arquitectura 242 - 1967

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Obras del Arquitecto Román Fresnedo Siri / Ante el fallecimiento del Arq. Horacio Acosta y Lara / Hasta donde la acústica atañe al Arquitecto / La Planificación urbanística y las Ciencias Sociales / El Plan Nacional de Viviendas y la experiencia en otros países / Languedoc Roussillon / Revista de Revistas

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Page 1: Arquitectura 242 - 1967

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DE ARQUITECTOS DEL URUGUAY

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Page 2: Arquitectura 242 - 1967

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Page 3: Arquitectura 242 - 1967

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Page 4: Arquitectura 242 - 1967

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Page 5: Arquitectura 242 - 1967

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Page 6: Arquitectura 242 - 1967

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Page 7: Arquitectura 242 - 1967

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Page 9: Arquitectura 242 - 1967
Page 10: Arquitectura 242 - 1967

CONVECTORES

LE PROPORCIONAN:

FAB RI CA E

S 1 C A Hnos

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CONFORT

e lo unidad adecuada en cualquier ambiente, paro mantener 18° C en el interior, cuando en el

exterior hay 4°C.

MINIMO COSTO INICIAL

e Hoy unidades de máxima potencio (3.000 wctts) que permiten instalar el mínimo de convectores

por ambiente, reduciendo considerablemente el costo de instalación.

MINIMO CONSUMO

e El funcionamiento de estos convectores, por su rápida puesta en rég imen, se reduce prácticamente

al tiempo de permanencia en los habitaciones. Además los convectores SICAlOR se diseñan para

satisfacer las exigencias térmicos de cada local, lográndose la temperatura deseada aunque en los

loca les ci rcundantes no se enciendan los convectores.

FACIL ADAPT ACION

e Ocupan el más reducido espacio en planta, dejando amplia libertad para disponer los elementos

de la decoración .

HIGIENE

e Gran circu lación de aire a baja temperatura, única forma de evitar olores desagradables por el

quemado del polvo atmosférico. Debido o estas características el aire no sufre alteraciones.

AHORRO

e Mayor conservación de las pinturas de las paredes adyacentes, mediante un sistema de vanos

con amplias secciones para el pasaje de aire y salida perpendicular al frente del convector.

DURACION

• Una largo vida del elemento calefactor por su resistencia de cromoníquel que no cambia de color

al entrar en fu ncionamiento.

PRACTICIDAD

• los convectores se entregan con un interruptor de dos pos1c1ones que permite regular la poten­

cia a otras tantas fracciones de la carga máxima de cada unidad . y de una luz pi loto que in­

dica cuando el convector está en funcionamiento.

Page 11: Arquitectura 242 - 1967

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Page 12: Arquitectura 242 - 1967

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Page 13: Arquitectura 242 - 1967

(

LA REVOLUCION LLEGO HASTA EL TECHO:SUPERMAS

1 · Se obren los nervios de las bovedillas de cerámica fabricadas por Andrés Deus S.A., cocidas a 1.000 gdos.

4 · Se rellenan los nervios con mortero y se cubren las juntas. Asi se forman los viguetas.

7 • Una a una las vigue­tas prearmados se insto· Ion de acuerdo o su nu • me roción.

2 • Se nteo el te-cho formado por las bovedillas, sobre el terreno, y se numeran.

5 · Posando o lo obro, se nivelan las paredes sobre los que asentará el techo.

3 • Se instalan los en los nervios de los bovedillas.

6 · Se coloco una fila de puntales en el centro del espacio a techar.

9 • Se a ica la malla de hierro, y se hormigo ­na con una capa de 4 a 5 cms.

11 · O darle lo termi ­nación que guste: tejos, tejuelas, etc.

12 • En el interior la prolija opa­riencia de la cerámica le permite dejarlo tal cual, si lo desea.

Así se instala el techo hecho. SUPERMAS. tan sencillamente, con un 40°/ o menos de costo en materiales y mano de obra que la planchada. Pero las ventaias no terminan allí. Sus cámaras de aire protegen más de la humedad, el frío, el calor y los ruidos. Consulte por SUPERMAS y toda la línea de materiales cerámicos Andrés Deus en :

llar S a) 25 de ~ayo 535 P. 1 Tel. 8 40 57. San Jose 1341 P. 1 Tel. 98 12 32 ~

Page 14: Arquitectura 242 - 1967

••• Y como toque final BELCO Plástica protegerá y embellecerá la fina terminación de toda c.onstrucción.

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·-.-1

o

12 razones para preferir BELCO Plástica:

1. BELCO Plástica da un acabado atractivo. superior a las pinturas al agua comunes.

. 2. Seico se aplica sobre todo tipo de superficies, revoque. yeso. ce­mento. ladrillos, etc. 3. BELCO se étplica también sobre paredes empapeladas, cuyo papel esté firme , o sobre paredes ya pin­tadas que han sido lavadas y lija­das, cuando la superficie así lo requiera. 4. BELCO es resistente al ataque de tos hongos debido a la incorpora­ción en su fórmula de un podero­so fungicida. 5. Con BELCO se pinta fácilmente sin dejar marcas de pinceladas. 6. Seico seca rápidamente. Luego de dar la primer mano se puede comen­zar inmediatamente con la segunda.

7. BELCO se ofrece en r icos tonos. Todos pueden mezclarse entre sí . obteniéndose nuevos y atractivos colores, que Ud. podrá ver expues­tos en el mostrador de su proveedor. 8. Una superficie pintada con BELCO puede mantenerse fácilmente lim­pia, con un lavado de agua y jabón. 9. BELCO, al carecer de olor de­sagradable y persistente, permite comer o dormir · en el ambiente que ha sido recién pintado. 10. BELCO Plástica es permeable. No sella las superficies, por lo tan­to no forma condensación y per­mite que las paredes nuevas se­quen rápidamente como si estuvie­ran pintadas a la cal. 11 . BELCO no necesita ninguna im­primación. cuando se pinta sobre yeso. ladrillo, revoque. etc.

BE LC o cuesta igual y lo garantiza

~

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Page 15: Arquitectura 242 - 1967

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Page 16: Arquitectura 242 - 1967

PILOTES VIERMOND

MAQUINA DE PILOT ES DE IIINCA DE TUBO CONSTRUYENDO PILOTES INCLINADOS PARA LA FUNDACION DEL PUENTE PASO DE LA CA. DENA (RUTA 64) DE LA DIRECCION DE VIA­LIDAD (M.O .P .)

VIERMOND S.A. ofrece a los Señores Arqui­tectos, Ingenieros y Contratistas la· posibilidad de resolver en forma racional cualquier pro­blema de cimentación en plazos mínimos de

ejecución.

ENSAYO DE UN PILOTE construído para los silos de

almacenamiento y carga de portland de ANCAP en

la planta de ensacado de Manga.

Características del pilote ensayado

DIAMETRO: 600 mm.; longitud útil : 1 O m. 30 con

bulbo de 0.6 m3

ARMADURA: 6 didm. 16 mm. de 6 mts. de la rgo con

espi ral de di.Jm. de 6 mm. cada 20 cms.

RESULTADOS:

a) Duración del ensayo

b) Máxima carga aplicada

e) Flexibilidad en período elástico

d) Límite elástico (P 1 el)

e) Carga de fluenc ia (P /s)

f) Carga de rotura, mayor de

g) Carga de rotura, estimada

33 horas

515 ton .

0 .01 mm/ ton.

204 ton.

418 ton.

515 ton.

523 ton.

h) Relación f rem/f máx. (para 290 ton .

i) Carga admisible del pilote (P / ad)

26.5%

204 ton.

2 mm. j) Desplazamiento para P/ad

Datos tomados del ensayo l'i~ 473 realizado por el Instituto de Estática de la Fac. de Ingeniería y Agrimensura los días 17 y Ill de febrero d e 1965.

VIERMOHD S. A.· MARTIH C. MARTIHEZ 1611 P. 1 -TEL. 4 3500

Page 17: Arquitectura 242 - 1967

ARQUITECTURA ORGANO OFICIAL DE LA SOCIEDAD DE ARQUITECTOS DEL URUGUAY

FE DE ERRATA:

En nuestro último número 241, en 1

el artículo Le Corbusier el Arqui- ¡ tecto del Siglo, de Mario Payssé Reyes, omitim os lamentablemente 1

MONTEVIDEO N" 242

DIRECTOR RESPONSABLE

COORDINADOR

ADMINISTRACION Y PUBLICIDAD

DIRECCION POSTAL

COMISION D!RECTIV A DE LA SOCIEDAD DE ARQUITECTOS DEL URUGUAY

MIEMBROS DEL CONSEJO DELIBERATIVO

A R 1

una puntualizac:ón expresa ñe w PRECIO DE VENTA: autor:. En efecto, el artícul.o en SOCIOS: $ 70.­ouestlOn fu e el texto de una cha r- NO SOCIOS: $ 100.­la que el Arq. Payssé dictDra en ' el Rotary Club. J

NOVIEMBRE 1967

Arquitecto Rafael Lorente

Rafael Lorente MourPlle

Blanco y F ajardo Publicidad Soriano 1056 - Ese. 2 - Tel. 84094

Agraciada 1464

Presidente 1 Arq. Miguel N. Revello

1 Vice-Presidente 1 <:>

Arq. Rafael Lor"'nte

Vice-Presidente 2<:>

Arq. Jo3é María Mieres

, Secretario General Arq. Héctor Vigr.ale Peirano

. Tesorero Arq. César Loustau

Secretar io de Actas Mario N. Harispe

Secretario Administrativo Raúl Cohc Píriz

, Arqts. Enrique M. Acquarone. 1'.'1;­¡ g.uel Amato, Julio C. Butler , C"lr-1 los Carcri, Luis E. Casaretto, A)-1 fredo de Cores, J osé L. Coppetti

Osear Díaz Arnesto, Carlos Garc;a Suárez, Alejandro R. l'/Jorón , Gui­II ~rmo Rodríguez Reborati, Carhs

, Saavedra, Juan C. Santini Carie­. varo, Julio Villar Marcos.

, Secretario Ejecutivo Sr. Roberto V. Lestouquct

Obras del Arquitet'to Román Fresnedo Siri

l 32 Ante el fallecimiento del Arq. Horacio Acosta y Lara Alfredo Campos.

¡

i 37 j

! ¡

1 40

Hasta donde la a-cústica atañe al Arquitecto. Conrado Silva

La Planificación Urbaní~ca y las Ciencias Sociales Ludovico Quaroni

44 El Plan Naional de Viviendas y la Ex;p.eriencia en otros paises Rafael Lorente

Vayan pues, nuestras sinceras dis- J Las o. piniones vertidas en los ;¡r- ¡· 47

culpas y nuestr_~ agradecimiento \ tícu~os firmados son cie exclusiva por la colaborac10n.

1 responsabilidad de sus autores ' 50

Languedoc Roussillon Ruben Alberdi

Revist.a de Revistas 1 1

1

Page 18: Arquitectura 242 - 1967

2

1

iOBRAS DEL !ARQUITECTO

ROMA N ¡f RE S HEDO S 1 R 1

1 1

1

1

1330. Club Na ~iona l de Regata:..

Ensa yo j e una ~:tructura de hormigón de jada a pare n te en su -~as l ·•otalidad.

¡ i\-19.4\l e tt.•

re: raza ia r :l l lL

--

1

Cua ndo es ta blecemo~; un jui cio ~o . \"idriera . cerámica aplicada - ­

de Ya lor. damos por sentado que

1

:;ue!en cometerse. por yerros téc­

ha ha0ido. pa ra afirma r lo . con- nicos o caprichos de enfoque . 1

frontaci ón con la cosa. e l ser o

1

,· iolaciones flagrantes a la rea ­

becho cal ifi cados. Lo condición lid ad. a lteraciones de color o

estimati ,·a radica. precisa men te. texturas. al fin se trata de pb­

e.l una actitud de no ind iferen- nos que sig uen expresándose co ­

cía . por tanto . imposible ob,·ia r mo ta~e s. con deficien cias de ca -

esa relac ión ponderada . emoti vLl

y nece~ariam e n te direc ta . Si no

tc:!os los tra tadis ta s de a rte lo­

gra n frecuenta r. con !a omplitud

rzquer ida. los objetos de su <~ ná­

lisis. la se rieda d de lo afirm ado

~igue \' Íg ente . Poseen. normal­

me·l te . documentación a mplia y

él ntecedentes copiosos en los que

lidades más o menos .1otorias.

La a rquitectura. en ca mbio. se

:lefine - com o hecho- por el

hueco : el que config ur ::~ los es­

pac ios internos. los que -::lefin2n

exteriores. Las superficies. deco­

rada s o no. sustentante s o apli ­

cadas. lo :JUe la máq uina ca pta.

es el lí mite o pa rte de el. Y

apoyarse : pero importa rev isar sólo la internació.l directa . b

s iempre: porque no toda letra re lación justa con el ámbito. la

impresa es intocable. ni las grá - a firma ción de la sensibilidad

fi ca s. veraces . tendida a percibir esa constitu­

Debo inicia r el pres~nte trabajo ción sutil, no a sible. pero emo­

con las prec is iones que a ntece- cionante . permite jus tiprecia r Ya­

d en .porque habré d e re ferirme lores. Y agrego que im porta n

a la obra d e un a rquitecto uru- las proporciones. como importa n

guayo ,-iviente. a ctivo. acerca las materias utilizada s. la inci­

de quien conozco poca litera tu- ciencia de la luz y los reflejos.

r.1 y cuyo testim on io existe _:¡cia l !a compartimentación por planos

impor ta más que las notas o re- a niveles d is tintos. por muebles.

ferencias apa reci:las en publica- a rte factos. etc. Y toda observa-

ciones especia lizadas que. por ción de partes . en parte se que­

otra parte. no tomo en cuenta. da. Lo arquitectónico ha :le dis­

Destaco. pues . e l problema en- currirse no se aba rca con un

fre nta do. del que tengo concien- vis tazo detenido . exige dea mbu ­

cia y cu yo alca nce riesgoso de- la r : y a sir la tota lidad por re - ¡ nun : io a l decla rar . sin am bajes, cuerdo vivencia ) inmediato. por

·~ue de c ie rtas obras mayores · confro:1tación de las partes sen­erigidas por él e:1 el extranjero soria lmente reconstruidas con el

só lo po!ieo noticia fotográ fica y es fuerzo complejo de la sensib i depu rados. Ha y quien afirma lida d y el entendim iento. que es en el ca mpo de la ed ili- El enten:!imiento : he a hí ot ro

c ía don:::le mejor se mueve el aspecto nada desprecia ble . Y. de crit ico a unq ue utilice. ta n solo cierto. él justifica la posibilidad

docum entos . Los planos tienen d e aná lis is según documentos.

esca la y son ex plíc itos. pueden Pero no siempre se toma e n ,

leerse por q uienes estamos fami- cuenta. Si bien tradiciona lmente

lia rizados con ese le:1guaje con - !a arq uitectura está conside rada

, ·encion a l: las tomas positivas y como la mayo r o madre de b s

1

d ia positi vas l!egan a ser bas ta n- ma l llamadas bellas ar tes. lo:;

. te exacta s: a l a justa r medidas factores condic iona :!os que obli­

j d e relac ión con la presencia del ga n y limita n su d esa rrollo son :;er huma no o la muchedumbre. extra-estéticos; y cuenta n ta nto

1 co mun ican s in ,-iolencias su ex- o más que cua lquier posible es- 1

pre~ ión forma l y dim ensiona do. teticismo . Por otra pa rte. esa 1

Pero yo estoy con vexido de lo idea prov iene de otra . muy \·ie ­

contra r io . Porque s i. pa ra la ja. y superada y sostenida en

tra nscripción :le lo pictórico y textos serios. que ubica y desta ­

sus deri Yados - tapiz. mosa i- ca lo mo numenta l. pa ra pr~c i -

Page 19: Arquitectura 242 - 1967

sienes e~tilis t ica s . No extraña .

pues. que el tema sea t ratado su­

perficialmente. desde lo exter ior.

por los manuales en uso: o que

entre en publicaciones cuya ter­

minolog ía resul te d ifícil. por ve­

ces. hermética : y e¡ u e se as i ~ tE'

de planos e indicaciones técni­

cas a jenos a l e ntende r no rma l

de las gentes. a ún de 3quellas

seriame:1te interesada s en el

punto pero no comprometidas

con el o ficio o el eje rcicio p ro­

fesio na l.

P uedo . para es te trabajo. pres­

cin d ir de l a ná lisis d e los ind ica ­

dos e jemplos de Porto Alegre y

V\lashing ton. o referim e a ellos

a cue nta de im·enta r io. seg ún lo

que llegó a alcanza r de ac uerdo

con la in fo rm ació¡-¡ am pl ia que

manejo y las aclarac iones corres­

pond iente~ . No !:'ólo conozco la

1:1a yor parte de la obra :le F res­

ndo y el g rueso de sus proyec-

1

tos: todo lo inconcluso y planea ­

do: sé ba sta nte acerca de sus

idea~ y directi vas. las que podri-J

fij;:r, sin duda. de inmediato .

Pero se me prese¡-¡ta una ocasión

de estudio mucho más riC3; por - ~

que conjunta mente con la posibi­

lidad de tentar deter minado acer-

ca miento a l aporte de un arqui­

tecto que merece atenc ión cui-

dada. está puja ndo otra insta n- 1

cia. más prometiente. quizá: la

de e:1cara r el problema del a r-

quitec to ac tua l en el proceso de

~u hacer. en la s d ificultades del

proGiema a mbienta l d o n d e se

mueve; denuncia r concret-Jmen­

te. incluso. situaciones de hecho

que va le no seg uir s ilenciando .

T odo ello parte y se cen t ra en

Fresnedo Siri; pero a barca un

campo amplísimo: el de la gra ~1

legión de quienes. hoy, militan

en dicha d isciplina dentro de

cier tos medios limitan tes.

. ip<l lísimo del presente -

;egu ndo pla no de es!"inn .

merece

Fresnedo es arquitecto v urba-

nista pro lífico. con una línea de ¡ diseño persona l y r ica que lo sin ­

guiMiza n como adelan t3do e im- 1

pul~or :le soluciones técnicéls au­

dace~ y eficie n tes. Se hél intere­

:;ado en la solució;l de muv dis­

tintos progrwm as ed ili cios. zo n:i- ¡

Ies. regiona les . Y puesto ::¡ ue . a '

la manern de un humnnistél ac ­

l· ualí~imo. profundi za y pra ctica

\"n ri as a rtes. culti Ya ronocim ien ­

tos di\'ersos. lo preocupa n ser ia­

t·:ente ade!a ntos cie nt íficos. es

capaz de emprender con soh·en-

r¡-¡:;:one~ eco nómic as: lo que que­

d él es . e n consecu encia . par::: ia l;

v. a Yeces. maltratado por des-·

o:: u idos de ma ntenim;ento. po r

""':n::;ado::, por imposic ión de vo-

1¡1'-:<'nc:. de vecindad que trans­

k r ;;Jél· . y d e forma n proporciones

y calida :l de d ise ño .

