen perder toda su consistencia y se nubla su sentido", examina el modo distintivo de ejemplificar que

emplea Heidegger para hacer palpable el problema de la presencia del ser como un problema sensible, no

analítico. "En efecto, los sentidos son esenciales para entender esta "presencia del ser". p:ua nuestraaprehensión de un es en ciertas cosas que no puede aislar ninguna disección alalítica o relación verbal. Los

ejemplos de Heidegger son a un tiempo banales v relevantes. "Oímos" volar a un pájaro aunqueestrictamente hablando el vuelo no sea "audible"; nuestro tacto distingue de .nmcdiaro entre el tercíopelo\' la seda, pero "en que reside 1" en qué consiste el ser?" (Steiner, 1999: 104-1(5). Compárese este modo de

ejemplificar con la introducción que hace Garfinke! al tema etnometodológico de los "haceres sonoros"

isounded doings) en su exposición de una serie de ejercicios de entrenamiento sociológico (tutorialprúblems)que tienen como motivo el problema de los "teléfonos llamadores" (summonin./!, pI1onei), esto es, los

diversos procedimientos metódicos (como la grabación y la diagramación) que empleamos para plasmar

(rfllder) analíncarncntc las texturas sonoras francamente distintivas que somos capaces de discernir en el

pitido emitido por un aparato teléfonico cuando sabemos que la llamada "es para mi", "es para tí", etc.(Garfinkel, 2002: 153-162). Más aun: en una variación heideggeriana altamente pertinente aquí, Sreiner

introduce en su exposición del tema heidggeriano del olvido del ser el ejemplo "que, por desgracia,Heidegger casi nunca considera" de la experiencia musical ("La música proporciona a la mayoría de los

seres humanos los momentos vivenciales más completos v más intensos que se puedan experimentar", cf.

Steiner, 1999: 105 y ss.). La descripción pormenorizada del infinito abismo de detalles experienciales enque consiste la producción local endógena, esto es, la experiencia in vivo de "hacer" sonidos musicales

coherentes, es presentada por Steiner en su más absolutamente radical originalidad pragmatogénica: "Si

un imagínario habitante de otro planeta preguntara: "¿Qué es, entonces, la música?" nosotros podríamos

cantar una melodía o tocar con las cuerdas una pieza, y diríamos sin titubeo: "Esto es la música." Y si

después preguntara: "¿Qué significa", la respuesta la tendríamos ahí, en forma contundente, dentro de

nosotros, pero sería en vano que tratáramos de expresarla. Cuando a Schumann le hicieron esta pregunta,

a propósito de una de sus obras, la tocó de nuevo.", id., 1(7). Ha sido el sociólogo David Sudow, a lasazón alumno de Garfinkel, quien ha llevado esta empresa distintivamente heideggeriana a su cima más

alta en su libro li"crys oftbr Hand (Sudnow, 2001).

"Garíinkel, citando una observación de su colega Egon Bittner, afirma que "después de los griegosestos maravillosos temas [de lógica, razón, significado, método y orden] fueron a la universidad y volvieron

eRiTlCA DE LIBROS 231

obra sociológica de Garfinkel, pero sobre todo a ésta segunda, les sería, creo,

aplicable "la instrucción al lector" con la que el filólogo Agustín García Calvo cierra

los prolegómenos de su traducción castellana de los fragmentos recuperados del

libro pérdida de Heráclito.

"Pues de eso es de lo gue se trata: de leer por las buenas los restos de ese librocomo si no se hubiera escrito hace 2.500 años, en la época de Heraclito de Efesoy sus circunstancias sociales, sino gue estuviera escribiéndose ahora mismo para

tí, lector, según lo vas leyendo, y hablándote de las cuestiones eternas, gue son las

más actuales siempre y, cuanto más comunes, más de veras tuyas. Que bien

pueden así confundirse actualiad con eternidad, pues, para la operación de larazón común, 2.500 años no son nada, y como ella misma oirás que dice, el

Tiempo es un niño." (García Calvo, 1985: 28).

