caracterisiticas del leguanej humano corregido

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lenguaje humano

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TEMA 1: CARACTERSTICAS DEL LENGUAJE HUMANO

Qu es el lenguaje?

El lenguaje es el objeto de estudio de la Lingstica.Pues hablar de lenguaje es hablar de cualquier sistema comunicativo que consta de una estructura establecida con el uso de ciertas combinaciones

El lenguaje es un acto comunicativo exclusivo del ser humano. Gracias al lenguaje se puede transmitir, manifestar y comunicar nuestras emociones, ideas, opiniones, sentimientos y deseos haciendo uso de signos de naturaleza sonora y articulada.

El lenguaje se puede dar tanto de forma oral como escrita, y tambin se considera una tercera forma de lenguaje que es denominada lenguaje gestual.

Planos del Lenguaje

El lenguaje tiene un lado individual y un lado social, y no se puede concebir el uno sin el otro (Curso de lingstica general: 1965-50)El lado individual vendra a ser el habla y el lado social sera la lengua; las cuales conforman los planos del lenguaje

Caractersticas del lenguaje humanoLa comunicacin es el rasgo ms caracterstico de la vida en sociedad. Con frecuencia pensamos que la comunicacin es una caracterstica exclusiva de los seres humanos, y sin embargo, son muchas las especies que posen sistemas comunicativos. Uno de los ejemplos clsicos es el de las abejas, como puedes ver en este texto:

El mundo de las abejas est cada da ms lleno de sorpresas. Si siempre ha llamado la atencin la perfeccin con que construyen sus panales, ms notable es lo que se ha denominado el lenguaje de las abejas.

El sabio entomlogo austraco Karl von Frisch ha estudiado las llamadas danzas de las abejas, mediante las cuales la abeja orienta a sus compaeras hacia las fuentes de provisin de nctar que ha localizado previamente.

Al regresar una abeja del campo, comienza una danza que gira primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda; con esto informa de que ha encontrado flores de las que trae el nctar, a unos 50 metros de distancia de la colmena. El mayor o menor vigor de la danza depende de que el contenido en azcar sea superior o inferior al 40 por ciento. La abeja indica adems la situacin del lugar del hallazgo en relacin con el Sol mediante una corta carrera emprendida al acabar la danza: si en ella baja verticalmente frente al panal, indica que hay que volar en direccin recta alejndose del Sol; si se desva hacia la izquierda d la vertical, por ejemplo 50, esto quiere decir que hay que volar con igual ngulo, y as sucesivamente para cualquier posicin. La distancia mayor de 50 metros la indica la abeja por la repeticin del ciclo de danza y carrera.

El proceso desarrollado por la abeja en esta danza de orientacin es semejante a lo que llamamos lenguaje o habla privativo de los humanos. En efecto, la abeja en este caso ha debido recordar la distancia que ha recorrido, establecer la triple posicin del Sol, la colmena y la fuente de alimento, y transportar el mapa del terreno as obtenido del plano horizontal de la realidad al plano vertical del panal ante el que efecta su grfica demostracin.

El Tesoro de la Juventud, tomo 15 (adaptacin)

Efectivamente, la danza de la abeja y sucede lo mismo en muchas otras especies animales- recuerda a la actividad lingstica del ser humano. Tanto en el caso de la abeja como en el del hombre, se produce un acto de comunicacin en el que intervienen los mismos elementos: un emisor (la abeja que ejecuta la danza), un receptor (las abejas que estn en el panal), un mensaje (existencia de flores), un cdigo (la danza que efecta) y un canal de comunicacin (visual).

Aunque hay otras formas de comunicacin, la comunicacin humana tiene una serie de caractersticas especficas. En el siguiente texto se seala la diferencia fundamental entre la comunicacin verbal y otros tipos de comunicacin:

Hay un rasgo de importancia capital que slo se da en el lenguaje humano. Se trata de la capacidad de comprender y producir un nmero infinito de enunciados. Esta propiedad del lenguaje se conoce bajo diferentes nombres. Chomsky la denomina creatividad, mientras que otros autores la llaman apertura o productividad.

Los seres humanos pueden hablar de cualquier cosa que deseen por ejemplo, de un ornitorrinco que se cae de espaldas escaleras abajo- sin crearse ni crear a sus interlocutores ningn tipo de problemas. Pueden decir lo que quieran cuando quieran. Si suena un trueno, no tienen por qu pronunciar automticamente una frase apropiada a este suceso, como por ejemplo Hay tormenta, corramos a buscar cobijo. Tambin pueden decir No te encantan las tormentas?, o Hay que meter al perro, o incluso Segn una leyenda china, el trueno provoca el choque de dos dragones en una tina.