V aic re fle xionar . a l 2cotar load­

,·ertido. que mag ra y d ramática

e~ la consecuenc ia ta ng ible ob­

tenida por un a rquitecto que tan

(!i fi cilme nte conqu is ta cua ndo

Pqp. el fin perseguido. Por

otra parte. cuando el ed ificio es­

tá a hí. ubicado en s it10. func io­

r:an do. el ju icio púGlico se vuel -

cia la remodelació.l urbanística . -:a. legítima mente . sobre lo que

la erecc ión de YiYie ndas unitélrias H y utiliza. ¿Por qué ha de S(l­

o colecti,·as de so lu cionar cen - her 0uc al llamado Pnlacio de !él

tros destinados il b ;1si~ te nc iil 1 tuz le falta ·1 var ios pisos para

cspecia l i z~da. al estudio . ill de- ·· lca nzm ias proporciones justa!­

porte. e tc. Pero la mayor parte que. como volumen y para satis­

(; -:- todo ello. enorme en cant i - facer necesidades había proyec­

dad . valioso cu a nti tatiYa me nte . té!do F resnedo ; que el hall care ­

im po rta n te al fech3 rse y recono- ce del mosaico y esc ul tura enco­

cer la vigencia que ma ntien~> . mendados a Oía z Yepes. que el

cabe muy bie n e n un,1 amplia ~ · spacio circ undan te req uería otro

ca rpeta d e proyectos. hoso,uejos. tratamien to y que esa re modela ­

planos. memorias. Porque. al fin . -: ión urbana for maba pa rte de la

es más lo propuesto para rea li- ccnstrucc ión? ¡H ay posibi lidad

zación que a quello otro. (>fectiva- de explicar que la se rie de partes

mente concretado. Y poco t:nn- real izadas en e l Cerro - cami­

bi? n lo que. ha biéndose resuel to no~. arbolado. bloques. des mon-

en la práctica. responde exacta - tes - so~1 r uina s maltratadas y

me r. te a la s in tenciones quE' guia - demasiado recientes de un pro-

ron la coacepc ión :!el arquitecto. grama a mbicioso y factible. real-

Buena parte de ese traba jo s igue mente im portan te. que sigue .

s iendo d ibujo. apoyo concrete. pues. s iendo plan y sobre e l que

para lo que debie ra haber sido. no cabe. por tanto. abr ir juicio

Hi•Y proyectos que se presen ta - sereno? ¿Pero cabe la indiferen­

ron a concurso y obtu,·ieron pre · cia 7 N a turalmente. no; e o m o

mios o menciones . o se rechaza- tampoco es posible que se man­

ron . E s fact ib le. e n varios casos. tenga e~a actitud prescindente

compa rar con lo reali zado ea su a •Jte la s consecuencias que de

lu gar pa r a comproh<H - ¿por l e llo deriva n: para el prestigio del

C] Ué no?- que había mé ritos no realiza ::lor; para lo que había de

reconocidos a l selecciona r . ni su- s ignificar como total complejo en

¡:erado por lo hec ho. De c ua l- la solución vital de una com uni­

quier manera. la p ropuesta que- dad de ca racteres muy definidos.

'Jó en eso: no l!egó i'l adquirir la La referencia a estos casos da

Lo:. fac tores im pos itivos a qu e dimens ión a rq uitec tóniCél previs­

a ludí más arriba son muchos y ta. T a mbién ocurre que . median ­

pesan fue rtemente en la vo luntad do o no concurso. cier tos edifi­

y posibi lida d d e concretar reali- cios importantes fuerO!l lleva:los

dades. Además. no s iempre es adelél n te. Pero no sie mpre hastn

fa ctible el ca:o monum ental: n i los límites extremos : e: proceso

~ r_·so1ver la v iv ie;1da -tema pri n- se detiene. é! lgunéls ,·eces. por

pie. asim ismo. para ad vertir una

de las d irectivas permanentes en

la act iv idad cumplida por Fres~

nedo: relac i ó~1 de volúmenes edi­

k ·ados con espacio v ivo. enjar ­

dinado o parques. O sea: respe­

to a la na tura leza . apoyo en la 3

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4

topogra fí a , a tención al arbolado por su uso, una prédica determi- tectónico tiene para la moderni­que. muchas veces. a su enten- nada de estética arquitectónica ; dad activa, su importancia casi de r. debe imponerse como hecho lo que cuida es el emplazamien- excluyente y dominadora en la previo antes de emprender, si- to de los vanos y su posible mo- sociedad. fue admitir que valía quiera . el leva ntamiento de uní- \· ilidad para bien disponer esas dades vecinales o centros depor- relaciones y encarar el diálogo

tivos. aprovisionamiento y des­

arrollo cultural.

activo con el ámbito de contor­no: penetración sensible del pai­sa je al hueco habitado y cerra­do. E sto es: no se trata de mo-

menos o carecía de entidad, la práctica del cuadro de caballete o de la escultura dom éstica. Y se instituyó casi sin discusión que importaba . en la instancia a que se llega. la gran decoración

Si en los comienzos de su carre­ra Fresneda aprendió entre otras. la 1 e e e i ó n de F rank Lioyd Wright que era bastante deseo-

::lern ida d porque sí, sino de com- mural o la disposición sensible promiso con la realidad . empleo de volúmenes modela dos. El ar-

nocido entre nosotros por ague- ::le una técnica viable y buen qui tecto debía recurrir. pues . a lla época. no hubo de limitarse ajuste a los imperativos de la otros artistas. dar cabida en su a adoptar de él ciertas soluciones función que se atiende pero, so- empresa a la incorporación de forma les. a enfatizar plástica- bre todo. le importa atender al pi!lturas. mosaicos , vidrieras, re­mente la vita lidad de los volú- hombre como ser sensible. El ha lieves, o~jetos escultóricos. Pe ro menes en mérito a la presencia de utilizar la construcción, no ese planteamiento resulta limita­activa de material es. Puso el padecerla. ésta debe constituirse do y bastante trivial. desconoce. acento en la preocupada re1ación en un bien, una fa cilidad más. precisamente. aquello que de ambiental que a firm aba la con- una rica fuente de incremento cierto importa en los a nteceden-dición reunitiva . de hogar. que ex istencial. tes tradicionales .

el pionero estadounidense impu- Otro de los aspectos de orienta- El plástico llamado a intervenir siera por prédica y en los hechos. ción general que mereció y me- como colaborador puede tener. o Lo prue~a la circunstancia, tam- rece atención seria y legítima no, capacidad suficiente y cali­bién destacable, de que no cayó. por parte de teóricos y realiza- dad medida para adecuarse a los por eso. no el esteticismo v irtuo- dores es el que lleva a bien con- propósitos forma les y directivas so a donde llega ra el maestro ci- siderar como norte, otra vez, la de uso del arquitecto. Este, por tado. Y esa intención califica, justa integración de disciplinas su parte. no siempre encuentra precisa mente. la serie de casas artís ticas en la arquitectura. Hay al interviniente efi caz . M ás; si habitación realizadas a lo largo una excelente cantera de ejem- las personali·dades del necesario de su actuación profesional. Ellas plos al respecto y la reconquista equipo son impera tivas. pueden ja!ona n. por su parte. variantes del a ntecedente a decuado a la entrar en pugna opuestas con­de ca racterización formal; ni lle- modernidad constitu ye, al fin . vicciones estéticas . En rigor. ga . e n t o n t: es, al des:1Udismo otro apoyo a la e.xigencia impos- apar te de maestría . lo exigible es asé ptico que invalidó buena pa r-¡ tergable de la constante humana , comunidad de intenciones y coro­te de las construcciones ' 'moder-' medio valioso que a tiende la sen- penetración de directi vas reali­nas" de los años 30 ni al exceso sbilidad del ser o la comunidad zadoras. La experiencia basta nte decorativo al que. por reacción para quienes se destina el edifi- reciente del edificio para sede de y con ej emplos importantes a la cío y su ámbito. Pero este pro- la UNESCO en París es ejemplo vista también podía llegarse y blema !10 queda limitado a revi-¡ caba l de las consecuencias nega­en cuya trampa entraron muchos. sar la entida·d y características tivas que. en tal senti·do. acon­Por otra parte. concibe y resuel- del ornamento. rechazable si es tecen . Por otra parte . nadie ha ve lo espacial animado en méri- ag regado y no siempre exigible demostra do que la sociedad de to a la interpenetración de hue- como fa ctor de destaque. Porque, masas a!1ula la individualidad y cos . más a llá todavía del ejemplo así entendido, el tema , que es que ha caducado definit ivamen­qu e recibe de otro de sus mento- complejo y ciertamente va lioso te el cuadro de cabal' ete. T aro­res a distancia: Mies van der al incluirlo dentro de coordena- bién ocurre que los murales pue­Rohe. Aquellos van desa rroJlán- das vitales , queda minimizado. se den ser a djetivos. hasta pesar dose en diversos planos; com uni- convierte en capítulo obviable negativamente cuando definen

can ambientes internos entre si por esteticista . o CO!l los ex teriores o habi lita Reconozco que. en buena parte, vinculaciones directas hacia lo este planteamiento proviene de urbano y lo paisaj ístico. E mplea. los plásticos y resulta de la orien­pa ra algunas de sus obras. loe:; tación más señalada del hacer grandes \·entana les; pero no es pictórico o escultórico contempo­formuli sta en tal sentido ya que ráneos. Una de las maneras de tampoco se det iene a sostener. reconocer la rectoría de lo arqui -

sensiblemente un espacio y aco­Sa!l la cualidad individual dentro de determinados ambientes. No hay, sin duda . divergen cias ni choque de personalidades cuando Le Corbusier arqu itecto decora como pintor el Pabe1lón Suizo de la Ciudad Universitaria de Pa-

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1

1

1

rís; pero su sala de estar. domi- posible. salvo ciertas pobres se- bién por selección de materiales.

na da por la composición pictó- cundonerías imita tivas. Y si se- Como ocurre, en el mismo edifi­

rica allí emplazada termina sien- l ñalo relaciones . es porque ad- cio, la simbología intrincada, la

do un espacio no i,witante a la vierte. a l tipificar los casos, co- concepción plástica y situación reunión; que. por el contrario, incidencias válidas. respetables, dinámica del centro de luz. Se­

rechaza el L>uen uso de la fun- d ignas. La forma rica. sugerente. leccionar y organizar maderas. ción a que debiera servir. el deta l~e cuidado y vita l. la uti- -:: uidar texturas de recubrimiento Por fin: vale recordar que el he- lización del gran repertorio de o tra tar la superficie de hormi­

cho plástico no se limita a l mu- los amplios medios del leng uaje gón. so!l maneras de integrar lo

ra l o la escultura o sus deriva - plástico. se compadecen siempre cromático, la cali·dad, las sensa­dos; que también el mueb~e y el de !os imperativos técnicos, bus- ciones, sin definir pintura y con

objeto de uso, la máquina y la ca apoyo efectivo en el cálculo; sus recursos bien asimilados al instalación son parte constituiva . también se encorpa a las termi- uso y ordenación del espacio ineludibles e importa ntes d e una naciones de superficie y pasa a construido.

so lución edilicia. Y que. por tan- definir lo espacia l. Por ejemplo: V ale, pues. bien ponderar el he­to, la lección del rococó - tan -:: ua ndo Fresneda elimina apoyos cho indicado, señalarlo e o m o mal entendido como agraviado- a la techumbre de los pa!cos pa- otra de las fa cetas positivas del ::lebe volver a considerarse; sin ra asistentes a l Hipódromo, está (:Ondición de estilo; como razón respetando necesida.::les progra­de ser como base de orientación mátJcas; pero ello exige una so­

organizadora. lución téclica determinada ; al

Fresneda ha utilizado al muralis- mismo tiempo, la estructura se

haC'<:r y los propósitos firmes , es·­tahl•!S, que orientan a Fresneda,

en este breve resumen de acer­

camiento a la valoración de su

arorte. Como también importa vnlver sobre la condición indica­dn: las limitaciones sufridas, la

in~uficiencia de realizaciones por

ta alguna vez; y lo ha hecho bien cuando pudo log rarlo. pues sabe

degir. Pero por sobre esa expe­riencia importa más desta ca r e l bien entender de integración que contiene un concepto plástico de

realización global contenido en los volúmenes a rquitectónicos, la

acusa y sirve para conjugar cur­

va s y rectas, para a fina r ritmos

a bstractos. T a mbién - y es otro

caso entre varios- cuida todos cnrnpara ción con lo proyectado. los requerimientos de uso en el E~to lo ubica en una a ctitud de

diseño de asientos para las salas exc~elente magisterio por ejemplo. del gran edificio de W ashington; que en los hechos ejerce, fuera

en ellos se contienen las instala- dl' la docencia activa o planifi-relación con los espacios. la ca- ciones de traducción simultánea cada. lificación de superf icies por ma - y se respeta el confort. Pues

terias ~ien trabadas y organiza - bien: todo califica la forma; tam- Prof. Arq. F. García Esteban das sensiblemente.

Puesto é)Ue conozco y destaco la 1

im portancia que en la concepción 1

arquitectónica de Fresneda tie- ¡ nen las ortogo:-~ ales. la ríg ida 1

presencia de los planos enteros 1

sería gratuito recordar . a su res- j pecto, el caso Gaudi. Pero es él quien. en época más reciente, dentro de la etapa augura l más difícil y comprometida. la más inconsistente del proceso de mo­dernidad arquitectónica . atacó de frente y resolvió tan arduo com­promiso. Su obra tiene en detalle y conjunto, va~ores escultóricos; las superficies son hechos plásti­

cos sensibles. O sea: no ag rega. no suma fija y obtiene unidad

Pues bien: con similar sentido ha encarado Fresneda el problema . Naturalmente no había de reco-nacer como maestro al ge:1ial creador catalán : un artista defi­nidamente individual. sin escuela

1938. .Estudio para una ciudad Industrial en el Rincón del Bonete.

5

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1134. Concur sa para la Univ!'rsida(l :1:· !\'lujer e;:. (2" premio.

1930. Casa Soler. Para este e:llficlo se prefirió "estilo"

El prc.g1 a mo. pe día u na ca pacidad para 1.2:Y.l a lumnos. Era e l u nlco

~,;-·· proyect :> que desarrollaba todo e l ;. programa e n dos ni \'Ples. y p reveía el

luturo. pues al ad mit ir u n piso ma·; lleva ba !a ca pac l:laj a 1.8110 a lumnos.

i 1 1

i

La bibllote~a y Ja ad ministración e n un nh·el lnterme:l io. La orientación de la s saJas de clas~ al nor te y no:-este. Salas cte d ibujo al sur . E:npleo de r ampas como despla::am lent:> ideal entre pisos. Curiosamente este e lemento que introd u je en mu chos de m is proyectos. s l ~mpre hallé resls ten : las. y recién a partir de 1951 pu de emplearlas ampliamen te , estando cada \' ez ma s con vencl:lo de sus Virtudes. La biblioteca se de ,a rro!laba en d os nl\'eles e in clu:a un P lanetarium. Ampli:> empleo :le c:>Jore.s p rimarios en el inte:io~ .

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1335. Bolsa li t· Comerci ... 2'~ premio.

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Concurso para Juven l'U S.

Lo mismo que en In Unl\·erslda :t ele mu) :•·~s . a qui •e planteó .,1 em pleo de forma s esfér icas decididamente acusa :ias t a nto lnterlorm<:ntc como exteriorm ente. Ademits como expresión -de la "'Rueda" y d el mundo a que perte ne : ernos. Les est udios muy detaltadcs de a w leamiento en es1e ~dl ficlo y en la Universidad :te Mujeres llevaron a l empleo de alero; - no brlse-sole\1 -· ¡:ara evitar el sol directo cua ndo no e s necesaclo y permit irlo adecuadamente en in\"lerno. y obtener asi una abertura total. sin la Interposición de ~!en1ent:s :nenores . En estos dos edificio; se pre,·eian plnt ~.: :·as murale.:; y es : ulturas Integra das ccn ··1 ~dlficio.

El Jurado CQn'ilderó : " Una estru ctura dlf.cil"'.

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e

1938. Residencia en Punta Ballena,

Concebida no como "nacida de la tierra" sino a la manera grtega , para dominar el Gltlo. Grandes ventanales de 5.30 de alto abren a deslizamiento y la cae& se transforma, en las zonas de estar. en techo. Nuevamente el empleo de locales de d os pisos de altura que se prolongan en otros ambien tes y se funden con el exterior.

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lNl. Residencia t•n Bul. Artigas y Guaná.

l'amblen lO.> dos nl\·ek~ e~~!i n

lnterpenetrados. Gran parte d~ la fachada está realizada en acero. el que originalmente poseia una termin ación mctállca. que la acusaba. la Ctltf' fuP alterad a. por su propietario.

1940. Residencia en VIlla Biarritz.

Orl~lnalmente el living ta la dt>recha ) ubicaba dos pla ntas de a ltura y se lnterpenetraba con el hall n lt o y la tt-rraza d<> pla nta alta .

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10

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1944. Viviendas gemelas.

Interiormente los dos niveles ba jos se lnterpenetran y contlnuan el 3<.'r . nivel.

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1938. Tribunas en Maroñas

Ejecutada en 1938 para estas t.res tnbunas, t res concursos, de algo que entiendo que después del primer concurso debió encomendarse al mismo arquitecto. Estructura dejada en gran parte. aparente, y con un presupuest o muy mo:lesto. No se pudo recubrir con ningún material adecuado las graderías tanto de parados como de sentados, que quedarou de hormigón aparente. Precio de la primer tribuna ; $ 60.­mt .. 2 (U$8 40.-). Precio de la T . Popular o 82.- mt.2 (U$8 41.-).

Precio del Paddock. $ 88.- mt.2 (U$8 42.-).

También el proyecto origtnal de 1937 contenía rampa.s, tan r.ee<sartas en un edificio de esta naturaleza. las que fueron objetadas ( !) por el Jurado. Recién en. el Hipódromo de Porto Alegre, su uso sistemático probó su enorme valor.

,,

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Facultad de A1·quitectura

La ubi: a : ió11 original eru '.! 11 e l Parqu e Rodó, ~n u n te rre no otorga ctu p or ley . Inmed iato a l de la F'ac•Jitael Je Ingenler .a. Con lo ; técn icos d el Mu n ic ipiO >C hnbia estt•dla do u n pla n a e conj unt :l cr : ando u na "C iudl\d Unl\'ersltaria '· de la s Ma¡emát •ca s y las Artes": Arqult~ctura . In¡:~nler ia .

Agrlmen su1 a . Escuela de Bella s Artes. Museo de Bellas Artes. Liceo Z;rrllla d e ,;:m Mn rtin, Teatro a l Aire Lib re. Pa ra ese terren o se realizaron los planos d cfl nl t i\'OS. pero como <! l m ismo esta ba o~upa:lo por un c lub df' foot ba ll. ést e. e n é l se quedó y hubo de adquirirse el predio en que erl~ ló el ac t ua l .:dl flclo.

El edi fic io. que constru :do al f inal de la guerra . e n que hab ia \ma cnrencla tota l de hierro. y este esta ba con trolado: ello obligó a prescindir de este material en gran part e del edl fi : io. cuya cirnenta ción son de hormigón ciclópeo. p lanchas t!enen h ie rro.

y pUares

Sólo las

La clmen taclón consiste e n bó\'eda s im·ertlda s de hormlgó:l ciclópeo enlazadas por u na losa continua de igual mater ial. El terren o h as ta u na profund idad de 16 m ts. (promediot. con s iste en tosca muy descom puesta mezclada con bancos de arcilla . con una Inclinac ión de 450, Jo q ue detennlnó que se tomara como car!(a . 7CO gramos por cm .2. TOdas las a bertu ras ex teriores están eje~utadas en la pac ho. lo que h ace Innecesa r ia la pintura . El cesto d el edificio por metro cuadrado ascendió a $ 84.­l lncluyendo la ca lefacdón J. (USS 42.1 El proyecto pre l'é el a gregado d e un ~eg u n do piso sobre la A \'da . Espa 11a. no sobre Bul. Artlga s. Aden\ú:;, en el progran1a no t;e"

in cluyeron Jos d l\·ersos Ins titutos. qu~ tria n so!:lre Ou\·tmloso Terra. y re intl'¡¡ra rian con el edifi c io exist~n t~

a tra ,·és de los dos patios a biertos h a cia e l Oeste N.O. El jard ;n actua l n o '" e l proyectado por e l Arq uitecto. y la gran fuente ct>ntral fue m ut ila da . lo mismo qu~

las otra :-:. dos fue nte-~ menon'~ .

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1942-U. Urbanización de la zona del Arroyo Seco.

El programa : Planta productora de energla tenno-eléctrlca. Su puerto. Planta de combustibles. Talleres. Almacenes. Imprenta. Administración. Núcleo de Servicios Generales. Escuela de Electrotecnia. Escuela pública. VIviendas de empleados. Núcleo comercial. .L.a gran avenida central conectaba el edl!lclo adm inistrativo con la Av. Agraciada, donde se ubica ba una plaza. En los bloques laterales : en planta baja: comercios: en IM altas apa:cu~mentos Este centro era totalmente peatonal.