Justamente: el programa de la etnomerodología", tal como 10 ha expuesto

Garfinkel en su reciente libro Ethnomdhodo!ogy's Programo Workillg Out Durkheim's

.Apbonsm (2002) se erige sobre el praxioma o existenciosia de que en la vida ordinaria

no hay espacio para "tiempos muertos" (there's no time out). Esto es, no hay espacio

teórico en el mundo para remediar lo que de irremediablemente contingente tiene

la praxis real.

Pero si el cumplimiento de la 'instrucción' que nos promete reparar un error o

mejorar un desempeño exige, de forma irremediable, irreparable, un actividad

práctica sujeta ella misma a errores de desempeño irreparables" ¿cómo sería

posible, entonces, remediar y mejorar "la experiencia ordinaria de las relaciones

educados. Sin embargo todos ellos pueden se hallados de nuevo y reespecificados como avatares de lascosas más ordinarias del mundo." (Garfinkel, 2002: 168). Por su parte, en su introducción al pensamiento

de Heidegger, Stcincr ¡)roporciona unas coordenadas histórico-culturales más precisas para dotar de

contenido al localizador informal ("después de los griegos") utilizado por Bittner: "Sócrates y Platón

fueron los primeros en dar "e] paso lucia la filosofía." Esto quiere decir que fueron ellos los primeros en

postular el problema de la existencia en una forma analírico-racional. A ellos les pertenece esa hazaña, dice

Heidegger; pero también (yen esto sigue una paradoja de ~ietzsche) les corresponde ser un síntoma de

decadencia. Anaximandro, Herac1ito y Parmérudes, anteriores a elJos, no necesitaron ser "filósofos". Eran

"pensadores (Denker) hombres inmersos en el radical asombro (/hallmazein) de ser." (Steiner, 1999: 85).

JJ Para un argumento teórico sobre la \-igencu v aun la extrema relevancia del programa

etnometodológico de aprendizaje y enseñanza de las extrañas maravillas de la sociedad ordinaria inmortalde Durkheim entendido como parte y parcela de la actual situación académica y profesional de la

sociología internacional, vid. las pp. 48 v ss de la introducción editorial de Arme Warfield Rawls en

Garfinkel (2002).

J4 "Todo intento de escapar la servidumbres laborales inevitables y por tanto carentes de remedio o

alternativa Iemplea justamente esas mismas condiciones y prácticas a las que busca remedio para demostrar

que ha encontrado un remedio." (Garfinkel, 2002: 101, n. 17 .) O también: "Todo intento de remediar o

evitar la ecceidad rbaecceilYi de cualesquier cosa CJue la ecceidad modifica -p.e. detalles o la sociedad

inmortal-, presef\'a, en las prácticas materiales con las "lue la demostración gatantiza que la cosa ha sido

evitada o remediada, la misma cosa que causaban el problema." (Garfinkel, 2002: 153, n. 14.)

232 REYISTA COLOYlBLANA DE SOCIOLOCIA

complejas entre condición común y condiciones específicas" mediante la investigación

sociológica? Los fenómenos "paraprácticos" 35 descubiertos por la etnometodología

carecen de privilegio ontológico o epistemológico alguno: no existen sino como una

subprovincia más del reino de la vida, a cuyas banales servidumbres no pueden

tampoco sustraerse. Las prácticas alternas que han sido descubiertas por los estudios

etnometodológicos sobre el trabajo no son en modo alguno "propuestas teóricas" ni

descripciones de otras realidades posibles, sino realidades atestiguables en sí mismas:

cosas sociales únicamente experimentables como "cosas ordinarias", por tanto

pública y rutinariamente observables, escuchables, palpables, que se pueden oler,

degustar, presentir, etc. como cosas absurdamente banales, ridículamente evidentes,

por tanto necesariamente "pasadas por alto" y aun exigiblemente "pasables por

alto", absolutamente "no interesantes" y a la vez, para cualquiera en cualquier

momento específico en cualquier situación específica, absolutamente indispensables yespecíficamente ineludibles.

"En varios departamentos universitarios Se imparten enseñanzas etnometodológicas

útiles para e! estudio del trabajo y las ocupaciones. Estas enseñanzas requierenponer un énfasis especial en las propiedades indexicales inevitables e inerradicables

que debe poseer una descripción adecuada del trabajo, etc. Requieren tambiénatender a la adecuación única de la competencia de! analista/practicante comorequisito para validar pragmáticamente la descripción de los métodos de trabajo.