En contraste con ello, la mayor parte de los animales tienen un nmero fijo de seales mediante las cuales trasmiten un nmero tambin fijo de mensajes que emplean en circunstancias claramente definidas... Incluso el impresionante mono vervet slo dispone de un repertorio de treinta sonidos vocales diferenciados y, dado que entre ellos figuran el estornudo y el vmito, el nmero real de los que usa para comunicarse comprende unos cuantos menos. Dentro de esta gama, las posibilidades de eleccin son limitadas, ya que por lo general las circunstancias indican cul es la llamada que debe usar; la cra separada de su madre emite el grito rrah de soledad, y la hembra que quiere ahuyentar a un macho que la requiere emite el grito anticopulatorio de queja.

Jean Arrchinson: El mamfero articulado.Efectivamente, existen caractersticas especficas de la comunicacin de los seres humanos. Aunque la fundamental es justamente su creatividad, no es la nica.

El ser humano posee un sistema comunicativo enormemente complejo y eficaz. Tiene, como hemos visto, algunas caractersticas exclusivas y otras que no encuentran un desarrollo tan completo en ninguna especie animal. De esas caractersticas, stas son las ms importantes:

Creatividad. Capacidad para construir nuevos enunciados que nos permiten trasmitir nuevas experiencias a nuestros receptores. Existe una capacidad infinita para expresar y comprender el significado empleando elementos conocidos de oraciones para producir otras nuevas (a diferencia del conjunto limitado y fijo de llamadas que emplean los animales).

Desplazamiento. Capacidad para referirse a hechos que no se hallan espacial o temporalmente presentes. Esta caracterstica es fundamental para el progreso cultural y tcnico y no se da en ninguna otra especie animal. Gracias a ella podemos transmitir nuestros descubrimientos a los dems. (A diferencia de la mayora de los animales, que reflejan los estmulos ambientales inmediatos).

Semanticidad o arbitrariedad. Capacidad del lenguaje humano para utilizar smbolos para significar o referirse a objetos y acciones. Los elementos del signo no dependen de la naturaleza de la realidad a la que se refieren (a diferencia de la velocidad de la danza de la abeja, que refleja de modo directo la distancia de la abeja, que refleja de modo directo la distancia del nctar desde la colmena).

Dualidad. El lenguaje humano se caracteriza por poseer una doble articulacin. Esto lo estudiaremos ampliamente al referirnos al signo lingstico. Adelantamos que los sonidos que forman las palabras no tienen un significado intrnseco, sino que se combinan de modo diferente para formar elementos (como palabras) que trasmiten significado (a diferencia de las llamadas animales, que no pueden analizarse en dos niveles de estructura similares a stos).

Dependencia de la estructura. Los mensajes verbales no se constituyen a partir de la simple suma de unidades lxicas, sino que stas se organizan en una estructura jerrquica superior. Tambin lo veremos por extenso en el apartado de las caractersticas del signo lingstico.

Transmisin cultural. El lenguaje es una capacidad innata del ser humano, es decir, todos los nios nacen con la posibilidad de desarrollar el lenguaje. Pero para que esa capacidad llegue a desarrollarse es necesario que se produzca su transmisin de una generacin a otra fundamentalmente por medio de un proceso de enseanza y aprendizaje (a diferencia de la capacidad de las abejas para comunicar el lugar donde se encuentra el nctar, que se transmite de modo gentico). La mejor prueba de esta caracterstica nos la ofrecen los nios que se cran aislados del resto de los seres humanos. Normalmente, superada una determinada edad, no desarrollan el lenguaje o lo hacen de un modo muy rudimentario.

Intercambiabilidad. Los hablantes de una lengua pueden reporducir cualquier mensaje lingstico que puedan comprender (a diferencia de las distintas conductas de cortejo de machos y hembras en varias especies).

Retroalimentacin total. Los hablantes oyen todo lo que dicen y pueden reflexionar sobre ello (a diferencia de las exhibiciones visuales que a menudo realizan los animales en el cortejo, que no son visibles para quien las realiza).

