v i s t o 285-2015 , relativo al recurso de apelación ... · acreditó su acción de prescripción...
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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
CUARTA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
285-2015 San Luis Potosí, S.L.P., a 30 treinta de Noviembre de 2015 dos mil quince.
V I S T O, para resolver el Toca 285-2015, relativo al Recurso de Apelación interpuesto por el
actor, por conducto del Licenciado ELIMINADO , abogado autorizado, en contra de la Sentencia de
fecha 14 catorce de Noviembre del 2012 dos mil doce, pronunciada por el C. Juez Primero de lo
Familiar de Ciudad Valles, S.L.P., dentro del expediente 576/2010, relativo al Juicio Ordinario Civil,
promovido por ELIMINADO , en contra de ELIMINADO , ELIMINADO ; DIRECTOR DEL REGISTRO
PÚBLICO DE LA PROPIEDAD Y DE COMERCIO DE CIUDAD VALLES, S.L.P. y DIRECTOR DE
CATASTRO DEL MUNICIPIO DE TAMUÍN, S.L.P.; y,
R E S U L T A N D O
PRIMERO.- La sentencia apelada concluyó con los siguientes puntos resolutivos:
“PRIMERO.- Este Juzgado fue competente para conocer del presente juicio, procediendo la vía
Ordinaria Civil. SEGUNDO.- El actor y diverso demandado Encargado del Registro Público de la
Propiedad y del Comercio de esta ciudad, comparecieron a juicio con personalidad, en tanto que los
demás demandados no produjeron su contestación. TERCERO.- La parte actora, ELIMINADO , no
acreditó su acción de Prescripción Positiva, en tanto que la parte demandada ELIMINADO ,
ELIMINADO y Director del Departamento de Catastro de Tamuín, S.L.P., no comparecieron a juicio a
producir su contestación, siguiéndose el mismo en su rebeldía. Por su parte, el Encargado del Registro
Público de la Propiedad y del Comercio de esta ciudad, produjo su contestación sin oponerse a la
acción. CUARTO.- En consecuencia, se absuelve a los demandados ELIMINADO , ELIMINADO ,
Director del Departamento de Catastro de Tamuín, S.L.P., y Encargado del Registro Público de la
Propiedad y del Comercio de esta ciudad, de todas y cada una de las prestaciones solicitadas por la
parte actora en su escrito inicial de demanda. QUINTO.- Se condena al actor ELIMINADO , al pago de
costas y gastos judiciales, previa su regulación. SEXTO.- Notifíquese personalmente.”
SEGUNDO.- Inconforme ELIMINADO , por conducto de su abogado autorizado Licenciado
ELIMINADO , con la sentencia cuyos puntos resolutivos han quedado transcritos, interpuso recurso de
apelación, mismo que una vez substanciado en los términos de ley, fue citado para resolver el día 5
cinco de noviembre de la presente anualidad, turnándose el expediente al Magistrado Ponente para la
elaboración del proyecto de resolución con fecha 18 dieciocho del mismo mes y año; y,
C O N S I D E R A N D O
PRIMERO.- Los agravios formulados por ELIMINADO , por conducto del Licenciado
ELIMINADO , son del tenor literal siguiente: “1.- Lo causa a la parte actora los resolutivos tercero y
cuarto de la sentencia que se combate en relación con el considerando cuarto en cuanto a que
establece “...Precisado lo anterior, se considera que las pruebas ofrecidas por la parte actora, son
insuficientes para justificar que tiene la posesión de los predios materia de la Litis planteada, en
los términos y condiciones que exige la ley para prescribir un inmueble”; dicha consideración
contraviene de manera liberada, lo establecido en lo dispuesto por el artículo 404 del código de
procedimientos civiles vigente en el estado, toda vez que le niega el valor probatorio que el
referido artículo otorga a las presuncionales legales y humanas que obran en favor de la actora,
es decir no toma en cuenta la declaración de rebeldía decretada en contra de la demandada,
derivada de no haber ocurrido a dar contestación a la demanda instaurada en su contra, ni haber
ocurrido a absolver posiciones sin mediar causa justificada, no obstante estar apercibida
legalmente en ambas ocasiones, por lo que resulta falso que dichas presuncionales, resulten
insuficientes para acreditar la posesión del predio en litigio, ya que estás deberían generar la
plena convicción en el A quo de que los hechos narrados en el escrito inicial de demanda son
ciertos, además que dichas presuncionales se encuentran robustecidas con las documentales
oportunamente ofrecidas y consistentes en copia certificada de la credencial del IFE, donde
expresamente se me tiene por señalando el domicilio del predio materia del presente litigio, así
como un recibo expedido por la Comisión Federal de Electricidad, todas estas probanzas
adminiculadas entre sí deberían generar pleno valor probatorio en virtud de no haber medio de
convicción alguno que las desvirtúe o las contradiga y en virtud de no haber sido objetadas por
la contraria parte conforme al artículo 388 de la ley adjetiva civil vigente para este estado y así
deberá considerarse al momento de resolver el presente toca de apelación. Así mismo el señor
ELIMINADO , exhibió documental relativa a la copia certificada de la credencial de elector
expedida por el INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL, Registro Federal de Electores, ha (sic)
nombre de ELIMINADO y un recibo expedido por la Comisión Federal Electoral (sic) a nombre
de ELIMINADO . Documentales que tienen valor convictivo acorde en lo dispuesto a los
numerales 330, 331, y 392 del Código de Procedimientos Civiles en vigor en el estado, en virtud
de no haber sido objetadas. Sin embargo las referidas documentales no se consideran bastantes
para justificar la posesión del actor respecto de los bienes inmuebles motivo de la Litis (sic) en
la fecha que asevera en su demanda inicial toda vez que, en primer término los documentos no
son la prueba idónea para ello además las documentales emitidas por conceptos de recibos de
luz, agua, cable etc y las identificaciones son confeccionadas a la información o datos que
proporciona que la persona que las solicita; por lo tanto, no son suficientes para acreditar la
posesión del inmueble desde la fecha que señala el actor, toda vez que por lo que hacer (sic) al
servicio de energía eléctrica el recibo que expide es del años 2010”. Respecto a lo que menciona la
resolución que se combate en este punto, se redarguye de antijurídica toda vez que la fundamentación
legal se encuentra mal aplicada puesto que los artículos a que se refiere la misma no son los aplicables
al caso, puesto que las documentales ofertadas por la actora se encuentra contempladas como
documentales públicas por los artículos 323 fracción III y X y no privados como refiere el A quo en los
artículos en que pretende fundar la antijurídica resolución; además de que erróneamente dicha
resolución refiere que las documentales que señala son insuficientes para justificar la posesión del actor
respecto de los bienes inmuebles motivo de la Litis, en virtud de que las constancias que obran en autos