1944-46. Edificio de la Administración de la U. T. E.

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1956. Termas del Arapey.

(500.000 lts. a 40'' por hora ). - 640 Há.s Estudio pa ra expl ~tac!óu turística lntegrn l :le to:lo el nii.:J .'· con ,¡rc,·lslón de un futuro de 100 afies. Lo Integraban : Oran Casino. Hotel de dlrersas categor ías Playas de a renas artificiales J>ls:lnas. Sanatorios. Esta: lón de Ferro Carrll Aeródromo. Centro Comercial. Merca:! os. Chacras, cte. Oran parque. Caza - pe~ca - deportes. Zona de vivienda privada

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. 6

1951. Concurso para el Hipódromo de Cristal en Porto Alegre y Villa Hípica.

El edtflcto mcstrado es el Palco de Pa :l:lock. Estructura de hormigón p retensa do de)ada aparente. Una única fila cent ra l de ;>llares. En el extremo: cabl~s de .1cero. Brise soletl horizontales de madtra . Pa ra permitir una viSta libre del r !o, en el ultimo pi"'<> ·~ 111M de esta r y resta u ran t_). Brise soletl de cemento en ~l alero.

1 •

1962. Oficinas para la Compañía Varig.

Techo~ luminosos. TOda la estructura interna en b~onc·'

brillante. Todos los tabiques en cristal t ranspare n te. Re,·es tlmlen tos a e parede~ ('Jl JacaraP 1:i de Bah ía y Peroba . Pisos : a lfombras d(' nylon

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n~t.a ct•· con ;umo. n~KciP lA ,..a lle F

Edificio : Sedt> de la l.TNION PANAMERICANA DE' LA SALUD. WASHING'TON D. C. Concurso: 1961. R~.ali.zado : 1963-65.

La gr1lle lconcrt't<' arqulf<'<'tn ra.; blanco y negro) . Y part~ M Ja f acl1sda

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Deta lle de una de las columna;. cemento blanco con a gre ~ado de cuarz-> i má rmol blanc" . Fuertemente martellnada . ~1 cilindro de la Sala de Congresos a poyn ~obre otro cilindro ue

granito negro de México. Vista desde la Av. Virginia. Se ven los pilares de la planta baja unién cto.'e t o:to e't" espacio al ·tp la ,>laza .

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~tt. l tl O t." <.:u t n~r'-•:;os

Escu lt unt ts b!'l trat·ta p nl\t '•·t.• · H · • 1' . \ : q n~ ' .: t .

C u rt..- tt lrU. \ ' €":-t ch: i (' l l ll l dro ·• t.h .· :

Cuerpu d<· Oflclna• S e ven lo~ dos .;u bswdu:, ha h f• nd•J"'" s upr1nt1d o t.!l Ju por ra.zo th.•... <\1

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Sala rtel Olrecto c. PIRO : alfombra co lor ._.,.,de <'ollleralcla. Mueble.-; : nogal y c uero H·rde o-"Curo y t ela> cif lana Cortin as inco:nbust l blr" e n fib ra d e ·:tdr lo Cielo ra so : ,.l:!no :1 mm de• pu lldo en a mba, cara- I n ten~lda:! ha sta l nO hunpns .

Hall de en t.rada Columnas re\'E'Stlda' de bronc,~

es tirado. Pl; o monol:tlco negro A bertU.!'1lS de bron<'e

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V!sta ctcsjc la call e 23

F'uenw y surtidor es que "ll\'Uel\·en el cilindro de la Sala de Congresos

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VIsta del edifi cio e n construcción . Estructura d e cemento a rmado para el gran I'Olumen. Estructu ra de acero para el d llnjro. Vista de la fa chada . Ner i'IOs en concreto arquitectu ral. Elemento~ de la> venta nas ene~strados en los ner \'100 .

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Vista de la Sa la de Congresos. Cape.~idad 200 personas. Piso recubierto con a lfombra de lana, azul cobalto a grisado Paredes recubiertas en noga l-estriado. Testero : tras la mesa. de le. presidencia ejecutado en 6 maderas. Elemento central del techo : "es~ulturn en luz" formado por 3000 elementos de Luclte t ransparente . Ambo< elementos y todos los muebles. dlsefindos por el Arquitecto. Colores de las cllla s : Delegados : bla nco miel Asistentes : blanco ligeramente agrisado. Observadores de prensa : bla nco algo mas a grisado . Público : blanco algo m as agrisado

El elemento entre las s illas ¿s el soporte de las mismas. Aqul están Instalados todos lo~

elementos de Ja traducción s imultánea : e.urlcularPs, controles de !alome. y de volumen sonoro, altoparlantes (atrás! y cenicero

21

Page 40: Arquitectura 242 - 1967

Otra \"l~ta d e la Sala de Co n gresos Puede ,·erse el degradado del bla n co. La sala de Inaugu ró con un concierto del \'lolln!sta boll\·!ano Larcdo: y según el come ntarlo de Pa u l Hu me. en el Washington Post . la acústica es t xcelente.

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Page 41: Arquitectura 242 - 1967

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Una de las er;caleras del haU de conexión. Conducen al ha ll del piso de Reuniones . Columnas revestidas en bronce OSCIW'O estria do. Escalera de mármol blanco Losas 85 mm. espesor. Puede verse el armado del c ielo raso en metal desplegado, que ocUlta duetos de aire acondicionado

P lant a baJa . El edificio sobre columnas, permitió desarrollar toda la superficie como plaza con 3 grandes fuentes; en 2 de las cuales se previeron esC'ulturas : a ) El nacimiento de la vide b) El esplrltu del espa cio.

Planta tipo

' . . .

\. '.;·:· . '

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Page 42: Arquitectura 242 - 1967

Sa~a de reuniones pa ra 75 !Je rsonas. en el piso 10. D~stlnada a uso múlt!ple. (con fer2n c1as, reunlone.>. comidas, etc.). tiene e qu ipo de tra:lucclón simultanea Inalám brico P iso : alfcmtra color a m ar:llo oro. Muebles y revestimientos e n madera de Sherry natu ral. Asientos ta piza dos en cue ro cegrQ.

!:!ala de reuniones para 110

personas. ( 2o piso). P iso: alfomb: a a zu l coba lto a grisado. Muebles y revestimientos: caoba de Honduras. A' !entos t a pizados en cuero azul oscuro.

Sala de u no de los Subdir ectores. Pa redes y muebles: sherry natural Piso : alfombra ama rllll} e ro. Asientos: Cue:o negro y telas bronce oscuro llorado.

~.

Page 43: Arquitectura 242 - 1967

Corredor en el piso 10. Paredes revestidas en Sherry natural Alfombra. · amarilla oro. Todas la s alfombras del ed tflclo en lana.. a sentadas sobre grueso acolchado nlá.stlco.

Blblloteca. 5• pl.so. Capa cida d : 25.0::0 vol. Ma:lera : Sherry natural. Alfombra : verde oliva claro No ha y un gran sa lón de lectura . Varios ambientes peque~os y 10 boxes ln:llvlduales, cada uno con su propia ventana. 2 sa litas de Investigación 27

Page 44: Arquitectura 242 - 1967

Corredor en el piso 10. Paredes y techo en metal desplega do. Techo r evestido con ma ter ia l a cúst!co p u l ve rizado. Sobre los ILst ones de la s paredes se a plicaron la.;; paredes d e madera compensad a recubier t as de Sherry

Pe nt house . Pueden ver~ los r ieles de acero inoxid able sobre los que corre la zcrra eléctrica que soporta la plataforma -controla da e léctrtca mente­destinad a a limpiar los vidrios. Todo este equipo se guarda en el espa cio que se ,.e a la izquierda .

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Piso 29. Insta la ciones d e aire acondicionado de una d e las sala s. Cada una de las 3 salas de este p iso posee un equ ipo Independiente. Además. estas salas por tener su piso al exterior . poseen losa radiante

Piso 29. La misma sala anterior. Puede observarse la estructura de la !!so : F let slok y casetones. Encofrado de a cero que se d espega con aire comprimido . S oportes tubulares

Piso 10. Pent house. Todas las Instalaciones mecánicas del edificio están ubicada s a qul. Ca lderas, Equipo de aire a condicionado, máquinas de ascensores, e tc . Y ofl~lne. del Ingeniero mecánico

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Detalle de los elementos de ventanas : Plano de instalación eléctrica en la Sala de C:Jngresos

nervios verticales de concreto arq:uttecturat. Elementos de metal en acaba:io bronce oscuro y cortinas venecianas verticales en vlnillco gris de tono m edio.

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Planta del 2• piso: Sala de Congresos, 2 681811 de reunión y oficinas anexas.

Plano de l.n$talac!6n eléctrica tlpico. En el block de otlcinas en los diez pisos, el esquema se repite, 1nc1uao parcialmente en las 3 €al811 de reunión, (29 y 10 piso) , para obtener una unidad nocturna.

Plano de 1ns~lación eléctrica del hall de entrada.

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% 32 ~ ARO. ALFRECO CAMPOS

Personalidad prominente no sólo en el ámbito profesional de nuestro país, sino en el de América. toda., fue la del Arquitecto don Horado Acosta y Lara a quien la Sociedad de Arquitectos del Uruguay rinde justiciero ho­menaje de reconocimiento a su esclarecida memoria . Vida consagrada al bien público y a la más intensa. actividad en la do­cencia, como asimismo, al adelanto técnico y artístico de la profesión de Arquitecto -ya como tal o como urbanista- señala es.a actividad una etapa - sino la iniciación- de la quizá más trascendente que se logró realizar, contribuyendo con su esfuerzo a la creación en Hispano Amé­rica, de la primera Facultad de Arquitectura. iniciativa ésta que luego, al divulgarse en los distintos países del Continente, dio conciencia téc~

nica, científica y art:stica a esa actividad intelectual, en los nuevos países. tal como la tuviera. históricamente en todas las civilizaciones del viejo mundo, desde tiempo inmemorial. Decíamos -ya hace muchos años- en merecido homenaje que se le tributó al recibir en 1925, la designación de Profesor "Ad~Honorem" de la Facultad con respecto a la multiforme personalidad del Arquitecto Acostélo y Lara, que aquella calurosa demostración de estima que provo­caba en nosotros su .vida ejemplar, podia ser vertida con hondo afecto al caballero, al buen amigo. al ciudadano eminente, al respetado maestro. al animador i!lCansable de er.ergía y de voluntad ; y. en fin, en justicia, a cada una de esas hermosas cualidades era dable el elogio, dando moti­vos para una extensa semblanza, lo cual --como en este ca.so-- apenas cabía en tan estrecha como modesta página. Por ello. hemos de circuns­cribir, también ahora. el rememorar los rasgos más salientes de esa.s dotes a los que más atañen a nuestra actividad profesional. de la ·que fue don Horacio Acosta y Lara propulsor insupera.do y el conductor indiscutido. como paradigma para sus colegas. Es as: que. desde la casi iniciación de los estudios oficiales de la Arqui­tectura en nuestro medio lo \·emos en la antigua Facultad de Matemá~ ticas siguiendo los cursos de Maestro de Obras (constructor) . .profesión en la que se gradúa en 1894. siendo muy joven, para proseguir luego los estudios superi·ores de la carrera de Arquitecto, que aborda brillante­mente impulsado por su espíritu vocacionaJ y voluntad firme de su­peración. Es tan destacada ya su ejecutoria, que en marzo de 1896 - apenas a los veintiún años- es designado catedrático sustituto de 1 er. año de Arqui~ tectura; y en abril del mismo año se hace cargo --conjuntamente con el Arquitecto don Antonio Llambíc.s ele Olivar- del curso de Arquitectura que dirigía el Arquitecto don Julián Masquelez - en .goce de licencia-para quedar, meses des:Pués - en julio de 1897- a cargo del curso del Profesor Llambías de Olivar. En marzo de 1898 es nombrado don Hora..- 4

cío Acosta y Lara, Catedrtico interino de "Ordenes ele Arquitectura", cátedra 1que se le adjudica. en propiedad en febrero de 1907, al ser ya Arquitecto, desde el año 1903. Por sus aulas pasaron casi todos los graduados de aquella vieja Facultad de Matemáticas, "alma mater" de la nueva y autónoma que se creara, por el esfuerzo mancomunado de profesores, alumnos. arquitectos y es­tadistas videntes, que como los doctores Ba.Itasar Brum y José F. Arias - compenetrados de la alta función social de la Arquitectura, en un me~

dio de alta cultura en gestación- tanto bregaron, apoyando desde sus cargos de gobierno y legislativos la entusiasta acción de aquellos colegas. estimulados por ·quien como Acosta y Lara, luego ser:a el principal di­rigente de la novel Facultad ele Arquitectura al crearse en 1915. Es así, que. con el concenso general. se le designa su Primer Decano en enero de 1916, cargo que man~iene po;: reelección hasta 1922. Al frente de esta casa de estudios, desarrolla en esos dos períodos, una gestión ejemplar, lo que hizo nacer nuevos ideales y abrió horizontes dilatados a una profesión entonces confundida y aún subestimada por la

ignorancia pública.

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Aporta el nuevo Decano, a su admirable ac tividad , no sólo el dinamismo vocacional de su juventud, sino también su ya larga experiencia en es­tudios especializados sobre las diversas y más fa mosas escuelas de Arqui­

tectura ; y las meditaciones y enseñanzas .obtenidas en sus provechosos viajes que. como el realizado por Europa en 1911 , le aportó perspectivas y visión clara para abordar el difíci l cometido de organizar una nueva F acultad. Y la confianza con que fue acogida su desi.gnación de Decano y Presi­dente del Consejo Directivo de la Facultad no fue clefrauclacla. Al ter­minar esa !lOtable actuación, el Consejo Directivo, presidido prestigiosa­mente por aquel otro eminente colega y maestro inolvidable que fue el Arquitecto don Jacobo Vázquez V arela , decía al ex Decano, comuni­cándole su exaltación ol profesorado "ad honorem": " Su actuación en carácter ele Decano. durante el di fícil período ele gestación ele este centro de enseñanza. consagró el triun fo de las relevantes aptitudes e indiscu­

tibles energías puesta s en práctica por Ud. al abordar la difícil tarea

organizadora, y ella fu e cimentada en forma tal que hoy la Facultad no desmerece en nada a los institutos universitarios ele larga existencia" . .. Además su vocación por la labor docente, a la que estuvo cleclicaclo por espacio de veintiséis años, traduce un virtuoso ejemplo de asiduidad y ponderado juicio, al aplicar a la misma . con singular mesura, las normas que cle'ben orientar toda acción pedagógica, y esas ejemplarizantes elotes que dan relieve a su prestigiosa personalidad, no escaparon, por cierto, al elevado criterio del Consejo Directivo. cuando en la oportunidad ele­biela. le ratificó la confianza requeri da para la. prosecución ele su eficiente ta re<:. ele profesor" .

Tan merecidos términos con que se clausuraban las actividades docentes del Profesor Acosta y Lara , como D ecano, Presidente del Consejo, Di­rectivo de la Facultad, Catedrá tico de la misma . miembro titular del Con­sejo Central Universitario, Rector Interino de la Universidad ele la Re­pública y anteriormente miembro del Consejo Directivo de la ex Facultad ele Matemáticas, dio motivo a exteriorizaciones de respeto y afecto, y homenajes ele sus colegas y cl iso;puJ.os en las que me fue dado el honor ele ofrecerle una demostración cariñosa. en la cual le ex presábam.::>s a nte la melancolía de dejar su más atractiva vocación de enseñar ; "Al em­prender el nuevo camino os deseamos que, como a. aquel infantil perso­naje de la bella pa rábola de Rodó, encontréis gratos motivos en el bú­caro que acoge el nuevo contenido"; y que el querido amigo homenajeado, llamado a .otros brillantes destinos. contestó con este hermoso símil, pi­diendo que, "a semejanza. de la leyenda que inspiró a Calícamo el capitel corintio. ele belleza nunca superada, las hojas que nazcan alrededor del cesto donde los Arquitectos de este país hemos colocado lo más preciado y lo más noble de nuestra profesión se mantengan siempre verdes, no sólo como s:mbolo de esperanza , sino también como símbolo de la .per­petuidad ele la elevación y ele la nobleza. ele nuestra profesión". Este era el espíritu del Arquitecto don Horacio Acosta y Lara; y esos sentimientos lo indujeron a no descansar en sus bien c·onquistados lau­reles. dándose sin recatos a la intensa lucha por la. dignificación profe­sional que se concretó en las aspiraciones ya ele la Sociedad de Arquitec­tos c.omo en los Congresos P anamericanos de Arquitectos, en cuyas ac­tividades fu e factor preponderante, presidiéndolos, organizándolos y prestá ndoles todo e l prestigio que irra diaba s.u personalidad. A sí fu e que concurrió en calidad de Delegado o ficial y con la jerarquía ele Presidente, a l Primer Congreso celebrado en Mo ntevideo el año 1920; al 2~' Congreso realiza,do en 1923 en Santiago de Chile; a l 3er. certamen de 1927 en Buenos Aires; al 4<:> Congreso de R[o de J aneiro de 1930, y se le proclamara Presidente ele Honor en todos los subsiguientes a los cuales. por rawnes varias, no pudo asistir personalmente pero los pre­paró en lo referente a la D elegación uruguaya .. siguiéndolos con interés indeclinable . 33

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También la Universidad de la República le confió su representación en otras reuniones científicas, en las cuales se deba~ían temas que tocaban la higiene pública; y así lo designó su delegado en el Congreso M édico Latino Americano celebrado en Buenos Aires el año 1904. A demás, su preocupación por todo lo que tuviera atinencia con la. salud colectiva lo indujo a dar .buena parte de sus energ:as en la Comisión Na­ci-onal de U efensa contra la Tuberculosis. Y ese prestigio bien adquirido hizo que se le designara miembro de ho­nor de todc::.s las entidades profesionales de los diversos países america­no3. Ar-gentina. Brasil, Chile, Perú, Estados Unidos, México, Cuba; y es~e p3ls le otorgara -en mérito a sus relevantes servicios a la cultura latinoamericana- la c·ondecoración de la Orden de Céspedes, así como la Universidad Católica de Chile le designara " Doctor Honoris Causa", y también la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos lo norr:orara Miembro V italicio y Presidente de H onor del Consejo Ho-­norario Vitalicio, declaración que fue hecha solemnemente en la Torre de Ciencias de la Ciudad U!liversitaria de la Capital de México, en la especial sesión del 24 de octubre de 1952. A la vez, las Sociedades de Arquitectos Portugueses y la de Ingenieros del Perú, le conferían el título de Socio Correspondiente, y el Comité Internacional de A rquitectos con sede en Bé'gica, el d~ representante del Uruguay en su seno. Y al igual que en <quellas agrupaciones profesionales, la de nuestro país, se honró con su Presidencia Honoraria, desde el año 1940, como asimis­mo fue su Primer Presidente en 1914, siendo reelegido y proclamado en otros varios períodos. Universitario por au ~onomacia, fue funda dor, ex .presidente y propulsor de la Agrupac:ón Universitaria del Uruguay, de tan benéfica influencia. Las garant:as que ema naban de su· austera y ecuánime personalidad, así como también de su elevada cultura profesional. lo llevaron a ser jurado en concursos públicos, entre los cules sobresalió el abierto internacional­mente para erigir el Faro Monumental dedicado .a. la gloria de Cristóbal Colón. en la histórica isla " La E~pañola", hoy República de San ~o Oo.­mingo, a cuya certamen mundial se presentaron c_ientos de trabajos. En esa extraordinaria competencia actuó don Horacio Acosta y Lara, inte­gran do el jurado elegido, como representa nte de los países latino-ameri­canos, en el alto tribunal constituido por personalidades de prestigio uni­versal c•omo los Arquitectos Eliel Saar:nen de F:nbmdia, en representa­ción de Europa y Raymond Hood por la América del Norte y como con­sejero técnico Albert Kesley de los Estados Unidos de América. Fue así que presidió Ac-osta y La.ra ese magno concurso internacional en sus dos etapas de Madrid ( 1929) y Ro de Janeiro ( 1931 ) el cual diera fama imperecedera a su vencedor el joven arquitecto británico Mr. Glea­ve de No:tinghan, Inglaterra, y dando tema a nuestro ilustre compatriota a una magistral lección scbre el proyecto premiado y las alternativas del histórico certamen. Pero el medio de tiempo atrás , lo inducía a otras actividades más com­bativas que largo sería historiar en todas sus vicisitudes. Eran días de lucha . en que hab·.a que debatirse ante la incomprensión de ciertos pre­juicios sobre el alcance técnico de algunas carreras universitarias ; y se abordó el trabajo de convicción. Notas ele prensa. peticiones a los poderes públicos, conferencias. exposi­ciones ele traba jos de Facultad y de Profesionales --<:omo la 1• Expo­sición Nacional de Arquitectura del año 1916 lleva.da a cabo por la So­ciedad de A11quitectos- y las anexas a los Congresos Panamericanos de Arquitectos, Reuniones Anuales de Arquitectos --<:omo la celebrada en Colonia en diciembre de 1934- con la adhesión siempre invalorable, de los colegas argentinos; en fin . actos de convicción para el público y autoridades tuvieron siempre como a nimador incansable a don Horado Acosta. y La ra, con su espíritu juvenil. cuando aún no .peinaba las .pri-

34 meras canas.