Especializacin. Las ondas sonoras del habla no tienen otra funcin que sealar el significado (a diferencia del jadeo audible de los perros, que tiene un propsito biolgico)

2. Sistemas de comunicacin humana:

Pero el lenguaje humano puede estudiarse atendiendo no slo al lenguaje verbal, sino a los distintos sistemas de comunicacin humana. En este campo, que sera el de la Semiologa o Semitica,se estudiaran todos los sistemas de signos posibles empleados por el hombre para comunicarse.

Vivimos rodeados de signos. Constantemente los producimos y los entendemos. Una palmada afectuosa, una palabra de saludo... son capaces de comunicarnos algo; es decir, nos transmiten un significado, nos llevan a una realidad. Un plano material, sensorial: todo signo tiene que ser perceptible por los sentidos; y un elemento significativo: aquello que el signo nos comunica. A ese plano material del signo lo llamamos significante y a lo que nos comunica el signo le llamamos significado.

a) Distintos tipos de signos:

Los signos pueden clasificarse utilizando distintos criterios. Dentro de los signos humanos, que son los que nos ocupan en este tema, podemos distinguir entre:

Signos verbales: los que se utilizan en la comunicacin basada en la palabra.

Signos no verbales: gestos, imgenes, etc.

Atendiendo al canal comunicativo por el que se transmiten, se puede hablar tambin de:

Signos visuales: una seal de trfico, una palabra escrita.

Signos auditivos: un pitido, una palabra hablada.

Signos tctiles: un codazo, una palabra escrita en Braille.

Atendiendo a la relacin entre su significante y su significado tenemos:

Indicios: signo que mantiene una relacin natural, de causa-efecto con el significado. El humo es signo de la existencia de fuego, la fiebre lo es de la enfermedad, las canas son indicio de vejez...

Iconos: se llaman iconos a los signos que mantienen una relacin de semejanza con su referente. Un retrato es un signo icnico de una persona, de la misma forma que un plano lo es de una ciudad. Las onomatopeyas tic-tac, miau- tambin pueden ser consideradas iconos.

Smbolos: son signos que de un modo convencional se utilizan para transmitir significados, sin que presenten con ellos ni parecido ni ningn otro tipo de relacin motivada: las banderas, la notacin qumica, la representacin de las notas musicales de un pentagrama y las palabras que utilizamos en la lengua hablada y escrita.

b) El signo lingstico y sus caractersticas

De entre todos los medios de comunicacin que el hombre utiliza, la lengua ocupa el lugar de honor. Con ella podemos construir todo tipo de mensajes sin limitaciones temticas; podemos hablar de lo presente y de lo ausente; de la realidad ms inmediata y de aquello que slo es producto de nuestra imaginacin. Conviene, pues, intentar describir la naturaleza y funcionamiento de este complejo medio comunicativo haciendo hincapi en las caractersticas de sus elementos mnimos significativos, los signos lingsticos (las palabras habladas o escritas):

Los signos lingsticos se emiten con una clara intencionalidad comunicativa. Cierto que no todo es intencionado en un mensaje lingstico. A partir de determinada emisin oral, el receptor puede extraer ciertas informaciones a propsito del hablante: su edad, estado de nimo, procedencia social. Pero no podemos confundir estas deducciones, que el hablante transmite en principio sin pretenderlo, con el significado lingstico que el hablante intenta comunicar.

El mensaje lingstico tiene como soporte la materia fnica, acstica. Este carcter hablado, oral, de las lenguas humanas no puede quedar oscurecido por la importancia que en nuestra cultura ha adquirido la escritura, sistema visual sustitutorio, surgido de la necesidad de dar permanencia a lo que en otros tiempos, sin los medios tcnicos de que hoy disponemos, era obligadamente efmero y limitado en el espacio. En efecto, el signo fnico slo permaneca lo que duraba la emisin de voz y slo alcanzaba a un receptor o receptores relativamente cercanos. El signo lingstico es, pues, de carcter oral, fnico. Ello no quiere decir que en la comunicacin intervengan en exclusiva los signos lingsticos. Los gestos, las diferentes expresiones que adopta el cuerpo signos visuales todos-, colaboran eficazmente en la interaccin comunicativa. Pero estos signos pertenecen a otro cdigo y no podemos confundir lo expresado lingsticamente con lo que comunicamos por otros signos, si bien la interrelacin que entre ambos mensajes se establece en un acto de comunicacin concreto es evidente.