se desprende que no existe Litis de ninguna clase puesto que durante todo el procedimientos (sic) la
demandada omitió comparecer a juicio en ninguna de las etapas procesales y por lo tantos (sic) los
hechos fundatorios al no haber sido controvertidos deberán ser reconocidos como ciertos de acuerdo
con lo establecido en el último párrafo del artículo 264 de la ley adjetiva civil en consulta y puesto que la
ley expresamente manifiesta que solo los hechos controvertidos son susceptibles de ser comprobados,
no obstante lo anterior con los medios de convicción que obran en autos son suficiente para acreditar la
procedencia de la acción conforme lo establece los artículos 264, 382 y 388 del Código de
Procedimientos Civiles vigentes en el estado y así deberá considerarse al momento de resolver el
presente toca de apelación. 2.- El siguiente agravio consiste en cuanto establece el A quo en la
resolución que se combate lo que a continuación se transcribe: “Finalmente obra en autos la
confesional ofrecida por el actor con cargo a ELIMINADO a quien con fecha 6 seis de
septiembre del dos mil doce, se le declaro confesa de las posiciones que fueron calificadas de
procedentes, mismas que se encuentran contenidas en el pliego que obra a fojas 98 de autos. No
obstante con dicha probanza, no se acredita debidamente la posesión por parte del actor
ELIMINADO , respecto de los inmuebles cuya prescripción pretende en razón de que la sola
confesional derivada de su inasistencia al desahogo de dicha probanza no es suficiente para
acreditar la posesión del actor de los inmuebles motivo de la Litis (sic) en razón de que por el
solo hecho de que a ELIMINADO se le tenga por confesa que el actor tiene la posesión de los
bienes en litigio (sic) no es obstante (sic) para acreditar dicha posesión como estado de hecho,
pues esta exige su comprobación fehacientes a través de los medios probatorios idóneos, como
es la prueba testimonial.”. Resulta en la especie carente de toda lógica los esgrimido por el A QUO en
cuanto a lo que se transcribe, porque si se tiene a la demandada por aceptando que el actor
ELIMINADO (sic) ha tenido y tiene la posesión del inmuebles (sic) que se pretende usucapir, resulta
evidente que es innecesario ofertar y desahogar otro medio de convicción como el que se refiere el juez
de la causa, pues dicha confesional ficta no se encuentra desvirtuada por ningún otro medio probatorio y
por lo tanto no existe medio de convicción alguno que mejor acredite la posesión que se ostenta como
fundamento de la acción, resultando a todas luces inoperante la jurisprudencia en que se pretende
fundar la presente resolución, toda vez que contrariamente a lo manifestado continuamente por el juez
de primera instancia no existe Litis que amerite lo exigido en lo transcrito en el presente numeral,
además que dicha confesional ficta se encuentra respaldada con las documentales ofrecidas
oportunamente y que al no haber sido objetadas también causan pleno valor probatorio y que
adminiculadas a la confesional de referencia debieron haber llevado al juez de la causa a la convicción
de que se encuentran debidamente acreditados en autos los elementos constitutivos de la acción
ejercitada como lo refiere el criterio expresado en la tesis de jurisprudencia que a continuación se
transcribe [TA] 9ª. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; XXXI, Enero de 2010 Pag. 2176 POSESIÓN
MATERIAL DE UN INMUEBLE. LA TESTIMONIAL ES IMPORTANTE, PERO NO INDISPENSABLE
PARA PROBARLA. La posesión material de un inmueble está constituida por una posesión constante
en el tiempo, en la que quien la aduce se comporta ante las demás personas como el dominador de la
cosa, a través de actos de poder sobre ella, que generalmente pueden traducirse en su beneficio, como
su empleo para habitación o trabajo o la obtención de frutos naturales y civiles, no es susceptible de
demostración en juicio con alguna prueba directa, sino a través de un conjunto de medios indirectos,
con los que se conforman las llamadas pruebas presuncional e indiciaria, mediante el enlace y
ponderación de los elementos constantes en las pruebas específicas existentes en autos. Al ser así las
cosas, la prueba de testigos puede ser de gran utilidad, porque las personas declarantes están en
aptitud natural, lógica de referirse precisamente a hechos o actos ocurridos durante una sucesión
temporal, susceptibles de constatar el poder y dominación ejercido por alguien sobre un objeto, en tanto
que los demás medios probatorios, como los documentos, la inspección judicial, las pruebas técnicas, la
pericial, etcétera, sólo muestran lo que ocurrió en breves momentos. Sin embargo, a pesar de que la
testimonial goza de mayor idoneidad para aportar mayores elementos de convicción sobre la posesión,
por lo que generalmente se estima necesaria por los tribunales, eso no lleva al extremo de tomar esa
prueba como exigencia absoluta, como requisito sine qua non para acreditar la posesión en todos los
casos, porque existe siempre la posibilidad de que la pluralidad de elementos allegados al juicio,
sometidos a una apreciación valorativa consistente y exhaustiva, pueda generar en el juzgador la
convicción plena de la posesión de que se trata. (...) Consistente con lo anterior resulta legalmente
necesario que ese tribunal de alzada proceda a revocar mediante sentencia ejecutoria la antijurídica
resolución que se combate y se dicte una nueva en donde se tome en consideración el criterio que se
desprende de esta tesis de jurisprudencia que se menciona. 3.- Por otro lado si bien es cierto lo que
menciona el juez a quo en cuanto lo que establece el artículo 273 de la ley adjetiva civil, también es
cierto que el mismo no considera las circunstancias específicas del juicio en el que se comparece, es
decir que el mencionado litigio se llevó en rebeldía por no haber sido contestada la demanda en tiempo
y forma, situación esta que derivó en que se decretara la presunción legal de que los hechos narrados
en el escrito de demanda son ciertos, presunción legal que debió causar prueba plena a mi favor y que
la demandada tenía la obligación procesal de desvirtuar, hecho este que no aconteció, por lo que resulta
evidente que la carga de la prueba paso al demandado por no haber contestado en tiempo y forma la
demanda instaurada en su contra, pues es de estudiado derecho que el objeto de la declaración de
rebeldía es sancionar a quien hace caso omiso de una (sic) llamamiento judicial, obligándolo a
desvirtuar las presunciones legales derivadas de dicha omisión por disponerlo así el artículo 404 de la
ley adjetiva civil, además de que el demandado no compareció a juicio en ninguna etapa procesal por lo
que en realidad no hubo ninguna controversia o debate que desvirtuara el ejercicio de la acción
intentada, por lo que debió decretarse la procedencia de la misma.”