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Y a todo ello allegaba magistrales lecciones y artículos de índole pro­fesional dispersos en diarios y revistas, par.icularmente en la de la So~ ciedad de Arquitectos del Uruguay y anteriormente en la de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos del Uruguay -de la que fue eficiente direc~ tivo- desde donde se iniciaron los primeros pasos para la autonom:a profesional en el Reglamento de la Sección "Arquitectura" de 1907, aprobado por la Asamblea General Secciona] y confeccionado de acuerdo a. lo que prescribía el Artículo 23 de los estatutos de aquella meritoria Asociación . De aquí partió el movimiento cultural: concursos de fachadas, reglamen­tos de concursos públicos; ;Proyectos de leyes de reglamentación y capad­dad profesional; y de equiparación en las autoridades facultati-vas y en la valorización universitaria de los t:tulos expedidos por el Estado, para llegarse a la independización de 1915, no sin deja.r en el camino huellas que fueron dolorosas. Per·o la acción del ilustre arquitecto que rememoramos, rebasó las fronte­ras de la enseñanza y de la solidaridad profesional, y aún de la lucha por imponer el prestigio de una profesión casi desconocida en un medio hóstil. Y así llevó su entusiasmo a la acción pública. Primero al ser designado Director de Obras Municipales, en su cargo de Miembro de la Junta Económico-Administrativa del Departamento de la Capital, en el perío­do que presidió aquel gran hombre de acción progresista que fue don Federico Vidiella. Era a la sazón Acosta y Lara. muy joven - habia na­cido el 15 de enero de 18 75 y corr:an los años 1905 al 1907 en que des~ empeñó ese cargo- pero conocía ya las deficiencias de nuestra legisla,­ción y de las vieja.s reglamentaciones que regían las construcciones ciu­dadanas p~r la ley de 1885. Y realizó, entonces, una intensa laoor de modernización de los principi·os rectores de la higiene pública, de la vialidad, del ordenamiento arquitectónico y constructivo, palia.ndo en lo posible --por la ausencia de una ley específica- el desorden imperante para ejercer la Arquitectura como ciencia de responsabilidad social. En posterior oportunidad con:ribuye con su preparación técnica y expe­riencia a la realiza.ción de grandes obras edilicia.s, integrando en 1933 la Comisión Financiera de la Rambla Sur. Muchos desvelos le costó a su esp ritu combativo este deseo de poner o~ den a una actividad tan compleja y a la vez tan descuidada en estos países de América, acción a la que siempre se sintió atraído, ya que era su norma moral la escrupulosidad, que enseña'ba con sus ejemplos. Y aüí fue que transcurridos los años, volvió a la ac~ividad municipal des­de el alto cargo de Intendente de la Ciudad Capital, elegido ,P;)pularmente aJ postularse en la fórmula .presidencial con el General y Ar.1uitecto don Alfredo Baldomir (su ex disc:pulo) , para el ejercicio 1938 - 1942. Ejerció durante ese período con al ~ura c:vica y meticulosa administración el gobierno comunal; propició e impulsó el censo demográfico del Depa.r~

tamento de Montevideo, del cual estuvieron a cargo el Dr. don Agustín Ruano Fournier y el Arquitecto don Carlos Pérez Montero - de memo­riosa y efica.z actuación- ·que se completó con el Inventario de los Bie­nes Municipales de la Capital (y de aquel inolvidable colega, prologó Acosta y Lara una parte de su magnífico libro sobre: "El Cabi!do de Montevideo"). Creó, asimismo, como Intendente, el ·organismo básico para. sistematiza­ción urban:stica de la ciudad: la Dirección del Plan Regulador, funda­mentándose en el denominado "Expediente urbano·· ; y propició el rele­va miento aerofotogramétrico del gran núcleo ciudadaJlo y sus aledaños departamentales. Abrió su espíri~u amplio a todas las iniciativas moder~ nas. entonces no muy bien conocidas y aún menos aplicadas, particular­mente las tendientes a extender la cultura; y se preocupó de la divulga­ción dentífica para llevar a sus conciudadanos nuevos medios de ilus­tración y enseñanza objetiva. 35

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36

En recienre acto realizado en el Con<"ejo Departamental capitalino, co:t

motivo del lamentado fallecimiento del que fuera Intendente Acosta y Lara . se vertiewn certeros y elocuentes juici·OS. sobre su actuación ha.cién_ dose justicia póstuma. por distinguidos Concejales que recordaron. lauda­toriamente. las importantes inicia tivas de aquella plausible gestión; y a la inherente a l fraccionamiento de tierras, como las severas normas de le­gislación comunal que fueron los prolegómenos de la. "Ley de Centros Pcblados". que cristalizó más tarde. Y en esta oportunidad. recordatoria. de tantos méritos. formulase - por parte del señor Presidente del Concejo

don Fermln Sorhueta la idea ju~t:sima de inc-orporar el nombre del Ar-· quitecto Horacio Acosta y L ::.ra a l nomencla tor de la Ciudad a la cual tan señalados servicios le prestara.

Sin entrar en deta lles - que no corresponden a este breve resumen bio­gráfico, del tan eminente colega desaparecido- recordemos que él fue . también. propulsor de los concursos públicos y dio su ejemplo presentán­dose a muchos de ellos importantes (Palado de Gobierno, Banco Re­pública en Paysandú, etc. etc.). como también los impuso desde su a lto cargo de In tendente Municipal. como el abierto-para un gran estadio cerrado para a1:tividacles deport ivas. Realizó así su gobierno ele la Ciudad. con el que enalteció la calidad de Arquitecto. pon iendo una vez más de relieve sus altas virtudes mora­les y ciudadanas. y ha.ciendo honor a su prosapia.

Descendiente de una antigua familia de arraigo colonial. los avatares y las inquietudes de la política tam¡:oco le fueron é:.jenos; y as: lo vemos ceiiir la espada de Oficial ele Guardias Nacionales en 1898, cuando él entiende .::¡ue el llamado del país debe imponer el sacrificio ele dejar mo­mentáneamente la regularidad de la vida diaria, en su múlt iple y desbor­dante actividad ele esos días, que lo había llevado a crear una prestigiosa em~resa de construcciones. conjunta mente con el lnaeniero don Augusto Guerra Romero y el Constructor Diplomado, don Guillermo West, a la que luego se unir:a el Ingeniero don Cayetano Carcavallo, que actual­mente c.ont inúa al frente de la firma. Y si en esa activida.d realizó graneles y suntuosas obras que embellecen nuestro patrimonio arquitectónico. no olvidó las humildes construcciones. Era su obsesión buscar medios económicos de abaratamiento de la vivien­da popular en continuos ensayos; y en este sentido trabajaba. como un sociólogo y con sus meditaciones de urbanista. Su inquietud por el adelanto técnico lo hizo incorporar a la actividad industrial induciéndolo a implantar una fabricación madre para la cons­trucción. como es en nuestm ambiente la de los materiales de tierras co­cidas. con la transformación por métodos modernos, empleando la me­jor maquinaria. en labora.ción por personal idóneo especializado, para lo cual contrató en Europa, e hizo poner en boga esos medios que dieron nuevas posibilida.des en sistemas de construcción más a tono con la época . Fue en tal sentido. un pionero de nuestra industria .

Queda así expuesto, en estas sencillas frases. nuestro pensamiento en homenaje a l colega eminente; agradeciendo a la Sociedad de Anquitectos del Urugua.y el honor que nos ha dispensado. permitiéndonos, a la vez. hacer posible el ofrecimiento de este modesto tributo a la memoria del amigo ausente. a l poder abrir el corazón dolorido por tan sentida pérdida: pero su presencia moral seguirá sien do rectora ele la conducta .profesional de quienes lo proclama.ron su líder.

Arquitecto Alfredo R. Campos

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HASTA DOMDE LA

ACUSTICA ATAÑE AL -ARQUITECTO CONRADO SILVA

Cuál debe ser la relación correcta entre el Arquitecto y la Acústica: ¿la

indiferencia absoluta, un tratamiento despótico, o un diálogo amable?

Sin estadísticas a mano, un corto paseo mental por las construcciones

públicas y privadas de nuestro país. lleva rápidamente a la conclusión

que la única relación segu ida hasta el momento ha sido la primera.

El problema tiene naturales raíces históricas: hasta fines del siglo pa­sado. la acústica no había pasado de ser una ciencia abstracta, llena de lagunas y Largamente distanciada de la experiencia. Además, las

necesidades del acondicionamiento acústico no tenían la urgencia que tienen en nuestros días, cuando la resultante sonora de la civ ilización

industria l ha crecido en forma desmesurada. Hoy. la ac ústica arquitectónica ha sacado provecho del desarrollo

acelerado de las herramientas de trabajo que el físico moderno tiene a su dis posición - matemática , esta dística. computación electrónica­

para organiza r una técnica coherente y basada en principios científi­cos. Ahora . entonces. ya no es posible echar la culpa a la falta de conocimientos: la acústi ca no permite que se la ignore . y quien qu.iera hacer ~o. verá en el resultado las consecuencias de su actitud. Dos son las ra mas de la acústica que conciernen directamente al ar­quitecto: el d iseño de los locales para oír y la defensa contra el ruido.

LOCALES PARA OIR

Para este caso el arquitecto tiene generalmente una opmwn formada: .. Las leyes de la acústica no son compatibles con las de la arquitectura. entonces completemos nuestro proyecto y luego llamemos a un técnico

para que lo acond icione acústicamente" .

Ya en el planteo está implíci ta La falacia básica del razonamiento: en la mayoría de los casos es imposible conseguir una buena ambienta­ción sonora de un proyecto ya definido (o cua ndo puede hacerse es a costa de una inútil pérdida de tiempo y dinero). E s durante el proceso que lleva a la concreción de la forma. donde la labor del técnico acús­tico resulta fundamenta l. Allí deben juntarse la creación sonora y la creación visual. Por separado, ning una de las dos es suficiente para el buen diseño : juntas, pueden conseg uirlo. E s más sano entonces for­mular abiertamente la interrogan te: ¿son compatibles entre sí los re­quisitos de una buena acústica con los de una buena arquitectura? Cierto que algunos principios clásicos no podrán ser aplicados (las su­perficies a bovedadas. apropia das para cubrir un vano de grandes d i­mensiones . serán especialmente combatidas por el acústico, por ser causantes de desequilibr ios en la distribución especial del sonido ). Pe­ro los elementos definitorios de una buena solución acústica-rango útil de los tiempos de reverberación , alta definición. un buen porcentaje de

a rticulación y eliminación de ecos y de todo ruido disturbador- se

complementan sin mayor dificultad con los requisitos arquitectónicos, siempre que sean concebidos conjuntamente. Lo único difícil de con­ciliar. será la parte relativa a l gusto personal. Parece entonces más

concien te utilizar las contradicciones aparentes y convertirlas dialéc­ticamente en estímulo creativo. ( 1)

37

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38

SOBRE EL PROBLEMA DEL RUIDO

Muchos son los caminos con que el ruido cuenta para introducirse en nuestras vidas, pero otros tantos son los medios de que dispone el ar­quitecto para combatirlos. Los problemas del ruido muestran cierta semejanza con los accidentes del tráfico: nos lamentamos de el~os sólo cuando ya han sucedido, en lugar de contribuir prev isoramente a que no ocurran. La crítica no sólo se aplica a los productores del ruido -industrias, maquinarias , tráfico- sino también lamentablemente a los arquitec­tos responsables de la resolución de los problemas que ellos presentan. Y a en los primeros esquicios se comienza por no tener en cuenta la acción de aquél. Por ejemplo, el pequeño rectá~gulo· indicando ''gene­rador diese!" se ve tan inocente sobre el papel que no parece existir razón alguna para no colocar~o junto a la ventana de un dormitorio. Si la represent~ción de esa máquina fuera una gran mancha negra de digamos, unos 100 m. de diámetro, seguramente entonces sí se la to­maría en cuenta como merece. (2) Pero, hasta qué punto es nociva la acción del ruido? La respuesta a esta pregunta es el objeto de la segunda parte de este artículo. Los efectos que el ruido tiene sobre cada individuo pueden dividirse entre los que afectan directamente a l órgano auditivo y los que no lo hacen.

DAfi;IOS AL SISTEMA AUDlTIVO

La audición continuada de un cierto sonido, o de cierto ruido, puede producir alteraciones temporarias o permanentes del umbral sonoro de audibilidad, según su nivel y su espectro. Estudios realizados en otros países más industrializados (y por ende más sujetos a la acción noci­va del ruido que el nuestro) , permiten observar la importancia que és­te tiene directamente sobre el oído humano. (3) Actua lmente se investiga una teoría que explica la pérdida de audición debida a la edad por la acción persistente del ruido ambiental en nuestra sociedad ciudadana, pues en las sociedades primitivas exami­nadas comparativamente, no es posible advertir un deterioro similar. Pero no son esos los únicos perjuicios que son atribuíbles al ruido: existe toda una serie de efectos secundarios de gran importancia y que se presentan la vi·da de toods los días. V éamos a lgunos de ellos:

INTERFERENCIA CON LA CONVERSACION

Existe una tendencia automática -similar a otros procesos fisiológicos de adaptación a las excitaciones exteriores- a regular el nivel de nuestra conversación según el ruido de fondo que está presente en cada momento. El nivel medio de una conversación entre dos perso­nas, a un metro de distancia una de la otra, puede situarse en unos 60 db, para un lugar tranquilo. Ante la aparición de un ruido de vo­lumen creciente, el nivel de la conversación crece involuntariamente primero y luego en forma intencionada hasta alcanzar unos 80 db. Si el ruido sig ue creciendo, los niveles entre plabra y ruido llegan a igua­larse cerca de los 85 db y a partir de los 90 db, la comunicación se pierde compldamente.

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EFECTOS SOBRE LA SALUD Y EL HUMOR

Se ha demostrado que la acción continuada del ruido puede acelerar la aparición de neurosis a las que ya es.tgpa predispuestp el individuo

( 4). Varios grupos de investigadores llevan a cabo actualmente estu­dios para determinar la capacidad del ruido para producir neurosis en forma directa.

Por otra parte, también ha podido ser demostrado que la ex"l!ita­ción producida por algún ruido exageradamente fuerte, produce alte­raciones fisiológicas transitorias: incremento de la tensión muscular, modificaciones de los sistemas circulatorios y respiratorio, contracdón de vasos sanguíneos, con consiguiente efecto de palidez, etc. Más generalizado es el efecto producido sobre el humor, por no exigir

excitaciones tan importantes como las necesarias para producir tras­tornos físicos y mentales. No existen medios objetivos para medir el grado de molestia, pero las investigaciones sobre el problema han lo­grado determinar ciertas cualidades del ruido que producen estas mo ­lestias. ( 4) Estas serían:

1 . Los sonidos más fuertes son, obviamente, los más molestos. 2. Los agudos son peores que los graves.

3 . Los ruidos que contienen tonos definidos son peores que los que presentan un espectro más uniforme.

4. La variabilidad o la irregularidad, ta nto de volumen como de tim­bre, aumenta considerablemente la perturbación.

5 . El ritmo puede tener un efecto variable y aún extremo, segun la tarea que cumple la persona.

EF::CTOS DEL RUIDO EN EL TRABAJO

Aparte de la acción de los ruidos fu ertes que producen daño físico , o simple incomodidad , los ruidos familiares y constantes; también tienen efecto en el rendimien:o de aquellos que se ven sometidos a él. Se pro­duce un estado de sobre-a tención, similar y de sentido contrario al de falta de sueñ·o. El resultado de ambos estados es el mismo: pérdida. de ra­pidez de reacción frente a hechos imprevistos. Así los accidentes de trabajo, el rendimiento de éste y los errores que se producen duran :e la jornada, son directamente influ~ dos por el am­biente sonor·o del l.ocal de trabajo. Se observa una notoria mejmía al descender los niveles sonoros a valores definidos para cada actividad, de acuerdo a la necesidad de concentración que cada uno requiere. Tener en cuenta todos estos p roblemas, utiliza.rlos correctamente e inte­·grarlos a su bagaje de conocimientos es tarea in ~ransferible de cada ar­quitecto.