El signo lingstico es arbitrario. La relacin que existe entre sus dos caras, significante y significado, es de naturaleza convencional. No existe ninguna semejanza entre la secuencia fnica correspondiente a la palabra botn y el objeto conocido de todos que ella nos evoca. La arbitrariedad del signo lingstico, si bien no es una cualidad que este signo tenga en exclusiva (pensemos, por ejemplo, en el cdigo de seales emitidas gracias a un tambor, o en algunas seales del cdigo de la circulacin), es una caracterstica fundamental del lenguaje humano y un hecho que nos muestra la experiencia ms inmediata: aunque para el hablante nativo las asociaciones que su lengua ha consagrado le parezcan naturales, la existencia de los diferentes idiomas que sirven para expresar la experiencia humana le llevar a lo equivocado de su primera intuicin. Por ejemplo, el espaol perro, el francs chien, el ingls dog o el portugus cao remiten a un mismo significado. Lo dicho anteriormente se ve parcialmente negado por la existencia de las onomatopeyas, signos cuya configuracin fnica guarda evidente semejanza con la realidad expresada, y que han nacido de una intencin imitativa: traqueteo, cacarear, croar, bisbiseo, barbotar, susurrar, etc. La importancia numrica del vocabulario de origen onomatopyico es relativamente escasa en el conjunto del lxico de una lengua; de hecho, la onomatopeya suele ser considerada como un fenmeno marginal dentro del vocabulario. (En la lengua inglesa el nmero de onomatopeyas es mayor)

La lengua es un sistema de signos. Esto implica dos hechos:

La existencia de unidades bien definidas.

Su organizacin o combinacin de acuerdo con reglas tambin definidas.

Es decir, la lengua est organizada de modo que en ella existen signos estables (en cuanto a su significante y a su significado). Palabras como mar, ro, arroyo, por ejemplo, no pueden, en principio, ser descodificadas libremente; tienen un significado que la lengua ha establecido y que el hablante de un determinado idioma, en circunstancias normales, no puede modificar. Esto permite que ese hablante distinga los siguientes mensajes:

He navegado por el mar.

He navegado por el ro.

He navegado por el arroyo.

En suma, la estabilidad del signo es lo que asegura la comprensin lingstica.

Ahora bien, los signos no estn aislados en la lengua. Su presencia simultnea, hace que se opongan delimitndose entre s: hablamos de la existencia de la categora morfolgica del singular porque existe el plural, de modo que el singular es aquello que no es el plural. Singular y plural constituyen en nuestra lengua un subsistema constituido por dos elementos. Veamos un ejemplo en el terreno del lxico. Segn las respectivas definiciones que figuran en el Diccionario de la Real Academia Espaola:

Ro.m. Corriente de agua continua y ms o menos caudalosa que va a desembocar en otra, en un lago o en el mar.

Arroyo.m. Caudal corto de agua, casi continuo.

Si comparamos ambos signos, observamos, en primer lugar, que la diferencia entre los significantes asegura la distincin entre los significados. En segundo lugar, nos damos cuenta, en el terreno del significado, de que los dos trminos estn emparentados, comparten un elemento comn: designan una corriente de agua. Pero, al mismo tiempo, percibimos diferencia

RoArroyo

caudal continuocasi continuo

-corto

Estas diferencias hacen que no podamos usar indistintamente ambos signos, que no sean intercambiables a la hora de designar con ellos una determinada realidad. Pero podemos imaginarnos una lengua que despreciase estas diferencias y en la que slo existiese un signo para designar cualquier corriente de agua, fuesen cuales fuesen sus caractersticas. En este caso, la situacin sera distinta y no tendramos dos signos diferentes que, como antes sealamos, al oponerse, se delimitan mutamente.

Por otra parte, no hablamos, a no ser ocasionalmente, mediante signos aislados. Se produce el natural encadenamiento en la cadena hablada. Y nosotros no podemos combinarlos ms que siguiendo las pautas que nos vienen marcadas por cada lengua en particular. As la concordancia oracional es obligatoria en espaol. Igualmente, las formas personales del verbo no admiten el morfema de gnero ni los determinantes pueden combinarse con total libertad yendo antepuestos o pospuestos indistintamente, etc. Secuencias como las siguientes son imposibles.

*Mis amigas se est retrasando demasiado.

*Amigas mis (o mas) se estn retrasando demasiado.

El carcter sistemtico de la lengua, con ser un rasgo fundamental para definir su naturaleza, no es una caracterstica exclusiva de ella. As, las luces (roja, verde y mbar) que regulan la circulacin constituyen un verdadero sistema, en el que cada elemento tiene un significado estable, no por s solo, sino por oposicin o contraste con los otros, de modo que el color rojo, por ejemplo, puede tener otro significado en un sistema diferente.