SEGUNDO.- Los agravios formulados por ELIMINADO , resultan en un aspecto fundados,
pero inoperantes en su totalidad para el efecto pretendido en la alzada.
En síntesis, el apelante arguye que le causa agravio los resolutivos tercero y cuarto de la
sentencia que combate, en relación al considerando cuarto de la misma, concretamente en la parte que
menciona, que las pruebas de la parte actora son insuficientes para justificar que tiene la posesión de
los predios materia de la litis en los términos y condiciones que exige la ley para prescribir un inmueble;
consideración, que a juicio del inconforme, contraviene de manera deliberada el dispositivo 404 del
Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado, al negarle valor probatorio a las presunciones
legales y humanas que obran en favor de la actora, en el juicio, ya que no toma en cuenta la declaración
en rebeldía decretada en contra de la demandada, derivada de no haber ocurrido a contestar la
demanda entablada en su contra, ni haber ocurrido a absolver posiciones, sin mediar causa justificada,
por lo que resulta falso que dichas presunciones resulten insuficientes para acreditar la posesión del
predio que reclama, en virtud de que esas pruebas generan la plena convicción de que los hechos
narrados en el escrito inicial de demanda, son ciertos, además de que esas presunciones se encuentran
robustecidas con las documentales ofrecidas oportunamente, consistentes en, la copia certificada de su
credencial del IFE, recibo expedido por la comisión Federal de Electricidad, que adminiculadas entre sí,
deberían haber generado valor probatorio pleno al no haber sido objetadas.
Sigue reiterando el impetrante, que el Juzgador a los documentos antes mencionados les
otorgó valor de documentos privados cuando en realidad son documentos públicos, amén de que señala
que son insuficientes para justificar la posesión del actor respecto de los bienes inmuebles motivo de la
litis, cuando de autos no se desprende que existe litis de ninguna clase, puesto que durante todo el
procedimiento la demandada omitió comparecer al juicio en sus etapas procesales y por tanto, los
hechos fundatorios al no haber sido controvertidos debieron de haber sido reconocidos como ciertos
conforme lo señala el artículo 264 de la Legislación en comento.
También señala el inconforme, que le agravia, que no hubiese sido suficiente para el
Juzgador, la confesional ficta de posiciones de ELIMINADO , ya que en dicha prueba se tiene por
aceptando a la demandada, que el actor ha tenido la posesión de los inmuebles que se pretenden
usucapir, por lo que es evidente que es innecesario ofertar y desahogar otro medio de convicción como
el que refiere el juez de la causa, al no estar esa confesión ficta, desvirtuada por ningún otro medio
probatorio, siendo inoperante la jurisprudencia en que se pretende fundar la resolución, ya que no existe
litis que amerite lo exigido, además de que la confesional ficta se encuentra respaldada con las
documentales ofrecidas oportunamente y que al no haber sido objetadas causan valor probatorio pleno,
debiendo estimar el juzgador, que con esas pruebas, si se acreditaba en autos, los elementos
constitutivos de la acción ejercitada, porque sí bien es cierto lo que dispone el artículo 273 de la Ley
Adjetiva Civil, que no considera las circunstancias específicas del juicio en el que se comparece, que es
que se llevó en rebeldía, lo que provoca que se decretara la presunción legal de que los hechos
narrados en el escrito de demanda son ciertos, presunción que debió causar prueba plena a favor del
actor y que la demandada tenía la obligación de desvirtuar.
Son en un aspecto fundados los argumentos antes trascritos, porque le asiste razón al
impetrante, al señalar que el Juez de primer grado, en la sentencia aquí apelada, citó de manera
incorrecta el fundamento legal al otorgar valor probatorio pleno a las documentales que aportó el actor,
al juicio, como pruebas, consistentes en: copia certificada de la credencial de elector expedida por el
Instituto Federal Electoral, a nombre de ELIMINADO , así como del recibo expedido por la Comisión
Federal de Electricidad a nombre de ELIMINADO , del inmueble en ELIMINADO , Tamuín, S.L.P.,
correspondiente al periodo 19 diecinueve de mayo al 20 veinte de julio de 2010 dos mil diez (f.4 y 5);
toda vez, que el Juzgador se sustentó para tal considerativa, en los ordinales 330, 331 y 392 del Código
de Procedimientos Civiles en vigor en el Estado, relativos a los documentos privados, cuando lo cierto
es que son documentos públicos, al haber sido expedidos los mismos, por Organismos Públicos en
pleno ejercicio de sus funciones, por lo que con fundamento en los numerales 323 fracción X, del
Ordenamiento Legal en cita, al no haber sido objetados o redargüidos de falsos, merecen valor
probatorio pleno en términos del dispositivo 388 del mismo Código. Sin embargo, lo fundado del agravio
analizado, en nada cambia el sentido de la sentencia, al no afectar en lo sustancial el fallo, como podrá
verse más adelante.
No debe olvidarse que, el que a un medio de prueba se le otorgue valor probatorio pleno, no
por esa circunstancia éste debe tenérsele por acreditado el hecho por el que fue ofertado; ya que ello
depende de su contenido y eficacia demostrativa para acreditar el hecho o hechos que se pretenden
comprobar, de manera que aunque su valor sea pleno, puede no ser suficiente para crear convicción
sobre el punto o cuestiones que están sujetas a prueba.
Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis publicada en la Novena Época, bajo el registro 170211,
del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVII, Febrero de 2008, I.3º.C.665 C,
pagina 2370, con el texto y rubro: “PRUEBAS. EL VALOR PROBATORIO DE LAS MISMAS IMPLICA
LA SATISFACCIÓN DE LOS REQUISITOS FORMALES QUE ESTABLECE LA LEY, MIENTRAS SU
ALCANCE SE REFIERE AL ANÁLISIS QUE DE ELLAS REALIZA EL JUZGADOR EN ATENCIÓN A
LAS REGLAS DE LA SANA CRÍTICA. El análisis de las probanzas en un proceso por parte del
juzgador, atiende a dos momentos: el formal y el de fondo. El aspecto formal atiende a los requisitos
legales que debe cumplir un medio probatorio a efecto de que se le pueda otorgar un valor determinado,
el cual se encuentra precedido por las etapas de ofrecimiento, admisión, preparación (en caso de que
su constitución sea en el proceso) y desahogo del medio de convicción respectivo. Una vez superado el
aspecto formal, el juzgador atiende al aspecto de fondo, en el que determina, a través de las reglas de
la sana crítica, si la probanza en cuestión tiene relación con los hechos alegados por su oferente.
Asimismo, cada una de las etapas antes descritas obedece a periodos procesales diversos en la
conformación de una prueba, esto es, la admisión de una prueba sólo atiende a la manera en que la
misma fue ofrecida, pero no puede garantizar su debida preparación, asimismo, esta última
circunstancia no presupone que su desahogo sea conforme a derecho y, por último, que de haberse
cumplido con todas las etapas formales de la prueba ésta, indefectiblemente, deba causar plena
convicción en el juzgador en relación con el hecho a demostrar. De lo anterior se evidencia que aun y
cuando en la práctica existe una tendencia a confundir valor y alcance probatorio, dichos conceptos no
son equivalentes, ya que, se reitera, mientras que el primero atiende a que se hubieran reunido los
requisitos de forma, este último es totalmente independiente ya que se aleja de los requisitos formales
que impone la ley y descansa en la sana crítica del juzgador.” TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Ahora bien, se dicen inoperantes en su totalidad los argumentos de agravio vertidos por el
apelante, porque contrario a lo afirmado, el análisis que efectúo el Juzgador de sus medios de prueba,
fue el correcto, así como legal la determinación a la que arribó.
Ello se estima así por lo siguiente:
ELIMINADO , compareció en la vía ordinaria civil, a demandar de la C. ELIMINADO ,
ELIMINADO , Director del Registro Público de la Propiedad y del Comercio de Cd. Valles, S.L.P., así
como del Director del Departamento de Catastro Municipal del Municipio de Tamuín, S.L.P., los
siguientes conceptos:
“…a) Por que se declare mediante sentencia ejecutoria que ha operado en mi favor LA
PRESCRIPCIÓN POSITIVA y en consecuencia me corresponde la propiedad y la posesión del predio
urbano ubicado en TAMUIN S.L.P. con superficie de ELIMINADO con las siguientes medidas y
colindancias: ELIMINADO (sic). c) Por que se inscriba en el tomo correspondiente del REGISTRO
PÚBLICO DE LA PROPIEDAD Y DEL COMERCIO de esta localidad, la sentencia ejecutoria mediante la
cual se haga la declaración a que me refiero en los párrafos que anteceden. d) Por que se realicen los
movimientos catastrales que se hagan necesarios para que los predio (sic) objeto del (sic la acción que
se ejercita sea inscrito como de mi propiedad en los archivos de dicho departamento. e) Por el pago de
las costas y gastos que se me originen con el presente juicio….”
Fundándose en los siguientes hechos:
“….1.- Como lo acredito con el Quinto Testimonio de la Escritura Pública Número ELIMINADO , que
contiene la Protocolización de Constancias Deducidas del Juicio Sucesorio Intestamentario A BIENES
DE LA SEÑORA ELIMINADO , escritura que se encuentra registrada bajo el número ELIMINADO de
Propiedad de fecha 10 de Enero de 1984 en el REGISTRO PÚBLICO DE LA PROPIEDAD Y EL
COMERCIO DE ESTE DISTRITO; así como mediante el Primer Testimonio de la Escritura Pública
Número ELIMINADO que contiene el Contrato de Compraventa a favor de la señora ELIMINADO , la
cual se encuentra registrada bajo el número ELIMINADO de propiedad de fecha 7 de mayo de 1984 en
el registro público de la propiedad, documentos que se anexan a la presente demanda en original,
acredito que mi ahora demandada la C. ELIMINADO es propietaria de los predios descritos en los
incisos a) y b) del capítulo de prestaciones de la presente demanda y que son el objeto de la presente
acción. 2.- Con fecha 1 de junio de 1998, entre en posesión pública, pacífica, en calidad de propietario,
continua y de mala fe, es decir sin documento, con el cual se justifique el derecho de propiedad de los
predios ubicados en calle ELIMINADO de la ciudad de Tamuín S.L.P. ya que ingrese al inmueble por
que nadie lo ocupaba, haciéndole mejoras como limpiándolo de las hierbas, basura, sembrándolo, por
ello me he comportado con el ánimo de dueño, por que así se señalan los vecinos y colindantes además
que hasta la fecha no se me ha interrumpido como es de conocimiento de las personas que lo saben y
les consta y que demostraré en el momento procesal oportuno. También es necesario manifestar que en
la realidad ambos terrenos conforman uno solo sin que haya división o deslinde entre estos, por lo que
he ostentado la posesión de ambos predios como si fueran uno. 3.- Los inmuebles materia de este juicio
y ubicado en calle ELIMINADO de la ciudad de Tamuín S.L.P. tiene las siguientes medidas y
colindancias: a) el primero de ellos con superficie de ELIMINADO , con las siguientes medidas y
colindancias: ELIMINADO (sic). b) El segundo con superficie de ELIMINADO ), con las siguientes
medidas y colindancias: ELIMINADO (sic). Insisto en reiterar que en la práctica ambos predios en
realidad con uno solo por lo que públicamente se me reconoce como (sic). 4.- He tenido la
posesión por 12 años a la fecha, ya que dicha posesión la tengo desde el día 1 de Junio 1998, dicha
posesión la compruebo con mi credencial de elector expedida por el Instituto Federal Electoral en
donde se acredita que tengo como domicilio el inmueble ubicado en calle ELIMINADO , con el contrato
de energía eléctrica expedido por la Comisión Federal de Electricidad, en donde se establece que mi
domicilio en el ya mencionado, y que al presente se acompaña. 5.- Toda vez que desde la fecha en que
entré a poseer materialmente los predios citados en este escrito, la he mantenido con el conocimiento
de los vecinos y colindantes, comportándome como dueño, puesto que con ese nombre me señalan los
vecinos del lugar, además que tengo la posesión material del inmueble, y le he realizado mejoras
durante 12 años, por ello hoy solicito que se declare mi derecho de propiedad, invocando para tal
efecto el artículo 1102 del código Civil en vigor. 6.- Por último, dentro del término probatorio aportare
las pruebas suficientes a demostrar los actos de dominio que he venido ejercitando sobre los bienes
inmuebles materia de la presente acción y del cual se pretende usucapir, y a mayor abundamiento me
permito transcribir la siguiente tesis jurisprudencial que la letra dice: PRESCRIPCIÓN POSITIVA DE
LA: Para que proceda la prescripción es necesario que la posesión en concepto de propietario con el
artículo 386 del Código Civil, en concepto aludido debe manifestarse esencialmente la ejecución de
actos revelan que al poseedor es denominado de la casa (predio), el señor de la misma el que manda
en ella como dueño en sentido económico, para ser suya la casa desde el punto de vista estrictamente
jurídico, en consecuencia de tratándose del elemento aplicado suficientemente a los actos que ha
tomado en cuenta para afirmar ante un juez, que un determinado poseedor, se ha conducido
continuamente como dueño frente todo el monto y así en relación con el aludido precepto. Tercera Sala,
Sexta Época, Informe 1984, pág. 59, tesis sobresaliente. Así como las siguientes tesis de jurisprudencia:
Octava Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: VIII, Noviembre de 1991 Página: 267 PRESCRIPCION ADQUISITIVA. NO REQUIERE QUE LA
POSESION ESTE FUNDADA EN JUSTO TITULO. (LEGISLACION DEL ESTADO DE CHIAPAS).