Conrado Silva

REF::RENCIAS

(1) W. E. ROSSMAN, Proc. Third I CA. Congress, Stuttgart (RFAl p. 938 (2) H. R. HUMPHREYS, Proc. 12th. Symposium of N P.L., London, p. 223 (3) A. GLORIC, W D. WARD y J . NIXON, Idem, p. 263 (4) A. CARPENTER, Idem, p. 297 39

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LA PLAHIFICACIOH

URBAHISTICA y LAS CIENCIAS SOCIALES

PROF. ARQ. LUDOVICO QUARONI

40 CASABELLA N 9 231 1959

A través de sucesivas transforma­ciones el hombre crea continua­mente el ambiente para su vida; y el ambiente a su vez responde con­dicionando el desarrollo físico in­telectual y moral del h ombre mis­mo.* Este conocidísímo círculo vi­cioso según el cual, cada genera­ción, actuando en parte conciente­mente y en parte inconcientemen­te, a través de aquellos hechos múltiples y diversos que las cien­cias sociológicas consideran objeto de sus estudios, es la jus tif icación si alguna puede haberla de la ur­banística entendida como actividad de carácter social. Razones oscuras, casi incomprensi­bles, han mantenido a los estudios sobre la implantación humana en un plano exterior, casi como si no interesara a la ciencia este gran­dioso fenómeno de la civilización humana, y no sabemos decir por lo tanto en qué medida la cadena hombre-ambiente-hombre es res­ponsable de lo que llamamos pro­greso, o cuando en cambio depen­de de éste. Lo cierto es que existe h oy en día una actividad, que quien la prac­tica gusta llamar planificación ur­banística la cual, según la reciente tradición y la recientísima legisla­ción en la materia, debería preci­samente ocuparse de estudiar el ambiente en el cual vive el hom­bre a fin de dirigir sus transforma­ciones teniendo cuidado sin embar­go de limita rse a los solos aspectos "físicos" que ese ambiente presen­ta. Todos saben, en efecto, como los planes urbanísticos tienen que ver con aquella relación que se lla­ma precisamente urbanística, entre las casas y las calles, entre habi­tación y lugar de trabajo, entre las ciudades propiamente dichas y las zonas menos habitadas que se ex­tienden entre ellas; pero todos ter­minan por saber también , apenas han tomado conciencia de por qué esta urbanística oficial los deja in­satisfechos en el plano cultural , có­mo tales relaciones entre las cosas y, me animaría a decir , las cosas mismas realizando su función , no deben considerarse fi jadas por cá­nones, esquemas y reglas fijas, o peor todavía, determinadas por el solo capricho de quien se ha dado llamar planificador, que sería en este caso solamente un puro crea­dor de formas. Aquellas cosas y aquellas relacio­nes son precisamente el resultado, en el plano físico de la edilicia y del paisaje, de las transformacio­nes que el hombre, día a día, con­ciente o inconcientemente, realiza en la vida. Y entonces una urba­nística que no quiera reducirse a

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la resolución de un problema téc- da como simple expres wn arqui- de la aceptación de la idea de pla­nico de detalle y quiera en ca mbio tectónica de conjunto. la idea de 1 nificación territor ial por parte de aportar su contribución a la reso- la planificación terri torial ha lle- ¡los más directamente interesados. lución sus tancial del protlema. aun gado a una in tegración tal en el El hombre de cultura sigue ignoran­cuando el problema esté limitado a plano conceptual, que no puede ser do cual es el problema de la ciu­las meras dimensiones arquitectó- más separada de la idea de desa- dad casi como si no fuera un pro­nicas, debe por necesidad de las co- rrollo económ:co y social, y por lo blema s uyo: el político trata de to­sas. interesar:.:e del cómo y el por tanto de la planificación entendida dos modos de evitar las responsa­qué de esas transformaciones, bus- en su sentido general; y junto a til idades que la urbanística le re­cando llegar al origen dr los fenó- esto debem:>s poner el éxito poli- cuerda, minimizand:> la importan­menos que condicionan la vida tico de la insti tución de los minis- cia de ésta y denunciando como

podríamos decir- en el ambien- terio.:; para In planificación territo- utópica su fundamental instancia te mismo. y ampliando s u horizon- rial en los paises más civilizados, 1 el~ coordinación entre las interven­te h asta s uperar casi su pr imitivo y la consecuent;:! inst itución de F a- cwnes; el hombre de la calle igual­carác ter puramente técnico-artí:;ti _ cultades de Url:aníst ica para la pre_

1 mente dispersa sus energías inte­

co, encontrarse confusa y continua-1

paración del -~ersonal necesario pa- lcctuales y p?litica~ .insi:;tiendo so­mente mezclada con problem1s que ra la act uacwn de los programas. bre detalles ms1gmflcantes y olvi­más de cerca se refieren a otras Y por otra parte debemos recono- dando sus necesidades más urgen­disciplinas y operaciones ; y con cer a nuestra vez q ue no obstante tes con respecto a la renovación del ellas deberá llegar a pactar a fin estas afirmaciones, la urbanística ambiente que ahora ya no puede de establecer una colaboración efec- se encuentra todavía en sus pri- más, como en el pasado, obtenerse tiva sin la cual no le será jamás meros pasos en lo que se refiere a con la espontánea y lenta adecua­posible alcanzar s u nuevo y com- metodología de trabajo concreta y cién de las estructuras físicas al piejo carácter de actividad social a seguridad en los principios bási- igualmente len to cambiar de la si­creativa. cos. El pasaje del empir is mo s im- tuación económica, social y cultu­Dt biendo hablar de la hL;toria de p lista de Jo:; primeros téc:-:lcos y ral. la urbanística. jamás deberíamos de sus primeros manuales a una Una justificación para esto, po­considerar a ésta , hoy, como un:t verdadera y propia disciplina de eirá encontrarse en la d ificultad h istoria de las ci udades y tanto me- ¡ carácter c ientífico no es nada fácil; que encuentran siempre, para afir­ncs como el análisis de las trans- especialmente en una materia como marse, las ideas aparentemente formaciones morfológicas del tejí - ¡ ésta que no tolera demasiadas sim- simples y has ta perogrullescas do urbano, que como tal , es obje- p.ificaciones, por la dificultad en cuando son reducidas a la esencia­to específico de esa rama dP la

1

que nos encontramos al tener con ti- lidad de un concepto abstracto, y geografía humana que toma el nuamente que pasar de los t:empo.:; viceversa sustancialmente comple­nombre precisamente de geografía rápidos de la intuición a los lentos jas, tortuosamente involucionadas urbana , pero sí como una h is tor;a del a nálisis metódic-o, de la calma cuando se trata de ponerlas en con­de los esfuerzos que con mayor o de la investigación a la exhaltación 1 tacto con la intrincadísima realidad menor intensidad y éxito han hecho de la sín tesis creativa. de la vida de una población. los h ombres para mejorar las con- Se podrá decir que estas son ca- Otra j ustificación podrá ser aquella diciones de vida partiendo del es- racterísticas comunes a todas las que se deriva de considerar como tudio de la situación ambiental y actividades humanas que en algu- es constreñida y entorpecida en s us dirigiendo su desarrollo. Es deci r, na fo rma estén implicadas en las movimientos por su misma com­una concepción de la historia ur- 1 investigaciones científicas, pero que pleja naturaleza, la acción planifi­banística que sea -y no puede ser no son pura investigación científi- cadora. de otra manera- el reflejo ele nues- ; ca : y esto es exacto y es qu izás po- Como ya hemos señalado, h pla­tras ocupaciones y de nuestros pro- l sible encontrar caracteres similares nificación debe proceder contempo­blemas. En este sentido una com- en todas las actividades de los ope- ráneamente: en el plano de una paración entre los textos de Lave- radares sociales. Queda sin em bargo metodología de carácter rig uroso, dan y '·La Cul tura de las Ciudades" alguna ulterior y particular preo- deduciendo de los datos s uminis­de Mumford nos da, j un to con la cupación por la urbanística, cuando tractos por análisis conducidos cien ­medida de lo que han sido las se valore la divergencia que exis- tíficamente, y en el plano empírico transformaciones de nuestros inte- te entre lo que podemos llamar el por una sensibilidad que debe f iar­reses histériográficos, también el reconocimiento oficial en el pla no se, a falta de otra cosa, del olfato sent ido exacto del desarrollo que político y académico (una legisla- nacido de la experiencia y del uso ha tomado la idea mis ma de la ción , una burocracia. una enseñan- del intelecto, con todos los riesgos planificac:ón, que - partiendo del za univer sitaria y una formal ac- que esto comporta. La planifica­"Town-Planning" del 1800 para el tuac:ón de la urtanistica. por to- ción, territorial no puede actuar, cual justamente Laveden busca en das partes, también en Italia), y Jo como es fácil pensar, fuera de la el pasado las soluciones <y si su que es en cambio el reconocimiento política; y sin embargo debe ac­historia no nos satisface es preci- oficial en el plano de la cultura que tuar - o debería actuar, si fuera samente porque ha envejecido y es falta totalmente, se trate de una posible- fu era de los partidos pa­insuficiente ya, su concepto de la paridad con las otras ciencias y ra un fi n que ningún partido en ciudad y del ,'Town Planning" l , d:sciplinas en la forma de las aca- buena fe puede no reconocer como llega con Mumforcl a una proble- d~mias y en la sustancia de los / válido, como por otra parte proce­mática de fondo en la cual n ingún a lientos (por parte de quién, f un- de toda otra acción de carácter término de la cultura moderna se- cionario de Jos ministerios o res- científico, que debería precisamen­rá extraño a ella. 1 ponsables de la investigación cien- ' te poder trabajar indiferentemen te Lo que sin embargo nos interesa tíf:ca en la universidad o en los en cl ima dirigís tico o en clima Ji­

mayormente poner de relieve es es- organismos creados para este f in, beral. Y viceversa el camino de la te doble aspecto de la situación ur- deberían solicitar, sostener moral- urbanística está continuamente obs­banística : por un lado se debe re- mente y financiar los es tudios ur- taculizado por la pretensión de gistrar como un éxito el que, naci- , banís ticos) , sea que se trate en vez aquellos que no ven cuanto sea 41

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abstracto el pretender leyes que no sigan de alguna manera, lo que la opmión públ.ca y la costumbre han ya sancwnado, o aquella de pre­tender una costumbre que no sea en algún modo protegida por las leyes. La planif:cación territorial, todavía, debe proceder a menudo trabajan­do contemporáneamente a distin­tos nivele:; con todas las dificulta­des que en el plano práctico este continuo desplazamiento, también de mentalidad, puede comportar : de la planif:cación de los recursos naturales y de las fuentes de ener­gía debe poderse desplazar a los problemas de la edilicia residencial o mismo has ta el plano part:cula­rizado de un barrio y al reglamen­to ed:l:cio; y viceversa partiendo del problema de la edi.icia rural o de la edilic:a res:dencial urbana puede encontrar: e teniendo que im­~!.car en el discurr:r la estructu­ra m:sma de la propiedad inmobi­liaria, teniendo hasta que invalidar­la en el plano del derecho. La planificación territorial, en fin , debe contemporáneamente mirar las cosas desde los más diferentes puntos de vista: tanto si se consi­dera un barrio solamente o un gru­po de regiones, los e: tudios y las propuestas deberán tener en cuen­ta bs aspectos económic-os, los as­pectos culturales, los aspectos so­c·ales; tradiciones y fuerzas de re­novación, higiene fís ica e h igiene mental, sicología del individuo Y del grupo, derecho público y de­rech o privado, asistencia y previ­sión, valores plásticos espaciales y valores comerciales, todos estos y muchos otros son los componentes que no deberían !::er olvidados en un trabajo de planificación terri­torial. La formación diferente en su origen, en los distintos países, de una cultura urbanís tica, hoy en día ya universalizada, denuncia por otra parte claramente, la compleja naturaleza de esta particular dis­ciplina que participa igualmente de los atr ibutos del arte y de los de la cienc'a: nacida prevalentemente en Alemania y después en Italia como extensión de los intereses compositivos y técnicos de la arqui­tectura, fue apadrinada en Fran­cia, principalmente por bs geógra­fos y en Ingla terra por los uto­pistas, por los sociólogos y los eco­nomistas. La verdadera historia de la acdón urbanística no es otra en el fondo, que la h'storia de una continuidad de experiencias y de esfuerzos ha­cia una mayor claridad de ideas­!>obre la planificación territorial; y viceversa esos esfuerzos, al menos aparentemente, se han resuelto en

una siempre mayor complicación les criterios de la experimentación y de una ingenua seguridad imc1a1 cientííica; un trabajo, también, del han conduc.oo a la actual perpleJ.· cual permanece s iempre vago y po­dad, despues de haber puesto en liticamente inquinado el Ln ú.timo tela de juicw, con resultados a me- a obtener. Los hombres de ciencia nudo desconcertantes, cada un-o de han demostrado sí amar c:ertas co­los aspecto::; de la realidad terri- sas que se llaman sociabilidad, ar­torial, al menos en lo que se re- te, pohtica, pero no desean verlas fiere a las posibiiidades de su con- mezcladas en su t rabajo; y en vez tralor por parte de los urbanistas. esta::; mismas cosas, debe en cam­A la insat1sfacción por el fracaso bio mezclarlas continuamente, con­de una exper.encia conducida con tinuamente yuxtaponer lo sagrado m esperanza de haber encontrado y lo profano. la segura via metodológica ha se- Los arquitec tos por su parte no guido, normalmente, la insat:sfac- h an visto jamás con agrado, es­ción por el fraca: o de una expe- pontáneamente, esa ampuac.ón del nencia conducida con una metodo- horizonte h acia los intereses cien­logia opue::;ta casi a la anterior. A tificos que la urbaníst.ca les pro­la esterilidad debida a demasiados ponía, porque esto s gnificaba un a náls.s se ha reacc:onado con la esfuerzo, por lo meno::; de informa­ligereza de una exces iva confianza ción para alcanzar la pos;bilidad en una intuic:ón no controlada, Y de un lenguaje común. los inconvenientes del trabajo "en La pereza y los complejos de infe­arbitrar:edad gro::;era de una perso- rioridad y superioridad han tenido na única; o viceversa. Y en cada su buena parte en este conflicto urbanística y en cada planificación entre la investigac:ón metód:ca y se ha reproduc:do día a día la más la fuerza creadora intuit iva. grande exper:encia de toda la p.a- Pero quizás las cosas h an cambia­nificación terr:torial: cada uno de do hoy en día. En el momento m:s­nosotros ha podido o h a debido vi- mo en que los técnicos h ::m a lcan­vir, año a año, las exper:encias que zado el máximo de la perplej:dad contemporáneamente ha e í a n los teórica y al mismo tiempo !>ienten otros, en nuestro y en los otros ' la necesidad de salir de lo genéri­paises; cada uno de nos:>tros alter- ¡ co y comienzan a int~ntar donde ~s nativamente, ha padecido de los posible, en el t rabaJO, una prec1· mismos defectos y de lo::; m ismo:; sión metodológica d2 t:po c:entí­excesos. fico, en este mismo momento mu­Quizás sea esta la única manera chas señales nos indicarían una que tenemos de hacer progresar disminución de las reservas por una activ:dad tan difíc:l, pero indu parte de los especiali::;ta::; en lo que dablemente ha contribuido a este se refiere a la urbanística y a los tormentoso desorden también la urbanistas. Nace pues la e::;peran­falta de colaboración de todos aque- za de un trabajo común, ya que llos que, especializados en varias 1 traba jo común tendrá que ser. Ya disciplinas particulares que intere- ¡ no es más posible pensar en elimi· san a la urbanística, podrían haber nar uno de los dos componentes, aportado a la urbanística la contri- 1 el arquitecto o el hombre de c:en· bución de una experiencia ya su· cia, como no es posib:e pensar en frida en t iempos precedentes Y eliminar el diálogo necesario entre también, más sustancial, la de un ambos, dividiendo el trabajo en dos trabajo en común. 1 fases diferentes, sucesivas. El diá· Las razones de esta fall:da colabo- logo y el trabajo común servirán ración, deben ser buscadas en la para la n ecesaria comprensión re­lógica desconfianza recíproca entre ciproca y para una atenuación de dos mentalidades que p~r ser de l los defectos de categoría. Demasía­opuesta formación no estan hechas do a menudo las co: as van mal en para entenderse al primer contac· el mundo, por falta de una adecua· to. Los especialistas y los hombres da experien cia humana por parte de cienc!as no han visto jamás con de los estudiosos, o por el horizon· buenos ojos una colaboración con te exces!vamente restringido de la los urbanistas, todos ellos de for- 1 especialización. La misma investí· mación técni~o-artística, dada la di- gación en cada u~o de ~o~ sectores ficultad de estos para aceptar, co· particulares podna qmzas ganar mo absolutamente necesario, el ri· en la colaboración, o en un debate gor c' entífico de la investigación, más general como el que provoc:J.­distraídos como están por una fan- ría el examen de los problemas u r· tasia a menudo de dudosa calidad; banisticos ; ya que, aunque no exis­ni han jamás demostrado verdade· ten una sociología y una sicología ro interés por el t rabajo urbanísti- de la investigación, aunque no exis· co, que no adm!te aquellas simpli· te una crítica sociológica de la ficaciones a priori que hacen posi· planificación , es también evidente, ble la aplicación de los tradiciona- que fácil es, para qu:en tra'ba)a en

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un sector demasiado bien defin:do, las ~osas en el _ s~ntido del co~~or-1 idea de ~~ ~lanificación, su lógica

tan profundo cuanto se quiera, per- tam1ento emp1nco y descnptlvo. y su leg¡tlmldad, para luego pasar manecer ciego frente a ciertos erro- Un debate debería poner en luz la a ver cuáles puedan ser las pers­res conceptuados de implantación 1 diferencia, que creo notab:e, en tre pectivas de un trabajo común en más general, que en vez serían el concepto de experiencia válido el campo de la planificación, a fin aclarados inmediatamente por el para el urbanista y el mismo con- de hacer fructificar para el hom­contacto con la fre::>ca ingenuidad cepto válido para esta o aquella bre de mafiana todos los esfuerzos de algún otro, completamente ex- sociología. cumplidos. traño al sector. Y una prueba de esto, me parece ser la confusión que reina a diario entre los medios y los fines. El hombre de ciencia no podrá pues trabajar sin el ur­banista al menos que no se haga urbanista él mismo. Es que la ur­banística no es sociología, ni pura investigación de carácter social: es socioiogía ese conjunto de in­vestigaciones que a la urbanística le son necesarias, pero que preci­samente t~enen para ella solamen­te un carácter instrumentaL La acc:ón verdadera y propia de los urbanistas es un servicio de carác­ter operativo que se define en la planificación.

Juntos, todavía, urbanistas y soció­logos podrían someter a una en­cuesta crítica ese "esquematismo" del cual nosotros los urbanistas so-mos acu::;ados a menudo y del cual nos acusamos a menudo. Es nece­sario en efecto ver hasta qué pun­to llega la síntesis como necesidad creat.va que prepara la interven­ción, y cuándo en cambio se susti­tuye la síntesis con un esquema promovido por la pobreza de ideas, por la inercia mental y por insu­fic;entes convicciones. P o r otra parte la tendencia, y, diría, la nece- ¡ s idad de construir esquemas no es solamente propia de la urbanísti- 1 ca: es tamb:én de muchas c:encias

En 1 ba ·st'c h sociológicas y es por lo tanto opor-a ur m 1 a ay una expe-1 riencia de síntesis, hay un momen- tuno que en este examen se acla-

to creativo que vuelve particular el ! ren las razones que diferencian aporte de bs otros hombres de nuestros esquemas. de los de ellos, c.encia, pero que es prop:o del ur- l!egand·o a ver s1 los nuestros, banista. Los urban:stas por s u par- cuando son ~erdadera.mente es:tue- ¡ te deberán aceptar la colaboración 1 mas, . ~ de~Jvan d~ impulsos ~e- 1

y el contra:or, deberán perder el todolog!Cos m~onsc1entemente liga- ¡ gusto por las esquematizaciones, dos a los metodos de la ciencia deberán darse cuenta pie a te natural. y es evidente la utilidad n men d 1 1 .f . . . de su responsabilidad. Juntos, ur- 1 e _una ta e an Jcacwn, que a~u-banistas y hombres de ciencia de- dana no solamente a los urban .s­berán comenzar a aclarar el , mo- tas sino a todos los sociólogos a mento creativo·· de la planificación, distinguir el esquema de la verda-

dera síntesis creativa. del cual hemos hablado, en aque-llo que es común a todas las acti- En fin sería oportuna una discu­vidades humanas en general y so- 1 sión a fondo sobre la f inalidad de ciológicas en particular, d'stinguien_ las sociologías, para ver cuáles do a su vez Jo que es peculiar de pueden y deben encontrar en la ac­la urbanidad. Urbanistas y soció- ~ ción urbanística una desemboca­logo::; deberían tener un intercam- dura válida, y cuáles en cambio no bio de ideas sobre el conocimiento tienen con ella n lnguna posibilidad creativo de la urbanística, que es 1 de contacto. Es claro como entre conocim:ento h'stór:co, no ya en el l estas últimas deben incluirse con sentido sistemático y del compor- certidumbre aquellas que desde­tamiento de las ciencias naturales ñan la observación candente de las y de muchas sociologías que se ba- situaciones actuales para no tur­san sobre un análisis y sobre una bar su serena investigación cientí­sucesiva clasificación, pero en el 1 fica. Pero no es tan claro en caro­sentido de una historia de h echos, bio si nosotros debemos preferir, de ind:v·duos singulares y del ur - limitar por añadidura, los contac­banista mismo cuando actúa en tos a Jos grupos de c:encías socia­una situación y la modifica, casi les que estudien la vida humana. obligando, haciendo la historia, ac- En términos más generales es ne­tuando por síntesis. Y por eso ni cesario que resulten claros los mé­siquiera hi3toria en el sentido de todos con los cuales las diversas las d'recciones de la sociedad ale- ciencias sociales afrontan el estu­mana pero historia como "hacer" dio de la sociedad urbana y cuáles que no soporta las esquematizado- entre ellos pueden ser más útiles nes de una filosofía de la historia a la urbanística, y recíprocamente o de una socioloma de la h istoria se pueda ver cuál es el aporte que Agradecemos muy como no soporta las de los sació- las experiencias urbanísticas pue- especialmente al logos, geógrafos, que también ellos den traer a las cienc:as sociales. Arq. Antonio Cravotto la colaboración pre:;tada a pueden considerarse, en el fondo 1 Jun~os, sociólogos y urbanistas de- esta Revista al traducir como historiadores que estudian 1 herían examinar desde la base la integralmente el presente artículo.