Los mensajes lingsticos son lineales. Hablamos mediante combinaciones de signos que se emiten sucesivamente, es decir, siguiendo la lnea del tiempo. Este rasgo, que no es exclusivo de las lenguas naturales pensemos en la proyeccin de una pelcula cinematogrfica-, opone los mensajes lingsticos, en cuanto a su produccin y recepcin, a otros mensajes, como los plsticos: un cuadro, por ejemplo. No existe un orden prefijado para su contemplacin y comprensin: podemos comenzar con una visin global y luego descender a los detalles, o viceversa; podemos iniciar la contemplacin por la derecha o por la izquierda, por la parte superior o por la inferior. Frente al carcter sucesivo del mensaje lingstico, en un cuadro los diferentes elementos que lo componen forman un todo simultneo, que se expresa en el espacio.

La doble articulacin del lenguaje. Si analizamos cualquier mensaje lingstico, observamos que podemos hacer una doble segmentacin. En primer lugar, podemos dividirlo en unidades mnimas significativas, llamadas monemas, dotadas de una forma fnica y de un significado, es decir, que renen todos los requisitos de un signo lingstico. As, la siguiente oracin:

Cuatro gatos mallan.

Puede descomponerse en los siguientes monemas:

Cuatro / gat-/ -o -/ -s / mall-/-a-/ -n.

Llegamos a la conclusin de que esta segmentacin es la correcta mediante el mtodo de la conmutacin. Si cambiamos, por ejemplo, las unidades cuatro, gat- y mall- por dos, perr- y ladr- nos encontramos con que reconocemos el mensaje obtenido como perteneciente a nuestra lengua:

Dos perros ladran.

Pero ha cambiado su significado ligstico: las variaciones de la forma fnica han trado consigo un cambio de significado.

Lo mismo sucede si conmutamos gat o s por gat- a s. Llegamos a la conclusin de que, en este caso, el cambio de la vocal o por la a conlleva un cambio de significado: el que expresa la alternancia entre el gnero masculino y el femenino. Igualmente podremos conmutar la s de gatos por su ausencia, con lo que nos encontramos con la expresin de la categora del nmero. Podemos enfrentar malla a maull, y as descubrimos la expresin tanto del tiempo como del aspecto verbales. Por ltimo, si conmutamos malla por mallan, nos damos cuenta de que la n expresa, en este caso, la nocin de plural en el verbo. Cada una de las unidades obtenidas puede formar parte de un nmero incalculable de mensajes.

Cuatro nios pasean.

Dos gat- os juegan

Vari-o-s amig- o- s charlan.

Ms que hablar, aquella mujer maull- aba.

Cobr- a mucho dinero.

Gast- a n cantidades fabulosas.

Las unidades significativas as obtenidas constituyen la primera articulacin del lenguaje y, como hemos adelantado, se denominan monemas. Es fcil observar que no coinciden necesariamente con la palabra.

Pero no se detiene aqu el anlisis. Tomemos cualquier unidad de la primera articulacin: casa. Podemos distinguir en ella cuatro unidades, cuya pronunciacin aislada representaremos as: /k/, /a/, /s/, /a/. Aplicando la ley de la conmutacin, se obtendr una unidad significativa distinta, simplemente cambiando /k/ por /p/: pasa; o por /m/: masa; o por /l/: cala, y as sucesivamente. Observamos que un mnimo cambio formal en el significante lleva aparejado un significado totalmente distinto, sin que podamos afirmar que la unidad conmutada signifique, por s misma, el cambio que se ha operado: la /p/ no significa el concepto de pasa ni ninguna de sus caractersticas, como puede comprobarse oponiendo pata a bata. En suma, las unidades lingsticas /k/, /s/, /a/, aisladamente, carecen de significado; su funcin es meramente distintiva. Tienen por misin distinguir significantes, que remitirn a diferentes significados, pero en s mismas, no estn asociadas a significado alguno.

Llamamos fonemas a estas unidades mnimas distintivas, que tienen forma fnica pero no significado, y que, combinadas de una determinada manera, constituyen los significantes. Son las unidades de la segunda articulacin del lenguaje.