Supuesto que el Código Civil del Estado de Chiapas no exige como requisito para prescribir
adquisitivamente que la posesión esté fundada en justo título, es inaplicable la jurisprudencia que se
puede consultar bajo el número 219 a fojas 632 del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación
publicada en el año de 1985, tomo relativo a la Tercera Sala.TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO
CIRCUITO. Amparo directo 85/91. Josefina Palacios Alvarado. 16 de mayo de 1991. Unanimidad de
votos. Ponente: Angel Suárez Torres. Secretario: Rigoberto Ochoa Murillo. Sexta Época, Instancia:
Tercera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo: Cuarta Parte, XXII
Página: 376, USUCAPION. NO ES NECESARIO EL JUSTO TITULO PARA FUNDARLA. El artículo
806 del Código Civil, al establecer que es poseedor de buena fe el que entra en la posesión en virtud de
un título suficiente para darle derecho de poseer y que también lo es el que ignora los vicios de su título
que le impiden poseer con derecho y que es poseedor de mala fe el que entra a la posesión sin título
alguno para poseer, lo mismo que el que conoce los vicios de su título que le impiden poseer con
derecho, pone de manifiesto que el propósito del legislador fue cambiar el sistema del Código de 1884,
que exigía en su artículo 1079, fracción I, que la posesión ad usucapionem debería fundarse el justo
título. El código actual exige en la fracción I del artículo 1151, que la posesión necesaria para prescribir
debe ser en concepto de propietario, y no exige ya el justo título sino que adopta un sistema objetivo
sobre la materia de la posesión tendiente a facilitar la solución de los problemas que en este punto
planteaba la legislación anterior; pero si bien no exige la ley el justo título, es necesario probar el origen
de la posesión, no como acto traslativo de dominio sino como hecho jurídico que produce
consecuencias de derecho, para conocer la fecha cierta a partir de la cual ha de computarse el término
legal de la prescripción, pero a condición de que el poseedor se comporte como propietario, esto es,
que se conduzca ostensiblemente y de manera objetiva, susceptible de apreciarse por los sentidos,
mediante actos que revelen que el poseedor es el dominador de la cosa, el señor de ella, el que manda
en la misma, como dueño en sentido económico, para hacer suya la cosa desde el punto de vista de los
hechos, aun cuando carezca de título jurídicamente hablando. Amparo directo 7279/56. Francisco
Cuevas Cansino y coagraviados. 27 de abril de 1959. Mayoría de tres votos. Ponente: Gabriel García
Rojas. Quinta Época, Instancia: Tercera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo: CV,
Página: 2715. PRESCRIPCIÓN POSITIVA, TITULO PARA LA (LEGISLACIÓN DE VERACRUZ). El
artículo 1184 del Código Civil no requiere justo título para la prescripción adquisitiva, sino simplemente
concepto de dueño, el cual puede fundarse en un título objetiva o subjetivamente válido (cuando se
ignoran los vicios del mismo), o en un apoderamiento de la cosa, que incluso puede ser delictuoso.
Amparo civil directo 2971/49. Castillo Francisco G y coagraviada. 29 de septiembre de 1950.
Unanimidad de cuatro votos. El Ministro Roque Estrada no intervino en este asunto por las razones que
constan en el acta del día. Ponente: Vicente Santos Guajardo…”
Ofreciendo como pruebas de su intención:
1.- Documental pública consistente en el Quinto Testimonio de la Escritura Pública número
ELIMINADO , de fecha 22 veintidós de septiembre de 1981 mil novecientos ochenta y uno, del protocolo
del Licenciado ELIMINADO , Notario Público número 3 con ejercicio en esta ciudad, que contiene la
protocolización las constancias conducentes del Juicio Sucesorio Intestamentario a bienes de
ELIMINADO , expediente número 338/76/2°, denunciado por ELIMINADO como Albacea Definitiva, en
la que a la heredera ELIMINADO , le corresponde una superficie de ELIMINADO metros cuadrados
con las siguientes medidas y colindancias: ELIMINADO (f. 7 a 16).
2.- Así como la diversa documental relativa al Primer Testimonio de la Escritura Pública
número ELIMINADO , de fecha 6 seis de enero de 1984 mil novecientos ochenta y cuatro, del protocolo
del Licenciado ELIMINADO Notario Público número 3 con ejercicio en esta ciudad, que contiene el
Contrato de Compraventa, celebrado por una parte como vendedor el señor ELIMINADO y como
comprador a la señora ELIMINADO , respecto del predio ubicado en Tamuín, S.L.P., con superficie de
ELIMINADO metros cuadrados, con las siguientes medidas y colindancias: ELIMINADO (f. 17 a 24)
3.- Copia Certificada de la Credencial de Elector, expedida por el Instituto Federal Electoral,
a favor de ELIMINADO (f.4).
4.- Recibo expedido por la Comisión Federal de Electricidad a nombre de ELIMINADO .