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1 =;;;;;:;;;;;;:;;=:::::;:::::::;::::::=-:::---:--::-== .-::::=-:~==-:=======:::-=-=-== ==-=======;;;;;;;;;;;;;:;~.!::==-

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EL PLAN NACIONAL DE

VIVIENDAS Y LA EXPERIENCIA

EN OTROS PAISES

1 da. Si bien las condiciones eco- tir de un jornal obrero 1 Fr. ~a 1

nómicas. la tradición y la cul- hora. afirmándose la econom1a tura de los pueblos varía n, la en la medida que aumenta e l experi encia por ellos rea lizada, jorna l.

tiene para nosotros particula r in- En España. en cambio, con un

te rés. jorna l obrero de 60 pesetas por

El aum ento demográfico . el blo- d ía. no ex iste sistema más eco­

queo de los alqui!e res la pa - nómico que e l tradicional.

ra lización de la industr ia de la En la localidad de Choysy Le constru(c ión. la destrucción pro- Roy. se construía en el a ño 1966. vacada por la guerra. acumula- un conjunto habitacional de gra n ron en las ciudades europeas. un densida d de población. rea lizado 1

tremendo déficit habitacional. en base a un plan de remodela-En el a ño 1955. en Francia. el ción de la antigua ciudad .

lO RENTE b' · . l . ¡ . . L ¡ 1 1 go •erno •mpu so a construcc10n a zona comerc ia y e acceso I ARQ . RAFA EL

1 masiva adopta ndo una política .:¡ los enormes bloks habitac iona- ~ de subsidios a la activ ida d pri- les. se ha n resuelto en una pla-

l vada . ta forma a ni ,·el superior de las j E n esta forma. y en pocos años, rutas actua les. ~reando a mplios

se construyeron en todas las ciu- espacios públicos. 1

dades. con intensidad va r iable, La planta baja se ha destinado a 1

una enorme cantidad de vivien- g rupos comercia les y grandes

das . á reas de estacionamiento . Por un lado. la esca sez de ma no En direcc ió n S. E. de Par ís - en de obra destina da a la construc- relación a N orte Da me- se le-

1

: ión provocada por la absorción va nta la nue,·a ciudad de Cre­

de una poderosa industria . y por 1 te il - una de las más recientes

otro, la necesida d de producir el y mejor concebidas del inmenso

mayor núme ro de unidades en el conjunto que rodea la Capita l.

menor tiempo posible. fu eron Su característica princ ipa l radica tactores dete rmina ntes del impul- en que la \' ivienda está resue lta 1

1 ~o de la prefa br icac ión. Con este í'n b looues de menor a ltura no

sis tema. en Fra ncia , se constru- mayores de 50 mts. de longitud 1

yeron 600.000 unidades en el y e l centro comercia l se ha lla in­año 1966. teg ra do con la vivienda . E sas ciudades. a isladas a l prin - Los espacios ex teriores son má s cipio. fu eron a mpliándose sucesi- accesibles a l uso públi co .

De!:id e hace años y en forma ca- vamente Y hoy integ ran un ver- El conjunto de Bag neux. proyec-1 da vez más acentua da. se pla n- da dero cinturón que rodea la to de los Arqtos. Gillet. Gomis ! tea en el país la necesidad de 1 C apita l. a una distancia media e lng. Bodiansky - resuelto en

1 de 25 kms. 1 1 d 1 encara r a construcción masiva . 1 una co ina- es uno e os mejo-de viviendas. orientá ndola hacia Muy ce rca de Orly. ¡unto a l pe- res ejemplos de estos conjuntos. los sec to res de la población más rím etro de l predio. está ubicada En M a rly Le Roi. Les G randes necesirados un.a .de l.a.s tantas Usinas de Pre- J T erres. se encuentra un gra n con- ' Son lñuchos los proyec tos de faoncao on -Balency Y Schuhl. junto. proyec to de los Arqtos.

pla nes que se ha n elaborado. y Se trata de una enorme p!an- M aree) Lods. Honneger y Bofé.

1 si bien el hec ho reve la una enor-1

ta co~ sus ta.llere~ propios, . d.e Los bloques de vivienda de 50 me di spersión de esfu erzos. de- herren a. carpmten a Y electno- ¡ mts. de a ltura. 120. 100, 8:) y

muestra tam bién la preocupación 1 dad , en donde se rea lizan los 25 mts. de longitud. rodean un

exis tente en determina dos secta- grandes moldes y sus in sta lacio- ,1

gra n centro comercia l. deporti vo,

res. de concretar soluc iones pa - nes. socia l. El de Sa rcelles - de 100 ra un problema de indudable l La economía del sistema radica mil habita ntes.- proyecto de los trascendencia nac iona l.

1 en la ma no de obra que la E m- 1 A rqtos. Boileau y Laburdette. en ¡

Uno de los hechos más sorpren- . presa estima en 500 horas por v i- donde pueden aprecia rse las d is-

1 1 dentes consta tados en los úl ti - 1 vienda. tintas etapas de la prefabrica-

!

mos años. es la prioridad que ha n 1 S I costo de los equipos es su- ción des.de el año 1959 hasta el dado los gobiernos de países des- perior a l método tradicional. y el . presente .

a rrollados a la construcción ma- procedimiento de prefabricado Las urba nizaciones como la s de

44 j siva y pla nificada de la vivien- comienza a ser económico. a par- Sarcelles se ha n rea lizado s in q up 1

1

1

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los Arqtos. hayan adquirido pre- lleg an todas las maña nas 250.080 están a ca rgo de un Organismo

viamente exacto conocimiento de personas. , mixto integrado por 16 miembros

las verdaderas necesidades y for- tn ias estac iones terminales. dis- -con representación- Estatal.

ma de v ivir de los habitantes. tan tes del Centro, llega n los óm - O pta!. , Comunal y Privada, que

La técn ica no debe limita rse a 1 nibus procedentes de las ciu da- ac túa con a uton omía. Expropia.

variar en detalles las fac hadas 1 des y en e llas se realida el tras- construye, rea loja. proyecta. ven­

de los bloques y no se trata de 1 bordo a los di stintos sistemas de de y adm inis tra .

hacer ciudades pa ra adaptarlas transporte de la Ca pital. Existe un doble control económi­luego a las necesidades de la po- T odo este mecanismo provoca co. de parte de la Comuna y d el

blación y mucho menos pretender 1 grandes problemas de trá nsito. Minis terio d e la Economía.

1 que ésta se adapte a las nuevas in suficiencia de carreteras. gran- El número de funcionarios téc ni-

1 condiciones de vida impuestas. des conce ntrac io nes de óm nib us cos y admini strat ivos que aten­

La economía y la técnica deJen : Y de a utomóviles. no solame nte d ia esta impor ta ntís im a obra era. ¡ ~ituarse al serv icio del hom bre . ¡ en los accesos a la Cap1ta l (bou- , en 1966 de 250 en total. com- 1

Es indispensable definir previa- levards pe riféricos) si no en la ; prendiendo 40 Arquitectos y 1 • • 1

mente qué es lo que debe hacerse zona centnca. ' o tro!: tantos In genieros trabaja n-de acuerdo a las necesidades. y En las hora s cri ticas de entrada do en eq ui po.

luego buscar e l meca nismo más i y salida del trabajo (solo en El conjunto que se in icia en el 1 a decuado para su rea lizac ión . Printem ps y La fayette tra ba- Sena se desa rrolla a lo largo :le

E s fácil constatar en estos g ran - jan 30.000 personas)· se produce la A vda. Gral. de Gaulle, en un a

des conjuntos, cómo la técnica se la para lizac ión casi completa de l longitud de aproximadamente perfecciona d ía a día. Las ter- tráfico Y solamente func iona de- 1.280 mts. y en a nchos variables minaciones son cada vez n: á s bido a la inte l "ención masiva de entre 70 y 250 mts.

perfectas, la viviend a - c0usioc- los age ntes de l tránsito. Y d entro de esta área se levan-

d d ¿ 1 Las Oficinas de Trá ns ito, en 1

ra a in ivi tl J mente- eo; d·: un tan eno rmes blo :¡ues d e 100.000 f 1 coordinación con la s de Urba nis-gran con ort. pero ni e. conjunto m2. destinados a negocios y es-

d d d 1 mo. estudia n solu ciones basadas 1

e uní a es. ni os espac io.; e.\- criterios: ed ificios para 2.500 vi-. · ¡ · · · en la construcción de grandes tenores. n1 a compOSlClOn ¡.;ene- viendas para obreros de la zona;

1 d 1 f d Parking s peri féricos con el pro-ra . respon en a a orma e vi- 50.000 m2 para comercios; esta-v ir del hombre en sociedad. pósito de evitar la penetración

de ve hículos en la ciudad. y pa-E l a burrimiento es el principal

ra lelam ente. el rápido incremen­enemigo de estas conce ntracio-

to de unidades de tra ns porte eo­nes. El sistema de vida ha s ido cuestionado por sociólogos y psi-

lecti vo.

1 quiatras. pero es ev idente que en pocos años, se han hecho v ivien- LA DEFENSE das pa ra millones d e personas.

Pero es también evidente que los 1 Pero además el Ins tituto de Ur­espacios exte r iores no ha n sido ba nismo para la ciudad de París resueltos en función de la escala ha puesto en prác tica nuevas so­humana; los conjuntos habitacio- luciones basada s en la densifica­na les carecen del equipamiento c1on de dete rminados centros necesario y, a pesar de la a lta dentro mismo de la Capita l. He­densidad de población. resultan vá ndolos a 1.000.000 de habi -

ciones de óm nibu s y ferrocarri­les subterráneos que pasan bajo el cauc e del Sena; gran centro

de Exposiciones; estacionamien ­tos subter ráneos para 20.000 ve­

hículos y varias autorutas. d is­tribuidas en distintos niveles.

El tráfico actua l a través de la 1

A vda . Gral. de Ga ulle es de 60.000 vehículos por día. Esto da idea del importante núcleo circu­latorio que se construye. La in­versión tota l se ca lcula en: 2 mil millones de Fs.

Las obra~ de La Defense. en la monótonos y s in vida. trans for- tantes y d otándolos de todos los primera zona de 80 Hás., se ini-

1 mándose en verdaderas ciudades equipos necesarios pa ra aseg urar ciaron en 1965 y se terminarán dorm itorios. su a utoabas tecim iento. en 1975. En las 700 restantes se

Tales las carac terísticas de estas 1 En la zona de La D efe nse. ubi- empla zarán grandes centros cul­ciudades, habitadas en su mayor cada a 4 Kms. del A rco del turales y de Enseña nza Superior parte por gente que traba ja en Triunfo en direcc ión Oeste. so- Especializada .

la Capital. Pero además. este he- bre la A vda. Gral. de Ga ulle. se La construcción masiva no se cho crea muy serios problemas levanta el primero de los 8 cen- efectúa sólo en las grandes ciu-

1 circula tor ios . Dia riamente el fe- tros proyectados. dades. E n otras de menor den-rrocarril y los ómnibus transpor- Se tra ta de la remodelación de s ida d, dis ta ntes de las principa­tan a París a lrededor de 700.000 un conjunto de 800 H ás. que pet - les. tambi .n se construye en idén ­

jornaleros, obreros. empleados de tenecen a las Comunas de: Pu- tica form a y con el mismo s tan­la industria y comercio, profesio- taux. Courbevoie y Nanterre, de dard.

nales, etc. las cua les actua lmente se rees- F üminy-V ert, s ituada a 12 Kms.

1 A la estación de Saint Lazare, ¡ tructuran 100 H ás. Estas tareas de S t. Etienne. es una ciudad in- 45

Page 62: Arquitectura 242 - 1967

dustrial ubicada en una zona car- Si bien la Enseñanza Primaria, bonífera. Normal y de Oficios se realizél Se desarrolla en el valle del On- con gran eficiencia, la Enseñan­dinne y sus casas envejecidas za Superior es necesario hacerla por el tiempo y ennegrecidas por en la Capit.ll.

el humo, no proporcionan a sus No existen tampoco, ni las diver­habitantes una vivienda deco- siones , ni la a nimdción de Loo­rosa. dres y la vida se de:-:liza en un La única zona por donde la ciu- clima de calma y tranquilidad. dad podría haberse extendido fue Todos los habitantes conocen los ocupada por talleres y fábricas . movimientos de los demás y no En áreas reservadas para nuevas se vive en el anonimato de las extracciones de carbón y en otras grandes . Capitales . Los encuen­poco productiva, se levanta un tros de la poblaci<?n' aún en el ceo­nuevo barrio, unido a la vieja tro, no se realizan como en otras ciudad , en la cual la gente vive ciudades. Los niños y los jóve­en patios sombríos y en callejo- nes en cambio, realfzan una vida nes húmedos, carentes de sol. plena, de relación, en lo cultural. La construcción del nuevo barrio deportivo-social y de diversiones. ha sido promovida por la oficina Estos hechos, unidos a la conve­de H. L. M . de Firminy Y es niencia de que la población de

impulso excepcional, pero el do­minio de la máquina, ¿no ha li­mitado la imaginación y la crea­ción?

En España hemos encontrado so­luciones interesantes de poblados destinados a sectores sociales de bajos recursos.

La Vivienda Rural se ha resuel­to con acierto a través del Mi­nisterio de Colonización. El poblado en la localidad de Villalva, en la provincia de Ca­latrava, San Isidro de Albatea, Vegaviana, en la provinc1a de Caceres, proyectos del Arq. Fer­nández del Amo, constituyen her­mosos ·ejemplos de pequeños po­blados para colonos.

En Madrid, los poblados de Fuencarral. Batan, Caño-Roto y

para los Arquitectos de pa rticu- las ciudades se integren con es- Hortaleza, constituyen excelen­lar interés porque Le Corbusier tratos socia les de diversa situa- tes ejemplos de unidades a utoa-

1 construyó allí el Hogar de la ción económica y cultura l, han bastecidas, destinados a sectores 1 Cultura y de la Juventud, con- modificado el criterio de los ur- de bajos recursos.

junto deportivo de gran impor­tancia, integrado por: el "Sta­dium" Olímpico, la Iglesia, Pis­cinas y Espacios de juegos que irá n emplazados en una extensa

área. Un gran block de Le Corbusier para sectores de media nos recur­sos, está en vías de terminación. Los grandes bloques de este co.a-

¡ junto han debido construirse so­bre el único terreno disponible, presenta ndo gra ndes dificultades para su realización , por tratarse de canteras de preda. abandona­das y viejas galerías de minas cjue obligaron a realizar cateos de hasta 60 mts. de profundidad. A me¿ida que éstos se hacían, en la M aquette, los edificios cam­biaban de ubicación y de forma.

HARLOW

banistas y los proyectos de las ciudades que se realizan hoy. se hacen en base a una mayor con­centración.

De una densidad de 60 Hb. por Há., en la zona de la vivienda en Harlow, se pasa a 300 o más ha­bitantes por Há., siempre en edi­ficios no superiores a 6 pisos. Con ello se busca una so~ución

que permita a los habitantes rea­lizar una vida más dinámica , ale­gre y de intensas relaciones hu­manas. El centro comercial, de negocios y espectáculos se inte­gra con la zona residencial.

Los servicios generales, los cen­tros comerciales, los negocios y espectáculos se mezclan con la vivienda para lograr una estruc­tura compacta y coherente. Con ello se mantienen las ventajas de la "ciudad jardín" pero los espa­cios se resuelven a escala huma-

Pero las viviendas que se cons­truyen con créditos subsidiados, ¿se destinan a los grupos socia­les más necesitados?

El Ahorro popular se canaliza preferentemente hacia esos secto­res?

Las soluciones arquitectónicas dadas a la vivienda , al barrio o al pob~ado, ¿contemplan las aspi­raciones de los usuarios?

Los ejemplos mencionados ¿no constituyen la excepción dentro de la gran masa edificada? No se trata sólo de buscar los re­cursos económicos que permitan la realización masiva.

Es una de las ciudades satélites na los costos de mantenimiento

Es necesario reestructurar- las ciudades. Pero además la vivien­da , el barrio, el poblado. deben responder a la ma nera de vivir de la gente. Los conjuntos habita­cionales no pueden encararse co­mo núcleos para dormir, sino que debe tratarse de incentivar la vi­da comunitaria, creando espacios vivos, propicios a las relaciones humanas, disponiendo el equipa­

miento necesario, capaz dE> pres­tar a los habitantes los servicios deportivos y sociales, de salud y de cultura, indispensables para

de Londres de más reciente cons- y de servicios generales son mu­

trucción y constituye un ejem­p!o en la aplicación de moder­nos principios urba nísticos. La mayor parte de la población está integrada por obreros y em­pleados de las fábricas industria­les vacinas. Sólo el 16 % de la

46 población tra baja en Londres.

cho menos onerosos, y los habi-tanees realizan una vida más in­tensa y animada.

Tales las características del pro­yecto para la ciudad de Hook, de 100.000 habitantes. En toda .Europa , se ha dado a recuperar e incentivar los verda­la constru_cción de la vivienda, un · cleros valores humanos.

Page 63: Arquitectura 242 - 1967

LANGUEDOC-ROUSSILLON PLAN DE URBANIZACION PARA UNA ZONA TURI.STICA

ARQ. RUBEN ALBERDI

La activ:dad turística juega hoy un papel creciente en la economía: ella es objeto de una verdadera preocupación en E.uropa. En Francia , re­cientes sondeos sobre acondicionamiento turístico del territorio, permi­ten afirmar que en la mayoría de las regiones, la población considera el turismo en un plano más importante que la agricultura o la industria. En el U ruguay, la industria turística sólo es superada por la de la lana . Esta importancia del turismo aconseja fundamenta lmente s.u explota­ción. Allí donde otras veces, el albergue del viajero solitario era sufi­ciente, hoy es necesario acondicionar bien, situaciones particu~ares; ru­tas turísticas especiales, establecimientos adecuados socio-culturales, espectáculos al aire íibre, juegos, etc. Allí donde otras veces la inicia­ti va privada era suficiente para satisfacer al viajero en su búsqueda de ciimas du'ces, la intervención de la colectividad es solicitada no sólo para servir a los diferentes lugares, sino también para prever los ac­cesos o para mantener los precios. Siendo el turismo generador de formas de vida particulares que apro­ximan los mundos urbanos y rurales, su planificación en Francia tiene especialmente en cuenta las singu'aridades de la geografía del país. El objetivo que se persigue consiste en establecer en la elección del lugar, el mejor equilibrio en cuanto al número de turistas, a proteger sitios bien determinados, a prever un tur ismo para el mayor número de personas, s in crear .una categoría particular. Dado que es en la zona del Mediterráneo donde se produce mayor afluencia de turistas, los poderes públicos han sido llevados a interve­ni r bajo formas diferenciadas. La zona mediterránea, seg ún una encuesta reciente, absorbe cerca de la mitad del turi~mo europeo. Así la Costa Azul, con 250 km. de costa y sólo 50 de playa se encuentra prácticamente saturada. A su vez, toda la extensa zona mediterránea que se extiende desde M ontpe!lier hasta la frontera española ( 160 km. de playa sobre 180) ofrece el espectáculo

de una inmensa playa, corta.da a menudo por pintorescos peñascos. Ella constituye lo que se denomina Languedoc-Roussillon. ~e a¡nrente uniformidad de paisaje. presenta, a su vez, una gran variedad de luga­res de atracción para el turismo. Co'inas, sitios tradicionales, monu­mentos, asimismo viñedos y cultivos que avanzan hasta el extremo de la playa, ocupan lugar preferencial en la zona.

47

Page 64: Arquitectura 242 - 1967

48

La vida adm inistra tiva , cultura l, industria l y comercia l del Languedoc­

Roussil lon, está concentrada en las ciudades de Nimes, Montpellier .

Setes. Beziers, Narbone, Carcasonne, Perpignan, etc. A pesar de las ve:1taja s na tura les de esta zona costera. ella no ha sido beneficiada

hasta e l presente con un desarrollo tur ís tico comparable a l de la Costa

Azu l y la Costa Bra\·a.