En suma, la doble articulacin del lenguaje en unidades significativas y unidades distintivas constituye el rasgo diferenciador de las lenguas naturales frente a otros sistemas de comunicacin. Este carcter permite que, a partir de un conjunto finito y relativamente corto de fonemas (variable segn las lenguas), podamos construir un nmero elevadsimo de unidades portadoras de significado. La lengua no est obligada a ligar indisolublemente un significado complejo a una expresin fnica totalmente diferente en cada caso. Tiene la posibilidad de contar con unidades estables, de diferente rango, que, en sucesivas combinaciones, de acuerdo con las posibilidades y restricciones que ofrece el sistema de cada lengua en particular, producen un nmero infinito de mensajes. Este rasgo hace de las lenguas naturales instrumentos comunicativos econmicos y eficaces, aptos para transmitir los contenidos ms simples o los ms complejos, expresados variadamente y en nmero incontable.

En castellano, adems de los fonemas, como rasgos distintivos tambin tenemos el acento y la entonacin, lo que conocemos con el nombre de los rasgos suprasegmentales.

En nuestra lengua, el acento se realiza mediante el aumento de la intensidad espiratoria (y la elevacin del tono) en una slaba determinada de la palabra.

Esa slaba, acentuada o tnica, contrasta con las inacentuadas o tonas.

El espaol posee acento libre, a diferencia d otras lenguas (por ejemplo, el francs, que tiene acento obligatorio en la ltima slaba). Esta libertad acentual permite que la posicin del acento de intensidad haga posible la distincin de significados. Palabras o segmentos ms amplios constituidos por la misma secuencia de fonemas, pero con diferente esquema acentual, remiten a significados diferentes: nimo/animo/anim; lquido/liquido/liquid; prctico/practico/practic; lmina/lamina; suministro/suministr; revlver/ revolver, etc.

Esta mayor intensidad relativa que adquiere una determinada slaba acentuada, en la medida de su valor distintivo, es un rasgo que nos viene dado por la lengua. Pero en condiciones comunicativas concretas, dependiendo de los intereses del emisor, de la presencia de irona, de nfasis, etc., el hablante puede convertir en acentuadas slabas tonas:

El prstamo que me pides es imposible.Cuando producimos un enunciado, no nos limitamos a la mera sucesin de fonemas, slabas, signos, etc., sino que esta secuencia va acompaada de otro elemento de carcter fnico que se superpone a ella, llamado entonacin. En efecto, cada una de las slabas se dice en un determinado tono (ms grave o ms agudo), de lo que se deriva que el enunciado se produzca con una determinada meloda. Esta meloda tiene una doble funcin: unificar como un todo la secuencia que constituye cada enunciado y dotarla de un significado independiente del expresado por la simple sucesin y combinacin de fonemas.

Si comparamos los siguientes enunciados:

Ya se ha fijado las fechas de los exmenes.

Ya se han fijado las fechas de los exmenes?

Nos damos cuenta de que estn constituidos por la misma secuencia de fonemas, morfemas y palabras, pero no tienen el mismo significado. En el primer caso se asevera; en el segundo, se pregunta. Y esta diferencia se expresa lingsticamente mediante dos curvas meldicas (o sucesin de tonos) distintas.

De este hecho se deriva el que la entonacin no sea un simple aadido superpuesto, sino que tiene carcter de signo. El significante viene dado por una determinada curva meldica, que remite a un significado: una modalidad igualmente determinada del enunciado, entendiendo por modalidad la actitud del hablante ante lo comunicado. En nuestra lengua existen cuatro curvas de entonacin distintas, que responden a las modalidades fundamentales del enunciado: enunciativa, interrogativa, imperativa y exclamativa.

Los planos de anlisis del lenguaje

Al hablar emitimos linealmente unas secuencias fnicas que tanto el hablante como el oyente asocian a un significado global:

Preprame una taza de caf.

Esta operacin tan cotidiana esconde, de hecho, un mecanismo muy complejo, en el que intervienen simultneamente aspectos diferentes de la lengua que slo la abstraccin nos permite distinguir:

Emitimos una secuencia de sonidos, que reconocemos como fonemas, combinados de acuerdo con unas determinadas reglas propias de cada lengua. Por ejemplo, una secuencia cono *Pferd no sera correcta en espaol, y s lo es en alemn (donde significa caballo). Al mismo tiempo intervienen los que hemos llamado rasgos suprasegmentales: el acento y la entonacin. Todo ello pertenece al plano o nivel fnico de la lengua, su soporte perceptible. La parte de la Lingstica encargada de su estudio sera la Fontica.

La combinacin de fonemas produce signos que nos remiten a un significado, a los que hemos llamado monemas. De estos nos interesan aquellos cuyo significado nos remite a una realidad extralingstica: pan, mar, casa, fiel, bien, amar evocan en nuestra mente seres, cualidades, procesos, etc., que estn en la realidad, esa realidad de la que estamos hablando. Estas unidades constituyen el plano lxico de la lengua. La Semntica sera la disciplina que se encarga de su estudio.