(f.5)
5.- Prueba Confesional de Posiciones con cargo a ELIMINADO .
Por su parte, el juez de la causa consideró, en la sentencia recurrida, en esencia que, por
cuanto hace a las documentales que obran de las fojas 7 a 24 del sumario, no obstante haberles
otorgado valor probatorio pleno, que éstas solamente justificaban la propiedad de la diversa demandada
ELIMINADO , de los bienes inmuebles que se pretenden prescribir, pero que no acreditaban la posesión
de ELIMINADO , respecto del bien motivo de la litis.
Y, por cuanto atañe al resto de las probanzas, el A quo estableció: “…Documentales que
tienen valor convictivo,.. en virtud de no haber sido objetadas. Sin embargo, las referidas documentales
no se consideran bastantes para justificar la posesión del actor respecto de los bienes inmuebles motivo
de la Litis en la fecha que asevera en su demanda inicial, toda vez que, en primer término, los
documentos no son la prueba idónea para ello, además que las documentales emitidas por concepto de
servicios de luz, agua, cable, etc, y las identificaciones, son confeccionadas de acuerdo a la información
o datos que proporciona la persona que las solicita; por tanto, no son suficientes para acreditar la
posesión del inmueble desde la fecha que señala el actor, toda vez que por lo que hace al servicio de
energía eléctrica, el recibo que expide es del año 2010 dos mil diez.
Finalmente, obra en autos la confesional ofrecida por el actor con cargo a ELIMINADO , a
quien con fecha 6 seis de septiembre del 2012 dos mil doce, se le declaró confesa de las posiciones
que fueron calificadas de procedentes, mismas que se encuentran contenidas en el pliego que obra a
fojas 98 de autos.
No obstante, con dicha probanza no se acredita debidamente la posesión por parte del actor
ELIMINADO , respecto de los inmuebles cuya prescripción pretende, en razón que la sola confesional
de la demandada, derivada de su inasistencia al desahogo de dicha probanza, no es suficiente para
acreditar la posesión del actor respecto de los inmuebles motivo de la litis, en razón que por el solo
hecho de que a ELIMINADO , se le tenga por confesa que el actor tiene la posesión de los bienes en
litigio, no es obstante para acreditar dicha posesión como estado de hecho, pues ésta exige su
comprobación fehaciente a través de los medios probatorios idóneos, como es la prueba testimonial.
Al efecto, cobra cabal aplicación por su espíritu y similitud la siguiente tesis sustentada por el
Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, tomo IX, Junio de 1999, Tesis: VIII.1º.25 C, localizable en
la página 967 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que a la letra dice:
“PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA. PRUEBA DE LA POSESIÓN. No es viable pretender que por el solo
hecho de que el representante de la sucesión demandada se allanó en su demanda a las pretensiones
del actor, éste ya no estaba obligado a comprobar la posesión del inmueble sino que por el contrario, tal
posesión como estado de hecho, exigía su comprobación fehaciente a través de los medios probatorios
idóneos, a saber: las testimoniales, de la misma manera que lo exige la titularidad del inmueble como
derecho real, la cual el actor sí tuvo el cuidado de comprobar dentro del juicio que instauró, con las
documentales que exhibió.
En las relatadas condiciones, es de considerarse que ELIMINADO , no acreditó poseer el
predio urbano ubicado en Tamuín, S.L.P., con superficie de ELIMINADO metros cuadrados, con las
siguientes medidas y colindancias: ELIMINADO ; así como el predio urbano ubicado en Tamuín, S.L.P.
con superficie de ELIMINADO metros cuadrados, con las siguientes medidas y colindancias:
ELIMINADO ; por lo que resulta ocioso entrar al estudio de los restantes elementos de la prescripción
positiva, ya que ello a nada práctico conduciría, en la medida de que al no haberse demostrado que
posee el inmueble, no se satisfacen las condiciones indispensables para prescribir dicho bien, lo que
arroja como consecuencia el declarar que el promovente no acreditó los hechos constitutivos de la
acción que ejercitó en contra de ELIMINADO , ELIMINADO , el Encargado del Registro Público de la
propiedad y del Comercio y el Director del Departamento de Catastro de Tamuín, S.L.P., absolviéndose
por ende a los demandados, de todas y cada una de las prestaciones reclamadas en su contra por el
actor ….”
Así es, en términos generales, se tiene el concepto de posesión que enuncia el artículo 736
del Código Civil vigente en el Estado, que prevé lo siguiente:
“Posesión es la tenencia o goce, por una persona, o por otra en su nombre, de un bien
corpóreo o de un derecho, respectivamente, con el ánimo de comportarse como propietarios de ese
bien o como titulares de ese derecho. Es poseedor de un bien el que ejerce sobre él un poder de
hecho, salvo lo dispuesto en el artículo 739. Posee un derecho el que goza de él.”
Al respecto, cabe precisar que una cosa es la posesión como relación o estado de hecho, y
otra, muy diferente, es que por virtud de un título sustentado en una figura jurídica prevista por la ley se
adquiera el derecho a la posesión.
En efecto, el ejercicio del poder de hecho, por sí solo no es suficiente para determinar quién
es poseedor, por la sencilla razón de que ese ejercicio por sí solo es un hecho, y el código, a pesar de la
definición que da en su artículo 736, no tiene por objeto describir los hechos sino atribuirlos. Es decir, la
posesión jurídica es un derecho y no un hecho que en sí y por sí, sólo tenga consecuencias jurídicas a
favor del que lo ejercita.
No hay que perder de vista que todos los derechos reales y personales son la atribución de
actividades determinadas a personas determinadas, pero la posesión es la atribución del ejercicio de
todas las actividades lícitas a todas las personas, independientemente de que la actividad de usar,
disfrutar, etcétera, haya sido atribuida al mismo tiempo a la misma persona que posee o a otra distinta.
Existe una clara distinción entre el titular del ejercicio del poder de hecho, el facultado a
hacer, el propietario, quien tiene un derecho cuyo objeto es la posibilidad de ejercitar determinada
conducta y el poseedor jurídico que tiene un derecho cuyo objeto es el ejercicio del poder de hecho.
El propietario tiene la facultad de usar, disfrutar y disponer del bien aunque no lo esté
haciendo, pero cuando no es poseedor no tiene la facultad de estar usando o disfrutando, puesto que la
posesión es un impedimento jurídico al ejercicio de sus derechos.