Varias playas se han desarro'lado espo ntáneamente en las proximida­

des de importantes ciudades de la región, constituyendo verdaderas

estaciones ba lnea ria s. Cabe. s in embargo. señalar que las construccio­

nes SO!l allí en general. de ca lidad mediocre. y el servicio hotelero in­

suficie nte. Este retardo se explica por la existencia de obstáculos ma­

yores ta les como e l viento, a menudo violento. contra e l cual, una rara

vegetac ión ni o frece el abrigo necesario n i ::la la reparadora sombra. Se agrega a todo e llo la presencia de mosquitos. insuficiencia de equi­

pos genera les ( fa!ta de ag ua ) y ausenc ia de establecimientos portua ­

nos para emba rcaciones pequeñas.

El tur ismo presenta entonces, un ca rácte r local y a la vez popula r co n

e l es ta blecimiento de camptngs .

La fuerte co rriente turística hacia países como E spaña y Grecia ha lle­

vado a l go~ierno francés a realiza r el equipamiento del litora l. desde la ciudad de Montpe ll ier hasta la frontera con E spaña . La importa:1cia.

dive rsida d y complejidad de dicho equipamiento . ha conducido al Es­

tado a resen·arse la dirección de la operación.

1 Se tra ta de do[a r a l litoral Languedoc-Roussillon de las comodidades

necesa rias para el recibimiento y d istribuc ión del tur ista. Los trabajos

se realiza rán en un per íodo fija ::lo de 1 O a 15 años. Una misión i:1ter­ministeria l está enca rgada de coordinar esa acción y de dirigir su eje­

cución, y es e lla la que ha resuelto la concepción genera l dei acondi­

ciona miento y ha concebido un plan de urba nismo de interés reg iona l.

También está encargada d~ concretar los planes funda menta les de ca­

da establecimiento ba lneario a crear. Aseg ura igua lmente , y hace ase­

gurar por intermedio de las adminis traciones competentes, todos los es­

tudios geográficos. económicos. sociológicos. comerciales y técnicos ne­cesarios. La misió n ha prec isado una políti ca de pla nificación y urba­

ni smo que le perm itirá ordenar en su propio interés la libertad creadora

de quienes realizarán las futuras construcciones.

La acción de la misión no sustituye a la de las colectividades, servicios

y organis mos locales; a l contra rio. tra ta de establecer una cooperación constante con e llos. prepa ra con su i1yuda. la acción concertada de to­das las iniciati vas públicas y priva das para a tender una final idad co­mún. A la s a rmas tradicion:1les del urbanismo que fu eron utilizadas con

una a utor idad creciente. se ag regaron nuevos elementos con miras a proteger los diferentes luga res. Fueron const ruidas insta laciones para

mejorar tanto lo que concierne a l suministro de agua como a la s in­fraestructuras costeras. no consti tuyendo esos trabajos, para los habi­

tantes pe rmanen tes. U!la sobrecarga apla stante. Créditos por un monto

tota l de va rios centenares de millones de francos , ha n sido previstos

para los primeros cinco a ños. La programación es la s iguiente:

a ) En m r~ teria caminera o rutera, la creación o el acondicionamiento

de más de u,la docena de puertos de recreo. judicia lm ente repartidos

para desarrollos de grandes cruceros y navegación costera . b) La población de bosques en vastas superficies ce rca de la costa y

a lgunas colina s muy próximas.

e ) E l aprovisionamiento de ag ua potable en cantidad suficiente pa ra responder a l fut uro desarro llo de zonas a urbanizar . d) El saneam iento de los principales es ta nques existentes en vista a

sus posibilidades para los deportes náuticos.

e ) Y por últ imo. una efectiYa acción, ya comenza da hace va rios años.

..

Page 65: Arquitectura 242 - 1967

que tiene por finalidad combatir la insoportable molestia que s ignifica

la presencia de los mosquitos. Este programa de urbanización, dará a l litoral Languedoc - Rousillon

un paisa je nuevo, teniendo en c,uenta a la v ez, singularidades de la re­

gión, características humanas y perspectivas de expansión del turismo

en los años venideros. Tres planes a diferentes escalas han sido establecidos: 1) Un plan de urbanismo de interés regional que organiza la puesta

en valor a largo plazo de toda la zona del litoral Languedoc-Roussillon

y delimita las unidades turís ticas a crear, constituyendo un conjunto

de servicios comunes; a su vez define las zonas naturales a preservar

de toda ,urbanización anárquica y traza gra ndes estructuras de equipa­

miento regional. Il ) Pla nes complementarios a escala de la Comuna , están en curso

de elaboración . 111) Sobre los terrenos adquiridos por el Estado un plan fija la es­

tructura de futura s unidades de acondicionamiento a establecer en ellos. Es elaborado por arquitectos estaduales. Los terrenos son vendi.dos a

sociedades de economía mixtas departamentales encargadas de efectuar

todos los trabajos previos a la construcción de inmuebles: replanteos, rutas de distribución, parkings, suministro de ag,ua , redes de electrici­

dad y de gas, preparación de centros comerciales, conjuntos deporti­

vos, paseos, parques, establecimientos de edificios públicos, etc. La pre- financiación de los trabajos de equipamiento está asegurada

por esas sociedades. Con la garantía del departamento y del Estado se contratan empréstitos junto al Fondo Nacional de Equipamiento y de

Urbanismo y también d e la Caja de Depósito y Consignación. Su ob­

jetivo no es construir , sino realizar los equipamientos fundamentales y lu ego ve~1der , a las diferentes empresas constructoras, socie·dades in­

mobiliarias, sociedades financieras, promotores, etc., los terrenos con­venientemente acondicionados, con la obligación de respetar el plan

de conj.unto. Las empresas privadas, una vez finali zadas las construcciones a las

que se comprometieron. podrán venderlas o arrendadas a precios en­

teramente libres.

Alrededor de sectores adquiridos por el Estado han sido creadas zo­nas de acondicionamiento diferido, de una superficie total de unas vein­

ticinco mil hectáreas. El Estado posee en estas zonas un derecho de prioridad de compra, que le permite impedir transacciones especulati­vas. La puesta en aplicación de este plan de Urbanismo de interés re­g ional, determina zonas precisas de urbanización y reglamenta las po­sibilidades de construcción y financ iación. El acondicionamiento de toda la costa ha sido concebido para evitar

la Urbanización continua de una estrecha banda a l borde del mar, que

obstaculizaría la integración del paisaje y haría desaparecer poco a po­

co las razones mismas de atracción ~uristica .

En definitiva pues, el plan de acondicionamiento urbanístico Langue­

doc- Roussíllon, es la expresión de una idea fundamental en la que el

desarrol!o dinámico y operacional de una región debe apoyarse, para

la puesta en lugar de una infraestructura ordena·da de una gran zona.

49

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S E C C 1 ON

1

1 1 1

1 1 1

e ' •:

1

1 1 1

50

Nos referimos muy especialment~ en este número al trabajo aparecido en la Revista L' Architecture D' Aujourd'Nui (N9 130), dedicado al Habitat y preparado por los Arqtos. P. Parat y H. Argu:llere. Naturalmente hemos hecho una síntEsis del mismo. fundamentalmente en los aspectos gráficos, por lo que recomendamos la lectura completa de tan importante material. Traducción: R. Lorente Nouvelle.

1 TENDENCIAS

A CELULAS

En este ca mpo, la evolución al principio lenta, después más mar­cada se caracteriza por las si­guientes tendencias:

1 Mejoramiento de la pre3tación

Desde el a umento considerable de la instalación eléctrica a la búsqueda de sistemas de calefac­ción mejores que la losa radiante. hasta la ais~ación acústica y el aumento de calidad en las termi­naciones tanto interior como ex­teriormente. En síntesis una neta superación en la calidad de detalles y ter­minaciones.

2 Mejoramiento de la natura­leza y c3lidad de los equi­pamientos

Sanitarios: con un segundo baño

para los niños. Cocina: e o n un equ-ipamiento

comp!eto. Lavadero: espacio aislado agru­pando máquina de lavar y seca­dora.

3 Aparición de nuevos elemen-tos funcionales

Creación de un espacio libre, ha­bitable que busca su vocación. Sea una sala de juegos, modesta al principio. después más impor­tante, verdadero estar de los ni­ños, vinculada al estar diario. al dormitorio de los padres y al de los niños, pero independizable por paneles corredizos. Sea un espacio polivalente para el juego. o el trabajo aislado del hombre o la mujer. Sea una especie de sótano en el mismo piso, independiente de la vivienda o comunicado con la cocina y aquí todavía buscando su vocación.

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4 Realización de volúmenes transformables

B CONJUNTOS El pasaje de la célula al grupo de habitaciones no puede hacer-

El . f·· . · se más que a través de un cierto cerramiento no es IJO smo . . b"d d f número de mecamsmos de agru-que esta conce 1 o e una orma

más o menos realista para ser pación. De hecho, toda moda de agrupa­

constantemente adaptado a las necesidades de la familia , ofre-ciendo:

en el mínimun: una cierta trans­formabihdad obtenida por el simple juego de paneles corredi­zos o plegables . en el máximun: cerramientos de­jados . a la e!ección de los ocu­pantes en los apartamentos ter­minados en rústico. Esta elec­ción podría eventualmente ex­tenderse a ciertos elementos de fachada.

5 Desarro:Io de espacios exteriores privados

ción supone una cierta geometría de los conjuntos que constituye una solución a los problemas de funciones humanas complejas. Toda sim,plificación burda de la 1

geometría d~ los conjuntos co­rrespond! a una esqu~atización arbitraria del funcionamiento y conduce a. una organitación in­suficiente, inadaptada, incapaz d! contener un desarrol:o d~ la vi­

da. Es a través de esta geometría de los conjuntos que intentamos de­terminar las tendencias que se manifiestan en la búsqueda de los grupos de habitación. Estas tendencias son las siguien-

tes:

Condenación del plan masa, reflejo de un3 yuxtapos:ción ~y::ométric:1 sin espíritu

La necesidad de dar al aloja- 1 miento una prolongación exterior normal y sus elementos de tran­sición, conduce a desarrollar so­luciones habitua les (balcones, loggias).

La yuxtaposición pura y simple de una pi!a cuadrangular de cé­lulas paralelepipédicas - 1 os blocks- en otros volúmenes cua­drangu!ares, para llegar a solu­ciones circunstanciales -los pla­nes masa- es de todos los cami­nos posibles la más perezoza. la más fácil y la más simplista. Por lo tanto es en la hora actual la solución más generalizada.

Se busca inmediatamente solu­ciones más avanzadas que van desde la terraza al verdadero jardín concebido con el fin de bo­rrar los márgenes artificiales en ­tre lo individual y lo colectivo.

6 Concepción d< la cé:ula co­mo elemento básico de un conjwnto preconcebido

La célula no es más estudiada en ella misma, sino en relación al conjunto en que debe integrarse. Para detectar las posibilidades funcionales y plásticas que na­cen de la agrupación y que son utilizadas para mejorar cada cé­lula agrupada. Para evitar el replanteo de la dis~Nsión sobre las calidades in­trínsecas de la célula.

Pero el aspecto primario de tal solución decae cada vez más. Se hace evidente que una esquema• tización tan arbitraria no respon­de a las nece·sid:1des y se cons­tata las fallas del p!an masa. Todavía queda por explicar co­mo este camino pudo generali­

zarse en nuestro país y porque tendrá por mucho tiempo un cierto número de defensores. Los mecanismos administrativos, profesionales y conceptuales que están en juego constituyen de hecho una traba importante.

51

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52

1

2 1 La búsqueda centrada sobre e! La vo!untad de agr.upación se

elemento geométrico del conjun- constituye en el elemento deter· La búsqueda de la continui- to conduce a ciertas proposicio- minan te del aspecto interior y ex­

dad o geometría de los con- nes y plantea el problema funda- terior de la célula y de esta for-

juntos desarrollados lineal- 1 menta l de la escala. de la dimen- ma todas sus prolongaciones na·

mente sión óptima de los e lementos re- turales son tenidas en cuenta .

pe tivos (célula, parte de la célu- Vista desde este punto de vista,

A la no solución discont inua del !a. grupo de células o elementos la búsqueda que nace de la refle·

plan-masa se opone la toma de constructivos con di verso grado xión sobre la conünuidad des-

conciencia de los problemas de de ela boración). emboca sobre una toma de con-

continuidad que condiciona n el ciencia total de la noción de la f

. La generación de elementos li· desenvolv imiento de las unc10- célula.

1

neales geométricos más comple­nes huma nas.

jos. repetitivos a l nivel de la

La discontinuidad engendra la construcción pued en abrirse a 1

repetición, la notoria ausencia 1 espac io a partir de directrices

de diversidad y fin a lmente la curvas (espira les. helicoida !es.

ausencia de u n a orga nización etc.) .

perceptible.

La percepción directa de una de­

terminada orga nizac10n es el

fundamento de toda conside ra­

ción funciona l.

Responder a estas exigencias y

a estas funciones conduce a so­

luciones concretas, perceptibles ...

Solamente una cierta continuidad

3 Búsqueda d e la continuidad

en volúmenes o geometría

de los conjuntos d esarrolla·

d os en el espacio

E n efecto, después de mucho

tiempo se ha comprendido que

una célula de habitación es indi-

sociable de una cierta proporción

del espacio exterior, que es su

proyección necesaria y su tra n­

sición entre el interior apropia­

ble y el exte rior no apropiable .

Las y uxtaposiciones geométricas

del pla n ma sa deshec ha n sin lu­

gar a dudas toda consideración

de este tipo. limita ndo la célula

a la fac hada del block sobre el

espacio ex terior standarizado. in­

definida mente repetido. imperso-

1 puede s e r aprehendida por el

1 hombre. La toma de conciencia de la con-

na ] para el habita nte.

tinuidad como sig no del espacio La geometría de los conjuntos y

.1umano conduce a la búsqueda una la rga reflexión deben con­

de una conti nuidad d e volúme- ducir a soluciones \·erdaderas y

1

Esta necesidad d e compre"d'!r ,

d e descubrir , de pei"'Cibir e1 fu.'l­

cionamiemto es un dato fu"cion~l

y puede ser el más imoort""t~

aunque de hecho es el más olvi­

dado.

nes no solamente sobre una linea.

o sobre el plano vertical de esta

línea privileg iada. sino también

volumétrica mente.

La primer etapa de esta búsque- Este camino implica una geome­

da de la continuidad en ta nto que tría de los conjuntos constreñida

elementos significa desembocar el nivel mismo de la célula.

en una geometría de conjuntos 1 Forma

li neal. o· t 'b o - d 1 o 1 1 IS fl UCIOn e aS V I SUa es.

a una renovación en las ag rupa­

ciones de ha bitació n.

En la hora ac tua l. la búsqueda

d e células cruciformes capaces

d e agrupaciones laterales y fron­ta les como asimismo de ciertas

superposiciones (son tres direc­

ciones ortogonales de agrupacio­nes) son a mpliamente ilus tradas por estudios recientes.

C ua ndo la línea de crecimiento D istribución de las orientaciones. 1 del s is tema es una recta. la célu- D is tribución de los volúmenes E l estudio de tej idos. de ma lla s

y sistemas poliédricos más o me­la. elemento de un conjunto. no interiores. nos complejos pero respetando

sufre ca mbios. Pasaje de la s servid~mbres de

Los puntos de creci miento de l msta laciones.

s is tema son las intersecciones. los Estática de la construcción.

nudos de unión de elementos ti -

neales . Deben perm itir el agrupam ien to

¡ en las tres direcciones del espa-E l s istema admite un crecimien- cio. Superpuestos a los da tos ha ­

to indefinido : ti ende a crea r ma- bitua les de fun cionam iento inte­

Jlas de un tejido en el cua l pue- rior y exterior de la célula. estas den d esarrolla rse equipamientos nuevas limitaciones determinan variad os. que tienen s igni fi cac ión el encuad ro de un estudio ente­

por la continu idad del s istema ramente renovado y particular-

principal. 1 mente difici l.

l

el principio de una utilización de

e lementos constructivos stan­

dards se persigue también por

todos lados.

Las búsquedas puras (Le Rico­la is ). el estudio d e construccio­

nes orgá nicas na tura les (vegeta­les. estructuras crista linas ) con­

tribuyen a enriquecer el lengua­

je y a extender las preocupacio­

nes de los que conciben la habi­tación.

-

Page 69: Arquitectura 242 - 1967

·¡

4 iEnvolvente como faA::tor de continuidad o geometría de las agrupaciones contenidas en él

j El camino es aquí inverso al pre-

1 cedente. Persigue el mismo obje­

. tivo, proponer una org<mización \ continua del espacio partien¿c

de una envolvente prcdeter!!!!na­da que corresponde a la del vo­lumen básico (volumen t>n bruto. no totalmente definido ). Organ i·

za el volumen construido por P]

espacio no construido. ahuecan­do el "volumen capaz" y llegando

a la célula por sus prolongacio­

nes. En el límite tiende 2 orga-

C HABITAT

Pa ra crear realm ente un habitat

valedero, se debe organizar en un todo coherente. no solamente

los volúmenes de habitación , si­

no los volúmenes y los espacios

necesarios a l desarro!lo de las

necesidades y aspiraciones de los hombres.

Los equipamientos que agrupan

los medios de ciertas funciones

pa rticula res fueron dura nte mu­

cho tiempo pura y simplemente yuxtapuestos entre ellos y y ux­

tapuestos a elementos arbitrarios

de la habitación (blocks, torres,

pórticos. centros diversos) .

La tendencia a una organización

geométrica más compleja y con­

tinua interesa tanto a l a lojam ien­

to propia mente dicho como a sus prolongaciones.

La natura leza y la cantidad de estos equipamientos, su concen­

tración a rbi traria se ponen en

duda desde el punto de vista de

una visión más continua del fun­

ciona miento.

nizar la célula a partir de unR C iertas agrupaciones perm iten visión del conjunto de la mas¡-¡ crea r. a menudo en forma econó­construída .

Prácticamente se satura el volu­

men básico de volúmenes elemen­

tales: células + prolongaciones, según una regla dada de repeti­ción geométrica, extrayendo pos­

teriormente las células en exceso para guardar un máximo de cé­

lulas viables. Este método con-

duce a combinaciones continuas de gran interés.

mica, volúmenes inter iores inte­grados a la organización geomé­

trica general de los conjuntos.

En estos volúmenes pueden des-arrolla rse eq uipamientos e u y a distribu ción se encu entra "orga­

nizad a" por la geometría de las

agrupaciones del conjunto a l cual : ellos pa rticipan .

A una yuxtaposición simplista de los equipamientos ·se le opone una distribución organizada por Un camino así puede conducir a la continuidad de los volúmenes ! que la realización de operado-

nes particulares sea precedida

por la interpretación precisa de

esquemas de estructuras genera­

les. La práctica del plan masa

será así reemplazado por la defi­

nición de reglas de crecimiento

geométrico soporte de temas de

organización general en el inte­

rior de un esquema volumétrico.

específicos de la habitación.

La organización genera l del con­

junto se vuelve así , clara, legible,

comprensible para e l ha bi-tante.

La ciudad retoma un sentido de evidencia para todos y dentro de

una organización reencontrada la

vida puede desarrolla rse nueva­mente .

53

Page 70: Arquitectura 242 - 1967

. 54

2 y en todas las escalas de la so- tales, laboratorios y una partici­ciedad; demuestra un rechazo de pación eficaz de los técnicos.