Esto implica mantenerse indiferente respecto al analista transcendental r prescindirdel observador universal. Las "descripciones etnográficas" así realizadas dan

cuenta de las "relevancias" específicas del lugar de trabajo, las cuales consisten en

J5 La forma del prefijo giego "pará-", según el diccionario de uso del español de María Moliner,

"expresa a la vez las ideas de ajeno o exterior y próximo". Sus formas compuestas, como paradoja (de pará

y "doxa", opinión) o paranoia (de pará y "nus", mente), refieren la "extrañeza" V el "absurdo" que pueden

llegar a adoptar las formas familiares como las opiniones o los pensamientos. El sustantivo parapraxis se

refiere, entonces, a una tarea realizada, como si dijeramos. "por su borde exterior": la labor es correcta,efectiva, bien hecha, etc. V a la vez "realmente extraña", pues a quienes la llevan a cabo ele ordinario les

parece completamente absurdo que alguien se halla "tomado la molestia" de lle\'arla a cabo con el único

fin de demostrar que existe. I.'n ejemplo específico v especíiicamente banal de fenómeno parapráctico

descubierto por los estudios etnometodolózicos del trab i.o ciennfico coris.sre en la existencia públicamente

atestiguable, es más, instruiblemente observable c instruib.emente reproducible de "pares del mundo de

la "ida" (LebenJu'e!t palrj) , parejas de prácticas alternas indisociables a la vez que asimétricamente

inconmensurables entre si, como por ejemplo (1) "la prueba escrita de un teorema matemático" y (2) "el

trabajo situado y en tiempo real de "escribir la prueba con tiza v pizarra" (Livingston, 1986); o bien: (1) la

secuencia de frases escritas que van apareciendo sucesivamente en el panel de diálogo de una fotocopiadora

y que describen "cómo hacer para hacer una focopia a doble cara" y (2) el trabajo corporal 111 vivoe in sit«

de leer entre líneas lo escrito en el cuadro de diálogo y convertirlo en "instrucciones a seguir" para hacer

las copias (Suchman, 1987); o bien: (l) la h"abación en audio y video del trabajo de dar palmas acompasadasal rimo estándar de un metrónomo y (2) el trabajo real 11I1'ivo de "darse el tiempo necesario" (makillg tbe time

u/e need¡ para acompasar las palmas al tiempo en el que han de tener lugar, esto es, el tiempo que el

metrónomo está marcando (ir markillJ!) (G.o\RFIt'KEL, 2002: 150-153),

CRITICA DE LIBROS 233

la coherencia en curso, ocupacionaJmente específica, instruiblemente observablee instruiblemente reproducible de detalles fenoménicos ordenados de estructuras.

El verdadero blanco del remedio experto es el hecho de la teorización

representacional, al que sustituye por el fenómeno mismo como origen y fuentedel problema." (Garfinkel, 2002: 133).

En un epílogo añadido en enero de 2002 a su obra superventas 1"'\'0 Logo, la

periodista y activista anti-globalización canadiense Naomi Klein afirmaba que, traslos atentados del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center de NuevaYork, los movimientos de "resistencia global" están en la actualidad "pasando a unaetapa más profunda, menos centrada en actos de resistencia simbólica y en protestas

teatrales y más en "encarnar nuestas alternativas en el vivir cotidiano", como se dijo

en una reciente cumbre sobre la acción directa celebrada en Nueva York." (Klein,

2002: 539) De inmediato, la pregunta que asalta al lector resabiado es ¿cómo se hacepara "encarnar" modos "alternativos" específicos de hacer las cosas en el flujo

continuo e imparable del "vivir cotidiano"? ¿Dónde está el manual de instrucciones

para hacer lo que la frase dice que es posible hacer, siquiera en un caso concreto? ¿Existealgún manual de este tipo? ¿Sería posible escribirlo?

Exactamente en este sentido, en el sentido de que tales preguntas prácticas carecenmuy posiblemente de respuestas prácticas, puede sostenerse que nada hay más ajenoa un ejercicio realmente válido de "reforma de la razón técnica", esto es, nada hay

más demostrablemente impracticable, nada más irreal, que la vieja "idea", de que "la

sociología puede aportar cosas a la experiencia ordinaria".

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