Por su parte, el poseedor también tiene derecho a no ejercitar el poder de hecho, sin dejar
por ello de ser poseedor, mientras que para encontrar el contenido u objeto de su derecho frente al
propietario, no es necesario que dicho objeto sea el fenómeno natural, el ejercicio del poder de hecho,
En efecto, la posesión es un derecho subjetivo y que no tiene por objeto el hecho actual, sino
la posibilidad de su ejercicio otorgada como facultad (derecho) al poseedor jurídico.
Esto significa que el titular tiene la facultad de optar por el ejercicio o no ejercicio del poder
de hecho.
Esta última característica es esencial a todo derecho fundante, ya que si no se tiene derecho
al no ejercicio, se trata más bien de un deber jurídico que de un derecho.
Ahora bien, como se vio con antelación, el ejercicio del poder de hecho, como fenómeno
natural (detentación material), no es el objeto del derecho de posesión, en cambio, sí es el hecho
generador de dicho derecho y su manifestación una vez adquirido.
De todo lo argumentado hasta aquí, podemos concluir que la expresión “ejercicio del poder
de hecho” contenida en el artículo 736 del Código Civil vigente en el Estado, antes transcrito, contiene
dos elementos condicionantes del ejercicio del derecho de posesión, los cuales prueban plenamente
que no se trata simplemente de la relación material y pasiva entre la persona y la cosa; primero, la
palabra ejercicio establece la necesidad de que el hombre haga algo, es la voluntad en acción; segundo,
la voluntad que recae sobre la cosa. Este es el ejercicio actual del poder de hecho, el cual no basta por
sí solo para integrar la posesión; es decir, aun estos dos elementos juntos son hechos y no derechos, ya
que el hecho actual no es el objeto del derecho.
Esta aparente contradicción entre el derecho a usar y disfrutar, que no es la posesión, y el
ejercicio del uso y disfrute, que es la manifestación de la posesión, ha obligado a la doctrina a decir que
la posesión es un hecho y no un derecho, aunque sea un hecho con consecuencias jurídicas.
A su vez, el ordinal 1080 del Código en comento, refiere: “Prescripción es un medio de
adquirir bienes o de liberarse de obligaciones, mediante el transcurso de cierto tiempo y bajo las
condiciones establecidas por la Ley.”
Por su parte, el numeral 1081, del mismo ordenamiento legal, establece en lo que interesa:
“La adquisición de bienes en virtud de la posesión, se llama prescripción positiva;..”.
El precepto normativo 1096 del Código Civil vigente en el Estado señala: “La posesión
necesaria para prescribir debe ser: I. En concepto de propietario; II. Pacífica; III. Continua; IV. Pública.”
También, el ordinal 1097 del mencionado Cuerpo Normativo dice en lo conducente: “Los
bienes inmuebles se prescriben: I.-…; II.-…; III.- En diez años, cuando se poseen de mala fe, si la
posesión es en concepto de propietario, pacífica, continua y pública;…”
Finalmente el artículo 1101 de la Codificación en cita, refiere: “El que hubiere poseído
bienes inmuebles por el tiempo y con las condiciones exigidas por este código para adquirirlos por
prescripción, puede promover juicio contra el que aparezca como propietario de esos bienes en el
Registro Público de la Propiedad, a fin de que se declare que la prescripción se ha consumado y que ha
adquirido, por ende, la propiedad.”
Bajo ese marco legal, se tiene que, la persona que pretende prescribir un inmueble a su
favor, tiene que acreditar en primer lugar, haberlo poseído, y que esa posesión sea en concepto de
propietario, de manera pacífica, continua y pública; así, como que esa posesión, hubiese sido durante
diez años, cuando sea de mala fe; demandando con posterioridad a la persona que aparezca como
dueño ante el Registro Público de la Propiedad de la localidad donde el bien se encuentre.
En la especie, este Tribunal Revisor, homologa el criterio del Juzgador de Primer Grado,
porque ciertamente, los medios de prueba aportados por el promovente ELIMINADO , son
insuficientes. Esto, en atención a que no demuestran que la posesión que dice ostentar hubiese sido,
por el lapso de diez años o más, tal y como lo afirma en su demanda, de manera pacífica, continua
y pública, porque no obstante que existe una presunción legal a su favor, derivada de que la
demandada ELIMINADO , no compareció a contestar la demanda entablada en su contra, en los
términos del segundo párrafo del numeral 264 del Código de Procedimientos civiles vigente en el
Estado, ya que se le tuvo por confesa de los hechos de la misma, que dejó de contestar; como, la
presunción derivada de no haber comparecido a la prueba confesional de posiciones a su cargo, como
lo señala el ordinal 382 del Ordenamiento legal en consulta; sin embargo, esa presunción legal a favor
del aquí apelante, no se encuentra adminiculada con diversos medios de prueba que la corrobore, toda
vez que, como bien lo señala el Juez de origen, por cuanto hace a las documentales que obran a fojas 7
a 24 del sumario, no obstante haberles otorgado valor probatorio pleno, éstas solamente justifican la
propiedad de la diversa demandada ELIMINADO , de los bienes inmuebles que se pretenden prescribir,
pero nada refieren en cuanto a la posesión que dice ostentar ELIMINADO , con respecto del inmueble
materia del presente negocio.
Mientras que, por cuanto atañe a las restantes documentales, credencial de elector de
ELIMINADO y recibo de energía eléctrica; tampoco demuestran los hechos que pretende acreditar, que
es la posesión en concepto de propietario, pacifica, continua y pública, ya que dichos instrumentos sólo
acreditan lo en ellos contenido, es decir, que el Instituto Federal Electoral, le expidió a ELIMINADO ,
una credencial de elector; así como que dicha persona, durante el periodo del 19 diecinueve de mayo
de 2010 dos mil diez, al 20 veinte de julio de esa misma anualidad, cubrió el pago por concepto de
energía eléctrica del inmueble ubicado en ELIMINADO , en el municipio de Tamuín, S.L.P.; más con
ellas, no se demuestran que el demandante sea el poseedor de dicho inmueble, en términos y las
condiciones que exige la ley para prescribir, y con esto su causa de pedir, toda vez que no debe
olvidarse que la posesión a que se refiere la acción que nos ocupa, debe ser íntegra y convincente, que
no puede quedar a resultas de una mera presunción, ya que para que sea tomada en consideración
(prueba presuncional), es imprescindible que la inferencia judicial se realice a partir de un hecho
plenamente acreditado y no de la misma presunción, pues hacerlo claramente invierte el orden lógico
en que la norma transcrita está redactada, atento a lo prescrito en los numerales 376, 377 y 406 del
Código Procesal de la materia; y más porque ésta no se encuentra adminiculada con otros medios de
prueba, que demuestren el hecho constitutivo de la pretensión, como lo es la posesión apta para
prescribir por el transcurso del tiempo.