TRABAS Y SOLUCIONES

la evolución que es, para muchos, Es evidente que hacen falta va­el rechazo de orientarse delibe- rios años para poner a punto radamente hacia el futuro. una simp~e vivienda económica

Si tales son las "tendencias" en Hace falta por todos los medios (H. L. M.) y sus elementos que

materia de células, de agrupacio- de hacer tomar conciencia a la contribuyen a darle un carácter nes y de habita t. hay que reco- ~ pob!ación de que está directa- arquitectónico.

nocer que los conjunto.: realiz~- mente "afectada" por su aloja- No se trata de seguir improvi­dos no explotan nada las pos!- miento y corriendo el riesgo de sando soluciones frente a deter­

bilidades actuales". vivir en el año 2000 como en minada demanda . Hay que orien­Esta distancia entre las posibili- 1900, qu·e la evolución le con- tarse hacia estudios madura-dos, dades ofrecidas Y el carácter de cierne y que no la obtendrá más pensados donde el arquitecto de­las rea1izaé:iones se acentúa cada que por la . presión que deberá be encontrar su lugar al lado del

vez más. ejercer sobre los Poderes Públi- promotor y del industrial. Para retomar la evolución que cos. Es preferible juzgar trabajos de nos supera, hay qué franquear equipo realmente coherentes so-obstáculos, levantar barreras que 2 bloquean nuestra sociedad y que Falta de búsqueda en cier-desde el punto de vista profesio- tos arquitectos

nal son en lo esencial las siguien- Frente a la falta de interés de la tes:

1 Falta de interés bastante paradoja} de la población

población y de los Poderes Pú­blicos por la calidad del aloja­miento, muchos arquitectos no se

interesan en la búsqueda. Se debe reaccionar por todos los

por su. vivienda medios contra la opinión muy

Cómo se explica el hecho de que extendida: "No se hace arquitec­

en Francia en particular no ha tura con habitaciones económi­

habido una reacción mucho más cas violenta de la población para oh- Recordemos que una de las po­tener de los Poderes Públicos y cas obras monumentales contero­de los constructores un habitat poráneas es la Unidad de Habi­mejor concebido, mejor distri - tación de Marsella de Le Cor-buído, más armónico? busier.

bre rea~izaciones experimentales

antes que en concursos.

4 Aislamiento del arquitecto frente a los técnicos en lo qu~ concierne a la industria­lización

La industrialización conduce a una economía que debe permitir

realizar células y agrupamientos estudiados con un criterio evolu­

tiVO mejorando la ca~ida<l del de­talle y la terminación. Si el arquitecto no sabe conven­cer, persuadir, imponerse. . . La arquitectura será excluida de la industrialización de la construc­ción. Parecería q u e este desinterés O los arquitectos harán el es­

proviene del de la construcción fuerzo necesario para que los entre las dos guerras de la com- conjuntos de habitación estén do­

partimentación en categorías es- tados de belleza y de vida o el tratific~das y cerradas y de la francés seguirá mal alojado ig­crisis permanente que conduje- norando lo que se le podría ha­ron a una falta de fluidez del ber dado, o bien lo que es muy mercado de alojamientos. Esta SJrave también, el aspecto .de inercia del mercado retira toda Francia será definitivamente de­

pos ibilidad de elección personal. formado .

La arquitectura es un elemento demasiado important! ,p a r a el bienestar del hombre como para que esté ausente de la industria­lización. Tiene más valor aún .. que la calidad técnica que será objeto de largas discusiones. Sin

esta situación está agravada por 3 una repartición anárquica de los bienes y los costos en este do- Falta de medios para la minio. búsqueda

La larga costumbre de un estado · Para aquellos que a pesar de la 1

de cosas deplorable explica la re- falta de interés verdadero del pú-signación, la falta de interés, pe- blico, de los cuadros, de los pro­ro no la justifica. Se ha alcanza- motores privados, semi públicos do un alojamiento sin deseo ni o estatales continúan la búsque­posibilidad real de vivir en un 1 da, los medios con insuficientes. medio rea 1m ente contemporáneo. ¡ La búsqueda arquitectónica exi­Esta actitud es verdadera tam- l ge no solamente recursos finan­bién~en todos los me<lios conexos cieros sino estudios experimen-

ella la situación actual se agra-vará y sin saberlo la pob!ación

continuará sufriendo esta ausen­cia.

La presencia .del arquitecto es ne­cesaria, tratarse del estudio de un panel sanitario o cualquier elemento de terminación. Una ventana e u y a s proporciones agradables están ligadas a cuali­dades funcionales no es forzosa­mente más costosa, a veces mu­cho menos que aquel'as que en­contramos en la mayoría de los

catálogos de -prefabrkación .

...

Page 71: Arquitectura 242 - 1967

La industrialización debe exten~ derse de la obra gruesa a la obra total. En todas las etapas de concep­ción de agrupaciones, la Arqui­tectura debe estar presente. Los

, arquitectos deben unir sus esfuer-11 zos junto con los industriales pa­

ra estudiar una verda-dera prefa­bricación pesada o ligera.

• El diálogo na es tan fácil de abrir como puede suponerse. Se debe crear un lenguaje común a !a Arquitectura, las Técnicas, y las Ciencias Humanas que posi­bilite colaborar estrechamente a todos los interesados. Parecería que si existe 'Ui!l verda­dero interés por la Arquitecturd habría qu~ encontrar ese len­!J•Jaje.

5 Reglamentación y política de Comisiones.

Hay que liberar a la Arquitec­tura de una reglamentación ar­bitraria y muchas veces absurda. La verdadera responsabilidad del Estado y de los promotores ra­dica esencialmente en la elección de equipos responsables. Hay que dejar libertad de con­cepción y de ejecución en estos equipos para juzgarlos severa­mente frente a la obra terminada . Hay que suprimir las numerosas

• comisiones que no pueden tener más que una acción malthusiana cualquiera sea el valor de su~

miembros.

6 Polltica del Plan masa (plan de conjunto)

El Plan masa, en tanto que jux­ta-posición de volúmenes y torres es una solucion fácil que evita sin duda plantearse problemas y perder dinero en estudios. Es probablemente la principal razón de la inercia suscitada en la pro­fesión. El plan masa podría apa-

recer como una solución juiciosa

frente a los problemas de la cons­trucción repetitiva, de industria­lización y de construcción en gran serie. El blo.ck es una solu­ción de repetición pero es una solución que no es continua: el pasaje en el curso de la obra, de uno a otro rompe la cadencia y no se justifica a priori por una consideración óptima.

de vo~úmenes generales que es-- , ta idea aportaba . . . con utilidad. Para muchos estas ideas se han formulado de,s.de hace varios de­cenios. Estos últimos años han permitido ajustar las posibilida­des de combinaciones en vol~e­nes para la habitación y profun­dizar el problema de la relación entre el ser humano con su me­dio.

Cuando se trata de torres el pro- El Arquitecto comienza a tomar blema de la repetición es perma- conciencia de la complejidad de nentemente cuestionado y más esta tarea. Ayudado por sociólo­aún cuando la altura varía. El gos que han comenzado a traba­plan masa se traduce inmediata- jar en profundidad sobre la ac~ mente en planes de agrupamien- ción de la psicología y otras cien­tos .directamente explotables so- cías humanas conexas, descubre bre el plano técnico y fi nan- que el habitat para el hombre no ciero. puede jamás reducirse a una jux­

Corresponde a una tipificación taposición de volúmenes simpli­de estudios que conducen a la ficados correspondiendo solamen-

te a funciones físicas. Deberá in­monotonía y a la esquematización arbitraria del funcionamiento. ventar una organización , es de­

Otras técnicas más evoluciona­das, deberán ponerse a punto pa­ra permitir alcanza r esta tipifica~

cir un conjunto orgánico que co­rresponda verdaderamente a las necesidades psico - sociológicas

ción evitando sus inconvenientes. contemporáneas.

El plan masa -construcción en morse de puntos y rayas- co­rresponde muy exactamente a la visión superada de los primeros

Hace falta que este movimiento de ideas tome actualmente un fuerte impulso para recuperar el ttempo perdido y tapar las malas

industriales para los cuales la se- costumbres profesionales muy nu­rie sig·n·•f.icaba identidad a bsoluta merosas por cierto. .de productos. En nuestra época debiéramos saber que esta visión es falsa que una industrializa­

En . esta perspectiva, debemos desconfiar en alto grado:

ción madura debe permitir una De todas las proposiciones ema-· gran variedad de modelos. El nadas de grupos humanos que plan Masa se transformó en una ha n demostrado su incapacidad etapa de estudio y una etapa ad- para situar y resolver los pro­ministrativa porque aporta una blemas presentes y pasados concreción visual de un proyec- De las proposic'iones .Je aque­to pero sobre un aspecto lleno 1 llos que buscan escapar a la di re ilusiones. 1 ficil reflexión realista mediante

El problema que debemos abor- una actitud prospectiva que la dar hoy es muy otro y si quere- ! falta de fundamentos críticos mos desembocar en soluciones ' transforma en una actitud esco­nuevas des-de a hora posibilitadas l lástica frente al futuro.

p.or la.s posibili~ades técnicas y El trabajo a cumplir, los estu­fmanCJeras a fm de responder dios a iniciar, las experiencias a verdadera mente ·a las necesida- 1 realizar e interpretar const;tuyen des actua les y a las de un futuro · el campo de acción donde los próximo: ·t t t-.J ¡ arqut ec os y vuos os responsa-Debemos poner a punto los me­dios geométricos que permiten suprimir el pasaje por el plan Masa, conservando la definición

bles del habitat deben coincidir en la misma dirección.

P. Parat Ch. H. Arguillere 55

Page 72: Arquitectura 242 - 1967

SE TERMINO DE IMPRIMIR EN MONTEVIDEO EN "IMPRESORA RECORD", J UAN D. JACKSON 1390,

EL DIA 21 DEL MES DE DICIEMBRE DE 1967.

Page 73: Arquitectura 242 - 1967

..

i •

Proceso de formación de las tormentas eléctricas y aplicación de métodos modernos para una protección eficu de lu mis­mas, por medio de pararrayos a base de ls6topos radioactivos.

Las descargas eléctricas o rayos se generan usualmente por nubes de tres dife­rentes maneras. Hay rayos que tienen lugar dentro de las nubes, otros que se descargan en el aire, fuera de la nube, y los más peligrosos que son los que chocan contra la tie­rra. En los tres casos, el rayo es causado por la rápida descarga de grandes acumula­ciones de energía eléctrica, dentro de las nubes que se mueven .

Estamos aún lejos de comprender completamente el mecanismo de estos varios tipos de rayos, pero estamos todos de acuerdo en el camino que sigue la descarga cuan do ésta choc<~ con la tierra, o sea que, es una ruta formada por "iones" en la atmós­fera a través ele la cual la energío de alto-voltage se descarga.

Explicación del desarrollo de las tormentas A medidé! que se forma la tormenta, la intensidad del campo eléctrico entre la

nube y la tierra aumenta y en un instante particular, se producirá la suficiente energla para ocasionar en rápida sucesión los siguientes eventos.

Una corriente piloto Invisible que empieza en la. base de la nube buscando el camino de más alta conductibilidad. Esta Corriente Piloto, es de poca magnitud. En otras palabras, es la descarga de alto voltage primaria, que busca o forma un camino inicial de ionización.

Siguiendo a la Corriente Piloto se forma una Corriente Lfder; avanza a intervalos ya que busca el camino de mayor conductibilidad. Su progreso es m~s r~pido que el de la Corriente Piloto, es apenas visible y contiene calor que ioniza la atmósfera, pre­.para el camino para las subsiguientes descargas que forman un potencial total, de al­rededor de lOO a 1000 millones de voltios, con corrientes ele 20.000 a 90.000 amp. ·

A medida que el Uder se aproxima a la tierra, será atraldo por algún punto sa­liente que emite una Corriente Piloto, o Lfder de Retribución que sube para ir al en­cuentro de la Corriente Uder que desciende; hacen contacto y luego viaja a gran veloci­dad hasta la nube. Cuando llega a la nube, la ruta para el choque ha sido preparada; co­mo a su llegada es continua sin intervalos, se le llama líder continuo.

El Uder continuo generalmente desciende a lo largo de la ruta ionizada, preparada por el Líder a 1 ntervalos y el Líder de Retribución a la nube. Este Líder de Retribu­ción crea ionización adicional a lo largo del camino, que permanece conductor por cerca de lOO millones de segundos Juego de que la corriente ha cesado.

Cuando las cargas de las nubes son tan grandes que no pueden neutralizarse por el 1 mpacto Principal, es seguido por otras descargas que tienen también llder de re­tribución y son de la misma forma que el Impacto Principal.

Dijimos que las cargas eléctricas en la base de la nube, generalmente negativas, son atraídas a las cargas positivas de la tierra, también que los polos se atraen unos a los otros, por lo tanto la situación que tenemos es que las corrientes de carga posi­tiva se mueven a través de la tierra.

Si aumentamos la ionización en la punt~ Franklin, puede desarrollarse una co· rriente piloto más intensa en la dirección del Uder a intervalos y se establecerla un punto de caída m~s exacto, en su propia punta; el Uder de retribución seria ayudado hacia el camino ionizado y dejarla al Franklin más rápido, para encontrarse con el llder a in­tervalos.

El Pararrayos Preventor está diseñado para hacer ésto y más. Aumentando la can­tidad de radiación, aumentamos Jos pases de iones liberados por segundo y puede crear una corriente (un conductor de corriente) de cualquier largo deseado en altura, sola­mente existiendo el campo, sin el cual no existlrfa descarga.

Page 74: Arquitectura 242 - 1967

PREVENTOR ha sido diseñado para proveer protección contra las descargas elk­tricas de acuerdo con los principios establecidos en el Código Inglés de Leyes de Pr~c­tica 326.101 (1948), y cuya área de protección está de acuerdo con los principios es­tablecidos en la cláusula 105 del mismo.

PREVENTOR es un instrumento que provee protección a muchos edificios conti­guos. Su función está basada en los siguientes principios:

1 ) Una descarga eléctrica toma el camino de mejor (más alta) conductibilidad, a través de la atmósfera, entre la base de la nube y un punto en la superficie de la tierra .

2) Durante la tormenta, se forma un gran· campo elktrico entre el centro de las nubes y un punto en la superficie de la tierra.

3) Cuando hay "iones" o "electrones" en ese campo elktrico, ellos siguen las lfneas de fuerza de ese campo, y ésto aumenta la conductibilidad elktrica de la atmós­

-fera de ese campo.

Por lo tanto PREVENTOR crea un surco adicional de ionización sobre la punta de descarga, motivado por los resortes de material radioactlvo (radio), que obviamente se tornará más efectivo bajo condiciones de tormenta, propiedad ésta que no se logra con los anticuados Pararrayos Franklin o Faraday.

Cómo trabaja el Pararrayo Preventor

La cabeza Preventor está hecha de cobre esmaltado al horno. Tiene 23 cm. de dl'­metro, 12 cm. de alto y pesa menos de 2 kg., tiene vanos de aire que dirigen las corrien­tes de aire a través de los surcos de ionización. Los vanos están unidos con un resorte especial radioactivo, de los que hay 9 por Preventor, colocados de manera que se lo­gre el máximo de eficiencia. La cabeza está unida al mástil, por lo tanto su altura es de más de cinco metros, sobre el punto •más alto en el área a protegerse. El resorte contiene 88 Radio 226 que se ha mezclado con oro. Esta mezcla se funde a una alea­-ción de plata, y se recubre con paladio, para lograr la consistencia necesaria, durabili­dad y protección contra la corrosión. ~1 resorte emite radiaciones "Alfa", "Beta" y "Ga­ma" en forma de iones. Los iones negativos son atrardos por inducción, a la punta de cobre del mástil, que lleva las cargas positivas de la tierra hacia la nube, por inducción de la base negativa de la misma.

Los iones negativos producidos por el material radioactivo neutralizarán algunas de las cargas positivas y bajarán por el conductor de cobre hacia la tierra. En un campo elk­trico muy grande (tal como el que existe inmediatamente antes o durante una descarga eléctrica), los iones positivos inician reacciones en cadena, las que, por colisión aumen­tan el número de iones ascendentes por el surco. PREVENTOR provee un mayor surco de ionización, que es adicional al punto de des­carga de ionización creado por las cargas de tierra, que se forman durante una tormen­ta elktrica.

Los resortes empleados en un Preventor P4 contienen más de 708 micro-curies de radio, crea 2.2 x 10/12 (millones de millones) de pares de iones por segundo.

El proceso de crear la ionización es como sigue:

El rayo Alfa, Beta y Gama golpea un átomo y produce un electrón dejando un ion positivo, el electrón entonces se une a un a molkula neutra formando un ion negativo.

En un campo eléctrico poderoso, todos los iones de un mismo signo (negativos en un campo negativo)- son llevados en este caso al pararrayos con cabeza Preventor y el positivo se mueve en la otra_ dirección.

...

Page 75: Arquitectura 242 - 1967

..

Los rayos Alpha producen los iones dentro de cortas distancias, los Beta a más distancia y los Gama son los de mayor al canee. De esto se nota que la ionización no se forma solamente en la fuente de origen sino que también se crea la ionización adi­cional (en particular por Beta y Gama) por colisión a considerable distancia de la fuen­te. Es por esta razón que las pruebas de laboratorio no dan resultado, pues dada lugar a equívocos .

PREGUNTAS RESPUESTAS EXPLICAC.IONES

1) P. ¿Cuáles son los costos comparativos de los tres tipos de instalaciones de pa­rarrayos?

R. Una construcción de 100 x 100m., 15 m. de alto:

16 Palos Franklin $ 180.000 con 16 tomas a tierra

Faraday $ 873.000 " 8

Preventor $ 154 .000 "

Cuando se realice el estudio de costos, deberá tenerse muy en cuenta que los edificios o instalaciones protegidos con pararrayos Preventor gozarán de un descuento de hasta un 7,5 % en las primas de seguro.

E. En relación al mismo edificio.

2) P. ¿Qué vida tiene el Preventor?

R. Más larga que la de cualquier edificio en el que se coloque. E. Cobre, paladio, plata y oro, son todos resistentes a la corrosión. El radio tie­

ne una vida media de 1.600 años. Los pararrayos Franklin de producción na­cional son construidos con materia les no apropiados; por lo tanto cuando re­ciben las primeras descargas quedan deteriorados, dejando desprovistos de pro­tección Jos lugares donde actúan, y obligando a mantener un service costoso muy frecuente de reposición de puntas.

3) P. ¿Hay algún tipo particular de instalación en el que las ventajas de Preventor son determinantes?

R. Sf, todas las instalaciones en las que extensas zonas deban ser protegidas.

E. Cúpulas de iglesias, chimeneas de fábricas, etc., son protegidas a menudo más económicamente por Franklin que por Preventor, aunque no se 1gualan en eficacia .

4) P. ¿No hay caída radioactiva?

R. No.

E. 'Es imposible porque los resortes rad ioactivos están sellados con oro, plata y paladio.

5) P. ¿Qué precauciones son necesarias para proteger a la gente de la radiación?

R. Ninguna.

E. La radiación en la base de un mástil Preventor de 5 m. es tan baja que no .. puede medirse, pues se pierde la radiación sobre la cabeza Preventor, es in­

tensa solamente durante perfodos de tormenta.

6) P. ¿Qué efecto tiene el humo sobre Preventor?

R. La suciedad que acompaña al humo podrfa, si es en cantidad, suprimir la ra­diación Alfa.

E. Los Preventor no deben aplicarse en chimeneas, especialmente si son indus­triales, para lograr el 100 x 100 de eficacia.

7) P.

R. ¿Qué efecto tiene Preventor sobre las antenas de televisión y radio trasmisores?

Mejora la recepción y transmisión bajo algunas condiciones. Esto se descubrió cuando se instalaron Preventor en la radio Luxemburgo y las cadenas de tele­visión Eurovisión (en Europa) .

Page 76: Arquitectura 242 - 1967

Fig. 2

E. Se dice que la radiación neutraliza la interferencia causada por la lluvia cósmi­ca. En algunos pafses un pequeño Preventor es usado para Impedir las Interfe­rencias en TV y se informa que trabaja extremadamente bien.

8) P. ¿Qué efecto tiene la descarga sobre Preventor? R. Casi ninguna, por no decir ninguna.

E. Según estudios tecnológicos los materiales utilizados son los más apropiados.

9) P. ¿Necesita Preventor una instalación especial de tierra?

R. No.

E. Se requiere para toda forma de protección el grado más alto de conducción a tierra . Si la resistencia a tierra tiene más de 10 OHMS no es aceptable y se debe poner más tierra .

10) P. ¿Podría un ser humano estar más cerca de lo necesario junto a un Preventor

indefinidamente?

R. No es aconsejable.

E. Un film fotográfico no revelado no debe poners~ a menos de 5 m. de un P4 (el modelo más potente) . Un ser humano podrfa quedarse indefinidamente a 4 m.

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Page 83: Arquitectura 242 - 1967

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