Por ltimo, los signos, se combinan en diferentes unidades (palabras, sintagmas, oracin), siguiendo unas reglas combinatorias propias de cada lengua. Todos los hablantes de espaol reconocemos como incorrectas las siguientes secuencias: *los nio; *los perro medita; *sal mis amigos con; *lo ayer hice. Estas normas de formacin, de combinacin, lo ms abstracto del lenguaje, constituyen el nivel morfosintctico. La Morfologa y la Sintaxis se ocupan de su estudio.Definicin de lenguaje

La gran amplitud del trmino lenguaje es un problema por todos reconocido. A pesar de que las definiciones son muchas, podramos agruparlas en tres segn presenten una visin ms amplia o ms restringida del trmino.

En primer lugar, tenemos los que consideran que el lenguaje es el medio por el cual los animales (incluido el hombre) se comunican o se piensa que se comunican entre s.

Otros piensan que se trata de un trmino slo aplicable a la actividad humana y lo definen como un modo sistemtico de comunicar ideas o sentimientos mediante el uso de signos, sonidos, gestos o marcas convencionales que tienen significados comprensibles.

Los ltimos estrechan an ms el cerco y entienden por lenguaje la facultad de expresin verbal y el uso de palabras en el trato humano

3. Caractersticas de la comunicacin humana hablada frente a la de algunos animales

Si ya la definicin del trmino lenguaje es algo en lo que los lingistas no se ponen de acuerdo, imagnate a la hora de definir las caractersticas del lenguaje humano. Nosotros vamos a intentar definirlas segn un estudio realizado por el lingista americano Charles Hockett, que parte de la definicin de lenguaje como la facultad que tiene el ser humano de comunicarse a travs de signos verbales frente a los animales. En este sentido sus caractersticas seran las siguientes:

Canal auditivo-vocal: se emplea el sonido para salvar la distancia entre la boca y el odo, en contraposicin a un medio visual, tctil o de otro tipo.

Transmisin emitida y recepcin direccional. Cualquier sistema auditivo puede or una seal a su alcance y es posible localizar la fuente por medio de la capacidad auditiva para localizar sonidos.

Desvanecimiento rpido. Las seales auditivas son transitorias y no esperan a que el oyente est dispuesto a orlas (a diferencia de las huellas de un animal o de la escritura).