En tal sentido, de conformidad con el numeral 273 de la Ley Adjetiva Civil de esta Entidad
Federativa, el Onus Probandi o carga de la prueba, es la necesidad que tienen las partes de demostrar
al juez los hechos constitutivos de sus pretensiones, el actor los de su acción y el demandado los de sus
excepciones.1
En ese contexto, de conformidad con los principios dispositivo y de igualdad procesal que
rigen en el proceso civil, la carga de la prueba incumbe a quien invoca a su favor una relación de
derecho o una determinada situación jurídica.
Por tanto, al demandarse la prescripción positiva, es evidente que está quedó condicionada
al acreditamiento de las condiciones que exige la ley para tal efecto, y más cuando es el propio actor
que refiere en su líbelo inicial que, su posesión es de mala fe, en concepto de propietario, ya que
ingresó al inmueble porque nadie lo ocupaba, haciéndole, mejoras como limpiándolo de las hierbas,
basura, sembrándolo, comportándose como dueño, ya que así lo conocen los vecinos y colindantes,
teniendo la posesión por 12 doce años, desde el día 1º primero de junio de 1998 mil novecientos
noventa y ocho.
Esto es así, ya que además de que se trata de un hecho afirmativo que invoca el
demandante, se traduce en un elemento constitutivo de la acción, pues erige la causa eficiente de pedir,
en atención a que el ejercicio de la misma supone la existencia de un derecho, que sólo podrá ser
tutelado por el órgano jurisdiccional si ante él queda demostrado. De lo cual se concluye que el obligado
principal a demostrar los hechos en que descansa la acción es el actor, dado que éste es el que está
afirmando una pretensión a su favor; y además, porqué fue él quien abrió el proceso y por lo mismo,
debe llevar la carga principal de la prueba; e independientemente de que si la contraria parte contestó o
no la demanda, o si opuso o no excepciones y defensas y si éstas fueron acreditadas o no.
En ese contexto, fue el actor quien aseveró la causa de pedir (la posesión); por tanto, sobre
tal premisa el actor debió velar porque sus pruebas fuesen tendientes a demostrarla plenamente, en
atención que ésta es un hecho consecutivo que se está repitiendo, de ahí que la ley exija que sea
continua, sin interrupciones, lo cual no consta en autos, así como pública, pacífica y en calidad de
propietario, lo que tampoco está demostrado, dado que no existen testigos que así lo hubiesen visto.
Que si bien es verdad, existen criterios de jurisprudencia que señalan, que aún y cuando la
prueba testimonial goza de mayor idoneidad para aportar elementos de convicción sobre la posesión,
que, ello no lleva al extremo de tomar esa prueba como exigencia absoluta, dado que puede existir la
posibilidad de que la pluralidad de probanzas allegadas al juicio, sometidas a una apreciación valorativa
consistente y exhaustiva, pueda generar en el juzgador la convicción plena de la posesión con las
características exigidas; pero, lo cierto es, que en la especie, los aportados por el demandante, fueron
insuficientes, como ya se precisó con antelación, por ende, tal posesión no quedó para el resolutor,
debidamente acreditada; ya que, la misma no es dable ni jurídico inferirla a través de meras
suposiciones como lo pretende el recurrente, ya que dicho hecho debe constar fehacientemente.
Bajo el panorama de índole fáctico jurídico puesto de relieve, lo procedente es confirmar el
fallo sujeto a revisión de fecha 14 catorce de Noviembre del 2012 dos mil doce, pronunciada por el C.
Juez Primero de lo Familiar de Ciudad Valles, S.L.P., dentro del expediente 576/2010, relativo al Juicio
Ordinario Civil, promovido por ELIMINADO , en contra de ELIMINADO , ELIMINADO ; DIRECTOR
1 Alejandro Torres Estrada. El Proceso Ordinario Civil. Ed. Oxford. Tema número 10.
DEL REGISTRO PÚBLICO DE LA PROPIEDAD Y DE COMERCIO DE CIUDAD VALLES, S.L.P. y
DIRECTOR DE CATASTRO DEL MUNICIPIO DE TAMUÍN, S.L.P.
TERCERO.- Se condena al apelante al pago de costas y gastos en Segunda Instancia, al no
haber obtenido resolución favorable, y actualizarse la premisa contenida en el ordinal 135 del Código de
Procedimientos Civiles vigente en el Estado, y no haber mostrado inconformidad por dicho concepto a
través del presente recurso.
Por lo expuesto y fundado, es de resolverse y se resuelve:
PRIMERO.- Los agravios formulados por ELIMINADO , resultaron en un aspecto fundados,
pero inoperantes en su totalidad.
SEGUNDO.- En consecuencia, se CONFIRMA la Sentencia de fecha 14 catorce de
Noviembre del 2012 dos mil doce, pronunciada por el C. Juez Primero de lo Familiar de Ciudad Valles,
S.L.P., dentro del expediente 576/2010, relativo al Juicio Ordinario Civil, promovido por ELIMINADO ,
en contra de ELIMINADO , ELIMINADO ; DIRECTOR DEL REGISTRO PÚBLICO DE LA
PROPIEDAD Y DE COMERCIO DE CIUDAD VALLES, S.L.P. y DIRECTOR DE CATASTRO DEL
MUNICIPIO DE TAMUÍN, S.L.P.
TERCERO.- Se condena al apelante al pago de costas y gastos en Segunda Instancia, al no
haber obtenido resolución favorable.
CUARTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al
Juzgado de origen, y en
su oportunidad, archívese el Toca como asunto concluido.
QUINTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S Í, por unanimidad de votos, lo resolvieron y firman los Señores Magistrados que
integran la Cuarta Sala del H. Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, Licenciados ELIMINADO ,
ELIMINADO y ELIMINADO , siendo ponente el segundo de los nombrados, quienes actúan con
Secretaria de Acuerdos que autoriza, Licenciada ELIMINADO .- Doy fe.-
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