EL lenguaje en la arquitectura

Para comenzar a entender acerca del lenguaje en la arquitectura debemos de saber que en primera la arquitectura es una de las bellas artes y por lo tanto hablar de un lenguaje del arte parecer bastante natural para unos y muy poco adecuado para otros. Es muy comn or referencias al lenguaje de la pintura, de la msica, arquitectura etc. Pero la mayora de las veces tales referencias son de carcter claramente metafrico, o bien se refieren a los medios o recursos de que se vale cada manifestacin artstica particular, al estilo o la manera de expresin peculiar. Algunos admiten condescendientemente que el arte podr considerarse, si se quiere, un lenguaje expresivo o emotivo, pero que de ningn modo comunica nada: y como esta nota de la comunicacin de un significado es esencial al lenguaje en sentido estricto, el arte slo puede designarse como lenguaje en sentido impropio. Por otro lado hay pensadores de alto rango que no solo consideran que el arte es un lenguaje, sino que constituye el lenguaje por excelencia, siendo las voces cientficas y convencionales de significado establecido productos intelectualizados y artificiosos, similares a la notacin algebraica. Charles Morris dice: no veo ninguna razn que impida ver las artes como lenguajes, dependientes en parte del lenguaje hablado, menos adecuados para otros Pienso que se puede defender con cierta dignidad el carcter lingstico de las artes si el anlisis se centra en el signo icnico. Collingwood considera que el arte es el lenguaje en el pleno sentido del trmino, as como toda expresin lingstica genuina es arte. Expresin e imaginacin son las que distinguen esencialmente el arte de actividades que errneamente se confunden con este, como lo son la artesana, la representacin, la magia y el entretenimiento. La expresin lingstica es, asimismo, comunicativa por excelencia; lo que comunica es siempre una emocin, y lo hace mediante un acto consciente y deliberado, a diferencia de lo que puede designarse como una manifestacin involuntaria de una emocin, que ocurre cuando, por ejemplo, nos traiciona nuestra fisiologa (el gesto que nos arranca la alegra o el dolor, la palidez del miedo o el rubor de la vergenza). Expresar una emocin es traer a la claridad de la inteligencia una agitacin confusa de nuestro nimo, dndole forma de imagen. Esta conformacin de nuestros sentimientos es, a la vez, el comienzo de la vida consciente y el punto de partida tanto de la inteligencia como del lenguaje. Porque la inteligencia, empieza no con los conceptos, sino con las imgenes; los conceptos son racionales que el intelecto establece entre las imgenes, y stas son las que constituyen los elementos primarios con que empezamos a comprender la experiencia inmediata, emocional. La teora epistemolgica segn la cual, el conocimiento empieza por los datos de los sentidos desprovistos de emotividad: los datos sensoriales se nos ofrecen cargados de sentimiento, y su interpretacin cientfica comn es producto de una esterilizacin. Antes de empezar a pensar, sentimos la realidad que nos rodea como una corriente emotiva, en este nivel no nos hemos elevado al nivel de la conciencia; ni siquiera podemos decir que experimentamos emociones, pues estas no han sido an configuradas en nada definido. Su configuracin y definidad comienza con la toma de conciencia de lo que experimentamos como una corriente puramente informa, cuando lo enmarcamos en una imagen. Conciencia e imaginacin coinciden en el primer grado de la inteligibilidad: con ellas se establece, asimismo, la vida activa del hombre, pues al tomar conciencia de lo que nos ocurre comenzamos a gobernar nuestra existencia, siendo, en cambio, meramente pasivos, determinados por el psiquismo asociativo, en el nivel inconsciente pre imaginario. El dato, en rigor, es ya una imagen pues contiene el fluir de las impresiones, que no son dadas sino dentro de una forma, como tal color, tal sonido, o aun tal sentimiento, puesto que son tambien impresiones las sensaciones psquicas internas. La imaginacin es neutra con respecto a lo real o lo irreal; no establece tales relaciones. Imaginar se contrapone a percibir: imaginamos la parte posterior del objeto que observamos, la habitacin contigua, la calle que se prolonga ms all de donde alcanza la vista. Lo imaginario no es precisamente lo ficticio, imaginar no equivale a inventar, pero tampoco solamente a reproducir o recordar; es comprensin elemental, toma de conciencia. La imaginacin es neutra con respecto a lo verdadero o lo falso: verdadero o falso es el pensamiento que enuncia relaciones entre imgenes, pero las imgenes mismas aparecen antes de ser calificadas por el intelecto, se limitan a dar forma a los sentimientos. La conciencia en su estado primario de imaginacin no abstrae, sino solo concentra la atencin hacia los contenidos de inters vital, una vez fijada la forma, ha nacido la inteligencia y, con ella, tambin la libertad: la vida humana pasa de meros estados padecidos a actos deliberados, que gobiernan la corriente ciega de las sensaciones e impulsos automticos. La actividad del pensamiento presupone la de la atencin, en que se apoya como base; lo que solo exista como oscuro sentimiento, se convierte por obra de la atencin, en saber consciente, la multiplicacin informe del flujo de las sensaciones se constituye en la unidad estable de una imagen. Ahora puede el intelecto ejercer su labor vinculativa entre las imgenes y avanzar hacia generalizaciones cada vez ms complejas. La atencin hacia determinados contenidos no puede librarnos, ciertamente, de las sensaciones que se nos imponen, pero si puede decidir cules de ellas han de ser situadas en el foco de la conciencia, prestndoles apoyo y direccin, en tanto que el resto de la corriente es refrenado o eludido. El intelecto racionalmente borda luego sus tramas abstractivas sobre un material ya seleccionado por la atencin preferencial de la conciencia, y es as la imaginacin la que establece previamente las bases de la libertad. Tambin el lenguaje conceptual es precedido por las expresiones de la imaginacin. Hay algo en el lenguaje intelectualizado que no posee el lenguaje en su forma imaginativa originaria, y es el significado abstracto. En el lenguaje originario no podemos diferenciar entre expresin y significacin: se quiere significar lo que se dice, y nada ms. Mientras que en la forma intelectualizada encontramos ambas cosas: expresividad y significado. Como lenguaje, expresa cierta emocin; como simbolismo, se refiere ms all de esta emocin al pensamiento cuya carga emotiva constituye. Sin emocin no sera lenguaje; sin significacin no sera lenguaje intelectual.

BIBLIOGRAFIA:

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